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Resumen de Conferencia

Derecho Penal del Enemigo

Maestrando: Juan Diego Delgado Araya


Maestro: Martín Alexander Martínez.
Maestría en Derecho Penal Económico.
Curso de Dogmática Penal.
Debo iniciar este escrito apuntando las consideraciones principales del
maestro Jakobs, determinar primeramente aquella concepción de
Coacción Jurídica y los presupuestos del poder de una institución
jurídica, sobre la base de filósofos alemanes que plantearon
férreamente la libertad como el derecho por excelencia de las
personas y que en pro de su respeto debían limitarse cualquier clase
de restricción ilegitima, esta idea traería aparejada que habrían casos
que las restricciones a la libertad estarían legitimados, y tomaría en
este momento el concepto de Coacción Jurídica.

Esta coacción jurídica sería un obstáculo en contra de la libertad, no


obstante, en el plano racional estaría legitimado, ya que estamos en
presencia de un tipo de conducta donde aquel individuo coaccionado
ha mostrado que no está dispuesto a seguir la racionalidad, sino se
ha degenerado en un estado de individuo natural, en donde se vuelve
imperante la necesidad de respuesta, para devolverlo a la
racionalidad.

Pero aun en ese estado de “naturalidad” es necesaria la reprensión,


para recuperar como decía a un plano racional, esto a través de un
juicio de reproche que se le hace a ese individuo en estado natural, y
por lo tanto se le deberá, según Jakobs, desconocer como persona y
determinar y tratar como a un individuo natural (no racional), ya que
las personas, como término jurídico, son aquellas que gozan de
derechos y deberes, dentro de la sociedad, mientras el individuo
natural carece de racionalidad y por lo tanto desconoce el espectro de
deberes como de derechos.

La persona, en la sociedad, necesita no solo saber que sus derechos


están tutelados por el Estado, sino tener la plena seguridad, de que
serán protegidos y por eso la necesidad de despersonalización de los
individuos que se nieguen a reconocer estas máximas, sin embargo,
este estado solo será reconocido en la medida que el individuo tenga
la posibilidad de recuperar la condición de persona, o sea, la
racionalidad.

El derecho, según Jakobs, se debe materializar a través de la


coacción, pero esta debe ser racional, puesto que la finalidad que es
que el individuo vuelva al estado racional, sería imposible realizarse.

En esta orden de ideas, Jakobs hace una acotación a la necesidad de


las medidas de seguridad y la policialización como métodos
necesarios para una prevención especial y una prevención general
positiva, que no sería sino devolver aquella confianza, que las
personas, en su connotación jurídica, deben tener a la tutela de sus
libertades y derechos frente a terceros.

No se duda en la especificación que se debe hacer con delincuencia


peligrosa.

Con los conceptos previamente establecidos, el maestro Gunter


Jakobs, funda las bases de lo que llamará Derecho Penal del
Enemigo, donde el enemigo será ese individuo natural, que
voluntariamente abandonó la racionalidad, que ha manifestado
claramente una falta de seguridad cognitiva respecto de los linderos
que el derecho establece para la convivencia de las personas, pero
este enemigo, solo puede existir dentro de un contenido formal,
llamado Ley Penal, y dentro de ese margen formal, se aplicará de
forma legítima.

Además precisó que existe dentro de estos márgenes formales, un


derecho penal del enemigo y un derecho penal del ciudadano, donde
para la aplicación del uno o del otro, se comprende que el sujeto al
cual se aplicará es o no persona, y aquí debemos reconocer el
concepto de una despersonalización del sujeto, donde como se ha
venido expresando, ya no se es persona, se es un individuo en estado
natural, fuera de la racionalidad y manifiesta la carencia de seguridad
cognitiva.
Tomando como un ejemplo de hasta donde se puede llegar en este
proceso de despersonalización, está el caso de la prisión de
guantanamo después de los sucesos del 11 de septiembre del año
dos mil uno, donde se desconoce la calidad de persona de los
individuos recluidos.

A este concepto de despersonalización se deberá agregar el de


heteroadministración y será que mediante la aplicación de estas
penas se buscará que estos individuos recobren el estatus de persona
racional, pero este deberá excluirse de la sociedad hasta que eso
ocurra, apartarlo de las demás personas.

Se crítica de si puede degenerar en un totalitarismo, pero allí lo que


ocurriría es que se diluye la libertad, este derecho penal del enemigo,
solo puede estar presente dentro de un estado de derecho, no en un
régimen puesto que la legalidad debe estar siempre presente y
creando los márgenes en los que se deberá devolver a la racionalidad
al enemigo.

En su intervención el doctor Miguel Polaino Navarrete, hace ver la


dicotomía que existe entre la víctima que no se comporta de manera
inadecuada versos el individuo que contraviene la racionalidad
atentando la esfera de seguridad de la víctima, por lo que debe
entenderse este derecho penal del enemigo como excepcional, como
la medida que se aplica a aquel sujeto que desafía al sistema jurídico.

El derecho penal del enemigo se da en respeto a la legalidad, acotó,


ya que es este quien da los parámetros a la coacción para darle la
legitimidad que solo esta le puede atribuir, siendo este excepcional
pero necesario, con la finalidad de que se dé una prevención general
positiva, donde el ciudadano recupere la confianza y la seguridad en
el sistema jurídico, se deberá entender entonces como
complementario al Derecho Penal.
La seguridad jurídica dentro del derecho penal del enemigo nace de la
concepción misma del estado de derecho, ya que no puede ser un
sujeto, ubicado en el marco de enemigo sino por una ley, no podría
entonces estar en un limbo jurídico donde cualquiera pudiera
terminar en este concepto, por el simple arbitrio de un policía o de un
juez, es por eso que solo puede estar dentro del marco de la idea del
estado de derecho, donde la legislación ya estableció el tipo de
conductas que llevarán a la exclusión a los individuos por lo tanto
quien quiera que sea, la exclusión es autoimpuesta.

Y en la última intervención realizada por el doctor Miguel Polaino


Orts, se acotó que el derecho penal del enemigo es una expresión del
derecho penal de autor, ya que se condena al posible autor de una
conducta que aún no se ha realizado, pero con la mera pertenencia a
un grupo delictivo que tiene por finalidad ilícitos, se deberá tener
establecido que dicho sujeto, no es sino, un individuo que ya renuncio
a su carácter racional y con el fin de evitar que se desarrollen dichos
hechos y se ponga en peligros los bienes jurídicos tutelados, se
condena, aún sin hecho, porque indudablemente habrán.

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