Está en la página 1de 23

JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN

Magistrado ponente

SL2385-2018
Radicación n.°47566
Acta 16

Bogotá, D. C., nueve (9) de mayo de dos mil dieciocho


(2018).

Decide la Corte el recurso de casación interpuesto por


JORGE ALBERTO BERNAL CONTRERAS, contra la
sentencia proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Bogotá, el 30 de abril de 2010, en el
proceso ordinario laboral que el recurrente le adelanta a la
sociedad MÉDICOS ASOCIADOS S.A.

Previamente se ha de precisar, que el presente proceso


fue seleccionado y enviado a la Sala de Descongestión de la
Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia el
30 de mayo de 2017, de conformidad con lo estipulado en la
Ley 1781 de 2016 y en el Acuerdo n.°48 de 2016 del Consejo
Superior de la Judicatura; que la Sala Primera de
Descongestión Laboral de la Corte Suprema de Justicia,
discutió el presente tema el 7 de febrero de esta anualidad.

SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 47566

Sin embargo, mediante auto del 8 de febrero siguiente, dicha


Sala, en cumplimiento de la Ley Estatutaria 1781
mencionada, ordenó devolver el expediente a esta
Corporación para su estudio, junto con el proyecto de
sentencia, en razón a que se estaba planteando la definición
de un criterio jurisprudencial en el tema objeto de discusión.

A continuación, se procede al estudio de dicho proyecto,


acogiéndose lo dicho por la Sala Primera de Descongestión
de la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de
Justicia de la siguiente manera:

I. ANTECEDENTES

El señor Jorge Alberto Bernal Contreras, demandó a la


Sociedad Médicos Asociados S.A. con el fin de lograr la
declaratoria de lo siguiente: Primero; la existencia de «[…] un
contrato de prestación de servicios profesionales de asesoría
jurídica integral, para obtener el reconocimiento y pago de los
saldos insolutos que le adeudaba CAJANAL E.P.S. a la firma
demandada» por honorarios; segundo, que el contrato le fue
terminado de forma unilateral y sin justa causa, por parte de
la accionada. Como consecuencia de lo anterior, solicitó que
fuera condenada la demandada a pagarle, a título de «multa»,
el valor de los honorarios estipulados y pactados en el literal
E) de la cláusula cuarta del citado contrato, que
corresponden al 6% del total de las sumas recaudadas a
Cajanal EPS, menos $20.000.000 cancelados como anticipo;
así como también al pago de los intereses moratorios
bancarios o en subsidio la indexación sobre los honorarios

SCLAJPT-10 V.00
2
Radicación n.° 47566

insolutos; y lo que resulte probado ultra o extrapetita, más


las costas del proceso.

Fundamentó sus pretensiones, básicamente, en que el


2 de mayo de 2000, suscribió un contrato de prestación de
servicios profesionales con la citada al proceso; que el objeto
del mismo consistía en prestar asesoría jurídica integral,
elaborar demandas y ejercer la representación jurídica de la
entidad para obtener el reconocimiento y pago de los saldos
insolutos que a la firma y durante la ejecución del
mencionado contrato le adeudaba Cajanal E.P.S. a la
sociedad Médicos Asociados S.A.

Dijo también que en el literal E) de la cláusula cuarta,


las partes acordaron lo siguiente: «en caso de sustitución o
renuncia al contrato, deberá estar a paz y salvo, y los
honorarios pactados se entenderán causados en su totalidad
a favor del apoderado en calidad de multa»; y en el literal A)
de la cláusula sexta se pactó como honorarios profesionales
«[…]una cuota litis equivalente al 6% de lo recaudado».

Narró que en desarrollo del objeto del contrato de


prestación de servicios, realizó y cumplió las obligaciones
pactadas en el mismo, entre ellas, reunirse en numerosas y
constantes oportunidades con los funcionarios de Cajanal
EPS, para con ello lograr la depuración de las cuentas que se
encontraban pendientes a favor de la aquí demandada;
igualmente que efectuó el análisis jurídico y financiero de la

SCLAJPT-10 V.00
3
Radicación n.° 47566

facturación soporte de las cuentas y servicios prestados por


Médicos Asociados S.A. a Cajanal EPS, además de los «los
conceptos por los avales».

Indicó que como resultado de la anterior gestión


profesional, logró clarificar las cuentas con el fin de obtener
un preacuerdo respecto a las cifras pendientes de pago, razón
por la cual le solicitó a la demandada, toda la documentación
necesaria para que fuera presentada ante la Procuraduría
con miras a obtener la respectiva conciliación.

Manifestó que el 11 de julio de 2000, le fue otorgado el


respectivo poder para presentar solicitud de conciliación ante
la Procuraduría, la que efectivamente fue radicada ante dicha
entidad, correspondiéndole en el reparto a la Procuradora
Cuarta Judicial Delegada ante el Tribunal Contencioso
Administrativo de Cundinamarca; dijo, además, que el 13 del
mismo mes y año, le entregó al gerente general de Cajanal
EPS una copia de la solicitud de conciliación prejudicial
presentada ante el Ministerio Público.

De otra parte, arguyó que a través de la comunicación


fechada 15 de septiembre de 2000, dirigida a la Procuradora
Cuarta Judicial, solicitó el aplazamiento de la audiencia de
conciliación, en razón a que no disponía del tiempo necesario
para la revisión y verificación de las cuentas contenidas en
la solicitud de conciliación, copia de tal comunicación fue
enviada al asesor de la gerencia general de Cajanal EPS.
Precisó también, que en desarrollo de múltiples reuniones,

SCLAJPT-10 V.00
4
Radicación n.° 47566

logró que Cajanal EPS reconociera que le adeudaba a


Médicos Asociados S.A., la suma de $5.863.309.684.

Relató que el 14 de noviembre de 2000, la demandada


le otorgó poder para iniciar ante el Tribunal Administrativo
de Cundinamarca, el correspondiente proceso ejecutivo
contra la Nación Caja Nacional de Previsión, social proceso
que fue radicado el 1l de diciembre de ese mismo año.

Refirió que el mismo día en que radicó el proceso


ejecutivo, él en representación de MÉDICOS ASOCIADOS
S.A. y el asesor de CAJANAL E.P.S., suscribieron un acta en
la cual concluyeron lo siguiente:

Sobre la Conciliación presentada por Médicos Asociados S.A., por


la deuda reconocida por CAJANAL EPS, por la prestación de
servicios médicos de I a III nivel de atención, valorada inicialmente
por el grupo CENALC, en la suma de cinco mil ochocientos sesenta
y tres millones trescientos nueve mil seiscientos ochenta y dos
($5.863.309.682.oo) moneda corriente y se analizó y estudio la
posibilidad de un acuerdo de pago para el año 2001 en doce (12)
cuotas.

Expresó que el 21 de febrero de 2001, envió


comunicación al Dr. Jairo Armando Rojas González,
subdirector administrativo y financiero de Cajanal EPS,
manifestándole estar de acuerdo con el pago en doce
mensualidades y a la vez, le planteó cómo podrían ser los
desembolsos.

SCLAJPT-10 V.00
5
Radicación n.° 47566

Aseveró que el 21 de febrero de 2001, Claudia Castillo


Melo, en calidad de gerente de la demandada, le notificó que
a partir de esa fecha y con fundamento en el ordinal B) de la
cláusula quinta, le daba por terminado el contrato de
prestación de servicios profesionales, impartiéndole
instrucciones al respecto. Decisión que, según afirma el
demandante, obedeció a una finalización del vínculo sin justa
causa por parte de la accionada, pues él estaba cumpliendo
con lo pactado.

Finalmente, afirmó que en vista de que la sociedad


Médicos Asociados S.A. ha venido recibiendo las sumas de
dinero provenientes de la labor y gestión por él efectuada, en
los términos contenidos en el acta celebrada el 7 de diciembre
de 2000, tiene derecho al pago total de los honorarios
pactados como multa, es decir, el 6% acordado como cuota
litis, sobre la suma de dinero que Cajanal EPS le ha
cancelado a la sociedad acá demandada, que asciende al
valor de $5.863.309.684 (f.° 2 a 7).

Al dar respuesta a la demanda, la Sociedad Médicos


Asociados S.A. dijo que eran ciertos los hechos referidos a
las reuniones que sostuvo el demandante con los
funcionarios de Cajanal EPS, para efectos de realizar la
depuración de las cuentas que se encontraban pendientes de
pago; igualmente aceptó el haberle otorgado poder al actor
para presentar solicitud de conciliación prejudicial en la
Procuraduría Delegada ante el Tribunal Contencioso

SCLAJPT-10 V.00
6
Radicación n.° 47566

Administrativo de Cundinamarca, la cual se llevó a cabo y


que el accionante remitió a Cajanal EPS para tales efectos.

Aceptó también los hechos referidos al aplazamiento de


la audiencia de conciliación que el demandante elevó a la
Procuraduría; el otorgamiento del poder para que éste, en
nombre de la demandada, iniciara el respectivo proceso
ejecutivo contractual; el levantamiento del acta entre los
representantes de Médicos Asociados S.A. y Cajanal EPS,
hecho que efectivamente sucedió el 7 de diciembre de 2000;
la notificación y terminación del contrato de prestación de
servicios profesionales el 21 de febrero de 2001, y la causal
por la cual se arriba a la finalización del mismo; así mismo,
precisó que el contrato de prestación de servicios se suscribió
el 29 de mayo de 2000 y no el 2 del mismo mes y año, como
se relata en la demanda inicial.

Negó que el actor fuese el encargado de depurar las


cuentas de Cajanal EPS, aclarando que tal labor la ejecutó la
señora María Margarita Castillo, Jefe del Departamento de
Crédito y Cobranza de Médicos Asociados S.A. Del mismo
modo, negó que Cajanal EPS hubiese efectuado un
reconocimiento idóneo de los valores y obligaciones
determinados en el escrito de la demanda.

Argumentó que concluido el objeto del mandato para


obtener el recaudo de los valores, se acudió a un trámite de
conciliación judicial, el que fue desistido por el actor;

SCLAJPT-10 V.00
7
Radicación n.° 47566

además, que fracasó la acción ejecutiva intentada por éste


ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, pues la
citada demanda fue rechazada el 1.º de febrero de 2001 y
devueltos los documentos sin necesidad de desglose, por lo
que resultaba claro que el objeto del contrato también había
terminado, así se le hizo saber al demandante el 21 de febrero
de 2001.

Se opuso a todas las pretensiones formuladas en su


contra, en su defensa formuló las excepciones de falta de
causa legítima para demandar y/o inexistencia de la
obligación e «inexistencia de contrato de trabajo e inexistencia
de relación laboral».

II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El Juzgado Cuarto Adjunto Laboral del Circuito de


Bogotá, mediante sentencia del 8 de mayo de 2009, condenó
a la sociedad Médicos Asociados S.A. a pagarle a Jorge
Alberto Bernal Contreras, por concepto de «multa» por
renuncia al contrato de prestación de servicios, la suma de
$351.798.581 más los intereses bancarios; declaró no
probadas las excepciones propuestas por la demandada a
quien le impuso las costas del proceso.

El a quo se abrogó competencia para conocer del


presente asunto, y pasó a establecer la existencia del
contrato de prestación de servicios que suscribieron las

SCLAJPT-10 V.00
8
Radicación n.° 47566

partes, junto con las obligaciones de los contratantes; verificó


la gestión profesional que desarrolló el actor acorde al objeto
contractual y estimó que se cumplió a cabalidad; que si no
hubo recaudo, no obedeció a negligencia o falta de diligencia
del demandante, y en tales condiciones ante la terminación
del contrato por parte de la demandada, era dable aplicar la
cláusula cuarta ordinal E) y ordenar el pago de la «multa» allí
prevista; y que al haberse pactado el valor de los honorarios
en el 6% de lo recaudado, esto es, la suma de
$5.863.309.684, según se «extrae de los hechos de la
demanda, y que pese a haberse negado en la contestación de
la misma, fue objeto de confesión en el interrogatorio de parte,
se tiene que el valor de la citada multa corresponde a la suma
de $351.798.581.04 más los intereses bancarios».

III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

Por apelación de la parte demandada, conoció la Sala


Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá,
el que, mediante la sentencia recurrida en casación, fechada
30 de abril de 2010, dispuso lo siguiente:

PRIMERO: REVOCAR la sentencia apelada, y en su lugar declarar


que entre las partes se celebró un contrato de prestación de
servicios profesionales por asesorías jurídicas, el día 2 de mayo
de 2000.

SEGUNDO: ABSTENERSE de hacer pronunciamiento alguno


respecto de las pretensiones 3ª y 4ª, por lo dicho en las
consideraciones.

TERCERO: Sin costas en esta instancia.

SCLAJPT-10 V.00
9
Radicación n.° 47566

El ad quem comenzó por señalar que, en relación con la


primera pretensión relativa a la declaratoria del contrato de
prestación de servicios celebrado entre las partes, no había
discusión en la alzada, es así que el a quo impartió condena
luego de establecer su existencia, así no la hubiera declarado
expresamente, y por ello era del caso efectuar tal declaración.

En lo referente a las «pretensiones subsiguientes y


subsidiarias deprecadas por el actor», que giran en torno a
«obtener una suma de dinero en virtud a una cláusula penal
que se encuentra estipulada dentro del contrato de prestación
de servicios profesionales», estimó que no debió admitirse por
el juez de primer grado su conocimiento, por no tratarse de
una remuneración por servicios personales prestados, ya que
«Al contrario se cobra, precisamente, por no haberse permitido
la prestación del servicio y se genera, justamente, después de
la terminación del contrato». Al respecto, precisó:

[…]

Inconforme con la decisión el apoderado de la pasiva, interpuso


dentro del término de ley recurso de apelación, en el que en
síntesis expuso que el juzgador no apreció correctamente el
material probatorio del proceso, ya que dejó de lado la prueba
testimonial rendida por la Jefe de Departamento Jurídico de
Médicos Asociados, en la cual de manera clara se indicó el
incumplimiento de las obligaciones adquiridas por el actor, pues
afirma que el objeto del contrato era obtener el pago de los saldos
insolutos adeudados por CAJANAL, situación que no se dio, y que
ante el incumplimiento del contrato la empresa empleó su facultad
contractual de dar por terminado el contrato.

De otra parte, afirma el recurrente que se condena a la


demandada a pagar un valor de honorarios como si se hubiera
dado el efectivo recaudo, cuando nunca se probó que esto se llegó
a dar, y que el a quo le dio una interpretación equivocada a lo que

SCLAJPT-10 V.00
10
Radicación n.° 47566

denominó confesión por parte del representante legal de la


demandada.

[….] respecto de las pretensiones subsiguientes y subsidiarias


deprecadas por el actor, habrá de advertir esta colegiatura, que
como lo pretendido por el actor es obtener una suma de dinero
en virtud a una cláusula penal que se encuentra estipulada
dentro del contrato de prestación de servicios profesionales,
porque, a su juicio, el poderdante incurrió en la conducta que la
genera, la demanda ni siquiera debió haber sido admitida por el a
quo. No es una remuneración por servicios personales prestados.
Al contrario, se cobra, precisamente, por no haberse permitido la
prestación del servicio y se genera, justamente, después de la
terminación del contrato.

Así es, pues que de conformidad con el artículo 2°, numeral 6 del
Código de Procedimiento Laboral y de la Seguridad Social, la
competencia que tiene la especialidad laboral es para dirimir "Los
conflictos jurídicos que se originan en el reconocimiento y
pago de honorarios o remuneraciones por servicios
personales de carácter privado, cualquiera que sea la
relación que los motive." Y no para resolver lo atinente al pago
de perjuicios por la terminación anticipada del contrato de
prestación de servicios, que como en este caso, se tasaron de
manera anticipada en el ordinal E de la cláusula 4ª del contrato
que celebraron. Porque a voces de nuestro Código Civil, eso es lo
que es la cláusula penal, una estipulación anticipada de
perjuicios, ante el eventual incumplimiento de un contrato. (Lo
resaltado es del texto original).

A continuación, luego de trascribir la cláusula 4.ª del


contrato de prestación de servicios, concluyó:

[…]

En consecuencia, se revocará la sentencia de primera instancia y


en su lugar la colegiatura declarará la existencia de un contrato
de prestación de servicios celebrado entre las partes el día 2 de
mayo de 2000, con el fin de obtener el reconocimiento y pago de
los saldos insolutos que adeudara CAJANAL E.P.S. a la
demandada y se abstendrá de pronunciarse respecto de las
pretensiones enunciadas en los numerales 3º y 4º como quiera que
el Juez Laboral carece de competencia para pronunciarse sobre un
conflicto jurídico como el planteado en la demanda.

SCLAJPT-10 V.00
11
Radicación n.° 47566

IV. RECURSO DE CASACIÓN

Interpuesto por el demandante, concedido por el


Tribunal y admitido por la Corte, la Sala procede a resolverlo.

V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

Pretende el recurrente que la Corte case la sentencia


dictada por el ad quem, para que, en sede de instancia,
confirme la de primer grado.

Con tal propósito formula dos cargos que fueron


replicados, los cuales, la Sala procede a estudiar en el orden
propuesto.

VI. CARGO PRIMERO

La censura lo formula de la siguiente manera:

Acuso la sentencia proferida por el Tribunal Superior del Distrito


Judicial de Bogotá, de fecha 30 de abril de 2010, por violación
directa del numeral 6 del artículo 2°. del Código de Procedimiento
Laboral y de la Seguridad Social, en la modalidad de
interpretación errónea, que lo llevó a violar directamente los
artículos 2143 y 2144 del Código Civil […].

En la demostración del cargo, advierte que dada la vía


escogida, acepta en su integridad los hechos en los términos
que los dio por demostrados el Tribunal, especialmente el
referido a que entre las partes en litigio se celebró un contrato
de prestación de servicios, en el cual se pactó una cláusula
penal cuya exigibilidad y pago genera la presente litis.

SCLAJPT-10 V.00
12
Radicación n.° 47566

Lo que no comparte la censura es el alcance que el


fallador de segundo grado le dio al numeral 6.° del artículo
2.º del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social,
al considerar que la competencia de la especialidad laboral
estaba circunscrita única y exclusivamente al
reconocimiento o pago de los honorarios y remuneraciones
por servicios personales de carácter privado, cualquiera que
sea la relación que los motive, más no para resolver lo
atinente a la cancelación de perjuicios, entre ellos los que se
pactan para esta clase de contratos de prestación de servicios
a título de cláusula penal.

Afirma que dicho razonamiento del ad quem resulta


equivocado, en tanto la citada preceptiva procedimental, es
clara en señalar que la jurisdicción laboral tiene competencia
para conocer de los «[…]conflictos jurídicos que se originen en el
reconocimiento y pago de honorarios y remuneraciones por servicios
personales de carácter privado[…]»; sin que en momento alguno

la norma hubiese dejado por fuera lo atinente a sanciones,


perjuicios o cláusulas penales pactadas en tales contratos,
como equivocadamente lo entiende el Tribunal, pues la
norma cuando se refiere a que la justicia de trabajo es
competente para conocer de tales conflictos, lo que hace es
otorgarle competencia para asumir el conocimiento en su
integridad de esta clase de controversias y su solución, sin
distingos, siempre y cuando se originen en el contrato de
prestación de servicios celebrado, desde luego incluyendo las

SCLAJPT-10 V.00
13
Radicación n.° 47566

cláusulas penales, sanciones y demás pagos derivados del


cumplimiento o incumplimiento de lo pactado.

Insiste en que si el fallador de segundo grado hubiera


entendido de manera correcta el citado numeral 6.° del
artículo 2.º del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad
Social, imperiosamente hubiese concluido que la jurisdicción
ordinaria laboral sí es competente para conocer de este
asunto sometido a su escrutinio, a través del cual se está
reclamando una multa o clausula penal que se contempla en
el literal e) de la cláusula cuarta del contrato de prestación
de servicios que suscribieron las partes, cuya existencia y
naturaleza no la discute, pues, en últimas, dicha multa es
una forma de remunerar el mandato, tal como lo prevén los
artículos 2143 y 2144 del Código Civil.

VII. LA RÉPLICA

En síntesis, expresa la sociedad opositora que el cargo


no puede prosperar, en razón a que la censura confunde la
naturaleza de la multa con los honorarios, pues las dos
tienen naturaleza y orígenes diferentes, y es por ello, que la
competencia del conflicto que suscite una y otra, corresponde
bien a la jurisdicción ordinaria civil en el caso de la cláusula
penal, ora a la ordinaria laboral en el evento de los honorarios
profesionales.

SCLAJPT-10 V.00
14
Radicación n.° 47566

VIII. CONSIDERACIONES

Le corresponde a la Sala dilucidar si la razón está de


lado del tribunal, al considerar que no era competente para
conocer del presente asunto, por cuanto lo pretendido por el
actor era obtener una suma de dinero en virtud de la «multa»
o «cláusula penal» contenida en el literal E) de la cláusula
cuarta del contrato de prestación de servicios que
suscribieron las partes en litigio; o si por el contrario, la razón
la tiene el recurrente, al sostener que la jurisdicción ordinaria
laboral sí es la competente para conocer de esta contienda,
en virtud de que en el numeral 6.° del artículo 2.º del Código
Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, modificado por
el artículo 2.º de la Ley 712 de 2001, no excluye de su
conocimiento los conflictos jurídicos que tienen como causa
esta clase de cláusulas.

Precisado lo anterior, desde ya se advierte por esta Sala


que la razón acompaña a la parte recurrente y no al tribunal,
toda vez que en la norma arriba enunciada, no se exceptúa a
la jurisdicción ordinaria laboral para que conozca de los
conflictos jurídicos que tienen como causa eficiente las
cláusulas penales o multas pactadas en un contrato de
prestación de servicios de carácter privado, cualquiera que
sea la relación que lo motive. El citado artículo dispone lo
siguiente:

SCLAJPT-10 V.00
15
Radicación n.° 47566

ARTICULO 2o. COMPETENCIA GENERAL. Modificado por el


artículo 2º de la Ley 712 de 2001. La Jurisdicción Ordinaria,
en sus especialidades laboral y de seguridad social conoce de:

[…]

6. Los conflictos jurídicos que se originan en el


reconocimiento y pago de honorarios o remuneraciones por
servicios personales de carácter privado, cualquiera que
sea la relación que los motive. (Se resalta)

Atendiendo el principio general de interpretación de las


leyes, es dable concluir, de conformidad con la referida
disposición, que el legislador no hizo distinción alguna en
punto a que las controversias que surgen de las cláusulas
penales o multas pactadas en contratos relativos a
retribuciones por servicios de carácter privado, serían
excluidas del conocimiento de la jurisdicción laboral, pues se
tiene que hacen parte del conflicto jurídico que gira en torno
al reconocimiento y cobro de honorarios o «remuneraciones»,
por ello, no podía el tribunal efectuar esa diferencia, para que
de manera equivocada, arribe a la postura consistente en que
la jurisdicción laboral y de la seguridad social no es la
competente para conocer de la presente contienda.

En efecto, el conflicto jurídico originado en el


reconocimiento y pago «de honorarios o remuneraciones por
servicios personales de carácter privado», indudablemente
abarca o comprende toda clase de obligaciones que surjan de
la ejecución o inejecución de tales contratos, tan cierto es
ello, que, se insiste, el legislador no limitó la competencia de
la jurisdicción al reconocimiento y cancelación de los solos
honorarios como lo entiende el ad quem, sino que fue más

SCLAJPT-10 V.00
16
Radicación n.° 47566

allá, tanto así que incluyó la acepción «remuneraciones», que


desde luego no puede entenderse que son los mismos
honorarios, pues a ellos hizo alusión con antelación, sino que
debe colegirse que son los demás emolumentos que tienen
como causa eficiente el contrato de prestación de servicios de
carácter privado, llámese cualquier otro pago, sanciones,
multas, etc.

Puesto en otros términos, para el caso de los contratos


de mandato o de prestación de servicios profesionales de
carácter privado, la cancelación de los honorarios pactados
tiene la obligación por parte del deudor o contratante de
cubrirlos, siempre y cuando el acreedor o contratista haya
cumplido con el objeto del contrato, así como también debe
tenerse de presente que las denominadas cláusulas penales,
sanciones, multas, etc., hacen parte de las denominadas
«remuneraciones», teniéndose en cuenta que las mismas
constituyen la retribución de una actividad o gestión
profesional realizada a la cual se compromete el contratista
en defensa de los intereses del contratante, aun en los
eventos de que por alguna circunstancia se impida que se
preste el servicio, por consiguiente, desde esta perspectiva,
también resulta competente el juez laboral para conocer del
presente asunto.

De otra parte, no desconoce la Sala que el contrato de


mandato o prestación de servicios, es eminentemente civil o
comercial, pero en este caso y sin restarle tal connotación,
fue el legislador quien bajo la libertad de configuración y por

SCLAJPT-10 V.00
17
Radicación n.° 47566

excepción, le asignó al juez del trabajo la competencia para


resolver los conflictos jurídicos que se originan en el
reconocimiento y pago de los honorarios y demás
remuneraciones por servicios personales de carácter privado.

De suerte que, es el juez laboral y no el civil, quien tiene


la competencia para conocer de esta contienda; pues no sería
práctico, lógico y menos eficiente, trasladarle al usuario de la
justicia, la carga de acudir a dos jueces de distinta
especialidad, para que le resuelvan un litigio que tiene como
fuente una misma causa (el contrato de prestación de
servicios); máxime que, como se explicó, si el juez laboral es
competente para conocer de los conflictos jurídicos que
surgen en el reconocimiento y pago de los honorarios, nada
impide para que igualmente conozca y decida sobre las
cláusulas en las que se estipula una sanción o multa que
también hacen parte de las remuneraciones que consagra la
norma procedimental (artículo 2.°, numeral 6.° del Código
Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social), pues estos
conceptos están estrechamente ligados como un todo
jurídico, lo cual se traduce en una mejor concentración y
eficiencia de la administración de justicia, al permitir el texto
normativo la unificación en una sola jurisdicción para el
conocimiento y definición de dichas controversias, siendo
este el cometido de tal regulación, con lo que se evita que se
pueda escindir dicha jurisdicción.

En ese orden de ideas, la justicia ordinaria laboral no


solo conoce de la solución de los conflictos relacionados con

SCLAJPT-10 V.00
18
Radicación n.° 47566

el cobro de honorarios causados, sino también de las


cláusulas penales, sanciones o multas pactadas en esta clase
de contratos de prestación de servicios, así involucre el
resarcimiento de un eventual perjuicio, por lo que la Sala
precisa que la vía procedente para su reclamación también
lo es la estatuida en el numeral 6.° del artículo 2.º del Código
Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, modificado por
el artículo 2.º de la Ley 712 de 2001, pues verdaderamente
se trata de un conflicto propio de una acción de naturaleza
laboral, que implica un análisis que se agota en la
verificación del incumplimiento del deudor, la consecuente
causación de los honorarios u otra remuneración o pago
conexo.

En definitiva, no es dable dejar por fuera de la


competencia de la jurisdicción laboral y de la seguridad
social, esas otras situaciones que tienen su fuente en el
trabajo humano, aunque su retribución se pacte bajo la
forma de un contrato de prestación de servicios ya sea
comercial o civil, por ello, la jurisdicción del trabajo al igual
que conoce del cobro de honorarios, también puede resolver
lo concerniente a los conflictos jurídicos que de ellos se
deriven, esto es, otras remuneraciones, llámese pagos,
multas o la denominada cláusula penal.

Por lo anteriormente expresado, queda totalmente


evidenciado el error jurídico del tribunal endilgado en el
primer ataque, al manifestar que el juez laboral carece de
competencia, al darle una connotación de «cláusula penal» a

SCLAJPT-10 V.00
19
Radicación n.° 47566

lo establecido en el literal E) de la cláusula cuarta del


contrato de prestación de servicios celebrado con la
demandada, cuando el querer de la parte demandante desde
el inicio de la presente controversia, es el cobro de unos
honorarios causados por la gestión profesional por él
desarrollada, los cuales se entenderían ocasionados en
calidad de multa, en caso de sustitución o renuncia de dicho
convenio, y que en realidad fueron fijados en la cláusula
sexta del mismo. Por lo dicho anteriormente, el cargo resulta
fundado.

Como el cargo segundo persigue idéntico fin al ahora


analizado, la Sala se abstiene de estudiarlo.

Así las cosas, se casará la sentencia impugnada.

Por haber prosperado la acusación no se imponen


costas en el recurso de casación.

Finalmente, es de resaltar, que lo anteriormente


expuesto lleva a la Sala a fijar el presente criterio
jurisprudencial, en lo concerniente a la competencia de la
jurisdicción laboral para conocer de los conflictos
relacionados con el cobro de otras remuneraciones, llámese
«cláusulas penales, sanciones o multas», establecidas o
pactadas en los contratos de prestación de servicios
profesionales, así se involucre el resarcimiento de perjuicios,
con lo cual, por demás, se recoge cualquier pronunciamiento
que se haya emitido en sentido contrario.

SCLAJPT-10 V.00
20
Radicación n.° 47566

Previamente a proferir la sentencia de instancia y para


mejor proveer, se ordenará requerir al demandante Jorge
Alberto Bernal Contreras, lo mismo que a la demandada
Médicos Asociados S.A., y a la Caja Nacional de Previsión
Social -CAJANAL-, o a quien haga sus veces, para que dentro
de los diez (10) días siguientes a la ejecutoria de la presente
sentencia, alleguen la prueba pertinente, el primero, o
certificación, las segundas, sobre el valor de lo recaudado por
los saldos insolutos que Cajanal S.A. le adeudaba a la
sociedad Médicos Asociados S.A., así como también que se
discriminen las fechas en las que fueron canceladas dichas
obligaciones, a consecuencia de la gestión profesional que
adelantó el demandante, para la recuperación de la deuda
que la mencionada entidad de previsión social tenía con la
empresa llamada a juicio.

Sin costas en el presente recurso por haber prosperado


el mismo.

X.- DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la ley, CASA la sentencia
dictada el 30 de abril de 2010, por el Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bogotá, dentro del proceso ordinario
laboral que JORGE ALBERTO BERNAL CONTRERAS le
adelanta a MÉDICOS ASOCIADOS S. A.

SCLAJPT-10 V.00
21
Radicación n.° 47566

Para los efectos indicados en la parte motiva de esta


sentencia, por la Secretaría de la Sala ofíciese al demandante
Jorge Alberto Bernal Contreras, a la demandada Médicos
Asociados S.A., al igual que a la Caja Nacional de Previsión
Social -CAJANAL-, con lo fines ya señalados.

Sin costas en el recurso extraordinario.

Notifíquese, publíquese y cúmplase.

FERNANDO CASTILLO CADENA


Presidente de la Sala

GERARDO BOTERO ZULUAGA

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

SCLAJPT-10 V.00
22
Radicación n.° 47566

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS

JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN

SCLAJPT-10 V.00
23

También podría gustarte