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La crisis capitalista en México y las alternativas para los trabajadores

Rubén Rivera

El proceso electoral del 2018 arrojo una situación muy incómoda para la gran burguesía mexicana,
durante décadas se había gestado un proceso de entrega paulatina pero ininterrumpida de todas
las palancas del poder.

Ha pasado dos años desde la derrota electoral, un años y medio de gestión de López Obrador, si
bien la oposición de derecha nunca ha estado conforme con la situación que los ha despojado del
gobierno, es hasta ahora -que la crisis mundial junto con tragedia de la pandemia del coronavirus
pegan con fuerza en México- , cuando sienten la fuerza suficiente para mostrar su clara intención
de impedir que el gobierno de AMLO logre terminar el sexenio. La vocación golpista de la derecha
en México no es un una cuestión autóctona, en toda América Latina se ha procedido a
mecanismos fuera de la ley para derrocar gobiernos democráticamente electos, en algunos de
ellos lo han logrado, en otros han generado tal ingobernabilidad que luego de un periodo de
gobierno se elige ya sea a un nuevo representante de los viejos partidos o a demagogos de
derecha como Bolsonaro o Macri.

Pero ¿Cuál es el motivo de tanto encono?, si miramos bien el gobierno de AMLO, como el de
muchos otros de sus colegas de la izquierda progresista, no cesa de consentir a los más
prominentes representantes de la elite, cena con ellos, les hace participes de los programas de
gobierno como el reparto de recursos de distintos programas, son sus amigos. Si revisamos bien, el
gobierno de AMLO pese a cuestionar al neoliberalismo no ha renacionalizado una sola de las
empresas privatizadas en incluso durante su gestión reforma energética se ha puesto en marcha.

Si revisamos el tema económico por supuesto que hay diferencias en cuanto a como salir adelante,
no obstante ninguna propuesta de AMLO propone reducir el peso o la importancia de la iniciativa
privada, por el contrario nos encontramos ante un gobierno que esta empeñado en reducir su
capacidad económica a su mínima expresión, de hecho el último decreto propone disminuir el
gasto operativo del gobierno en un 75%, desaparecer 10 subsecretarias, en el mismo decreto se
suspenden todos los programas de gobierno excepto 38 considerados prioritarios

Si revisamos las propuestas de apoyo económico estas tampoco representan una derrama
irrecuperable, es cierto que los distintos paquetes suponen uno 500 mil millones de pesos, unos
20 mil millones de dólares al cambio actual, dentro de los que se incluyen posibles prestamos a 3
millones de pequeñas empresas que pueden ir desde 25000 a un millón de pesos, pero es
también deuda que se tendrá que pagar con interés del 6% anual.

Los programas de adulto mayores no tienen incrementos, tan solo adelantos y lo mismo con los
otros relacionados con el apoyo a estudiantes o jóvenes desempleados.

El programa si incluye aumentar el financiamiento a Pemex por 65 mil millones de pesos, aunque
en vista de la multimillonaria deuda de Pemex (más de 100 mil millones de dólares) es como una
gota de agua en el desierto.
En suma, los apoyos del gobierno son más bien préstamos a empresas que según la coparmex ya
deben 80 mil millones de pesos.

En suma, los apoyos gubernamentales son un alivio temporal que no enfrenta el problema de
animar la dinámica económica que a estas alturas vivirá una contracción de entre el 5 y el 10%.

Ahora veamos las propuestas de la burguesía

Por un lado, tenemos al Banco de México, una institución que si bien opera como parte del estado
mexicano es independiente en cuanto a operación y dirección del gobierno. De hecho, el artículo
28 de la constitución señala claramente “no es una dependencia o entidad de la Administración
Pública Federal". La junta de gobierno esta conformada por funcionarios con experiencia en la
banca privada y en los gobiernos anteriores priistas y panistas, con la única excepción de Gerardo
Esquivel.

El Banco de México es una institución del Estado Mexicano, mas no de su gobierno, y en general
opera bajo los lineamientos de la Reserva federal norteamericana con quien coordina la política
cambiaria y monetaria. De hecho, tiene abierta una línea de intercambio de divisas por 50 mil
millones de dólares.

El Banco de México representa pues otro frente de iniciativas para enfrentar la crisis, su
orientación principal en esta coyuntura ha sido la de ofrecer créditos baratos a la banca mexicana
por un monto de hasta 750 mil millones de pesos y reducir la tasa de interés a 6%, la medida va en
sincronía con lo que la reserva federal norteamericana ha realizado en los últimos meses, no
obstante, los norteamericanos han reducido sus tasas al 0% ofreciendo billones de dólares.

La medida es en realidad un mecanismo de transferencia de dinero de las capas medias a los


bancos, de tal modo que un banco que recibe dinero liquido a una tasa del 6% puede ofrecerlo a
sus clientes con intereses desde el 15% en el caso de hipotecas hasta un 80% en las tarjetas de
crédito. Toda una maquina de hacer dinero en plena crisis económica.

Así pues, el Banco de México hace su trabajo en beneficio de las capas más poderosas, en
particular la oligarquía financiera.

Un tercer frente de iniciativas y políticas frente a la crisis los representan los organismos
empresariales, los cuales proponen el mecanismo de la deuda pública, aplicar el dinero publico
para rescatar los negocios privados al estilo de lo que sucedió con el sector bancario en 1995 con
el fobaproa, pero que ya ha sucedido también en el caso de las carreteras, las líneas áreas y la
industria azucarera.

Como no hay dinero para ello, el sector privado esta presionando para que el gobierno contraiga
deuda del FMI, el cual tiene abierta una línea de crédito para México por 60 mil millones de
dólares, como la propuesta es difícil de presentarse de ese modo el sector patronal propone que el
gobierno se comprometa a un salario base para todos los mexicanos “ solidario” de tal modo que
los trabajadores de 1 a 3 salarios mínimos reciban la mitad de la paga por parte del patrón y la otra
mitad por parte del gobierno. Así hasta 10 salarios mínimos modificándose el porcentaje en
función del salario. En pocas palabras que la burguesía se ahorre el pago de hasta la mitad de los
salarios los cuales serán cubiertos por el gobierno. Todo el mundo sabe que el gobierno no tiene
dinero para ello, la propia Coparmex calcula que en un mes se tendrían que gastar algo así como
100 mil millones de pesos por parte del gobierno, un billón 200 mil pesos en un año, no habría
otra salida que la deuda.

La coparmex sabe que en este punto la propuesta demagógica puede calar en sectores atrasados,
su intención no es aumentar los salarios sino ahorrárselos, no obstante, el objetivo
propagandístico es “el gobierno debería aumentar los salarios y mantener los empleos”. No
obstante, la parte que le toca a los empresarios no esta siendo muy consecuente con estos buenos
deseos, tan solo en el mes pasado el IMSS reportó 300 mil trabajadores despedidos. La burguesía
esta obligando a los trabajadores que subsisten en las empresas a trabajar de más sin condiciones
de salud adecuadas y al mismo tiempo aprovecha la ocasión para despedir sin ton ni son. Esta
visto que una cosa es el discurso y otra las acciones.

No cabe duda que el régimen de AMLO se ve en una situación peculiar, en todo el mundo
capitalista la “solución” es endeudarse, no obstante, se está llegando limites económicamente
insoportables, de hecho, la deuda total del estado mexicano, heredada de los sexenios anteriores,
rebasa el 50% del PIB, de seguir creciendo se tendrían que aumentar impuestos y hacer recortes
solo para pagar intereses, los cuales ya absorben la mayor parte del presupuesto del estado.

Para decirlo en pocas palabras la propuesta de la burguesía tiene como objeto forzar al gobierno
de AMLO a un callejón sin salida.

Ahora bien, si revisamos en las distintas propuestas son hay tres temas en los que parece que el
gobierno no da su brazo a torcer y en dos de ellos desde un punto de vista capitalista tiene razón,
una es el endeudamiento, que para el caso de México se tornaría en un lastre insostenible y
sujetaría al país a perder todo vestigio de independencia económica.

El otro son los rescates, los cuales vistos bien son una distorsión del mercado, dado que disfrazan
el fracaso de la gestión privada de las empresas con la socialización de las perdidas.

La otra es la reforma fiscal, en la cual parece que AMLO tampoco se va a mover. Sobre este tema
la cuestión es simple; sea cual sea la política económica a implementar se requiere mas dinero, y
una fuente para ello en vista de la caída del comercio exterior, el turismo y la remesas, es cobrar
más impuestos, ¿pero a quienes? La repuesta de la coparmex es simple: “a todos, reduciendo los
pobres”.

Nosotros estaríamos a favor de una reforma fiscal, que grave a la gran burguesía de una manera
drástica y que reduca impuestos a los trabajadores. Como se ve aquí también el problema
económico también es un problema político, un asunto de poder.

Hay otra medida que hay ha implementado la reserva federal y que el Banco de México no ha
explorado, es decir la intervención del mercado cambiario por la vía de compra de acciones para
mantener su precio a flote, una forma rara de estatización burguesa, que al final también va a
parar a l deuda pública.

La economía capitalista tiene sus reglas y estas no se pueden mover por decreto, solo
estableciendo el control de la economía por parte del estado se podrían disponer las palancas para
detonar el crecimiento económico y sacar al país de la crisis.
Dinero hay, tan solo este año los burgueses “patriotas” muchos de ellos de la coparmex, han
sacado del país 150 mil millones de dólares, los activos de la banca rebasan lo 6 billones de pesos,
casi tanto como el presupuesto del estado en este 2020, los fondos de pensiones tienen 4 billones
de pesos.

La solución seria muy simple establecer la nacionalización sin indemnización de los grandes
capitales incluyendo banca, sistemas de pensiones y las grandes empresas poniéndolas bajo el
control democrático de los trabajadores, de esta manera habría los recursos, no para gastarlos es
subsidios, que no está mal pero no es suficiente, sino en un plan de industrialización a gran escala.
No se trata de no gastar sino de invertir en la producción, la distribución y satisfacción de los 130
millones de mexicanos, bajo la rectoría de la clase trabajadora.

Ahora bien, ¿que características tiene el actual estado mexicano que impiden la implementación
de un plan nacional de rescate de la economía desde la perspectiva de los trabajadores?, al mismo
tiempo ¿porque la burguesía, pese a que el gobierno es mas bien liberal que socialista, se esta
buscando los medios para derribar al gobierno de AMLO?, ¿Cuál debe ser la actitud de los
trabajadores?

Abordaremos estos temas en el siguiente articulo.

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