Está en la página 1de 5

LA SUCESIÓN ENTRE VIVOS

Nótese que inicialmente se habla de la sucesión en su carácter más común y


mencionado en lo que jurídicamente respecta, esto es, una vez que la persona
fallece, se realiza el proceso de sucesión entre aquellos que serían sus
sucesores (en cuanto a bienes se refiere). Pero es importante indicar allí que la
sucesión, si bien en su concepción más reconocida, hace alusión al acto
jurídico que se ejecuta una vez la persona ha fallecido, también puede
realizarse entre vivos, la cual es la fuente de estudio del artículo.

El concepto de sucesión universal denominado “mortis causa”, se basa en


aquella transmisión a uno o más herederos de un patrimonio perteneciente a un
causante, el cual se hace por medio de un debido proceso jurídico, que se
encuentre avalado, respaldado y vigilado por la ley, dependiendo las líneas
familiares, de consanguinidad y de derechos que entraría a tener cada uno de
los beneficiarios de los mismos, una vez se presente la muerte de quien cedería
sus derechos.

En el caso del proceso de sucesión por “mortis causa”, se realizan allí aquellos
procedimientos jurídicos que tienen estrecha relación con los derechos y 9
deberes de las personas, teniendo en cuenta que no se cuentan allí derechos
derivados del derecho de familia, derechos políticos ni los provenientes del
matrimonio, sino que se hace alusión a todos aquellos derechos patrimoniales
los cuales son transmitidos por herencia.

Para (González et al. 2001), se puede entender entonces a la sucesión


intestada, como el caso en el que el causante no otorgó testamento, o el
otorgado no es válido, o ninguno de los instituidos llega a ser heredero, por lo
cual, ante la falta de un testamento se debe realizar mediante un proceso
jurídico, la citación y el emplazamiento de las personas que pudiesen llegar a
ser herederas de dichos bienes. Muere intestado el que, o no hizo en absoluto
testamento, o no lo hizo conforme a derecho, o habiéndolo hecho, llegó a ser
roto o írrito, o no quedó 10 ninguno en él instituidos, con lo cual la sucesión de
los derechos sobre sus bienes, no es efectiva ni corresponde a lo estipulado por
la ley.

Por tanto, la sucesión causada por la muerte de una persona, a diferencia de la


sucesión entre vivos, es ejecutada por acto jurídico, mediante la presencia y
proceso de un juez, de abogados y el partidor, quienes legalizan los
procedimientos y están al tanto del destino que tendrán las actuaciones
jurídicas al respecto, o ante notario por mutuo acuerdo de la partes, se puede
hacer la partición y adjudicación de los bienes.

Por su parte, la sucesión entre vivos, se hace bajo la decisión libre de quien
cederá sus derechos sobre bienes y posesiones, por su voluntad y por su
propio deseo y criterio.

De otra parte, se indica cómo la sucesión entre vivos es generada por actos o
negocios jurídicos, mientras que la sucesión “mortis” es causada por el hecho
jurídico. En éste caso, la fuente de la sucesión inter vivos es la ley y el contrato,
mientras que la fuente de la sucesión mortis causa es la ley y la voluntad del
causante expresada en un testamento, con el rasgo de que la sucesión entre
vivos, se presenta por un contrato, en donde una persona cede y la otra recibe
con consentimiento, el derecho que le está siendo cedido.

Como rasgo relacionado con el sentido común, se indica cómo la sucesión inter
vivos, se presenta cuando las partes están vivas, con la característica de que
en la sucesión inter vivos no importan las relaciones familiares de las partes (es
decir, que no existe la necesidad o exigencia de que una persona sea familiar
de otra para poder recibir los derechos sobre la sucesión) lo cual sí pasa en el
caso de la sucesión mortis, donde es indispensable el vínculo familiar.

LA DONACIÓN ENTRE VIVOS

“Un contrato en que una de las partes se obliga a dar gratuitamente una cosa a
la otra parte, sin que ésta se obligue a ninguna contraprestación”

Según el Código, lo que se manifiesta mediante la donación entre vivos, es un


acto por medio del cual se está transfiriendo de manera gratuita, pero a su vez,
de manera irrevocable, una parte de los bienes del donante o la totalidad de los
mismos. De igual manera que en la sucesión entre vivos, aquí se evidencia la
presencia de un “contrato”.

Por lo tanto, se requiere que quien está recibiendo la donación


(independientemente de cuál ésta sea) acepte y esté de acuerdo con la
recepción de aquellos bienes que se le están donando y que está a punto de
recibir.

Por tanto, desde la perspectiva legal, la donación entra a tener las siguientes
características que le rigen, tales como lo son: es un contrato, a título gratuito,
principal, nominado, irrevocable.

En éste caso, quien dona, no puede reclamar posteriormente los bienes


donados, puesto que se entiende como una acción voluntaria, por medio de la
cual quien es el beneficiario de la donación, se hace dueño de dichos bienes,
los cuales (se asume) por voluntad propia del donante, están siendo entregados
y cedidos al beneficiario final.

En lo que concierne a la documentación necesaria para hacer efectiva una


donación, el Código Civil expresa que cuando se done un bien mueble podrá
hacerse verbalmente o por escrito, y que en la forma verbal se requiere la
entrega simultánea de la cosa donada. Pero habrán casos en donde en materia
de diversos bienes (automóviles por ejemplo) por materia legal y normativa, se
requerirá un procedimiento de donación mediante documentos, al donar un bien
16 que requiere identificación del propietario, ante el Estado y las entidades
interesadas y partícipes en dicho procedimiento.

En los casos de donación que requieran una notificación judicial ante el Estado,
ésta requerirá de una aceptación, la cual podrá hacerse en la misma escritura
de donación o en otra separada; pero no surtirá efecto si no se hiciese en vida
del donante,

Por otra parte, se deberá notificar la aceptación en forma auténtica al donante y


se anotará esta diligencia en ambas escrituras, de manera tal que se cumplan
los requisitos legales establecidos por el marco normativo colombiano para que
la donación pueda ser valedera ante el Estado.

Por su parte, en caso de que se trate de un bien inmueble, es necesario que se


realicen los procesos requeridos mediante escritura pública expresándose en
ella individualmente los bienes donados y el valor de las cargas que deba
satisfacer el donatario.

Del mismo modo, el donante, renuncia a los bienes de los cuales se está
hablando y se pasa entonces, mediante el proceso de la escritura pública, a
entregar y donar esos bienes al beneficiario, quien ante la ley y las autoridades
Pertinentes, será el nuevo dueño de dichas propiedades.

Debe quedar claro en éste contexto de la donación, que se está generando un


contrato, el cual debe ceñirse a las teorías del título y por tanto a todo el entorno
legal y normativo que a éste le enmarca. De éste modo, no valdrá ante la ley, la
donación que no contenga los elementos legales como contratos, firmas y
demás documentos legales que exige la ley.

Dentro del contexto requerido para la aceptación de la donación, se refieren allí


aspectos que tienen que ver directamente con: aceptación expresa o tácita, la
cual puede ser personal o por representante (mandatario), con poder general o
especial, debiendo notificarse al donante la aceptación del donatario.

En primera instancia, se habla de un contrato de carácter unilateral, en el cual el


donante se obliga para con el donatario que no contrae obligación alguna, este
es un punto relevante, puesto que en ningún caso de donación, se le puede
otorgar responsabilidad alguna al donatario, más que de recibir los bienes que
le están siendo donados, por su voluntad y libre decisión.

De otra parte, según el Código Civil Colombiano, se debe tener en cuenta que
la donación es de carácter gratuita, con lo cual se tiene por objeto la utilidad de
una de las partes, soportando la otra el gravamen.

También podría gustarte