Está en la página 1de 19

INSTITUTO PRIVADO DALMACIO VÉLEZ SÁRSFIELD

NIVEL SUPERIOR

PROFESORADO DE NIVEL PRIMARIO

2°AÑO

ESPACIO CURRICULAR: CIENCIAS NATURALES Y SU DIDÁCTICA I

PROFESORA: ROSSA PATRICIA

ALUMNA: CEREDIN NADINE

TRABAJO PRÁCTICO N°2

-Informe sobre Dengue.

-Informe sobre Coronavirus.

-Propuesta de presentación sobre el Dengue.


INFORME SOBRE
DENGUE
DEFINICIÓN

El dengue es una enfermedad causada por un virus que se transmite a través


de la picadura de un mosquito hembra perteneciente al género Aedes, principalmente
el Aedes aegypti y en menor grado, de Aedes albopictus.
Contiene numerosos virus
El virus del dengue pertenece a la familia Flaviviridae y que infectan a mamíferos
existen cuatro variantes, los serotipos 1, 2, 3 y 4. capaces de causar
enfermedades en los
La inmunidad es serotipo-específica por lo que la humanos y animales. Son
infección con un serotipo determinado confiere inmunidad conocidos 69 patógenos
permanente contra el mismo (inmunidad homóloga), y sólo por pertenecientes a esta familia
unos meses contra el resto de los serotipos (inmunidad que consigue su nombre del
heteróloga). virus de la fiebre amarilla ya
que Flavus significa amarillo
Aunque, en teoría, una persona podría padecer dengue en latín.
hasta cuatro veces a lo largo de su vida (una por cada serotipo),
hasta el momento solo se han comprobado hasta tres Serotipo: Subespecie que se
infecciones en un mismo individuo. distingue de otra basándose
en la antigenicidad
Cualquier serotipo puede producir formas graves de la (capacidad de producir una
enfermedad, aunque los serotipos 2 y 3 han sido asociados a la respuesta inmune
mayor cantidad de casos graves y fallecidos. específica).
VECTOR DE LA ENFERMEDAD

Tanto el mosquito Aedes aegypti como el Aedes albopictus se desarrollan en


envases caseros que puedan almacenar agua, como por ejemplo tachos, tanques,
floreros. También recipientes extradomiciliarios como aljibes, neumáticos, piletas en
desuso, residuos orgánicos, botellas, latas, envases plásticos.

El mosquito Aedes aegypti vive en hábitats urbanos y se reproduce


principalmente en recipientes artificiales. A diferencia de otros mosquitos, este se
alimenta durante el día; los periodos en que se intensifican las picaduras son el
principio de la mañana y el atardecer, antes de que oscurezca. En cada periodo de
alimentación, el mosquito hembra pica a muchas personas. Los huevos
de Aedes pueden permanecer secos en sus lugares de cría durante más de un año y
eclosionar al entrar en contacto con el agua.

Aedes albopictus, vector secundario del dengue en Asia, se ha propagado al


Canadá, Norte América y a más de 25 países en la región de Europa debido al
comercio internacional de neumáticos usados y el movimiento de mercancías. Su
tolerancia a las temperaturas bajo cero, su capacidad de hibernación y su habilidad
para guarecerse en microhábitats son factores que propician su propagación.

HISTORIA DE LA ENFERMEDAD

El origen del término dengue viene de la frase de la lengua swahili "Kadinga


pepo", que describe esa enfermedad como provocada por un fantasma; la palabra
swahili "dinga", del castellano "dengue", trata de describir las molestias del paciente
por dolores articulares.

El primer informe de dengue aparece en una enciclopedia médica china de la


Dinastía Jin (265-420) en la que se asocia el vuelo de insectos con ―agua venenosa‖;
Benjamín Rush describe el dengue como "fiebre rompehuesos‖ en 1978.

Según una relación histórica incluida en el sitio de la Organización


Panamericana de la Salud sobre la presencia del dengue en las Américas esta
enfermedad podría haberse manifestado, por primera vez, en 1635, en Martinica y
Guadalupe; las primeras epidemias se produjeron casi simultáneamente en Asia,
África y América del Norte, en 1781.

La enfermedad fue identificada y nombrada como tal en 1779. En un inicio se


pensó que el origen del virus era África y que con el comercio de esclavos se había
expandido por el mundo. El Aedes aegypti, de origen africano, vivía en un ambiente
peridoméstico, en aguas estancadas en las aldeas africanas; la trata de esclavos que
tuvo lugar durante los siglos XVII, XVIII y XIX contribuyó a la diseminación del
mosquito en todo el mundo, fundamentalmente en las Américas, donde se adaptó al
ambiente urbano; el virus del dengue, así transportado, tanto en los esclavos como en
su vector, se asentó del otro lado del Atlántico.

Durante los siglos XVIII y XIX fueron informadas pandemias de dengue en


períodos de 20 a 30 años, principalmente en el Caribe y en el sur de los Estados
Unidos; durante la primera mitad del siglo XX las epidemias se produjeron en
intervalos más cortos y, a partir de los años 60, el dengue sustituyó a la fiebre amarilla
como problema de salud en la región.

TRANSMISIÓN

El dengue se transmite por la picadura de un mosquito infectado con el virus


que, para estarlo, debe haber picado previamente a una persona infectada en período
de viremia.

Las personas infectadas presentan viremia desde un día antes y hasta cinco o
seis días posteriores a la aparición de la fiebre. Si durante la viremia el mosquito pica a
esta persona, se infecta. Luego de un periodo necesario para el desarrollo de la
infección viral en el mosquito (periodo de incubación extrínseco), éste permanecerá
infectante el resto de su vida y con capacidad de infectar a individuos susceptibles. La
duración de este periodo es variable (7 a 14 días) y, entre otros factores, depende de
la temperatura media ambiental.

La enfermedad no se transmite de persona a persona, ni a través de objetos, ni


por vía oral, respiratoria ni sexual. Sin embargo, aunque es infrecuente, también están
descriptas la transmisión durante el embarazo y la vía transfusional.

DISTRIBUCIÓN

El dengue es la enfermedad viral de más rápida propagación en el mundo. En


los últimos 50 años, su incidencia ha aumentado 30 veces con la creciente expansión
geográfica hacia nuevos países y, en la actual década, de áreas urbanas a rurales.

Es un problema creciente para la Salud Pública mundial, debido a varios


factores: el cambio climático, el aumento de la población mundial en áreas urbanas de
ocurrencia rápida y desorganizada, la insuficiente provisión de agua potable que obliga
a su almacenamiento en recipientes caseros habitualmente descubiertos y la
inadecuada recolección de residuos.
Una gran mayoría de los casos son asintomáticos, por lo que el número real de
casos está insuficientemente notificado y muchos están mal clasificados. Según una
estimación reciente, se producen 390 millones de infecciones por dengue cada año, de
los cuales 96 millones se manifiestan clínicamente (cualquiera que sea la gravedad de
la enfermedad).

Antes de 1970, solo nueve países habían sufrido epidemias de dengue grave.
Ahora, la enfermedad es endémica en más de 100 países de las regiones de África,
las Américas, el Mediterráneo Oriental, Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental. Las
regiones más gravemente afectadas son las Américas, Asia Sudoriental y el Pacífico
Occidental.

En 2008, en las regiones de las Américas, Asia Sudoriental y Pacífico


Occidental se registraron en conjunto más de 1,2 millones de casos, y en 2015, más
de 3,2 millones (según datos oficiales presentados por los Estados Miembros a la
OMS). En fecha reciente el número de casos notificados ha seguido aumentando. En
2015, se notificaron 2,35 millones de casos tan solo en la Región de las Américas, de
los cuales más de 10 200 casos fueron diagnosticados como dengue grave y
provocaron 1181 defunciones.

Entre los viajeros que regresan de países de ingresos bajos y medianos, el


dengue constituye la segunda causa de fiebre diagnosticada tras el paludismo.

Tras un descenso del número de casos en 2017-18, en 2019 se está


observando un fuerte aumento.

Se calcula que cada año son hospitalizadas 500 000 personas con dengue
grave, cuya tasa de letalidad estimada es del 2,5%. No obstante, muchos países la
han reducido a menos del 1%, y la tasa de letalidad mundial ha disminuido en un 28%
entre 2010 y 2016, gracias a que el tratamiento de los casos ha mejorado de forma
significativa con la creación de capacidad en los países.

En América solamente ha sido demostrada la transmisión del dengue a través


de mosquitos Aedes aegypti. El Aedes albopictus, relacionado a la transmisión de la
enfermedad en otros continentes, solo es un vector potencial en las Américas.

El Aedes aegypti fue detectado nuevamente en Argentina a partir del año 1984,
y se distribuye actualmente desde el norte del país hasta las provincias de Buenos
Aires, La Pampa y Mendoza. El Aedes albopictus se encontró en las provincias de
Misiones y de Corrientes, pero no asociado a la transmisión del dengue.

El comportamiento del dengue en Argentina es epidémico, y la ocurrencia de


casos se restringe a los meses de mayor temperatura (noviembre a mayo), en
estrecha relación con la ocurrencia de brotes en los países limítrofes.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS

La infección por dengue puede ser clínicamente inaparente o puede causar una
enfermedad de variada intensidad. Luego de un período de incubación que puede ser
de 5 a 7 días (se han observado casos con un período de incubación de 3 hasta 14
días), podrán aparecer las manifestaciones clínicas, aunque una alta proporción de las
personas infectadas cursarán de manera asintomática.

Las infecciones sintomáticas pueden variar desde formas leves de la


enfermedad, que solo se manifiestan con un cuadro febril agudo, de duración limitada
(2 a 7 días) a otros cuya fiebre se asocia a intenso malestar general, cefalea, dolor
retro ocular, dolor muscular y dolores articulares.

Algunos casos de dengue pueden evolucionar a formas graves (dengue grave)


en las que hay manifestaciones hemorrágicas y presencia de colecciones líquidas en
cavidades serosas lo que puede llevar a un cuadro de shock.

Los casos de dengue grave son más frecuentes en personas que ya


padecieron dengue por un serotipo (infección primaria) y se infectan nuevamente
(infección secundaria) con un serotipo diferente al que le ocasionó el primer cuadro.
Este fenómeno puede ocurrir hasta muchos años después de ocurrida la infección
primaria, pero no implica necesariamente que toda infección secundaria conduzca a
dengue grave. No obstante, también la infección primaria puede asociarse a dengue
grave.

Finalmente, existen otras formas clínicas de dengue menos frecuentes, que se


caracterizan por la afectación especialmente intensa de un órgano o sistema:
encefalitis, miocarditis, hepatopatía, y afectación renal con insuficiencia renal aguda.

El dengue es una enfermedad sistémica y muy dinámica, en la que en pocas


horas un paciente puede pasar de un cuadro leve a un cuadro grave. Al inicio de la
fiebre, no es posible predecir si el paciente tendrá síntomas y signos leves todo el
tiempo, o si evolucionará a una forma grave de la enfermedad. Por lo tanto, el equipo
de salud debe controlar a todo paciente con dengue hasta al menos 48 horas de
finalizada la etapa febril.

Las manifestaciones clínicas del dengue pueden dividirse en tres etapas:

• Etapa febril

• Etapa crítica

• Etapa de recuperación

La etapa febril: es de duración variable (entre 3 a 6 días en niños y 4 a 7 días


en adultos), se asocia a la viremia, durante la cual existe una alta posibilidad de
transmisión de la enfermedad si la persona es picada por un mosquito vector.

En esta etapa el paciente puede tener además de la fiebre, dolor muscular y


articular, cefalea, astenia, exantema, prurito, y síntomas digestivos tales como:
discreto dolor abdominal y, a veces, diarrea.

El período durante el cual se produce la caída de la fiebre y hasta 48 horas


después, es el momento en el que los enfermos pueden presentar complicaciones; es
capaz de conducir al shock por dengue.

A la caída de la fiebre, el enfermo puede mejorar o empeorar.

Etapa crítica: los pacientes que empeoran con la caída de la fiebre y presentan
signos de alarma, son casos de dengue con signos de alarma y es cuando el paciente
puede presentar: choque por la extravasación de plasma (escape de sangre de los
vasos); hemorragias graves, compromiso serio de órganos.

Etapa de recuperación: es cuando el paciente sobrevive a la fase crítica de dos


a tres días y se presenta una mejoría en su estado general, se recupera el apetito,
mejoran los síntomas gastrointestinales.

TRATAMIENTO
No hay tratamiento específico para el dengue.
En caso de dengue grave, la asistencia prestada por médicos y enfermeras que
tienen experiencia con los efectos y la evolución de la enfermedad puede salvar vidas
y reducir las tasas de mortalidad de más del 20% a menos del 1%. Es decisivo
mantener el volumen de los líquidos corporales.

INMUNIZACIÓN
La primera vacuna contra el dengue —Dengvaxia® (CYD-TDV), desarrollada
por Sanofi Pasteur— fue aprobada por vez primera en diciembre de 2015 y hasta
ahora su comercialización ha sido autorizada por los organismos de reglamentación de
20 países para ser utilizada en personas de 9 a 45 años residentes en zonas
endémicas. En abril de 2016 la OMS publicó una recomendación condicional sobre su
uso en zonas en las que el dengue es muy endémico.
En noviembre de 2017 se publicaron los resultados de un nuevo análisis para
determinar retrospectivamente el estado serológico en el momento de la vacunación.
Dichos resultados revelaron que el grupo de participantes en el ensayo que eran
seronegativos en el momento de la vacunación tenían mayor riesgo de padecer
dengue grave y hospitalizaciones por dengue que los participantes no vacunados.

Posición de la OMS
Los ensayos clínicos han demostrado que la vacuna CYD-TDV con virus vivos
atenuados es eficaz y segura en personas que ya han sido infectadas anteriormente
por el virus del dengue (sujetos seropositivos), pero conlleva un aumento del riesgo de
dengue grave en los infectados por vez primera tras la vacunación (sujetos
seronegativos).
La estrategia recomendada para los países que estén pensando en incluir la
vacunación en sus programas de control del dengue consiste en determinar el estado
serológico de los sujetos antes de la vacunación y en vacunar únicamente a los que ya
hayan sido infectados con anterioridad, de acuerdo con los resultados de una prueba
de anticuerpos o con la demostración de una infección previa confirmada mediante
pruebas de laboratorio.
Las decisiones sobre la aplicación de la estrategia de determinación del estado
serológico antes de la vacunación requieren una evaluación cuidadosa en el ámbito
nacional, teniendo en cuenta la sensibilidad y especificidad de las pruebas disponibles
y las prioridades locales, la epidemiología del dengue, las tasas de hospitalización por
dengue en el país y la asequibilidad de la vacuna CYD-TDV y de las pruebas de
detección.
La vacunación debe formar parte de una estrategia integrada de prevención y
control del dengue, y sigue siendo necesario aplicar otras medidas preventivas, como
un control bien ejecutado y mantenido de los vectores. Estén vacunados o no, los
pacientes deben buscar rápidamente atención médica en caso de que presenten
síntomas de dengue.

PREVENCIÓN Y CONTROL
Hoy por hoy, el único método para controlar o prevenir la transmisión del virus
del dengue consiste en luchar contra los mosquitos vectores:
 Evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevecillos
aplicando el ordenamiento y la modificación del medio ambiente.
 Eliminar correctamente los desechos sólidos y los posibles hábitats artificiales.
 Cubrir, vaciar y limpiar cada semana los recipientes donde se almacena agua
para uso doméstico.
 Utilizar medidas de protección personal en el hogar, como mosquiteros en las
ventanas, usar ropa de manga larga, repelentes.
 Mejorar la participación y movilización comunitarias para lograr el control
constante del vector.
 Durante los brotes epidémicos la aplicación de insecticidas mediante el
rociamiento.
INFORME SOBRE
CORONAVIRUS
DEFINICIÓN

Orthocoronavirinae, comúnmente conocidos como coronavirus son una familia


de virus que se descubrió en la década de los 60 pero cuyo origen es todavía desconocido.
Sus diferentes tipos provocan distintas enfermedades, desde un resfriado hasta un
síndrome respiratorio grave (una forma grave de neumonía).
Gran parte de los coronavirus no son peligrosos y se pueden tratar de forma eficaz.
De hecho, la mayoría de las personas contraen en algún momento de su vida un
coronavirus, generalmente durante su infancia. Aunque son más frecuentes en otoño o
invierno, se pueden adquirir en cualquier época del año.
Los coronavirus reciben su nombre debido a los picos que sobresalen de sus
membranas, que se asemejan a la corona del sol. Pueden infectar tanto a animales
como a humanos y causar enfermedades del tracto respiratorio.

En los últimos años se han descrito tres brotes epidémicos importantes causados
por coronavirus:
SRAS-CoV: El síndrome respiratorio agudo y grave (SRAS, también conocido como
SARS y SRAG) se inició en noviembre de 2002 en China, afectó a más de 8.000 personas
en 37 países y provocó más de 700 muertes. La mortalidad del SRAS-Cov se ha cifrado en
el 10% aproximadamente.
MERS-CoV: El coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio
(MERS) fue detectado por primera vez en 2012 en Arabia Saudita. Se han notificado hasta
octubre de 2019 más de 2.400 casos de infección en distintos países, con más de 800
muertes. La letalidad es, por tanto, del 35%.
COVID-19: A finales de diciembre de 2019 se notificaron los primeros casos de un
nuevo coronavirus en la ciudad de Wuhan (China). Desde entonces el goteo de nuevos
infectados por el virus SARS-CoV-2 (inicialmente llamado 2019nCoV), que provoca el
COVID-19, ha sido continuo y su transmisión de persona a persona se ha acelerado. Los
casos declarados de neumonía de Wuhan ya superan con creces a los de la epidemia de
SRAS, pero la tasa de letalidad es más baja.
La Organización Mundial de la Salud ha declarado la situación de pandemia.

ORIGEN DE COVID-19
El 17 de noviembre de 2019 sería la fecha del primer caso en el mundo del
nuevo coronavirus y el paciente cero sería una persona de 55 años de Wuhan, China.

Las primeras informaciones que circularon en varios medios de comunicación


aseveraban que la enfermedad era transmitida por murciélagos y que el brote tuvo
sus comienzos en un mercado de Wuhan donde se comercializaban animales para su
ingesta, entre ellos murciélagos, víboras y mariscos.

Una de las razones que ponen en el foco de las sospechas a estos mamíferos,
además de sus antecedentes siendo el origen de epidemias previas como el SARS y
el MERS, es la capacidad que tienen por su sistema inmunológico a vivir con distintos
virus sin enfermarse. Sin embargo, aún no se comprobó que también lo sean del
nuevo coronavirus.

La iniciativa de que el Covid-19 fue obra del hombre abarca una teoría
conspirativa acerca de una guerra biológica entre potencias mundiales. Por un lado
fabricado por Estados Unidos y Rusia para acabar con China, y por el otro gestado por
el país asiático con el fin de destruir la economía de los países occidentales y así
enriquecer sus propias arcas.

Pero un grupo de científicos desmintió la posibilidad de que el ser humano


haya elaborado el virus en un laboratorio: "pudimos determinar, a partir de decodificar
el material genético del SARS-CoV-2, que es imposible que alguien pudiera haberlo
creado en un laboratorio, sino que es producto de la evolución natural", afirmó el
doctor Robert E. Garry, profesor de la Universidad de Tulane, EE.UU. En tanto, lo
cierto es que la Organización Mundial de la Salud continúa estudiando y trabajando
para descubrir el verdadero origen.

TRANSMISIÓN

Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté
infectada por el virus.

La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las


gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona
infectada tose o exhala. Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que
rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si
tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca.
También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una
persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de
1 metro (3 pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma.

No se sabe con certeza cuánto tiempo sobrevive el virus causante de la


COVID-19 en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus. Los
estudios realizados indican que los coronavirus pueden subsistir en una superficie
desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las
condiciones (por ejemplo, el tipo de superficie, la temperatura o la humedad del
ambiente).

PAÍSES MÁS AFECTADOS

El coronavirus COVID-19 ya ha afectado a más de 1.430.000 personas en todo


el mundo. Los países con más casos confirmados siguen siendo Estados Unidos,
España e Italia. El primero roza la cifra de 400.000 personas contagiadas. Por su
parte, España cuenta con más de 141.000 contagios e Italia con más de 135.000.

El número de muertos a nivel mundial sobrepasa los 82.000, de los cuáles,


más de 17.000 han tenido lugar en Italia, el país con más fallecimientos a causa del
virus. Estados Unidos ha contabilizado casi 2.000 decesos en las últimas 24 horas y
su cifra se sitúa ya en más de 12.000.

SÍNTOMAS Y GRAVEDAD

Los síntomas más comunes son:

 Dolor de garganta
 Tos
 Fiebre
 Dificultad para respirar
La gravedad de los síntomas del coronavirus podría estar relacionada a la
cantidad de carga viral presente en el organismo, según halló un estudio de
investigadores chinos. ―…Sospechamos que la cantidad de virus que está produciendo
una persona infectada, denominada carga viral, y que potencialmente se está
eliminando, también afectará la transmisión; cuanto mayor sea la carga viral, más
contagiosa es la persona‖, dijo Jonathan Ball, virólogo de la Universidad de
Nottingham.

Se cree que al menos el 80 por ciento de los pacientes con coronavirus tienen
solo una enfermedad leve similar a un resfriado, mientras que algunos pueden
desarrollar problemas respiratorios más graves.

Los enfermos más graves desarrollan neumonía y requieren internación en


unidades de cuidados intensivos. Estos casos tienen una tasa de supervivencia de
alrededor del 50 por ciento.

POSIBLES VACUNAS

Hay más de 40 desarrollos en marcha para prevenir la enfermedad COVID-19.

El doctor Anthony Fauci es un líder mundial en enfermedades infecciosas


expreso que si uno de los intentos actuales llega a funcionar, podría ser utilizado
masivamente en 18 meses.

El director de la OMS, Tedros Adhanom Gebreyesus, celebró el inicio de las


primeras pruebas en humanos de una de las candidatas a vacuna contra el nuevo
coronavirus. El ensayo lo lleva adelante el Kaiser Permanente Washington Health
Research Institute (KPWHRI), en Seattle, financiado por el Instituto Nacional de
Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que forma parte de los Institutos
Nacionales de Salud.
Son 45 los voluntarios sanos de 18 a 55 años que participarán durante 6
semanas del ensayo clínico de fase 1, dirigido por la investigadora Lisa Jackson.
Recibirán dos inyecciones, aproximadamente con 28 días de diferencia.

La vacuna, que demostró ser ―prometedora‖ en modelos animales, se llama


ARNm-1273 y fue desarrollada por científicos del NIAID y la compañía biotecnológica
Moderna Therapeutics, con sede en Boston. La CEPI apoya el proyecto que, hasta
ahora, es el que se encuentra en fase más avanzada.

El Ministerio de Defensa de China comunicó al mundo que había desarrollado


una vacuna contra el nuevo coronavirus. El proyecto también entró en fase de
investigación clínica con 108 voluntarios de 18 a 60 años en quienes probarán tres
dosis diferentes para evaluar su seguridad y cuál induce una mejor respuesta.

A diferencia de la vacuna basada en ARNm que se prueba en Estados Unidos,


este proyecto chino es el vacuna recombinante basada en vectores de adenovirus.

Europa tiene varios proyectos, en los cuales están involucrados institutos de


investigación, universidades y laboratorios. La Universidad de Oxford y el Instituto
Jenner trabajan, por ejemplo, en una vacuna que emplea como vector el adenovirus y
que ya fue probada en modelos para MERS, gripe, Chikunguña, malaria y
tuberculosis. Mientras que el Instituto Pasteur (Francia) trabaja en conjunto con la
Universidad de Pittsburg (Estados Unidos) y la biotecnológica austríaca Themis
Bioscience en una vacuna recombinante que utiliza el virus de sarampión.

Israel está desarrollando una vacuna oral a partir de una utilizada en aves de
corral. La iniciativa corresponde al Instituto Migal. Su director calcula que las pruebas
en humanos se iniciarán en dos o tres meses.

MEDIDAS DE PROTECCIÓN

Hay varias precauciones que se pueden adoptar para reducir la probabilidad de


contraer o de contagiar la COVID-19:

 Lavarse las manos a fondo y con frecuencia usando un desinfectante a base


de alcohol o con agua y jabón, porque mata los virus que pueda haber en las
manos.

 Mantener una distancia mínima de 1 metro, porque cuando alguien tose o


estornuda, despide por la nariz o por la boca unas gotículas de líquido que
pueden contener el virus.

 Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, porque las manos tocan muchas
superficies y pueden recoger virus. Una vez contaminadas, las manos pueden
transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca. Desde allí, el virus puede entrar
en su cuerpo.
 Cubrir la boca y la nariz con el codo doblado o con un pañuelo de papel al toser
o estornudar. El pañuelo usado debe desecharse de inmediato. Porque así se
protegen a las personas cercanas de virus como los del resfriado, la gripe y la
COVID-19.

 Permanecer en casa si no se encuentra bien. Si se presenta fiebre, tos y


dificultad para respirar, buscar atención médica y llamar con antelación. Seguir
las instrucciones de las autoridades sanitarias locales.

 Mantenerse informado sobre las últimas novedades en relación con la COVID-


19. Seguir los consejos de las autoridades sanitarias pertinentes a nivel
nacional y local.
CONFERENCIA SOBRE EL DENGUE (PÚBLICO NIÑOS DE 6 A 8 AÑOS)

Objetivos:

 Conocer las características principales del dengue y sus formas de transmisión.


 Adoptar prácticas de prevención del dengue y su vector, el mosquito Aedes
aegypti.

Propuestas:

1. Presentación del video del cuento ―El mosquito Lito‖, Ministerio de Salud de la
Nación, relato de Florencia Ferrero (Anexo N°1).
2. Lluvia de ideas, originada por preguntas como: ¿Qué es el dengue? ¿Qué lo
causa? ¿Quién lo trasmite?
3. Explicación a través de una lámina que grafique la triada epistemológica de la
enfermedad (Anexo N°2).
4. Vector de la enfermedad: el mosquito Aedes aegypti, sus características,
diferenciación con el mosquito común, momentos en que pican.
Agente: Virus (explicación sencilla)
Ambiente: características de los espacios donde se desarrolla el mosquito.
Huésped: transmisión – Manifestaciones clínicas (las más importantes).
5. Distribución de dibujos para que coloreen los lugares que pueden ser
potenciales criaderos de Aedes aegypti ( como Anexo N°3).
6. Para finalizar la conferencia se otorgará una planilla para que realicen una
observación en sus hogares de recipientes, lugares donde puede desarrollarse
el mosquito, para sistematizarlas en clases.

Anexo N°1:

https://www.youtube.com/watch?time_continue=12&v=WH7-
s50jdZQ&feature=emb_logo

Anexo N°2
ANEXO N°3

Nadine Ceredin

32.873.446

También podría gustarte