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M:. R:. H:.

Antonio Arenas Merino


Primer Gran Maestro de Masones
Gran Logia de AA:. LL:. y AA:. MM:. de la República del Perú

Y
LA MASONERIA EN EL PERU

Por:
Ricardo E Rios Rios
M:.M:.
2018
Antonio Arenas Merino
Y LA MASONERIA EN EL PERU
Por: Ricardo E Rios Rios, M:.M:.

INTRODUCCION

Desde los primeros días en los que inicie mi vida


masónica en la Gran Logia del Perú, no hubo cosa que me
llamara más la atención, que lo poco que se sabe de nuestro
primer Gran Maestro. Esto se hace un tanto ilógico cuando
escuchamos hablar mucho de algunos protagonistas de menor
escala o posición en la fundación de la Gran Logia del Perú, que
de Don Antonio Arenas su primer Gran Maestro y fundador, es
un absurdo.
Con el tiempo fui escuchando expresiones muy
negativas sobre Antonio Arenas; por ejemplo, la de haber sido
el que le regaló el Perú a los Chilenos, mediante el tratado de
Ancón. Lo cual es una infamia inconcebible, puesto que los
chilenos ya eran dueños del Perú desde la Toma de Lima. Más
bien con la firma de este tratado nos devolvían el Perú,
reteniendo temporalmente dos provincias. Por otro lado es
notorio apreciar que al más puro estilo de aquel dicho, “Quien
no tiene Padrino, no se Bautiza” los protagonistas históricos de
la Masonería Peruana tienen a desaparecer si sus logias abaten
o desparecen de la vida diaria.
Entonces la poca presencia de nuestro Gran Maestro
Fundador en primer lugar se debe a que no ha tenido una logia
que lo proteja, defienda y resalte sus virtudes, como si ha
sucedido con otros. Por otro lado, su actividad política durante la guerra del pacifico lo colocaba en una
posición muy vulnerable pues, los que vivían y se enriquecían con la invasión chilena, al ver sus intereses
destruidos arremetieron contra el acusándolo de todo como por ejemplo de regalar el Perú a los Chilenos.
Al Interior de la Gran Logia del Perú, podemos apreciar que la logia de Antonio Arenas no solo abatió
columnas, si no que fue tirada al olvido y entregándose incluso su número y lugar a una logia que se incorpora
a la Gran Logia del Perú procedente del Supremo consejo, en 1928. Incluso podemos apreciar un estandarte
de esta logia en el Gran Templo, pero de color Rojo, cuando debiera ser azul como el de todas las fundadoras.
Durante el análisis y estudio de diversos documentos y libros de varios historiadores podemos
apreciar que muchos escriben la historia sentados en una butaca ubicada dentro de una realidad muy distinta
a la verdad; otros se basan en la historia editada a la medida de una de las partes en litigio, la misma que a
tenido que valerse de la desaparición de documentos para lograr su cometido. Pero hoy en día gracias al
internet estos los podemos encontrar en las bibliotecas de Grandes Logias o Grandes Orientes de la
Correspondencia y que en honor a la verdad han servido para hacernos descubrir precisamente estas cosas
que se nos han narrado, de una manera totalmente diferente a lo que fue la verdad.
En merito a tanto desdén y consternado por los hechos decidí dedicarme a investigar por varias rutas,
la vida y obra de Don Antonio Arenas Merino; en lo Profesional, en lo Político y en lo Masónico, tomando
escritos y memorias de ancestros míos de la época y cuanta información pudiera encontrar en las bibliotecas
de otros orientes, cruzando información sobre su vida profesional y personal; comparándolos con los
acontecimientos históricos que se Vivian en esos momentos a fin de ser realista y evitar ser seducido por la
novela y la fantasía, de lo cual ya tenemos en demasía.
ANTONIO ARENAS MERINO
Académico y Profesional
Nace en Lima, el 13 de Julio de 1807, falleciendo el 28 Diciembre de 1891, cuando ejercía como vocal Presidente
de la Excelentísima Corte Suprema. Fue hijo de Don Francisco Agustín Arenas y Rosa Merino, esta última, célebre por ser
la primera intérprete del Himno Nacional del Perú. Estudió en el Convictorio de San Carlos (que luego sería parte de
la Universidad San Marcos) donde se recibió de abogado e inmediatamente ejerció la docencia desempeñándose como
profesor en Derecho Penal, ejerciendo el rectorado a los 44 años de edad, en 1852.
Al servicio del Tribunal del Consulado, fue archivero, secretario y juez de alzadas (1855). Fue elegido decano del Colegio
de Abogados de Lima en 1855 y luego diputado por Lima en el Congreso de la República de 1858 a 1862. Al plantearse
en octubre de 1858 la reforma de la Constitución de 1856, tras ser proclamado Ramón Castilla por segunda vez como
Presidente Constitucional, Antonio Arenas fue nombrado Presidente de la Comisión de Constitución del Congreso
(encargada de redactar la Constitución de 1860), presidiendo sus sesiones en la legislatura de este año. Asimismo, fue
brevemente Ministro de Relaciones Exteriores, del 21 de diciembre de 1858 a 13 de enero de 1859.
Durante el gobierno del mariscal Miguel de San Román fue nombrado ministro de Gobierno, cargo que ejerció del 24 de
octubre de 1862 al 3 de abril de 1863. Sucesivamente, fue senador por Moquegua en 1864; ministro de Gobierno y
presidente del gabinete durante el tercer interinato del general Pedro Diez Canseco (del 26 de enero al 7 de
febrero de 1868); senador por Lima de 1868 a 1872; y vocal de la Corte Suprema de Justicia desde 1871 y de la que fue
presidente en cuatro períodos (1876, 1885, 1889 y 1890).
En las elecciones de 1872 fue lanzada su candidatura a la Presidencia, por considerarse que su autoridad como jurista
garantizaría el respeto a la ley. Pero no prosperó pues se creyó que contaba con el apoyo del entonces Presidente José
Balta, y quedó en tercer lugar, siendo dichas elecciones realmente disputadas entre Manuel Toribio Ureta y Manuel
Pardo, resultando este último el ganador.
Al iniciarse el segundo gobierno constitucional del general Mariano Ignacio Prado, Arenas fue nombrado presidente del
Consejo de Ministros y ministro de Justicia e Instrucción, que ejerció del 2 al 26 de agosto de 1876.
Representó al Perú y Costa Rica en el Congreso Americano de Juristas reunido en Lima de 1877 a 1879, y fue designado
su presidente.
Como podemos apreciar, la vida común de Don Antonio Arenas, en lo referente al campo Académico,
profesional y político, fue brillante y admirable, lo que nos permite sospechar, que en lo referente a sus
actividades dentro de la Francmasonería no debió ser menor, si no que por su posición político social, le era
imprescindible guardar cautela y un bajo perfil ante los conflictos internos y constantes de la Masonería
Peruana, a fin de no dañar su imagen pública.
De la Memorias de José María Quimper escritas en 1893 – Dice:
“…….. Antonio Arenas fue traído a la Oficina por mi socio Arthur (Arthur M. Wholey), para
conversar con él la posibilidad de ingresar a la logia (Orden y Libertad Nº 1 Callao). A los pocos
meses paso su ceremonia de iniciación, noche en la que nos invitó a la celebración de su
cumpleaños número 43, la semana entrante. Antonio era ya un encaminado abogado y docente
universitario con algunas actuaciones políticas que iban en aumento y que por lo convulsionado
de la vida política, estas lo ocupaban mucho, sin embargo siempre estaba presente en los trabajos
de la Logia y presto a brindar cualquier apoyo o trabajo que se requiriera…..”
En base a este párrafo podemos deducir que Antonio arenas, habría sido iniciado una semana antes
de su cumpleaños, el 13 de Julio, es decir, entre el 7 y el 11 de julio de 1851, año que coincide con lo indicado
por Eduardo Lavergne en un discurso. Si bien es cierto que sobre su adelanto y exaltación, no se tiene mayor
referencia, sabemos que estas se realizaban después de seis meses, esto quiere decir que para el año de
1953, Don Antonio Arenas ya debía ser Maestro Mason.
Cuando Don Antonio Arenas, es iniciado en Orden y Libertad Nº 01, esta logia se encontraba bajo la
jurisdicción del Gran Oriente Peruano, sin embargo al año siguiente, posiblemente siendo compañero, es
testigo del cisma que provoca, el 13 de Julio de 1852, la constitución del Gran Oriente Nacional del Perú el
mismo que concentraría a la mayoría de las Logias Simbólicas.
Como podemos apreciar, a Don Antonio Arenas le toco vivir los primeros conflictos vividos en la
masonería peruana, pues en 1857 este Gran Oriente Nacional del Perú, deja de llamarse así y adopta el
nombre de Suprema Cámara de Ritos, desentendiéndose de las logias y los grados simbólicos, tal vez
pretendiéndose con ello que las logias retornaran al Gran Oriente Peruano original, sin embargo ocurre todo
lo contrario, estas logias constituyen la primera Gran Logia del Perú, lo cual acontece un 17 de agosto de
1857. La que históricamente es más conocida como, la Gran Logia “Nacional” del Perú, posiblemente porque
las logias que la constituyeron provenían del Gran Oriente “Nacional.
Las Logias: Orden y Libertad Nº 1, Concordia Universal Nº 2, Estrella Polar Nº 3, Virtud y Unión Nº 4
y Cruz Austral Nº 5, fundaron las cinco logias fundadoras de esta primigenia Gran Logia del Perú, del Rito
Escoces Antiguo y Aceptado.
Finalmente en el año de 1861, ocurre un hecho importante, dicen las memorias
“… la administración de la Gran Logia Nacional en 1961, se había convertido en lo mismo de
siempre, había mucho descontento, el mismo virus que nos hizo separarnos del Gran Oriente
Peruano, lo traíamos con nosotros y fue así que la maledicencia, la codicia y la Ambición, no
tardaron de hacerse de nosotros. Orden y Libertad Nº 01 por acuerdo mayoritario decidió
retornar a la jurisdicción del Gran Oriente Peruano. Esta decisión dividió la Logia en dos bloques
el de los peruanos que lo proponían y el de los británicos e irlandeses que no querian acompañar
a la logia en su retorno al Gran Oriente Peruano.
Es así que con fecha 12 de Julio de 1861, Orden y Libertad Nº 1, retorna al Gran Oriente Peruano.
Con fecha 12 de Noviembre de 1861, se constituye la Logia de los Irlandeses, “Duke of Leinster”
Nº 151 (GLoI). Y finalmente el 4 de Enero de 1863 se funda la Logia de los Británicos, “Peace &
Concord” Nº 445 (GLoS). Lo fraternal de todo esto, es que pese a habernos dividido en tres logias,
todos seguíamos unidos en el Capítulo “Estrella Boreal” del Real Arco de Escocia.
El cuadro de Dignidades y Oficiales de la Logia Orden y Libertad Nº 1, que se Reincorpora en Julio de
1861 al G.O.P. Contaba con los siguientes hermanos:
V:.M:. Mariano Loli M. de C. Pierre Clouseau
1er Vig José María Perla 1er Exp José María Guerrero
2do Vig Manuel Beingolea y Oyague 2do Exp J.A. Lazarte
Sec:. Hipólito Carrillo G.T.I. Pedro J. Gaspard
Tes:. Antonio Arenas G.T.E. Mariano Márquez
Hosp:. Marcos Riglos Ex VM I José de Zelaya

El TEMPLO DEL CALLEJON DE SAN FRANCISCO Nº 27

A mediados de 1869, se produce un feroz incendio en


un solar referido como el Nº 27 del Callejón de San Francisco,
curiosamente en este local se reunían los miembros de una
Logia Italiana, llamada “Unión y Justicia”, la cual fue fundada
clandestinamente en 1862 bajo el patrocinio de la Logia
“Liguria de Génova” la misma que años más tarde la haría
reconocer ante la Gran Logia de Florencia. Esta Logia
anticlerical y progresista, en la que Manuel Gonzales Prada
fuera iniciado, desaparecería justamente después del
incendio de este templo, en junio de 1869.
Arthur M. Wholey, V.M. de Orden y Libertad Nº 1 en 1869,
se entera de este local asistiendo como miembro del cuerpo
de bomberos para aplacar el incendio y al ver que este local
daba todas las facilidades para ser restaurado como Templo
masónico nuevamente, decidió proponerle a Don Antonio Arenas, en aquel entonces 1er Vig:. de la Logia,
tomarlo en alquiler en sociedad, con la finalidad de restaurarlo e instalar allí a la Logia Orden y Libertad Nº1.
En diciembre de 1869, la logia Orden y Libertad Nº 1, se instaló en San Francisco; seguidamente en
enero de 1870 se instalaba allí la Logia Orden y Reforma Nº 7, (la que fuera fundada en 1863 en el GOP por
un grupo de hermanos nacidos en la original “Orden y Reforma Nº 12” logia activa dentro de la Gran Logia
Nacional del Perú). Al año siguiente, los miembros de estas dos logias fundarían la Logia Alianza Firmeza Nº
16, un 5 de Junio de 1871. Durante el Año 1872 el templo de San Francisco recibió a la Logia Irlandesa “Duque
de Leinster” Nº 151, la misma que si instala para trabajar solo los terceros sábados de cada mes.
Durante los años 1870 al 1873, Antonio Arenas ocupa la Silla de la Logia Orden y Libertad Nº 1, dentro
de un clima de paz y tranquilidad. En 1872, Don Antonio Arenas, lanza su candidatura a la presidencia, en
mérito al don de gentes y gran carisma que tenía entre los miembros de la orden y los políticos de entonces,
Lamentablemente sus opositores lo acusan de ser apoyado por Balta, y por esta razón los resultados no le
fueron favorables en las elecciones, ocupando un tercer lugar. Pero esto no fue un impedimento para que
fuera llamado a ocupar importantes plazas del gobierno durante ese gobierno.
En 1873 El G.O.P. elige como Serenísimo Gran Maestro al Dr. Blas José Alzamora Seminario y a Arthur
M. Wholey como Gran Secretario, quienes deciden mudar al Callejón San Francisco Nº 27 al G.O.P. y con ellos
se mudan tres altares, los correspondientes a los grados 14º 16º 18º, buscando más espacio y comodidad en
San Francisco. Esto fue el pretexto suficiente para que el Supremo Consejo una vez más se sintiera vulnerado
en su Autoridad sobre los altares de su Rito por parte del G.O.P. Es por esta razón, que el S.C., abre procesos
y sin importarle los cargos ocupados en el gran Oriente, expulsa a muchos hermanos de las Logias Simbólicas
Orden y Libertad, Parthenon y Alianza y Firmeza.
Como es de apreciarse, el G.O.P. máxima autoridad masónica en el Perú, se veía envuelta en
constantes conflictos de competencia con el Supremo Consejo de Soberanos 33, que se resistían a acatar su
autoridad ya que el poder que les daba la administración de los grados filosóficos del REAA, dejaba al G.O.P.
muy disminuido y débil. Es así que el G.O.P. alojado en el Callejón de San Francisco, se reduce a los altares y
logias que se habían mudado con él. Mientras que la mayoría de las logias prefirieron alienarse como es
lógico con el supremo consejo, para no perjudicarse en la adquisición de grados en dicho cuerpo.
Desde 1875 a 1881, la vida masónica de Antonio Arenas era la esencial debido a sus múltiples
obligaciones políticas, asistiendo a su logia Orden y Libertad Nº 1, la misma que lo elige en 1880 nuevamente
para ocupar la silla. La logia, en su totalidad, había sido expulsada a principios de 1874, lo curioso es ver que
a Don Antonio Arenas no lo consideraron en dicha relación de expulsados, pero tampoco sería lógico
encontrarlo en la relación de los disidentes quienes el 24 de Junio de 1874, constituyeron dentro del Supremo
Consejo la logia Orden y Libertad Nº 2.
Como es conocido por todos, estos conflictos de competencia entre el Supremo Consejo como
máxima autoridad del Rito Escoses Antiguo y Aceptado y el Gran Oriente Peruano, máxima autoridad
masónica para todos los Ritos en el territorio peruano; expresaban con claridad el desorden y la ansiedad de
ambos cuerpos, por tener el poder de administrar y otorgar cartas como títulos de grado. Por esta razón
muchos hermanos de origen Irlandés, Escoces, Escoces, Italianos y franceses, decidieron constituir logias bajo
obediencias extranjeras, como la Gran Logia de Irlanda, la Gran Logia de Escocia entre otras, aprovechado
que las potencias masónicas peruanas en litigio no contaban con el reconocimiento de estas. Es así que llegan
a constituirse posteriormente, un grupo de logias Escocesas que para 1880 constituirían una Gran Logia
Distrital dependiente de la Gran Logia Provincial de Edimburgo – Escocia.
Como podemos apreciar, el Supremo Consejo y sus Logias leales, constituían un frente masónico
poderoso ya que concentraban a la mayor cantidad de la membresía y por ello se sentían con todos los
derechos de tildar de irregulares o espurios a las logias, altares y Capítulos, que se encontraban alojados en
San Francisco. Sin embargo se hacían de la vista gorda con respecto a las logias de Escocia y los Capítulos de
Escocia aunque estos últimos estuvieran alojados en San Francisco.
En lima durante el año 1879 existían cerca de 11 Logias jurisidicionadas a la Gran Logia Distrital de
Escocia y tres Capítulos del Real Arco de Escocia alojados en San Francisco, estos eran: “Estrella Boreal”,
“Agamenón” y “Alianza y Firmeza”.
Como se puede apreciar la Masonería Británica de los Antiguos empezaba a asentarse en Lima, a
tomar cuerpo y forma. Esta situación creo una estrecha relación entre las Logias de Escocia y las de San
Francisco que prácticamente se involucraban con un sistema de trabajo ritual desconocido por los que no
eran parte de esta sociedad, lo cual causaba preocupación y molestia del Supremo Consejo que siempre tuvo
recelo de cualquier otro Rito en el Perú.

LA GUERRA DEL PACIFICO


En Octubre de 1880, en el trascurso de la Guerra del Pacifico, Don Antonio Arenas fue acreditado
como Plenipotenciario junto a otro hermano masón, Don Aurelio García y García, para asistir a las
conferencias de “Paz” efectuadas en Arica a bordo de la Corbeta Norteamericana “Lackawanna”. En aquellas
conferencias propusieron que las diferencias fueran sometidas al arbitraje de los Estados Unidos de América,
respetando la intangibilidad territorial y sin tener que pagar ninguna indemnización, sin Embargo los chilenos
tenían clara la idea de llegar a Lima. Por esta razón plantearon la sesión del litoral Boliviano y de Tarapacá así
como el pago de 24 Millones de pesos en efectivo por parte del gobierno Peruano al gobierno Chileno. Estas
conferencias como era la intención Chilena no arribaron a ningún acuerdo y Chile continuo en su avanzada
hacia Lima.
A mediados de enero de 1881, las tropas chilenas llegaron a tomar Lima y los continuos incendios
generados por estos, propiciaron una mayor actividad de los bomberos, dentro de los cuales había notables
masones de origen Inglés, Italiano y Francés. El asesinato cruel y despiadado de los Bomberos Italianos en
Chorrillos y el temor del Jefe Chileno de causarle a su país un problema internacional con las naciones
europeas de los bomberos Chorrillanos, lo obligo a convocar a una reunión con los principales referentes y
Jefes de las compañías de bomberos de Lima, reunión en donde los acuerdos arribaron de manera excelente
pues los bomberos asistentes y los tres jefes militares y principales de la plaza de Lima, asistentes a la reunión,
se reconocieron como miembros de la Orden.
Enterado de esto Don Antonio Arenas por Arthur M. Wholey, resolvieron llevar a los chilenos a Orden
y Libertad Nº 1, con la evidente intención de estrechar y afianzar los lazos fraternales que permitieran un
mayor acercamiento, el mismo que facilitaría cualquier negociación diplomática a futuro, sobre la base de
un terreno fraternal afianzado de antemano. Es por eso que para mediados de 1881, los principales jefes
chilenos ya eran miembros de la Logia Orden y Libertad Nº 01, según datos históricos 12 fueron afiliados
inicialmente y estos trajeron a 15 compatriotas para que fueran iniciados, es decir Orden y Libertad Nº 1 se
convertía en una logia integrada por 27 Chilenos, un Americano (Arthur) y un Peruano (Antonio). Mientras
tanto los demás peruanos miembros de la Logia Orden y Libertad Nº 1, engrosarían las filas de la Logia Alianza
y Firmeza.
Las tenidas de Orden y Libertad Nº 1, eran la oportunidad propicia para conversar sobre la
problemática existente con el Supremo Consejo, la necesidad de Extender el horario en los salvoconductos
para los hermanos de la orden, los permisos para que se les permitiera a las logias, capítulos y altares reunirse
y sobre todo el comportamiento de las tropas chilenas en Lima y las mejoras en muchas las condiciones
impuestas, que afectaban a la población. Los Oficiales Principales de muchas Logias fieles al Supremo Consejo
en Lima asistían clandestinamente al Templo de San Francisco, llamado por ellos el “Templo de los Espurios”,
en especial, cuando tenían la necesidad de llegar a las autoridades Chilenas, pues el ejército Chileno era
totalmente dueño del Perú y lo administraba a sus anchas.
El Gobierno Chileno veía con mucha ambición el Cuzco y los departamentos del sur como Ayacucho,
Arequipa, Moquegua y Tacna. Ellos sabían que nos tenían es sus manos y Antonio Arenas acompañado de
muchos hermanos patriotas que dejaron las diferencias masónicas por el interés patrio trabajaron en un
elaborado plan que permitiera hacer que la oficialidad chilena fuera la principal impulsora del retroceso en
las ambiciones del gobierno de chile.
Mientras este vínculo Masónico - Patriótico era estrechado en el Callejón de San Francisco, el
Supremo Consejo, en manos prácticamente de Ricardo H. Hartley, estaba más preocupado por el poder que
tendrían los “Espurios” de San Francisco y sobre todo lo que el S.C. podría perder ante un G.O.P. representado
por Don Arthur M. Wholey como Gran Maestro; que los problema patrióticos por los que pasaba el Perú. Y
es que Tener una Logia constituida por los principales Jefes Chilenos en el Callejón de San Francisco,
amenazaba con ver la pronta deserción de logias leales del S.C. al G.O.P. por razones obvias.
El máximo Jefe Chileno y su estado mayor, eran nada más y nada menos que el V:.M:. y demás
oficiales de la Logia Orden y Libertad Nº 1 y su Ex V.M. nada más ni nada menos que Don Antonio Arenas,
quien por su condición política estaba obligado a mantener un perfil muy bajo, por esta razón, asistía cuando
era vital, tomando su lugar en la mayoría de los casos Don Arthur M. Wholey.
El comportamiento de las tropas chilenas no mejoró mucho que digamos, la mayoría eran ex
presidiarios, por lo que las cuestiones de disciplina no iban de la mano con ellos y eran un problema de
control para la misma oficialidad chilena. Sin embargo la constante relación masónica de Antonio Arenas con
los Chilenos ahora en su madre logia, permitió ir construyendo una relación fraternal muy favorable, quienes
fueron convirtiéndose con el tiempo en grandes colaboradores para hacer que las pretensiones chilenas,
exageradas por cierto, retrocedan de la línea Ica – Ayacucho - Cuzco – Madre De Dios, a una ocupación
temporal de Tacna y Arica.
Es por ello que debemos reconocer sin ningún ápice de mendicidad, que Don Antonio, en un acto de
noble de patriotismo, sacrifico a su madre Logia, Orden y Libertad Nº 1, haciéndola la casa de los chilenos a
fin de lograr con ello construir ese puente de comunicación, que sobre la base del calor fraternal y sobre todo
de nuestros valores y principios, permitiera arribar a los acuerdos equitativos, nobles y justos que no se
habían podido lograr en la Corbeta Americana. Los chilenos no solo estaban dentro de Orden y Libertad Nº
1, sino que también esta logia estaba alojada en el Local que por alquiler se encontraba en posesión de dos
miembros de esa Logia, Don Arthur M. Wholey y Don Antonio Arenas.
Ricardo Hartley, aprovechando la condición de Cónsul del Brasil del Soberano Gran Comendador,
Antonio de Souza, en cama por diabetes; e ignorando las prioridades que desvelaban a los hermanos de San
Francisco; decide llevar a cabo todas las acciones necesarias que le permitieran incorporar a la Logia Orden
y Libertad Nº 1, al Supremo Consejo y de esta manera minimizar hasta el abatimiento al G.O.P de Arthur M.
Wholey, Sacándolo de San Francisco junto a todos los expulsados, permitiéndose con ello, tomar la posesión
del Templo de San Francisco. Era evidente que Ricardo Hartley, ignoraba que detrás de todo estaba Antonio
Arenas.
LA UNIDAD MASONICA PERUANA
La situación interna en el S.C., no era la mejor, se encontraban polarizados, unos a favor del
reconocimiento del G.O.P. su autoridad y la unidad masónica de la república sin distingo de ritos o sistemas
de trabajo, los que demandaban la unidad masónica nacional y estaban representados por Juan Sánchez Silva
33º y la mayoría de las tres luces de cada logia en el supremo consejo. Silva era gran amigo de Arthur M.
Wholey, de Antonio Arenas y de Blas Alzamora. Por el otro lado teníamos a De Souza, Mariátegui, Hartley y
la totalidad de los altares superiores del rito, quienes consideraban que en el Perú, la máxima autoridad para
gobernar todo lo referente al Rito Escoces Antiguo y Aceptado no aceptando ningún cuerpo por encima de
ella.
Ricardo Hartley, no tuvo mejor idea que convocar a Christian Dam VM de Orden y Libertad Nº 2 y
Bombero, para liderar la comisión que tendría como objetivo convencer al alto Jefe Chileno para que se
incorpore él y todas las logias de San Francisco al supremo consejo, en una ceremonia que se llevaría a cabo,
en el Local sede del Supremo Consejo en la Calle de la Riva y en tenida de la Logia Orden y libertad Nº 2
presidida por Christian Dam. Sin embargo el Coronel del Canto, que conocía a Christian Dam desde la reunión
con los bomberos y estando perfectamente enterado del conflicto existente, manifestó que en efecto los
altares filosóficos y las Logias Simbólicas del REAA podrían ser administrados por el Supremo Consejo,
siempre y cuando logias y altares tuvieran igualdad de oportunidades en las asambleas generales y de
elecciones para los cuadros directivos. De lo contrario el Supremo Consejo, tendría que ceder la
administración de las Logias Simbólicas a una Gran Logia, sugiriendo que el G.O.P. se convirtiera en esa Gran
Logia que administrase las Logias Simbólicas, con sede en San Francisco. Respetándose y conviviendo en
armonía con los capítulos de otro Rito.
Por tal motivo y en aras de tender los puentes que permitieran la unidad masónica, los invito a asistir
a la noche de la instalación, invitando a que un miembro del Supremo Consejo fuera el que condujera
ceremonia de instalación, sellando, con la toma del juramento de todos los miembros de la logia, el retorno
a la unidad proclamada y el fin del conflicto.
La Instalación se realizó en el Callejón de San Francisco, la noche del 14 de Noviembre de 1881 y fue
llevada a cabo por el IPH Juan Sánchez Silva como instalador, quien fuera comisionado para tal efecto, por el
SGC, quien en vista de su delicado estado de salud se veía impedido. Como era de esperarse, los hermanos
opositores a la Unidad Masónica, propuesta por el VM de la Logia Orden y libertad Nº 1, no asistieron a esa
ceremonia disculpándose, permitiendo que los hermanos Juan Sánchez Silva y Christian Dam, también
miembros de la misma compañía de Bomberos, desarrollaran la ceremonia con toda formalidad.
A los pocos días de haberse llevado a cabo esta ceremonia en San Francisco, el 22 de Noviembre de
1881, fallece el Soberano Gran Comendador IPH Antonio De Souza Ferreira, asumiendo su posición de
manera temporal el IPH Juan Sánchez Silva, quien sería el encargado de culminar el periodo. Su primera
acción fue la de concretar la unidad masónica nacional que no había sido culminada por Antonio de Souza,
emitiendo un decreto de fecha 6 de Diciembre de 1881, en el que después de sustentar debidamente los
excesos y abusos cometidos en contra de un grupo de hermanos que habían sido expulsados a perpetuidad,
los reincorporaba, declarando nulos dichos decretos de 1875, pues estos decretos lo único que habían
conseguido era crear una herida tan profunda como imposible de curar. Es en este momento que los
hermanos expulsados de Orden y Libertad Nº 1, Parthenon Nº 7 son restituidos en sus derechos y los
hermanos de la Logia Alianza y Firmeza Nº 16 aprovechan la oportunidad para reinstalarse con todo el
reconocimiento del caso.
Como era de esperarse, este decreto y los hechos acontecidos por este, generaron un gran estupor
en quienes veían peligrar sus expectativas con el retorno de los expulsados. Es así que son convocados
adelantadamente a elecciones, por acuerdo del consejo de soberanos en donde Mariátegui y Hartley tenían
una gran cantidad de adeptos, dejando fuera de esta elección a las tres luces de las logias simbólicas. Como
supuestamente había sido lo acordado, ya que sin el voto de las logias simbólicas el IPH Juan Sánchez Silva y
los adeptos a la Unidad Masónica quedaban fuera de camino y el IPH Francisco Javier Mariátegui Palacio
tendría el triunfo asegurado. Las elecciones se llevaron a cabo y Francisco Javier Mariátegui Palacio fue
elegido Soberano Gran Comendador y Ricardo H. Hartley retenía la Gran Secretaria.
Sin embargo, esta maniobra orientada a ganar las elecciones y el triunfo de la misma no les permitió
calcular la repercusión que tendría entre los oficiales chilenos miembros de la Logia Orden y Libertad Nº 1,
ni mucho menos en los de las logias simbólicas. El IPH Francisco Javier Mariátegui Palacio, preso de la
arrogancia producida por la asunción del cargo y comprometido con sus votantes, declaro nulo el decreto
del 6 diciembre como primer acto, y con esto incremento el malestar reinante entre los miembros de las
logias. Ante ello el IPH Francisco Javier Mariátegui Palacio, no tardo en exteriorizar su fastidio, tratando con
prepotencia y desprecio a todos los hermanos que no fueran de su entorno, agrado o simplemente no
comulgaban con sus ideas. Este momento fue crucial porque gracias a la actitud de Mariátegui, la necesidad
de independizarse mediante la creación de una Gran Logia, autónoma e independiente se hacía más fuerte
como necesaria. Esta vez evitando caer en los errores y excesos cometido por la que se fundara en 1851.
Esta situación provocaría la necesaria reunión de las Tres Luces de las Logias más caracterizadas y en
un lugar en donde se pudiera guardar la confidencialidad requerida, es así que Antonio Arenas, convoca a
una reunión en su residencia en ancón a la que asisten las tres luces de las Logias Orden y Libertad Nº 1 y Nº
2, Virtud y Unión Nº 3, Parthenon Nº 7 y Alianza y Firmeza Nº 16 y en representación de las Logias del Distrito
Escoces, asistió el H:. Francisco Lewis Crosby, Past Master de Peace & Concord Nº 445 y actual VM de Kosmos
Nº 515. En estas reuniones se trazaron dos formas de acción, la primera contemplaba una Gran Logia del
REAA, que fuera reconocida por el supremo consejo y respetada en su autonomía, soberanía e
independencia. Para llevar a cabo las conversaciones y conversaciones fueron designados los HH:. Julio F. de
Iriarte (L-3) y Christian Dam (L-2).
La segunda opción era la de constituir una Gran Logia de otro Rito, es decir, de un sistema de trabajo
ritual distinto e independiente del REAA, teniéndose en consideración los sistemas de trabajo ritual
empleados por Escocia o Inglaterra, considerando la Regularidad y el Reconocimiento directo de parte de las
Grandes Logias de Escocia o Inglaterra, como así sucedía con el Distrito de Escocia; para tal efecto fue
comisionado el H:. Francis L. Crosby.
Los Hermanos Iriarte y Dam, presentaron una solicitud al SGC, quien jamás les emitió respuesta a la
misma, por lo que se vieron en la necesidad de realizar un segundo intento visitando en su domicilio, este les
respondió que no podía aceptar algo así. Es decir los HH:. Iriarte y Dam agotaron todos los recursos para
lograr su cometido pero la suerte no les fue favorable. Días más tarde al interior de la Logia Virtud y Unión
Nº 3, un grupo muy vinculado a los grados superiores del REAA, manifestó su desacuerdo a las gestiones
realizadas, motivando una gran crisis interna la misma que término con el retiro de la logia de los hermanos
en desacuerdo por ser ellos una minoría.
Cumplido el plazo dado en la primera reunión, los hermanos se vuelven a reunir en casa de Antonio
Arenas para informar los resultados de sus comisiones. Los hermanos Dam e Iriarte informan del fracaso con
el Soberano Comendador y del conflicto ocurrido en la Logia Virtud y Unión Nº 3. Esto obliga a tomar a ver la
necesidad de trasladar o mudar a las logias Orden y Libertad Nº 2 y Virtud y Unión Nº 3, al Local de San
Francisco, como movimiento preparatorio para fundar una Gran Logia del Perú, sobre los pilares de estas dos
cinco logias.
Seguidamente el H:. Francis Lewis Crosby, expondría todo lo referente a la Fundación, Constitución,
e Instalación de la Gran Logia del Perú, las problemáticas del reconocimiento de origen, que exigían
cualquiera de las tres Grandes Logias de Gran Bretaña, en particular, sobre el patrocinio de un cuerpo regular
que abalara la formación de esta Gran Logia y le diera la famosa regularidad de origen. Francis L. Crosby,
experimentado en estos temas, propuso una forma rápida en inmediata, basada en la incorporación de las
Logias del Distrito Escoces a la Gran Logia una vez ya instalada, con esto que la regularidad de origen quedaba
satisfecha y se alcanzaba el reconocimiento de parte de la Gran Logia de Escocia.
LA GRAN LOGIA DEL PERU
El local del Callejón de San Francisco Nº 27, ahora totalmente en posesión de Antonio Arenas, pues
Arthur M. Wholey por motivos de salud se había ido a residir a los Estados Unidos de América, sería una vez
más el testigo histórico de estos acontecimientos, allí dejaba de existir el Gran Oriente Peruano, para dar
origen y vida a la Gran Logia del Perú. Es así que se inician las primeras reuniones orientadas a su
levantamiento de columnas de manera definitiva y decidida.
Llegado el momento, se eligió como no podía ser de otra manera, a Don Antonio Arenas Merino
como Gran Maestro de Masones, en merito a su impecable trayectoria académica, su brillante trayectoria
profesional, en especial a su resaltante y constante vida política y sobre todo por los servicios patrióticos
prestados a la nación. Pero además de las extraordinarias bondades personales de Don Antonio Arenas, había
otras tres que le daban un valor agregado a dicha elección.
1. Desde el principio y gracias a su apoyo Don Antonio Arenas había sido el director y conductor de
todas las acciones orientadas a lograr esta autonomía, alcanzando para ello la constitución de
este cuerpo masónico, manteniéndose siempre en perfil bajo, debido a su condición política.
2. Esta posición política emanaba también un respeto, que haría pensar mucho al SGC antes de
lanzar ataques como ocurriera con el G.O.P. sin perjuicio de considerar que también estaban
involucradas las máximas autoridades del Ejército de Chileno.
3. La tercera y más importante era, la de consolidar el trabajo iniciado desde un principio, orientado
a obtener de los máximos Jefes Chilenos, la mejor de las predisposiciones para lograr un tratado
de paz y retiro de sus fuerzas de la capital peruana, permitiendo que sea aceptada la condición
más favorable.
Es así, que bajo las consideraciones antes expuestas se elige en definitiva a Don Antonio Arenas como
el Primer Gran Maestro de la Gran Logia de Antiguos Libres y Aceptados Masones del Perú, considerando
dentro de su primer gran cuadro a las tres luces de las tres logias nativas de San francisco y dos de las otras
dos logias que se habían incorporado al mismo local recientemente.
La Gran Logia del Perú, se instaló el 25 de marzo de 1882 sobre el soporte de cinco logias que a partir
de este momento quedarían renumeradas de la siguiente manera:
Orden y Libertad Nº 1 - G.O.P. Nº 1
Orden y libertad Nº 2 - G.O.P. Nº 2
Virtúd y Union Nº 3 - G.O.P. Nº 3
Parthenon Nº 4 - G.O.P. Nº 7
Alianza y Firmeza Nº 6 - G.O.P. Nº 16 (6 a petición expresa de la logia)
PRIMER GRAN CUADRO DE OFICIALES DE LA GLP
25 Marzo de 1882

LOGIA NOMBRES CARGO


Orden y Libertad Nº 1 Antonio Arenas Merino Gran Maestro Mason
Virtud y Unión Nº 3 Julio F. de Iriarte Diputado Gran Maestro M.
Alianza y Firmeza Nº 16 Tomas Lama 1º Gran Vigilante
Orden y Libertad Nº 1 Antonio R Gonzales (Chile) 2º Gran Vigilante
Alianza y Firmeza Nº 16 J. Arturo Ego Aguirre Gran Secretario
Virtud y Unión Nº 3 José Rosemberg Gran Tesorero
Parthenon Nº 7 Agustín Soto Gran Capellán
Orden y Libertad Nº 1 Segundo Fajardo (Chile) 1º Gran Diacono
Orden y Libertad Nº 1 Rolan Zilleruelo (Chile) 2º Gran Diacono
Parthenon Nº 7 José María Vivanco Gran Director de Ceremonias
Orden y Libertad Nº 2 Federico Ego Aguirre Gran Porta Estandarte
Orden y Libertad Nº 2 Ángel Arimborgo Gran Porta Espada
Parthenon Nº 7 José María Torres Gran Guardia Interior
Alianza y Firmeza Nº 16 José de Effio Gran Guardia Exterior

Instalada convenientemente, después de dos meses de finiquitar asuntos administrativos, las cinco
logias Fundadas, Constituidas e Instaladas bajo la constitución de la Gran Logia de Escocia, comunicaron a
dicha potencia sobre la Fundación de una Gran Logia Regular establecida en el territorio de la Republica
Peruana, la misma que reconocían como tal, aceptando su jurisdicción por lo que cesaban sus cartas bajo la
Gran Logia de Escocia y se incorporaban a la Gran Logia del Perú como un primer acto de reconocimiento a
su regularidad de origen y su jurisdicción territorial.
Estas fueron las siguientes:
Honor y Progreso Nº 5 – GloS Nº 479 (1868)
Kosmos Nº 7 – GloS Nº 515 (1873)
Arca de Noé Nº 8 – GloS Nº 521 (1873)
Regeneración Fraternal Nº 9 - GloS Nº 522 (1874)
Constancia y Concordia Nº 11 – GloS Nº 561 (1876)
Con esta incorporación de cinco Logias regulares
pertenecientes a la Gran Logia de Escocia el requisito de Regularidad de
Origen, se había sido satisfecho el requisito de regularidad de origen,
quedando la GLP reconocida de hecho de hecho, por la Gran Logia de
Escocia, como única potencia que gobernaría los tres primeros grados
de los Antiguos Libres y Aceptados Masones en la República del Perú.
Si algo tuviéramos que reprochar a Don Antonio Arenas, sería la de
permitir que Ricardo H. Hartley, oficiara como Gran Instalador y no
Francis Lewis Crosby como realmente se lo merecía. Más tarde, el
mismo Ricardo Hartley pretendería imponer sus rituales traducidos, a
la GLP cobrándole a esta por una suerte de propiedad intelectual,
proponiendo la liberación de este pago a la GLP después de tres años.
Con esta actitud quedo bien en claro la personalidad de este sujeto, por
tal motivo se nombró una gran comisión encargada de traducir los
Rituales de la Gran Logia Unida de Inglaterra, los mismos que con
decreto del 12 de Octubre de 1884 fueron oficializados estos Antiguos
Rituales conformes al “Trabajo de Emulación” de la Unión.
La última vez que se supo de Ricardo H. Hartley sería la Gran Asamblea de 1887 en la aprovechando
la ausencia de Don Antonio Arenas, promoviera al interior la Gran Logia el odio y rencor que le tenía de
manera personal a Don Arthur M. Wholey, desde tiempos del G.O.P., impidiendo así, que se le otorgara el
título de Gran Representante de la Gran Logia de California, a los pocos meses Arthur M. Wholey morería
preso de la decepción, el óvido y la ingratitud de quienes tanto ayudó y de por quienes tanto hizo.
Las tres primeras logias que la GLP constituye siendo Gran Maestro Don Antonio Arenas fueron:
Luz del Guayas Nº 10 – Guayaquil Ecuador
Perseverancia Nº 12 – Lima Perú.
Cosmopolita Nº 13 – Trujillo Perú.
Durante los años que Don Antonio Arenas ejerció como Gran Maestro, se mantuvo trabajando en la
forma de conseguir un tratado que fuera lo más beneficioso para el Perú, para lo cual contaba con la ayuda
de los tres Principales Jefes Chilenos, que eran parte del Gran Cuadro de la Gran Logia del Perú, y en especial
de su Gabinete.
El 1 de Marzo de 1884, siendo Gran Maestro, Antonio Arenas salió elegido Diputado por Lima para la
Asamblea Constituyente, la misma que lo elige como su presidente con la finalidad que se apruebe el tratado
de Ancón, mediante el cual chile aceptaba de mantener en forma temporal los departamentos de Tacna y
Arica y de manera permanente el departamento de Tarapacá. Muchos historiadores por conveniencias
políticas, han hecho barbarismo y medio de un tratado que pudo haber sido Rechazado por Chile y este haber
retenido el Perú hasta que le diéramos los territorios que deseaban.
Firmado el Tratado de Ancón, el retiro de las fuerzas de ocupación chilenas de la capital peruana y el
traslado del comando de la plaza de Lima a Tacna, causó el traslado de la Logia Orden y Libertad Nº 1 a la
ciudad de Tacna. Supongo que esto debe haberle causado una tristeza inmensa a Don Antonio Arenas, ver a
su madre Logia partir a Tacna debe haberle causado alguna aflicción, sin embargo entendiendo su espíritu
patriótico este sentimiento de aflicción lo debe haber superado con la idea de saber que estando esa Logia
en Tacna, esto sería una garantía de buen trato a la población tacneña. Sin embargo en enero de 1886 la logia
cae en inactividad informándose en octubre de 1886 que la totalidad de los oficiales chilenos que trabajaban
en ella, habían sido removidos de Tacna y los civiles que permanecían en Tacna eran hostigados por las
fuerzas chilenas acantonadas allí. Sin imaginarnos que con esto se daría inicio a uno de los capítulos más
tristes vividos por los tacneños durante la ocupación chilena destinada a no perder Tacna en el plebiscito
establecido en el tratado.
El 10 de Abril de 1887, la Gran Logia del Perú declara disuelta la Logia Orden y Libertad Nº 1,
lamentablemente pese a ser una Logia fundadora que debió haber sido revivida en Lima y devuelta a manos
peruanas, esto no se hizo, por el contrario fue más fácil condenarla al olvido y al desprestigio incluyendo en
su rodada a nuestro Primer Gran Maestro, permitiendo con ello, dar el espacio a otras logias y a otros
personajes que jamás estuvieron a la altura de la intelectualidad, actividad política y patriótica, como
participes principales de la Gran Logia del Perú y de la Masonería Peruana.
Don Antonio Arenas ocupo la Silla del Gran Maestro, desde Marzo 1882 a enero de 1886, en su local
del Callejo de la San Francisco Nº 27, aquel lugar que por designios del destino habían tenido a bien arrendar
en 1869 y restaurar sin imaginarse las páginas que escribiría este templo en la Historia de la Masonería
Peruana, ni mucho menos que sería la sede de Nuestra Gran Logia del Perú, hasta que en tiempos de la peste
la membresía y las logias cayeran en inactividad teniendo que ser trasladada al Templo de la Calle Rufas.
Don Antonio Arenas Merino paralelamente al Cargo de Gran Maestro, ejerció de 1885 a 1886 la
presidencia de la Junta de gobierno y el Ministerio de RREE, convocando a elecciones y entregando el
gobierno al Mcal Andrés Avelino Cáceres. Por lo que en esos años, se vio tenazmente secundado en la Gran
Logia por Don Francis L. Crosby su Diputado Gran Maestro. De 1886 a 1891 ejerció la presidencia de la Corte
Suprema de Justicia en donde falleció el 28 de diciembre de 1891.
Durante sus dos primeros años fue acompañado por Don Julio Francisco de Iriarte, mientras que en
los dos años siguientes lo hizo Francis L. Crosby, ambos en el cardo de Diputado Gran Maestro a quien. No sé
por qué razón en la Página Web de la GLP se le consigna como el Segundo Gran Maestro periodo 1885-1886,
a don Francisco L. Crosby, cuando jamás fue elegido ni instalado en dicho cargo, solo ejerció a plenitud el
cargo para el cual había sido elegido durante las ausencias de Don Antonio Arenas.
A Don Antonio Arenas, no solo le debemos el impulso de habernos dado una Gran Logia como la que
hoy nos enorgullece tener, sino que tenemos una gran deuda de gratitud hacia su persona. Dos años después
de su cese en el cargo de primigenio Gran Maestro, supo cómo una gran asamblea vilipendiaba a quien era
responsable junto con el de que todos ellos estuvieran sentados en dichos asientos. No siendo suficiente, vio
como en ese mismo templo se leía el decreto de abatimiento de su madre logia con desdén y reproche hacia
ella por haber sido la logia de los chilenos y la del traidor que les regalo el Perú. Esta soberana ingratitud es
la que le facilitado a propios y extraños para aprovecharse del espacio vacío y colocar en el a personajes que
si bien tuvieron participación importante están muy lejos de estar a la altura de Don Antonio Arenas.

Bibliografía
Historia de la Fundación de la GLP 1882-1892, GLP
Memorias, Quimper, José María
Memorias, Quimper Manuel y Alberto
Apuntes sobre la Historia de la Francmasonería, Contreras, Abel
Tratado Sobre la Historia de la Masonería, Dulanto Guayoso, Luis
Historia de las Cías de Bomberos Voluntarios del Perú (Págs. 43-44)
Italianos en el Perú, Robert Paris (Pág. 38)
Documentos emitidos por la GLP, Biblioteca GLP

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