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Al estudiar el origen de los virus, hay que considerar previamente que los virus
son agentes infecciosos acelulares que infectan células y producen viriones para difundir
sus genes; por lo que en su origen se debe considerar la interacción entre el virus y su
huésped. Igualmente destaca que la mayoría de las proteínas virales no tienen homólogos
en las células modernas, en contradicción con la visión tradicional de los virus como los
«ladrones de genes celulares». Esto sugiere que los genes virales básicamente tienen su
origen durante la multiplicación de los genomas virales, o provendrían de linajes celulares
ahora extintos (ya que algunas proteínas virales específicas están presentes en virus que
infectan a los miembros de los tres dominios de la vida,46 lo que sugiere que los virus son
en realidad muy antiguos en la historia de la vida). En particular, los análisis estructurales
de proteínas de la cápside han revelado que al menos dos tipos de viriones se habrían
originado de manera independiente antes que LUCA (el Último antepasado común
universal de la vida celular). Aunque recientemente se han propuesto varias hipótesis para
explicar el origen de los virus, sigue sin explicarse completamente la aparición de viriones
como mecanismo específico para la difusión de genes.
El autoensamblaje de los virus dentro de las células igualmente tiene implicaciones para el
estudio del origen de la vida, pues refuerza las hipótesis de que la vida podría haber
comenzado en forma de moléculas orgánicas autoensamblantes, (ver protobionte).47 A
partir de su estructura, igualmente se ha postulado una hipótesis que sostiene que
el núcleo de la célula eucariota evolucionó a partir de un gran virus de ADN
(eucariogénesis viral)
Los avances en la caracterización de los virus a nivel molecular sugieren que los
virus coevolucionan con sus organismos huéspedes, 48 debido a que los virus son parásitos
intracelulares extremos y, por lo tanto, requieren de la supervivencia del huésped para
poder asegurar su propia supervivencia. (Es interesante notar en este punto que cuando
un virus se multiplica en su huésped natural, tiende a no causar una enfermedad en él, o
causa una enfermedad leve y limitada en la mayoría de los casos. Varios de los virus
conocidos producen enfermedades graves solo cuando infectan organismos diferentes de
sus huéspedes naturales. Lo anterior sugiere que buena parte de los virus asociados con
la producción de enfermedades son virus que están en proceso de adaptación a un nuevo
tipo de huésped y que, una vez lograda ésta, la estrategia del virus consistirá en
perpetuarse y propagarse sin afectar al organismo huésped. [cita requerida])
Se pueden hallar virus dondequiera que haya organismos vivos, y probablemente existan
desde la aparición de las primeras células. Pero, puesto que no fosilizan, no tenemos
certeza de ello, de ahí que se puedan considerar especulaciones lo que se hace en
disciplinas como la paleovirología.4950 A este fin se utilizan diferentes técnicas y ensayos
de biología molecular. Estas técnicas dependen de la disponibilidad de ADN o ARN vírico
antiguo, pero desgraciadamente la mayoría de los virus que se han preservado y
almacenado en laboratorios tienen menos de 90 años. 5152
Microbiología[editar]
Propiedades de la vida presentes en los virus[editar]
¿Son los virus seres vivos? Hay un debate candente desde hace décadas sobre si
constituyen una forma de vida71 o son solo materia orgánica que interactúa con los
seres vivos. Dentro de la comunidad científica, aunque no existe un consenso
científico absoluto, se tiende a no considerar a los virus como estructuras biológicas
vivas.72 Algunos autores se refieren a ellos como «organismos al límite de la vida». 73
Por una parte se asemejan a los organismos vivos: como ellos, tienen genes, se
reproducen y evolucionan por selección natural74. Sin embargo no poseen estructura
celular, con lo cual carecen de la unidad básica de la vida, la célula. Además los virus
no tienen un metabolismo propio, necesitan una célula hospedadora para que sus
genes puedan expresarse. Por tanto no se pueden reproducir en el exterior de una
célula huésped (aunque bacterias como Rickettsia y Chlamydia, al ser organismos
celulares, son considerados organismos vivos a pesar de tener la misma limitación).
Algo similar se ve al observar la etapa de endospora en algunas bacterias que, si bien
presentan las estructuras normales de una célula (como ADN y ribosomas), también
tienen un «metabolismo inactivo» en esta etapa de su ciclo de vida; estas bacterias se
consideran seres vivos a pesar de ese comportamiento. Una característica de los virus
que los asemeja a la materia no viva es que aparecen de forma súbita y en gran
cantidad dentro de las células, lo cual es análogo al crecimiento autónomo de
los cristales.