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Historia
del
Municipio Moa
TOMO III
Moa
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INDICE
1 Introducción 2
6 Bibliografía 163
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INTRODUCCIÓN
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EL MUNICIPIO MOA
Limita al este con el municipio Baracoa, separado por los ríos Jiguaní y Jaguaní; por el sur
limita con el municipio guantanamero de Yateras, en las cabezadas del río Toa. Por el oeste
limita con los municipios “Frank País” y Sagua de Tánamo, de la provincia holguinera, y por el
norte con el estrecho de las Bahamas en el Océano Atlántico, en una franja costera de unos 40
kilómetros desde playa La Vaca al oeste hasta la desembocadura del río Jiguaní al este.
Los accidentes costeros más importantes del municipio Moa son: una gran barra coralina a
una milla de la costa que se extiende desde el este hacia el oeste, terminando en Punta Gorda,
con lo cual el 50 por ciento de las costas están protegidas del fuerte oleaje. En sus costas se
hallan los cayos Moa (Chico y Grande), situados frente a la ciudad de Moa, y Cayo del Medio
en la bahía de Yamanigüey.
Las bahías más importantes del municipio son las de Cayo Grande de Moa, Yaguasey, donde
se encuentran los muelles del puerto de Moa y las bahías de Cañete y Yamanigüey. También se
destacan algunos salientes como Punta Cabagán, Punta Fábrica, Punta Gorda y Punta Guarico.
El relieve del territorio de este municipio se caracteriza por una franja costera llana con
alturas hasta de 200 metros, bastante estrecha y las altas montañas del sistema Sagua – Baracoa,
que se extienden hacia el sur con alturas superiores a los mil metros, la mayor de las cuales es el
Pico Toldo en las Cuchillas de Moa, con mil ciento setenta metros sobre el nivel del mar.
La franja costera tiene una profundidad de unos mil metros, llana y en ocasiones con ligeras
alturas. Esa zona es seguida por un sistema premontañoso que se prolonga hasta unos seis a diez
kilómetros al sur de la costa con alturas medias entre 200 y 500 metros. Sus principales
elevaciones son el Cerro de Miraflores al oeste, las minas de la Pedro Sotto Alba y las alturas de
Cayo Guan.
La tercera característica del territorio del municipio Moa es la parte montañosa, con alturas
entre 500 y más de 1000 metros, que incluyen las Cuchillas de Moa, Calentura, Farallones y las
de Gran Tierra.
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La zona montañosa del territorio alcanza 363 kilómetros cuadrados, el 50 por ciento del total,
la que se halla dentro del Plan Turquino y una gran parte de ella se halla dentro del Parque
Nacional Alejandro de Humboldt, Patrimonio de la Humanidad.
El clima de Moa está fuertemente influenciado por su orografía, en la que las barreras
montañosas sirven de pantalla a los vientos alisios del nordeste, lo que facilita que se produzcan
copiosas lluvias en la vertiente norte y crean el microclima especial que existe en la región.
El régimen de lluvias en Moa es uno de los más altos del país. En las montañas de las
Cuchillas de Moa se registran más de dos mil milímetros de lluvia anuales, hasta dos mil en las
alturas entre 600 y mil metros y hasta mil milímetros en la zona costera.
El suelo de Moa se caracteriza por extensos territorios con los tipos de la serie Nipe sobre
rocas serpentinitas, material rojizo con alto contenido de hierro en niveles superiores al 50 por
ciento, además de otros metales como magnesio, cromo, cobre, níquel y cobalto, materiales que
también abundan en las rocas serpentinitas. Tanto el suelo como las rocas son explotados para la
extracción selectiva del níquel y el cobalto, en minas a cielo abierto, en tanto en la zona costera,
en minas subterráneas se extrae el cromo refractario.
Por su bajo contenido de material orgánico, los suelos rojos lateríticos son muy ineficientes
para la explotación agrícola. Los pinos Cubensis y Mayarí, la casuarina y algunas plantas
menores y arbustos que crecen en condiciones de aridez y semiaridez y algunos pastos, forman
la flora de una gran parte del municipio en cuyo territorio, especialmente en zonas costeras y
charrascales, crecen más de 500 plantas endémicas de la región, entre las que se destaca la
Dracaena Cubensis, que no existe en otra parte de Cuba.
Existen también en Moa extensiones de terrenos con suelos del tipo Estrella y Holguín,
amarillento el primero y rojo claro el segundo, en los que crecen diferentes tipos de árboles cuya
sombra beneficia el cafeto que se cultiva en la región y están localizados en las zonas
montañosas de Calentura, Farallones y Gran Tierra.
En el territorio de Moa el 85 por ciento de las tierras, unas 60 mil hectáreas, son ocupadas
por bosques, 40 mil naturales, donde crecen pinos y charrascales y 20 mil hectáreas que han
sido reforestadas y sembradas con coníferas y latófilas, entre estas últimas Caoba, Cedro,
Majagua, Ocuje, Eucalipto y otras.
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La fauna moense se distingue por la existencia en los bosques de varias especies endémicas
de Cuba, que ya se han extinguido en muchas partes del país, entre ellas el almiquí y varios tipos
de jutías.
La avifauna moense sigue siendo muy rica en sus bosques, el último Carpintero Real en
Cuba fue avistado en el año 1968 en esta región y en la década de 1980 fue localizado otro, pero
se estima que ya está completamente extinguido.
Otras especies de la avifauna que viven en la zona y que no abundan en el país son el Gavilán
Caguarero, el Catey, la Cotorra, la Cartacuba, el Zunzuncito y algunas especies de
Carpinteros.
En esta región también han sido halladas varias especies de arañas que son endémicas de la
zona, así como es hábitat de varios tipos de mariposas ya extinguidas en el resto del país.
Las principales corrientes fluviales del municipio Moa son el río del mismo nombre, con
unos 30 kilómetros de extensión, sus afluentes Calentura, Cabañas y los Lirios, además los ríos
Yagrumaje, Punta Gorda, Cayo Guan, Quesigua, Cañete y Jiguaní.
El río Toa nace en territorio de Moa y tiene como afluentes a los ríos Jaguaní y Jaragua, que
corren por zonas montañosas de la región.
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¿QUÉ SIGNIFICA EL VOCABLO MOA?
Moa es el vocablo que identifica al municipio más oriental de la provincia Holguín, Cuba,
que fuera fundado en el año 1963 y también a la ciudad cabecera, al principal río de este
municipio y a su más importante sistema montañoso, así como a dos cayos o islotes situados en
la costa frente a su más importante población al norte del oriente cubano.
Para algunos estudiosos parece existir una relación directa entre el vocablo Moa y la voz
utilizada por los arahuacos para designar agua, y que los habitantes de la zona, a la llegada de
los españoles, nombraban así al territorio que hoy ocupa este municipio.
• Ave prehistórica que medía tres metros de altura, tenía el cuello corto y deprimido y
las alas atrofiadas. Su nombre científico es Dinornis Giganteus Owen.
• Para los germanos, significa una moneda indicativa de valor, surge como contracción
germánica de moneda.
En la toponimia de Moa hay varios vocablos de la lengua aborigen de Cuba. Se estima que
los mismos eran conocidos en la época colonial. Existen los poblados de Yamanigüey, Cupey y
Yaguaneque; ríos como Jaragua, Jiguaní, Jaguaní, Quesigua y Yagrumaje y otros sitios con
nombres de la lengua arahuaca.
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INDICE ETAPA COLONIAL, 1492 - 1898.
14. Referencias.
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PRIMER VIAJE DE CRISTOBAL COLON A LA ISLA DE CUBA
La primera fuente para el estudio de la historia del territorio que hoy ocupa el municipio
Moa, en la provincia Holguín, es el Diario de Navegación de Cristóbal Colón en su primer viaje
a este continente americano, en la versión que de él hizo Fray Bartolomé de las Casas.
El libro de bitácora de ese primer viaje y las cartas que el Almirante dirigió a los reyes de
España, nos facilitan conocer cuánto Colón supo por sí mismo o por los informes de sus
hombres sobre los aborígenes cubanos, sus costumbres, el paisaje y otros importantes detalles
sobre la Cuba precolombina desde las cercanías de la bahía de Puerto Padre hasta la Punta de
Maisi, costas que fueron bojeadas por las tres naves, la Pinta, la Niña y la Santa Maria.
Con esas tres naves y una tripulación de 87 hombres, Cristóbal Colón partió del puerto de
Palos de Moguer, en Sevilla, España, el 3 de agosto de 1492 rumbo al oeste, en busca de nuevas
tierras. De allí llegaron a las Islas Canarias y estuvieron casi un mes reparando una de las
embarcaciones. De allí salieron el 6 de septiembre de 1492.
Después de varias semanas de viaje sin ver tierra, los marinos comenzaron a inquietarse, pero
el 12 de octubre la expedición arribó a una pequeña isla a la que sus habitantes llamaban
Guanahaní y a la que Colón nombró San Salvador. Las naves continuaron viaje y fueron
descubiertas nuevas islas, que fueron bautizadas con los nombres de Santa Maria de la
Concepción, Fernandina, Isabela, Cayo Formoso e Isla de Arenas, de ésta última se dirigieron
hacia la isla de Cuba.
El 27 de octubre de 1492 avistaron las costas de Cuba y al otro día desembarcaron en un sitio
de la tierra descubierta a la que le pusieron por nombre Juana, en honor del primer hijo de los
reyes de España. El nombre de Juana fue sustituido por real cédula en febrero de 1515 por el de
Fernandina; sin embargo, desde los primeros tiempos de la conquista prevaleció el nombre que
los aborígenes daban a esta tierra: Cuba.
Cristóbal Colón llamó San Salvador al puerto de la isla de Cuba donde arribó. Durante
cientos de años el sitio adonde llegó Colón en su primer viaje fue objeto de muchas
controversias. Baracoa, Gibara, Samá, Nuevitas y otros lugares se atribuyeron como sitio de
llegada de los españoles.
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Estudios realizados por geógrafos e investigadores permitieron llegar a la conclusión de que
San Salvador era realmente el puerto de Bariay, en la actual provincia Holguín. Desde el año
1941 fue reconocido Bariay como el puerto de arribo de Cristóbal Colón. (1)
Las tres naves del almirante bojearon en este viaje parte de la costa norte del oriente de la
Isla, primero hacia el Oeste de Bariay, hallaron un puerto al que nombró puerto de Río de Luna (
Jururú). Luego llegó a otro mayor al que designó con el nombre de Río de Mares (Gibara).
Continuó unos 60 kilómetros hacia el oeste, llegando hasta cerca de la bahía de Puerto Padre,
desde donde regresó rumbo al este. Colón tenía la seguridad de haber llegado a las Indias, las
tierras visitadas antes por Marco Polo. En cada punto preguntaba a los aborígenes, que
abundaban en la zona, por el rey de Catay o por el Gran Khan.
Desde Río de Mares el almirante envió a dos emisarios como embajadores suyos para que
fueran a visitar al Rey de aquellas tierras. Tres días después regresaron a informaron que a unas
10 leguas de la costa habían hallado una población de 50 habitantes. En el viaje pudieron
observar que los aborígenes permanecían desnudos. Contemplaron algo muy curioso; “mucha
gente iba con un tizón en la mano hecho de yerbas para tonar saumerios”, es la primera vez que
los europeos ven usar el tabaco. Además dijeron que encontraron algodón, siembra de frijoles y
ñames (boniatos): sin embargo no hallaron oro o piedras preciosas. (2)
Al mando de sus naves Colón visitó otros puertos, al que hoy llaman Samá lo nombró Río de
Sol, al cruzar frente al Cabo Lucrecia lo bautizó como Cabo de Cuba.
Las naves continuaron rumbo este y el 14 de noviembre, cuando navegaban a varias millas de
la costa, los vientos del nordeste no dejaban avanzar a las embarcaciones, por lo que el almirante
decidió ir a tierra y así arribaron al puerto que hoy conocemos como bahía de Tánamo, en el
municipio “Frank País”.
Colón consideró aquel un buen puerto, con una profundidad adecuada, y escribió en su libro
de bitácora que nunca había visto tantas islas juntas en un puerto. La bahía de Tánamo está
formada por una gran cantidad de cayos e islotes. El almirante puso por nombre a esta bahía el
de Mar de Nuestra Señora, en tanto al puerto de Barredera lo bautizó como puerto del Príncipe.
Colón con varios hombres fue a tierra y visitó los cayos del interior. Escribe en su diario que
había mucha gente en tierra, pero que al verlos salieron huyendo. Escribe sobre la existencia de
árboles de almáciga y señala lugares donde los vecinos cosechaban un arbusto de cuyas raíces
hacían el pan (la yuca y el casabe).
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Estando en esta bahía Colón dispuso que dos de sus marineros recogieran unos maderos e
hicieran una cruz para colocarla en el lugar, como había hecho en otros sitios.
En las naves iban con los españoles seis aborígenes que habían sido embarcados en Río de
Mares para llevarlos a España; los indios se lanzaron al mar y extrajeron unos caracoles que
contenían unos moluscos, se trataba de los llamados cobos, que servían de alimento y a los
primitivos habitantes.
En esta bahía los marinos españoles capturaron un extraño pez que podría ser un manatí, al
que mataron y salaron para llevarlo a España para que lo vieran los reyes. También observaron a
las jutías que capturaban los aborígenes y les servían de alimento.
En este Mar de Nuestra Señora dos de los seis aborígenes que llevaban los españoles
escaparon a tierra y no fueron capturados.
Colón había recibido información de que rumbo norte se encontraba una isla a la que los
aborígenes llamaban Babeque y que él pensó podía ser una isla del archipiélago del Japón, pero
en realidad no era otra que Gran Inagua.
Sin llegar a esas islas, el 23 de noviembre el almirante decide regresar a Cuba, lo que hace en
dos de las naves, pues la tercera, incumpliendo sus órdenes, continuó rumbo norte.
Así llego al norte de la Bahía de Nuestra Señora, que había abandonado días antes.
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CRISTOBAL COLÓN EN LA BAHÍA DE MOA.
Según su libro de bitácora, en los apuntes que hace el 24 de noviembre, nos da cuenta que la
bahía tenía una profundidad entre 6 y 20 brazas en un fondo muy limpio. Navegó hasta situarse
entre lo que el llamó la Isla Llana (Cayo grande de Moa) y la costa, significando que ese cayo,
junto al otro que llama la Isla Chica (Cayo Burro o Cayo Chico de Moa), situado al oeste,
formaban “una laguna de mar donde cabrían todas las naves de su majestad “. (3)
En su diario, y de acuerdo con la versión de Fray Bartolomé de las Casas, Colón escribe que
esas dos islas, dentro de la bahía, están al pie de unas, altas montañas, que seguramente eran las
Cuchillas de Moa situadas al sudeste. También describe que mar afuera se observa una alta
restinga (barrera coralina).
Señala ese día que dentro de la bahía, al este, vieron un río grande (Río Moa) muy hondo y
que era el que más agua tenía entre los que había visto; asegura que en su desembocadura existía
un banco de arena y que dentro tenia ocho brazas de profundidad.
Ese día las naves y sus tripulaciones pernoctan en la bahía de Moa. Al otro día, 25 de
noviembre, domingo, Colón escribe que antes de salir el sol tomó una barca (bote) y se fue a ver
un cabo al sudeste de la isla Llana, posiblemente se trate de Punta Fábrica o Punta Río Moa. Allí
pudo ver el río que descendía de una montaña con aguas muy limpias.
Colón y los marinos que lo acompañaban llegaron a la desembocadura del río Moa, allí
observó unas piedras relucientes con manchas color de oro, recordando que en el Río Tejo,
España, se hallaron piedras que contenían oro, y estas pudieran ser iguales. El almirante ordenó
a sus marineros que recogieran un grupo de aquellas piedras para llevarlas a España. Esta es la
primera referencia que se tiene de la existencia de minerales en la región de Moa, aunque
pasarían más de tres siglos para que fueran explotados los yacimientos de la zona.
“Estando allí dan voces los mozos grumetes diciendo que veían pinales, y vídolos como
husos gordos y delgados, donde conoció que se podían hacer navíos e infinitas tablazón y
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másteles para las mayores naves de España. Vido robles y modroños...”, escribe en su versión
del diario de navegación el Padre Las Casas.
Ese mismo 25 de noviembre Colón escribe que vieron por la playa muchas más piedras de
color de hierro, y otras que decían algunos que eran minas de plata, refiriéndose a los minerales
de la región.
Al penetrar por la boca del río Moa los navegantes toman unos maderos para reparar la
mesana de La Carabela y La Niña. Ya dentro del río, Colón expone que en una cala existente
cabrían cien naves de Su Majestad. Describe la belleza singular del paisaje, los bosques, los ríos,
los altos árboles para decir finalmente que todo el que viera aquellas bellezas sentiría gran
admiración.
Ese 25 de noviembre de 1492, Santa Catalina en el santoral católico, Colón bautiza a la bahía
de Moa con ese nombre.
El lunes 26 de noviembre, al salir el sol las naves levan anclas navegando hacia el sudeste,
rumbo a un saliente que llamó Cabo del Pico y que se estima sea la Punta de Guarico. Este
recorrido lo hace lentamente, ya que había calmado el viento y las naves avanzaban con sus
velámenes.
Desde Cabo del Pico los navegantes divisaban otros salientes, entre ellos uno que bautiza
Colón como Cabo Campana y que se estima sea Punta Plata.
En el recorrido hacia el este en su libro de bitácora Colón marca nueve puertos, ya que esa
zona costera es sumamente quebrada.
También escribe Colón sobre la existencia de cinco grandes ríos. Señala que en esta zona hay
montañas altísimas muy hermosas y no secas y de peñas, sino todas con valles hermosísimos, es
seguro que se refiere a Las Cuchillas de Moa y Las Cuchillas de Toa y otras alturas del sistema
Sagua Baracoa.
La descripción que hace Colón en su libro de bitácora ese 26 de noviembre coincidió con el
paisaje de la región: describe que al sudeste del Cabo del Pico (Punta Guarico), están dos islotes
que tendrán cada uno dos leguas de circunferencia y también tres maravillosos puertos y dos
grandes ríos. Se trata de los Cayos del Medio y Chico, que están dentro de la bahía de
Yamanigüey; las bahía de Cañete y Yamanigüey y los ríos de los mismos nombres.
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Colón define en su diario que en toda esta costa no habían visto poblado alguno, que podría
haberlo para el interior, que sus marinos observaron en algunos sitios de la costa señales de
gente y huesos.
Esos son los relatos hechos por Bartolomé de las Casas, tomados del diario de navegación de
Cristóbal Colón en su primer viaje a nuestro continente durante los días 24, 25 y 26 de
noviembre de 1492, cuando estuvo en la bahía de Moa que bautizó como Puerto de Santa
Catalina.
En esta reseña podemos observar cómo el almirante Cristóbal Colón describe con precisión y
exactitud la topografía de la región, sus ríos, bosques y accidentes costeros, lo que nos muestra
que se trata de este territorio.
Sin embargo es un hecho cierto que en todo lo que es hoy el territorio de Moa, en su bojeo,
Colón y sus marinos no vieron ninguna población aborigen ni humanos, aunque sí observaron
rastros de ellos, pero no hay certeza de que la región de Moa estuviera habitada como en los
sitios visitados por los españoles antes.
Como dato interesante de la estadía de Cristóbal Colón y sus marinos en esta región,
conocemos que es la primera ocasión en que se menciona la existencia de minerales en el
territorio, los que comenzaron a ser explotados en el siglo XX.
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CRISTOBAL COLÓN EN BARACOA
Cristóbal Colón, al mando de sus naves, continuó rumbo este y el 27 de noviembre llego a
una bahía donde desembocaba un río y junto al cual había un poblado aborigen. Era el puerto de
Baracoa y el río Macaguanigua. A su llegada a este puerto los expedicionarios descubren un
hermoso paisaje y Colón destaca en su libro de bitácora la existencia de una curiosa montaña
que llamó la atención a todos, era el Yunque de Baracoa.
El almirante anota que cuando un grupo de sus marineros llega en un bote a tierra, los
primitivos habitantes que los esperaban en la playa hicieron ademanes de no dejarlos
desembarcar, pues llevaban en sus manos unas azagayas, sin embargo los blancos no les temían
y al tomar tierra los aborígenes optan por huir abandonando las casas del poblado. Esa es la
primera vez que los españoles fueron recibidos de forma agresiva por los habitantes de la isla.
Los españoles permanecieron varios días en la zona de Baracoa, a la que Cristóbal Colón
puso por nombre Porto Santo, la demora fue causada por el mal tiempo.
El 3 de diciembre Colón, con un grupo de marinos, penetraron tierra adentro en un bote por
el río Miel, llegando a un poblado indio; en esta ocasión los aborígenes volvieron a amenazar
con sus dardos y macanas a los españoles, pero al empuñar ellos sus espadas, los atacantes
escaparon a todo correr.
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OTROS VIAJES DE CRISTOBAL COLÓN AL NUEVO CONTINENTE.
Cristóbal Colón realizó otros viajes al continente americano, pero en ninguno de ellos volvió
a recorrer la costa norte de la isla de Cuba.
En el segundo viaje vino al mando de una flota de 17 buques y 1 500 hombres. Esta vez
recorrió la costa sur de Cuba desde Maisí hasta cerca del Cabo San Antonio e hizo jurar a la
tripulación de sus naves que Cuba era un continente. En ese viaje visita la Isla de la Juventud y
la Isla de Jamaica.
En los tercero y cuarto viajes Cristóbal Colón no estuvo en Cuba, sino que recorrió parte de
la América Central y del Sur, además de Puerto Rico y las Antillas Menores.
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MOA ANTES DE LA LLEGADA DE COLÓN.
La frontera del límite de la prehistoria con la historia es el momento en que los hombres
empezaron a medir el tiempo y a partir de entonces registraron ordenadamente lo que interesaba
perpetuar, por lo tanto llegamos a la conclusión de que los límites entre la prehistoria y la
historia no son los mismos para todos los pueblos.
En Cuba se puede considerar que la historia comienza con la llegada de los europeos en
1492, porque a partir de esta fecha se comienzan a registrar los hechos. En Cuba hasta ese
momento la vida humana no tiene cronología, por lo tanto pertenece a la prehistoria.
Las primeras noticias que tenemos sobre los indocubanos en las regiones aledañas a lo que es
hoy el territorio de Moa, fueron apuntadas por el Almirante Cristóbal Colón en el diario de
navegación de su primer viaje a este continente.
Pero también Colón, como sagaz observador, llevó a este diario muchas cosas vistas por él y
sus marineros, por ejemplo el 5 de noviembre de 1492 escribe la primera noticia que se tiene
sobre el uso de plantas medicinales por parte de los aborígenes cuando apunta: “Diz que dijo un
indio por señas, que el almáciga era buena para cuando dolía el estómago”.
Es precisamente por Cristóbal Colón que se conoce que desde la prehistoria en el territorio de
Moa se hallaban ricos yacimientos de minerales, que en el río Moa había una cascada, que toda
esta región estaba formada por espesos bosques donde abundaban las maderas preciosas y los
pinares.
Pero no es sólo Cristóbal Colón quien nos permite conocer cómo era esta región y toda la isla
antes de la llegada de los españoles: el escritor más importante de la época posterior a la visita
de los españoles fue Bartolomé de las Casas, quien tomó parte en la ocupación de Cuba y fue
llamado el protector de los indios.
Un cronista de la época fue Pedro Mártir de Anglería, quien recopiló muchas referencias de
los viajes a estas tierras. Sus Décadas de Orbe Novi contienen muchos informes sobre las
costumbres indígenas.
También Gonzalo Fernández de Oviedo estuvo dos veces en la región oriental de la isla de
Cuba y nos brinda valiosas informaciones sobre la época precolombina.
Junto a los valiosos documentos que nos legaron esos historiadores para conocer a Cuba
antes de 1492, la arqueología nos ofrece un magnífico testimonio. La arqueología es la ciencia
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que estudia todo lo que se refiere a las artes y los monumentos de la antigüedad. La arqueología
aplicada a los indocubanos, ha permitido conocer de la existencia de grandes comunidades
aborígenes en territorios aledaños a Moa, como son Aguas Gordas, El Porvenir y el Chorro de
Maíta en Banes, El Yayal en Holguín, Seboruco en Mayarí, la bahía de Tánamo en “Frank
País”, en el extremo norte y sur oriental. La provincia india de Barajagua, Jauco y Maisi en
Baracoa y otros sitios. La arqueología ha sido elemento fundamental para conocer cómo eran las
costumbres de los indocubanos antes de la llegada de los españoles.
La provincia india de Baracoa iba por el norte desde Nibujón hasta el río Yumurí. También
estaba la provincia de Maisi en el extremo norte y sur oriental. La provincia india de Barajagua
comprendía el territorio que hoy ocupan Mayarí y Cueto, Baní era lo que es hoy Banes y
Antilla, y por la costa norte se extendía la provincia india de Maniabón (6). Este y otros
territorios de Cuba eran habitados por un pueblo que se dio en llamar subtaino, que, al igual que
el taíno, era inmigrante. Descendientes de los arahuacas o arahuacos que vivían al sur del
continente en las márgenes y desembocadura del río Orinoco.Se ha probado que grupos de
arahuacos salieron de las costas de América del Sur hacia la isla de Trinidad, a través de las
Antillas Menores ocuparon Puerto Rico, Santo Domingo y gran parte de la Isla de Cuba, además
de las islas Lucayas.
Una vez establecidos en Cuba esos hombres perdieron contacto con sus hermanos en el
continente, aunque lo mantuvieron con las islas cercanas. Los arahuacos en Cuba adoptaron
ciertas prácticas de los habitantes que encontraron en la isla, que eran los Guanahatabeyes, que
se cree estaban a punto de desaparecer cuando llegaron los españoles.
Se cree que la cultura arahuaca con los subtainos arribó a la isla varios siglos antes de la
llegada de los españoles. Hay historiadores que la estiman entre 500 y mil años, otros como
Bartolomé de las Casas, opinan que habían llegado mucho después. Lo que sí es un hecho cierto
es que en épocas de la conquista los subtainos no habían ocupado toda la isla y se estima que en
la zona de Maisi, en el extremo oriental de la isla, existía una colonia de tainos, cultura más
avanzada.
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VIDA Y COSTUMBRES DE LOS ABORÍGENES
Los estudios arqueológicos realizados en los sitios donde se hallaban los asentamientos
aborígenes en lugares aledaños al territorio de Moa nos ofrecen los elementos para conocer los
trabajos que ellos realizaban con piedras y alfarería, su alimentación, costumbres, población,
organización social, religión y mitos, a lo que ha ayudado también lo que nos legaron los
cronistas españoles de la conquista.
Por la arqueología conocemos que estos primitivos habitantes habían logrado alguna
perfección en la talla de piedras, especialmente en las hachas, a las cuales daban forma petaloide
y se convertían en un objeto de ceremonias; una de estas hachas es el símbolo de la provincia de
Holguín.
También tallaban en piedras ídolos, cuentas, morteros y además eran los únicos habitantes de
Cuba que amasaban y cocían el barro para hacer vasijas, aunque no con la maestría que los
aztecas.
Los lugares de asentamiento de los habitantes de la región estaban en terrenos altos y fértiles.
Enterraban a sus muertos en terraplenes, en sus entierros se han hallado numerosos tiestos de
barro. La forma en que enterraban a sus muertos es posible observarla en el sitio arqueológico
llamado Cementerio de Chorro de Maíta, en Banes.
Los aborígenes vivían completamente desnudos, sólo las mujeres casadas se cubrían con una
pieza llamada enagua.
Su juego preferido era el Batos, una especie de balompié con una pelota hecha de resina
vegetal.
La fiesta de los habitantes de esta región a la llegada de los españoles consistía en los
llamados areítos. Reunidos en una plaza de la aldea a la que llamaban batey, bailaban y cantaban
durante varias horas: en sus crónicas el Padre Las Casas alaba la maestría del baile de los
indocubanos.
Las viviendas de los subtainos eran amplias y aseadas, tenían distintas formas, las llamaban
bohío, caney y barbacoa y eran construidas con troncos, yaguas y guano de palmas y bejucos.
Dormían en hamacas, tenían cazuelas de barro para cocer y para preparar el casabe que era su
pan; usaban los llamados burenes. Tejían jabas con yarey. Para sembrar utilizaban un palo
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aguzado en la punta llamado coa. Para cazar tenían un palo llamado macana, fabricaban sogas y
cabuyas con bejucos.
Los habitantes de esta región, cuando se produce la conquista española, tenían una sociedad
organizada en clases que se determinaban por las ocupaciones. Cada grupo social, aldea o
comunidad tenía un cacique que era el jefe o rey, pero no poseía autoridad para ejercer todas las
funciones. Estaba el behíque que era el sacerdote y tenía la autoridad moral.
Esta población tenía una organización colectivista pues distribuía de forma equitativa el
producto del trabajo. No se conocieron guerras entre los aborígenes de esta región.
Los antiguos pobladores de esta zona tenían una compleja religión. Según algunos
investigadores la religión se caracterizaba por el behiquismo, el ceminismo, el culto a los
antepasados, animismo y los residuos totémicos.
Al tratar los elementos de la religión de los habitantes de esta parte de la isla antes de la
llegada de los españoles, se debe mencionar los aspectos del mito. El mito es una narración
fabulosa que explica el origen de ciertos fenómenos de la naturaleza. Se puede considerar como
invenciones de los pueblos primitivos.
El sol y la luna están presentes en los mitos de los taínos y los subtaínos, pero también están
representados el sexo femenino y el diluvio.
En una cueva del lugar conocido por La Patana, en Baracoa, se han hallado representaciones
del arte pictográfico de los aborígenes relacionadas con sus creencias; también se han
encontrado señales semejantes en regiones de Banes.
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MOA DE 1492 A 1700.
Comenzaron a extraer el oro de aquella isla y desde allí fueron a conquistar otras tierras
como Jamaica, Puerto Rico y la tierra firme continental, establecieron en La Española al
Gobernador designado por el Rey de España para que lo representara en el Nuevo Continente.
Así, durante unos años, Cuba permanecía lejos de los intereses de los conquistadores, pero en
1504 el Rey ordena al gobernador Nicolás de Ovando que explorase a Cuba que se creía era
parte del continente.
Por órdenes de Ovando el marino Sebastián de Ocampo con dos Carabelas bojea la isla de
Cuba partiendo de La Española, recorre las costas cubanas de Maisí al cabo de San Antonio por
el norte y de aquí por el sur nuevamente a Maisí.
El primer bojeo a Cuba demostró que esta tierra era una isla y no un continente como se
creía. Ocampo comprobó además que la población de la isla era de una gran mansedumbre, con
esto quedaba abierta la conquista de Cuba.
En 1510 asume el cargo de gobernador de las nuevas tierras Diego Colón, hijo del almirante,
el que designa a Diego Velázquez, antiguo soldado de tercios españoles, para que emprenda la
conquista de Cuba y fundan pueblos para dar sentido de pertenencia a la dominación, y como
objetivo fundamental indagar sobre el oro existente en la isla.
En una fecha no precisada del verano de 1510 salió de La Española la expedición dirigida por
Velázquez con 300 hombres, algunos de los cuales formarían parte de la historia, como Hernán
Cortés.
Los conquistadores llegaron a la costa sur en un lugar al que pusieron por nombre Puerto de
Palmas, que pudo ser la bahía de Guantánamo u otro lugar entre ésta e Imías, sin que se conozca
realmente el punto exacto.
A la llegada de los conquistadores a Cuba, los aborígenes del extremo oriental de la isla,
Maisí, Jaúco, Baracoa, conocían del trato dado por los españoles a sus hermanos en La
Española. Un cacique de la región de Guahabá, llamado Hatuey, que había huido de su tierra por
22
los maltratos, llegó a Cuba y reunió a numerosos aborígenes de esta zona para enfrentarse a los
conquistadores.
Desde su llegada a Cuba Diego Velázquez y sus hombres tuvieron que combatir al cacique
Hatuey y su gente. La lucha duró varios meses y se desarrolló en zonas montañosas y de muchos
ríos. En principio los rebeldes fueron favorecidos por el conocimiento del terreno, pero se
impuso la organización militar y la capacidad combativa de los españoles con armas de fuego,
mallas para el cuerpo y cascos de cabeza, espadas, puñales y lanzas: en tanto que Hatuey y sus
hombres sólo tenían dardos de poco alcance, macanas y piedras.
Los españoles se apoyaron en feroces perros y caballos que trajeron consigo, y ante esa
situación Hatuey huyó del extremo oriental, pero no es de dudar que en esta lucha los indios
rebeldes hayan recorrido el territorio que hoy ocupa Moa por la cercanía a la zona.
Hatuey fue perseguido y apresado en una zona cercana al río Yara, entre Bayamo y
Manzanillo, donde fue juzgado como rebelde y hereje y se condenó a ser quemado vivo, lo que
se había hecho costumbre en La Española.
Una vez ejecutado Hatuey, el resto de sus hombres fue combatido sin tregua y muertos o
hechos prisioneros, por lo que la isla quedó apaciguada. Los españoles en la persecución de los
rebeldes exploraron gran parte de la región oriental, y Diego Velázquez decidió fundar la
primera población de la Isla en la región india llamada Baracoa. El lugar fue seleccionado junto
al puerto de la costa norte que Colón había llamado Porto Santo, en la desembocadura del río
Macaguanigua.
La población fundada en agosto de 1511 fue bautizada como Nuestra Señora de la Asunción
y desde el principio adquirió la condición de villa.
Esta villa fue a partir de su fundación capital de la isla y ciudad donde vivía el conquistador
Diego Velázquez. En Baracoa se formó el cabildo que tenía a su cargo los aspectos
administrativos, el que se constituyó con españoles que residirían en el lugar. El territorio que
hoy ocupa el municipio Moa formaba parte de la jurisdicción de ese gobierno.
Una vez establecido Velázquez en Nuestra Señora de la Asunción envía dos de sus capitanes
con un grupo de soldados a conquistar las regiones de Maniabón y Bayamo.
En un inicio los aborígenes dieron excelente acogida a los españoles, pero éstos cometieron
muchos atropellos contra ellos, sometiéndolos a terribles castigos, a trabajar como esclavos y
abusaron de las mujeres.
23
En esos sitios los aborígenes se sublevaron, pero al cabo de poco tiempo fueron dominados
por los conquistadores, tarea que cumplió el propio Velázquez.
Cuando Velázquez regresa a Baracoa dispone la conquista de la isla, para lo cual ordena que
por el centro y bordeando la costa norte saliera una expedición al mando de Pánfilo de Narváez.
El propio Velázquez saldría en varias canoas por la costa sur y una nave tipo bergantín
saldría por la costa norte desde la desembocadura del río Sagua.
Antes de partir en 1513 Diego Velázquez funda la Villa de San Salvador de Bayamo, y en la
conquista de la isla funda otras cinco poblaciones que son Santa Maria del Puerto Príncipe
(Camagüey), la Santísima Trinidad (Trinidad), Sancti Spíritus, San Cristóbal de la Habana y
Santiago de Cuba. Además fundó un poblado llamado El Cayo o La Sabana, lugar donde está
hoy la ciudad de Remedios. Excepto Baracoa, todas las demás villas mudaron del lugar de
origen.
Ocupada totalmente la isla por los españoles y conocidas sus condiciones geográficas, se hizo
evidente que Baracoa no era adecuada para mantenerla como capital. Diego Velázquez,
nombrado gobernador de la Isla, optó por trasladar la capital para Santiago de Cuba en 1523.
A partir de 1553 San Cristóbal de La Habana vino a ser de hecho la capital de la isla debido a
que era el lugar de estacionamiento de las flotas que navegaban entre España y el Nuevo
Continente. El rango oficial de capital lo adquirió en 1607.
En el año 1518 el Papa instituyó como catedral de la isla de Cuba a la iglesia de Baracoa y
nombró a un obispo que nunca vino a la isla. En 1523 la catedral de la Isla fue trasladada para la
iglesia de Santiago de Cuba.
La esclavitud africana fue llevada a España por los árabes en la Edad Media. El empleo de
esclavos negros se generalizó en España, los conquistadores trajeron a Cuba y otras parte del
continente a la esclavitud africana.
Desde los primeros años de la ocupación de la isla fueron introducidos en Cuba algunos
esclavos que procedían de España. Diego Velázquez solicitó en 1520 permiso para traer
esclavos negros para las fortificaciones.
24
La base de la economía española en la isla de Cuba al comenzar la colonización fue la
extracción del oro existente, que era el acumulado en finas partículas por milenios de erosión,
sin embargo los primeros españoles llegados vivían todavía en Cuba cuando el oro se había
agotado y apenas quedaban aborígenes.
Años después de la ocupación de Cuba se descubrieron las minas del cobre de Santiago del
Prado, cerca de Santiago de Cuba, realizándose algunos esfuerzos para explotarlas en la segunda
mitad del siglo XVI, pero la extracción fue muy escasa.
Algunos cronistas españoles de la época de la conquista aseguran que los indocubanos habían
aceptado mansamente a los conquistadores y que preferían suicidarse a luchar por la libertad.
Eso no es totalmente cierto; otros historiadores señalan que entre los indios hubo diversos
alzamientos, muestra de ello es la rebelión de Hatuey y otras acciones; aún careciendo de armas
los aborígenes se enfrentaron en muchas ocasiones a los españoles provocándoles bajas.
Uno de estos intentos de lucha tuvo por escenario territorios adyacentes a Moa y fue
protagonizado por un cacique de la zona de Baracoa llamado Guamá que se alzó por allí en los
primeros años de la década de 1520 y estuvo luchando hasta el año 1533, cuando murió de
forma misteriosa.
Durante más de diez años el cacique Guamá, junto a su esposa y numerosos aborígenes vivió
de forma independiente en las montañas del macizo Sagua- Baracoa, por lo que durante esa
época debió estar en territorio de Moa, entonces un lugar aislado, intrincado y totalmente
deshabitado.
Durante esta lucha los seguidores de Guamá penetraron en la villa de Baracoa incendiándola,
obligando a los españoles que vivían en ella a huir.
A Guamá se le persiguió no sólo por cuadrillas organizadas por las autoridades, sino las
formadas por vecinos de Baracoa. La muerte de Guamá se produjo a manos de una cuadrilla
mandada por Manuel Rojas, pero hay otras versiones.
25
Muchas leyendas se han escrito sobre la lucha del cacique Guamá en Baracoa y zonas del
extremo oriental de la isla.
Durante los años de esta etapa en que la seguridad interior estuvo amenazada por los
alzamientos indios, del lado exterior surgió otro grave peligro: el de los ataques de marinos
extranjeros a las poblaciones de las costas. Corsarios ingleses o franceses merodeaban las costas
de Cuba (7). Las naves de los corsarios se abastecían de agua y leña en algunos sitios de las
costas de Cuba y como el territorio de Moa era muy aislado, no es de dudar que la zona fuera
visitada por ellos en esta época.
En el año 1546 la importancia de la villa de Baracoa había decaído mucho por las casas
expuestas, entonces la población fue saqueada por corsarios franceses que incendiaron y
destruyeron el poblado, obligando a los vecinos a huir; pasó mucho tiempo para que Baracoa
volviera a la normalidad con la reconstrucción de las viviendas y el regreso de sus vecinos, no
obstante al finalizar el siglo XVI la población en la villa era ínfima y su economía se basaba en
la producción agrícola (8).
El 8 de octubre de 1607, por Real Cédula, en la isla de Cuba se crean dos departamentos, el
oriental y el occidental; la capital del oriente sería Santiago de Cuba, mientras que a La Habana
se le legitimaba su condición de capital de la isla con un gobernador y capitán general del cual
dependían ambos departamentos en materia de gobierno y guerra. El departamento oriental se
dividió en tres jurisdicciones: Baracoa, Cuba y Bayamo (9).
Las demarcaciones de esta división no fueron bien definidas pero se conoce que el
departamento de Bayamo ocupaba todo lo que hoy son las provincias de Granma, Las Tunas y
la mayor parte de Holguín. La de Santiago de Cuba por la costa sur hasta más al este de la bahía
de Guantánamo y por la costa norte desde la bahía de Nipe, ocupando lo que hoy son los
municipios de Mayarí, Sagua de Tánamo y la parte oeste de Moa. Lo que indica que parte de
Moa pertenecía al departamento de Cuba (10).
La población residente en Baracoa antes de 1700 era muy escasa, basta decir que en el
padrón de 1689 aparecen sólo 107 familias con 350 personas sin incluir a los esclavos y
aborígenes que aún vivían en la zona (11).
En el período de 1492 hasta 1700, en lo que hoy es el territorio de Moa, los hechos más
notables ocurridos fueron: La estancia de Cristóbal Colón en sus costas durante su primer viaje
al nuevo continente, el posible paso por sus costas de Sebastián de Ocampo durante el primer
26
bojeo a la isla, el hecho de que el Cacique Hatuey en su lucha contra los españoles haya estado
por la región, el posible paso por la zona del grupo español que salió de Baracoa a conquistar la
región de Maniabón, la estancia del Cacique Guamá y sus hombres en el territorio, la
posibilidad de que corsarios franceses e ingleses hayan anclado en las costas de Moa en busca
de agua y leña, el hecho de que parte del territorio de Moa perteneciera a la jurisdicción de
Cuba, el aislamiento y lo deshabitada que estaba esta región. Aunque Cristóbal Colón durante su
estancia en la bahía de Moa había observado la existencia de minerales, y que para el año 1700
ya se habían realizado investigaciones geológicas en la isla y se habían encontrado yacimientos
minerales, la región de Moa no fue explorada y sus riquezas minerales permanecían intactas.
27
MOA EN EL SIGLO XVIII
La primera mitad del siglo XVIII transcurre sin que haya hechos que destacar en el territorio
de Moa; la mayor parte de él pertenecía a la jurisdicción de Baracoa y el extremo oeste, al igual
que Sagua de Tánamo, a la jurisdicción de Cuba.
La división jurisdiccional del departamento oriental tiene alguna variación en 1752, pues se
crea la tenencia de gobierno de Holguín, cuya villa pasaba de inmediato a la condición de
ciudad por decisión de la corona española. El territorio holguinero ocupaba por el norte la costa
y los municipios que hoy se nombran Gibara, Banes y Antilla (12).
En la segunda mitad del siglo XVIII se crea el hato de Tánamo y otros en la parte oeste de
Moa incluyendo el de Cananova, colindante con Moa. En la región de Sagua de Tánamo se
inicia la explotación forestal con el fin de enviar la madera al astillero de La Habana, en tanto
algunos agricultores fundan asentamientos y se dedican a la siembra del tabaco. Sin embargo la
región de Moa se mantenía despoblada.
Un hecho notable que se produce en el siglo XVIII es que a finales del mismo aparecen
algunos palenques en el macizo montañoso Sagua- Baracoa y específicamente en el territorio de
Moa.
Desde los primeros años de la conquista existió en la isla el cimarronaje, los primeros
cimarrones fueron los aborígenes que preferían escapar y vagar por los montes antes que
permanecer como esclavos; luego fueron los negros esclavos africanos las que comenzaron a
escaparse y convertirse en cimarrones, pero no sólo existió el cimarrón simple, sino que luego
aparecieron los apalencados. Mientras el cimarrón simple deambulaba por lugares cercanos al
sitio donde vivió, los apalencados eran aquellos que se fugaban para refugiarse en lugares
apartados, unirse, hacerse fuertes y así subsistir, constituyendo aldeas, sembrando, procreando
hijos y creando un sistema de vigilancia y defensa (13).
Uno de los más célebres palenques de la zona oriental fue el conocido como Moa o El Frijol,
donde los negros esclavos dieron muestras, de rebeldía.
28
En el palenque de El Frijol se descubrieron muchas cuevas que servían de protección natural
y refugio a los apalencados, que llegaron allí de forma aislada y formaron una comunidad que se
nutrió con nuevos cimarrones (14).
Según el doctor José Luciano Franco, en El Frijol se encontraban unos 300 cimarrones entre
hombres y mujeres. Aunque estos palenques se establecen en los finales del siglo XVIII, su
notoriedad la adquieren en las primeras décadas del siglo XIX.
Así que podemos considerar que entre los hechos más importantes del siglo XVIII en Moa se
halla el de que a finales del mismo se hayan creado algunos palenques en sus montañas.
29
LOS PALENQUES EN MOA
A raíz de la toma de posesión en 1816 del gobernador militar y político de Santiago de Cuba
Eusebio Escudero, existían muchas quejas de los propietarios de cafetales sobre las incursiones
de los apalencados en la jurisdicción.
El palenque más renombrado en esta época sería el de El Frijol, en el cual vivían más de 400
cimarrones. Los apalencados acostumbraban a incursionar sobre las haciendas cafetaleras para
provocarles considerables daños (15).
Las incursiones de los apalencados las hacían contra las haciendas de los territorios de Cuba,
Guantánamo, Baracoa y Sagua. En numerosas ocasiones se organizaron partidas de
rancheadores para batirlos y desalojarlos.
Ante esta grave situación y el peligro de que los cimarrones recibieran auxilio de Haití y
arrastraran a la rebeldía a los esclavos que permanecían en las haciendas, ingenios y cafetales, el
gobernador Escudero dedicó su esfuerzo en preparar un asalto contra el palenque El Frijol o
Moa.
Se estima que el palenque estaba situado a unas seis leguas al oeste de Baracoa en zona
montañosa; se organizaron dos partidas, una saldría de Tiguabos al sur hacia la zona de Sagua
de Tánamo, y la otra desde Baracoa hacia el oeste. El palenque fue asaltado, algunos
apalencados murieron, otros escaparon y pocos fueron hechos prisioneros.
Uno de los prisioneros declaró que cuando necesitaban ropas o sal, se las entregaba el
mayoral de la hacienda de Moa, a cambio de cera que ellos le ofrecían. Que se comunicaban con
el mayoral frecuentemente y que éste había prevenido la semana anterior la invasión que se
acercaba, lo que permitió a la mayoría retirarse. El mayoral de la hacienda fue apresado y
juzgado.
El asalto al palenque El Frijol fue anunciado a bombo y platillo por el gobernador Escudero,
esto ocurrió en 1816.
Sin embargo los palenques se mantuvieron en la región hasta mediados del siglo XIX.
30
Esta situación de los palenques en las montañas del sistema Sagua- Baracoa se mantuvo
durante años si tenemos en cuenta la comunicación enviada por el comandante militar de
Mayarí, con fecha 26 de junio de 1830, dirigida al gobernador político y militar de Santiago de
Cuba, donde se relatan las correrías de los apalencados en las serranías que se extendían desde
Mayarí hasta Baracoa y asegura “que las lomas de Moa siguen infectadas de esclavos alzados”.
31
EL TERRITORIO DE MOA EN EL SIGLO XIX.
Desde el siglo XVIII el territorio de Sagua de Tánamo, aledaño al de Moa, tenía algún
desarrollo económico producto de la explotación forestal para enviar madera para el astillero de
La Habana, y las vegas tabacaleras, así como algunas haciendas de crianza.
Hasta 1837 el departamento oriental estaba dividido en cuatro jurisdicciones que eran
Baracoa, Cuba, Bayamo y Holguín. Sagua de Tánamo, al igual que la parte oeste de Moa
pertenecía a Cuba, y la parte Este de Moa a Baracoa.
En el año 1836 es nombrado Manuel Lorenzo como gobernador del departamento oriental y
se van a producir sustanciales cambios en la estructura administrativa del territorio (17).
En 1842 el departamento oriental adopta una nueva división territorial, se crean las
jurisdicciones de Manzanillo y Jiguaní, la de Holguín tiene un gran crecimiento hacia el norte, la
de Baracoa recibe el territorio de Guantánamo y la parte oeste de Moa hasta la hacienda
Cananova, pero Sagua de Tánamo se mantiene como un Partido de Santiago de Cuba (18).
Sin embargo, intereses económicos y políticos propician una nueva división territorial del
departamento oriental en 1847, que se va a mantener hasta la Guerra de los Diez Años. Entonces
desaparece la jurisdicción de Jiguaní, que pasa a ser un Partido de Bayamo, y se crean las de Las
Tunas y Guantánamo. Sagua de Tánamo pasa a ser un Partido de Guantánamo y la parte oeste
de Moa se convierte en territorio guantanamero (19).
32
PRIMEROS POBLADORES DE MOA
En la primera mitad del siglo XIX el territorio de Moa comienza a poblarse con la creación
de algunos asentamientos, aunque no es de dudar que mucho antes, de forma aislada, residiera
alguna familia, específicamente en la zona costera y montañosa en las márgenes del río Jiguaní,
que se ocupaban de la tala de árboles para llevar la madera en patanas a embarcar en la bahía de
Taco. En los primeros años del siglo XIX se registra la existencia de los residentes en Moa que
generan una incipiente economía de autoconsumo.
En esta época arribaron a Cuba numerosos emigrantes de Islas Canarias, los llamados isleños.
Los puertos de Gibara y Baracoa en la costa norte oriental recibieron a muchos de ellos, lo que
generalmente obtuvieron tierras mercedadas para que radicaran en la isla.
En el año de 1833 el cabildo de Baracoa mercedó tierras en la gran hacienda de Moa a un
grupo de isleños recién llegados a esa ciudad, los que se comprometieron a fundar un pueblo
que bautizaron con el nombre de Vives, en honor al capitán general español Francisco Dionisio
Vives, que gobernó en Cuba de 1823 a 1832 (20).
En documento que forma parte del archivo del museo de historia Matachín de Baracoa se
detalla un plano de lo que sería el pueblo de Vives, que ocuparía la zona de la costa frente a
Cayo Grande de Moa, y están los nombres de las familias canarias que residirían allí.
En documentos existentes en el referido museo se puede comprobar que el cabildo de
Baracoa inscribió el pueblo de Vives; en un plano topográfico confeccionado en 1905 durante la
primera investigación minero geológica en Moa, realizada por una compañía norteamericana,
aparece en ese sitio el poblado de vives, con una calle que era el camino entre Sagua de Tánamo
y Baracoa, pero sólo aparecen dos viviendas de familias que se asentaron allí después de la
guerra de 1895 (21).
Aunque existen esos documentos no se han encontrado otras evidencias de que realmente
existió el pueblo y en las investigaciones realizadas se ha demostrado que los apellidos de las
familias que se comprometieron a fundar el poblado, no son iguales a los de los actuales vecinos
de Moa.
Se da como fecha de fundación del pueblo de Vives el 24 de septiembre de 1833, pero se
tendrán que hacer nuevas investigaciones para demostrar si realmente existió y cuáles fueron las
causas de que sus vecinos desaparecieran sin dejar rastros y que no se hayan encontrado
edificaciones, construcciones u otros medios que muestren que se construyó esa comunidad
(22).
33
En la década de los años 1840 se asentó en un lugar conocido por Cañete un matrimonio
recién llegado de la Isla de Santo Domingo, al parecer huyendo de los hechos que ocurrían allí.
El matrimonio estaba formado por Gregorio Reinosa y Bárbara Real, que son el tronco de una
conocida y numerosa familia residente en el mismo lugar (23).
La fuente económica de la familia Reinosa radicaba en la tala de árboles y la venta de su
madera en zonas costeras entre los ríos Toa y Jiguaní, labor que realizaban otros obreros, los
cuales fueron a residir en la zona de Cañete y se fue creando allí una pequeña comunidad pero
sin ninguna infraestructura social.
También practicaban la siembra de frutales y frutos menores y la pesca y caza para el
autoconsumo; esta comunidad se considera el primer asentamiento que tuvo el territorio, que si
bien se convirtió en un pequeño caserío no tuvo gran desarrollo por no contar con una economía
estable y falta de vías de comunicación.
En el año 1868, cuando comienza la primera guerra por la independencia de Cuba, el único
sitio, habitado en el territorio de Moa era Cañete, aunque existieran aisladamente algunos
vecinos en otros sitios específicamente en zonas cercanas al Partido de Sagua de Tánamo.
34
LA GUERRA POR LA INDEPENDENCIA DE CUBA EN EL TERRITORIO
Al comenzar la Guerra de los Diez Años, gran parte del territorio de Moa pertenecía a la
jurisdicción de Baracoa, pero la parte oeste era del Partido de Sagua de Tánamo que pertenecía a
la jurisdicción de Guantánamo, el territorio sagüero fue teatro de diversas operaciones militares
durante la etapa bélica, aunque en Moa hubo sólo hechos aislados.
Al comenzar el año 1862 el Partido de Sagua de Tánamo tenía una población de más de 4
000 habitantes, de ellos 1797 blancos, 1503 de color y 992 esclavos. Su economía se basaba en
las vegas de tabaco, algunos trapiches e ingenios y pocas haciendas. En la ciudad de Sagua
había 663 viviendas.
Como Sagua era una población de cierta importancia con fuentes económicas propias y
alguna infraestructura social, desde 1868 las fuerzas del Ejército Libertador comenzaron a
operar por zonas aledañas, hostilizando a las fuerzas españolas.
En marzo de 1869, al crearse en el territorio holguinero dos Brigadas del Ejército Libertador,
la occidental y la oriental, las dos subordinadas al Mayor General Julio Grave de Peralta y la
oriental al General Luis Marcano, en comunicación dirigida a Carlos Manuel de Céspedes,
Grave de Peralta le señala: “Que ha quedado bajo el mando del General Marcano la columna de
Mayarí y Sagua, con cuyos soldados operará en esa zona (25).
Así, parte del territorio de Moa quedaba bajo la jurisdicción del General Luis Marcano. 1871
se producen en este territorio hechos importantes en el aspecto bélico y corresponde a fuerzas
del Mayor General Máximo Gómez realizarlos.
A principios de julio de 1871, tropas al mando del Mayor General Máximo Gómez realizan
la acción denominada invasión a Guantánamo: desde su llegada a esa zona los efectivos del
Ejército Libertador comienzan a hostigar a los españoles, destruyen cafetales e incendian
almacenes.
No habían pasado dos meses de este hecho cuando el General Máximo Gómez decide
quedarse con pocos efectivos en la zona guantanamera y el 13 de agosto de 1871 ordena al sexto
batallón el mando del Teniente Coronel Silverio del Prado dirigirse en misión de distracción
sobre la zona de Sagua de Tánamo, y el 18 al cuarto batallón, al mando del Teniente Coronel
Antonio Maceo y Grajales, operar en Monte Líbano y luego a Sagua de Tánamo.
Las fuerzas del Teniente Coronel Del Prado incursionaron sobre Sagua y sus alrededores
incendiando vegas, fincas ganaderas, y hacen varios prisioneros.
35
Las de Antonio Maceo queman varias fincas en el oeste de Sagua y ocupan dos correos
enemigos. Ambas fuerzas regresan al cuartel general antes de finalizar agosto.
Así la guerra llega con fuerza a Sagua de Tánamo y sus lugares cercanos, incluyendo zonas
de Moa (26).
El 27 de septiembre de 1871 Gómez ordena al Teniente Coronel Del Prado que saliera con
100 hombres a operar sobre el partido de Sagua de Tánamo. Este batallón opera durante largo
tiempo en Sagua de Tánamo y sus alrededores. Quemaron campos y destruyeron haciendas
productivas en Río Grande, Río Frío, la Güira, Cabonico y otros sitios, además hicieron varios
prisioneros y acopiaron más de 300 cerdos (27).
En los primeros meses de 1872 los cubanos habían logrado establecer fuerzas fijas en varios
sitios, entre ellos Sagua de Tánamo y sus cercanías.
Era una unidad pequeña de unos 80 hombres con gran movilidad y conocimiento del terreno,
es seguro que esta fuerza penetró en el territorio de Moa para reponer fuerzas y donde no eran
combatidos por los españoles, que no entraban en las selvas vírgenes de esta región. (28)
El Mayor General holguinero Julio de Grave de Peralta salió al extranjero con la misión de
adquirir armas, parque y otros materiales y traerlos a Cuba en una expedición para abastecer a
las fuerzas del Ejercito Libertador.
Una vez acopiado el alijo de armas y otros materiales, se organizó una expedición que saldría
de Nueva York en el buque Fanny. Se informó al mando militar cubano que el buque llegaría
por la costa norte, en las cercanías de la ciudad de Sagua de Tánamo. En la madrugada del 23 de
junio de 1872, el grupo de expedicionarios que venía comandado por Grave de Peralta,
avistaron las costas cubanas a la altura de la bahía Cebolla, de Sagua de Tánamo y a pocos
kilómetros del territorio de Moa; el mal tiempo demoró el arribo del buque.
La nave fue avistada desde la costa por algunos confidentes de los españoles, que al darse
cuenta de la maniobra estimaron que era un buque expedicionario e informaron a los
peninsulares. Las fuerzas españolas se dirigieron al lugar y se emboscaron en la playa
Herradura, en la propia bahía de Cebolla.
Al anochecer el Fanny ancló junto a la costa y cuando los cubanos habían desembarcado los
materiales que traían, las fuerzas españolas los atacaron, en el encuentro el General Julio Grave
de Peralta fue herido mortalmente, otros de sus compañeros fueron heridos o muertos y algunos
pudieron escapar.
Todo el cargamento de armas, municiones y otros materiales cayó en manos de los españoles,
que iniciaron la persecución de los que habían escapado. Tres días después, en las
36
inmediaciones del río Miguel, cerca de Sagua, murió en combate el comandante holguinero y
expedicionario Jesús Maria de Feria, y otro, Angel Torres, era hecho prisionero y fusilado. Sólo
cinco expedicionarios salvaron la vida al unirse a las fuerzas cubanas(29).
El 4 de agosto del propio año 1872, el Coronel Antonio Maceo y Grajales, que era jefe de
operaciones de la región de Guantánamo, parte con una tropa de 187 hombres en dirección a la
bahía de Cebolla en Sagua de Tánamo, que era el punto señalado para el arribo de la nave Fanny
que comandaba el General Julio Grave de Peralta.
El día 6 llegó con sus fuerzas al Pinal, el día 7 bate a los españoles en la hacienda Cananova
que limita a Sagua del territorio de Moa.
El día 8 las tropas del Ejército Libertador al mando de Maceo llegan a la ensenada donde
había arribado el buque Fanny. Tras una investigación comprueban que los españoles habían
capturado el valioso cargamento y fueron muertos Grave de Peralta y sus compañeros.
Inmediatamente dispone el regreso a la región de Guantánamo (30).
Durante la Guerra de los Diez Años Sagua de Tánamo y sus alrededores sirvieron de
escenario a diferentes acciones de las tropas del Ejército Libertador contra las guarniciones
españolas. Una muestra de esto es la comunicación que dirige el Coronel Antonio Maceo a su
hermano el Teniente Coronel José Maceo el 5 de enero de 1874: “En la zona que se le señaló
permanecerá hasta segunda orden pudiendo efectuar operaciones por los lugares que crea
conveniente, pero que éstas estén siempre con las fuerzas de que pueda disponer”.
La zona que se le señala es la prefectura de Sagua de Tánamo. Las operaciones las hace con
su Regimiento Guantánamo, no obstante se mueve de norte a sur entre Guantánamo y Baracoa
(31).
No es de dudar que en estas operaciones las fuerzas de José hayan penetrado en territorio de
Moa aunque sin encuentros bélicos, ya que la región no era custodiada por las fuerzas españolas.
A fines de 1876 y principios de 1877 se produce un hecho que se puede considerar de los
más notables ocurridos en el territorio de Moa durante la Guerra de los Diez Años, y que es
reflejado en muchos textos históricos como una odisea del Ejército Libertador comandado por el
Brigadier Antonio Maceo.
A finales del mes de noviembre de 1876, el Titán de Bronce dispone la concentración de sus
unidades para ejecutar la proyectada invasión a la región de Baracoa, donde al parecer había
calma. El día 23, para no chocar con líneas enemigas establecidas entre Sagua de Tánamo y
Guantánamo, salió Maceo con 1 300 hombres en dirección a Sagua. Eludiendo al enemigo
37
atraviesa entre dos fuertes españoles el río Sagua que estaba crecido, en una operación que duró
cinco horas, el 28 de ese mes la fuerzas cubanas sorprenden a las guarniciones españolas.
Parte de las fuerzas penetraron en la propia ciudad de Sagua de Tánamo y también se
apoderaron de los caseríos Cedro, Juan Díaz y Zabala. El éxito de la operación fue completo, no
sólo en lo estratégico, sino también por el valioso botín conquistado, lo que obligó a Maceo a
desviar unos 300 hombres, entre ellos la impedimenta, hacia los campamentos habituales para
trasladar la mayor parte de los materiales capturados (32).
Después del ataque a Sagua de Tánamo, el Brigadier Maceo con sus mil hombres, llegó al río
Sagua o uno de sus afluentes y por él se corrió hacia el sur, no dejando huellas. Luego se internó
en las montañas vírgenes de la Gran Tierra Desierta de Moa.
Maceo, guiado por el sol y ayudado por su práctica campesina, ordenó la apertura de una
especie de túnel a través de aquella inmensa vegetación que formaba las tierras vírgenes del
territorio conocido por la Gran Tierra de Moa. Árboles corpulentos, gigantes y frondosos que se
elevaban hasta las nubes, negando el paso del sol. En aquellos bosques el radio visual alcanzaba
unos pocos metros, el paso de los libertadores se hacia por un sitio triste, sombrío y húmedo, los
pequeños y rápidos arroyos no traían ningún pececillo.
La naturaleza en estas selvas de Moa, a pesar de tanta vitalidad y tanta fuerza, aparecía como
muerta en aquella agreste región, el silencio, horadado sólo por el canto de un ave que vuela por
encima de las copas de los árboles o por el ruido de los arroyos al lanzarse monte abajo, hacía
mas penoso el camino.
Por allí marchaban los mil hombres comandando por el Brigadier Maceo Grajales; pisaban la
hojarasca que tal vez habían sido hollada sólo por los aborígenes siglos atrás, y a golpe de
machete abrieron el camino.
En la zona de Farallones de Moa hacen un alto para descansar después de horas de fatigoso
camino; allí, junto al río Moa, cercano a las cuevas calman la sed, mientras observan que las
reservas alimenticias se agotan. Tres días después de iniciada la marcha se terminaron los
víveres que cada uno había podido traer a cuestas, y en su camino no hallaron ni la palma, ni la
naranja agria, pero la marcha no se interrumpió y a los diez días de iniciada esta caminata
sobrenatural, sólo soportable por la infantería oriental del Ejército de Maceo, llegaron a la zona
de Baracoa.
La guerra llegó a Baracoa y los cubanos arrollaron a las fuerzas españolas, penetrando en la
propia ciudad: así derrotaron a un príncipe de Borbón que dirigía las tropas enemigas.
38
El paso de Maceo con sus mil hombres por las tierras vírgenes de Moa se considera una de
las grandes hazañas del Titán de Bronce y sus hombres (32).
Esta fue la última acción librada en territorio de Moa por las fuerzas del Ejército Libertador
en la Guerra de los Diez Años.
39
ACCIONES EN EL TERRITORIO DURANTE LA GUERRA DE 1895
El período transcurrido entre 1878 y 1895, la llamada tregua fecunda, trajo consigo ciertos
avances en el aspecto socioeconómico en la isla, en esa etapa se hace sentir la penetración
económica norteamericana en Cuba en reglones como las industrias azucarera y -minera.
En 1879 el partido territorial de Sagua de Tánamo se segrega de la jurisdicción de
Guantánamo y adquiere la categoría de municipio, nombrándose su primer alcalde, con una
población superior a los cinco mil habitantes (34).
El territorio de Moa, desde el límite con Sagua en la hacienda Cananova, forma parte de la
jurisdicción de Baracoa, aunque no tenía la condición de partido y ni siquiera tenía
asentamientos reconocidos.
Moa en 1895 continuaba desierto, aunque en Cañete residían algunas familias y en zonas
aisladas otros que se dedicaban a la tala de árboles y la siembra de frutos menores para el
autoconsumo, no existían caminos que facilitaran comunicación con Sagua o Baracoa y ni
siquiera había un muelle en sus costas.
En la guerra que inician los cubanos el 24 de febrero de 1895, en el territorio de Moa no se
libraron combates debido al aislamiento, lo inhóspito del lugar, la ausencia de asentamientos y a
que los españoles no operaron en esta zona. Pero el territorio se convirtió en lugar de tránsito de
las tropas mambisas entre Sagua de Tánamo y Baracoa.
El 1 de abril de 1895 arriban a Playa Duaba, en las cercanías de Baracoa, el Mayor General
Antonio Maceo y Grajales y los Generales José Maceo, y Flor Crombet y otros patriotas. La
llegada de Maceo provoca que el patriota Félix Ruenes, de Baracoa, tome las armas con un
grupo de 50 vecinos y se lance a la lucha.
El Coronel Félix Ruenes, en unión de otros jefes de la guerra del 68, organizan la lucha en las
cercanías de Baracoa y el triangula entre Baracoa, Guantánamo y Moa; es así como en el
territorio de Moa se crea una retaguardia de las tropas mambisas, especialmente en la zona de
Cañete que estaba algo poblada.
El 18 de agosto de 1895 llegaba a costas cubanas el buque El León, procedente de Filadelfia,
en Estados Unidos, con una expedición comandada por el Coronel Francisco Sánchez
Hechavarría, compuesta por 19 hombres, 100 fusiles, 10 mil tiros, revólveres, machetes y otros
recursos bélicos.
Al llegar a la altura de Nibujón, punto entre Moa y Baracoa, es avistado por una cañonera
española, por lo que tiene que tomar la costa por la bahía de Taco y descargar todo el material
40
bélico que traía. Efectivos de las tropas mambisas del Coronel Ruenes los ayudan a cargar el
material y lo llevan a un campamento mambí. Fue la expedición más cercana que llegaba a Moa
durante la guerra del 95 (35).
En 1896 el regimiento de retaguardia del Coronel Félix Ruenes, que operaba entre Moa y
Baracoa, establece una especie de prefectura en el lugar conocido por Cañete, en territorio de
Moa, el objetivo principal de ésta era la fabricación de sal a partir del agua del mar para
suministrarla a las tropas mambisas que operaban en la zona entre Guantánamo y Baracoa.
Para atender la salina fue destacado un pelotón de soldados mambises, entre ellos algunos
que residían en el propio lugar, como Juan Francisco Reuinosa Real (Panchito), que había
nacido en el territorio de Moa.
Esta salina funcionó hasta la terminación de la guerra en 1898 y el lugar donde se encontraba
fue conocido desde entonces como La Comandancia, ya que allí estaba la dirección de la
prefectura y era visitado por mambises de diferentes campamentos.
Al finalizar la guerra algunos de los mambises que operaban la salina optaron por quedarse a
vivir allí, los que fueron conocidos como Los Mambises de Cañete, que vivieron hasta su
muerte a mediados del siglo XX en aquel lugar.
Los Mambises de Cañete son Juan (Nepomuceno) Cabrejas (Seno), José Girón Soriano
(Patato), Ramón Navarro Gelpi, Juan Francisco Real (Panchito), Salvador Durán López
(Agripín) y Fidel Oliveros Pérez (36).
Durante la campaña de Oriente en 1895, el Mayor General Antonio Maceo con sus tropas, en
recorrido de Guantánamo a Holguín, transitó por el territorio de Sagua de Tánamo y sostuvo
algunos encuentros con tropas españolas, entre ellos en los almacenes del lugar conocido por
Esterón, donde obtuvo una victoria, pero no recorrió el territorio de Moa (37).
El General Maceo dejó al frente de las tropas mambisas que operarían en Sagua de Tánamo y
sus alrededores al Teniente Coronel José Mejías (Cartagena), que comenzó a hostilizar al
enemigo y en ocasiones incursionó por el oeste y las montañas del territorio de Moa (38).
Uno de los hechos bélicos más importantes ocurridos durante esta gesta libertaria fue el
asalto a Sagua de Tánamo por tropas al mando de los Generales Carlos Rolof y José Maceo y
Grajales con fuerzas de Baracoa, Sagua y la escolta del General Maceo, en febrero de 1896.
El objetivo de tomar la ciudad de Sagua no se pudo cumplir como consecuencia de las
divergencias entre civiles, el mando de gobierno y el mando militar. Los cubanos se tuvieron
que retirar con 8 muertos y 35 heridos (39).
41
En la zona de La Veguita, junto al río Moa, se creó en 1897 un campamento de tránsito
mambí con un pelotón al mando de un sargento para ayudar a los correos y tropas que viajaban
entre Sagua de Tánamo y Baracoa.
Este punto también tenía como misión vigilar las costas para informar cualquier intento de
desembarco de tropas españolas. En otros lugares de las costas de Moa existieron puntos de
vigilancia de los mambises para controlar el tránsito marítimo de los españoles.
Como hemos conocido, fueron muy pocas las acciones de guerra libradas en el territorio de
Moa durante las guerras libertarias; el aislamiento, la no existencia de asentamientos y lo
inhóspito de la zona, no facilitaron hechos militares.
42
DESARROLLO DE LA MINERÍA EN EL SIGLO XIX
Mineros españoles habían realizado exploraciones geológicas y descubierto yacimientos
minerales en el archipiélago cubano desde la época de la conquista. Ya en la isla se habían
explotado yacimientos de cobre y otros minerales, sin embargo, pese a que Cristóbal Colón
señala en su primer viaje al continente la existencia de minerales en la región de Moa, no es
hasta el siglo XIX cuando se despierta interés por ellos.
Según una publicación norteamericana especializada en minería y editada en 1911, desde
hacia medio siglo mineros españoles exploraron las regiones del norte de Oriente donde
abundaban las laterítas, es decir que ya en la década de 1860 se investigaron geológicamente
estas tierras.
No obstante, la publicación agrega que los mineros no se dieron cuenta de las riquezas que
encerraban estas tierras coloradas que resultaron ser, no tierras ferroarcillosas como se creía,
sino un magnífico mineral de hierro que reúne todas las condiciones necesarias para la
fabricación de acero (40).
El criterio de que las tierras rojas de Moa y Mayarí eran ocres o pigmentos propios para
pintura se introdujo durante la colonia española, en primer lugar por el poco conocimiento que
se tenía sobre la composición química y mineralógica de los yacimientos y por el uso extendido
de los ocres en ese tiempo.
Es decir que estos ricos minerales ganaron la condición de ocres durante la dominación
española y fueron considerados como tales hasta finales de los años 1900 (41).
El interés por los minerales de hierro cubanos se había despertado ya entre 1860 y 1880, por
lo que compañías norteamericanas pusieron sus ojos en los yacimientos lateríticos.
Ya en el año 1884 compañías norteamericanas estaban explotando los yacimientos de hierro
al este de Santiago de Cuba y en otras partes de la costa sur.
Los estudios de esas compañías se extendieron por toda la costa sur oriental y por la norte
hasta la zona de Baracoa. No es de extrañar que esas investigaciones en busca de reservas de
mineral de hierro se extendieran hasta las zonas ocupadas por las laterítas.
Debe destacarse que en esa época, 1880 a 1890, la atención de quienes se interesaban en esos
minerales se limitaba exclusivamente al hierro, es decir a las concreciones ferruginosas y a los
bloques cementados del mismo material. Lo demás no interesaba. Sin embargo el contenido de
níquel y cobalto y otros metales en los minerales lateríticos no era conocido en el siglo XIX.
Como resumen se puede asegurar que el siglo XIX no hubo ni explotación ni desarrollo minero
en los yacimientos de Moa.
43
En el año 1890 un ciudadano de la zona que exploraba estas tierras, descubrió la mina de
cromo y otros minerales de Potosí e hizo la denuncia correspondiente a las autoridades para
reservarse el derecho de explotación, fue la primera mina de Moa a la cual se le hizo una
denuncia, pero no se explotó y a principios del siglo XX el descubridor vendió sus derechos a
una compañía norteamericana que comenzó a explotar esos yacimientos.
Como vemos, aunque se hicieron estudios y exploraciones y hasta se descubrieron minas en
el siglo XIX esta actividad no generó una economía en la región.
En cuanto a la población existente en este territorio durante la época colonial, en ninguno de
los censos realizados por el gobierno español, se menciona la población residente en esta
región.
Tampoco se puede hablar de educación y cultura porque realmente no existían asentamientos
en los cuales se desarrollaran. En la arquitectura las pocas viviendas se limitaban a lo tradicional
del campo cubano: yaguas, guano, madera de palma y pisos de tierra.
Se puede considerar que durante toda la etapa colonial Moa fue uno de los sitios más
deshabitados del país y su territorio estaba formado en su mayor parte por selvas vírgenes.
44
BIBLIOGRAFIA
1. Bariay. Centro provincial de Patrimonio Cultural. Ediciones Holguín 1992.
2. PORTUONDO DEL PRADO, F.. Historia de Cuba. Pág. 15.
3. PICHARDO, H. Documentos para la Historia de Cuba., Editorial Ciencias Sociales, Instituto
Cubano del Libro, 1968. Tomo I
4. Loc. Cit. (3).
5. Loc. Cit. (2) Pág. 65.
6. Loc. Cit. (2) Pág. 65.
7. GUERRA, R. Manual de la Historia de Cuba.. Cultural S.A. Habana, 1938.Pág. 65.
8. Loc. Cit. (7) Pág. 66.
9. PORTUONDO ZÚÑIGA, O. Santiago de Cuba, desde su fundación hasta la guerra de los Diez
Años.. editorial Oriente 1996. Pág. 28
10. Loc. Cit. (9). Pág. 29
11. Loc. Cit. (9). Pág. 45.
12. Loc. Cit. (9). Pág. 76.
13. ROSA GABINO C, DE LA. Los Cimarrones en Cuba. Pág. 6
14. DÁGER, Z. Los Cimarrones de El Frijol. Pág. 127.
15. Loc. Cit. (9). Pág. 150
16. ROSA GABINO C, DE LA. Elementos de la reconstrucción histórica de los Palenques. Pág.
152.
17. Loc. Cit. (2). Pág. 331
18. Loc. Cit. (9). Pág. 178
19. Loc. Cit. (9). Pág. 208.
20. Archivo del Museo de Historia Matachín. Baracoa.
21. Loc. Cit. (20).
22. Loc. Cit. (20).
23. ACOSTA OSORIA, A. Y RAMIRO GONZALEZ. Mambises de Cañete.. Museo Municipal de
Historia. Moa. [Investigación]
24. Archivo Museo de Historia Municipal. Sagua de Tánamo.
25. Diario de comunicaciones de Julio Grave de Peralta. Arch. Museo provincial Holguín.
26. Centro de estudios de Historia Militar. MINFAR. Mayor General Máximo Gómez Báez, sus
compañeros militares.. Editorial Política 1988. Tomo I Pág. 61
27. Loc. Cit. (26). Págs. 60 y 61
45
28. Loc. Cit. (26). Pág. 67
29. Loc. Cit. (24).
30. FRANCO, J.L. Antonio Maceo. Apuntes para la historia de su vida.. Editorial Ciencias
Sociales, 1973. Tomo I. Pág. 68
31. PADRÓN VALDÉS, A. El General José, apuntes biográficos. Editorial Ciencias Sociales
1975.
32. Loc. Cit. (30). Pág. 103
33. FIGUEREDO SOCARRÁS, F. Revolución de Yara.. Instituto del Libro. 1968. 140-142.
34. Loc. Cit. (24).
35. FRANCO, J.L. Antonio Maceo. Apuntes para la historia de su vida.. Editorial Ciencias
Sociales, 1975. Tomo II 147-148.
36. VARONA GUERRERO, M. La Guerra de Independencia de Cuba. [En las crónicas de Emilio
Bacardí se afirma que la expedición traía 71 hombres y 250 rifles. Otros textos ofrecen otras
cifras].
37. Loc. Cit. (23).
38. Loc. Cit. (35).
39. Loc. Cit. (35).
40. PEREZ CONCEPCIÓN, H. Holguín en la guerra del 95. 69-70.
41. Transactión of the American Institute of Mining Engineers. Vol. XVIII 1911. 80 y 81.
42. VERA YESTE, A. Introducción a los yacimientos de níquel cubanos. Editorial Orbe, 1979.
46
47
INDICE
48
DESARROLLO POBLACIONAL DE MOA HASTA 1930.
49
En el año 1908 el ayuntamiento de Baracoa acuerda segregar del barrio de Nibujón la región
comprendida en la Gran Hacienda de Moa o Gran Tierra de Moa y crear un nuevo barrio con
este nombre. En noviembre de ese año el alcalde municipal de Baracoa designa como alcalde de
barrio en Gran Tierra de Moa al ciudadano Juan Gaínza y como segundo alcalde de barrio a
Catalino Cancañón. La función principal de los alcaldes de barrio era llevar los libros de
registros de nacimientos y defunciones en la zona. El propio alcalde municipal emite un
documento por el cual se establecen los límites del nuevo barrio que son: por la costa, desde la
Punta Cañete al este, hasta la finca Cananova al oeste, al sur con el realengo Duaba Arriba (2).
En el ano 1909 se establece en Cayo Burro o Cayo Chico de Moa el pescador Ramón
Fuentes, llegado de Baracoa, que forma allí su familia y desde entonces surge la pesca como
fuente de la economía de esa familia, realmente fue la pesca el primer renglón económico que
tuvieron los vecinos de Moa.
Ramón Fuentes y sus hijos, nacidos en el propio Cayo, se dedicaban a la pesca. Los peces de
escama los sacaban y salaban y los quelonios los mantenían vivos en jaulas. De Baracoa venían
comerciantes en goletas a adquirir el pescado que era transportado en cayucas hacia las
embarcaciones, ya que entonces no existían muelles (3).
Este comercio propició que otros vecinos de Moa se dedicaran a la pesca y la
comercialización del producto, como Joselillo Leyva, este último en la década de los años 1920
adquirió una embarcación que convirtió en un vivero con un tanque; con esa embarcación
llevaban los peces vivos al poblado de Cananova, donde había una gran producción de bananos
para la exportación, y a Cayo Mambí, donde se trabajaba ya en las zafras azucareras con el
central Tánamo. Este vivero llamado El Deseo, era el que transportaba la captura de los
pescadores.
En el año 1909 se muda para la zona llamada Punta Gorda la señora Teófila Montero con su
esposo y es la primera familia que reside en lo que luego sería una poblada barriada.
El primer censo de población y viviendas realizado por un gobierno de la república colonial
se efectúa en el año 1919, y es el primero en que aparece Gran Tierra de Moa como un barrio
del municipio Baracoa, según las memorias de ese censo la población residente era de solo 345
habitantes.
En el año 1931 se realiza un nuevo censo de población en nuestro país y la población
residente entonces en el barrio baracoeso de Gran Tierra de Moa era de 572 personas, lo que nos
indica que en doce años sólo se había incrementado en 227 personas, pese a que ya se habían
realizado varias exploraciones mineras.
50
En lo que es hoy la ciudad de Moa sólo residían cuatro familias en 1930, el resto de los
habitantes vivían en la comunidad de Cañete y zonas aledañas como Cupey, estas familias se
dedicaban a la tala de árboles para la comercialización de la madera.
51
como quelonios, cerdos, frutos y algunas viandas. Además ellos trabajaban en la tala de árboles
y su embarque (5).
Realmente en los primeros 30 años del siglo XX la pequeña población residente en este
territorio no tenía una fuente de ingresos fija, y el canje de productos y mercancías era habitual.
Hasta 1930 la educación prácticamente era inexistente en lo que es hoy el territorio de Moa.
No había escuelas públicas, el analfabetismo era muy alto, heredado de la colonia. Es posible
que algún padre que supiera leer y escribir enseñara las primeras letras a sus hijos.
En cuanto a la cultura hasta fines de la tercera década del siglo XX era inexistente. Ejemplo
de esto es que personas nacidas a principios de siglo vinieron a conocer la ciudad de Baracoa
por los años 30, una gran parte de ellos no conocía el ferrocarril, los equipos automotores, la
radio, la electricidad y ni siquiera la prensa, porque a ellos no llegaban periódicos, revistas o
libros, sólo algunas personas, como Juan Sagú Montero, tenían el hábito de la lectura (6).
Las manifestaciones artísticas eran desconocidas como el teatro, la danza, la música o la
plástica. En los días de fiesta como navidad, el año nuevo y algunas fechas patrias, o en el caso
de un bautizo o boda, las familias se reunían en alguna vivienda y bailaban durante uno o mas
días al compás de los instrumentos que ellos mismos tocaban como un tres, guayo, claves y una
marimba de cajón. Las bebidas que tomaban eran vino y anís que adquirían en las bodegas de
los pueblos cercanos porque hasta entonces no existió en la zona alguna tienda de víveres o
ropa.
En Cañete, donde existía una comunidad constituida decenas de años atrás, se celebraban
actividades festivas que tenían sus antecedentes en las fiestas de mamarrachos o máscaras de los
negros africanos.
En estas fiestas de Cañete, cuya tradición se ha mantenido hasta la actualidad, se hacían
corridas de cerdos o verracos, recorrían la barriada con una conga, visitaban los hogares y
cocinaban comidas típicas de la región de Baracoa.
Algunos se disfrazaban de animales como perros, mientras bebían y bailaban. Había disfraces
muy originales como la llamada Yegua Loca y otros. Durante dos o tres días bailaban al compás
de un grupo musical formado por un tres, varios güiros, maracas, bongóes y otros instrumentos
generalmente construidos por los mismos vecinos.
52
Estas fiestas se realizaban en el mes de septiembre en ocasión de celebrarse en el santoral
católico nuestra Señora de la Caridad del Cobre. Las fiestas de Cañete se pueden considerar
como una expresión cultural de Moa (7).
ATENCIÓN A LA SALUD
Durante las primeras tres décadas del siglo XX la atención a la salud humana era ignorada por
los vecinos en el territorio de Moa. El lugar más cercano donde había asistencia médica era
Baracoa, pero al no existir comunicación terrestre, tenía que irse por mar y no había muelles
donde atracaran las goletas de cabotaje que viajaban entre Antilla y Baracoa.
En la década de 1920 se estableció un hospital en Cayo Mambí donde se cobraban todos los
servicios que se prestaban. En Cananova, a fines de esa década, se puso en servicio una
farmacia, pero prácticamente la atención de esas instituciones era inaccesible para la economía
de los vecinos de Moa, aparte de la lejanía.
Según testimonios de viejos vecinos: “cuando alguien se enfermaba el médico de aquí era
Pedro Rodríguez que sobaba los empachos. De Baracoa Juan Sagú Montero traía algunas
medicinas que vendía a los vecinos. Yo en 40 años no conocí médico” (8).
En los primeros 20 años del siglo XX las mujeres se ayudaban mutuamente en los partos. En
1920, cuando Francisco Romero se mudó para La Veguita, su esposa Primitiva se dedicó a
atender a las mujeres en su trabajo de parto convirtiéndose en lo que se llamaban recogedora o
comadrona empírica. Durante más de 30 años ella se dedicó a esa tarea, que realizaba de forma
gratuita en las propias viviendas de las que parían.
53
MEDIOS DE COMUNICACIÓN CON OTRAS POBLACIONES.
En las primeras tres décadas del siglo XX la única vía de comunicación terrestre que tenían
los vecinos de Moa era un camino llamado de Sagua de Tánamo a Baracoa. Si bien esta vía que
salía de Sagua y pasaba por Cebolla, era transitable en algunas épocas del año, de Cananova en
adelante sólo era un trillo para caballos. Pese a los numerosos pasos de río existentes no había
siquiera un puente, ese camino, que aparece en un plano topográfico confeccionado por una
compañía minera en 1905, venía desde Yaguaneque por la playa y entraba por donde se halla
hoy el cementerio, saliendo hacia Punta Gorda por el río Moa, cerca de la loma La Vigía.
Los vecinos, para salir de Moa, tenían que transitar por él hacia Cananova o a pie hasta
Baracoa. Aunque navegaban goletas de cabotaje por la zona cercana a la costa, no atracaban en
Moa por no haber muelles o espigones (9).
La arquitectura en Moa en los años comprendidos hasta 1930 en las viviendas se limitaba en
su mayor parte a las mismas que poseían los aborígenes de la región antes de la conquista.
Techos de guano, paredes de yagua o madera de troncos de palma, troncos y madera de ramas
rústicas, bejucos para atar las piezas y pisos de tierra.
Cocinas con fogones de leña, barbacoas para guardar los útiles y pozos de agua.
El ladrillo, el cemento, el zinc y otros materiales de construcción eran prácticamente
desconocidos. Se imponía el bohío como vivienda.
54
LOS YACIMIENTOS DE MINERALES LATERITICOS EN LOS PRIMEROS AÑOS
DEL SIGLO XX.
La colonia española en Cuba fue sustituida por el gobierno interventor norteamericano en
1898, cuando el triunfo con las armas de los patriotas cubanos fue escamoteado por el naciente
imperialismo del norte: desde entonces, hasta principios del siglo XX la explotación minera en
Cuba se redujo y sólo se trabajaba en las minas de hierro de Firmeza y Daiquiri, al sudeste de
Santiago de Cuba (10).
Las empresas mineras norteamericanas aprovecharon la intervención, por la que
enmascaradamente habían azuzado, y enviaron a Cuba en primer lugar a sus técnicos para que
les informaran de las posibilidades de desarrollo de los yacimientos y de las condiciones
generales (11).
En el año 1901 el gobernador militar, general Leonardo Wood, pidió a su gobierno en
Washington que se autorizara a un grupo de geólogos norteamericanos para que hicieran un
informe sobre las reservas geológicas de Cuba. Como es natural las lateritas del norte oriental
ocuparon una parte de ese informe, pero siempre vistas como mineral de hierro.
La investigación arrojó que en las sierras de Nipe, Pinares de Mayarí y en la región de Moa,
había inmensos yacimientos cubiertos con una capa de arcilla roja que contenía gran cantidad de
hierro, manganeso, fósforo, óxido de silicio, cromo y titanio.
En ese informe se retrata de forma singular la situación de los minerales lateríticos de Moa y
Mayarí en el año 1901 y deben resaltarse los aspectos siguientes:
A pesar se ser éste el informe más importante emitido hasta esa fecha, no aparece reportado el
contenido de níquel y cobalto.
El mayor volumen de mineral de hierro existente en las lateritas, que está constituido por su
masa terrosa y que en la actualidad se explota en nuestras minas, era considerado como arcilla y
se estudiaba su eliminación mediante el lavado (12).
En los años 1902 y 1903 compañías norteamericanas continuaron realizando exploraciones en
Moa y otros sitios del norte oriental, pero siempre se consideraba como mineral de hierro sólo
una parte de las lateritas.
En el año 1904 la compañía American Spanish Iron, subsidiaria de Pensilvania Steel Co.
Inició las exploraciones en Pinares de Mayarí mientras solicitaba del gobierno cubano grandes
concesiones de tierra donde estaban enclavados los cotos mineros.
55
El presidente de esa compañía en su división de Oriente norte era el señor Charles F. Rand
que mantenía relaciones de trabajo con los hermanos Aguilera Kindelán, hijos del patricio
bayamés Francisco Vicente Aguilera, quienes estaban asociados a ese consorcio en la
explotación de minas de manganeso.
Eugenio Aguilera Kindelán acompañó al señor Charles Rand en una visita a los yacimientos
lateríticos de Mayarí y Moa y le aconsejó sobre la importancia de esos grandes depósitos de
hierro.
Esta cuenca minera se dividía en tres grandes cotos: Moa, Levisa y Caboníco. Las minas de
Moa se extendían desde el Río Toa en el este, hasta la finca Cananova al oeste (13).
Con el fin de llevar a cabo pruebas con esos minerales, se efectuó el primer embarque de
Cuba a Estados Unidos, consistente en cinco mil toneladas de la mina Candelero en el barrio de
Cabonico, que se cargó en la bahía de Levisa.
Ese mineral se procesó en los altos hornos de la compañía y con el acero obtenido se
fabricaron carriles que fueron colocados en las líneas del ferrocarril del estado de Pensilvania.
El resultado fue muy satisfactorio y quedó comprobado que este mineral reunía condiciones
para la fabricación de aceros (14).
Al conocerse esos resultados las denuncias realizadas por la compañía norteamericana
American Spanish Iron Co. para lograr concesiones mineras, trajeron debates con los
propietarios de las tierras, que sostenían nuevamente que los terrenos no eran minerales sino
ocres, sin embargo triunfó el alegato del presidente de la compañía, Mister Rand, y fueron dadas
las concesiones a la empresa foránea (15).
En las investigaciones llevadas a cabo por esa compañía en 1904 en Mayarí se comprobó que
el material que cubría los yacimientos y que se consideraba arcilla, tenía también un alto
contenido de hierro, por ello el mineral dio un alto salto en el volumen, adquiriendo mucho más
valor.
El contenido de níquel en las lateritas cubanas fue descubierto en 1905 cuando la compañía
Bethlehem Cuba Iron Mines Co. embarcó mineral de unos depósitos de Mayarí y en Pensilvania
comenzó a producir hierro cechino en altos hornos. Se encontró que el mineral contenía
suficiente níquel para impartir fragilidad al acero (16).
Estos descubrimientos provocaron que los yacimientos de Moa llamaran la atención de los
intereses mineros norteamericanos, es así que entre 1905 y 1906 la compañía American Spanish
Iron Co, que presidía Mister Rand, comienza a desarrollar los yacimientos de Moa.
56
Se desarrollaron más de mil hectáreas de terreno mineral, se levantaron mapas de distritos, se
hicieron exploraciones hidrográficas y se tomaron miles de muestras que fueron analizadas. Esto
propició que muchos vecinos de la zona fueran empleados como peones en estos trabajos (17).
En 1907 esa propia compañía inicia la construcción de una planta para nodulizar el hierro de
los yacimientos de Pinares de Mayarí. La planta se levanta en el lugar conocido por Felton en la
Bahía de Nipe. También se construye una línea de ferrocarril entre ese lugar y Piedra Gorda en
Pinares y los famosos planos inclinados por donde bajaban el mineral.
Esa planta comenzó a operar en 1909 y su costo fue superior a los ocho millones de dólares.
Operó entre 1909 y 1917 y envió a Estados Unidos más de 4 millones de toneladas de nódulos
de hierro para la producción de aceros.
En el año 1909 se conocía de personas interesadas en adquirir en calidad de arrendamiento el
territorio de la finca rústica llamada Gran Tierra de Moa, el alcalde de Baracoa acuerda sacar a
subasta los referidos terrenos en una extensión de 10 mil hectáreas, con un precio de
arrendamiento de entre 25 y 30 pesos por caballería.
El 4 de septiembre de 1909 culmina esta subasta y los terrenos son adquiridos en calidad de
arrendamiento por 25 años por el señor Eugenio Aguilera Kindelán, socio de Mister Rand, el
presidente de la American Spanish Iron Co. Así los yacimientos minerales de Moa pasan a
manos de esa compañía norteamericana (18).
En 1910 los trabajos de exploración de los yacimientos lateríticos de esta región habían sido
realizados en Pinares de Mayarí, Sagua de Tánamo, Baracoa oeste, Yamanigüey, Los Lirios,
Cabañas, Yagrumaje y otros.
Según se publicó en el Congreso Internacional de Geología en Suecia en el año 1910, las
reservas minerales de hierro en los yacimientos cubanos eran de más de dos mil millones de
toneladas.
Como es natural, esas reservas cubanas aparecían registradas a nombre de intereses
norteamericanos, como la American Spanish Iron Co., The Juragua Iron Co., The U.S. Steel
Cor., y otras más. En esos momentos se podían considerar esas reservas de hierro como las
mayores del planeta (19).
La compañía American Spanish Iron Co., que había adquirido los derechos de explotación de
los yacimientos por 27 mil pesos, en el año 1910 proyecta construir en Moa una planta de
nodulizar el mineral similar a la que tenía en Felton.
En un informe realizado por esa compañía se analizaron las características del puerto de mar,
las posibilidades de instalar líneas telefónicas con Mayarí, la construcción de instalaciones
57
portuarias, ferrocarril interno, planta eléctrica, hornos para nodulizar el hierro, suministro de
agua y otras instalaciones auxiliares, incluyendo viviendas. Para ello se presupuestaron tres y
medio millones de dólares para las obras.
En el informe se hace constar la disponibilidad de mano de obra, se hablaba de emplear
españoles para el ferrocarril y a los cubanos como carpinteros y peones. Se expone que en este
país las huelgas eran de rara ocurrencia y que no existían sindicatos. El salario a pagar sería de
un peso diario y hasta un peso cincuenta centavos por diez horas de labor (20).
En ese informe se asegura que importantes compañías dedicadas a la fabricación de aceros en
ese año 1911, estaban interesadas en la región de Moa. La U.S. Steel Co. y la Bathlehem Steel
Co. estaban bien representadas por sus compañías sudsidiarias American Spanish Iron y Juragua
Iron Co.
No hay dudas de que esta fue una época peligrosa para las reservas minerales cubanas, porque
de haberse explotado al ritmo que se pretendía, hubiera significado el agotamiento de zonas
ricas que hoy explota la Industria Cubana del Níquel como materia prima para la producción de
níquel y cobalto. Aunque ya para esa época en los análisis metalúrgicos de las lateritas se
señalaba la cantidad de níquel y cobalto que contenía, el interés directo de aquella etapa era sólo
el hierro, mientras el níquel y el cobalto no se iban a aprovechar (21).
A partir de estos años, aunque en Moa no se explotaron los yacimientos lateríticos hasta casi
medio siglo después, las compañías norteamericanas siguieron haciendo exploraciones y
estudios, y se realizaron muchas transacciones entre ellas por el derecho de concesión para la
explotación de estas riquezas, que pasaron de mano en mano a las compañías extranjeras y que
se mantuvieron como reservas minerales del gobierno norteamericano.
58
DESARROLLO DE LOS YACIMIENTOS MINEROS DE CROMO HASTA 1930.
Conocimos que la mina Potosí, con gran contenido de cromo y otros minerales, que se
encuentra al oeste del río Jiguaní, fue descubierta en 1890 o antes por un ciudadano que hizo la
correspondiente denuncia para que le fuera concedido el permiso de su explotación, sin embargo
el descubridor no lo hizo, sino que en 1904 vendió los derechos a una compañía propiedad de
los norteamericanos Harbinson y Walter, los que en el ano 1905, comienzan a extraer mineral de
cromo de esa mina llamada Potosí, que fue el primer yacimiento de la región de Moa que se
explotó.
El volumen de extracción fue poco debido a las dificultades para transportar el mineral por la
falta de vías de comunicación. En el año 1910 cesó el trabajo en esta mina Potosí, de donde se
extrajo muy poco mineral en esa época. (22)
Entre 1900 y 1920, diferentes compañías norteamericanas exploran los terrenos cercanos a la
costa y hasta las premontañas entre Moa y Baracoa y se descubren y denuncian un grupo de
yacimientos de cromo refractario y cromíta. Entre esos yacimientos se hallan las minas de Cayo
Guan, Narcisa, La Delta, Amores, Merceditas, Piloto, Trío Falio, Potosí Superior, Carmen, Las
de Calunga y otras. (23)
En algunos de esos yacimientos se extrae poco mineral antes de 1915, pero más que para su
comercialización, para su análisis y conocer tipos y cantidad de metales contenidos.
La explotación del cromo en Cuba data de principios del siglo XX y su laboreo está
íntimamente ligado con la primera guerra mundial, la totalidad del mineral de cromo que se
extraía en esa época iba hacia Estados Unidos para ser usado en la industria bélica. (24)
En el año 1914, cuando comienza el primer conflicto bélico mundial, una compañía cuyos
mayores intereses estaban en manos de la Juragua Iron Co. comienza a desarrollar los cotos
mineros de Cayos Guan y Narcisa, en las cercanías de la costa.
Para ello construyeron un barracón junto al río que sirvió de albergue a los que trabajaban la
mina y llegaron desde Baracoa, como es natural las condiciones de vida y trabajo eran pésimas,
pero el desempleo y el hambre obligaban a aquellos hombres a permanecer allí.
En 1915, esa compañía y otras solicitan del ayuntamiento de Baracoa los permisos
correspondientes para embarcar el mineral y se autoriza la construcción de un muelle en Punta
Yaguasey, frente a Cayo Moa.
59
Otros yacimientos de cromo fueron explotados durante la primera guerra mundial, sin
embargo muy poco mineral fue embarcado para su envío a Estados Unidos. Según el censo de
1919, en las orillas del río Cayo Guan habían depositadas en esos años 50 mil toneladas de
cromo, pero no se embarcaron por falta de medios. Es posible que ese mineral se haya
embarcado después de 1939, cuando la compañía de Gerardo Aulet reinició la explotación de las
minas de Cayo Guan.
Al finalizar la primera guerra mundial en 1917, cesó el laboreo minero en la zona de la costa
y sólo se hicieron nuevas exploraciones.
En el año 1919 se crea la Compañía Minera de Moa, integrada por consorcios
norteamericanos que tenían concesiones en la región.
El propósito principal de esta compañía era explotar una mina de oro que se creía radicada en
el lugar conocido por El Johnson. Después de excavar y tomar muestras no se encontró oro. Sin
embargo los técnicos de esta entidad analizaron otros yacimientos como los Naranjo, Cromita y
Cayo Guan y comprobaron que los mismos tenían una existencia de 36 por ciento de óxido de
cromo, y que era factible su explotación tanto a cielo abierto como en la minería subterránea,
pero no fueron explotadas hasta terminando la década de 1930. (25)
Estas minas cambiaron de propietario en varias ocasiones, pero siempre prevalecían las
empresas mineras norteamericanas, que lograron la concesión de los derechos de explotación
aunque se mantuvieron en reserva.
60
LA INDUSTRIA FORESTAL EN LOS PRIMEROS AÑOS DEL SIGLO XX
Entre los años 1900 y 1930 la explotación de las riquezas forestales de Moa estuvo limitada a
las márgenes del río Jiguaní y zonas aledañas y consistió en la tala de árboles, muchos de
madera preciosa, que fueron convertidos en bolos y embarcados a través del propio río o del
muelle de la bahía de Taco.
La industria forestal no tuvo importancia económica en esa etapa en el territorio de Moa por
la carencia de aserradero y muelles, además de otros medios para explotar las riquezas
contenidas en los bosques de la región, limitándose a la tala selectiva de algunas especies.
En el año 1914 una compañía de intereses holandeses, después de hacer algunos estudios,
solicita se autorice la explotación de los pinares existentes en los bosques de Moa, con el
objetivo de extraer la resina, muy utilizada en las producciones de la química.
Tras lograr la correspondiente autorización de las autoridades, convenía con la compañía que
poseía los derechos para la explotación de estas tierras y realiza algunas inversiones en la bahía
de Cayo Moa.
En la playa de Moa construye varias naves, usando por primera vez en Moa el cemento y el
ladrillo; asimismo, junto a la costa construye un muro de hormigón que sirviera como atracadero
a naves de bajo calado, en tanto realiza algunos dragados.
En los locales construidos ubicaron las oficinas, albergues, almacenes, y una pareja de la
Guardia Rural que situaron en Moa para cuidar los intereses de la compañía.
Poco más de un año después, y teniendo en cuenta que la compañía no percibía las ganancias
que había previsto, se retira y el negocio de la extracción de la resina de pino fracasa.
Los locales construidos por la compañía fueron también abandonados y años después fueron
ocupados por familias que vinieron a residir en el lugar.
61
DESARROLLO POBLACIONAL Y CREACIÓN DE UNA INCIPIENTE
INFRAESTRUCTURA SOCIAL EN MOA HASTA 1958.
La década de los años 1930 en Moa fue testigo de la creación de las condiciones para
comenzar a desarrollar la industria minera y la industria forestal, que da lugar a las primeras
fuentes importantes de economía en la región, la fundación de algunas comunidades, el
crecimiento poblacional y el nacimiento de una incipiente infraestructura social.
En el año 1937 los propietarios de la compañía consignataria de Buques de Santiago de Cuba,
Mister Warmore y Mister Brooker, en unión de conocedores de Moa, visitan esta zona y se
interesan por las riquezas forestales existentes en sus bosques.
Por esa misma época, el señor Gerardo Aulet, que se dedicaba a diferentes negocios, se
interesa por las minas de cromo de Cayo Guan y Narcisa, que en esos momentos estaban
inactivas.
Luego de conseguir el permiso correspondiente para la explotación de las riquezas forestales
de Moa y llegar a un acuerdo con la Juragua Iron Co., que poseía las concesiones mineras, los
dos norteamericanas junto al ciudadano jamaicano mister Greth, constituyen la compañía
maderera de Moa y logran los créditos bancarios para construir un aserradero de maderas en
Moa, adquirir equipos para la explotación forestal y realizar otras inversiones necesarias.
En febrero de 1938 comienza la construcción del aserradero. Desde que vecinos de sitios
aledaños a Moa conocieron de la próxima construcción del aserradero, construyen modestas
viviendas en La Playa, Los Mangos, que era un lugar prácticamente deshabitado, y otros sitios
aledaños a Moa.
Para finales de la década de 1930, los hijos de las primeras familias establecidas en la zona
contrajeron matrimonio entre si. Los apellidos Montero, Leyva, De la Cruz, Rodríguez, se
enlazan y los matrimonios constituyen sus hogares propios.
Entre las familias que se establecen en Moa y sus alrededores con el surgimiento del aserrío
se encuentran las de Silvano Leyva Montero, Leocadio Leyva Reyes, Lorenza Pérez Padilla,
Isabel Montero, Mariano Leyva Pérez, Modesto Leyva Pérez, y otros. (26)
La construcción del aserrío y su apertura el 7 de noviembre de 1939, provoca que obreros de
territorios cercanos como Cayo Mambí, Sagua de Tánamo, Mayarí y Baracoa, vengan a Moa en
busca de trabajo.
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La construcción del aserrío requirió de madera y para eso fueron talados los árboles que
crecían en su alrededor, el desmonte posibilitó que esos terrenos, especialmente los situados en
el lado oeste de Arroyo Maria junto a los cuales se edificó el aserradero, fueron el primer asiento
poblacional de lo que hoy es la ciudad de Moa, eso ocurre entre 1938 y 1939.
Allí se construyen oficinas y almacenes de la compañía maderera y un grupo de viviendas,
algunas de madera procesada en el propio aserrío, la llamada machihembrada, con techos de
zinc y piso de madera o cemento, las cuales eran las más cercanas al aserrío y fueron ocupadas
por los altos empleados y personal de confianza de la compañía.
Otras viviendas tenían sus paredes de costanera, que eran las maderas desechadas en el
aserrío, con techos de guano y pisos de tierra que ocuparon los obreros más humildes y estaban
alejadas del centro laboral.
El hecho de que con la apertura del aserrío tanto los viejos vecinos de la zona, como los que
llegaron de otras partes, recibieran un salario fijo, propicia que se inicie de forma sistemática el
comercio de compraventa y que se elimine el sistema de trueque que había existido.
Familias llegadas de otras partes como las de Emilio Nicot, Emilio Medina, Juan Arias,
Alcibiades Ferrer, Jhong Cristhy, Vidal Bolmey, Marcial Matos, Tuto Pellicier, Rufino Boris y
otros, construyen viviendas y se establecen en Moa.
Es así como va surgiendo una pequeña infraestructura social: se abren comercios de víveres,
luego un español de apellidos López Castrillón construye y pone en servicio una tienda mixta
donde expende todo tipo de artículos, también fondas y algunos bares son abiertos.
Para embarcar la madera en goletas, que se hacia en bolos, traviesas y madera aserrada, se
construye un muelle por donde se recibían las mercancías y los viajeros.
La propia compañía maderera construye una pequeña pista aérea de tierra para recibir las
avionetas alquiladas que los propietarios utilizaban.
El tránsito de vecinos de la cercanía del aserrío crea la primera calle de Moa, que es la que
hoy se llama Angel Romero Videaux y servía de paso entre sus hogares y el muelle; a ese fin se
construye el primer puente sobre el arroyo María, que es el que se llama Puente de Guarda.
Mientras tanto el señor Gerardo Aulet, que era el propietario de la compañía que en 1938
comienza a explotar las minas de cromo de Cayo Guan y Narcisa, decide que el mineral se
extrajera de esos yacimientos, sería exportado a Estados Unidos por el lugar conocido por Punta
Gorda, a unos 8 kilómetros de las minas.
63
Es por ello que ordena balizar la entrada del mar para recibir naves de hasta 10 mil toneladas,
construye un muelle con dragado para que atraquen goletas y por donde se situarían las patanas
para llevar el mineral a los buques de carga.
Aulet decide situar su oficina en el propio Punta Gorda, allí se construye un chalet para su
mansión, viviendas para sus empleados de confianza y un centro comercial, además de plantas
eléctricas, una planta de radio para sus comunicaciones y otras facilidades.
Esto provoca que junto al lugar los trabajadores humildes de la zona construyan sus
viviendas, algunas de maderas y zinc y otras de yagua y guano. Es así como en 1939 surge el
barrio de Punta Gorda.
En las márgenes del río Cayo Guan, junto a las minas del mismo nombre, los mineros, casi
todos procedentes de Baracoa, comienzan a construir modestas viviendas, y surge el barrio de
Cayo Guan, con una pequeña infraestructura social que garantice prestar algunos servicios como
los de un centro comercial, alguna fondas y otras.
Ya a partir de 1940, se van creando pequeñas comunidades cuando los mineros de la zona
construyen sus viviendas en sitios como Cupey, Quemado del Negro, Cañete y otros lugares.
En el año 1943, al realizarse un censo de población y viviendas, el barrio de Gran Tierra de
Moa tenía 4 mil 445 habitantes, cuatro veces y media los que había en 1931, esto es provocado
por la apertura de dos centros de trabajo, la industria forestal y las minas de cromo, y la
aparición de algunos comercios y otros servicios.
Durante la Segunda Guerra Mundial se extrajeron cifras considerables del orden de mas de
200 mil toneladas anuales de cromita al 33 por ciento, la mayor parte fueron llevadas hacia
Estados Unidos en embarcaciones que viajaban en convoyes con barcos de guerra de custodios
para evitar ser hundidas por los submarinos alemanes que merodeaban estos mares. Frente a las
costas de Moa fueron hundidos algunos buques mercantes de bandera cubana. Para lograr los
volúmenes de mineral fue necesaria la explotación de diferentes yacimientos como Cromitas, la
Delta, Calunga, Piloto, Merceditas, Potosí, Cayo Guan y Narcisa, lo que implicó la llegada de
obreros de otros sitios, incrementando la población residente y provocando ciertos crecimientos
de las comunidades ya creadas. Aunque la infraestructura social en la década de los años 1940,
era insuficiente, especialmente en la educación, la salud, la cultura, el transporte y las vías de
comunicaciones, según se conocerá.
Por su parte la industria forestal aumentó durante la Segunda Guerra Mundial sus niveles de
procesamiento de la madera, en los primeros años se taló la madera de pino, pero luego fue
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extendida a las maderas preciosas y la dura, se construyeron caminos y de lugares lejanos la
madera llegaba a Moa en camiones adecuados para el trabajo.
La madera se embarcaba en goletas desde el muelle de Moa y luego era reembarcada hacia
Estados Unidos y países del Caribe, en tanto una parte se usaba en el país, especialmente para
raíles del ferrocarril. La madera se embarcaba en bolos, traviesas o aserrada.
En 1947 se pone en operaciones otro aserradero de maderas, estaba situado por Quemado del
Negro, y su puesta en servicios provocó que la comunidad tuviera un crecimiento, al construir
los obreros del mismo sus viviendas en el lugar.
A fines de la década de 1940, una compañía que comenzó a explotar las cotas mineras de
Piloto, Potosí y otros, construye un muelle y draga la bahía de Yamanigüey para embarcar
mineral de cromo hacia Estados Unidos por él.
Esta compañía edifica en ese lugar almacenes, talleres y oficinas y junto a esas instalaciones
los trabajadores de los mismos y algunos que laboran en las minas construyen sus viviendas en
el sitio, creándose una nueva comunidad que contó con muelle, una pequeña pista aérea, centro
comercial, fondas y otras facilidades, además de una planta eléctrica.
En el otoño de 1951, la Freeport Sulphur Co., comienza a desarrollar sus yacimientos de
minerales lateríticos en Moa, y para ello contrata a trabajadores que residían en Punta Gorda y
los alrededores de los cotos que se exploraban.
En 1953 esta compañía contaba con un centenar de trabajadores, muchos de ellos para estar
cerca de su centro de trabajo construyen viviendas en Moa y así van surgiendo los barrios de
Los Mangos, La Laguna, la zona de Las Coloradas y se crea el asentamiento de La Veguita.
En el año 1953 se realiza el último censo de población y viviendas de la etapa de la
seudorrepública; la población de Moa es entonces de 4 mil 445 habitantes, es decir que casi se
duplicó en diez años producto del surgimiento de nuevos asentamientos y la apertura de nuevos
centros laborales, como es natural la infraestructura social, especialmente lo referente al
comercio minorista,. tuvo algún crecimiento en esta etapa.
De 1954 a 1958 se produce un nuevo crecimiento de la población de Moa, pero esta vez se
incrementa notablemente el número de habitantes y las viviendas en el propio poblado de Moa
debido a la compañía minera Freeport Sulphur, aumenta el número de sus trabajadores y crea
una base de apoyo para la construcción de la fabrica de níquel y el desarrollo minero.
En 1957 comienza la construcción de la fabrica y miles de trabajadores de otras partes del
país vienen a Moa en busca de empleo, muchos de ellos traen sus familias y para ello son
necesarias nuevas viviendas.
65
Es así como los barrios de Moa, Las Coloradas, Los Mangos, Joselillo, La Laguna y La
Veguita, tienen un crecimiento vertiginoso con la edificación de numerosas viviendas,
generalmente de paredes de costanera, techos de guano, pisos de tierra, sin letrinas sanitarias, sin
acueducto, ni luz eléctrica, ni otras facilidades.
En esa etapa y a partir de 1956, en lo que es hoy la ciudad de Moa se multiplica el número de
pequeños comercios. Surgen tiendas de víveres, se establecen almacenes, se abren varios hoteles
con condiciones mínimas, panaderías, dos farmacias, algunas tiendas de productos industriales,
billares, vallas de gallos y numerosos bares y prostíbulos.
Es así como en 1958, con una infraestructura social incipiente, el territorio de Moa tenía un
estimado de 8 mil habitantes residentes y unos tres mil cíclicos o albergados que laboraban en la
construcción de la planta de níquel.
66
LA ECONOMIA EN EL TERRITORIO HASTA EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN.
Hasta 1939 la economía en Moa estuvo limitada a la venta de los peces capturados por los
pocos hombres que se dedicaban a esta faena, pero tenían que vender el producto a comerciantes
de Baracoa o llevarlo a los poblados de Cayo Mambí o Cananova por vía marítima; a la venta de
miel y cera se dedicaban dos familias, en tanto el resto de la economía era de subsistencia o de
trueques.
Con la apertura del aserradero y la explotación de los bosques, obtienen empleo fijo unos 200
trabajadores tanto en la tala de árboles, como en el transporte de la madera y en su embarque. La
mayor parte de estos obreros eran de otras partes que se establecen aquí.
En las minas de Cayo Guan y Narcisa, desde 1939, trabajaban más de 200 hombres que
fundan los poblados de Punta Gorda y Cayo Guan, pero estos obreros sufren una gran
explotación ya que generalmente se les pagaba con vales o fichas que sólo tenían valor en los
comercios de la propia compañía minera o en los servicios que ellos prestaban. Esta situación se
mantiene hasta la década del 50 en las minas de cromo.
Por otra parte, el hecho de fundarse los poblados implica que muchos vecinos o llegados de
otras partes, establezcan algunos negocios de comercio, fondas, bares, ventorrillos y algunos
servicios, lo que también constituye una fuente de empleo.
Ya en la década del 50, con la llegada de la Freeport Sulphur Co para el desarrollo minero,
unos 300 trabajadores son empleados, los que reciben salarios fijos y son mejor remunerados
que los mineros del cromo y los trabajadores de la madera. Esto constituye una fuerte inyección
económica para la región.
A fines de 1956 comienza la construcción de la fábrica de níquel moense, que tiene como
inversionista a la Freeport Sulphur Co. y su subsidiaria Nicaro Nickel Co. y como ejecutora de
la obra a la Frederick Snare Co.
La fábrica constituye una gigantesca obra que requiere de la labor de miles de trabajadores,
los que en su momento pico llegaron a seis mil. Esto propició una fuerte inyección económica
en la región, pues no sólo dio empleo a los hombres de la comarca, sino que provocó que miles
de obreros de otras partes del país vinieran y se asentaran en Moa.
67
Al triunfar la Revolución Moa era una de las mejores fuentes de empleo del país, y eso
facilitó que se establecieran decenas de pequeños negocios para prestar servicios a los obreros.
En la etapa que analizamos tienen muy poco desarrollo la educación, la cultura y el deporte,
ya que prácticamente siendo Moa un barrio aislado de Baracoa no tenía ninguna atención por los
gobiernos de turno, a lo que había que sumar la falta de comunicación terrestre entre la cabecera
del municipio y este barrio.
En el año 1937, con el objetivo de conquistar los votos de los vecinos de Cañete, la única
comunidad estable que entonces tenía el barrio de Moa, los políticos gestionan y logran la
apertura de un aula escolar dentro del sistema de escuelas cívico militar que existía.
Esta aula multigrado y con una plantilla de un maestro abrió sus puertas, pero semanas más
tarde éste se ausentó y entonces comenzó un período de inestabilidad en su funcionamiento por
la falta de profesores.
En el año 1944 Gerardo Aulet, que aspiraba a un acta de Representante en las elecciones,
hizo gestiones con el gobierno para la apertura de un aula escolar en Punta Gorda, la que fue
aprobada y en un local cedido por el propio Aulet y con una maestra que vino desde La Habana,
se iniciaron las clases del curso 1944- 1945. Esta escuela, con aula y maestra única, que ofrecía
clases hasta el cuarto grado, funcionó de forma estable hasta el triunfo de la Revolución y
gracias a ella los niños de Punta Gorda pudieron aprender las primeras letras.
La situación en Moa era diferente, en este poblado no existió ninguna escuela pública, sólo
algunas personas, de forma privada y previo pago de una módica suma de dinero, impartían
clases elementales a los que podían pagar.
En el año 1945 la directiva del Club Deportivo de Moa, formado por los trabajadores del
aserrío, hace gestiones para que se abra un aula escolar en Moa, sin embargo las gestiones
fueron infructuosas. Según un periódico de Baracoa de la época, en Moa había 400 niños que no
recibían entonces el pan de la enseñanza.
En el año 1956, Felipe Godoy, hermano del testaferro de Batista Gastón Godoy, que presidía
la compañía que explotaba las minas de cromo, hace gestiones para la apertura de una escuela
pública en el poblado minero de Cayo Guan, lo que se logra y se abre el aula en un caserón de
madera, y así desde 1956 los niños allí comienzan a aprender las primeras letras.
68
El maestro de la escuela Ernesto Font Rimany, no sólo ofrecía las clases en horario diurno,
sino que en hora de la noche impartía conocimientos a los jóvenes trabajadores o desempleados.
En el curso 1957- 1958, se abrió en Moa la primera aula escolar que tuvo esta comunidad, era
un aula única con una sola maestra que viajaba a su hogar en Antilla todos los fines de semanas,
por lo que hubo poco aprovechamiento. El curso 58- 59 no se inició.
En comunidades como Cayo Guan, Moa, Cañete, Yamanigüey, algunas personas, utilizando
sus viviendas como aulas, se dedicaban a enseñar las primeras letras a un reducido grupo de
niños cuyos padres podían abonar la módica cuota que cobraban por sus servicios. Más de la
mitad de la población escolar era analfabeta.
Otro tanto ocurría con la televisión que desde 1951 se sintonizaba en las principales ciudades
del país pero sus señales no llegaban a las zonas de Moa y Baracoa.
Tampoco existían cines y sólo en ocasiones en las minas de Cayo Guan, Punta Gorda o Moa,
venían de Baracoa o Guantánamo personas que se dedicaban a exhibir películas llevando
consigo los equipos y una pequeña planta eléctrica. Las primeras salas de cine en Moa se
abrieron en viejos caserones en 1958, proyectando filmes del oeste norteamericano.
69
En 1945, un grupo de trabajadores del aserrío forma un conjunto musical típico y con
instrumentos de cuerda y percusión amenizaban las fiestas que ofrecían en el club o en la tienda
mixta de López Castrillón los sábados por la tarde. Este grupo fue organizado por José Romero.
Los mineros de Cayo Guan también crearon un conjunto típico con guitarras, instrumentos de
percusión y maracas y claves, y amenizaban los bautizos, bodas y cumpleaños en el humilde
barrio.
Se puede considerar que la cultura era inexistente en este territorio antes de 1958.
En cuanto al deporte desde 1938 se acondicionó un terreno en Los Mangos para jugar
béisbol, celebrándose algunos encuentros.
Con la creación del Club Deportivo de los madereros, se construyó otro campo en 1944 junto
a la playa de Moa, más tarde el campo lo mudaron para el sitio donde hoy se encuentra el
estadio Angel Romero Videaux, se creó un conjunto beisbolero formado por los trabajadores de
la madera y todos los fines de semana se ofrecían partidos entre ese conjunto y visitantes de
Baracoa, Cananova, Cayo Mambí y otros sitios, lo que constituía un motivo de diversión para
los vecinos.
Desde la fundación del pueblo Moa tuvo valla de gallos y en ocasiones más de una, otros
juegos que se practicaban eran de interés como los dados, las máquinas traganíqueles, la lotería
nacional y la bolita, juegos prohibidos que las autoridades toleraban previa entrega de dinero.
Más que el deporte sano, hasta 1958, el juego de interés para esquilmar a los incautos, era lo
que se practicaba en Moa.
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LOS SERVICIOS DE SALUD PÚBLICA HASTA 1958
Hasta 1958 la atención a la salud pública por parte del Estado era inexistente. Se carecía de
instalaciones, no había médico ni personal para médico, ni otro tipo de institución sanitaria.
En la década de 1950 la compañía minera de Cayo Guan contrató al doctor Rigoberto Nuñez
Miranda para que residiera en el barrio de Punta Gorda y prestara servicios a los trabajadores de
la entidad. El galeno realizaba en su propia vivienda consultas privadas a la población previo
pago de sus servicios. Las mujeres tenían que parir en su propia casa, ayudadas por las llamadas
recogedoras.
A fines de 1957 la compañía que construía la fábrica de níquel en Moa, abrió un dispensario
médico en la base de apoyo para atender a los obreros enfermos o accidentados. Contaba con un
médico y tres enfermeros, pero no atendían a la población. En caso de hospitalización, los
pacientes eran enviados a Santiago de Cuba.
En la década de 1940 se abrió una farmacia en Punta Gorda y en 1955 se pusieron en servicio
dos farmacias en el poblado de Moa, la existencia de medicamentos era muy limitada y los
propietarios de los establecimientos eran los que recetaban a los enfermos.
Esos eran los servicios de salud pública que se prestaban hasta 1959
71
VIAS DE COMUNICACIONES Y MEDIOS DE TRANSPORTE.
Cuando en el año 1938 comienzan a explotarse las minas de cromo y se inicia la industria
forestal, fue necesario trasladar a Moa medios de transporte como camiones especiales, además
de equipos pesados, entre ellos tractores y grúas, por lo que se procedió a mejorar el camino
existente entre Sagua de Tánamo y Moa, el que pasaba por los barrios de Cananova y Cebolla.
Es así como se construye la primera y única vía de comunicación terrestre que tuvo el
territorio antes del triunfo de la Revolución.
Este camino era transitable para equipos pesados, casi siempre de doble tracción, en tiempo
de seca, pero se hacía intransitable en las temporadas de lluvias y como la región era zona muy
lluviosa no garantizaba un tráfico permanente.
Desde 1939 cuando se construyen los muelles de Moa y Punta Gorda, las goletas de cabotaje
que viajaban entre Santiago de Cuba y Antilla con escalas en otros subpuertos, comienzan a
atracar en ellos y por esa vía se traían todas las mercancías necesarias para la alimentación de
los vecinos y todos los productos que requerían las compañías y el comercio. Además por ellos
se embarcaba la madera y las mismas goletas de carga eran usadas por los trabajadores y
vecinos como medio de transporte para viajar.
Aunque desde 1938 en Moa se construyó una pista aérea para recibir a pequeñas avionetas
que usaban los propietarios y altos funcionarios de las compañías, las que alquilaban a sus
pilotos, no es hasta fines de la década del 40 cuando la empresa Cubana de Aviación, que
realizaba vuelos entre Santiago de Cuba, Baracoa, Cayo Mambí y Central Preston (Guatemala),
comienza a prestar servicios con un viaje semanal, luego los aumentó a dos y ya en 1958 este
vuelo, al que llamaban “El Lechero”, viajaba todos los días entre Moa y esos puntos, pero sólo
era usado por las personas pudientes, mientras los vecinos y trabajadores debían utilizar las
goletas de carga. Los pilotos de Cubana llamaban a ésta La Jungla por lo intrincado. En época
de lluvia el camino se hacia intransitable y la pista inservible para recibir las naves.
72
En el año 1958, una línea de ómnibus de Holguín, que ofrecía servicios a las zonas
montañosas, comenzó a dar viajes con equipos adaptados de doble tracción entre Sagua de
Tánamo y Moa, pero en época de lluvias el servicio no se prestaba.
Esa era la situación del transporte existente en Moa hasta 1959, aunque laboraban aquí miles
de hombres de otras partes del país que necesitaban viajar periódicamente a sus hogares y donde
sólo las goletas aseguraban el servicio.
Los servicios de correos, telégrafos y teléfonos en Moa no existieron hasta después del
triunfo de la Revolución. Sólo existió una estación radiotelegráfica en Punta Gorda desde 1945,
pero era para el uso exclusivo de la compañía minera.
LA VIVIENDA Y LA ARQUITECTURA
Desde que se crean las comunidades de Moa, Punta Gorda y Cayo Guan a fines de la década
del 30, se comienzan a construir viviendas, oficinas y locales para diferentes servicios. Las
construcciones se realizan de acuerdo con las posibilidades económicas de sus propietarios.
Existían desde el regio chalet estilo bungalow de dos plantas y cuatro corredores que
construyó en Punta Gorda el propietario de la compañía Gerardo Aulet y que tiene un gran valor
arquitectónico y patrimonial, los chalets que en Moa, junto al aserrío, edificaron sus propietarios
para sus altos empleados, hasta los humildes vara en tierra construidos por los obreros.
Se utilizó para los mejores locales la madera aserrada o machihembrada, muchas veces
preciosa, con cubierta de zinc y pisos de cemento o madera, letrinas sanitarias, cocinas de
carbón o vapor, hasta el guano, la yagua, los pisos de tierra, la costanera y materiales
desechados, para los hogares de los obreros.
De todas estas comunidades el barrio de los mineros de Cayo Guan, junto a un río y la mina,
era un ejemplo típico de la forma en que vivían la mayoría de los vecinos donde las condiciones
infrahumanas se hacían patentes.
A partir de los primeros años de la década del 50, con el crecimiento poblacional de la
comunidad de Moa por el desarrollo minero para la extracción del níquel y el cobalto, se
produce en la arquitectura un proceso de colonización empresarial por parte de la compañía
norteamericana.
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La arquitectura se semeja a la de los pueblos del oeste norteamericano de los siglos XVIII y
XIX, donde el ladrillo y el cemento no existen y sí la madera en distintas formas. Los hoteles, la
iglesia, las viviendas y hasta los comercios adquieren la tipología del Far West. En el centro
comercial del poblado no aparecen la yagua y el guano sino la madera, las pequeñas
construcciones de dos plantas, hasta los sitios usados para atar a los caballos.
Hasta 1959, los que llegaban al poblado de Moa, a su centro comercial, aseguraban que
aquello era un pueblo del oeste norteamericano, lo que es una muestra de la colonización y
transculturación a que fuimos sometidos.
El resto de los poblados mantuvo una arquitectura ecléctica, donde cada uno construía con lo
que tenía, pero teniendo en cuenta que no se usó ni el ladrillo ni el cemento.
Desde principios del siglo XX las compañías norteamericanas que hacían gestiones para
explotar las riquezas minerales de Moa señalaban como un beneficio para ellas la carencia de
sindicatos en la región, lo que convenía a sus intereses.
Cuando en 1938 comienzan a explotarse las riquezas forestales y las minas de cromo, no se
constituyeron sindicatos en esos centros, el bajo nivel político y cultural de los vecinos y los que
venían a buscar empleo desde otros lugares, no permitía su creación.
74
El sindicato logró se aprobara un pliego de demandas entre las que se contaban el pago del
descanso retribuido, la obligación de la patronal de garantizar que se llevara el almuerzo a los
obreros que laboraban en el campo y alguna otra migaja.
Cuando en 1947 los sindicatos son descabezados al ser destituidos a la fuerza los dirigentes
unitarios, las hordas mujalistas asaltan las organizaciones obreras, los dirigentes del sindicato de
la madera de Moa son destituidos y los seudodirigentes vendidos ocupan los cargos, los
verdaderos líderes obreros son perseguidos, apoyándose en la guardia rural, Román Piñó es
detenido y encarcelado en varias ocasiones y ante las amenazas a su integridad personal se ve
obligado a marcharse de Moa.
Por otra parte, en las minas de cromo se hicieron intentos de crear sindicatos, pero la
patronal, tanto Gerardo Aulet que era el máximo dirigente de la compañía, como su sucesor
Felipe Godoy, hermano de un testaferro de Fulgencio Batista, no permiten su reconocimiento y
el Sindicato de los obreros del cromo no se organiza hasta 1959.
En cuanto a los trabajadores portuarios, que en los muelles manipulaban la carga del mineral
de cromo o la madera, estaban afiliados al sindicato de braceros y portuarios de Baracoa que,
con dirigentes espurios, practicaba el caballaje y otros métodos para explotar a los trabajadores.
Se puede asegurar que, a excepción del sindicato de la madera de Moa, hasta 1947, en este
territorio no existió movimiento obrero antes del triunfo de la Revolución.
75
LOS YACIMIENTOS MINEROS HASTA 1958.
Como se ha dicho, en 1938 una compañía presidida por el capitalista Gerardo Aulet,
comienza a explotar y exportar el mineral de cromo de los yacimientos de Cayo Guan y Narcisa,
utilizando fuerza de trabajo barata de los propios vecinos de la zona o desempleados de Baracoa.
Las condiciones laborales en los años del capitalismo en esas minas fueron infrahumanas,
generalmente en los túneles se trabajaba con pistoletes, barretas, picos y palas, no existía
mecanización alguna y los accidentes del trabajo provocaron varios obreros muertos o heridos
con lesiones incapacitantes.
Los salarios que se pagaban eran muy bajos, y en muchas ocasiones sólo recibían vales o
fichas que nada más tenían valor en los comercios que la propia compañía poseía en la zona, sin
embargo la necesidad y la falta de fuentes de trabajo obligaba a aquellos infelices a mantenerse
en los puestos.
El barrio donde vivían los mineros en Cayo Guan era un sitio infernal que hizo exclamar al
Comandante Ernesto Guevara cuando lo visitó en 1961: “Así no puede vivir ni trabajar ningún
ser humano”. Los propios mineros del cromo decían que el trabajador era carne y el patrono
cuchillo. (27)
El resto de las minas de cromo que entre 1945 y 1958 se explotaron en la región tenían las
mismas características que aquel infierno que llamaban Cayo Guan.
A pesar de que ya hacia muchos años que venían siendo objeto de explotación los minerales
niquelíferos de Nueva Caledonia, no fue hasta los años de la década de 1930 que se descubrió
un método para recuperar el níquel de las lateritas de Cuba.
Es así como a fines de esa década la compañía Freeport Sulphur adquiere los yacimientos de
Ocujal y otros en Pinares de Mayarí, y con créditos del gobierno norteamericano que necesitaba
del níquel parasu industria bélica durante la Segunda Guerra Mundial, construye la planta de
níquel de Nicaro en la península de Lengua de Pájaro, en la bahía de Levisa, entre 1942 y 1943.
Esta planta operó entre 1943 y 1947, y es el nacimiento de la industria del níquel en Cuba. En
ese espacio de tiempo se enviaron a Estados Unidos aproximadamente 30 mil toneladas de
concentrado de níquel. (28)
76
Al cesar la Segunda Guerra Mundial, en el año 1947, las necesidades de níquel por parte del
gobierno norteamericano desaparecen y la planta de Nicaro es cerrada, cesanteando a sus más de
dos mil trabajadores.
Sin embargo, con motivo de la guerra fría y la agresión norteamericana al pueblo coreano en
1950 la industria bélica del país del norte requiere nuevamente del níquel cubano y en 1951
llega a un acuerdo con la compañía Nicaro Nickel para la reapertura de la fábrica de Nicaro, la
que se pone nuevamente en operaciones en diciembre de 1952, a la vez que se reciben créditos
para ampliar la producción de la planta. (Ver anexo sobre producciones de níquel).
Esta vez, con una visión más clara de las posibilidades de obtener beneficios con la
extracción de níquel, así como para asegurar para su explotación abundantes existencias de un
mineral estratégico, los intereses norteamericanos no se limitaron a la reapertura de la planta de
Nicaro, sino que fueron aún más lejos: La Nicaro Níkel Co. comenzó a desarrollar sus cotos
mineros en Moa en el otoño de 1951 y para la primavera de 1953 tenía suficiente mineral de
níquel como para justificar la construcción de una planta para su tratamiento.
77
DESARROLLO DE LA INDUSTRIA FORESTAL
A partir del año 1939 las riquezas forestales del territorio de Moa comenzaron a ser
explotadas con la indiscriminada tala de los grandes bosques de pinos y maderas preciosas
existentes en la región y que hasta ese momento se habían mantenido casi vírgenes.
Sin embargo, es un hecho cierto que la industria forestal es la que propicia la creación de la
comunidad de lo que es hoy la ciudad de Moa, y fueron sus primeros trabajadores y sus
descendientes quienes dieron vida y movimiento a esta parte del país. Es por ello que se debe
recordar a aquellos pioneros que laboraron en el aserrío de Moa y que son, entre otros, Emilio
Nicot que fue el que dirigió la obra en los últimos meses de su construcción: el carpintero
Guillermo “Mejicano” Bravo, el aserrador Emilio Medina, el carpintero y aserrador Alcibíades
Ferrer Lantigua, el ayudante Ladislao Leyva, el fogonero Juan Arias, el jefe de mecánica John
Cristy y los mecánicos Jorge y Samuel Cristy, Virgilio Monge, los choferes Marcial Matos,
Vidal Bolmey, Andrés Pérez y José Manuel Febles, y los obreros Joselillo Leyva, Leonilo
Ramos, Remigio Aguirre, Tuto Pellicier, Maurilio Tabera, Modesto Leyva, Virgilio Montero,
los operadores de equipos Chambelón Montero, Chino Montero, Rufino Boris y Atán Leyva.
Pero la explotación forestal no se limitó a la Compañía Maderera de Moa que tuvo varios
propietarios, sino que se instalaron otros aserríos para hacer mayor la tala indiscriminada de los
bosques.
En los últimos años de la década del 40 se montó un aserrío en Quemado del Negro y en
1950 otro en Yamanigüey, los que procesaban y embarcaban madera preciosa y eran propiedad
de otras pequeñas compañías.
El capitalista Gerardo Aulet, valiéndose de todo tipo de negocios o trucos, llegó a poseer en
1958 mil caballerías de tierra desde Punta Gorda hasta el río Jiguaní y comenzó a explotar sus
riquezas en la fabricación de carbón que enviaba en naves a La Habana y otras ciudades, con
78
ello no sólo explotaba los bosques, sino también a decenas de obreros que se ocupaban de esa
tarea.
Los tres centros de trabajo más importantes en Moa eran entonces las minas de cromo, el
aserrío y la tala de árboles y la explotación minera para el desarrollo del níquel, donde se
comenzaba a trabajar para la construcción de la fábrica.
Por otra parte Juan Antonio Vázquez (1), que era contador de la compañía que operaba el
aserrío, hace contacto con Raúl Arderí Stoll, agente de una marca de cigarros en Sagua de
Tánamo que pertenecía al Movimiento en aquella ciudad y viajaba a Moa de forma sistemática;
a través de Arderío, Vázquez se integra al Movimiento y crea una célula en el aserrío,
recaudando fondos que entregaba a Sagua de Tánamo para su envío a Santiago de Cuba.
José Antonio Vázquez hace contacto con René Pujol, patrón de una nave especializada en el
dragado que operaba construyendo la rada moense, y por medio de él, se crea una célula en el
barco a la que se integran entre otros Orestes del Río, Enrique Cala, Pepín Pujol (1), y otros.
La dirección del Movimiento 26 de Julio en Baracoa visita a principios de 1957 las minas de
Cayo Guan y se crea allí una célula para recaudar fondos para el movimiento insurreccional, se
integran a la misma los trabajadores Nery Galván, Jail Jiménez, Juanito de la Cruz, José Manuel
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Camejo, Galudis Chie Gamboa, José Niuvó Rodríguez, Bebo Rodríguez Legrá (1), Orestes
Suárez Hernández y otros.
La dirección del Movimiento le ordena dirigirse a trabajar a Moa para organizar a los
revolucionarios en esta zona. En Moa comenzó a trabajar en la construcción en el mes de agosto
y contactó con los grupos revolucionarios.
A través de René Pujol solicita la entrega de dinamita para enviar a Santiago de Cuba, el
propio Pujol le entrega parte de la dinamita que usaba en el dragado, en tanto Orestes del Río
contacta con los revolucionarios de Cayo Guan, los que entregaron alguna dinamita y mechas,
las que son enviadas a Santiago de Cuba en uno de los aviones de la compañía minera con el
piloto Cobelo, que estaba integrado al Movimiento 26 de Julio, la metralla fue entregada a la
dirección del 26 en Santiago.
En Moa Rodríguez Font organiza una célula en el área minera, otra en el puerto que dirigía
Enrique Sierra, algunas en las obras de construcción de la fábrica y las enlaza con Santiago de
Cuba para enviar las recaudaciones económicas y recibir instrucciones. Abelardo Rodríguez
Font fue descubierto en Moa y tuvo que partir al extranjero porque su vida peligraba. (30).
El 11 de marzo de 1958 se crea el Segundo Frente Oriental Frank País con la llegada a la
zona de la columna 6, la que venía desde la Sierra con el Comandante Raúl Castro Ruz al frente.
En ese mes la dirección de las células de Moa recibe la noticia de que se iba a realizar la
Huelga General Revolucionaria, que sería anunciada con acciones bélicas.
El 30 de marzo de 1958 el capitán Efigenio Ameijeiras, de las tropas de Raúl Castro, recibe
en el campamento de Aguacate a unos dirigentes del Movimiento 26 de Julio de Guantánamo,
que le informan que por orden de la dirección debía tomarse en la noche del otro día la pista
aérea de Moa para recibir una nave procedente de Costa Rica con armas y hombres para el
Ejército Rebelde.
Como Raúl se encontraba por la zona de Yateras y no podía ser informado a tiempo,
Ameijeiras determina partir inmediatamente para Moa y realizar la acción que se llamó La Niña,
y se produce el hecho que la historia llama “La Primera Toma de Moa por el Ejército Rebelde”.
80
En dos carros, con dos pelotones de rebeldes, Ameijeiras toma esa noche por un escabroso
camino entre Guantánamo y Sagua de Tánamo; a pocos kilómetros de Sagua, al tomar por un
camino secundario se encuentran con un campamento de escopeteros rebeldes, ordena que se
busquen dos prácticos que los conduzcan a Moa. Uno de los prácticos fue Orestes del Río, que
ya residía en Santiago y que por orden de la dirección revolucionaria había llegado por vía aérea
a Moa dos días antes y después de conocer detalles de la situación allí partió al monte en busca
de los rebeldes.
Los informes eran que en Moa había un cuartel con 8 ó 10 soldados de Batista y un grupo de
guardajurados de la compañía.
Al llegar al bar salía el esbirro, al darle el alto los rebeldes trató de usar su arma pero fue
ajusticiado y murió en el instante, en uno de sus bolsillos se le encontró un papel con el nombre
de varios revolucionarios que residían en Moa.
Un pelotón al mando del teniente Samuel Rodiles Planas tomó la pista aérea y requisando
varías camionetas las colocaron en las orillas de la misma para iluminarla cuando escucharan la
nave.
A su regreso Ameijeiras dispuso la organización de una compañía con los escopeteros que
estaban en los campamentos de El Lirial y Andrés, constituyendo la compañía C, dejando ésta al
mando del capitán Julio Pérez Guitian, que había llegado de la Sierra Maestra. La jefatura de esa
compañía radicó en El Lirial. (31)
81
General Revolucionaria y el primero de abril ordenó a los trabajadores que abandonaran sus
labores y se marcharan del pueblo para evitar represalias de los soldados de Batista.
Las obras de construcción, los trabajos mineros y el aserrío, detuvieron sus labores y el
pueblo quedó desierto pues los obreros se marcharon en goletas y otras embarcaciones,
vehículos o a pie. Realmente la huelga comenzó en el país el 9 de abril, pero en Moa se inició el
primero y los trabajadores no regresaron hasta el día 11, cuando se conoció que el movimiento
huelguístico había fracasado.
No hubo represalias contra los obreros porque intervinieron los funcionarios norteamericanos
de la compañía para evitar conflictos que pudieran perjudicar la marcha de las labores, pero a
partir de ese momento la guarnición militar del ejército de Batista fue reforzada con una
compañía al mando de un capitán, compuesta por 100 efectivos con un carro blindado y varias
ametralladoras 30, con el fin de proteger las propiedades de los norteamericanos.
En ese mes de abril un grupo de combatientes del campamento de El Lirial a las órdenes de
Ofelio González, asalta las minas de Cayo Guan, donde ocupan una caja de dinamita y rollos de
mechas que conducen hasta su campamento.
Si bien no hubo contacto con las fuerzas de Batista, que no custodiaban la zona, la acción fue
un éxito, por cuanto el material ocupado sirvió para la fabricación de granadas y minas en el
taller rebelde que estaba situado en Cayo Perico. Esta es la primera vez que los mineros del
cromo de Cayo Guan tienen contacto con combatientes rebeldes y a partir de entonces se
estableció una fuerte colaboración entre ellos.
En células secretas militaban entre otros José López Moreno (Lopito), Juan Rodríguez
Guerrero (Amigo), Julia y Estrella Anoceto, Pepito Guzmán Arevalo, Rafael (Fito) Maceo
Matos, los mellizos Romero, Arturo Ayala (1), José Rodríguez (Pepe pintura), Antonio
Rodríguez Rodríguez (Cubano), Luis Robert Sánchez, Mariano Paumier Real, Francisco
Lobaina Noa (Ico), Alfredo Hechavarría (Moro), Ariel Zarzabal, Anita Alayo, Tomás Ugalde.
La mayoría de los más de 100 integrantes de las células eran trabajadores de la construcción de
82
la fábrica. Durante el mes de mayo se producen enfrentamientos entre efectivos del Ejército
Rebelde y fuerzas de Batista que tratan de penetrar a los campamentos entre Sagua de Tánamo y
Moa. Los enfrentamientos tienen lugar en La Ayüíta, Melena, El Sitio y otros lugares, las tropas
de Batista son rechazadas. (32)
El 22 de junio de 1958 el Comandante Raúl Castro Ruz, jefe del II Frente Oriental, dicta la
Orden Militar # 30, conocida como Operación Antiaérea, cuyos objetivos fundamentales eran
detener a los ciudadanos hombres, mayores de edad, norteamericanos que trabajaran o residieran
en la región, para conducirlos a la zona campesina y conocieran del apoyo que daba su gobierno
al de Batista suministrando metralla a su aviación para bombardear el campo y la montaña,
asesinando niños, mujeres y ancianos y que esto se denunciara al mundo.
A la columna 9 que operaba en la zona de Mayarí hasta Moa, se le asignó la misión de atacar
a Moa con el objetivo de detener al mayor número posible de dirigentes y funcionarios
norteamericanos que laboraban allí en la construcción de la planta de níquel, y al propio tiempo
asestar un golpe a la fuerza de la tiranía que custodiaba los intereses de la compañía. Esa fue la
única acción bélica que tuvo lugar dentro de la Operación Antiaérea y es conocida como “La
Segunda Toma de Moa por el Ejército Rebelde”.
Atacar el cuartel de La Playa donde había 18 soldados de Batista, lo que se realizó, ya que
después de dos horas de combate los guardias escaparon por el muelle en una lancha y el cuartel
fue ocupado y quemado. En esta ocasión cayó victima de una granada lanzada desde el cuartel,
el jefe de ese ataque, Primer Teniente Pedro Sotto Alba, expedicionario del Granma.
También se emboscó a las fuerzas principales de la tiranía, que era una compañía de 80
hombres bien armados que estaban en el reparto que se construía. Los soldados no salieron, y la
misión encomendada a Rolando Monterrey lo evitó.
83
Los jefes rebeldes que dirigieron estas operaciones fueron el capitán Reinerio Jiménez Lage,
primeros tenientes Jose L. Cuza (Pepito), Pedro Sotto Alba, teniente Rolo Monterrey, teniente
Eduardo Pérez (1), Sargentos Bebo Portuondo y Nelson Mulet, Doctor Menchero y otros.
En una escaramuza en Los Mangos fue herido el combatiente Angel Romero Videaux, quien
se guareció en un sótano donde, al marcharse las fuerzas rebeldes, fue denunciado, detenido y
asesinado.
Por errores cometidos por el jefe de la acción, capitán Nino Díaz, las fuerzas rebeldes
salieron del pueblo de forma desorganizada y cuando en la madrugada salían los últimos carros,
en el camino a Centeno fueron emboscados por una patrulla del ejército y en la acción cayeron
cinco combatientes: José Antonio Boizan Barrientos, Austergecilio Vargas, Manuel Terrero,
Alcibíades Deroncelet Isidro, y Renato Oliver Galbán. (33)
La Segunda Toma de Moa fue la acción militar y política más importante llevada a cabo en
este territorio durante la lucha insurreccional, y pese a que caen siete combatientes rebeldes,
todas las misiones se cumplieron y se hicieron varias bajas al enemigo.
El 27 de junio, cuando se procedía en las márgenes del río Castro al entierro de las víctimas,
al despedir el duelo el Comandante Raúl Castro afirmó que algún día el centro industrial minero
de Moa llevaría el nombre de Pedro Sotto Alba. Ese mismo día, por una orden militar se
asciende al primer teniente Pedro Sotto Alba al grado de Capitán Post Morten y lo nombra
Comandante de Honor de todos los poseedores de la Legión al Mérito Frank País. (34)
84
En los primeros días de agosto el combatiente Ofelio González operaba como jefe de un
grupo de escopeteros por la zona de Cayo Guan, Punta Gorda, Yamanigüey y Moa, establece un
campamento cerca de las minas de Cayo Guan. Entre los combatientes bajo sus órdenes se
encontraban Juanito de la Cruz, de aquel lugar y Marcelo López de Moa y Goyito Leyva. La
misión de este grupo era la de transportar los suministros que recibían de Moa y Cayo Guan
para el campamento de Los Indios o el taller de Cayo Perico.
Hasta el fin de la guerra se establecieron otros campamentos en la zona entre Punta Gorda y
Yamanigüey. En Quesigua una tenencia dirigida por los tenientes Fernando Ruiz Bravo y
Joaquín Méndez Cominches, en Yamanigüey un puesto dirigido por Augusto “Manengue”
Caballero. Grupos dirigidos por los sargentos “Beruto” Suárez Abella y Rafael Mondelo y el
cabo Manolo Leyva.
En el mes de agosto, en reunión efectuada entre el capitán Reinerio Jiménez Lage, jefe de la
compañía C de la columna 19, y la dirección del Movimiento 26 de Julio en Moa, se acuerda
crear una red de suministros desde Moa, Cayo Guan y Yamanigüey para abastecer la fábrica de
explosivos de Cayo Perico y los campamentos rebeldes. Para ello se utilizaría a Moa para recibir
informes desde Santiago de Cuba por medio de una célula existente en el aeropuerto de aquella
ciudad.
La célula del aeropuerto de Santiago de Cuba era dirigida por José Festary y la integraban
también el piloto que viajaba entre Santiago y Moa, Napoleón Diego Cobelo, que conducía un
avión de la Moa Bay Minino, Co. Francisco Festary que era el jefe de compras de la citada
compañía y los mecánicos Alipio Piñeiro y José Ramírez. (36)
Así se disponía tratar de evitar acciones armadas en esta zona, ya que esto podía provocar
represalías y afectar la red de suministros e informes tanto de Moa como desde Santiago de
Cuba.
Durante el mes de septiembre de 1958, combatientes de las Fuerzas Aéreas Rebeldes, entre
ellos Bebo Rodríguez Legrá, acopiaron materiales eléctricos en las zonas de Moa y Cayo Guan
para iluminar las pistas rebeldes de Mayarí Arriba y Cananova, incluso se ocupó una planta
eléctrica en Cañete. Los materiales fueron llevados a La Melba en el camión conducido por el
Rubio Cadry que vivía en Yamanigüey.
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Desde Cayo Guan se envió al taller de Cayo Perico un torno, taladros, herramientas, planchas
de acero y otros materiales, y desde la fábrica en construcción en Moa se envió oxígeno,
acetileno, combustible, cables y otros materiales. (37)
De Cayo Guan se unieron a los rebeldes y fueron a trabajar a Cayo Perico los obreros Glaudis
Chie Gamboa y Ulpiano Ramírez Rodríguez “Nanito”.
El 24 de septiembre de 1958 los miembros de una célula del Movimiento 26 de Julio que
laboraban en la fábrica de níquel en construcción, soldadores Jacinto Toledo, Teodoro Delgado
y Jorge Herrera Lizabet, aprovechan que en el taller el eléctrico se hallaban tres equipos de radio
portátiles llamados microondas del ejército de Batista, que fueron llevados allí para probarlos, y
en los momentos que los soldados habían salido a almorzar, penetraron en el lugar y sustrajeron
los equipos.
En esta acción participaron Angel Cruz y Luis Robert Sánchez, de la célula. Luego en una
camioneta llevaron los equipos y cruzaron el río Moa, y con la ayuda de combatientes que
merodeaban la zona llegaron con los radios al campamento de Los Indios uniéndose al Ejército
Rebelde. (38)
El 9 de octubre de ese año 1958, los combatientes Jorge Herrera Lizabet “Tito”, Teodoro
Delgado y Adiel Navarro Sánchez, que habían trabajado en las obras de construcción de la
fábrica de níquel en Moa realizan una acción armada para rescatar armas en el centro del
poblado de Moa.
Afeitados y pelados, vestidos de civil y con armas cortas, los rebeldes penetraron en Moa y
en horas de la mañana, frente a la iglesia Bautista, en el centro del poblado, cuando un jeep
cargado de soldados de Batista llega a la cafetería La Atómica, al desmontarse los guardias se
inicia un tiroteo cuando los rebeldes tratan de quitarles las armas; en la acción cae mortalmente
herido Jorge Herrera, y es herido también de gravedad Adiel Navarro, Teodoro Delgado logra
tomar una carabina San Cristóbal y dispara, en la refriega caen muertos tres soldados y otros tres
son heridos, Teodoro Delgado, herido en una pierna, logra escapar con una carabina y su
parque. Dos días después, estando en el hospital de Baracoa el combatiente Adiel Navarro
Sánchez, es asesinado por los soldados de Batista. (39)
86
El 22 de octubre, Jacinto Toledo, quien había sido soldador en la fábrica en construcción en
Moa y se había alzado, en unión del también soldado rebelde Víctor Nicot, debidamente pelados
y afeitados, toman en Cayo Mambí el avión DC-3 de Cubana de Aviación que se dirigía a Moa,
ya en el aire obligan a la tripulación a aterrizar en la pista de Cananova, donde la nave es
ocupada y trasladada a Mayarí Arriba. (40)
A principios de octubre de ese año los combatientes Rolando Marrón Duque de Estrada y
Bebo Rodríguez Legrá, son enviados a Yamanigüey para realizar trabajos que convirtieran la
pequeña pista aérea del lugar en un campo de aterrizaje para las naves rebeldes.
Con la colaboración del agrimensor Raul Niuvó se hace un levantamiento topográfico para
extender la pista. Desde Cayo Guan y Punta Gorda se trasladan a Yamanigüey un tractor y una
motoniveladora, labor en la que participan Digno Maresma y Jorge Silot Noa, el objetivo era
llevar la pista a 650 metros de largo por 30 de ancho.
El tractor fue operado por Manuel Guilarte Matos “Nene”, se utilizó como compactador un
camión Yucle conducido por Orlando Cádiz Sánchez “El Rubio”y colaboraron en el suministro
de materiales Luis Rodríguez Legrá y Orestes Suárez Hernández.
A mediados de noviembre la pista quedó terminada con un refugio en una de sus cabezas,
planta eléctrica y equipo de radiocomunicaciones. La custodia de la pista quedó a cargo de un
pelotón de rebeldes al mando de Augusto Caballero, “Manengue”, y Silvio Acosta Herrera
“Tatán”. (41)
El 6 de diciembre aterrizó en Yamanigüey el avión North American T-28 piloteado por Jorge
Triana (1) procedente de Mayarí Arriba, donde había llegado el día antes desde Miami. La nave
fue guardada en el refugio de la pista. Esta nave con el piloto operó contra las fuerzas de Batista
cuando se produce la batalla de Sagua de Tánamo los días 19 y 20 de diciembre, desde la pista
de Yamanigüey.
El camión fue trasladado a un lugar en medio del monte y por donde no existía paso para
evitar ser denunciado. El vehículo se forró con un buen blindaje de dobles tolas de acero con
87
arena en el medio. En la parte superior se le construyó una torreta para montar una
ametralladora, el cuerpo del blindaje contaba con varias aspilleras.
Este blindado fue usado por los rebeldes con el nombre de Caballo de Troya en la toma de
Sagua de Tánamo, los combatientes le llamaban El Buchú. (42).
En el mes de diciembre, dos escuadras de rebeldes al mando del sargento “Beruto” Suárez
Abella, asaltaron y apresaron a las goletas La Norma y Playa Blanca que viajaban desde
Santiago de Cuba a Moa y Cayo Mambí con víveres y productos industriales para las fiestas de
fin de año.
Las embarcaciones fueron descargadas en Punta Gorda, Yamanigüey y Taco Bay, los
productos fueron repartidos entre la población civil y los campamentos rebeldes.
El 26 de diciembre , el ser derrotadas las fuerzas de Batista en Sagua de Tánamo, las tropas
militares que la dictadura tenían acantonadas en Moa abandonaron por vía marítima el poblado
y se dirigieron a Baracoa y de ahí a Santiago de Cuba.
Esa misma noche los combatientes y escopeteros que estaban en los alrededores de Moa
tomaron la localidad. Entre los combatientes que penetraron ese día y declararon a Moa
Territorio Libre de Cuba, se hallaban el sargento Rafael Mondelo, el cabo Manolo Leyva,
Marcelo López, Alfredo Becle “Sony”, Juanito de la Cruz, Goyito Leyva y otros.
Así la dirección de la Revolución se hace cargo en Moa de la dirección política y militar del
territorio el 27 de diciembre de 1958.
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TRABAJADORES DE LAS OBRAS DE CONSTRUCCIÓN DE LA FÁBRICA Y LA
MINERÍA DEL NÍQUEL QUE SE UNIERON A LAS FILAS DEL EJERCITO
REBELDE.
Teodoro Delgado.
Enio Pellicier.
Carmelo Medina.
Elpidio Medina.
Juanito de la Cruz.
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Rosendo Rodríguez Legrá (1).
Nery Galván.
En septiembre de 1958 se une a las tropas rebeldes en Los Indios. El 9 de octubre en una
operación rescate en el centro de Moa, al tratar de quitar las armas a un grupo de soldados de
Batista, es herido gravemente y trasladado a Baracoa, donde fue ingresado en el hospital; dos
días después, al conocer los esbirros que era un combatiente, fue asesinado.
José Herrera Lizabet (Tito): Nació en Mayarí. Comienza a trabajar a fines de 1957 como
pailero y soldador en las obras en construcción de la fábrica de níquel en Moa. Se integra a una
célula del Movimiento 26 de Julio. En septiembre de 1958 participa en la ocupación de tres
equipos de microondas del ejército en un taller, conduciéndolas al campamento de Los Indios.
El 9 de octubre de 1958, al realizar con otros compañeros una operación rescate en el centro
de Moa, es herido mortalmente y su cadáver fue ocupado por los soldados de la tiranía.
90
Rafael Antonio Maceo Matos (Fito): Nació el 15 de marzo de 1931 en el poblado de Sagua
de Tánamo y se crió en la zona de Melena. En 1957 comenzó a trabajar en las obras de
construcción de la fábrica de níquel como electricista de acumuladores. Se integra a una célula
del Movimiento 26 de Julio.
En abril de 1958 se alza en El Lirial, más tarde pasa a formar parte de un destacamento a
Cananova. Murió heroicamente en la batalla de Sagua de Tánamo el 23 de diciembre de 1958.
Pedro Sotto Alba: Nació en Manzanillo el 27 de diciembre de 1935. Siendo muy joven se
integra al Movimiento 26 de Julio, debido a la feroz persecución de que fue objeto es enviado al
exilio y es uno de los 82 expedicionarios del Granma que bajo el mando de Fidel desembarcan
en Las Coloradas el 2 de diciembre de 1956.
Después de la dispersión de Alegría de Pío, es protegido por unas familias y en marzo del 57
regresa a la Sierra Maestra, donde participa en varios enfrentamientos con los soldados de
Batista.
Es uno de los fundadores del Segundo Frente Oriental Frank País. Fue jefe del campamento de
El Andrés, participando en varios combates y recibió la Orden al Mérito de la Legión de Honor
Frank País.
Cuando dirigía el ataque al cuartel de La Playa en la Segunda Toma de Moa muere víctima de
una granada lanzada por el enemigo. Hoy su nombre lo lleva el centro industrial de Moa.
José Antonio Boizan Barrientos: Nació en El Caney, Santiago de Cuba. Se integra allí al
Movimiento 26 de Julio. Se alzó en marzo de 1958 junto a su padre en la Playa Siboney. Se
incorporó a la columna 9 y participó en varias acciones. Fue uno de los que estuvo en la Toma
de Moa y cayó en la emboscada el 27 de junio.
91
en febrero de 1958, participó en varias escaramuzas. Fue uno de los que participó en la Toma de
Moa, cayo también en la emboscada.
Manuel Terrero Matos: Nació en Cayo Mambí, se integro al M-26-7 desde su fundación en
su pueblo natal. Se incorporó a los escopeteros de El Lirial participando en algunas acciones,
Cayó en la emboscada en Moa el 27 de junio.
Angel Romero Videaux: Nació en Cayo Mambí el 21 de septiembre de 1938. fue miembro
del M-26-7 y participó en varias acciones. Se alzó en El Lirial. Participó en la Toma de Moa.
Fue herido en Los Mangos, oculto debajo de un sótano fue delatado y asesinado.
Austergecilio Vargas Reyes: Nació en Mayarí. En su territorio natal se unió a una célula del
Movimiento 26 de Julio. Participó en algunas acciones y luego se unió a la columna 19 tomando
parte en algunos encuentros. Es uno de los combatientes que participó en la Toma de Moa y
cayó en la emboscada del 27 de junio.
Rubén David Suárez Abella: Nació el 7 de marzo de 1934 en Nibujón. Trabajó con el M-26-
7 en su barrio, en Moa y Punta Gorda. En julio de 1958 en unión de otros dos compañeros
asaltaron un jeep con soldados de Batista y ajusticiaron a dos de ellos. Tomando sus armas se
integraron el campamento rebelde Los Indios. Murió el 31 de julio de ese mismo año en la loma
de Los Mulos, después de participar en el Combate de las Minas de Ocujal.
92
BIBLIOGRAFIA
4. Testimonio de Silvano Leyva Montero, nacido en Moa, en 1903. Vivió en esta ciudad
hasta la década de 1990.
6. Testimonio de Isabel Montero, hija de Juan Sagu Montero, fundador del poblado de Moa,
nacido en Moa, en 1913.
10. SOTO GONZÁLEZ, L.D. Apuntes sobre la historia de la minería en Cuba. Editorial
Oriente, 1981. p.64..
12. VERA YESTE, A. Introducción a los yacimientos de níquel cubanos. Editorial Orbe,
1977. 194-195.
16. MC. MILLAN, H.W. DANS. BUREAU OR MINING ENGINEERS VOL. XL. 310- 311.
20. Transaction of the American Institute of Mining Engineers VOL XVIII 152. 1911
93
21. LOC. CIT. (12) PÁG 206
22. Resúmenes y memorias. Primer evento científico técnico del níquel. Instituto Superior
Minero Metalúrgico. Archivo del Centro De Información y Superación del Níquel (CIS).
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40. 1990.
30. VELAZCO MIR, P. La lucha insurreccional en Moa. Sala de Historia. Fábrica CMDTE
Pedro Sotto Alba. [INVESTIGACIÓN]
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Ameijeiras..II Frente Oriental Frank País. Editorial Oriente. 1984. 18-21. 1984.
32. Comisión de Historia de la Columna 19. Columna 19 José Tey. Editorial Ciencias
Sociales. 1982. 132-145
36. Comisión de Historia de la Fuerza Aérea Rebelde. Fuerza Aérea Rebelde.. Editorial
Oriente, 1982. p 42
94
40. LOC. CIT. (36) PÁGS 85 Y 88.
95
96
ÍNDICE
• DESARROLLO ECONÓMICO.
• LA ARQUITECTURA Y LA VIVIENDA.
• DESARROLLO CONSTRUCTIVO.
• LA DEFENSA Y EL INTERNACIONALISMO.
97
DESARROLLO POLÍTICO Y SOCIAL
En el año 1959 resurge una polémica que se había iniciado en 1956 cuando las autoridades
del gobierno de Batista en Sagua de Tánamo y las llamadas fuerzas vivas de ese territorio,
formadas por comerciantes, hacendados y las personas de mayor nivel económico, prestan
recursos judiciales alegando que el territorio de Moa pertenecía a Sagua de Tánamo y no a
Baracoa, esto fue dirigido por algunos politiqueros infiltrados en el movimiento revolucionario,
pero esta vez estos conflictos fueron zanjados en beneficio del País.
La dirección del Movimiento 26 de Julio hizo gestiones para mejorar las condiciones sociales
de los residentes y es así como se logra que la compañía que iba a operar la planta de níquel,
entregara los materiales necesarios para construir un centro escolar. Ya en septiembre de 1959
se pone en servicios el centro escolar “Frank País”, con una matricula de 800 alumnos y 11
maestros que vinieron desde Baracoa porque en Moa no vivían maestros normalistas. En ese
mismo mes se abre un colegio privado de la compañía norteamericana en el exclusivo reparto
Townsite, para los hijos de los empleados cubanos que residían en él.
Antes de finalizar 1959 se logra que el gobierno central envíe a Moa un grupo de médicos del
Servicio Rural, los que comienzan a prestar servicios gratuitos en un dispensario abierto en el
viejo poblado de Moa. En tanto la compañía norteamericana inaugura en su exclusivo reparto un
hospital con 27 camas, tres médicos, personal paramédico y modernos equipos, pero sólo para
los residentes en el Townsite y los trabajadores de la compañía, previo pago de los servicios.
98
El año 1959 se caracteriza por que la compañía norteamericana, al comenzar a entregar
viviendas en el Townsite, pone de relieve la política de clases y discriminatoria propia del
sistema capitalista.
El reparto Townsite estaba constituido por 300 viviendas de bloques, pisos de losas, cubierta
de placa, tres tipos y 9 modelos de viviendas, cocinas eléctricas, con mobiliario, refrigerador,
alcantarillado, drenaje, acueducto, alumbrado público, teléfono, además de centro comercial,
escuelas, hospital, cine, clubes y hasta medios de transporte interno, con vigilancia de
guardajurados para evitar la entrada de los que no residieran en él. Incluso las domésticas debían
tener un pase para penetrar en el barrio.
Esto contrastaba con las condiciones en que vivían los trabajadores en los barrios de Moa,
Los Mangos, Joselillo, La Laguna y otros, en casas de guano, con paredes de yagua o
costaneras, pisos de tierra, sin letrinas sanitarias, con agua de pozo, sin electricidad ni escuelas,
pero sí bares, prostíbulos, casas de juegos, vicios y miseria.
Todo esto se pone de manifiesto en Moa en 1959, y la Revolución, ya en el poder, tiene que
luchar para terminar con ese estado de cosas.
Todavía en 1959 se observan en Moa las injusticias sociales propias del sistema capitalista,
aunque se comienzan a vislumbrar oportunidades para los humildes, Moa seguía siendo un
feudo de la compañía norteamericana y en otros poblados el avance era lento, a lo que hay que
sumar que elementos seudorevolucionarios que habían participado en la lucha contra Batista,
comienzan a frenar los propósitos de eliminar las injusticias y las desigualdades, además que las
compañías existentes en Moa no querían perder sus privilegios y de forma solapada sus
dirigentes y funcionarios conspiran en contra del proceso revolucionario.
99
En total la planta contaba con 56 ingenieros, los norteamericanos ocupan los altos puestos y
los ingenieros cubanos, la mayor parte de familias acomodadas, se encargaban de las
direcciones de los turnos.
Antes de entrar en operaciones algunos dirigentes sindicales con poca visión política trataron
de crear conflictos y huelgas exigiendo mayores salarios, lo que no convenía en aquellos
momentos, por lo que dirigentes revolucionarios orientaron no entorpecer el propósito de poner
en operación la fábrica.
La planta estuvo trabajando a baja capacidad en los siete meses que duró el proceso de
arranque.
A fines de 1959 el gobierno cubano dicta la Ley de Minas, por la cual se obliga a la compañía
a pagar al gobierno como impuestos una parte de sus entradas brutas. Alegando no estar de
acuerdo con esa Ley la compañía norteamericana dicta el cierre de la fábrica y el nueve de abril
de 1960 cesantea a todos sus trabajadores, los que lejos de amilanarse ante la disyuntiva de
quedar sin empleo, realizan una marcha desde la fábrica por todo el poblado cantando el Himno
Nacional y la Marcha del 26 de Julio y dando viva a la Revolución, en un gesto viril que
muestra la confianza de los cubanos en la Revolución.
La mayor parte de los obreros se volvieron a sus lugares de origen y lograron otros empleos,
otros fueron contratados para construir el camino de Moa a Baracoa y la carretera de Baracoa a
Guantánamo, donde llevaron algunos equipos pesados, otros que quedaron en Moa y los que no
tenían empleo recibieron un subsidio y se les garantizó su sustento por el Gobierno.
A partir de entonces se inician las gestiones para poner en operaciones las instalaciones. (ver
anexo # 3).
100
Por su parte los propietarios de la compañía que explotaba las minas de cromo comenzaron a
crear dificultades y se negaron a abonar los salarios a los trabajadores, por lo que en agosto de
1960 las minas fueron intervenidas y se continuó operando bajo la dirección de los propios
trabajadores.
El Comandante Raúl Castro, que se hallaba en 1960 organizando el Ejército de Oriente, visitó
Moa en el segundo semestre de 1960 y se decidió crear una escuela de Oficiales de Milicias en
esta localidad; el local escogido fue el antiguo Campside frente a la fábrica. El hospital
Industrial se entregó a Salud Pública y el centro escolar José Martí al Ministerio de Educación.
La población, que se había reducido, vuelve a crecer y el exclusivo reparto Townsite, con el
nombre de un oficial del Ejército Rebelde muerto durante la lucha, Rolando Monterrey, se
habita nuevamente con los técnicos y humildes obreros que no residían antes en él. Así terminó
la exclusividad del barrio y todos tuvieron acceso al mismo.
Ya a mediados de 1961 la fábrica entró nuevamente en funciones, pero operaba por técnicos y
obreros cubanos, con lo cual rodaban por tierra los vaticinios de los norteamericanos de que los
cubanos no serían capaces de echar a andar el complejo fabril. Como esto ocurre después de la
victoria de Playa Girón, a este hecho se le llama Un Girón Tecnológico.
Con la puesta en marcha de la fábrica y los cambios políticos que ocurren en el país,
comienza el desarrollo social en el territorio.
A partir de 1961 el territorio de Moa tiene una subordinación atípica pues dependía
administrativamente de Baracoa, políticamente de Mayarí y algunas dependencias como
educación, de Sagua de Tánamo.
101
situación económica son empleadas o reciben la oportunidad de estudiar, desaparecen las casas
de juego, garitos y vallas de gallos, se amplían las posibilidades de empleo.
En Moa se abre el primer centro de correos y telégrafos, la primera agencia bancaria, se crean
los Tribunales Populares, se constituye una delegación del Instituto Nacional de Deportes,
Educación Física y Recreación, que promueve la participación de los trabajadores, niños y
vecinos en esas sanas actividades.
En esta etapa se crean grupos de aficionados como el trío Los Romero, el trío Cristal y otras
agrupaciones musicales y solistas. Se abre en 1961 el Cine Ciro Redondo, que no fue terminado
por la compañía norteamericana, el exclusivo Club 100 de los dirigentes norteamericanos es
convertido en Círculo Social Obrero.
Las puertas del empleo son abiertas a las mujeres en Moa; si con los norteamericanos dentro
de la fábrica sólo laboraba una mujer, con la Pedro Sotto Alba son decenas las que obtienen
empleo allí.
Con la apertura del primer almacén de víveres estatal de Moa, situado en el edificio de La
Comercial de Rolo Monterrey, se garantiza el suministro estable de los productos alimenticios a
la población, independientemente de las dificultades que crea el bloqueo y teniendo en cuenta lo
aislado de este lugar y que el único medio de transporte usado eran las naves de cabotaje.
En el año 1961 se edifica el primer parque que tuvo el poblado de Moa, se le pone por
nombre Pedro Sotto Alba.
102
FUNDACIÓN DEL MUNICIPIO MOA
Al comenzar el año 1963 el Gobierno Central decide la creación del municipio Moa como
parte del Regional Mayarí-Sagua-Moa (MASAMOA), a ese efecto comienza la constitución del
Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC), que había sustituido a las ORI
como la máxima dirección política del país.
El 30 de abril de 1963, una comisión del PURSC que llegó desde Mayarí presidida por Angel
Cao Fernández, inicia el proceso de constitución de esa organización. Se celebraron decenas de
asambleas en los centros laborales y por la voluntad de los trabajadores se nominaron 249
obreros ejemplares.
El 8 de septiembre de 1963, en la sala teatro del colegio José Martí, tiene lugar la constitución
del Comité Municipal del PURSC; como Secretario General fue electo Angel Cao Fernández, y
los miembros del ejecutivo fueron, Israel de la Cruz Montero (Baelo), Rafael Lambert, Walérico
Ramírez, Juan Estrada Fonseca, Miguel Govea, Maximino Santana, Víctor Durán, Francisco
Pérez Domínguez, José Luis Loyola Silot y José Tudurí. La única mujer que obtuvo la
condición de militante fue María Evelín Terencio.
Esta fecha del 8 de septiembre de 1963 se ha situado como la fundación del municipio Moa
como parte de la provincia de Oriente, del regional MASAMOA y a partir de entonces se
comienzan a crear las instituciones locales propias de un municipio.
Un censo local que se realizó antes de la constitución del municipio arrojó que en los 730
kilómetros cuadrados que ocupaba residían 16 mil 371 personas, el mayor núcleo radicaba en el
poblado cabecera, Punta Gorda y Yamanigüey.
En este censo se conoce que la población laboralmente ocupada en Moa era de 4 mil 443
trabajadores, y sólo laboraban 354 mujeres. Los que trabajaban en centros privados eran mil 292
y habían 827 agricultores pequeños que habían recibieron sus tierras por medio de la Reforma
Agraria.
103
La crítica situación de la vivienda en esa época se puede resumir en estos datos que arrojó ese
censo:
Barracas o albergues 25
De las viviendas con cubierta de placa 302 estaban en el reparto Rolo Monterrey y sólo una
en el resto del municipio.
En total habían en el municipio 2 mil 887 viviendas y sólo 1 649, el 57 por ciento, tenía
electricidad, la mayor parte de plantas estacionarias y la menor se abastecía de la termoeléctrica
de la fábrica de níquel. En esta época en Moa había 3 mil 397 núcleos familiares.
En el año 1966 desaparece la JUCEI y se crea el Poder Local como órgano de Gobierno
municipal que tenía en Moa sus oficinas en la esquina de las calles Avenida Lenin y Camilo
Cienfuegos, en un local de madera que se construyó para escuela de corte y costura.
Los servicios de recogida de desechos sólidos, fumigación, limpieza de áreas verdes y otros
comunales que prestaba la compañía norteamericana en su exclusivo reparto Townsite, se
extendieron por la empresa Pedro Sotto Alba a todo el pueblo y luego fueron transferidos al
Gobierno municipal.
En sus viajes a Moa el Comandante Ernesto Guevara recibió algunas peticiones de los
trabajadores para mejorar los servicios en los poblados de Moa, Los Mangos, Las Coloradas,
104
Joselillo y La Laguna, y se entregaron pipas para el abastecimiento de agua; se amplió la red del
servicio eléctrico en esa zona y se hicieron algunas acometidas con tuberías de agua, por lo que
las condiciones sociales del poblado se fueron mejorando.
En el mes de agosto de 1966 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz realiza su primera visita
a Moa (ver anexo # 1). En un acto improvisado que se realiza en el pequeño parque Pedro Sotto
Alba, Fidel les dice a los vecinos que es necesario asfaltar las calles y sembrar áreas verdes para
evitar la polución, y que había que construir algunas escuelas y otras instalaciones para mejorar
la calidad de vida de los vecinos.
Para esta época se concluye la construcción de cinco edificios de cuatro plantas levantados en
Moa que son del 1 al 5 de Rolo Monterrey, además se comienza a asfaltar las calles del poblado
de Moa y la construcción de aceras, así como la siembra de áreas verdes.
En el período que va desde la creación del municipio Moa hasta la de la Región Minera en
1972, se observan algunos avances para el mejoramiento de las condiciones de vida de los
pobladores, entre ellos podemos considerar la creación de la policlínica del reparto Rolo
Monterrey en 1964, la apertura del cabaret Balcón de Moa y la Pizzería Roma en 1965, la
creación del Registro Civil en 1967, la apertura del estadio Angel Romero Videaux en 1968, la
del primer círculo infantil Los Mineritos en 1968, la terminación de la carretera de Moa a Sagua
de Tánamo en 1970, la construcción de líneas telefónicas entre Moa y Sagua de Tánamo en
1964, la apertura del primer centro telefónico local en Moa en 1968, el mejoramiento de las
redes eléctricas a partir de 1970, la apertura de la playa de Cayo Moa en 1967, con la puesta en
servicios de un yate. Los avances de esta etapa en la salud, la educación, el deporte, la cultura y
otros frentes son expuestos en las secciones correspondientes.
LA REGION MINERA
En el año 1971 se hace un estudio socioeconómico que llevó por nombre Moa’71, en el cual
se proyectó el futuro de esta región en los próximos años, lo que decide aplicar el Gobierno
cubano a partir de 1972; a ese efecto se crea una nueva división político-administrativa y se
establece la Región Minera, formada por un grupo de municipios ya creados y otros que se
105
crean y que tienen como cabecera regional a la localidad de Moa; en enero de 1973 se
establecen esos municipios que son Punta Gorda, Moa, Cananova, Sagua de Tánamo, “Frank
País”, Calabazas de Sagua, Cabonico y Nicaro.
Para llevar adelante el plan de desarrollo se crea una entidad adscrita al Ministerio de Minería
y Combustible llamada Plan de Desarrollo de la Costa Norte de Oriente (PLANORTE) y se
comienza a trabajar en ese sentido. En diciembre de 1972, en un viaje a la Unión Soviética, el
Comandante en Jefe Fidel Castro firma un acuerdo de colaboración económica y científico-
técnica con el Gobierno de aquel país que contempla el desarrollo de la zona minera de la costa
norte de Oriente.
El 15 de febrero de 1973 Fidel realiza su segundo viaje a la zona minera de Moa para analizar
in situ los planes que se perfilan (ver anexo #1).
En la etapa de existencia de la región minera, de 1972 a 1976, se crean las bases para el
desarrollo socioeconómico del territorio. Se produce un importante crecimiento de la población
residente. De poco más de 16 mil habitantes en 1963, los residentes en 1970, según el censo
oficial, eran más de 21 mil, y al crearse la nueva división político-administrativa en 1976 era de
más de 26 mil, ya con una población flotante de más de 8 mil personas (ver anexo #9).
En el año 1976 se celebran sufragios para elegir a los delegados a la Asamblea Municipal del
Poder Popular, con una asistencia casi total de los electores a las urnas. Son seleccionados los
delegados de las 38 circunscripciones en que se dividió el municipio.
En la primera sesión de la Asamblea son electos: como Presidente Asdrúbal Pérez Rojas,
vicepresidente Alberto Reinosa, secretaria Concepción Carrión. Así Moa se convierte en uno de
los 14 municipios de la nueva provincia Holguín.
106
Moa ha estado representada desde la creación del Poder Popular en la Asamblea Nacional
(ver anexo #8).
Sin embargo los ocupados en labores agrícolas eran pocos, lo que nos demuestra que en este
territorio el sector agropecuario tiene poca importancia y los productos agrícolas es necesario
traerlos de otras partes de la provincia y el país.
Al triunfar la Revolución la fuente económica más importante que tenía Moa eran la obras de
construcción que se ejecutaban para la fábrica de níquel y las inducidas, donde laboraban varios
miles de hombre.
En las minas de Cayo Guan y otros yacimientos del cromo laboraban algunos cientos de
trabajadores, pero los salarios allí eran bajos y las condiciones laborales muy difíciles, la
extracción y exportación de cromo en sus diferentes modalidades en 1958 alcanzo más de medio
millón de dólares, los propietarios recibían la mayor parte de los ingresos.
Al eliminarse los prostíbulos, bares, casas de juego, la lotería, la bolita y otras lacras del
capitalismo, fue necesario buscarles empleo a los que recibían sus ingresos económicos en ellas
y ya desde la década de 1960 aumentan las fuentes de empleo con la apertura de servicios que
no se prestaban como el de correos y telégrafos, almacenes de víveres, centros de recreación, la
práctica de deportes, los sectores de la educación y la salud, los servicios comunales, la
construcción de caminos a las zonas rurales y otras.
Los convenios con la Unión Soviética para la compra de la producción de níquel y cobalto de
la fábrica Pedro Sotto propiciaron mayores ingresos percibidos en Moa. Ya en 1970 las
exportaciones del sulfuro de níquel y cobalto importaron más de 115 millones de dólares, casi
100 millones en 1980, 190 millones en 1985 y fueron superiores a los 200 millones de dólares
en 1988 (1).
107
En 1987 la producción de la fábrica Che Guevara representó más de siete mil toneladas de
concentrado de níquel; en 1988 fue de 10 mil toneladas, lo que representó también sustanciales
ingresos en divisas por las exportaciones del territorio de Moa ( ver anexo).
En cuanto a la explotación de cromo en sus distintas variedades, los ingresos para el territorio
en 1970 fueron por valor de más de medio millón de dólares, más de un millón en 1975, millón
y medio en 1980, en 1985 más de tres millones y más de 4 en 1988 (2). En este renglón
debemos decir que en la década del 70 el yacimiento de Cayo Guan se agotó y se abrió un nuevo
coto en Las Merceditas y luego en la zona de Amores, en el municipio Baracoa.
En la década del 80 la captura anual estuvo entre las 200 y 300 toneladas, tomándose una
parte de esa producción como la de quelonios, para abastecer a las unidades del turismo y el
resto a la población.
Pero la contaminación de las costas perjudicó los pesqueros cercanos a Moa y la flota tuvo
que salir muy lejos, lo que encareció el costo de producción, a lo que se suma la situación de
período especial que ha limitado notablemente este renglón.
En la agricultura del territorio el único producto con alguna importancia es el café, con
producciones promedio al año de 30 mil latas, que si bien es una cifra modesta representa
alguna entrada de divisas.
108
En 1974 se funda la Empresa de Mantenimiento y Servicios Mineros, que estaba concebida
como una entidad especializada de construcción civil y montaje industrial y la realización de
trabajos de ingeniería minera, estaba adscrita al extinguido Ministerio de Minería y Geología, su
labor era dirigida a las ejecuciones que en este frente tendrían las dos plantas de níquel de Moa y
Nicaro.
Para llevar a cabo el plan de desarrollo constructivo social e industrial fue necesario el
concurso del Ministerio de la Construcción, que comienza su labor en 1972 y que para la década
de 1980 tenía en su plantilla más de 20 mil trabajadores laborando en Moa, lo que representó
una importante fuente de empleo, se ejecutaron de 1970 a 1998 más de cinco mil millones de
pesos. En sección aparte se detalla este sector.
Por su parte la Industria del Níquel comienza a desarrollarse a partir de 1980 cuando sólo la
fábrica Pedro Sotto Alba tenía en plantilla más de tres mil trabajadores. Esta entidad sirvió como
buque madre para dotar de personal a los nuevos centros que se crearon.
Esta situación tuvo un impacto negativo en la economía del territorio que se vio limitada no
sólo en sus producciones, sino también en los servicios que se prestaban.
Si Moa contaba con servicios de aviación con vuelos diarios a La Habana, Santiago de Cuba,
Holguín, Guantánamo, Baracoa y otros sitios; con servicios diarios de ómnibus a La Habana,
Santiago de Cuba, varios a Holguín, Guantánamo, Baracoa y otros sitios, además de un eficiente
servicio urbano, todo ello fue afectado.
109
La construcción, uno de los principales renglones de la economía, quedó casi paralizada y
miles de hombres que laboraban aquí tuvieron que regresar a sus lugares de origen.
A partir de 1995, la industria del níquel, con mercados seguros y socios extranjeros, inició el
despegue, y hoy en día las dos fábricas productoras entregan níquel por encima de sus
capacidades de diseño, lo que ha permitido una cierta recuperación en la economía.
El presupuesto de ingreso del municipio Moa no sólo se cumple, sino que tiene superávit, los
servicios elementales han recuperado en parte su capacidad a partir de 1995, y se observa un
mejoramiento en la economía con la creación de nuevos empleos y la diversificación de
producciones que no existían en el territorio.
En el curso 1958-1959, oficialmente en Moa había cuatro escuelas públicas con aulas
multigrados y un maestro para cada una, pero en ese curso sólo dieron clases las aulas de Punta
Gorda y Cayo Guan, no así las de Moa y Cañete.
Es justo reconocer el esfuerzo de los maestros en la etapa capitalista por garantizar que se
mantuvieran abiertas las aulas; entre ellos son ejemplos los maestros Horacio León, de Punta
Gorda, y Ernesto Font Romany, de Cayo Guan (4).
En ese curso 58-59 la población de edad escolar de primaria en el territorio era superior a los
mil 200 niños, pero sólo habían matriculado poco más de cien, es decir el 10 por ciento. Existían
algunas personas que en sus hogares se dedicaban por módicas sumas de dinero, a enseñar las
primeras letras.
En Moa se gestiona y logra, con la ayuda de la compañía minera y los trabajadores, construir
un centro escolar, y así en septiembre de 1959 se inaugura el centro escolar “Frank País”, en
Moa, con una matrícula de 800 alumnos y once maestros que vinieron desde Baracoa, porque en
Moa no los había con capacidad legal.
110
En esta escuela y en ese curso se pudo observar cómo en los grados primero, segundo y
tercero había niños de 14, 15 y hasta 16 años de edad, lo que muestra el estado de la educación
al ser derrotada la dictadura.
En ese mismo curso se abrió el centro escolar “José Martí”, en el exclusivo reparto Townsite.
Este era una escuela privada propiedad de la compañía que operaba la fábrica y a la cual sólo
podían asistir los hijos de los cubanos que residían en el reparto. El claustro de profesores se
contrató en Santiago de Cuba y en otros sitios, era de alto nivel y contó con una magnífica base
material de estudios. Sin embargo la matricula fue pobre por los pocos cubanos que residían en
el Townsite. Este curso no concluyó pues cuando se dicta el cierre de la fábrica en abril de 1960,
los maestros perdieron el empleo y se marcharon de Moa. El centro fue nacionalizado para el
próximo curso y ya a él pudieron asistir todos los niños sin distinción de lugar de residencia (5)
Ya en 1962 se amplían los servicios educacionales en Moa con el objetivo de lograr que todos
los niños, incluyendo los de las zonas más remotas, contaran con aulas y maestros.
Para esa etapa un gran burdel que había en Los Mangos se convierte en el Centro Escolar
“José Antonio Echeverria”, en Las Coloradas se abren dos aulas, una escuela en Cabaña, otra en
Centeno y una más en Yamanigüey.
La enseñanza llega hasta las montañas y como no se contaba con maestros titulados se crea
una legión de maestros voluntarios que van a las aulas y para el curso que comienza en 1963 se
garantiza que todos los niños del territorio tuvieran aula y maestro; ese fue un gran logro en el
recién creado municipio Moa.
111
En horarios nocturnos y de turnos en 1962 se crean aulas de seguimiento, de la batalla por el
sexto grado, de secundaria básica obrero-campesina y una escuela de superación técnica para los
trabajadores del níquel.
Esto se extiende a todo el territorio y en horas de la noche las aulas de primaria y otros locales
se ven concurridos no sólo por los trabajadores, sino también por amas de casa y ancianos.
En el año 1965 se crea en Moa el Plan Extramuro de la Universidad de Oriente, cuya acción
señalamos más adelante.
En 1969 la Pedro Sotto Alba se declara Fábrica Escuela, la primera del país, y a partir de
entonces y durante dos años, los obreros iban a su trabajo una hora antes de la entrada laboral,
para recibir las clases.
Hasta 1968 los niños graduados de sexto grado tenían que ser becados para continuar los
estudios de secundaria básica en otros municipios, pero en ese año se abre en Moa la primera
escuela secundaria básica, que ocupó cinco aulas en el centro escolar “José Martí”, de Rolo
Monterrey, y contó con profesores recién graduados de la escuela Makarenko.
En el año 1969 se inaugura en Moa la escuela técnica Pedro Sotto Alba, que es la simiente de
la enseñanza técnica profesional en el territorio. Esta escuela se crea con la colaboración de la
empresa del níquel, el MINFAR y el MINED, y tenía como objetivo fundamental la formación
de personal calificado para operar la fábrica productora de níquel, y para ello contó como
instructores de oficio con viejos trabajadores de esa planta.
Ese día también se inaugura el preuniversitario “Juan Paz Camejo” en las cercanías de Sagua
de Tánamo, donde los egresados de secundaria básica pueden continuar sus estudios; con esto
Moa contaba con todos los niveles, desde el prescolar a las carreras superiores.
112
A partir de 1974 se inicia un amplio plan de construcción de centros escolares en Moa,
incluyendo círculos infantiles, el primero de los cuales fue Los Mineritos, abierto el 10 de marzo
de 1968, seminternados, el primero fue “Camilo Cienfuegos”, abierto el 9 de septiembre de
1977.
El plan de desarrollo de Moa permitió que en el año 2000 las escuelas cubrieran todo el
territorio incluyendo zonas rurales y de montaña, con más de mil 500 trabajadores docentes, de
los cuales más de 700 tenían títulos universitarios. En ese curso la matrícula fue de más de 14
mil alumnos.
Pero en el curso 1966-1967, era pobre el número de trabajadores con el nivel de escolaridad
requerido para poder matricular en la Enseñanza Superior, y él éxodo de ingenieros hacia
Estados Unidos agudizó de tal forma la necesidad de técnicos superiores en dichas industrias,
que se hizo necesaria la firma de un nuevo convenio entre la Universidad de Oriente y la
113
Industria del Níquel, para que jóvenes estudiantes del primer año, seleccionados y de forma
voluntaria, vinieran a Moa y Nicaro a concluir sus estudios superiores, mientras laboraban en la
industria junto a sus profesores, procedentes algunos del alto centro docente santiaguero y otros
que laboraban como profesionales en las fabricas de níquel.
Más de cinco mil técnicos superiores se han graduado en el Instituto Superior Minero-
Metalúrgico, centro del que también han egresado más de 200 jóvenes procedentes de varios
países de América Latina y Africa.
114
DESARROLLO DE LA CULTURA
Moa, que era zona de silencio para la radio y la televisión, comienza a escuchar las cadenas
nacionales de radio en 1973 con la apertura del centro transmisor con tres plantas retransmisoras
y ya en 1979 se pone en el aire la emisora de radio local La Voz del Níquel, en tanto se
inauguran dos nuevos retransmisores.
Desde 1972 se instalan equipos retransmisores de televisión, con lo cual los dos canales
nacionales se sintonizan en la región (7).
Desde 1961 se crea el movimiento de aficionados al arte en la región, son sus primeros
participantes los hermanos Javier y José Romero, que forman un grupo musical y luego el trío
Los Romero, que se mantiene actuando desde hace 40 años.
Surge también un trío formado por trabajadores de la fábrica Pedro Sotto Alba, trío Cristal,
que incursiona por las ondas de la radio y la televisión del país al igual que Los Romero.
En el año 1967 se crea en Moa la delegación del Consejo Nacional de Cultura que asume la
rectoría del movimiento cultural en general.
Aunque desde 1960 comenzaron a celebrarse en Moa las fiestas carnavalescas, no es hasta
1965 cuando esta actividad toma auge con la presencia de comparsas y varias áreas bailables
con la presentación de grupos musicales, no sólo de la provincia de Oriente, sino también de La
Habana como la orquesta Aragón, la de Pacho Alonso y también la presencia de artistas famosos
como Bola de Nieve, los repentistas más populares de la época, Joan Manuel Serrat, Olga
Pugachova, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y otros.
115
En Moa se crean algunos grupos musicales que amenizaban las fiestas y las actividades en el
cabaret, entre ellos podemos destacar al grupo Los Saturno, Onda Joven y otros formados por
jóvenes estudiantes y trabajadores.
Con la creación del Ministerio de Cultura y su sectorial en Moa, a partir de fines de la década
de 1970, las actividades artísticas toman auge, comienzan a manifestarse las artes plásticas, que
tuvieron su pionero en Fernando de la Vara Gómez y también incursiona en la pintura Nivia
Margarita.
En las escuelas comienzan a generarse grupos infantiles no sólo en la música y la danza, sino
también en el teatro y otras manifestaciones artísticas.
Lidia González Couto llega de Santiago de Cuba a fines de la década del 60 y promueve el
teatro infantil incluyendo el Guiñol, en tanto crea en Moa el primer Taller Literario, llamado
Versos Sencillos, al que asistía un grupo de trabajadores de la fábrica Pedro Sotto Alba
aficionados a la literatura. A Lidia González también se debe la creación de la primera revista
literaria de la localidad, llamada Yagrumaje.
En noviembre de ese año se abre el Museo de Historia Municipal en una casa construida en
1940, también en esa época se abre la primera Galería de Arte que tuvo Moa y estaba situada en
los altos de la terminal de ómnibus, lugar donde también estuvo la Biblioteca Municipal, para
mudarse más tarde a un apartamento en Las Coloradas.
Ya en 1983 Moa contaba con Biblioteca Municipal, Galería de Arte, Museo Municipal, Casa
de Cultura, cine, librería, el grupo de teatro Tierra Roja que fue organizado y dirigido por José
Oriol, un hombre que promovió esta manifestación cultural y durante muchos años mantuvo a
Moa en un lugar estelar en el teatro con su grupo.
116
También tuvo Moa en esa década del 80 un coro formado por 40 voces que promovió la CTC,
una banda municipal y varios grupos musicales.
En publicaciones hasta 1990 Moa contó con el semanario El Níquel, tabloide de cuatro
páginas que se publicó aquí desde 1990 hasta 1991 y que tuvo más de 500 ediciones. También
se publicaron los periódicos tabloides El Constructor, El Minorista y El Guerrillero, la revista
Mediníquel del Sectorial de Salud, la revista Minería y Geología del ISMM, la revista Níquel, el
suplemento cultural Fogonazo y otras publicaciones.
En el año 1979, el 24 de julio, sale al aire la emisora La Voz del Níquel, que ha sido órgano
informativo, cultural y social del territorio con una programación de 18 horas diarias y que ha
formado a locutores, operadores, escritores, directores y artistas de la localidad.
Desde el año 1980, todos los años y de forma constante se celebran en la localidad las
Jornadas de la Cultura, donde se trata de rescatar nuestras tradiciones y se resaltan los valores
artísticos y culturales de la región y donde tienen una activa participación los estudiantes.
Moa ha sido cantera de aficionados al arte, algunos de los cuales se han convertido en figuras
nacionales o provinciales a través de las manifestaciones que practican.
En poesía se han destacado desde la década del 60 María Teresa Lorences, Lidia González
Couto, Abdón Laffita, Edilberto Rodríguez, Pedro Marsillí, Osvaldo Báez Cordoví, Edulman
Mariño, Yuladis Rodríguez, Fernando Cabreja Garcell, José Poveda, Orlando Carballosa, José
Francisco Llorens, Magalis Rodríguez, Caridad Batista, Martha Ricardo, Melaneo Maden y
otros.
La primera publicación del género poesía en Moa, sale en 1970 cuando en un pequeño libro y
tres partes, en ditto, en la Pedro Sotto Alba, se publica “Mi Afición”, con unos 20 poemas de
María Teresa Lorences. En la década del 80 se publica el libro “El Sitio que Habitamos”, una
antología de poetas moenses.
El periódico El Níquel semanalmente tenía una sección literaria donde se publicaban poesías
y otros géneros de los escritores de Moa.
Entre los autores de otros géneros de la literatura en Moa se hallan Miguel Angel Caraballo
Puente, ganador de premios en talleres literarios a distintos niveles y algunos de sus cuentos han
sido adaptados a la televisión.
117
Edilberto Rodríguez (Taíno), que ganó un Premio Abril de cuentos y publicó un libro con
ellos, además de haber editado un cuaderno de poesías.
Otros escritores son Lidia González, Abdón Laffita, el desaparecido Pedro Martínez, Edulman
Mariño, Carlos Sánchez Cutiño, Georgina Bornot, Julio Lores, Josefina Breffe.
Entre los grupos musicales se han destacado en Moa el sexteto Catarsis, dirigido por Eusebio
(Pachi) Ruíz, del Instituto Superior Minero-Metalúrgico, el grupo Cubaníquel, Onda Joven, La
Fe y algunos conjuntos típicos de zonas rurales.
Entre los solistas se han destacado Edelis Loyola, Adalis Vielza, Osvaldo Hernández, Alfredo
Calzada, Antonio Llibre, ya fallecido, Guillermo Antuán, Caridad Suárez, Hugo Suárez, ya
fallecido, Hugo Borges y Fernando Cabreja.
Entre los artistas plásticos de Moa se han destacado Fernando de la Vara Gómez, Nivia
Margarita, Fidel Zarzabal, Rafael Cala, Emeregildo Fernández, los escultores Rogelio Gómez y
Elena Baquero, que han esculpido varias obras situadas en Moa.
La primera obra escultórica que se confeccionó en Moa fue hecha por el carpintero Bermúdez
Fuentes Sanamé, que cuando en 1960 se solicitó a quien pudiera esculpir un busto de Pedro
Sotto Alba para colocarlo en el parque que lleva su nombre, dio un paso al frente y esa fue la
primera obra plástica hecha en Moa, réplica de la cual hizo una para situarla en la escuela de
Manzanillo que lleva el nombre de ese expedicionario del Granma.
Los investigadores tienen que profundizar en el estudio del desarrollo cultural en Moa porque
existen muchas publicaciones, relacionadas con Moa o escritas por residentes en este territorio
que no son conocidos por la población y poseen una estrecha relación con ese desarrollo.
El título honorífico de Hijo Ilustre se entregó por la Asamblea Municipal del Poder Popular el
26 de junio de 1998 y lo recibieron Post Mortem el Comandante Pedro Sotto Alba, y el General
118
de Brigada Francisco (Panchito) González López, el Coronel Jotor Cisneros, y el capitán (R)
Raúl Columbié Barrientos.
La Asamblea Municipal del Poder Popular también instituyó el Gran Premio Anual
Carpintero Real, que se entrega a quienes hagan aportes sustanciales a la conservación del
Medio Ambiente en este territorio.
Desde 1993 han recibido el preciado galardon Carpintero Real la científica Luisa Iñiguez, de
la Universidad de La Habana, Caridad Terrero, investigadora del Instituto de Investigaciones
Forestales, Grisel Herrero, profesora del Instituto de Investigaciones Forestales, José Ramón
Miranda González, profesor del Instituto Superior Minero-Metalúrgico, el doctor Antonio
Núñez Jiménez, destacado científico cubano, y el ingeniero Eduardo Martín, del departamento
de Medio Ambiente de la Unión Empresarial Cubaníquel.
Cuando se haga un recuento del desarrollo cultural de Moa no se puede dejar de mencionar el
aporte que han hecho el Instituto Superior Minero-Metalúrgico, sus profesores y alumnos, no
sólo en la cultura general integral, sino también en la cultura artística y literaria.
Desde la Universidad de Moa se ha esparcido por todo el territorio el arte y sus alumnos han
sido cultores de él. Es por eso que se tendrán que realizar estudios para plasmar en la historia el
aporte cultural hecho por el alto centro docente.
El deporte en Moa nace con el triunfo de la Revolución, hasta 1959 el único deporte que se
practicó en ocasiones fue el béisbol, pero no de forma organizada, sino en topes amistosos con
conjuntos de localidades cercanas, pero estos encuentros representaban una forma de recreación
para los vecinos.
En 1959 la Moa Mining Bay Company conforma un conjunto de béisbol con sus trabajadores
que es dirigido por Fidel Lora Cala, una estrella del béisbol cubano que trabajaba en la mina.
También en ese año hay otros equipos de béisbol en Moa como son los Marítimos y los
Madereros.
La propia compañía forma entre sus técnicos un equipo de softbol y es la primera vez que ese
deporte se practica en Moa.
Tanto en el año 1959 como en el 60, el deporte tiene poco auge en la región, sólo el béisbol se
mantiene.
119
En el año 1961 en Moa, aun siendo un barrio de Baracoa, se constituye una delegación del
recién creado Instituto Nacional de Deportes (INDER), ocupa el cargo de delegado Elidio
Rodríguez y cooperan con él un grupo de viejos activistas del béisbol que ayudan a fomentar los
deportes; son ellos Agustín Gutiérrez Esplugas, Pedro Merencio Matos, Rafael de la Cruz López
(Checha), Marcial Matos y Fidel Lora Cala.
En el propio año el obrero Armando Quiala, que con el nombre de Kid Tenazas había
practicado el boxeo y había presentado algunos carteles en Moa desde 1958 con boxeadores de
Mayarí, abre un gimnasio de ese deporte en Los Mangos con 20 alumnos y se comienza a
practicar.
El voleibol toma auge en Moa con la llegada a la fábrica Pedro Sotto Alba del ingeniero
Rafael Carvajal Moracén, quien había formado parte de la preselección nacional de ese deporte.
El voleibol fue desde entonces uno de los deportes de mayor masividad en su práctica y de
mayor respaldo del público, pues comenzó a jugarse en las escuelas y los barrios y surgieron
figuras como Wilfredo Robinson que fue atleta nacional.
El béisbol fue un deporte que tomó auge en la región y continuó siendo el más popular. En
1961 se comenzaron a organizar los torneos municipales que lo convirtieron en el más
participativo del territorio.
En 1968 se inauguraron las gradas del estadio Angel Romero Videaux, con capacidad para 7
mil personas y a partir de entonces cada año se efectúan allí encuentros de la Serie Nacional de
Béisbol.
120
En los primeros años de la década de 1980 se colocaron torres de alumbrado en el estadio y
comenzó a jugarse de noche. En estos terrenos se han presentado no sólo conjuntos nacionales
sino también representaciones extranjeras.
El balompié comenzó a jugarse en Moa en los últimos años de la década, de 1970 cuando
marinos de los buques soviéticos surtos en puerto bajaban a tierra y en un terreno aledaño lo
practicaban.
El ingeniero José Fernández Acosta, de la fábrica Pedro Sotto Alba, que había practicado ese
deporte, formó un conjunto con trabajadores del níquel y comenzó a celebrar partidos con los
soviéticos, así surgió la afición por el fútbol en Moa.
En la década del 60 el destacado pelotero cubano Fidel Lora introduce en Moa el deporte del
tiro, y en 1984 se constituye el club de caza deportiva.
Aunque el boxeo se practicaba en Moa desde el triunfo de la Revolución, a partir del año
1978 este deporte toma auge debido a que en ese año comienzan a celebrarse las Copas de
Boxeo Comandante Pedro Sotto Alba, que se han venido efectuando todos los años y se han
convertido en un evento internacional. En enero de 1981 en Moa se celebraron carteles del
Torneo Internacional Giraldo Córdova Cardín. Muchos jóvenes moenses se han convertido en
figuras nacionales del boxeo.
El ajedrez comenzó a practicarse en Moa desde 1965 y ya en 1969 se efectuó aquí el primer
torneo municipal. Este deporte se hizo muy popular a partir de la llegada de los especialistas
soviéticos que crearon un club de ajedrez.
121
El evento más importante en el sector deportivo en Moa son las Espartaquiadas del Níquel,
que comenzaron a celebrarse en mayo de 1988 y desde entonces se realizan cada año. En este
torneo participan más de mil trabajadores-atletas que se clasifican en los torneos de base que se
realizan durante todo el año. Las Espartaquiadas del Níquel son el evento masivo más
importante de Cuba, pues se practican más de 15 disciplinas, entre ellas la pesca deportiva, el
judo, minifútbol, ajedrez y otros.
Entre los atletas de Moa que se han destacado y participado en equipos nacionales y en
eventos internacionales se encuentran Yurisleydis Lupetey campeona mundial de judo
femenino; Odalis Thomps en natación y ciclismo; José Tabera en pesas; Wilfredo Robinson en
Voleibol, Vicente Salazar en béisbol, Yoenis Duboy en béisbol y muchos otros.
122
En agosto de 1959 la compañía Moa Bay Mining Co. inaugura en el exclusivo reparto
Townsite, que ya estaba poblándose, el hospital industrial con tres médicos, cinco enfermeras,
personal paramédico, equipos de Rayos X, análisis y otros, así como salón de cirugía. El
hospital tenía dos salas con 11 camas cada una, una de dos camas y una de una; 27 camas en
total.
En este hospital sólo se atendía a los que vivían en el reparto y a los trabajadores de la
MOBACO y la SNEAR, los familiares de éstos, que vivían fuera del reparto tenían que pagar
los servicios. Sin embargo el resto de los vecinos, campesinos, pescadores y demás, no recibían
asistencia en la institución (8).
A fines de 1959 el Gobierno Revolucionario envía un pequeño grupo de médicos del Servicio
Social Rural, los que establecen un dispensario en el pueblo de Moa y comienzan a atender a la
población gratuitamente; es la primera vez que los vecinos reciben atención médica sin pago.
Al disponer la compañía norteamericana el cierre de la fábrica de níquel en abril de 1960,
cierra el hospital y cesantea a su personal, por lo que médicos y personal paramédico regresan a
su lugar de origen.
En agosto de ese año, ante el abandono, las propiedades de la compañía son intervenidas por
el Gobierno cubano y las instalaciones hospitalarias son transferidas al Ministerio de
Salubridad. Es así que el 10 de septiembre de 1960 el hospital industrial reabre sus puertas pero
bajo la dirección del ministerio del ramo y con el grupo de médicos del Servicio Social Rural
que laboraba en Moa bajo la dirección de la doctora Carmen Arias, en tanto el personal
paramédico es contratado en otras partes de la provincia. A partir de entonces se comienzan a
prestar servicios de asistencia médica y hospitalaria a toda la población de forma gratuita.
Este hospital fue objeto de varias ampliaciones y ya en 1990 contaba con 140 camas, seis
salas, entre ellas una de cuidados intensivos, un nuevo cuerpo de guardia y otros servicios. En
1991 al ponerse en servicios el nuevo hospital de 400 camas, el “Pedro Sotto Alba” se convierte
en hospital pediátrico.
A partir de la apertura del hospital Pedro Sotto Alba se comienzan a ampliar las prestaciones
en este frente, se abren dispensarios médicos en Yamanigüey y La Veguita; en 1964 se
inaugura la primera policlínica integral en el reparto Rolo Monterrey y el 10 de mayo de 1985
se inaugura otra policlínica, la “Juan Manuel Páez” en el barrio Las Coloradas. En julio de 1986
en el barrio Las Coloradas se abren los primeros cuatro consultorios del Médico de la Familia
que prestaron servicios en Moa. Este sistema se incrementó hasta llegar a más de 100
consultorios, incluyendo la zona rural y de montaña.
123
En los años 80, como parte del plan de desarrollo socioeconómico del territorio, se inicia la
construcción del hospital clínico-quirúrgico y ginecológico de 400 camas. El 11 de abril de
1991 el Ministerio de la Construcción hace entrega al MINSAP de todas las instalaciones
proyectadas para el nuevo hospital. Con ello termina la fase constructiva del centro, aunque
desde octubre de 1990 se prestaban servicios de consultas externas. Esto permitió que meses
después se pusiera en servicios el hospital pediátrico en el local que ocupaba el hospital general
Pedro Sotto Alba, cuyas prestaciones pasaron al nuevo local. El hospital de 400 camas lleva el
nombre de “Doctor Guillermo Luis Fernández Hernández-Baquero”.
Uno de los principales problemas que afrontó el desarrollo de la asistencia médica y
hospitalaria en Moa desde el triunfo de la Revolución fue la falta de personal médico, de
enfermería y paramédico, porque fue necesario, a partir de 1960, traerlo de otros sitios o enviar
algunas compañeras a estudiar como auxiliares de enfermería a Holguín. Esa situación se
mantuvo hasta los primeros años de la década del 70.
En septiembre de 1972 se inaugura el primer centro docente de la Salud que tuvo Moa, la
Escuela de Auxiliares de Enfermería situada en la casa 118 del reparto Rolo Monterrey y un
año después se graduaba el primer grupo egresado del centro, que pasa a prestar servicios en el
hospital general; en los años subsiguientes otros jóvenes se gradúan aquí como auxiliares de
enfermería hasta que en 1979 la escuela es convertida en Politécnico de la Salud “Tamara
Bunke”, que realiza su primera graduación en 1980 cuando 19 alumnas obtienen título de
enfermeras generales con nivel de técnico medio.
El politécnico de la salud Tamara Bunke pasó a otros locales, junto al centro escolar José
Martí, en el Campamento de la Juventud, y la Filial de Ciencias Médicas. Allí ahora se realizan
cursos de medicina, licenciatura en enfermería, enfermería general y técnico de la salud.
El 23 de septiembre de 1982 el hospital general Pedro Sotto Alba se convierte en hospital
docente con la llegada de 4 profesores especialistas en cirugía, obstetricia y medicina general.
Comienzan a cursar estudios allí 12 alumnos de sexto año en el internado y cuatro médicos que
van a hacer la residencia para graduarse de especialistas.
El 18 de agosto de 1983 en el hospital Pedro Sotto Alba se gradúan 10 médicos, los primeros
que reciben su título en Moa; dos de ellos residían aquí y a partir de entonces numerosos
nacidos en Moa concluyen la carrera de medicina en su pueblo natal. En 1987 reciben sus
títulos en Moa 20 médicos que habían cursado sus carreras en esta localidad.
Hoy médicos, especialistas, licenciados en enfermería y técnicos de la salud reciben todos sus
estudios en la Filial de Ciencias Médicas que radica aquí.
124
Si a fines de 1958 en Moa no existía ningún tipo de servicio público o estatal de salud, y ni
siquiera se tenían en cuenta, ya que no se registraban las tasas de mortalidad infantil y materna,
desde los primeros años de la década del 60 la mortalidad infantil se va reduciendo, una
muestra de ello es que en 1980 era de 29 fallecidos por cada mil nacidos vivos con menos de un
año de edad; el índice fue de 27 en 1982 y de 24,5 en 1984. Pero ya en 1999 sólo fue de cuatro
fallecidos.
En 1960 el hospital Pedro Sotto Alba se abrió con cinco médicos y en 1980 eran 25, pero en
1984 el número ascendió a 39, y en el año 1999 en Moa trabajaban 300 médicos.
A fines del siglo XX las instalaciones del sistema de salud en Moa eran las siguientes:
• Hospital General Docente de 400 camas con todas las especialidades. Hospital Pediátrico
con 85 camas y sala de cuidados intensivos.
• Hogar materno en Moa con 25 camas, otro en Farallones con 5 camas.
• Más de cien consultorios del Médico de la Familia con toda la población cubierta.
• Dos policlínicas integrales con servicios de urgencia médica.
• Centro de Higiene y Epidemiología, clínicas estomatológicas, Banco de Sangre,
Laboratorio de Microbiología, Laboratorio de Anatomía Patológica, Laboratorio SUMA.
• Filial de Ciencias Médicas para la formación de médicos, licenciados en enfermería y
técnicos de la salud.
• Red de farmacias que cubre todo el territorio incluyendo zonas rurales y Plan Turquino.
• En 1999 el personal de la salud en Moa estaba conformado por 300 médicos, de ellos 207
especialistas, 40 residentes y 39 estomatólogos.
• 524 enfermeros, de ellos 41 licenciados.
• 11 profesionales en otras ramas.
• 215 técnicos de la salud,
• Más de 250 obreros y 150 trabajadores administrativos y dirigentes.
El cinco por ciento de la fuerza laboral ocupada en Moa trabaja en la salud, y en ese año
había un médico por cada 217 habitantes y una cama por cada 128 habitantes (9).
125
LA ARQUITECTURA Y LA VIVIENDA
A partir de finales de los años 1930, se constituyen los primeros asentamientos o poblados
que tuvo Moa y que fueron Punta Gorda, Moa y Cayo Guan; más tarde surgen Yamanigüey,
Cupey y Quemado del Negro.
Algunas construcciones antes de 1950 tienen algún valor arquitectónico como el bungalow
edificado por Gerardo Aulet en Punta Gorda, que es una copia de la vivienda de dos plantas y
cuatro corredores construida años antes para el administrador jefe de la división de la United
Fruit Co. en el antiguo central Preston, y que por su valor patrimonial debía ser preservada.
Otras construcciones con valor son las que se edificaron cerca del aserrío para oficinas y
viviendas de los más altos empleados. Son chalets como los de poblados de plantaciones en
Estados Unidos, los que, por su valor arquitectónico y patrimonial debían ser conservados.
Ya a partir de 1951, al crecer el poblado de Moa hacia la parte este del río María en lo que fue
centro comercial, las edificaciones de madera asemejan un pueblo del lejano oeste de Estados
Unidos con una decena de viviendas de dos plantas, el Hotel Saxony y otros típicos del oeste
norteamericano.
Sin embargo en ninguno de los poblados existentes en Moa cuando triunfa la Revolución
están presentes el ladrillo, los bloques, el cemento o las cubiertas de placa; estos materiales se
comienzan a utilizar a partir de 1957 con la fábrica de níquel, las áreas portuarias y el exclusivo
reparto residencial Townsite.
Desde el año 1955 la compañía Freeport prepara la base de apoyo para la construcción de la
fábrica; es por eso que se edificaron una serie de instalaciones como albergues, comedores,
talleres, oficinas, almacenes, todas ellas utilizando como material fundamental las tejas de zinc
para techos y paredes y el cemento en los pisos.
Entre las construcciones ejecutadas en esa época se hallaban las dedicadas a la fabricación de
materiales de construcción de bloques, la de producción de hormigón y la planta de asfalto, cuya
materia prima principal se extrajo del río Moa.
126
Para la construcción de los locales de las plantas, talleres, oficinas y almacenes se usaron las
tejas de zinc o fibro, y el bloque en las paredes, las tejas de fibro en los techos y el hormigón en
los pisos.
Este tipo de arquitectura se hizo conforme a la división de clases del sistema capitalista. En
La Vigía, lugar alto y aislado, residían en las viviendas mayores los grandes dirigentes, en las
viviendas tipo 100, los altos funcionarios norteamericanos, en las tipo 200 los técnicos
norteamericanos y los dirigentes e ingenieros cubanos y en el tipo 300 los empleados y
dirigentes cubanos más modestos.
También se concibieron las facilidades que se brindarían a estos residentes, como son centro
comercial, cine, escuelas, hospitales y otros. Este reparto fue habitado por el personal para el
que se construyó, en 1959, pero quedó desierto cuando la compañía dictó el cierre de la fábrica
en 1960.
Ya conocemos que al crecer el municipio Moa en 1963, en todo el territorio Moa había 303
viviendas con cubierta de hormigón, pero 302 estaban en el reparto de los americanos, sólo una
en el resto del municipio, aunque había una docena de edificaciones de dos plantas, todas eran
de madera.
127
A partir de 1973 se inicia el desarrollo socio-económico del municipio y ese mismo año se
comienzan a construir edificios tipo Gran Panel de cuatro plantas en la carretera al puerto, los
que fueron entregados en 1976.
El ímpetu constructivo continuó hasta 1990, cuando comienza el Periodo Especial; en ese
espacio de tiempo se construyeron 350 edificios con más de 10 mil apartamentos, en tanto por
cuenta de los vecinos se levantaron más de dos mil viviendas, pero utilizando el ladrillo, bloque,
cemento, losas y cubiertas de hormigón.
Es así como surgen nuevos repartos como El Caribe, Las Coloradas, Atlántico, Pueblo
Nuevo, Vista Alegre y otros, con edificios multifamiliares y viviendas individuales uniplantas,
pero usando materiales resistentes a base de cemento.
Desde 1970 hasta 1998 el Gobierno cubano invirtió 3 mil millones de pesos en el desarrollo
industrial y más de 2 mil millones en el desarrollo social en Moa.
Fue en el año 1973 -al iniciarse el plan de desarrollo socio-económico de esta región- que
comenzaron a llegar a Moa, de forma masiva, los hombres de los cascos blancos. Ya en 1974
arriba a Moa la primera Brigada Juvenil de Constructores, que llegaría a contar con más de 3 mil
integrantes comprometidos con las labores constructivas de las Obras de Choque de la Juventud
en Moa, los cuales se mantuvieron aquí por espacio de cinco años.
El MICONS en Moa contó con diversas entidades, entre ellas la Empresa Constructora
Integral Número 3 (ECI-3), Facilidades Sociales, Empresa de Materiales, Contingente Industrial
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Hermanos Martínez Tamayo. Base de Apoyo, Planta de elementos prefabricados y con varias
brigadas de otras empresas constructoras de la provincia y del país.
OBRAS INDUSTRIALES:
• Planta de níquel Comandante Ernesto Che Guevara, con capacidad para producir 30 mil
toneladas de níquel más cobalto.
• Planta de Beneficio de Cromo, localizada en las márgenes del río Cayo Guan.
• Presa de agua Nuevo Mundo, con capacidad para almacenar 141 millones de metros
cúbicos.
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OBRAS SOCIALES:
• Diez centros escolares de primaria, con capacidad total para 6 mil alumnos, de ellos 4
seminternados.
• Dos escuelas secundarias básicas con capacidad total para mil 800 alumnos.
• Dos edificios para escuelas politécnicas, una de ellas para 500 alumnos becarios.
• Un Instituto Preuniversitario.
• Carretera de Moa a Baracoa con puentes sobre los ríos Moa, Cayo Guan, Yamanigüey,
Jiguaní, Toa y otros.
• Biblioteca municipal.
130
• Hospital general con 400 camas y todos los servicios especializados.
• Construcción de dos líneas de 220 mil volts para enlazar a Moa con la Red Nacional
Eléctrica.
• Piscina olímpica.
• Discoteca.
• Tres restaurantes.
• Hotel Miraflores.
131
LA DEFENSA DE LA PATRIA
Al triunfar la Revolución en enero de 1959, las tropas rebeldes toman el cuartel de la guardia
rural de Moa que era una tenencia del Escuadrón 17 de Baracoa y estaba situado frente a la
fábrica. Las fuerzas del escuadrón 17 se convierten en la Policía Rural Revolucionaria y como
tal se mantiene el puesto de Moa pero ahora con soldados rebeldes.
Durante 1959 y 1960 esta unidad tiene a su cargo el orden público en su territorio y cuando
los funcionarios de la compañía norteamericana se marchan en abril de 1960 y abandonan las
instalaciones, esta fuerza en unión de un grupo de trabajadores de la fábrica que formaban parte
ya de las Milicias Nacionales Revolucionarias mantienen el cuidado del complejo fabril y
demás propiedades.
Fuerzas del Ejército Rebelde y las Milicias parten de Moa al mando del sargento Augusto
“Manengue” Caballero, en persecución de los infiltrados, fue en menos 48 horas son capturados
después de tener algunas bajas.
En ese mes de octubre el Comandante Raúl Castro Ruz visita Moa y orienta la creación de
una escuela de milicias en el antiguo Campside. Allí en noviembre comienza un curso militar a
milicianos de la región.
La Escuela de Milicias de Moa realizó diferentes cursos hasta 1968, en los cuales participaron
fuerzas masculinas y femeninas de las Milicias, además fue Escuela de Choferes de las FAR.
132
De esta escuela partieron compañías de Milicias en 1962 para la Isla de la Juventud y para el
Escambray, participando allí en la lucha contra bandidos.
En 1962 operaba en zonas cercanas a La Melba una banda contrarrevolucionaria que fue
organizada desde la base naval de Guantánamo comandada por un individuo conocido por El
Indio.
Por esta época en Moa trabajaban agentes del G-2 al cuidado de costas y en labores de
contrainteligencia por las bandas contrarrevolucionarias que pudieran establecerse en zonas
rurales.
También se crea en esta época el servicio de información costera del Ejército Rebelde, tropas
que más tarde pasan a formar las Fuerzas Guardafronteras.
Tanto la PNR, como la Seguridad del Estado y las Tropas Guardafronteras en Moa, han
contado con la colaboración de los trabajadores y estudiantes de la región que han prestado sus
servicios como auxiliares de esos cuerpos.
Hasta 1970 se produjeron por las costas de Moa intentos de infiltración de enemigos de la
Revolución, los que fueron frustrados por la acción de las Tropas Guardafronteras. Desde 1960,
las costas de Moa han sido vigiladas por nuestras fuerzas y en diferentes oportunidades como
133
cuando el cambio de poderes del gobierno de Estados Unidos en enero del 61, cuando Playa
Girón, la Crisis de Octubre y otras, se han producido movilizaciones de defensa del territorio y
para repeler una invasión. En esas actividades han participado los vecinos del territorio
integrados a las Milicias.
En el año 1980 se organizan en Moa las Milicias de Tropas Territoriales, tarea que fue
dirigida por Erlán Rodríguez Fernández y Joel Otero Sánchez. El 16 de noviembre de ese año
en el estadio Angel Romero Videaux se constituye el Regimiento 417, primera gran unidad de
las MTT en Moa. El jefe del Regimiento era Rafael Orozco y el político Rafael Lueges (10).
134
MÁRTIRES INTERNACIONALISTAS DE MOA CAÍDOS POR LA DEFENSA
Angel Eroides Márquez Sánchez: Nació en Moa el 27 de julio de 1968, no había cumplido
los 20 años de edad cuando partió como soldado internacionalista para la República Popular de
Angola, donde murió en un accidente el 9 de junio de 1987.
Edmundo Romero López: Nació en Punta Gorda, Moa, el 20 de noviembre de 1950. Como
combatiente internacionalista marchó a Angola, donde murió al explotarle una mina el 23 de
junio de 1979.
Rodualdo Roca Lobaina: Nació el 1 de julio de 1958; con 21 años de edad marchó como
combatiente para Angola, donde cayó víctima de un accidente el 10 de junio de 1980.
135
Murió en combate en la hermana república cuando no había cumplido 18 años de edad, el 13 de
diciembre de 1985.
Roberto Correa Garrido: Nació en Santa Rosa de Duaba el 2 de febrero de 1961 y murió en
Angola el 6 de marzo de 1983.
Desde antes de ponerse en marcha la fábrica Pedro Sotto Alba en julio de 1961, en Moa se
hace patente el internacionalismo proletario con la colaboración que prestaron los especialistas
soviéticos.
En enero de 1961 llegaba a Moa una delegación de 12 especialistas soviéticos, entre ellos el
científico Salomón Sovol, algunos de los cuales, como el propio Sovol, se mantuvieron años en
Moa colaborando con los cubanos. También tuvo un destacado trabajo el ingeniero Novikov.
Otra brigada de técnicos e ingenieros de aquel país colaboró durante más de un año en el
Combinado Mecánico del Níquel a principios de la década de los 90, como trabajadores y
profesores en distintos cursos en ese centro.
136
Soviéticos y cubanos mantuvieron estrechos lazos de amistad y compañerismo y juntos
participaron en decenas de actividades deportivas, recreativas y culturales.
Fue tan importante esta colonia que el Estado Soviético abrió en Moa un consulado de aquella
nación, que desde aquí atendía a las provincias de Holguín, Granma, Las Tunas y Camagüey.
Al triunfar la Revolución Moa sólo contaba con un camino casi intransitable que conducía a
Sagua de Tánamo y la vía terrestre a Baracoa era inexistente.
Tras unos meses de ardua labor y después de dinamitar lomas, realizar algunas obras de
fábrica y puentes de madera, se abre el camino entre Moa y Baracoa, pero los vehículos, para
transitar por él, debían ser de doble tracción; además había que atravesar varios pasos de río o
por mar en patanas, entre esos pasos se hallaban el río Jiguaní, la bahía de Taco, la de Navas y
el río Toa.
Por otra parte una brigada de los mineros del níquel mejora el camino entre Sagua y Moa,
donde sólo en tiempo de seca podían transitar carros sin doble tracción.
En esa misma etapa se construyó la carretera de Baracoa a Moa con la terminación de los
puentes sobre una decena de ríos, por lo que se aseguró el tránsito por tierra entre esos dos
puntos.
Fueron también construidos los caminos dentro del territorio, por ejemplo a las localidades de
Calentura, Farallones, Gran Tierra y La Melba en el Plan Turquino, y a otras localidades como
Cañete, Cupey y Yaguaneque.
137
La pista del aeropuerto se amplió hasta permitir el aterrizaje de naves de regular envergadura.
Los viejos aviones Douglas DC-3 fueron sustituidos por IL-14, y luego por Yak-40, Yak-42 y
An-24.
En 1983 se inauguró una moderna terminal aérea, al igual que una de ómnibus.
En 1961 se abrió una oficina de correos y telégrafos en Moa que luego pasó a un amplio local
en la Avenida Lenin, y en el municipio hay varias unidades de esta especialidad, por lo que los
servicios de correos, telégrafos y otros están asegurados.
En 1968 la Empresa Telefónica 13 de Marzo puso a servicios una planta de 300 líneas con
una pizarra de larga distancia. Una nueva planta se instaló con 600 líneas en un local con la
técnica de barras cruzadas en 1976, y en 1986 se abrió una tercera planta en la ciudad de Moa.
Moa cuenta con más de 2 mil líneas telefónicas con una planta digital y servicios de
teleselección nacional e internacional, teléfonos celulares, correos electrónicos, Internet,
televisión vía satélite y otros sistemas modernos de comunicaciones.
En 1963 se creó el Comité Municipal de la UJC, que tuvo sus primeros dirigentes en Nivaldo
Borrero Pelegrín y José Medina. A partir de entonces la Unión de Jóvenes Comunistas se
convirtió en la organización vanguardia de la juventud.
Como una dependencia del municipio Baracoa se creó en Moa en 1960 la Federación de
Mujeres Cubanas, que luego se constituyó como una dirección municipal.
Fueron las primeras dirigentes de la FMC Isora Ocampo, Clara Suárez y Lidia Fonseca, y de
los CDR Evelio Fonseca, Miguel Montalvo Sánchez y Maria Evelín Merencio.
138
Moa en la FMC y más del 98 por ciento de la población mayor de 14 años los Comités de
Defensa de la Revolución.
Otras organizaciones que se constituyeron en Moa y cumplen las tareas para las que fueron
creadas son la Unión de Pioneros de Cuba, la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), la
Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), la Asociación de Agricultores
Pequeños (ANAP), la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), la Unión Nacional de Escritores y
Artistas de Cuba (UNEAC), la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de Cuba (UNAIC),
la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC), Asociación de Combatientes de la
Revolución Cubana (ACRC) y otras.
En Moa radica una delegación de la Central de Trabajadores de Cuba que agrupa a todos los
sindicatos y buróes, los que están constituidos en todos los centros laborales.
139
BIBLIOGRAFIA
4. Semanario El Níquel
5. Revista Mobaco. Octubre de 1959. Sala de Historia Cmdte. Pedro Sotto Alba.
7. Semanario El Níquel.
140
ANEXOS
141
VISITAS DEL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ A LA INDUSTRIA
CUBANA DEL NÍQUEL Y AL TERRITORIO DONDE SE ASIENTA.
27/8/66 El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz realiza su primera visita al poblado de Moa.
Luego de tres días de recorrido por los territorios de Guantánamo y Baracoa, el día 26
de agosto Fidel, acompañado, entre otros, por el ministro de Educación, Armando
Hart Dávalos, el primer secretario del Partido Unido de la Revolución Socialista
(PURS) en la provincia de Oriente, Armando Acosta Cordero, Reynerio Jiménez
Lage, René Anillo y José M. Miyar Barruecos, recorre el camino de Baracoa a Moa,
en cuyo trayecto se detiene en varias oportunidades para conversar con los vecinos y
trabajadores de Cayo Güín, Madre Vieja, Nibujón, Piloto y Potosí. Visita el subsector
militar de Yamanigüey y Quemado del Negro y pernocta en un viejo aserrío ubicado
en La Melba.
El día 27, acompañado además por Angel Cao, secretario general del Partido en el
municipio, Fidel llega a Moa y visita la mina de la empresa Comandante Pedro Sotto
Alba, donde sube a la pala excavadora operada por Pico Carcasés y, ocupando el lugar
de éste, lanza una palada a un camión. Visita luego la Planta de Preparación de Pulpa
y sostiene allí una animada conversación con el jefe de turno Fidel Lora.
En horas del mediodía Fidel y sus acompañantes, a los que se unen varios compañeros
de la fábrica de níquel, se dirigen al pueblo de Moa; en el parque Pedro Sotto Alba
sostiene un animado diálogo con el pueblo Moa allí congregado. En el curso de ese
intercambio con la población moense, Fidel señala la necesidad de desarrollar el
territorio y afirma que “haremos de Moa una comunidad vanguardia de trabajadores
socialistas”.
15/2/73 El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz recorre la recién creada Región Minera.
Esboza los planes de desarrollo del norte de Oriente después de los convenios
firmados con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en diciembre de
1972. Estos convenios contemplan la rehabilitación de las fábricas niqueleras
142
comandantes Pedro Sotto Alba y René Ramos Latour, así como la construcción de una
nueva planta de níquel cerca de Punta Gorda.
Durante su estancia en Moa Fidel fue acompañado por Adolfo Begdady, primer
secretario del Partido en la Región Minera, Agustín Navarrete, director del Plan de
Desarrollo del Norte de Oriente, y otros dirigentes de la región y la provincia.
14/1/75 El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, junto a Edward Gierek, máximo dirigente
del Partido Obrero Unificado de Polonia, preside el acto de inauguración del
politécnico moense Antonio (Ñico) López, y habla allí al pueblo de Moa. Ese día
Fidel y sus acompañantes visitan la fábrica Comandante Pedro Sotto Alba y se reúnen
con su Consejo de Dirección. Francisco Pérez Olivera, director de la Empresa, les
ofrece una amplia información sobre esa industria niquelera.
30/6/83 El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz realiza su cuarta visita de trabajo a Moa para
conocer la marcha del desarrollo socio-económico en la región minero-metalúrgica.
Fidel orienta crear una infraestructura social que permita la rápida terminación de
todas las obras industriales que se ejecutan en el territorio y orienta la construcción de
una termoeléctrica de 500 megawatts en Felton, la terminación de la carretera Moa-
Baracoa, la construcción de la carretera de Sagua de Tánamo a Guantánamo y otras
obras de importancia.
1/11/84 El Comandante en Jefe realiza su quinta visita a Moa. Lo acompaña una delegación
del gobierno de la URSS, presidida por el Primer Ministro Nikolai Rizhkov, quien
asiste en Cuba a la 39 sesión del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME).
143
15/10/86 El Comandante en Jefe Fidel Castro realiza su sexta visita de trabajo a Moa. En el
intercambio que sostiene con dirigentes del Gobierno Central y dirigentes de la
provincia y el municipio, Fidel precisa orientaciones para la puesta en marcha de la
fábrica Ernesto Che Guevara, la atención que debe prestársele a la terminación del
Combinado Mecánico, la prioridad de la construcción del hospital de 400 camas, a la
que hace algunos señalamientos críticos, y la terminación de la pasteurizadora.
Durante esta estancia en Moa Fidel visita la fábrica Pedro Sotto Alba y la
construcción de la fábrica de Punta Gorda, el Combinado Mecánico del Níquel y el
hospital de 400 camas.
144
CRONOLOGÍA DE LAS RELACIONES DEL COMANDANTE ERNESTO CHE
GUEVARA CON LA INDUSTRIA CUBANA DEL NÍQUEL Y EL TERRITORIO
DONDE SE ASIENTA.
7/10/59 El comandante Ernesto Che Guevara de la Serna es designado jefe del Departamento
de Industrialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), sin que cesara
de realizar sus funciones, el Che comienza a tener relaciones con los mineros cubanos
y, en especial, con los de Nicaro y Moa.
5/8/60 Se produce la intervención oficial, por parte del Instituto Nacional de Reforma
Agraria (INRA) de las instalaciones de la fábrica de níquel recién construida en Moa y
que fuera abandonada por los norteamericanos el 9 de abril de ese año. En
representación del INRA estaban presentes el comandante del Ejército Rebelde
Demetrio Montseny (Villa) y Alipio Zorrilla, quien fue nombrado por el comandante
Ernesto Che Guevara, Jefe del Departamento de Industrialización del INRA, como
interventor y primer administrador de la nueva industria cubana que, a partir de esta
fecha, se consignaría en todos los documentos con el nombre de Comandante Pedro
Sotto Alba.
19/8/60 Se realiza el acto oficial de intervención, por parte del Instituto Nacional de Reforma
Agraria (INRA), de la compañía minera Cayo del Medio, que explotaba los
yacimientos de Cayo Guan y otras minas. Raúl Niubó ocupa el cargo de interventor.
Presentes en el acto estuvieron el comandante Demetrio Montseny (Villa), dirigentes
del INRA en Oriente, Eusebio Ramírez, secretario del sindicato minero en Punta
Gorda, José Manuel Camejo y Graciano Ramírez, coordinador y responsable obrero
del Movimiento 26 de Julio en Punta Gorda, respectivamente. La Resolución de
intervención había sido dictada por el INRA en julio de 1960.
12/12/60 Llega a Moa la primera delegación soviética que visita el territorio con el objetivo de
conocer la tecnología de la fábrica de níquel de Moa, la que se encontraba parada y en
estado de conservación. Presidía esta delegación Vasiliev Fiodorov, quien formaba
145
parte en esa época del grupo de asesores del comandante Ernesto Che Guevara, jefe
del Departamento de Industrialización del INRA y quien se había propuesto poner en
producción la moderna industria, recién construida y abandonada por los yanquis en la
seguridad de que los cubanos no podrían hacerla producir.
12/1960 Por primera vez -un día aún no precisado del mes de diciembre de 1960- el
comandante Ernesto Che Guevara se reúne con el ingeniero Demetrio Presilla López y
tratan sobre la posibilidad de poner en producción la fábrica de níquel recién
construida y abandonada por los yanquis en Moa. Cuestionado por Presilla sobre las
dificultades de situar en el mercado el producto final de la fábrica moense, que no era
un producto terminado y necesitaba ser sometido a un proceso de refinación, el Che le
respondió que se encargara Presilla de echar a andar la fábrica, que él se encargaría de
garantizar los insumos para la producción y de vender el níquel.
9/1/61 Llega a Moa una delegación de especialistas soviéticos que vienen a colaborar en el
arranque de la fábrica de níquel. Con el grupo de doce técnicos llega el científico
Salomón Sovol, quien laboró en el níquel durante muchos años. El grupo trabajó
especialmente en la planta termoeléctrica, las de proceso y el diseño de la planta de
filtrado de azufre. Los colaboradores soviéticos se alojaron en varias viviendas en el
reparto Rolo Monterrey. quienes se comprometen hacer producir la moderna industria.
20/1/61 El comandante Ernesto Che Guevara visita por primera vez la localidad de Nicaro.
Recorre las instalaciones de la fábrica de níquel y dialoga con sus trabajadores.
También recorre el poblado y se reúne en el parque con los vecinos de Nicaro, ante
los cuales afirma que “sólo con trabajo y sacrificio se logra producir más”.
146
presentes en la reunión Israel Pérez Díaz, Luis Preval, Lucio Aguilera Barciela, López
de Quintana Crisanto, Emilio Campos, José Luis Mendoza, Daniel Jorge, José Bou,
José García Crespo y otros, hasta el número 17, quienes se comprometen a hacer
producir la moderna industria.
26/5/61 El Comandante Ernesto Che Guevara, ministro de Industrias, visita por primera vez la
región de Moa. El Che, junto al Comandante Raúl Castro Ruz y sus respectivas
esposas, Aleida March y Vilma Espin, visitan la fábrica Pedro Sotto Alba y la mina de
Cayo Guan, en uno de cuyos túneles penetra en compañía de Aleida, posteriormente
almorzaron en una humilde fonda existente en el lugar. En esa oportunidad, al
percatarse el Comandante Che Guevara de las condiciones en que vivían los
trabajadores de la mina de cromo, expresó la necesidad de construir viviendas
decorosas para ellos.
147
toneladas, con un 6 % superior a similar etapa del año anterior.
1/3/62 El Comandante Ernesto Che Guevara llega a Nicaro en horas de la tarde y recorre las
instalaciones de la fábrica René Ramos Latour.
18/1/63 El Comandante Ernesto Che Guevara realiza una visita a Nicaro y Moa. Se reúne con
dirigentes de las organizaciones revolucionarias de ambas localidades y cuadros
administrativos y sindicales de las fábricas René Ramos Latour y Pedro Sotto Alba.
Visita también a Punta Gorda y a la mina de Cayo Guan. El Che llegó a Nicaro por
vía aérea procedente de Santiago de Cuba, donde ese día por la mañana visitara la
fábrica de tornillos, tuercas y arandelas “30 de Noviembre”.
9/3/63 El comandante Ernesto Che Guevara, visita el poblado de Nicaro, las instalaciones de
la empresa Comandante René Ramos Latour y participa en un Consejo de Dirección
Extraordinario de la Empresa Consolidada del Níquel.
4/7/63 El Gobierno Revolucionario crea el Centro Coordinador para el Plan de Desarrollo del
Norte de Oriente (Plan Norte), cuyo objetivo fundamental era desarrollar la industria
del níquel .
27/10/63 Varios trabajadores de las industrias niqueleras de Moa y Nicaro reciben premios
entregados por el comandante Ernesto Che Guevara en un acto emulativo en el
Ministerio de Industrias, en La Habana.
3/9/64 El Ministro de Industrias, comandante Ernesto Che Guevara, se reúne con los mineros
del cromo en Punta Gorda y visita la fábrica Comandante Pedro Sotto Alba, donde se
reúne con el secretario general del PURS en Moa, Angel Cao Fernández, con el
administrador de la industria, Ing. Juan P. Vázquez, y con Juan Rodríguez Guerrero
(Amigo), secretario general del Buró Sindical de la fábrica, a quien asegura que en su
próximo viaje a Moa se reunirá con los trabajadores de la fábrica de níquel. Ese
148
mismo día, en la mañana, el comandante Guevara había inspeccionado en Baracoa la
fábrica de hielo y la procesadora de Cacao.
29/11/64 El comandante Ernesto Che Guevara realiza su última visita a Moa. El Che -junto a
José Cardona Hoyos, dirigente del Partido Comunista de Colombia, el comandante
Armando Acosta, primer secretario del Partido Unido de la Revolución Socialista
(PURS) en Oriente, y otros dirigentes-, preside, en el cine Ciro Redondo, una
asamblea de trabajadores de la empresa Comandante Pedro Sotto Alba. Pronuncia un
discurso en el que confiesa que la fábrica de níquel de Moa es una de las fábricas más
queridas por él. Durante muchos años se tuvo la convicción de que este discurso del
Che Guevara había sido pronunciado en los primeros días de diciembre de 1964, por
ser esta la fecha que aparece consignada en la trascripción de la grabación de dicho
discurso, que fuera realizada por la dirección de la empresa en aquellos días.
1/11/84 El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, acompañado por una delegación del
Gobierno de la URSS, presidida por el primer ministro Nikolai Rizhkov, quien asiste
en Cuba a la 39 sesión del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), inaugura la
plaza Guerrillero de América y el conjunto monumentario erigido frente a la fábrica
Comandante Ernesto Che Guevara en homenaje al Guerrillero Heroico y conversa allí
con el escultor Rogelio Cobiella, autor de la estatua del Che.
149
misiones internacionalistas y a los galardonados en la VI Exposición Forjadores del
Futuro.
3/4/98 Se inaugura un busto del comandante Ernesto Che Guevara frente al local donde
radica el Comité del Partido de la fábrica Comandante Pedro Sotto Alba-Moa Níquel
S.A.
150
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA FÁBRICA COMANDANTE PEDRO SOTTO
ALBA
La historia de la fábrica Comandante Pedro Sotto Alba se inicia en el otoño de 1951, cuando
un grupo de especialistas de la Nicaro Nickel Company llega a Moa con el propósito de
desarrollar los cotos mineros de la región y construir una nueva planta de níquel, ante la
necesidad del gobierno de los Estados Unidos de incrementar las disponibilidades de ese
material estratégico, tan necesario para su industria, en momentos en que ese país se enfrascaba
en la agresión al pueblo coreano e intensificaba su política de guerra fría.
Para comprobar la factibilidad del nuevo proceso a escala industrial, se montó previamente
una planta piloto en Huston Mount, Texas, EE.UU., y posteriormente otra de mayor capacidad,
-con posibilidad de procesar hasta 120 toneladas secas por día del mineral enviado desde Moa-,
en Braith White, Louisiana.
El proyecto de la fábrica moense fue diseñado para el aprovechamiento tanto del níquel como
del cobalto contenidos en el mineral, lo que no ocurre en el proceso Caron, donde el cobalto se
pierde en las colas industriales.
La planta moense fue diseñada para recuperar anualmente 22 mil toneladas de níquel y 2 mil
de cobalto, en forma de sulfuro concentrado que serían procesadas en una refinería
especialmente construida en Port Nickel, Louisiana, para la extracción del níquel y el cobalto
en forma metálica.
151
La corrupción imperante en el gobierno dictatorial de Fulgencio Batista hizo posible que a las
compañías norteamericanas interesadas en la construcción de la nueva planta productora de
níquel se les concedieran enormes facilidades para explotar nuestros fundamentales recursos
minerales y crear un producto que sólo sería una materia prima, para cuya refinación debería
ser trasladada a Estados Unidos, todo lo cual se realizaría mediante una exención de impuestos
que haría exclamar al Comandante Ernesto Che Guevara que los yanquis en Moa se llevaban
nuestras riquezas y sólo nos dejaban los hoyos en la tierra.
Desde fines de 1956 la Frederick Snare Co. iniciaría las labores de construcción de la fábrica
de níquel que, en lo fundamental, concluirían en el segundo semestre de 1959 y transcurrirían
en medio de la lucha contra la tiranía batistiana.
No habían transcurrido siete meses del inicio del periodo de ajuste y puesta en marcha de la
moderna industria niquelera construida en Moa, cuando los norteamericanos decidieron –el 9
de abril de 1960– paralizar sus operaciones, conservar sus instalaciones y abandonar el país en
respuesta a la Ley de Minas dictada por el Gobierno Revolucionario, mediante la cual se
152
dejaban sin efecto los privilegios arancelarios y económicos concedidos por Batista a las
compañías yanquis y obligaba a la Moa Bay Mining Company a pagar impuestos sobre las
ganancias brutas por el uso de nuestros recursos minerales.
Al adoptar esa decisión, los propietarios de la compañías norteamericana afirmaron que los
cubanos no serían capaces de poner en funcionamiento la moderna industria niquelera, única de
su tipo en el mundo.
La respuesta del Gobierno Revolucionario no se hizo esperar y el 5 de agosto de ese mismo
año 1960 se decreta la intervención de la industria moense, se nombra “Comandante Pedro
Sotto Alba”, en honor al revolucionario caído en la toma del poblado de Moa.
El Comandante Ernesto Che Guevara, al frente de las tareas de industrialización del Gobierno
Revolucionario, convocó al ingeniero Demetrio Presilla, quien laboraba en la fábrica de Nicaro,
y a decenas de técnicos y obreros que laboraron en la construcción en el período de ajuste y
puesta en marcha de la fábrica moense, para desconservarla y ponerla a producir en beneficio
del pueblo cubano, tarea que se acomete desde principios de 1961 y ya el 23 de julio de ese
mismo año la fábrica Comandante Pedro Sotto comienza a producir.
Desde el mismo día en que, en 1961, se pusiera en marcha la fábrica de Moa, se iniciaría una
constante batalla por la superación técnica de sus trabajadores, pues los norteamericanos
alentaron a los técnicos que laboraron con ellos a abandonar el país y, en determinado
momento, esta industria sólo pudo contar con cinco ingenieros.
En el año 1963 comienzan a llegar a Moa los primeros técnicos medios graduados por la
Revolución; el 10 de septiembre de ese mismo año arriban los primeros 4 ingenieros graduados
después del triunfo rebelde, meses más tarde lo harían otros dos y en marzo de 1965
comenzarían a trabajar en la fábrica las 2 primeras mujeres graduadas de ingenieras.
El 17 de junio de 1966 llegan a Moa los 23 jóvenes estudiantes de primer año de ingeniería de
la Universidad de Oriente que se integran al Plan Extramuro como trabajadores-estudiantes,
para terminar sus estudios superiores en esta localidad al mismo tiempo que brindan su
concurso a la fábrica Comandante Pedro Sotto Alba, donde comienzan a laborar.
153
Se inicia así el gran despegue en la formación de técnicos y profesionales en Moa, que la
construcción de la fábrica de níquel provocó en este territorio, en el que a mediados de la
década de los años 50 apenas existía la enseñanza primaria, en poco menos de 30 años
estuvieran cubiertas todas las necesidades educacionales, desde el prescolar hasta la
universitaria.
Tanto en los trabajos de puesta en marcha, como en la compra de los sulfuros de la fábrica
Comandante Pedro Sotto -para la cual adaptaron una de sus instalaciones industriales en la
lejana Siberia- y el abastecimiento de insumos y materiales para el proceso productivo, el
mantenimiento y las reparaciones y para rehabilitación de la industria niquelera moense, Cuba
contó desde el primer momento, y hasta la desaparición de la URSS, al inicio de la década de
los años 90, con el concurso de los especialistas y del Gobierno de la extinta Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Al finalizar el año 1999, la fábrica Comandante Pedro Sotto Alba operada por la compañía
mixta Moa Níckel S.A., que ha roto todos sus récords históricos de producción y constituye un
ejemplo de la colaboración económica entre nuestro país y firmas comerciales extranjeras,
cuenta con un colectivo laboral experimentado y orgulloso de su tradición proletaria y
productiva, que ha contribuido al surgimiento y desarrollo de las entidades industriales,
portuarias, constructoras, mecánicas y de servicios varios a la Industria Cubana del Níquel
existentes en Moa y que tuvieron su génesis en la fábrica moense, cuya puesta en operaciones
representó el primer Girón Tecnológico propinado al imperialismo yanqui en América Latina.
154
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA FÁBRICA COMANDANTE ERNESTO CHÉ
GUEVARA
La Empresa Estatal Socialista Comandante Ernesto Che Guevara es la más joven de las tres
fábricas de la Industria Cubana del Níquel, sin embargo, al finalizar 1999 es la mayor
productora y cerró el año con el establecimiento de un récord productivo y sobrepasando
ligeramente su capacidad original de diseño.
Apenas dos meses después -el 15 de febrero de 1973- el Comandante en Jefe visita la recién
creada Región Minera y, sobre el terreno, precisa detalles acerca del futuro desarrollo de la
industria del níquel y del entorno social del territorio y aprueba la propuesta de construir la
nueva planta en la meseta de Yagrumaje.
155
Para ejecutar el amplio programa constructivo el Ministerio de la Construcción creó en Moa
la Empresa Constructora Integral Número Tres (ECI-3), ubicó en el territorio a destacados
cuadros de dirección para atender a la nueva entidad y los colectivos constructores y designó al
viceministro Raciel Alvarez para atender permanentemente, con residencia en Moa, esta
importante tarea.
La Unión de Jóvenes Comunistas, por su parte, creó en Moa varias obras de choque, entre
ellas la construcción de la “Che Guevara”, en la que laboraron miles de jóvenes constructores.
Pocos años después, con el inicio de la década de los 90 y desaparición del campo socialista y
la desintegración de la URSS, la falta de recursos materiales y financieros afecta sensiblemente
a la joven industria moense, que no logra estabilizar sus operaciones y mucho menos alcanzar
su producción de diseño.
Sin embargo, la decisión de la dirección del país, que asignó recursos para su modernización,
pese a la crítica situación financiera, y la aplicación de nuevos métodos de dirección, hizo
posible que en 1996 se iniciara la etapa de recuperación de la industria niquelera de Punta
Gorda, cuyo colectivo laboral logró en 1999 la mayor producción de su historia, 30 mil 10
toneladas, superó ligeramente su capacidad de diseño y se consolidó como ejemplo de
eficiencia de la Empresa Estatal Socialista.
156
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA MINERÍA DEL CROMO
Aunque no se han hallado documentos que señalen con exactitud la fecha en que fueron
descubiertos los primeros yacimientos de cromo en la región costera y montañosa entre Moa y
Baracoa, se estima que el primer coto conocido fue el de Potosí, situado en la parte oeste del río
Jiguaní. Se supone que ese yacimiento fue descubierto en 1889 por un ciudadano cubano que
trabajaba en el negocio de la madera por esos lares. Hizo la correspondiente denuncia para
adjudicarse los derechos de explotación de la mina.
Sin embargo el yacimiento de Potosí fue vendido por ese ciudadano a una compañía cuyos
representantes eran Misters Hurbinson y Walter en 1903. Esta compañía inició la explotación
del yacimiento de Potosí en 1905 y durante algunos años extrajo cromita del mismo, mineral
que al parecer se embarcaba por Taco Bay después de ser transportado en mulos y patanas. La
extracción no fue considerable y en 1910 los propietarios decidieron suspender los trabajos,
aduciendo que la mina se había agotado.
A partir del inicio de la Segunda Guerra Mundial, en el año 1915, intereses de la Juragua Iron
Co., que había explorado estos terrenos y descubierto minas o adquirido concesiones,
comienzan a explotar otros yacimientos de la zona como Cayo Guan, Cromita, Narcisa y La
Delta, pero no se conoce con exactitud si se llegó a exportar el mineral, lo que sí se refleja en
las memorias del censo de 1919, cuando ya no se explotaba Cayo Guan, es que en aquel lugar
habían quedado depositadas unas 50 mil toneladas de mineral que debe haber aprovechado
Gerardo Aulet en 1940.
Se conoce que en el año 1933 la compañía norteamericana Betlehelm Iron Co. realiza un
desarrollo de las minas de Potosí, Tio Folio, Calunga I y II y Carmen, pero no se conoce si
realmente se extrajo mineral de ellas para su explotación.
La etapa más importante de la explotación de los yacimientos de cromo en Moa tiene lugar a
partir de 1937, cuando Gerardo Aulet, un aventurero en busca de fortuna, obtiene la concesión
para explotar las minas de Narcisa y Cayo Guan y crea una compañía que fomenta un poblado
en Punta Gorda con la construcción de un muelle, oficinas, un chalet para su residencia,
construye un camino de Cayo Guan a este lugar para el transporte de mineral por camiones y
crea una pequeña infraestructura social en este lugar.
Poco después de entrar en explotación esos yacimientos Arlet se asocia con Primitivo
Portales, que era un capitalista poseedor de muchos equipos pesados, y comienza la explotación
de cromo en distintas variedades.
157
Hay versiones de que realmente Aulet sólo tenía el yacimiento de Narcisa y que el de Cayo
Guan era propiedad de Francisco (Paco) Vidal, capitalista poseedor de grandes extensiones de
tierra en Cananova, y aunque Aulet aparentaba ser el dueño, realmente lo era Paco Vidal.
Entrada la década del 40 los yacimientos pasaron a manos de Felipe Godoy, capitalista,
hermano de Gastón Godoy, testaferro de Batista, quien controló todos esos yacimientos hasta
1960.
Las mayores extracciones de cromo en esta región corresponden a la Segunda Guerra
Mundial por la alta demanda que este metal tenia en la industria bélica en Estados Unidos.
Las producciones de cromo al 33 por ciento desde 1941 están reflejadas en el anexo 6.
Durante la etapa capitalista se realiza la explotación de estos yacimientos de cromo tanto en
minas a cielo abierto como en minas subterráneas; en esta labor los mineros, sin equipos de
seguridad o de trabajo, tenían que sacar el mineral de las entrañas de la tierra con herramientas
manuales, empujando los carros cargados, con la utilización de explosivos, todo lo cual implica
grandes riesgos y no fueron pocos los accidentes en que perdieron la vida los mineros o
quedaron mutilados.
En 1960, la compañía de Felipe Godoy comienza a crear problemas con los trabajadores para
perjudicar a las autoridades revolucionarias, y son los propios trabajadores los que solicitan al
Ministro del Trabajo la intervención de la compañía, lo que ocurrió en agosto de 1960.
A partir de entonces las condiciones laborales, salariales y sociales de los mineros del cromo
mejoraron notablemente.
En primer lugar se humanizó el trabajo, se mecanizaron las labores en los túneles y en todas
las operaciones mineras, se ajustó el horario de los que laboraban bajo tierra, se mejoró su
alimentación, se les entregaron gratuitamente todos los equipos de seguridad para la ejecución
de sus labores.
Los mineros del cromo que vivían en condiciones infrahumanas en el barrio de Cayo Guan,
recibieron en 1966 ciento veinte viviendas con todas las condiciones en el barrio conocido por
Punta Gorda Arriba, gracias a las gestiones del Che que desde el primer momento consideró, en
su visita de mayo de 1961 a las minas de Cayo Guan, que era imposible trabajar ni vivir en ese
estado.
La vieja planta de beneficio de mineral de Punta Gorda que se operaba manualmente en las
zarandas, se sustituyó por una moderna planta automática de beneficio situada en las márgenes
del río. El sistema de embarque de mineral descargando a mano el mineral a las patanas para
158
llevarlo a los buques se sustituyó. Hoy el mineral llega por camiones al puerto de Moa, de
donde es alzado por medio de equipos a los barcos.
Hoy los jóvenes no conocen los trabajos y esfuerzos que pasaron sus abuelos y padres en la
minería del cromo, porque se han humanizado esas labores.
159
PRODUCCIÓN DE NÍQUEL MÁS COBALTO Y DE CROMO
REFRACTARIO
TONELADAS
AÑO NÍQUEL MÁS COBALTO CROMO REFRACTARIO
RRL PSA ECG TOTAL TOTAL
1941 - - 229 200
1942 - - 270 000
1943 - - 347 100
1944 4 679.0 - - 4 679.00 173 200
1945 10 900.0 - - 10 900.00 161 600
1946 11 241.0 - - 11 241.00 169 900
1947 2 014.0 - - 2 014.00 155 300
1948 - - - 0.00 111 400
1949 - - - 0.00 93 800
1950 - - - 0.00 65 400
1951 - - - 0.00 79 100
1952 6 095.0 - - 6 095.00 55 700
1953 12 559.0 - - 12 559.00 49 700
1954 13 191.0 - - 13 191.00 65 700
1955 13 732.0 - - 13 732.00 74 200
1956 14 570.0 - - 14 570.00 79 200
1957 20 180.0 - - 20 180.00 53 400
1958 17 956.0 - - 17 956.00 32 900
1959 17 833.7 181.3* - 18 015.00 29 100
1960 14 521.5** 1 560.4* - 16 081.90 51 200
1961 16 472.8 1 493.7** - 17 966.50 14 100(1)
1962 16 351.3 6 209.3 - 22 560.60 50 600
1963 14 222.0 5 584.2 - 19 806.20 50 300
1964 14 459.9 8 467.0 - 22 926.90 32 900
1965 18 300.2 9 936.2 - 28 236.40 41 000
1966 16 653.1 11 201.2 - 27 854.30 37 500
1967 19 724.9 12 712.8 - 32 437.70 43 000
1968 20014.3 17 306.7 - 17 306.70 48 500
1969 17 671.5 17 705. 2 - 35 376.70 45 300
1970 18 482.0 18 992.8 - 37 474.80 22 800
1971 18 000.7 18 454.6 - 36 455.30 13 900
1972 17 567.0 19 222.2 - 36 789.20 37 100
1973 17 048.4 18 150.6 - 35 199.00 37 200
1974 14 930.8 18 948.1 - 33 878.90 37 700
1975 18 508.4 18 816.9 - 37 325.30 36 100
1976 18 429.6 18 458.5 - 36 888.10 19 100
1977 18 626.1 18 124.2 - 36 750.30 20 400
1978 18 307.5 16 479.0 - 34 786.50 28 800
1979 19 052.9 13 272.2 - 32 325.10 28 200
160
1980 20 020.3 18 186.9 - 38 207.20 28 500
1981 20 849.9 19 409.9 - 40 259.80 20 500
1982 21 001.7 16 601.3 - 37 603.00 27 300
1983 21 135.3 18 121.6 - 39 256.90 33 600
1984 17 786.5 15 440.7 - 33 227.20 37 900
1985 16 377.1 17 200.4 - 33 577.50 37 700
1986 17 202.0 17 900.1 - 35 102.10 50 000
1987 17 902.2 17 957.8 1 103.1 36 963.10 55 441
1988 17 622.9 19 303.4 7 000.4 43 926.70 52 200
1989 17 090.7 19 500.0 10 000.6 46 591.30 50 636
1990 13 715.0 19 319.0 8 065.3 41 099.30 32 500
1991 10 575.6 14 744.0 8 674.6 33 994.20 20 257
1992 10 136.6 15 270.3 7 039.8 32 446.70 10 354
1993 9 692.4 13 576.0 6 943.7 30 212.10 27 582
1994 6 923.5 12 549.1*** 7 300.0 26 772.60 27 848
1995 9 259.1 20 651.0 12 785.7 42 695.80 30 694
1996 10 701.0 26 034.0 16 922.6 53 657.60 37 287
1997 9 835.3 26 512.0 25 217.4 64 849.07 44 100
1998 12 001.6 27 220.8 28 501.77 67 724.17 46 110
1999 9 451.00 27 043.00 30 010.00 66 504.00 52 001
(1)- Se nacionalizan las minas de cromo que, hasta entonces eran de propiedad
privada y que fuera dirigida, primero, por Gerardo Aulet, y luego por Felipe Godoy.
161
USO Y APROVECHAMIENTO DE LA TIERRA EN EL MUNICIPIO MOA EN 1999
USO DE LA TIERRA:
No. USO HECTÁREAS
1 Bosques 61 805
2 Mangle 1 541
3 No aptas 162
4 Corrientes Fluviales 107
5 Embalses 691
6 Cultivos 1 632
7 Areas de industrias 284
8 Minas en explotación 1 233
9 Construcciones urbanas 1 902
No. HECTÁREAS
1 Bosques naturales 40 528
2 Bosques artificiales 19 132
3 Tierras deforestadas 2 144
4 Coníferas (Pinos) 3 502
Latófilas (Caoba, Cedro, Majagua, Ocuje, Casuarina, Eucalipto y
5 Otras.) 15 630
162
ALCALDES DEL BARRIO GRAN TIERRA DE MOA,
DEL MUNICIPIO BARACOA, DESDE SU CREACIÓN EN 1908 HASTA 1959
PODER LOCAL
163
PODER POPULAR
164
SECRETARIOS GENERALES O PRIMEROS SECRETARIOS
DEL COMITÉ MUNICIPAL DEL PARTIDO EN EL MUNICIPIO MOA
165
ESTADISTICA DE LA POBLACIÓN RESIDENTE EN EL TERRITORIO
DE MOA
166
1980 34578 Estimado
1981 37026 Estimado
1982 37688 Estimado
1983 38012 Estimado
1984 38389 Estimado
1985 38741 Estimado
1986 41343 Estimado
1988 49350 Estimado
1989 60198 Estimado
1998 68218 Estimado
1999 65127 Estimado
167
RELACION DE TESTIMONIANTES
168
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