¡Oh Jesús, Dios verdadero! escúchame, ¡Oh Jesús, Mi Salvador! atiende
mis suplicas, ¡Oh Jesús, amigo fiel! no me abandones, ¡Oh Jesús, mi buen Pastor! cuídame, ¡Oh Jesús Príncipe de la paz! consuélame, que tu Presencia llene mi vida y me proteja y auxilie. Seguir leyendo Amado y Adorado seas, Jesús Manso Corderito de Dios, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, Dios oculto en el Santísimo Sacramento del altar. ¡Oh Jesús, manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo! Amado y Adorado seas, Jesús, amable y Manso Corderito de Dios, que padeciste por nuestra salvación y con tu Luz iluminaste nuestra vida y alma y nos diste la redención y la vida Entera Tu que fuiste, y eres, manso y totalmente paciente con quien a ti acude pidiendo favor, y a nadie niegas auxilio y perdón pido tu indulgencia, tu amor y tu ayuda. Tu que estas presente en el Santísimo Sacramento del Altar para oír y atender a quien te ruega con confianza y fe, y eres el mejor y más generoso amigo, te bendigo, adoro y amo con todo mi ser te doy las gracias por todos los beneficios concedidos y por los que nos sigues concediendo, te ruego escuches lo que ahora tanto me aflige y atiendas mis difíciles problemas y graves necesidades. Jesús, medico Divino de nuestras almas y poderoso remedio para nuestras necesidades cotidianas, Jesús, consuelo para nuestras tribulaciones y llantos, Jesús, dulce alivio en nuestros problemas del corazón y del cuerpo por favor, míranos con tus ojos de aprobación y cariño, con tus ojos misericordiosos y generosos y danos la paz y tranquilidad que con humildad solicitamos. Jesucristo, Manso Cordero de Dios te ruego me ayudes ahora que sufro, te encomiendo mis preocupaciones e intranquilidad sabiendo que tú puedes darme el alivio que preciso para salir con bien de esta situación angustiosa (pedir con infinita esperanza lo que se desea conseguir). Oh Jesús modelo perfectísimo de humildad y mansedumbre, que ruegas con amor por nosotros desde el Altar, te pedimos nos concedas nuestras suplica así como la gracia de imitarte en estas dos virtudes, danos tu Luz y Gracia, concédenos tus favores, y haz que arrepentidos de nuestras faltas y pecados, y amando a nuestros hermanos como Tu nos enseñaste, podamos llegar victoriosos a los Cielos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Así sea. + Ilumínanos Padre Eterno con la Luz de la fe y enciende en nuestros corazones con el fuego de tu amor, para que aceptemos que Cristo, nuestro Dios y Señor, están realmente presente en el Sacramento del Altar y lo adoremos verdaderamente con amor y fe. Por Jesucristo nuestro hermano y Señor. Rezar tres Padrenuestros, Avemaría y Gloria. Hacer la oración y los rezos nueve días seguidos.