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Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

Ciudad Juárez, Chihuahua, México


Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Javier Sánchez Carlos


Rector

David Ramírez Perea


Secretario General

Laura Galicia Robles


Directora del Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte

Servando Pineda Jaimes


Director General de Difusión Cultural y Divulgación Científica
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

Teresa de Jesús Estrada Lozano


La edición, diseño y producción editorial de esta obra fue posible con el apoyo de la Dirección
General de Difusión Cultural y Divulgación Científica, a través de la Subdirección de Publicaciones.

Cuidado de la edición: Marlon Martínez Vela


Diseño de cubierta e interiores: Karla María Rascón

Segunda edición, 2011


© D. R. Teresa de Jesús Estrada Lozano

© Universidad Autónoma de Ciudad Juárez


Av. Henri Dunant 4016, zona Pronaf
C.P. 32310, Ciudad Juárez, Chihuahua, México

Estrada Lozano, Teresa de Jesús.


Arquitectura vernácula : un acercamiento bibliográfico / Teresa de Jesús Estrada
Lozano. Ciudad Juárez, Chih. : Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 2009.
120 p.; fotografías., 23 cm.

ISBN: 9786077953449

Incluye bibliografía.
1. Arquitectura vernácula - Recopilación documental
2. Arquitectura vernácula – Bibliografía comentada
3. Arquitectura vernácula
4. Arquitectura doméstica
5. Arquitectura y sociedad

NA208 E77 2009

Apoyado con recursos PIFI

Hecho en México/Made in Mexico www.uacj.mx


ÍnDicE

A manera de prefacio 7 • Arquitectura acuática 32


Prólogo, de Ricardo León García 9 • Arquitectura abovedada 38
Introducción 13 La falsa bóveda 41
El trullo de Alberobello 43
Capítulo 1. Consideraciones teóricas • Arquitectura de tierra 46
¿Qué se entiende por arquitectura vernácula? 15 • Arquitectura fortificada 51
¿Cómo debemos llamarla? 16 • Arquitectura móvil 53
• Arquitectura rural 16 Los tuareg: nómadas del desierto 57
• Arquitectura regional 17 Los nukak maku: nómadas en Sudamérica 60
• ¿Auto-construidas o auto-producidas? 17
Autoproducción 18 Capítulo 4. Construcciones rurales
Introducción 63
Capítulo 2. La habitabilidad Algunos ejemplos de lo rural vernáculo 65
El concepto 21 • Las casas rurales ibicencas 65
El habitar 22 • Molinos 68
La permanencia 24 Datos técnicos de los molinos de viento
La habitabilidad como elemento de análisis 25 de la región de la Mancha 69
Los molinos de agua 70
Capítulo 3. Denominación genérica • Las pallozas de Balboa 70
Diversos tipos de arquitectura vernácula 27 • Graneros 71
• Habitaciones troglodíticas 28 La Cueva de la Olla 73
Los silos de Santa Mónica, Zacatecas 74
Los hórreos asturianos 75
Los espigueiros de Portugal 75
Los graneros del antiguo Egipto 76
• Palomares 77

Corolario: una nota sobre arquitectura


con arquitectos 79

Conclusión 82

Bibliografía 83

Créditos de imágenes 85

Anexos 89
A mANeR a dE P rEf A cIO

C
on el propósito de suscitar una reflexión partes del mundo?
sobre la disciplina, inquietar la concien- • ¿O los cuezcomates del México central?
cia y provocar cuestionamientos sobre lo • ¿Por qué se les construyen enormes torres a las
que estamos haciendo para lograr mejo- palomas en el Medio Oriente?
res productos arquitectónicos, estas pocas preguntas • ¿Cómo es posible habitar un baobab?
se las dirijo a los arquitectos en ciernes, a los que se • ¿Qué es la guadua en Colombia?
precian de serlo, a los que se jactan de ello y a los que • ¿O las yurtas del Asia Central?
lo son verdaderamente.
Preguntas todas que hacen referencia a obras de
• ¿Qué son los caravanserai de Persia? arquitectura cuasi-desconocida o arquitectura “expe-
• ¿Qué son las kasbas y los ksur en Marruecos? riencial” como le llaman algunos en referencia a un
• ¿Los bombos de la zona manchega de España? aprendizaje empírico no por ello menor, la cual nos
• ¿En qué consisten los trulli de Alberobello? da ejemplo de una arquitectura sincera y auténtica. Sen-
• ¿Y en qué los bad-gir de Irán o Pakistán? cilla en algunos casos hasta llegar a la ingenuidad. Im-
• ¿Qué son los bohíos de las Antillas en el Caribe? pactante en otras ocasiones hasta provocar asombro.
• ¿Los palafitos de Chiloé? ¿Cuántas de esas interrogaciones sabemos respon-
• ¿Cómo es la arquitectura de los dogon en Bandia- der los que de algún modo u otro estamos cerca de la
gara? disciplina? Yo al menos revelo, con sinceridad, el des-
• ¿Cómo son los hórreos de España o los espiguei- conocimiento sobre muchas de esas respuestas hasta
ros de Portugal? antes de iniciar esta investigación a pesar de mi interés
• ¿Cómo son los silos de áreas rurales en algunas desde siempre por las habitaciones vernáculas.

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ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

Hoy presento aquí la explicación de algunos de


estos cuestionamientos reconociendo que faltan
preguntas por contestar y mucho por incluir. Es-
pero contribuir aunque sea de manera modesta a la
apreciación a través del conocimiento de una
arquitectura desconocida en la mayoría de los casos,
sorprendente o prodigiosa en otros, e importante en
todos ellos por la significación que transfiere a usua-
rios y productores: el ser humano común, la mayor
parte de este planeta.
Permanezcan, pues, las preguntas que no he po-
dido responder, como un estímulo a la curiosidad,
semilla que, si prende, nos llevará luego a la búsqueda
deseando con ello alcanzar el conocimiento.

8 A manera de prefacio
PrÓlogO

P
ublicar un libro de arquitectura vernácula veinticinco siglos. Se imitan conductas, actividades,
en tiempos de la más salvaje de las globa- instrumentos, apariencias u obras de arte. Las razo-
lizaciones, me parece extraño y agradable- nes pueden ser muchas, ya sea por el simple gusto, por
mente atrevido. Bienvenido sea. una profunda convicción, por mera conveniencia, por
A pesar de las corrientes homogenizadoras que no quedarse atrás en lo que suponemos que es lo nue-
se imponen en todos los órdenes de la actividad hu- vo o lo mejor o lo importante…
mana, múltiples voces intentan preservar y hacer De manera consciente o voluntaria, a lo largo de
respetar las diferencias. Sin negar la importancia de la historia humana, las agrupaciones sociales han defi-
las innovaciones, del aprovechamiento de las tecno- nido lo que consideran más adecuado para pasar una
logías desarrolladas cotidianamente, resulta conve- vida tranquila, pacífica, en armonía entre sus miem-
niente tener en cuenta la experiencia acumulada para bros y de éstos con el ambiente en el que se encuen-
mantenerla como alternativa siempre presente ante el tran inmersos. Así, se formaron hábitos alimenticios,
impulso que desde hace mucho tiempo se denomina maneras de cubrirse la piel, formas de allegarse los ar-
modernizador. tículos básicos para la subsistencia, elementos cons-
Algunas de las obras realizadas por el ser humano tructivos para edificar habitaciones individuales, es-
y consideradas como innovadoras, se han convertido pacios comunes, centros de poder, lugares de placer,
en moda por múltiples razones. En primer lugar, por de estar, para castigar, para dominar, para pernoctar,
su utilidad en la sociedad que las generó. Segundo, para permanecer…
porque uno de los rasgos comunes entre nuestra es- Sin embargo, mientras el hombre supuso que do-
pecie consiste en imitar lo que el semejante realiza, minaba mejor a la naturaleza, en tanto hizo gala de su
una observación que hizo Aristóteles hace ya casi ingenio no solamente para influir sobre su entorno

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ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

físico, sino que fue creando maneras más sofisticadas lidad de los cambios se da tan solo en la apariencia,
para erigirse como la especie dominante en el planeta no en la esencia: he ahí la gran contradicción del dis-
Tierra, al mismo tiempo que agudizaba las diferencias curso de la modernidad, en el fondo, los cambios se
sociales, ideó conceptos que convirtió en cosas, cosas promueven para permanecer igual.
a las que le dio un valor y convenció a los demás de la Al iniciar el siglo XXI, la homogenización de las
existencia de tal valor. sociedades domina la mente de los que deciden y
Tal es el caso de la arquitectura que, en tanto una muchos se han convencido de la urgente necesidad
disciplina que tradicionalmente combina la pasión es- de parecernos todos y en todo. Desde el siglo XVI,
tética con el conocimiento científico para solucionar unos cuantos señores de las potencias europeas supu-
cuestiones de habitabilidad, funcionalidad y especta- sieron que el mundo era de ellos y, desde entonces,
cularidad, se ha vinculado con los grupos dominantes sus herederos han hecho lo posible para que las cosas
de tales o cuales sociedades. La habilidad y el conoci- funcionen a la perfección, cual engranaje de relojería
miento de “la arquitectura” ha quedado como parte fina, cuyo único objeto es hacer andar el mundo a la
del monopolio de quienes lo deciden todo, de los po- imagen que ellos diseñaron.
cos que tienen la posibilidad de imponer formas, ma- El desencadenamiento de estos procesos, en nues-
teriales, precios, espacios. La mayoría, siempre habrá tros días, provoca que la gente, sin importar en qué
de solucionar sus problemas de manera emergente, al latitud exista, tienda a vestirse, alimentarse, divertirse,
día, con lo que puede y sin grandes posibilidades de creer y guarecerse de una sola manera. Medio siglo ha,
que sus resultados “arquitectónicos” puedan compe- el antropólogo francés Claude Levi-Strauss meditaba
tir en el ámbito de la estética y el “buen gusto”. que el desarrollo de la modernidad, el avance de la tec-
Las modas pasan, pero en el conocimiento popu- nología había acercado a todos los hombres a conocer
lar, en el saber de todos, permanecen rasgos trascen- las maravillas que hasta entonces habían permanecido
dentales que se conservan como parte de la tradición desconocidas aun estando en este mismo mundo, pero
o la costumbre, porque han demostrado ser elemen- que el conocimiento mismo iniciaba con el proceso de
tos importantes para sobrevivir, para conservar lo que su destrucción en aras de igualarlo todo.
es propio, para sortear la violencia de los fenómenos ¿Acaso los seres humanos echaremos por la bor-
naturales o simplemente porque son soluciones pro- da el cúmulo de experiencias adquiridas a partir de
badas por la experiencia para mantenerse en un punto nuestra relación con la naturaleza? En nuestro afán
del espacio. Además, el ritmo en el cambio de moda por vivir mejor, desechamos lo construido y ocupa-
no puede ser sostenido por la mayoría. La tendencia do por siglos para entrar en la era de lo desechable.
de las modas lleva a la humanidad a los cambios ver- Formamos parte de la sociedad del desperdicio. Tra-
tiginosos, a moverse de un punto a otro en el espacio tamos de dejar para la posteridad esas obras que mu-
terrestre, permitiendo, como dijo Jacques Attali hace chas veces no significan más que nuestra decadencia
más de dos décadas, que el hombre moderno busque como especie.
una vida nómada con objetos nómadas, con sus lí- En el siglo del apogeo de la industria cinematográ-
mites, de acuerdo a la conservación de los puntos de fica, hemos convertido al planeta en un enorme pla-
confort, siempre retornando al nido porque la radica- teau que modificamos conforme lo dictan las modas

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Teresa de Jesús Estrada Lozano

venidas, idas y por venir. Ya no volteamos la mirada sible defenderse de sus contrarios o de los elementos
a lo que por tantas generaciones fue útil. ¿También naturales, de acuerdo a un gasto modesto de recursos
el conocimiento se ha convertido en un artículo des- pues, como siempre ha sucedido, vivir en la escasez
echable? ¿Nos estorba la memoria? resulta uno de los rasgos primordiales de las mayorías.
Los sectores no dominantes de las sociedades han Ante la realidad de esos bienes exiguos, un arquitecto,
logrado desarrollar un conocimiento que desdeña- que aportará una solución bella y científica, excede
mos por carecer de cientificidad, de métodos acepta- por mucho las posibilidades.
dos por las corrientes dominantes, las de éxito econó- Son maravillosas las respuestas que han planteado
mico. Las res-puestas simples a problemas complejos, los arquitectos de la centuria reciente pero es evidente
el sentido común aplicado a los cuestionamientos que las innovaciones, que las técnicas constructivas,
más arduos, ha sido la manera de avanzar de la espe- que los diseños posmodernos no pueden estar al al-
cie humana a lo largo de ya varios milenios. En tanto cance de más de seis mil millones de personas en la
los hombres realizamos obras espectaculares, jamás Tierra. ¿Cuáles son las soluciones de habitación para
imaginadas por generaciones enteras, ni siquiera por todos ellos? ¿Seguirán arreglándoselas como mejor
las más lúcidas de las inteligencias productoras de li- puedan? Es posible.
teratura de ciencia ficción, como las alucinantes cons- Las opciones serán, por varias generaciones más,
trucciones de los Emiratos Árabes Unidos, a pocos acudir a la preparación colectiva de materias primas
kilómetros de allí, cruzando las aguas del golfo Pér- y materiales naturales, existentes en la región que se Capítulo
sico, encontramos cientos de miles de seres humanos
aprovechando materiales de la región, imitando los
habita, para solucionar las necesidades de habitación.
Incluirán, por cierto, un mecanismo de toma de deci-
1.0
mismos sistemas constructivos de hace centurias. Su siones en el que las experiencias de índole constructiva
miseria no es por la casa en la que viven, sino por el son vitales para resolver la escasez de recursos econó-
entorno político y cultural que les ha tocado padecer. micos, de espacio y de asesoría profesional. Se segui-
Jamás, a lo largo de la historia, nuestro andar ha rá construyendo con lo que haya, con cuanto haya y
encontrado una sola vía. Los caminos son múltiples cuando haya. Los resultados inmediatos están siempre
y a cada momento nos encontramos en encrucijadas alejados de las tendencias dominantes sobre lo bello, lo
que pueden significar un maravilloso atajo a nuestra bonito, lo agradable. Solamente con el paso del tiem-
meta. Son encuentros en los que la solidaridad, la po, al consolidarse los asentamientos, con la inyección
generosidad, la reciprocidad salen a flote de manera permanente de los mínimos recursos al hacer amplia-
colectiva, se plantean las soluciones para los proble- ciones o redecorados, la costumbre dictaminará nuevas
mas comunes. La arquitectura tradicional, popular o formas de belleza, considerará de valor esa arquitectura
vernácula, no es otra cosa sino la expresión concreta que, en principio ha sido tratada con desdén.
de sentimientos humanos donde los miembros de Volvamos la vista a la experiencia, quizás pueda ayu-
la sociedad, en comunidad, trabajan para hacerse de darnos a allanar los obstáculos que se nos presentan.
los materiales naturales o se juntan para fabricarlos,
en conjunto deciden las soluciones para construir el Ricardo León García
mejor resguardo de la familia, la ubican donde sea po- Julio de 2009

Prólogo 11
InTRodUCcIÓn

Resulta sencillo atraer la atención sobre lo insólito dad no son tan escasas, pero sí dispersas y generales, o
o lo inaudito, lo difícil es mantenerla. bien, muy detalladas en casos de estudios específicos.

E
Por lo tanto, el acercamiento bibliográfico permitió el
ste estudio es el resultado de inquietudes seguimiento de citas documentales que condujeron
gestadas en el aula. En cierto modo, el entu- paulatinamente a mayor información enfatizando los
siasmo de los estudiantes que se interesan puntos de interés que la división por géneros arqui-
genuinamente por la arquitectura verná- tectónicos fue planteando.
cula fue un incentivo para emprender el trabajo. Por La manera de abordar el tema fue a través de un
otra parte, la asignatura sobre el tema es relativamen- planteamiento teórico en donde esbozo algunos
te nueva en las escuelas de arquitectura y enhorabue- conceptos y reflexiones sobre el habitar y la habita-
na por su inclusión en los programas de estudio; sin bilidad; también la importancia de la arquitectura
embargo, estos nuevos planteamientos al esquema vernácula y su dificultad para definirla, lo que ella
curricular nos obligan a reconocer que la principal di- representa para el patrimonio y la identidad cultural
ficultad para aprender de ella es la escasa bibliografía de los pueblos, insistiendo que la desaparición de la
sobre el tema. Esto último fue el motor principal que arquitectura anónima incide en la pérdida del carác-
le dio principio a la investigación, y digo principio ter y la fisonomía de nuestros lugares.
porque en un tema tan vasto y complejo no se puede El contenido se desarrolla por medio de un re-
hablar de una tarea finalizada. corrido por algunas partes del mundo, apoyado en
El trabajo consiste en una búsqueda documental textos e imágenes, que presentan casos auténticos y
tratando de abarcar las desperdigadas referencias que sorprendentes, sitios donde la arquitectura vernácula
se fueron encontrando con la sorpresa de que en reali- aún es un elemento “vivo” dentro de su entorno. Se

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ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

describen el contexto que abarca a tales lugares, las ra-


zones históricas o simbólicas que les dieron origen y
los aspectos formales, funcionales o estéticos que los
caracterizan.
Uno de los ejes conductores del trabajo fue lo que
para la arquitectura es su función principal: el uso de
los espacios. El priorizar la función antes que la for-
ma me permitió asociar ejemplos relacionados entre
sí, como es el caso de graneros y molinos incluidos
como parte de las construcciones rurales comparten
el capítulo con viviendas de la misma categoría, ya
que la dependencia de aquéllos y éstas es obvia.
Otra guía fueron los procedimientos construc-
tivos utilizados en los diferentes casos ejemplifi-
cados. Al considerar los aspectos técnicos se pudo
encontrar una manifiesta relación entre diversos
tipos de edificación popular, lo cual permitió agru-
par ejemplos distantes en tiempo o lugar. Baste ver
el capítulo de arquitectura abovedada, donde vemos
construcciones iraníes, marroquíes, italianas o de
los antiguos mayas.
El aspecto unificador de toda la exposición es la re-
petida insistencia sobre la importancia de la arquitec-
tura vernácula y la relación que ésta tiene con muchas
disciplinas historia, restauración, arte, antropolo-
gía, sociología, entre otras para mantener presente
la urgencia de estudiarla a fondo y en equipos de tra-
bajo, con la finalidad de su rescate, su valoración y su
reutilización digna.

14
Capítulo
CoNsIdeRacIOnEs TEóricAs
1.0
1.1 ‘autenticidad’”, nos comenta Vargas y Salguero con
cierto rasgo de preocupación cuando se excluye, en
¿Qué se entiende proyectos de rescate histórico, a las obras comunes
en las cuales habita o ha habitado la humanidad, las
por arquitectura moradas de protagonistas de historias anónimas.

vernácula? En esas historias discriminan y excluyen a dicha

S
abrumadora mayoría, para darles cabida solamente a
i quisiéramos indagar la pregunta que enca- un puñado de ellas. Para esta concepción, el término
beza esta sección habría que reconocer que “arquitectura”, no es un sustantivo sino un califica-
su respuesta puede generar cursos comple- tivo… [Así] sólo y únicamente, unas cuantas obras
tos, ya que primero habría que responder lo que cumplen con ciertos requisitos o valores,… son
que se entiende por arquitectura y luego agregarle la arquitectura. Ninguna más1
denominación de vernácula. Sin embargo, las reflexio-
nes teóricas que se originan en torno a la arquitectura Al no otorgarle la categoría de “arquitectura”
vernácula, empiezan casi siempre excluyendo el tér- al conjunto de obras edificadas por el usuario no-
mino arquitectura. académico, al diferenciar a este tipo de obras las
“La limitación conceptual [tanto en la teoría de vernáculas por ser precisamente edificadas por
la arquitectura como en la historiografía] es el con-
siderar como arquitectura solamente aquellas obras 1  Ramón Vargas y Salguero, “Nueva visión de la historiografía arqui-
sobresalientes por su carácter ‘artístico’ o por su tectónica”. Revista estudios históricos, 7 (2002), p. 159.

15
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

personas que no son eruditos de la materia, los teó- cual produce una armonía no siempre alcanzada en la
ricos, “ni siquiera cuentan con una palabra para arquitectura académica.
designar a estas obras que se les niega su carácter Sin embargo, interpretando lo que dice Renard,
arquitectónico”.2 Entonces.. en ocasiones se cae en el error de abordar temas desde
lejos, a distancia del objeto de estudio y, por lo tanto,
1.2 se altera o desfigura la verdadera esencia de lo estu-
¿Cómo debemos diado. Sobre todo cuando estas primeras incursiones
carecían de métodos científicos para llevarlas a cabo,
llamarla? de tal modo que el término rural, aunque al princi-
pio fue de utilidad, pronto quedó corto para abarcar a

L
otras edificaciones, pues no todas las obras vernáculas
a dificultad para enunciarla proviene fun-
se realizan en la campiña.
damentalmente de su falta de estudio. Al
La inclusión de habitaciones rurales en estudios
no conocerla a fondo es decir, sus ca-
serios, no se dio en el área de la teoría ni de la historia
racterísticas fundamentales, su forma de
de la arquitectura, sino más bien en tratados etnográ-
producción, lo que la genera, incluso su tipología más
ficos. Los antropólogos eran los únicos que mostra-
común, nos vemos en la complejidad de explicarla
ban interés por este tipo de construcciones, claro está,
a través de un nombre. Por ejemplo…
Capítulo por su contenido étnico; de tal modo que otro califi-
1.0 Arquitectura rural
cativo que recibía era el de “arquitectura indígena” o
“nativa”.
Se le ha llamado también doméstica, espontánea,
En plena ciudad es donde se escriben las más bellas sincera, folklórica, auto-producida o auto-construi-
páginas sobre la campiña. da, sencilla, regional, popular, nativa, experiencial,
Jules Renard etcétera, tratando de definirla por medio de estos
nombres.

E
n el inicio de su estudio, se le consideraba Pero el nominativo es sólo el principio. Para com-
una arquitectura predominante de las áreas prender a fondo lo que necesitamos saber de arqui-
rurales y esa fue la manera de referirse a tectura vernácula es urgente definir qué significa el
ella: “arquitectura rural”; y de facto, se in- término tratando de establecer un concepto que en-
tentaba describirla con un interés sano pero sin dejar globe aquellas anteriores nominaciones.
fuera cierto pintoresquismo. Lo que más atrajo para En una primera aproximación podría decirse que
destacarla fue la imagen ingenua y sencilla que trans- el vocablo vernáculo es el más apropiado por sus raí-
miten las obras construidas con materiales locales. ces latinas para definir a este tipo de arquitectura. Pro-
Otra de las cosas que generaron más interés para su viene de vernaculus = “el que ha nacido en su casa”,
estudio fue la integración al paisaje bien lograda, lo refiriéndose, en aquel entonces, al esclavo hijo de
esclavos nacido en la casa de sus amos. Si asocia-
mos la idea referida, la arquitectura vernácula es en-
2  Idem.

16 Consideraciones teóricas
Teresa de Jesús Estrada Lozano

tonces aquella que se genera en su propio sitio, que adecuadamente. Lo primero es aclarar que la arqui-
toma de su espacio natural en que se encuentra, in- tectura vernácula es una arquitectura regional, mas no
fluencias determinantes que la van a distinguir, a su necesariamente regionalista. Como a su vez se hace
vez, de las generadas en otros entornos. la distinción entre una arquitectura vernácula y una
Respecto a este punto, puede decirse que los vernacular.
particulares rasgos físicos de las habitaciones ver- Que las derivaciones de las obras construidas por
náculas generan como consecuencia otro modo de el pueblo terminen generando una serie de ismos no
nombrarla: es nada nuevo, es parte de una evolución que se da
en todos los aspectos de la naturaleza, incluyendo al
ser humano y sus productos artificiales. La edifica-
Arquitectura regional ción natural que el hombre mismo ha hecho desde

C
tiempos inmemoriales es porción de una historia de
oncerniente a esta nominación, cabe ha- la arquitectura vernácula que forzosamente produce
cer referencia a lo que nos dice Marina modelos evolutivos en cuanto a formas, uso de mate-
Waisman sobre lo regional y el término riales y técnicas.
regionalismo:

desde hace algún tiempo se viene considerando en ¿Auto-construidas Capítulo


cierta crítica internacional, como una de las tenden-
cias positivas de la arquitectura actual, al REGIONA- o auto-producidas? 1.0
LISMO, como una forma de oposición constructiva
a las diversas formas negativas del universalismo, De médico, poeta, arquitecto y loco,
por la vía de reforzar o mantener las identidades re- todos tenemos un poco.
gionales. El término regionalismo es, sin embargo, Refrán popular

U
extremadamente ambiguo, pues puede referirse a
posiciones que fluctúen entre una reinterpretación na de las características principales de
local de ideas internacionales y un conservaduris- la habitación vernácula es su auto-cons-
mo reaccionario de carácter folclórico o populista. trucción. La acción edificatoria que va a
Parece… indispensable hallar elementos para una generar el cobijo indispensable para la
definición que haga posible un uso instrumental del existencia del individuo es inherente a él, según Egen-
término, sacándolo del terreno de las aspiraciones ter Nold: “la casa forma el núcleo del espacio existen-
vagamente nostálgicas.3 cial; todas las demás actividades [del ser humano] es-
Volvemos a la mencionada preocupación de caer tán enfocadas en él”.4 Por lo tanto, la procuración del
en ambigüedades cuando no se precisan los términos espacio existencial es casi siempre, en la mayoría de
los casos, una tarea de auto-construcción.
3  Marina Waisman, El interior de la historia. Historiografía arquitectó-
nica para uso de los latinoamericanos. Bogotá, Escala, 1993, p. 69 [Historia 4  Apud Paul Oliver, Encyclopedia of Vernacular Architecture of the
y teoría latinoamericana]. World. Cambridge, Cambridge University Press, 1998, p. 35

Consideraciones teóricas 17
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

El trabajo de erigir con las propias manos un espa-


cio habitable es, sin duda, una necesidad de los grupos
Autoproducción

P
humanos con escasos recursos económicos, o bien de
or otro lado, el término autoproducción se
las zonas rurales. Etnias y culturas tribales o socieda-
refiere más bien a un proceso en el cual se
des preindustriales son también auto-constructoras,
engloban varias etapas. Nos advierten Gar-
tarea también de los habitantes de asentamientos pre-
cía y Villalobos en “La arquitectura auto-
carios en las propias áreas urbanas, aun en civilizacio-
producida” lo siguiente: “Para producir una vivienda
nes desarrolladas.
no basta con construirla. También hace falta realizar
Lo dicho anteriormente no es suficiente para con-
otras actividades no menos importantes como el dise-
cluir que la auto-construcción es una consecuencia
ño, por incipiente y fragmentado que este sea, la ges-
de la pobreza o de escasos recursos económicos sola-
tión de permisos y licencias, el pago de derechos, la
mente. Existe un sinnúmero de situaciones en que la
adquisición de materiales y mobiliario, la contratación
edificación de una casa es llevada a cabo por el usua-
de servicios y de trabajadores complementarios”.5 La
rio motivado principalmente por el gusto de partici-
referencia anterior se plantea en un ensayo alusivo a la
par directamente en la creación de su espacio habita-
producción de viviendas en barrios urbanos, ya sea de
ble o bien para satisfacer necesidades podríamos
tipo precario o más definitivo, pero dominantemen-
decir subjetivas, tales como crear algo diferente y
te en zonas urbanas. En dicho artículo se dice que la
Capítulo único o para generar una relación emocional con ese
industrialización y la urbanización como fenómenos
1.0 espacio auto-construido.
Un caso particular que ejemplifica lo anterior, lo
conjuntos, acelerados a partir de los años cuarenta
del siglo XX en México, han generado una compleja
constituye una familia que, proviniendo de otra lo-
contradicción. “Por una parte, los pobladores urba-
calidad, encontró en Ciudad Juárez, Chihuahua una
nos quedan inmersos en una creciente división del
arquitectura no correspondiente al medio físico: el
trabajo que propicia su especialización en diferentes
desierto. Sin satisfacer su necesidad de habitación por
actividades y que… requiere su dedicación cotidiana
medio de lo que se le ofrecía comercialmente, decidió
y permanente. Por otra parte, el poblador mayoritario
auto-construir con materiales más apropiados. La utili-
de las ciudades carece de recursos para tener acceso al
zación de adobe, piedra y madera fue lo obligado, pero
mercado formal de vivienda y, de alguna manera,…
con una gran imaginación también recurrió a deshe-
tiene que producir su morada”.6
chos industriales —gratuitos en algunos casos— y el
Ahora bien, al estar inmerso en la ciudad, el habi-
resultado fue una casa especial en todos los sentidos.
tante se tiene que someter a regulaciones y normas, lo
Ejemplos como el anterior se dan en forma fre-
que lo obliga a cumplir con una mayor cantidad de pa-
cuente en todas partes del mundo. Baste ver el progra-
sos en la consecución de su vivienda. Por eso se puede
ma televisivo llamado Extreme Houses (producción
considerar como un proceso largo y completo, abar-
estadounidense) para encontrar otras muestras.
5  Julio García Coll y Carlos H. Villalobos, “La arquitectura autopro-
ducida” en Fernando González Cortazar (coord. y pról.). La arquitectura
mexicana del siglo xx. México, Conaculta, 1994, p. 235.
6  Ibid., p. 236.

18 Consideraciones teóricas
Teresa de Jesús Estrada Lozano

cando desde la obtención del predio hasta la inserción


dentro de un sistema de impuestos prediales. Tal situa-
ción provoca que la producción del hogar se realice en
etapas: “El ‘cuarto redondo’ con el que se inicia debe
albergar todas las funciones de la familia. Conforme
se tienen tiempo y recursos, se van sumando espacios
al núcleo original que al final será la estancia-comedor
o sólo la estancia. ‘Las varillas de la esperanza’ asoman
por muchos años hacia arriba y a los lados, blocks y
tabiques se van apilando en el techo del primer nivel
como expresión del anhelo del ‘ya mero’. El diseño, si
puede llamarse tal, se va realizando conforme se avan-
za [la construcción]”.7
Como podemos darnos cuenta, el término auto-
producida no es suficiente para nominar a la arquitec-
tura vernácula por no alcanzarla o contenerla en su
totalidad, puesto que el proceso tan amplio que justi-
fica llamarla de tal modo se aplica a obras más bien ur- Capítulo
banas, las cuales, debido a la complejidad burocrática
en que nos envuelve la vida dentro de la ciudad, por
1.0
pequeña que ésta sea, se vuelven difíciles de adquirir
teniendo que construirse con interrupciones.
Tampoco se puede concluir con lo recién expues-
to que la arquitectura vernácula realizada en el campo
no implica un proceso completo, sólo que en este últi-
mo caso la adquisición de un techo está condicionada
a determinantes predominantemente técnicas y ma-
teriales antes que a otros.

7  Ibid., p. 240.

Consideraciones teóricas 19
Capítulo L a HabITaBiL iDad

2.0
2.1 Al hacer referencia a las condiciones físicas, con
habitabilidad queremos significar el territorio y su
El concepto transformación, el espacio y su ordenamiento, lo
que conocemos como ambiente y todo lo que im-
Habitabilidad: cualidad de habitable. plica: la transformación del entorno, las estructuras
Habitable: que se puede habitar. físicas —y finalmente— la edificación de una en-
Habitar: vivir, morar. tidad espacial que aloja las funciones humanas: las

P
transformaciones arquitectónicas.
odemos entender la habitabilidad como Sin embargo, “como transformación, la arquitec-
un componente que incluye tanto condi- tura no satisface solamente una necesidad humana
cionantes materiales como circunstancias en particular. La necesidad de espacio habitable es
metafísicas, unidad que deben poseer los un compuesto de necesidades básicas y complemen-
espacios donde mora el hombre para, de tal forma, tarias, cuya satisfacción exige un lugar específico
permitir a su subsistencia diaria, un vivir digno. O para llevarse a cabo”.9 Y en esas necesidades com-
bien, como lo menciona Saldarriaga: “Habitabilidad plementarias del ser humano se incluyen las del ser
es un conjunto de condiciones, físicas y no físicas, que psicológico, el ser social y el ser creativo.
permiten la permanencia humana en un lugar, su su-
pervivencia y, en un grado u otro, la gratificación de
la existencia”.8
(2ª ed.)., p. 57 [Arquitectura: Habitabilidad].
8  Alberto Saldarriaga Roa, Habitabilidad. Bogotá, Escala, 1981 9  Ibid., p. 30.

21
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

2.2 bre todo por el universalismo impuesto por las ten-


dencias globalizantes actuales, se cae con frecuencia
El habitar en productos arquitectónicos fríos y carentes de la
calidad necesaria para el vivir digno o por lo menos
La vida empieza bien. Empieza encerrada, protegi- decoroso.
da. Toda tibia en el regazo de una casa.
Gastón Bachelard

A
l mencionar las condiciones no físicas
que componen la habitabilidad y el ha-
bitar mismo, entramos en el terreno de
lo espiritual, de lo psicológico (la emoti-
vidad que es inseparable al ser humano), de lo social
(el hombre es un producto cultural) y de la filosofía
como herramienta de explicación del ser.
Respecto a esto último, la complejidad del térmi-
no habitar, desde la perspectiva filosófica, nos trasla-
Capítulo da más allá de las estructuras físicas que conforman el
2.0 panorama arquitectónico “académico” por llamarle
de algún modo y nos recuerda el modo vernáculo,
No. 1. Casas uniformes e impersonales.

el “modo intemporal de construir” de Christopher En otros casos de la arquitectura profesional el de-


Alexander con la “cualidad sin nombre” que sólo se terminante número uno es la economía, el cual, com-
logra al realizar edificios “vivos”:10 “Las estructuras binado con el factor político, provoca la construcción
más sofisticadas en términos tecnológicos, se contra- en serie de grandes conjuntos de “cajitas de zapatos”
ponen a las primitivas o arcaicas; no obstante, en las uniformes e impersonales, cada vez de menor tama-
segundas se resuelve con más profundidad la forma ño, que resuelven a medias la adquisición de un techo.
de vivir. Se trata de la aplicación de patrones propios, Viviendas que quedan muy lejos de ser un espacio ha-
inspirados en la cotidianeidad misma”.11 Y es que no bitable casi siempre por la imposición de diseños ge-
sólo en la arquitectura vernácula se logran cualidades nerados en los centros de poder político (institucio-
metafísicas, sino que en la mayor parte del conjunto nes de vivienda a nivel nacional), sin considerar en la
de edificaciones profesionales, específicamente la realización de tales proyectos la adaptación al medio
vivienda ordenada a través de un diseño racional en físico y mucho menos los requerimientos particulares
búsqueda de una pretendida funcionalidad, pero so- de los usuarios.
En contraposición, las obras vernáculas construi-
10  Christopher Alexander, El modo intemporal de construir. Barcelo- das están de algún modo mucho más relacionadas
na, Gustavo Gili, 1979. con esta habitabilidad metafísica, ya que se pueden
11  Javier Senosiain Aguilar, Bio arquitectura. En busca de un espacio. considerar como una solución de necesidades prima-
México, Limusa, 1998, p. 83.

22 La habitabilidad
Teresa de Jesús Estrada Lozano

rias, como la protección y el cobijo —como primera de la mesa comunitaria, y halla sitio en la habitación
respuesta—, pero con un apego a la tierra, al lugar, a para el sagrado lugar del parto y para el ‘árbol de los
lo heredado o transmitido por los ancestros, que le va muertos’ —pues así le llaman al ataúd—, y de ese
añadiendo el calificativo de entrañable a la casa. Así, modo determina, para las distintas generaciones
se logran de manera natural espacios con mayor sig- que conviven bajo el mismo techo, el carácter de su
nificado, al menos para el habitante. Poniatowska lo viaje a través del tiempo. La habitabilidad artesana,
expone de la siguiente manera: “La casa la han hecho surgida ella misma de la morada, que aún emplea
con sus manos y con los materiales que da la tierra, sus herramientas y sus estructuras como si fueran
así como la hicieron sus abuelos y los abuelos de sus cosas, edifica la casa de labor”13
abuelos, siguiendo una ya larga tradición. Nada se
deja al azar, nada se hace a lo loco, todo tiene un sen- Asimismo, cabe hacer alusión al estudio filosó-
tido, una finalidad, una razón de ser”.12 fico que hace Gastón Bachelard en referencia al ha-
En su interesante ensayo La Arquitectura de la me- bitar desde la perspectiva de la poesía en La poética
moria. Espacio e identidad, Adolfo Vásquez Rocca cita del espacio: “Todo espacio realmente habitado lleva
al famoso filósofo Heidegger para hacer referencia a como esencia la noción de casa… el ser amparado
la significación subjetiva que la casa tiene para la exis- sensibiliza los límites de su albergue. Vive la casa en
tencia del individuo: su realidad y en su virtualidad, con el pensamiento y
los sueños”.14 Nos habla del concepto de hogar, con- Capítulo
Heidegger alude, a través de la imagen de la casa,
al sentido espiritual del hogar como espacio en el
cepto creciente en el yo a medida que se van viviendo
los espacios. Al quedar marcados con nuestras expe-
2.0
que se produce la unidad espiritual de los seres hu- riencias cotidianas esos rincones que nos albergaron
manos con las cosas. Es así como Heidegger realiza primeramente, se revierte el enorme significado que
una lírica descripción de su hogar ideal, una granja tienen para nuestro ser, el cual regresará una y otra vez
en la Selva Negra: a sus queridos espacios, a su casa, a través de sueños
“Lo que ordena aquí la casa es la autosuficiencia y ensueños. En la casa se unen la remembranza y la
que permite al cielo y la tierra, a los dioses y a los imaginación.
mortales formar una única unidad con las cosas. Es Es a partir de entonces, según Bachelard, que los
eso lo que sitúa la granja mirando al sur, en la ladera espacios vividos se convierten en una evocación cons-
de la montaña protegida por los vientos, entre los tante de nuestros recuerdos: “Por los sueños las diver-
prados cercanos al manantial, y la dota de un tejado sas moradas de nuestra vida… guardan los tesoros de
con ancho voladizo de guijarros, cuya característica los días antiguos”.15 A través de los sueños, los lugares
pendiente no sólo aguanta el peso de la nieve, sino que habitamos impregnan y conservan los tesoros del
que desciende hasta abajo para resguardar las habi-
taciones de las tormentas durante las largas noches 13 Adolfo Vásquez Rocca, La arquitectura de la memoria. Espacio e
invernales. No olvida exaltar en un rincón, detrás identidad.” ‘A Parte Rei. Revista de filosofía’. www.serbal.pntic.mec.es,
consultada el 25 de noviembre de 2005.
12  Elena Poniatowska y Mariana Yampolsky, La casa en la tierra. 14  Gastón Bachelard, La poética del espacio. México, FCE, 2002, p. 35.
México, INI-FONAPAS, p. 8. 15  Ibid., p. 35.

La habitabilidad 23
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

pasado. Así pues, la casa representa una de las princi- lores y arranca nuestras raíces”,18 nos hace revalorar
pales formas de integración de los pensamientos, los con mayor fuerza la importancia de darle al hogar, a
recuerdos y los sueños de la humanidad. Concluye nuestra casa, el lugar preponderante que le corres-
Bachelard: ponde como refugio de todos esos males inevitables
ya mencionados y que quedan fuera de nuestro con-
En esas condiciones, si nos preguntaran cuál es el trol. “En un mundo duro, hambriento y peligroso, el
beneficio más precioso de la casa, diríamos: la casa hogar, aunque no sea más que una choza, llega a ser
alberga el ensueño, la casa protege al soñador, la considerado como el último refugio, arraigado en
casa nos permite soñar en paz… Sin ella, el hombre la tierra, transmitido de generación en generación;
sería un ser disperso… [La casa] lo sostiene a través como un lazo del hombre con la Naturaleza y con el
de las tormentas del cielo y de las tormentas de la pasado”.19
vida. Es cuerpo y alma. Es el primer mundo del ser Ahora, más que nunca, ansiamos volver la mira-
humano.16 da hacia nuestro espacio original (de origen) para
reencontrarnos y cuestionar quiénes somos, pues
2.3 “nuestro tecnificado hombre del siglo veinte tiene
una gran nostalgia”, dice Senosiain20 y yo me pre-
La permanencia gunto: ¿nostalgia de qué?
Capítulo Posiblemente, de una forma de vida más natural,
2.0 La tendencia [actual] a la transitoriedad se mani-
fiesta incluso en la arquitectura, precisamente esta parte
más cíclica. En contra del “úsese y tírese” que nos ha
impuesto la alta industrialización de los objetos. Por-
del medio físico que, antaño, contribuyó como ninguna que el ser humano necesita asirse a algo más perdura-
otra al sentido de permanencia del hombre. ble, que no se deseche y que se convierta en el referen-
Alvin Toffler te de su propia historia. Porque para el ser humano es

E
fundamental arraigarse a los recuerdos y ubicarse me-
l ser humano contemporáneo, especial- jor en el tiempo presente. Como dice Vásquez Rocca,
mente el que habita en zonas urbanas, “recordando las casas y las habitaciones aprendemos
padece ya el “shock del futuro” que plan- a mirar dentro de nosotros mismos”.21
tea Alvin Toffler en su interesante libro El Esa referencia a nuestra propia historia es útil tam-
shock del futuro: “La angustia, la neurosis colectiva, la bién para las necesidades sociales de un ser, puesto
irracionalidad y la desenfrenada violencia, ya mani- que le permiten construir un sentido de pertenencia
fiestas en la vida contemporánea”,17 son algunos de a un determinado contexto social: “la confusión y
los efectos provocados por la rapidez del cambio que la incertidumbre originadas por la transitoriedad, la
nos toca vivir en estos tiempos. Así, “la estrepitosa novedad y la diversidad, pueden explicar la profunda
corriente del cambio, una corriente hoy tan podero-
sa que derriba instituciones, trastorna nuestros va-
18  Ibid., p. 7.
19  Ibid., p. 117.
16  Idem, p. 36. 20  Senosiain, op. cit., p. 9.
17  Barcelona, Plaza & Janes, 1972, p.20. 21  Vásquez Rocca, op. cit., p. 4.

24 La habitabilidad
Teresa de Jesús Estrada Lozano

apatía que desocializa a millones de seres humanos, parámetro con el que se conseguiría valorar no sólo
viejos y jóvenes”.22 las obras de profesionales, sino también el conjunto
En ese contexto social, una plusvalía de la perma- de obras domésticas, populares, nativas, etcétera que
nencia será —paradójicamente— la movilidad, ya conforman el patrimonio arquitectónico vernáculo
que en la medida que tengamos firmes los pies sobre en la mayor parte del mundo.
el tiempo y el lugar al que pertenecemos, podremos Por lo tanto, la nueva perspectiva que se tome en
ir más lejos sin riesgo de perder nuestras raíces. Si- investigaciones historiográficas y estudios teóricos
guiendo a Vásquez Rocca, “también la casa es el lu- tanto de lo urbano como de lo arquitectónico, sea
gar del goce y del acopio de recuerdos, que forjan profesional o vernáculo; “debe empezar, pues, por
una identidad y permiten reconocerse en una radical dejar atrás el heredado concepto acerca de lo arqui-
intimidad”.23 Adonde vayamos podremos estar segu- tectónico. Concepto para el cual es la forma, el estilo,
ros de llevar la verdadera esencia de nuestro ser, acep- la belleza, calidad estética y, en suma, su ‘artisticidad’,
tando de lo nuevo o lo ajeno aquello que sea positivo lo que constituye su ser mismo, para poner en su lugar
y nos sirva para avanzar sin menoscabo de lo propio. a la habitabilidad, cuya mayor amplitud permite dar
Concluye Rocca: “Las imágenes de la casa están en cuenta total de las obras construidas y no únicamente
nosotros porque nosotros estamos en ellas”.24 de un puñado de ellas”.25
Desde este planteamiento, es necesario entonces
2.4 reflexionar que todo lugar habitable, socialmente Capítulo

La habitabilidad construido, tiene una dimensión urbano-arquitectó-


nica directamente correspondiente a la habitabilidad
2.0
como elemento de análisis lograda, según nos comenta Vargas y Salguero.26 O sea
que incluso los albergues más sencillos son arquitec-

C
tura en la medida que ellos brinden mayor o menor
onviene recordar que la valoración y el
habitabilidad.
análisis que hacen tanto el estudioso
como el crítico de la arquitectura, con-
tienen una teoría de la arquitectura, una
filosofía de lo que es o debe ser arquitectura, de lo que
en ella tiene sentido o le falta, teoría que es el enuncia-
do de una ideología en la cual se tendrán que estable-
cer nuevos criterios de valor.
En una nueva actitud frente a la tarea de analizar
con seriedad una arquitectura incluyente de todo tipo
de obras, a la habitabilidad le correspondería ser el

22  Toffler, op. cit., p. 451.


23  Vásquez Rocca, op. cit., p. 4. 25  Vargas y Salguero, op. cit., p.160.
24  Idem. 26  Idem.

La habitabilidad 25
Capítulo

3.0
DeNoMInAc iÓN GEnéR iCA

3.1 Ahora bien, ¿cuál fue la importancia de la obra de


Rudofsky? Citando a Marina Waisman, quizá podre-
Diversos tipos mos entenderlo:

de arquitectura vernácula el papel del crítico [de la arquitectura], como lo

D
señala Reyner Banham hacia 1968, [puede ser] el
e noviembre de 1964 a febrero de 1965, de observar la realidad, descubrir en ella hechos ar-
fue exhibida en la ciudad de Nueva York, quitectónicos interesantes y llamar la atención del
una exposición sin precedentes. Se le dio espectador sobre ellos, suspendiendo momentá-
el nombre de Arquitectura sin arquitectos neamente el juicio, hasta tanto sea posible construir
(Architecture without Architects). Su autor, el arqui- nuevos parámetros capaces de develar la estructura
tecto Bernard Rudofsky —a través de financiamien- significativa de los nuevos fenómenos. Tal es el caso
tos de mucha importancia de las fundaciones Ford y del arte pop o de la arquitectura vernácula, el pri-
Guggenheim—, investigó una serie de edificaciones mero de ellos ‘descubierto’ por el grupo de críticos
hasta ese entonces consideradas no arquitectura en el encabezados por Banham, el segundo consagrado
sentido formal de la disciplina, a las cuales él llamó como de alto interés por Bernard Rudofsky en su
la arquitectura sin pedigrí: la arquitectura sin arqui- exposición y posterior libro, apoyados por el Mu-
tectos. Desde esa fecha, la frase que le dio título a la seo de Arte Moderno de Nueva York. Se llamó, en
exposición, y posteriormente a una publicación, son efecto, la atención sobre estos fenómenos exaltando
las palabras más citadas para definir de una manera valores ignorados o desdeñados hasta entonces.27
sintetizada a la arquitectura vernácula.
27  Waisman, op. cit., p. 30.

27
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

He ahí la respuesta a la anterior pregunta: re- precipicios (cliff dwellings), la arquitectura acuática,
saltar valores desconocidos o despreciados hasta las habitaciones nomádicas, las formas primigenias,
entonces fue la aportación más importante del pro- mimetismo arquitectónico, arquitectura fortificada,
yecto de Rudofsky, sobre todo porque, desposeído el uso de arcadas, calles cubiertas y semicubiertas, la
de un juicio y principalmente de un prejuicio, nos construcción en logia, los graneros comunales y los
permitió conocer un conjunto de edificaciones re- familiares, palomares, molinos de agua o de viento,
partidas por todo el mundo, que representan otras arquitectura en pilotes (palafitos), la arquitectura ce-
creaciones fuera de Occidente y que no pertenecen lestial (observatorios astronómicos), la arquitectura
a unas cuantas culturas selectas. Y como él mismo simbólica, las estructuras vegetales, la madera en la
dice en el prefacio: “[El libro] Arquitectura sin arqui- arquitectura vernácula, las construcciones móviles,
tectos intenta echar abajo nuestros estrechos concep- las cubiertas vegetales y finalmente la arquitectura
tos del arte de construir, introduciendo el mundo abovedada. Un abanico amplio de prototipos arqui-
desconocido de una arquitectura sin pedigrí”, para tectónicos repartidos por varios lugares del mal llama-
agregar más adelante: “desafortunadamente, nuestra do “tercer mundo”.
visión del panorama total de la arquitectura anóni-
ma es distorsionada por la escasez de documentos,
visuales o de otro tipo”.28 Habitaciones troglodíticas
Capítulo Un valor agregado que adquiere la obra de Ru-
3.0 dofsky es que nos presenta la arquitectura anónima
—como también le llama— clasificada en catego-
El trogloditismo no necesariamente implica un bajo
nivel cultural. La imagen del hombre cavernícola arras-
rías. Nos presenta ejemplos diversos con cierta ti- trando de los cabellos a su compañera, es un cliché de
pificación. Sin llegar a un análisis formal, estilístico, caricaturistas, delatando nostalgia por tiempos pasados.
estético o de otro tipo, nos permite ver desde la pers- Bernard Rudofsky
pectiva del uso o la función espacial, la diversidad

L
imaginativa que caracteriza a las culturas de nuestro
mundo. A través de un ordenamiento más que una as habitaciones troglodíticas son espacios
clasificación, nos lleva, por medio del género arqui- dentro de cavernas o bajo tierra que se han
tectónico, a una mayor comprensión de lo que es la utilizado a través del tiempo por diversos
arquitectura vernácula. seres humanos. Al hombre le son menes-
Se encuentran así en su libro habitaciones troglo- ter refugios cubiertos y la naturaleza le brindó desde
díticas, espacios habitables acondicionados en objetos siempre generosas cavernas. Posteriormente él mis-
naturales (la naturaleza como arquitectura), arquitec- mo fue encontrando en ese hábitat una serie de ven-
tura por sustracción, pueblos condicionados por el tajas que comprobó al generar por sí mismo espacios
sitio geográfico, pueblos en colinas, habitaciones en bajo tierra.
Ya sea utilizando cobijos naturales o propiciándo-
28  Bernard Rudofsky, Architecture without Architects. A Short Intro- los por medio de la sustracción de material —tierra
duction to Non-Pedigreed Architecture. New York, The Museum of Modern o piedra— el ser humano aprendió que el habitar de
Art/Connecticut Printers, 1965, s /p.

28 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

No. 2. Antiquísimos cliff dwellings en el suroeste No. 3. Habitaciones troglodíticas en Valle de Goreme.
de Estados Unidos.

manera subterránea es una ventaja contra el medio excavaciones del subsuelo en forma vertical y la exca- Capítulo
climático adverso, ya que las moradas trogloditas con-
servan una temperatura constante gracias a la masa
vación de farallones o paredes verticales, además de
combinaciones entre estos tres tipos. Un tercer grupo
3.0
térmica que se forma con la tierra envolvente. de muestras edificatorias subterráneas lo conforman
La experiencia de vivir bajo tierra o dentro de ella las arquitecturas bajo terraplenes: no se hace excava-
se ha dado y se sigue dando en no pocas culturas. Nos ción, se logra el enterramiento de la obra edificada
dice al respecto Loubes: “Este tipo de arquitectura, acumulando sobre ella material de los alrededores,
a menudo desconocido, continúa siendo muy rico, tierra específicamente.
vivo, y su zona de desarrollo se encuentra en todas Como una derivación del estudio de la vivienda
latitudes, en todos los climas y en cualquier tipo de troglodítica se ha llegado al análisis del urbanismo
terreno”. 29 troglodítico por algunos investigadores del tema.
Los variados tipos de edificaciones trogloditas Por ejemplo, J. P. Loubes en su libro Arquitectura
abarcan un primer caso, como la modificación de em- Subterránea nos enseña tipificaciones conformando
plazamientos y configuraciones naturales: adaptación pueblos enteros según el modo que se agrupan las
de cavernas, abrigos bajo la roca o entre ellas, vivien- construcciones bajo tierra. Menciona los pueblos
das adosadas a una muralla natural. Como un segun- en acantilados (cliff-dwellings) de varias partes del
do ejemplo tipológico encontramos las arquitecturas mundo, sea en disposiciones lineales o formando se-
por sustracción: excavación de promontorios rocosos, micírculos. Otro modelo de asentamiento lo consti-
tuyen los pueblos excavados, enteramente enlazados
29  J. P. Loubes, Arquitectura Subterránea. Aproximación a un hábitat
natural. Barcelona, Gustavo Gili, 1985, p. 7.
por caminos subterráneos o de manera superficial.

Denominación genérica 29
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

No. 4 y 5. Habita-
ciones troglodíticas y su
corte esquemático.
No. 6. Exterior de casa subterránea en China.

De las caracterizaciones citadas tenemos casos Estos suelos conformados por el limo transporta-
antiquísimos en varias partes del mundo: en Túnez, do y depositado por el viento son sumamente blandos
varias zonas de España y Portugal, amplias regiones y fáciles de excavar, lo que permite que cerca de diez
Capítulo de Francia, variados sitios en Turquía, gran parte del millones de personas vivan en edificaciones hundi-
3.0 norte de China, en el suroeste de Estados Unidos, en
el norte de México y en la India, aunque cabe aclarar
das. Dice Rudofsky: “No sólo habitaciones, también
fábricas, escuelas, hoteles y oficinas de gobierno son
que no todos estos ejemplos han sido estudiados sis- construidas completamente bajo suelo”.30
temáticamente. También se puede incluir en este género arquitec-
Algunas de esas arquitecturas subterráneas han tónico la formidable muestra del conjunto urbano de
sido motivo de estudio al menos desde puntos de vis- I Sassi di Matera en el sur de Italia. Las habitaciones
ta de su morfología y se han dado a conocer fuera de formadas por sustracción son el más completo y me-
sus entornos sorprendiéndonos por su singularidad. jor conservado ejemplo de este tipo de habitación
Entre las más conocidas se encuentran las forma- troglodita en la región conocida como Apulia.
ciones de origen volcánico en el Valle de Goreme en La naturaleza proveyó a esta localidad con una
las regiones de Anatolia y Capadocia (al norte de Tur- franja de blanda toba (tufa local), la cual es fácilmente
quía) erosionadas por el viento y la lluvia. Aprovecha- excavada para formar los espacios habitables que han
das por una comunidad de monjes en el siglo VII d.C., sido usados desde tiempos prehistóricos. En la actua-
generaron sus moradas sustrayendo la toba volcánica lidad el sitio es Patrimonio de la Humanidad, declara-
para formar viviendas hasta de tres niveles. ción que la UNESCO hizo en 1993.31
Otros ejemplos llamativos y extraordinarios son Como vemos, con una amplia tipología, la arqui-
las villas y pueblos enteros excavados en el limo que tectura troglodítica se ha hecho presente desde el ori-
compone el suelo de las provincias de Kansu, Hon-
nan, Shansi y Shensi en el norte de China. 30  Rudofsky, op. cit.
31  www.worldheritagesite.org consultada el 23 de abril de 2006.

30 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

gen del hombre. En la actualidad se ha retomado su Un ejemplo interesante de la arquitectura subte-


uso; al hacer conciencia el arquitecto (con tendencia rránea actual es la obra del arquitecto mexicano Javier
bioclimática en sus diseños) de otras posibilidades Senosiain. Incursionando en el campo del diseño con
funcionales que presenta la arquitectura subterránea, la tendencia del hábitat orgánico, sus propuestas abar-
le ha dado una nueva faceta a esta antigua forma de can proyectos de casas enterradas y semienterradas,
habitar. Hoy en día las construcciones subterráneas incluyendo soluciones específicas para lograr un am-
son ejemplo de una edificación bien solucionada que biente armonioso. Para conseguirlo, sus proyectos re-
presenta una serie de ventajas: curren a formas inspiradas en el caracol, la concha, el
Superior control climático: se crean las condicio- vientre materno, los refugios de animales, entre otras:
nes para un clima interior uniforme y continuo. las formas naturales por excelencia.
Mayor área para desarrollar el proyecto arquitectó-
nico: los metros cuadrados construidos no van en me-
noscabo de los metros cuadrados de espacio verde.
Interesante integración de los espacios arquitec-
tónicos al paisaje circundante: la arquitectura troglo-
dítica impacta menos su entorno al haber una conti-
nuidad topográfica enfatizada sólo por las aberturas,
asimismo pasa casi desapercibida por las razones ob- Capítulo
vias de su enterramiento, etcétera.
Todo lo cual nos remonta a soluciones practicadas
3.0
ya desde un largo periodo por los constructores anó-
nimos tan mencionados.

No. 11. Vista exterior de casa subterránea de Senosiain.

No. 7 y 8. El frente e interior


de una casa subterránea en China.

No. 9 y 10.
I Sassi di Matera,
en el sur de Italia. No. 12. Vista interior de casa subterránea de Senosiain.

Denominación genérica 31
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

No. 13. Izq. Otra


vista del interior
de casa subterránea
de Senosiain.

Arquitectura acuática
Capítulo En el lago Titikaka, en medio de la totora, viven
3.0 los Uros, un pueblo que básicamente es pescador y
cazador de aves, utiliza la totora para construir ‘islas
No. 14. Las impresionantes tierras pantanosas
y las construcciones sobre ellas.
flotantes’ y sobre ellas edifica sus viviendas 32

S
zonas pantanosas o el mar mismo, y la necesidad de
on variadas y no siempre entendidas las razo- ocuparlos por diversas razones falta de tierra firme,
nes que provocan al hombre a tomar como sobrepoblación, la necesidad de protección o como
reto el medio físico para construir su hábitat. ya decíamos ideas religiosas han generado que el
En ocasiones, la cosmogonía de un pueblo hombre edifique sobre el agua. Soluciones construc-
le impone con gran fuerza aferrarse a costumbres y tivas interesantes y diversos remedios son respuesta
creencias, transmitiéndolas a su vez a sus descendien- a las condicionantes hídricas, por lo que se le conoce
tes, lo cual provoca la duración de su estancia en deter- como arquitectura acuática o viviendas flotantes.
minados sitios a pesar de las dificultades para vencer Un ejemplo de esas edificaciones acuáticas son los
tales ambientes. Entornos tan adversos que en ocasio- pueblos árabes de las zonas pantanosas del sur de Irak
nes pareciera imposible dominar, distintos contextos (marsh dwellers). En la confluencia de los legendarios
simplemente ajenos a las características biológicas del ríos Tigris y Éufrates en su camino al Golfo Pérsico,
ser humano, tal es el caso de los medios acuáticos. La se encuentran numerosos conglomerados de asenta-
proximidad a esos cuerpos de agua: ríos, lagos, mientos humanos que resuelven su arquitectura con-
formando islotes a base de zacates específicos del si-
tio, lodo y esteras tejidas de la misma vegetación, para
32  www.pelt.org/uros.htm, consultada el 8 de mayo de 2006.

32 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

No. 15.
El interior de una No. 16. Las ‘columnas’ arqueadas de un ‘mudhif ’.
‘guesthouse’.
Las guesthouses (mudhifs) —donde se reúnen los
posteriormente asentar en ellos la casa construida con hombres a tomar café todas las mañanas y a intercam-
los mismos altos zacates o juncos lugareños (reeds). biar noticias— son una interesante obra en la que se
Sus soluciones técnicas, que perduran hasta nues- repite la tradicional técnica constructiva con la que Capítulo
tros días, son tan ancestrales como la región misma:
la Mesopotamia, cuna de las primeras civilizaciones.
se erigen las casas.
Se forman haces de juncos de reed que alcanza hasta
3.0
Los marsh dwellers —que se nombran a sí mismos 6 metros de altura. Posteriormente esas “columnas” ve-
Ma’dan— seleccionan alguna parte del pantano y getales se van hincando paralelas entre sí a profundidad
sobre un trozo de tierra lodosa forman capas de es- en el suelo, para después arquearlas en forma parabóli-
teras tejidas, carrizos y más lodo para asentar sobre ca atándose unos haces con otros. Las paredes y techos
ese islote artificial la vivienda. Cada año deben agre- son cubiertos de esteras tejidas con los mismos carrizos
gar más capas a la base de la plataforma para evitar las partidos a lo largo. Las esteras en algunos casos están
inundaciones. En la misma plataforma se resguardan tejidas con entramados abiertos para formar celosías.34
también los animales de cría, especialmente el llama- Curiosamente, dichas técnicas presentan gran si-
do búfalo de agua. militud con otra cultura acuática en el lado opuesto
Las “islas” forman conglomerados de hasta 150 del globo terráqueo: los Uros, habitantes del Lago
casas de varias dimensiones, predominando el tama- Titikaka en el Perú. La vegetación semejante llamada
ño grande. Estos grupos de viviendas conforman una totora en esa región es un tipo de carrizo o junco, uti-
villa, en la cual siempre se construye una guesthouse lizado en forma afín con lo que hacen los árabes de los
o centro de reunión comunal para uso exclusivo del pantanos, tanto en las viviendas flotantes como en la
género masculino.33 fabricación de canoas.

33  Gavin Young, “Water Dwellers in a Desert World”. National Geo- 34  L. Fishbein Seymour, “Splendors of the Past”. National Geogra-
graphic (abril, 1976). Núm. 4, pp. 502-524. phic, 1981, pp. 54 y 55.

Denominación genérica 33
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

La población de los Uros, de origen milenario, tas para que las proteja de la lluvia y del viento. En
ocupa el gran lago en medio de los Andes y el de ma- esta habitación toda la familia vivirá junta durante
yor altura en el mundo (3810 m de altitud). Viven en muchos años, siendo de 4 metros de largo y dos de
grupos de familias organizados a través de la jerarquía ancho. Las esteras se van reemplazando según se
de un “abuelo” y ocupan una “isla” que ellos mismos vayan deteriorando con el tiempo.
construyen.

No. 17. Isla flotante de los Uros. No. 18. Aquí se aprecia
el carrizo localmente llamado ‘Totora’.
Para la construcción de una ‘isla’, los varones de la
familia se dirigen a un lugar donde hay totora muy Pero los Uros son un pueblo que se quedó en medio
crecida y que la profundidad sea poca. De ahí ex- del totoral, flotando como una balsa desde la oscu-
Capítulo traen la raíz de la totora, que es grande, leñosa y ridad del tiempo, con una forma muy particular de
3.0 no muy profunda, llamada Kili, la cual, luego de
ser limpiada, flota. Varios Kili son llevados al lugar
sobrevivir y de soñar.35

donde se construirá la “isla”. Son atados para que no Por otro lado, soluciones menos sofisticadas
se separen, formando un bloque de unos 8 metros ocasionadas por la pobreza o la indigencia generan
de diámetro. también una arquitectura flotante en otras partes del
Sobre ellos se coloca totora seca, en capas, hasta mundo. Falta de espacio territorial, sobrepoblación o
formar una plataforma que sobresalga unos 80 cen- escasez de recursos económicos, son factores condi-
tímetros por encima del nivel del agua. En la parte cionantes entre otros, que provocan respuestas inme-
central y más alta se construye la vivienda. Para ello diatas a la necesidad de un techo.
se usan ramas de Kolli o maderas que han sido pre- Los habitantes carentes de vivienda en ciudades
paradas en la “isla” del “abuelo”. El acto más signifi- del Lejano Oriente han mostrado otro tipo de arqui-
cativo de la construcción es cuando se las coloca a tectura acuática: la gente simplemente convierte bar
manera de estacas o formando la base de la vivien- cazas, lanchas o plataformas, en viviendas flotantes
da, ubicando la puerta hacia el lado que esté mejor aledañas a las márgenes de ciudades conglomeradas,
protegida del viento. Se clavan las ramas que darán como es el caso de Shangai: precarias habitaciones
forma a la parte alta del techo y la cumbrera. Con flotantes adyacentes a la zona urbana, que distan mu-
la totora se fabrica previamente la estera o quesana, cho de alcanzar el calificativo de vivienda digna, se
con la cual se forman las paredes y el techo de la han convertido en el ansiado hogar de muchas perso-
vivienda, colocando hasta tres esteras superpues-
35  www.pelt.org/uros.htm, consultada el 8 de mayo de 2005.

34 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

No. 21 Casas flotantes de Ámsterdam.

No. 19. Barcazas lejos del estado primitivo que caracterizaba las pri-
convertidas en viviendas en meras casas barco. En este momento se considera
Shanghai. que ya hay suficientes viviendas flotantes en el centro
No. 20. Habitaciones de la ciudad y ya no se conceden permisos para “atra-
flotantes adyacentes a la car” las mismas en las orillas de los canales.36
zona urbana.
La adaptación de tales viviendas flotantes se ha Capítulo
nas, provocando el consabido problema de contami-
nación al cuerpo acuático.
convertido en un paradigma para la arquitectura for-
mal. Llamadas allá “arcas”, se han sometido incluso a
3.0
Caso contrario es el modelo de las casas flotantes concursos de diseño como el proyecto que presentó
de Ámsterdam. El requerimiento de suelo urbano es el estudio de arquitectura Baneke, van der Hoeven ar-
también el factor determinante que las genera, la di- chitecten, en la Bienal Miami+Beach 2005 y que ganó
ferencia es que el recurso económico existe en mayor la medalla de plata con un “arca” diseñada para una
abundancia. Esto ofreció interesantes respuestas de familia con dos niños.
solución para ocupar los canales que abundan en la El proyecto de 240 metros cuadrados consta de
ciudad. Así lo describe Susana Palacio: dos plantas, fusiona los espacios comunes de una casa
en 23 metros de largo y 6 de ancho. Comedor, cocina,
Ámsterdam cuenta con 2,400 casas barco, 750 de sala, estudio y entrada, sobre el nivel del agua y bajo
las cuales se encuentran en el centro. La mayoría de ella, cuatro dormitorios, dos baños, dos wc’s, sala de
ellas están agrupadas en canales como el Brouwers- juegos y bodega.
gracht o el Princesgracht… La idea de utilizar barcos Volviendo a la mención de edificaciones vernácu-
como lugar de residencia surgió después de la Segun- las, otro caso de arquitectura acuática, y un espléndi-
da Guerra Mundial, debido a la escasez de vivienda do ejemplo de tradiciones o costumbres, se presenta
muchos holandeses vieron en estos barcos destarta-
lados una forma rápida y barata de conseguir domi-
cilio. Actualmente este tipo de vivienda se encuentra 36  Susana Palacio, “Si Noé lo viera…”, en http://crónicas-urbanas.
blogspot.com/2006/01/si-noe-lo-viera.html

Denominación genérica 35
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

A este microcosmos flotante no le falta un detalle:


desde vendedores de ropa a domicilio, barqueros
que no paran de remar voceando que tienen hela-
dos, una insólita shikara con un fuego en su interior
porque… (sic) ofrece maíces y pinchitos a la brasa
recién hechos, barcazas de doble cuerpo con todo
tipo de comestibles y bebidas. […] El lago está re-
pleto de las célebres casas flotantes que son las que
finalmente han glorificado al lago.38

Esto como resultado de la prohibición hecha por el


maharajá en tiempos del Imperio Británico que no per-
No. 22. Casas flotantes del Lago Dal de Srinagar. mitió a los ingleses adquirir o construir viviendas en Sri-
nagar. Como respuesta, los británicos fueron atracando
en Kashmir (India), en el Lago Dal de Srinagar: “con su barcos fletados expresamente para ese fin y convirtién-
intrincada red de canales, jardines de nenúfares y flores dolos en casas flotantes. Muchos de esos inmuebles ter-
de loto, islas-huertos, granjas acuáticas, palafitos,… una minaron convertidos en hoteles de lujo, aunque decaye-
Capítulo auténtica ciudad flotante, una Venecia de Oriente”.37 ron junto con el turismo en la última década, debido a
3.0 Allá, no sólo se hace uso de viviendas sobre el agua,
sino también se realizan todo tipo de actividades en
los sabidos problemas políticos y de inseguridad por las
guerras intestinas de Cachemira (Kashmir, India).
construcciones flotantes. Las shikaras son pequeñas em- En la actualidad, una de esas espectaculares
barcaciones en donde se movilizan los comerciantes y casas flotantes victorianas que aún funcionan es el
sus mercaderías, el equivalente a la góndola veneciana. Green Paradise, ejemplo de una arquitectura acuáti-
ca sumamente especial, que convive en el gran lago
Dal, con otra arquitectura acuática auténticamente
vernácula.39

No. 23. Izq. ‘Shikaras’ multicolores.


No. 24. Der. Al fondo casas flotantes.
No. 25 y No. 26. ‘Green Paradise’, vista
exterior y detalle.
37 Marian Ocaña, “La ciudad flotante” Crónicas sobre Cachemira.
2000, en www.ruta-imperios.com/espana/Cronicas/cro51.htm, con- 38  Idem.
sultada el 15 de mayo de 2006. 39  Idem.

36 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

No. 28. Representación hipotética


No. 27. Chinampa azteca. de México Tenochtitlán.

No quisiera cerrar los comentarios sobre la arqui- Tres grandes calzadas unían la ciudad con la tierra
tectura acuática sin mencionar la gran cultura azteca firme de las orillas de la laguna; la de Tepeyacac al
que, aunque lejana a nuestros días, continúa presente norte, la de Ixtapalapa al sur, con una desviación
a través de nuestra cultura. que iba hacia Coyoacán, y la de Tlacopan (Tacu- Capítulo
La edificación de la gran ciudad México-Tenoch-
titlán sobre un islote en medio del agua y la labor ar-
ba) al poniente… Estas amplias calzadas estaban
cortadas, en intervalos espaciados, para permitir
3.0
dua y constante que hicieron sus habitantes para ir la circulación de las aguas entre uno y otro lado,
ganando terreno, es ejemplo extraordinario de una haciéndose el tránsito por puentes de madera
arquitectura acuática. Lo explica así Raúl Flores: movibles.40
La capital de los Aztecas, en la época de la con-
quista, era una ciudad grandiosa. Para entonces… Ya desde tiempos de la Conquista, Hernán Cor-
habían logrado transformar el pantanoso islote… en tés relata en sus Cartas de Relación a Carlos I, Rey de
un fastuoso centro ceremonial rodeado de populosos España, una detallada descripción de sus impresiones
barrios o “calpullis” constituidos por agrupaciones de al llegar a Temixtitan, como le llama a Tenochtitlán,
“chinampas” limitadas por canales. como se lee en su “Segunda carta-Relación” fechada
La “chinampa” era la clave del crecimiento de la el 30 de octubre de 1520:
ciudad. A falta de tierra cultivable, las primeras ge-
neraciones que vivieron en México-Tenochtitlán Esta gran ciudad de Temixtitan está fundada en
robaron al fondo del lago toneladas de légamo que esta laguna salada, y desde la tierra firme hasta el
fueron hacinando, regularmente, en cerradas esta- cuerpo de la dicha ciudad, por cualquiera parte que
cadas hundidas en el fango. Sobre cada “chinampa” quisieren entrar a ella, hay dos leguas. Tiene cuatro
vivía una familia y un conjunto de familias formaban
40  Raúl Flores G., Historia general del arte mexicano. Época prehispá-
un “calpulli”. nica. México, Hermes, 1981, t. I, p. 144.

Denominación genérica 37
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

entradas, todas de calzada hecha a mano, tan ancha Relata el conquistador: “Tendrá esta ciudad de Izta-
como dos lanzas jinetas... Son las calles de ella,... las palapa doce o quince mil vecinos, la cual está en la
principales, muy anchas y muy derechas, y algunas costa de una laguna salada, grande, la mitad dentro
de estas… son la mitad de tierra y por la otra mitad del agua y la otra mitad en la tierra firme”. De manera
es agua, por la cual andan en sus canoas. 41 similar describe las varias ciudades asentadas alre-
dedor del Lago de México, por ejemplo Tezcuco (la
Se sabe por medio del documento elaborado por actual Texcoco), Misicalcingo, Niciaca y Huchilohu-
el conquistador, que no sólo la gran ciudad de México- chico, “que están en la costa de ella, y muchas casas
Tenochtitlán tenía la característica de haberse adapta- de ellas dentro del agua”.43
do al medio acuático. Menciona varias urbanizaciones La tendencia que hubiesen podido presentar en
más, realizadas con una porción de su superficie sobre su desarrollo esos asentamientos se vio truncada por
el agua. En el escrito mencionado con anterioridad, la conquista española, como ya se sabe. Sin embargo,
Cortés dice en otros fragmentos: quedan como ejemplo de una arquitectura perfecta-
mente adecuada a su entorno, en este caso, acuoso.
por la costa de aquella gran laguna, y a una legua
del aposento donde paré vi dentro [de la laguna]…
una ciudad pequeña que podría ser hasta de mil Arquitectura abovedada
Capítulo o dos mil vecinos, toda armada sobre el agua, sin
3.0 haber para ella ninguna entrada… según lo que de
fuera parecía… y en esta ciudad, donde comimos,
La bóveda en la arquitectura es una réplica de la
bóveda celestial, quizá el hombre, reconociéndose parte
cuyo nombre al presente no me ocurre a la memo- ínfima del universo, en el momento
ria… entramos por una calzada tan ancha… por que decide vivir bajo una media esfera…
la laguna adentro… y por ella fuimos a dar en una intenta aprehender algo de ese infinito.

E
ciudad la más hermosa, aunque pequeña, que hasta
entonces habíamos visto, así de muy bien labradas n las construcciones vernáculas, la bóveda es
casas y torres, como de la buena orden que en el un elemento característico de muy variadas
fundamento [cimiento] había por ser armada toda culturas. Se presenta como un sistema cons-
sobre agua.42 tructivo “natural” que resulta de tradiciones
recibidas sin preguntar un porqué, aceptadas con sen-
Más adelante, en el mismo relato, según Cortés cillez. En tal aceptación no hay un razonamiento ex-
aconsejado por gente de “Mutezuma” que lo acom- plícito para su uso, es más bien una aceptación tácita,
pañaba, decide continuar su recorrido hasta la ciu- sin entrar en complejidades estéticas o de otra índole
dad de Iztapalapa donde señores “principales” de esa subjetiva. Se realiza por cuestiones estructurales y, eso
ciudad lo esperaban dándole un gran recibimiento. sí, a sabiendas de sus beneficios o ventajas.
En cambio, la bóveda como elemento de la arqui-
41  Hernán Cortés, Cartas de Relación. México, Editores Mexicanos tectura académica se usa en muchas ocasiones por
Unidos, 3ª ri., 1992, p. 85.
42  Ibid., p. 70. 43  Ibid., p. 71.

38 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

es la bóveda de ladrillo el elemento más puramente


extremeño, tanto por su ejecución como por su di-
seño… el ladrillo se coloca de canto en el trazado
y su ejecución puede ser de dos formas: bóveda de
rosca realizada en espiral continuo hasta el centro
o bóveda por arista levantando rincones y entrear-
cos que van cerrando sucesivamente el hueco hasta
agotarlo completamente con una clave en forma de
No. 29. cruz. Tanto en un tipo como en el otro, los arran-
Calle abovedada del
ques se macizan y se rellena el resto con tierra y cal
hasta conseguir un pavimento continuo sobre el que
bazar en Isfahan.
se aplica un estirao de cal y arena, o baldosas, para
moda, por influencia estilística o hasta por ostentación formar el suelo del piso alto… Pero lo más original
—claro que excluyendo del ejemplo las innumerables de la bóveda extremeña es que se construía siempre
veces que la bóveda se usa como sistema de cubiertas sin cimbra: es decir, sin una estructura de madera
bien pensadas y justificadas en su uso—. Sin embar- que la sostenga durante su construcción; para ello
go no se consideran, en la mayoría de los casos, sus se sirve de “las monteas de los arcos de cabeza en
ventajas para ciertos climas, para el aprovechamiento las paredes de la habitación que se va a cubrir y el Capítulo
de ciertos materiales y/o sus funciones estructurales.
Civilizaciones antiguas o culturas actuales indistin-
resto queda por entero a la pericia del albañil que
se auxilia tan sólo por unas cuerdas horizontales
3.0
tamente en varias partes del mundo, utilizan y han que llevan las hiladas sujetando otra a la altura del
usado la bóveda como sistema de cubrimiento de sus centro de las directrices, marcando con un sencillo
habitaciones vernáculas o domésticas. nudo el radio o distancia a que debe ser colocado
En el Medio Oriente, en “Irán, donde abovedar es el ladrillo” (Collantes). La bóveda, así conseguida,
sinónimo de construir”, la ciudad de “las mil y una no- era siempre revocada y blanqueada, al igual que los
ches”, la maravillosa Isfahán, hace alarde de sus bóve- muros.45
das de barro que cubren no sólo habitaciones y casas
de Dios, sino incluso las estrechas calles, formando Aquí cabe citar la técnica constructiva similar que
“techumbres voluptuosamente ondulantes”.44 se utiliza en el centro y sur de México, en particular
Así también su uso se extiende a todos los países Guanajuato, Querétaro y San Juan del Río, en don-
árabes. En España, se realiza como resumen de heren- de se construyen bóvedas de ladrillo “recargado” de
cias varias, entre otras, precisamente la musulmana. una manera equivalente a la descrita por Rubio Masa,
Sobre la realización de bóvedas españolas, particular- igualmente sin cimbra y logradas al igual sólo por la-
mente en Extremadura, nos encontramos con el estu-
dio que ha hecho Rubio Masa: 45  Juan Carlos Rubio Masa, “Arquitectura Popular de Extremadura”.
Cuadernos Populares, no. 8. Mérida, España, Consejería de Educación y
Cultura, Dirección General de Acción Cultural, 1ª Ed. Nov., 1985. www.
44  Rudofsky, op. cit. capalcala.org

Denominación genérica 39
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

Las bóvedas en Turquía, Egipto, Marruecos o las


falsas bóvedas cónicas de los “bombos” manchegos
españoles, equivalentes a los trulli de Alberobello en
el sur de Italia, son influencia para los techos curvilí-
neos que como continua reiteración vemos repetidos
posteriormente en las arquitecturas “orgánicas”.
Abundando acerca de los orígenes, tendremos que
No. 30.
mencionar la antigüedad del arco y su consecuente
Izq. La bella Ia
en Santorini.
elemento constructivo: la bóveda, que tiene una lar-
No. 31. ga historia de uso en la edificación. Su invención se
Der. Los remonta a las primeras civilizaciones mesopotámicas
techos curvilíneos en donde ya se realizaban en aquel entonces a base de
de los Trulli. tierra cruda en bloques. A falta de piedra abundante
y bosques donde proveerse de madera, los mesopo-
destreza del maestro constructor. Llamadas localmen- támicos inventaron el ladrillo de tierra secado al sol
te “las bóvedas del Bajío” tienen una diferencia con las y con ese módulo levantaron ingeniosas bóvedas de
españolas de Extremadura, que es la manera de colo- cañón o semiesféricas (cúpulas).
Capítulo car el ladrillo: “en el caso de las ‘bóvedas mexicanas’, Los antiguos habitantes de Mesopotámia, sume-
3.0 es al revés, se pegan de cara y la parte visible entre
puentes de ladrillo es el canto. Las europeas serían bó-
rios, elamitas y persas, entre otros, hacían uso de este
elemento constructivo tan útil y espectacular al mis-
vedas ‘tabicadas’ con ladrillos de cara y las de México, mo tiempo. Como nos dice Upham Pope: “La bó-
bóvedas ‘recargadas’ con ladrillos de canto”.46 veda es absolutamente vital para el desarrollo de los
En el resto de Latinoamérica a su vez, encontra- grandes logros arquitectónicos de Persia. Desde tiem-
mos que cada uno de los países que la componen van pos sasánidas… la bóveda en sus variadas formas, fue
refrendando el uso de la bóveda. Traída la manufac- sin duda el elemento más importante de la edificación
tura por los conquistadores, se adapta en cada lugar persa… su construcción está en uso desde muy tem-
a los materiales disponibles y se les imprime el ras- pranas épocas… las bóvedas de la entrada al [Zigurat
go particular, aunque cabe citar el uso del falso arco elamita] Choga Zambil datan aproximadamente del
maya y su consecuente falsa bóveda, como referencia 1200 a.C.”.47
de algo propio de Mesoamérica. En Grecia, la bó- Aparentemente, sobre los términos bóveda y cú-
veda de cañón corrido y la de medio punto son los pula se da una confusión semántica que bien cabría
personajes centrales de los fotogénicos ejemplos de aclarar. Bóveda es un nombre genérico para designar
viviendas e iglesias vernáculas de las Islas Cicladas: las algunos tipos de techumbre curva. Cúpula es un nom-
mediterráneas Mykonos, Santorini, Phira, Ios, Paros, bre específico para una bóveda de media esfera. Pero
entre otras que conforman el archipiélago. volvamos a citar a Upham Pope para una mayor expli-

46  Alfonso Ramírez Ponce, www.vitruvius.com, consultada el 20 de 47  Arthur Upham Pope, Persian Architecture. Londres, Oxford Uni-
mayo de 2006. versity Press, 3ª ri., 1971, p. 103.

40 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

cación: “Hay tres principales tipos de bóvedas, todos transmitiendo los empujes en cada una de ellas hasta
derivados de un solo componente elemental: el arco. lograr el equilibrio. En síntesis, el éxito estructural de
Cuando un arco es prolongado longitudinalmente, es un arco y, por ende, de una bóveda, depende de la co-
creada una bóveda de cañón o túnel. Cuando dos bó- rrecta transmisión de fuerzas de carga de una dovela a
vedas de cañón se intersecan entre ellas, la resultante otra, y por supuesto de la correcta estereotomía (arte
es una bóveda de arista. Y si el arco es rotado en su de cortar piedras o maderas).
mismo eje para formar una bóveda semiesférica; esto Por otro lado, en la historia de la arquitectura nos
es, por supuesto, un domo”. Esto último, el domo, es encontramos que además se han utilizado como siste-
lo que se conoce como cúpula y, “en una forma más ma de cubrimiento los llamados “falso” arco o “falsa”
compleja, puede convertirse en una bóveda sobre bóveda, nominados igualmente “arco y bóveda por
planta cuadrada y da la posibilidad de innumerables aproximación” o mensulados. En tales procedimien-
variaciones”.48 tos, los materiales están trabajando a compresión.
Estas innumerables variaciones se han dado a lo Esto debido a que la técnica constructiva se realiza
largo de la historia de la arquitectura, ya sea en la aca- por base de aproximación de hiladas. Dicho de otro
démica o bien en la vernácula. Vemos, de tal modo, modo, una falsa bóveda se genera colocando una hi-
que un elemento tan antiguo como la bóveda es al lera (hilada) de piezas —sean adobes, piedra, ladrillo,
mismo tiempo una solución arquitectónica que se ha etcétera— en forma circular. Enseguida se construye
aplicado, y se sigue haciéndolo, a todo tipo de cons- la segunda hilada encima de la primera, pero con un Capítulo
trucciones: templos, palacios, termas, mausoleos,
bazares, conventos, basílicas, casas de gobierno, mo-
desfasamiento hacia el interior del círculo, y así su-
cesivamente se va procediendo hasta ir cerrando el
3.0
nasterios, entre otros de todas las escalas y todos los círculo, que cada vez será más pequeño hasta llegar
tamaños imaginables y, por supuesto a la vivienda al centro, donde se colocará finalmente el sillar llama-
pequeña y sencilla de cuantiosas culturas aún desva- do clave. Como vemos, el material está trabajando a
loradas. compresión al contrario del arco dovelado.
Respecto a esto, cabe aclarar que ambos son siste-
La falsa bóveda mas constructivos tan válidos uno como el otro, solu-

C
ciones distintas pero de similar efectividad. Aclarada
omo se mencionó anteriormente, la bóve- la diferencia, de aquí en delante mencionaré los siste-
da semiesférica o cúpula es resultante del mas falsos sin las comillas que los distinguían.
arco. Tanto en el arco como en la bóveda, Estos métodos estructurales se encuentran como
las fuerzas de empuje son transmitidas opción en las techumbres de muchas edificaciones y
entre sí por la forma curva de cada sillar (bloque de la historia de la arquitectura se ha encargado de mos-
piedra) con que se realizan ambos elementos. Es de- trarnos algunos de ellos de gran importancia. Un
cir, que el corte diagonal que tiene cada dovela (sillar ejemplo de falsa bóveda es el Tesoro de Atreo, la más
o ladrillo en forma de cuña, apropiado para la cons- importante tumba micénica de la época prehelénica
trucción de arcos y bóvedas), permite que se vayan en donde se utilizó para cubrir la sala circular destina-
da a ritos funerarios.
48  Idem.

Denominación genérica 41
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

tener en cuenta que el sistema es para cubrir espacios


estrechos. El cubrimiento se logra al ir permitiendo
que cada hilada de piedra vaya ajustándose ligera-
mente más adentro de la que antecede sin sobrepasar
el centro de gravedad, de tal modo que se forma una
superficie inclinada hacia el interior. Si esto se hace
hasta que las dos partes ladeadas se juntan, se comple-
ta una bóveda mensulada.
Como mencioné anteriormente, la falsa bóveda es
indiscutible elemento de la arquitectura maya antigua
y “muchos escritores han postulado que es desafor-
No. 32. Izq. Prototipo tunado que los Mayas nunca aprendieron el uso del
del falso arco maya. arco dovelado en lugar de la bóveda mensulada o falso
No. 33. Der. El palacio del gobernador en Uxmal. arco. La apelación falso arco sugiere que un fraude ha
sido perpetrado o que esta bóveda es algo menos va-
Otra muestra digna de mención es la arquitectura lioso de notar que un arco verdadero, pero esto es una
maya. En toda la península yucateca, en los estados creencia equivocada”.50 Si bien es cierto que la limitan-
Capítulo de Chiapas y Tabasco y en los países de Guatemala te impuesta con el uso del falso arco es el ancho que se
3.0 y Honduras, se encuentran prototipos del falso arco
en un amplio número de edificaciones. Para una ma-
le puede dar a los espacios, la espectacular disposición
que hicieron de ellos los mayas no tiene discusión.
yor comprensión de la importancia de este sistema de Como muestra de esa espectacular disposición
construcción en la cultura maya veamos lo que dice vemos en toda la zona maya una usanza magistral
un experto: “El desarrollo de edificaciones de mam- del falso arco; por ejemplo, en Palenque, el corredor
postería, techadas con una bóveda mensulada de pie- oriental del gran patio perteneciente a lo que se co-
dra, parece que tuvo lugar poco antes del comienzo noce como El Palacio y en el Templo de la Cruz Fo-
del periodo Clásico Temprano… Es claro que el con- liada. También en dos sitios más del mismo Chiapas:
cepto de esta bóveda fue desarrollado in situ, puesto Yaxchilán y Bonampak. En Comalcalco, Tabasco, se
que ninguna de las culturas adyacentes precedentes o advierte el mismo medio constructivo en el edificio
contemporáneas a los mayas nunca usaron aboveda- principal de la Gran Acrópolis.
dos similares”.49 En Yucatán, lo encontramos en sus estructuras es-
Una de las más distintivas características de la ar- tilo Puuc: Oxkintok y Uxmal, lugar este último donde
quitectura maya es la bóveda mensulada con funda- se puede observar el espléndido falso arco en el Pala-
mento en el arco constituido por aproximación de cio del Gobernador, en el Cuadrángulo de las Monjas,
hiladas. El principio estructural involucrado en una en el Palomar. En Kabáh, el gigantesco arco de acce-
bóveda mensulada es bastante simple, pero hay que so al sacbé (camino blanco) que conduce a Uxmal es
otro ejemplo más al igual que en Labná.
49  George F. Andrews, Maya Cities. Placemaking and Urbanization.
Oklahoma, University of Oklahoma Press, 1975, p. 73. 50  Ibid., p. 79.

42 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

Nominada por los arqueólogos también como El


Palacio, es la estructura de Tikal, Guatemala, en don-
de asimismo se encuentra el uso del falso arco. De
igual forma lo hallamos en Uaxactun y Piedras Negras
en el mismo país.

El trullo de Alberobello

S

eñalaba con anterioridad que la falsa bóveda
se presenta en diversas partes del mundo así
como en diversas épocas. Un caso de uso ac-
tual, que a su vez proviene de tiempos algo
remotos, es la construcción de trulli (“trulli” es el plu-
ral de trullo) en el sur de Italia.
El trullo es un tipo de casa construida con piedra
caliza propia de la región de Apulia, al sur del país ita-
liano. Este inmueble es techado en forma cónica con Capítulo
la técnica de falsa bóveda. Según Gino Angiulli en su
libro Alberobello, la cittá dei trulli, “el término provie- 3.0
ne del latín turris, trulla, o del griego tholos, o quizá del
greco-bizantino torullosa, todos los cuales significan
lo mismo: cúpula”.51 Pero como nos dice Rudofsky,
“hablando con precisión, el trullo… no es un tipo No. 34. El material con el que se construye un trullo.
de edificio sino un modo de construcción”.52 Y es que
los trulli de Alberobello se mantuvieron como una Y es precisamente la cúpula la que le confiere el ca-
construcción rural que hacían los campesinos del lu- rácter tan especial a estas habitaciones. Realizada en
gar desde tiempos muy antiguos y que por tradición forma doble —una como envolvente y otra interior
se siguen construyendo. Se tiene el dato que su prove- de sección aperaltada— nos recuerda el sistema de
niencia está asociada con las viviendas toscas realizadas cúpulas falsas utilizado para los bombos de Tomelloso
de piedra local y techadas con una cúpula en forma de en la España central, o el de los pagliaddius o paillers
cono que hacían los primeros habitantes de esa región. de Santu Pietru en Córcega, Francia, las construccio-
nes llamadas girna en el Valle de Mistra, de la isla de
51  www.tuttoalberobello.it/it/dirAlberobello/trulli.asp, consul- Malta o los crots de Suiza, en donde según Juvanec,
tada el 17 de marzo de 2006.
52  Bernard Rudofsky. Constructores prodigiosos. Apuntes sobre una “la construcción [tipo falsa bóveda] implica la inte-
historia natural de la arquitectura con especial atención a aquellas especies racción de tres componentes. Primero está la propia
que tradicionalmente son relegadas o de plano ignoradas. México, Editorial bóveda mensulada, teóricamente de planta circular.
Concepto, 1ª ri., 1988, p. 259.

Denominación genérica 43
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

Luego hay un revestimiento hecho de grandes pie-


dras. Y finalmente, el relleno vertido entre las dos pie-
les [el abovedado y el revestimiento] o sobre el techo.
El relleno puede ser de sobrantes del corte de las pie-
dras o pequeñas piezas de escombro”.53
Se han generado muchas conjeturas sobre el origen
de los trulli, desde la influencia de estilos del Medite-
rráneo oriental transpuestos por viajeros y conquis-
tadores, hasta gravámenes que la realeza impuso a las
construcciones permanentes restringiéndolas al tipo
de hogar temporal que hacían los campesinos (de ahí la
necesidad de construir casas que pudieran ser erigidas
y desmanteladas fácilmente), pero según The Italian No. 35. Enigmáticas y redondas estructuras de Alberobello.
Cultural Institute of Los Angeles, USA, “ninguna teoría
ha sido confirmada como una fuente verdadera”.54 el reinado de Felipe IV de Borbón. Este último pro-
Aunque su origen no haya sido comprobado con mulgó un edicto para recaudar la parte proporcional
exactitud, los estudios arqueológicos han descorrido de los impuestos a todas las construcciones nuevas. El
Capítulo el velo sobre distintos tipos de viviendas primitivas conde, a su vez, buscó la manera de evitar compartir
3.0 en la zona. Algunos de ellos parecen estar fundados
en periodos distintos pero cronológicamente muy
sus ganancias sobre sus posesiones, para lo cual “debía
considerar la eventualidad de inspecciones por parte
cercanos. Estos tipos comprenden desde cabañas de de los inspectores del rey,… Si imponía para la cons-
madera hasta los trulli con su cúpula cónica caracte- trucción de los nuevos habitats el empleo de la piedra
rística, edificados de piedra dispuesta en hileras ho- en seco, con prohibición absoluta de utilizar cualquier
rizontales.55 Los más antiguos trulli que existen en la tipo de mortero, sus administrados” podrían hacer
actualidad fueron construidos alrededor del siglo XIV sus habitaciones al estilo de los trulli que erigían los
según el dato que proporciona la organización de Los campesinos desde tiempos antiguos; “de esta mane-
Ángeles, USA.56 ra, en los primeros conflictos con los recaudadores de
Respecto a las teorías que se manejan sobre el impuestos, el pueblo entero sería fácilmente reducido
origen de estas llamativas viviendas, la preferida es la a montones informes de piedras, tales como existían
que las ubica en la época medieval. Existe una referen- en los campos” de toda la región.57
cia a Gian Girolamo II, que fue conde en 1620 bajo El conde fue exiliado, pero sus sucesores continua-
ron con la misma medida, de esa manera se prolongó la
53  Borut Juvanec, “Vaulting, Facing, and Infilling as Components of tradición de construir estas peculiares habitaciones de
Corbelled Construction”, Art. en www.pierreseche.com/los_bombos. piedra sin mortero alguno. Hoy en día, los trulli están
htm.
54  www.italcultusa.org, consultada el 28 de mayo de 2006. por supuesto firmemente plantados sobre el suelo, no
55  www.humanrights-observatory.net, consultada el 28 de mayo de
2006. 57  www.humanrights-observatory.net , consultada el 28 de mayo
56  www.italcultusa.org, consultada el 28 de mayo de 2006. de 2006.

44 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

se desmantelan más e incluso son revestidos con apla-


nados de cal, lo que les da su típico color blanquísimo
contrastando con los conos de piedra laja color gris.
“Construidos en un estilo que se dice datado en
tiempos prehistóricos, los trulli son enigmáticas, re-
dondas estructuras de piedra caliza con techos cónicos
de piedra color gris pizarra, cada uno hecho a mano y
únicos en Apulia”.58 Precisamente Apulia —el tacón
de la bota italiana— es el territorio donde se sitúa la
pequeña ciudad de Alberobello (su nombre significa
en italiano “árbol bello”) y fue establecida en 1797,59
la cual pareciera derivada de un cuento de duendes,
con sus casitas de muros bajos con escasas y pequeñas
ventanas, su gran techumbre y su peculiar figura. No. 36. Signos y símbolos en los techos trulli.
La imagen urbana resultante del conjunto es tan ho-
mogénea y armoniosa que es de admirar cómo una ar- como “el auténtico trullo habitado” que, por una mo-
quitectura vernácula tan modesta en aspiraciones pue- desta propina, permiten recorrerlo para compartir
de lograr por sí sola que un espacio físico se convierta algo de la sensación que produce vivir en ellos. De Capítulo
en un lugar. Lugar al que acude (acudimos) gente de
otras partes del mundo para recrearse en la contempla-
esta manera es posible, aunque sea por corto tiempo,
recorrer la pequeña estancia que hace de sala de recibi-
3.0
ción de esos espacios, deambular sin prisas en las estre- miento y comprobar que el grueso de las paredes efec-
chas calles ondulantes que suben o bajan la colina —la tivamente permite crear nichos que albergan ya sea la
zona monumental— donde se concentran estas casitas alacena, el guardarropa o hasta la propia cama. Se pue-
de gnomos y elfos. ¡Ah!, y uno que otro gato. de comprobar igualmente que a veces la altura de la
La declaratoria de la UNESCO en 1996 que eleva bóveda es interrumpida con un tapanco para lograr el
a Alberobello a la categoría de Patrimonio de la Hu- área de bodega que hemos visto en fotos o dibujos. Y
manidad por la existencia de dichas edificaciones tan refrendar que hay un depósito a nivel subterráneo que
peculiares, ha dado un cambio a los usos de suelo de hace de aljibe con el agua pluvial recolectada. O el cli-
muchas de estas moradas. Algunas se han convertido ma interior, en efecto, es un logro bioclimático debido
en tiendas de artesanías y productos regionales típi- al material y al espesor de sus muros, logro que no se
cos pero sin alterar sus interiores, simplemente adap- pregona como la más reciente novedad arquitectónica,
tándolos para la utilización comercial o combinándo- simplemente se disfruta.
lo con la función habitacional. Por ejemplo, algunas Volviendo a la descripción de exteriores, no hay
de esas viviendas abiertas al público son anunciadas que dejar pasar que los conos grises de las techumbres
agregan un elemento más al sortilegio del lugar por
58  www.italcultusa.org, consultado el 28 de mayo de 2006. medio de los símbolos y signos con que son adorna-
59  www.humanrights-observatory.net, consultado el 28 de mayo de dos. Figuras con misteriosos significados pintados en
2006.

Denominación genérica 45
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

chamiento del extremo superior de la bóveda. En al-


gunos casos se ven escalones que permiten el ascenso
por la cubierta del trullo, esto último quizá con inten-
ción de facilitar el mantenimiento.
Es de sumo interés observar el entorno tratando
de entender todas las circunstancias que han concu-
rrido en Alberobello y sus alrededores para que se
haya dado lugar a una arquitectura vernácula tan es-
pectacular como la de los trulli. Sólo estando presen-
te en tal sitio se comprueba una vez más que la obra
sencilla de gente común será trascendente en medida
de su autenticidad.

Arquitectura de tierra
“La mitad de la población mundial, aproximada-
Capítulo mente 3 billones de personas en seis continentes, viven o
3.0 trabajan en edificaciones construidas de tierra”.60

D

ecir que arquitectura vernácula es sinó-
nimo de arquitectura de tierra no sólo es
permitirme una hipérbole literaria sino
No. 37. Obra sencilla de gente común, pero auténtica. también es hacer una aseveración cer-
cana a la realidad. Ya la cita inicial de la organización
blanco destacan llamativamente sobre el fondo gris y Earthbuildings nos ubica en la proporción actual de
le confieren al sitio un carácter irreal. espacios hechos con barro como ingrediente princi-
Los diversos símbolos utilizados se dividen en tres pal en relación con otros: “La construcción con tie-
categorías: los primitivos, como candelabros hebrai- rra, en una amplia variedad de formas, no sólo es el
cos o cruces con la representación de los tres mundos, método más antiguo, sino también, es el material de
el celeste, el terrenal y el infernal; o bien, símbolos construcción de uso más amplio hoy en día”.61
cristianos como la hostia radiada, el sol de cristo o el Junto con la piedra y la madera, la tierra conforma
corazón atravesado de María; y los mágicos: la letra el grupo de materiales de obra con más alta frecuencia
griega omega con una cruz en medio, signos astrales de uso en su estado natural. De ellos, la tierra se locali-
o las iniciales de Jesús Cristo sobre un círculo que re-
presenta el mundo. Al final, la cúpula se remata con 60  www.eartharquitecture.com, consultada el 30 de mayo de 2006.
una piedra redonda colocada sobre un ligero ensan- 61  Paul Graham McHenry, Adobe. Cómo construir fácilmente. México,
Trillas, 1996, p. 10.

46 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

za con mayor profusión las más de las veces, siendo de cesidad primaria y vital de habitación, pueda ser la au-
los tres el elemento de menor complejidad de utiliza- toconstrucción con tierra: el material más económico
ción ya que exige también menos herramientas para y accesible ofrecido por la naturaleza. “Aparte de sus
su proceso de elaboración. Esta característica natural ventajas altamente conocidas como su baja conducti-
de la tierra se refleja comprobadamente en la expre- vidad térmica que vuelve las construcciones de adobe
sión de calidez que adquieren los espacios creados tan acogedoras se tienen otras igualmente prácticas,
con ella como materia prima. La acogedora sensación como el hecho que la materia prima está siempre pre-
que nos produce tiene algo que ver, quizá, con la año- sente en el lugar de construcción con el ahorro con-
ranza del ser humano por una relación más estrecha siguiente de su transporte”.63 Considerable progreso
con su entorno natural, perdida en gran parte en nues- cuando se va a construir una gran cantidad de casas
tros tiempos, en pos de un desarrollo tecnológico hoy dentro de algún programa de solución a la vivienda.
por hoy fuera de control. Aun así la insuficiencia de viviendas en los países sub-
Senosiain asevera que “desde su aparición sobre la desarrollados no es una cuestión que se esté resolvien-
faz de la Tierra, el hombre ha transformado continua- do con eficacia. A este tema volveré más adelante.
mente el medio ambiente a su conveniencia en una Refiriéndonos de nuevo a la usanza tan extendida,
ilimitada carrera, que se agudiza en los últimos cin- habría que incluir en el análisis de tal frecuencia de
cuenta años, en aras de la civilización y el urbanismo. uso otros factores que intervienen en la producción
Crea… destruyendo el mundo natural olvidando que de este fenómeno. Uno de ellos puede ser la viable Capítulo
hombre y naturaleza se rigen por el mismo principio
motor”.62
utilización del material sin gran especialización técni-
ca y otro, su abundante disponibilidad.
3.0
Necesidad de una vuelta a lo natural y/o sensa-
ciones estéticas aparte, los seres humanos (y algunos
animales) han encontrado que la arcilla utilizada para
edificar tiene una serie de ventajas, las cuales la hacen
sumamente popular. Los necesitados de un albergue,
al hacer uso de este material que nos brinda la natura-
leza por doquier, se encuentran con lo primero que se
puede subrayar sobre él: su gratuidad. Ojalá fuera esta No. 38 y No. 39. Fabricación de ladrillos
característica aprovechada con más inteligencia para de adobe secados al sol.
no sólo preservar este tipo de construcciones, sino
conjuntamente, para resolver el déficit de vivienda en La tierra para la fabricación de ladrillos de adobe
tantos países subdesarrollados en los cuales se sufre o para utilizarse en muros de tierra apisonada se
este lamentable problema social. encuentra disponible en cantidades virtualmente
El conjunto de técnicas y materiales actuales no ilimitadas casi en cualquier parte. Evidentemente
son una alternativa para la población más desfavoreci- algunas tierras se pueden considerar ideales y otras
da económicamente, de allí que la respuesta a esa ne- inapropiadas pero la mayoría serán satisfactorias
62  Senosiain, op. cit. 63  www.ecocasa.com, consultada el 5 de junio de 2006.

Denominación genérica 47
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

con tan sólo modificaciones menores. Una idea perpuesta otra porción de muro hasta lograr la altura
errónea muy común es que se debe usar tierra es- deseada. En Francia se le llama a esta práctica terre
pecial “de adobe”. Se pueden encontrar ejemplos de pise, equivalente a nuestra “tierra apisonada” cono-
muros de tierra tanto en desfiladeros de alta monta- cida también como la técnica de tapial. Rubio Masa
ña como en las húmedas tierras bajas de la costa.64 dice al respecto:

Esta referida disponibilidad que menciona Muy utilizada en Extremadura [España] es la téc-
McHenry hace que prácticamente en todos los con- nica del tapial. Una vez construidos los cimientos
tinentes de nuestro mundo se encuentren ejemplos de la casa y un pequeño zócalo de mampostería,
de arquitectura de tierra, siendo pertinente comentar que sirve de aislante, se vierte la tierra —mezcla-
que no todas las habitaciones vernáculas de arcilla se da con ripios y, a veces, cal— en el interior de un
realizan por medio de una sola técnica, ya que, los molde o encofrado compuesto por cuatro tableros
modos de usar el barro para construir abarcan desde de madera paralelos. Los dos tableros grandes se
el bloque de arcilla el conocido adobe en variadas separan, según el grosor que se quiera dar al muro
dimensiones hasta la tierra colada en cimbras, pa- —entre 40 y 60 cm—, y se unen por unos listones
sando por el llamado bahareque (combinación de de madera llamados agujas o cárceres: los otros
vegetales y barro) o haciendo toscos aglomerados, dos tableros pequeños cierran los costados, uno de
Capítulo moldeados simplemente de manera manual, pero el ellos será eliminado al hacer el segundo tapial pues
3.0 común denominador de todas estas prácticas es el se-
cado al sol.
irá adosado al ya construido. Se requiere que la tie-
rra esté bien apisonada. Para ello se utilizan piso-
Precisamente la forma de utilizar en “crudo” la nes o mazas de madera y se riega de vez en cuando,
arcilla le ha dado el nombre al bloque o ladrillo. El pero evitando que se embarre. La altura que cada
adobe palabra árabe que significa “ladrillo secado hilada de tapial puede alcanzar es de 80 a 90 cen-
al sol” es un paralelepípedo de arcilla amasada a la tímetros. A veces, el tapial alterna con ladrillos en
cual se le agrega un elemento vegetal como aglutinan- hiladas verticales y horizontales, formando lo que
te (paja, zacate, etcétera) para luego ponerlo a secar. se llama aparejo toledano.65
En cuanto a las formas y tamaños del adobe, están de-
terminados por las costumbres y tradiciones de cada Como vemos, la maleabilidad del barro como
sitio en que se usa alrededor del mundo, encontrán- material de construcción ha generado una asombro-
dose también variedades surgidas por el desarrollo y sa pluralidad de soluciones arquitectónicas en todo
la evolución misma de la arquitectura. el mundo, pudiéndose afirmar que la arquitectura de
La técnica de la tierra colada, a su vez, consiste tierra es internacional. Se encuentran ejemplos aso-
en vaciar la mezcla de barro en formas —cimbras— ciados especialmente con la edificación vernácula en
apisonando para lograr una masa compacta. Se deja casi todos los países. En particular, las habitaciones
secar, posteriormente se procede a descimbrar. El de barro de los lugares desérticos son prodigiosas
segmento obtenido sirve de apoyo para continuar su- por su escala, sus dimensiones y su antigüedad entre
64  McHenry, op .cit., p. 61. 65  Rubio Masa, 1985, op .cit.

48 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

otras cosas. Aunque son muchos factores los que in-


tervienen en la realización de la arquitectura local en
cada sitio que se produzca, hay dos en particular que
—sin ser determinantes en algunos casos—, influyen
en gran manera; ambos son el sitio geográfico y los
materiales que se encuentren en él.
Por lo mismo, los lugares desérticos del mundo No. 40. Vista panorámica de la ciudad de adobe.
con su aridez característica, la extrema radiación so- No. 41. El “Manhattan” del desierto.
lar y los vientos que provocan tolvaneras, son sitios
sumamente apropiados para el uso de la arquitectura La misma fuente de información nos hace saber
de tierra debido a su capacidad comprobada de ais- que en Yemen hay dos ciudades llamadas Shibam: una
lamiento térmico, sea por las características del ma- al norte y otra en el sur, en el valle del río (wadi) Ha-
terial, por el grosor de sus muros típicos o por uno y dramaut, es esta última la más impresionante por sus
otro motivo. edificaciones de tierra: “la sureña ciudad de Shibam…
Como muestra, el fantástico país del Yemen (el Es la que más huella deja al visitante con un conjunto
llamado “techo de Arabia”) con sus ciudades de barro, de más de 500 casas altas construidas de barro, gran
es un caso extraordinario de construcciones de tierra: parte de las cuales datan del siglo XVII y que están
“en la planicie de la Tihama o en el valle del Hadra- concentradas en una área de no más de medio km2”.68 Capítulo
maut las casas son de adobe, llegando a alcanzar en
Shibam del Hadramaut hasta ocho pisos de altura,
Por ser mundialmente conocida y por sus carac-
terísticas, fue declarada Patrimonio de la Humanidad
3.0
verdaderos rascacielos en barro”.66 por la UNESCO en 1982. Esta organización interna-
Y no sólo encontramos las altas habitaciones de cional inscribió a Shibam de la siguiente manera: “Ro-
barro en uno o dos sitios, es el país entero que utiliza deada por una muralla fortificada, la ciudad de Shibam
dicho material de construcción, ocasionalmente com- del siglo XVI, es uno de los más antiguos y mejores
binado con piedra para las cimentaciones. Así nos lo ejemplos de planificación urbana, basada en el princi-
describe la Embajada de Yemen en España en su sitio pio de la construcción vertical. Sus impresionantes es-
electrónico, mencionando las particularidades que tructuras como torres cuelgan del acantilado y le han
distinguen a cada una de las ciudades y regiones: “Las dado el apodo del ‘Manhattan’ del desierto”.69 Además,
ciudades de Wadi Hadramout del sur [de Yemen], tie- “hoy tiene una población de alrededor de 7,000 habi-
nen gigantescas viviendas de varios pisos, habitadas tantes…tiene una muralla hecha de tierra apisonada y
por una sola familia, y que parecen auténticos rasca- casas construidas con ladrillos de barro, estructuras de
cielos… Estas grandes casas, de planta cuadrangular, madera y bases de piedra. La casa más alta tiene ocho
se construyen con los muros escalonados e inclinados pisos, con casi 30 metros sobre el nivel de la calle”.70
levemente hacia el interior, dada la escasa resistencia
de los materiales utilizados”.67 68  Idem, consultada el 5 de junio de 2006.
69  www.geocities.com/fabregaspere/cuidades.html#1, consultada
66  www.fotoaleph.com, consultada el 5 de junio de 2006. el 5 de junio de 2006.
67  www.embajadayemen.es, consultada el 5 de junio de 2006. 70  www.embajadayemen.es, consultada el 5 de junio de 2006.

Denominación genérica 49
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

No. 43. Una ‘kasba’ típica construida de adobe.


No. 42. Palacio: ex residencia del sultán.
Las diferencias se presentan en el concepto urbanísti-
Todo el Yemen es ejemplo grandioso de estructuras co principalmente:
de adobe o tierra apisonada. La mayoría de sus pobla-
ciones contiene originales muestras de estos modelos, Dos son sus manifestaciones más características: la
Capítulo entre otras podemos señalar a Zabid, inscrita en 1983 kasba y el ksar. La kasba consiste en un edificio de
3.0 igualmente como patrimonio mundial por su arqui-
tectura doméstica entre otros motivos. Tarim, con su
patio central rodeado de cuatro alas fortificadas, do-
minadas por torres en los ángulos, perteneciente por
típica arquitectura de estilo indonesio-indio en adobe. lo general a una célula familiar de clase media alta.
Seiyun —situada entre Shibam del sur y Tarim— que, El ksar (en plural ksur) es una agrupación de edificios,
por cierto, debe su fama por encontrarse allí el pala- a modo de pequeña aldea protegida por un recinto
cio del Sultán Ali Alkathery hasta 1964, considerada amurallado y reforzada con torres, dentro de la cual
la construcción de adobe más grande conocida en el aparecen distintas viviendas, unas modestas y otras
mundo. Actualmente lo ocupan oficinas de gobierno con categoría de pequeños castillos urbanos, además
dedicadas a la cultura y a las antigüedades.71 de almacenes y espacios comunitarios como establos
Ejemplares extraordinarios, semejantes en gran- colectivos, graneros, eras y silos, plaza de mercado,
deza a los mencionados se pueden ver en el norte del sala de reuniones de la jemaa (asamblea de jefes de fa-
continente africano, en los oasis del sur de Marrue- milia), mezquita, escuela coránica o medersa, cemen-
cos, donde las características de las construcciones terio, y otros servicios comunes como el “hamam” o
son determinadas conjuntamente por la antigüedad baño público, los pozos de abastecimiento de agua, el
de esos pueblos, la idiosincrasia de sus pobladores, el lavadero, el molino, etc. El número de habitantes de
medio físico y el clima. Allá la arquitectura vernácula un ksar característico del sur del Atlas marroquí pue-
de adobe comparte con la del Yemen apariencias si- de variar entre 200 y 3,000.72
milares en cuanto a alturas, volúmenes y magnitud.
72  George Michell, La Arquitectura del Mundo Islámico. Su historia y
71  Idem. su significado social, Alianza Editorial, Madrid, 1985, pp. 28 y 29.

50 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

La insólita belleza de estos conjuntos de adobe no


sólo se debe a su perfecta integración a la naturaleza
circundante, es también resultado de la decoración
concerniente a los grupos bereberes. Se ornamentan
las torres esquineras y toda la porción superior de las
construcciones, a base de motivos con figuras geomé-
tricas hechas con el mismo barro crudo en forma de
ladrillos. Se ha visto cierta asociación con las tracerías
mudéjares de los españoles pero no tienen relación
alguna. Por el contrario, destacan un modo de enten-
der el arte completamente autóctono, de raíces ances-
trales, lejos de las influencias de Occidente, hereda-
do por tradiciones que se conservan intactas. Roger No. 46. Muralla que fortifica un ‘ksar’.
Mimó explica acerca de la técnica de construcción:
“En los ksur y kasbas de los oasis presaharianos al sur Con estas muestras de arquitectura tradicional de
del Atlas marroquí, el ladrillo de adobe es usado en tierra tan antiguas y aún en pie, comprendemos cuán
abundancia tanto con fines estructurales como deco- importante es este material natural, tanto como cual-
rativos en portadas, ventanas, columnas, arcos, escale- quier otro. Reconocemos, asimismo, que tiene ven- Capítulo
ras, muretes superiores de las fachadas y almenas. No
obstante, la base constructiva de la mayoría de estos
tajas y desventajas, pero estas últimas son las menos
para algunos lugares, por algo su uso fue tan difundi-
3.0
edificios es el tapial”.73 do, perdurando y resistiendo a través del tiempo.

Arquitectura fortificada
La arquitectura de las casas-fortaleza es admirable,
hechas de piedras sin argamasa, en perfectos bloques,
sirven tanto para la defensa como para desempeñar
funciones de casa de labor, con el ganado durmiendo en
la planta baja.74

A
l evocar en nuestra mente la arquitectu-
No. 44. Torre de una ‘kasba’. ra fortificada, la imaginación nos traslada
No. 45. Fachada de un ‘ksar’ típico. simultáneamente a los legendarios cas-
tillos del medioevo o hacia las ciudades

73  Roger Mimó, Fortalezas de barro en el sur de Marruecos. Madrid, 74  César Pérez de Tudela, “Yemen misterioso”, en http://ingles.sge.
Compañía Literaria, 1996, pp. 50. org/sge03/pboletin8ar.asp

Denominación genérica 51
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

amuralladas de culturas y tiempos pretéritos, pasando Son casas que se desarrollan en altura por razones
por alto que la fortificación no es exclusiva de tales defensivas y de seguridad; por el mismo motivo
imágenes empleadas como estereotipos primordial- aparecen totalmente cerradas como verdaderas
mente por el arte cinematográfico. No, la arquitectura fortalezas (sólo hay ventanas muy pequeñas). Cada
fortificada no incluye en sus ejemplos exclusivamente casa puede considerarse como un edificio comu-
dichas edificaciones. La específica necesidad del ser nitario en el que viven muchas familias, aunque
humano de protección contra el enemigo lo ha lleva- siempre relacionadas mutuamente por razones de
do al extremo de fortificar una enorme cantidad de parentesco y de trabajo. En el primer piso viven los
habitaciones de todo tipo por cuestiones de resguar- criados. Los siguientes están reservados a las muje-
do prioritariamente. Es la misma necesidad defensiva res y niños. En el penúltimo están la cocina, los ex-
la que genera fortificaciones por igual en las construc- cusados y el cuarto de baño cuando solamente hay
ciones domésticas. Sin embargo, soluciones distintas uno, aunque a menudo cada piso tiene uno propio.
a las de los grandes castillos se dan en la obra vernácu- El último piso (algunas casas pueden tener hasta
la que lleva esa intención. ocho pisos), está reservado al hombre, con ventanas
En estos casos no hay fosos que rodean la casa, no más grandes y vistas panorámicas... La singularidad
vemos almenas rematando los perfiles superiores ni de estos edificios parece justificada por la actitud
barbacanas ni puentes levadizos. Pero podemos en- defensiva a la que se veían obligados sus habitantes
Capítulo contrar rasgos comunes a todos ellos independiente- ante la conflictiva relación entre tribus.75
3.0 mente del sitio donde se erijan. Poniendo de ejemplo
nuevamente a Yemen pero ahora en su región norte,

Al norte del país se localiza Sana’a, ciudad capital que
donde la arquitectura local se realiza de piedra, bus- lleva en el nombre su característica principal ya que
cando las cumbres y desafiando la gravedad, nos en- significa “plaza fortificada”. Declarada como Patrimo-
contramos con ejemplares de casas-fortaleza, únicos nio de la Humanidad en 1986 entre otras cosas por
y de gran belleza. La página de la Embajada las des- sus “6,500 casas, todas ellas construidas antes del si-
cribe así: glo XI. Las muchas torres de pisos de Sana’a añaden
belleza al emplazamiento”.76
No. 47. Arquitectura También la ciudad de Ibb en su área de mayor an-
fortificada del Yemen. tigüedad muestra algunas interesantes casas-torre de
No. 48. Impresionante piedra. Algo similar se encuentra en Al Hajarah, un
ejemplo de casa-fortaleza. típico pueblo de montaña fortificado con algunos
buenos ejemplos de construcción de casas-torre con
piedra seca.77

75  www.embajadayemen.es
76  Pere Fábregas, www.geocities.com/fabregaspere/cuidades.
html#1 , consultada el 6 de enero de 2006.
77  Idem.

52 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

cada al pastoreo y condicionada por el clima que per-


mitía el alimento para sus animales. Frecuentemente
necesitaban una casa versátil que fuera transportable
por una sola bestia de carga y pudiera calentarse fá-
cilmente durante los duros inviernos. De tal circuns-
tancia se generaron habitaciones móviles, las tiendas
llamadas yurtas.
Yurta significa “trozo de tierra donde se vive” y es
sinónimo de la palabra Ger que corresponde a “casa”.
Los mongoles en la actualidad utilizan más el término
Ger o Hana debido a que no les gusta la palabra yurta,
ya que es la expresión utilizada por los comerciantes
No. 49. Población donde se ve rusos, quienes les invadieron y oprimieron durante
el carácter defensivo de esta arquitectura. décadas en la época comunista.
Los nómadas mongoles usualmente se reasentaban
El prototipo de casa-fortaleza es la imagen más re- en clanes. A menudo la superstición y las costumbres
presentativa de la arquitectura fortificada vernácula y religiosas imponían el diseño de las Gers del clan. Al lle-
sin muchos cambios volumétricos lo vemos repetirse gar al sitio donde pasarían la temporada, la colocación Capítulo
en lugares diversos, y muy específicamente en partes
con antecedentes históricos situados en la época feu-
de las tiendas se hacía de modo que todas las puertas,
excepto una, se orientaran al sureste, de tal manera po-
3.0
dal. Las poblaciones con dicho origen en toda Euro- dían ver salir el sol en el levante, lo cual era un símbolo
pa conservan en su fisonomía, muestras de tal tipo. de esperanza. La única yurta que no se orientaba de tal
Ejemplo de ello es la región de la Toscana en Italia, forma se ubicaba al noroeste, que era una zona sagrada
en la cual, se encuentran por doquier pequeños po- dedicada a los espíritus de las nieves. Se colocaba vacía
blados donde perduran casas integradas a una torre y en ningún tiempo se utilizaba, dejándose destinada a
defensiva que era parte de la misma vivienda. los malos dioses. Se creía entonces que al resto del clan
no le iban a alcanzar los maleficios.
Arquitectura móvil En una edición de 1877 de la Revista Europea se
describe la vida de los mongoles, rama familiar de
Mi hogar está alrededor de una hoguera y mis pastos los agrianos del Asia Central, mencionando con los
alrededor de mis caballos. términos lingüísticos originales a Mogolia: la región
Dicho tradicional kirguiz y mogol al habitante de ella. En una de las partes del

C
artículo se hace una breve descripción de las yurtas
omo la historia nos dice, el aguerrido como la casa típica de estos grupos étnicos:
Genghis Khan unificó el imperio mongol
durante el siglo XIII; aún así, los mongo- Son edificios circulares, de poca altura, que nunca
les continuaron con su vida errante dedi- tienen más de un piso, y cuyas dos únicas aberturas

Denominación genérica 53
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

son una pequeña puerta y un agujero, en medio del exterior era un aspecto importante para los mongoles,
techo, que sirve a la vez de ventana y de chimenea. si bien el único color que ellos consideran “apropiado”
En invierno se preserva del frío encendiendo lum- para una yurta es el blanco. Para un mongol la yurta no
bre, y en verano se ve eficazmente protegido contra es sólo una casa sino un lugar de culto, por lo tanto el
los rayos del sol y contra la lluvia,... por un fieltro color interior tiene su importancia.
espeso y bien ajustado que cubre el techo. El diáme-
tro de esas yurtas es de doce a quince pies; la altura,
en el centro, de diez pies aproximadamente. En las
más ricas, las paredes se cubren por dentro de seda
y tapices; algunas de ellas se encuentran entarima-
das. El lado izquierdo de la yurta se reserva a los
hombres y a los invitados; el derecho a las mujeres.
En el lado destinado a los hombres, hay un armario
que contiene el altar de Buda.78

No. 51. Armando


Capítulo
una Yurta.
3.0 No. 52. Colorido
interior de una Yurta.

Kazajstán significa “tierra de los Kazan, o tierra de


los hombres libres”, y es precisamente ese segundo
significado lo que describe mejor a este grupo étnico
descendiente de las tribus mogolas que derrotaron a
No. 50. Casa típica de los nómadas. Alejandro Magno hace más de 2,000 años y que aún
viven como nómadas en las estepas siberianas o en el
Totalmente circulares, las originales están diseña- desierto del Gobi al norte de China.
das para ser desmanteladas en una hora y transporta- A finales del siglo XIX, las habitaciones móviles
das fácilmente. Son fabricadas de pieles de caballo y se generalizaban como la vivienda principal en las
camello, fieltro y estacas de madera. La mayoría son ciudades de Kazakh y Karakalpak en el hoy país in-
de color pardo, pero las de los jefes y las de los más dependiente de Kazajstán. En esa región únicamente
pudientes suelen ser blancas y estar decoradas con las tribus que ocupaban las partes altas de la montaña
motivos tradicionales kasajos o mongoles en general. construían edificaciones fijas a base de arcilla; el resto,
La elección de diferentes colores para el interior y el las que ocupaban las estepas, armaban las tradicionales
yurtas. Es a partir del siglo XX que se acrecienta el uso
78  Apud www.ateneodemadrid.net , consultada el 2 de julio de de esas habitaciones de tierra a todos los demás clanes,
2006.

54 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

aunque viviendo en esos nuevos tipos de construcción Al exterior, la yurta está cubierta con fieltro, otras
implantada —de barro—, los kazakhs no olvidaron veces con una estera fijada por cintas anchas de una
sus viviendas transferibles, móviles y transportables, alfombra —bou o boshkur—. En invierno los kazakhs
tan adecuadas para el tipo de vida cambiante determi- ponen 2 o 3 hileras de esteras a lo largo de las paredes
nado por los pastizales para pastoreo. y rellenan el espacio entre ellas con la misma paja. Las
La yurta o kora-uy era la única forma de construc- paredes interiores están adornadas con esteras tejidas
ción habitable de los kazakhs en el pasado, no obstan- y el piso es cubierto con alfombras y zaleas.79
te subsiste y convive hoy con las casas fijas de invierno Se pueden ver aún yurtas originales y tradiciona-
debido a que los pastores las utilizan actualmente. les en el recién formado país de Uzbekistán, también
La yurta se arma a base de postes de madera y tro- en el desierto de Kizil Kum, en el camino de Khiva a
zos de fieltro como componentes principales y un in- Bukhara, en varios lugares alrededor de la ciudad de
teresante sistema estructural. La pared es estructurada Nurata y en las cercanías del lago Ayaz-kala, a 90 kiló-
con secciones de madera —keragas— entrelazadas. metros de la ciudad de Urgench, se localizan las yurtas
Los postes largos —uuk— que forman el domo de la de los karakalpaka.
techumbre, se sujetan por un extremo en la base de Un Ger usual tiene un muro circundante de
la pared; el otro extremo es colocado en el círculo de aproximadamente 1.50 metros de alto, aunque con
madera grande que corona la cúpula de la yurta, el cual mayor frecuencia es de 1.35 metros. Esto se debe a
es dejado como orificio para iluminación y ventilación una solución funcional: al haber muros tan bajos hay Capítulo
del interior. En días fríos o lluviosos la abertura supe-
rior se cierra firmemente con un pedazo de fieltro para
menos superficie expuesta al viento, menor volumen
de aire a calentar y antiguamente obstaculizaba el ata-
3.0
evitar que el viento o el agua penetren. que de los enemigos, que tenían que agacharse para
entrar. Toda la vida interior se desarrolla a nivel del
suelo, sobre edredones y cojines planos multicolores,
colocados sobre pieles curtidas o alfombras directa-
No. 53. Orificio para mente sobre el piso.
iluminación y ventilación Como se ha mencionado con anterioridad, las gers
del interior. o yurtas están hechas de madera y cuero, revestidas de
No. 54. Las ‘Yurtas’
capas de paño y fieltro, sin embargo no son colocadas
son de madera,
revestidas de cuero.
al azar; el número de capas lo determina la numerolo-
gía sagrada de esos habitantes.
La estructura se forma primordialmente de una
plataforma de madera y el muro circular de entrama-
dos de maderas de sección delgada. Desde tiempos
remotos hasta nuestros días, las tiras de madera uni-
das en diagonal mediante cintas de cuero engrasado
han sido el único material usado por los mongoles en
79  www.orexca.com, consultada el 2 de julio de 2006.

Denominación genérica 55
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

la construcción de la hana (pared principal). Al igual tiempos remotos. Contenedoras de un sistema cons-
que otros materiales originales que entran en desuso tructivo perfeccionado durante siglos de nomadismo
en la arquitectura vernácula, debido a diversos fac- en las estepas de Mongolia, probadamente demues-
tores, las cintas de cuero se empiezan a sustituir por tran ser un diseño tan inteligente y práctico que se
alambre. Sucede lo mismo con el fieltro de recubri- siguen construyendo en la actualidad.
miento, el cual, contrariamente a los paños utilizados Lo admirable de estas construcciones es la fideli-
actualmente, se hacía con pelo de animal aplastado dad con que se reproducen hasta nuestros días. Sus
con un mazo sobre una esterilla hasta formar una es- ventajas han sido probadas una y otra vez de manera
pecie de bola de fibra. tradicional, a tal grado que se tornan modelo a seguir
Respecto al acondicionamiento climático la incli- en el mundo civilizado especialmente como solución
nación de la pendiente se vuelve imprescindible, ya a viviendas temporales en caso de desastres naturales.
que de esa manera el calor generado en el interior se Aún más, se ven ofertadas, comercialmente hablando,
distribuye más uniformemente por la curvatura de la como espacios fáciles de construir y desmontar utili-
techumbre esto debido a que el medio ambiente de zables para diversos usos: vivienda, aulas, centros co-
los alrededores es seco y genera grandes diferencias munitarios, etcétera. Hay compañías comerciales que
de temperatura entre el día y la noche típicas de en- ofrecen este tipo de construcción o por lo menos in-
tornos desérticos, lo que quiere decir que la protec- dican todos los pormenores acerca de su elaboración.
Capítulo ción contra esos cambios intensos del clima es más Claro está que estas yurtas actuales colocadas fuera
3.0 urgente que la impermeabilidad.
Habitualmente se colocaba la tienda solamente
de su entorno y destinadas a usos no tradicionales no
se pueden considerar una arquitectura vernácula au-
sobre el terreno ya que las estadías se acostumbraban téntica, pero una vez más vemos aplicados principios
de corto tiempo. En la actualidad se erigen sobre un regionales de una producción local a diseños arqui-
forjado convencional de forma similar a la mayoría de tectónicos profesionales; básicamente la eficiencia
las construcciones de madera. del diseño doméstico, folclórico, probado una y otra
El único muro circundante se prepara usando tiras vez demuestra su utilidad a otras producciones arqui-
de madera de 1.80 metros de largo urdidas entre sí. La tectónicas industrializadas.
trama se arma extendida en el suelo. Una vez termi- Lo irónico es que, mientras este tipo de habita-
nada la estructura se levanta con asistencia de varias ción vernácula se ha empezado a popularizar fuera
personas y se fija al contorno de la plataforma del sue- de su contexto, las auténticas yurtas o gers están en
lo. En el eje central de la edificación se pone un anillo peligro de extinción por factores derivados de una
rígido sostenido de forma provisional y a donde se apertura impuesta por los nuevos conceptos de glo-
dirigen las tiras de la cubierta hasta formar un círculo balización de los modelos comerciales: “Desde que
tensionado. La clave de su estabilidad es la tensión na- Mongolia se abrió a la economía de mercado, el fiel-
tural que se genera alrededor del aro central.80 tro (material tradicional usado para aislar las yurtas)
Las yurtas, como vemos, son las tiendas tradicio- está siendo exportado al mercado internacional, lo
nales de los pueblos nómadas de Asia Central desde que ahora lo hace más caro e inaccesible para mu-
chos mongoles. Si esta tendencia continúa, en pocos
80  http://infomadera.net, consultada el 2 de julio de 2006.

56 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

años las yurtas no serán accesibles para ciudadanos


con ingresos bajos”.81
Por lo pronto, uno de los países de Asia Central
que aún conserva población nómada viviendo en au-
ténticas yurtas es Kirguizistán con sus habitantes kir-
guis. Allí se encuentra el inmenso lago Isyk-Kul (“mar
caliente”) con 702 metros de profundidad, lo que lo
hace mantenerse caliente a pesar de la altura en que se
encuentra: a 1,600 metros de altitud, el segundo más
alto después del lago Titikaka en Sudamérica.82

No. 55. Los hombres azules del desierto.


Los tuareg:
por los franceses, los ha confinado a un área restringi-
nómadas del desierto da que además resultó dividida en varios países. Hoy,
con una población estimada en un millón y medio de
Mil años de vida errante cimientan la leyenda de los personas, son los últimos nómadas del desierto.
tuareg, viajeros incansables por las arenas del Sahara.83 Son referidos como “los hombres azules” a cau- Capítulo

L
os hombres azules, como se les conoce a los
sa de sus indumentarias y atuendos de color índigo.
Ellos pintan sus prendas utilizando el tinte sin diluirlo
3.0
tuareg, son un pueblo casi en extinción a en agua. Al sudar se traspasa la humedad a las telas
pesar de sus remotos orígenes. Si bien pa- desprendiéndose parte de la teñidura, con lo cual
rece que son naturales de las dunas que les queda saturada la piel de los tuareg como si fuera ex
rodean, lo indiscutible es que los “hijos del viento” profesamente pintada de color azul. También se alude
provienen de estirpe indoeuropea, por lo cual sus ras- a ellos como la nación del Kel-Talgimus, “el pueblo del
gos son occidentales y el color de su tez es más clara velo” porque inusualmente, respecto a otros pueblos
que la de otros pueblos africanos. musulmanes, los hombres son los que deben escon-
Eran los auténticos dueños de un desierto de 9 der su rostro y no las mujeres. Al cumplir los 25 años,
millones de kilómetros cuadrados, el más grande del los varones comienzan a usar la prenda que les tapa
mundo: el Sahara, mas la historia de su desarrollo se vio totalmente la cara, excepto los ojos. Costumbre atávi-
alterada tristemente por sucesos en contra de su cultu- ca originada como protección contra las tormentas de
ra. Factores tanto sociales como económicos, de sub- arena propias de su entorno desértico.
sistencia y especialmente la ocupación de su territorio Y es precisamente ese entorno desértico con sus
concentrados oasis lo que forjó la vida ambulante de
81  http://ubpost.mongolnews.mn, consultada el 2 de julio de 2006.
82  Pledel, Vicente, 1999 www.ruta-imperios.com, consultada el 2 de este pueblo nómada. Con la carpa o tienda como la
julio de 2006. morada distintiva de la vida trashumante de toda cul-
83  Gil Flores, Gemma www.prensalibre.com, consultado el 2 de julio tura nómada, como lo hemos visto entre los mongo
de 2006.

Denominación genérica 57
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

No. 57. Armar la yurta


es tarea femenina
entre los tuareg.
No. 58 y No.59. Tien-
da revestida por esteras
tejidas con tallos de mijo.

No. 56. Carpa o tienda tuareg.

les, los tuareg no son la excepción en su uso, depen-


diendo su subsistencia diaria de esta arquitectura tan
Capítulo versátil. Habitaciones movibles, espacios para vivir
3.0 que tienen que armarse y desarmarse en cada destino
temporal señalado por el hallazgo de pastizales para
sus rebaños.
“La tienda de un nómada es una estructura, un
conjunto de elementos necesariamente ligeros y trans-
portables, fáciles de manipular, adaptados al territorio
donde deben asentarse, que adquieren sentido cuan-
do son ensamblados y conforman un espacio interior,
el espacio doméstico. Es, por lo tanto, un hogar, el do-
minio de la mujer [...] el centro del linaje tuareg”.84
Habitualmente, en estos grupos pastoriles, la
mujer es la encargada no sólo de cuidar y dar mante-
nimiento la casa sino también de construirla. Es por
tales razones que se le asocia, a la mujer, continua-
mente con la vivienda levantada, en este caso, con mismo nombre: ehe, uno de los sinónimos referidos
las tiendas: “La identificación afectiva entre la mujer a la mujer”.85
y su tienda está cargada de significados sociales, has- Entre los tuareg la acción de levantar la tienda
ta el punto que, en lengua tuareg, reciben el es tarea femenina que realiza la dueña auxiliada por
84  Idem. 85  Idem.

58 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

otras mujeres participantes. En algunas ocasiones,


encomiendan la elaboración de los elementos que
deben soportar la estructura a los artesanos de su
mismo grupo, que trabajan la madera. A excepción
de algunos grupos del norte, donde las mujeres perte-
necientes a castas de mayor rango manufacturan ellas
mismas los elementos de sostén, a los cuales les de-
jan labrados textos escritos en tifinagh —nombre de
su escritura—, que saturan de contenido alegórico la
casa familiar.
Los tuareg habitan dos tipos de tiendas: una cu-
bierta por pieles o bien otra revestida por esteras teji-
das con tallos de mijo. La tienda no es una estructura No. 60. Interior de una tienda de los tuareg.
rígida e inalterable que se habite de un modo automáti-
co —como suele suceder en las casas de una sociedad el escudo —arar—, la lanza —tarda—, la insepa-
sedentaria, en las que el espacio resultante de una en- rable takuba, y si lo posee, el fusil; en el lado opues-
volvente permanente, se manifiesta desde el comienzo to, la mujer dispone su gabinete, con su silla y los
de la obra y permanece invariable—, sino que crea una elementos de su propiedad: recipientes para la le- Capítulo
particular forma cada vez que se erige al final de cada
desplazamiento, guardando invariablemente las pecu-
che y el agua, el mortero para los cereales, platos,
eventualmente cucharas, y sacos para la conserva-
3.0
liaridades que convierten el espacio interior en un lugar ción del grano y los dátiles. Las prendas de vestir se
confortable e íntimo. Al final de esa tarea, la de construir guardan en bolsos de piel.87
su cobijo, el clan familiar se afianza y la tienda contiene
a los seres humanos resguardándoles del descomunal La cultura de estos indómitos seres ha ido en de-
espacio del desierto y del cosmos inconmensurable; caimiento y con ello la pérdida de sus tradiciones es
protege su integridad y proporciona seguridad. inminente —incluidas sus particulares casas móvi-
Al igual que entre los mongoles, la utilización de les—. La irrupción de los franceses en el siglo XIX
los espacios interiores entre los tuareg también está señaló el inicio de su ocaso, aunque la notoriedad que
determinada para cada género de acuerdo a creencias han obtenido por su rebeldía no es un alarde y fueron
religiosas. Como señala Rapoport, “...la entrada a la el último pueblo en vencerse a la invasión.
tienda Touareg siempre está al sur”.86 El hombre ocupa Hoy en día, los originales dueños del Sahara se en-
el área ubicada hacia el punto cardinal del sol naciente, cuentran repartidos en un territorio dividido política-
mientras la mujer obtiene el lado del atardecer: mente. Las resultantes naciones de Níger, Mali, Mauri-
tania, Argelia, Senegal, Chad, Libia y Burkina Faso, son
En el recinto doméstico el marido ocupa la zona ahora sitios de asentamiento para los últimos tuareg.
oriental, donde coloca su silla de montar —tahiast—,
87  Gil Flores, Gemma, www.prensalibre.com, consultada el 2 de ju-
86  Rapoport, op. cit., p. 75. lio de 2006.

Denominación genérica 59
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

La configuración artificial de los países mencio-


nados ha coartado su libertad de movimiento y ha
generado la disminución de sus dominios. “Como la
carroña que se disputan las águilas grises así me des-
pojan de mis pastos”, denunciaba el poeta tuareg Ma-
hmoudan Hawad.88 No. 61. Los nómadas
“A lomos de sus camellos, los tuareg solían vivir en Colombia.
en un viaje interminable por el Sahara... Las sequías,
las modernas vías de comunicación y los conflictos por actividades económicas, religiosas, políticas o
armados están abocando a este pueblo de pastores militares. Explica Labelle: “De tal modo términos
y guerreros indómitos al sedentarismo. La construc- como migración, pastoralismo, trashumancia, semi-
ción de casas de adobe en los arrabales de las ciudades nomadismo, semisedentarismo, movilidad e itineran-
simboliza su pérdida cultural. Es el adiós a la vida en cia han sido usados para distinguir diferentes tipos y
las jaimas (tiendas) y a los duelos poéticos en las frías niveles de nomadismo, pero la opinión no es unánime
noches del desierto”.89 al establecer una correlación entre los estilos de vida
nomádicos y las arquitecturas nomádicas”.90
De esto último, se desprende la importancia de
Capítulo Los nukak maku: estudiar dentro de una actividad tal, a etnias como los
3.0 nómadas en Sudamérica Nukak de Colombia, indígenas emparentados con el
grupo Maku y que apenas a finales de siglo XX han em-
pezado a interesar a los antropólogos. “Hablar de los
Al hablar de nómadas, la asociación de imágenes Nukak Maku, el último grupo nómada que existe en
dictadas por estereotipos nos hace pensar solamente Colombia, conlleva a involucrarse en un mundo mis-
en el habitante del desierto, que arma y desarma su terioso, del cual aún queda mucho por descubrir”.91
tienda y se traslada en camellos, como por ejemplo Tocante a la arquitectura que atrae nuestra aten-
los tuareg presentados anteriormente. Dejamos de ción, ha resultado sumamente interesante conocer la
lado que del mismo modo se da el comportamiento lógica que han adoptado los Nukak Maku para reali-
nómada en otras culturas tan disímiles del ardiente zar sus refugios en condiciones tan complicadas como
desierto, como en grupos esquimales de tierras po- es una selva tropical, auxiliándose sólo con lo que su
lares o los Nukak Maku en regiones selváticas de la entorno les brinda:
amazonia colombiana.
Según Labelle Prussin, el vocablo nomadismo ha De su innato saber arquitectónico dan cuenta los
sido empleado para designar a grupos (humanos o 80 campamentos que construyen al año... estos son
de otro tipo) que realizan desplazamientos continua-
mente en forma constante o cíclica, condicionados 90  Apud P. Oliver. Encyclopedia of Vernacular Architecture of the World.
Cambridge, Cambridge University Press, 1998, p. 95.
91  Elizabeth Clavijo apud Nelly Mendivelso, “Arquitectura Efímera”
88  Idem. en http://unperiodico.unal.edu.co/ediciones/70/12.htm, consultada el
89  Idem. 2 de julio de 2006.

60 Denominación genérica
Teresa de Jesús Estrada Lozano

elaborados con estética envidiable sin descuidar ligeras, las hojas y las estacas permiten algo de movi-
conceptos básicos como dimensión, forma, fun- miento y flexibilidad”.95
ción, luz o color. Son la manifestación de la armo- Lo más interesante y aleccionador de la arquitec-
nía entre los Nukak y el medio natural; un pedazo tura nomádica de los Nukak Maku es que, como otras
de la selva sin límites que los acoge, abriga y ali- obras vernáculas, aquélla se realiza en comunidad.
menta, un lugar que transforman y convierten en Las bandas compuestas por unas cuantas familias de
su espacio vital.92 estos cazadores-recolectores desbrozan la superficie
que han escogido para construir sus habitaciones,
Según Gustavo Politis, citado por Oliver,93 los dejando en pie algunos árboles que les servirán de
Nukak tienen una organización social a base de ban- apoyos principales. Clavijo dice, de nuevo citada por
das conformadas por unas cuantas familias (no más Mendivelso, que
de cinco), las que se relacionan por fuertes lazos de
solidaridad. Esto, aunado a la no existencia de un jefe Su proceso de construcción no tarda más de tres
superior parece que es el éxito de su organización horas, pues en una labor maratónica... limpian el
comunitaria. “Los campamentos son de tipo residen- terreno con machetes hasta quitarle al suelo toda
cial y su disposición espacial hace que todos puedan la capa vegetal. Utilizan troncos firmes como pos-
verse entre sí”.94 tes para colgar los chinchorros y los disponen de
Las estaciones del año condicionan los dos tipos forma paralela: en la parte superior duerme el Capítulo
de campamento que ellos realizan, dándose una ligera
variación entre ambos asentamientos: en la tempora-
hombre, y en la inferior, su compañera e hijos... y
se organizan entre dos y cinco unidades domésti-
3.0
da seca (de diciembre a marzo) son a cielo abierto e cas, regularmente alrededor de un espacio central
irregulares. En cambio, para la temporada de lluvias, de carácter social.
se conforman habitaciones techadas. Las hojas de pla-
tanillo, y en ocasiones al mismo tiempo de seje, son La parte de la selva amazónica ubicada entre los
utilizadas para formar una bóveda vegetal. De una a ríos Inírida y Guaviare en Colombia ha sido el hábi-
tres hileras de hojas son colocadas diagonalmente so- tat constante para la población actual que no supera
bre una viga central que a su vez se tiende sobre árbo- las 500 personas y que han sabido adaptarse a través
les y postes. Luego una o dos vigas ligeras, pero largas, de su condición nómada. Sus establecimientos tran-
sostenidas por palos cargan el otro extremo de las hi- sitorios los utilizan muy poco tiempo, en promedio
leras de hojas, mientras postes y vigas secundarias son siete u ocho días, y un máximo de veinte, aunque en
agregadas para colgar más hamacas. “De esta manera, ocasiones lo ocupan una sola noche. Lo más extraor-
la unidad habitacional tiene una estructura formada dinario es que los Nukak nunca vuelven a ocupar un
por componentes fijos rígidos; los árboles, los postes campamento abandonado aún estando en buenas
y las vigas transversales principales. Mientras las vigas condiciones de uso.
Según el artículo “Arquitectura Efímera”, la mane-
92  Idem. ra de evidenciar un sitio que ya han ocupado anterior-
93  Oliver, op. cit., p. 1630.
94  Clavijo apud Mendivelso, art. cit. 95  Oliver, op. cit., p. 1630.

Denominación genérica 61
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

mente es tirando las semillas de los frutos con que se


alimentan. De esa forma, cuando ellos dejan el lugar,
las semillas germinan creándose huertos silvestres, los
cuales “también tienen valor simbólico, pues allí en-
tierran a sus muertos”.96
La envolvente curva de la estructura de la te-
chumbre permite que el agua de la lluvia corra ha-
cia los lados creando un área seca en el interior de la
wapji, nombre del módulo habitado por una familia
y parientes cercanos. De esa manera, sus usuarios se
protegen y conviven: “En cada unidad, una hoguera
atizada por el viento es un símbolo de unión, además
de ser un objeto funcional que seca el espacio, ayu-
da a impermeabilizar la cubierta y a disipar los mos-
quitos... Todo un conjunto de elementos prácticos y
simbólicos que se articulan para dar coherencia a la
noción de entorno,... en la cultura Nukak Maku”.97
Capítulo Lo que nos dejan como enseñanza todas estas cul-
3.0 turas trashumantes que hemos empezado a conocer,
todas ellas creadoras de extraordinarias formas habi-
tables móviles, es un extraordinario ejemplo de lo que
puede hacer el ser humano cuando tiene ante sí los
retos que le presenta su propia existencia.
En momentos de desastres naturales, para solu-
cionar con premura refugios, en ocasiones se ha to-
mado como muestra la arquitectura móvil, mas ésta
no es todavía estudiada lo suficiente para aprovechar
las ventajas que ofrece. Por esa razón, resulta de suma
importancia considerar cómo resuelven tantas y tan-
tas culturas distintas a la nuestra sus necesidades es-
paciales en tan diferentes medios geográficos. He allí
la validez de cada solución particular que los seres hu-
manos le dan a sus requerimientos de cobijo.

96  Idem.
97  Idem.

62 Denominación genérica
Capítulo

4.0 CoNsTRuCc iONes RuraLEs

primen a su vez como reflejo de su circunstancia. La


4.1 labor cotidiana de la cual depende el diario vivir se
Introducción ve reflejada en las construcciones campiranas. Cito a
Poniatowska: “Y al día siguiente salen al campo, ca-
minan con sus pisadas despaciosas para regresar en la
…pero allá a lo lejos, queda aún pendiente
noche, volver a encontrarse en este cuerpo de amor
otra reconciliación con lo rural, con los artífices
que es su casa, primigenia y hierática”.99
que construyeron —y en algunos lugares aún
El entorno natural, el alejamiento social, las dis-
construyen— una arquitectura en la que se aúna el
tancias físicas entre caseríos además de los reque-
sabor del arcaísmo y el refinamiento creativo”98
rimientos utilitarios, marcan esta arquitectura con

D

una sencillez que linda con la ingenuidad. “Como las
e todos los modos vernáculos de cons-
viviendas elementales de nuestros antepasados del
truir, es el rural el que podría considerar-
Neolítico, las formas de la arquitectura rural popular
se más identificable. Su razón de ser, lo
son fruto de una necesidad y tienen por objeto pri-
que lo genera, el sitio geográfico donde
mordial la utilidad. Adecuadas a las necesidades vita-
se produce —en este caso el campo—, las determi-
les y laborales, se las puede considerar en sí mismas
nantes que lo identifican, son algunos de los factores
como herramientas de trabajo”.100
que le dan un carácter tan reconocible.
Las habitaciones de labradores, pastores, granje-
Ese “carácter” de lo rural en la obra vernácula es el
ros, vaqueros, rancheros, etcétera, conforman inequí-
sello de sus usuarios y productores, los cuales lo im-
99  Poniatowska, op. cit., p. 6.
98  Tomás Álvarez, www.salvarpatrimonio.org, consultada el 6 de 100  Eduardo Sacriste, Casa y Templos. Buenos Aires, Universidad de
julio de 2006. Buenos Aires, 1990, p. 250.

63
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

vocos documentos de la historia del hombre, fun- Luego, de tal modo, se entiende que sus hogares
damentalmente por su absoluto apego a la realidad tengan también limitaciones impuestas por la caren-
que las genera, correspondiendo en cada una de sus cia de recursos. Al producir su habitación se abstie-
particularidades a las necesidades de la vida sencilla y nen de ornamentaciones excesivas, de espacios extras
laboriosa de la gente de campo. —paradójicamente en la amplitud de sus terrenos
No es casualidad que el término “rural” haya sido las viviendas cuentan con espacios mínimos—, y la
uno de los primeros utilizados para denominar y des- procuración de instalaciones para mayor confort e hi-
cribir la arquitectura vernácula. Y es que en las edifica- giene. “No es que la casa rural no tenga elementos de
ciones rurales se reconoce por antonomasia la hones- orden simbólico o ideológicos, pero en ellas quedan
tidad, como adjetivo intrínseco de una arquitectura limitados o supeditados al orden económico, es decir
no falsificada por presuntos “estilos” urbanos. En esas a la utilización de lo que se tiene a la mano”.102
construcciones no se puede fingir un elemento que Aunado a lo anterior podemos considerar que si
no sea lo que es, no se puede agregar nada que no ten- acaso se está cercano a zonas urbanas, se pudieran te-
ga una función primaria, en fin, no hay cabida para lo ner al alcance materiales industrializados pero, con la
superfluo. Al respecto, Sacriste asevera que “es en la restricción financiera por delante, el empleo de tales
arquitectura rural donde encontramos los ejemplos recursos se vería minimizado, de tal forma se tienen
más interesantes de la casa popular, porque en ella se que utilizar los materiales autóctonos y se propicia el
Capítulo conserva casi siempre un carácter prístino, simple, na- autoconsumo. Sobre el tema de las limitantes econó-
4.0 tural, carácter que en la ciudad es perturbado por las
preocupaciones estilísticas estimuladas por la ‘arqui-
micas cabe citar un artículo de Boils Morales. Aunque
referido a las casas campesinas de la época porfirista
tectura profesional’”.101 en México, aún hoy tiene aplicación al gran conjun-
Otro aspecto a considerar al abordar el tema de las to de ejemplos vernáculos construidos en el campo
construcciones campestres de tipo popular, es decir, no sólo mexicano, sino del resto de América Latina.
las autoconstruidas o autoproducidas, es que son de- Es muy certera su observación respecto a la pobreza
terminadas en la mayoría de los casos por la carencia como una de las particularidades más resaltantes de
de recursos monetarios. En casi todas las sociedades, este tipo de viviendas: “Las casas de la gente del cam-
los grupos habitantes de zonas rurales dedicados al po casi siempre son pobres, incluso llegan a extremos
trabajo agrícola o de cría de animales pertenecen a los de miseria casi insólita, con características constructi-
estratos económicos más bajos (se excluyen en esta vas poco elaboradas, decoración escueta y dimensio-
mención por supuesto los dueños o patrones de ran- nes reducidas”.103 Como contrapunto a esto, el autor
chos o haciendas de producción a nivel masivo y alta- agrega:
mente tecnificados, que son los menos). La referencia
es al campesino promedio de casi todos los países, el sin embargo, al observarlas se siente en ellas una
que con escasos recursos produce lo necesario para notable espontaneidad, esa suerte de construcción
su subsistencia quedándole pocos excedentes para co- 102  Idem.
merciar con ellos. 103  Guillermo Boils Morales, “Las viviendas en el ámbito rural”. Re-
vista de Información y Análisis, 23 (2003) www.inegi.gov.mx, consultada el
101  Idem. 23 de mayo de 2006.

64 Construcciones rurales
Teresa de Jesús Estrada Lozano

sincera que revela la identidad de sus usuarios fren- Los convencionalismos sociales, las presiones
te a sus vecinos. En estas, del mismo modo, se per- consumistas de sistemas económicos capitalistas, las
cibe la integración respecto al entorno ambiental: “modas” en tal o cual forma de edificar, etcétera, son
la casa campesina recogió, a la vez que asimiló, el algunos de los factores que las construcciones rurales
paisaje inmediato que le circundaba; recuperó con todavía pueden sacudirse en algunos lugares de nues-
gran armonía la idea y el propósito de adecuación tro planeta. Desafortunadamente eso sucede con me-
climática y visual a un nivel que jamás lograría la re- nos frecuencia cada vez.
sidencia burguesa o pequeño burguesa en el medio
citadino”.104 ¡Y bien que sí! 4.2
Por otra parte, la casa campesina o la arquitec- Algunos ejemplos
tura rural en su conjunto, o al menos en la mayor
parte de sus modalidades, es, en líneas generales, de
de lo rural vernáculo
una sencillez extrema. Aunque de ninguna manera
Los pueblos son un producto de la tierra. Se constru-
la sencillez quiere decir igualdad de soluciones for-
ye siempre la unidad de habitación y sus dependencias
males o carencia de significados. Por el contrario, la
con materiales del país y según modos tradicionales,
infinidad de respuestas arquitectónicas en todo el
y lo hacen generalmente los mismos campesinos […]
mundo es algo comprobado, desde la perspectiva de Capítulo
Pero el pueblo es también un producto de la estructura
lo formal (de forma) y considerando el variado uso
de materiales.
social: […] Mediante una observación atenta se puede 4.0
descubrir en la fisonomía del pueblo, la estructura de la
sociedad rural. El pueblo en que todas las casas tienen
Hablar de un denominador común en cuanto a sen-
un parecido común, donde las condiciones económicas
cillez y conceptos constructivos en las casas cam-
y sociales de todos los habitantes son semejantes […]
pesinas responde a que estas suelen ser menos ela-
se distingue fácilmente del pueblo heterogéneo, donde se
boradas que en las ciudades. Empero, el elemento
yuxtaponen las granjas de los dueños de la tierra y las
primordial que debe considerarse al respecto es que
casas de los jornaleros.
la vivienda rural tiende, ante todo, a satisfacer las
George Pierre, Geografía rural
necesidades de protección frente al medio natural;

ello no ocurre en rigor con la citadina, donde ade-
más de la cuestión de defensa frente al clima existen
diversos condicionantes de carácter ideológico, los
Las casas rurales ibicencas

E
cuales inciden a veces a tal punto que las edificacio- l archipiélago que forman las Islas Baleares
nes urbanas llegan a responder más a dichos crite- pertenecientes a España consiste de las is-
rios de convención que a los de necesidad.105 las Mallorca, Menorca, Ibiza y Formente-
ra, siendo estas dos últimas conocidas en
104  Idem.
conjunto como las Islas Pitiusas. Ubicadas en el Mar
105  Idem. Mediterráneo, conocidas y habitadas desde tiempos

Construcciones rurales 65
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

prehistóricos, las islas Pitiusas presentan un intere-


sante modo vernáculo de hacer sus casas. Por su de-
pendencia primaria en la agricultura y la cría y pesca
de animales, el tipo de asentamientos que se genera
se puede dividir en tres clases: lo urbano, lo rural y las
villas pesqueras.
En particular, la arquitectura rural de Ibiza se pue-
de considerar como la más representativa de toda la No. 62. Acceso a una casa ibicenca.
región. Llamada originalmente Eivissa, presenta una No. 63. Formas geométricas simples de la típica casa.
arquitectura popular de formas tradicionales y gran Como parte de un conocimiento empírico, los ha-
sencillez volumétrica, pero su rasgo principal es el uso bitantes de Ibiza han sabido siempre de cuál lado pro-
del color blanco, tan apropiado para el clima de esa vienen los vientos fríos, hacia dónde colocar la entrada
región del mundo. Así, “en términos generales, la casa principal en función de soleamientos o vientos domi-
ibicenca se caracteriza, fundamentalmente, por unas nantes, en fin, la mejor forma de orientar sus construc-
formas geométricas casi puras, que pueden combi- ciones: “Las casas miran principalmente hacia Xaloc,
narse de formas muy variadas; unas proporciones ra- Migjorn y Llegeig, preservándose así de los vientos
cionales en función de la persona, suprimiendo todo fríos del primer y cuarto cuadrante y beneficiándose
Capítulo lujo innecesario; tonos claros, sobre todo el blanco de de los rayos solares a lo largo de todo el día”.108
4.0 la cal, a veces combinado con otros colores naturales
(ocres, sienas)”.106
De igual forma, aplicando el buen sentido común,
el ibicenco aprovechaba y continúa haciéndolo
Con una larga historia de ocupación territorial, la los elementos naturales que le ofrece la isla aun a costa
isla refleja en su arquitectura rural vernácula el paso de ser los más rudimentarios materiales de construc-
de varias culturas y una adaptación simbiótica a cada ción. “Las mezclas se hacían con tierra roja y agua. Para
una de ellas: recubrir las paredes empleaban una mezcla de tierra
blanca, cal, arena gruesa o gravilla muy fina de torren-
como todas las arquitecturas populares desde la te. Acababan la obra con varias pasadas de cal”.109
prehistoria hasta nuestros días, la construcción ibi- Entre la gente autoconstructora se sabe por tradi-
cenca es fruto de sus propios protagonistas; es de- ción que la envolvente del espacio entre más grosor
cir, no hay un especialista encargado de diseñar la tenga más aislante puede resultar, este conocimiento
casa y solucionar los problemas técnicos que com- transmitido lo aplican una y otra vez al levantar los
porta el alzarla. Los constructores serán sus pro- muros y en ocasiones también en las cubiertas. Las
pios habitantes, y construirán la casa en función de casas payesas110 no son ajenas a tales recursos de adap-
sus necesidades y de acuerdo con sus tradiciones tación al medio físico y climático, por lo cual vemos
culturales.107
108  Idem.
106  Fernández, Jordi H. y Benjamín Costa apud Riera, Joseph,. 2005. 109  Idem.
www.telefonica.es 110  Payesas proviene de payés: campesino de Cataluña o de las Islas
107  Idem. Baleares.

66 Construcciones rurales
Teresa de Jesús Estrada Lozano

que la característica primordial en la casa ibicenca es bes o tapiales. Para desaguar la lluvia tanto aquí como
el gran espesor de las paredes que se asientan encima allá, se colocan unos canalones que sobresalen de la
de enormes cimientos. “Si esas paredes eran amplias, fachada, lo que le confiere un gran parecido volumé-
también eran altas... El paleta iba colocando piedras trico a estas dos viviendas vernáculas tan distantes
una sobre otra y las unía con fango rojo. Algunos utili- físicamente. Y, a propósito del gran parecido, al aden-
zaban piedra marés (una arenisca), especialmente para trarse en el estudio de la morfología de la casa ibicen-
las paredes medianeras”.111 La piedra marés es una cal- ca —que consta de volúmenes geométricos sencillos,
cárea muy resistente pero fácil de trabajar por lo cual se con sus techos planos y las formas cuadrangulares de
utiliza cortada en sillares perfectamente escuadrados. sus muros—, se podría quizás fundamentar el parale-
Luego a los muros se les aplica un aplanado por ambos lismo que existe entre ésta y la arquitectura vernácula
lados o en otros casos simplemente se encala. de la región norte de nuestro país. Los actuales estados
Sobre la forma de cubrir sus espacios es necesario de Chihuahua, Sonora, las Californias, Tamaulipas y
volver a mencionar la adaptación al clima, pues la casa Coahuila, tienen en sus casas tradicionales de adobe
común de Ibiza es de techumbre plana como conse- y techos planos una serie de ejemplos que pudieran
cuencia de las capas de material que se le ponen como estar relacionados en sus orígenes con la arquitectura
aislante. Así, isleña del sur de España. Claro está que la asociación
perfilada es sólo por volumetría y es demasiado aven-
los tejados se construían de la siguiente manera: pri- turado emitir un juicio sin fundamento. Quede pues Capítulo
mero se colocaba una viga de sabina, recta y ancha, en
sentido transversal, y otra de iguales características a
la mención como una inquietud para encaminar hacia
ese tema una futura investigación.
4.0
lo largo de toda la casa. Estas vigas se denominan, Como punto final sobre la arquitectura rural de
respectivamente, asenet y perilonga. Seguidamente Ibiza, a riesgo de sonar reiterativa, quisiera agregar la
se ponían unos cansos. Más tarde aparecen maderos preocupación que he manifestado de manera constan-
para sustituirlos, pues aventajan a la caña en duración, te a lo largo de este trabajo: el comprobar cómo des-
solidez y belleza. Por encima de todo ello se colocaba aparecen aceleradamente lugares que por su armonía
una capa de algas, otra de carbón, y finalmente, una y adaptación al medio físico son ejemplos únicos de lo
de arcilla para impermeabilizar la techumbre.112 vernáculo, y todo como consecuencia de la interacción
compleja de varios factores, entre otros, la invasión de
Esta forma de cubrir las viviendas resulta semejan- visitantes. “Hoy en día, el importante rol jugado por el
te a la arquitectura de techos planos de las áreas sep- turismo en la economía de las islas [especialmente en
tentrionales de México, con la diferencia de que por Ibiza] ha cambiado drásticamente el panorama. Como
estos sitios, el procedimiento constructivo conocido resultado, los asentamientos rurales han perdido su im-
como “terrado” se hace con una sola capa de tierra portancia y las casas de los pescadores están en peligro
arcillosa, la misma que se utiliza para fabricar los ado- de desaparecer”.113 Para con ello darse la transforma-
ción de lo original cediendo su lugar a falsas réplicas
111  Idem. carentes de autenticidad.
112  Institut d’Estudis Eivissencs, en www.telefonica.net, consultada
el 30 de abril de 2006. 113  Xavier Casanovas apud P. Oliver, op. cit., p. 1545.

Construcciones rurales 67
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

No. 65.
Los molinos
de Mykonos,
Grecia, al este
de la bella isla.

pequeñas bibliotecas, oficinas de rescate patrimonial


que los incluye a ellos mismos, hito urbano, punto de
referencia o espacio de concentración turística, por-
que hay que fotografiarse a su lado.
No. 64. Foto nocturna de los molinos de Mykonos, Grecia. Empero, antaño era prioritaria su utilidad: la mo-
lienda del trigo, de la sal, el bombeo de agua o la pro-
ducción de electricidad; aunque “no se usaban sólo
Molinos para moler el trigo, también servían para abatanar la
Capítulo lana, fabricar pólvora y pasta de papel o incluso para
4.0 mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos
que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de
triturar colorantes”.114 Sólo que, al concluir la activi-
dad principal para la que fueron hechos, se marcó su
viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas que declive como la de algunas especies biológicas, que
volteadas del viento hacen andar la piedra del molino… al no poder adaptarse a los cambios sucumben sin
De Cervantes Saavedra, El Quijote de la Mancha remedio ante el avance de la vida misma. Los ejem-

Y
plos que perduran repartidos en algunos parajes del
ciertamente parecen gigantes… ¿será su mundo son especies en extinción que han tenido que
enorme tamaño y robustez lo que al igual adaptarse y ojalá de esa forma puedan seguir sobre-
que al caballero andante más nos impre- viviendo.
siona? ¿O tal vez su emplazamiento, que Ahora bien, su ubicación fue rural en principio.
por requerimiento funcional siempre es en partes al- Aunque la mayoría de ellos terminaron ubicados en
tas? Por dimensiones, por ubicación o quizá por lo áreas urbanas al crecer y desarrollarse pueblos y villas;
que simbolizan, los molinos de viento nos dejan una subsiste cierto porcentaje en el campo y por cierto son
impresión tan especial que de una forma u otra se han los más expuestos al olvido y por ende a su desapari-
convertido en parte de la identidad del lugar donde se ción. Por ejemplo, los de la zona manchega en Espa-
encuentren. ña, formando parte indeleble del cuadro paisajístico
Aun a costa de no cumplir su función original, los de los pueblos y, como tal, patrimonio a conservar.
molinos se vuelven parte activa del sitio que los vio
114  www.turismocastillayleon.com, consultada el 3 de mayo de
nacer. En la actualidad algunos de ellos son museos, 2006.

68 Construcciones rurales
Teresa de Jesús Estrada Lozano

Datos técnicos de los molinos de


viento de la región de la Mancha

S
e puede generalizar como una construcción
cilíndrica rematada por un techo cónico que
lleva empotradas las aspas. El acceso se rea-
liza a través de una sola puerta y consta de
ventanas en la parte superior del cilindro, la que co-
rresponde al tercer piso.
Es que precisamente su interior se divide en tres
pisos: la planta baja llamada cuadra de aproxima-
No. 66. Ejemplos de molinos manchegos. damente 2 metros de altura y 5 de diámetro; el se-
gundo piso, que era llamado camareta —donde se
Países como Holanda —el Reino de los Países cernía la harina—, y el tercero denominado molede-
Bajos— los muestran con orgullo como símbolo na- ro que, como su nombre lo indica, albergaba la com-
cional. En la pequeña ciudad de Mykonos, en la isla pleja maquinaria para moler. Las tres habitaciones
griega homónima, su presencia altiva mirando al mar se comunican por medio de una escalera de caracol Capítulo
es uno de los atractivos turísticos, aunque sean unos
cuantos concentrados en una meseta al este de la isla;
empotrada en el muro que forma el cilindro. Por la
altura promedio de éste —8 metros— la escalera se
4.0
en cambio en la hermosa villa Ia, de la isla Santori- conformaba de 26 escalones de 18 centímetros de
ni, los vemos repartidos en las partes bajas y altas por peralte cada uno. A la cota del edificio se le agregan
igual e imitados para albergar hoteles de lujo. los 3 metros de altura del techo cónico para dar un
Los molinos entonces no son exclusivos única- total de 11 metros a toda la figura. Las dimensiones
mente del paisaje manchego o del holandés. Ruma- de las aspas son aproximadamente 8 m de largo por
nia, Portugal, las Islas Baleares, Bélgica, entre otros, 2 m de ancho. El palo de gobierno puede medir de
son sitios que asocian a su historia estas obras entre 14 a 15 m.
ingenieriles y arquitectónicas que llaman tanto la El espesor del muro va disminuyendo conforme
atención al grado de ser repetidamente mencionados se va alcanzando altura; empieza con 1 m. de ancho
en la literatura. en el arranque para terminar con 70 centímetros en
Los molinos se edificaron para aprovechar la ener- el tercer piso. Finalmente, mencionaré que la puer-
gía eólica y la hidráulica, de lo cual se derivan los dos ta de acceso al molino medía 1.15 metros de ancho
principales tipos: los molinos de viento y los molinos puesto que se hacía necesario un vano de acceso am-
de agua. En los primeros, para mover la maquinaria lo plio que permitiera pasar con los costales de trigo
necesario será pues el sistema de aspas. En el segundo y otras particularidades. Y “no debemos olvidar que
tipo, son sustituidas por la enorme rueda movida por los molinos eran máquinas, que en su interior se mo-
las corrientes de agua. vió en sus tiempos toda una industria primaria y sus

Construcciones rurales 69
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

habitaciones guardaron el saber de todos unos arte- La fundación de los molinos está asociada, como
sanos como eran los molineros y las personas que hemos visto, a la vida rural de tiempos pasados. Con
los construyeron”.115 el advenimiento de las harineras, instalaciones espe-
cialmente dispuestas para esa labor, los antiguos mo-
linos entraron en desuso, pero algunos de ellos man-
Los molinos de agua tuvieron su presencia física cambiando su destino a

I
algo simbólico e intangible: ser parte de la identidad
ntemporal como los de viento, también lo es el del lugar donde se encuentran.
molino de agua. Estas construcciones se espar-
cían por arroyos y ríos dándole vida al asenta-
miento humano que los erigiera. Levantando Las pallozas de Balboa
el agua de la corriente en la que estaban inmersos la
iban depositando en acueductos hacia casas, jardines En el pequeño pueblo de Balboa dentro del Mu-
o sembradíos. O bien, la rueda impulsada por el agua nicipio del mismo nombre se encuentran todavía un
en movimiento era la energía que movía la maquina- tipo de viviendas sumamente rurales que provienen
ria de los molinos de agua harineros situados dentro de tiempos prerromanos. El área pertenece a la Co-
del cauce de un río, llamados aceñas. En Asturias y marca de Ancares, situada entre la frontera de León
Capítulo Galicia, en España, se les llama así a los ubicados en y Galicia.
4.0 una ría para aprovechar como fuerza motriz el flujo
y el reflujo del mar. Pero como expresa Rudofsky, “al-
Dichas viviendas rurales, conocidas como pallo-
zas, son muestra de una arquitectura tradicional y au-
gunas concepciones tecnológicas primitivas podrán tóctona preservada más bien por la lejanía de esta zona
ser tratadas con desdén por los ingenieros modernos, hacia centros de mayor desarrollo y acrecentada eco-
sin embargo, su encanto no puede ser igualado por las nomía. “Los Ancares siempre han sido tierras aisladas
máquinas modernas”.116 y olvidadas, tierras pobres... su pobreza y aislamiento
han permitido que estén rodeadas de un espacio natu-
ral poblado de bosques de roble, abedules, castaños...

No. 67.
Ejemplo de
molinos
de agua en
España.

115  Pedro Camuñas Rosell, www.madridejos.net, consultada el 3 de


mayo de 2006. No. 68. Vista exterior de una típica palloza.
116  Rudofsky, 1965, op. cit.

70 Construcciones rurales
Teresa de Jesús Estrada Lozano

No. 70.
Ilustración
descriptiva del
interior de una
palloza.

la cubierta sobresale alrededor de las paredes de pie-


dra. “El entramado que sujeta la cubierta, es de made-
No. 69. El interior de una palloza, restaurante actual. ra ensamblada y fijada con cuñas... [el] techo de paja...
se ata a las ripias de roble con cuerdas (vincayos) he-
pero su mayor encanto reside en la arquitectura típica chas de paja de centeno retorcida”.118
de la zona: las pallozas y los hórreos”.117 Las pallozas son construcciones con una gran
La pobreza constante pudiera ser uno de los fac- adaptación al clima local, permiten soportar el frío y Capítulo
tores que han permitido a estas habitaciones de cam-
pesinos perdurar hasta nuestros días de manera casi
la lluvia, además de ser una buena protección cuando
hace calor.
4.0
idéntica, salvo las que han sido transformadas de ma- Los espacios interiores de la palloza se separaban
nera radical al sustituir sus techos de paja por lámina por medio de paredes de tablas, permitiendo un am-
acanalada, fenómeno que por separado se repite en plio espacio para los animales, los cuales se guardaban
otras muestras de la arquitectura vernácula del resto en la misma habitación para aprovechar el calor.119
del mundo. “En el mismo espacio se establecía el pajar, la vivien-
Pero volviendo al tema de “las pallozas vivas” da y el establo”.120
—nombre con que se designan a las que sobreviven
en Balboa— son unas habitaciones de planta redon- Graneros

H
deada u ovalada, cuadrangulares en el menor de los
casos, construidas con paredes de piedra asentada órreos gallegos o asturianos, silos zaca-
con barro y sin ventanas ni chimenea. El humo se deja tecanos, cuezcomates prehispánicos,
escapar por el entramado del techo. espigueiros portugueses: nombres y
Es que precisamente la techumbre es trenzada con más nombres pero todos significan lo
paja de centeno, el cual es uno de los más importantes
cultivos del lugar. De forma cónica y material vegetal,
118  www.turismocastillayleon.com, consultada el 5 de mayo de 2006.
117  Frank Manham, “Una parada en el tiempo”, en www.elmundo.es, 119  Idem.
consultado el 5 de mayo de 2006. 120  www.agalicia.com, consultada el 5 de mayo de 2006.

Construcciones rurales 71
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

Como sustituto del idolillo precolombino, en los


hórreos gallegos y en los espigueiros portugueses,
encontramos el símbolo de la cruz. Colocada ésta en
el remate del techo a dos aguas de dichos peculiares
depósitos, le confiere al granero la figura de una cons-
trucción religiosa más que agrícola.
Invocada igualmente la protección del preciado ali-
mento guardado, sólo que en este caso a través de la in-
No. 71. signia cristiana, vemos una vez más cómo se combinan
Cuexcomatl actual. en la arquitectura vernácula lo funcional y lo simbólico:
“La cruz evoca el antiguo concepto de la santidad de
mismo. Designaciones particulares para una misma los alimentos, la multiplicación de los panes y la hostia”
función: guardar el alimento cosechado para cuando nos dice Rudofsky,122 y agrega que tal evocación no es
arribe el invierno o por si la siguiente temporada, por casual, ya que muchos campesinos tienen un respeto
la escasez de lluvia, la cosecha no se logra. casi religioso por el pan y todo lo que conlleva su prepa-
Depósitos casi sagrados, los graneros son —y ración, por lo que la cruz como elemento decorativo en
han sido— elemento imprescindible de la vida en el lo más alto de la fachada, hace que los hórreos de esas
Capítulo campo. Construidos con un diseño que responde a su regiones le recuerden “capillas sobre pilotes”.123
4.0 función, son primordiales para conservar en especial
los cereales pero no excluye la carne seca, las frutas
Y es que lo que induce a tal imagen, conjuntamen-
te, son los pilares de piedra de granito sobre los que
deshidratadas, semillas de todo tipo, etcétera. se asientan. Estos apoyos se coronan a su vez por una
Como decía, cada cultura le otorga un nombre en pieza circular, con la finalidad de evitar el acceso a los
particular. Los cuezcomates (o cuexcomatl) por ejem- roedores. Solución derivada de la función, puesto
plo, son graneros que han perdurado desde la época que elevados del suelo se les aleja de la humedad que
prehispánica hasta nuestros días en las áreas rurales podría llegar por capilaridad y se aumenta el efecto
e indígenas de México. Se construyen casi sin varia- de aireación que captan también los intersticios a lo
ciones desde entonces y se utilizan para conservar el largo de las paredes.
maíz. Como otras edificaciones del México indígena, Respecto a la ventilación del grano almacenado,
los cuezcomates eran erigidos y utilizados en medio ya desde el siglo I a.C., el arquitecto romano Marco
de ritos mágicos. “El encargado de multiplicar el maíz Vitrubio aconsejaba seguir una serie de recomenda-
en la troje, e impedir así el hambre, era un idolillo per- ciones para su ubicación: “Los graneros elevados se
sonal y protector de la unidad doméstica campesina, situarán mirando hacia el norte o bien hacia el cierzo,
que iba heredándose de generación en generación. ya que de este modo se impedirá que se recaliente
Los campesinos metían a este pequeño guardián en-
tre las mazorcas de la troje”.121 luca, UAEM, 2004. www.redalyc.uaemex.mx, consultada el 29 de mayo
de 2006.
121  Romero Contreras, A. Tonatiuh, “Rituales y actividades mate- 122  Rudofsky, 1977, op. cit., p. 191.
riales en la antigua agricultura indígena”, Ciencia ergo sum, Vol. 11-1. To- 123  ídem.

72 Construcciones rurales
Teresa de Jesús Estrada Lozano

el grano de trigo al quedar aireado por el viento, lo


que favorece que se conserve con frescura durante
mucho tiempo. Cualquier otra orientación genera
el gorgojo y otras clases de insectos nocivos para el No. 72.
grano de trigo”.124 La Cueva
Interesantes recomendaciones de un experto, de la Olla.
aunque no necesarias para el hombre común que ha
demostrado la misma sapiencia al diseñar empírica- Es la evidenciada forma la que da nombre precisa-
mente los graneros que vemos en las áreas rurales. mente al sitio conocido como Cueva de la Olla, donde
Ejemplo de ello son las tribus africanas que a lo largo se encontró un granero de estructura redonda junto a
y ancho de todo el continente dan muestra de sus efi- siete habitaciones: “Era un granero de enorme tamaño
cientes bodegas. Comunales de grandes dimensiones (2.5 m. de diámetro x 3.55 m. de alto) con una forma
o bien familiares de menor tamaño, los diferentes tipos que se asemeja a una vasija [invertida]. Hay graneros se-
de graneros abarcan diversidad de formas: circulares, mejantes en otras cuevas de la Sierra Madre Occidental,
alargados, cuadrangulares, torres piramidales y eleva- en el mismo estado de Chihuahua. La Cueva de la Olla
das estalagmitas como las de los Dogon, o en conjun- corresponde a una fase de ocupación de la cultura Pa-
tos verdaderamente fortificados como en Nalut, Libia, quimé, conocida como Perros Bravos que abarca entre
algunos imitando ollas gigantescas como en Sudán, los años 950 y el 1060 d.C”.126 Se cree que fue abando- Capítulo
por cierto de gran similitud con las de la cultura Paqui-
mé, aunque éstas un poco menores en tamaño.
nada por sus habitantes en el 1340 d.C. y que su granero
tenía una capacidad de almacenaje para alimentar a 30
4.0
individuos por lo menos durante 170 días.127
La técnica constructiva utilizada por estas culturas
La Cueva de la Olla para sus habitaciones es a base de barro combinado
con paja, la cual se aplicó del mismo modo para la
“Los silos son ollas desmesuradas”125 enorme olla. La forma circular se logró conseguir con

L
paja seca enrollada y luego cubierta con arcilla, para
os silos tipo olla, además de encontrarse, luego ser finalizada la estructura “con un enlucido
como decía anteriormente, en varias cultu- rojo y negro con diseños que invocaban la protección
ras africanas, nos recuerdan los cuexcoma- de la alimentación y subsistencia”.128
tes de las culturas de Mesoamérica, como En la parte superior se encuentra una abertura
el de Cacaxtla en Tlaxcala y los realizados dentro de circular de 80 cm la cual tal vez se tapaba con palma
cavidades, en conjunto con habitaciones tipo cliff- y carrizo. En sus curveadas paredes hay una serie de
dwellings, de la cultura Mogollón a la que pertenece
Paquimé, en Chihuahua, México.
126  Arturo Guevara Sanchez, Miniguía del INAH, en www.cnca.gov.
mx, consultada el 29 de mayo de 2006.
124  Vitrubio, Los diez libros de arquitectura, en www.arquitecturahoy. 127  Idem.
com, consultada el 29 de mayo de 2006. 128  Olga Cano Díaz, www.arqueomex.com, consultada el 29 de
125  Rudofsky, 1977, op. cit., p. 186. mayo de 2006.

Construcciones rurales 73
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

Los silos de Santa Mónica,


Zacatecas

C
on otra forma geométrica, en este caso
la cónica, se resolvió la misma necesidad
de guardar el maíz en la antigua Hacien-
da de San Juan de Trancoso, lo que ha
derivado en denominar a los silos de ese lugar, como
los “conos”.
Durante mucho tiempo le han dado una interesan-
te fisonomía al paisaje rural de Santa Mónica, locali-
dad situada a 20 km al sur de la ciudad de Zacatecas,
México. Tan llamativo es el perfil de estos graneros
que atrajo la atención del pintor mexicano Francisco
Goitia, quien los plasmó en algunos de sus cuadros
y además, en 1946, vivió en uno de ellos cuando ya
Capítulo estaban olvidados.130
4.0 Construidos en 1835 para guardar trigo y sorgo,
se ocuparon hasta principios del siglo XX, transcu-
rriendo su existencia luego como hotel en los años
cincuenta, para finalizar habitados como viviendas
No. 73. La preponderante “Olla”. por campesinos ejidatarios de Santa Mónica. El más
reciente capítulo de su historia se está escribiendo
perforaciones para introducir o alcanzar el grano y apenas, al quedar resuelto el litigio que su último due-
para generar la ventilación. Junto con el maíz se con- ño ganó en el mes de julio de 2006.
servaban semillas de amaranto, epazote, sotol, guaje y Su destino ahora es incierto, puesto que los actua-
posiblemente algunas más.129 les moradores serán desalojados y el empresario que

No. 74. No. 75.


Los silos con Lo vernáculo como
forma cónica. patrimonio.

129  Idem. 130  México Desconocido, 253, marzo de 1998.

74 Construcciones rurales
Teresa de Jesús Estrada Lozano

hoy ostenta su posesión quizá tenga pretensiones de


crear un desarrollo turístico como antaño. El anterior
hotel adaptado en los silos de Santa Mónica fue un
ejemplo del cambio de destino al que se enfrentan
las obras vernáculas, que por un lado es una opción
viable para su conservación y por otro, es un arma de
doble filo al no hacerse la adecuación de manera sen-
sible y profesional, lo que ocurrió en la segunda eta- No. 76. Espigueiros en Portugal. No. 77. Hórreo asturiano.
pa a dicho hotel, cuando el dueño anterior perdió su
posesión debido a los cambios totales que pretendía “El hórreo asturiano está formado por el grane-
realizar en los silos de Santa Mónica. ro, cuya base está constituida por cuatro grandes
vigas llamadas trabes, ensambladas entre sí”. Por
encima de las trabes se colocan las pontas, tablas
Los hórreos asturianos que forman el suelo. Posteriormente se colocan las

V
colondras, las cuales son tablones anchos que for-
olviendo al Viejo Mundo y a los hórreos, marán las paredes, sujetados en la parte inferior a
cabe en este espacio una pequeña descrip- las trabes y en la parte de arriba conectados con los
ción tanto del sistema constructivo como linos. Éstos, a su vez, son las tablas que soportan la Capítulo
de los elementos más característicos de
estas estructuras que hicieron posible las actividades
techumbre.
“Las tocas son unas vigas transversales que van de
4.0
rurales de Asturias. lino a lino. Los pilares sobre los que se apoya el cuerpo
Sobre los depósitos de gramíneas en ese lugar se del hórreo se llaman pegollos. La pieza de piedra que
sabe que su existencia es muy numerosa, según la se encuentra entre el pegoyo (o pegollo) y el cuerpo
zona donde se localicen: “No hay menos de 20,000 de del granero se llama muela o pegollera, y sirve para evi-
estas construcciones, y debido a las condiciones cli- tar que los roedores suban por él. Cuando el hórreo
máticas sigue siendo de gran utilidad para preservar la es rectangular, sostenido por seis pegollos, se llama
cosecha de la humedad. En ellos se guardan también ‘panera’”.132
frutas y hortalizas, los productos de la matanza y di-
versos aperos agrícolas”.131 Los espigueiros de Portugal

M
La particular distinción de ellos es que pueden
desmontarse para trasladarse de un lugar a otro. No encionaba ya con anterioridad que
son necesariamente una arquitectura móvil, pero en estos graneros resultan emparentados
caso necesario se desensamblan con relativa facilidad, con los de Galicia, como efecto de la
por lo tanto se hacían y siguen haciendo de madera en transculturación dada en la zona fron-
una forma muy artesanal. teriza entre esta provincia española y el norte de Por-
tugal, de donde son originales los espigueiros. Dicha
131  www.netcom.atodavela.com, consultada el 30 de mayo de
2006. 132  Idem.

Construcciones rurales 75
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

frontera tiene orígenes celtas y se les considera a sus sa, pero fundamental para el desarrollo de la sociedad
habitantes cierto parentesco con los gallegos. egipcia de antaño: sus graneros.
La región, al norte de Portugal, es conocida como Sabemos ya que este género de la arquitectura es
Minho, en ella se encuentra gran cantidad de espi- parte de la vida rural en nuestros tiempos y de igual
gueiros perfectamente conservados. La piedra gra- forma se conoce que fue muy importante para ase-
nítica es el material preponderante, la cual se trabaja gurar el abasto de los pueblos antiguos. En Egipto no
con exactitud para realizar todos los elementos típicos sólo se guardaban los excedentes de cosechas para
de los graneros elevados: los pilares, el capitel contra la alimentación de la gente, sino al mismo tiempo se
los animales roedores, las paredes con sus orificios de conservaban para asegurar las ofrendas. Se han encon-
ventilación, las dos vertientes del techo y finalmente trado rastros de graneros particulares en casas y otros
las cruces que los ornamentan y los sacralizan. de tipo comunal en templos y fortalezas presentando
Lo que se conoce como el conjunto de Lindoso es
el más grande; con 53 estructuras que descansan en
los linderos bajos de un castillo, el cual parece prote-
ger al impresionante grupo. Otro sitio, Soajo, aunque
con menos cantidad pero en mejor estado de conser-
vación, debe su fama a 25 espigueiros.133
Capítulo

4.0
No. 79. Silos excavados en actividades arqueológicas.

variantes de acuerdo al periodo en que hayan sido


construidos.
No. 78. La etnia africana de los Dogón, también hace “Los graneros más antiguos que se conocen con-
extraordinarios graneros. sisten en una estructura cónica con una abertura en su
parte superior: estaban hechos de leña seca y, en oca-
Los graneros del antiguo Egipto siones, forrados con adobe y argamasa. En función de

C
su altura, los mayores gozaban de una escalera para
onocemos de la gran cultura egipcia los acceder a la parte más alta. Hay también graneros cua-
monumentales ejemplos de templos y drados de techo plano, con cinco agujeros en la parte
palacios, sus majestuosas esculturas y las más alta a través de los cuales se introducía el grano
impresionantes tumbas, pero poco o nulo para ser posteriormente sellados.”134
conocimiento se tiene sobre la obra menos glamoro-
134  T. Soria Trastoy, en www.egiptomania.com, consultada el 5 de
133  http://archilibre.org, consultada el 5 de junio de 2006. junio de 2006.

76 Construcciones rurales
Teresa de Jesús Estrada Lozano

Es de nuevo en el Medio Oriente donde se encuen-


tran los mejores ejemplos de estas obras vernáculas,
que aunque no están destinadas para alojar humanos,
sí les son de gran utilidad para su economía.
Tal vez sea esa razón económica la que provoca el
trato señorial que se les da a los palomares en Egipto,
en Persia, Afganistán y Turquía, ya que en esos luga-
res la cría de palomas tiene como finalidad principal
la recolección del excremento para utilizarlo como
No. 80. Vista de la bóveda de los graneros. abono. Por tanto, podemos entender la magnificencia
No. 81. Abertura en su parte superior. y la escala tan importante que se les confiere a tales
construcciones.
Como ejemplo de lo anteriormente descrito se Nos dice Rudofsky que el tratamiento estético
encuentran los graneros del Ramesseum (el Templo con el que son ornamentados los palomares egipcios
de Ramsés II en la orilla occidental de Luxor -Sheikh supera el de las casas mismas: “En Egipto el estiércol
Abd el-Qurna-). Dichos silos colocados en filas, fue- de paloma era y es la base de la agricultura del país.
ron realizados de adobe y, como se mencionó, con un A cambio de sus servicios, se proporcionan a las aves
agujero practicado en el segmento más alto de la bó- verdaderas mansiones que, arquitectónicamente ha- Capítulo
veda con que eran techados.135 blando, están bastante por encima de las viviendas
humanas”.136
4.0
Palomares Ahora bien, como obra vernácula, los palomares
son una muestra más del ingenio de sus constructo-
La única casa presentable construida por el hombre res, y al igual que otras edificaciones rurales, se erigen
para un animal, es el palomar. con los materiales encontrados a la mano y de muy
Bernard Rudofsky diversos diseños.
No hay un común denominador para la apariencia
de dichas obras, sólo la presencia del espacio propio
para la anidación de la paloma se podría considerar
como elemento unificador de todos los estilos. En cier-
tos sitios se realizan simplemente huecos o aberturas
en las paredes, en otros son nichos practicados en algu-
na parte del edificio. En cambio, las formas exteriores
varían con mayor amplitud. En Persia, la actual Irán,
se realizaban profusamente. Hay datos que hablan de
3,000 palomares que rodeaban la ciudad de Isfahan,
No. 82. Ejemplo de un palomar. de los cuales quedan algunos ejemplos que se confun-
135  Idem. 136  Rudofsky, 1977, op. cit., p. 82.

Construcciones rurales 77
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

den con alguna antigua fortificación.137 Estas torres Los palomares de esa área se construyen con los
construidas de ladrillo de barro, yeso y lime plaster po- materiales más próximos y su diseño se integra al
dían variar desde 15 a 25 metros de diámetro y con fre- conjunto de la arquitectura también vernácula del
cuencia alcanzaban alturas de 20 metros o más. Fueron entorno. Resaltan de la pluralidad de construcciones
construidas con el propósito de recolectar el estiércol populares por su versatilidad y por su extraordinaria
de la paloma y en la actualidad hay más de 100 de estas variedad, “adoptando formas que van desde las circu-
torres palomares en la provincia de Isfahan.138 lares, con techumbres de teja, a varias aguas, rectan-
Al escribir de manera escueta los criaderos de gulares, cuadradas o troncocónicas. El interior de los
palomas de estas regiones podríamos decir que con- palomares se compone de paredes agujereadas, que
sisten algunos de ellos en unas torres cilíndricas, con hacen las veces de nichos para albergar a los pichones
torrecillas de menor tamaño sobresaliendo en la par- y para que aniden las palomas”.140
te superior. El interior contiene pequeños comparti- Estos inmuebles de la arquitectura doméstica
mientos que semejan las celdas de un panal, en donde de España tenían la particularidad de simbolizar un
pueden anidar las palomas. El guano acumulado es estatus económico alto, ya que sólo las familias más
recogido una vez al año y se utiliza como fertilizante acomodadas podían darse el lujo de considerarlos
en los campos. partes de sus hogares. Hoy, al igual que los molinos y
Asimismo la construcción de palomares es una los graneros se les ha incorporado a nuevas propues-
Capítulo tradición muy extendida en otras partes del mundo, tas de uso. Al presente algunos se siguen utilizando y
4.0 no sólo como apoyo a la agricultura, sino también
para la cría de palomas mensajeras o para aprovechar-
otros se han integrado al mercado turístico en forma
de museos.141
las como alimento. La costumbre provocó en tiempos
no muy lejanos que en varias naciones europeas se
tuviera que regular por medio de reglamentos la po-
sesión de estas obras rurales, siendo Francia y España
dos países donde se alcanzaron las medidas más es-
trictas para la construcción de palomares.
Como una muestra del extendido uso nos encon-
tramos que en León y Castilla aparecen por todo el
territorio especialmente en las regiones dedicadas al
cultivo del cereal. “Estas construcciones vinculadas a
la economía familiar, tenían como finalidad, la cría de
pichones. Un ave que ha formado parte de los hábitos
alimentarios del pasado”.139

137  www.palomardelaberna.com, consultada el 10 de junio de


2006.
138  www.iranpix.com, consultada el 10 de junio de 2006. 140  Idem.
139  www.turismocastillayleon.com, consultada el 10 de junio de 2006. 141  Idem.

78 Construcciones rurales
Teresa de Jesús Estrada Lozano

Corolario: nalización francesa— escribió un libro al que tituló


La arquitectura móvil. Hacia una ciudad concebida por
una nota sobre arquitectura sus habitantes, en donde discurre sobre la edificación
realizada por manos comunes, acostumbradas a esa
con arquitectos tarea. Desde aquel entonces, la propuesta para sus
colegas era que el beneficiario participara en la arqui-

E
l interés que provoca la arquitectura ver- tectura con mayor ingerencia, que influyera sobre la
nácula en el medio profesional no es nue- composición —de los espacios habitables—, el sen-
vo ni actual. Arquitectos connotados y tido común de los que van a vivir en ellos, en fin, pro-
de fama internacional han abrevado, una pugnaba por una participación más libre del usuario y
y otra vez, en las fuentes de una producción arqui- sobre todo más individualizada. Al respecto, comen-
tectónica sencilla y simple en algunos casos, pero tan Wender y García Navarro:
auténtica y significativa por lo que representa, para
abstraer su esencia y de alguna manera (aunque su- Dice Friedman que el arquitecto [al hacer] arqui-
til) evocarla, revalidarla. tectura para el usuario medio, la está haciendo para
“En otro tiempo nos dice Rubio Masa, los un ser que no existe. El usuario medio no existe. Es
estudios sobre arquitectura sólo se ocupaban de los una pura abstracción. Es un promedio. Y a veces ni
edificios construidos por y para las clases privilegia- siquiera es un promedio, sino una figura imaginada.
das: lo edificado por el hombre común para su vivien- Por eso quiere poner el eje en la arquitectura como
da era ignorado, como lo era ese mismo hombre en autoplanificación, como autoconstrucción, autode-
aquella historiografía”. Sin embargo, esta postura ha terminación.143
empezado a transformarse con la difusión de teorías
sociológicas y una nueva perspectiva en la antropo- Para Yona Friedman, asimismo, es importante
logía aplicada, las cuales incluyen al hombre común desmitificar el quehacer de la disciplina con el fin de
como personaje central de toda la historia. Después dejarla al alcance de la gente común: “Excepto en los
continúa: “Esta transformación del pensamiento lle- libros científicos, o en los capítulos científicos de sus
va al estudio del hombre en relación con su dimen- demás libros, Friedman escribe para un lector no ex-
sión más elemental: el hábitat, entendido éste como perto... Es el pie de los manuales de arquitecto, me-
un ‘espacio existencial’ concretizado en un ‘espacio diante los cuales ha querido bajar la arquitectura del
arquitectónico’ del que la casa es su manifestación pedestal de la forma, de la constricción del objeto,
más evidente”.142 para ponerla al alcance del habitante: la arquitectura
Y vuelvo a enfatizar: esa revalidación no es re- como uso”.144 Además, defiende con ahínco las apor-
ciente. Por ejemplo, ya desde 1958, Yona Friedman taciones no profesionales, las de los no-arquitectos,
—destacado arquitecto de origen húngaro y nacio- propone que éstos participen contribuyendo de con-

142  Juan Carlos Rubio Masa, “Arquitectura Popular de Extrema- 143  Wender, Rodrigo y Santiago Garcia Navarro. www.rojas.uba.ar,
dura”, Cuadernos Populares no. 8 Dirección General de Acción Cultural, consultada el 15 de junio de 2006.
Junta de Extremadura, Extremadura. 1ª. Ed. Nov. 1985. 144  Ídem.

Construcciones rurales / Corolario 79


ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

tinuo “a la textura visual urbana, [y sugiere] la idea de del pasado—... El supuesto, detrás de cualquier
una arquitectura autóctona como modelo de edifica- enfoque histórico, es que se puede aprender del
ción urbana”.145 pasado; que el estudio del pasado tiene un valor fi-
Es con La arquitectura móvil en 1958, justo en me- losófico y nos hace conocer además la complejidad
dio del movimiento moderno, cuando este arquitecto de las cosas. También puede aclarar los elementos
plantea considerar la arquitectura ya no como produc- constantes y los que cambian.146
ción del espacio sino pasar hacia la arquitectura como
uso de espacio, de la arquitectura del planificador ur- Y explica que para estudiar las viviendas vernácu-
bano a la arquitectura diseñada por el habitante de la las tanto de sociedades primitivas, antiguas y actua-
vida diaria. Y para dar ese paso será necesario primero les, como de sociedades preindustriales, la ausencia
rescatar, a partir del conocimiento, las tradicionales de cambios es una de las principales características de
formas de habitar de ese usuario cotidiano. estas edificaciones debido a su naturaleza tradicional,
Por último, con arquitectura móvil, Friedman se “de aquí que no podamos adoptar una ruptura repen-
refiere a la capacidad de apropiamiento, por parte del tina con todo lo que ya ha sucedido ni asumir que no-
usuario, del espacio que habita. Para él, movilidad es sotros y nuestros problemas son tan diferentes que el
entonces, sobre todo, autodeterminación. No se refie- pasado no tiene nada que enseñarnos”.147
re la movilidad a una transportabilidad sino a la posi- Conjuntamente, resalta con su discurso la impor-
bilidad de determinar los usos de los espacios concre- tancia de considerar la singularidad como elemento
tos. No obstante, es importante agregar que Friedman notorio de las obras vernáculas convocándonos a la
sí ensayó modelos de arquitectura transportable para reflexión de nuestro propio quehacer en la disciplina:
comunidades africanas con interesantes propuestas. “Viendo otras maneras de hacer las cosas, seremos
Al igual que Friedman décadas atrás, otro pro- conscientes de que hay otras [además de las propias]...
fesional de la arquitectura, Amos Rapoport, desde y de que nuestros valores ni son los únicos ni son los
1969 con su libro Vivienda y cultura —de título origi- normales [en sentido de norma]. El ver otros méto-
nal House, Form and Culture— analiza con amplitud dos nos ayuda a descubrir lo peculiar del nuestro”.148
la gama de variantes y constantes que influyen sobre la Uno más de los grandes de la arquitectura, Mies
forma especialmente de la vivienda, para lo cual estu- van der Rohe, habla de la casa popular en un texto
dia una gran cantidad de producciones arquitectóni- poco conocido pero de gran valor significativo:
cas de culturas diversas de todo el mundo.
En el primer capítulo, cuando se refiere a los “mo- En su forma más simple la arquitectura está enrai-
tivos del estudio”, plantea que al estudiar la arquitec- zada en consideraciones enteramente funcionales,
tura vernácula que a su vez pueden elevarse hasta las altas esferas
de la existencia espiritual, hasta alcanzar la región
estamos ocupándonos de un aspecto de la historia
del entorno edificado —si tomamos la historia de 146  Amos Rapoport, Vivienda y cultura. Gustavo Gili, Barcelona,
manera que signifique un interés por la evidencia 1972, p. 23.
147  Idem.
145  www.unav.es/arquitectura, consultado el 8 de julio de 2006. 148  Ibid., p. 25.

80 Construcciones rurales / Corolario


Teresa de Jesús Estrada Lozano

o el dominio del más puro arte… Por lo tanto, interesante y efectiva las raíces que nos representan y
conduzcamos a nuestros alumnos por la ruta de la la oferta tecnológica de nuestro mundo contemporá-
disciplina de los materiales, a través de la función, neo. Eladio Dieste, Ramón Gutiérrez, Marcelo Mar-
hacia el trabajo creativo. Conduzcámoslos al mun- tín, Carlos Mijares, Alberto Petrina, Eduardo Sacris-
do sano de los métodos constructivos de la arqui- te, Carlos González Lobo, Alfonso Ramírez Ponce,
tectura anónima, en la que había una razón en cada entre otros que no menciono porque la lista es larga,
golpe del hacha y expresión en cada bocado del son modelo a seguir en sus planteamientos teóricos y
cincel. ¿Dónde puede encontrarse mayor claridad obras constructivas.
estructural que en un edificio antiguo de madera? Ahora bien, no podemos aguardar hasta que los
¿En qué otra parte podemos encontrar tal unidad arquitectos prestigiados vuelvan sus miradas hacia
de material, construcción y forma? una arquitectura por demás válida, para que por me-
En estos edificios está almacenada la sabiduría de dio de su visión entonces se le conceda la importancia
toda una generación. ¡Qué sentimientos por el que merece y elevarla de nivel. El rol de correspon-
material y qué poder de expresión hay en ellos! sabilidad en todo caso es para los que de una mane-
Lo mismo que con los edificios de piedra: ¡qué ra u otra nos relacionamos con la disciplina; nuestra
sentir natural expresan! ¡Qué comprensión clara contribución, aunque sea modesta, es crucial para la
del material! ¡Con qué seguridad están ensambla- construcción de una comunidad que nos pertenece a
dos! ¡Qué sentido tienen de dónde debe y dónde todos. Por lo tanto, aceptemos el reto.
no debe ser empleada la piedra! ¿Dónde podemos
encontrar una estructura más rica? ¿Qué mejores
ejemplos puede haber para los jóvenes arquitectos?
¿Dónde pueden aprender mejor el oficio, que de es-
tos maestros anónimos?149

Si no es reciente la inquietud de los grandes ar-


quitectos mostrada hacia las obras edificadas de los
maestros anónimos, ¿qué nos falta ahora, en los al-
bores del siglo XXI, para retomar este interés? Los
conocidos profesionistas mencionados son apenas
un esbozo del gran conjunto que se ha inclinado
por lo vernáculo encaminando su quehacer hacia la
integración de tradicionales métodos constructivos,
dándole una nueva dimensión al uso de materiales
locales. América Latina en particular es escenario de
obras originales donde se han combinado de manera

149  Apud Eduardo Sacriste, Casas y templos. Universidad de Buenos


Aires, Buenos Aires, 1990, p. 125.

Construcciones rurales / Corolario 81


ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

¿
Conclusión convertirse en atenuantes para la castigada vida de al-
gunas culturas o grupos sociales.
Para eso, habrá que replantear las formas de abor-
Cómo se puede concluir un tema ya de suyo
dar, de usar o hasta simplemente de cómo dirigimos
difícil de tratar? ¿Un asunto tan amplio como
nuestra mirada hacia la arquitectura representativa de
la cotidianeidad del ser humano? ¿Tan extenso
modos de vida comunes, con vistas a incluirla como
como las obras que día a día erigen los seres hu-
patrimonio junto a las grandes obras arquitectónicas
manos de todas las culturas?
académicas, como el fiel de la balanza que le dará es-
Como principio podemos intentar hacerlo enfa-
cala y contexto a esa arquitectura formal. La “otra” ar-
tizando la dificultad de acotar el tema por medio de
quitectura se hace necesaria cada vez más para darle al
un concepto, dificultad aún mayor a través de una de-
hombre la sensación y el logro de recuperar un lugar
finición. Queden pues abiertos uno y otra —el con-
propio que ha perdido ante la globalización acelerada
cepto y la definición— para abundar sobre ellos en
de nuestros días.
medida que se estudie a profundidad la arquitectura
La finalidad prioritaria de esta recopilación do-
vernácula. Cuando esta forma de edificar se estudie
cumental fue presentar un panorama. La contempla-
a fondo se podrán incluir otros parámetros para me-
ción del panorama precede al análisis razonado que se
dirla, entre ellos, el de la habitabilidad, lo que daría
quiera hacer de algo para luego proceder al detalle. La
otra dimensión al significado de lo vernáculo. Insisto:
analogía vale para dejar abierto que, luego de dominar
es necesario teorizar para construir una plataforma fi-
una parte del paisaje vernacular construido, tratemos
dedigna sobre la cual se apoyen estudios de campo sobre
de acercarnos a él por medio de estudios específicos;
las obras nativas.
quizá regionales, tal vez locales, para descubrir lo que
Plataforma que tome en cuenta la asociación que
la construcción vernácula nos ofrece.
existe entre la edificación popular y la identidad de un
Esta investigación cumplirá su propósito si ha
pueblo, la memoria colectiva, los valores tradicionales
contribuido a crear la conciencia necesaria para que,
que hacen posible un lugar, etcétera, pero de manera
en especial los que se preparan a fungir como arqui-
auténtica, porque de lo contrario se corre el riesgo de
tectos —y los que ya lo son— inicien con interés un
convertirla en folclore, en el sentido peyorativo del
acercamiento hacia ella, pues si rescatamos lo que la
término.
arquitectura vernácula nos puede dar, estaremos en
El peligro de idealizarla debe estar continuamente
condición de humanizar una arquitectura profesio-
sopesado, puesto que la arquitectura vernácula tam-
nal que está en riesgo de no satisfacer las necesidades
poco es la panacea que curará todos los males, más
existenciales —conjuntamente con las primarias—,
bien su papel podrá ser la de un paliativo para la eco-
por estar desacertadamente tecnificada.
nomía general de una sociedad cualquiera. Desglo-
sada en aspectos varios, tal economía podría fortale-
cerse a través de recursos turísticos, abaratamiento de
la vivienda, mayor aporte a la calidad de los espacios
o eficiencia en los requerimientos de sus usuarios,
escenarios que de ser resueltos con eficacia podrían

82 Conclusión
Teresa de Jesús Estrada Lozano

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esquemático. Ilustración: María Romero. http:// com:80/images/NGSPOD02/102909.jpg
www.anadol.com/goreme1.jpg • No. 20. Habitaciones flotantes adyacentes a la zona
• No. 6. Exterior de casa subterránea en China. Re- urbana. http://www.cis.umassd.edu/~gleung/jo-
toque digital basado en: www.spokane.wsu.edu/ urneyfo/wfold06/7212chinaW09s.jpg
academic/design/images/yaodont2_lg.jpg • No. 21. Casas flotantes de Ámsterdam. Re-
• No. 7 y 8. El frente e interior de una casa sub- toque digital basado en: http://static.flickr.
terránea en China. Ilustración: María Romero. com/41/114746987_054 ede9ef5_m.jpg
http://www.atlasmagazine.com/photo/laude6/ • No. 22. Casas flotantes del Lago Dal de Srinagar.
shanxi2.html Ilustración: Juan Felipe Márquez Lemus. www.
• No. 9 y 10. I Sassi di Matera en el sur de Italia. ruta-imperios.com/espana/Cronicas/cro51.htm
Ilustración: María Romero. http://www.schaet- • No. 23. Izq. ‘Shikaras’ multicolores. Ilustración:
ze-der-welt.de/denkmaeler/297/aufmacher.jpg Juan Felipe Márquez Lemus. www.ruta-imperios.
• No. 11. Vista exterior de casa subterránea de Se- com/espana/Cronicas/cro51.htm

Créditos de imágenes 85
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

• No. 24. Der. Al fondo casas flotantes. Ilustración: gital basado en: www.flyyy.com/Espanol/
Juan Felipe Márquez Lemus. Idem. • No. 42 Palacio: ex residencia del sultán. Retoque
• No. 25 y No. 26. ‘Green Paradise’, vista exterior digital basado en: http://www.jorgetutor.com/
y detalle. Retoque digital basado en: www.ruta- yemen/
imperios.com/espana/Cronicas/cro51.htm • No. 43 Una ‘kasba’ típica construida de adobe.
• No. 27. Chinampa azteca. Retoque digital basa- Ilustración: Luis Robles de León. http://www.
do en: http://www.latinamericanstudies.org/ fotoaleph.com/Colecciones/MasAllaDelAtlas/
aztecs/chinampa.gif • No. 44 Torre de una ‘kasba’. Ilustración: Luis Ro-
• No. 28. Representación hipotética de México bles de León. http://www.fotoaleph.com/Co-
Tenochtitlán. Retoque digital basado en: http:// lecciones/MasAllaDelAtlas/
maryourmother.net/Mexica.jpeg • No. 45 Fachada de un ‘ksar’ típico. Retoque di-
• No. 29. Calle abovedada del bazar en Isfahan. Re- gital basado en: http://www.fotoaleph.com/Co-
toque digital basado en: www.geocities.com/Pen- lecciones/MasAllaDelAtlas/
tagon/Base/1406/Pictures/more/bazaar2.jpg • No. 46 Muralla que fortifica un ‘ksar’. Retoque
• No. 30. Izq. La bella Ia en Santorini. Fotografía: digital basado en: http://www.fotoaleph.com/
Teresa Estrada Lozano Colecciones/MasAllaDelAtlas/
• No. 31. Der. Los techos curvilíneos de los Trulli. • No. 47 Arquitectura fortificada del Yemen. Re-
Fotografía: Teresa Estrada Lozano toque digital: Raúl Alvarado basado en: www.
• No. 32. Izq. Prototipo del falso arco maya. Foto- yemen.jp/tourism.html
grafía: Teresa Estrada Lozano • No. 48 Impresionante ejemplo de casa-fortale-
• No. 33. Der. El palacio del gobernador en Uxmal. za. Retoque digital: Raúl Alvarado basado en:
Fotografía: Teresa Estrada Lozano http://www.outtraveler.com/images/mags/10/
• No. 34 El material con el que se construye un tru- souvenir.jpg
llo. Fotografía: Alejandra Carrillo Estrada • No. 49 Población donde se ve el carácter defen-
• No. 35 Enigmáticas y redondas estructuras de Al- sivo de esta arquitectura. Retoque digital: Raúl
berobello. Fotografía: Alejandra Carrillo Estrada Alvarado basado en: http://www.woophy.com/
• No. 36 Signos y símbolos en los techos trulli. Fo- images/org/15258.jpg
tografía: Alejandra Carrillo Estrada • No. 50 Casa típica de los nómadas. Retoque di-
• No. 37 Obra sencilla de gente común, pero au- gital basado en: www.travelhistory.org/siberia/
téntica. Fotografía: Alejandra Carrillo Estrada travelers/bholmes/chapter13/129yurtas.jpg
• No. 38 y No. 39. Fabricación de ladrillos de • No. 51 Armando una Yurta. Retoque digital ba-
adobe secados al sol. Retoque digital basado en: sado en: http://www.arch.mcgill.ca/prof/schoe-
www.adobealliance.org. nauer/arch528/lect02/n02.htm
• No. 40 Vista panorámica de la ciudad de adobe. • No. 52. Colorido interior de una Yur-
Retoque digital basado en: http://www.fotoale- ta. Retoque digital basado en: http://news
ph.com/Colecciones/MasAllaDelAtlas/ b b c .c o.u k / m w d i a / i m a g e s / 3 9 2 7 2 0 0 0 /
• No. 41 El “Manhattan” del desierto. Retoque di- jpg/_39272737_030713siberia 300o

86 Créditos de imágenes
Teresa de Jesús Estrada Lozano

• No. 53 Orificio para iluminación y ventilación • No. 66. Ejemplos de molinos manchegos. Ilustra-
del interior. Dibujo digital: Alejandra Carrillo ción: Alfredo Martínez Pineda. Basado en: www.
• No. 54 Las ‘Yurtas’ son de madera, revestidas de flyyy.com/Espanol/send.p/?card_id=17010
cuero. Retoque digital: Alejandra Carrillo. Basa- • No. 67. Ejemplo de molinos de agua en España.
do en: www.svetlanasbrides.com/kyrgyzstan/ Ilustración: Alfredo Martínez Pineda. Basado en:
yurta/yurta.htm http://www.casonasasturianas.com/img/pp-
• No. 55 Los hombres azules del desierto. Retoque MarcoF2.jpg
digital: Alejandra Carrillo. Basado en: www.la- • No. 68. Exterior de una típica palloza. Retoque di-
sonrisalibre.com/…/etnias/tuareg.htm gital basado en: www.turismocstillayleon.com
No. 56 Carpa o tienda tuareg. Retoque digital: • No. 69. El interior de una palloza, restaurante ac-
Alejandra Carrillo. Basado en: http://www.ho- tual. Retoque digital: Raúl Alvarado basado en:
botraveler.com/184nigerafrica2005/00475.jpg www.turismocstillayleon.com
• No. 57. Armar la yurta es tarea femenina entre • No. 70. Ilustración descriptiva del interior de una
los tuareg. Retoque digital basado en: http:// palloza. Retoque digital: Raúl Alvarado basado
www.arch.mcgill.ca/prof/schoenauer/arch528/ en www.turismocstillayleon.com
lect02/n02.htm • No. 71. Cuexcomatl actual. Ilustración: Gilberto
• No. 58 y No. 59. Tienda revestida por esteras teji- Meraz Hernández. Basado en: www.arte-cultura-
das con tallos de mijo. Retoque digital basado en: morelos.com/quienes/foto-cuexcomate.jpg
http://www.hobotraveler.com/184nigerafrica • No. 72. La Cueva de la Olla. Retoque digital ba-
• No. 60. Interior de una tienda de los tuareg. Reto- sado en: http://www.cnca.gob.mx/cnca/inah/
que digital basado en: http://atschool.eduweb. zonarq/images/cuolla1.gif
co.uk/spritesjun.suffolk/27%20Inside%20Tua- • No. 73. La preponderante “Olla”. Retoque digi-
reg%20Tent.jpg tal basado en: www.haciendasandiego.net
• No. 61. Los nómadas en Colombia. Retoque di- • No. 74. Los silos con forma cónica. Retoque
gital: Alejandra Carrillo digital: Raúl Alvarado basado en: http://www.
• No. 62. Acceso a una casa ibicenca. Retoque mexicodesconocido.com.mx /Fotos por: Nico-
digital: Raúl Alvarado basado en: www.architec- lás Triedo
tureweek.com/2005/1214/images/12900_ima- • No. 75. Lo vernáculo como patrimonio. Retoque
ge_8.150.jpg digital: Raúl Alvarado basado en: http://www.
• No. 63. Formas geométricas simples de la típica mexicodesconocido.com.mx /Fotos por: Nicolás
casa. Retoque digital: Raúl Alvarado basado en: Triedo
Idem. • No. 76 Espigueiros en Portugal. Ilustración: Gil-
• No. 64. Foto nocturna de los molinos de Myko- berto Meraz Hernández. http://archilibre.org/
nos, Grecia. Fotografía: Alejandra Carrillo E. ENG/tradition
• No. 65. Los molinos de Mykonos, Grecia, al este • No. 77. Hórreo asturiano. Ilustración: Gilberto
de la bella isla. Retoque digital basado en: www. Meraz Hernández. http://archilibre.org/ENG/
flyyy.com/Espanol/send.p/?card_id=17010 tradition

Créditos de imágenes 87
ARquiTEcTuRA VeRnÁculA

• No. 78. La etnia africana de los Dogón, también


hace extraordinarios graneros. Ilustración: Gil-
berto Meraz Hernández. www.fullpassport.com/
Trip2001/images11
• No. 79. Silos excavados en actividades arqueo-
lógicas. Retoque digital basado en: http://www.
theconnection.org/photogallery/egypt/default.
asp?counter=27
• No. 80. Vista de la bóveda de los graneros. Reto-
que digital basado en: http://egiptomania.com/
vidacotidiana/cereal.htm
• No. 81. Abertura en su parte superior. Retoque
digital basado en: http://egiptomania.com/vi-
dacotidiana/cereal.htm
• No. 82. Ejemplo de un palomar. Retoque digital
basado en: www.turismocastillayleon.com

88 Créditos de imágenes
AnE x OS
Habitaciones troglodíticas en Valle de Goreme.

91
Habitaciones troglodíticas y su corte esquemático.
Ilustración: María Romero

92
El frente e interior de una casa
subterránea en China.
Ilustración: María Romero

93
I Sassi di Matera en el sur de Italia.
Ilustración: María Romero

94
Vista interior y exterior de casa subterránea de Senosiain.
Ilustración: María Romero

95
Las impresionantes tierras
pantanosas y las construcciones
sobre ellas.
Ilustración:
Juan Felipe Márquez Lemus

96
Las ‘columnas’ arqueadas de un ‘mudhif ’.
Ilustración: Juan Felipe Márquez Lemus

97
Aquí se aprecia el carrizo localmente llamado ‘Totora’.
Ilustración: Juan Felipe Márquez Lemus

98
Casas flotantes del Lago Dal de Srinagar.
Ilustración: Juan Felipe Márquez Lemus

99
‘Shikaras’
multicolores.
Ilustración:
Juan Felipe
Márquez
Lemus

100
Al fondo casas flotantes.
Ilustración: Juan Felipe Márquez Lemus

101
Una ‘kasba’ típica construida de adobe.
Ilustración: Luis Robles de León

102
Torre de una ‘kasba’.
Ilustración: Luis Robles de León

103
Arquitectura fortificada del Yemen.
Retoque digital: Raúl Alvarado

104
Impresionante
ejemplo de casa-
fortaleza.
Retoque digital:
Raúl Alvarado

105
Casa típica de los nómadas.

106
Ejemplos de molinos manchegos.
Ilustración: Alfredo Martínez Pineda

107
Ejemplo de molinos de agua en España.
Ilustración: Alfredo Martínez Pineda

108
Cuexcomatl
actual.
Ilustración:
Gilberto Meraz
Hernández

109
Espigueiros en Portugal.
Ilustración: Gilberto Meraz Hernández

110
Hórreo asturiano.
Ilustración: Gilberto Meraz Hernández

111
La etnia africana de los Dogón, también hace extraordinarios graneros.
Ilustración: Gilberto Meraz Hernández

112
Habitación rarámuri hecha con el material local en las Barrancas del Cobre, Chihuahua, México.
Fotografía: Teresa Estrada Lozano

113
Muestra de un entorno
armónico es la arquitectura
en la Isla de Mykonos, Grecia.
Fotografía:
Julián Antonio Carrillo

114
La bóveda apuntada
es un ejemplo más
del dominio constructivo
de los edificadores mayas.
Uxmal, México.
Fotografía:
Teresa Estrada Lozano

115
Es de admirar la forma en que ciertos constructores vernáculos se adaptan al sitio.
Ex hacienda de San Diego, Chihuahua, México.
Fotografía: Teresa Estrada Lozano

116
El adobe es uno de los
materiales de construcción
de mayor uso en el mundo.
Casa vernácula en Parral,
Chihuahua, México.
Fotografía:
Teresa Estrada Lozano

117
Otra muestra del uso de la tierra como material en una casa antigua que está próxima a ser derrumbada. Santa Teresa,
Nuevo México, E.U.A.
Fotografía: Teresa Estrada Lozano

118
Auténticas edificaciones populares
que perduran con orgullo.
Chinchero en el Cuzco, Perú.
Fotografía: Teresa Estrada Lozano

119
En ocasiones el impacto positivo de lo vernáculo, se refleja en la obra del profesional de la arquitectura.
Casa-hotel de adobe en Chinchero, Perú.
Fotografía: Teresa Estrada Lozano

120
Es admirable la lograda comunión entre lo auto-construido y el entorno natural. Ollantaytambo, Perú.
Fotografía: Teresa Estrada Lozano

121
Arquitectura anónima
que combina sus raíces incas
con la obra de época española.
Ollantaytambo, Perú.
Fotografía:
Teresa Estrada Lozano

122
…y en el norte de México,
la muestra de habitaciones de
tierra que tenían hasta cinco
pisos… Ruinas de Paquimé,
Chihuahua, México.
Fotografía:
Teresa Estrada Lozano

123

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