Tras las huellas de los restos:

Antropología forense y dactiloscopia un exitoso trabajo conjunto en

procesos de identificación

Nelly Camargo Farías Isla Yolima Zumaij Campos Varela

Dactiloscopista – Seccional Boyacá Antropóloga Forense –Seccional Boyacá

Resumen:

Se hablará a continuación de dos casos trabajados por el área de antropología y

dactiloscopia en la seccional Boyacá del Instituto, cuya labor conjunta permitió la
identificación fehaciente de los cadáveres sin necesidad de recurrir a estudios genéticos y
los gastos para la Institución que eso conlleva, esto trabajando con un método de
recuperación de pulpejos de bajo costo y de óptimos resultados en corto tiempo.

Materiales y procedimientos:

Caso N° 1

Se trata de un cadáver en reducción esquelética, con excepción de manos y pies que

presentan tejido blando deshidratado, en un estado conocido como apergaminamiento los
restos fueron encontrados gracias a información proporcionada por familiares de una
persona que se hallaba desaparecida en la región, quienes durante el levantamiento del
cuerpo manifestaron reconocer las prendas asociadas como pertenecientes al
mencionado desaparecido.

En primera instancia, el perfil bioantropológico, es decir, las características tales como

sexo, edad biológica, ancestro racial, talla y características óseas individualizantes, eran
concordantes con las características del desaparecido aportadas por sus familiares.

Durante el estudio antropológico se observó que el tejido blando de las manos y los pies
aún conservaba las crestas y surcos (fotografía N° 1) útiles para el proceso de
identificación por dactiloscopia; por este motivo se solicitó intervención de ese servicio
para la recuperación de pulpejos y posterior cotejo con la tarjeta decadactilar del
desaparecido.

Fotografía N° 1: vista palmar de dedo N° 7 (índice

de la mano izquierda) que presenta
apergaminamiento del tejido blando y en el que se
puede apreciar huella dactilar.
El trabajo de la dactiloscopista, consistió en la amputación de las falanges que como se
mencionó, contaban con tejido blando; luego de lo cual se sometieron a proceso de
rehidratación con yodopovidona (Isodine ®) durante un período de 48 horas, lo que
permitió la recuperación del tejido devolviéndole volumen para obtener una óptima
impresión digital para ser cotejada.

Una vez obtenida la necrodactilia (fotografía N° 2) fue remitida a la ciudad de Bogotá

solicitando el cotejo con las huellas del desaparecido.

Fotografía N° 2: Necrodactilia obtenida

después del proceso de recuperación de
pulpejos.

Caso N° 2

Se trata de un individuo que murió calcinado en el interior de un bus en el departamento

de Boyacá. Al igual que los demás cuerpos de las víctimas del incendio, no era posible
lograr la identificación por la observación de características externas como la morfología
del rostro etc, esto debido a que el fuego consumió buena parte del tejido muscular, así
mismo cráneo y dientes se encontraban fracturados como consecuencia del exceso de
calor dentro de las cavidades –craneana y pulpar- y posterior estallido de las mismas.
Adicionalmente no se recuperó cabello o prendas que sirvieran para una orientación de
identidad.

Durante las labores de necropsia se tomaron muestras óseas que permitieron dilucidar
parcialmente el perfil biológico del cadáver (sexo, talla y edad biológica). Pero con los
escasos datos recolectados no era posible la identificación del mismo. A pesar del estado
en el que se encontraba el cuerpo se observó tejido blando en las manos, reducido
sustancialmente en tamaño por efecto de la incineración (fotografía N° 3).

Fotografía Nº 3: vista palmar de tejido mano

contraída por efecto de incineración, previa al
proceso de amputación de falanges.
Al igual que en el caso anterior, luego de la amputación de falanges se rehidrataron los
pulpejos con yodopovidona (Isodine ®), sin obtener resultados del todo satisfactorios para
la impresión dactilar, razón por la cual se procedió a tomar fotografías invertidas con la
ayuda del estereoscopio en diferentes aumentos con el fin de destacar la morfología y
topografía de los dactilogramas, necesarios para el cotejo con la decadactilar AFIS de la
posible víctima, aportada por el laboratorio de lofoscopia de Bogotá (fotografía N° 4). La
posible identidad del cadáver se obtuvo gracias a las entrevistas realizadas a los
familiares de los desaparecidos.

Fotografía N° 4: cotejo pulpejo de dedo Nº 8

rehidratado, con impresión dactilar de AFIS.

Discusión:

Uno de los objetivos de la antropología consiste en el aporte de perfiles biológicos de

cadáveres con fines de identificación. Estos perfiles, son cotejados con información dada
por familiares que buscan a un desaparecido; una vez reducido el universo de búsqueda y
con la orientación de identidad de un cadáver, muestras tomadas a posibles familiares y al
cadáver son remitidas al laboratorio de ADN para confirmar o descartar dicha identidad;
esto, cuando no es posible realizar un cotejo odontológico.

Por su parte, la dactiloscopia permite la identificación de personas mediante la

observación y cotejo de las características morfológicas de las huellas dactilares; para
que esta identificación sea posible es necesario que se cuente con tejido blando (dermis o
epidermis) para hacer dicho cotejo, lo que determina que sea mínima la identificación por
dactiloscopia en cadáveres esqueletizados que es el principal campo de acción de la
antropología forense.

De esta labor, inusualmente conjunta de la antropología y la dactiloscopia obtuvimos tres

resultados altamente satisfactorios: Primero, la identificación y entrega pronta de los
cuerpos. Segundo, la reducción de altos costos de identificación a través de perfiles
genéticos y, en tercer lugar, la utilización de un método de rehidratación de pulpejos, que
no es muy frecuente en la literatura especializada como es la utilización de yodopovidona
(Isodine ®), que brinda óptimos, rápidos y económicos resultados.