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LA MARCA DEL EDITOR

UNIVERSIDAD DEL ROSARIO

ADMINISTRACION DE EMPRESAS

2018
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LA MARCA DEL EDITOR

Palabras clave: edición, publicar, editorial, libro, comercial, cultura, indicadores, tradición

Keywords: edition, publication, editorial, book, commercial, culture, indicators, tradition

Un buen libro puede o no vender una gran cantidad de copias, pero su valor es distinto y no se

puede reducir a su éxito comercial. Calasso (2014) reconoce la necesidad de vender y

comercializar libros, por supuesto; sin embargo, parece, tener la posición sensata y cada vez más

rara de que los editores sean más que comerciantes de botón, teniéndose como premisa, que estos

deben comenzar eligiendo buenos libros y luego tratar de venderlos, en lugar de elegir libros que

creen que venderán y luego declararlos como buenos.

El verdadero editor, dado que tales seres extraños aún existen, nunca razona en términos de

literario o comercial, sino, en todo caso, en los viejos términos de bueno y malo, afirma Calasso.

Este es un consejo estimulante y refrescante, el tipo de cosas que deberían ser necesarias para los

editores y ejecutivos de toda la industria, pero también podría descartarse como

irremediablemente ingenuo acerca de las realidades financieras.

Para tales críticos, sin embargo, Calasso responde de varias maneras convincentes. Primero se

basó en décadas de experiencia para dar muchos ejemplos de libros con poco potencial comercial

percibido que fueron aceptados para su publicación debido a sus méritos y se vendieron muy

bien. A veces esto no sucede, por supuesto, y los libros excelentes solo venden una pequeña

cantidad de copias, teniéndose que todavía existen razones estéticas y culturales para respaldar el
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apoyo de dichos libros por parte de los editores, pero también tiene sentido comercial estratégico,

puesto que para que un editor sea reconocido como un selector confiable de libros de alta

calidad, necesita seleccionar libros de alta calidad de manera confiable, ya que un libro muy

bueno que no se vende bien no debilita ni diluye la marca de un editor, mientras que un flujo

constante de libros mediocres, incluso si ocasionalmente generan altas ventas, puede

comprometer rápidamente la confianza en la marca como garantía de calidad.

Según Calasso (2014), en los primeros diez años del siglo veintiuno, la humanidad ha sido

testigo de una difuminación progresiva de las diferencias entre los editores, por ejemplo, los

gustos idiosincrásicos pero coherentes de determinadas editoriales son cada vez más difíciles de

detectar, ya que cada vez son más los más editores fetichizan los mismos indicadores

defectuosos que se cree que predicen el éxito: las ventas de libros anteriores por parte del autor,

el tamaño de la plataforma del autor, la modernidad percibida y la puntualidad del tema, aunque

dichos indicadores puedan contener sesgos de editorial, lo que en otras palabras, se pudiera

entender bajo un contexto de contenido de dudosa calidad.

Para entender las ideas mediáticas de Calasso sobre la publicación y sus implicaciones

conforme trascurre el tiempo, este varía cómodamente desde una introducción al impresor

renacentista veneciano Aldus Manutius, cuya edición de 1502 de Sófocles podría decirse que

condujo a la invención del libro en rústica, hasta una aguda deconstrucción de un vago artículo

de Kevin Kelly sobre el futuro de los libros para The New York Times Magazine. A través de

una combinación de historia y crítica, anécdota y argumento, Calasso desarrolla gradualmente su

propia visión de un gran editor como aquellos cuyos libros pueden todos ser vistos como enlaces

en una sola cadena, o segmentos en una progresión en serpentina de libros o fragmentos en un

solo libro formado por todos los libros publicados por ese editor.
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Bibliografía

Calasso, R. (2014). La marca del editor. Italia: Editorial Anagrama.

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