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IDENTIFICACION DE SUELOS

El problema de la identificación de los suelos es de importancia fundamental en la


ingeniería.
Identificar un suelo es, en rigor, encasillarlo dentro de un sistema previo de
clasificación.
La identificación permite conocer, en forma cualitativa, las propiedades mecánicas e
hidráulicas del suelo, atribuyéndole las del grupo en que se situé, por ende la
experiencia juega un papel muy importante en la utilidad que se pueda sacar de la
clasificación. Identificación de campo de suelos gruesos.
CLASIFICACIÓN
a) Suelos gruesos
Para distinguir entre gravas y arenas hay que recordar que aproximadamente medio
centímetro es la frontera. Para distinguir entre arenas finas y limos o arcillas, el tamaño
de las arenas es lo más pequeño que se puede distinguir a simple vista a una distancia
de 20 cm.
Para tener una idea burda de la granulometría se puede tomar una muestra
representativa lo más pequeño posible y separar manualmente sus componentes,
clasificándolos por tamaños y sacando a simple vista su porcentaje.
b) Suelos finos
Si un material fino contiene algo de arena fina, su presencia se puede descubrir
colocando y tallando un poco de material entre los dedos índice y pulgar; acercando la
masita al oído se reconoce la arena porque hace un ruido como de lija.
El limo se reconoce porque su tacto es áspero, en cambio el de la arcilla es suave como
de mantequilla, por eso los antiguos pobladores del Valle de México daban el nombre
de jaboncillo a la arcilla de la Ciudad de México.
Una característica del limo es que se seca más rápido que la arcilla cuando se coloca
una película de material en la palma de la mano.
Otra característica de limo es que no se pega fuertemente a los objetos como las palmas
de las manos o lo zapatos cuando se seca, pudiéndose retirar con sacudidas, en cambio
la arcilla se adhiere fuertemente.

Para reconocer el tipo de fino se puede hacer un cubito de suelo aproximadamente de 1.0
cm de lado u observando un terrón del lugar, dejando que se seque al aire por completo. Se
toma el cubito entre los dedos índice y pulgar; si se desmorona con poca presión digital es
un limo, pudiéndose reducir a polvo con los dedos.
El color es un dato útil para reconocer el tipo y constituyentes minerales del suelo; así por
ejemplo: el negro y tonos oscuros pueden ser indicativos de materia orgánica, el rojo
señalan la presencia de óxidos, el blanco de la caolinita es resultado de la alteración del
feldespato de los granitos, etc.
Los suelos finos orgánicos como las turbas, tienen un olor que los distingue, muchas veces
como de huevo podrido o pescado.
IDENTIFICACIÓN DE CAMPO DE SUELOS GRUESOS.
Los materiales constituidos por partículas gruesas se identifican en el campo sobre base
prácticamente visual.
Extendiendo una muestra seca del suelo sobre una superficie plana puede juzgarse, en
forma aproximada, de su graduación, tamaño de partículas, forma y composición
mineralogíca.
Para distinguir las gravas de las arenas puede usarse el tamaño ½ cm. Como equivalente a
la malla Nº 4. Identificación de suelos finos.
El criterio para identificar en el campo los suelos finos, contando con algo de experiencia,
es aconsejable el comparar sistemáticamente los resultados de la identificación de campo
realizada, con los del laboratorio, en cada caso en que exista la oportunidad.
Las principales bases de criterio para identificar suelos finos en el campo son la
investigación de las características de dilatancia, de tendencia y de resistencia en estado
seco.
La dilatancia.
Una pastilla con el contenido de agua necesario para que el suelo adquiera una consistencia
suave, pero no pegajosa, se agita alternativamente en la palma de la mano, golpeándola
secamente contra la otra mano, manteniéndola apretada entre los dedos.

Tenacidad: la prueba se realiza sobre un espécimen de consistencia suave, similar a la


masilla.
Este espécimen se rola hasta formar un rollito de unos 3mm de diámetro aproximado, que
se amasa y vuelve a rolar varias veces.
Color: el color del suelo suele ser un dato útil para diferenciar los diferentes estratos y para
identificar tipos de suelos, cuando se posea experiencia local.
Por ejemplo, el color negro y otros de tonos oscuros suelen ser indicativos de la presencia
de materia orgánica coloidal.
Los colores claros y brillantes son propios, más bien de suelos inorgánicos.
El Olor: los suelos orgánicos (OH y OL) tienen por lo general un olor distintivo, que puede
usarse para identificación; el olor es particularmente intenso si el suelo este húmedo, y
disminuye con la exposición al aire, aumentando, por el contrario, con el calentamiento de
la muestra húmeda.

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