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1. INTRODUCCIÓN

En la actualidad existe un interés por reconvertir la situación agrícola del valle de


Lluta, mediante la incorporación de nuevas especies hortícolas, permitiendo así,
mejorar la deprimida rentabilidad productiva de los cultivos existentes. Por otra
parte se espera habilitar nuevas superficies del extenso valle, en donde los altos
contenidos de sales impiden realizar agricultura. Una alternativa interesante como
cultivo para el valle es el espárrago, que gracias a su gran adaptación a las altas
concentraciones sales, podría convertirse en uno de los cultivos más rentables
para la zona, con un enfoque de mercado de exportación o producción de
espárragos fuera de temporada para la zona centro sur de Chile, dadas las
favorables condiciones climáticas del valle de Lluta.

En el año 2000, en el valle de Lluta, se ha registrado una superficie cercana a las


cuatro hectáreas del cultivo del espárrago, de las cuales dos ha sido introducidas
por intermedio del proyecto “Validación de nuevas alternativas hortofrutícola
para la primera región”, cuya evaluación se ha desarrollado en conjunto con la
Fundación Chile y la Universidad Arturo Prat, a través del Departamento de
Agricultura del Desierto. Este proyecto cuenta con el financiamiento de CORFO
(FDI) y la empresa Agrícola Tarapacá.

Por tratarse de un cultivo perenne de alta inversión, cuyo éxito económico no solo
depende del nivel de rendimiento alcanzado sino también de la calidad de la
cosecha, su manejo productivo debe ser altamente especializado, y con mayor
dedicación para el sector en cuestión. De manera de obtener información
suficiente que permitan efectuar un óptimo manejo en la fertilización de una
esparraguera en condiciones de salinidad, se ha realizado el presente trabajo de
seminario denominado “Evaluación en la fertilización del cultivo del espárrago en
condiciones de salinidad en el valle Lluta”.
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2. ESTADO DE ARTE

2.1 Situación agrícola de la Primera Región

Según el ultimo censo agropecuario, en la región de Tarapacá, existen un


superficie total de 9.116 hectáreas, representando al 0.3% del total nacional
destinada al cultivos o plantaciones. En particular, la agricultura de los valles de
Azapa y Lluta representan los principales rubros de producción agrícola de la
provincia de Arica. En el valle de Azapa existen 2.700 hectáreas cultivables, de las
cuales 1.224 hectáreas corresponden a olivos; 460 hectáreas a tomate, 290
hectáreas a poroto verde. Además se cultivan, pero en menos escala morrón, ají
y zapallo italiano entre otros (INE,1997).

El valle de Lluta por otra parte, presenta una situación totalmente diferente en
cuanto a la composición de especies agrícolas. En el se cultivan alrededor de
2.600 hectáreas, de las cuales 1.100 hectáreas son dedicadas a la producción de
maíz; 830 de alfalfa, 400 hectáreas de cebolla y 270 hectáreas entre otros cultivos
como ajo, betarraga y haba. Las razones de esta distribución radican
fundamentalmente en que las especies mencionadas son cultivares altamente
tolerantes a la salinidad y boro, características químicas que imperan en los suelos
y el agua de riego del valle. La producción de cebollas, es una de la actividad más
interesante para el valle, con rendimientos productivos óptimos, pero con bajos
ingresos. Las variedades de maíz están por muchos años adaptada a estas
condiciones de salinidad, resultando un cultivo de mediana rentabilidad para la
zona (FDI-CORFO, 2000).
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2.2 Características climáticas y edáficas del valle Lluta

La región costera del norte de Chile es muy desértica y los niveles de salinidad y
boro en los suelos suelen ser muy altos. El agua de riego es también salina
(3-9 dS/m), con concentraciones altas de sodio, cloruros y boro. A pesar de ello en
aquellas zonas se cultivan hortalizas que comúnmente no podrían desarrollarse,
ya que los niveles de salinidad y en especial el boro exceden los umbrales de
tolerancia. El origen de la salinidad en el suelo en el norte de Chile se asocia a la
condición de la extrema aridez que irrumpe lechos de sales ubicados en el perfil
del suelo y originándose su eventual descarga al océano (Ferreira, 1997).

El valle de Lluta, ubicado en la región de Tarapacá se ubica en el paralelo 18º 35´


latitud sur, y el meridiano 69º 30´ longitud oeste. La hoya del río, tiene su origen en
las altas cumbres cordilleranas, y desemboca en el mar de Chile, a 10 kilómetros
al sur de la frontera de Chile con Perú. Administrativamente, el valle pertenece a la
primera región, y su ubicación geográfica se encuentra entre las comunas de Arica
y Putre (Mamani, 1996).

El clima del valle Lluta es desértico. El sector costero, que abarca el transecto que
va entre los 0 y 800 m.s.n.m. presenta temperaturas media anual de 18º C y
precipitaciones escasas. (menos de 1 mm/año). Esta zona se estima libre de
heladas; acumulación térmica anual a 3.300 días grados; la temperatura del mes
más cálido varía entre 24º y 26º C. No hay período de receso vegetativo, debido a
la moderación de las temperaturas y a la escasa oscilación térmica. Las
condiciones de evapotranspiración (ETP), datos de bandeja clase A, entregan un
promedio de 7,5 mm/día en febrero y 2,9 mm/día en junio (Ingendesa, 1995).

Estas condiciones agroclimáticas locales permitirían un amplio abanico de cultivos,


tanto anuales como permanentes y específicamente de hoja perenne, aunque no
son muy adecuadas para cultivos que requieren algún período de vernalización,
precisamente debido a la moderación climática. Sin embargo, es conocido el
escaso número de cultivos, limitado a maíz, cebolla, tomate y alfalfa, la mayoría de
origen local y la casi total ausencia de frutales. La escasa diversidad de cultivos es
debida, básicamente, al deficiente drenaje de los suelos, a la salinidad y boro
asociados a este problema y a la calidad del agua de riego (FDI – CORFO, 2000).

El valle Lluta presenta terrenos planos, estratificados, con una profundidad


efectiva de 60 a 100 cm, de textura franco a franco arenoso; a mayor profundidad
algunos muestran un horizonte “glei” (170 a 200 cm). Presenta además contenidos
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altos de materia orgánica, nódulos salinos en superficies, llegando en algunos


casos a mostrar una costra. Normalmente las napas de agua se ubican entre 0,6 a
1 mt. Desde un punto de vista químico, los suelos varían desde fuertemente
ácidos hasta levemente alcalinos (pH 5,5 a 7,5), esto a consecuencia de la gran
fluctuación de concentraciones de sales en las avenidas de aguas, especialmente,
al momento de producirse las precipitaciones altiplánicas. La conductividad
eléctrica (CE) fluctúa entre 4,5 a 50 dS/m. Aunque las condiciones de salinidad y
alcalinidad mejoran paulatinamente hacia el interior del valle, subsisten problemas
con elementos menores como el boro cuyos valores superan los 20 mg/lt, además
de litio y arsénico, todos son un problemas cuya incidencia sigue siendo fuerte
para la variedad de cultivos que los suelos del valle pueden aceptar (Ingendesa,
1995).

Aunque el valle del río Lluta tiene una longitud de 150 kilómetros, la parte de
importancia agrícola solo es el ultimo tercio del valle. En las partes más altas, las
condiciones climáticas, y estrechez del valle, han impedido algún desarrollo
significativo. El sector agrícola presenta una longitud de 45 km. de Oeste a Este
(Mamani, 1996).
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2.3 Situación actual de las esparragueras en Chile

El espárrago es una hortaliza que se cultiva en Chile desde hace mucho tiempo,
aunque en escala reducida si se compara con otras hortalizas. Desde la década
de los 80, su situación ha experimentado un notable cambio, motivado,
principalmente, por las exportaciones. Se observa una aumento de la superficie
cultivada, a la vez un desplazamiento de su cultivo hacia la zona sur del país,
especialmente de la VII a la X región. En el norte de Chile, el cultivo no parece
ofrecer ventajas respecto a la zona central y sur, sin embargo podía tener algunas
ventajas en producción temprana de espárragos frescos para el mercado. Aunque
las observaciones están a nivel de evaluación, sin pruebas estadísticas, los
antecedentes agronómicos pueden dar una base para estudios de rentabilidad en
las condiciones del norte chileno. Cabe agregar, además que el espárr
ago tiene resistencia a altos niveles de salinidad, por lo que sería factible su cultivo
en sectores que tienen este problema, como es el caso de valles salinos, tales
como Huasco, Copiapó, entre otros (Rojas, 2000).

Las plantas de espárragos en el sur de Chile, presenta receso durante un período


de 4-6 meses. Esta etapa se caracteriza por el agotamiento y la deshidratación de
la parte aérea de la planta, con una traslocación total hacia la raíz de todos los
nutrientes de reserva existentes en el follaje. En sectores de la Primera región de
Chile, como el valle de Lluta, el espárrago no entran en receso, hacia sectores
más fríos, dentro de la zona costera este es de reducida duración. En este caso, el
patrón de acumulaciones de reservas cambia, y es posible un manejo distinto para
el cultivo. Lo anterior permite que se pueda manejar la época de cosecha,
centrándola durante los meses de altos precios. Las características climáticas del
sector determinan que el manejo de las plantas difiera del que se da en la zona
central del país. No obstante lo anterior, son escasas las investigaciones
realizadas para optimizar la producción de los espárragos en este sector (Arenas,
1999).
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2.4 Características morfológicas del cultivo del Espárrago

El espárrago es una planta herbácea perenne, pertenece a la familia Liliácea,


aprovechada como hortaliza comestible por sus turiones, tanto para el consumo
en verde como para blanco, y denominada botánicamente Asparagus officinalis.
Es una planta vivaz, dioica, con un 50 % de flores masculinas y 50% de
femeninas. Las primeras rinden más, pero el calibre de los turiones es inferior al
de las femeninas. Aparecen también, en muy bajo porcentaje, plantas
hermafroditas. (Giaconi, 1997).

La planta esta formada por una parte subterránea, compuesta por un rizoma y el
sistema radical, que en conjunto forman lo que se denomina corona y una parte
aérea compuesta de tallos erectos, ramas y hojas modificadas, que constituye el
helecho; sobre este se desarrollan las flores y frutos. El rizoma es un tallo
modificado que actúa como unión entre el sistema radical y la parte aérea de la
planta. En el rizoma se forman, además, grupos de yemas vegetativas, ubicadas
en el ápice de crecimiento, de donde se desarrollan los turiones o espárragos. El
sistema radical presenta dos tipos de raíces: uno adventicio de raíces gruesas,
responsable del almacenamiento de carbohidratos, y otro lateral o fibroso, muy
ramificado, responsable de la absorción de agua y nutrientes (González, 1999).

Los turiones son la parte comercial de la planta, en ellos apreciamos una serie de
escamas distribuidas regularmente en toda la superficie, y una punta o ápice
terminal en la que su meristemo apical está protegido por un conjunto de brácteas.
Los turiones pueden presentar diámetros máximos de 16 a 20 mm y mínimos
inferiores a 6 mm. Estos turiones crecen longitudinalmente y de la axila de cada
bráctea, separadas progresivamente por la elongación continua, surgirá una nueva
ramificación de apariencia y desarrollo arborescente, las cuales al final se
poblaran de unas filiformes modificadas llamada cladodio. Este conjunto final del
tallo aéreo modificado y con hojas, se llama plumero, el cual puede crecer hasta
una altura superior a los 2 metros (Fernández, 1993).

Las flores se desarrollan en las axilas de las brácteas. Son de color blanco-
verdoso, con forma de campana. Tanto las flores femeninas como masculinas
tienen estigma y estambres, pero en el caso de las flores masculinas el estigma se
encuentra atrofiado, y en el caso de las flores femeninas, los estambres no se
desarrollan completamente (González, 1999).
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La infrutescencia es una baya, roja en la maduración, redonda y dentro de la que


existen tres compartimientos en cada uno de los que aparecen 1 ó 2 semillas
negras de forma triangular.(Maroto, 1983).
2.4.1 Exigencias edáficas

Es importante elegir correctamente el sitio donde se va establecer la


esparraguera. Es preciso considerar las propiedades químicas y físicas del suelo,
su profundidad, drenaje, disponibilidad de agua de riego, protección contra vientos
fuertes, etc. Aunque la especie de adapta aun amplio rango de tipos de suelos,
desde orgánicos hasta los arenosos pasando por los ligeramente arcillosos, es
preferible seleccionar un suelo franco a franco arenoso, profundo (al menos 1
metro) y con un contenido mínimo de 2 % de materia orgánica. El pH debiera estar
entre 6,5 y 7,5, evitando los suelos ácidos que reducen el rendimiento (González,
2001).

Es fundamental elegir suelos con buen drenaje, y evitar aquellos con presencia de
estratos compactos que limitan la permeabilidad del suelo, o con napas freáticas a
menos de un metro de profundidad en cualquier época del año. Así se evita, entre
otros problemas la acumulación de sales (Fernández, 1993).
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2.5 Propiedades químicas del suelo y del agua

2.5.1 Conductividad eléctrica

La conductividad eléctrica (C.E.) es al medición más importante desde el punto de


vista de salinidad porque permite estimar la concentración total de sales disueltas.
Se basa en la medición de la resistencia de la solución a la conductividad
eléctrica, su equivalencia en el sistema Internacional de Unidades es el Siemens
(S). El valor de la CE resultante tiene las unidades de mmhos/cm o dS/m. Todos
los valores son estandarizados por conversión a valores equivalentes a la
temperatura de referencia de 25ºC (Sadzawka, 2000).

Los cultivos son afectados por el potencial osmótico de la solución del suelo más
que por su conductividad eléctrica, pero la conductividad eléctrica se usa
generalmente para caracterizar los efectos de la salinidad sobre el crecimiento y
rendimiento de los cultivos. Aunque las concentraciones de sales disueltas afectan
de forma diferente la CE y el potencial osmótico, la CE es una buena medida del
potencial osmótico. Se puede apreciar que en suelos donde el anión cloro es el
predominante, el potencial osmótico será menor (Oster, 1995).

La clasificación de suelos, según conductividad eléctrica, se indican el Cuadro 1

Cuadro 1 Clasificación de salinidad de los suelos, según C.E.

CLASIFICACION SALINIDAD
C.E (dS/m)
Salinidad ligera 2–4
Salinidad mediana 4–8
Salinidad fuerte 8 – 16
Salinidad extrema > 16
Fuente: Fuentes, (2001)

2.5.2 Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC)

La capacidad de intercambio catiónico se define como la capacidad de un suelo


para adsorber e intercambiar cationes, cuantificándose por la suma de los
miliequivalantes (meq) de cationes intercambiables que posee. El intercambio se
produce entre una superficie sólidas (coloide) y líquida (solución del suelo) y
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eventualmente entre dos superficies sólida (coloide-raíz). Los cationes son


atraídos a los sitios con cargas negativas de los coloides, llegando siempre a un
equilibrio (Guerrero, 2000).

La capacidad de un suelo para adsorber e intercambiar cationes, se puede medir y


expresar en equivalentes químicos y se denomina capacidad de intercambio de
cationes. Generalmente se expresa en miliequivalentes por 100 gramos de suelo
(Richards, 1980).

En el Cuadro 2, se indica la capacidad de intercambio de diversos sustratos y


texturas de suelo la forma de absorción de los principales nutrientes.

Cuadro 2 Capacidad de intercambio catiónico (CIC) de diversos


sustratos y texturas de suelo.

MATERIAL CIC meq/100 gr


Materia orgánica (humus) 150 – 500
Caolinita 3 – 15
Halosita 5 – 10
Illita 10 – 40
Clorita 10 – 40
Montmorillonita 50 – 80
Vermiculita 100 – 150
Alofán 25 – 70
Cuarzo 1–2
Basalto 1–3
Textura de suelos
Arena 1–5
Limo 5 – 15
Arcilla > 30
Fuente: Honorato, (1994)

El intercambio catiónico es de mucha importancia para mantener el equilibrio


natural, puesto que regula el consumo de nutrientes por las plantas. Ello tiene
lugar por el intercambio con iones H+ generados durante la respiración de las
plantas. Por otra parte, los fertilizantes que se añaden al suelo quedan retenido
por las partículas coloidales, impidiendo ser lixiviados (Guerrero, 2000).
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Las plantas toman una gran parte de sus alimentos del suelo, como iones
minerales. Los mecanismos de captación de dichos nutrientes son variados, desde
la difusión pasiva, que obliga a un flujo a favor del gradiente de potencial
electroquímico, hasta el transporte activo, en el que se consume energía
metabólica para internalizar una especie iónica en contra del gradiente de
potencial electroquímico. Los iones del suelo van a ser intercambiados entre
células radiculares y el complejo arcillo-húmico en función de un gradiente de
potenciales. Dichos iones son primero concentrados gracias a las propiedades de
intercambio iónicos de estas estructuras (Vicente, 2000).

El complejo arcillo-húmico actúa como un elemento de unión de los elementos


gruesos del suelo, formándose agregados más o menos grandes que dan a lugar
a poros que se llenan de aire y de agua. Estos agregados, a su vez, al unirse
forman los terrones. El complejo arcillo-húmico está cargado de un exceso de
cargas negativa para la adsorción y desorción de cationes, por lo que sólo fija, los
cationes, cargados de electricidad positiva. Las sales minerales por otra parte se
disocian en dos clases de iones: aniones y cationes. Los cationes quedan
disponibles, por, lo tanto, en las soluciones del suelo (Doménech, 2000).

La carga negativa predominante de los coloides del suelo, produce la retención de


cationes y reduce su perdida por lixiviación. Ello es de vital importancia, puesto
que gracias a esta proceso de adsorción, los cationes están disponibles para el
cultivo. Esto es válido para los iones Na+, K+, Ca2+ y Mg2+, los cuales, debido a su
tamaño y baja carga, precipitan con mucha dificultad. Por lo general, en suelos
productivos el orden de cationes intercambiables según la abundancia es la
siguiente: (Guerrero, 2000).

Ca2+ > Mg2+ > NH4+ > Na+

Los cationes intercambiables son aquellos que pueden ser intercambiados en un


período limitado por otros a partir de soluciones de concentración y pH
estabilizados. Estos iones que neutralizan la carga negativa de las partículas del
suelo, en equilibrio con otros en la solución. El intercambio entre iones se realiza
en cantidades equivalentes según el número de cargas (Honorato, 1994)
En regiones áridas el calcio y el magnesio son los principales cationes que se
encuentran en la solución del suelo y en el complejo catiónico. Cuando en estos
suelos se acumula un exceso de sales solubles, generalmente es el catión sodio el
que predomina en la solución del suelo y en esta forma, el sodio puede ser el
catión predominante al cual esta sujeto el suelo, debido a la precipitación de los
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compuestos de calcio y magnesio. A medida que la solución del suelo se


encuentra más a consecuencia de la evapotranspiración, los limites de solubilidad
del sulfato y carbonato de magnesio casi siempre se exceden, por lo cual se
precipitan, causando el correspondiente aumento en las proporciones relativas del
sodio. Bajo tales condiciones, una parte del calcio y del magnesio intercambiables
son reemplazados por el sodio (Richards, 1980).

En el Cuadro 3 se indican las principales formas químicas de absorción de los


nutrientes desde el suelo.

Cuadro 3 Principales iones y forma adsorbidos desde el suelo por las


plantas.

ELEMENTOS IONES
Carbono (C) CO32-, CO2
Oxigeno (O) H2O, O2
Hidrógeno (H) H+
Nitrógeno (N) NH4+, NO3-, NO2-
Fósforo (P) H2 PO4-, HPO4-2
Potasio (K) K+
Calcio (Ca) Ca+2
Azufre (S) SO4-2, SO3-2
Magnesio (Mg) Mg+2
Hierro (Fe) Fe+2, Fe+3
Boro (Bo) H2BO3-
Manganeso (Mn) Mn+2, Mn+4
Cobre (Cu) Cu+2, Cu+
Zinc (Zn) Zn+2
Molibdeno (Mo) MoO4-2
Niquel (Ni) Ni+2
Cloro (Cl) Cl-
Fuente: Fuentes, (1994)

Es importante destacar que existe competencia entre iones de igual carga, los
cuales compiten por el sitio, ya que el número de estos elemento son escasos en
relación a la concentración. Así los iones de igual valencia compiten por el mismo
sitio. Tal como se señaló, esta competencia involucra iones de similares
propiedades electroquímicas. Esto ocurre, por ejemplo entre NH4+ el que
disminuye la adsorción de K+; una competencia extremadamente fuerte es la que
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se produce entre Mg+2 y Mn+2. El manganeso afecta la tasa de adsorción del


manganeso en la medida que la concentración se incrementa (Marschner, 1995).

En soluciones de concentraciones equivalentes, las cantidades adsorbidas de


calcio y magnesio son varias veces la del sodio. En general, más de la mitad de
los cationes solubles debe ser sodio, antes de que sea adsorbidas cantidades de
importancia por el complejo de intercambio. Sin embargo, en algunas soluciones
de suelos salinos, prácticamente todos los cationes son sodio, por lo que es el
catión adsorbido predominantemente (Richards, 1980).

2.5.3 Relación de Adsorción de Sodio (RAS)

El RAS o SAR es la relación de adsorción de sodio y es un índice que permite


evaluar los problemas físicos (permeabilidad) del suelo, causado por la
preponderancia del sodio sobre los iones de calcio y el magnesio (Honorato,
1994).

Además de la salinidad total del agua de riego o de la solución de suelo, se debe


considerar la tendencia de la solución a producir una alteración en la composición
del complejo de intercambio del suelo. Tal alteración típicamente es el aumento
del sodio intercambiable, debido a que las sales de sodio son las más solubles
que se encuentran en la naturaleza. Un índice útil para estimar la presencia de
una condición sódica o para predecir un proceso de sodificación es la relación de
adsorción de sodio, definida por la Ecuación 1:

RAS = _____Na____ Ecuación Nº 1


√(Ca + Mg)
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donde todas las concentraciones están expresadas en mmol/litro. El RAS de un


extracto de suelo disminuye con el aumento del contenido de agua en la
extracción debido al efecto de la dilución y a la disolución de minerales que
contiene calcio, tales como yeso y calcita. Por lo tanto el RAS con fines de
diagnósticos debe determinarse en el extracto de saturación. En el Cuadro 4, se
muestran la clasificación del agua por efecto del RAS (Sadzawka, 2000).
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Cuadro 4 Clasificación de aguas de riego, según RAS

CLASIFICACION SIMBOLOGIA RAS


Agua baja en sodio S1 0-10
Agua media en sodio S2 >10-18
Agua alta en sodio S3 >18-26
Agua muy alta en sodio S4 >26
Fuente: Gajardo, (1997)

2.5.4 Porcentaje de Sodio Intercambiable (PSI)

El PSI es otra forma de evaluar los efectos del sodio. El PSI corresponde a una
relación entre los iones de calcio, magnesio, potasio y sodio en el suelo. Con un
porcentaje de sodio intercambiable (PSI) de 7 un suelo es ligeramente sódico. El
PSI mide la participación que tiene el sodio intercambiable en la capacidad total de
intercambio de cationes de un suelo. Para determinar el PSI se utiliza la siguiente
Ecuación 2: (Césped, 1999).

PSI = _Na de intercambio (cmol +/kg)_ Ecuación Nº 2


CIC (mol +/kg)

Según Fuentes (2000), teniendo en cuenta el porcentaje de sodio intercambiable


(PSI), los suelos sódicos se pueden clasificar de la siguiente forma (Cuadro 5).

Cuadro 5 Clasificación de suelos sódicos según PSI


CLASIFICACION PSI (%)
Ligeramente sódico 7 – 15
Medianamente sódico 15 – 20
Fuertemente sódico 20 – 30
Extremadamente sódico > 30
Fuente: Fuentes, (2000)
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Originalmente, el diagnóstico de condiciones sódicas se basaba en los valores del


PSI y se había establecido un límite de 15 % para separar los suelos sódicos de
los no sódicos. Sin embargo, debido a la estrecha relación que existe entre el PSI
y RAS para los valores bajo 40 y a que las determinaciones tradicionales del PSI
estaban sujetas a numerosos errores potenciales, actualmente se recomienda
usar el RAS del extracto de saturación para caracterizar la condición sódica,
manteniéndose un valor de RAS de 15 como límite para dividir suelos sódicos de
los no sódicos (Sadzawka, 2000).

2.5.5 Reacción del suelo (pH)

El pH del suelo es un valor que expresa la actividad del ion hidrógeno (H+) en la
solución de suelo y es una indicación de la reacción del suelo. En el agua de riego
es una variable muy importante, porque la solubilidad de las diferentes sales
disueltas en ella varían con el pH, y a medida que aumenta la presencia de sales
aumenta el pH (Román, 2001).

La expresión logarítmica de los valores de pH significa que cada unidad de cambio


del pH de un solución corresponde una variación de 10 veces en la actividad de
H+. Así, un suelo de pH 5,5 es 10 veces más ácido que un suelo de pH 6,5 y un
suelo de pH 4,5 es 100 veces mas ácido que uno de pH 6,5. Similarmente, por
cada unidad de aumento del pH la alcalinidad aumenta 10 veces (Sadzawka,
2000).

El pH del suelo se determina habitualmente haciendo una mezcla de extracto


suelo/agua en distintas proporciones: 1:2, 1:2,5 ó 1:5. a mayor cantidad de agua
en el extracto corresponde mayor valoración del pH. Cuando no se indica la
proporción del extracto se entiende que se refiere a la proporción 1:2. a veces, en
vez de utilizar aguas en la mezcla se utilizan soluciones salinas de cloruro cálcico
o cloruro potásico. Los valores del pH que se obtienen utilizando esta mezcla son
inferiores (de 0,5 a 1) a los obtenidos en la determinación al agua. En el Cuadro 6
se presenta una clasificación de suelo teniendo en cuenta los valores de pH
(Fuentes, 1994).
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Cuadro 6 Clasificación de suelos según los valores del pH determinados


al agua en proporción 1:2.

INTERPRETACION pH

Muy ácido < 5,5


Acido 5,6 – 6,5
Neutro 6,6 – 7,5
Alcalino 7,6 – 8,5
Muy alcalino > 8,6
Fuente: Fuentes, (1994)

En la Figura 1 se expresa la influencia del pH sobre la disponibilidad de los


elementos para las plantas (Honorato, 1994).

Figura 1 Influencia del pH en la disponibilidad de los elementos para las


plantas

Fuente: Fuentes, (2000)

En suelos con pH básico el fósforo tiende a inmovilizarse en las partículas del


suelo, produciéndose a consecuencia una deficiencia del elemento en el cultivo.
Cuando esto ocurre se debe tomar algunas medidas que permitan suplementar las
deficiencias de fósforo. Como alternativa, según experiencias mediante ensayos
con esparragueras en España, se han utilizado la inoculación de micorizas tal
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como Glumus fasciculatum, que facilita la asimilación del fósforo por las raíces de
las planta (Espejo, 1997).

En el Cuadro 7 se indica los términos que se usan para describir la reacción del
suelo y los principales efectos esperables en relación con el rango de pH
(González, 1999).

Cuadro 7 Efectos esperables en relación a la reacción al pH en el


suelo

TERMINOS DESCRIPTIVOS RANGO EFECTOS ESPERABLES


DE
pH- H2O
Extremadamente ácido < 4,5 Condiciones muy desfavorables
+3
Muy fuertemente ácido 4,5–5,0 Toxicidad de Al
Fuertemente ácido 5,1–5,5 Exceso de Co, Cu, Fe, Mn y Zn
Deficiencia: Ca, K, N, Mg, Mo, P, S
Actividad bacteriana escasa
5,0-6,5 Toxicidad de B por disponibilidad
Moderadamente ácido 5,6–6,0 Adecuado para la mayoría de los cultivos
Débilmente ácido 6,1–6,5 Máxima disponibilidad de nutrientes
Neutro 6,6–7,3 Mínimos efectos tóxicos
Bajo pH 7,0 no hay carbonato de calcio
Débilmente alcalino 7,4-7,8 Suelos generalmente con CaCO3
Moderadamente alcalino 7,9–8,4 Disminuye la disponibilidad de P
Deficiencia creciente: Co, Cu, Fe, Mn, Zn
Clorosis férrica
Fuertemente alcalino 8,5–9,0 En suelos no sódicos, puede haber MgCO3
Mayores problemas de clorosis férrica
Toxicidad de B por disponibilidad
Muy fuertemente alcalino > 9,0 Presencia de carbonatos de sodio
Suelo sódico
Actividad microbiana escasa
Condiciones muy desfavorables
Fuente: González, (1999)

En una esparraguera con pH básico en el suelo, se determinó que estas


experimentan una disminución del pH que se marca especialmente en el horizonte
más bajo, en la zona radicular. La disminución es atribuida a la presencia de
exudantes ácidos de raíces tales como el ácido 13-β (hidroxifenil) propiónico,
ácido 3,4- dihidroxibenzoico, ácido penilacético, ácido 3,4-dihidroxifenilacético,
ácido caféico y ácido metilenedioxi cianámico y algunos aminoácidos
particularmente triptofano (Espejo, 1997).
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El pH de un suelo depende de varios factores como: el contenido de agua al cual


se realiza la lectura, la concentración de anhídrido carbónico disuelto, la
composición de los cationes intercambiables, la naturaleza de los materiales de
intercambio iónico, la composición y la concentración de sales solubles y la
presencia o ausencia de yeso y carbonatos alcalinos (carbonato de calcio y
magnesio). A pesar de todos los factores involucrados, la experiencia permite
establecer algunas relaciones del pH para los suelos afectados por sales
(Cuadro 8) (Sadzawka, 2000).

Cuadro 8 Relación del pH para diferentes suelos afectados por sales

TIPOS DE SUELOS pH
Suelos salinos Aunque no necesariamente, es superior a 7,0
Suelos sódicos Casi siempre tienen valores de pH sobre 9,0
Suelos salinos sódicos Generalmente tienen un pH menor de 9,0
Suelos con carbonatos alcalinos Siempre tienen un pH mayor de 7,0
Fuente: Sadzawka, (2000)

2.5.6 Contenido de materia orgánica en el suelo

La mejora de la estructura del suelo está relacionada con la resistencia que ofrece
el suelo a la acción degradativa de diversos agentes, fundamentalmente el agua y
el aire. La materia orgánica en condiciones adecuadas ejerce una acción óptima
sobre la estabilidad de la estructura e indirectamente también, sobre todos los
parámetros relacionados con ella (circulación del agua, del aire, del calor, la
penetración de las raíces de las plantas, etc.), igualmente favorece la resistencia
del suelo frente a la erosión, al disminuir la mojabilidad de los agregados; por tanto
reduce la disgregación de las partículas del suelo y el encostramiento y facilita y
hace más permanente las labores agrícolas. En el Cuadro 9 se indican los efectos
más destacados de la materia orgánica en el suelo (Labrador, 1996).
18

Cuadro 9 Efectos más destacados de la materia orgánica en los suelos


de cultivos

PARÁMETROS EFECTOS DE LA MATERIA ORGANICA


EDÁFICOS
Físicos Agregación de las partículas elementales
Aligera suelos arcillosos y cohesiona arenosos
Aumenta la permeabilidad hídrica y gaseosa
Facilita el drenaje y las labores
Reduce la erosión
Aumenta la capacidad de retención hídrica
Químicos Aumento del poder tampón
Regula el pH
Aumenta la capacidad de intercambio catiónico
Forma fosfohumatos
Forma quelatos
Mantiene la reserva de nitrógeno
Biológicos Favorece la respiración radicular
Favorece la germinación de las semillas
Contrarresta efectos de algunas toxinas
Modifica la actividad enzimática
Activa la rizogénisis
Mejora la nutrición mineral de los cultivos
Favorece la solubilidad mineral
Fuente: Labrador, (1996)

La materia orgánica posee la cualidad de aumentar la capacidad de intercambio


catiónico en el suelo, mejorar la agregación del suelo y el desarrollo radicular y
mejorar la absorción del agua y el contenido de aire del suelo (Honorato, 1994).

La determinación de la materia orgánica puede referirse al total o solamente a la


materia orgánica fácilmente oxidable. Esta última determinación es la que se hace
habitualmente mediante el método denominado Walkley-Black. Los rangos para
determinar la interpretación del contenido de materia orgánica se presenta en el
Cuadro 10 (Fuentes, 2001).
19

Cuadro 10 Interpretación de contenido de materia orgánica en el suelo.

MATERIA ORGANICA INTERPRETACIÓN


(%)
0 – 0,9 Muy bajo
1,0 – 1,9 Bajo
2,0 – 2,5 Normal
2,6 – 3,5 Muy alto
Fuente: Fuentes, (1994)

En la composición de la materia orgánica están acumuladas importantes reservas


de nutrientes. El valor fertilizantes de la materia orgánica, es variable, dependerá
del origen del material, el que a su vez depende del cuidado con que se ha
elaborado (Simpson, 1991).

La fracción de la materia orgánica y más la de arcillas conforman una estructura


activa en el suelo denominado coloides, estos son transformados y
descompuestos por la mesofauna, así como también, por los microorganismos del
suelo, biodegradación consistente en una oxidación enzimática que restituye los
mismos compuestos minerales, que gracias a la fotosíntesis fueron transformados
en compuestos orgánicos constituyentes del material vegetal (Raggi, 1990).

En suelos desérticos, los procesos de biodegradación de los residuos vegetales


son prácticamente inexistentes; así se produce una acumulación importante de
material sin descomponer que no se incorpora al suelo y no afecta las propiedades
de él. A pesar que las condiciones de temperaturas son adecuadas, prácticamente
no existe degradación microbiana, debido fundamentalmente a la alta salinidad y
la baja humedad del suelo. Este escaso régimen de evolución es debido a que los
horizontes superficiales están continuamente rehaciendo una cubierta salina como
producto de los procesos de ascenso por capilaridad de aguas salinas,
evaporación y cristalización de sales (Zunino, 1986).

La directriz importante a considerar en suelos con problemas de infiltración debido


a la salinidad del agua de riego, es la incorporación de materia orgánica al suelo,
con lo cual se favorecería básicamente su estructura y, en consecuencia, se
mejoraría la infiltración (Fuentes; 2001).

La incorporación al suelo de materia orgánica y mantener un cultivo durante el


proceso de recuperación de un suelo sódico favorece la infiltración del agua. Los
20

efectos físicos benéficos incluyen el aumento de la presión de anhídrido carbónico


debido a la respiración de las raíces y a la descomposición de la materia orgánica,
la producción in situ de polisacáridos que con la deshidratación diferencial en la
interfase raíz-suelo promueve la estabilidad de los agregados, los efectos físicos
de la acción de la materia orgánica y las raíces por la creación de grietas y vacíos
que favorecen la penetración del agua (Sadzawka; 2000).

2.6 Salinidad en los suelos

Se reserva el nombre de salinización al proceso consistente en la acumulación de


sales en los suelos. Cuando sucede este fenómeno, las sales que suelen
acumularse son NaCl, Na2SO4, CaCO3, MgCO3. Las aguas de las regiones áridas
contienen, por lo general, elevadas concentraciones de sales solubles. En este
caso, si el nivel de las capas freáticas es alto y, favorecido por la alta
evapotranspiración, se establece un movimiento ascendente de sales que, al
llegar a la superficie se acumulan en los horizontes superficiales del suelo. Como
consecuencia de este proceso, el suelo se va saturando de sales alcanzando
valores muy altos. (Guerrero, 2000).

La salinidad de los suelos puede tener variadas causas: algunos presentan el


problema desde su origen. Entre otros motivos está la calidad salina del agua
utilizada en el riego, o que inunda los terrenos, y que luego se evapora. Pero sin
lugar a dudas la causa más importante es el mal drenaje del agua libre del suelo,
que no permite que las sales se laven en profundidad fuera de la zona de raíces.
Si esta condición no se puede mejorar, el control de la salinidad es prácticamente
imposible. El nivel de salinidad que debiera resultar en la superficie del suelo es
del 60 por ciento o más de la salinidad del agua de riego. Si este valor excede al
tolerable por el cultivo para su germinación y establecimiento, significa que el agua
es demasiado salina (Césped, 1999).

Los suelos salinos, denominados tambien “alcali blanco”, se reconocen por la


presencia de costras blancas de sal en la superficie. Las características químicas
de los suelos salinos quedan determinadas principalmente por el tipo y cantidad
de sales presentes. El sodio rara vez representa más de la mitad del total de los
cationes solubles y por lo tanto, no es absorbido en forma importante. Las
cantidades relativas de calcio y magnesio presentes en la solución del suelo y en
el complejo de intercambio, varían considerablemente. Los aniones principales
son el cloro, el sulfato y a veces el nitrato (Richards, 1980).
21

Los suelos sódicos corresponden a los llamados “álcali negro”. En los suelos
altamente sódicos, la materia orgánica dispersa y disuelta puede depositarse en la
superficie debido a la evaporación, causando así ennegrecimientos. El sodio
intercambiable en un suelo sódico puede tener una marcada influencia en sus
propiedades físicas y químicas. Al aumentar la proporción del sodio
intercambiable, el suelo tiende a ser más disperso y el pH aumenta a veces hasta
el valor de 10. A pH muy elevados y en presencia de iones carbonatos, el calcio y
el magnesio precipitan, de manera que las soluciones del suelo, usualmente
contienen pequeñas cantidades de estos cationes, predominando el sodio
(Richards, 1980).

Los suelos salinos-sódicos se forman como resultado de los procesos de


combinación de salinización y acumulación de sodio. Siempre que contengan un
exceso de sales, su apariencia y propiedades son similares a las de los suelo
salinos. A medida que la concentración de sales disminuye en la solución, parte
del sodio intercambiable se hidroliza para formar hidróxido de sodio, que a su vez,
puede cambiar a carbonato de sodio (Guerrero, 2000).

Las sales del suelo están contenidas en la solución del suelo, cuyo contenido se
mide por la conductividad eléctrica del extracto de saturación. El sodio se valora
por el RAS (que equivale, aproximadamente, al PSI). Teniendo en cuenta la C.E. y
el RAS, en el Cuadro 11 se clasifican los suelos en cuatro categorías (Fuentes,
2001).

Cuadro 11 Clasificación de suelos afectados por sales.

SUELO CE (dS/m) RAS


Normal <4 < 15
Salino >4 < 15
Sódico <4 > 15
Salino sódico >4 > 15
Fuente: Sadzawka, (2000)

Los efectos de deterioro del suelo causado por la alta concentración de sodio en
suelos, están relacionado con la reducción de la capacidad de infiltración. Las
altas concentraciones de sodio (RAS alto) en las partículas del suelo provoca una
dispersión, e hinchazón de las arcillas. Las tierras afectadas por sodio, pueden ser
recuperadas proporcionando una fuente de Ca+2 como yeso, para reemplazar el
22

Na+ de los sitios del intercambio de cationes en los coloides, el que posteriormente
será lixiviado por la aplicación de agua (Ilyas, 1993).

Comúnmente, los suelos salinos tienen propiedades físicas normales. Sin


embargo, las reacciones físicas y químicas de los suelos sódicos pueden causar la
desintegración de los agregados (pérdida de estructura), producto del
hinchamiento y dispersión de las arcillas. Esta desintegración se ve favorecida por
los bajos contenidos de materia orgánica. Así se reduce la permeabilidad del
suelo, el que toma un aspecto muy limoso, y sus condiciones hacen que el laboreo
sea ineficiente. Las características físicas de dichos suelos se deben, en gran
medida, a la notable capacidad de hidratación del sodio. Cuando este elemento se
humedece, retiene las moléculas de agua con gran fuerza y se hincha. Si el
proceso continúa y hay abundante cantidad de sodio, se produce la dispersión del
suelo. Observándose abundante polvo suelo en la superficie del potrero (Césped,
1999).

2.6.1 Efecto de la salinidad en los cultivos

La mayoría de las plantas cultivadas pueden verse afectadas incluso a


concentraciones relativamente bajas de sales. La salinidad puede determinar en
ellas una incapacidad para absorber agua en la medida que no puedan ajustarse
al bajo potencial de estas en el suelo. Existen especies que requieren sales
(plantas halófitas), que logran adaptarse absorbiendo y acumulando sales en sus
hojas. De esta forma mantienen un gradiente de potencial hídrico decreciente
desde el suelo a las hojas, necesario para la absorción de agua. Las especies más
sensibles, son incapaces de controlar la absorción mineral cuando son expuestas
a un medio salino. En estos casos el daño es provocado por toxicidad debido a la
acumulación interna de sales. Frecuentemente cabría esperar daños a través de la
alteración de absorción o el metabolismo de nutrientes esenciales, ya sea debido
al antagonismo entre nutrientes o a que el alto pH determina una baja
disponibilidad de algunos de ellos (Fuentes, 1994).

Como se ha mencionado la salinidad es una de las limitantes más serias


asociadas a regiones áridas y desérticas. En suelos con problemas de salinidad,
esta caracteristica es decisiva para la producción de cultivos. Sin embargo los
cultivos tienen diferente tolerancia a la salinidad (Hororato, 1994).
23

Las altas concentraciones de sales en los cultivos inhiben directamente el


crecimiento de las plantas. La dificultad de absorber agua y nutrientes por las
raíces, y al verse sometida a un estrés inducido por las sales, provoca en ellas un
marchitamiento por la deshidratación. La salinidad en el cultivo induce a muchas
especies a grandes transformaciones en su morfología, que le permitiría ajustar su
potencial osmótico y así subsistir en un medio hostil; como la disminución del
número de hojas, y del número de estomas. A nivel celular la deshidratación causa
en el mesófilo, una disminución de la capacidad fotosintética, la planta debe
ajustarse osmóticamente, esto significa que debe aumentar su gasto de energía
metabólica, este metabolismo involucra un costo para la planta, que se traduce en
un crecimiento más lento (Oster, 1995).

Un estudio para determinar el efecto de cinco concentraciones de potasio (K1: 10,


-1
k2: 20, K3: 30, k4: 40 y K5: 50 mmol kg ) en un cultivo bajo condiciones de
salinidad (Na: 80 mmol kg -1), la respuesta se analizó en términos de transpiración
-1
y en la captación de cationes. La adición de 10 mmol K+ mejoró el crecimiento,
disminuyendo el contenido de Na y aumentando los contenidos de K+ de las
plantas. El crecimiento de las plantas, sin embargo, se redujo con el aumento de la
concentración del K+ y llegó a ser comparable al Na+ cuando se aplico
50 mmol -1 K+. La adición de k+ suprimió la captación de otros cationes en el cultivo
en el siguiente orden: Na > Mg > Ca. (Qing, 1996).

La adición de NaCl con dosis entre 2 – 150 meq/l. a una solución uniforme de
fertilización, produjo un aumento en el contenido de Na+ en todos los órganos
vegetativos del cultivo. El Na+, antagonista del K, provocó una disminución en el
contenido de K, aun en dosis bajas de NaCl. El contenido de Ca y Mg. de los
órganos de la planta disminuyeron también, pero con dosis altas de NaCl. La
suma de cationes para varios de los órganos de la planta permanecieron
invariablemente, con la excepción de las adiciones más altas con NaCl, la cual, al
cabo de unos meses fue notoriamente más perjudicial para el cultivo (Garcia,
1993).

Yuichi (1996), señala que al someter al cultivo del espárrago a crecientes


concentraciones de salinidad, mediante la adición de NaCl, la tendencia del
sistema radicular del cultivo es de aumentar en longitud. Se asume que las plantas
tienen un sistema de adaptación en que sus raíces se extienden como sea posible
para aumentar la eficiencia de la absorción de agua como unas de las en
respuesta a los altos niveles de salinidad en los suelos que provoca una sequía
osmótica. Una experiencia similar se observó en el cultivo de la cebada, al
24

someterle a crecientes dosis con cloruro de sodio, se detectó que la longitud de


las raíces iban en aumento al aumentar las concentraciones de NaCl.

En el Cuadro 12, se detalla los efectos de salinidad en los cultivos utilizando como
referencia la C.E. (Honorato, 1994).

Cuadro 12 Respuesta de los cultivos a los contenidos de sales en el


suelo.

SALINIDAD RESPUESTA DE CULTIVOS


(CE, dS/m)
0-2 Efectos de salinidad despreciables

2-4 Pueden disminuir rendimientos de cultivos muy sensibles

4-8 Disminución de rendimientos de muchos cultivos

8-16 Sólo cultivos tolerantes rinden satisfactoriamente

16 Cultivos muy tolerantes rinden satisfactoriamente.

Fuente: Honorato, (1994)

El cultivo del espárrago, respecto a la salinidad, se trata de una especie bastante


resistente a la misma (cuadro 13), considerada apta para colonizar zonas
estimadas como marginales por esta causa. Aunque tolera altas conductividades
eléctricas, se plantea de que pueda ser la causante de la disminución de la
longevidad del esparragal (Fernández, 1993).

En el Cuadro 13 se indican de los principales cultivo hortícolas y su grado de


tolerancia a la salinidad.
25

Cuadro 13 Tolerancia relativa de las hortalizas a la salinidad.

ALTA MEDIA BAJA


(1) (12 dS/m) (10 dS/m) (4 dS/m)
(2) ( 5-8 dS/m) (3-5 dS/m) (2-3 dS/m)
Espárrago Tomate Rábano
Brócoli Apio
Repollo Porotos verdes
Pimiento
Coliflor
Lechuga
Maíz dulce
Papa
Zanahoria
Cebolla
Arveja
Zapallo
(1) Valores de C.E. asociados con un 50% del rendimiento máximo.
(2) El rendimiento se reduciría si la conductividad del extracto de saturación excede el valor
indicado en la mitad inferior de la zona radicular
Fuente: Honorato, (1994)

La clasificación de los cultivos a la tolerancia a la salinidad, señala que el


espárrago puede crecer en suelos con altas concentraciones de sales, sin
embargo en un estudio se ha evaluando la respuesta al porcentaje germinación y
al crecimiento vegetativo del cultivo. Se ha detectado que el porcentaje de
germinación puede bajar hasta un 12% con dosis de 100 mM de NaCl y con dosis
superiores 150 mM no hay respuesta a la germinación. En cuanto al crecimiento
vegetativo, la altura de la planta se reduce en un 20% con una concentración de
300 mM de NaCl. El ensayo se realizó comparando los resultados del espárrago
con una especie halófita, betarraga y maíz. Los datos arrojaron, según orden de
tolerancia, en primer lugar la especie halófita, el espárrago ocupa el segundo
lugar, seguido de la betarraga y maíz, lo que indicaría que como muchas especies,
el espárrago es sensible a la salinidad en sus primeras etapas de crecimiento
(Yuichi, 1996).

En el Cuadro 14 se indica la tolerancia de los cultivos a la salinidad y la


disminución de rendimiento de los cultivos en función al umbral de salinidad.
26

Cuadro 14 Tolerancia a la salinidad de cultivos hortícolas

HORTALIZA NOMBRE CIENTÍFICO UMBRAL DE DISMINUCIÓN DE


SALINIDAD DEL RENDIMIENTO POR
EXTRACTO UNIDAD DE C.E.
SATURADO (dS/cm) (%)
Zapallo Cucúrbita pepo 4,7 9,4
Espárrago Asparagus officinalis 4,1 2,0
Betarraga Beta vulgaris 4,0 9,0
Brócoli Brassica oleracea 2,8 9,2
Tomate Lycopersicum esculentum 2,5 9,9
Melón Cucumis melo 2,2 7,1
Espinaca Spinacea oleracea 2,0 7,6
Repollo Brassica oleracea C. 1,8 9,7
Maíz Zea mays 1,7 12,0
Haba Vicia faba 1,6 9,6
Pimentón Capsicum annum 1,5 14,0
Lechuga Lactuca sativa 1,3 13,0
Cebolla Allium cepa 1,2 16,0
Zanahoria Daucus carota 1,0 14,0
Poroto Phseolus vulgaris 1,0 19,0
Frutilla Fragaria ananassa 1,0 33,3
Fuente: Sadzawka, (2000)

2.6.2 Riego con aguas salinas

Las sales que contienen el agua de riego, aun en pequeñas cantidad, cuando no
son absorbidas por las plantas se acumulan en el suelo hasta que la cantidad
acumulada llega a ser peligrosa. En regiones de clima lluvioso no suele haber
salinización por esta causa, debido a que las aguas superficiales de estas zonas
suelen ser pobres en sales y a que el abundante agua de lluvia lava las sales del
suelo. En cambio, en las regiones áridas o semiáridas el riego puede ocasionar
una concentración peligrosa de sales, debido a la fuerte evaporación y a que las
escasas lluvias son incapaces de lavar todas las sales acumuladas (Fuentes,
1994).

Para simular el uso de aguas salinas, se realizó un ensayo con hortalizas, las
cuales fueron regadas con soluciones de 10, 40 y 60 mM NaCl. Se observó que al
aumentar las concentraciones de sales, el crecimiento vegetativo se redujo
perceptiblemente. En frutos, se observó que la salinidad, permite aumentar los
contenidos de azúcares, acidez, y los sólidos solubles totales, pero existe una
cierta evidencia de un desequilibrio de nutriente en los órganos de la planta,
27

puesto que las concentraciones en las hojas de NO3-, y en especial de K+, era más
bajas en concentraciones salinas más altas. (Del Amor, 1998).

Teniendo en cuenta el RAS y la conductividad eléctrica del agua, el agua se puede


clasificar según su calidad (Cuadro 15) (Urbano,1990).

Cuadro 15 Normas para evaluar la calidad de aguas de riego.

RELACION ADSORCION DE SODIO (RAS)


CLASE
CLASE S1 S2 S3 S4
CE BUENA REGULAR PELIGROSO MUY PELIGROSO
(dS/m) 0-10 11-18 19-26 27-30
C1
Muy Buena C1S1B1 C1S2B2 C1S3B3 C1S4B4
0,10–0,25
C2
BUENA C2S1B1 C2S2B2 C2S3B3 C2S4B4
0,26-0,75
C3
ACEPTABLE C3S1B1 C3S2B2 C3S3B3 C3S4B4
0,76-1,50
C4
REGULAR C4S1B1 C4S2B2 C4S3B3 C4S4B4
1,60-2,25
C5
PELIGROSA C5S1B1 C5S2B2 C5S3B3 C5S4B4
2,26-5,00
C6
ALTO C6S1B1 C6S2B2 C6S3B3 C6S4B4
5,10-7,00
C7
MUY ELIGROSA C7S1B1 C7S2B2 C7S3B3 C7S4B4
7,10-10,0
B1 B2 B3 B4
BUENO REGULAR PELIGROSO MUY PELIGROSO
0,33-1,25 1,26-2,50 2,51-3,75 > 3,75
CLASE
CONCENTRACIÓN DE BORO (mg/lt)
Fuente: Urbano, (1990)

La acción de las aguas salinas sobre el suelo es aun más perniciosa que sobre las
plantas, debido a que las sales disueltas se pueden ir acumulando en el suelo
hasta hacerle improductivo. Fuentes (1994), señala que cuando se riega con
aguas salinas se deben realizar las siguientes medidas para evitar la acumulación
de sales en el suelo:

• Primero: realizar riegos frecuentes y con abundante cantidad de agua, para


que el exceso de agua arrastre a las sales que se acumulan en el espesor
de tierra ocupado por las raíces. El cloruro y el sulfato sódico son muy
solubles, por lo que el agua, aunque los lleve en disolución, disolverá y
arrastrará del suelo mayores cantidades de las que aporte.
28

• Segundo: utilizar esta agua sólo para suelos sueltos y permeables. Si no


fuera así, el agua sobrante, cargada de sales, elevaría el nivel freático. Al
perder humedad la capa superficial ascendería, por capilaridad, con lo cual
se volvería al punto de partida.

• Tercero: dar salida al exceso de agua cargada de sales mediante un


adecuado sistema de drenaje.

El lavado de suelo es la clave para el uso exitoso del agua salobre, por lo que
incide fuertemente en el rendimiento del cultivo. Mediante este procedimiento se
pueden controlar todos los aspectos que determinan la acumulación de sales en el
suelo (concentración, intercambio y disolución). La lixiviación o lavado de sales
debe ser realizada en el momento en que la salinidad alcance niveles peligrosos
para el cultivo (Oster, 1995).

El riego con aguas muy salinas por si solo puede producir un gran aumento de la
conductividad eléctrica. Luego, si se equilibra el suelo con diluciones sucesivas del
agua muy salinas con agua de buena calidad, se reducirá la CE del suelo. Los
principales problemas de esta técnica son las instalaciones que se requieren para
colectar, conducir y tratar las aguas salinas, y la necesidad de colectar y eliminar
las aguas de drenaje altamente salinas para evitar la contaminación de las aguas
superficiales y freáticas (Sadzawka, 2000).

La introducción del riego por goteo revolucionó al riego con aguas salinas. La
principal ventaja del riego por goteo es el forma de distribución de sales bajo los
emisores y la mantención de altos potenciales mátricos permanentemente. Por
esto, el riego por goteo es el mejor método para la aplicación de agua salinas a los
cultivos, evitando daño foliar y al mismo tiempo proporcionando óptimas
condiciones para el suelo (Oster, 1995).

Debido al contenido salino de las aguas de riego, las precipitaciones de fosfato y


sulfatos de Ca y, fundamentalmente, la carbonatación de los residuos de
bicarbonatos de Ca y la desecación de disoluciones salinas pueden producir
obstrucciones de goteros. Para evitar dicha obscuración se utilizan disoluciones
ácidas, en función de la calidad del agua de riego y manteniendo, al mismo
tiempo, las reacciones óptimas de nutrientes y diariamente se realiza un lavado al
final de la fertilización durante unos minutos con ácido fosfórico, a pH de 5 a 6,
según el sustrato, o con la misma agua de riego (Cadahía, 1996).
29

2.7 Diagnostico de los suelos afectados por sales

2.7.1 Diagnostico de la salinidad

El diagnóstico de condiciones salinas en los suelos se basa en la conductividad


eléctrica (CE) de extractos de saturación de pastas de suelos. Desde el punto de
vista taxonómico, la división tradicional entre suelos salinos y no salinos ha sido de
4 dS/m, límite que sigue vigente a pesar de que algunos cultivos pueden dañarse
con valores de (CE) entre 2 y 4 dS/m, e incluso menores, y a que el aumento en la
eficiencia del riego tiende a disminuir la cantidad de agua de drenaje. La tolerancia
a las sales de los cultivo, están dadas en términos de valores umbrales (valor de
C.E. sobre el cual hay disminución de rendimiento) y el porcentaje de disminución
de rendimiento por unidad de aumento de la salinidad sobre el nivel umbral (donde
la unidad de salinidad es la C.E. del extracto de la pasta saturada de suelo en
dS/cm) (Sadzawka; 2000).

El diagnóstico de problemas existentes o potenciales de salinidad en suelos se


realiza usando algunas características químicas de los suelos y de las aguas de
riego. Los principales análisis predictivos son la conductividad eléctrica (C.E.), la
relación de adsorción de sodio (RAS) o el porcentaje de sodio intercambiable
(PSI). Adicionalmente debe considerarse el análisis de boro o de otros elementos
en áreas donde se sospechen problemas de tóxicidad especifica de algún ion en
particular (Césped, 1999).

Sadzawka (2000) señala que para diagnósticar la probabilidad de un problema de


salinidad en los cultivos establecido puede seguirse la siguiente pauta:

• En caso de riego convencional estimar la salinidad promedio por sitio en la


profundidad de mayor desarrollo vegetativo. Cuando se usa riego por
goteo, se debe estimar el promedio ponderado de la absorción de agua
usando un modelo apropiado de extracción de agua de suelo.

• Determinar la salinidad promedio y los valores extremos del área en


estudio. Si hay suficiente numero de mediciones (al menos 10), calcular la
desviación estándar (DS) y el coeficiente de variación (CV). Si no se
permite daño salino en ninguna parte del área, considerar la máxima
salinidad medida como el nivel de salinidad del área. Si se permite un daño
salino de un 15% del área, considerar la suma promedio y la DS como el
30

nivel de salinidad del área. Si el CV es menor de 15%, puede usarse el


promedio como la salinidad del área.

• Comparar el valor de la salinidad de la muestra con la tolerancia del cultivo.


Evidentemente que los niveles dados no proporcionan una medida exacta
de las perdidas de rendimiento debido a la salinidad para cada situación.
Sin embrago, las tablas de tolerancia a las sales son útiles para
diagnosticar la probabilidad de problemas salinos y predecir cómo se
comportará un cultivo con respecto a otro bajo condiciones salinas.

2.7.2 Diagnostico de la sodicidad

El diagnóstico de condiciones sódicas en los suelo se basa en los valores del


porcentaje de saturación de sodio intercambiable (PSI), se ha establecido el límite
de 15% para separar los suelos sódicos de los no sódicos. Como se ha
mencionado, la sodicidad, en contraste con la salinidad, afecta adversamente las
propiedades físicas del suelo, alterando las propiedades de los agregados y
reduciendo la permeabilidad al agua y aire. Se manifiesta generalmente una
deficiencia de calcio en las plantas inducida por las altas concentraciones de sodio
(Sadzawka, 2000).

La adsorción de Na sobre la superficie de las arcillas aumenta el espesor de la


doble capa difusa que rodea a las partículas de arcilla, aumentando la fuerza
repulsiva entre partículas adyacentes de igual carga. La velocidad de infiltración
del agua es especialmente afectada por la combinación de sodicidad y salinidad.
Cuando el agua infiltra, la solución de suelo en la superficie es esencialmente la
misma del agua de riego, mientras que el PSI es esencialmente el que preexiste
en el suelo (ya que el PSI es tamponado contra cambios rápidos por la capacidad
de intercambio catiónico (Césped; 1999).

Aparte del deterioro de las propiedades físicas del suelo, los cultivos son más o
menos sensibles al contenido de sodio. En el cuadro 16 se expresa la sensibilidad
de diferentes cultivos a los suelos sódicos, así como los efectos causados por el
sodio a dichos cultivos (Fuentes, 1994).

En el Cuadro 16 se indica los principales efectos del Na sobre los cultivos,


considerando la expresión según PSI.
31

Cuadro 16 Efecto de los niveles de Na sobre los cultivo. Considerando para su


efecto el PSI.

CONTENIDO DE SENSIBILIDAD EFECTOS


SODIO EXPRESADO DEL CULTIVO
EN PSI
2 – 10 Muy sensibles Síntomas de toxicidad causado por
(frutales) el Na.

10 – 20 Sensibles Síntomas de toxicidad.


(poroto, maíz)

20 - 40 Tolerantes Ligeros síntomas de toxicidad.


(cebolla, avena, sorgo, Efectos producidos por el deterioro
arroz) de las propiedades físicas del suelo.

40 Muy tolerantes Únicamente producidos por el


(espárrago, alfalfa, deterioro de las propiedades físicas
algodón) del suelo.

Fuente: Fuentes, (2000)

2.7.3 Diagnostico de la toxicidad con boro

Además de los peligros de la salinidad y de la sodificación, ciertos cultivos pueden


ser sensibles a la presencia de concentraciones moderadas a altas de iones
específicos en las aguas de riego o en las soluciones del suelo. El análisis de un
ión específico generalmente es necesario solamente cuando se sospechan
problemas de tóxicidad, entre estos cabe mencionar la tóxicidad del boro. El boro
es un elemento esencial para las plantas que puede llegar a ser tóxico con
concentraciones en la solución de suelo que exceden ligeramente las requeridas
para un óptimo crecimiento. La tóxicidad puede afectar prácticamente a todos los
cultivos, pero como ocurre con la salinidad, la gama de tolerancia es amplia
(Sadzawka, 2000).

En el Cuadro 17, se hace referencia a la tolerancia de los cultivos a las


concentraciones de boro
32

Cuadro 17 Tolerancia relativa de las plantas al boro en el agua de riego

MUY SENSIBLES SENSIBLE A MODERADA TOLERANTES MUY


SENSIBLES MODERADA A TOLERANTES
TOLERANTES
< 0,5 0,5-1,0 1,0-2,0 2,0-4,0 4,0-6,0 ppm >6,0
ppm ppm ppm ppm ppm
Limonero Palto Pimentón Lechuga Tomate Espárrago
Mora Pomelo Arveja Repollo Perejil (10-15 ppm)
Naranjo Zanahoria Apio Betarraga
Damasco Rábano Nabo
Cerezo Papa Avena
Caqui Pepino Maíz
Nogal Olivo Tabaco
Nuez Algodón Mostaza
Peral Melón
Higuera Haba
Manzano
Maní
Camote
Fuente: Román, (2001)

La tóxicidad con boro en muchas especies es producto de la formación y del


transporte de un complejo del Boro-sorbitol. Estos alcoholes de azúcar que
corresponde a productos primarios de la fotosíntesis (dulcitol, manitol, sorbitol),
forman fácilmente complejos con ácido bórico sin el requisito enzimático. El
complejo de Boro-azúcar será transportado fácilmente a los tejidos apicales.
Consecuentemente, el boro será acumulado en las regiones meristemáticas, pero
no en las hojas maduras de las especies en las cuales el azúcar está presente. En
estas especies, la toxicidad de boro aparecerá probablemente en los tejidos
apicales y tejidos meristemáticos, mientras que será observado los síntomas
típicos de la toxicidad con boro (Del amor,1999).

El modelo típico de la acumulación de boro en las plantas, indica que las


concentración más alta de boro se encuentra en las hojas más viejas, las
concentraciones progresivamente más bajas de boro en tejidos más jóvenes. Esta
distribución de boro es típica de un elemento con alta movilidad (Fuentes , 1994).

La movilidad del boro varía drásticamente entre especies. Las variaciones de


movilidad ocurre como consecuencia de la presencia de los alcoholes de azúcares
en ciertas especies pero no en otras, estas diferencias en movilidad del boro
afecta la expresión de los síntomas de tóxicidad por este elemento. Veinticuatro
especies ornamentales comunes que varían en el contenido de azúcar, fueron
seleccionadas para probar su respuesta a la toxicidad de boro. Los tratamientos
33

se realizaron con concentraciones 5 a 25 mg/l de boro. Las especies que


acumulan azúcar en los tejidos, presentaron los síntomas previamente descritos
de la toxicidad de boro, que considere la acumulación de altas concentraciones de
boro con necrosidad en las extremidad y el margen de hojas viejas (Warren,
1999).

Krarup (1994) señala que el crecimiento del follaje de plántulas de espárragos se


incrementa a medida que la concentración de boro en el follaje sube a 50 ppm,
alcanzando su máximo rango de 120 a 300 ppm; sin embargo, el crecimiento
radicular declina cuando la concentración de boro de las raíces supera las 40 ppm.

Para determinar el efecto del boro en el contenido mineral del follaje espárrago, se
realizó una experiencia en Nueva escocia, Canadá. El objetivo era determinar la
respuesta del espárrago a diferentes fuentes de abonos inorgánicos. El resultado
preliminar reflejó que el cultivo del espárrago, parece asimilar notoriamente las
aplicaciones de micronutrientes como boro. La aplicación de 7,2 kg/ha de B
aumentó las concentraciones de dicho elemento en la composición mineral de
follaje, registrando 46, 54 y 64 gr/kg de B, sin embargo nunca alcanzó los valores
de 109 –174 gr/kg B, informado por E. Brasher en 1959 (Warman, 1991).

La adsorción de boro depende fuertemente del pH del suelo, siendo máxima entre
los valores de 8,5 a 9,0. las arcillas varían en su capacidad para adsorber boro,
siendo la illita una de las más reactivas. El boro disponible para las plantas está
distribuido entre el boro de la solución suelo y el boro adsorbido en las partículas
del suelo. Esta distribución depende del contenido de boro total, el número de
sitios de adsorción y la humedad del suelo. Sin embargo, debido a que las plantas
responden principalmente a la concentración de boro en la solución del suelo que
rodea el sistema radicular, es ésta la que debería evaluarse en relación a la
respuesta de las plantas. La concentración de boro en el extracto de saturación se
usa principalmente como un índice para estimar la tóxicidad de boro en el suelo
(Sadzawka, 2000).

El boro puede ser lavado del suelo con agua que tenga una menor concentración
de sales, pero si las concentraciones iniciales son altas, pueden permanecer
cantidades suficientes de boro para causar daño luego que las concentraciones de
otras sales se reduzcan a un nivel seguro (Román, 2001).

Después que el boro es lavado durante el mejoramiento de un suelo, los niveles


de este elemento en la solución tenderán a aumentar con el tiempo debido a que
34

las reacciones de absorción son mas lentas que la tasa de remoción. La


regeneración del boro se refiere a este aumento en los niveles de boro de la
solución del suelo después que la rehabilitación o mejoramiento ha terminado
(Oster, 1995).

En el Cuadro 18, se hace referencia del limite para diferentes clases de agua de
riego, según concentración de boro (Román, 2001).

Cuadro 18 Límite permitido para diferentes clases de aguas de riego con


boro (mg/l)

Clase Plantas Plantas Plantas


Sensibles semitolerantes tolerantes
1 0,33 0,67 1,00
2 0,33-0,67 0,67-1,33 1,00-2,00
3 0,67-1,00 1,33-2,00 2,00-3,00
4 1,00-1,25 2,00-2,50 3,00-3,75
5 1,25 2,50 3,75
Fuente: Román, (2001)

2.8 Recuperación de los suelos afectados por sales

2.8.1 Manejo de suelos salinos

Según la clasificación de suelos, un suelo salino es aquel que contiene una


conductividad eléctrica (CE) superior a los 4 dS/m a 25º C y el porcentaje de sodio
intercambiable (PSI) inferior al 15%. Por lo general el pH es menor de 8,5. En un
suelo salino, el contenido de sodio es escaso en relación con el contenido total de
iones, por lo que la estructura no se ve seriamente afectada, sin embargo es
notable visualizar la eflorescencia salinas blancas en la superficie (Fuentes,
1994).

Cuando la CE de extracto saturado en la parte superior de la zona radicular es


menor de 10-12 dS/m, un riego de presiembra de 1.000 a 2.000 m3/ha
generalmente es suficiente para iniciar un cultivo tolerante. Por el contrario,
cuando la salinidad excede significativamente esta salinidad, lo anterior no sería
suficiente ni siquiera para los cultivos tolerantes, siendo entonces necesario el
lavado de recuperación. El riego localizado se ha utilizado con mucho éxito con
35

estos fines. En estos casos se coloca los laterales, con sus emisores poco
espaciados, sobre la superficie plana de los camellones y se continúa regando
hasta obtener la lixiviación deseada. Después se riega también el cultivo con este
método (Sadzawka, 2000).

Los lavados de mantenimiento tienen por finalidad evitar la salinización del suelo
cuando se emplean aguas de riego de baja calidad. Estos lavados consisten en
aportar una dosis alta de riego, con el fin de arrastrar el exceso de sales. La dosis
de riego para el lavado del suelo pueden ser calculada a través de la Ecuación 3:
(Fuentes, 1994).

FL = CE del agua de riego × 100 Ecuación 3


CE máxima del agua de drenaje

En donde:

FL: Fracción de lavado indica la sobredosis de agua de riego, expresada en %.


C.E.: Conductividad eléctrica (dS/m)

Una vez que se han lavado las sales de la zona radicular hasta un nivel aceptable
para un cultivo tolerante como el espárrago, conviene sembrar o plantar lo más
pronto posible. El cultivo puede favorecer la recuperación de los suelos por una
combinación de efectos tales como la acción de las raíces de abrir el suelo y
favorecer la infiltración, el aumento de la materia orgánica y la mejora de la
estructura del suelo por la acción de ciclos alternados de secar y mojar el suelo
(Sadzawka, 2000).

2.8.2 Manejo de suelos sódicos

Los suelos poseen una propiedad química denominada complejo de intercambio,


formado por coloides y en donde los elementos minerales, en particular los
cationes compiten entre si por una misma posición. Entre éstos se encuentra
principalmente los cationes como calcio, magnesio, sodio y potasio.
Generalmente, el Ca y Mg son los cationes más comunes del suelo. Sin embargo,
si se comienza a aumentar la cantidad de sodio presente en el medio, llagará un
instante en que los sitios de intercambio comenzaran a ser completados por el
sodio. Este último origina que los agregados del suelo comiencen un proceso de
dispersión de las arcillas parcialmente saturadas con sodio, es decir, los
agregados son desintegrados gradualmente, tapando los poros del suelo,
36

provocando finalmente, problemas de aireación e infiltración del agua en el suelo


(Sierra, 2000).

El alto contenido de Sodio en los suelos da a lugar a una dispersión de la materia


orgánica y de la arcilla. La materia orgánica dispersa se acumula en la superficie,
dando a estos suelos un tono negro característico, debido a su alta alcalinidad (pH
comprendido entre 8,5 y 10) se les conoce con el nombre de álcalis negro. Las
arcillas dispersas son arrastradas por las aguas y depositadas a unos pocos
centímetros de la superficie, lo que da lugar a la formación de una capa muy poco
permeable que causa la asfixia de las raíces (Fuentes, 1994).

Los métodos para recuperar suelos sódicos pueden ser químicos o físicos. Los
métodos químicos consisten en la adición de enmiendas, que son productos (i)
que contienen una fuente de calcio soluble, ejemplo yeso, o (ii) que favorecen la
solubilización del calcio de suelos que contienen carbonatos de calcio, ejemplo
ácido sulfúrico, azufre, materia orgánica. Los métodos físicos más frecuentes son
la labranza superficial y las araduras profundas. La elección del método de
recuperación depende de las condiciones del suelo a recuperar (Sadzawka, 2000).

El yeso, sulfato de calcio, contiene aproximadamente un 18% de azufre y un 23,3


% de calcio. Es ligeramente soluble en agua y mucho más soluble en soluciones
ácidas. Aporta calcio en forma de catión Ca+2 y azufre en forma de anión SO4-2,
que son las formas en que las plantas lo asimilan. El yeso se puede aplicar en
cualquier momento y mezclarse con otros abonos, es el fertilizante con más alto
porcentaje de calcio existente en el mercado y el más económico (Gajardo, 1997).

El Ca+2 parece aliviar los efectos de cationes tóxicos. Un modelo de


Gouy-Chapman-Stern fue utilizado para computar los potenciales eléctricos y las
actividades de iones en la superficie de la raíz. El análisis concierne a tres
mecanismos. Primero, la dislocación electrostática del anión tóxico desde la
superficie. En segundo lugar, la restauración del Ca+2, desplazando al anión
tóxico, este mecanismo es de real importancia, en especial si se refiere a la
abundancia del anión Na+ en el sustrato. Tercero, una clase de interacción entre el
Ca+2 y los aniones tóxicos, los que son altamente específicos y puede reflejar en
el bloqueo de Ca+2 de los medios de absorción que admiten los aniones tóxicos.
(Kinraide, 1998).
37

El calcio solubilizado del yeso remplaza al sodio en el coloide y el sodio se une al


sulfato, dejando Sulfato de sodio (SO4Na2) soluble, que posteriormente se saca
con el lavado (Fuentes, 1994).

SO4Ca + CO3Na CO3Ca + SO4Na2 Ecuación 4

La incorporación de yeso agrícola en altas cantidades permite desplazar al sodio


de intercambio de acuerdo a la ecuación 4. En el caso de suelos planos, se debe
apretilar el suelo, práctica similar a la usada para el cultivo del arroz, luego aplicar
el yeso incorporado con rastra y después una lámina de agua. El cálculo más
éxacto de la lámina de agua debe considerar las características físicas del suelo,
como textura y profundidad. En el caso de suelos con pendientes complejas, se
recomienda hacer este lavado mediante riego a goteo o aspersión (Césped, 1999).

La utilización de yeso agrícola, puede ser usado para recuperar suelos afectado
por la alta presencia sodio. Su uso permite mejorar la floculación y porosidad del
suelo, reduciendo la compactación superficial causado por la acumulación de
sales, sin embargo su efectividad es limitado en suelos con mal drenaje (Yuichi,
1996).

El yeso, ya sea incorporado en el suelo o dejado en la superficie, es la fuente de


calcio más comúnmente usado como enmienda de suelos sódicos. La cantidad de
yeso que se requiere para recuperar un suelo sódico puede calcularse usando la
Ecuación 5 (Sadzawka, 2000).
38

RY = 0,086 × F × P × Ds × CIC × (RASi – RASf) Ecuación 5

Donde:

RY = Requerimiento de yeso (ton/ha)


F = 1,1 para RASf de 15
F = 1,2 para RASf de 10
F = 1,3 para RASf de 5
P = Profundidad del suelo (m)
Ds = densidad aparente (mg/m3)
CIC = Capacidad intercambio catiónico (cmol+/kg)
RASi = RAS inicial del suelo
RASf = RAS que se desea obtener

Ilyas, (1993) señala que es difícil mejorar las propiedades físicas de suelo sódicos
en un corto tiempo. Se ha observado que los tratamientos mediante la utilización
de enmiendas cálcicas permiten disminuir la concentración sodio del suelo, pero
en un tiempo prolongado y la rehabilitación de la permeabilidad del suelo es lenta.
Un ensayo en la recuperación de una parcela afectada por la alta concentración
de sodio, detectó que no hubo ningún efecto del yeso al cabo de seis meses. Sin
embargo, después de un año del tratamiento, la permeabilidad del suelo mejoró
notablemente en una profundidad de 20 cm. El yeso proporcionó un mejor
ambiente para la germinación de algunos cultivos moderadamente tolerantes a las
sales y el sistema radicular del cultivo de la alfalfa aumentó en profundidad de 80
cm.

2.8.3 Manejo de suelos con boro

El método más eficaz para recuperar suelos con cantidades de boro es la


lixiviación. El boro es difícil de lixiviar y requiere aproximadamente una lixiviación
2-3 veces mayor que para lixiviar una cantidad equivalente de cloruros, o de sales
en general. Además, la reducción en la concentración de boro en la solución de
suelo luego de la lixiviación puede ser solamente temporal debido a la
regeneración del boro por liberación lenta del boro adsorbido. En este caso,
pueden necesitarse lixiviaciones periódicas para mantener el boro en niveles
adecuados. El boro también puede ser inmovilizado en el suelo por procesos de
disolución y precipitación con sodio y el calcio de la solución de suelo; con la
adsorción sobre las arcillas y los hidróxidos de aluminio y hierro; y con la
39

formación de complejos con materia orgánica. La formación de estos complejos


hace disminuir la toxicidad del boro, ya que requiere su mineralización para que el
boro pueda ser absorbido por las plantas. La incorporación de materia orgánica en
suelos con problemas de boro puede tener interés por este motivo (Sadzawka,
2000).

Las toxicidades del boro van asociadas a suelos de climas áridos y desérticos. En
el suelo el boro se encuentra en forma de ácido bórico, que es la forma en que es
absorbido por las plantas. La adsorción de boro depende fuertemente del pH del
suelo, siendo máxima entre los valores de 8,5 a 9,0. Por tanto el manejo del pH
del suelo sería otra forma de manejo de suelos con boro (Honorato, 1994).

El boro disponible para las plantas está distribuido entre el boro de la solución de
suelo y el boro adsorbido en las partículas del suelo. Esta distribución depende del
contenido de boro total, el número de sitios de adsorción y la humedad del suelo.
Sin embargo, debido a que las plantas responden principalmente a la
concentración de boro en la solución del suelo que rodea el sistema radicular, es
esta la que debiera evaluarse en relación a la respuesta de las plantas. La
concentración de boro en el extracto de saturación se usa principalmente como
para estimar la tóxicidad del boro en el suelo (Sadzawka, 2000).

2.9 Muestreo de suelo para análisis de salinidad y fertilidad

El análisis del suelo es fundamental para racionalizar el abonado, ya que al


conocer la disponibilidad de elementos nutritivos rápidamente asimilables por las
plantas, permite abonar de una forma más ajustada a las necesidades de los
cultivos, pues al conocer los factores del suelo que pueden ser limitantes para su
desarrollo nos permite elegir las variedades más adecuados a las condiciones del
suelo (Fuentes, 1994).

Debido a la variabilidad de los suelos que determina la acumulación de sales, su


distribución en un área afectada es muy heterogénea. Esto se va acentuado por
una topografía irregular; así, en la evaluación de un problema de salinidad, se
recomienda tomar varias muestras independientes por sector para realizar los
análisis de suelo (Honorato, 1994).

Para determinar la salinidad y fertilidad de un potrero, se debe recorrer el potrero


en forma de zig-zag, recolectando las muestras a 30 cm de profundidad, utilizando
40

un barreno o pala. Las muestras no deben ser mezcladas y deben ser selladas en
bolsas de plástico, obteniendo muestras entre 0,5 a 1 kg de suelo para ser
enviado al laboratorio (González, 1999).

Es preferible muestrear cuando el suelo está razonablemente seco y después que


todo el material vegetal ha sido retirado de la superficie. Las costras salinas de las
superficie deben ser eliminadas o bien muestrearse separadamente. En suelos
regados por goteo se debe muestrear en el bulbo húmedo bajo el gotero, evitando
el borde exterior del bulbo donde se acumulan las sales (Sadzawka, 2000).

Los estudios realizados para analizar, con distintos métodos, las variaciones en
los niveles de fertilidad y salinidad de un mismo suelo ponen de manifiesto que lo
verdaderamente importante es, no tanto el método, sino conocer los límites de su
aplicación y la interpretación de los resultados. Los análisis deben repetirse a lo
largo del tiempo, para controlar la eficiencia de la fertilización, empleando siempre
el mismo método, con el fin de que los resultados obtenidos en los sucesivos
análisis puedan compararse unos con otros (Fuentes, 1994).
41

2.10 Extracción de nutrientes del cultivo del Espárrago

Los requerimientos nutricionales del cultivo del espárrago corresponden a la suma


de la extracción de nutrientes en los turiones, los nutrientes necesarios para el
crecimiento de las coronas y raíces, y los de la parte aérea, luego de la cosecha.
Los requerimientos de nutrientes aumentan con la edad de la esparraguera, tanto
en los turiones como en la corona más la parte aérea, hasta alcanzar la estabilidad
alrededor de los 6 a 8 años (Figura 2). La variedad utilizada también influye en la
extracción de nutrientes por parte del cultivo (González, 1999).

Figura 2 Extracción relativa de nutrientes en distintos órganos de la planta

100
-
Extracción relativa (%)

80-

Coronas + raíces + parte aérea


60-

40-
Turiones cosechados

20-

2 3 4 5 7 8
Años desde la plantación

Fuente: González, (1999)


42

En el Cuadro 19, se hace referencia de la extracción de nutrientes según varios


autores

Cuadro 19 Extracción de nutrientes por tonelada de turiones según


varios autores.

FUENTE Kilos/Ton/Ha

N P2O5 K2O CaO MgO SO4

Douglas y Ledgard (1990) 4,0 1,6 3,4 0,6 0,3 1,2

Douglas y Follet (1996) 4,8 1,9 4,3 - - -

Dean et al (1993) 9,3 3,0 6,8 - - -

Fuentes (1994) 6,0 2,8 6,0 0,6 - -

PROMEDIO 6,0 2,3 5,1 0,6 0,3 1,2

Fuente: González, (1999)

2.10.1 Nutrición del cultivo del Espárrago

Previo a la plantación debe hacerse un análisis de suelo para determinar las


necesidades de fertilizantes. Del análisis de los resultados debe salir la
recomendación especifica de nutrientes y fertilizantes para el establecimiento. Las
dosis aplicadas en el país son muy variables y varían entre 100 a 400 kg N2/ha,
150 a 300 kg P2O5/ha y 60 a 240 kg K2O/ha. En muchos casos estas dosis son
claramente excesivas y son el resultado de criterio errados en su estimación por
parte de agricultores. Las dosis que comúnmente usadas en establecimiento y
producción de esparragueras de coronas se presenta en el cuadro 20, estos
valores deben tomarse solo como referencia, puesto que la recomendación de
fertilización es específica para cada caso. Si se trata de una esparraguera en
plena producción, el uso de análisis foliar en combinación con análisis de suelo es
clave para definir la fertilización de la temporada siguiente (González, 1999).

Los requerimientos de fertilización del cultivo del espárrago se encuentra


relacionado con la mineralogía del las tierras y este último dependerá del origen
de los suelos. Es así como en suelos arcillosos de origen volcánico se registran
bajas reservas de K. Estos carecen de la capacidad de retención en los coloides,
provocando una deficiencia del potasio. En un experimento considerando diversas
tasas de K, Mg, N, P y B, resultó que el aumento del rendimiento de la producción
de turiones de espárragos, se lograba sólo por la aplicación de K, considerando
43

bajos requerimientos de N, P, Mg y B. En cuanto al análisis en el tejido foliar, la


fertilización potásica aumentó la concentración de K en el follaje por un promedio
de 36% pero para el N, P, Mg y B, los cambios en la concentración de follaje fue
menor de 8% (Douglas, 1996).

En el Cuadro 20 se indica las recomendaciones de dosificación de fertilización


N P K, según varios autores.

Cuadro 20 Dosis de nutrientes recomendadas en espárragos, según


diversos autores.

FUENTE DOSIS DE NUTRIENTES (Kg/ha)


N2 P2O5 K2O
Dean et al. (1993) 157-314 0-336 0-269 Plantación
Douglas y Follet (1996) 252 Plantación
Giaconi y Escaff (1994) 45 45 Plantación
Mullen et al. (1998) 112 56 112 Plantación
Mullen et al. (1998) 112-448 112-224 112 Anual
Dean et al. (1993) 112 Anual
Douglas y Follet (1990) 50-100 45-90 50-100 Anual
Tyler y Lorenz (1999) 90-170 60-100 0-100 Anual
Sims et al. (1998) 110 60 110 Anual
Fuente: González, (1999)

2.11 Características de los fertilizantes y relación con la salinidad

2.11.1 Fertilizantes nitrogenados

El nitrógeno es uno de los elementos que se requiere en mayor cantidad por el


cultivo. El nitrógeno se encuentra en forma orgánica y en forma mineral. En forma
orgánica se encuentra formando parte del humus que contiene alrededor del 5%
de nitrógeno. La planta toma el nitrógeno a través de sus raíces en forma de
nitrato (NO3-) o amoniacal (NH4+). La planta absorbe el nitrógeno a lo largo de
todo el ciclo vegetativo y en determinadas etapas el consumo es mas alto, tal caso
ocurre en la fase fenológica de floración, por lo cual, a este se le denomina como
período críticos (Doménech, 2000).

El nitrógeno se aplica preferentemente en forma de nitrato, las otras formas


nitrógeno se convierte rápidamente en forma nítrica en presencia de humedad. En
44

cuanto al nitrógeno amoniacal este, es fijado por el complejo adsorbente del suelo
cuando se aplica en pequeñas dosis, pero se mueve fácilmente en dosis más altas
al saturar la capacidad de intercambio o de fijación del suelo. Por lo tanto, el
movimiento de esta forma depende de la dosis y de la capacidad de retención del
suelo. La forma ureica no es adsorbida por el suelo por que se mueve fácilmente,
al igual que el nitrato. Su transformación a la forma nítrica es algo mas lenta, ya
que debe realizarse un proceso previo, que es su hidrólisis a la forma amoniacal.
Con este paso previo la transformación requiere unos cuantos días más, que la
forma amoniacal (Domínguez, 1993).

En el Cuadro 21 se presentan los principales fertilizantes nitrogenados


comerciales y sus principales características (Fuentes, 2001).

Cuadro 21 Propiedades químicas de algunos fertilizantes nitrogenados.

FERTILIZANTES NITROGENADOS
FERTILIZANTE FORMULA INDICE INDICE RIQUEZA SOLUBILIDAD
QUIMICA ACIDEZ BASICIDAD N-P-K
Urea (NH2)2CO 80 - 46-0-0 Alta

Nitrato potásico KNO3 - 23 13-0-44 Alta

Nitrato sódico NaNO3 - 29 16-0-0 Alta

Nitrato NH4NO3 60 - 33-0-0 Alta


Amónico
Sulfato amónico (NH4)2SO4 110 - 21-0-0 (60 SO3) Alta

Nitrato cálcico Ca(NO3)2 - 21 15,5-0-0 (28 CaO) Alta

Amoníaco NH3 148 - 82-0-0 Alta


anhídrido
Fuente: Román, (2001)

El sodio y cloro, y en otros casos, el boro, son los principales iones que se
encuentran en la solución del suelo y en el complejo de intercambio de los suelos
normales de las regiones áridas y/o desérticas. Estos iones son rápidamente
intercambiables. Algunos cationes nitrogenados, como el amonio, pueden quedar
retenidos en determinadas posición sobre las partículas del suelo, de manera que
se intercambian con gran dificultad, diciéndose entonces que se ha fijado
(Richards, 1980).

Un cambio excesivo en el contenido de un elemento en el suelo, invariablemente


va acompañado por cambios secundarios en contenido de otros elementos, es así
como el boro, al encontrarse en exceso en determinadas regiones, provoca un
efecto antagónico con otros elementos, como el nitrógeno. En efecto la gran
45

disponibilidad de boro en el complejo de adsorción provoca un déficit de nitrógeno


en las plantas (Barrentes, 1992).

2.11.2 Fertilizantes fosfatados

La concentración de las soluciones del suelo P2O5 es muy pequeña. Puede ser de
0,2 a 0,5 miligramos por litro, pero existe un estado de equilibrio permanente y
rápido entre los iones disueltos en la solución del suelo y los iones intercambiables
del complejo, por lo que, cuando la planta absorbe iones fósforo desde la solución,
rápidamente se repone ésta de los iones absorbidos, gracias a los iones fósforo
que se encuentran retenidos por el complejo y los coloides (Doménech, 2000).
Las plantas absorben la mayor parte del fósforo bajo la forma de H2PO4- y HPO4-2.
En pequeñas cantidades también se puede absorber en forma de fosfatos
orgánicos solubles. Las necesidades de los cultivos en fósforo se centran sobre
en la primera fase del desarrollo, por lo que su aplicación principal debe realizarse
en torno a la época de siembra o plantación (Fuentes, 1994).

El fósforo tiene gran influencia en la primera fase de crecimiento de las plantas. La


poca movilidad del fósforo en el suelo hace que sea recomendable la localización
de pequeñas cantidades en las proximidades de la raíz. Los iones fosfato son
extraídos por las raíces cuando se encuentra a escasos milímetros de distancia.
De este hecho se deduce la necesidad de incorporar los abonos fosfóricos al suelo
para ponerlos al alcance de las raíces (Doménech, 2000).

En el Cuadro 22 se detallan las características más importante de los principales


fertilizantes fosfatados presente en el mercado (Fuentes, 2001).

Cuadro 22 Propiedades químicas de algunos fertilizantes fosforados.

FERTILIZANTE FOSFORADO
FERTILIZANTE FORMULA INDICE INDICE RIQUEZA SOLUBILIDAD
QUÍMICA ACIDEZ BASICIDAD N-P-K
Superfosfato Ca(H2PO4)2 - - 0-46-0 90% agua
triple 10% citrato
Superfosfato Ca(H2PO4)2 - - 0-18-0 80% agua
simple CaSO4 20% citrato
Fosfato bicálcico CaHPO4 - 25 0-35-0 98% agua
2H2O
Fosfato NH4H2PO4 - - 11-53-0 98% agua
monoamónico
Fosfato (NH4)2HPO4 93 - 16/18-46/48-0 98% agua
diamónico
Acido fosfórico H3PO4 70 - 0-54-0 Alta

Fuente: Román, (2001)


46

El fósforo no presenta antagonismo con los cationes predominantes en los suelos


relacionados a la salinidad, sin embargo existe un fenómeno de sinergismo con el
magnesio, esto quiere decir que el incremento de la concentración de un elemento
provoca un incremento en el otro (Barrantes, 1992).

Las altas concentraciones de calcio con pH alto provoca en el suelo la


precipitación del fósforo como fosfato cálcico (Tisdale, 1985)

2.11.3 Fertilizantes potásicos

El potasio es uno de los macroelementos esenciales para los cultivos. Tiene la


cualidad de disminuir la transpiración de la planta, por lo que la hace resistente a
la sequía. Favorece el desarrollo de las raíces. Interviene en la fotosíntesis de la
hoja, favoreciendo la formación de los hidratos de carbono y el movimiento de
estos glúcidos hacia los órganos de reserva (Doménech, 2000).

El potasio, aunque no forma parte de los principios esenciales (glúcidos, lípidos y


prótidos) es absorbido por la planta en cantidades importantes. Junto con el calcio
constituye la mayor parte de las materias minerales de los vegetales, por lo que
las cenizas contienen una gran proporción de este elemento. Las plantas lo
absorben bajo la forma de K+ (Fuentes, 1994).

El potasio queda retenido por el complejo arcillo-húmico del suelo con gran fuerza,
aunque un poco menos que el fósforo. Este debe aplicarse de fondo e incorporarlo
al suelo para ponerlo al alcance de las raíces, dadas la lentitud de la difusión de la
potasa tanto vertical como horizontalmente. Para determinar los niveles de abonos
potásicos recomendables, hay que tener en cuenta el contenido en arcillas de los
suelos. Con el fin de aumentar en la misma proporción la concentración de K+ en
la solución del suelo, tanto en terrenos arcillosos como arenosos, es necesario
saber que las arcillas tienen un alto poder de retención del potasio, y que para
aumentar la concentración de iones K+ en la solución del suelo, hay que
incrementar mucho más el K+ cambiable en un suelo arcilloso que en un suelo
arenoso (Doménech, 2000).
47

En el Cuadro 23 se mencionan los principales fertilizantes potásicos en el mercado


con sus principales características químicas (Fuentes, 2001).

Cuadro 23 Propiedades químicas de algunos fertilizantes potásicos.

FERTILIZANTES POTASICOS
FERTILIZANTE FORMULA (*)INDICE (*)INDICE RIQUEZA SOLUBILIDAD
QUIMICA ACIDEZ BASICIDAD N-P-K
Nitrato potasio NKO3 - 23 13-0-44 Alta

Sulfato potasio K2SO4 - - 0-0-50 Media

Cloruro KCl - - 0-0-60 Media


Potasio
Fuente: Román, (2001)

Los cationes de potasio puede quedar retenido en las partículas del suelo, por
efecto de las altas concentraciones de cationes tóxicos, propios de las regiones
con problemas de salinidad. Los cationes como el sodio tienen mayor capacidad
de ser intercambiado que los cationes de potasio, de manera que el potasio se
intercambia con mayor dificultad en el complejo de adsorción (Richards, 1980).

El potasio es un elemento antagónico del sodio, por lo cual cuando existe altas
concentraciones de Na+ en la solución de suelo, este provocará un déficit de
potasio para las plantas (Barrantes, 1992).

2.11.4 Compatibilidad entre los fertilizantes

La compatibilidad de mezclados se puede definir como la capacidad que tienen los


fertilizantes de ser mezclados y que esta mezcla sea estable físicamente y
químicamente (Sierra, 1992).

Los diferentes fertilizantes son sales que, al disociarse, generan iones con carga
positiva y negativa. Diferentes iones interactúan entre sí y precipitan, con riesgo de
obturación de emisores de riego y pérdidas de eficiencia de los fertilizantes. Entre
los distintos iones de los fertilizantes existen sinergismos y antagonismo (Román;
2001).
48

Las mezclas son incompatible debido a que los fertilizantes pueden producen
reacciones químicas sinérgicas riesgosas para los cultivos. Un ejemplo puede ser
la mezcla de una fuente de nitrógeno amoniacal con carbonato de calcio. Estas
mezclas en condiciones de cierta humedad relativa produce amoníaco, lo cual
aparte de ser peligroso por el efecto toxico de los gases amoniacales, produce una
perdida del nitrógeno del fertilizante (Sierra, 1992).

Otra consideración importante lo representa las interacciones, existe un


sinergismo entre el nitrógeno nítrico y el amoniacal. Por otra parte el NO3-, que
muestra acción sinérgica con K+, Mg+ y NH+. En cambio presenta antagonismos
con el Cl- SO-2. Por su parte el NH+4 presenta antagonismos con K+, Ca+2 y Mg+
(Marschner, 1995).

En el Cuadro 24 se indica el grado de compatibilidad de los fertilizantes más


utilizados
49

Cuadro 24 Compatibilidades para la mezclas de abono minerales.

Fosfato diamónico
Superfosfato triple
Cianamida cálcica

Fosfato bicálcico

Cloruro potásico
Sulfato amónico

Sulfato potásico
Nitrato potásico

Nitrato amónico
Nitrato cálcico
Nitrato sódico
Urea
Sulfato amónico
Ο ⊕ ⊕ Ο Ο Ο Ο Ο
Urea
Ο ⊕ Ο Ο
Cianamida cálcica
⊕ Ο ⊕ ⊕ Ο ⊕
Nitrato sódico
Ο Ο Ο
Nitrato cálcico
⊕ Ο Ο Ο ⊕ ⊕ Ο Ο Ο ⊕
Nitrato potásico
Ο Ο Ο Ο Ο
Nitrato amónico
Ο ⊕ ⊕ Ο ⊕ Ο Ο Ο Ο Ο
Superfosfato triple
Ο Ο ⊕ Ο ⊕ Ο Ο Ο Ο
Fosfato bicálcico
Ο Ο Ο Ο
Cloruro potásico
Ο Ο Ο
Sulfato potásico
Ο Ο Ο
Fosfato diamónico
Ο ⊕ ⊕ Ο Ο Ο
Fosfato
monoamonico
Ο ⊕ Ο ⊕ Ο Ο Ο Ο

⊕ Mezclas prohibidas

Ο Mezclas posibles en el momento de su aplicación

Mezclas sin limitaciones

Fuente: Román, (2001)


50

2.12 La fertilidad y la salinidad

El índice de salinidad de los fertilizantes se define como una medida de la


tendencia relativa de los fertilizantes de incrementar el potencial osmótico de la
solución del suelo (Sierra, 1992).

Las propiedades físicas del suelo son afectados severamente por el manejo de la
fertilización en los suelos. Los abonos modifican la concentración de electrolítica
de la solución del suelo, causando el aumento de la conductividad eléctrica (C.E),
que es un factor importante para la conservación de una buena permeabilidad del
suelo. Los abonos nitrogenados que son caracterizados por el alto índice de la
acidez, puede reducir el pH de suelo y disuelve la materia orgánica del suelo,
afectando así a su permeabilidad. En un estudio realizado para determinar la
influencia de la permeabilidad de fertilizantes nitrogenados, se observó que la
aplicación de sulfato de amonio tiene efecto significativo en el aumento de la
conductividad eléctrica y la impermeabilidad de los suelos. En cambio el nitrato
calcio tuvo menos efectos sobre la conductividad eléctrica del suelo (Rodríguez,
1999).

La salinidad, la conductividad eléctrica y el pH son variables que están muy


relacionadas entre sí. La salinidad es la concentración de sales de la solución. La
conductividad eléctrica es una forma de expresar la concentración de sales de la
solución. El pH es un índice de la concentración de los iones H+, el cual condiciona
la solubilidad de las diferentes sales (Román, 2001).

En el Cuadro 25, se indican los valores de conductividad eléctrica (dS/m) y pH


para diferentes concentraciones de los fertilizantes más utilizados
51

Cuadro 25 Salinidad de los abonos para diferentes concentraciones

PRODUCTOS CONCENTRACIÓN pH C.E.


(gr/lts) (dS/m)
Nitrato de amonio (33,5% N2) 2,00 5,4 2,8
1,00 5,6 0,9
0,50 5,6 0,8
0,25 5,9 0,5

Urea (46% N2) 3,00 6,3 0,1


1,00 5,8 0,07
0,50 5,7 0,07
0,25 5,6 0,05

Sulfato de amonio (21%) 1,00 5,5 2,1


0,50 5,5 1,1
0,25 5,5 0,5

Ácido fosfórico (54%) 1,00 2,5 1,7


0,50 2,8 1,0
0,25 3,1 0,5

Ácido fosfórico (40%) 1,00 2,3 1,7


0,50 2,5 1,1
0,25 2,7 0,6

Fosfato monoamónico (12-61-0) 1,00 4,9 0,8


0,50 5,0 0,4
0,25 5,3 0,2

Fosfato de urea (17-44-0) 1,00 2,7 1,5


0,50 2,9 0,8
0,25 3,2 0,5

Nitrato de potasio (13-0-46) 1,00 7,0 1,3


0,50 6,6 0,6
0,25

Sulfato de potasio (50% K2O) 1,00 7,1 1,4


0,50 6,6 0,8
0,25 6,6 0,3
Fuente: Román, (2001)
52

2.13 Análisis foliar

Aparentemente el análisis del tejido vegetal de la planta pudiera eliminar los


inconvenientes que presenta el análisis del suelo, se elige para ello una hoja, por
ser el órgano donde se realiza fotosíntesis. Sin embargo, el análisis foliar presenta
también sus inconvenientes, ya que el contenido de un determinado elemento en
la hoja varía mucho a lo largo del ciclo vegetativo, de tal forma que un
determinado valor puede significar normalidad o diferencia, según el período que
se considere. Un contenido por debajo del nivel crítico afecta la productividad, sin
que se aprecien síntomas visuales de deficiencia, y únicamente cuando la
deficiencia es extrema, aparecen esos síntomas visuales (Fuentes, 2000).

Por tratarse de una planta perenne, el análisis foliar o en combinación con análisis
de suelo es una buena herramienta para monitorear el estado nutricional de la
esparraguera y definir medidas correctivas si fuesen necesarias. Existen gran
variabilidad en relación con la época de muestreo, tejido a muestrear y estándares
foliares. Sin embargo, como criterio básico se establece que el muestreo debe
hacerse en pleno período de crecimiento, antes de que ocurra cualquier
translocación de nutrientes desde el follaje a la corona (González, 1999).

Durante la senescencia otoñal la mayor parte del N, P y K del follaje del


espárrago es removido del mismo por translocación, como también lo hacen otros
elementos como Ca, Mg, Mn. Los compuestos migran acumulándose en las raíces
de almacenamiento, pasando a constituir la reserva nutricional para la próxima
etapa vegetativa; de la magnitud de esta acumulación de dependerá el próximo
rendimiento de turiones, consecuentemente, al conocer el nivel de nutrientes en
un momento dado, debería ser un buen indicador de su salud nutricional; dicho
momento, sin embargo, no necesariamente debería ser igual para todos los
elementos (Krarup, 1994).

Respecto al tejido a muestrear, existen diversas recomendaciones dependiendo


del autor. La mayoría de los estándares han sido desarrollado sobre el análisis de
la parte superior del follaje. En Chile se recomienda tomar los primeros 30 cm de
ramas de follaje en crecimiento activo. Algunos estándares foliares, según
diversos autores, se presentan a continuación (Cuadro 26) (González, 1999).
53

Cuadro 26 Algunos estándares foliares para espárragos según varios


autores.

Douglas and Ledgard CFA Doerge et al.


(1990) (1998) (1991)
Tejido: Tejido : Tejido:
30 cm de la punta de 8 - 10 10 cm de la punta de la 30 cm. Se eliminan los
helechos rama de helechos nuevos primeros 10 cm.
ELEMENTO CONTENIDO ELEMENTO CONTENIDO ELEMENTO CONTENIDO
N (%) 2,5-4 NO3-N(ppm) 100-500 N (%) 2,6-3,5
P (%) 0,2-0,4 PO4-P(ppm) 800-1600
K (%) 1,7-3,5 K (%) 1-3
S (%) 0,3-0,45
Ca (%) 0,6-1,5
Mg (%) 0,14-0,35
Mn (ppm) 30-160
Zn (ppm) 20-60
Cu (ppm) 5-15
Fe (ppm) 50-150
B (ppm) 30-150
Mo (ppm) 0,08-0,4

Fuente: González, (1999)

El contenido de calcio al igual que los N,P,K, Fe, Zn, y Cu sufren una fuerte
reducción de su contenido al estado seco; esto implica la migración de Ca desde
el follaje hacia las raíces, pero este se produciría más tarde dada por la condición
del Ca como elemento estructural necesario para la elongación celular. El Na sufre
una reducción durante la cosecha de turiones (de 427 a 195 ppm), para luego
subir durante la plenitud del follaje a niveles bastantes altos (1.069 ppm) lo que
señala que posee una fuerte absorción durante el período estival. El contenido de
boro es menor en los turiones y mayor en el follaje vigoroso, para decaer al estado
de follaje seco. Lo anterior significa que su mayor absorción ocurre en el verano,
siendo su rango óptimo según algunos autores entre 81,6 a 108,3 ppm (Krarup,
1994).

En el Cuadro 27 se resume el contenido mineral del follaje de espárrago, en la


zona sur de Chile. Análisis realizado desde octubre de 1992 a mayo de 1993.
54

Cuadro 27 Contenido de macro y micro elementos en el follaje, a lo largo


del ciclo vegetativo en la zona sur de Chile.

ELEMENTO UNIDAD OCT. NOV. DIC. ENE. MAR. ABR. MAY.


1992 1992 1992 1993 1993 1993 1993
NITROGENO % 4,23 4,97 4,51 3,84 3,47 2,38 1,22
FOSFORO % 0,67 0,83 0,70 0,39 0,22 0,15 0,07
POTASIO % 3,67 3,29 3,83 2,52 2,27 1,50 0,29
CALCIO % 0,61 0,55 0,62 0,89 0,90 0,91 0,39
MAGNESIO % 0,14 0,12 0,16 0,19 0,21 0,13 0,09
ZINC ppm 58,8 73,9 61,3 34,8 28,1 22,2 18,5
MANGANESO ppm 32,6 26,8 33,1 26,6 26,2 25,2 11,8
FIERRO ppm 489 290 393 333 327 312 204
BORO ppm 26,7 30,0 27,0 45,0 67,0 59,3 11,0
Fuente: Krarup, (1994)
55

3. DISCUSIONES

3.1 Manejo de suelos en la parcela Bravo, valle Lluta

Los manejos de fertilización, que se detallan en esta unidad, corresponden a los


trabajos realizados en el cultivo del espárrago, a través del proyecto “Validación de
Nuevas Alternativas Hortofrutícolas para la Primera Región”. La esparraguera,
ubicada en el km. 9 del valle de Lluta, corresponde a la variedad UC 157, cuya
plantación se efectuó en septiembre de 1999. El sistema de riego empleado
correspondió al riego por surco, sin embargo, dada las altas concentraciones de
sales del agua, y la mala infiltración del suelo, se estableció el riego por goteo, el
que corrigió notablemente los problemas originados por el riego por surco.

3.1.1 Análisis de salinidad de suelo de Lluta

En el Cuadro 28 se presentan análisis de salinidad de muestras de suelos


efectuadas el 15/08/99, 25/09/00 y el 25/09/00.

Cuadro 28 Resultado de análisis de salinidad del suelo en el cultivo de


Espárrago.

ITEM UNIDAD MUESTRA Nº 1 MUESTRA Nº2 MUESTRA Nº3


INICIAL SURCO ENTRE SURCO
(15/08/99) (25/09/00) (25/09/00)
pH - 7,54 7,20 6,81
CE dS/m 18,17 9,40 69,85
Ca meq/lt. 52,58 49,25 215,80
Mg meq/lt. 25,42 20,57 174,80
Na . meq/lt. 72,28 57.97 377,80
K meq/lt. 4,37 3,80 16,48
Cl meq/lt. 94,75 66,63 720,00
SO4 meq/lt. 47,71 61,68 48,12
HCO3 meq/lt. 2,50 3,00 1,90

CIC meq/100 gr 118 - -


RAS % 11,57 7,51 19,11
B mg/lt. - 38,00 255,0
Fuente: FDI-Corfo, (2000)

El análisis de suelo realizado en dos zonas del cultivo (entre surco y en el surco de
plantación), se evidencia cuantitativamente la movilidades de las concentraciones
56

de sales en sentido periférico a la zona radicular, provocado por el tratamiento de


lixiviación de sales, sin embargo la concentración de sales en el surco de
plantación, aun no son óptimos para el cultivo, algunos de estos elemento, los más
tóxicos como el sodio, pueden ser reducidas sus concentraciones con la aplicación
de enmiendas cálcicas.

Si bien la conductividad eléctrica del suelo bajo a través del riego en un 80% de
sales en el surco de plantación, la C.E. aun se encuentra en un umbral critico a la
tolerancia de salinidad (9,4 dS/m), considerando que el cultivo del espárrago es
una especie tolerante a la salinidad, y que según a algunos autores señalan que el
espárrago podría tolerar con una C.E. de 5 a 12 dS/m.

3.1.2 Clasificación de suelos en la parcela bravo, valle Lluta

En el Cuadro 29 se indica la clasificación de los suelos. La clasificación se


determinó mediante los rangos de salinidad arrojados por los análisis Nº 2 y 3
(Cuadro 28)

Cuadro 29 Clasificación de suelos de la parcela Bravo, según salinidad

MUESTRA pH RAS CONDUCTIVIDAD CLASIFICACION


(%) ELECTRICA DEL SUELO
(dS/m)
SURCO DE 7,6 9,8 9,4 Salino
PLANTACIÓN

ENTRE HILERAS
6,8 27,0 69,85 Salino sódico

De acuerdo al RAS y a la C.E. del extracto de saturación de la muestra de suelo,


del surco de plantación, este se clasifica como suelo salino (según el cuadro 11).
Sobre estos valores, hay una concentración de sales suficientemente alta como
para restringir el desarrollo de algunos cultivos, siendo los más tolerantes, como el
cultivo del espárrago, los más adaptables. Respecto a las sales que se han
acumulado en la periferia de la zona radicular del cultivo (entre hileras), se ha
originado un suelo con clasificación de salino sódico, el cual deberá prestar
cuidado especial, para evitar eventuales movilidades de sales a la zona radicular
del cultivo, por fenómenos ajenos al manejo del cultivo.

Los análisis presentes de salinidad de suelos, demuestran los altos niveles de


iones, tales como sodio y cloro, de los cuales se tendrá que lograr corregir a través
57

de manejos de recuperación de suelos afectados por sales, en especial al


manejos de suelos salino y del ion específico del boro. A través lavados de suelos
y aplicación de enmiendas cálcicas.

3.1.3 Manejo de suelo salinos en la parcela bravo, valle Lluta

Para corregir las altas concentraciones de sales solubles en la zona radicular, se


debe incluir como manejo del cultivo la lixiviación de sales, a través del incremento
estacional del tiempo de riego (sobretasa de riego), el cual se calculó con la
ecuación 2. Este permitió lixiviar entre otros, los iones de cloro y boro, los cuales
se encuentran en niveles perjudiciales para el cultivo del espárrago en la zona
radicular.

Los cálculos para la lixiviación de sales, se efectuaron utilizando los análisis de


salinidad de suelo y agua (Cuadro 30), los cálculos se detallan en el Anexo 1.

Cuadro 30 Porcentaje de sobretasa de riego para mantener baja la


conductividad eléctrica en el cultivo (lixiviación de sales).

CE DEL AGUA DE RIEGO CE MÁXIMA DE CARACTERISTICAS


(dS/m) DRENAJE (dS/m) DEL TRATAMIENTO
5,5 18,1 30 % de sobretasa de riego

Para determinar la sobretasa de riego, el cual se estima a través de la C.E. del


agua, que es 5,5 dS/m (Cuadro 32), y la C.E. del extracto de saturación del suelo,
el que registra 18,1 dS/m (Cuadro 28). Se obtiene una sobretasa de riego de un
30% más de agua, el que se utilizará para reducir las altas concentraciones de
sales en la zona radicular del cultivo del espárrago. Los cálculos se detallan en el
Anexo 1.

3.1.4 Manejo de suelos sódicos en la parcela bravo, valle Lluta

Establecimiento de control de corrección del suelo afectados por sodio, mediante


la aplicación de enmiendas cálcicas .

Cuando se recurre al sulfato de calcio para suelos sódicos, se hace reaccionar el


ion Sulfato para formar el complejo Sulfato de sodio en este intercambio catiónico,
58

el calcio es adsorbido por los coloides del suelo, luego el complejo tóxico precipita,
mediante la incorporación del riego.

En el Cuadro 31 se indica la cantidad de yeso agrícola para corrección del suelo


en la parcela Bravo, valle Lluta. Los cálculo efectuado, según análisis de salinidad
del (Cuadro 28), los cálculos se detallan en el Anexo 2

Cuadro 31 Cantidad de yeso agrícola (Sulfato de calcio), necesaria para


remover concentraciones de sodio que afectan en la parcela
del cultivo del espárrago.

SODIO A DESPLAZAR ENMIENDA


(meq/100 gr) (Ton. SULFATO DE CALCIO/ha)
2,27 7,5

En función al contenido de Na del suelo se calculó la cantidad de yeso necesaria


para llegar a un nivel deseado. De a cuerdo a las concentraciones sodio, el suelo
requiere de 7,5 ton/ha de yeso. Dado que este valor es muy alto, se propone
parcializar la entrega del material con un aporte de 1.500 kg/ha/año, durante un
periodo de 5 años.

3.2 Análisis de salinidad del agua de riego de Lluta

En el Cuadro 32 se presentan los análisis de salinidad del agua efectuados en la


ejecución del proyecto FDI-CORFO, “Validación de nuevas alternativas
hortofrutícolas para la Primera Región”
59

Cuadro 32 Resultado de análisis de salinidad del agua de riego en la


parcela.

ITEM MUESTRA Nº1 MUESTRA Nº2


ABRIL DE 2000 AGOSTO DE 2000
pH 6,6 8,4
C.E. dS/m 5,5 5,22
Ca meq/lt. 23,1 22,1
Mg meq/lt. 7,9 8,1
Na meq/lt. 29,7 29,25
K meq/lt. 2,3 2,03
Cl meq/lt. 35,5 34,55
SO4 meq/lt. 25,8 25,75
HCO3 meq/lt. 2,7 1,6

RAS 18,9 17,3


PSI 22,0 20,53
B mg/lt. 50,5 36,75
Fuente: Proyecto FDI-Corfo “Validación de nuevas alternativas Hortofrutícolas
para la primera Región”, 2000

Los valores arrojados por los análisis de salinidad de agua realizadas en los
meses de abril y agosto, presentan valores similares, en lo que respecta a la
concentración de solutos, por lo cual se puede señalar que la condición de calidad
de esta no varía significativamente durante los meses de abril a agosto,
considerando que estos, si presentan cambios radicales durante las avenidas de
aguas durante el invierno altiplánico, lo cual se refleja en el cuadro 22, en donde el
boro se eleva a 50,5 mg/lt.

En lo que concierne a pH y concentración de sales de boro en el agua, estos


presentaron una importante variación, viéndose más afectada durante el mes de
abril. Cabe señalar que bajo estas condiciones el elemento boro, se hace aun más
disponible para el cultivo, lo cual significaría un alto riesgo para los tejidos del
espárrago, para este cultivo se ha señalado que su umbral de tolerancia es de 15
ppm.
60

3.2.1 Clasificación de salinidad en agua de riego de Lluta

En el Cuadro 33 se indica la clasificación del agua de riego, según valores de los


análisis de salinidad del agua efectuados en el Cuadro 32 y comparado con el
Cuadro 15

Cuadro 33 Clasificación de salinidad del agua de riego, resultados de


análisis de agua de riego.

RAS CONDUCTIVIDAD CONCENTRACIÓN DE CLASIFICACION


(%) ELECTRICA BORO DE AGUA DE RIEGO
(dS/m) (mg/lts.)
17,3-18,9 5,2-5,5 36,75-50,5 S2-C6-B4

Al relacionar el cuadro Nº 15 con los resultados de los análisis de salinidad el agua


se clasifica como S2-C6-B4. es decir altamente salina (C6), con concentraciones
regulares de sodio (S2), aunque estos están en el limite superior de la categoría;
finalmente el boro se encuentra en niveles críticos y muy peligroso (B4).

De acuerdo a los análisis de salinidad en las muestras de agua de riego, ambas


presentan una conductividad eléctrica que lo caracteriza como medianamente
salina, se advierte que la calidad del agua de riego podría disminuir los
rendimientos de cultivos sensibles hasta un 50%.

Los iones de sodio y cloro, se encuentran en niveles altos. Los niveles de boro son
aun más elevados, el cual registró concentraciones mayores en el mes de abril,
estos alcanzan niveles muy peligrosos para los cultivos. Bajo estas condiciones
sólo se podrían cultivar especies muy tolerantes, como el espárrago, que según
literatura, tolera concentraciones de boro sobre los 15 ppm.
61

3.3 Análisis de fertilidad en esparraguera de Lluta

En el Cuadro 34 se presentan los análisis de fertilidad del suelo efectuados en la


ejecución del proyecto FDI-CORFO, “Validación de nuevas alternativas
hortofrutícolas para la Primera Región”

Cuadro 34 Resultado de análisis de fertilidad en el cultivo de Espárrago.

ELEMENTO MUESTRA Nº1 MUESTRA Nº1 MUESTRA Nº2


JULIO 1999 SETIEMBRE 2000 DICIEMBRE 2000

Nitrógeno disponible 42 72 49
(ppm) NIVEL ADECUADO NIVEL ADECUADO NIVEL ADECUADO
Fósforo disponible 14 31 44
(ppm) NIVEL REGULAR NIVEL ADECUADO NIVEL ADECUADO
Potasio disponible 637 795 707
(ppm) NIVEL ADECUADO NIVEL ADECUADO NIVEL ADECUADO
pH 7,2 7,2 7,0
(1:2,5) NEUTRO NEUTRO NEUTRO
C.E. 13,0 9,4 9,5
(mmhos/cm) SALINO SALINO SALINO
Materia orgánica 1,9 2,0 2,0
(%) MUY BAJO NORMAL NORMAL
Fuente: Proyecto FDI-Corfo “Validación de nuevas alternativas Hortofrutícolas
para la primera Región”, 2000

De acuerdo a la interpretación de los análisis de fertilidad del suelo efectuado en


los mes de septiembre y diciembre, estos presentan niveles adecuados en el
contenido de N2, P2O5 y K2O en el suelo para las plantas, esto gracias a las
aplicaciones de fertilizantes realizado en el manejo del cultivo.

Por tratarse de suelos con problemas de alta salinidad, se sugiere que al momento
de realizar los cálculos con los fertilizantes, se considere la corrección de la dosis
a aplicar, ya que los elementos interpretados en los análisis de fertilidad, no se
encuentran disponibles para las plantas, dados los efectos de pH y salinidad.

La materia orgánica de encuentra en un nivel bajo, sobre este registro se tendrá


que considerar su corrección mediante la incorporación enmiendas orgánicas. El
pH de las muestras es neutro, situándose en un rango óptimo para el intercambio
de iones entre el suelo y la masa radicular.
62

En el Cuadro 35 se indica los aportes calculados de materia orgánica para aplicar


durante cinco años en la parcela Bravo, en el valle Lluta. El detalle del cálculos se
detallan en el Anexo 3.

Cuadro 35 Aportes de materia orgánica para aplicar durante cinco años

APLICACIÓN ENMIENDA ORGANICA


(año) (kg/ha)
1 13.000

2 3.000

3 3.000

4 3.000

5 3.000

TOTAL 25.000

3.4 Elección de los fertilizantes

En el Cuadro 36 se indica los fertilizantes seleccionados para ser utilizados en la


mantención del cultivo del espárrago en la parcela Bravo, en el valle Lluta.

Cuadro 36 Fertilizantes seleccionados para el cultivo del Espárrago.

FERTILIZANTE APORTE APORTE APORTE


COMERCIAL NITROGENADO FOSFORADO POTASICO
(N2) (P2O5) (K2O)
Urea cristalizada 45 0 0
Nitrato calcio (28 CaO) 15,5 0 0
Nitrato de Potasio 13 0 44
Fosfato mono amónico 11 53 0
Super fosfato triple 0 45 0

Al momento de fertilizar se debe considerar por lo menos el aporte de los tres


macroelementos principales para la extracción del cultivo, según sea su
disponibilidad en el suelo, estos corresponden a los elementos N2, P2O5 y K2O.

De los fertilizantes seleccionados: la urea aporta el nitrógeno; el nitrato de calcio


aporta el primer elemento y 28 % de CaO el nitrato de potasio aporta nitrógeno y
63

potasio; y el fertilizante fosfato mono amónico, el primer y segundo elemento. Por


otra parte como efecto favorable es la utilización del nitrato de calcio, ya que
permitirá contrarrestar los efectos de salinidad causados por los iones de sodio en
el suelo.

Por tratarse de un sistema de riego presurizado (riego a goteo), la utilización de


productos fertilizantes están íntimamente relacionado a la solubilidad de estos, con
ello se resuelve la necesidades de optimizar el manejo de fertilización. De acuerdo
a los fertilizantes seleccionados responden a la compatibilidad del sistema de
riego presente.

Por lo general, el pH del suelo se mantiene neutro, según los análisis de salinidad.
Siendo no tan solo ventajoso para el intercambio catiónico, si no también, favorece
la inmovilidad de elementos tóxicos para las plantas, como el boro el cual presenta
movilidad con pH ácidos. Sin embargo durante los periodos en donde el pH se
torna ácido, se tendrá que evitar la aplicación de productos acidificantes para
evitar la disponibilidad de boro.

Respecto a los fertilizantes, la urea es el producto más acidificante, seguido del


fosfato mono amónico. La urea es el fertilizante que comúnmente se emplea en la
agricultura, ya sea en cantidad y frecuencia. Esto podría provocar en un plazo
determinado la acidificación del suelo.

Para contrarrestar el efecto anterior se utilizaría como complemento los


fertilizantes nitrogenados nitrato de potasio y nitrato de calcio, los cuales
presentan una acción basificante en los suelos.

Los fertilizantes nitrogenados urea, nitrato de potasio y nitrato de calcio, presentan


compatibilidad de mezclas sin restricción algunas. Al momento de fertilizar se
podrían mezclar en seco los tres fertilizantes y luego disolverlas e incorporarlas
en el sistema de riego presurizado. No se podría incluir a la mezcla, fosfato mono
amónico por ser incompatible con el nitrato de calcio. Si se quisiera incluir fosfato
mono amónico, no se incluiría el nitrato de calcio. La relación de fosfato mono
amónico con el fertilizante urea y nitrato de potasio es de compatibilidad sin
restricciones.

Cuando se trata de fertilizantes incompatibles, se tiene como opción fertilizar en


tiempos diferentes. Dicho de otras forma la mezcla de urea-nitrato cálcico-nitrato
potásico se realiza en un tiempo y el fosfato mono amónico en otro. A
64

consecuencia de la insolubilidad de los fertilizantes por efecto de la


incompatibilidad se recomienda aplicar como intervalo entre un producto a otro 24
horas como mínimo.

3.5 Dosificación de fertilización en el cultivo del Espárrago

3.5.1 Requerimiento del cultivo del Espárrago

En el Cuadro 37 se indican los requerimientos del cultivo del espárrago unidades


de elementos por toneladas y unidades requeridas calculadas para 5.000 kilos de
turiones de espárragos por hectárea, producción estimada para una esparraguera
de tres años (González, 1999)

Cuadro 37 Requerimiento de N2, P2O5 y K2O, en el cultivo del espárrago,


de tres años de edad.

REQUERIMIENTO DE N2, P2O5 y K2O, PARA


EL CULTIVO DEL ESPÁRRAGO
ELEMENTO UNIDADES POR UNIDADES POR
TONELADAS 5.000 KILOS/ HECTAREA
N2 6,0 150

P2O5 2,8 70

K2O 6,0 150

CaO 0,6 15

En el Cuadro 38 se expresan las cantidades requeridas de cada unos de los


fertilizante seleccionados para la manejo del cultivo del espárrago para un año,
con una producción estimada a los 5.000 kilos de turiones. Lo valores se
encuentran corregidos según los requerimientos del suelo en condiciones de
salinidad y los requerimientos del cultivo. Los cálculos se detallan en los anexos 5
al 7.
65

Cuadro 38 Programa de fertilización a través de urea, nitrato de potasio,


nitrato de calcio y fosfato mono amónico

FERTILIZACION PARA EL
CULTIVO DEL ESPARRAGO
FERTILIZANTE REQUERIMIENTO UNIDADES
(kg/ha) N P K Ca
Urea 123 56 0 0 0

Nitrato de potasio 511 66 0 225 0

Nitrato de calcio 54 8 0 0 15

Fosfato monoamónico 870 52 530 0 0

Super fosfato triple 786 0 35 0 0

TOTAL 182 883 225 15

3.6 Situación nutricional del Espárrago

En el Cuadro 39 se resume la composición química del follaje del espárrago


durante un año.

Cuadro 39 Resultado de análisis de fertilidad en el follaje del cultivo del


espárrago.

ELEMENTO UNIDAD RANGO SEP. DIC. ENE. FEB. MAR. MAY. JUL.
NORMAL 2000 2000 2001 2001 2001 2001 2001
NITRÓGENO % 2.5-4 5,68 3,06 3,19 3,04 3,22 3,23 3,98
FÓSFORO % 0,2-0,4 0,71 0,22 0,36 0,30 0,42 0,39 0,47
POTASIO % 1,7-3,5 3,58 2,09 2,10 2,01 2,67 2,74 3,33
CALCIO % 0,6-0,4 0,20 0,39 0,29 0,24 0,35 0,31 0,51
MAGNESIO % 0,14-0,4 0,19 0,11 0,15 0,12 0,16 0,18 0,21
ZINC ppm 20-60 97 33 54 40 69 69 74
MANGANESO ppm 30-160 29 42 57 27 31 38 50
FIERRO ppm 50-150 99 134 159 65 107 128 158
COBRE ppm 5-15 25 13 14 14 21 16 16
BORO ppm 30-150 84 151 149 82 137 127 423

Fuente: Proyecto FDI-Corfo “Validación de nuevas alternativas Hortofrutícolas


para la primera Región”, 2000
66

Los análisis foliares efectuados en el tejido del cultivo del espárrago, presentan
concentraciones adecuadas de N2, P2O5, K2O, Mg, Zn, Mn, Fe, Cu. Estos se
encuentran dentro de los estándares sugeridos por algunos autores (cuadro 19),
en relación a la concentración de los principales elemento nutritivos en el tejido del
cultivo del espárrago. La excepción se manifiesta en el calcio, donde sus niveles
se encuentran bajo el 0,6 % como mínimo, presentando una deficiencia
aproximada de un 50% de calcio en el tejido foliar.

Lo contrario ocurre con las concentraciones de boro en el tejido del follaje del
espárrago, en donde sus valores se encuentran sobre el promedio de las
concentraciones sugeridas, esto reflejado con exceso de un 80% más de boro en
el tejido foliar. El problema respecto a este último elemento, se debe sin duda a las
altas concentraciones de boro localizado en la zona radicular del cultivo del
espárrago.
67

4. CONCLUSIONES

El suelo de la parcela Bravo, en el valle de Lluta corresponde a un suelo Salino. El


agua, se clasifica con las siglas S2 C6 B4, lo que quiere decir que el agua de Lluta
es altamente salina, con concentraciones regulares de sodio y con niveles críticos
de concentraciones de boro.

La calidad de agua como fuente de riego para los sectores agrícolas de valle Lluta
representa un grave problema como para considerar explotar cualquier cultivo,
dados los altos niveles salinidad.

Los análisis de fertilidad del suelo indica que los contenidos de N,P,K se
encuentran en niveles adecuados, sin embargo, en suelos con altos índices de
sales, los elementos no se encuentran siempre disponibles para las plantas, por
efecto de la salinidad..

Los análisis foliares del espárrago, permitieron conocer el comportamiento de la


extracción mineral por parte del sistema radicular. De acuerdo a los parámetros de
fertilidad por otros autores los niveles de N,P,K y Ca se encuentran levemente
más bajos en relación a las otros experiencia. Los niveles de Mg, Zn y Mn se
encontrarían en buenos niveles de concentración de minerales.

El boro por su parte concentra los niveles más altos en comparación a los
mencionados, registrándose los valores más altos cuando el tejido del follaje
comienza a entrar en receso. Esto se registro en el mes de julio, en donde el
follaje se encontró totalmente senescente.

La elección de los fertilizantes propuestos en el presente trabajo: Urea, Nitrato de


Calcio, Nitrato de potasio, Fosfato monoamónico cristalizado y Súper fosfato triple,
permitirá no tan solo mantener adecuado balance nutricional para el cultivo del
espárrago, si no también permitirá mantener en equilibrio, los índices de salinidad
en la zona radicular del cultivo.

Dada las altas concentraciones de sales en la parcela en cuestión, los manejos


propuestos, a través de las enmiendas cálcicas y el manejos de lavados de
suelos, permitirán aumentar el rendimiento y calidad de turiones. Por otra parte,
permitirá además, incrementar la longevidad de la esparraguera bajo las
condiciones edáficas ya descritas.
68

La incorporación de guano al suelo logrará incrementar el bajo contenido de


materia orgánica registrado en los análisis del suelo. Por otra parte, permitirá
mejorar no tan solo la composición de del suelo, si no también, disminuir los efecto
provocado por las altas concentraciones de salinidad imperantes.
69

5. LITRRATURA CITADA

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74

6. ANEXOS

Anexo 1: Cálculos para determinar la sobretasa de riego (lixiviación


de sales)

A. Calculo de sobretasa de riego

FL = CE del agua de riego × 100


CE máxima del agua de drenaje

FL = 5,5 × 100
18,17

FL = 30%

Es decir para el cultivo del Espárrago se tendrá que aumentar el riego en un 30%
para lograr una lixiviación de sales concentradas en el predio.

Anexo 2: Cálculos para determinar requerimientos de enmienda


química (Sulfato de calcio) para corregir salinidad.

Datos
Superficie = 10.000 m2
Profundidad de suelo = 0,3 m.
Densidad aparente = 1,3 ton/m3

A. Cálculos de RAS

RAS = _____Na______
√(Ca + Mg)/2

RAS = _____ 57,97_______


√(49,25 + 20,57/2)

RAS = 7,51
75

B. Cálculo de PSI

PSI = __100 (0,01475 × RAS – 0,0126)__


1 + (0,01475 × RAS + 0,0126)

PSI = __100 (0,01475 × 7,51 – 0,0126)__


1 + (0,01475 × 7,51 - 0,0126)

PSI = 8,93%

C. Enmienda cálcica

• Determinación de la cantidad de sodio existente actualmente en el perfil


del suelo

[Na+]i = PSIi × CIC


100

Para determinar [Na+]i, se utiliza la CIC de 118 meq/100 gr., según análisis de
suelo (ver cuadro 28)

[Na+]i = 8,93 × 118 meq/100g


100

[Na+]i = 10,53 meq/100g

• Determinación de la cantidad de sodio que deberá quedar en el suelo


cuando éste rehabilitado

[Na+]f = PSIf × CIC


100

[Na+]f = 7,0 × 118 meq/100g


100

[Na+]f = 8,26 meq/100g


76

• Determinación de la cantidad de sodio a desplazar

∆[Na+] = [Na+]i - [Na+]f

∆[Na+] = [10,53] - [8,26]

∆[Na+] = 2,27meq/100g

D. Determinación de la cantidad de yeso a utilizar como enmienda

En la corrección de suelos salinos se emplea cantidades de yeso de 86 gr. como


corrector puro por cada meq. de sodio cambiable en 100 gramos de suelo
(Urbano, 2000)

2,27 × 86 gr yeso = 195,22 mg.yeso/100gr.


1.952 gr.yeso/kg.

E. Calculo de peso del suelo

Para pasar la relación de gr/kg de yeso a cantidades por hectárea, es necesario


conocer el peso especifico de estos suelos. Para ello se considera una densidad
aparente de 1,3 ton/m3, con una profundidad de trabajo de 0,4 m.

1 ha = 10.000 × 0,4 × 1,3 = 5.200 ton/ha

5.200 ton/ha × 1.952 gr.yeso/kg = 10.150 kg./ha

Esta cantidad de yeso sería valida si se obtuviera una eficiencia del 100% en las
operaciones de desplazamiento. Generalmente, cuando se usa yeso, no suele
superarse el 75% (Urbano,2000)

F. Cantidad de yeso

Eficiencia de 75% como factor en la aplicación

= 10.150 kg / ha = 7,6 Ton. yeso


0,75
77

F. Aplicación anual (AA)

AA = 7.600 = 1.520 kg/ha


5

Anexo 3: Cálculos para determinar requerimiento de materia


orgánica para potrero

A. Abonado de Enriquecimiento (AE)

AE = S × P × D × ( MOa – MOe)
100
donde:
S = Superficie (m2)
P = Profundidad (m)
D = Densidad aparente (ton/m3)
MOa = Contenido óptimo de materia orgánica (%)
MOe = Contenido existente materia orgánica (%)

Para estimar AE, se considera un contenido óptimo de materia orgánica de 3% y


un contenido existente de materia orgánica de 1,9% (ver cuadro 34)

AE = 10.000 × 0,3 × 1,3 × (3,0 – 1,9)


100

AE = 42,9 ton humus/ha /5 años

AE = 8,6 ton/ha/año

B. Abono orgánico de conservación para zonas áridas (ACza)

La cantidad mínima de materia orgánica, necesario a utilizar para zonas áridas es


de 1.800 kg/ha (Urbano, 1990)
78

C. Abonado total (AT)

Abono total = AE + ACza

AT = 8.600 + 1.800

AT = 10.400 kg.(M.O)/ha ≈ 10.000 kg.

D. Ajuste de cálculos por kilo

Ajuste del cálculo, considerando un coeficiente de isohúmico de 0,4


correspondiente a la mineralización de la materia orgánica.

10.000 / 0,4 = 25.000 kg. Estiércol

Las aplicaciones de materia orgánica se realizarán en cinco años consecutivos,


siendo el primer aporte del 50% del total de la enmienda orgánica. Para los
posteriores cuatro años subdividirá el otro 50% en cuatro partes

APLICACION ESTIERCOL HUMUS (Ki= 0,4)


(kg/ha)
1 13.000 5.200

2 3.000 1.200

3 3.000 1.200

4 3.000 1.200

5 3.000 1.200

TOTAL 25.000 10.000


79

Anexo 4: Cálculos para determinar dosis de nitrogenada

A. Aporte de nitrógeno mineralizado

APORTE EFECTO CANTIDAD AÑOS


MINERALIZACION (kg./ha) 1 2 3 4 5
(%)
1ª 50 32,5
35 13.000 22,7
15 9,7
2ª 50 7,5
35 3.000 5,2
15 2,2
3ª 50 7,5
35 3.000 5,2
15 2,2
4ª 50 7,5
35 3.000 5,2
15
5ª 50 7,5
35 3.000
15

TOTALES (kg./ha) 32,5 30,2 22,4 14,9 14,9

B. Fertilización Nitrogenada

Según Fuentes (1994), la extracción de nitrógeno para 5.000 kilos de turiones


producidos por hectárea, es de 30 kilos de N2 (ver cuadro 19, valores de
conversión).

Conversión:
1 ton de turiones 6,0 kg. N2
5 ton de turiones X kg. N2

= 30 kg. de N2 por cada 5.000 kilos de turiones cosechados

Entonces el requerimiento de nitrógeno es:

5.000 kg/ ha × 0.030 = 150 kg. N2/ha


80

C. Requerimiento de nitrógeno

AÑO EXTRACION APORTE N2 DEL TOTAL


DEL CULTIVO ESTIÉRCOL REQUERIMIENTO
(kg/ha) (kg/ha) DE N2
(kg/ha)
1 150 32,5 117,5

2 150 30,2 119,8

3 150 22,4 127,6

4 150 14,9 135,1

5 150 14,9 135,1

Calculo de requerimiento de nitrógeno a través del producto Urea:

Año 1 (ejemplo)

100 kg.Urea → 46 kg. N2

X kg. Urea → 117,5 kg. N2

255,4 kg.Urea

Requerimiento de fertilización nitrogenada, a través de la urea para el manejo de


cinco años

AÑO REQUERIMIENTO N2 FERTILIZANTE UREA


(kg./ha) (kg./ha)
1 117,5 255,4

2 119,8 260,4

3 127,6 277,3

4 135,1 293,6

5 135,1 293,6
81

Anexo 5: Cálculos para determinar dosis de fósforo

Según Fuentes (1994), la extracción de fósforo para 5.000 kilos de turiones


producidos por hectárea, es de 14 kilos de P2O5 (ver cuadro 19, valores de
conversión).

A. Requerimiento de fósforo:

5.000 kg/ha × 0,014 = 70 kg. P2O5/ha

Algunos autores señalan realizar corrección del anhídrido fosfórico al menos en un


50% (1,5) para contrarrestar la fijación del fósforo en las partículas del suelo,
provocado por el pH del suelo.

70 unidades P2O5 × 1,5 = 105 kg. P2O5

B. Cálculos de requerimiento de fósforo del suelo

De acuerdo al análisis inicial de fertilidad (cuadro 34), en el suelo hay 14 ppm de


fósforo en el suelo, nivel considerado regular. Para suplir las necesidades del
suelo se realizará una corrección a 30 ppm de P2O5. Como factor de conversión
de fosforo a P2O5, se utiliza el valor de 2,29 (Urbano, 1999)

∆ = 30 – 14 = 16 ppm P = 16 × 2,29 ≈ 36 ppm P2O5

Como factor de conversión de ppm P2O5 a kg. P2O5, se utiliza el valor de 10


(gramos de fósforo por litro de extracto), y 6,5 del extractarte de suelo, valores
constantes, según método de análisis Spurway (Urbano, 1999)

36 ppm P2O5 = 36 × 10 × 0,3 × 6,5 = 702 kg. P2O5/ha

Puede esperarse en estos suelos una fijación del 10% fósforo aportado, por efecto
del pH, por lo que la dosis practica de abonado deberá llevar:

702_ = 780 kg P2O5


0,9
82

REQUERIMIENTO TOTALES DE FÓSFORO

Requerimiento cultivo (kg. P2O5) 105


Requerimiento suelo (kg. P2O5) 780
Requerimiento Total 885

Se aporta un 40% del requerimiento total del fósforo como abono de fondo, a
través del Superfosfato triple. El 60% restante es aplicado a través de un
fertilizante soluble, compatible para el sistema de riego por goteo. El fertilizante
seleccionado es el fosfato monoamónico cristalizado (6 – 61 - 0)

FERTILIZANTE 40% TOTAL DE 60% DEL TOTAL DE TOTAL


UNIDADES DE UNIDADES DE (Und. P2O5)
FÓSFORO FÓSFORO
(kg. P2O5) (kg. P2O5)
SUPERFOSFATO TRIPLE 354 - 354
FOSFATO MONOAMÓNICO - 531 531
CRISTALIZADO
TOTAL 885

C. Calculo de requerimiento fosfatado a través del producto superfosfato


triple (S.F.T.):

100 kg.S.F.T. → 45 kg. P2O5

X kg. S.F.T. → 354 kg. P2O5

786 kg. Superfosfato triple

D. Calculo de requerimiento fosfatado a través del producto fosfato


monoamónico cristalizado (6 – 61 - 0):

100 kg.S.F.T. → 61 kg. P2O5

X kg. S.F.T. → 531 kg. P2O5

870 kg. Fosfato monoamónico


83

El fosfato monoamónico contiene un 6% de N2, el cual tendrá que descontarse a


través de fertilizante nitrogenado Urea:

100 kg. NO3. → 6 kg. N2

870 kg. F.M.A → X kg. N2

52 kg. N2

52 kg. se tendrá que restar a cada aplicación anual de la fertilización nitrogenada a


través de la Urea

Anexo 6: Cálculos para determinar dosis de potásica

Según Fuentes (1994), la extracción de potasio para 5.000 kilos de turiones


producidos por hectárea, es de 30 kilos de K2O (ver cuadro 19, valores de
conversión).

A. Requerimiento de potasio:

5.000 kg/ha × 0,030 = 150 kg. K2O

Algunos autores señalan realizar corrección del oxido de potasio al menos en un


50% (1,5) producto de la fijación de los elementos en las partículas del suelo
causado por el pH y antagonismo del sodio en el suelo.

150 unidades K2O × 1,5 = 225 kg. K2O

Calculo de requerimiento potásico a través del producto Nitrato de potasio (KNO3):

100 kg. NO3. → 44 kg. K2O

X kg. NO3. → 225 kg. K2O

511,3 kg. Nitrato de potasio

El Nitrato de potasio contiene un 13% de N2, el cual tendrá que descontarse a


través de fertilizante nitrogenado Urea:
84

100 kg. NO3. → 13 kg. N2

511,3 kg. NO3. → X kg. N2

71,6 kg. N2

71,6 kg. se tendrá que restar a cada aplicación anual de la fertilización nitrogenada
a través de la Urea.

Anexo 7: Cálculos para determinar dosis de cálcica

La extracción de calcio para 5.000 kilos de turiones producidos por hectárea, es de


3 kilos CaO. (ver cuadro 19, valores de conversión) (González, 1999)

A. Requerimiento de calcio:

5.000 kg/ha × 0,003 = 15 kg. K2O

B. Calculo de requerimiento potásico a través del producto Nitrato de


calcio

100 kg. NO3. → 28 kg. CaO

X kg. NO3. → 15 kg. CaO

53,5 kg. Nitrato de calcio

El Nitrato de calcio contiene un 15,5% de N2, el cual tendrá que descontarse a


través de fertilizante nitrogenado Urea:

100 kg. NO3. → 15,5 kg. N2

53,5 kg. NO3. → X kg. N2

8,3 kg. N2
85

8,3 kg. se tendrá que restar a cada aplicación anual de la fertilización nitrogenada
a través de la Urea.

Anexo 8: Resumen de cálculos de requerimiento N P K

AÑO REQUERIMIENTO APORTE N2 APORTE N2 APORTE N2 REQUERIMIENTO


FERTILIZANTE NITRATO DE FOSFATO NITRATO DE FERTILIZANTE
UREA POTASIO M.A. CALCIO TOTAL UREA
(kg./ha) (kg./ha) (kg./ha (kg./ha) (kg./ha)
1 255,4 -71,6 -52 -8,3 123,5

2 260,4 -71,6 -52 -8,3 128,5

3 277,3 -71,6 -52 -8,3 145,4

4 293,6 -71,6 -52 -8,3 161,7

5 293,6 -71,6 -52 -8,3 161,7

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