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Hectorfuentealba
Hectorfuentealba
1. INTRODUCCIÓN
Por tratarse de un cultivo perenne de alta inversión, cuyo éxito económico no solo
depende del nivel de rendimiento alcanzado sino también de la calidad de la
cosecha, su manejo productivo debe ser altamente especializado, y con mayor
dedicación para el sector en cuestión. De manera de obtener información
suficiente que permitan efectuar un óptimo manejo en la fertilización de una
esparraguera en condiciones de salinidad, se ha realizado el presente trabajo de
seminario denominado “Evaluación en la fertilización del cultivo del espárrago en
condiciones de salinidad en el valle Lluta”.
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2. ESTADO DE ARTE
El valle de Lluta por otra parte, presenta una situación totalmente diferente en
cuanto a la composición de especies agrícolas. En el se cultivan alrededor de
2.600 hectáreas, de las cuales 1.100 hectáreas son dedicadas a la producción de
maíz; 830 de alfalfa, 400 hectáreas de cebolla y 270 hectáreas entre otros cultivos
como ajo, betarraga y haba. Las razones de esta distribución radican
fundamentalmente en que las especies mencionadas son cultivares altamente
tolerantes a la salinidad y boro, características químicas que imperan en los suelos
y el agua de riego del valle. La producción de cebollas, es una de la actividad más
interesante para el valle, con rendimientos productivos óptimos, pero con bajos
ingresos. Las variedades de maíz están por muchos años adaptada a estas
condiciones de salinidad, resultando un cultivo de mediana rentabilidad para la
zona (FDI-CORFO, 2000).
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La región costera del norte de Chile es muy desértica y los niveles de salinidad y
boro en los suelos suelen ser muy altos. El agua de riego es también salina
(3-9 dS/m), con concentraciones altas de sodio, cloruros y boro. A pesar de ello en
aquellas zonas se cultivan hortalizas que comúnmente no podrían desarrollarse,
ya que los niveles de salinidad y en especial el boro exceden los umbrales de
tolerancia. El origen de la salinidad en el suelo en el norte de Chile se asocia a la
condición de la extrema aridez que irrumpe lechos de sales ubicados en el perfil
del suelo y originándose su eventual descarga al océano (Ferreira, 1997).
El clima del valle Lluta es desértico. El sector costero, que abarca el transecto que
va entre los 0 y 800 m.s.n.m. presenta temperaturas media anual de 18º C y
precipitaciones escasas. (menos de 1 mm/año). Esta zona se estima libre de
heladas; acumulación térmica anual a 3.300 días grados; la temperatura del mes
más cálido varía entre 24º y 26º C. No hay período de receso vegetativo, debido a
la moderación de las temperaturas y a la escasa oscilación térmica. Las
condiciones de evapotranspiración (ETP), datos de bandeja clase A, entregan un
promedio de 7,5 mm/día en febrero y 2,9 mm/día en junio (Ingendesa, 1995).
Aunque el valle del río Lluta tiene una longitud de 150 kilómetros, la parte de
importancia agrícola solo es el ultimo tercio del valle. En las partes más altas, las
condiciones climáticas, y estrechez del valle, han impedido algún desarrollo
significativo. El sector agrícola presenta una longitud de 45 km. de Oeste a Este
(Mamani, 1996).
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El espárrago es una hortaliza que se cultiva en Chile desde hace mucho tiempo,
aunque en escala reducida si se compara con otras hortalizas. Desde la década
de los 80, su situación ha experimentado un notable cambio, motivado,
principalmente, por las exportaciones. Se observa una aumento de la superficie
cultivada, a la vez un desplazamiento de su cultivo hacia la zona sur del país,
especialmente de la VII a la X región. En el norte de Chile, el cultivo no parece
ofrecer ventajas respecto a la zona central y sur, sin embargo podía tener algunas
ventajas en producción temprana de espárragos frescos para el mercado. Aunque
las observaciones están a nivel de evaluación, sin pruebas estadísticas, los
antecedentes agronómicos pueden dar una base para estudios de rentabilidad en
las condiciones del norte chileno. Cabe agregar, además que el espárr
ago tiene resistencia a altos niveles de salinidad, por lo que sería factible su cultivo
en sectores que tienen este problema, como es el caso de valles salinos, tales
como Huasco, Copiapó, entre otros (Rojas, 2000).
La planta esta formada por una parte subterránea, compuesta por un rizoma y el
sistema radical, que en conjunto forman lo que se denomina corona y una parte
aérea compuesta de tallos erectos, ramas y hojas modificadas, que constituye el
helecho; sobre este se desarrollan las flores y frutos. El rizoma es un tallo
modificado que actúa como unión entre el sistema radical y la parte aérea de la
planta. En el rizoma se forman, además, grupos de yemas vegetativas, ubicadas
en el ápice de crecimiento, de donde se desarrollan los turiones o espárragos. El
sistema radical presenta dos tipos de raíces: uno adventicio de raíces gruesas,
responsable del almacenamiento de carbohidratos, y otro lateral o fibroso, muy
ramificado, responsable de la absorción de agua y nutrientes (González, 1999).
Los turiones son la parte comercial de la planta, en ellos apreciamos una serie de
escamas distribuidas regularmente en toda la superficie, y una punta o ápice
terminal en la que su meristemo apical está protegido por un conjunto de brácteas.
Los turiones pueden presentar diámetros máximos de 16 a 20 mm y mínimos
inferiores a 6 mm. Estos turiones crecen longitudinalmente y de la axila de cada
bráctea, separadas progresivamente por la elongación continua, surgirá una nueva
ramificación de apariencia y desarrollo arborescente, las cuales al final se
poblaran de unas filiformes modificadas llamada cladodio. Este conjunto final del
tallo aéreo modificado y con hojas, se llama plumero, el cual puede crecer hasta
una altura superior a los 2 metros (Fernández, 1993).
Las flores se desarrollan en las axilas de las brácteas. Son de color blanco-
verdoso, con forma de campana. Tanto las flores femeninas como masculinas
tienen estigma y estambres, pero en el caso de las flores masculinas el estigma se
encuentra atrofiado, y en el caso de las flores femeninas, los estambres no se
desarrollan completamente (González, 1999).
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Es fundamental elegir suelos con buen drenaje, y evitar aquellos con presencia de
estratos compactos que limitan la permeabilidad del suelo, o con napas freáticas a
menos de un metro de profundidad en cualquier época del año. Así se evita, entre
otros problemas la acumulación de sales (Fernández, 1993).
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Los cultivos son afectados por el potencial osmótico de la solución del suelo más
que por su conductividad eléctrica, pero la conductividad eléctrica se usa
generalmente para caracterizar los efectos de la salinidad sobre el crecimiento y
rendimiento de los cultivos. Aunque las concentraciones de sales disueltas afectan
de forma diferente la CE y el potencial osmótico, la CE es una buena medida del
potencial osmótico. Se puede apreciar que en suelos donde el anión cloro es el
predominante, el potencial osmótico será menor (Oster, 1995).
CLASIFICACION SALINIDAD
C.E (dS/m)
Salinidad ligera 2–4
Salinidad mediana 4–8
Salinidad fuerte 8 – 16
Salinidad extrema > 16
Fuente: Fuentes, (2001)
Las plantas toman una gran parte de sus alimentos del suelo, como iones
minerales. Los mecanismos de captación de dichos nutrientes son variados, desde
la difusión pasiva, que obliga a un flujo a favor del gradiente de potencial
electroquímico, hasta el transporte activo, en el que se consume energía
metabólica para internalizar una especie iónica en contra del gradiente de
potencial electroquímico. Los iones del suelo van a ser intercambiados entre
células radiculares y el complejo arcillo-húmico en función de un gradiente de
potenciales. Dichos iones son primero concentrados gracias a las propiedades de
intercambio iónicos de estas estructuras (Vicente, 2000).
ELEMENTOS IONES
Carbono (C) CO32-, CO2
Oxigeno (O) H2O, O2
Hidrógeno (H) H+
Nitrógeno (N) NH4+, NO3-, NO2-
Fósforo (P) H2 PO4-, HPO4-2
Potasio (K) K+
Calcio (Ca) Ca+2
Azufre (S) SO4-2, SO3-2
Magnesio (Mg) Mg+2
Hierro (Fe) Fe+2, Fe+3
Boro (Bo) H2BO3-
Manganeso (Mn) Mn+2, Mn+4
Cobre (Cu) Cu+2, Cu+
Zinc (Zn) Zn+2
Molibdeno (Mo) MoO4-2
Niquel (Ni) Ni+2
Cloro (Cl) Cl-
Fuente: Fuentes, (1994)
Es importante destacar que existe competencia entre iones de igual carga, los
cuales compiten por el sitio, ya que el número de estos elemento son escasos en
relación a la concentración. Así los iones de igual valencia compiten por el mismo
sitio. Tal como se señaló, esta competencia involucra iones de similares
propiedades electroquímicas. Esto ocurre, por ejemplo entre NH4+ el que
disminuye la adsorción de K+; una competencia extremadamente fuerte es la que
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El PSI es otra forma de evaluar los efectos del sodio. El PSI corresponde a una
relación entre los iones de calcio, magnesio, potasio y sodio en el suelo. Con un
porcentaje de sodio intercambiable (PSI) de 7 un suelo es ligeramente sódico. El
PSI mide la participación que tiene el sodio intercambiable en la capacidad total de
intercambio de cationes de un suelo. Para determinar el PSI se utiliza la siguiente
Ecuación 2: (Césped, 1999).
El pH del suelo es un valor que expresa la actividad del ion hidrógeno (H+) en la
solución de suelo y es una indicación de la reacción del suelo. En el agua de riego
es una variable muy importante, porque la solubilidad de las diferentes sales
disueltas en ella varían con el pH, y a medida que aumenta la presencia de sales
aumenta el pH (Román, 2001).
INTERPRETACION pH
como Glumus fasciculatum, que facilita la asimilación del fósforo por las raíces de
las planta (Espejo, 1997).
En el Cuadro 7 se indica los términos que se usan para describir la reacción del
suelo y los principales efectos esperables en relación con el rango de pH
(González, 1999).
TIPOS DE SUELOS pH
Suelos salinos Aunque no necesariamente, es superior a 7,0
Suelos sódicos Casi siempre tienen valores de pH sobre 9,0
Suelos salinos sódicos Generalmente tienen un pH menor de 9,0
Suelos con carbonatos alcalinos Siempre tienen un pH mayor de 7,0
Fuente: Sadzawka, (2000)
La mejora de la estructura del suelo está relacionada con la resistencia que ofrece
el suelo a la acción degradativa de diversos agentes, fundamentalmente el agua y
el aire. La materia orgánica en condiciones adecuadas ejerce una acción óptima
sobre la estabilidad de la estructura e indirectamente también, sobre todos los
parámetros relacionados con ella (circulación del agua, del aire, del calor, la
penetración de las raíces de las plantas, etc.), igualmente favorece la resistencia
del suelo frente a la erosión, al disminuir la mojabilidad de los agregados; por tanto
reduce la disgregación de las partículas del suelo y el encostramiento y facilita y
hace más permanente las labores agrícolas. En el Cuadro 9 se indican los efectos
más destacados de la materia orgánica en el suelo (Labrador, 1996).
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Los suelos sódicos corresponden a los llamados “álcali negro”. En los suelos
altamente sódicos, la materia orgánica dispersa y disuelta puede depositarse en la
superficie debido a la evaporación, causando así ennegrecimientos. El sodio
intercambiable en un suelo sódico puede tener una marcada influencia en sus
propiedades físicas y químicas. Al aumentar la proporción del sodio
intercambiable, el suelo tiende a ser más disperso y el pH aumenta a veces hasta
el valor de 10. A pH muy elevados y en presencia de iones carbonatos, el calcio y
el magnesio precipitan, de manera que las soluciones del suelo, usualmente
contienen pequeñas cantidades de estos cationes, predominando el sodio
(Richards, 1980).
Las sales del suelo están contenidas en la solución del suelo, cuyo contenido se
mide por la conductividad eléctrica del extracto de saturación. El sodio se valora
por el RAS (que equivale, aproximadamente, al PSI). Teniendo en cuenta la C.E. y
el RAS, en el Cuadro 11 se clasifican los suelos en cuatro categorías (Fuentes,
2001).
Los efectos de deterioro del suelo causado por la alta concentración de sodio en
suelos, están relacionado con la reducción de la capacidad de infiltración. Las
altas concentraciones de sodio (RAS alto) en las partículas del suelo provoca una
dispersión, e hinchazón de las arcillas. Las tierras afectadas por sodio, pueden ser
recuperadas proporcionando una fuente de Ca+2 como yeso, para reemplazar el
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Na+ de los sitios del intercambio de cationes en los coloides, el que posteriormente
será lixiviado por la aplicación de agua (Ilyas, 1993).
La adición de NaCl con dosis entre 2 – 150 meq/l. a una solución uniforme de
fertilización, produjo un aumento en el contenido de Na+ en todos los órganos
vegetativos del cultivo. El Na+, antagonista del K, provocó una disminución en el
contenido de K, aun en dosis bajas de NaCl. El contenido de Ca y Mg. de los
órganos de la planta disminuyeron también, pero con dosis altas de NaCl. La
suma de cationes para varios de los órganos de la planta permanecieron
invariablemente, con la excepción de las adiciones más altas con NaCl, la cual, al
cabo de unos meses fue notoriamente más perjudicial para el cultivo (Garcia,
1993).
En el Cuadro 12, se detalla los efectos de salinidad en los cultivos utilizando como
referencia la C.E. (Honorato, 1994).
Las sales que contienen el agua de riego, aun en pequeñas cantidad, cuando no
son absorbidas por las plantas se acumulan en el suelo hasta que la cantidad
acumulada llega a ser peligrosa. En regiones de clima lluvioso no suele haber
salinización por esta causa, debido a que las aguas superficiales de estas zonas
suelen ser pobres en sales y a que el abundante agua de lluvia lava las sales del
suelo. En cambio, en las regiones áridas o semiáridas el riego puede ocasionar
una concentración peligrosa de sales, debido a la fuerte evaporación y a que las
escasas lluvias son incapaces de lavar todas las sales acumuladas (Fuentes,
1994).
Para simular el uso de aguas salinas, se realizó un ensayo con hortalizas, las
cuales fueron regadas con soluciones de 10, 40 y 60 mM NaCl. Se observó que al
aumentar las concentraciones de sales, el crecimiento vegetativo se redujo
perceptiblemente. En frutos, se observó que la salinidad, permite aumentar los
contenidos de azúcares, acidez, y los sólidos solubles totales, pero existe una
cierta evidencia de un desequilibrio de nutriente en los órganos de la planta,
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puesto que las concentraciones en las hojas de NO3-, y en especial de K+, era más
bajas en concentraciones salinas más altas. (Del Amor, 1998).
La acción de las aguas salinas sobre el suelo es aun más perniciosa que sobre las
plantas, debido a que las sales disueltas se pueden ir acumulando en el suelo
hasta hacerle improductivo. Fuentes (1994), señala que cuando se riega con
aguas salinas se deben realizar las siguientes medidas para evitar la acumulación
de sales en el suelo:
El lavado de suelo es la clave para el uso exitoso del agua salobre, por lo que
incide fuertemente en el rendimiento del cultivo. Mediante este procedimiento se
pueden controlar todos los aspectos que determinan la acumulación de sales en el
suelo (concentración, intercambio y disolución). La lixiviación o lavado de sales
debe ser realizada en el momento en que la salinidad alcance niveles peligrosos
para el cultivo (Oster, 1995).
El riego con aguas muy salinas por si solo puede producir un gran aumento de la
conductividad eléctrica. Luego, si se equilibra el suelo con diluciones sucesivas del
agua muy salinas con agua de buena calidad, se reducirá la CE del suelo. Los
principales problemas de esta técnica son las instalaciones que se requieren para
colectar, conducir y tratar las aguas salinas, y la necesidad de colectar y eliminar
las aguas de drenaje altamente salinas para evitar la contaminación de las aguas
superficiales y freáticas (Sadzawka, 2000).
La introducción del riego por goteo revolucionó al riego con aguas salinas. La
principal ventaja del riego por goteo es el forma de distribución de sales bajo los
emisores y la mantención de altos potenciales mátricos permanentemente. Por
esto, el riego por goteo es el mejor método para la aplicación de agua salinas a los
cultivos, evitando daño foliar y al mismo tiempo proporcionando óptimas
condiciones para el suelo (Oster, 1995).
Aparte del deterioro de las propiedades físicas del suelo, los cultivos son más o
menos sensibles al contenido de sodio. En el cuadro 16 se expresa la sensibilidad
de diferentes cultivos a los suelos sódicos, así como los efectos causados por el
sodio a dichos cultivos (Fuentes, 1994).
Para determinar el efecto del boro en el contenido mineral del follaje espárrago, se
realizó una experiencia en Nueva escocia, Canadá. El objetivo era determinar la
respuesta del espárrago a diferentes fuentes de abonos inorgánicos. El resultado
preliminar reflejó que el cultivo del espárrago, parece asimilar notoriamente las
aplicaciones de micronutrientes como boro. La aplicación de 7,2 kg/ha de B
aumentó las concentraciones de dicho elemento en la composición mineral de
follaje, registrando 46, 54 y 64 gr/kg de B, sin embargo nunca alcanzó los valores
de 109 –174 gr/kg B, informado por E. Brasher en 1959 (Warman, 1991).
La adsorción de boro depende fuertemente del pH del suelo, siendo máxima entre
los valores de 8,5 a 9,0. las arcillas varían en su capacidad para adsorber boro,
siendo la illita una de las más reactivas. El boro disponible para las plantas está
distribuido entre el boro de la solución suelo y el boro adsorbido en las partículas
del suelo. Esta distribución depende del contenido de boro total, el número de
sitios de adsorción y la humedad del suelo. Sin embargo, debido a que las plantas
responden principalmente a la concentración de boro en la solución del suelo que
rodea el sistema radicular, es ésta la que debería evaluarse en relación a la
respuesta de las plantas. La concentración de boro en el extracto de saturación se
usa principalmente como un índice para estimar la tóxicidad de boro en el suelo
(Sadzawka, 2000).
El boro puede ser lavado del suelo con agua que tenga una menor concentración
de sales, pero si las concentraciones iniciales son altas, pueden permanecer
cantidades suficientes de boro para causar daño luego que las concentraciones de
otras sales se reduzcan a un nivel seguro (Román, 2001).
En el Cuadro 18, se hace referencia del limite para diferentes clases de agua de
riego, según concentración de boro (Román, 2001).
estos fines. En estos casos se coloca los laterales, con sus emisores poco
espaciados, sobre la superficie plana de los camellones y se continúa regando
hasta obtener la lixiviación deseada. Después se riega también el cultivo con este
método (Sadzawka, 2000).
Los lavados de mantenimiento tienen por finalidad evitar la salinización del suelo
cuando se emplean aguas de riego de baja calidad. Estos lavados consisten en
aportar una dosis alta de riego, con el fin de arrastrar el exceso de sales. La dosis
de riego para el lavado del suelo pueden ser calculada a través de la Ecuación 3:
(Fuentes, 1994).
En donde:
Una vez que se han lavado las sales de la zona radicular hasta un nivel aceptable
para un cultivo tolerante como el espárrago, conviene sembrar o plantar lo más
pronto posible. El cultivo puede favorecer la recuperación de los suelos por una
combinación de efectos tales como la acción de las raíces de abrir el suelo y
favorecer la infiltración, el aumento de la materia orgánica y la mejora de la
estructura del suelo por la acción de ciclos alternados de secar y mojar el suelo
(Sadzawka, 2000).
Los métodos para recuperar suelos sódicos pueden ser químicos o físicos. Los
métodos químicos consisten en la adición de enmiendas, que son productos (i)
que contienen una fuente de calcio soluble, ejemplo yeso, o (ii) que favorecen la
solubilización del calcio de suelos que contienen carbonatos de calcio, ejemplo
ácido sulfúrico, azufre, materia orgánica. Los métodos físicos más frecuentes son
la labranza superficial y las araduras profundas. La elección del método de
recuperación depende de las condiciones del suelo a recuperar (Sadzawka, 2000).
La utilización de yeso agrícola, puede ser usado para recuperar suelos afectado
por la alta presencia sodio. Su uso permite mejorar la floculación y porosidad del
suelo, reduciendo la compactación superficial causado por la acumulación de
sales, sin embargo su efectividad es limitado en suelos con mal drenaje (Yuichi,
1996).
Donde:
Ilyas, (1993) señala que es difícil mejorar las propiedades físicas de suelo sódicos
en un corto tiempo. Se ha observado que los tratamientos mediante la utilización
de enmiendas cálcicas permiten disminuir la concentración sodio del suelo, pero
en un tiempo prolongado y la rehabilitación de la permeabilidad del suelo es lenta.
Un ensayo en la recuperación de una parcela afectada por la alta concentración
de sodio, detectó que no hubo ningún efecto del yeso al cabo de seis meses. Sin
embargo, después de un año del tratamiento, la permeabilidad del suelo mejoró
notablemente en una profundidad de 20 cm. El yeso proporcionó un mejor
ambiente para la germinación de algunos cultivos moderadamente tolerantes a las
sales y el sistema radicular del cultivo de la alfalfa aumentó en profundidad de 80
cm.
Las toxicidades del boro van asociadas a suelos de climas áridos y desérticos. En
el suelo el boro se encuentra en forma de ácido bórico, que es la forma en que es
absorbido por las plantas. La adsorción de boro depende fuertemente del pH del
suelo, siendo máxima entre los valores de 8,5 a 9,0. Por tanto el manejo del pH
del suelo sería otra forma de manejo de suelos con boro (Honorato, 1994).
El boro disponible para las plantas está distribuido entre el boro de la solución de
suelo y el boro adsorbido en las partículas del suelo. Esta distribución depende del
contenido de boro total, el número de sitios de adsorción y la humedad del suelo.
Sin embargo, debido a que las plantas responden principalmente a la
concentración de boro en la solución del suelo que rodea el sistema radicular, es
esta la que debiera evaluarse en relación a la respuesta de las plantas. La
concentración de boro en el extracto de saturación se usa principalmente como
para estimar la tóxicidad del boro en el suelo (Sadzawka, 2000).
un barreno o pala. Las muestras no deben ser mezcladas y deben ser selladas en
bolsas de plástico, obteniendo muestras entre 0,5 a 1 kg de suelo para ser
enviado al laboratorio (González, 1999).
Los estudios realizados para analizar, con distintos métodos, las variaciones en
los niveles de fertilidad y salinidad de un mismo suelo ponen de manifiesto que lo
verdaderamente importante es, no tanto el método, sino conocer los límites de su
aplicación y la interpretación de los resultados. Los análisis deben repetirse a lo
largo del tiempo, para controlar la eficiencia de la fertilización, empleando siempre
el mismo método, con el fin de que los resultados obtenidos en los sucesivos
análisis puedan compararse unos con otros (Fuentes, 1994).
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100
-
Extracción relativa (%)
80-
40-
Turiones cosechados
20-
2 3 4 5 7 8
Años desde la plantación
FUENTE Kilos/Ton/Ha
cuanto al nitrógeno amoniacal este, es fijado por el complejo adsorbente del suelo
cuando se aplica en pequeñas dosis, pero se mueve fácilmente en dosis más altas
al saturar la capacidad de intercambio o de fijación del suelo. Por lo tanto, el
movimiento de esta forma depende de la dosis y de la capacidad de retención del
suelo. La forma ureica no es adsorbida por el suelo por que se mueve fácilmente,
al igual que el nitrato. Su transformación a la forma nítrica es algo mas lenta, ya
que debe realizarse un proceso previo, que es su hidrólisis a la forma amoniacal.
Con este paso previo la transformación requiere unos cuantos días más, que la
forma amoniacal (Domínguez, 1993).
FERTILIZANTES NITROGENADOS
FERTILIZANTE FORMULA INDICE INDICE RIQUEZA SOLUBILIDAD
QUIMICA ACIDEZ BASICIDAD N-P-K
Urea (NH2)2CO 80 - 46-0-0 Alta
El sodio y cloro, y en otros casos, el boro, son los principales iones que se
encuentran en la solución del suelo y en el complejo de intercambio de los suelos
normales de las regiones áridas y/o desérticas. Estos iones son rápidamente
intercambiables. Algunos cationes nitrogenados, como el amonio, pueden quedar
retenidos en determinadas posición sobre las partículas del suelo, de manera que
se intercambian con gran dificultad, diciéndose entonces que se ha fijado
(Richards, 1980).
La concentración de las soluciones del suelo P2O5 es muy pequeña. Puede ser de
0,2 a 0,5 miligramos por litro, pero existe un estado de equilibrio permanente y
rápido entre los iones disueltos en la solución del suelo y los iones intercambiables
del complejo, por lo que, cuando la planta absorbe iones fósforo desde la solución,
rápidamente se repone ésta de los iones absorbidos, gracias a los iones fósforo
que se encuentran retenidos por el complejo y los coloides (Doménech, 2000).
Las plantas absorben la mayor parte del fósforo bajo la forma de H2PO4- y HPO4-2.
En pequeñas cantidades también se puede absorber en forma de fosfatos
orgánicos solubles. Las necesidades de los cultivos en fósforo se centran sobre
en la primera fase del desarrollo, por lo que su aplicación principal debe realizarse
en torno a la época de siembra o plantación (Fuentes, 1994).
FERTILIZANTE FOSFORADO
FERTILIZANTE FORMULA INDICE INDICE RIQUEZA SOLUBILIDAD
QUÍMICA ACIDEZ BASICIDAD N-P-K
Superfosfato Ca(H2PO4)2 - - 0-46-0 90% agua
triple 10% citrato
Superfosfato Ca(H2PO4)2 - - 0-18-0 80% agua
simple CaSO4 20% citrato
Fosfato bicálcico CaHPO4 - 25 0-35-0 98% agua
2H2O
Fosfato NH4H2PO4 - - 11-53-0 98% agua
monoamónico
Fosfato (NH4)2HPO4 93 - 16/18-46/48-0 98% agua
diamónico
Acido fosfórico H3PO4 70 - 0-54-0 Alta
El potasio queda retenido por el complejo arcillo-húmico del suelo con gran fuerza,
aunque un poco menos que el fósforo. Este debe aplicarse de fondo e incorporarlo
al suelo para ponerlo al alcance de las raíces, dadas la lentitud de la difusión de la
potasa tanto vertical como horizontalmente. Para determinar los niveles de abonos
potásicos recomendables, hay que tener en cuenta el contenido en arcillas de los
suelos. Con el fin de aumentar en la misma proporción la concentración de K+ en
la solución del suelo, tanto en terrenos arcillosos como arenosos, es necesario
saber que las arcillas tienen un alto poder de retención del potasio, y que para
aumentar la concentración de iones K+ en la solución del suelo, hay que
incrementar mucho más el K+ cambiable en un suelo arcilloso que en un suelo
arenoso (Doménech, 2000).
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FERTILIZANTES POTASICOS
FERTILIZANTE FORMULA (*)INDICE (*)INDICE RIQUEZA SOLUBILIDAD
QUIMICA ACIDEZ BASICIDAD N-P-K
Nitrato potasio NKO3 - 23 13-0-44 Alta
Los cationes de potasio puede quedar retenido en las partículas del suelo, por
efecto de las altas concentraciones de cationes tóxicos, propios de las regiones
con problemas de salinidad. Los cationes como el sodio tienen mayor capacidad
de ser intercambiado que los cationes de potasio, de manera que el potasio se
intercambia con mayor dificultad en el complejo de adsorción (Richards, 1980).
El potasio es un elemento antagónico del sodio, por lo cual cuando existe altas
concentraciones de Na+ en la solución de suelo, este provocará un déficit de
potasio para las plantas (Barrantes, 1992).
Los diferentes fertilizantes son sales que, al disociarse, generan iones con carga
positiva y negativa. Diferentes iones interactúan entre sí y precipitan, con riesgo de
obturación de emisores de riego y pérdidas de eficiencia de los fertilizantes. Entre
los distintos iones de los fertilizantes existen sinergismos y antagonismo (Román;
2001).
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Las mezclas son incompatible debido a que los fertilizantes pueden producen
reacciones químicas sinérgicas riesgosas para los cultivos. Un ejemplo puede ser
la mezcla de una fuente de nitrógeno amoniacal con carbonato de calcio. Estas
mezclas en condiciones de cierta humedad relativa produce amoníaco, lo cual
aparte de ser peligroso por el efecto toxico de los gases amoniacales, produce una
perdida del nitrógeno del fertilizante (Sierra, 1992).
Fosfato diamónico
Superfosfato triple
Cianamida cálcica
Fosfato bicálcico
Cloruro potásico
Sulfato amónico
Sulfato potásico
Nitrato potásico
Nitrato amónico
Nitrato cálcico
Nitrato sódico
Urea
Sulfato amónico
Ο ⊕ ⊕ Ο Ο Ο Ο Ο
Urea
Ο ⊕ Ο Ο
Cianamida cálcica
⊕ Ο ⊕ ⊕ Ο ⊕
Nitrato sódico
Ο Ο Ο
Nitrato cálcico
⊕ Ο Ο Ο ⊕ ⊕ Ο Ο Ο ⊕
Nitrato potásico
Ο Ο Ο Ο Ο
Nitrato amónico
Ο ⊕ ⊕ Ο ⊕ Ο Ο Ο Ο Ο
Superfosfato triple
Ο Ο ⊕ Ο ⊕ Ο Ο Ο Ο
Fosfato bicálcico
Ο Ο Ο Ο
Cloruro potásico
Ο Ο Ο
Sulfato potásico
Ο Ο Ο
Fosfato diamónico
Ο ⊕ ⊕ Ο Ο Ο
Fosfato
monoamonico
Ο ⊕ Ο ⊕ Ο Ο Ο Ο
⊕ Mezclas prohibidas
Las propiedades físicas del suelo son afectados severamente por el manejo de la
fertilización en los suelos. Los abonos modifican la concentración de electrolítica
de la solución del suelo, causando el aumento de la conductividad eléctrica (C.E),
que es un factor importante para la conservación de una buena permeabilidad del
suelo. Los abonos nitrogenados que son caracterizados por el alto índice de la
acidez, puede reducir el pH de suelo y disuelve la materia orgánica del suelo,
afectando así a su permeabilidad. En un estudio realizado para determinar la
influencia de la permeabilidad de fertilizantes nitrogenados, se observó que la
aplicación de sulfato de amonio tiene efecto significativo en el aumento de la
conductividad eléctrica y la impermeabilidad de los suelos. En cambio el nitrato
calcio tuvo menos efectos sobre la conductividad eléctrica del suelo (Rodríguez,
1999).
Por tratarse de una planta perenne, el análisis foliar o en combinación con análisis
de suelo es una buena herramienta para monitorear el estado nutricional de la
esparraguera y definir medidas correctivas si fuesen necesarias. Existen gran
variabilidad en relación con la época de muestreo, tejido a muestrear y estándares
foliares. Sin embargo, como criterio básico se establece que el muestreo debe
hacerse en pleno período de crecimiento, antes de que ocurra cualquier
translocación de nutrientes desde el follaje a la corona (González, 1999).
El contenido de calcio al igual que los N,P,K, Fe, Zn, y Cu sufren una fuerte
reducción de su contenido al estado seco; esto implica la migración de Ca desde
el follaje hacia las raíces, pero este se produciría más tarde dada por la condición
del Ca como elemento estructural necesario para la elongación celular. El Na sufre
una reducción durante la cosecha de turiones (de 427 a 195 ppm), para luego
subir durante la plenitud del follaje a niveles bastantes altos (1.069 ppm) lo que
señala que posee una fuerte absorción durante el período estival. El contenido de
boro es menor en los turiones y mayor en el follaje vigoroso, para decaer al estado
de follaje seco. Lo anterior significa que su mayor absorción ocurre en el verano,
siendo su rango óptimo según algunos autores entre 81,6 a 108,3 ppm (Krarup,
1994).
3. DISCUSIONES
El análisis de suelo realizado en dos zonas del cultivo (entre surco y en el surco de
plantación), se evidencia cuantitativamente la movilidades de las concentraciones
56
Si bien la conductividad eléctrica del suelo bajo a través del riego en un 80% de
sales en el surco de plantación, la C.E. aun se encuentra en un umbral critico a la
tolerancia de salinidad (9,4 dS/m), considerando que el cultivo del espárrago es
una especie tolerante a la salinidad, y que según a algunos autores señalan que el
espárrago podría tolerar con una C.E. de 5 a 12 dS/m.
ENTRE HILERAS
6,8 27,0 69,85 Salino sódico
el calcio es adsorbido por los coloides del suelo, luego el complejo tóxico precipita,
mediante la incorporación del riego.
Los valores arrojados por los análisis de salinidad de agua realizadas en los
meses de abril y agosto, presentan valores similares, en lo que respecta a la
concentración de solutos, por lo cual se puede señalar que la condición de calidad
de esta no varía significativamente durante los meses de abril a agosto,
considerando que estos, si presentan cambios radicales durante las avenidas de
aguas durante el invierno altiplánico, lo cual se refleja en el cuadro 22, en donde el
boro se eleva a 50,5 mg/lt.
Los iones de sodio y cloro, se encuentran en niveles altos. Los niveles de boro son
aun más elevados, el cual registró concentraciones mayores en el mes de abril,
estos alcanzan niveles muy peligrosos para los cultivos. Bajo estas condiciones
sólo se podrían cultivar especies muy tolerantes, como el espárrago, que según
literatura, tolera concentraciones de boro sobre los 15 ppm.
61
Nitrógeno disponible 42 72 49
(ppm) NIVEL ADECUADO NIVEL ADECUADO NIVEL ADECUADO
Fósforo disponible 14 31 44
(ppm) NIVEL REGULAR NIVEL ADECUADO NIVEL ADECUADO
Potasio disponible 637 795 707
(ppm) NIVEL ADECUADO NIVEL ADECUADO NIVEL ADECUADO
pH 7,2 7,2 7,0
(1:2,5) NEUTRO NEUTRO NEUTRO
C.E. 13,0 9,4 9,5
(mmhos/cm) SALINO SALINO SALINO
Materia orgánica 1,9 2,0 2,0
(%) MUY BAJO NORMAL NORMAL
Fuente: Proyecto FDI-Corfo “Validación de nuevas alternativas Hortofrutícolas
para la primera Región”, 2000
Por tratarse de suelos con problemas de alta salinidad, se sugiere que al momento
de realizar los cálculos con los fertilizantes, se considere la corrección de la dosis
a aplicar, ya que los elementos interpretados en los análisis de fertilidad, no se
encuentran disponibles para las plantas, dados los efectos de pH y salinidad.
2 3.000
3 3.000
4 3.000
5 3.000
TOTAL 25.000
Por lo general, el pH del suelo se mantiene neutro, según los análisis de salinidad.
Siendo no tan solo ventajoso para el intercambio catiónico, si no también, favorece
la inmovilidad de elementos tóxicos para las plantas, como el boro el cual presenta
movilidad con pH ácidos. Sin embargo durante los periodos en donde el pH se
torna ácido, se tendrá que evitar la aplicación de productos acidificantes para
evitar la disponibilidad de boro.
P2O5 2,8 70
CaO 0,6 15
FERTILIZACION PARA EL
CULTIVO DEL ESPARRAGO
FERTILIZANTE REQUERIMIENTO UNIDADES
(kg/ha) N P K Ca
Urea 123 56 0 0 0
Nitrato de calcio 54 8 0 0 15
ELEMENTO UNIDAD RANGO SEP. DIC. ENE. FEB. MAR. MAY. JUL.
NORMAL 2000 2000 2001 2001 2001 2001 2001
NITRÓGENO % 2.5-4 5,68 3,06 3,19 3,04 3,22 3,23 3,98
FÓSFORO % 0,2-0,4 0,71 0,22 0,36 0,30 0,42 0,39 0,47
POTASIO % 1,7-3,5 3,58 2,09 2,10 2,01 2,67 2,74 3,33
CALCIO % 0,6-0,4 0,20 0,39 0,29 0,24 0,35 0,31 0,51
MAGNESIO % 0,14-0,4 0,19 0,11 0,15 0,12 0,16 0,18 0,21
ZINC ppm 20-60 97 33 54 40 69 69 74
MANGANESO ppm 30-160 29 42 57 27 31 38 50
FIERRO ppm 50-150 99 134 159 65 107 128 158
COBRE ppm 5-15 25 13 14 14 21 16 16
BORO ppm 30-150 84 151 149 82 137 127 423
Los análisis foliares efectuados en el tejido del cultivo del espárrago, presentan
concentraciones adecuadas de N2, P2O5, K2O, Mg, Zn, Mn, Fe, Cu. Estos se
encuentran dentro de los estándares sugeridos por algunos autores (cuadro 19),
en relación a la concentración de los principales elemento nutritivos en el tejido del
cultivo del espárrago. La excepción se manifiesta en el calcio, donde sus niveles
se encuentran bajo el 0,6 % como mínimo, presentando una deficiencia
aproximada de un 50% de calcio en el tejido foliar.
Lo contrario ocurre con las concentraciones de boro en el tejido del follaje del
espárrago, en donde sus valores se encuentran sobre el promedio de las
concentraciones sugeridas, esto reflejado con exceso de un 80% más de boro en
el tejido foliar. El problema respecto a este último elemento, se debe sin duda a las
altas concentraciones de boro localizado en la zona radicular del cultivo del
espárrago.
67
4. CONCLUSIONES
La calidad de agua como fuente de riego para los sectores agrícolas de valle Lluta
representa un grave problema como para considerar explotar cualquier cultivo,
dados los altos niveles salinidad.
Los análisis de fertilidad del suelo indica que los contenidos de N,P,K se
encuentran en niveles adecuados, sin embargo, en suelos con altos índices de
sales, los elementos no se encuentran siempre disponibles para las plantas, por
efecto de la salinidad..
El boro por su parte concentra los niveles más altos en comparación a los
mencionados, registrándose los valores más altos cuando el tejido del follaje
comienza a entrar en receso. Esto se registro en el mes de julio, en donde el
follaje se encontró totalmente senescente.
5. LITRRATURA CITADA
Del Amor, F. 1998. “Salinity Duration and Concentration Affect Fruti Yield and
Quality, and Composition of plants Grown in Perlite”. Consejo Superior de
Investigaciones Científicas. Murcia, España. Pág. 1 -10
Ferreira, R. 1997. “Behavior of 42 crop species grown in saline soil with high
boron concentrations”. Agricultural water Management. Universidad de
California, Estados Unidos. Pág 111 – 124
Fuentes, Yague. 2001. “El suelo y los fertilizantes”, Quinta Edición. Editorial
Mundi-Prensa. Madrid, España. Pág. 297
González, Maria. 1999, “El cultivo del Espárrago”, Boletín INIA, Nº 6. Imprenta
Trama. Chillan, Chile. Pág. 257
González, Maria. 2001, “Espárrago verde”, Boletín INIA, Nº 39. Chillan, Chile
Pág. 45-50
71
Guerrero, Andrés. 2000. “El suelo, los abonos y la fertilización de los cultivos”,
Ediciones Mundi-Prensa. Madrid, España. Pág 205
Oster, Jim. 1995. “Curso: Riego con aguas salinas”, INIA, Centro regional
Intihuasi, La Serena, Chile. Pág
72
6. ANEXOS
FL = 5,5 × 100
18,17
FL = 30%
Es decir para el cultivo del Espárrago se tendrá que aumentar el riego en un 30%
para lograr una lixiviación de sales concentradas en el predio.
Datos
Superficie = 10.000 m2
Profundidad de suelo = 0,3 m.
Densidad aparente = 1,3 ton/m3
A. Cálculos de RAS
RAS = _____Na______
√(Ca + Mg)/2
RAS = 7,51
75
B. Cálculo de PSI
PSI = 8,93%
C. Enmienda cálcica
Para determinar [Na+]i, se utiliza la CIC de 118 meq/100 gr., según análisis de
suelo (ver cuadro 28)
∆[Na+] = 2,27meq/100g
Esta cantidad de yeso sería valida si se obtuviera una eficiencia del 100% en las
operaciones de desplazamiento. Generalmente, cuando se usa yeso, no suele
superarse el 75% (Urbano,2000)
F. Cantidad de yeso
AE = S × P × D × ( MOa – MOe)
100
donde:
S = Superficie (m2)
P = Profundidad (m)
D = Densidad aparente (ton/m3)
MOa = Contenido óptimo de materia orgánica (%)
MOe = Contenido existente materia orgánica (%)
AE = 8,6 ton/ha/año
AT = 8.600 + 1.800
2 3.000 1.200
3 3.000 1.200
4 3.000 1.200
5 3.000 1.200
B. Fertilización Nitrogenada
Conversión:
1 ton de turiones 6,0 kg. N2
5 ton de turiones X kg. N2
C. Requerimiento de nitrógeno
Año 1 (ejemplo)
255,4 kg.Urea
2 119,8 260,4
3 127,6 277,3
4 135,1 293,6
5 135,1 293,6
81
A. Requerimiento de fósforo:
Puede esperarse en estos suelos una fijación del 10% fósforo aportado, por efecto
del pH, por lo que la dosis practica de abonado deberá llevar:
Se aporta un 40% del requerimiento total del fósforo como abono de fondo, a
través del Superfosfato triple. El 60% restante es aplicado a través de un
fertilizante soluble, compatible para el sistema de riego por goteo. El fertilizante
seleccionado es el fosfato monoamónico cristalizado (6 – 61 - 0)
52 kg. N2
A. Requerimiento de potasio:
71,6 kg. N2
71,6 kg. se tendrá que restar a cada aplicación anual de la fertilización nitrogenada
a través de la Urea.
A. Requerimiento de calcio:
8,3 kg. N2
85
8,3 kg. se tendrá que restar a cada aplicación anual de la fertilización nitrogenada
a través de la Urea.