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Documentos

Congregación para la Doctrina de la Fe


8
Declaración

Dominus Iesus
sobre la unicidad y la universalidad salvífica
de Jesucristo y de la Iglesia

Cristo, el Salvador
ΑΩ Declaración Dominus Iesus 3

El Santo Padre Juan Pablo II,

en la audiencia del día 16 de

junio del año 2000, concedida

al Prefecto de la Congregación

para la Doctrina de la Fe,

Cardenal Joseph Ratzinger,

ratificó y confirmó, con ciencia

cierta y con su autoridad

apostólica, la Declaración

Dominus Iesus sobre la

unicidad y la universalidad

salvífica de Jesús y de la

Iglesia, y ordenó esta

Declaración, cuyo texto integro

Alfa y Omega ofrece a sus

lectores La Última Cena. Sant´ Angelo in Formis. Campania, Italia (siglo XI)

Introducción
1. El Señor Jesús, antes de as- solo Señor, Jesucristo, Hijo Evangelio de Jesús. Al final Verdad que ilumina a todos
cender al cielo, confió a sus único de Dios, nacido del Pa- del segundo milenio, sin em- los hombres4. Prosiguiendo
discípulos el mandato de dre antes de todos los siglos: bargo, esta misión está toda- en esta línea, el compromiso
anunciar el Evangelio al mun- Dios de Dios, Luz de Luz, vía lejos de su cumplimien- eclesial de anunciar a Jesu-
do entero y de bautizar a todas Dios verdadero de Dios ver- to2. Por eso, hoy más que nun- cristo, el Camino, la Verdad
las naciones: Id al mundo en- dadero, engendrado, no cre- ca, es actual el grito del após- y la Vida (Jn 14,6), se sirve
tero y proclamad el Evangelio ado, consustancial con el Pa- tol Pablo sobre el compro- hoy también de la práctica del
a toda la creación. El que dre, por quien todo fue hecho; miso misionero de cada bau- diálogo interreligioso, que
crea y se bautice, se salvará; que por nosotros los hombres La Iglesia tizado: Predicar el Evangelio ciertamente no sustituye, si-
el que se resista a creer, será y por nuestra salvación bajó en el curso no es para mí ningún motivo no que acompaña la missio ad
condenado (Mc 16,15-16); del cielo, y por obra del Es- de gloria; es más bien un de- gentes, en virtud de aquel
Me ha sido dado todo poder píritu Santo se encarnó de de los siglos, ber que me incumbe. Y ¡ay de misterio de unidad, del cual
en el cielo y en la tierra. Id, María, la Virgen, y se hizo ha proclamado mí si no predicara el Evan- deriva que todos los hombres
pues, y haced discípulos a to- hombre; y por nuestra causa gelio! (1 Co 9,16). Eso expli- y mujeres que son salvados
das las gentes bautizándolas fue crucificado en tiempos de y testimoniado ca la particular atención que participan, aunque en modos
en el nombre del Padre y del Poncio Pilato: padeció y fue con fidelidad el Magisterio ha dedicado a diferentes, del mismo miste-
Hijo y del Espíritu Santo, y sepultado, y resucitó al ter- motivar y a sostener la misión rio de salvación en Jesucris-
enseñándoles a guardar todo cer día según las Escrituras, el Evangelio evangelizadora de la Iglesia, to por medio de su Espíritu5.
lo que os he mandado. Y he y subió al cielo, y está senta- de Jesús. sobre todo en relación con las Dicho diálogo, que forma par-
aquí que yo estoy con voso- do a la derecha del Padre; y tradiciones religiosas del te de la misión evangelizado-
tros todos los días hasta el fin de nuevo vendrá con gloria Al final mundo3. ra de la Iglesia6, comporta una
del mundo (Mt 28,18-20; cf. para juzgar a vivos y muer- del segundo Teniendo en cuenta los va- actitud de comprensión y una
también Lc 24,46-48; Jn tos, y su reino no tendrá fin. lores que éstas testimonian y relación de conocimiento re-
17,18; 20,21; Hch 1,8). Creo en el Espíritu Santo, Se- milenio, ofrecen a la Humanidad, con cíproco y de mutuo enrique-
La misión universal de la ñor y dador de vida, que pro- una actitud abierta y positiva, cimiento, en la obediencia a
Iglesia nace del mandato de cede del Padre, que con el
sin embargo, la Declaración conciliar so- la verdad y en el respeto de la
Jesucristo y se cumple en el Padre y el Hijo recibe una esta misión bre la relación de la Iglesia libertad7.
curso de los siglos en la pro- misma adoración y gloria, y con las religiones no cristia- 3. En la práctica y profun-
clamación del misterio de que habló por los profetas. está todavía nas afirma: La Iglesia católi- dización teórica del diálogo
Dios, Padre, Hijo y Espíritu Creo en la Iglesia, que es una, lejos de su ca no rechaza nada de lo que entre la fe cristiana y las otras
Santo, y del misterio de la en- santa, católica y apostólica. en estas religiones hay de tradiciones religiosas, surgen
carnación del Hijo, como Confieso que hay un solo cumplimiento santo y verdadero. Conside- cuestiones nuevas, las cuales
evento de salvación para to- Bautismo para el perdón de ra con sincero respeto los mo- se trata de afrontar recorrien-
da la Humanidad. Es éste el los pecados. Espero la resu- dos de obrar y de vivir, los do nuevas pistas de búsque-
contenido fundamental de la rrección de los muertos y la preceptos y las doctrinas, que, da, adelantando propuestas y
profesión de fe cristiana: vida del mundo futuro1. por más que discrepen en mu- sugiriendo comportamientos,
Creo en un solo Dios, Padre 2. La Iglesia, en el curso cho de lo que ella profesa y que necesitan un cuidadoso
todopoderoso, Creador de de los siglos, ha proclamado y enseña, no pocas veces refle- discernimiento. En esta bús-
cielo y tierra [...] Creo en un testimoniado con fidelidad el jan un destello de aquella queda, la presente Declara-
4 Declaración Dominus Iesus ΑΩ
ción interviene para llamar la fabilidad de la verdad divina,
atención de los obispos, de ni siquiera por parte de la re-
los teólogos y de todos los fie- velación cristiana; la actitud
les católicos sobre algunos relativista con relación a la
contenidos doctrinales im- verdad, en virtud de lo cual
prescindibles, que puedan aquello que es verdad para al-
ayudar a que la reflexión teo- gunos no lo es para otros; la
lógica madure soluciones contraposición radical entre
conformes al dato de la fe, la mentalidad lógica atribuida
que respondan a las urgencias a Occidente y la mentalidad
culturales contemporáneas. simbólica atribuida a Orien-
El lenguaje expositivo de te; el subjetivismo de quien,
la Declaración responde a su considerando la razón como
finalidad, que no es la de tra- única fuente de conocimiento,
tar en modo orgánico la pro- se hace incapaz de levantar
blemática relativa a la unici- la mirada hacia lo alto para
dad y universalidad salvífica atreverse a alcanzar la ver-
del misterio de Jesucristo y dad del ser8; la dificultad de
de la Iglesia, ni el proponer comprender y acoger en la
soluciones a las cuestiones Historia la presencia de even-
teológicas libremente dispu- tos definitivos y escatológi-
tadas, sino la de exponer nue- cos; el vaciamiento metafísi-
vamente la doctrina de la fe co del evento de la encarna-
católica al respecto. Al mis- ción histórica del Logos eter-
mo tiempo, la Declaración no, reducido a un mero
quiere indicar algunos pro- aparecer de Dios en la His-
blemas fundamentales que toria; el eclecticismo de
quedan abiertos para ulterio- quien, en la búsqueda teoló-
res profundizaciones, y con- gica, asume ideas derivadas
futar determinadas posicio- de diferentes contextos filo-
nes erróneas o ambiguas. Por sóficos y religiosos, sin preo-
eso el texto retoma la doctri- cuparse de su coherencia y
na enseñada en documentos conexión sistemática, ni de su
precedentes del Magisterio, compatibilidad con la verdad
con la intención de corroborar cristiana; la tendencia, en fin,
las verdades que forman par- a leer e interpretar la Sagra-
te del patrimonio de la fe de la da Escritura fuera de la Tra-
Iglesia. dición y del Magisterio de la
4. El perenne anuncio mi- Iglesia.
sionero de la Iglesia es pues- Sobre la base de tales pre-
to hoy en peligro por teorías supuestos, que se presentan
de tipo relativista, que tratan con matices diversos, unas
de justificar el pluralismo re- veces como afirmaciones y
ligioso, no sólo de facto , sino otras como hipótesis, se ela-
también de iure (o de princi- boran algunas propuestas
pio). En consecuencia, se re- teológicas en las cuales la re-
tienen superadas, por ejem- velación cristiana y el miste-
plo, verdades tales como el rio de Jesucristo y de la Igle-
carácter definitivo y comple- sia pierden su carácter de ver- Maiestas Domini. Panteón Real de San Isidoro, León (siglo XII)
to de la revelación de Jesu- dad absoluta y de universali-
cristo, la naturaleza de la fe dad salvífica, o al menos se El diálogo jo se lo quiera revelar (Mt do con su muerte y resurrec-
cristiana con respecto a la arroja sobre ellos la sombra 11,27). A Dios nadie lo ha ción gloriosa de entre los
creencia en las otra religio- de la duda y de la inseguri- interreligioso, visto jamás: el Hijo único, muertos, y finalmente, con el
nes, el carácter inspirado de dad. que ciertamente que está en el seno del Padre, envío del Espíritu de la ver-
los libros de la Sagrada Es- Él lo ha revelado (Jn 1,18); dad, lleva a plenitud toda la
critura, la unidad personal en- I. PLENITUD no sustituye porque en Él reside toda la revelación y la confirma con
tre el Verbo eterno y Jesús de Y DEFINITIVIDAD sino que plenitud de la divinidad cor- el testimonio divino [...] La
Nazaret, la unidad entre la poralmente (Col 2,9-10). economía cristiana, como la
economía del Verbo encarna- DE LA REVELACIÓN acompaña la Fiel a la palabra de Dios, alianza nueva y definitiva,
do y del Espíritu Santo, la DE JESUCRISTO missio ad gentes, el Concilio Vaticano II ense- nunca cesará; y no hay que
unicidad y la universalidad ña: La verdad íntima acerca esperar ya ninguna revela-
salvífica del misterio de Je- 5. Para poner remedio a comporta de Dios y acerca de la salva- ción pública antes de la glo-
sucristo, la mediación salví- esta mentalidad relativista, ca- una actitud ción humana se nos mani- riosa manifestación de nues-
fica universal de la Iglesia, la da vez más difundida, es ne- fiesta por la revelación en tro Señor Jesucristo (cf. 1 Tm
inseparabilidad –aun en la cesario reiterar, ante todo, el de comprensión Cristo, que es a un tiempo 6,14; Tit 2,13)10 .
distinción– entre el Reino de carácter definitivo y comple- mediador y plenitud de toda Por esto, la encíclica Re-
Dios, el Reino de Cristo y la to de la revelación de Jesu-
y una relación la revelación9. Y confirma: demptoris missio propone
Iglesia, la subsistencia en la cristo. Debe ser, en efecto, de conocimiento Jesucristo, el Verbo hecho nuevamente a la Iglesia la ta-
Iglesia católica de la única firmemente creída la afirma- carne, «Hombre enviado a los rea de proclamar el Evange-
Iglesia de Cristo. ción de que en el misterio de recíproco hombres», «habla palabras lio, como plenitud de la ver-
Las raíces de estas afirma- Jesucristo, el Hijo de Dios en- y de mutuo de Dios» (Jn 3,34) y lleva a dad: En esta Palabra defini-
ciones hay que buscarlas en carnado, el cual es el Cami- cabo la obra de la salvación tiva de su revelación, Dios se
algunos presupuestos, ya sean no, la Verdad y la Vida (cf. enriquecimiento, que el Padre le confió (cf. Jn ha dado a conocer del modo
de naturaleza filosófica o Jn 14,6), se da la revelación en la obediencia 5,36; 17,4). Por tanto, Jesu- más completo; ha dicho a la
teológica, que obstaculizan la de la plenitud de la verdad di- cristo –ver al cual es ver al Humanidad quién es. Esta
inteligencia y la acogida de la vina: Nadie conoce bien al a la verdad Padre (cf. Jn 14,9)–, con su autorrevelación definitiva de
verdad revelada. Se pueden Hijo sino el Padre, ni al Pa- y en el respeto total presencia y manifesta- Dios es el motivo fundamen-
señalar algunos: la convicción dre le conoce bien nadie sino ción, con palabras y obras, tal por el que la Iglesia es mi-
de la inaferrablilidad y la ine- el Hijo, y aquel a quien el Hi- de la libertad señales y milagros, sobre to- sionera por naturaleza. Ella
ΑΩ Declaración Dominus Iesus 5

no puede dejar de proclamar afirmaciones de fe, según las La presente la encarnación a la glorifica- la verdad revelada por Dios
el Evangelio, es decir, la ple- cuales en Jesucristo se da la ción, es la fuente, participa- Uno y Trino, y la creencia en
nitud de la verdad que Dios plena y completa revelación
Declaración da mas real, y el cumpli- las otras religiones, que es una
nos ha dado a conocer sobre del misterio salvífico de Dios. interviene miento de toda la revelación experiencia religiosa todavía
sí mismo11. Sólo la revelación Por lo tanto, las palabras, las salvífica de Dios a la Huma- en búsqueda de la verdad ab-
de Jesucristo, por lo tanto, in- obras y la totalidad del even- para llamar nidad14, y que el Espíritu San- soluta, y carente todavía del
troduce en nuestra historia to histórico de Jesús, aun sien- la atención to, que es el Espíritu de Cris- asentimiento a Dios que se re-
una verdad universal y últi- do limitados en cuanto reali- to, enseña a los Apóstoles, y vela. Éste es uno de los moti-
ma que induce a la mente del dades humanas, sin embargo, sobre algunos por medio de ellos a toda la vos por los cuales se tiende a
12
hombre a no pararse nunca . tienen como fuente la Persona contenidos Iglesia de todos los tiempos, reducir, y a veces incluso a
6. Es, por lo tanto, contra- divina del Verbo encarnado, la verdad completa (Jn anular, las diferencias entre
ria a la fe de la Iglesia la tesis verdadero Dios y verdadero doctrinales 16,13). el cristianismo y las otras re-
del carácter limitado, incom- hombre13 y por eso llevan en imprescindibles, 7. La respuesta adecuada ligiones.
pleto e imperfecto de la reve- sí la definitividad y la plenitud a la revelación de Dios es la 8. Se propone también la
lación de Jesucristo, que se- de la revelación de las vías que desde la fe obediencia de la fe (Rm 1,5: hipótesis acerca del valor ins-
ría complementaria a la pre- salvíficas de Dios, aunque la respondan Cf. Rm 16,26; 2 Co 10,5-6), pirado de los textos sagrados
sente en las otras religiones. profundidad del misterio di- por la que el hombre se confía de otras religiones. Cierta-
La razón que está a la base de vino en sí mismo siga siendo a las urgencias libre y totalmente a Dios, mente es necesario reconocer
esta aserción pretendería fun- trascendente e inagotable. La prestando «a Dios revelador que tales textos contienen ele-
darse sobre el hecho de que verdad sobre Dios no es abo-
culturales el homenaje del entendimien- mentos gracias a los cuales
la verdad acerca de Dios no lida o reducida porque sea di- contemporáneas to y de la voluntad», y asis- multitud de personas, a tra-
podría ser acogida y manifes- cha en lenguaje humano. Ella, tiendo voluntariamente a la vés de los siglos, han podido
tada en su globalidad y ple- en cambio, sigue siendo úni- revelación hecha por Él 15 . La y todavía hoy pueden ali-
nitud por ninguna religión ca, plena y completa porque fe es un don de la gracia: Pa- mentar y conservar su rela-
histórica, por lo tanto, tam- quien habla y actúa es el Hijo ra profesar esta fe es necesa- ción religiosa con Dios. Por
poco por el cristianismo ni de Dios encarnado. Por esto, ria la gracia de Dios, que pre- esto, considerando tanto los
por Jesucristo. la fe exige que se profese que viene y ayuda, y los auxilios modos de actuar como los
Esta posición contradice el Verbo hecho carne, en to- internos del Espíritu Santo, preceptos y las doctrinas de
radicalmente las precedentes do su misterio, que va desde el cual mueve el corazón y lo las otras religiones, el Conci-
convierte a Dios, abre los lio Vaticano II –como se ha
ojos de la mente y da «a to- recordado antes– afirma que,
dos la suavidad en el aceptar por más que discrepen en mu-
y creer la verdad» 16. cho de lo que ella [la Iglesia]
La obediencia de la fe con- profesa y enseña, no pocas
duce a la acogida de la ver- veces reflejan un destello de
dad de la revelación de Cris- aquella Verdad que ilumina
to, garantizada por Dios, a todos los hombres23.
quien es la Verdad misma17. La tradición de la Iglesia,
La fe es, ante todo, una «ad- sin embargo, reserva la cali-
hesión personal» del hombre ficación de textos inspirados
a Dios; es al mismo tiempo e a los libros canónicos del An-
inseparablemente «el asenti- tiguo y Nuevo Testamento, en
miento libre a toda la verdad cuanto inspirados por el Es-
que Dios ha revelado»18. La píritu Santo24. Recogiendo es-
fe, por lo tanto, don de Dios y ta tradición, la Constitución
virtud sobrenatural infundi- dogmática sobre la divina Re-
da por Él19, implica una do- velación del Concilio Vatica-
ble adhesión: a Dios que re- no II enseña: La santa Madre
vela y a la verdad revelada Iglesia, según la fe apostólica,
por Él, en virtud de la con- tiene por santos y canónicos
fianza que se le concede a la los libros enteros del Antiguo
persona que la afirma. Por es- y Nuevo Testamento con to-
to, no debemos creer en nin- das sus partes, porque, escri-
gún otro que no sea Dios, Pa- tos bajo la inspiración del Es-
dre, Hijo y Espíritu Santo20. píritu Santo (cf. Jn 20, 31; 2
Debe ser, por lo tanto, fir- Tm 3,16; 2 Pe 1,19-21; 3,15-
memente retenida la distin- 16), tienen a Dios como au-
ción entre la fe teologal y la tor y como tales se le han en-
creencia en las otras religio- tregado a la misma Iglesia25.
nes. Si la fe es la acogida en la Esos libros enseñan firme-
gracia de la verdad revelada, mente, con fidelidad y sin
que permite penetrar en el error, la verdad que Dios qui-
misterio, favoreciendo su so consignar en las sagradas
comprensión coherente21, la letras de nuestra salvación26.
creencia en las otras religio- Sin embargo, queriendo
nes es esa totalidad de expe- llamar a sí a todas las gentes
riencia y pensamiento que en Cristo y comunicarles la
constituyen los tesoros hu- plenitud de su revelación y
manos de sabiduría y religio- de su amor, Dios no deja de
sidad, que el hombre, en su hacerse presente en muchos
búsqueda de la verdad, ha modos, no sólo en cada in-
ideado y creado en su refe- dividuo, sino también en los
rencia a lo divino y al Abso- pueblos, mediante sus rique-
luto22. zas espirituales, cuya expre-
No siempre tal distinción sión principal y esencial son
es tenida en consideración en las religiones, aunque con-
la reflexión actual, por lo cual tengan «lagunas, insuficien-
a menudo se identifica la fe cias y errores»27. Por lo tanto,
Iglesia de San Clemente de Taüll (Cataluña, siglo XII) teologal, que es la acogida de los libros sagrados de otras
6 Declaración Dominus Iesus ΑΩ
religiones, que de hecho ali- dad de la salvación cristiana y, La Declaración
mentan y guían la existencia por otra, el hecho del plura-
de sus seguidores, reciben lismo religioso, se proponen
quiere confutar
del misterio de Cristo aque- contemporáneamente una determinadas
llos elementos de bondad y economía del Verbo eterno
gracia que están en ellos pre- válida también fuera de la posiciones
sentes. Iglesia y sin relación a ella, y erróneas
una economía del Verbo en-
II. EL LOGOS carnado. La primera tendría o ambiguas
ENCARNADO Y EL una plusvalía de universali- y corroborar
ESPÍRITU SANTO dad respecto a la segunda, li-
EN LA OBRA mitada solamente a los cris- las verdades
DE LA SALVACIÓN
tianos, aunque si bien en ella que forman
la presencia de Dios sería más
9. En la reflexión teológi- plena. parte
ca contemporánea, a menudo 10. Estas tesis contrastan del patrimonio
emerge un acercamiento a Je- profundamente con la fe cris-
sús de Nazaret como si fuese tiana. Debe ser, en efecto, fir- de la fe
una figura histórica particu- memente creída la doctrina de de la Iglesia
lar y finita, que revela lo di- fe que proclama que Jesús de
vino de manera no exclusiva, Nazaret, hijo de María, y so-
sino complementaria a otras lamente Él, es el Hijo y Verbo
presencias reveladoras y sal- del Padre. El Verbo, que es-
víficas. El Infinito, el Abso- taba en el principio con Dios
luto, el Misterio último de (Jn 1,2), es el mismo que se
Dios se manifestaría así a la hizo carne (Jn 1,14). En Je-
Humanidad en modos diver- sús el Cristo, el Hijo de Dios
sos y en diversas figuras his- vivo (Mt 16,16) reside toda
tóricas: Jesús de Nazaret sería la plenitud de la divinidad
una de esas. Más concreta- corporalmente (Col 2,9). Él
mente, para algunos Él sería es el Hijo único, que está en
uno de los tantos rostros que el seno del Padre (Jn 1,18),
el Logos habría asumido en el Hijo de su amor, en quien
el curso del tiempo para co- tenemos la redención [...]
municarse salvíficamente con Dios tuvo a bien hacer resi-
la Humanidad. dir en Él toda la plenitud, y
Además, para justificar, reconciliar con Él y para Él
por una parte, la universali- todas las cosas, pacificando,

Tabla con la Ascención del Señor


(detalle). Iglesia de Eke, Estocolmo Maiestas Domini. Iglesia de San Clemente de Taüll (Cataluña)
ΑΩ Declaración Dominus Iesus 7

San Pedro y un grupo de Apóstoles.


Frontal del Apostolado (Cataluña,
siglo XII)

mediante la sangre de su cruz, en cuanto a la humanidad


lo que hay en la tierra y en [...], engendrado por el Pa-
los cielos (Col 1,13-14.19- dre antes de los siglos en
20). cuanto a la divinidad, y el
Fiel a las Sagradas Escri- mismo, en los últimos días,
turas y refutando interpreta- por nosotros y por nuestra
ciones erróneas y reductoras, salvación, engendrado de
el primer Concilio de Nicea María Virgen, madre de Dios,
definió solemnemente su fe en cuanto a la humanidad29.
en Jesucristo Hijo de Dios, Por esto, el Concilio Vati-
nacido unigénito del Padre, cano II afirma que Cristo nue-
es decir, de la sustancia del vo Adán, imagen de Dios in-
El perenne Padre, Dios de Dios, Luz de visible (Col 1,15), es también
Luz, Dios verdadero de Dios el hombre perfecto, que ha
anuncio verdadero, engendrado, no devuelto a la descendencia de
misionero hecho, consustancial al Pa- Adán la semejanza divina, de-
dre, por quien todas las co- formada por el primer pecado
de la Iglesia sas fueron hechas, las que hay [...] Cordero inocente, con la
es puesto hoy en el cielo y las que hay en la entrega libérrima de su san-
tierra, que por nosotros los gre nos mereció la vida. En
en peligro hombres y por nuestra salva- Él Dios nos reconcilió consi-
por teorías ción descendió y se encarnó, go y con nosotros, y nos libe-
se hizo hombre, padeció, y re- ró de la esclavitud del diablo
de tipo sucitó al tercer día, subió a y del pecado, por lo que cual-
relativista, los cielos, y ha de venir a juz- quiera de nosotros puede de-
gar a los vivos y a los muer- cir con el Apóstol: El Hijo de
que tratan tos28. Siguiendo las enseñan- Dios «me amó y se entregó a
zas de los Padres, también el sí mismo por mí» (Gal 2,20)30.
de justificar Concilio de Calcedonia pro- Al respecto Juan Pablo II
el pluralismo fesó que uno solo y el mismo ha declarado explícitamente:
Hijo, nuestro Señor Jesucris- Es contrario a la fe cristiana
religioso, to, es él mismo perfecto en di- introducir cualquier separa-
no sólo de facto vinidad y perfecto en huma- ción entre el Verbo y Jesu-
nidad, Dios verdaderamente, cristo [...]: Jesús es el Verbo
sino también y verdaderamente hombre encarnado, una sola persona
de iure (o de [...], consustancial con el Pa- e inseparable [...] Cristo no
dre en cuanto a la divinidad, es sino Jesús de Nazaret, y és-
principio) y consustancial con nosotros te es el Verbo de Dios hecho
8 Declaración Dominus Iesus ΑΩ
el Nuevo Testamento, el mis-
terio de Jesús, Verbo encar-
nado, constituye el lugar de
la presencia del Espíritu San-
to y la razón de su efusión a la
Humanidad, no sólo en los
tiempos mesiánicos (cf. Hch
2,32-36; Jn 20,20; 7,39; 1 Co
15,45), sino también antes de
su venida en la Historia (cf.
1 Co 10,4; 1 Pe 1,10-12).
El Concilio Vaticano II ha
llamado la atención de la con-
ciencia de fe de la Iglesia so-
bre esta verdad fundamental.
Cuando expone el plan salví-
fico del Padre para toda la
Humanidad, el Concilio co-
necta estrechamente, desde el
inicio, el misterio de Cristo
con el del Espíritu35. Toda la
obra de edificación de la Igle-
sia a través de los siglos se ve
como una realización de Je-
sucristo Cabeza, en comunión
con su Espíritu36.
Además, la acción salvífi-
ca de Jesucristo, con y por

Última Cena. Capitel del claustro de Santa María L’Estany, Barcelona

Se elaboran hombre para la salvación de ción y de la Redención (cf.


todos [...] Mientras vamos Col 1,15-20), recapitulador
algunas descubriendo y valorando los de todas las cosas (cf. Ef
propuestas dones de todas clases, sobre 1,10), al cual hizo Dios para
todo las riquezas espirituales nosotros sabiduría de origen
en las cuales que Dios ha concedido a ca- divino, justicia, santificación
la revelación da pueblo, no podemos diso- y redención (1 Co 1,30). En
ciarlos de Jesucristo, centro efecto, el misterio de Cristo
cristiana del plan divino de salvación31. tiene una unidad intrínseca,
y el misterio Es también contrario a la que se extiende desde la elec-
fe católica introducir una se- ción eterna en Dios hasta la
de Jesucristo paración entre la acción sal- parusía: [Dios] nos ha elegido
y de la Iglesia vífica del Logos en cuanto tal, en Él antes de la fundación
y la del Verbo hecho carne. del mundo, para ser santos e
pierden Con la Encarnación, todas las inmaculados en su presencia,
acciones salvíficas del Verbo en el amor (Ef 1,4). En Él,
su carácter de Dios se hacen siempre en por quien entramos en he-
de verdad unión con la naturaleza hu- rencia, elegidos de antema-
mana que Él ha asumido para no según el previo designio
absoluta la salvación de todos los hom- del que realiza todo confor-
y de bres. El único sujeto que obra me a la decisión de su volun- Curcificado. Cristo de Vallejo. Museo Diocesano, León
en las dos naturalezas, divina tad (Ef 1,11). Pues a los que
universalidad y humana, es la única persona de antemano conoció [el Pa- Padre resucitó, exaltó y colo- medio de su Espíritu, se ex-
salvífica, del Verbo32. dre], también los predestinó có a su derecha, constituyén- tiende más allá de los confi-
Por lo tanto, no es compa- a reproducir la imagen de su dolo juez de vivos y de muer- nes visibles de la Iglesia y al-
o al menos tible con la doctrina de la Hijo, para que fuera Él el pri- tos34. Esta mediación salvífica canza a toda la Humanidad.
se arroja Iglesia la teoría que atribuye mogénito entre muchos her- también implica la unicidad Hablando del misterio pas-
una actividad salvífica al Lo- manos; y a los que predestinó, del sacrificio redentor de Cris- cual, en el cual Cristo asocia
sobre ellos gos como tal en su divinidad, a ésos también los justificó; to, sumo y eterno Sacerdote vitalmente al creyente a sí
la sombra que se ejercitaría más allá de a los que justificó, a ésos tam- (cf. Heb 6,20; 9,11; 10,12- mismo en el Espíritu Santo,
la humanidad de Cristo, tam- bién los glorificó (Rm 8,29- 14). y le da la esperanza de la re-
de la duda bién después de la Encarna- 30). 12. Hay también quien surrección, el Concilio afir-
y de ción33. El Magisterio de la Igle- propone la hipótesis de una ma: Esto vale no solamente
11. Igualmente, debe ser sia, fiel a la revelación divi- economía del Espíritu Santo para los cristianos, sino tam-
la inseguridad firmemente creída la doctri- na, reitera que Jesucristo es con un carácter más univer- bién para todos los hombres
na de fe sobre la unicidad de el mediador y el redentor uni- sal que la del Verbo encarna- de buena voluntad, en cuyo
la economía salvífica queri- versal: El Verbo de Dios, por do, crucificado y resucitado. corazón obra la gracia de
da por Dios Uno y Trino, cu- quien todo fue hecho, se en- También esta afirmación es modo invisible. Cristo murió
ya fuente y centro es el mis- carnó para que, Hombre per- contraria a la fe católica, que, por todos, y la vocación su-
terio de la encarnación del fecto, salvará a todos y reca- en cambio, considera la en- prema del hombre en reali-
Verbo, mediador de la gracia pitulara todas las cosas. El carnación salvífica del Verbo dad es una sola, es decir, la
divina en el plan de la Crea- Señor [...] es aquel a quien el como un evento trinitario. En divina. En consecuencia, de-
ΑΩ Declaración Dominus Iesus 9

bemos creer que el Espíritu


Santo ofrece a todos la posi-
bilidad de que, en la forma de
sólo Dios conocida, se aso-
cien a este misterio pascual37.
Queda claro, por lo tanto,
el vínculo entre el misterio
salvífico del Verbo encarna-
do y el del Espíritu Santo, que
actúa el influjo salvífico del
Hijo hecho hombre en la vida
de todos los hombres, llama-
dos por Dios a una única me-
ta, ya sea que hayan precedi-
do históricamente al Verbo
hecho hombre, o que vivan
después de su venida en la
Historia: de todos ellos es ani-
mador el Espíritu del Padre,
que el Hijo del hombre dona
libremente (cf. Jn 3,34).
Por eso el Magisterio re-
ciente de la Iglesia ha llama-
do la atención, con firmeza y
claridad, sobre la verdad de
una única economía divina:
La presencia y la actividad
del Espíritu no afectan úni-

Iglesia de San Pantaleón, San Pantaleón de Losa (Burgos)

Se trata de una sola economía claridad: El Padre envió a su Para poner


salvífica de Dios Uno y Tri- Hijo, como salvador del mun-
no, realizada en el misterio de do (1 Jn 4,14); He aquí el cor- remedio
la encarnación, muerte y re- dero de Dios, que quita el pe- a la mentalidad
surrección del Hijo de Dios, cado del mundo (Jn 1,29). En
llevada a cabo con la coope- su discurso ante el sanedrín, relativista,
ración del Espíritu Santo, y Pedro, para justificar la cura- cada vez más
extendida en su alcance sal- ción del tullido de nacimien-
vífico a toda la Humanidad y to realizada en el nombre de difundida,
a todo el universo: Los hom- Jesús (cf. Hch 3,1-8), procla- es necesario
bres, pues, no pueden entrar ma: Porque no hay bajo el
en comunión con Dios si no cielo otro nombre dado a los reiterar,
es por medio de Cristo y bajo hombres por el que nosotros ante todo,
la acción del Espíritu41. debamos salvarnos (Hch
4,12). El mismo apóstol aña- el carácter
III. UNICIDAD de, además, que Jesucristo es
definitivo
Y UNIVERSALIDAD el Señor de todos; está cons-
tituido por Dios juez de vivos y completo
DEL MISTERIO y muertos; por lo cual todo el
SALVÍFICO que cree en él alcanza, por su de la revelación
Virgen de Ambasaguas. Museo de los Caminos, Astorga (León) DE JESUCRISTO nombre, el perdón de los pe- de Jesucristo
cados (Hch 10,36.42.43).
camente a los individuos, sino actúa en la Iglesia. No es, por Pablo, dirigiéndose a la co-
también a la sociedad, a la consiguiente, algo alternativo 13. Es también frecuente munidad de Corinto, escribe:
Historia, a los pueblos, a las a Cristo, ni viene a llenar una la tesis que niega la unicidad Pues aun cuando se les dé el
culturas y a las religiones [...] especie de vacío, como a ve- y la universalidad salvífica nombre de dioses, bien en el
Cristo resucitado obra ya por ces se da por hipótesis, que del misterio de Jesucristo. Es- cielo bien en la tierra, de for-
la virtud de su Espíritu [...] exista entre Cristo y el Logos. ta posición no tiene ningún ma que hay multitud de dioses
Es también el Espíritu quien Todo lo que el Espíritu obra fundamento bíblico. En efec- y de señores, para nosotros
esparce «las semillas de la en los hombres y en la histo- to, debe ser firmemente creí- no hay más que un solo Dios,
Palabra» presentes en los ri- ria de los pueblos, así como da, como dato perenne de la el Padre, del cual proceden
tos y culturas, y los prepara en las culturas y religiones, fe de la Iglesia, la proclama- todas las cosas y para el cual
para su madurez en Cristo38. tiene un papel de preparación ción de Jesucristo, Hijo de somos; y un solo Señor, Jesu-
Aun reconociendo la función evangélica, y no puede me- Dios, Señor y único salvador, cristo, por quien son todas las
histórico-salvífica del Espíri- nos de referirse a Cristo, Ver- que en su evento de encarna- cosas y por el cual somos no-
tu en todo el universo y en la bo encarnado por obra del ción, muerte y resurrección sotros (1 Co 8,5-6). También
historia de la Humanidad39, Espíritu, «para que, hombre ha llevado a cumplimiento la el apóstol Juan afirma: Por-
sin embargo confirma: Este perfecto, salvara a todos y re- historia de la salvación, que que tanto amó Dios al mun-
Espíritu es el mismo que se capitulara todas las cosas»40. tiene en Él su plenitud y su do que dio a su Hijo único,
ha hecho presente en la en- En conclusión, la acción centro. para que todo el que crea en
carnación, en la vida, muerte del Espíritu no está fuera o al Los testimonios neotesta- Él no perezca, sino que ten-
y resurrección de Jesús y que lado de la acción de Cristo. mentarios lo certifican con ga vida eterna. Porque Dios
10 Declaración Dominus Iesus ΑΩ
no ha enviado a su Hijo al La creencia
mundo para juzgar al mun-
do, sino para que el mundo
en las otras
se salve por Él (Jn 3,16-17). religiones, es
En el Nuevo Testamento, la
voluntad salvífica universal una experiencia
de Dios está estrechamente religiosa todavía
conectada con la única me-
diación de Cristo: [Dios] en búsqueda
quiere que todos los hombres de la verdad
se salven y lleguen al cono-
cimiento pleno de la verdad. absoluta
Porque hay un solo Dios, y y carente
también un solo mediador en-
tre Dios y los hombres, Cris- todavía
to Jesús, hombre también, que del asentimiento
se entregó a sí mismo como
rescate por todos (1 Tm 2,4- a Dios
6).
Basados en esta concien-
que se revela
cia del don de la salvación,
único y universal, ofrecido
por el Padre por medio de Je-
sucristo en el Espíritu Santo
(cf. Ef 1,3-14), los primeros
cristianos se dirigieron a Is-
rael mostrando que el cum-
plimiento de la salvación iba
más allá de la Ley, y afronta-
ron después el mundo paga-
no de entonces, que aspiraba
a la salvación a través de una
pluralidad de dioses salvado-
res. Este patrimonio de la fe
ha sido propuesto una vez
más por el Magisterio de la
Iglesia: Cree la Iglesia que
Cristo, muerto y resucitado
por todos (cf. 2 Co 5,15), da Majestad (Cristo crucificado). Batlló (Cataluña, siglo XII)
al hombre su luz y su fuerza
por el Espíritu Santo, a fin de mediación del Redentor no la comunidad de los creyentes exaltó y colocó a su derecha,
que pueda responder a su má- excluye, sino suscita en sus ha reconocido que Jesucristo constituyéndolo juez de vivos
xima vocación, y que no ha criaturas una múltiple coo- posee una tal valencia salví- y de muertos45. Es precisa-
sido dado bajo el cielo a la peración que participa de la fica, que Él sólo, como Hijo mente esta singularidad úni-
Humanidad otro nombre en fuente única43. Se debe pro- de Dios hecho hombre, cru- ca de Cristo la que le confie-
el que sea posible salvarse fundizar el contenido de esta cificado y resucitado, en vir- re un significado absoluto y
(cf. Hch 4,12). Igualmente mediación participada, siem- tud de la misión recibida del universal, por lo cual, mien-
cree que la clave, el centro y pre bajo la norma del princi- Padre y en la potencia del Es- tras está en la Historia, es el
el fin de toda la historia hu- pio de la única mediación de píritu Santo, tiene el objetivo centro y el fin de la misma:
mana se halla en su Señor y Cristo: Aun cuando no se ex- de donar la revelación (cf. Mt «Yo soy el Alfa y la Omega,
Maestro42. cluyan mediaciones parcia- 11,27) y la vida divina (cf. Jn el Primero y el Último, el
14. Debe ser, por lo tanto, les, de cualquier tipo y orden, 1,12; 5,25-26; 17,2) a toda la Principio y el Fin» (Ap
firmemente creída como ver- éstas sin embargo cobran sig- Humanidad y a cada hombre. 22,13)46.
dad de fe católica que la vo- nificado y valor «únicamen- En este sentido, se puede
luntad salvífica universal de te» por la mediación de Cris- y se debe decir que Jesucristo IV. UNICIDAD
Dios Uno y Trino, es ofrecida to, y no pueden ser entendi- tiene, para el género humano Y UNIDAD
y cumplida, una vez para das como paralelas y com- y su historia, un significado
siempre, en el misterio de la plementarias44. No obstante, y un valor singular y único, DE LA IGLESIA
encarnación, muerte y resu- serían contrarias a la fe cris- sólo de Él propio, exclusivo,
rrección del Hijo de Dios. tiana y católica aquellas pro- universal y absoluto. Jesús es, 16. El Señor Jesús, único
Teniendo en cuenta este puestas de solución que con- en efecto, el Verbo de Dios salvador, no estableció una
dato de fe, y meditando sobre templen una acción salvífica hecho hombre para la salva- simple comunidad de discí-
la presencia de otras expe- de Dios fuera de la única me- ción de todos. Recogiendo es- pulos, sino que constituyó a
riencias religiosas no cristia- diación de Cristo. ta conciencia de fe, el Conci- la Iglesia como misterio sal-
nas y sobre su significado en 15. No pocas veces algu- lio Vaticano II enseña: El Ver- vífico: Él mismo está en la
el plan salvífico de Dios, la nos proponen que en teología bo de Dios, por quien todo Iglesia y la Iglesia está en Él
teología está hoy invitada a se eviten términos como uni- fue hecho, se encarnó para (cf. Jn 15,1ss; Ga 3,28; Ef
explorar si es posible, y en cidad, universalidad, absolu- que, Hombre perfecto, salva- 4,15-16; Hch 9,5); por eso, la
qué medida, que también fi- tez, cuyo uso daría la impre- ra a todos y recapitulara to- plenitud del misterio salvífico
guras y elementos positivos sión de un énfasis excesivo das las cosas. El Señor es el de Cristo pertenece también
de otras religiones puedan en- acerca del valor del evento fin de la historia humana, a la Iglesia, inseparablemen-
trar en el plan divino de la sal- salvífico de Jesucristo con re- «punto de convergencia ha- te unida a su Señor. Jesucris-
vación. En esta tarea de re- lación a las otras religiones. cia el cual tienden los dese- to, en efecto, continúa su pre-
flexión la investigación teo- En realidad, con este lengua- os de la Historia y de la civi- sencia y su obra de salvación
lógica tiene ante sí un exten- je se expresa simplemente la lización», centro de la Hu- en la Iglesia y a través de la
so campo de trabajo, bajo la fidelidad al dato revelado, manidad, gozo del corazón Iglesia (cf. Col 1,24-27)47, que
guía del Magisterio de la Igle- pues constituye un desarrollo humano y plenitud total de es su cuerpo (cf. 1 Co 12, 12-
sia. El Concilio Vaticano II, de las fuentes mismas de la sus aspiraciones. Él es aquel 13.27; Col 1,18)48. Y así co-
en efecto, afirmó que la única fe. Desde el inicio, en efecto, a quien el Padre resucitó, mo la cabeza y los miembros
ΑΩ Declaración Dominus Iesus 11

de un cuerpo vivo aunque no to [...] que nuestro Salvador una única Iglesia de Cristo, Los libros la vida en Cristo mediante la
se identifiquen son insepara- confió después de su resu- que subsiste en la Iglesia ca- íntegra profesión de fe, la Eu-
bles, Cristo y la Iglesia no se rrección a Pedro para que la tólica, gobernada por el Su-
sagrados caristía y la plena comunión
pueden confundir pero tam- apacentara (Jn 24,17), con- cesor de Pedro y por los obis- de otras en la Iglesia63.
poco separar, y constituyen fiándole a él y a los demás pos en comunión con él58. Las Por lo tanto, los fieles no
un único Cristo total49. Esta Apóstoles su difusión y go- Iglesias que no están en per- religiones, pueden imaginarse la Iglesia
misma inseparabilidad se ex- bierno (cf. Mt 28,18ss.), y la fecta comunión con la Iglesia que de hecho de Cristo como la suma –di-
presa también en el Nuevo erigió para siempre como «co- católica, pero se mantienen ferenciada y de alguna ma-
Testamento mediante la ana- lumna y fundamento de la ver- unidas a ella por medio de alimentan nera unitaria al mismo tiem-
logía de la Iglesia como Es- dad» (1 Tm 3,15). Esta Igle- vínculos estrechísimos como y guían la po– de las Iglesias y Comu-
posa de Cristo (cf. 2 Cor 11,2; sia, constituida y ordenada en la sucesión apostólica y la Eu- nidades eclesiales; ni tienen
Ef 5,25-29; Ap 21,2.9)50. este mundo como una socie- caristía válidamente consa- existencia de la facultad de pensar que la
Por eso, en conexión con dad, subsiste [subsistit in] en grada, son verdaderas iglesias sus seguidores, Iglesia de Cristo hoy no exis-
la unicidad y la universalidad la Iglesia católica, goberna- particulares59. Por eso, tam- te en ningún lugar y que, por
de la mediación salvífica de da por el sucesor de Pedro y bién en estas Iglesias está pre- reciben lo tanto, deba ser objeto de
Jesucristo, debe ser firme- por los obispos en comunión sente y operante la Iglesia de del misterio búsqueda por parte de todas
mente creída como verdad de con él54. Con la expresión sub- Cristo, si bien falta la plena las Iglesias y Comunidades64.
fe católica la unicidad de la sistit in, el Concilio Vaticano II comunión con la Iglesia ca- de Cristo En efecto, los elementos de
Iglesia por Él fundada. Así quiere armonizar dos afirma- tólica al rehusar la doctrina esta Iglesia ya dada existen
como hay un solo Cristo, uno ciones doctrinales: por un la- católica del Primado, que por
aquellos juntos y en plenitud en la Igle-
solo es su cuerpo, una sola es do, que la Iglesia de Cristo, no voluntad de Dios posee y elementos sia católica, y sin esta pleni-
su Esposa: una sola Iglesia obstante las divisiones entre ejercita objetivamente sobre tud en las otras Comunida-
católica y apostólica51. Ade- los cristianos, sigue existiendo toda la Iglesia el Obispo de
de bondad des65. Por consiguiente, aun-
más, las promesas del Señor plenamente sólo en la Iglesia Roma60. y gracia que creamos que las Iglesias
de no abandonar jamás a su católica, y, por otro lado, que Por el contrario, las Co- y Comunidades separadas
Iglesia (cf. Mt 16,18; 28,20) y fuera de su estructura visible munidades eclesiales que no que están tienen sus defectos, no están
de guiarla con su Espíritu (cf. pueden encontrarse muchos han conservado el Episcopa- en ellos desprovistas de sentido y de
Jn 16,13) implican que, según elementos de santificación y do válido y la genuina e ínte- valor en el misterio de la sal-
la fe católica, la unicidad y la de verdad55, ya sea en las Igle- gra sustancia del misterio eu- presentes vación, porque el Espíritu de
unidad, como todo lo que per- sias que en las Comunidades carístico61, no son Iglesia en Cristo no ha rehusado ser-
tenece a la integridad de la eclesiales separadas de la Igle- sentido propio; sin embargo, virse de ellas como medios de
Iglesia, nunca faltaran52. sia católica56. Sin embargo, los bautizados en estas Co- salvación, cuya virtud deriva
Los fieles están obligados respecto a estas últimas, es ne- munidades, por el Bautismo de la misma plenitud de la
a profesar que existe una con- cesario afirmar que su efica- han sido incorporados a Cris- gracia y de la verdad que se
tinuidad histórica –radicada cia deriva de la misma pleni- to y, por lo tanto, están en una confió a la Iglesia66.
en la sucesión apostólica–53 tud de gracia y verdad que fue cierta comunión, si bien im- La falta de unidad entre los
entre la Iglesia fundada por confiada a la Iglesia católi- perfecta, con la Iglesia62. En cristianos es ciertamente una
Cristo y la Iglesia católica: És- ca57. efecto, el Bautismo en sí tien- herida para la Iglesia; no en
ta es la única Iglesia de Cris- 17. Existe, por lo tanto, de al completo desarrollo de el sentido de quedar privada
de su unidad, sino en cuanto
obstáculo para la realización
plena de su universalidad en
la Historia67.

V. IGLESIA,
REINO DE DIOS
Y REINO DE CRISTO
18. La misión de la Igle-
sia es anunciar el Reino de
Cristo y de Dios, establecer-
lo en medio de todas las gen-
tes; [la Iglesia] constituye en
la tierra el germen y el prin-
cipio de este Reino68. Por un
lado, la Iglesia es sacramento,
esto es, signo e instrumento
de la íntima unión con Dios
y de la unidad de todo el gé-
nero humano69; ella es, por lo
tanto, signo e instrumento del
Reino: llamada a anunciarlo
y a instaurarlo. Por otro lado,
la Iglesia es el pueblo reunido
por la unidad del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo70;
ella es, por lo tanto, el Reino
de Cristo, presente ya en el
misterio71, constituyendo, así,
su germen e inicio. El Reino
de Dios tiene, en efecto, una
dimensión escatológica: Es
una realidad presente en el
tiempo, pero su definitiva re-
alización llegará con el fin y
el cumplimiento de la Histo-
ria72.
De los textos bíblicos y de
Cristo. Calvario de Corullón (detalle). Museo de León los testimonios patrísticos, así
12 Declaración Dominus Iesus ΑΩ

Jóvenes peregrinos en camino

sado y porque consideran a


la Iglesia misma sólo un sig-
no, por lo demás no exento
de ambigüedad76. Estas tesis
son contrarias a la fe católica
porque niegan la unicidad de
la relación que Cristo y la
Iglesia tienen con el Reino de
Dios.

Vista aérea del Coliseo de Roma, durante la conmemoración de los mártires del siglo XX VI. LA IGLESIA
Y LAS RELIGIONES
como de los documentos del denada al Reino de Dios, del como en el caso de determi-
Magisterio de la Iglesia, no cual es germen, signo e ins- nadas concepciones que in- EN RELACIÓN
se deducen significados uní- trumento. Sin embargo, a la Los fieles tencionadamente ponen el CON LA SALVACIÓN
vocos para las expresiones vez que se distingue de Cris- están obligados acento sobre el Reino y se 20. De todo lo que ha sido
Reino de los Cielos, Reino de to y del Reino, está indisolu- presentan como «reinocén- antes recordado, derivan tam-
Dios y Reino de Cristo, ni de blemente unida a ambos73. a profesar tricas», las cuales dan relie- bién algunos puntos necesa-
la relación de los mismos con 19. Afirmar la relación in- que existe ve a la imagen de una Igle- rios para el curso que debe se-
la Iglesia, ella misma misterio divisible que existe entre la sia que no piensa en sí mis- guir la reflexión teológica en
que no puede ser totalmente Iglesia y el Reino no implica una continuidad ma, sino que se dedica a tes- la profundización de la rela-
encerrado en un concepto hu- olvidar que el Reino de Dios histórica timoniar y servir al Reino. Es ción de la Iglesia y de las re-
mano. Pueden existir, por lo –si bien considerado en su fa- una «Iglesia para los demás» ligiones con la salvación.
tanto, diversas explicaciones se histórica– no se identifica –radicada –se dice– como «Cristo es el Ante todo, debe ser firme-
teológicas sobre estos argu- con la Iglesia en su realidad en la sucesión hombre para los demás»... mente creído que la Iglesia pe-
mentos. Sin embargo, ningu- visible y social. En efecto, no Junto a unos aspectos posi- regrinante es necesaria para
na de estas posibles explica- se debe excluir la obra de apostólica– tivos, estas concepciones ma- la salvación, pues Cristo es el
ciones puede negar o vaciar Cristo y del Espíritu Santo nifiestan a menudo otros ne- único Mediador y el camino
de contenido, en modo algu- fuera de los confines visibles
entre la Iglesia gativos. Ante todo, dejan en de salvación, presente a no-
no, la íntima conexión entre de la Iglesia74. Por lo tanto, se fundada silencio a Cristo: El Reino, sotros en su Cuerpo, que es la
Cristo, el Reino y la Iglesia. debe también tener en cuenta del que hablan, se basa en un Iglesia, y Él, inculcando con
En efecto, el Reino de Dios que el Reino interesa a todos: por Cristo «teocentrismo», porque Cris- palabras concretas la necesi-
que conocemos por la Reve- a las personas, a la sociedad, y la Iglesia to –dicen– no puede ser com- dad del bautismo (cf. Mt
lación, no puede ser separado al mundo entero. Trabajar prendido por quien no profe- 16,16; Jn 3,5), confirmó a un
ni de Cristo ni de la Iglesia... por el Reino quiere decir re- católica sa la fe cristiana, mientras tiempo la necesidad de la Igle-
Si se separa el Reino de la conocer y favorecer el dina- gobernada que pueblos, culturas y reli- sia, en la que los hombres en-
persona de Jesús, no es éste mismo divino, que está pre- giones diversas pueden coin- tran por el bautismo como por
ya el Reino de Dios revelado sente en la historia humana por el Sucesor cidir en la única realidad di- una puerta77. Esta doctrina no
por Él, y se termina por dis- y la transforma. Construir el de Pedro vina, cualquiera que sea su se contrapone a la voluntad
torsionar tanto el significado Reino significa trabajar por nombre. Por el mismo moti- salvífica universal de Dios (cf.
del Reino –que corre el riesgo la liberación del mal en to- y por los vo, conceden privilegio al 1 Tm 2,4); por lo tanto, es ne-
de transformarse en un obje- das sus formas. En resumen, obispos misterio de la creación, que cesario, pues, mantener uni-
tivo puramente humano e ide- el Reino de Dios es la mani- se refleja en la diversidad de das estas dos verdades, o sea,
ológico– como la identidad festación y la realización de en comunión culturas y creencias, pero no la posibilidad real de la sal-
de Cristo, que no aparece co- su designio de salvación en con él dicen nada sobre el misterio vación en Cristo para todos
mo el Señor, al cual debe so- toda su plenitud75. de la Redención. Además el los hombres y la necesidad de
meterse todo (cf. 1 Co 15,27); Al considerar la relación Reino, tal como lo entienden, la Iglesia en orden a esta mis-
asimismo, el Reino no puede entre Reino de Dios, Reino termina por marginar o me- ma salvación78.
ser separado de la Iglesia. de Cristo e Iglesia es necesa- nospreciar a la Iglesia, co- La Iglesia es sacramento
Ciertamente, ésta no es un fin rio, de todas maneras, evitar mo reacción a un supuesto universal de salvación79 por-
en sí misma, ya que está or- acentuaciones unilaterales, «eclesiocentrismo» del pa- que, siempre unida de modo
ΑΩ Declaración Dominus Iesus 13

hacia la basílica de San Pedro, Roma

misterioso y subordinada a
Jesucristo el Salvador, su Ca-
beza, en el diseño de Dios,
tiene una relación indispen-
sable con la salvación de cada
hombre80. Para aquellos que
no son, formal y visiblemen-
te, miembros de la Iglesia, la
salvación de Cristo es acce-
sible en virtud de la gracia
que, aun teniendo una miste- Panorámica de Conques (Francia), un pueblo cristiano
riosa relación con la Iglesia,
no les introduce formalmente salvador universal–, queda de otros errores (cf. 1 Co tanto, que, siguiendo el man-
en ella, sino que los ilumina claro que sería contrario a la 10,20-21), constituyen más damiento del Señor (cf. Mt
de manera adecuada en su si- fe católica considerar la Igle- La falta bien un obstáculo para la sal- 28,19-20) y como exigencia
tuación interior y ambiental. sia como un camino de sal- de unidad entre vación89. del amor a todos los hombres,
Esta gracia proviene de Cris- vación al lado de aquellos 22. Con la venida de Jesu- la Iglesia anuncia y tiene la
to; es fruto de su sacrificio y constituidos por las otras re- los cristianos cristo Salvador, Dios ha esta- obligación de anunciar cons-
es comunicada por el Espíri- ligiones. Éstas serían com- es ciertamente blecido la Iglesia para la sal- tantemente a Cristo, que es
tu Santo81. Ella está relacio- plementarias a la Iglesia, o vación de todos los hombres «el Camino, la Verdad y la Vi-
nada con la Iglesia, la cual incluso substancialmente una herida (cf. Hch 17,30-31)90. Esta ver- da» (Jn 14, 6), en quien los
procede de la misión del Hijo equivalentes a ella, aunque para la Iglesia; dad de fe no quita nada al he- hombres encuentran la pleni-
y la misión del Espíritu San- en convergencia con ella en cho de que la Iglesia consi- tud de la vida religiosa y en
to82, según el diseño de Dios pos del Reino escatológico no en el sentido dera las religiones del mun- quien Dios reconcilió consigo
Padre. de Dios. de quedar do con sincero respeto, pero todas las cosas94.
21. Acerca del modo en Ciertamente, las diferen- al mismo tiempo excluye esa La misión ad gentes, tam-
el cual la gracia salvífica de tes tradiciones religiosas con- privada mentalidad indiferentista bién en el diálogo interreli-
Dios, que es donada siempre tienen y ofrecen elementos marcada por un relativismo gioso, conserva íntegra, hoy
por medio de Cristo en el Es- de religiosidad, que proceden
de su unidad, religioso que termina por como siempre, su fuerza y su
píritu y tiene una misteriosa de Dios85, y que forman parte sino en cuanto pensar que «una religión es necesidad95. En efecto, «Dios
relación con la Iglesia, llega de todo lo que el Espíritu tan buena como otra» 91. Si quiere que todos los hombres
a los individuos no cristia- obra en los hombres y en la obstáculo para bien es cierto que los no cris- se salven y lleguen al cono-
nos, el Concilio Vaticano II historia de los pueblos, así la realización tianos pueden recibir la gra- cimiento pleno de la verdad»
se limitó a afirmar que Dios como en las culturas y reli- cia divina, también es cierto (1 Tm 2,4). Dios quiere la
la dona por caminos que Él giones86. De hecho, algunas plena de su que objetivamente se hallan salvación de todos por el co-
sabe83. La Teología está tra- oraciones y ritos pueden asu- universalidad en una situación gravemente nocimiento de la verdad. La
tando de profundizar este ar- mir un papel de preparación deficitaria si se compara con salvación se encuentra en la
gumento, ya que es, sin du- evangélica, en cuanto son en la Historia la de aquellos que, en la Igle- verdad. Los que obedecen a
da, útil para el crecimiento ocasiones o pedagogías en las sia, tienen la plenitud de los la moción del Espíritu de ver-
de la compresión de los de- cuales los corazones de los medios salvíficos92. Sin em- dad están ya en el camino de
signios salvíficos de Dios y hombres son estimulados a bargo, es necesario recordar la salvación; pero la Iglesia,
de los caminos de su reali- abrirse a la acción de Dios87. a los hijos de la Iglesia que a quien esta verdad ha sido
zación. Sin embargo, de todo A ellas, sin embargo no se les su excelsa condición no de- confiada, debe ir al encuen-
lo que hasta ahora ha sido re- puede atribuir un origen di- ben atribuirla a sus propios tro de los que la buscan para
cordado sobre la mediación vino ni una eficacia salvífica méritos, sino a una gracia es- ofrecérsela. Porque cree en
de Jesucristo y sobre las re- ex opere operato, que es pro- pecial de Cristo; y si no res- el designio universal de sal-
laciones singulares y úni- pia de los sacramentos cris- ponden a ella, con el pensa- vación, la Iglesia debe ser
cas84 que la Iglesia tiene con tianos88. Por otro lado, no se miento, las palabras y las misionera96. Por ello el diá-
el Reino de Dios entre los puede ignorar que otros ritos obras, lejos de salvarse, se- logo, no obstante forme par-
hombres –que substancial- no cristianos, en cuanto de- rán juzgados con mayor se- te de la misión evangeliza-
mente es el Reino de Cristo, penden de supersticiones o veridad93. Se entiende, por lo dora, constituye sólo una de
14 Declaración Dominus Iesus ΑΩ
Iglesia, y, una vez conocida, a
abrazarla y practicarla99.
La revelación de Cristo
continuará a ser en la Historia
la verdadera estrella que
Para aquellos orienta a toda la Humani-
dad 100: La verdad, que es
que no son Cristo, se impone como au-
formal toridad universal101. El mis-
terio cristiano supera de he-
y visiblemente cho las barreras del tiempo y
miembros del espacio, y realiza la uni-
dad de la familia humana:
de la Iglesia, Desde lugares y tradiciones
la salvación diferentes todos están llama-
dos en Cristo a participar en
de Cristo la unidad de la familia de los
es accesible hijos de Dios [...] Jesús de-
rriba los muros de la división
en virtud y realiza la unificación de
de la gracia que, forma original y suprema me-
diante la participación en su
aun teniendo misterio. Esta unidad es tan
profunda que la Iglesia pue-
una misteriosa de decir con san Pablo: «Ya
relación no sois extraños ni foraste-
ros, sino conciudadanos de
con la Iglesia, los santos y familiares de
no les introduce Dios» (Ef 2,19)102.
formalmente El Sumo Pontífice Juan
en ella, sino que Pablo II, en la Audiencia del
día 16 de junio de 2000, con-
los ilumina cedida al infrascrito Carde-
de manera nal Prefecto de la Congrega-
ción para la Doctrina de la
adecuada Fe, con ciencia cierta y con
en su situación su autoridad apostólica, ha
ratificado y confirmado esta
interior Declaración decidida en la
y ambiental. Sesión Plenaria, y ha orde-
nado su publicación.
Esta gracia Dado en Roma, en la sede
de la Congregación para la
proviene Doctrina de la Fe, el 6 de
Cristo, con los discípulos de Emaús. Claustro del monasterio de Santo Domingo de Silos de Cristo agosto de 2000, Fiesta de la
Transfiguración del Señor.
las acciones de la Iglesia en CONCLUSIÓN yo os he mandado» (Mt 28,19-
su misión ad gentes97. La pa- 20). Por su parte todos los Joseph Card. Ratzinger
ridad, que es presupuesto del 23. La presente Declara- hombres están obligados a Prefecto
diálogo, se refiere a la igual- ción, reproponiendo y clari- buscar la verdad, sobre todo Tarcisio Bertone, S.D.B.
dad de la dignidad personal ficando algunas verdades de en lo referente a Dios y a su Secretario
de las partes, no a los conte- fe, ha querido seguir el ejem-
nidos doctrinales, ni mucho plo del apóstol Pablo a los fie-
menos a Jesucristo –que es el les de Corinto: Os transmití,
mismo Dios hecho hombre– en primer lugar, lo que a mi
comparado con los fundado- vez recibí (1 Co 15,3). Frente
res de las otras religiones. De a propuestas problemáticas o
hecho, la Iglesia, guiada por incluso erróneas, la reflexión
la caridad y el respeto de la teológica está llamada a con-
libertad 98, debe empeñarse firmar de nuevo la fe de la
primariamente en anunciar a Iglesia y a dar razón de su es-
todos los hombres la verdad peranza en modo convincen-
definitivamente revelada por te y eficaz.
el Señor, y a proclamar la ne- Los Padres del Concilio
cesidad de la conversión a Je- Vaticano II, al tratar el tema
sucristo y la adhesión a la de la verdadera religión, han
Iglesia a través del bautismo afirmado: Creemos que esta
y los otros sacramentos, para única religión verdadera sub-
participar plenamente de la siste en la Iglesia católica y
comunión con Dios Padre, apostólica, a la cual el Señor
Hijo y Espíritu Santo. Por Jesús confió la obligación de
otra parte, la certeza de la vo- difundirla a todos los hombres,
luntad salvífica universal de diciendo a los Apóstoles: «Id,
Dios no disminuye, sino que pues, y enseñad a todas las
aumenta el deber y la urgen- gentes, bautizándolas en el
cia del anuncio de la salva- nombre del Padre y del Hijo y
ción y la conversión al Señor del Espíritu Santo, enseñán-
Jesucristo. doles a observar todo cuanto Cristo, el centro y el fin de la Historia. Monasterio de Irache (Navarra)
ΑΩ Declaración Dominus Iesus 15

Notas
(1) Conc. de Constantinopla I, Symbolum Costantino- (41) Ibíd., 5. (66) Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Unitatis redintegratio, 3.
politanum: DS 150. (42) Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, (67) Congr. para la Doctrina de la Fe, Carta Commu-
(2) Cf. Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 1: AAS 10; cf. san Agustín, cuando afirma que fuera de nionis notio, 17.Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Uni-
83 (1991) 249-340. Cristo, camino universal de salvación que nunca tatis redintegratio, 4.
(3) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Ad gentes y Decl. Nos- ha faltado al género humano, nadie ha sido libe- (68) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium,
tra aetate; cf. también Pablo VI, Exhort. ap. Evangelii rado, nadie es liberado, nadie será liberado: De Ci-
5.
nuntiandi: AAS 68 (1976) 5-76; Juan Pablo II, Enc. vitate Dei 10, 32, 2: CCSL 47, 312.
(69) Ibíd., 1.
Redemptoris missio. (43) Conc. Ecum. Vat.II, Const. dogm. Lumen gentium, 62.
(4) Conc. Ecum. Vat.II, Decl. Nostra aetate, 2. (44) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 5. (70) Ibíd., 4. Cf. san Cipriano, De Dominica oratione, 23:
(5) Pont. Cons. para el Diálogo Interreligioso y Congr. pa- (45) Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, CCSL 3A, 105.
ra la Evangelización de los Pueblos, Instr. Diálogo y 45. La necesidad y absoluta singularidad de Cristo (71) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium,
anuncio, 29; cf. Conc.Ecum. Vat II, Const. past. en la historia humana está bien expresada por san 3.
Gaudium et spes, 22. Ireneo cuando contempla la preeminencia de Jesús (72) Cf. ibíd., 9. Cf. también la oración dirigida a Dios,
(6) Cf. Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 55. como Primogénito: En los cielos como primogénito que se encuentra en la Didaché, 9, 4: SC 248,
(7) Cf. Pont.Cons. para el Diálogo Interreligioso y Congr. del pensamiento del Padre, el Verbo perfecto dirige 176: Se reúna tu Iglesia desde los confines de la tie-
para la Evangelización de los Pueblos, Instr. Diálo- personalmente todas las cosas y legisla; sobre la rra en tu reino, e ibíd., 10, 5: SC 248, 180: Acuér-
go y anuncio, 9: AAS 84 (1992) 414-446. tierra como primogénito de la Virgen, hombre justo date, Señor, de tu Iglesia... y, santificada, reúnela
(8) Juan Pablo II, Enc. Fides et ratio, 5: AAS 91 (1999) y santo, siervo de Dios, bueno, aceptable a Dios, desde los cuatro vientos en tu Reino que para ella has
5-88. perfecto en todo; finalmente, salvando de los in-
preparado.
(9) Conc. Ecum Vat. II, Const. dogm. Dei Verbum, 2. fiernos a todos aquellos que lo siguen, como pri-
(73) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 18; cf. Exhort.
(10) Ibíd., 4. mogénito de los muertos es cabeza y fuente de la vi-
(11) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 5. da divina (Demostratio, 39: SC 406, 138). ap. Ecclesia in Asia, 6-XI-1999, 17: L'Osservato-
(12) Juan Pablo II, Enc. Fides et ratio, 14. (46) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 6. re Romano, 7-XI-1999. El Reino es tan inseparable
(13) Conc. Ecum. de Calcedonia, DS 301. Cf. san Ata- (47) Cf. Conc. Ecum. Vat.II, Const. dogm. Lumen gentium, de Cristo que, en cierta forma, se identifica con Él
nasio de Alejandría, De Incarnatione, 54,3: SC 14. (cf. Orígenes, In Mt. Hom., 14, 7: PG 13, 1197;
199,458. (48) Cf. ibíd., 7. Tertuliano, Adversus Marcionem IV, 33, 8: CCSL
(14) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Dei Verbum, (49) Cf. san Agustín, Enarrat.In Psalmos, Ps 90, Sermo 1, 634.
4 2,1: CCSL 39, 1266; san Gregorio Magno, Mo- (74) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 18.
(15) Ibíd., 5. ralia in Iob, Praefatio, 6, 14: PL 75, 525; santo (75) Ibíd., 15.
(16) Ibíd. Tomás de Aquino, Summa Theologicae, III, q. 48, (76) Ibíd., 17.
(17) Cf. Catecismo de la Iglesia católica, 144. a. 2 ad 1. (77) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium,
(18) Ibíd., 150. (50) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium,
14. Cf. Decr. Ad gentes, 7; Decr. Unitatis redinte-
(19) Ibíd., 153. 6.
gratio, 3.
(20) Ibíd., 178. (51) Símbolo de la fe: DS 48.Cf. Bonifacio VIII, Bula
(21) Juan Pablo II, Enc. Fides et ratio, 13. Unam Sanctam: DS 870-872; Conc. Ecum. Vat. II, (78) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 9. Cf. Ca-
(22) Cf. ibíd., 31-32. Const. dogm. Lumen gentium, 8. tecismo de la Iglesia católica, 846-847.
(23) Conc. Ecum. Vat.II, Decl. Nostra aetate, 2. Cf. tam- (52) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Unitatis redintegra- (79) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm., Lumen gentium,
bién Decr. Ad gentes, 9, donde se habla de todo lo tio, 4; Juan Pablo II, Enc. Ut unum sint, 11: AAS 87 48.
bueno presente en los ritos y en las culturas de los (1995) 921-982. (80) Cf. san Cipriano, De catholicae ecclesiae unitate, 6:
pueblos; Const. dogm. Lumen gentium, 16, donde (53) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, CCSL 3, 253-254; san Ireneo, Adversus haereses
se indica todo lo bueno y lo verdadero presente en- 20; cf. también san Ireneo, Adversus haereses III, 3, III, 24, 1: SC 211, 472-474.
tre los no cristianos, que pueden ser considerados co- 1-3: SC 211, 20-44; san Cipriano, Epist. 33, 1: (81) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 10.
mo una preparación a la acogida del Evangelio. CCSL 3B, 164-165; san Agustín, Contra advers. le- (82) Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Ad gentes, 2. La conoci-
(24) Cf. Conc. de Trento, Decr. De Libris Sacris et de gis et prophet., 1, 20, 39: CCSL 49, 70. da fórmula extra Ecclesiam nullus omnino salvatur
Traditionibus recipiendis: DS 1501; Conc. Ecum. (54) Conc. Ecum Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 8.
debe ser interpretada en el sentido aquí explicado
Vat. I, Const. dogm. Dei Filius, cap. 2: DS 3006. (55) Ibíd., Cf. Juan Pablo II, Enc. Ut unum sint, 13. Cf. tam-
(cf. Conc. Ecum. Lateranense IV, Cap. 1. De fide cat-
(25) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Dei Verbum, 11. bién Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gen-
(26) Ibíd. tium, 15, y Decr. Unitatis redintegratio, 3. holica: DS 802). Cf. también la Carta del Santo
(27) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 55; cf. tam- (56) Es, por lo tanto, contraria al significado auténtico del Oficio al Arzobispo de Boston: DS 3866-3872.
bién 56. Pablo VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi, texto conciliar la interpretación de quienes dedu- (83) Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Ad gentes, 7.
53. cen de la fórmula subsistit in la tesis según la cual la (84) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 18.
(28) Conc. Ecum. de Nicea I, DS 125. única Iglesia de Cristo podría también subsistir en (85) Son las semillas del Verbo divino (semina Verbi),
(29) Conc. Ecum. de Calcedonia, DS 301. otras Iglesias cristianas. El Concilio había escogi- que la Iglesia reconoce con gozo y respeto (cf.
(30) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Gaudium et spes, do la palabra «subsistit» precisamente para aclarar Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Ad gentes, 11, Decl.
22. que existe una sola «subsistencia» de la verdadera Nostra aetate, 2).
(31) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 6. Iglesia, mientras que fuera de su estructura visible exis- (86) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 29.
(32) Cf. san León Magno, Tomus ad Flavianum: DS 269. ten sólo «elementa Ecclesiae», los cuales –siendo (87) Cf. Ibíd.; Catecismo de la Iglesia católica, 843.
(33) Cf. san León Magno, Carta Promisisse me memini ad elementos de la misma Iglesia– tienden y conducen
(88) Cf. Conc. de Trento, Decr. De sacramentis, can. 8
Leonem I imp: DS 318: In tantam unitatem ab ipso a la Iglesia católica (Congr. para la Doctrina de la
de sacramentis in genere: DS 1608.
conceptu Virginis deitate et humanitate conserta, ut Fe, Notificación sobre el volumen «Iglesia: carisma
nec sine homine divina, nec sine Dio agerentur hu- y poder» del P. Leonardo Boff, 11-III-1985: AAS (89) Cf. Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 55.
mana. Cf. también ibíd.: DS 317. 77 (1985) 756-762). (90) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium,
(34) Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, (57) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Unitatis redintegra- 17; Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 11.
45. Cf. también Conc. de Trento, Decr. De pecca- tio, 3. (91) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 36.
to originali, 3: DS 1513. (58) Cf. Congr. para la Doctrina de la Fe, Decl. Myste- (92) Cf. Pío XII, Enc. Mystici Corporis: DS 3821.
(35) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, rium Ecclesiae, n. 1: AAS 65 (1973) 396-408. (93) Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium,
3-4. (59) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Unitatis redintegra- 14.
(36) Cf. ibíd., 7.Cf. san Ireneo, el cual afirmaba que tio, 14 y 15; Congr. para Doctrina de la Fe, Carta (94) Conc. Ecum. Vat. II, Decl. Nostra aetate, 2.
en la Iglesia ha sido depositada la comunión con Communionis notio, 17 AAS 85 (1993) 838-850. (95) Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Ad gentes, 7.
Cristo, o sea, el Espíritu Santo (Adversus haereses III, (60) Cf. Conc. Ecum Vat. I, Const. Pastor aeternus: DS (96) Catecismo de la Iglesia católica, 851; cf. también,
24, 1: SC 211, 472). 3053-3064; Conc. Ecum. Vat. II, Const dogm. Lu-
849-856.
(37) Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, men gentium, 22.
(97) Cf. Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 55; Exhort.
22. (61) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Unitatis redintegra-
(38) Juan Pablo II, Enc. Redemptoris missio, 28. Acerca ap. Ecclesia in Asia, 31, 6-XI-1999.
tio, 22.
de las semillas del Verbo, cf. también san Justino, 2 (62) Cf. ibíd., 3. (98) Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decl. Dignitatis humanae, 1.
Apología, 8,1-2,1-3; 13, 3-6: ed. E. J. Goodspe- (63) Cf. ibíd., 22. (99) Ibíd.
ed, 84; 85; 88-89. (64) Congr. para la Doctrina de la Fe, Decl. Mysterium Ec- (100) Cf. Juan Pablo II, Enc. Fides et ratio, 15.
(39) Cf. ibíd., 28-29. clesiae, 1. (101) Ibid., 92.
(40) Ibíd., 29. (65) Juan Pablo II, Enc. Ut unum sint, 14. (102) Ibíd., 70.
16 Declaración Dominus Iesus ΑΩ

Índice
Introducción 3
l. Plenitud y definitividad de la Revelación de Jesucristo 4
ll. El Logos encarnado y el Espíritu Santo en la obra de la
Salvación 6
lll. Unicidad y universalidad del misterio salvífico de Jesucristo 9
lV. Unicidad y unidad de la Iglesia 10
V. Iglesia, Reino de Dios y Reino de Cristo 11
Vl. La Iglesia y las religiones en relación con la Salvación 12
Conclusión 14
Notas 15

Segador.
Pintura
del Panteón
Real de San
Isidoro, León

Ilustraciones tomadas de Evangelio Románico (Ed. Mensajero) y de El despertar de Europa (Ed. Encuentro)
ΑΩ Anexo: XV Jornada Mundial de la Juventud 17

Palabras de Juan Pablo II


a los jóvenes
La doctrina permanente y perenne de la
Iglesia, reafirmada en la Declaración
Dominus Iesus, es la que Juan Pablo II
ha predicado por todos los rincones del
planeta, desde el primer No tengáis
miedo, abrid las puertas a Cristo de su
servicio como Papa al Pueblo de Dios.
De manera especialmente incisiva, su-
gestiva y apremiante lo hizo ante más
de dos millones de jóvenes en la Jor-
nada Mundial de la Juventud del Jubi-
leo del Año 2000 de la encarnación y
del nacimiento de Nuestro Señor Jesu- La Iglesia os
necesita.: El Papa
cristo. Muchos cientos de miles de aque-
contempla emociona-
llos dos millones rezan a Dios en cas- do cómo le saluda el
millón de jóvenes
tellano llamándole Padre. La demanda reunidos en la plaza
de San Pedro, el
que parte de muchos de ellos, y sobre pasado 15 de agos-
to. Abajo, una chica
todo la más numerosa de los que no besa la Cruz coloca-
da en el centro del
pudieron estar allí, nos ofrece la inme- Circo Massimo
durante la XV
jorable ocasión de completar nuestro Jornada Mundial de
la Juventud
gozoso servicio a los lectores recogien-
do las palabras del Papa a los jóvenes
en aquellos días de gracia

Queridos jóvenes: Os cuento mi fe


Saludo del Santo Padre Juan Pablo II, en el rito de acogida. Plaza de San Pedro, martes 15 de agosto de 2000

Q ueridos amigos que habéis re-


corrido con toda clase de me-
dios tantos y tantos kilómetros para ve-
¿a quién habéis venido a buscar?
La respuesta no puede ser más
que una: ¡habéis venido a buscar a
son un mensaje especial dirigido a
vosotros, queridos jóvenes: En el prin-
cipio existía el Verbo y el Verbo es-
da de cuanto existe (Jn 1,3). Todo el
mundo creado, antes de ser reali-
dad, fue pensado y querido por Dios
nir aquí, a Roma, a las tumbas de Jesucristo! A Jesucristo que, sin em- taba con Dios y el Verbo era Dios. Él con un eterno designio de amor. Por
los Apóstoles, dejad que empiece bargo, primero os busca a vosotros. estaba en el principio con Dios (Jn tanto, si observamos el mundo en
mi encuentro con vosotros planteán- En efecto, celebrar el Jubileo no tiene 1,1-2). profundidad, dejándonos sorprender
doos una pregunta: ¿Qué habéis ve- otro significado que el de celebrar Al hablar del Verbo, la Palabra por la sabiduría y la belleza que Dios
nido a buscar? Estáis aquí para ce- y encontrar a Jesús, la Palabra que se consustancial con el Padre, de la Pa- le ha infundido, podemos ya ver en
lebrar vuestro Jubileo, el Jubileo de hizo carne y vino a habitar entre no- labra eterna engendrada como Dios él un reflejo de la Palabra que la re-
la Iglesia joven. El vuestro no es un sotros. de Dios y Luz de Luz, el evangelista velación bíblica nos desvela en ple-
viaje cualquiera: Si os habéis puesto Las palabras del Prólogo de San nos lleva al corazón de la vida divi- nitud en el rostro de Jesús de Naza-
en camino no ha sido sólo por ra- Juan, que acaban de ser proclama- na, pero también al origen del mun- ret. En cierto modo, la Creación es
zones de diversión o de cultura. De- das, son en cierto modo su tarjeta do. En efecto, el Verbo está en el co- una primera revelación de Él.
jad que os repita la pregunta: ¿Qué de presentación. Nos invitan a fijar la mienzo de toda la Creación: Todo ● El anuncio del Prólogo continúa
habéis venido a buscar?, o mejor, mirada en su misterio. Estas palabras se hizo por Él y sin Él no se hizo na- así: En Él estaba la vida y la vida era
18 XV Jornada Mundial de la Juventud ΑΩ
la luz de los hombres y la luz brilla jo único, lleno de gracia y de ver- periencia de la guerra y los años de ● Queridos amigos, ¿por qué al
en las tinieblas y las tinieblas no la dad (Jn 1,14). Un filósofo contem- trabajo en una fábrica. La madura- comenzar vuestro Jubileo he querido
vencieron (Jn 1,4-5). Para el evange- poráneo ha subrayado la importan- ción definitiva de mi vocación sa- ofreceros este testimonio personal?
lista la vida es la luz, y la muerte –lo cia de la muerte en la vida humana, cerdotal surgió en el período de la se- Lo he hecho para aclarar que el ca-
opuesto a la vida– son las tinieblas. llegando a calificar al hombre como gunda guerra mundial, durante la mino de la fe pasa a través de todo
Por medio del Verbo surgió toda vi- un ser-para-la-muerte. El Evangelio, ocupación de Polonia. La tragedia lo que vivimos. Dios actúa en las cir-
da en la tierra y en el Verbo encuen- por el contrario, pone de relieve que de la guerra dio al proceso de ma- cunstancias concretas y personales
tra su cumplimiento definitivo. el hombre es un ser para la vida. El duración de mi opción de vida un de cada uno de nosotros: a través
Identificando la vida con la luz, hombre es llamado por Dios a parti- matiz particular. En ese contexto se de ellas, a veces de manera verda-
Juan tiene también en cuenta esa vi- cipar de la vida divina. El hombre me manifestaba una luz cada vez deramente misteriosa, se presenta a
da particular que no consiste sim- es un ser llamado a la gloria. más clara: el Señor quiere que yo nosotros el Verbo hecho carne, que vi-
plemente en las funciones biológicas Estos días, que pasaréis juntos en sea sacerdote. Recuerdo conmovido no a habitar entre nosotros.
del organismo humano, sino que bro- Roma en el ámbito de la Jornada ese momento de mi vida cuando, en Queridos jóvenes, no permitáis
ta de la participación en la vida mis- Mundial de los Jóvenes, os tienen la mañana del uno de noviembre de que el tiempo que el Señor os con-
ma de Cristo. El evangelista dice: El que ayudar, a cada uno de vosotros, 1946, recibí la ordenación sacer- cede transcurra como si todo fuese
Verbo era la luz verdadera que ilu- a ver más claramente la gloria que es dotal. casualidad. San Juan nos ha dicho
mina a todo hombre viniendo a este propia del Hijo de Dios, y a la cual Mi Credo continúa con mi actual que todo ha sido hecho en Cristo.
mundo (Jn 1,9). Esa iluminación le hemos sido llamados en Él por el Pa- servicio a la Iglesia. Cuando, el 16 de Por tanto, creed intensamente en Él.
fue concedida a la Humanidad en dre. Por eso es necesario que crezca octubre de 1978, después de ser ele- Él guía la historia de cada persona y
la noche de Belén, cuando el Verbo y se consolide vuestra fe en Cristo. gido para la Sede de Pedro, se me di- la de la Humanidad. Ciertamente
eterno del Padre asumió un cuerpo de ● Esta fe es la que deseo profesar rigió la pregunta: ¿Aceptas?, respon- Cristo respeta nuestra libertad, pero
María Virgen, se hizo hombre y nació ante vosotros, amigos jóvenes, ante dí: Obedeciendo en la fe a Cristo, en todas las circunstancias gozosas
o amargas de la vida no cesa de
pedirnos que creamos en Él, en su
Palabra, en la realidad de la Igle-
¿A Quién habéis sia, en la vida eterna.
Así pues, no penséis nunca que sois
venido a buscar? desconocidos a sus ojos, como sim-
A Jesucristo ples números de una masa anónima.
Cada uno de vosotros es precioso pa-
que, sin embargo, ra Cristo, Él os conoce personalmente
y os ama tiernamente, incluso cuando
primero os busca uno no se da cuenta de ello.
a vosotros ● Queridos amigos, proyectados
con todo el ardor de vuestra juventud
hacia el tercer milenio, vivid inten-
samente la oportunidad que os ofre-
en este mundo. Desde entonces to- ce la Jornada Mundial de la Juven-
do hombre que, mediante la fe, par- tud en esta Iglesia de Roma, que hoy
ticipa en el misterio de ese aconte- más que nunca es vuestra Iglesia.
cimiento experimenta de algún modo Dejaos modelar por el Espíritu Santo.
esa iluminación. Haced la experiencia de la oración,
Cristo mismo, presentándose co- dejando que el Espíritu hable a vues-
mo luz del mundo, dirá un día: Mien- tro corazón. Orar significa dedicar un
tras tenéis la luz, creed en la luz, pa- poco del propio tiempo a Cristo, con-
ra que seáis hijos de luz (Jn 12,36). Es fiarse a Él, permanecer en silenciosa
una exhortación que los discípulos de
Cristo se transmiten de generación en
generación, buscando aplicarla a la Se me manifestaba
vida de cada día. Refiriéndose a esta
exhortación, san Pablo escribirá: Vi- una luz
vid como hijos de la luz; pues el fruto cada vez
de la luz consiste en toda bondad,
justicia y verdad (Ef 5,8-9). más clara:
● El centro del Prólogo de Juan
es el anuncio de que el Verbo se hi-
el Señor quiere
zo carne y puso su Morada entre no- que yo sea
sotros (Jn 1,14). Poco antes el evan- No tengaís miedo de ser los santos del siglo XXI. Juan Pablo II saluda a los más de dos millones
gelista había dicho: Vino a su casa, de jóvenes, en la Vigilia del pasado 19 de agosto, en el campus de Tor Vergata sacerdote
y los suyos no lo recibieron. Pero a to-
dos los que lo recibieron, les dio po- la tumba del apóstol Pedro, al cual el mi Señor, confiando en la Madre de escucha de su Palabra y hacerla re-
der de hacerse hijos de Dios (Jn 1,11- Señor ha querido que sucediera co- Cristo y de la Iglesia, a pesar de las sonar en el corazón.
12). Queridos jóvenes, ¿estáis vo- mo Obispo de Roma. Hoy yo deseo grandes dificultades, acepto (Re- En estos días, como si fuera una
sotros entre los que han acogido a deciros, el primero, que creo firme- demptor hominis, 2). Desde entonces gran semana de Ejercicios Espiritua-
Cristo? Vuestra presencia aquí ya es mente en Jesucristo Nuestro Señor. trato de desempañar mi misión en- les, buscad momentos de silencio,
una respuesta. Habéis venido a Ro- Sí, yo creo y hago mías las palabras contrando cada día la luz y la fuerza de oración, de recogimiento. Pedid
ma, en este Jubileo de los dos mil del apóstol Pablo: La vida que vivo al en la fe que me une a Cristo. al Espíritu Santo que ilumine vuestra
años del nacimiento de Cristo, para presente en la carne, la vivo en la fe Pero mi fe, como la de Pedro y mente, suplicadle el don de una fe vi-
acoger dentro de vosotros su fuerza del Hijo de Dios que me amó y se en- como la de cada uno de vosotros, va que dé para siempre un sentido a
de vida. Habéis venido para volver tregó a sí mismo por mí (Gal 2,20). no es sólo obra mía, adhesión mía a vuestra vida, centrándola en Jesús,
a descubrir la verdad sobre la Recuerdo cómo desde niño, en la verdad de Cristo y de la Iglesia. La la Palabra hecha carne.
Creación y para asombraros nueva- mi familia, aprendí a rezar y a fiarme fe es esencialmente, y ante todo, Que María Santísima, que en-
mente por la belleza y la riqueza del de Dios. Recuerdo el ambiente de la obra del Espíritu Santo, don de su gendró a Cristo por obra del Espíritu
mundo creado. Habéis venido para parroquia, San Estanislao de Kost- gracia. El Señor me concede, como Santo, María Salus Populi Romani y
renovar en vosotros la conciencia de ka, que yo frecuentaba en Debniki, también hace con vosotros, su Espíritu Madre de todos los pueblos, que los
la dignidad del hombre, creado a Cracovia, dirigida por los padres sa- que nos hace decir Creo, sirviéndo- santos Pedro y Pablo y todos los de-
imagen y semejanza de Dios. lesianos, de los cuales recibí la for- se también de nosotros para dar tes- más santos y mártires de esta Iglesia
Y hemos contemplado su gloria, mación fundamental para la vida cris- timonio de Él por todos los lugares y de vuestras Iglesias os acompañen
gloria que recibe del Padre como Hi- tiana. Tampoco puedo olvidar la ex- de la tierra. en vuestro camino.
ΑΩ XV Jornada Mundial de la Juventud 19

Juntos, a la escucha de Cristo


Texto íntegro del Discurso del Santo Padre Juan Pablo II. Vigilia de oración en Tor Vergata, sábado 19 de agosto de 2000

YQueridos
vosotros ¿quién decís que soy yo?
(Mt 16,15).
jóvenes, con gran ale-
gría me reúno de nuevo con vosotros,
con ocasión de esta Vigilia de ora-
ción, durante la cual queremos po-
nernos juntos a la escucha de Cristo,
que sentimos presente entre nosotros.
Es Él quien nos habla.Y vosotros
¿quién decís que soy yo? Jesús plantea
esta pregunta a sus discípulos en la
región de Cesarea de Filipo. Simón
Pedro contesta: Tú eres el Cristo, el
Hijo de Dios vivo (Mt 16,16). A su
vez, el Maestro les dirige estas sor-
prendentes palabras: Bienaventurado
eres Simón, hijo de Jonás, porque no
te ha revelado esto la carne ni la san-
gre, sino mi Padre que está en los cie-
los (Mt 16,17). ¿Cuál es el significa-
do de este diálogo? ¿Por qué Jesús
quiere escuchar lo que los hombres
piensan de Él? ¿Por qué quiere saber
lo que piensan sus discípulos de Él? Je-
sús quiere que los discípulos se den
cuenta de lo que está escondido en
sus mentes y en sus corazones, y que
expresen su convicción. Al mismo tiem-
po, sin embargo, sabe que el juicio
que harán no será sólo el de ellos,
porque en el mismo se revelará lo que
Dios ha derramado en sus corazones
por la gracia de la fe. En vosotros veo a los centinelas del mañana. Vista aérea del campus de Tor Vergata donde se desarrollaron los dos últimos días de la Jornada Mundial
Este acontecimiento en la región de la Juventud
de Cesarea de Filipo nos introduce,
en cierto modo, en el laboratorio de Queridos jóvenes, con gran alegría me estás vivo aunque te mataron, quie-
la fe. Ahí se desvela el misterio del re decir que eres mi Señor y mi Dios.
inicio y de la maduración de la fe. reúno de nuevo con vosotros, con ocasión Con el caso de Tomás el labora-
En primer lugar, está la gracia de la torio de la fe se ha enriquecido con un
revelación: un íntimo e inexpresable
de esta vigilia de oración, durante la cual nuevo elemento. La revelación divi-
darse de Dios al hombre; después, queremos ponernos juntos a la escucha na, la pregunta de Cristo y la res-
sigue la llamada a dar una respuesta; puesta del hombre se han completa-
y, finalmente, está la respuesta del de Cristo, que sentimos presente do con el encuentro personal del dis-
hombre, respuesta que, desde ese entre nosotros cípulo con Cristo vivo, con el Resuci-
momento en adelante, tendrá que dar tado. Ese encuentro pasa a ser el
sentido y forma a toda su vida. Aquí inicio de una nueva relación entre el
tenemos lo que es la fe. Es la res- hombre y Cristo, una relación en la
puesta a la palabra del Dios vivo por que el hombre reconoce existencial-
parte del hombre racional y libre. Las pués, estaban otra vez reunidos los po, ante una confesión aún más pro- mente que Cristo es Señor y Dios; no
cuestiones que Cristo plantea, las res- discípulos y Tomás estaba con ellos. funda de la verdad sobre Cristo. Ver- sólo Señor y Dios del mundo y de la
puestas de los apóstoles y la de Simón Entró Jesús estando la puerta cerra- daderamente no era fácil creer que es- Humanidad, sino Señor y Dios de es-
Pedro son como una prueba de la da, saludó a los apóstoles con estas tuviese vivo Aquel que tres días an- ta existencia humana mía concreta.
madurez de la fe de los que están palabras: La paz con vosotros (Jn tes había sido depositado en el se- Un día san Pablo escribirá: Cerca de
más cerca de Cristo. 20,26), y acto seguido se dirigió a pulcro. El divino Maestro había ti está la palabra: en tu boca y en tu
● El diálogo en Cesarea de Filipo Tomás: Acerca aquí tu dedo y mira anunciado varias veces que iba a re- corazón, es decir, la palabra de la
tuvo lugar en el tiempo prepascual, mis manos; trae tu mano y métela en sucitar de entre los muertos, y ya ha- fe que nosotros proclamamos. Por-
es decir, antes de la pasión y resu- mi costado, y no seas incrédulo sino bía dado también pruebas de ser el que, si confiesas con tu boca que Je-
rrección de Cristo. Convendría re- creyente (Jn 20,27). Tomás le con- Señor de la vida. Sin embargo, la sús es Señor y crees en tu corazón
cordar también otro acontecimiento testó: Señor mío y Dios mío (Jn experiencia de su muerte había sido que Dios lo resucitó de entre los muer-
durante el cual Cristo, ya resucitado, 20,28). tan fuerte que todos tenían necesidad tos, serás salvo (Rm 10,8-9).
probó la madurez de la fe de sus de un encuentro directo con Él para ● En las lecturas de la Liturgia de
apóstoles. Se trata del encuentro con El laboratorio de la fe creer en su resurrección: los apóstoles hoy están descritos los elementos de
Tomás Apóstol. Era el único ausente en el Cenáculo, los discípulos en el los que se compone ese laboratorio
cuando, después de la resurrección, También el Cenáculo de Jerusalén camino a Emaús, las piadosas muje- de la fe, del cual los apóstoles salen
Cristo fue por primera vez al Cená- fue para los Apóstoles una especie res junto al sepulcro... También To- como hombres plenamente cons-
culo. Cuando los otros discípulos le di- de laboratorio de la fe. Lo que allí más lo necesitaba. Cuando su incre- cientes de la verdad que Dios había
jeron que habían visto al Señor, él no sucedió con Tomás va, en cierto sen- dulidad se encontró con la experien- revelado en Jesucristo, verdad que
quiso creer. Decía: Si no veo en sus tido, más allá de lo que ocurrió en cia directa de la presencia de Cristo, habría modelado su vida personal y
manos la señal de los clavos y no me- la región de Cesarea de Filipo. En el Apóstol que había dudado pro- la de la Iglesia en el curso de la His-
to mi dedo en el agujero de los clavos el Cenáculo nos encontramos ante nunció esas palabras con las que se toria. Este encuentro romano, queri-
y no meto mi mano en su costado, una dialéctica de la fe y de la incre- expresa el núcleo más íntimo de la dos jóvenes, es también una especie
no creeré (Jn 20,25). Ocho días des- dulidad más radical y, al mismo tiem- fe: Si es así, si Tú verdaderamente de laboratorio de la fe para vosotros,
20 XV Jornada Mundial de la Juventud ΑΩ
discípulos de hoy, para quienes con- tes del matrimonio. Pienso también
fiesan a Cristo en los umbrales del en los matrimonios jóvenes y en las No se os pedirá la sangre, pero sí
tercer milenio. pruebas a las que se expone su
Cada uno de vosotros puede en- compromiso de mutua fidelidad. ciertamente la fidelidad a Cristo.
contrar en sí mismo la dialéctica de Pienso, asimismo, en las relaciones
preguntas y respuestas que hemos entre amigos y en la tentación de Una fidelidad que se ha de vivir
señalado anteriormente. Cada uno deslealtad que puede darse entre en las situaciones de cada día
puede analizar sus propias dificulta- ellos. Estoy pensando también en
des para creer, e incluso sentir la ten- el que ha empezado un camino de
tación de la incredulidad. Al mismo especial consagración y en las di- dos contra la misma y contra el res- ros llevar del conformismo; es Él quien
tiempo, sin embargo, puede también ficultades que, a veces, tiene que peto que se le debe. os empuja a dejar las máscaras que
experimentar una progresiva madu- afrontar para perseverar en su en- ● Queridos jóvenes, ¿es difícil falsean la vida; es Él quien os lee en
ración de la convicción consciente trega a Dios y a los hermanos. Me creer en un mundo así? En el año el corazón las decisiones más au-
de la propia adhesión de fe. En efec- refiero igualmente al que quiere vi- 2000, ¿es difícil creer? Sí, es difí- ténticas que otros querrían sofocar.
to, siempre en este admirable labo- vir unas relaciones de solidaridad y cil. No hay que ocultarlo. Es difícil, Es Jesús el que suscita en vosotros el
ratorio del espíritu humano, el labo- de amor en un mundo donde úni- pero con la ayuda de la gracia es deseo de hacer de vuestra vida al-
ratorio de la fe, se encuentran mu- go grande, la voluntad de seguir un
tuamente Dios y el hombre. Cristo re- ideal, el rechazo a dejaros atrapar
sucitado entra en el cenáculo de por la mediocridad, la valentía de
nuestra vida y permite a cada uno comprometeros, con humildad y per-
experimentar su presencia y confe- severancia, para mejoraros a voso-
sar: Tú, Cristo, eres mi Señor y mi tros mismos y a la sociedad, ha-
Dios. ciéndola más humana y fraterna.
Cristo dijo a Tomás: Porque me Queridos jóvenes, para estos no-
has visto has creído. Dichosos los bles objetivos no estáis solos. Con
que no han visto y han creído (Jn vosotros tenéis a vuestras familias, a
20,29). Todo ser humano tiene en vuestras comunidades, a vuestros sa-
su interior algo del apóstol Tomás. cerdotes y educadores y a tantos de
Es tentado por la incredulidad y se vosotros que, en lo oculto, no se can-
plantea las preguntas fundamenta- san de amar a Cristo y de creer en Él.
les: ¿Es verdad que Dios existe? ¿Es En la lucha contra el pecado no estáis
verdad que el mundo ha sido creado solos: ¡muchos como vosotros luchan
por Él? ¿Es verdad que el Hijo de y con la gracia del Señor vencen!
Dios se ha hecho hombre, ha muerto ● Queridos amigos, en vosotros
y ha resucitado? La respuesta surge veo a los centinelas del mañana (cf.
junto con la experiencia que la per- Is 21,11-12), en este amanecer del
sona hace de su divina presencia. tercer milenio. A lo largo del siglo
Es necesario abrir los ojos y el cora- que termina, jóvenes como vosotros
zón a la luz del Espíritu Santo. En- eran convocados en reuniones ma-
tonces a cada uno le hablarán las sivas para aprender a odiar, eran
heridas abiertas de Cristo resucita- enviados para combatir los unos con-
do: Porque me has visto has creído. tra los otros. Los diversos mesianis-
Dichosos los que no han visto y han mos secularizados, que han intenta-
creído. do sustituir la esperanza cristiana, se
han revelado después como verda-
Se os pide fidelidad deros y propios infiernos. Hoy estáis
reunidos aquí para afirmar que, en el
● Queridos amigos, también nuevo siglo, no os prestaréis a ser
hoy creer en Jesús, seguir a Jesús instrumentos de violencia y destruc-
siguiendo las huellas de Pedro, de ción; defenderéis la paz, incluso a
Tomás, de los primeros apóstoles y costa de vuestra vida si fuera nece-
testigos, conlleva una opción por sario. No os conformaréis con un
Él y, no pocas veces, es como un mundo en el que otros seres huma-
nuevo martirio: el martirio de quien, nos mueren de hambre, son analfa-
hoy como ayer, es llamado a ir con- Diciendo «sí» a Cristo decís «sí» a todos vuestros ideales más nobles. Una joven besa, después betos, están sin trabajo. Defenderéis
tra corriente para seguir al divino de confesarse, la Cruz de los Jóvenes instalada en el centro del Circo Massimo la vida en cada momento de su de-
Maestro, para seguir al Cordero a sarrollo terreno; os esforzaréis con
dondequiera que vaya (Ap 14,4). camente parece valer la lógica del posible, como Jesús dijo a Pedro: todas vuestras energías en hacer que
No por casualidad, queridos jóve- provecho y del interés personal o No te ha revelado esto la carne ni la esta tierra sea cada vez más habi-
nes, he querido que durante el Año de grupo. Asimismo, pienso en el sangre, sino mi Padre que está en table para todos.
Santo fueran recordados en el Co- que trabaja por la paz y ve nacer y los cielos (Mt 16,17). Queridos jóvenes del siglo que
liseo los testigos de la fe del siglo estallar nuevos focos de guerra en Esta tarde os entregaré el Evan- comienza, diciendo sí a Cristo de-
XX. Quizás a vosotros no se os pe- diversas partes del mundo; también gelio. Es el regalo que el Papa os cís sí a todos vuestros ideales más
dirá la sangre, pero sí ciertamente en quien actúa en favor de la li- deja en esta Vigilia inolvidable. La nobles. Le pido que reine en vues-
la fidelidad a Cristo. Una fidelidad bertad del hombre y lo ve aún es- palabra que contiene es la palabra tros corazones y en la Humanidad
que se ha de vivir en las situaciones clavo de sí mismo y de los demás; de Jesús. Si la escucháis en silencio, del nuevo siglo y milenio. No ten-
de cada día. Estoy pensando en pienso en el que lucha por el amor en oración, dejándoos ayudar por gáis miedo de entregaros a Él. Él os
los novios y su dificultad de vivir, y el respeto a la vida humana y ha el sabio consejo de vuestros sacer- guiará, os dará la fuerza para se-
en el mundo de hoy, la pureza an- de asistir frecuentemente a atenta- dotes y educadores, con el fin de guirlo todos los días y en cada si-
comprenderla para vuestra vida, en- tuación. Que María Santísima, la
tonces encontraréis a Cristo y lo se- Virgen que dijo sí a Dios durante
Los diversos mesianismos secularizados, guiréis, entregando día a día la vida toda su vida, que los santos após-
por Él. En realidad, es a Jesús a quien toles Pedro y Pablo y todos los san-
que han intentado sustituir la esperanza buscáis cuando soñáis la felicidad; es tos y santas que han marcado el
Él quien os espera cuando no os sa- camino de la Iglesia a través de los
cristiana, se han revelado después como tisface nada de lo que encontráis; siglos, os conserven siempre en es-
verdaderos y propios infiernos es Él la belleza que tanto os atrae; es te santo propósito. A todos y a ca-
Él quien os provoca con esa sed de da uno de vosotros os imparto con
radicalidad que no os permite deja- afecto mi Bendición.
ΑΩ XV Jornada Mundial de la Juventud 21

¿A Quién confiar
la propia vida?
Santa Misa: clausura Jornada Mundial de la Juventud. Texto íntegro de la Homilía del Santo Padre Juan Pablo II. Tor Vergata,
domingo 20 de agosto de 2000

S eñor, ¿a quién vamos a acudir?


Tú tienes palabras de vida eter-
na (Jn 6,68).
Queridos jóvenes de la decimo-
quinta Jornada Mundial de la Juven-
tud, estas palabras de Pedro, en el
diálogo con Cristo al final del dis-
curso del Pan de vida, nos afectan
personalmente. Estos días hemos me-
ditado sobre la afirmación de Juan: El
Verbo se hizo carne y puso su Mo-
rada entre nosotros (Jn 1,14). El evan-
gelista nos ha llevado al gran miste-
rio de la encarnación del Hijo de
Dios, el Hijo que se nos ha dado a
través de María al llegar la plenitud
de los tiempos (Gal 4,4). En su nom-
bre os vuelvo a saludar a todos con
un gran afecto. Saludo y agradez-
co al cardenal Camillo Ruini, mi Vi-
cario General para la diócesis de
Roma y Presidente de la Conferen-
cia Episcopal Italiana, las palabras
que me ha dirigido al comienzo de
esta Santa Misa; saludo también al
cardenal James Francis Stafford, Pre-
sidente del Consejo Pontificio para
los Laicos y a tantos cardenales, obis- Muchas palabras
pos y sacerdotes aquí reunidos; asi-
mismo, saludo con gran deferencia al resuenan
Señor Presidente de la República y
al Jefe del Gobierno italiano, así co- en vosotros,
mo a todas las autoridades civiles y pero sólo Cristo
religiosas que nos honran con su pre-
sencia. tiene palabras
● Hemos llegado al culmen de
la Jornada Mundial de la Juventud.
que resisten
Ayer por la noche, queridos jóvenes, al paso del tiempo
hemos reafirmado nuestra fe en Je-
sucristo, en el Hijo de Dios que, co- y permanecen
mo dice la primera lectura de hoy, Poned la Eucaristía en el centro de vuestra vida personal y comunitaria. Sobre estas líneas, Juan
el Padre ha enviado a anunciar la Pablo II dando la comunión durante la Misa en Tor Vergata. Arriba a la derecha, un sacerdote
para la eternidad
Buena Nueva a los pobres, a ven- dando la absolución a un joven en uno de los confesionarios instalados en el Circo Massimo
dar los corazones rotos; a pregonar
a los cautivos la liberación y a los y son vida (ibíd.) Sin embargo, el au- porque nos vemos reflejados en la Pensáis en vuestra elección afecti-
reclusos la libertad..., para consolar ditorio es reacio: Es duro este len- afirmación del apóstol Pedro: Señor, va e imagino que estaréis de acuerdo:
a todos los que lloran (Is 61,1-3). guaje. ¿Quién puede escucharlo? ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes lo que verdaderamente cuenta en la vi-
En esta celebración eucarística Je- (Jn 6,60). Se consideran personas palabras de vida eterna (Jn 6,68). da es la persona con la que uno de-
sús nos introduce en el conocimiento con sentido común, con los pies en la cide compartirla. Pero, ¡atención! To-
de un aspecto particular de su mis- tierra, por eso sacuden la cabeza y, Palabras de vida eterna da persona es inevitablemente limita-
terio. Hemos escuchado en el Evan- refunfuñando, se marchan uno de- da, incluso en el matrimonio más en-
gelio un pasaje de su discurso en la trás de otro. El número de la muche- Muchas palabras resuenan en vo- cajado se ha de tener en cuenta una
sinagoga de Cafarnaúm, después dumbre se reduce progresivamente. sotros, pero sólo Cristo tiene pala- cierta medida de desilusión. Pues bien,
del milagro de la multiplicación de los Al final, sólo queda un pequeño gru- bras que resisten al paso del tiempo queridos amigos: ¿no hay en esto al-
panes, en el cual se revela como el po con los discípulos más fieles. Pe- y permanecen para la eternidad. El go que confirma lo que hemos escu-
verdadero pan de vida, el pan ba- ro respecto al pan de vida Jesús no momento que estáis viviendo os im- chado al apóstol Pedro? Todo ser hu-
jado del cielo para dar la vida al está dispuesto a contemporizar. Es- pone algunas opciones decisivas: la mano, antes o después, se encuentra
mundo (cf. Jn 6,51). Es un discurso tá preparado más bien para afrontar especialización en el estudio, la orien- exclamando con él: ¿A quién vamos
que los oyentes no entienden. La pers- el alejamiento incluso de los más cer- tación en el trabajo, el compromiso a acudir? Tú tienes palabras de vida
pectiva en que se mueven es dema- canos: ¿También vosotros queréis que debéis asumir en la sociedad y eterna. Sólo Jesús de Nazaret, el Hijo
siado material para poder captar la marcharos? (Jn 6,67). en la Iglesia. Es importante darse de Dios y de María, el Verbo eterno
auténtica intención de Cristo. Ellos ● ¿También vosotros? La pregunta cuenta de que, entre todas las pre- del Padre, que nació hace dos mil
razonan según la carne, que no sirve de Cristo sobrepasa los siglos y lle- guntas que surgen en vuestro interior, años en Belén de Judá, puede satis-
para nada (Jn 6,63). Jesús, en cam- ga hasta nosotros, nos interpela per- las decisivas no se refieren al qué. facer las aspiraciones más profundas
bio, orienta su discurso hacia el ho- sonalmente y nos pide una decisión. La pregunta de fondo es quién: hacia del corazón humano. En la pregunta
rizonte inabarcable del espíritu: Las ¿Cuál es nuestra respuesta? Queri- Quién ir, a Quién seguir, a Quién de Pedro: ¿A quién vamos a acudir?
palabras que os he dicho son espíritu dos jóvenes, si estamos aquí hoy es confiar la propia vida. está ya la respuesta sobre el camino
22 XV Jornada Mundial de la Juventud ΑΩ
que se debe recorrer. Es el camino sangre, significa aceptar la lógica sidad de alguien que celebre tam- viviendo en la fe allí donde residen y
que lleva a Cristo. Y el divino Maestro de la cruz y del servicio. Es decir, bién hoy, con corazón puro, el sa- trabajan. Estoy seguro de que tam-
es accesible personalmente; en efec- significa ofrecer la propia dispo- crificio eucarístico. ¡El mundo no bién vosotros, queridos amigos, es-
to, está presente sobre el altar en la re- nibilidad para sacrificarse por los puede verse privado de la dulce y taréis a la altura de los que os han
alidad de su cuerpo y de su sangre. En otros, como hizo Él. De este testi- liberadora presencia de Jesús vivo precedido. Llevaréis el anuncio de
el sacrificio eucarístico podemos entrar monio tiene necesidad urgente en la Eucaristía! Cristo en el nuevo milenio. Al volver
en contacto, de un modo misterioso nuestra sociedad, de él necesitan Sed vosotros mismos testigos fer- a casa, no os disperséis. Confirmad
pero real, con su persona, acudien- más que nunca los jóvenes, tenta- vorosos de la presencia de Cristo en y profundidad en vuestra adhesión
do a la fuente inagotable de su vida dos a menudo por los espejismos nuestros altares. Que la Eucaristía a la comunidad cristiana a la que
de Resucitado. de una vida fácil y cómoda, por modele vuestra vida, la vida de las fa- pertenecéis. Desde Roma, la ciudad
● Ésta es la maravillosa verdad, la droga y el hedonismo, que lle- milias que formaréis; que oriente to- de Pedro y Pablo, el Papa os acom-
queridos amigos: el Verbo, que se van después a la espiral de la de- das vuestras opciones de vida. Que paña con su afecto y, parafraseando
hizo carne hace dos mil años, está sesperación, del sin-sentido, de la la Eucaristía, presencia viva y real una expresión de santa Catalina de
presente hoy en la Eucaristía. Por violencia. Es urgente cambiar de del amor trinitario de Dios, os inspire Siena, os dice: Si sois lo que tenéis
eso, el año del gran Jubileo, en el rumbo y dirigirse a Cristo, que es ideales de solidaridad y os haga vi- que ser, ¡prenderéis fuego al mundo
que estamos celebrando el misterio también el camino de la justicia, vir en comunión con vuestros herma- entero! (cf. Cart. 368).
de la Encarnación, no podía dejar de de la solidaridad, del compromi- nos dispersos por todos los rincones Miro con confianza a esta nueva
ser también un año intensamente eu- so por una sociedad y un futuro del planeta. Que la participación en Humanidad que se prepara también
carístico (cf. Tertio millennio adve- dignos del hombre. la Eucaristía fructifique, en especial, por medio de vosotros; miro a esta
niente, 55). La Eucaristía es el sa- Ésta es nuestra Eucaristía, ésta es en un nuevo florecer de vocaciones a Iglesia constantemente rejuvenecida
cramento de la presencia de Cristo la respuesta que Cristo espera de no- la vida religiosa, que asegure la pre- por el Espíritu de Cristo y que hoy se
que se nos da porque nos ama. Él sotros, de vosotros, jóvenes, al final sencia de fuerzas nuevas y generosas alegra por vuestros propósitos y de
nos ama a cada uno de nosotros de de vuestro Jubileo. A Jesús no le gus- en la Iglesia para la gran tarea de la vuestro compromiso. Miro hacia el
un modo personal y único en la vi- tan las medias tintas y no duda en nueva evangelización. Si alguno de futuro y hago mías las palabras de
da concreta de cada día: en la fa- apremiarnos con la pregunta: ¿Tam- vosotros, queridos jóvenes, siente en una antigua oración, que canta a la
milia, entre los amigos, en el estudio bién vosotros queréis marcharos? sí la llamada del Señor a darse to- vez al don de Jesús, de la Eucaristía
y en el trabajo, en el descanso y en Con Pedro, ante Cristo, Pan de vi- talmente a Él para amarlo con cora- y de la Iglesia:

Entre todas
las preguntas
que surgen
en vuestro interior,
las decisivas
no se refieren
al qué.
La pregunta
de fondo
es quién:
hacia Quién ir,
a Quién seguir,
a Quién confiar
la propia vida
¿No ha prometido al que lo ha dejado todo por Él, aquí el ciento por uno y después la vida eterna? Juan Pablo II sigue el ritmo de la música durante la
Vigilia del 19 de agosto en Tor Vergata

la diversión. Nos ama cuando llena da, también hoy nosotros queremos zón indiviso (cf. 1 Co 7,34), que no Te damos gracias, Padre nuestro,
de frescura los días de nuestra exis- repetir: Señor, ¿a quién vamos a acu- se deje paralizar por la duda o el por la vida y el conocimiento que
tencia y también cuando, en el mo- dir? Tú tienes palabras de vida eter- miedo. Que pronuncie con valentía nos diste a conocer por medio de Je-
mento del dolor, permite que la prue- na (Jn 6,68). su propio sí sin reservas, fiándose de sús, tu siervo.
ba se cierna sobre nosotros; también ● Queridos jóvenes, al volver a Él que es fiel en todas sus promesas. A ti la gloria por los siglos.
a través de las pruebas más duras, Él vuestra tierra poned la Eucaristía ¿No ha prometido, al que lo ha de- Así como este trozo de pan esta-
nos hace escuchar su voz. en el centro de vuestra vida perso- jado todo por Él, aquí el ciento por ba disperso por los montes y reunido
Sí, queridos amigos, ¡Cristo nos nal y comunitaria: amadla, ado- uno y después la vida eterna? (cf. se ha hecho uno, así también reúne
ama y nos ama siempre! Nos ama in- radla y celebradla, sobre todo el Mc 10,29-30). a tu Iglesia desde los confines de la
cluso cuando lo decepcionamos, domingo, Día del Señor. Vivid la ● Al final de esta Jornada Mun- tierra en tu reino [...]
cuando no correspondemos a lo que Eucaristía dando testimonio del dial, mirándoos a vosotros, a vuestros Tú, Señor omnipotente, has crea-
espera de nosotros. Él no nos cierra amor de Dios a los hombres. Os rostros jóvenes, a vuestro entusiasmo do el universo a causa de tu Nombre,
nunca los brazos de su misericordia. confío, queridos amigos, este don sincero, quiero expresar, desde lo has dado a los hombres alimento y
¿Cómo no estar agradecidos a es- de Dios, el más grande dado a no- hondo de mi corazón, mi agradeci- bebida para su disfrute, a fin de que
te Dios que nos ha redimido llegando sotros, peregrinos por los caminos miento a Dios por el don de la ju- te den gracias y, además, a noso-
incluso a la locura de la Cruz? ¿A del tiempo, pero que llevamos en el ventud, que a través de vosotros per- tros nos has concedido la gracia de
este Dios que se ha puesto de nues- corazón la sed de eternidad. ¡Oja- manece en la Iglesia y en el mundo. un alimento y bebida espirituales y
tra parte y está ahí hasta al final? lá que pueda haber siempre en ca- ¡Gracias a Dios por el camino de de vida eterna por medio de tu sier-
da comunidad un sacerdote que las Jornadas Mundiales de la Juven- vo [...]
Disponibilidad celebre la Eucaristía! Por eso pido tud! ¡Gracias a Dios por tantos jó- A ti la gloria por los siglos.
al Señor que broten entre vosotros venes que han participado en ellas (Didaché 9,3-4; 10,3-4).
● Celebrar la Eucaristía, co- numerosas y santas vocaciones al durante estos dieciséis años! Son jó-
miendo su carne y bebiendo su sacerdocio. La Iglesia tiene nece- venes que ahora, ya adultos, siguen Amén.
ΑΩ XV Jornada Mundial de la Juventud 23

Contad esta experiencia


Palabras de Juan Pablo II durante el rezo del Angelus. Tor Vergata, domingo 20 de agosto de 2000

Quiero saludar ahora a los pre- tarjeta de visita de Jesús. El Señor os (suahili)
A l final de esta celebración euca-
rística, nuestro pensamiento se di-
rige a la Mujer, de la que nos habla
sentes en las diversas lenguas. necesita, heraldos de esperanza. Vol-
ved a vuestra patria. Sois enviados.
Queridos jóvenes africanos, lle-
vad la alegría de Cristo a vuestros
san Pablo en la segunda lectura de la (inglés) Con una bendición especial. países. El Papa os acompaña con su
Misa (Gal 4,4), es decir, la Virgen Queridos jóvenes, debemos des- oración.
María, en cuya fiesta de la Asunción pedirnos hasta la próxima vez. Vues- (portugués)
se ha iniciado esta decimoquinta Jor- tra peregrinación tras las huellas de Je- A los jóvenes de lengua portu- (tagalo)
nada Mundial de la Juventud. Con sús debe proseguir dondequiera que guesa y a los guías que los acompa- Queridos amigos de Filipinas y de
su presencia solícita y materna, Ma- vayáis. Llevad con vosotros las pala- ñan y ayudan, les digo: ¡Gracias por Asia, conservad en el corazón la ale-
ría ha presidido estas jornadas ro- bras de vida de Jesús y difundidlas vuestra peregrinación, con mi bendi- gría de estos días y dad testimonio
manas de intensa experiencia de fe. por doquier. ¡Dios esté con vosotros! ción para el camino de vida que os de Cristo, salvación del mundo.
A ella queremos manifestar todo nues- espera! Sed la tienda del divino Em-
tro agradecimiento por aquel sí que (francés) manuel en medio de vuestra gente y (italiano)
dio al inicio de la aventura de la Re- Queridos jóvenes, ¡feliz regreso a permitid que entren los que tienen Saludo a todos con afecto y gra-
dención. vuestros países! Sed entre vuestros hambre de Dios. titud. Invocamos ahora todos juntos
Mientras pido a la Santísima Vir- hermanos y hermanas testigos cada la protección de la Virgen sobre el
gen que vele sobre los jóvenes y las vez más audaces del amor que os (polaco) camino de cada uno de nosotros.
jóvenes del mundo, doy las gracias impulsa en vuestra vida. ¡Que Dios Os saludo a vosotros, jóvenes pe-
cordialmente a todos vosotros, que os bendiga! regrinos procedentes de Polonia y Una vez más quisiera dar gra-
habéis tomado parte en la decimo- otros países del mundo. Pido a Dios cias al Señor, nuestro Dios, por esta
quinta Jornada Mundial de la Juven- (español) que este encuentro jubilar dé frutos excepcional y espléndida asamblea
tud. Saludo y doy las gracias, ante Saludo ahora a los jóvenes de en vuestra vida diaria. Permaneced que ha superado todas nuestras ex-
todo, a quienes han organizado este América Latina y España presentes en unión con Cristo y con vuestros pectativas. Roma no sólo ha sido
evento: el Consejo Pontificio para los en la Jornada Mundial de la Juven- hermanos. Llevad a vuestros coetá- conquistada por vosotros; ahora ha
Laicos, presidido por el cardenal Ja- tud. Al regresar a los lugares de ori- neos la paz y la alegría de estos días. llegado a ser vuestra, porque aquí
mes Francis Stafford; el Vicariato de gen, contad a vuestros coetáneos la está Pedro. Vosotros sois el corazón
Roma y la Conferencia Episcopal Ita- experiencia vivida y dadles un abra- (ruso) joven de la Iglesia. ¡Id por todo el
liana, presidida por el cardenal Ca- zo del Papa. Queridos jóvenes, ¡feliz regreso a mundo y llevad la paz! El Señor ha
millo Ruini; el Presidente y los miem- vuestros países! Sed en medio de resucitado y camina con vosotros.
bros del Comité Italiano para la de- (alemán) vuestros coetáneos testigos valientes Sed sus testigos entre vuestros coe-
cimoquinta Jornada Mundial de la Ju- Queridos jóvenes, sed en vuestro del Evangelio. ¡Que Dios os bendi- táneos en el amanecer del nuevo
ventud, así como también las ambiente la carta viva de Cristo, la ga! milenio.
comunidades parroquiales de Roma
y de las diócesis limítrofes, sus aso-
ciaciones, movimientos y grupos que,
desde hace tres años, han rezado y
trabajado con entusiasmo para pre-
parar este evento. Pido a todos que
no se deje desperdiciar el rico patri-
monio de bien que el trabajo común
ha producido. Mi agradecimiento se
dirige también a las autoridades pú-
blicas, que con gran esfuerzo se han
ocupado de que la compleja orga-
nización de la Jornada Mundial de
la Juventud se desarrollase lo mejor
posible. Saludo, finalmente, a tantos
cardenales y obispos presentes, a los
sacerdotes, a las religiosas y religio-
sos, a los educadores y a vosotros, jó-
venes del mundo, mi gozo y mi co-
rona (Flp 4,1). Antes de concluir esta
grande y bella asamblea, deseo
anunciar que el próximo Encuentro
Mundial de los Jóvenes tendrá lugar
en Toronto, Canadá, en el verano de
2002. Al invitar, ya desde ahora, a
los jóvenes del mundo a encaminarse
hacia aquella meta, dirijo un saludo
especial a la Delegación canadiense,
que ha estado presente en esta cele-
bración para recoger el testigo de su
futuro compromiso. Sobre ellos y el
encargo que hoy asumen invoco la Si sois lo que tenéis que ser, ¡prenderéis fuego al mundo entero! Un momento del saludo de acogida a los jóvenes de todo el mundo, el pasado
protección de la Santísima Virgen. 15 de agosto, en la Plaza de San Pedro

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