hacen referencia a la erradicación del del Milenio reunía en la sede de la hambre y la pobreza, la educación primaria Organización de Naciones Unidas en Nueva universal, la igualdad de género, reducir la York a 189 Jefes de Estado y de Gobierno, mortalidad infantil y maternal, la detención con el fin de transmitir el mensaje claro de del avance del VIH/SIDA, paludismo y que la erradicación de la pobreza mundial tuberculosis y la sostenibilidad del medio debía ser una prioridad para todas las ambiente. El Objetivo 8 se centra en naciones. Este espíritu se reflejó en la fomentar una asociación mundial para el Declaración del Milenio que firmaron todos desarrollo a través de la materialización de los asistentes a la cumbre, y que constituye un compromiso firme que aúne recursos y fundamentalmente un firme compromiso con voluntades en forma de alianzas entre países los Objetivos de Desarrollo del Milenio. ricos y pobres. *800 millones de personas se acuestan con hambre cada dia. Reducir a la mitad en 2015 el porcentaje de *28.000 niños mueren por personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 causas derivadas de la pobreza dólar por día, y el de personas que padecen cada dia. hambre. *Nutricion y salud basica costaria 13.000 millones de África subsahariana sigue siendo la región con mayor dolares al año ...Europa y proporción de personas viviendo en la pobreza. Si no se estados unidos gastan 17.000 refuerzan las acciones de lucha contra la pobreza, en el año millones en comida para mastotas. 2015 serán 800 millones de personas las que vivan con menos de 1 dólar al día, y no los 420 millones fijados en la meta planteada por los ODM.
Pese a las reducciones globales, hoy cerca de 1.000 millones
de personas siguen viviendo con menos de 1 dólar al día y la distribución de la riqueza continúa siendo desigual, tanto en el interior de un mismo país, como entre países. Un etíope medio es 35 veces más pobre que un europeo medio.
Las desigualdades más evidentes se encuentran en América
Latina y el Caribe, así como en África Subsahariana, donde el 20% de la población más pobre representa tan solo el 3% del consumo nacional.
Más de 2.000 millones de personas en países en desarrollo
dependen de la agricultura para satisfacer sus necesidades alimenticias básicas. Los porcentajes más elevados de niños que padecen hambre siguen registrándose en Asia meridional y África subasahariana. Más del 20% de la infancia en edad preescolar está por debajo de su peso, sobre todo en la región del Sahel (entre Senegal y Etiopía). - Garantizar que todos los niños y niñas finalicen un ciclo completo de enseñanza primaria.
- Eliminar la desigualdad de género en enseñanza
primaria y secundaria, preferentemente en 2005, y a todos los niveles en 2015.
Aunque en buena parte del mundo ha aumentado la tasa de
escolarización de niñas y niños, deben redoblarse los esfuerzos si se quiere alcanzar el objetivo de una plena escolarización universal. La meta de alcanzar este objetivo, parece que va a rebasar el año 2015; se estima que en ese año 47 millones de niños y niñas seguirán sin ir a la escuela y que el continente africano no alcanzará, en su totalidad, este objetivo hasta el año 2150.
La educación infantil permanece estancada en los últimos
años, mientras que la educación primaria universal NO está garantizada en la mayoría de los países del planeta. Además, es alarmante que un tercio del alumnado de primaria no llegue al último grado de este ciclo educativo.
Las barreras para que se pueda cumplir el objetivo 2 son
numerosas. Por ejemplo, en 89 países, las familias pobres tienen muy difícil el acceso a la educación por tener que pagar tasas de matriculación a las que no pueden hacer frente. El analfabetismo es una barrera insalvable para salir de la pobreza.
En lo que se refiere a la alfabetización de personas adultas,
los datos tampoco son alentadores. Se subestima que en el mundo hay 771 millones de personas adultas que carecen de competencias básicas en lectura, escritura y cálculo. La educación básica de personas adultas y jóvenes no obtiene la financiación, ni la prioridad que se merecen por parte de los gobiernos y de los organismos de ayuda al desarrollo.
Por otra parte, hay que denunciar que la calidad de los
recursos educativos es muy escasa en los países en vías de desarrollo, ya sea porque los materiales no son adecuados, ya por contar en muchas ocasiones con un profesorado escaso, mal cualificado y mal remunerado.
Otro inconveniente para poder alcanzar el ODM 2 es la
diferencia que existe entre sexos a la hora de acceder a la educación. En el mundo hay más de 77 millones de niños y niñas en el mundo sin escolarizar, de ellos, el 55% son niñas. La paridad entre los sexos en enseñanza primaria y secundaria, que señalaba el Objetivo del Milenio para 2005, no se ha logrado todavía en 94 países. Si la tendencia actual prosigue, en 2015, 86 de estos países todavía no habrán conseguido la paridad. Una causa de esta desigualdad es que las niñas tienen más dificultades para acceder a la educación y continuar con los estudios, ya que, a menudo, se las hace responsables del cuidado de la familia en edades muy tempranas.
La falta de formación básica impide la calificación profesional
de la ciudadanía, minando la estructura económica, social y política, lo que conduce a que un sistema democrático no se pueda consolidar, ni la población ejercer sus derechos.
Una educación para todos y todas es una meta alcanzable si
los gobiernos movilizan la voluntad política y los recursos necesarios. La educación es la clave para la disminución de la pobreza y el desarrollo humano sostenible. Más allá de que la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres y la búsqueda de unas relaciones de poder más equitativas deba ser concebido como un fin en sí mismo y como un principio de justicia social, es indudable que cada vez existe una mayor conciencia a nivel mundial del papel primordial que tienen las mujeres en la promoción del desarrollo y la lucha contra la pobreza en todas las sociedades y culturas. El Objetivo 3 del Milenio “Promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres” viene a reconocer esta importancia y prioriza la lucha contra las desigualdades de género como Objetivo a perseguir para el 2015. Para ello, al igual que ocurre con el resto de los siete ODM, se dibuja una meta y varios indicadores con el fin de cuantificar y reforzar los compromisos adquiridos. De esta manera el Objetivo 3 incorpora como meta “Eliminar la disparidad de género en educación primaria y secundaria preferentemente antes de 2005, y en todos los niveles educativos antes del final del 2015” y como indicadores los siguientes:
Relación entre niños y niñas en la educación
primaria, secundaria y superior. Relación entre las tasas de alfabetización de las mujeres y los hombres de edades comprendidas entre los 15 y 24 años. Proporción de mujeres en empleos asalariados en el sector no agrícola. Proporción de escaños ocupados por mujeres en el Parlamento nacional.
A pesar de los importantes avances que en materia de
educación de las niñas respecto a los niños se están logrando -sobre todo en lo respecta a la educación primaria- aun hoy estamos lejos de alcanzar la meta y el objetivo marcados. Aspectos importantísimos ya recogidos en la CEDAW y en la Plataforma para la Acción de Beijing (como son violencia contra las mujeres, los derechos sexuales y reproductivos o el trabajo no remunerado de las mujeres) deberían ser, por otro lado, incorporados y priorizados en este Objetivo 3. La importancia de fijar la igualdad de género como uno de los ODM por el que luchar es imprescindible y, una vez cumplido el primer periodo estimado (2005) para la consecución parcial de algunos objetivos, consideramos necesario retomar algunas reflexiones que proceden de las distintas y variadas voces de mujeres en todo el mundo, para que la justicia de género y el empoderamiento de las mujeres sean incorporados en el resto de objetivos como merecen. Visualizar que la pobreza tiene mayoritariamente rostro de mujer o enfatizar que, la mayor vulnerabilidad de las mujeres al VIH/SIDA (más mujeres que hombres contraen la enfermedad), es consecuencia de la situación subordinada de las mujeres, son algunas de las cuestiones ineludibles que afrontar cuando nos referimos a resto de ODM. Reducir para 2015 en dos terceras partes la tasa de mortalidad de los niños menores de 5 años.
Según las tendencias actuales, el Objetivo 4 se cumpliría
en 2045, 30 años después de lo acordado. Esto se traduce en un costo humano de 41 millones de muertes infantiles más.
Desde 1990 las tasas de mortalidad infantil en el mundo tan
sólo han mejorado significativamente en África septentrional, y en menor medida en América Latina, el Caribe y en el Sudeste asiático. Una vez más, la situación de África subsahariana vuelve a ser escalofriante: uno de cada seis niños muere antes de cumplir su quinto cumpleaños. La mitad de estas muertes se deben a tan sólo cinco enfermedades: neumonía, diarrea, malaria, sarampión y sida. La mayoría de estas vidas podría salvarse con medidas de muy bajo costo como sueros, vacunas, antibióticos, instalación de mosquiteros, etc.
En 14 países, 10 de ellos en África, mueren más niños
menores de 5 años hoy en día que en 1990. Reducir la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes para 2015.
Aunque a nivel mundial mueren menos mujeres en el parto,
las cifras no se están reduciendo en los países más afectados. En África Subsahariana, sólo se atiende el 46% de los partos, siendo la zona en la que se producen la mitad de las muertes maternas ocurridas en el mundo.
El riesgo a morir durante el embarazo o en el parto
afecta a una de cada 16 mujeres en África Subsahariana; en los países ricos a una de cada 3.800.
Para reducir la tasa de mortalidad materna aún se necesitan
muchos más recursos encaminados a que los partos sean atendidos por médicos o personal capacitado; a aumentar el acceso a servicios de planificación familiar seguros y eficaces; a suministrar acceso rápido y adecuado en caso de emergencia, para tratar hemorragias, infecciones e hipertensión. Detener y comenzar a reducir para 2015 la propagación del VIH/SIDA, así como la incidencia de enfermedades como el paludismo y otras enfermedades graves.
África subsahariana sólo ha recibido el 60% de los fondos
prometidos para la lucha contra el sida. Si no se adoptan pronto mayores medidas para combatir la enfermedad, las infecciones podrían propagarse a 90 millones de personas en 2025 en África.
La prevalencia del VIH ha aumentado en todas las regiones
del mundo y su propagación no ha podido detenerse en forma definitiva en ningún país.
En 2005 hubo 4.1 millones de nuevos infectados de
VIH/SIDA. El 88% de las personas con VIH no tiene acceso a los retrovirales. Esto se debe en gran medida a que la industria farmacéutica sigue dificultando el uso de genéricos a los estados más empobrecidos y azotados por la enfermedad.
Cada año el paludismo y la tuberculosis juntos causan
la muerte de casi tantas personas como el SIDA. En África muere un promedio de 1 niño cada 30 segundos debido a la malaria. La tuberculosis lejos de reducirse sigue presentando una tendencia al alza. Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales e invertir la pérdida de recursos del medio ambiente. Reducir a la mitad en 2015 el número de personas que carecen de acceso al agua potable o saneamiento básico. Mejorar para 2020 la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de infraviviendas.
A este ritmo, en 2015 cerca de 2.170 millones de personas
en todo el mundo seguirán sin tener servicios mejorados de saneamiento y 650 millones no tendrán acceso a fuentes de agua en buen estado, 70 millones de personas más que lo previsto en el objetivo. Las consecuencias de la degradación ambiental aumentarán significativamente en los próximos 50 años y, según la ONU, es ya la segunda causa de fallecimiento de personas en el mundo.
La sostenibilidad no podrá lograrse con el actual modelo de
consumo y uso de los recursos. Los suelos se degradan de forma alarmante, las especies animales y vegetales desaparecen a un ritmo comparable a la época de la extinción de los dinosaurios. Las emisiones de CO2 están aumentando a nivel mundial así como la sobreexplotación de los bosques y los recursos marinos.
Más de 5 millones de personas –el 90% niños y niñas-
mueren por consumo de agua en mal estado. La misma cantidad de agua que usa una persona de un país del Norte en la cisterna del inodoro o en lavarse los dientes, es la que usan millones de ciudadanos del Sur para lavar, beber y cocinar durante un día entero. Atender las necesidades especiales de los países pobres. Desarrollar un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas no discriminatorias. Encarar con un criterio global los problemas de la deuda externa. Proporcionar acceso a medicamentos esenciales a los países pobres a un costo razonable. Velar porque se aprovechen los beneficios de las nuevas tecnologías. Proporcionar acceso a medicamentos esenciales a los países pobres a un costo razonable. Velar porque se aprovechen los beneficios de las nuevas tecnologías.
Aumento de la Ayuda Oficial el Desarrollo
La ayuda de los países ricos ha disminuido un 25% en los
últimos 15 años. Destinan, proporcionalmente a su renta, la mitad de ayuda que en los años 60. En 1990 la media de la AOD se situaba en el 0,33% del PIB de los países donantes. Hoy en día es el 0,25%. Además esta “ayuda” en muchos casos tiene la única finalidad de promocionar las exportaciones del país donante.
Cancelación de la Deuda Externa
Para que sea posible el cumplimiento de los Objetivos del
Milenio habría que empezar por cancelar el total de la deuda externa de los 62 países más pobres del mundo. El G-8 se comprometió únicamente a cancelar la deuda de 18 países pobres; pero ni siquiera eso se ha cumplido. Además, para que a estos países se les condone la deuda tienen que "cumplir" los requisitos que imponen los países ricos, entre otros la privatización de los servicios públicos y la apertura de sus mercados a las economías del Norte. Estas políticas están aumentando su empobrecimiento.
Justicia Comercial
Las normas del comercio internacional siguen privilegiando
los intereses de países ricos e impiden a los pequeños agricultores y a los gobiernos de los países empobrecidos decidir cómo luchar contra la pobreza, proteger el medio ambiente y garantizar el Derecho a la Alimentación. Asimismo, siguen sin eliminarse las subvenciones de todo tipo que permiten exportar a los países empobrecidos los productos de los países ricos por debajo del coste de producción, dañando el sustento de las comunidades locales.