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En esta conferencia Freud presenta en América el Psicoanálisis como método de indagación y terapéutico.

La primera conferencia trata sobre la aplicación del método hipnótico en la paciente del doctor Josef
Breuer, Anna O  (nombre original: Bertha Pappenheim), que luego del fallecimiento de su padre, al cual tuvo
bajo su cuidado, comenzó a manifestar perturbaciones corporales y anímicas. Algunos de los síntomas que
describió Freud fueron la incapacidad para bebe, aun teniendo una sed  inquietante; disminución de la
capacidad de hablar, al punto de no poder expresarse o no comprender su lengua materna, y, por último,
estados de ausencia, confusión, delirio, alteración de su personalidad. Lo que Freud transmite con esta
descripción es que la paciente de Breuer se encuentra en un cuadro de “histeria”.

Tras debatir con médicos sobre la posible cura, Breuer había notado que en los estados de ausencia de su
paciente, esta solía murmurar entre sí algunas palabras que parecían provenir de sus pensamientos. Al
observar esta característica, Breuer decidió poner a Anna O en estado de hipnosis y le obliga a reproducir las
creaciones psíquicas que la gobernaban durante las ausencias. Toda vez que contaba esas fantasías (que se
vinculaban con el lecho de enfermo de su padre), quedaba como liberada y se veía como vuelta a la vida
anímica normal. Lo que se destaca en la conferencia era que este estado “normal” solo duraba horas, ya que
la paciente volvía a presentar una nueva ausencia a las pocas horas o al día siguiente. En ese caso el doctor
Breuer volvía a someter a Anna O a un nuevo estado de hipnosis para poder liberarla. Este tratamiento fue
denominado, por la misma Bertha Pappenheim,  como “talking cure” (cura de conversación)

Con la aplicación de este tratamiento se comenzó a notar que aparte de conseguir una cura pasajera, se
podía hacer desaparecer en su totalidad los síntomas patológicos cuando en la hipnosis se recordaba, con la
manifestación de afectos, la ocasión y el asunto a raíz del cual esos síntomas se habían presentado por
primera vez.

A partir de este caso Breuer comenzó a investigar distintos casos (síntomas más graves) y noto que estos
mismos surgían como “traumas psíquicos”. O sea estos síntomas surgían a partir de experiencias anteriores,
como restos de vivencias plenas de afecto y se resolvían, desaparecían, al hacer referencia a la escena
traumática que los causó. Muchas veces estos síntomas surgían como por una acumulación de a raíz de
numerosos traumas vividos. Toda esta cadena de recuerdos patógenos debía ser reproducida  luego de la
secuencia cronológica y en sentido inverso (ver series complementarias).

En conclusión sobre la primer conferencia, Freud destaca que en el caso de Anna O. la histeria se hizo
presente porque los afectos desarrollados en las situaciones patógenas hallaron bloqueada una salida normal,
y la esencia de su contracción esos afectos “estrangulados” eran sometidos a un empleo anormal.

Histeria

Freud fue un médico neurólogo que llegó al descubrimiento del inconciente intentando resolver los síntomas
que presentaban sus pacientes histéricas. Ese tipo de enfermas tenían signos muy curiosos, ya que en la vida
normal y una vez recuperadas de los ataques histéricos, no recordaban nada de aquello que había ocurrido
durante el período de la enfermedad, y a la inversa durante el período que duraba el ataque no podían
establecer relación alguna con lo que le ocurría en la vida normal. La conciencia de la vida normal "no sabía
nada" acerca de la conciencia propia del momento del ataque histérico, en tanto que la conciencia del ataque
histérico ignoraba todo acerca de la conciencia propia de la vida normal. A este fenómeno se lo denominó
doble conciencia. Cuando la conciencia permanece ligada de manera constante a uno de esos dos estados se
lo llama el estado anímico conciente y por el otro lado se lo llama inconciente al divorciado de él.
En la segunda conferencia Freud expone la definición de Pierre Janet sobre la histeria. La misma dice que es una forma
de la alteración degenerativa del sistema nervioso que se da a conocer mediante una endeblez innata de la síntesis
psíquica. A su vez afirma de la imposibilidad de las personas que sufren la enfermedad de cohesionar en una unidad los
procesos anímicos, y por eso tienden a disociarlas.

Describe como de a poco se fue alejando del tratamiento catártico que ejercía Breuer tras no conseguir poner a todos
sus pacientes en estado hipnótico, dando paso a trabajar con el estado normal de las personas.  Retomando la tarea de
Bernheim, logró hacer que las personas recuerden aquellos eventos que marcaron su pasado y los vuelvan a vivenciar
(cosa que no ocurría durante el estado hipnótico), con lo cual se podía restablecer el nexo entre los momentos
patógenos (causantes de enfermedad) y los síntomas presentes en el individuo.

Este método le sirvió a Freud para darse cuenta que con las nueva técnica comprobaba que los recuerdos olvidados no
estaban perdidos, sino que se encuentran latentes esperando a salir. Pero había algo que los impedía devenir
concientes, obligándolos a permanecer inconcientes. Ese algo se trataba de una “fuerza” (denominada resistencia), que
pudo ser vencida, pasando los recuerdos del inconciente al conciente, gracias al nuevo método de tratamiento catártico
que utilizaba Freud. 

A partir de esto, Freud estableció que para curar la histeria había que vencer a las resistencias presentes en la mente del
sujeto enfermo. ¿Por qué? es que se debe a que estas mismas fuerzas que hoy impiden la salida de los recuerdos
patógenos, fueron los que en ese entonces provocaron el olvido de los mismos, proceso llamado “represión”. La
recuperación de esos nexos, era vital para restablecer al individuo.

En su explicación del proceso de represión, Freud describe que ante un hecho de una determinada índole podía surgir
un deseo muy intenso, pero que se contradecía con los demás deseos de la persona. Esa contrariedad provocaba un
conflicto entre las partes, y derivaba en la expulsión del deseo, así como los recuerdos asociados al mismo. Estos
pasaban a formar parte del inconsciente. La fuerza de la represión dependía de los valores éticos y otros del individuo,
que evitaban el displacer que podría haber provocado el hacer real el deseo.

Es con esta explicación como demuestra su oposición a la concepción de histeria que plantea Janet, planteando a la
histeria como un conflicto de fuerzas anímicas en lucha. Hablaba sobre el afán de “yo” por defenderse de recuerdos
penosos, hecho que ocurría con frecuencia. También menciona el descubrimiento de la represión y la define como
punto de partida de una potencial teoría psicológica. Resalta que la hipnosis de Bruer encubre a la resistencia, ya que en
este estadío las resistencias se encuentran tapadas. Si bien permiten ver los recuerdos, no se los pueden extraer. Esta
teoría permitió llegar a la conclusión de que al no poder vivenciar en totalidad el recuerdo, no se podía conseguir su
sanación.

Ya en el tramo final de esta 2da conferencia, dedica a explicar como la represión conduce a un síntoma. Y para ello
continúa con el ejemplo del sujeto que interrumpía la clase que fue posteriormente expulsado. Afirma que el sujeto, si
bien está afuera, va a seguir ocasionando problemas al querer volver a ingresar, situación que podría arreglarse
mediante una “mediación” con el sujeto para que aminore su conducta y vuelva al salón. Sin embargo, Freud no lo
considera como la solución. Reflexiona que esta nueva versión del sujeto, si bien difiere en casi todo de la anterior,
rápidamente retomará su actividad, y con ella los males que ocasionaba. Esta formación sustitutiva  es lo que se
entiende por síntoma. Es inmune a todas las defensas posibles, y pasó de ser un breve conflicto, a ser uno cuyo fin a
primera vista parecería no tener final. En el síntoma si o si se halla algún elemento que guarda similitud con la idea
reprimida.

Esa similaridad permitirá la recuperación del recuerdo original, reprimido. Esto, con la ayuda de un profesional,
conduciría a una cura. Y lo que se entiende por cura en este caso, sería el poder dominar a dicho recuerdo, desde
nuestro consciente.

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