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El islamismo (en árabe: ‫ اإلسالمية‬al-ʾislāmiyyah; o también ‫ إسالم سياسي‬ʾIslām siyāsī; lit.

,
"islam político") es un conjunto heterogéneo de movimientos políticos cuya ideología y
programa político consiste esencialmente en la adaptación de la vida política a los
mandatos religiosos del islam.5 En cambio, según el Diccionario de la lengua española
«islamismo» es el «conjunto de dogmas y preceptos morales que constituyen la religión
de Mahoma»; mientras que «islamista» es lo «relativo al integrismo musulmán»,
concepto que califica de «movimiento».6 En todo caso, no debería confundirse lo
"islámico" o "musulmán" (términos que designan a todo lo relativo al islam) con lo
"islamista" (lo relativo al islamismo); ni cualquiera de estos términos con el
tradicionalismo o el conservadurismo dentro de lo islámico (un "musulmán
tradicionalista"7 o "musulmán conservador"8 es el que rechaza las interpretaciones
liberales o progresistas del islam9 o la modernidad10 -es posible ser musulmán
"tradicional" o "conservador" sin ser islamista, y viceversa,1112 puesto que el uso en ese
contexto de los términos "tradicional" y "conservador" se refiere en principio a las
costumbres y cultura islámica tradicionales, además de que el islamismo se presenta a sí
mismo como un factor de regeneración, y no de atraso-). Se ha señalado la
estigmatización que supone identificar como un todo el islam político con el terrorismo
islámico o yihadismo (así como identificar sin más el concepto religioso de la yihad con
la violencia política o religiosa -islam y violencia-,13 a lo árabe con lo islámico y a su
civilización como particularmente religiosa o más fanatizadora que otras).14 En un
sentido opuesto, se ha señalado que ignorar la profundidad de lo religioso en el mundo
islámico es una manifestación de corrección política.15

El islamismo tiene una seña de identidad clara que es la adopción de la sharía, del
conjunto de normas basadas en el Corán y en las sentencias del profeta, con el objeto de
mantener o forjar un orden social regido en su totalidad por el principio de "ordenar el
bien y prohibir el mal" cuyo contenido marcan los textos sagrados. Fue el programa
tradicional de los Hermanos Musulmanes de Egipto, (...) y lo es hoy de los principales
movimientos islamistas en el mundo. (...) Partido islámico o simplemente musulmán
sería una calificación más ajustada (...) [para los que proponen una] Constitución
democrática y (...) el pluralismo político.
Antonio Elorza.16
El islam es religión y es Estado.
Heinz Halm17
El verdadero musulmán afirma que Alá le protege; el islamista considera que es él quien
debe proteger a Alá.
Sanaa el Aji18

El espectro político de los movimientos y partidos políticos calificados de "islamistas"


es muy amplio; aunque es difícilmente comparable con ningún movimiento religioso o
político occidental, cuyas denominaciones se le aplican (democracia islámica,
socialismo árabe,19 islamofascismo -este último, de forma muy peyorativa-), abarca
desde los que mantienen principios demócratas y moderados, hasta postulados
extremistas y radicales.20 Dentro del islam político, además de las diferencias
ideológicas entre la moderación (islamismo moderado)21 y la radicalidad (islamismo
radical: integrismo islámico,22 fundamentalismo islámico, panislamismo, yihadismo),
pueden distinguirse las diferencias entre los movimientos políticos islamistas
desarrollados dentro de cada una de las escuelas y ramas del islam (simplificadamente,
las dos principales: el sunnismo y el chiismo): En la rama sunní, el salafismo o
wahabismo dio lugar a numerosos grupos, como los Hermanos Musulmanes, Tabligh o
el movimiento talibán. Algunas organizaciones violentas afines a esta rama son el
Estado Islámico (Daesh), Al Qaeda, Boko Haram, Hamás, Yihad Islámica, Jemaa
Islamiya o el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate. En la rama chií,
destacan los grupos "jomeinistas", liderados por el régimen iraní, como Hezbolá.

Índice
• 1 Historia del término
• 2 Nacimiento, extensión y consolidación del movimiento islamista
• 3 Orígenes del islamismo político
• 4 El islamismo entre los musulmanes de los países occidentales
• 5 Cronología
• 6 Movimientos islamistas
• 7 Islamismo y medios de comunicación
• 8 Islamismo y derechos humanos
• 9 Islamismo y sexualidad
• 10 Islamismo y condición femenina
• 11 Islamismo y juventud
• 12 Terminología
• 13 Véase también
• 14 Notas
• 15 Bibliografía
• 16 Enlaces externos

Historia del término


Islamism aparece por primera vez en inglés en 1712;23 y en francés islamisme aparece
también en el siglo XVIII, usándolo Voltaire en lugar de mahometisme para denominar
la "religión de los musulmanes".24 En español, "Islamismo" aparece en el DRAE de
1787: "fr. Islamisme, Lat. Mahometána superstítio, lo mismo que mahometismo".25

Ese fue el uso más habitual del término en autores del siglo XIX, como Alexis de
Tocqueville (1838) o Ernest Renan (1883), y únicamente a partir del siglo XX,
especialmente desde la época de la Primera Guerra Mundial,26 empieza a ser habitual
emplear la palabra árabe islam, a medida que los estudiosos occidentales (islamólogos,
arabistas y orientalistas) promocionan el término que los musulmanes utilizan para
designar su propia religión. El término "islamismo" ya no aparece en la Encyclopædia
of Islam (1913-1938), y en esos años deja de usarse virtualmente en la lengua inglesa.26

Reaparece en Francia a finales de los años 1970 para responder a la necesidad de definir
las nuevas corrientes, que dan una interpretación política e ideológica del islam, y
diferenciarlas del islam en tanto que religión.26 Para el islamólogo Bruno Étienne,27 la
acepción actual del término "islamismo" puede resumirse como "la utilización política
de temas musulmanes movilizados en reacción a la occidentalización, considerada como
agresiva hacia la identidad árabe-musulmana" y "percibida como una protesta
antimoderna" por los que no siguen esta ideología, siendo posible también utilizarlo en
conjunción con calificativos como "islamismo radical".24

En los años 1980 el término migra del francés al inglés, y hacia finales del siglo XX en
el ámbito académico había reemplazado a expresiones como "fundamentalismo
islámico", antes muy usadas.26 Al comienzo parecía verse como un término más
adecuado para los autores que simpatizaban con los nuevos movimientos islamistas, o al
menos que no querían utilizar términos de rasgos peyorativos (como
"fundamentalismo"); pero a medida que ganaba popularidad, pasó a asociarse con
grupos violentos como el movimiento talibán o el GIA, hasta el punto que en el uso
actual en Estados Unidos, islamism e islamic fundamentalism se consideran
sinónimos.26 El Council on American–Islamic Relations28 ("Consejo sobre las
relaciones islámico-estadounidenses" -CAIR-) se quejó de que el AP Stylebook29 ("libro
de estilo" de Associated Press), que inicialmente definía "islamista" como "el que apoya
el gobierno según las leyes del islam [y] que ve el Corán como modelo político" hubiera
dado paso a su identificación con "extremista islámico" o, peyorativamente, con "los
musulmanes que no nos gustan". En la actualidad lo define como "el que aboga o apoya
un movimiento político que favorece la reordenación de gobierno y sociedad de acuerdo
con las leyes prescritas por el islam. No debe usarse como sinónimo de combatiente,
militante, extremista o radical islámico, que pueden o no ser islamistas. Cuando sea
posible, especifíquese y úsese el nombre de la entidad: al-Qaida (o vinculación con al-
Qaida), Hezbollah, Taliban, etc. Los que ven el Corán como un modelo político
engloban un amplio rango de musulmanes, desde políticos de partidos mayoritarios
hasta los militantes conocidos como yihadistas".30

El uso del término no es bien acogido por los propios "islamistas", que prefieren
considerarse a sí mismos simplemente como "musulmanes", como defienden el ayatola
Mohammad Hussein Fadlallah, líder espiritual de Hezbolá, o Abbassi Madani,31 líder
del Frente Islámico de Salvación.26

Nacimiento, extensión y consolidación del movimiento


islamista
La condición original del movimiento islamista difiere según el punto de vista de cada
estudioso que lo analiza: para algunos, como Daniel Pipes, es una ideología moderna,
que debe más a los "ismos" e ideologías utópicas europeas que a la religión islámica
tradicional;32 para otros, como Bernard Lewis, conecta estrechamente con las
tradiciones políticas islámicas, que siempre habrían oscilado entre el "quietismo" y el
"activismo".

Los argumentos en favor de ambas [tradiciones -activista y quietista-] están basadas,


como los más tempranos argumentos islámicos, en el Libro Sagrado y en las acciones y
dichos del Profeta. La tradición quietista obviamente descansa en el Profeta como
soberano, como juez y como estadista. Pero antes de que el Profeta llegara a ser un jefe
de Estado, fue un rebelde. Antes de salir de la Meca a Medina, dond se convirtió en
soberano, era un oponente al orden establecido. Lideró una oposición contra la
oligarquía pagana de La Meca y, en cierto momento se exilió y formó lo que en el
lenguaje moderno podría llamarse un "gobierno en el exilio", con el que finalmente fue
capaz de volver triunfante a su lugar natal y establecer el Estado islámico en La Meca.
... El profeta como rebelde ha proporcionado una suerte de paradigma de revolución-
oposición y rechazo, retirada y partida, exilio y regreso. Una y otra vez los movimientos
opositores en la historia islámica han intentado repetir este patrón, unos pocos de ellos
con éxito.
Lewis33

El precursor más importante del islamismo contemporáneo es la organización Hermanos


Musulmanes, fundada en Egipto en 1928. Movimientos de tipo similar se extendieron
en los años treinta a Líbano y Siria, y más tarde a Jordania, Sudán, Irak e Irán. Fueron
experimentando un auge creciente desde los años ochenta del siglo XX, fruto, por una
parte, del fracaso del modelo denominado socialismo árabe o nacionalismo árabe,
encarnado por el partido Baaz (en Siria e Irak) o por el naserismo (en Egipto); y por otra
del triunfo de la revolución islámica en Irán. Actualmente el islamismo está
representado en todos los países con amplios sectores de población musulmana.

Determinante para el desarrollo del islamismo en cada país fue su diferente posición
histórica en el complejo contexto de la guerra fría (1945-1989), simultánea a los
procesos de descolonización y al inicio del conflicto árabe-israelí, así como la presencia
o ausencia de múltiples factores geopolíticos, como la posesión o no de petróleo, la
mayor o menor injerencia occidental (colonialismo, imperialismo, neocolonialismo,
neoimperialismo), etc.

Al contrario de lo que pudiera parecer en una visión simplificada, el islamismo político


no implanta filiales en cada país a partir de una casa matriz;34 aunque en un principio
hubiera una influencia ideológica y de identidad fuerte, más o menos rápidamente se
desarrollaban en cada organización distintas versiones del islamismo que se ajustaban a
la realidad de cada país, llegando a tener grandes diferencias o rivalidades, e incluso
llegando a la enemistad y militancia en bandos opuestos en conflictos armados; no
obstante, un punto en común de todos los movimientos islamistas es su objetivo último
de construir un Estado en el que la legitimidad sea religiosa, y su vocación de lucha
contra la injerencia occidental.

Frente a la identificación entre islamismo y fundamentalismo, algunos autores, como


Raymond W. Baker,35 Olivier Roy36 o Gilles Kepel37 denominan "post-islamismo" o
"nuevo islamismo" a la reconstrucción o reinvención del islam político o del islamismo,
en el sentido de un movimiento social que renuncia al extremismo en favor de una
reforma cultural de largo alcance, que busca la esencia democrática del Islam y cierta
separación entre religión y sociedad civil.38 Otros, insistiendo en tal identificación,
niegan la posibilidad de un "islamismo moderado".39

El islamista moderado no existe; seria como hablar de nazis moderados.


Robert Redeker40

Por otro lado, se ha señalado la creciente interdependencia entre el islamismo, cuya


cultura política puede no ser democrática, y las elecciones, que los islamistas necesitan
para mantener su legitimidad, y que no pueden considerarse democráticas si excluyen a
los principales grupos islamistas.
Desde ... finales de 2010, el islam político y la democracia se han hecho crecientemente
interdependientes. El debate sobre si son compatibles es ahora virtualmente obsoleto.
No pueden sobrevivir uno sin el otro.

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