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Protocolo

Protocolo: La Escuela Argentina de la Liberación

Realizado por: Yovana Valentina Rodríguez Lemus

Lunes 30 de marzo

Dada a la situación acontecida por la pandemia mundial, las clases se van


desarrollando a través de unos videos subidos en la plataforma Moodle.  Los
videos correspondientes al lunes 30 de marzo son los que abordan la escuela
argentina de la liberación. En el primer video, el profesor hace referencia que
en un inicio cuando se nombra la filosofía de la liberación se asocia con
Enrique Dussel, pero que en realidad surge por un movimiento colectivo entre
unos profesores universitarios de Argentina, a mediados de los años 70´s.  

Este grupo de profesores se hallaban en un contexto subversivo, el cual


experimentaba toda Latinoamérica, de modo que, se mencionan cinco
grandes situaciones de la época: la primera, hace referencia a influencia de la
revolución cubana, en donde nace una conciencia nacionalista bajo los
parámetros de la guerra fría y revueltas guerrilleras dadas en la década de
1960; la segunda, es el nacimiento de la teoría de la dependencia, en que se
representó un giro epistemológico en la interpretación que se le hacía a las
ciencias sociales en América latina; la tercera, corresponde al surgimiento de
la teología de la liberación en 1968 durante la segunda conferencia general
del episcopado colombiano y el lanzamiento del libro Teología de la
liberación de Gustavo Gutiérrez; la cuarta, se da por el retorno de Juan
Domingo Perón a la Argentina, pues después de 18 años de exilio en España
por una dictadura anticomunista y antiperonista, retorna para generar una
gran expectativa a las masas de dicho país; y, por último, la quinta situación
es el debate que se desarrolla entre Zea y Bondy en torno a la posibilidad de
una filosofía autentica en América latina, en 1968.
Ahora bien, para realizar una cartografía de lo que es la filosofía de la
liberación se tendrá presente el primer libro escrito por el grupo argentino, el
cual se titula Hacia una filosofía de la liberación Latinoamérica, publicado en
1973, sin embargo, esta primera obra contiene textos trabajados desde 1971,
año en el que el este grupo hizo su primera aparición publica en el segundo
congreso de filosofía nacional. En el libro anteriormente nombrado se
encuentran autores como: Osvaldo Ardiles, Mario Casalla, Horacio Cerritu,
Enrique Dussel, Hugo Asman, Daniel Giyot, Julio de Zan, Carlos Cullen,
Antonio Quines, Rodolfo Kusch, Diego Pró, Aníbal Fornari, Agustín de la
Riega, Arturo Roig y Juan Carlos Scannone. En total quince pensadores.

Para continuar, el profesor Santiago Castro explica que realizara un análisis


de algunos de los textos presentador en el libro, de madera que pueda
identificar las temáticas en común del grupo, al tomar algunos de los autores.
El primer texto se ubica como introducción y se titula “Dos palabras”, Este
ensayo aborda La importancia de la colección de textos ubicados en el libro,
en donde el que hacer filosófico tiene un nuevo sentido y matiz de indiscutible
importancia; no obstante, se establece que la filosofía de la liberación no
pretende ser una filosofía universitaria.

Siguiendo con el mismo texto, se establece que la filosofía de la liberación no


busca recoger los parámetros de reflexión dados por Europa, razón por la cual
no pretende imitar el estilo universitario que se ha implantado en occidente,
sino que busca apelar a la tradición argentina. De modo que, Carlos Astrada,
Miguel Ángel Virasoro y Nimio de Anquín, serian quienes darían las bases
para la crítica de la filosofía heideggeriana, a través de una lectura pos
hegeliana. Pues, se da a entender que el liberarse de ese eurocentrismo no
significa que Heidegger o Hegel dejen de ser referentes, ya que, las mismas
armas del enemigo negadas y asumidas serán usadas para la lucha de una
independencia (Dos palabras).
En el segundo texto, “Puntos de referencia de una generación filosófica” se
realiza un repaso de las reuniones sostenidas por los integrantes de la
escuela argentina de la liberación entre 1971 y 1973, las cuales dan a conocer
las coincidencias básicas en el movimiento. La primera coincidencia es en
cuanto al ideal de hacer una verdadera filosofía latinoamericana, que se de
carácter universal, es decir, que se piensen los problemas generales de la
filosofía, pero situados desde América latina; la segunda coincidencia se da
en cuanto el deseo de dejar atrás la filosofía moderna europea, pues esta
genera una dependencia y no permite la liberación en aspectos políticos,
sociales y económicos de los pueblos periféricos; y finalmente, la tercera
coincidencia, es que debe hacerse la filosofía latinoamericana desde el mismo
pueblo, pues es este el que da a conocer lo nuevo de la historia.

Continuando, el tercer texto “A manera de manifiesto” que se presenta al final


del libro, expresa ese ideal por parte de los filósofos de la liberación en
realizar una ruptura antes jamás vista en la historia de la filosofía, pues se
busca una separación de la filosofía moderna, es decir fuera de ese
patriarcado que configuró a los latinos americanos, africanos y asiáticos como
objetos. De modo que, se afirma que cualquier filosofía que se dé bajo el
marco de la filosofía moderna y fuera de la filosofía de la liberación, está en
contra del pueblo latinoamericano.  

En el segundo video el profesor Santiago Castro, indica que se miraran


algunos puntos del proyecto de la filosofía de la liberación. Inicialmente, se
menciona como la escuela argentina de la liberación recoge aspectos de
Salazar Bondy en el diagnostico critico que realizo de la inautenticidad de la
filosofía latinoamericana en 1968, en donde se establece que mientras no
cambien las condiciones materiales de nuestra realidad, latino América solo
será un reflejo alineado, de manera que, es necesario la cancelación del
capitalismo como condición es sí misma, para que surja una filosofía
autóctona; este ideal lo compartirá los filósofos de la liberación.  
El primer referente de este grupo argentino es Osvaldo Ardiles, con su artículo
“Bases para una destrucción de la historia de la filosofía en América
indoamericana”, en donde afirma que la filosofía se va dando desde la colonia,
está influenciada en sí misma con los ideales europeos dados en la
colonización. Un segundo autor es Carlos Cullen con su texto “El
descubrimiento de la nación y liberación de la filosofía”, en el que manifiesta
que la filosofía es un proyecto imperial al servicio de intereses que se juega
fuera de la nación en el contexto de la geopolítica imperial.

Mario Casalla es otro filosofo de la liberación, quien en su artículo “Filosofía y


cultura nacional en la situación latinoamericana contemporánea”, plantea que
al igual que sus otros colegas, considera que la filosofía latinoamericana ha
sido una expresión de una universalidad abstracta y opresora imperial, que
además ha quedado como presa de un reduccionismo académico. Y, por su
lado Daniel Giyot en su escrito “La mala conciencia del filósofo
latinoamericano”, afirma que lo que ha sido hasta el momento filosofía en
Latinoamérica, solo ha sido algo que imita la filosofía que hacen en Europa,
por supuesto bajo ciertas expectativas, pues mientras en América se leen y se
enseñan los filósofos occidentales, se espera que en ese lado del mundo se
lea los textos producidos aquí. Sin embargo, Giyot dice que la manera en que
la filosofía despertara será cuando se realice una reflexión sobre las
estructuras de poder, pues estas son las responsables de las desgracias y
pobreza que acoge a los latinoamericanos; razón por la cual, será el deber del
filósofo decidir si seguirá reproduciendo el pensamiento europeo o si se
apropiara de una filosofía autentica a través de la negación de la anterior.

Según la escuela argentina de la liberación, solo se logrará una verdadera


filosofía cuando se rompa el ciclo de seguir detrás de lo europeo, pues como
expresa Dussel en su artículo “El método analítico y la filosofía
latinoamericana”, el pensador latinoamericano debe ser de su pueblo para su
pueblo, pues la palabra del pobre es la que debe ser escuchada.
Por último, en el tercer video inicia formulándose la siguiente pregunta: ¿Qué
tipo de argumentos filosóficos ofrecen estos filósofos de la liberación para
legitimar su obsesión de tener que abandonar la filosofía europea moderna?
Lo anterior, teniendo presente que, aunque no quieran admitirlo sus
argumentos vienen de la filosofía moderna como la de Martin Heidegger,
quien en sus tesis establece como el mundo moderno se sobrepone ante los
otros como sujeto para tomarlos como objetos susceptibles a ser intervenidos,
manipulados y dominados.

En este caso se presenta a Scannone a través de su texto “Transcendencia


praxis liberadora del lenguaje”, en donde expresa que no hay que dejar de
lado la quinta esencia de la modernidad, es decir la voluntad de poderío, pues
si sucede que la época moderna es la imagen de todo el mundo, es así como
se cosifica a los demás para que sean dominados, un ejemplo de esto es el
colonialismo, donde Europa pondría por encima sus pueblos que al resto del
mundo.

Allí es donde Ardiles plantea que es necesario destruir ese ideal moderno
para darle un nuevo significado al ser, lo que recaería en la subjetividad de la
filosofía latinoamericana. Por lo tanto, es de este modo que los filósofos de la
liberación llegan a decir que la modernidad en su totalidad es una voluntad de
dominio que se expresa en todas las áreas, pasando por la ciencia, el arte, la
política, etc. Así que, en el momento que se logre atravesar los límites de la
tautología moderna, es cuando nos encontraremos en una posmodernidad y
pos-eurocentrismo, abriendo un nuevo camino en la filosofía universal.

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