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Desde la infancia hemos visto como estos animales llevan a sus crías a donde van en una bolsa abdominal

y posiblemente esta imagen hace que recordemos que en el mundo animal existen madres a tiempo
completo y todo por esta extraordinaria adaptación, el marsupio.

Los canguros son animales fácilmente identificables que tiene por hogar a Australia donde gracias a
condiciones especiales de aislamiento los marsupiales se convirtieron en los amos y señores del territorio y
han evolucionado en diferentes formas, y todos los marsupiales tienen una característica común y distintiva
el marsupio, que no es más que un pliego epidérmico que recubre las mamas de la hembra y sirve de una
especie de incubadora para completar del desarrollo de las crías que nace sin placenta y estas de
mantendrán allí dentro hasta mucho después de haber alcanzado su desarrollo o hasta que la madre
alcance nuevamente la capacidad de reproducirse.

Esta adaptación a la que llego esta especie animal es de interés para esta investigación puesto que podría
ayudar a solucionar el problema que supone el nacimiento prematuro de una cría humana. Como imitar
esta bolsa porta bebé garantizaría el desarrollo del neonato humano mientras también recibe interacción
social [1] tan importante para el desarrollo físico y mental mediante el roce [2] cuerpo a cuerpo con el de su
progenitora o quien le sustituya. Inicialmente comenzaremos describiendo que es el marsupio y cuáles son
sus características principales. El marsupio constituye una especie de saco que permite parte de la
evolución del feto. Las crías de los marsupiales permanecen allí hasta que aprenden a movilizarse con sus
propias patas. La madre, sin embargo, podrá brincar o correr perfectamente con ellas adentro. Esta bolsa
es una segunda piel, desarrollada exteriormente en la pared abdominal. Los pechos de la madre se hallan
debajo de ésta, lo que ayuda a la formación de las crías. Las mismas se mantienen y alimentan durante
varios meses en el marsupio, después de su nacimiento. Dependiendo de la especie, el marsupio varía de
tamaño y forma. Asimismo, su ubicación puede estar más o menos cercana a la vagina. Entre otras
funciones que cumple el marsupio la principal es de incubadora y refugio para la cría, recordemos las crías
de marsupiales nacen sin placenta por lo cual debe alimentarse directamente del pezón de la madre.

Por diversos motivos [4] un bebé humano puede nacer prematuramente y ha sido un reto para los
neonatologos conservar con vida a estos bebés que no tiene completamente desarrollados muchos de sus
órganos, para ello se disponen de incubadoras que cumplen la funciones protección [5], sin embargo una
incubadora no ofrece una experiencia afectiva y es conocida la importancia que tiene para el desarrollo del
bebé la interacción con la madre [1] y como eso repercute en su desarrollo psicológico y mental. Crear un
marsupio para darle continuidad a embarazos de bebés humanos sería una alternativa a la incubadora
mientras se asegura la integridad del bebé y descongestionamos valiosos espacios clínicos para la
atención de bebés con problemas más importantes. Entre las características que deberá poseer este
marsupio clínico esta: Protección física; ofrecer temperatura estable; crear una barrera que lo separe de los
agentes micro bióticos y bacterianos, que permita la alimentación y la interacción [2] del neonato con la
madre o quien la sustituya.

Entre los desafíos para poder obtener este marsupio esta la utilización de biomateriales compatibles tanto
en lo estructural como en la protección del neonato, el desarrollo de un líquido amniótico que pueda
sustituir al original pero cumpla las funciones del otro y sobre todo la función de cómo hacer para
suministrar al neonato la alimentación [3] requerida para su crecimiento.

Esta tecnología podría ayudar a muchísimas mujeres que por múltiples y variadas razones necesiten [4]
dar fin al embarazo sin necesidad de poner fin a la vida del niño o de los niños que lleva en su vientre.
Socialmente sería una solución al tema relacionado con el aborto terapéutico facilitando así que una madre
pueda cuidar de su vida sin poner en riesgo la del bebé. Sería una aplicación tecnología donde se pondría
todo el conocimiento humano al servicio para preservar el bien más importante que es la vida de la propia
especie. Igualmente esta tecnología podría ser usada para brindar apoyo a la conservación de espacies en
peligro de extinción por ejemplo.

Entre otras razones para su proposición también esta apartar al bebé del ambiente hospitalario y
especialmente del área de quirófano y terapia intensiva, donde podría hacerse fácil el contagio de virus y
bacterias, sobre todo de aquellas bacterias que tienen mayor resistencia a antibióticos. Los bebes
prematuros suelen nacer con inmadurez en los pulmones, esto dado a que en promedio los pulmones
alcanzan la madurez adecuada a las 36 semanas, situación que requerirá supervisión y el suministro de
esteroides que estimulen el desarrollo normal de sus pulmones. Entre otras afecciones posibles: Los recién
nacidos de menos de 34 semanas de gestación presentan coordinación inadecuada de los reflejos de
succión y deglución, y deben ser alimentados por vía intravenosa o por sonda nasogástrica [3]. Los recién
nacidos prematuros tienen un cociente entre superficie y volumen corporal excepcionalmente grande. Por
lo tanto, cuando están expuestos a temperatura inferiores al ambiente térmico neutro, pierden calor
rápidamente y tienen dificultad para mantener [5] la temperatura corporal. El ambiente térmico neutro es la
temperatura ambiente en la cual las demandas metabólicas (y por lo tanto el gasto de calorías) para
mantener la mínima temperatura corporal normal (rectal 36,5 a 37,5 ºC). La alternativa a la incubadora
tradicional el marsupio porta bebé tendría al menos la capacidad de reducir los riesgos que le supone a un
prematuro haber nacido antes de tiempo, el marsupio daría tiempo a que estos riesgos disminuyan .
1) Boykova, Marina MSc, RN; Kenner, Carole PhD. Transition From Hospital to Home for Parents of
Preterm Infants. The Journal of Perinatal & Neonatal Nursing: January/March 2012 - Volume 26 - Issue 1 -
p 81-87 doi: 10.1097/JPN.0b013e318243e948
2) Gallegos-Martinez, Josefina, Reyes-Hernández, Jaime, & Scochi, Carmen Gracinda Silvan. (2013).
The hospitalized preterm newborn: The significance of parents' participation in the Neonatal Unit. Revista
Latino-Americana de Enfermagem, 21(6), 1360-1366. https://doi.org/10.1590/0104-1169.2970.2375
3) Catherine J. Klein, Nutrient Requirements For Preterm Infant Formulas, The Journal of Nutrition,
Volume 132, Issue 6, June 2002, Pages 1395S–1577S, https://doi.org/10.1093/jn/132.6.1395S
4) Goldenberg R, Culhane J, Iams J, Romero R. Preterm Birth 1: Epidemiology and Causes of
Preterm Birth. Obstetric Anesthesia Digest. 2009;29(1):6-7. doi:10.1097/01.aoa.0000344666.82463.8d
5) Sunshine P. Preamble to: The Incubator and the Medical Discovery of the Premature Infant. Journal
of Perinatology. 2000;20(5):320-320. doi:10.1038/sj.jp.7200376

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