Para Sócrates y Marco Aurelio para encontrar la esencia del hombre se deben

eliminar todos los rasgos externos y buscar en su interior la naturaleza del mismo,
pues en el exterior no se podrá encontrar el fin para el cual fue creado el hombre,
cuando más alejado se vive de estas cosas , mejor es el resultado de su vivir.

En esto radica la importancia de la auto interrogación, pues que vive en armonía

con su ser interior puede vivir y transmitir armonía a su exterior, no se deja de lado
la importancia de relacionarse con el otro ya que es algo fundamental para el
crecimiento propio, pero cuando se alcanza paz interior y aceptación consigo
mismo, esta será inquebrantable por el exterior, allí se ve reflejado el verdadero
valor de la vida, un ser autónomo y libre.

Esta concepción estoica le proporciona armonía al ser, esta independencia

absoluta es considerada una virtud fundamental, la historia de la filosofía
antropológica está basada en las emociones humanas no se ocupa de un
problema singular, sino de algo mucho más grande, el destino entero del hombre y
su razón de ser.

Según San Agustín toda la filosofía infundada antes de cristo se hallaba en un

error pues consideraban la razón, como el supremo poder del hombre, pero lo que
poco después descubrirían es que la razón, es subjetiva y dudosa, toda ella se
fundamenta en el ministerio que se resuelve únicamente con la revelación
cristiana, según San Agustín la razón perdió su rumbo en el momento en que
Adan cometió el pecado original y esta no tendrá retorno sin la ayuda de lo
sobrenatural. Esta es la subversión de la filosofía griega lo que un tiempo parecía
ser el mejor atributo del hombre ahora solo indica perdida y peligro.

Para los tiempos modernos Pascal nos habla de la ciencia moderna y la

importancia de la razón científica y la geometría, siendo muy joven le aporto a la
humanidad las secciones cónicas generando un legado y abriendo el mundo de la
geometría, este hombre quería cruzar todas las fronteras del conocimiento que
presentó la geometría para su época, así fue como divide la geometría en el
espíritu geométrico y el espíritu de firmeza, donde el geométrico sobresale en los
temas que son pertinentes de análisis, este parte de la claridad de los principios
por otro lado existen cosas que pos su sutileza y variedad no pueden ser
catalogadas como objeto de análisis.

En esta segunda categoría se encuentra el hombre como objeto de estudio pues

lo caracteriza su versatilidad, el sentido de homogeneidad no es algo
representativo, por tanto no se puede ver como un objeto de naturaleza constante,
por tanto para descifrarlo se debe comprender su comportamiento y su vida, las
relaciones que construye y su forma de reaccionar a las distintas situaciones. El
hombre no constituye una formula aplicable en todas las situaciones, es una
constante mezcla entre el ser y no ser.

La religión se muestra como un medio de aceptación a esta dualidad, permite

conocer al hombre en dos etapas, antes y después de la caída. Es importante
resaltar que el hombre no puede guiarse por sí mismo, necesita de un ser
supremo que lo guie, que lo oriente, ante el cual enmudecer y oír. Sin embargo se
debe tener claridad en que la religión no pretende aclarar el misterio del hombre,
solo se sumerge en él, nada un poco más profundo generando más
especulaciones, ocultando a la divinidad, allí comienza el gran misterio, como
conocer a el hombre, si fue creado a imagen y semejanza de un ser oculto.