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ESQUEMA
Existen al menos 8 amibas que habitan en la luz del intestino humano (E.
histolytica, E. dispar, E. moshkouskii, E. coli, E. hartmanni, E. polecki, Iodamoeba bütschlii
y Endolimax nana) que son consideradas organismos comensales a excepción de E.
histolytica y E. polecki y I. butschlii que han sido implicadas ocasionalmente como causa
de diarrea en humanos; es por ello que la interpretación de los reportes sobre la
prevalencia de amibiasis es dificultosa debido a que los estudios anteriores no
diferenciaban entre las especies morfológicamente iguales.
II.- HISTORIA
La amibiasis pudo haber sido reconocida por primera vez como una enfermedad
mortal por Hipócrates (460 – 377 AC.) quien describió un paciente con fiebre y disentería,
posteriormente el antiguo testamento y el libro clásico de medicina interna de Huang Ti
(140 – 87 AC.) hacen referencia a la disentería.
El descubridor del agente etiológico fue Losch en San Petesburgo, quién en 1873
descubrió en un paciente con disentería, unos microorganismos que poseían ecto y
endoplasma y contenían glóbulos rojos. Koch en 1883 demostró las amibas en la
submucosa de la pared intestinal, estos hallazgos fueron confirmados por Kartulis (1886)
al demostrar la presencia de amibas en casos de disentería. A este autor se le considera el
primero en afirmar que la amiba era el agente etiológico de la disentería y que el absceso
del hígado era una secuela de la disentería amibiana. Heuber en 1903 hizo la descripción
de los quistes de esta amiba y Schaudim la de los trofozoítos. Leonard Rogers descubrió la
emetina como el primer tratamiento efectivo para la amibiasis en 1912. En 1913 Walker y
Sellards demostraron que los quistes constituían la forma infectante. En 1925 Dobell
describió el ciclo de vida de E. histolytica, Brumpt propone que E. histolytica y E. dispar
son morfológicamente iguales pero que solo E. histolytica es patógena para el humano. En
1961 Diamond obtuvo por primera vez un cultivo axénico lo cual constituyó el punto de
partida para la comprensión de la biología y bioquímica de E. histolytica. En 1978
Sargeaunt y col. Reportaron que especies de E. histolytica y E. dispar pueden ser
diferenciadas utilizando el análisis de zimodemos. En 1993 Diamond y Clark
redescribieron la existencia de dos especies diferentes: E. histolytica y E. dispar
morfológicamente iguales pero con diferencias inmunológicas, bioquímicas y genéticas en
honor al investigador frances E. Brumpt quien fue el primero en proponer la existencia de
estas dos especies.
V.- EPIDEMIOLOGÍA
VI.- PATOGENIA
El primer receptor con que se encuentra la adesina quizás sea la capa de mucina del
intestino grueso, rica en galactosa. La interacción de los trofozoítos con la capa de moco
intestinal parece ser un proceso dinámico induciendo la secreción y degradación del moco.
La capa de moco puede proteger al huésped del efecto citotóxico contacto dependiente del
parásito, uniéndose y neutralizando la adesina; mientras que al mismo tiempo sirve de
sitio de unión al parásito para colonizar el intestino grueso.
El calcio intracelular en las células blanco se eleva segundos después del contacto
con el parásito y está asociado al abombamiento de la membrana; la muerte de la célula
ocurre 5 – 15 minutos luego de alcanzado el nivel letal. El tratamiento de las células blanco
con bloqueadores de los canales lentos de sodio – calcio como el verapamil, reducen
significativamente la muerte de las células por el parásito.
VII.- INMUNIDAD
Tabla #1
Manifestaciones clínicas
Colonización asintomáticas
E. histolytica
E. dispar
Ameboma
Peritonitis
Amibiasis cutánea
Amibiasis extraintestinal
Absceso hepático amibiano
Absceso esplénico
Absceso cerebral
Empiema
Pericarditis
2. AMIBIASIS EXTRAINTESTINAL
2.1.- Absceso hepático amibiano: Aunque E. histolytica puede afectar casi cualquier
órgano, la mas frecuente forma de amibiasis extraintestinal es el absceso hepático
amibiano (AHA) el cual resulta de la migración de los trofozoítos hacia el hígado por
medio de la circulación portal produciendo pequeños trombos en los vasos porta, que dan
origen a puntos de necrosis y a microabscesos, cuya ruptura causa inflamación inicial
múltiple que avanza hacia la necrosis y constituye el absceso.
IX.- DIAGNÓSTICO
Otro problema está representado por la baja sensibilidad (30 – 50%) del examen
microscópico de una sola muestra de heces, que al no ser constante la eliminación del
parásito en las heces, es necesario repetir el examen en días diferentes. Las muestras de
heces pueden observarse con solución salina o colorearse con lugol o preparaciones de
yodo. Aunque muchas otras técnicas de tinción pueden ser utilizadas con éxito, la
coloración tricrómica o el uso de hematoxilina férrica se han sugerido como rutina par el
diagnóstico de E. histolytica / E. dispar. Las preparaciones húmedas del material obtenido
por aspirado o raspado de la base de la ulcera de colon, también debe ser examinado para
detectar la presencia de trofozoítos.
2.- Cultivo. Por largo tiempo se ha observado que el cultivo de E. histolytica a partir
de muestras de heces o de aspirado de absceso hepático y el análisis isoenzimático no
constituye una practica rutinaria para el diagnostico de amibiasis. Los cultivos en medios
axénicos son utilizados con fines de investigación.
X.- TRATAMIENTO
Todas las drogas antiamibianas actúan contra los trofozoítos de E. histolytica y son
incapaces de penetrar la pared de los quistes; la desaparición de éstos después el
tratamiento, se debe al ataque de las drogas sobre las formas trofozoíticas que los originan
y no por acción directa sobre ellos. La pauta a seguir en todos los tratamientos debe
basarse en la localización de los trofozoítos y en función a ello las drogas antiamibianas se
dividen en tres grupos de acuerdo su mecanismo de acción:
Son los derivados del 5-nitroimidazol. Se entiende que estos agentes actúan contra
los trofozoítos luminales y tisulares, son por lo tanto amebicidas de acción mixta; sin
embargo, dada su rápida absorción la interacción con las formas intestinales puede ser
incompleta, por lo que son más efectivos contra las formas tisulares que contra las
luminales. Están indicados en casos de amibiasis intestinal sintomática, en los cuales las
amibas han invadido la pared del colon y también en todos los casos de amibiasis
extraintestinal. En amibiasis aguda y crónica se deben complementar con amebicidas de
acción luminal, para evitar las recaídas. Pueden causar diversos trastornos
gastrointestinales, desde irritación hasta náuseas, vómitos y sabor metálico; puede
oscurecer la orina. Se ha descrito un efecto tipo disulfiram. No debe administrarse en el
embarazo.
Tabla #2
PARASITOSIS 1º ELECCIÓN 2º ELECCIÓN 3º ELECCIÓN
AMIBIASIS (NO Metronidazol Tinidazol 2 gr. diarios, Aminosiclina =
INVASIVA) 30 mg/kg/d, después de la cena Paramomicina
dividido en 3 dosis por 2 días (adultos). (Gabbroral®)
Durante 5 días: 80% No usar en niños por Adultos: 500gr. TID
Durante 7 días: 90% mal sabor. por 7 días.
Durante 10 días: 95% Se puede combinar
con el metronidazol o
Nota: no se ha administrarse solo,
demostrado efectos especialmente en
Secnidazol 30
tóxicos sobre el intolerancia a
mg/kg/día (dosis
producto de la imidazólicos o
única)
concepción en embarazadas (no se
Adultos: 2 gr
ninguna etapa del absorbe)
Curación: 80-90%
embarazo en
Mejor tolerado que los
humanos
otros imidazólicos.
AMIBIASIS Metronidazol +
(INVASIVA) 750 mg VO o EV TID Dihidroemetina 10
por 10 días mg/kg/d S.C. por 10
días (máximo)
Si el cuadro clínico es
severo