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Tal vez el instrumento más utilizado para recolectar los datos es el cuestionario.
Un cuestionario consiste en un conjunto de preguntas respeto a una o más
variables a medir. El contenido de las preguntas de un cuestionario es tan variado
como los aspectos que mide. Básicamente se consideran dos tipos de preguntas:
cerradas y abiertas (Armendariz, 2013). Pero de acuerdo con Corbetta (2007) en
algunos casos la pregunta cerrada no es viable: cuando las posibles respuestas
no están totalmente claras para el investigador, cuando éstas son demasiado
numerosas o tratan sobre cuestiones demasiado complejas, cuando los
entrevistados tienen un nivel cultural muy bajo y están poco habituados al lenguaje
abstracto de las respuestas precodificadas, cuando se trata de cuestiones
delicadas, accesibles sólo mediante una entrevista en profundidad.
Igualmente este autor considera que las preguntas abiertas también tienen sus
limitaciones, por ejemplo, cuando la muestra es muy numerosa a partir de varios
centenares de entrevistados, no queda otra alternativa que la pregunta cerrada.
Pero si el grupo de la muestra es pequeño y controlable por el investigador se
puede trabajar con preguntas abiertas, o lo que se llama la entrevista estructurada.
Otra limitación de esta técnica tiene que ver con la fiabilidad del comportamiento
verbal, y plantea dos problemas distintos. El primero se refiere a las conductas
socialmente deseables: si es una cultura una actitud o un comportamiento
determinado tienen una connotación negativa, el entrevistado puede estar tentado
de atribuirse la actitud o el comportamiento socialmente adecuados, en lugar de
los reales. La segunda cuestión es la de la falta de opinión (o seudoopiniones): en
el curso de una entrevista puede suceder que al preguntar a los sujetos por temas
complejos sobre los que no tienen una opinión, éstos contesten al azar, porque no
se atreven a confesar que no tienen una opinión al respecto (Corbetta, 2007)
Toda esta vorágine informacional hace que los consumidores de estos sistemas
no puedan captar tanta información, que se torna más difícil aun cuando se trata
de sectores especializados, como puede ser el sector de las ciencias biomédicas,
por sólo citar un ejemplo; y a menudo se ven perdidos dentro de esta avalancha.
Este fenómeno se ha venido nombrando por los especialistas “Infoxicación”
(Sarduy, 2007)
LIKERT (Likert, 1932), por su parte, plantea un proceso de elaboración más breve
y sencillo que Thurstone y -según el autor- igualmente fiable. Su técnica acepta
expresamente que las actitudes pueden medirse a través de manifestaciones
verbales y asume la posibilidad de estudiar dimensiones de actitud a partir de un
conjunto de enunciados que operen como reactivos para los sujetos. Éstos
pueden situarse en la variable de actitud desde el polo más favorable al más
desfavorable, de tal manera que la variación de las respuestas será debida a
diferencias individuales de los sujetos.
El concepto escala de Likert abarca una amplia variedad de escalas, que también
se conocen con el nombre de escalas aditivas, ya que la puntuación de la escala
se deriva de la suma de las puntuaciones delos elementos que la componen. La
construcción de una escala de Lickert consta de cuatro fases: formulación de las
preguntas, aplicación a una muestra de sujetos, análisis de los elementos y del
grado de coherencia interna, y control de la validez y el carácter unidimensional de
la misma (Corbetta, 2007).
El test sociométrico, creado por Jacob Moreno, tiene por objetivo identificar la red
de relaciones interpersonales existentes entre los individuos de un grupo. En su
versión básica el test sociométrico consiste en un cuestionario que contiene unas
cuantas preguntas para plantear los sujetos del grupo sobre las preferencias y
rechazos que sienten hacia los demás componentes del grupo (Corbetta, 2007).
El primer estudio importante basado en estadísticas oficiales fue realizado por
Émile Durkheim a finales del siglo XIX (1897), y trataba sobre el suicidio.
Basándose en las tasas de suicidio de los distintos países europeos, Durkheim
logró confirmar empíricamente su compleja teoría de la integración social, teoría
que sigue manteniendo su validez en la actualidad (Corbetta, 2007).
Durante los últimos 15 años ha habido a nivel internacional dos impulsos fuertes
en el quehacer estadístico. Por un lado, se encuentra la intención generalizada por
ampliar la producción nacional de estadísticas que funden políticas públicas en
base a evidencia empírica. En esta línea, la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) con la Comisión Europea, la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional (FMI) crearon el Consorcio de Estadísticas para el Desarrollo en el
Siglo 21 (PARIS 21) destinado a promover la mayor y mejor producción de
estadísticas que permitan verificar el grado de avance de las metas del milenio
(INE, 2015).
Las estadísticas oficiales se diferencial del resto de datos que se suelen utilizar en
investigación social, sobre todo los recogidos mediante encuestas por muestreo,
en cuatro aspectos: a) la producción: generalmente las estadísticas oficiales son
realizadas por la administración pública y producidas mediante procedimientos
administrativos ordinarios; b) las unidades de análisis, que en las estadísticas
oficiales no son individuos, sino agregados territoriales de individuos, y que por
este motivo se denominan datos agregados, por contraste con los datos
individuales; c) el contenido pues la información recopilada por la administración
pública consiste en registros de acontecimientos o hechos, por lo cual, con norma,
las opiniones, las actitudes y las motivaciones están excluidas de estos datos; y d)
la magnitud del registro, ya que las fuentes estadísticas tradicionales, como los
censos, engloban a toda la población, y no a una muestra de la misma (INE, 2015)
Un registro administrativo se define como una serie de datos sobre una acción
sujeta a regulación o control obtenida por una entidad pública o privada como
parte de su función y que es resultado de necesidades fiscales, tributarias u otras,
creada con la finalidad de visibilizar la administración de los programas de
gobierno o para fiscalizar el cumplimiento de obligaciones legales de la sociedad
(DANE, 2010).
Debido a la instalación cada vez más frecuente en casi todos los campos de la
actividad pública y privada de registros con soporte computacional sobre sus
procesos administrativos, los registros son un ventajoso recurso para obtener
estadísticas en áreas temáticas donde no existen fuentes estadísticas alternativas.
Un ejemplo de esto es la posibilidad que ofrecen los registros administrativos de
contar con datos sectoriales de la producción agrícola; regularidad y crecimiento
de actividad económica de las empresas; estado de las relaciones laborales;
distribución territorial de eventos (como los demográficos) y de transacciones,
como son los subsidios de vivienda, salud y otros similares (INE, 2015)
Existe una serie de ventajas que potencian el uso de los registros administrativos
con fines estadísticos: a) No hay una mayor carga para la persona o unidad
informante. b) Son de bajo costo. c) Tienen cobertura casi completa de la
población controlada. d) Las personas entrevistadas responden con cuidado las
preguntas administrativas importantes e) Dan buenas posibilidades de presentar
informes sobre áreas pequeñas, estadísticas regionales y estudios longitudinales
(INE, 2015).
Sin embargo, existen algunas limitaciones más específicas para el uso de los
registros administrativos (INE, 2015):
f) El acceso a los datos puede ser difícil por asuntos legales o éticos que requieren
un cuidadoso y riguroso sistema de manejo de ellos.
BIBLIOGRAFIA