Está en la página 1de 117

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/339252851

El Condensado de Bose-Einstein

Thesis · February 2020

CITATIONS READS

0 46

1 author:

Willy Antony Izquierdo Inga


Universidad Nacional de Ingeniería (Peru)
3 PUBLICATIONS   0 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Hawkin Radiation in Analog Gravity View project

All content following this page was uploaded by Willy Antony Izquierdo Inga on 14 February 2020.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA
FACULTAD DE CIENCIAS
ESCUELA PROFESIONAL DE FÍSICA

EL CONDENSADO DE BOSE-EINSTEIN

TÓPICOS DE INVESTIGACIÓN 1

Estudiante:
Willy Antony Izquierdo Inga

Asesor:
Prof. Dr. Daniel Eduardo Soto Barrientos

Enero del 2019


Agradecimientos

Agradezco al profesor Soto por dedicar parte de su tiempo en la revisión de este trabajo
III

Resumen

La condensación de Bose-Einstein (BEC) es una transición de fase en un gas de átomos


no interactuantes. Esta transición de fase es asociada con la condensación de átomos en el
estado de mas baja energı́a.
Los tres efectos cuánticos que causan la condensación de Bose-Einstein son la indistin-
guibilidad de las partı́culas, la naturaleza discreta de la energı́a de cada partı́cula, y que
varias partı́culas pueden estar en el mismo estado. Los dos primeros son una consecuencia de
la naturaleza ondulatoria de los átomos; Estos efectos conspiran para hacer que los bosones
sean altamente sociales a bajas temperaturas y tiendan a congregarse en el estado de energı́a
más baja.
Nuestro principal objetivo es la descripción de bosones alrededor de la temperatura crı́ti-
ca. Para concretar, consideremos un sistema ideal de partı́culas. Una de las condiciones
necesarias para tener un BEC consta de temperaturas extremadamente bajas por que a al-
tas temperaturas, es decir a temperatura ambiente, este sistema se comporta clásicamente.

Cuando la temperatura es alta, la longitud de onda térmica (o de Broglie) λ = h/ 2πmkT
es pequeño comparado al espaciamiento entre partı́culas del sistema, y podemos describir el
movimiento de las partı́culas por sus trayectorias clásicas. La longitud de onda térmica λ
mide la incertidumbre de la posición debido a la distribución del momento térmico de un gas
atómico a temperatura T . Aumenta con la disminución de la temperatura T . La estadı́sti-
ca cuántica comienza a mostrar efectos cuando λ se hace comparable con el espaciamiento
entre partı́culas (ver Fig 1.1). Las funciones de onda de las partı́culas se superpondrán y la
mecánica clásica basada en la descripción de las partı́culas por sus trayectorias fallará. De-
pendiendo de qué estadı́sticas cuánticas obedezcan las partı́culas, es decir, si son fermiones
o bosones, el gas mostrará caracterı́sticas distintas. En el caso que más nos interesa, si las
partı́culas son bosones, una nube de partı́culas ocupará el mismo estado cuántico, es decir,
aparecerá un condensado. Observe que el condensado aparece a una temperatura precisa,
razón por la cual BEC se denomina transición de fase.
IV

Índice general

Resumen III

1. Introducción 1

2. Sistemas con un número arbitrario de partı́culas 5


2.1. El Espacio de Fock . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
2.2. Operadores de Creación y Aniquilación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
2.3. Relaciones de Conmutación y Anticonmutación . . . . . . . . . . . . . . . . 10
2.4. Formación de Estados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
2.5. Observables de un cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

3. Ensamble Estadı́stico 17
3.1. Microestados y Macroestados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
3.2. Operador densidad de Von Neumann . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
3.3. La ecuación de Von Neumann . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
3.4. Estados Puros y Mixtos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

4. Ensamble Gran Canónico 28


4.1. Operador Densidad y Función de Gran Partición . . . . . . . . . . . . . . . . 28
4.2. Entropı́a y Gran Potencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
4.3. Cantidades Termodinámicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
4.4. Gas Ideal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

5. Gas Ideal de Bose 37


5.1. Distribución de Bose-Einstein . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
5.2. Ecuación de Estado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
5.3. Condición de Condensación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
5.4. Comportamiento Termodinámico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46

6. Gas de Átomos Ultrafrı́os 49


6.1. Temperatura Crı́tica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
6.2. Detección del Condensado de Bose-Einstein . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
6.3. Propiedades Termodinámicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54

7. Conclusiones y Perspectivas 59

A. Postulados de la Mecánica Cuántica 62


ÍNDICE GENERAL V

B. Sistema de Partı́culas Indistinguibles 81


B.1. Estados de Muchas Partı́culas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
B.2. Partı́culas Idénticas e Indistinguibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
B.3. Observables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
B.4. Estados simetrizados y antisimetrizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
B.5. Representación Número de Ocupación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90

C. Ensamble Microcanónico 94
C.1. Operador Densidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
C.2. Entropı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96

D. Ensamble Canónico 100


D.1. Operador Densidad y Función de Partición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
D.2. La Entropı́a del Ensamble Canónico y sus Valores Extremos . . . . . . . . . 103
D.3. Sistemas en Contacto Térmico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
D.4. Cantidades Termodinámicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107

Bibliografı́a 110
1

Capı́tulo 1

Introducción

La noción de las estadı́sticas de Bose se remonta a un perı́odo de 1924 en el que Sat-


yendranath Bose utilizó un argumento estadı́stico para derivar el espectro de fotones del
cuerpo negro (Bose, 1924). Incapaz de publicar su trabajo, lo envió a Albert Einstein, quien
lo tradujo al alemán y lo publicó. Einstein luego extendió la idea de las estadı́sticas de conteo
de Bose al caso de los átomos que no interactúan (Einstein, 1924,1925). El resultado fueron
las estadı́sticas de Bose-Einstein. Einstein notó de inmediato una caracterı́stica peculiar de
la distribución de los átomos en los niveles de energı́a cuantificados predichos por estas es-
tadı́sticas[3]. Cuando un gas de átomos bosónicos se enfrı́a por debajo de una temperatura
crı́tica Tc , una gran fracción de los átomos se condensa en el estado cuántico más bajo. Los
átomos en la temperatura T y con masa m pueden considerarse como paquetes de ondas
cuánticas que tienen una extensión espacial del orden de una longitud de onda térmica de
λdB = (2π~2 /mkB T )1/2 . El valor de λdB es la incertidumbre de la posición asociada con
la distribución del momento térmico y aumenta al disminuir la temperatura. Cuando los
átomos se enfrı́an hasta el punto en que λdB es comparable a la separación interatómica,
los paquetes de ondas atómicas ”se superponen el gas comienza a convertirse en una ”sopa
2

cuántica” de partı́culas indistinguibles. Los átomos bosónicos se someten a una transición de


fase cuántica y forman un condensado de Bose-Einstein (Fig. 1.1), una nube de átomos que
ocupan el mismo estado cuántico a una temperatura precisa (que, para un gas ideal, está
relacionada a la densidad atómica máxima n por nλ3dB = 2,612). Si los átomos son fermiones,
el enfriamiento gradualmente acerca el gas a un ”mar de Fermi” en el que exactamente un
átomo ocupa cada estado de baja energı́a[5].
La manera mas simple de obtener un gas de bosones es dado por los átomos, ya que
estos son bosónicos si tienen un espı́n entero o, de forma equivalente, si el número total
de electrones, protones y neutrones que contienen es igual. Sin embargo, en el contexto de
BEC, consideramos estas partı́culas compuestas como partı́culas puntuales que obedecen a
las estadı́sticas de Bose-Einstein. ¿Bajo qué condiciones se descompondrá esta suposición
y la naturaleza compuesta de las partı́culas afectará las propiedades del sistema?. Pues la
naturaleza compuesta se manifiesta en excitaciones internas. Si la energı́a necesaria para
una excitación interna es mucho más grande que kBT, entonces el grado de libertad interna
se congela y es intrascendente para describir la termodinámica a esa temperatura. Para las
moléculas de masa m y tamaño a, los niveles de rotación más bajos están espaciados por
~2 /ma2 . El primer estado excitado electrónicamente es en ~2 /me a2 donde me es la masa
de los electrones. En cualquier caso, la condición de dilución na3  1 garantiza que kB Tc
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN 2

Figura 1.1: Criterio para la condensación de Bose-Einstein. A altas temperaturas, un gas de inter-
acción débil puede tratarse como un sistema de ”bolas de billar”. En una descripción
cuántica simplificada, las partı́culas se pueden considerar como paquetes de ondas
con una extensión ∆x, dada aproximadamente por la relación de incertidumbre de
Heisenberg ∆x ≈ h/∆p, donde ∆p denota el ancho de la distribución del momento
térmico. ∆x es aproximadamente igual a la longitud de onda térmica de Broglie λ, la
longitud de onda de la materia para un átomo que se mueve con la velocidad térmica.
Cuando el gas se enfrı́a, la longitud de onda de De Broglie aumenta. A la temperatura
de transición BEC, λ se hace comparable a la distancia entre las partı́culas, y los
condensados de Bose se forman, lo que se caracteriza por una población macroscópica
del estado fundamental del sistema. A medida que la temperatura se acerca al cero
absoluto, la nube térmica desaparece dejando un condensado de Bose puro.

es mucho más pequeña que la energı́a de excitación interna. Por lo tanto, la naturaleza
compuesta de las partı́culas no puede afectar las propiedades de un condensado de Bose
diluido[6].
En un gas ideal, todos los átomos condensados de Bose ocupan la misma función de onda
en estado fundamental de una sola partı́cula. La función de onda del estado fundamental de
muchos cuerpos es entonces el producto de N funciones de onda de estado fundamental de
una sola partı́cula idénticas. Esta función de onda de partı́cula única se denomina función
de onda de condensado o función de onda macroscópica. Esta imagen conserva la validez
incluso cuando incluimos interacciones débiles. La función de onda de muchos cuerpos en
estado fundamental es, hasta una muy buena aproximación, un producto de N funciones
de onda de una sola partı́cula que ahora se obtienen de la solución de una ecuación de
Schrödinger no lineal[6].
El objetivo del presente trabajo es la descripción de bosones alrededor de la temperatura
crı́tica. Para concretarlo, necesitamos conocer cual es el espacio de estado de este sistema
de bosones, ası́ como el ensamble estadı́stico que lo describe y finalmente analizar la función
de distribución de Bose-Einstein y las cantidades termodinámicas derivadas de ella en con-
diciones lı́mites, principalmente a muy bajas temperaturas, manteniendo siempre el lı́mite
termodinámico.

Capı́tulo 1: Proporciona un desarrollo formal en la construcción del espacio de estados de muchas


partı́culas, a partir del espacio de estados de una sola partı́cula, que luego al ser gene-
ralizada se construye el espacio de Fock, espacio al que pertenecen los estados de los
sistemas bosónicos.
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN 3

Capı́tulo 2: Se dedica a la descripción detallada del ensamble estadı́stico de un sistema compues-


to por una gran cantidad de partı́culas, el cual cobra importancia debido a que los
fenómenos macroscópicos son una manifestación del mundo microscópico subyacente
de los movimientos atómicos.

Capı́tulo 3: Se centra en desarrollar el ensamble gran canónico. Este ensamble es una generalización
del ensamble canónico que toma en cuenta un número de partı́culas variable. Esta
es una representación realista cuando el número total de partı́culas en un sistema
macroscópico no se puede fijar.

Capı́tulo 4: Ofrece una descripción general acerca de las condiciones que debe requerir un gas de
Bose para ser un condensado. Además muestra como es que se comportan algunas de
las cantidades termodinámicas del gas bajo estas condiciones.

Capı́tulo 5: Está dedicado al estudio del gas ideal de Bose confinado en una trampa armónica, donde
se pueden hacer predicciones importantes, especialmente en relación con la temperatura
crı́tica para la condensación de Bose-Einstein.

Capı́tulo 6: concluye la tesis y analiza las perspectivas para un trabajo adicional.


5

Capı́tulo 2

Sistemas con un número arbitrario de


partı́culas

En este capı́tulo trataremos con sistemas en los cuales el número de partı́culas de un tipo
dado no se conoce exactamente o puede variar durante las reacciones que tienen lugar en el
sistema, por ejemplo, a través de corrientes de partı́culas inducidas o efectos térmicos, tam-
bién, en fı́sica de altas energı́as, cualquier número de partı́culas puede crearse o aniquilarse
durante un proceso de colisión.
Por lo tanto, es útil introducir un formalismo que nos permita describir los estados
de un número indeterminado de partı́culas e interacciones que no conservan el número de
partı́culas. Tal formalismo se conoce como la segunda cuantización. La segunda cuantización
no introduce, de ninguna manera, una nueva teorı́a ni nuevos principios fı́sicos que sean
diferentes de los de la mecánica cuántica habitual. Solo hay una cuantificación: la que se lleva
a cabo cuando uno considera las partı́culas como objetos cuánticos. El marco conceptual de
la segunda cuantización es, pues, el de la mecánica cuántica habitual[9].

2.1. El Espacio de Fock


En esta sección construiremos el espacio Fock, a partir del espacio de estados mas simple,
el de una sola partı́cula.
Dado el espacio de estados de una sola partı́cula H y el espacio Hν⊗n de n partı́culas
idénticas, debidamente simetrizada (ν = 1 para bosones y ν = −1 para fermiones). Para
construir el espacio de estados de número de partı́culas variable, considere la colección de to-
dos Hν⊗n , n = 1, 2, ... y en adición, introduciendo el espacio unidimensional de cero partı́culas
H0 definido por
H0 = {λ |Φ(0)i ; λ ∈ C} (2.1)
que comprende un solo vector |Φ(0)i asumido normalizado a 1. El estado |Φ(0)i es llamado
el estado vacı́o, y es denotado simplemente como |Φ(0)i = |0i.
Un estado en quien el número de partı́culas no es fijo es dado por una sucesión

|Ψi = {|Ψ(0)i , |Ψ(1)i , |Ψ(2)i , ..., |Ψ(n)i , ...} = {|Ψ(n)i}n , (2.2)

donde, para cada n, |Ψ(n)i es un elemento de Hν⊗n . La adición de dos de estos estados
|Φi = {Φ(n)}n y |Ψi = {|Ψ(n)i}n y su multiplicación por un escalar λ son definidos por
2.1. El Espacio de Fock 6

|Φi + |Ψi = {|Φ(n)i + |Ψ(n)i}n y λ |Φi = {λ |Φ(n)i}n .


El producto escalar es dado por

X
hΦ|Ψi = hΦ(n)|Ψ(n)i , (2.3)
n=0

donde hΦ(n)|Ψ(n)i es el producto escalar en Hν⊗n .


La colección de todos los vectores de la forma (2.2) que son de norma finita

X
hΦ|Φi = hΦ(n)|Φ(n)i < ∞ (2.4)
n=0

forma el espacio de Hilbert Fν (H) llamado espacio de Fock. Habiendo definido un vector |Ψi
por el conjunto de sus componentes en los espacios H⊗n , se puede ver a Hν⊗n como aquellos
subespacios en Fν (H) que comprenden los vectores {0, ..., 0, |Ψ(n)i , 0, ...} para los cuales
solo la componente n es distinto del vector nulo de su respectivo espacio. Estos vectores,
considerados como elementos del espacio de Fock, se denotarán simplemente como |Ψ(n)i,
aplicando la relación (2.3), su producto escalar en el espacio de Fock se anula para diferentes
números de partı́culas
hΦ(n)|Ψ(m)i = 0 para n 6= m. (2.5)
Como resultado, todos los pares de estos subespacios son ortogonales en Fν (H). Por ende
Fν (H) es la suma directa de Hν⊗n

M
Fν (H) = Hν⊗n , (2.6)
n=0

además |Φi se considera la suma |Φi = ∞


P
n=0 |Φ(n)i de sus componentes ortogonales |Φ(n)i.
La notación Fν (H) enfatiza que cuando uno elige un particular H, determinado por la fı́si-
ca del fenómeno, el espacio de Fock asociado viene dado automáticamente por la procedente
construcción.

Observables en el Espacio de Fock


Si para cada n = 1, 2, ... existe un observables dado Â(n) de n partı́culas, el correspon-
diente observable  actuando en el espacio de Fock es definido en una manera natural en
cada componente de |Φi

X
 |Φi = Â(n) |Φ(n)i (2.7)
n=0

donde los observables Â(n) representan la misma cantidad fı́sica en cada espacio Hν⊗n .
Se considera que el estado de vacı́o es un autovector de todos los observables extensivos
con autovalor cero 1 . Esto es, Â(0) = 0. En particular, la energı́a del vacı́o es cero,

Ĥ |0i = 0. (2.8)
1
Esta consideración es debida a la dificultad en la formulación matemática de la representación número
si no se cumpliese la condición mencionada, en especial cuando se elige una energı́a para el vacı́o distinta de
cero, dado que n en el vacı́o solo puede ser cero y no otro valor.
2.2. Operadores de Creación y Aniquilación 7

La misma es cierto para el momento, el momento angular, y el espı́n total del vacı́o.
Como el número de partı́culas es indeterminado, existe un nuevo observable en Fν (H),
el operador número, definido por

X
N̂ |Φi = n |Φ(n)i . (2.9)
n=0

el cual es Hermı́tico, debido a que tiene autovalores reales


Claramente |Φ(n)i es un autovector de N̂ con autovalor n, y los espacios Hν⊗n son los
subespacios propios de N̂ . El valor medio de partı́culas en el estado |Φi propiamente norma-
lizado a 1, tomando en cuenta (2.3) y (2.9), es dado por

X
hΦ|N̂ |Φi = n hΦ(n)|Φ(n)i (2.10)
n=0

donde hΦ(n)|Φ(n)i es el cuadrado de la norma de |Φ(n)i, la cual puede ser interpretada como
la probabilidad de encontrar n partı́culas en el estado |Φ(n)i.
El valor medio de  es dado por

X
hΦ|Â|Φi = hΦ(n)|Â(n)|Φ(n)i
n=0
∞ (2.11)
X hΦ(n)|Â(n)|Φ(n)i
= hΦ(n)|Φ(n)i ,
n=0
hΦ(n)|Φ(n)i

donde vemos que hΦ|Â|Φi puede ser interpretado como la suma de los valores medios de
Â(n) para cada sistema de n partı́culas, multiplicado por la probabilidad hΦ(n)|Φ(n)i para
tener n partı́culas en el estado |φ(n)i.

Bases del espacio de Fock


La colección de estados |ϕ1 , ..., ϕn iν definidos en (B.43), junto con el estado vacı́o |0i,
generan Fν (H) cuando el |ϕi i corre en H y n = 0, 1, 2, .... Como un resultado para entender
la acción de un operador sobre Fν (H), es suficiente entender su acción sobre |ϕ1 , ..., ϕn iν
para todo n.
En particular, uno puede construir una base de Fν (H) empezando de una base dada
{|ψr i} del espacio de una partı́cula H. Para hacer esto, unoPconsidera el conjunto de vectores
(B.53) o (B.54), pero elimina la restricción de n fija en Pr nr = nPal permitir que n sea
un número entero no negativo, e impone ortogonalidad si r nr 6= r n0r , siguiendo con la
condición (2.5). De esta manera se forma la base,
X
|n1 , n2 , ..., nr , ...iν , nr < ∞, (2.12)
r

con nr = 0, 1, 2, ... para bosones y nr = 0, 1 para fermiones, es la representación del espacio


de Fock en los números de ocupación de estados de una partı́cula |ψr i.
2.2. Operadores de Creación y Aniquilación 8

2.2. Operadores de Creación y Aniquilación


Está claro que los observables (2.7) dejan los subespacios Hν⊗n invariantes y conmutan
con el operador de número de partı́cula. Estos observables no pueden generar transiciones
entre estados de diferente número de partı́culas. Para describir tales transiciones, es necesario
introducir un nuevo tipo de operador, el de los operadores de creación y aniquilación, que
desempeñan un papel fundamental en el formalismo de la segunda cuantización. Permiten
expresar interacciones convenientemente que no conservan el número de partı́culas.

2.2.1. Operador de Creación


A cada estado de una partı́cula |ϕi en H, uno asocia el operador de creación de una
partı́cula en el estado |ϕi definido en Fν (H) por 2

â∗ (ϕ) |ϕ1 , ..., ϕn iν = n + 1 |ϕ, ϕ1 , ..., ϕn iν , (2.14)

donde |ϕ1 , ..., ϕn iν y |ϕ, ϕ1 , ..., ϕn iν son estados (B.43) en Hν⊗n y Hν⊗n+1 respectivamente.
Como los estados (B.43) generan todo Fν (H), (2.14) define â∗ por linealidad en todos los
Fν (H). La interpretación de â∗ (ϕ) es clara: una partı́cula en el estado individual |ϕi se
agrega al sistema de n partı́culas sin modificar sus respectivos estados. También se debe
tener en cuenta que después de la acción de â∗ (ϕ), el estado de n + 1 partı́culas se simetriza
nuevamente.

Observación: Para el caso de los fermiones si en (2.14) se aplica de nuevo â∗ (ϕ), según
(2.13) al tener dos estados iguales, a la hora de antisimetrizar nos resultarı́a un ket nulo

â∗ (ϕ)â∗ (ϕ) |ϕ1 , ..., ϕn iν = 0, (2.15)

además siguiendo con el mismo argumento, aplicando dos veces el operador de aniquilación
se anuları́a el ket, ası́ tenemos dos relaciones

(â∗ (ϕ))2 = 0 y (â(ϕ))2 = 0, (2.16)

de esta manera concluimos que los operadores de creación y aniquilación respetan la ley de
exclusión de Pauli.

2.2.2. Operador de Aniquilación


El operador de aniquilación â(ϕ) de una partı́cula en el estado |ϕi es definido como el
conjugado Hermı́tico del operador de creación

â(ϕ) = (â∗ (ϕ))† , (2.17)


2
Una definición formal sobre el operador de creación es el siguiente: si |ϕi ∈ H, definimos el operador de
creación â∗ (ϕ) por

â∗ (ϕ) : Fν (H) −→ Fν (H),


√ (2.13)
â∗ (ϕ) |ψi := n + 1Sν |ϕi ⊗ |ψi , |ψi ∈ Hν⊗n

â(ϕ) denota el adjunto de â∗ (ϕ), y es llamado el operador de aniquilación.


2.3. Relaciones de Conmutación y Anticonmutación 9

La notación â∗ (ϕ) se asigna convencionalmente al operador de creación en lugar del


operador de aniquilación. De las definiciones (2.14), (2.17) y de la linealidad del producto
tensorial, se deduce que â∗ (ϕ) depende linealmente de |ϕi y que â(ϕ) depende de |ϕi de una
manera anti-lineal,

â∗ (λ1 |ϕ1 i + λ2 |ϕ2 i) = λ1 â∗ (ϕ1 ) + λ2 â∗ (ϕ2 )


(2.18)
â(λ1 |ϕ1 i + λ2 |ϕ2 i) = λ∗1 â(ϕ1 ) + λ∗2 â(ϕ2 ).

La acción de â(ϕ) en un estado de n partı́culas |ϕ1 , ..., ϕn iν es obtenido calculando el


producto escalar

ν hψ1 , ..., ψm |â(ϕ)|ϕ1 , ..., ϕn iν = m + 1ν hϕ, ψ1 , ..., ψm |ϕ1 , ..., ϕn iν . (2.19)

Debido a la ortogonalidad de los estados de diferentes números de partı́culas, este pro-


ducto escalar es cero para m 6= n − 1. En particular, es cero para todo m si n = 0. El
resultado es que el vacı́o es un vector propio de â(ϕ) con autovalor cero, es decir

â(ϕ) |0i = 0 (2.20)

para todo |ϕi ∈ H. Si m = n − 1(n 6= 0), luego uno permuta ϕ con ψ1 , ..., ψn−1 y ϕ se
establece igual a ψn . De (2.19) y (B.49) se encuentra

ν hψ1 , ..., ψn−1 |â(ϕ)|ϕ1 , ..., ϕn iν = n(ν)n−1 ν hψ1 , ..., ψn |ϕ1 , ..., ϕn iν
1 (ν)n−1 X π
= √ (ν) hψ1 |ϕπ(1) i ... hψn |ϕπ(n) i
n (n − 1)! P
n
n
1 X (2.21)
=√ (ν)i−1 hψn |ϕi i
n i=1
1 X
× (ν)π hψ1 |ϕπ(1) i ... hψn−1 |ϕπ(n−1) i .
(n − 1)! P
n−1

Para obtener (2.21), uno nota que sumar sobre permutaciones π ∈ Pn es equivalente
a sumar sobre (n − 1)! permutaciones que dan π(n) = i y luego sobre i = 1, ..., n. Por lo
tanto, en la última igualdad de (2.21), {π(1), ..., π(n − 1)} representa una permutación de
{1, ..., i − 1, i + 1, ..., n}. Tomando en cuenta (B.49), se obtiene
n
1 X i−1
ν hψ 1 , ..., ψ n−1 |â(ϕ)|ϕ1 , ..., ϕ i
n ν = √ (ν)
n i=1 (2.22)
× ν hψ1 , ..., ψn−1 |ϕ1 , ..., ϕi−1 , ϕi+1 , ..., ϕn iν hϕ|ϕi i .

Como esta última relación es válida para cualquier estado |ψ1 , ..., ψn i, debe ser cierto que
n
1 X i−1
â(ϕ) |ϕ1 , ..., ϕn iν = √ (ν) |ϕ1 , ..., ϕi−1 , ϕi+1 , ..., ϕn iν hϕ|ϕi i . (2.23)
n i=1

El operador de aniquilación â(ϕ) disminuye el número de partı́culas por una unidad,


mientras conserva la simetrı́a del estado.
2.3. Relaciones de Conmutación y Anticonmutación 10

2.3. Relaciones de Conmutación y Anticonmutación


En esta sección determinaremos las relaciones algebraicas fundamentales entre los ope-
radores de creación y aniquilación, tomando en cuenta (B.43), obtenemos
p
â∗ (ϕ)â∗ (ψ) |ϕ1 , ..., ϕn iν = (n + 2)(n + 1) |ϕ, ψ, ϕ1 , ..., ϕn iν (2.24)

además de la ecuación (B.46) tenemos


p
â∗ (ϕ)â∗ (ψ) |ϕ1 , ..., ϕn iν = ν (n + 2)(n + 1) |ψ, ϕ, ϕ1 , ..., ϕn iν
(2.25)
= νâ∗ (ψ)â∗ (ϕ) |ϕ1 , ..., ϕn iν ,

de donde concluimos que el operador de creación para bosones conmuta para todo |φi y |ψi
en H
â∗ (ϕ)â∗ (ψ) − â∗ (ψ)â∗ (φ) = 0 (bosones) (2.26)
y anti-conmutan para fermiones

â∗ (φ)â∗ (ψ) + â∗ (ψ)â∗ (φ) = 0 (fermiones). (2.27)

En cuanto a los operadores de aniquilación, también se puede establecer que conmutan


por los bosones y anti-conmutan por los fermiones,

â(φ)â(ψ) − â(ψ)â(φ) = 0 (bosones) (2.28)

y
â(φ)â(ψ) + â(ψ)â(φ) = 0 (fermiones). (2.29)
De (2.19) y (2.14)
n
1 X i−1
â∗ â |ϕ1 , ..., ϕn iν = √ (ν) |ϕ, ϕ1 , ..., ϕi−1 , ϕi+1 , ..., ϕn iν hψ|ϕi i , (2.30)
n i=1

utilizando (B.46) i − 1 veces


n
X

â â |ϕ1 , ..., ϕn iν = |ϕ1 , ..., ϕi−1 , ϕ, ϕi+1 , ..., ϕn iν hψ|ϕi i , (2.31)
i=1

además √
â(ψ)â∗ (ϕ) |ϕ1 , ..., ϕn iν = n + 1a(ψ) |ϕ, ϕ1 , ..., ϕn iν , (2.32)
como â disminuye a la partı́cula en el estado |ϕi i y de la ecuación (B.46) tenemos la igualdad
n
X
â(ψ)â∗ (ϕ) |ϕ1 , ..., ϕn iν = |ϕ1 , ..., ϕn iν hψ|ϕi + ν |ϕ1 , ..., ϕi−1 , ϕ, ϕi+1 , ..., ϕn iν hψ|ϕi i .
i=1
(2.33)
Comparando las dos últimas expresiones, las cuales se cumplen para todos los estados
|ϕ1 , ..., ϕn i, se encuentra que para bosones

â(ψ)â∗ (ϕ) − â∗ â(ψ) = hψ|ϕi i Iˆ (bosones) (2.34)


2.3. Relaciones de Conmutación y Anticonmutación 11

y para fermiones
â(ψ)â∗ (ϕ) + â∗ â(ψ) = hψ|ϕi i Iˆ (fermiones). (2.35)
donde Iˆ es el operador identidad en Fν (H).
El conmutador o anti-conmutador de un operador de creación y un operador de aniquila-
ción es un múltiplo del operador de identidad en Fν (H), siendo el factor el producto escalar
hψ|ϕi i en el espacio de estados de una partı́cula . Estas relaciones definen completamente el
álgebra de los operadores de creación y aniquilación. Permiten expresar de forma única los
estados y los observables en Fν (H) con la ayuda de estos operadores. Para lo siguiente, la
mayorı́a de los cálculos se pueden reducir a aplicaciones repetidas de las reglas (2.26), (2.28)
y (2.29) para los bosones y (2.27), (2.29) y (2.35) para los fermiones.

2.3.1. Operadores de creación y aniquilación asociados a los esta-


dos de las bases de una partı́cula
En el caso cuando se escoge una base fija {|ψr i} del espacio de una partı́cula simple-
mente escribimos â∗r = â∗ (ψr ) y âr = â(ψr ). Las procedentes relaciones de conmutación o
anticonmutación son dadas por:
â∗r â∗s ± â∗s â∗r = 0, (2.36)
âr âs ± âs âr = 0 (2.37)
y
âr â∗s ± â∗s âr = δr,s (2.38)
con signo − para bosones o un signo + para fermiones.
En las bases de las ondas planas |~kσi, por ejemplo, se escribe
∗ ~
â∗kσ
~ = â (|kσi) (2.39)

para el operador de creación de una partı́cula con momento ~~k y espı́n ~σ, dando
â~kσ â∗k~0 σ0 ± â∗k~0 σ0 â~kσ = δ~kk~0 δσσ0 . (2.40)
En la base de la representación de configuraciones |~rσi, se escribe
â~∗r,σ = â∗ (|~rσi) (2.41)
para el operador de creación de una partı́cula de espı́n ~σ en el punto ~r, con la regla de
conmutación o anticonmutación
â~rσ â~∗r0 σ0 ± â~∗r0 σ0 â~rσ = δσσ0 δ(~r − r~0 ). (2.42)
Expresar un estado de una partı́cula en cualquiera de las bases conduce a las relaciones
lineales para el operador de creación

d3 k h~kσ|ϕi â~∗kσ ,
X
â∗ (ϕ) = (2.43)
Z~rσ X
â∗ (ϕ) = d3 r h~rσ|ϕi â~∗rσ (2.44)
Λ σ
2.4. Formación de Estados 12

y las correspondientes relaciones conjugadas Hermı́ticas para â(ϕ).


Todavı́a es necesario remarcar√que la simplicidad de las relaciones algebraicas proviene
de la elección acertada del factor n + 1 en la definición (2.14) del operador de creación. La
elección es convencional, pero completamente adecuada. De hecho, es posible verificar que
es la única opción para asegura que los conmutadores (2.34) o anticonmutadores (2.35) sean
múltiplos del operador de identidad.

2.4. Formación de Estados


Todos los estados de n partı́culas independientes se pueden obtener mediante la aplicación
sucesiva de los operadores de creación en el vacı́o. De la definición (2.14), uno puede ver
inmediatamente que
1
|ϕ1 , ..., ϕn iν = √ â∗ (ϕ1 )...â∗ (ϕn ) |0i . (2.45)
n!
De la definición (2.14) este estado es claramente simétrico o antisimétrico dependiendo
de si â∗ está conmutando o anticonmutando. Por lo tanto, todos los estados en el espacio de
Fock se pueden obtener mediante combinaciones lineales de los estados (2.45) y sus lı́mites.
Si |n1 , ..., nr , ...iν son los estados número de ocupación relativo a las bases de una sola
partı́cula {|ψr i} y â∗r = â∗ (|ψr i), uno observa de (B.53), (B.54) y (2.45) que
(â∗1 )n1 (â∗r )nr

nr = 0, 1, 2, ... (bosones)
|n1 , ..., nr , ...iν = √ ... √ ... |0i , (2.46)
n1 ! nr ! nr = 0, 1 (fermiones)
Uno puede deducir las acciones de â∗r y âr . Para los bosones, como â∗r y â∗s conmutan
tenemos
 ∗ n1
(â∗r )nr

∗ ∗ (â1 )
âr |n1 , ..., nr , ...i+ = âr √ ... √ ... |0i
n1 ! nr !

 ∗ n1
(â∗r )nr +1

(â1 ) (2.47)
= nr + 1 √ ... √ ... |0i
n1 ! nr + 1!

= nr + 1 |n1 , ..., nr + 1, ...i+
luego √
â∗r |n1 , ..., nr , ...i+ = nr + 1 |n1 , ..., nr + 1, ...i+ . (2.48)
Para el operador de aniquilación, aplicando repetidamente la identidad [Â, B̂ Ĉ] = [Â, B̂]Ĉ+
B̂[Â, Ĉ] con la relación (2.38), donde (r = s), tenemos
âr (â∗r )nr = nr (â∗r )nr −1 + (â∗r )nr âr . (2.49)
Se sigue que, como [âr , â∗s ] = 0 para r 6= s,
 ∗ n1
(â∗r )nr

(â1 )
âr |n1 , ..., nr , ...i+ = âr √ ... √ ... |0i
n1 ! nr !
(â∗ )n1 (â∗ )nr
= √1 ...âr √r ... |0i (2.50)
n1 ! nr !
∗ n1 ∗ nr −1
(â ) (âr ) (â∗ )n1 (â∗ )nr
= nr √1 ... √ âr ... |0i + √1 ... √r ...âr |0i ,
n1 ! nr ! n1 ! nr !
2.5. Observables de un cuerpo 13

a partir de (2.20) tenemos que



âr |n1 , ..., nr , ...i+ = nr |n1 , ..., nr − 1, ...i+ . (2.51)

Por otro lado para los fermiones, de (2.16), (2.36) y (2.38) para r 6= s. Para el operador
de creación tenemos
â∗r |n1 , ..., nr , ...i− = â∗r [(â∗1 )n1 ...(â∗r )nr ... |0i]
= (−1)n1 ...(−1)nr−1 ...[(â∗1 )n1 ...(â∗r )nr +1 ... |0i] (2.52)
= (1 − nr )(−1)γr |n1 , ..., nr + 1, ...i−

donde γr = r−1
P
s=1 ns ,además dado que 0 ≤ nr + 1 ≤ 1 hemos multiplicado por el término
1 − nr para cuando nr = 0 el ket exista y cuando nr = 1 el ket se anule. Ahora para el
operador de aniquilación tenemos

âr |n1 , ..., nr , ...i− = (−1)n1 ...(−1)nr ...[(â∗1 )n1 ...âr (â∗r )nr ... |0i] (2.53)

como nr = 0, 1, entonces si nr = 0 el ket se anula ya que âr |0i = 0, pero si nr = 1, utilizando


âr â∗r = 1 − â∗r âr se tendrá

âr |n1 , ..., nr , ...i− = nr (−1)γr |n1 , ..., nr − 1, ...i− (2.54)

donde γr = r−1
P
s=1 ns y además se ha agregado el factor nr para que cuando nr = 0 el ket se
anule y cuando nr = 1 el ket exista.
Finalmente, para ambos bosones y fermiones, uno observa que los estados número de
ocupación son autoestados para todos los operadores

â∗r âr |n1 , ..., nr , ...iν = nr |n1 , ..., nr , ...iν , (2.55)

con autovalores nr .

2.5. Observables de un cuerpo


Los observables en el espacio de Fock pueden ser expresados en términos de los opera-
dores de creación y aniquilación. Considerar
Pn un observable de una única partı́cula  y un
operador de un solo cuerpo Â(n) = j=1 Âj asociado al sistema de n partı́culas, definido por
(B.11). Como Â(n) conmuta con el operador de permutación, la acción del correspondiente
observable  en estados (B.43) del espacio de Fock es
n
X
 |ϕ1 , ..., ϕn iν = |ϕ1 , ..., ϕj−1 , Âϕj , ϕj+1 , ..., ϕn iν . (2.56)
j=1

Es posible mostrar que  puede ser escrito en términos de los operadores de creación y
aniquilación como X
 = â∗ (Âψr )â(ψr ), (2.57)
r
2.5. Observables de un cuerpo 14

donde {|ψr i} es alguna base del espacio de una sola partı́cula. De (2.31) y del hecho que el
conjunto de bases {|ψr i} es tanto completo como lineal, se obtiene
X
 |ϕ1 , ..., ϕn iν = â∗ (Âψr )â(ψr ) |ϕ1 , ..., ϕn iν
r
n
XX
= |ϕ1 , ..., ϕj−1 , Âψr , ϕj+1 , ..., ϕn iν hψr |ϕj i (2.58)
r j=1
n
X
= |ϕ1 , ..., ϕj−1 , Âϕj , ϕj+1 , ..., ϕn iν ,
j=1

quien es precisamente (2.56). Este calculo muestra que  es independiente de la base del
espacio de una partı́cula usado en la definición (2.57).
Introduciendo la matriz de elementos de  en las bases {|ψr i}, que es hr|Â|si = hψr |Â|ψs i,
y aprovechando la linealidad de â∗ (ϕ), (2.57) se puede escribir como
!
X X X
 = â∗ |si hs|Â|ri âr = hr|Â|si â∗r âs , (2.59)
r s rs

con â∗r = â∗ (ψr ). Si |ψr i son escogidos como autovectores de Â, (2.59) se simplifica a
X
 = αr â∗r âr , (2.60)
r

donde αr son los autovalores de Â. Se sigue de (2.55) que los vectores
P número de ocupación
relativo a las bases {|ψr i} son autovectores de  con autovalores r αr nr .

Operador número de partı́cula


El correspondiente observable de la segunda quantización es el operador número de
partı́cula dado por X
N̂ = â∗ (ψr )â(ψr ) (2.61)
r

ya que de (2.56), N̂ tiene exactamente el autovalor n para todos los estados de n partı́culas.
Como la elección de las bases en (2.61) es arbitrario, uno puede escribir N̂ en términos
de las bases |~rσi de la representación de configuraciones
Z X Z
3 ∗
N̂ = dx â (~r, σ)â(~r, σ) = d3 xn(~r), (2.62)
Λ σ Λ

donde
X
n(~r) = n(~r, σ),
σ (2.63)
n(~r, σ) = â∗ (~r, σ)â(~r, σ).

Ası́, el operador n(~r) representa la densidad de la partı́cula en el punto ~r y n(~r, σ) es


la densidad de partı́culas con espı́n σ. De acuerdo a (2.59), n(~r, σ) se puede considerar el
2.5. Observables de un cuerpo 15

operador de un solo cuerpo que corresponde al operador de una sola partı́cula (singular)
 = δ~r,σ (~
r1 , σ1 ) de la multiplicación por la función de Dirac

δ~r,σ (~r1 , σ1 )ϕ(~r1 , σ1 ) = δ(~r − ~r1 )δσ,σ1 ϕ(~r1 , σ1 ). (2.64)

En general, â∗ (ϕ)â(ϕ) es el número de partı́culas en el estado |ψi.

Energı́a cinética
Como otros ejemplos de observables de un solo cuerpo, es importante observar el Hamil-
toniano y el momento de una colección de partı́culas libres. Según (2.60), estos están escritos
como X
Ĥ0 = ~k â~∗kσ â~kσ (2.65)
~kσ
y
~~kâ~∗kσ â~kσ ,
X
P̂ = (2.66)
~kσ

donde ~k es la energı́a cinética de la partı́cula.

Energı́a Potencial
Considere un sistema de partı́culas bajo un potencial externo V (~r) que es independiente
del espı́n. Como los elementos matriciales de V̂ en la base |~r, σi son

h~rσ|V̂ |~r0 σ 0 i = δ(~r − ~r0 )δσ,σ0 V (~r), (2.67)

(2.60) produce una representación del potencial externo V̂ en la segunda cuantización


Z
V̂ = d3 xV (~r)n(~r), (2.68)
Λ

donde n(~r) es la densidad de partı́culas. La última ecuación es similar a la expresión clásica,


excepto que n(~r) es el operador de densidad cuántica.
En las bases de ondas planas,
1
h~kσ|V̂ |~k 0 σ 0 i = δσσ0 3 Ṽ (~k − ~k 0 ), (2.69)
L
donde Z  
Ṽ (~k) = d3 x exp −i~k · ~r V (~r). (2.70)
Λ
De esto, se obtiene
1 X X ~ ~0 ∗ 1 XX ~ ∗
V̂ = Ṽ (k − k )â~ â~
kσ k σ0 = Ṽ (k)â(~k0 +~k)σ â~k0 σ
L3 0 σ L3 0 σ
~k~k ~k~k
(2.71)
1 X ∗~
= 3 ñ (k)Ṽ (~k).
L
~k
2.5. Observables de un cuerpo 16

En la última ecuación, la transformada de Fourier del operador densidad


Z  X
~ d3 x exp −i~k.~r
X
ñ(k) = â∗ (~r, σ)â(~r, σ) = â~∗k0 σ â(~k0 +~k)σ
Λ σ ~k0 σ
(2.72)
= ñ (−~k)
X
= â∗(~k0 −~k)σ â~k0 σ ∗

~k0 σ

es introducido. Esta última ecuación es obtenida con la ayuda de la ortogonalidad de las ondas
planas y la ecuación de transformación (2.43). La relación (2.71) permite una representación
gráfica que sugiere el tipo de proceso asociado a esta interacción (Figura 2.1). Un campo

Figura 2.1: Una partı́cula con momento ~~k 0 es aniquilada, luego de ser dispersada por el potencial
Ṽ (~k − ~k 0 ), es recreada con momento ~~k.

externo no homogéneo destruye la invariancia bajo las traslaciones en el espacio y, por lo


tanto, la conservación del momento.
17

Capı́tulo 3

Ensamble Estadı́stico

En este capı́tulo describiremos el conjunto (o ensamble) de estados que describen un siste-


ma con una gran cantidad de partı́culas. Esto cobra importancia debido a que los fenómenos
macroscópicos 1 son una manifestación del mundo microscópico subyacente de los movi-
mientos atómicos. Una representación matemática de cantidades fı́sicas en la perspectiva
macroscópica es por medio de funciones continuos del espacio de coordenadas ~x y del tiempo
t: B(~x, t). Estas funciones continuas describen cantidades fı́sicas llamadas campos.
En el rango de longitudes de 10−7 cm o menores, es decir cuando tratamos con objetos
microscópicos, la continuidad de la materia y energı́a no es mas que una ilusión, de manera
que la descripción natural de la fı́sica microscópica está en términos de la dinámica de muchos
cuerpos. Fundamentalmente sus movimientos están gobernados por las leyes de la mecánica
cuántica, aunque la mecánica clásica es una buena aproximación en muchos problemas[1].
Dada la extensa diferencia en la descripción de la naturaleza en las dos perspectivas,
el surgimiento de una explicación de las leyes de la fı́sica continua como consecuencia de la
evolución microscópica de colecciones de partı́culas discretas se vuelve necesaria. Este puente
entre los dos niveles es provisto por la mecánica estadı́stica.
La mecánica estadı́stica trata necesariamente con sistemas bastante complejos, que con-
sisten de un gran número de partı́culas. Es importante notar que aun existiendo una compu-
tadora ideal que pueda resolver el problema de valores iniciales para un sistema de 1023
partı́culas, la solución como tal no podrı́a ayudarnos a responder las preguntas formuladas
en la fı́sica macroscópica.
Considerando el siguiente ejemplo. Una cantidad dinámica fundamental es la energı́a
del sistema. De esta se puede derivar el concepto de densidad de energı́a como la cantidad
de energı́a por unidad de volumen en un pequeño entorno al punto ~x. El significado de
este concepto es sin embargo, bastante diferente en fı́sica microscópica y macroscópica. En
el primer caso, la densidad de energı́a es una función de las posiciones y momentos de
las partı́culas individuales. Como resultado del movimiento de las partı́culas, la densidad de
energı́a en un punto determinado ~x es una función del tiempo que fluctúa de manera violenta
e irregular. Por otro lado, en hidrodinámica, el concepto de densidad de energı́a está ligado a
un pequeño elemento de volumen de fluido. Este es bastante suave, usualmente una función
continua del espacio de coordenadas. Su razón de cambio en el tiempo depende solo de la
especificación de unas pocas funciones macroscópicas, tales como la densidad y el campo de
1
Este tipo de fenómenos involucra objetos macroscópicos, cuyo tamaño es comparable o mayor al nuestro
3.1. Operador densidad de von Neumann 18

velocidades. La descripción es bastante diferente; sin embargo, el subyacente concepto fı́sico


de la densidad de energı́a es la misma en ambos casos. Lo que necesitamos, por lo tanto,
es una regla de correspondencia mediante la cual asociamos de manera única una cantidad
macroscópica a cada posible función dinámica microscópica. Tal regla de correspondencia no
puede ser dada por la propia mecánica: se necesita un postulado en esta etapa del estudio.
Ahora consideremos un simple experimento macroscópico. Tomemos una barra de metal
preparada en el tiempo cero de tal modo que su temperatura varı́e linealmente de un extremo
a otro. Luego dejamos que evolucione libremente y medimos el cambio de temperatura en
función del tiempo en un punto dado. De la experiencia es un hecho que si el experimento
es repetido un gran número de veces bajo condiciones idénticas, su resultado es bastante
reproducible. Este hecho implica que la especificación de la distribución de temperatura
inicial es suficiente para la especificación macroscópica completa del problema.
Por otro lado, si consideramos a la barra de metal como un colección clásica de átomos,
es obvio que la mera especificación de una distribución de temperatura lineal de ninguna
manera fija una única condición mecánica inicial. Existe un número enorme de configuracio-
nes microscópicas que son todas compatibles con el número de ligaduras macroscópicas. Si
repetimos nuestro experimento varias veces, lo más probable es que comencemos cada vez
con nuestros átomos en una configuración microscópica diferente. No obstante, la experien-
cia muestra que el fenómeno observado en la escala macroscópica ignora estas diferencias.
Todas las condiciones mecánicas iniciales, compatibles con las ligaduras macroscópicas son,
en cierto sentido, equivalentes y deben ser tratados en una base igual. Una forma de ex-
presar matemáticamente esta idea es asignar un cierto peso a todos los estados posibles del
sistema en tiempo cero. Luego estamos tentados a definir las cantidades macroscópicas como
el promedio de las cantidades microscópicas sobre todos los estados del sistema dinámico
propiamente pesados. Por este procedimiento, es claro que, iniciando el sistema en cualquier
configuración compatible con la ligadura da como resultado valores iguales de las canti-
dades macroscópicas: tenemos una explicación de la reproducibilidad de los experimentos
macroscópicos.
No podemos exigir a la teorı́a una predicción detallada del resultado de un experimento
dado. Lo mejor que podemos esperar es que el formalismo determine el resultado promedio
de un gran número de experimentos realizados en condiciones idénticas. No podemos excluir
la posibilidad de fluctuaciones lejos de este promedio. Tales fluctuaciones no pueden ser
descritas en detalle por la teorı́a.
Además, incluso la interacción más débil (perturbación externa), que siempre estarı́a
presente incluso con el mejor aislamiento posible del sistema de su entorno, conducirı́a a un
cambio en el estado microscópico sin afectar las propiedades macroscópicas.

3.1. Microestados y Macroestados


En esta sección introduciremos dos conceptos que nos ayudarán a entender nuestros
sistemas descritos anteriormente.

Microestado: se define por la función de onda del sistema en la mecánica cuántica, o


por todas las coordenadas y momentos del sistema en la fı́sica clásica.
3.2. Operador densidad de von Neumann 19

Macroestado: se caracteriza por unas pocas cantidades macroscópicas (energı́a, volu-


men, etc).

De las consideraciones anteriores se deduce que el estado de un sistema macroscópico de-


be describirse estadı́sticamente. El hecho de que el sistema pase a través de una distribución
de microestados durante una medición requiere que caractericemos el macroestado dando
las probabilidades de que ocurran microstatos particulares. La recopilación de todos los mi-
croestados que representan un macroestado, ponderados por su frecuencia de aparición, se
denomina ensamble estadı́stico. El valor observable de una función dinámica es identificado
con el ensamble promedio de los microestados. El valor obtenido por esta prescripción se in-
terpreta como el resultado promedio de un gran número de experimentos idénticos. Llegado a
este punto, puede causar asombro la analogı́a de la interpretación del valor observable de una
función dinámica con la interpretación ordinaria de la mecánica cuántica. Donde también
se afirma que solo el valor promedio de los observables puede ser determinado por la teorı́a.
Pero el origen fı́sico de la naturaleza estadı́stica de la mecánica cuántica es bastante dife-
rente. Este importante hecho puede ser entendido si consideramos el experimento del flujo
de calor, pero interpretado en términos cuánticos. Ahora la pieza de metal es caracterizado
microscópicamente por una cierta función de onda (función de onda de muchos cuerpos) obe-
deciendo al ecuación de Schrödinger. En este estado particular podemos calcular el promedio
cuántico de la energı́a y estudiar su evolución en el tiempo. Al especificar en tiempo cero
solo una restricción macroscópica, todavı́a tenemos la opción entre una enorme cantidad de
posibles funciones de onda del sistema, todas compatibles con la restricción dada. A cada
uno de estos estados corresponde un promedio cuántico bien definido de la energı́a, y estos
promedios suelen ser diferentes entre sı́. Por lo tanto, estamos en la misma posición que en
el caso clásico. Procediendo por analogı́a, atribuimos un peso adecuadamente elegido a cada
uno de los estados posibles del sistema. Luego definimos el valor observable de la energı́a
como el promedio de conjunto de los promedios cuánticos de la energı́a microscópica.

3.2. Operador densidad de Von Neumann


Sea el estado del sistema |ψi. Expandimos este estado en una base ortonormal completa
{|ni} X X
|ψi = (hn|ψi) |ni = cn |ni . (3.1)
n n

El observable  en este estado tiene un valor medio


hAi = hψ|Â|ψi , (3.2)
que expandiendo en la base {|ni} resulta
XX XX
hAi = c∗n cm hn|Â|mi = c∗n cm Anm . (3.3)
n m n m

Si los sistemas bajo investigación están todos en el mismo estado |ψi, hablamos de un
ensamble puro 2 , o bien decimos que los sistemas están en un estado puro.
2
Los estados puros que forman este ensamble son descritos en el primer capı́tulo
3.2. Operador densidad de von Neumann 20

Junto con el carácter estadı́stico que es inherente a los sistemas cuánticos, además, una
distribución estadı́stica de estados puede estar presente en un ensamble. Por otro lado si el
sistema puede estar en cualquiera de varios microestados diferentes, lo llamamos ensamble
mixto, una mezcla, o hablamos de un estado mixto. Suponemos que el estado |ψ1 i ocurre con
la probabilidad p1 , el estado |ψi i con la probabilidad pi . Esto es precisamente la indetermi-
nación correspondiente al problema de la estadı́stica clásica. Esto implica la introducción de
un ensamble estadı́stico en mecánica cuántica. En efecto, el único sistema es reemplazado
por un ensamble de sistemas idénticos (mismo Hamiltoniano) empezando en el tiempo cero
en diferentes estados mixtos |ψi i [4].
Para poder establecer el valor promedio de algún observable cuando el sistema está
especificado en esta forma estadı́stica, expandiremos cada estado posible en términos de las
bases ortonormales completas {|ni}:
X
|ψi i = cin |ni , (3.4)
n

donde cin = hn|ψi i. El valor promedio de  en el estado |ψi i es dado por


XX
hψi |Â|ψi i = ci∗ i
n cm Anm . (3.5)
n m

Este es el promedio cuántico usual. Pero solo sabemos que el sistema tiene una probabi-
lidad pi de estar en el estado |ψi i. Por esta razón debemos promediar una segunda vez para
determinar todo el valor promedio hAi medible en nuestro especı́fico sistema estadı́stico:
X X XX
hAi = pi hψi |Â|ψi i = pi ci∗ i
n cm Anm , (3.6)
i i n m

donde se está asumiendo que la ley de probabilidad pi satisface las condiciones


pi ≥ 0
(3.7)
X
pi = 1.
i

Ahora introduciremos una matriz ρnm definida como sigue:


X
ρmn = pi cim ci∗
n, (3.8)
i

(notar el orden de los ı́ndices). El promedio hAi puede ser expresado como
XX
hAi = Anm ρmn . (3.9)
n m

Denotemos por ρ̂ el operador cuyos elementos de matriz son identificado con ρmn :
X
ρmn = pi cim ci∗
n
i
X
= pi hm|ψi i hψi |ni
i (3.10)
!
X
= hm| pi |ψi i hψi | |ni
i
= hm|ρ̂|ni ,
3.3. La ecuación de Von Neumann 21

observamos que el operador de densidad ρ̂, en el ensamble mixto toma la forma siguiente
X
ρ̂ = pi |ψi i hψi | . (3.11)
i

ρ̂ es también llamado el operador de densidad de Von Neumann.


Si el ensamble es puro, es decir pi = 1 y |ψi i = |ψi, ρ̂ tiene la forma de un operador
proyector
ρ̂ = |ψi hψ| (3.12)
luego, para el ensamble puro tenemos

hAi = Tr(ρ̂Â), Trρ̂ = 1, ρ̂2 = ρ̂, ρ̂† = ρ̂. (3.13)


3

A partir de (3.11) podemos escribir (3.9) como


X
hAi = hn|Âρ̂|ni . (3.14)
n

Por esta razón el valor medio del observable  es expresado como la suma de los elementos
de la diagonal, o la traza, de la matriz Âρ̂. Ası́ podemos escribir

hAi = TrÂρ̂ = Trρ̂Â, (3.15)

donde la segunda igualdad resulta de la invariancia de la traza de un producto de operadores


bajo permutaciones cı́clicas de los factores.
La ecuación (3.15) expresa el valor macroscópico hAi del observable Â. Además tenemos
XX X
Trρ̂ = pi ci∗
n nc i
= pi = 1 (3.16)
i n i

Hemos definido el conjunto de operadores densidad como un subconjunto de el álgebra


dinámico cuántico, cuyos elementos son caracterizados por la condición (3.16). Cualquier
miembro de este subconjunto es un aceptable operador de densidad, y podemos formular el
postulado de la mecánica estadı́stica como sigue:

Postulado de la estadı́stica cuántica

El estado de un sistema en mecánica estadı́stica es completamente especificado, en


un tiempo dado, por un cierto operador de densidad ρ̂ satisfaciendo (3.16). El valor
medio hAi de un observable  en tal sistema es dado por (3.15).

3
Las pruebas de estas relaciones son como sigue
X X
Trρ̂Â = hn|ψi hψ|Â|ni = hψ|Â|ni hn|ψi = hψ|Â|ψi ,
n n

Trρ̂ = TrρIˆ = hψ|I|ψi


ˆ = 1, ρ̂2 = |ψi hψ|ψi hψ| = |ψi hψ| = ρ̂.
3.3. La ecuación de Von Neumann 22

3.3. La ecuación de Von Neumann


En esta sección hallaremos una ecuación que describe la manera de evolucionar de un
ensamble estadı́stico.
De la ecuación de Schrödinger y su adjunta
∂ ∂
i~ |ψ, ti = Ĥ |ψ, ti , −i~ hψ, t| = hψ, t| Ĥ, (3.17)
∂t ∂t
derivando con respecto al tiempo (3.11), se sigue que
∂ X  ∂ |ψi i ∂ hψi |
 X ∂pi
i~ ρ̂ = i~ pi hψi | + |ψi i + i~ |ψi i hψi | . (3.18)
∂ i
∂t ∂t i
∂t

Dado que en la imagen de Schrödinger los estados evolucionan unı́vocamente según el


operador de evolución 4 , de modo que para nuestro ensamble estadı́stico asumimos que está
compuesto por estados independientes entre sı́, por lo que la probabilidad pi que ocurra
|ψi (t0 )i también es la misma que |ψi (t)i ocurra. De esto concluimos que pi no depende del
tiempo, por lo tanto,
∂ X
i~ ρ̂ = pi (Ĥ |ψi i hψi | − |ψi i hψi | Ĥ) (3.19)
∂ i

Y ası́, encontramos la ecuación de Von Neumann,


∂ i
ρ̂ = − [Ĥ, ρ̂]; (3.20)
∂t ~
esta ecuación es el equivalente cuántico de la ecuación de Liouville5 . Describe la dependencia
de la matriz densidad con respecto al tiempo en la imagen de Schrödinger. Se mantiene tam-
bién para un Ĥ dependiente del tiempo. No debe confundirse con la ecuación de movimiento
de los operadores de Heisenberg, que tiene un signo positivo en el lado derecho.
El valor esperado de un observable  es dado por

hAit = Tr(ρ̂(t)Â), (3.21)

donde ρ̂(t) es encontrado resolviendo la ecuación de Von Neumann (3.20). El ı́ndice t hace
referencia a la dependencia de tiempo del valor esperado.
La solución formal de la ecuación de Schrödinger tiene la forma

|ψ(t)i = Û (t, t0 ) |ψ(t0 )i , (3.22)


4
Esto nos indica que a cada estado |ψ(t)i le corresponde un único |ψ(t0 )i = Û † (t, t0 ) |ψ(t)i. Ahora si
tenemos un ensamble compuesto de estados |ψi (t0 )i independientes entre sı́ y este ensamble evoluciona
según t a los estados |ψi (t)i = Û (t, t0 ) |ψi (t0 )i, entonces |ψi (t)i tendrı́a la misma posibilidad de que |ψi (t0 )i
ocurra. Por otro lado si el ensamble está compuesto de estados no independientes entre sı́, no se puede afirmar
que |ψi (t)i tenga la misma posibilidad de que |ψi (t0 )i ocurra, ya que algún estado |ψi0 (t)i puede evolucionar
a |ψi (t)i, lo que causarı́a que |ψi (t)i cambie su posibilidad de ocurrencia.
5
Esta ecuación es la ecuación fundamental de movimiento de la función de distribución clásica ρ(q, p, t),
que es dada por
∂ρ
= −{H, ρ};
∂t
donde H es el Hamiltoniano del sistema
3.3. La ecuación de Von Neumann 23

donde Û (t, t0 ) es un operador unitario y |ψ(t0 )i es el estado inicial en el tiempo t0 . Conside-


rando la definición de la matriz densidad para estados puros tenemos que

ρ̂(t) = |ψ(t)i hψ(t)|


= Û (t, t0 ) |ψ(t0 )i hψ(t0 )| Û † (t, t0 ) (3.23)

= Û (t, t0 )ρ̂(t0 )Û (t, t0 ).

(Para un Ĥ independiente del tiempo, Û (t, t0 ) = e−iĤ(t−t0 )/~ .)


El valor esperado de un observable puede ser calculado tanto en la imagen de Schrödinger
como en la imagen de Heisenberg. Ahora reemplazando (3.23) en la expresión del valor
esperado hAit
hAit = Tr(ρ̂(t)Â) = Tr(Û (t, t0 )ρ̂(t0 )Û † (t, t0 )Â), (3.24)
aprovechando que la traza es conmutativa

hAit = Tr(ρ̂(t0 )Û † (t, t0 )ÂÛ (t, t0 )), (3.25)

considerando la equivalencia de las imágenes de Heisenberg y la de Schrödinger, vemos que


de la ecuación
Û † (t, t0 )ÂÛ (t, t0 )) = ÂH (t) (3.26)
es el operador en la imagen de Heisenberg. Por lo tanto tenemos

hAit = Tr(ρ̂(t0 )ÂH (t)). (3.27)

Si utilizamos (3.26) en la matriz densidad ρ̂(t0 ). Luego en la imagen de Heisenberg ρ̂H =


Û † (t, t0 )Û (t, t0 )ρ̂(t0 )Û † (t, t0 )Û (t, t0 ) = ρ̂(t0 ) es independiente del tiempo.
d
ρ̂H = 0. (3.28)
dt

Soluciones Estacionarias
La experiencia muestra que cada sistema microscópico tiende con el pasar del tiempo
hacia un estado de equilibrio. Esta clase de soluciones independientes del tiempo es la mas
simple de (3.20), las cuales cumplen[1]
∂ i
ρ̂ = 0 = − [Ĥ, ρ̂]. (3.29)
∂t ~
Un conjunto de soluciones de esta ecuación es inmediatamente encontrado: cualquier
función ρ̂(Ĥ) del Hamiltoniano satisface la última ecuación. Pero esta no es la única solución
de la ecuación sino cualquier función de constantes de movimiento del sistema también la
satisface. En efecto, una constante de movimiento α̂n , cumple que ∂/∂t(α̂n ) = 0, entonces

[α̂n , Ĥ] = 0. (3.30)

Por esta razón, en principio, cualquier función de la forma ρ̂(Ĥ, α̂1 , ..., α̂r ) es solución
estacionaria. Sin embargo, una definición algebraica simple como (3.30) no da suficiente in-
formación sobre la naturaleza matemática de las constantes del movimiento α̂n . En efecto,
3.4. La ecuación de Von Neumann 24

esta información aparece de un mas detallado análisis del Hamiltoniano Ĥ es cualitativa-


mente diferente de todas las otras constantes de movimiento, y como un resultado podemos
limitar nuestra consideración a funciones de Ĥ solas6 .
Debemos aproximar el problema de construir el ensamble de equilibrio en un modo mas
pragmático. La idea básica es que entre todas las soluciones de [Ĥ, ρ̂] = 0, existe una clase
que es compatible con nuestro conocimiento macroscópico acerca del sistema. esta clase
aún contiene una enorme numero de funciones. En ausencia de información adicional no
tenemos una razón a priori para favorecer una de estas mas que cualquier otra. por lo
tanto, naturalmente, construiremos la función de equilibrio asignando probabilidades iguales
a todas las funciones compatibles con nuestros requisitos. Este procedimiento es llamado el
principio de probabilidades a priori iguales

Principio de probabilidades a priori iguales

Todos los microestados de la superficie de energı́a de un sistema cerrado puede ser


asumido con probabilidades iguales.

En la teorı́a de equilibrio el rol dinámico es trivial

3.4. Estados Puros y Mixtos


En esta sección veremos que a partir del operador densidad y algunas de sus propiedades,
obtendremos definiciones de estados puros y mixtos equivalentes a las dadas en la sección
3.2.

En la ecuación (3.15) se obtuvo


Trρ̂Â = hAi , (3.31)
De esta ecuación si  = 1 se obtiene (3.16)

Aplicando la definición de la matriz densidad


XX XX X
ρ̂2 = pi pj |ψi i hψi |ψj i hψj | = pi pj |ψi i δij hψj | = (pi )2 |ψi i hψj | =
6 ρ̂
i j i j i
(3.32)

Con la condición de que al menos dos estados diferentes pero no necesariamente orto-
6
Estos problemas están conectados con la célebre teorı́a ergódica. Este es un capı́tulo de tratamiento
dinámico tratando con la naturaleza global y estabilidad de trayectorias de sistemas dinámicos. en un mo-
mento se pensó que la teorı́a ergódica proporcionarı́a una base firme para la justificación de los postulados
de la mecánica estadı́stica. Sin embargo hoy en dı́a la conección entre la mecánica estadı́stica y la teorı́a
ergódica es muy delgada.
3.4. La ecuación de Von Neumann 25

gonales deben ocurrir en (3.11) tenemos


!
X X
Trρ̂2 = hn| pi pj |ψi i hψi |ψj i hψj | |ni
n i,j
XX
= pi pj hψi |ψj i hψj |ni hn|ψi i (3.33)
n i,j
X X X
= pi pj | hψi |ψj i |2 < pi pj ,
i,j i j
P
como se sabe que i pi = 1, obtenemos
Trρ̂2 < 1 (3.34)

El criterio para determinar si el ensamble de un sistema es puro o mixto es dado por


Trρ̂2 = 1 ensamble puro
(3.35)
Trρ̂2 < 1 ensamble mixto

Para un |ψi arbitrario, el valor esperado de ρ̂


X X
hψ|ρ̂|ψi = pi hψ|ψi i hψi |ψi = pi | hψ|ψi i |2 ≥ 0, (3.36)
i i

es definido positivo.
Como la probabilidad es real, luego es claro que sacando el conjugado Hermı́tico de ρ̂,
obtenemos
ρ̂† = ρ̂, (3.37)
como vemos ρ̂ es Hermı́tico.
Ya que ρ̂ es Hermı́tico, los autovalores Pm de ρ̂ son positivos y reales
ρ̂ |mi = Pm |mi (3.38)
donde los autovectores {|mi} forman un conjunto ortonormal. Luego considerando
P que
los estados mixtos |ψi i se expanden en términos de {|mi} como |ψi = m hm|ψi i |mi,
entonces la representación de ρ̂ en {|mi} será
X
ρ̂ = Pi |ψi i hψi |
i
XX
= Pi hn|ψi i hψi |mi |ni hm|
i nm
!
X X
= hn| Pi |ψi i hψi | |mi |ni hm| (3.39)
nm i
X
= hn|ρ̂|mi |ni hm|
nm
X
= Pm hn|mi |ni hm| ,
nm
3.4. La ecuación de Von Neumann 26

como {|mi} es ortonormal, entonces tenemos


X
ρ̂ = Pm |mi hm| , (3.40)
m

De aquı́
Pm = hm|ρ̂|mi
!
X
= hm| pi |ψi i hψi | |mi
(3.41)
i
X
= pi | hm|ψi i |2
i

entonces
Pm ≥ 0. (3.42)
Considerando la base ortonormal {|mi}, ya que
1 = Trρ̂
(3.43)
X
= hm|ρ̂|mi
m

dado que Pm = hm|ρ̂|mi tenemos


X
Pm = 1. (3.44)
m

Por otro lado


" #" #
X X
ρ̂2 = Pm |mi hm| Pn |ni hn|
X
m n (3.45)
= Pm Pn |mi hm|ni hn|
m

de la ortonormalidad de {|mi}
X
ρ̂2 = Pm2 |mi hm| (3.46)
m

luego concluimos que


ρ̂2 6= ρ̂. (3.47)
Además calculando la traza de ρ̂2 tenemos
X
Trρ̂2 = hn|ρ̂2 |ni
n
XX
= Pm2 hn|mi hm|ni
n m
X X
! (3.48)
= Pm hm| |ni hn| |mi
m n
X
= Pm2 hm|mi
m
3.4. La ecuación de Von Neumann 27

entonces X
Trρ̂2 = Pm2 (3.49)
m
P
si elevamos al cuadrado a m Pm = 1, vemos que

Trρ̂2 < 1. (3.50)


28

Capı́tulo 4

Ensamble Gran Canónico

En este capı́tulo trataremos al ensamble gran canónico, el cual es una generalización del
ensamble canónico desarrollado en el apéndice D donde la restricción al número de partı́culas
fijo es removido. Esta es una representación realista cuando el número total de partı́culas en
un sistema macroscópico no se puede fijar[1, 4].

4.1. Operador Densidad y Función de Gran Partición


En el desarrollo del ensamble canónico (ver el apéndice D), consideramos la distribución
de un subsistema 1 que está en contacto térmico con un gran sistema aislado, y ası́ es capaz
de intercambiar energı́a con 2. El número de partı́culas en 1 fue considerado constante. Ahora
vamos un paso más allá suponiendo que 1 también puede intercambiar materia con el entorno
2; De ahı́ que el número de partı́culas ya no sea constante (ver figura 4.1). El sistema total
está aislado. La energı́a total, el número total de partı́culas y el volumen total son las sumas
de estas cantidades para los subsistemas:

EU = E1 + E2 , NU = N1 + N2 , VU = V1 + V2 . (4.1)

A continuación, derivaremos la matriz de densidad para el subsistema. La probabilidad


de que en el sistema 1 exista N1 partı́culas que están en el estado |1ni con energı́a E1n (N1 )
es dado por:
X 1
p(N1 , E1n , V1 ) =
2m
Ω(EU , NU , VU )∆
(4.2)
Ω2 (EU − E1n , NU − N1 , V2 )
=
Ω(EU , NU , VU )

donde la suma corre sobre todos los estados del subsistema 2 cuya energı́a E2m (N2 ) está
dentro del intervalo EU − E1n (N1 ) ≤ E2m (N2 ) ≤ EU − E1n (N1 ) + ∆.
Si el subsistema 1 es pequeño, esto es:

E1n (N1 )  EU y N1  NU , (4.3)


4.1. Operador Densidad y Función de Gran Partición 29

1
2

Intercambio de partı́culas

Figura 4.1: Con respecto al ensamble gran canónico: dos subsistemas 1 y 2, entre los cuales se
permite el intercambio de energı́a y partı́culas.

podemos expandir p(N1 , E1n , V1 )(o más bien su logaritmo) en potencias de E1n , N1 y man-
tener solo los términos lineales:
 
∂ ln Ω2
ln Ω2 (EU − E1n , NU − N1 , V2 ) ≈ ln Ω2 (EU , NU , VU ) − E1n
∂E E=EU ,N =NU
  (4.4)
∂ ln Ω2
− N1 .
∂N E=EU ,N =NU

El segundo término es idéntico al que aparece en (D.6) y se relaciona de la misma ma-


nera con β = (kB T )−1 . Para el tercer término introducimos un nuevo sı́mbolo µ, para ser
interpretado más adelante:
 
∂ ln Ω2
= −βµ. (4.5)
∂N E=EU ,N =NU

Procediendo análogamente como en el caso del ensamble canónico:

p(N1 , E1n (N1 ), V1 ) = ZG−1 e−(E1n −µN1 )/kB T . (4.6)

La constante ZG es otra vez determinado por una condición de normalización, que sin
embargo, debe ser generalizada. Como el número de partı́culas es variable, ahora debemos
sumar todos los valores posibles de N1 en promedio:
∞ X
X
p(N1 , E1n (N1 ), V1 ) = 1 (4.7)
N1 =0 1n

de donde se sigue
∞ X
X
ZG = ZG (β, V, µ) = e−β(E1n −µN1 ) (4.8)
N1 =0 1n
4.2. Entropı́a y Gran Potencial 30

La función ZG , que depende de los parámetros β,µ, e implı́citamente de V , la cual llamaremos


función gran partición.
Ahora notamos que los coeficientes de probabilidad p(N1 , E1n (N1 ), V1 ), ver (4.6), son los
elementos de la matriz diagonal de la matriz de densidad en una representación en la que el
Hamiltoniano y el operador del número total de partı́culas son diagonales. De hecho, debe
notarse claramente que N̂1 ahora se considera como un operador que tiene valores propios
iguales a todos los enteros no negativos. La formalismo de la segunda cuantización está
particularmente bien adaptada a los problemas estudiados en el ensamble gran canónico. La
matriz de densidad se puede transformar fácilmente en una expresión válida en cualquier
representación arbitraria:
ρ̂G = ZG−1 e−(Ĥ1 −µN1 )/kB T , (4.9)
donde Ĥ1 y N̂1 son el Hamiltoniano y el operador número de partı́culas correspondientes
al subsistema 1. La función gran partición ZG (o distribución de Gibbs) es encontrada de
manera mas general
 
ZG = Tr e−(Ĥ1 −µN1 )/kB T (4.10)
X
= Tr e−Ĥ1 /kB T +µN1 /kB T
N1
X
= Z(N1 )eµN1 /kB T . (4.11)
N1

Las dos operaciones de traza Tr en la última ecuación se refiere a espacios diferentes.


La traza antes de la segunda igualdad se refiere a la suma sobre todos los elementos de la
matriz diagonal para un número de partı́culas fijo N1 , mientras la Tr después de la primera
igualdad implica en adición, la suma sobre todo el número de partı́culas N1 = 0, 1, 2, ·.
El valor promedio de una operador  en el ensamble gran canónico es

hAi = Tr(ρ̂G Â), (4.12)

donde la traza es entendida como en el último caso.

4.2. Entropı́a y Gran Potencial


En esta sección obtendremos la entropı́a y el gran potencial a partir del operador densidad
y la función gran partición.
De la matriz densidad, encontramos la entropı́a del ensamble gran canónico,
1
SG = −kB hln ρ̂G i = (Ē − µN̄ ) + kB ln Z. (4.13)
T
Dado que el reservorio de energı́a y partı́culas, subsistema 2, ingresa solo a través de su
temperatura y potencial quı́mico, por esta razón, aquı́ y en las siguientes secciones prescin-
dimos del ı́ndice 1.
En analogı́a a la energı́a libre del ensamble canónico, el gran potencial es definido por

Φ = −kT ln ZG , (4.14)
4.3. Cantidades Termodinámicas 31

de donde con (4.13) obtenemos la expresión

Φ(T, µ, V ) = Ē − T SG − µN̄ . (4.15)

El diferencial total del gran potencial es dado por


     
∂Φ ∂Φ ∂Φ
dΦ = dT + dV + dµ. (4.16)
∂T V,µ ∂V T,µ ∂µ V,T

4.3. Cantidades Termodinámicas


En esta sección obtendremos el resto de cantidades termodinámicas derivadas del gran
potencial.
De la ecuación (4.14) obtenemos

∂ ∂ 1 h n oi
(βΦ) = − ln ZG = − Tr −(Ĥ − µN̂ ) exp −β(Ĥ − µN̂ )
∂β ∂β ZG
= Ē − µN̄ . (4.17)

Las derivadas parciales seguidas de (4.10) y (4.14):


   i
∂Φ kT ∂ZG kT 1 h
−(Ĥ−µN̂ )/kT
= −k ln ZG − = −k ln ZG − Tr (Ĥ − µN̂ )e
∂T V,µ ZG ∂T ZG kT 2
1 h i 1
= −k ln ZG − Tr ρ̂G (Ĥ − µN̂ ) = −k ln ZG − hĤ − µN̂ i
T T
1
= (Φ − Ē + µN̄ )
T
= −SG
(4.18)

como Ĥ depende del volumen, luego de (4.14) tenemos:


 
∂Φ 1
= −kT ZG−1 ZG (4.19)
∂V T,µ V
" #
∂ Ĥ n o
= −kT ZG−1 Tr −β exp [−β(Ĥ − µN̂ )] (4.20)
∂V
∂H
=h i ≡ −P, (4.21)
∂V
además de la misma ecuación  
∂Φ
= −N̄ . (4.22)
∂µ T,V

Si reemplazamos las tres últimas ecuaciones en (4.16), encontramos

dΦ = −SG dT − P dV − N̄ dµ. (4.23)


4.3. Cantidades Termodinámicas 32

De lo último, diferenciando (4.15), se sigue que


dĒ = T dSG − P dT + µdN̄ ; (4.24)
esto de nuevo es la primera ley de la termodinámica. Como se mostró anteriormente, para
sistemas microscópicos simplemente podemos usar E, N y S en (4.23) y (4.24) en lugar de
los valores promedio de la energı́a, número de partı́culas y SG .
Ası́ como se obtuvo (4.16) y (4.15) a partir de (4.24) podemos generar 8 potenciales
termodinámicos correspondientes a tres pares de variables. El cuadro (4.1) resume los mas
importantes.

Variables
Función de Estado Diferenciales
independientes
Energı́a P
S, V, {Nj } dE = T dS − P dV + j µj dNj
E
Entropı́a µj
dS = T1 dE − PT dV −
P
E, V, {Nj } j T dNj
S
Energı́a Libre P
T, V, {Nj } dF = −SdT − P dV + j µj dNj
F = E − TS
Entalpı́a P
S, P, {Nj } dH = T dS + V dP + j µj dNj
H = E + PV
Energı́a Libre de Gibbs P
T, P, {Nj } dG = −SdT + V dP + j µj dNj
G = E − TS + PV
Gran Potencial P P
T, V, {µj } dΦ = −SdT − P dV − j Nj dµj
Φ = E − T S − j µj Nj

Cuadro 4.1: Esta tabla contiene la generalización a sistemas con varias componentes. Nj y µj
son el número de partı́culas y el potencial quı́mico de la j-ésima componente. Las
P
relaciones previas son encontradas como un caso especial cuando el ı́ndice j y j
son omitidos.

La Relación de Gibbs-Duhem en Sistemas Homogéneos


Ahora trataremos sobre el importante caso de sistemas termodinámicos homogéneos.1 En
ausencia de interacciones de largo alcance entre partes distantes de un sistema, un postulado
de la termodinámica [12] estipula que la energı́a y la entropı́a son funciones extensivas de
los parámetros extensos del sistema. Por lo tanto, U y S deben ser funciones homogéneas de
primer orden de las variables extensas.
Consideremos un sistema de esta especie con la energı́a E, el volumen V , y el número
de partı́culas N . Ahora imaginamos un segundo sistema que es completamente similar en
sus propiedades pero es simplemente más grande por un factor α. Su energı́a, volumen, y
número de partı́culas son entonces αE, αV , y αN . La entropı́a, está dada por
S(αE, αV, αN ) = αS(E, V, N ). (4.25)
1
Los sistemas homogéneos tienen las mismas propiedades especı́ficas en todas las regiones espaciales;
además ellos pueden consistir de varios tipos de partı́culas. Ejemplos de sistemas no homogéneos son aquellos
en un potencial que depende de la posición y sistemas que consisten en varias fases que están en equilibrio,
aunque en este caso las fases individuales aún pueden ser homogéneas.
4.3. Cantidades Termodinámicas 33

Como un resultado, la entropı́a S es una función homogénea de primer orden en E, V y


N . correspondientemente, E es una función homogénea de primer orden en S, V y N .
Existen dos tipos de variables estado: E,V , N , S, F , H, G, y Φ son llamados extensivos,
ya que ellos son proporcionales a α cuando el sistema se agranda. T , P , y µ son intensivos,
ya que ellos son independientes de α; es decir encontramos
∂S ∂αS
T −1 = = ∼ α0 , (4.26)
∂E ∂αE
y esta independencia también se sigue de manera similar a las definiciones de las otras
variables intensivas. Queremos investigar las consecuencias de la homogeneidad de S (4.25).
Para este fin, diferenciamos (4.25) con respecto a α y luego α = 1:
 
∂S ∂S ∂S
E+ V + N |α=1 = S. (4.27)
∂αE ∂αV ∂αN
De esto, a partir de la diferencial dS en (cuadro 4.1), encontramos que −S + T1 E + PT V −
µ
T
N = 0, esto es
E = T S − P V + µN. (4.28)
Esta es la relación de Gibbs-Duhem. Junto con dE = T dS − P dV + µdN , derivamos de
(4.28)
SdT − V dP + N dµ = 0, (4.29)
la relación diferencial de Gibbs-Duhem. Afirma que, en un sistema homogéneo, T , P y µ
no pueden variarse de manera independiente, y da la relación entre las variaciones de estas
cantidades intensivas. Las siguientes expresiones pueden derivarse de la relación de Gibbs-
Duhem:
G(T, P, N ) = µ(T, P )N (4.30)
y
Φ(T, V, µ) = −P (T, µ)V. (4.31)
justificación: de la definición de G en (Cuadro 4.1), se sigue inmediatamente usando
(4.29) que G = µN , y de la relación diferencial de G en (Cuadro 4.1) encontramos
   
∂G ∂µ
µ= =µ+ N;
∂N T,P ∂N T,P
se sigue que µ debe ser independiente de N . Ası́ hemos demostrado (4.30). Similarmente, de
∂Φ
(4.15) se sigue que Φ = −P V , y debido a −P = ( ∂V )T,µ , luego P debe ser independiente de
V.
Se pueden obtener conclusiones adicionales a partir de la homogeneidad (en el conjunto
canónico con variables independientes T , V y N ) comenzando con
P (T, V, N ) = P (T, αV, αN ) y µ(T, V, N ) = µ(T, αV, αN ) (4.32)
nuevamente tomando derivadas con respecto a α alrededor del punto α = 1:
       
∂P ∂P ∂µ ∂µ
V + N =0 y V + N = 0. (4.33)
∂V T,N ∂N T,V ∂V T,µ ∂N T,V
Estas dos relaciones simplemente afirman que para cantidades intensivas, un aumento de
volumen es equivalente a una disminución en el número de partı́culas.
4.4. Gas Ideal 34

4.3.1. La Matriz Densidad Gran Canónica en la Segunda Cuanti-


zación
La derivación de ρ̂G puede llevarse a cabo de manera concisa en el formalismo de la
segunda cuantización. Además del Hamiltoniano Ĥ, expresado en términos de los operadores
de campo ψ(~r), requerimos el operador de número de partı́culas,
Z
N̂ = d3 xψ ∗ (~r)ψ(~r). (4.34)
V

La matriz densidad microcanónica para un volumen fijo V es


1
ρ̂M C = δ(Ĥ − E)δ(N̂ − N ). (4.35)
Ω(E, N, V )

Además se considera que el espacio de estados para el universo está dada por los espacios
de Fock: M
FνU (H) = Fν1 (H) Fν2 (H) (4.36)

donde H es el espacio de estados de una sola partı́cula. Luego el valor medio de  será:
 
hAi = Tr ρ̂M C Â , (4.37)

donde se entiende que la traza es tomada en el espacio de Fock FνU (H).


Si  es solo asociado al subsistema 1:
h i
hAi = Tr1 (Tr2 ρ̂M C )Â . (4.38)

De esta manera se identifica la matriz densidad para el subsistema 1

ρ̂G = Tr2 ρ̂M C . (4.39)

De (4.34) se sigue

1 Ω2 (E − Ĥ1 , V − V1 , N − N̂1 )
ρ̂G = Tr2 (δ(E − Ĥ)δ(N − N̂ )) = (4.40)
Ω(E, V, N ) Ω(E, V, N )

expandiendo en los en términos de los valores medios Ē1 y N̄1 , se obtiene la matriz densidad
gran canónica
ρ̂G = ZG−1 exp{−β(Ĥ1 − µN̂1 )} (4.41)
donde
ZG = Tr exp{−β(Ĥ1 − µN̂1 )} (4.42)
es la función gran partición. Esto es consistente con las ecuaciones (4.9) y (4.10), que fueron
obtenidos por consideraciones probabilı́sticas.
4.4. Gas Ideal 35

4.4. Gas Ideal


En esta sección usaremos la definición ordinaria de un gas ideal. Es decir, se hace re-
ferencia a un sistema dinámico como un gas ideal si la interacción hamiltoniana se puede
despreciar al calcular los valores de expectativa de las cantidades macroscópicas para un
estado de equilibrio estadı́stico.
El cálculo del gran potencial es la forma más conveniente de proceder. Para tener un
sistema concreto en mente, partimos del Hamiltoniano para N partı́culas no interactivas y
no relativistas,
N
X 1 2
Ĥ = p~ . (4.43)
i=1
2m i
Asumimos que las partı́culas están encerradas en un cubo de volumen V = L3 , y apli-
camos condiciones de contorno periódicas. Las funciones propias de una sola partı́cula del
Hamiltoniano son entonces los estados propios de impulso y se dan en el espacio real mediante
(A.77)
1 ~
ϕp~ (~r) = h~r|~ki = 3/2 eik·~r , (4.44)
L
donde los números cuánticos de momento pueden tomar los valores, ver (A.75)

p~ = ~~k = ~ (s1 , s2 , s3 ), si ∈ Z (4.45)
L
y la energı́a cinética es dada por
~2 ~ 2
ε~k = |k| . (4.46)
2m
Para la completa caracterización de los estados de una sola partı́cula, aún debemos tener
en cuenta el espı́n s. Es entero para bosones y semi-entero para fermiones. El número cuántico
ms para la componente z de los espines tiene 2s + 1 valores posibles. combinamos los dos
números cuánticos en un sı́mbolo k ≡ (~k, ms ) y encontramos para los estados propios de
energı́a completos
|ki ≡ |~ki |ms i . (4.47)
Seguimos denotando los números cuánticos de una sola partı́cula por k y el autovalor
perteneciente al autoestado de energı́a |ki por εk , pero ya no es necesario que sea el mismo
que (4.46). Estos estados forman las bases de los estados de las N partı́culas para bosones
y fermiones dados por |k1 , k2 , ..., kN iν , que como resultado de la operación de simetriza-
ción está completamente caracterizado por sus números de ocupación nk ,es decir tenemos
|k1 , k2 , ..., kN iν −→ |n1 , ..., nk , ...iν , que indica la cantidad de las N partı́culas que están en
el estado |ki. P
Para un estado de N partı́culas, la suma de todos los nk obedece la igualdad N = k nk ,
y los autovalores de energı́a de este estado es
X
E({nk }) = n k εk . (4.48)
k

Ahora calculemos la función gran partición


P
∞ nk =N
X X
ZG ≡ e−β(E({nk })−µN ) (4.49)
N =0 {nk }
4.4. Gas Ideal 36

P
aquı́ notamos que la suma sobre {nk } es limitado a los casos en que k nk = N , luego
el resultado es sumado sobre todos los valores de N . Podemos simplificar esta doble
P suma
removiendo la suma sobre N y removiendo el lı́mite en la suma sobre {nk }, ası́ {nk } ... ≡
P
Πk nk ... se referirá a la múltiple suma sobre todos los números de ocupación, por lo cual
cada número de ocupación nk toma todos los valores permitidos (0, 1 para fermiones y 0, 1,
2, ... para bosones)
X P XY
ZG = e−β k (εk −µ)nk = e−β(εk −µ)nk (4.50)
{nk } {nk } k

en esta expresión, k ≡ (~k, ms ) corre sobre todos los valores de ~k y ms .


La última ecuación se puede simplificar enormemente intercambiando sumas y productos.
XY XX
exp{[−β(εk − µ)nk ]} = ...e−β(ε1 −µ)n1 e−β(ε2 −µ)n2 ...
{nk } k n1 n2
X X
= e−β(ε1 −µ)n1 e−β(ε2 −µ)n2 ...
n1 n2
YX
= exp{[−β(εk − µ)nk ]} (4.51)
k nk

En esta ecuación, la suma sobre el lado izquierdo es sobre todo el conjunto de {nk } para
el sistema de N -partı́culas, mientras que la suma en la última linea de la derecha solo está
sobre los valores tomados por el número cuántico de una sola partı́cula nk . Ası́ la función
gran partición está dada por
(Q
1
−β(εk −µ) , para bosones,
YX
ZG = e−β(εk −µ)nk = Qk 1−e −β(ε −µ)
 (4.52)
k 1+e , para fermiones.
k
k nk

donde, vemos que es más sencillo calcular la función de gran partición en comparación con
los otros conjuntos. Para bosones, se obtiene un producto de serie geométrica en (4.52); la
condición para su convergencia requiere que µ < εk para todo k.
37

Capı́tulo 5

Gas Ideal de Bose

En este capı́tulo, derivaremos las propiedades termodinámicas de los gases cuánticos idea-
les, es decir, las partı́culas que no interactúan, sobre la base de las estadı́sticas cuánticas,
en especial el gas ideal de Bose que es el que más nos interesa. Esto incluye bosones cu-
yas interacciones pueden ser desatendidas, cuasipartı́culas en materia condensada y cuantos
relativistas, en particular fotones[4].

5.1. Distribución de Bose-Einstein


En esta sección definiremos la función distribución n(εr ), la cual se puede interpretar
como el número promedio de partı́culas en el estado |ri.
Ahora una manera equivalente y mas compacta de (4.52) es
Y −ν
ZG = 1 − νe−β(εk −µ) (5.1)
k

donde ν = +1 para bosones y ν = −1 para fermiones, con esto calculamos el gran potencial:
X
Φ = −β −1 ln ZG = νβ −1 ln 1 − νe−β(εk −µ) ,

(5.2)
k

de donde podemos derivar todas las cantidades termodinámicas de interés. Para el número
promedio de partı́culas, encontramos
 
∂Φ X −νβe−β(εk −µ) X
N̄ ≡ − = −νβ −1 = n(εk ), (5.3)
∂µ k
1 − νe−β(εk −µ) k

donde hemos introducido


1
n(εk ) ≡ ; (5.4)
exp{β(εk − µ)} − ν
estos también se conocen como las funciones de distribución Bose o Fermi. Ahora deseamos
mostrar que n(εr ) es el número de ocupación promedio de los estados |ri. Para este fin,
5.1. Distribución de Bose-Einstein 38

calculamos el valor promedio de nr :


hQ iP
−β(εk −µ)nk
e−βnr (εr −µ) nr
P
e
P
−β k nk (εk −µ)
P
{nk } e nr k6=r nk nr
hnr i = Tr(ρ̂G nr ) = P −β
P
nk (εk −µ)
= hQ iP
{nk } e
k
P
k6=r nk e−β(εk −µ)nk nr e−βnr (εr −µ)
P −βnr (εr −µ) " #
e n r ∂ X ∂ 
= Pnr −βnr (εr −µ) = − e−xn −ν ln (1 − νe−x ) x=β(εr −µ)

ln =−
nr e ∂x n x=β(εr −µ)
∂x
νe−x
 

1 − νe−x x=β(εr −µ)
y por lo tanto,
hnr i = n(εr ) (5.5)
lo que demuestra la exactitud de nuestra afirmación. Ahora volvemos al cálculo de las can-
tidades termodinámicas. Para la energı́a interna, de (5.2) y (4.17) encontramos
∂(Φβ)
E = µN +
∂β
" #
∂ X
ln 1 − νe−β(εr −µ)

= µN + ν
∂β r
X 1
= µN + (εr − µ) β(εr −µ)
r
e −ν

luego obtenemos X
E= εk n(εk ), (5.6)
k
esta es la energı́a expresada en función de la función distribución.

Observaciones
1. Para asegurarnos de que n(εp ) ≥ 0 para cada valor de p, para los bosones requerimos
que µ < 0, y para un espectro de energı́a arbitrario, que µ < mı́n(εp ).
2. Para e−β(εp −µ)  1 y s = 0, obtenemos de (5.2) y haciendo la transición a momento
continuo, que detallaremos luego, obtenemos
z V zV
Z
2
X
−1 −β(εp −µ)
Φ = −β e =− 3
d3 p e−βp /2m = − 3 , (5.7)
p
β (2π~) βΛ

este es el gran potencial correspondiente a un gas ideal clásico. Aquı́ la relación de


dispersión εp = p~2 /2m de (4.46) fue usada por el lado derecho de (5.7). En
z = eβµ , (5.8)
h
fue introducido la fugacidad, y λ = √2πmkT denota la longitud de onda térmica. Para
s 6= 0, un factor adicional de (2s + 1) podrı́a ocurrir después de la segunda y tercera
igualdad en la ecuación (5.7).
5.2. Ecuación de Estado 39

3. El cálculo de la función gran partición viene a ser aún mas simple si hacemos uso del
formalismo de la segunda cuantización
n o
ZG = Tr exp −β(Ĥ − µN̂ ) , (5.9)

donde el Hamiltoniano y el operador número de partı́culas en la segunda cuantización


están dados por (2.61) y (2.65) como
X
Ĥ = εk â∗k âk (5.10)
k

y X
N̂ = â∗k âk . (5.11)
k

En particular, calculamos la traza en la representación número, de donde, a partir de


(2.55) tenemos
( )
X X X Y
ZG = exp −β(εk − µ)nk = exp{−β(εk − µ)nk } (5.12)
n1 ,...,nk ,... k n1 ,...,nk ,... k
X X
= ... ... exp{−β(ε1 − µ)n1 }... exp{−β(εk − µ)nk }... (5.13)
n1 nk

1
finalmente YX
ZG = exp{−β(εk − µ)}. (5.14)
k nk

Luego de realizar la suma en todos los nk tenemos


(Q h i
1
−β(ε −µ) , para bosones,
ZG = Qk  1−e k (5.15)
−β(εk −µ)

k 1+e , para fermiones.

y ası́ obtenemos una vez más (5.1).

5.2. Ecuación de Estado


De acuerdo a la ecuación (4.45), en cualquier sistema de tamaño macroscópico, el espacio
entre los niveles sucesivos de impulso es extremadamente pequeño en comparación con el
impulso térmico caracterı́stico (2mkT )1/2 :
∆ pi,s − pi,s−1 2π~
1/2
= 1/2
= 1 (5.16)
(2mkT ) (2mkT ) L(2mkT )1/2
Debido al gran tamaño de L y la pequeñez de ~, este criterio es bien satisfecho aún a bajas
temperaturas accesibles. El momento es prácticamente una variable continua.Por lo tanto,
1
Esta equivalencia en la suma de la segunda igualdad en (5.12) (suma de secuencias) y las sumas de
(5.13), se da fijando un término de la secuencia y variando el resto de términos, si esto lo hacemos para todos
los términos, podemos obtener todas la sumas independientes como se observa en la tercera igualdad.
5.2. Ecuación de Estado 40

estas sumas sobre las variables discretas si se pueden reemplazar por integraciones sobre la
variable continua pi , siempre que tengamos en cuenta el número g dpi de estados de momento
en el intervalo dpi . El procedimiento para esta transición es
X X 1 X 3
f (p) = g f (~p) = g ∆ f (~p)
p
∆3
p
~ p
~
V V
Z Z
3
−→ g 3
d p f (~p) = g 3
dp3 f (~p) (5.17)
(2π~) (2π~)

con el factor de degeneración


g = 2s + 1, (5.18)
como resultado de la independencia de espı́n de la energı́a de una sola partı́cula εp . Para el
Hamiltoniano de partı́culas libres (4.43).
Para el número promedio de partı́culas de (5.3) obtenemos
Z ∞
gV gV
Z
3
N̄ = d p n(εp~ ) = 2 3 dp p2 n(εp~ )
(2π~)3 2π ~ 0

gV m3/2 ∞ dε ε
Z
= 1/2 2 3 , (5.19)
2 π ~ 0 eβ(ε−µ) − ν

donde hemos introducido ε = p2 /2m como variable de integración. Además definimos el


volumen especı́fico
v = V /N (5.20)
y sustituimos x = βε, además siendo2
h
λ= √ y z = e−βµ , (5.21)
2πmkT
finalmente de (5.19)
(

1 1 2g x1/2 g g3/2 (z), para bosones,
Z
= 3√ dx x −1 = 3 (5.22)
v λ π 0 e z −ν λ f3/2 (z), para fermiones.

En esta expresión, hemos introducido las funciones generalizadas ζ, que son definidas por
3
Z ∞
xy−1

gy (z) 1
≡ dx x −1 , (5.23)
fy (z) Γ(y) 0 e z −ν
donde a gy (z) se le llama función de Bose-Einstein y a fy (z) se le llama función de Fermi-
Dirac.
2
λ es llamada longitud de onda térmica, la cual mide la incertidumbre de la posición debido a la distri-
bución del momento térmico de un gas atómico a la temperatura T . Esta aumenta con la reducción de la
temperatura T . La estadı́stica cuántica comienza a mostrar un efecto cuando λ se hace comparable con el
espaciado interatómico R∞
3
La función gamma es definida como Γ(y) = 0 dt e−t ty−1 [Re(y) > 0]. Esta obedece la relación
Γ(y + 1) = yΓ(y).
5.2. Ecuación de Estado 41

Similarmente, de (5.2), encontramos


gV
Z
3 −β(εp −µ)

Φ=ν d p ln 1 − νe
(2π~)3 β
Z ∞
gV m3/2 √
dε ε ln 1 − νe−β(εp −µ) ,

= ν 1/2 2 3 (5.24)
2 π ~β 0
que luego de integrar por partes conduce a
(

2 gV m3/2 dε ε3/2 gV kT g5/2 (z)
Z
Φ = −P V = − 1/2 2 3 =− 3 , (5.25)
32 π ~ 0 e β(ε−µ) −ν λ f5/2 (z)

donde las lı́neas superiores se mantienen para los bosones y la lı́nea inferior para los fermiones.
La expresión (4.31), Φ = −P V , que es válido para sistemas homogéneos, fue usado aquı́. De
(5.6) obtenemos para la energı́a interna

gV gV m3/2 ∞ dε ε3/2
Z Z
3
E= d p εp~ n(εp~ ) = 1/2 2 3 (5.26)
(2π~)3 2 π ~ 0 eβ(ε−µ) − ν
La comparación con (5.25) produce, notablemente, la misma relación
2
P V = E. (5.27)
3
Relaciones generales adicionales se siguen de la homogeneidad de Φ en T y µ. De (5.25),
(5.19), y (5.23), obtenemos
Φ µ
P = − = −T 5/2 ϕ , (5.28)
V µ T
N = V T 3/2 n , (5.29)
 T
∂Φ µ
S=− = V T 3/2 s , (5.30)
∂T V,µ T
S s(µ/T )
= . (5.31)
N n(µ/T )
Usando estos resultados, podemos derivar fácilmente la ecuación adiabática. La con-
dición S =const. y N =const., junto con (5.31), (5.29) y (5.28), producen µ/T =const.,
V T 3/2 =const., P T −5/2 =const., y finalmente

P V 5/3 = const. (5.32)

El lı́mite clásico z = eµ/kT  1


Primero formulamos la ecuación de estado en el lı́mite casi clásico. Para hacer esto,
expandimos las ζ-funciones g y f generalizadas definidas en (5.23) como series de potencias
en z: Z ∞ ∞ ∞
(ν)k+1 z k

gy (z) 1 y−1 −1
X
k0 −xk0 k0
X
= dx x e z (ν) e z = , (5.33)
fy (z) Γ(y) 0 ky
k0 =0 k=1
5.3. Condición de Condensación 42

donde ν = +1 para bosones y ν = −1 para fermiones.


Luego la ecuación (5.22) toma la forma

λ3 (ν)k+1 z k z2
X  
3
=g = g z + ν 3/2 + O(z ) . (5.34)
v k=1
k 3/2 2
Esta ecuación puede ser resuelta iterativamente para z:
 3 2  3 3 !
λ3 1 λ λ
z= − ν 3/2 +O . (5.35)
vg 2 vg v

Insertando esta ecuación en la serie para Φ (5.25) y (5.33),


z2
 
gV kT
Φ=− 3 z + ν 5/2 + O , (5.36)
λ 2
podemos eliminar µ en favor de N y obtener la ecuación de estado
 3 2 !!
lλ3 λ
P V = −Φ = N kT 1 − ν 5/2 + O . (5.37)
2 gv v
λ3
Haciendo uso de gv
 1, se sigue que:
λ3 1 λ3
 
µ = kT ln z = kT ln − ν 3/2 ··· , (5.38)
gv 2 gv
es decir µ < 0. Adicionalmente para la energı́a libre F = Φ + µN , de las ecuaciones (5.37) y
(5.38)
N λ3
F = Fclas − νkT 5/2 , (5.39)
2 gv
donde
λ3
 
Fclas = N kT −1 + ln (5.40)
gv
es la energı́a libre del gas ideal clásico.

Observaciones
1. Las correcciones cuánticas son proporcionales a ~3 , ya que λ es proporcional a ~. Estas
correcciones también se denominan correcciones de intercambio, ya que solo dependen
del comportamiento de simetrı́a de las funciones de onda.
2. Las correcciones de intercambio a los resultados clásicos a temperaturas finitas son del
orden de λ3 /v. La ecuación de estado clásica se mantiene para z  1 o λ  v 1/3 ,
es decir, en el lı́mite extremadamente diluido. Este lı́mite se alcanza más fácilmente,
cuanto más alta es la temperatura y más baja es la densidad. El número de ocupación
en el lı́mite clásico viene dado por (cf. Fig. 4.1)
λ3
n(εp~ ) ≈ e−βεp~ eβµ = e−βεp~  1. (5.41)
gv

Este lı́mite clásico (5.41) es igualmente válido para bosones y fermiones.


5.3. Condición de Condensación 43

5.3. Condición de Condensación


En esta sección, investigamos el comportamiento a baja temperatura de un gas de Bose
ideal no relativista de espı́n s = 0, es decir, g = 1 y

p~2
εp~ = . (5.42)
2m
En su estado fundamental, todos los bosones que no interactúan ocupan el estado de
partı́cula única energéticamente más bajo; su comportamiento a baja temperatura es, por
lo tanto, bastante diferente del de los fermiones. Entre la fase de alta temperatura, donde
los bosones se distribuyen en todo el espectro de valores de momento, correspondientes a la
función de distribución de Bose, y la fase en la que el estado (p = 0) se ocupa macroscópica-
mente (en T = 0, todas las las partı́culas están en este estado), se produce una transición de
fase. Esta llamada condensación de Bose-Einstein de un gas de Bose ideal fue predicha por
Einstein4 sobre la base de las consideraciones estadı́sticas de Bose, casi setenta años antes
de que se observara experimentalmente.
Primero nos referimos a los resultados de la Sección (5.1), donde encontramos la densidad
de partı́culas, es decir, para el recı́proco del volumen especı́fico, en la ecuación (5.22):

λ3
= g3/2 (z) (5.43)
v
p
con λ = ~ 2π/mkT y, usando (5.33),
∞ ∞
2 x1/2 X zk
Z
g3/2 (z) = √ dx x −1 = . (5.44)
π 0 e z − 1 k=1 k 3/2

De acuerdo a la observación 1 en la sección (5.1) la fugacidad de bosones z = eµ/kT es


limitado a z ≤ 1. El valor máximo de la función g3/2 (z), que es mostrado en la (Fig 5.1), es
luego dado por g3/2 (1) = ζ(3/2) = 2,612.
A continuación, tomamos el número de partı́cula y el volumen, y por lo tanto el volumen
especı́fico v, para fijarlo a valores dados. Luego de la ecuación (5.43), podemos calcular z en
función de T , o, más convenientemente, de vλ−3 . Al bajar la temperatura, λv3 disminuye y,
por lo tanto, z aumenta, hasta que finalmente en λv3 = 2,612 1
alcanza su valor máximo z = 1
(Fig.5.2 ). Esto define una temperatura caracterı́stica

2π~2 /m
kTc (v) = . (5.45)
(2,612v)2/3
R
Cuando z se acerca a 1, debemos ser más cuidadosos al tomar el lı́mite de p~ −→ d3 p
P
utilizado en (5.17) y (5.19). Esto también se indica por el hecho de que (5.43) implicarı́a para
z = 1 que a temperaturas inferiores a T c(v), la densidad v1 debe disminuir al disminuir la
temperatura. Desde (5.43), parece que ya no hay suficiente espacio para todas las partı́culas.
4
A. Einstein, Sitzber. Kgl. Preuss. Akad. Wiss. 1924, 261, (1924), ibid. 1925, 3 (1925); S. Bose, Z. Phys.
26, 178 (1924)
5.3. Condición de Condensación 44

2.612 z

1
2 g3/2 (z)

1/2.612 v/λ3

1 z Figura 5.2: La fugacidad z como una función de


v/λ3 .
Figura 5.1: La función g3/2 (z).

Claramente, tenemos que tratar el término (~p = 0) en la suma en (5.3), que diverge para
z −→ 1, por separado:
1 1 V
X Z
N= + n(εp~ ) = −1 + d3 p n(εp~ ). (5.46)
z−1 − 1 z − 1 (2π~)3
~6=0
p

El estado p~ = 0 para los fermiones no requiere ningún tratamiento especial, ya que


los números de ocupación promedio pueden tener como máximo el valor 1. Incluso para los
bosones, esta modificación es importante solo en T < Tc (v) y conduce a T = 0 a la ocupación
completa del estado p~ = 0.
Ası́ obtenemos para bosones, en lugar de (5.43):
1 v
+ N 3 g3/2 (z)
N= (5.47)
−1 λ z −1
 2 3/2
5 2π~
además, usando las ecuaciones (5.45) y λ3 = mkT tenemos

3/2 3/2
2π~2
 
1 v T 1
v= =⇒ = , (5.48)
mkTc (v) g3/2 (1) λ3 Tc (v) g3/2 (1)

ası́ para el número total de partı́culas N tenemos


3/2
g3/2 (z)

1 T
N = −1 +N . (5.49)
z −1 Tc (v) g3/2 (1)
5
Esto resulta del hecho que de la ecuación (5.22), se sabe que

λ3
Z
g3/2 (z) = d3 p n(εp~ ).
(2π~)3

Ası́ se reemplaza la integral en N por g3/2 (z) y como V = N v, se tiene una nueva expresión para N , en
lugar de tener (5.43), donde no se consideró el caso en que T < Tc .
5.3. Condición de Condensación 45

El número total de partı́culas N es, por lo tanto, la suma del número de partı́culas en el
estado fundamental
1
N0 = −1 (5.50)
z −1
y el número de partı́culas en los estados excitados
3/2
g3/2 (z)

0 T
N =N . (5.51)
Tc (v) g3/2 (1)

Para T > Tc (v), la ecuación (5.49) produce un valor para z de z < 1. El primer término
en el lado derecho de (5.49) es, por lo tanto, finito y puede despreciarse en relación con N .
Nuestras consideraciones iniciales se mantienen aquı́; en particular, z se sigue de la ecuación
(5.49) que
 3/2
Tc (v)
g3/2 (z) = 2,612 para T > Tc (v). (5.52)
T
Para T < Tc (v), de la ecuación (5.49), z = 1 − O(1/N ), de modo que todas las partı́culas
que ya no están en estados excitados pueden encontrar suficiente espacio para entrar en el
estado fundamental. Cuando z está tan cerca de 1, podemos establecer z = 1 en el segundo
término y obtener
 3/2 !
T
N0 = N 1 − . (5.53)
Tc (v)
6
Definiendo la fracción condensado en el lı́mite termodinámico por
N0
ν0 = lı́m , (5.54)
N −→∞ N
v fijo

en resumen encontramos

0 T > Tc (v)
ν0 = 
T
3/2 (5.55)
1 − T < Tc (v)
Tc (v)

Este fenómeno se denomina condensación de Bose-Einstein. Debajo de Tc (v), el estado


fundamental p~ = 0 se ocupa macroscópicamente. La dependencia de la temperatura de ν0 y
√ √
ν0 se muestra en la Figura 5.3. Las cantidades ν0 y ν0 son caracterı́stica de la condensación
6
El lı́mite termodinámico, o lı́mite macroscópico, de un sistema en mecánica estadı́stica es el lı́mite para
un gran número de partı́culas N donde se considera que el volumen crece proporcionalmente al número de
partı́culas. El lı́mite termodinámico se define como el lı́mite de un sistema con un gran volumen, con la
densidad de partı́culas mantenida fija
N
N −→ ∞, V −→ ∞, = cte
V
en este lı́mite, la termodinámica macroscópica es válida. Allı́, las fluctuaciones térmicas en cantidades globales
son despreciables, y todas las cantidades termodinámicas, como la presión y la energı́a, son simplemente
funciones de las variables termodinámicas, como la temperatura y la densidad. Por ejemplo, para un gran
volumen de gas, las fluctuaciones de la energı́a interna total son insignificantes y pueden ignorarse, y la
energı́a interna promedio puede predecirse a partir del conocimiento de la presión y la temperatura del gas.
5.4. Comportamiento Termodinámico 46

o del ordenamiento del sistema. Por razones que se aclararán más adelante, uno se refiere a
√ √
ν0 como el parámetro de orden. En la vecindad de Tc , ν0 va para cero
√ p
ν0 ∝ Tc − T . (5.56)

T
1

ν0
Tc (v) ∼ v −2/3
ν0

Tc T v

Figura 5.3: El número relativo de partı́culas Figura 5.4: La temperatura de transición en


en el condensado y su raı́z cuadra- función del volumen especı́fico.
da como funciones de la tempera-
tura

En la Fig (5.4) mostramos la temperatura de transición en función del volumen especı́fico.


Cuanto mayor sea la densidad (es decir, cuanto menor sea el volumen especı́fico), mayor será
la temperatura de transición Tc (v) a la que se produce la condensación de Bose-Einstein.

Observación:
P Uno podrı́a preguntar si los siguientes términos más altos en la suma
p
~ n(εp~ ) no podrı́an estar también ocupados macroscópicamente. Sin embargo, la siguien-
te estimación

 muestra que n(εp~ )  n(0) para p 6= 0. Considere, por ejemplo, el momento
p~ = L , 0, 0 , para quien
1 1 1 1 2m
2 /2m < 2 /2m < ∼ O(V −1/3 ) (5.57)
V e 1 z −1
βp −1 V e 1
βp −1 V βp21
1 1
se mantiene mientras V z −1 −1
∼ O(1)

5.4. Comportamiento Termodinámico


En esta sección analizaremos como se comporta el BEC, calculando las cantidades ter-
modinámicas a una temperatura menor y mayor de la temperatura crı́tica Tc .
No hay cambio en el gran potencial en comparación con la representación integral (5.25)
, ya que para el término con p~ = 0 en el lı́mite termodinámico, se deduce que
1 1 1
lı́m ln (1 − z(V )) = lı́m ln = 0. (5.58)
V −→∞ V V −→∞ V V
5.4. Comportamiento Termodinámico 47

Por lo tanto, la presión es dada por (5.25) como antes, donde z para T > Tc (v) se sigue
de (5.52), y para T < Tc (v) es dado por z = 1. Ası́ finalmente la presión de un gas de Bose
ideal es (
kT
g (z) T > Tc (v)
λ3 5/2
P = kT , (5.59)
λ3
1,342 T < Tc (v)
con g5/2 (1) = ζ( 52 ) = 1,342. Si insertamos z de (5.47) aquı́, obtenemos la ecuación de estado.
Para T > Tc , usando (5.52), podemos escribir (5.59) en la forma

kT g5/2 (z)
P = . (5.60)
v g3/2 (z)

Figura 5.5: La función g3/2 (z) y g5/2 (z). En el lı́mite z −→ 0, las funciones vienen a ser asintóti-
camente idénticos, g3/2 (z) ≈ g5/2 (z) ≈ z.

Las funciones g5/2 (z) y g3/2 (z) son mostradas en Fig. 5.5. La forma de la ecuación de
estado se puede ver cualitativamente desde ellos. Para valores pequeños de z, g5/2 (z) ≈
g3/2 (z), de modo que para v grande y T alta, obtenemos nuevamente de (5.59) la ecuación
clásica de estado (ver Fig. 5.6). Al acercarse a Tc (v), se hace cada vez más notable que
g5/2 (z) < g3/2 (z). En Tc (v), las isocoras convergen en la curva P = kTλ3
1,342, que representa
la presión para T < Tc (v). Todos juntos, esto conduce a la ecuación de estado correspondiente
a los isocoros en la figura 5.6.
Para la entropı́a, encontramos7

N k 5 v3 g5/2 (z) − ln z T > Tc (v)
  
∂P V 2λ
S= =  3/2 , (5.61)
∂T V,µ N k 5 g5/2 (1) T T < Tc (v)
2 g3/2 (1) Tc

d
7
notar que dz gy (z) = z1 gy−1 (z).
5.4. Comportamiento Termodinámico 48

Figura 5.6: La ecuación de estado del gas ideal Bose. Las isocoras se muestran para valores de-
crecientes de v. Para T < Tc (v), la presión es P = kT
λ3
1,342.

Figura 5.7: La capacidad calorı́fica = N × el


Figura 5.8: El potencial quı́mico del gas de
calor especı́fico de un gas de Bose
Bose ideal a una densidad fija en
ideal
función de la temperatura

y, luego de algunos cálculos, obtenemos la capacidad calorı́fica a volumen constante


 g (z)
 
∂S  15 v
g (z) − 94 g3/2
4 λ3 5/2
T > Tc (v)
1/2 (z)
CV = T = Nk   3/2 . (5.62)
∂T N,V  15 g5/2 (1) T T < Tc (v)
4 g3/2 (1) Tc

La entropı́a y el calor especı́fico varı́an como T 3/2 a baja temperatura. Sólo los estados
excitados contribuyen a la entropı́a y a la energı́a interna; La entropı́a del condensado es
cero. En T = Tc , el calor especı́fico del gas Bose ideal tiene una cúspide (Fig. 5.7).
De la ecuación (5.47) o de la Fig. 5.2, se puede obtener el potencial quı́mico, que se
muestra en la Fig. 5.8 en función de la temperatura.
49

Capı́tulo 6

Gas de Átomos Ultrafrı́os

La realización experimental de BEC se ha logrado en gases atómicos en los que la forma


del potencial de captura está, en muchos casos, bien aproximada por una forma armónica.
Por esta razón, es importante comprender las caracterı́sticas que presenta la condensación
de Bose-Einstein en presencia de confinamiento armónico. En este capı́tulo discutiremos el
comportamiento del gas de Bose ideal. El modelo de potencial armónico es particularmente
interesante porque permite una derivación casi analı́tica de las cantidades termodinámicas
relevantes. Representa una aplicación muy perspicaz de la mecánica estadı́stica cuántica[10].

6.1. Temperatura Crı́tica


La primera demostración de la condensación de Bose-Einstein en gases atómicos ultrafrı́os
se produjo en 1995. Cornell y Wieman 87 Rb condensados con Bose (Anderson, Ensher,
Matthews, Wieman y Cornell (1995)) y Ketterle Bose condensados 23 Na (Davis, Mewes,
Andrews , van Druten, Durfee, Kurn y Ketterle (1995)) que utilizan trampas magneto-
ópticas (MOT) y trampas magnéticas para enfriar vapores de decenas de miles de átomos a
temperaturas de unos pocos nanokelvin.
El primer paso del enfriamiento del vapor atómico utiliza tres conjuntos de rayos láser
de propagación en contra orientados a lo largo de ejes cartesianos que están sintonizados
justo por debajo de la frecuencia de resonancia de los átomos en la trampa. Los átomos que
son estacionarios están fuera de la resonancia y, por lo tanto, rara vez absorben un fotón.
Los átomos en movimiento son Doppler desplazados en resonancia al rayo láser que se está
propagando opuesto al vector de velocidad del átomo. Esos átomos absorben preferencial-
mente los fotones de esa dirección y luego vuelven a aparecer en direcciones aleatorias, lo
que resulta en una patada de movimiento neta opuesta a la dirección del movimiento. Esto
resulta en una melaza óptica que retarda los átomos. Este método de enfriamiento está li-
mitado por el lı́mite de retroceso en el que los átomos tienen un impulso mı́nimo del orden
del momento de los fotones utilizados para enfriar el gas. Esto da una temperatura lı́mite de
(hf )2 /2mc2 k ≈ 1µK, donde f es la frecuencia de la lı́nea espectral utilizada para enfriar y
m es la masa de un átomo.
En el siguiente paso del proceso de enfriamiento, los láseres se apagan y un campo
magnético que varı́a espacialmente crea un atractivo potencial de oscilador armónico an-
6.1. Temperatura Crı́tica 50

isotrópico cerca del centro de la trampa magnética


1
V (~r) = m K12 x2 + K22 y 2 + K32 z 2 .

(6.1)
2
Aquı́ la cantidad Ki (i = 1, 2, 3) denota las tres constantes de fuerza, que generalmente
son desiguales. Las correspondientes frecuencias de oscilación clásicas ωi están dadas por
ωi2 = Ki /m, y por lo tanto escribiremos el potencial como
1
V (~r) = m ω12 x2 + ω22 y 2 + ω32 z 2 .

(6.2)
2
Las frecuencias de la trampa ωi están controladas por el campo magnético aplicado.
Entonces se puede bajar la barrera de la trampa utilizando una transición resonante para
eliminar los átomos de mayor energı́a en la trampa. Si los átomos en el vapor están sufi-
cientemente acoplados entre sı́, entonces los átomos restantes en la trampa se enfrı́an por
evaporación.
Si las interacciones entre los átomos en el gas se pueden despreciar, usando el potencial
de confinamiento (6.2) los valores propios del hamiltoniano de partı́cula única

sp p2
H = + V (~r) (6.3)
2m
son dadas por la expresión analı́tica
     
1 1 1
εl1 ,l2 ,l3 = l1 + ~ω1 + l2 + ~ω2 + l3 + ~ω3 , (6.4)
2 2 2
donde li = 0, 1, ... son los números cuánticos que caracterizan las soluciones de la ecuación de
Schrödinger correspondiente. Si las tres frecuencias son todas iguales, entonces la degenera-
ción cuántica de un nivel con energı́a ε = ~ω(l+3/2) es (l+1)(l+2)/2. El estado fundamental
de un sistema de N bosones no interactivos confinados por el potencial (6.2) se obtiene al
poner todas las partı́culas en el estado más bajo de una sola partı́cula (l1 = l2 = l3 = 0) con
energı́a ε0 = ~(ω1 + ω2 + ω3 )/2. La función de onda de este estado de partı́cula única está
dada por
 mω 3/4 n m o
0
ϕ0 (~r) = exp − (ω1 x2 + ω2 y 2 + ωz 3 ) , (6.5)
π~ 2~
donde hemos introducido el promedio geométrico

ω0 = (ω1 ω2 ω3 )1/3 (6.6)

de las frecuencias
R del oscilador. La función de onda (6.5) satisface la condición de norma-
2
lización dr|ϕ0 | = 1. La distribución de densidad del sistema N -cuerpo se convierte en
n(~r) = N |ϕ0 (~r)|2 , y crece con N . El tamaño del condensado es, en cambio, independiente de
N y se fija por la longitud del oscilador armónico
 1/2
~
a0 = , (6.7)
mω0
que corresponde a la media geométrica de los anchos de la Gaussiana (6.5) en las tres
direcciones.
6.1. Temperatura Crı́tica 51

6.1.1. Densidad de Estados


La densidad de estados de un sistema describe el número de estados que están disponibles
para ser ocupados por el sistema en cada nivel de energı́a. Ahora cuando se calculan las
propiedades termodinámicas de los gases, es común reemplazar sumas sobre estados por
integrales, y usar una densidad de estados en los que se suavizan los detalles de la estructura
de nivel. Este procedimiento falla para un sistema condensado Bose– Einstein, ya que la
contribución del estado más bajo no se contabiliza adecuadamente. Sin embargo, proporciona
una buena aproximación a la contribución de los estados excitados, y ahora calcularemos
estas densidades de estados para varias situaciones diferentes.
A lo largo de la mayor parte de este tópicos, asumiremos que todas las partı́culas están
en un estado interno particular (espı́n) y, por lo tanto, generalmente suprimimos la parte de
la función de onda referida al estado interno.
En tres dimensiones, para una partı́cula libre en un estado interno particular, hay en
promedio un estado cuántico por volumen (2π~)3 de espacio de fase. La región del espacio
de momento para la cual la magnitud del momento es menor que p tiene un volumen de
4πp3 /3 igual al de una esfera de radio p, ya que la energı́a de una partı́cula de momento p~
es εp~ = p2 /2m , el número total de estados D(ε) con energı́a menor a ε es dado por
4π (2mε)3/2 21/2 (mε)3/2
D(ε) = V =V 2 , (6.8)
3 (2π~)3 3π ~3
donde V es el volumen del sistema. Bastante generalmente, el número de estados con energı́a
entre ε y ε + dε es dado por ρ(ε)dε, donde ρ(ε) es la densidad de estados. Por lo tanto
dD(ε)
ρ(ε) = , (6.9)

que, de (6.8), es por lo tanto
V m3/2 1/2
ρ(ε) = ε . (6.10)
21/2 π 2 ~3

Ahora volviendo a nuestro oscilador armónico, determinamos el número de estados D(ε)


con energı́a menor que un valor dado ε. Para energı́as grandes comparadas con ~ωi , podemos
tratar los li como variables continuas y despreciar el movimiento de punto cero. Por lo
tanto, introducimos un sistema de coordenadas definido por las tres variables εi = ~ωi ni , en
términos de las cuales una superficie de energı́a constante (6.4) es el plano ε = ε1 + ε2 + ε3 .
Entonces D(ε) es proporcional al volumen en el primer octante delimitado por el plano,
Z ε Z ε−ε1 Z ε−ε1 −ε2
1 ε3
D(ε) = dε 1 dε2 dε 3 = . (6.11)
(~ω)3 0 0 0 6(~ω)3
Ya que ρ(ε) = dD(ε)/dε, obtenemos una densidad de estados dado por
ε2
ρ(ε) = . (6.12)
2(~ω)3
El gran potencial Φ, para bosones en la trampa es luego dado por
Z ∞
(kT )4 2 −x βµ
 (kT )4
Φ(µ, T ) = − x ln 1 − e e dx = g4 (z), (6.13)
2(~ω0 )3 0 (~ω0 )3
6.2. Detección del Condensado de Bose-Einstein 52

donde z = exp{βµ} es la fugacidad y gy (z) es la función de Bose-Einstein definida en (5.23).


El volumen no es un parámetro en el potencial termodinámico ya que los átomos están
confinados por la trampa armónica. El número promedio de átomos en los estados excitados
en la trampa es    3
∂Φ kT
N (µ, T ) = = g3 (z). (6.14)
∂µ T ~ω0
Para N fijo, el potencial quı́mico aumenta de manera monótona a medida que la tempera-
tura se reduce hasta que se produce la condensación de Bose-Einstein cuando µ = 0, (z = 1).
La temperatura crı́tica para N átomos atrapados es dada por
 1/3
kTc N
= , (6.15)
~ω0 ζ(3)

donde ζ(3) = g3 (1) ≈ 1,202. Mientras que el espaciado de los niveles de energı́a es del
orden ~ω0 , la temperatura crı́tica para la condensación es mucho mayor que el espaciado
de energı́a de los niveles más bajos para N  1. Una frecuencia de oscilación tı́pica de la
trampa magnética f ≈ 100Hz. Para N = 2 × 104 , como en el experimento original de Cornell
y Wieman, kTc /~ω0 ≈ 25,5. La temperatura crı́tica observada fue de aproximadamente
170nK (Anderson et al. (1995)).
Para T < Tc , el número de átomos en los estados excitados es
 3  3
Nexcitado ζ(3) kT T
= = , (6.16)
N N ~ω Tc

por lo que la fracción de átomos que se condensan en el estado fundamental del oscilador
armónico es  3
N0 T
=1− . (6.17)
N Tc
En el lı́mite termodinámico, una fracción distinta de cero de los átomos ocupa el estado
fundamental para T < Tc . Por el contrario, la ocupación del primer estado excitado es solo
de orden N 1/3 , por lo que en el lı́mite termodinámico la fracción de ocupación en cada estado
excitado es cero. En la Figura 6.1 se muestra una comparación de la fracción condensada de
Bose medida experimentalmente con la ecuación (6.17).

6.2. Detección del Condensado de Bose-Einstein


El tamaño lineal de la función de onda del estado fundamental en la dirección cartesiana
i es r
~
ai = , (6.18)
mωi
mientras que el tamaño lineal de la distribución térmica de los átomos no condensados en
esa dirección es s r
kT kT
atérmico = 2
= ai . (6.19)
mωi ~ωi
6.2. Detección del Condensado de Bose-Einstein 53

Figura 6.1: Medición experimental de la fracción condensada de Bose frente a la temperatura,


en comparación con la ecuación (6.17). La temperatura escalada en el eje horizontal
es la temperatura dividida por la temperatura crı́tica N-dependiente dada en la ecua-
ción (6.15). El recuadro muestra el número total de átomos en la trampa después del
enfriamiento por evaporación.

A la frecuencia de captura f = 100Hz y la temperatura T = 100nK, estos tamaños son


aproximadamente 1µm y 5µm, respectivamente. En lugar de medir los átomos directamente
en el potencial de captura, los experimentadores suelen medir la distribución del momento del
gas ultrafrı́o mediante un experimento de tiempo de vuelo. En el momento t = 0, el campo
magnético se apaga repentinamente, eliminando el potencial de captura. La nube atómica
luego se expande de acuerdo con la distribución de impulso que los átomos tenı́an en la
trampa armónica. Se permite que la nube se expanda durante unos 100 milisegundos. La
velocidad de los átomos a esta temperatura es de unos pocos milı́metros por segundo, por lo
que la nube se expande a unos cientos de micrones en este perı́odo de tiempo. Luego, la nube
se ilumina con un pulso de láser en resonancia con los átomos, dejando una sombra en un CCD
en el plano de imagen de la óptica. El tamaño y la forma del patrón de intensidad de la luz
miden directamente la distribución de momento que los átomos tenı́an en la trampa en t = 0.
La nube en expansión se puede dividir en dos componentes, los N0 átomos que se habı́an
condensado en el estado fundamental y los N − N0 átomos restantes que se encontraban
en los estados excitados del potencial del oscilador armónico. Los átomos condensados de
Bose tienen un momento más pequeño que los átomos que estaban en los estados excitados.
Después del tiempo t, la evolución cuántica del estado fundamental tiene una densidad
número espacial
 
3 2
−rj
 
N0 Y
 q 1
n0 (~r, t) = N0 |ϕ0 (~r, t)|2 = 3/2 exp 2 . (6.20)
π j=1 a 1 + ω 2 t2 aj (1 + ωj2 t2 )
j j

Los átomos que no se condensan en el estado fundamental se pueden tratar de manera


6.3. Propiedades Termodinámicas 54

semiclásica, es decir, la función de distribución de posición y momento se trata de manera


clásica mientras que la densidad sigue la función de distribución de Bose-Einstein:
1
f (~r, p~, 0) = n 2  o . (6.21)
exp βp
2m
+ βm
2
(ω12 x2 + ω22 y 2 + ω32 z 2 ) − βµ − 1

Una vez que se desactiva el potencial en t = 0, la distribución evoluciona de forma


balı́stica:  
p~t
f (~r, p~, t) = f ~r + , p~, 0 . (6.22)
m
La densidad numérica espacial de los átomos en los estados excitados es
Z  
1 p~t
nexcitado (~r, t) = 3 f ~r + , p~, t d~p, (6.23)
h m
que se puede integrar para dar

( 3
" #)
1 X eβµj −βjmωα2 rα2

Y 1
nexcitado (~r, t) = 3 p exp , (6.24)
λ j=1 j 3/2 α=1
1 + ωα2 t2 2(1 + ωα2 t2 )

donde λ = h/ 2πmkT es la longitud de onda térmica de Broglie. Las integrales sobre el
estado condensado y los estados excitados cuentan correctamente todos los átomos:
Z
N0 = n0 (~r, t)d~r (6.25)
Z
N − N0 = nexcitado (~r, t)d~r = Nexcitado . (6.26)

Tenga en cuenta que en los primeros tiempos (ωα t  1) tanto la distribución condensada
como la excitada son anisotrópicas debido al potencial de captura anisotrópica. Sin embargo,
en los últimos tiempos (ωα t  1), los átomos de los estados excitados forman una nube
esféricamente simétrica debido a la dependencia del impulso isotrópico de la función de
distribución t = 0. Por el contrario, los átomos que se condensaron en el estado fundamental
se expanden de forma anisotrópica debido a las diferentes extensiones espaciales de la función
de onda del estado fundamental en t = 0. La dirección que tiene la frecuencia ωi más
grande es la que más se comprime mecánicamente en t = 0; Entonces, según el principio de
incertidumbre, se expande más rápido. Esta es una caracterı́stica importante de los datos
experimentales que confirman el inicio de la condensación de Bose-Einstein; ver Figuras 6.3
y 6.2.

6.3. Propiedades Termodinámicas


La temperatura, la fracción de condensado y la energı́a interna se pueden observar uti-
lizando las mediciones de tiempo de vuelo. La energı́a interna también se puede escribir en
términos de la función gy (z):
Z ∞
ε3 1 (kT )4
E(µ, T ) = dε = 3 g4 (z). (6.27)
0 2(~ω0 )3 eβ(ε−µ) − 1 (~ω0 )3
6.3. Propiedades Termodinámicas 55

Figura 6.2: Las ecuaciones de densidad de número de tiempo de vuelo bidimensionales (6.20) y
(6.24) en los últimos tiempos (ω0 t  1) para T /Tc = 0,98 utilizando los paráme-
tros experimentales
√ en Anderson et al. (1995): N = 2 × 104 átomos en la trampa y
ω2 = 8ω1 . La gráfica muestra la densidad completa y, debajo, la densidad isotrópica
más amplia debido a los estados excitados. La dimensión z se ha integrado. El pico
condensado de Bose es anisotrópico: la dispersión en la dirección y es 81/4 = 1,68
veces más grande que en la dirección x, mientras que el pico p ancho causado por los
estados excitados es isotrópico. La escala de distancia v0 t = t ~ω1 /m determina el
ancho de la distribución que resulta del pico condensado de Bose en la dirección x en
los últimos tiempos; compárese con la figura 6.3.

La capacidad calorı́fica a N constante se puede escribir como


       
∂E ∂E ∂E ∂µ
CN (T ) = = +
∂T N ∂T µ ∂µ T ∂T N
∂E
   ∂N 
∂E ∂T µ ∂T µ
= −   . (6.28)
∂T µ ∂N
∂µ
T

Las ecuaciones 6.14 y 6.15 se pueden usar para determinar la fugacidad z numéricamente,
como se muestra en la Figura 6.4. La fugacidad se puede usar en la ecuación 6.27 para obtener
la energı́a interna escalada
  4
3 T ζ(4)
U Tc ζ(3)
T ≤ Tc
=  4 ; (6.29)
N kTc 3 T g4 (z)
T ≥T
Tc ζ(3) c

véanse las figuras 6.5 y 6.7. El calor especı́fico a escala está dado por
  3
12ζ(4) T
CN 
ζ(3) T
T < Tc
=  c 3   , (6.30)
Nk  1 T
2
9g3 (z)
12g4 (z) − g2 (z) T > Tc
ζ(3) Tc
6.3. Propiedades Termodinámicas 56

Figura 6.3: Imágenes de la distribución de velocidad de los átomos de rubidio en el experimento


de Anderson et al. (1995), tomada mediante el método de expansión. El marco iz-
quierdo corresponde a un gas a una temperatura justo por encima de la condensación;
El marco central, justo después de la aparición del condensado; El marco derecho,
después de una evaporación adicional, deja una muestra de condensado casi puro. El
campo de visión es de 200µm × 270µm, y corresponde a la distancia que los átomos
se han movido en aproximadamente 1/20 s. El color corresponde al número de áto-
mos en cada velocidad, siendo el rojo el más bajo y el blanco el más. Cortesı́a de
NIST/JILA/University of Colorado.

y se muestra en la Figura 6.6. A diferencia del caso de condensación de Bose-Einstein de


partı́culas libres en una caja (Figura (5.7)), el calor especı́fico de un condensado en una
trampa de armónicos muestra una discontinuidad a la temperatura crı́tica:
( 12ζ(4)
CN ζ(3)
cuando T −→ Tc−
= 12g 4 (z)
. (6.31)
Nk ζ(3)
− 9g 3 (z)
g2 (z)
' 4,228 cuando T −→ Tc+

La Figura 6.7 muestra datos experimentales para la energı́a interna de un condensado


de Bose-Einstein de 87 Rb. La ruptura en la pendiente es una indicación del calor especı́fico
discontinuo. Naturalmente, en un sistema con un número finito de partı́culas, se eliminan
todas las no analı́ticas asociadas con la transición de fase. Cuando N es finito, la fracción de
condensado se aproxima a cero suavemente y la discontinuidad en la capacidad calorı́fica se
redondea.
6.3. Propiedades Termodinámicas 57

Figura 6.5: energı́a interna escalada vs. tem-


Figura 6.4: Fugacidad, para un condensado de
peratura escalada (T /Tc ) para un
Bose-Einstein en una trampa de
condensado de Bose-Einstein en
armónicos
una trampa de armónicos.

Figura 6.6: Calor especı́fico escalado de un condensado de Bose-Einstein en una trampa armónica
en función de la temperatura escalada (T /Tc ); compare con la figura 5.7 para un gas
Bose de partı́culas libres.
6.3. Propiedades Termodinámicas 58

Figura 6.7: Comparación de las mediciones experimentales de Ensher et al. (1996) (diamantes)
con el resultado de energı́a interna no interactiva - vea la ecuación (6.29) y la Figura
6.4 - (curva de puntos), la solución de orden cero que incluye interacciones (curva
completa), tratamiento perturbativo de primer orden (curva de puntos) ), y solución
numérica (cı́rculos). La lı́nea recta es el resultado clásico de Maxwell-Boltzmann. El
recuadro es una ampliación de la región alrededor de la temperatura crı́tica. La ruptura
en la pendiente es una indicación de la discontinuidad en el calor especı́fico del lı́mite
termodinámico que se muestra en la Figura 6.6; de Minguzzi, Conti y Tosi (1997).
Cortesı́a del Instituto American Institute of Physics.
59

Capı́tulo 7

Conclusiones y Perspectivas

En este tópico, hemos proporcionado una descripción introductoria tanto en la formación


como en la detección experimental de los gases condensados de Bose confinados en trampas
armónicas. Para este fin, dado que un gas está conformado por una gran cantidad de partı́cu-
las hemos procedido a construir el espacio de estados de un sistema de muchas partı́culas
con el formalismo de la segunda cuantización, para luego mediante la estadı́stica cuántica
obtener la función de distribución de Bose-Einstein para un sistema de partı́culas bosónicas,
habiendo aclarado anteriormente la diferencia entre las partı́culas bosónicas y fermiónicas.
De esta manera se puede obtener la expresión bien conocida para la temperatura crı́tica.
Una vez que se tuvo todas estas herramientas se aprovechó para explicar la detección de los
gases condensados, basándonos principalmente en lo detectado por W. Ketterle y A. Cornell.

El mensaje principal que surge de nuestro análisis es que los sistemas compuestos de
partı́culas bosónicas cuando se encuentran a temperaturas lo suficientemente bajas como
para ser menor que la temperatura crı́tica, se comportan de una manera bastante particular,
siendo mas precisos se produce un cambio de fase, a la cual se le llama condensación. La
condensación de Bose-Einstein implica una acumulación macroscópica de partı́culas en el
nivel del estado fundamental de un sistema Bose. Esto significa que, si el número de partı́culas
condensadas es N0 y el número total de partı́culas en el sistema es N , entonces se produce
la condensación de Bose-Einstein, cuando N0 es proporcional a N , tal y como vimos en la
ecuación (5.53) y en (6.17).

A partir del desarrollo de este trabajo podemos plantearnos a estudiar la dinámica del
condensado a temperatura cero, la cual generalmente se describe con la ecuación de Gross-
Pitaevskii (GPE) que es efectivamente una aproximación de campo medio para las interac-
ciones entre partı́culas. Normalmente, el GPE se deriva del marco de la segunda cuantización,
para lo cual podemos aprovechar nuestra sólida base en la descripción del espacio de estados
de muchas partı́culas en facilitar el entendimiento de la derivación de GPE[11].

Finalmente, el gas ideal de Bose considerado en este trabajo es un sistema muy peculiar.
Basta recordar que, en presencia de la condensación de Bose-Einstein, tiene una compresibi-
lidad infinita. Por lo tanto, no es sorprendente que las interacciones entre partı́culas afecten
las propiedades del gas de manera dramática, incluso para muestras muy diluidas. Por otro
lado, el problema del gas Bose casi ideal no es trivial, ya que la energı́a del estado fundamen-
7.0. Propiedades Termodinámicas 60

tal es cero en ausencia de interacciones y no se pueden aplicar las técnicas tradicionales de


perturbación. Este problema fue resuelto por Bogoliubov (1947). La teorı́a de Bogoliubov se
basa en una nueva técnica de perturbación y proporciona la base de los enfoques modernos
para la condensación de Bose-Einstein en gases diluidos[8].
62

Apéndice A

Postulados de la Mecánica Cuántica

El análisis para la descripción de ciertos experimentos como el experimento de la doble


rendija impulsó a abandonar ciertos conceptos clásicos de trayectoria y sustituirlo por el
concepto de estado variable con el tiempo. Es ası́ como el estado cuántico de una partı́cula
es caracterizado por una función de onda ψ(~r, t) quien contiene toda la información posible
acerca de la partı́cula. Donde el módulo al cuadrado |ψ(~r, t)|2 es interpretado como una
densidad de probabilidad y ”dP (~r, t) = |ψ(~r, t)|2 d3 r es la probabilidad de encontrar a la
partı́cula en una vecindad d3 r = dx dy dz del punto ~r en un tiempo t”. De aquı́ concluimos
que la función de onda debe ser cuadrado integrable.

Hilbert y Dirac entendieron en 1927 que la función de onda ψ y su transformada de


Fourier φ son simplemente dos representaciones del mismo objeto matemático único (un
vector en el espacio de Hilbert). Y fueron capaces de dar una formulación clara de la teorı́a
con estas ideas. Dirac inventó las notaciones que han sido adoptadas por los matemáticos.
Por lo tanto, el estado cuántico de una partı́cula en un tiempo fijo es caracterizado por
un ket del espacio H. Una vez expuesto esto desarrollaremos los postulados de la mecánica
cuántica, que se utilizan en las descripciones de los fenómenos cuánticos.[2]

A.0.1. Postulados

Descripción de los estados de un sistema


Lo dicho anteriormente sobre el estado de una partı́cula puede ser generalizado a cualquier
estado fı́sico.

Primer Postulado

En un tiempo t0 , el estado de un sistema fı́sico es definido por un ket especı́fico


|ψ(t0 )i perteneciente al espacio de estados H.

En mecánica cuántica se hace uso constante de palabras como sistema fı́sico, estado y can-
tidades fı́sicas. Dado que el primer postulado no es ajeno a ellas es conveniente dar algunas
precisiones del significado de ellas.
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 63

La base de la fı́sica es la observación experimental y el proceso de medición que consiste


en caracterizar aspectos de la realidad que observamos por números. Estos aspectos de la
realidad se elaboran en conceptos de cantidades fı́sicas (por ejemplo, velocidad, energı́a,
intensidad eléctrica, etc.).
En determinadas circunstancias, decimos que un sistema fı́sico 1 se encuentra en cierto
estado. El estado del sistema es ”la manera en que el objeto es”2 . Eso es lo que nos interesa.
Queremos saber el estado de un átomo en el espacio, no su estructura interna, que estu-
diaremos más adelante. Poseemos un conocimiento más o menos completo de un estado si
realizamos algún conjunto de medidas de cantidades fı́sicas en el sistema.

Descripción de las cantidades fı́sicas


Segundo Postulado

Cada cantidad fı́sica medible Ar es descrita por un operador A actuando en H; este


operador es un observable.

A diferencia de la mecánica clásica, la mecánica cuántica describe de manera fundamen-


talmente diferente el estado de un sistema y las magnitudes fı́sicas asociadas: un estado se
representa por un vector, una cantidad fı́sica por un operador.
Las cantidades fı́sicas medibles son las que se pueden determinar cuantitativamente me-
diante un proceso y un patrón ya definidos, mientras que las cantidades no medibles pueden
carecer de cierto proceso o patrón de medida con los cuales determinarlos cuantitativamente.

El segundo postulado introduce el concepto de observable para describir cantidades fı́sicas


por los cual es preciso dar una definición clara de este concepto.

Definición A.0.1 (Observable). El operador Hermı́tico A(A = A† ) es un observable si su


sistema ortonormal de vectores forman una base en el espacio de estos3 . Esto puede ser
expresado por la relación de completitud:
gn
∞ X
|ψni i hψni | = Iˆ
X
(A.1)
n=1 i=1

donde gn es el orden del grado de degeneración de un autovalor an del operador A


Como los autovalores de  deben representar valores numéricos observables de las canti-
dades fı́sicas, por lo tanto, ellos deben ser necesariamente números reales. Esto implica que
los operadores  representando observables deben ser necesariamente Hermı́ticos

1
Es decir, un objeto perteneciente a la realidad
2
Es decir, la manera particular en que su realidad puede manifestarse, siendo la descripción mas completa
y posible de un sistema fı́sico
3
Cuando H es dimensionalmente finito, veremos en (A.3.) que es siempre posible formar una base con
los autovectores de un operador Hermı́tico. Cuando H es dimensionalmente infinito, este no es el caso
necesariamente. Es por eso que es útil introducir un nuevo concepto, el de un observable.
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 64

La medición de cantidades fı́sicas


1. Posibles resultados

Tercer Postulado

El único posible resultado de la medida de una cantidad fı́sica A es uno de los


autovalores del correspondiente observable A.

Una medida de A siempre da un valor real, ya que A es por definicı́on hermitiano.

Si el espectro de A es discreto, el resultado que se obtiene por medición de A son


cuantizados4 .

El tercer postulado nos permite explicar la cuantización observada de ciertas canti-


dades, tal como la energı́a de átomos. Pero esto no implica que todas las cantidades
son cuantizadas, ya que existe observables cuyo espectro es continuo. Las predicciones
fı́sicas del tercer postulado son por lo tanto no todos obvios a priori.

2. Principio de descomposición espectral


Ahora vamos a dar algunas reglas que nos permitirán calcular la probabilidad de ob-
tener cualquier autovalor de A.

Cuarto Postulado

(caso de un espectro discreto no-degenerado)


Sea un sistema con un estado normalizado |ψi. Si medimos la cantidad fı́sica A, la
probabilidad P (an ) de obtener el autovalor no-degenerado an del correspondiente
observable A es:
P (an ) = | hun |ψi |2
donde |un i es el autovector normalizado de A asociado con el autovalor an .

Dado que |un i es un autovector de A, luego se cumple la siguiente ecuación de auto-


valores.

A |un i = an |un i (A.2)

Podemos hacer que |ψi sea desarrollado por la base |un i de la siguiente manera
X
|ψi = cn |un i
n

4
Con esto nos referimos a los valores discretos que podemos obtener, es decir podemos contarlos o cuan-
tizarlos
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 65

Luego, según el cuarto postulado para el caso no-degenerado, la probabilidad P (an ) de


encontrar an cuando A es medido está dada por:

P (an ) = |cn |2 = | hun |ψi |2 (A.3)

La probabilidad P (an ) de encontrar an al medir A es de 100 %, si el sistema |ψi se


encuentra en el estado |ψn i y será de 0 %, si el sistema no contiene al estado |ψn i.

Cuarto Postulado

(caso de un espectro discreto degenerado)


Cuando la cantidad fı́sica A es medida en un sistema en el estado normalizado |ψi,
la probabilidad P (an ) de obtener el autovalor an del correspondiente observable A
es: gn
X
P (an ) = | huin |ψi |2
i=1

donde gn es el grado de degeneración de an y {|uin i}(i = 1, 2, ..., gn ) es un conjunto


ortonormal de vectores quienes forman una base en el autosubespacio Hn asociado
con el autovalor an de A.

Como, ahora, algunos de los autovalores son degenerados, los autovectores ortonorma-
lizados |uin i correspondiente a ellos son:

A |uin i = an |uin i ; i = 1, 2, ..., gn . (A.4)

El estado |ψi puede aún ser expandida en las bases ortonormales {|uin i}:

gn
XX
|ψi = cin |uin i . (A.5)
n i=1

En este caso, reemplazando el estado ψ en la probabilidad P (an ) se tiene:


gn gm
X XX
P (an ) = | huin | cjm |ujm i |2
i=1 m j=1
gn gm
X XX
= | cjm δn,m δi,j |2
i=1 m j=1
gn gn
(A.6)
X X
= | cjn δi,j |2
i=1 j=1
gn gn
X X
i 2
= |cn | = | huin |ψi |2 .
i=1 i=1
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 66

Para el cuarto postulado en el caso de un espectro discreto consideremos el vector:


gn
X
|ψn i = cin |uin i (A.7)
i=1

donde los coeficientes cin son los mismos que aparecen en la expansión de |ψi:

cin = huin |ψi (A.8)


|ψn i es la parte de |ψi que pertenece a Hn , es decir, la proyección de |ψi en Hn . Esto
es:

gn
X
|ψn i = |uin i huin |ψi = P̂n |ψi (A.9)
n

donde: gn
X
P̂n = |uin i huin | (A.10)
n

es el proyector en Hn . Ahora calculemos el cuadrado de la norma de |ψi. De (A.7):

gn
X
hψn |ψn i = |cin |2 (A.11)
i=1

Por lo tanto, P (an ) es el cuadrado de la norma de |ψn i = P̂n |ψi, la proyección de |ψi
en Hn . De esta expresión, es claro que un cambio de bases en Hn no afecta P (an ). Esta
probabilidad es escrita:

P (an ) = hψ|P̂n† P̂n |ψi (A.12)


o, usando el hecho que P̂n es hermitiano (P̂n† = P̂n ) y que es un proyector (P̂n2 = P̂n ):

P (an ) = hψ|P̂n |ψi (A.13)

Cuarto Postulado

(caso de un espectro continuo no-degenerado)


Cuando la cantidad fı́sica A es medida en un sistema en el estado normalizado |ψi,
la probabilidad dP (α) de obtener un resultado comprendido entre α y α + dα es
igual a :

dP (α) = | hvα |ψi |2 dα


donde |vα i es el autovector correspondiente al autovalor α del observable A asociado
con A.
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 67

Dado que el espectro de A es continuo y no-degenerado. El sistema, ortonormal en


sentido extendido, de autovectores |vα i de A:

A |vα i = α |vα i (A.14)


para una base continua en H, en condiciones de quien |ψi puede ser expandido:
Z
|ψi = dα c(α) |vα i (A.15)
ya que el posible resultado de las medidas de A forman un conjunto continuo, debe-
mos definir una densidad de probabilidad, tal como lo hicimos para la interpretación
de la función de onda de una partı́cula. La probabilidad dP (α) de obtener un valor
comprendido entre α y α + dα es dado por:

dP (α) = ρ(α)dα
5
con :
ρ(α) = | hvα |ψi |2
Z
= | dα0 c(α0 ) hα|α0 i |2
(A.16)
Z
= | dα0 c(α0 )δ(α − α0 )|2 = |c(α)|2

siendo ρ(α) la densidad de probabilidad en el espacio α.

COMENTARIOS
1. En cada uno de los casos considerados en el cuarto postulado, la probabilidad total es
igual a 1. Por ejemplo, a partir de (A.6) encontramos:
gn
X XX
P (an ) = |cin |2 = hψ|ψi = 1 (A.17)
n n i=1

ya que |ψi es normalizado. Esta última condición no es muy indispensable ya que (A.6)
y (A.16) se puede reemplazar por:

gn
1 X i 2
P (an ) = |c | (A.18)
hψ|ψi i=1 n
y
1
ρ(α) = |c(α)|2 (A.19)
hψ|ψi
2. Para que el cuarto postulado sea coherente, es necesario que el operador A asociado
con alguna cantidad fı́sica sea observable: esto debe ser posible para expandir algún
estado en los autovectores de A.

5
Generalizando al caso continuo los resultados del caso discreto, las bases continuas ortonormales |αi y
|α i deben cumplir la siguiente relación de ortonormalidad hα|α0 i = δ(α − α0 )
0
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 68

Representaciones
1. Representación en Bases Discretas
Por la necesidad de expresar algún ket |ψi del espacio de Hilbert en términos de un con-
junto completo de bases kets ortonormales, los vectores estados son luego representados
por sus componentes en bases discretas.[13]

Considerar una base discreta, completa, y ortonormal denotada por {|φn i} ⊂ H.


Notar que esta base {|φn i} es discreta. La condición de ortonormalidad de la base
es expresada por

hφn |φm i = δnm , (A.20)


donde δnm es el delta de Kronecker. La relación de completitud, o clausura, para
esta base está dada por

|φn i hφn | = Iˆ
X
(A.21)
n=1

La representación del vector |ψi dentro del contexto de la base {|φn i}, se obtiene
usando la relación de completitud


X  ∞ ∞
|ψi = Iˆ |ψi =
X X
|φn i hφn | |ψi = hφn |ψi |φn i = an |φn i , (A.22)
n=1 n=1 n=1

donde el coeficiente an , representa la proyección de |ψi a |φn i; an es la componente


de |ψi a lo largo del vector |φn i.
Para cada operador lineal Â, podemos escribir


X  X∞  X
 = IˆÂIˆ = |φn i hφn |  |φm i hφm | = Anm |φn i hφm | , (A.23)
n=1 m=1 nm

donde Anm es la matriz nm elemental del operador Â:

Anm = hφn |Â|φm i . (A.24)


Vemos que el operador  está representado, dentro de la base {|φn i}, por la matriz
cuadrada A.
La traza Tr(Â) de un operador  es dado, dentro de una base ortonormal {|φn i},
por la expresión:
X X
Tr(Â) = hφn |Â|φn i = Anm (A.25)
n n
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 69

Ahora, conociendo las componentes de kets, bras, y operadores en una base {|φn i},
determinaremos la componente correspondiente a una base diferente {|φ0n i}. Asu-
miendo que {|φn i} y {|φ0n i} son dos bases diferentes, podemos expandir cada ket
|φn i de la vieja base en términos de la nueva base |φ0n i como sigue:

X  X
|φn i = |φ0m i hφ0m | |φn i = ∗
Unm |φ0m i , (A.26)
m=1 m

donde

Unm = hφ0m |φn i . (A.27)

La matriz Unm , proporciona la transformación de la base antigua a la nueva. Esta
matriz es unitaria. Para probar esto necesitamos probar que Û Û † = I,ˆ quien se

reduce a mostrar que hφm |Û Û |φn i = δmn . Esto va como sigue:
X  X
hφm |Û Û † |φn i = hφm |Û |φl i hφl | Û † |φn i = ∗
Uml Unl , (A.28)
l l


∗
donde Uml = hφm |Û |φl i y Uml = hφm |Û † |φl i = hφm |Û |φl i ∗
. Además, Uml =
hφ0m |φl i y Unl = hφl |φ0n i; podemos reescribir (A.28) como
X X

Uml Unl = hφ0m |φl i hφ0l |φ0n i = hφ0m |φ0n i = δmn . (A.29)
l l

Combinando (A.28) y (A.29), podemos inferir que hφm |Û Û † |φn i = δmn , o Û Û † =
ˆ
I.
Las componentes hφ0n |ψi de un vector |ψi arbitrario en una nueva base {|φ0n i}
puede expresarse en términos de las componentes hφn |ψi de |ψi en una base
antigua {|φn i} como sigue:

!
ˆ
X X
hφ0m |ψi = hφ0m |I|ψi = hφ0m | |φn i hφn | |ψi = ∗
Umn hφn |ψi
X
n n (A.30)

= hφm |Û |φn i hφn |ψi = hφm |Û |ψi
n

como el vector |ψi es arbitrario tenemos que:

hφ0m | = hφm | Û † . (A.31)


Esta relación, junto con su complejo conjugado, puede generalizarse en

|ψnuevo i = Û |ψviejo i , hψnuevo | = hψviejo | Û † . (A.32)


Considerando dos vectores arbitrarios |ψ1 i y ψ2 de H, y sus transformaciones |ψ̃1 i
y |ψ̃2 i bajo la acción de Û :
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 70

|ψ̃1 i = Û |ψ1 i
(A.33)
|ψ̃2 i = Û |ψ2 i .

Calculando el producto escalar hψ̃1 |ψ̃2 i; obtenemos:

hψ̃1 |ψ̃2 i = hψ1 |Û † Û |ψ2 i = hψ1 |ψ2 i . (A.34)


La transformación unitaria asociada con el operador Û por lo tanto conserva el
producto escalar (y, consecuentemente, la norma) en H.
Ahora examinaremos la transformación de operadores cuando cambiamos de una
base a otra. Por definición la transformación Ânuevo del operador Âviejo será el
operador que, en la base {|φ0n i} nueva, tiene la misma matriz de elementos que el
operador Âviejo en la base {|φn i} vieja:

hφ0n |Ânuevo |φ0m i = hφn |Âviejo |φm i (A.35)


substituyendo (A.32) en esta ecuación, obtenemos:

hφn |Û † Ânuevo Û |φm i = hφn |Âviejo |φi . (A.36)


Ya que n y m son arbitrarios, tenemos:

Û † Ânuevo Û = Âviejo (A.37)


o multiplicando esta ecuación en el lado izquierdo por Û y en el lado derecho por
Û † :

Ânuevo = Û Âviejo Û † (A.38)


La ecuación (A.38) puede ser tomado como la definición de la transformación
Ânuevo del operador Âviejo por la transformación unitaria Û .
podemos resumir los dos resultados anteriores del cambio de base en las siguientes
relaciones:

|ψnuevo i = Û |ψviejo i , hψnuevo | = hψviejo | Û † , Ânuevo = Û Âviejo Û † .

Considerando un autovector |φn i de Âviejo , con autovalor a:

Âviejo |φn i = a |φn i . (A.39)

Sea |φ0n i la transformación de |φn i por el operador Û : |φ0n i = Û |φn i. Luego tene-
mos:
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 71

   
Ânuevo |φ0n i = Û Âviejo Û † †
Û |φn i = Û Âviejo Û Û |φn i
= Û Âviejo |φn i = aÛ |φn i (A.40)
= a |φ0n i

|φ0n i es por lo tanto un autovector de Ânuevo , con autovalor a. Esto puede ser
generalizado a la siguiente regla: los autovectores de la transformación Ânuevo de
Âviejo son la transformación |φ0n i de los autovectores |φn i de Âviejo ; los autovalores
no son alterados.
El operador unitario infinitesimal
Sea Û () un operador unitario quien depende de una cantidad real pequeña e
infinitesimal , Û () −→ Iˆ cuando  −→ 0. Expandimos Û () en una serie de
potencias en :

Û () = Iˆ + Ĝ + ... (A.41)


Luego tenemos:

Û † () = Iˆ + Ĝ + ... (A.42)


y:
 
† † ˆ †
Û ()Û () = Û ()Û () = I +  Ĝ + Ĝ + ... (A.43)

Ya que Û () es unitario, el termino de primer orden en el lado derecho de A.43


son cero; por lo tanto tenemos:

Ĝ + Ĝ† = 0. (A.44)
Esta ecuación expresa el hecho que el operador G es anti-Hermitiano. Es conve-
niente fijar:

F̂ = iĜ (A.45)
Para obtener la ecuación:

F̂ − F̂ † = 0 (A.46)
que establece que F̂ es Hermitiano. Un operador unitario infinitesimal puede por
lo tanto ser escrito en la forma:

Û () = Iˆ − iF̂ (A.47)


donde F̂ es un operador Hermitiano.
Substituyendo A.47 en A.38, obtenemos:
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 72

Ânuevo = (Iˆ − iF̂ )Âviejo (Iˆ + iF̂ † ) = (Iˆ − iF̂ )Âviejo (Iˆ + iF̂ ) (A.48)
y, por lo tanto:
h i
Ânuevo − Âviejo = −i F̂ , Âviejo . (A.49)

La variación del operador Âhviejo bajoila transformación Û es, en primer orden,


proporcional al conmutador F̂ , Âviejo .

2. Representación en Bases Continuas


En este caso consideraremos la representación del estado kets, bras, y operadores en ba-
ses continuas. Luego de presentar el formalismo general, consideraremos 2 aplicaciones
importantes: representaciones en el espacio de configuraciones y momentos.

Tratamiento General
La condición de ortonormalidad para la base continua |χk i no es expresado por
el delta de Kronecker sino por la función delta continua de Dirac:

hχk |χk0 i = δ(k − k 0 ), (A.50)

donde k y k 0 son parámetros continuos y además la transformada de la función


delta continua de Dirac es definida por:
+∞
1
Z
δ(x) = eikx dk. (A.51)
2π −∞

La relación de completitud está dado por una integral sobre una variable continua
Z +∞
ˆ
dk |χk i hχk | = I, (A.52)
−∞

Cada estado |ψi puede expandirse en términos del conjunto de bases completo
|χk i:
Z +∞  Z +∞
|ψi = Iˆ |ψi = dk |χk i hχk | |ψi = dkb(k) |χk i , (A.53)
−∞ −∞

donde b(k) = hχk |ψi, representa la proyección de |ψi en |χk i.


La norma de una base continua es infinito; una combinación de (A.50) y (A.51)
resulta
+∞
1
Z
hχk |χk i = δ(0) = dk −→ ∞. (A.54)
2π −∞

Esto implica que los kets |χk i no son cuadrado integrables y por lo tanto no son
elementos de un espacio de Hilbert. A pesar de la divergencia de la norma de |χk i,
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 73

el conjunto |χk i constituye una base válida de vectores que generan el espacio de
Hilbert, ya que para cualquier vector de estado |ψi, el producto escalar hχk |ψi es
finito.
Representación en el Espacio de Configuraciones
Para este caso, por cuestiones de simplicidad, trataremos el problema unidimen-
sional dado que los resultados se pueden generalizar al problema tridimensional.
En la representación de configuraciones, las bases consisten de un conjunto infinito
de vectores |xi, quienes son auto-kets del operador posición X̂:

X̂ |xi = x |xi , (A.55)


Las condiciones de ortonormalidad y completitud son respectivamente dados por

hx|x0 i = δ(x − x0 ), (A.56)


Z
ˆ
dx |xi hx| = I. (A.57)

De modo que cada vector estado |ψi puede ser expandido como sigue:
Z Z
|ψi = dx |xi hx|ψi ≡ dxψ(x) |xi , (A.58)

donde ψ(x) denota las componentes de ψ en la base |xi:

hx|ψi = ψ(x). (A.59)


Esto es conocido como la función de onda por el vector estado |ψi. Recordando
que, de acuerdo a la interpretación de Born, la cantidad | hx|ψi |2 dx representa la
probabilidad de encontrar al sistema entre x y x + dx.
El producto escalar entre dos vectores estado, ψ y φ, puede ser expresado en esta
forma:
Z  Z
hφ|ψi = hφ| dx |xi hx| |ψi = dxφ∗ (x)ψ(x). (A.60)

Notar que el operador X̂ es Hermitiano, ya que

Z Z ∗

hφ|X̂|ψi = x hφ|xi hx|ψi dx = x hψ|xi hx|φi dx = hψ|X̂|φi . (A.61)

Representación en el Espacio de Momentos


La base |pi de la representación de momentos es obtenido de los auto-kets del
operador momento P̂ :

P̂ |pi = p |pi , (A.62)


APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 74

donde p es el momento del sistema. Las relaciones de ortonormalidad y completi-


tud de la base del espacio de momentos son dados por
Z
0 0
hp|p i = δ(p − p ) y ˆ
dp |pi hp| = I. (A.63)

Expandiendo |ψi en estas bases, obtenemos


Z Z
|ψi = dp |pi hp|ψi = dpΨ(p) |pi , (A.64)

donde el coeficiente de expansión ψ(p) representa la función de onda en el espacio


de momentos. La cantidad | hp|ψi |2 dp es la probabilidad de encontrar el momento
del sistema entre p y p + dp.
El producto escalar entre dos estados en el espacio de momentos es dado por
Z  Z
hφ|ψi = hφ| dp |pi hp| |ψi = dpΦ(p)∗ Ψ(p). (A.65)

Conectando las Representaciones de Configuración y Momento


Por analogı́a con el estudio para el caso discreto, cuando cambiamos de la base
|xi a la base |pi, encontramos la función de transformación hx|pi.
Para encontrar la expresión de la función de transformación hx|pi, estableceremos
una conexión entre las representaciones de configuración y momento del vector
estado |ψi:
Z  Z
hx|ψi = hx| dp |pi hp| |ψi = dp hx|pi Ψ(p); (A.66)

esto es, Z
ψ(r) = dp hx|pi Ψ(p). (A.67)

Similarmente, podemos escribir


Z Z
Ψ(p) = hp|ψi = |pi dx |xi hx|ψi = dx hp|xi ψ(x). (A.68)

Las dos últimas relaciones implican que ψ(x) y Ψ(p) son vistas como la transfor-
mada de Fourier de cada otra. En mecánica cuántica la transformada de Fourier
de una función f (x) es dada por

1
Z
f (x) = dpeipx/~ g(p). (A.69)
(2π~)1/2
Por lo tanto la función hx|pi es dado por

1
hx|pi = eipx/~ . (A.70)
(2π~)1/2
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 75

Esta función transforma de la representación de momentos a la de configuraciones.


La función correspondiente a la transformada inversa, hp|xi, es dado por

1
hp|xi = hx|pi∗ = e−ipx/~ . (A.71)
(2π~)1/2
La cantidad | hp|xi |2 representa la densidad de probabilidad de encontrar la
partı́cula en una región alrededor de x, donde su momento es igual a p.

Condiciones periódicas
En procesos de dispersión, es natural considerar partı́culas moviéndose en un
espacio infinito R3 . La situación es diferente en fı́sica de materia condensada
donde uno debe tratar con sistemas de densidad distinta de cero ρ. En este caso,
uno debe restringir a las n partı́culas a permanecer en un volumen finito Λ, el
volumen de la muestra de sustancia, con ρ = n/Λ. El estado de una partı́cula en
Λ son dados por todas las funciones cuadrado integrables 6 en Λ (y cero fuera de
Λ).
En orden de que la ecuación de valores propios
~ 2
Ĥ0 ϕ(~r) = −∇ ϕ(~r) = εϕ(~r) (A.73)
2m
esté bien definido y el espectro de energı́a determinado, es necesario fijar las
condiciones en el lı́mite de Λ para el operador ∇2 .
La opción más sencilla y conveniente es considerar que Λ es un cubo con lados de
longitud L con las siguientes condiciones de contorno periódicas:
ϕ(0, x2 , x3 ) = ϕ(L, x2 , x3 )
ϕ(x1 , 0, x3 ) = ϕ(x1 , L, x3 ) (A.74)
ϕ(x1 , x2 , 0) = ϕ(x1 , x2 , L).

La ecuación (A.73) es ası́ fácilmente resuelta. Los autovalores de energı́a son


~2 ~ 2
ε~k = |k| , (A.75)
2m
donde ~k son los números de onda
1 2 3
 
~k = (k , k , k ) =
1 2 3 2πr 2πr 2πr
, , , r1 , r2 , r3 ∈ Z. (A.76)
L L L
Los autovalores, normalizados a 1, son las ondas planas
3
1 i~k·~r
ψ~k (~r) = h~k|~ri = ~k · ~r =
X
e , kj rj , (A.77)
L3/2 j=1

6
Este conjunto de funciones está dado por
Z
H = L2 (Λ, dx) = {ϕ(x); dx|ϕ|2 < ∞}. (A.72)
Λ
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 76

que verifica la ortogonalidad,


1
Z
~0 ~
hψ~k |ψ~k0 i = h~k|~k 0 i = 3 dx3 ei(k −k)·~r = δ~k,~k0 . (A.78)
L Λ

En la notación de Dirac, |~ki es el vector estado dado en la representación de


configuración por la onda plana (A.77). Los vectores no normalizados |~ri pueden
ser introducidos como en (A.56) y (A.57) de modo que las componentes en las
bases de la onda plana son
h~r|~ki = ψ~k (~r), (A.79)
donde
1 X i~k·(~r−~r0 )
h~r|~r0 i = e = δ(~r − ~r0 ), ~r, ~r0 ∈ Λ. (A.80)
L3
~k

Cada vector |ϕi puede ser expandido en estas dos bases

|~ki h~k|ϕi ,
X
|ϕi =
~
Zk (A.81)
3
|ϕi = dx |~ri h~r|ϕi .
Λ

Las condiciones periódicas tienen la siguiente ventaja: la onda plana (A.77) es un


autovector del momento p~ = −i~∇

p~ψ~k (~r) = ~~kψ~k (~r), (A.82)

de quien uno observa que la partı́cula tiene un momento bien definido aún en un
volumen finito Λ. Uno podrı́a notar que este es solo verdadero para condiciones de
contorno periódicas: Los puntos 0 y L son identificados y uno puede imaginar que
la partı́cula se mueve con momento ~~k en un segmento de linea unidimensional
o en un cı́rculo. En el gran lı́mite de volumen L → ∞, el momento recupera su
definición habitual, la del generador del grupo de traslaciones del espacio.

Figura A.1: Bajo condiciones de contorno periódicas, con 0 y L identificados, uno puede imaginar
que las partı́culas se mueven con momento ~~k en un segmento de linea o un cı́rculo.
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 77

Colapso del paquete de onda


Considerando el caso donde la medida de A produce un simple autovalor an del observable
A.

Quinto Postulado

(caso de un espectro discreto no-degenerado)


Sea un sistema con estado |ψi. Considerando el caso donde la medida de A produce
un simple autovalor an del observable A, entonces, los estados de este sistema
inmediatamente después de la medición, es el autovector |un i asociado con an :
(an )
|ψi ==⇒ |un i (A.83)

Quinto Postulado

(caso de un espectro discreto)


Si la medida de la cantidad fı́sica A en el sistema en el estado |ψi nos resulta
an , el estado del sistema inmediatamente después de la medición es la proyección
normalizada,
|ψn i |ψn i P̂n |ψi
=p =q
|| |ψn i || hψn |ψn i hψ|P̂n |ψi
, de |ψi en el auto-espacio asociado con an .

Cuando el autovalor an dado por la medida es degenerado, el quinto postulado para el caso
no-degenerado puede generalizarse como sigue. Si la expansión del estado |ψi inmediatamente
antes de la medición es escrito: gn
XX
|ψi = cin |uin i
n i=1

la modificación de el vector estado debido a la medición es escrito:


gn
(an ) 1 X
|ψi ==⇒ pPgn cin |uin i (A.84)
i=1 |cn | i=1
i 2

, donde gi=1
Pn i i
cn |un i es el vector |ψn i definido anteriormente (A.7), es decir, la proyección
de |ψi en el subespacio asociado con an . En (A.84), normalizamos este vector ya que es mas
conveniente usar vectores estado con norma 1. Luego, podemos expresar (A.84) usando el
operador proyector:

(an ) P̂n |ψi


|ψi ==⇒ q (A.85)
hψ|P̂n |ψi
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 78

COMENTARIOS
1. Nos contentaremos con señalar que la formulación no determinista del cuarto y quinto
postulado se relaciona a problemas mas fundamentales como el problema de la pertur-
bación fundamental envuelta en la observación de un sistema cuántico. Por ejemplo,
el cambio brusco de un vector de estado a otro se debió a la medición que corresponde
a la perturbación fundamental de la que hemos hablado. Pero es imposible predecir
cuál será la perturbación, ya que depende del resultado de la medición, que no se sabe
con certeza por adelantado. Por lo tanto aquı́ consideraremos los dispositivos de medi-
ción ideales y aludiremos estos problemas fundamentales a los efectos de la mecánica
cuántica.

Evolución en el tiempo de los sistemas


Aquı́ escribiremos la ecuación de Schrödinger de una partı́cula en el caso general.

Sexto Postulado

La evolución en el tiempo del vector estado |ψ(t)i es gobernado por la ecuación de


Schrödinger:
d
i} |ψ(t)i = Ĥ(t) |ψ(t)i
dt
donde Ĥ(t) es el observable asociado con la energı́a total del sistema.

Ĥ es llamado el operador Hamiltoniano del sistema.

Propiedades generales de la ecuación de Schrödinger


1. Determinismo en la evolución de sistemas fı́sicos.
La ecuación de Schrödinger es de primer orden con respecto a t. De esto se sigue que,
dado el sistema inicial |ψ(t0 )i, el estado |ψ(t0 )i es determinado en algún subsecuente
tiempo t. No existe indeterminación en la evolución del tiempo de un sistema cuántico.
La indeterminación aparece cuando una cantidad fı́sica es medida, el vector estado
experimenta una modificación impredecible (quinto postulado). Sin embargo, entre
dos medidas, el vector estado evoluciona de una manera perfectamente determinista,
de acuerdo con la ecuación de Schrödinger.
2. El principio de superposición.
Como la ecuación de Schrödinger es lineal y homogénea, se sigue que sus soluciones
son linealmente superponibles. Sean |ψ1 (t)i y |ψ2 (t)i dos soluciones de la ecuación de
Schrödinger. Si el estado inicial del sistema es |ψ(t0 )i = λ1 |ψ1 (t0 )i + λ2 |ψ2 (t0 )i (donde
λ1 y λ2 son dos constantes complejas), luego en el tiempo t, corresponde el estado
|ψ(t)i = λ1 |ψ1 (t)i + λ2 |ψ2 (t)i. Por lo tanto la correspondencia entre |ψ(t0 )i y |ψ(t)i
es lineal. De esta manera podemos hacer evolucionar a |ψ(t0 )i mediante un operador
de evolución Û (t, t0 ) lineal para hacerlo corresponder con |ψ(t)i:
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 79

|ψ(t)i = Û (t, t0 ) |ψ(t0 )i .

Regla de cuantización
Ahora veremos como construir, mediante una cantidad fı́sica A ya definida en mecánica
clásica, el operador  quien describe esta cantidad fı́sica en mecánica cuántica.

Consideremos un sistema compuesto de una sola partı́cula, sin espı́n, sujeto a un potencial
escalar. En este caso:

~ˆ X̂, Ŷ , Ẑ).
La posición ~r(x, y, z) de la partı́cula está asociada al observable R(
ˆ
El momento p~(px , py , pz ) de la partı́cula está asociada al observable P~ (P̂x , P̂y , P̂z ).

~ˆ y P~ˆ satisfacen las relaciones canónicas de conmutación:


Las componentes de R

[R̂i , R̂j ] = [P̂i , P̂j ] = 0 (A.86)


[R̂i , P̂j ] = i} δij . (A.87)

Cualquier cantidad fı́sica A relacionada con esta partı́cula se expresa en términos de


variables dinámicas fundamentales ~r y p~: A(~r, p~, t). Para obtener el correspondiente obser-
vable Â, simplemente se reemplaza en la expresión para A(~r, p~, t), las variables ~r y p~ por los
observables R~ˆ y P~ˆ :

~ˆ P,
Â(t) = A(R, ~ˆ t).

Dado que los observables R ~ˆ y P~ˆ cumplen con (A.87). Si en nuestra cantidad fı́sica
A(~r, p~, t), aparece un término de la forma ~r · p~, la cuantización puede resultar algo ambigua,
ya que en mecánica clásica el producto ~r · p~ es conmutativo, pero en mecánica cuántica a
la hora de reemplazar ~r y p~ por los observables R ~ˆ y P~ˆ surge un problema, dado que los
observables R ~ˆ y P~ˆ cumplen con (A.87). Además ni R ~ˆ · P~ˆ ni R
~ˆ · P~ˆ son hermitianos. 7

Por lo tanto para los postulados anteriores se debe añadir una regla de simetrización. Por
ejemplo, el observable asociado con R~ˆ · P~ˆ deberı́a ser:

1 ~ˆ ~ˆ ~ˆ ~ˆ
(R · P + R · P )
2
~ˆ · P~ˆ , debe realizarse
quien es hermitiano. Para un observable quien es nas complicado que R
una análoga simetrización.
7 ~ˆ · P~ˆ )† = (X̂ P̂x + Ŷ P̂y + Ẑ P̂z )† = R
(R ~ˆ · P~ˆ
APÉNDICE A. Postulados de la Mecánica Cuántica 80

El observable A quien describe una cantidad fı́sica clásica se obtiene reemplazando,


en la adecuada expresión simetrizada para A, ~r y p~ por los observables R ~ˆ y P~ˆ
respectivamente.

Sin embargo, existen cantidades fı́sicas quienes no tienen equivalente clásico, por lo tanto
son definidos directamente por el correspondiente observable (este es el caso, por ejemplo,
para una partı́cula con espı́n)[2].

COMENTARIOS

1. Las reglas de cuantización son consistentes con la interpretación probabilı́stica de la


función de onda. Es natural asociar los observables R~ˆ y P~ˆ con la posición y momen-
to de una partı́cula, además cada uno de los observable X̂, Ŷ , Ẑ y P̂x , P̂y , P̂z poseen
espectros continuos. Luego si aplicamos el cuarto postulado para un espectro conti-
nuo no-degenerado para el caso de estos observables podemos derivar la interpretación
probabilı́stica de la función de onda.
Considerando por simplicidad el problema unidimensional. Si el sistema está en un
estado normalizado |ψi, la medida de la probabilidad de su posición entre x y x + dx
es igual a:

dP (x) = | hx|ψi |2 dx donde X̂ |xi = x |xi ; hx|ψi = ψ(x,0)

Además la medida de la probabilidad del sistema en un momento entre p y p + dp es


igual a:

dP (p) = | hp|ψi |2 dp donde P̂ |pi = p |pi ; hp|ψi = ψ(p,0)


81

Apéndice B

Sistema de Partı́culas Indistinguibles

Antes de introducir el concepto de partı́culas indistinguibles es necesario conocer algunos


conceptos previos sobre el espacio de estados de un sistema de muchas partı́culas y sobre el
concepto de partı́culas idénticas.

B.1. Estados de Muchas Partı́culas


Los postulados de la mecánica cuántica descritos en la primera sección no incluyen res-
tricciones en cuanto al tipo de sistemas a los que están destinados a aplicarse. Por lo tanto,
los postulados en sı́ mismos están destinados a aplicarse a todos los sistemas cuánticos,
incluidos los que contienen más de una y posiblemente muchas partı́culas.
Por lo tanto, el único obstáculo real para nuestra aplicación inmediata de los postulados
a un sistema de muchas partı́culas (posiblemente interactuantes) es que no sabemos con
claridad qué es el espacio vectorial lineal, el vector de estado y los operadores de un sistema
cuántico de muchas partı́culas. La construcción de tal espacio resulta bastante sencilla, pero
implica la formación de un determinado tipo de producto matemático de diferentes espacios
vectoriales lineales, denominado producto tensorial.[7]
Como un ejemplo mas simple, consideraremos una colección de n partı́culas sin espı́n,
cada una moviéndose en una dimensión, a lo largo del eje x. La α-ésima partı́cula de este
sistema está asociada con un espacio de estado de una sola partı́cula Hα que está generado
por un conjunto de vectores base {|xα i}, y se asocia con el conjunto estándar de operadores
X̂α , K̂α , P̂α , etc. De hecho, el principio básico que subyace a la construcción de los espacios
de estado de muchas partı́culas se puede resumir de la siguiente manera:
El vector estado |ψi de un sistema de n partı́culas es un elemento de un espacio de
producto tensorial
Hn = H1 ⊗ H2 ⊗ ... ⊗ Hn (B.1)
formado a partir de los n espacios de cada partı́cula única asociados con cada partı́cula, y
de modo que es generado por las bases vectoriales formados a partir de estados propios de
posición de cada partı́cula, es decir, podemos construir las bases producto tensorial

|x1 , ..., xn i ≡ |x1 i(1) ⊗ |x1 i(2) ⊗ ... ⊗ |x1 i(n) . (B.2)

En términos de esta base, un estado cuántico de n-partı́culas arbitrarias del sistema se


B.2. Partı́culas Idénticas e Indistinguibles 82

puede expandir en la forma


Z
|ψi = dx1 ...dxn |x1 , ..., xn i hx1 , ..., xn |ψi
Z (B.3)
= dx1 ...dxn ψ(x1 , ..., xn ) |x1 , .., xn i .

Ası́, la descripción cuántica involucra una función de onda ψ(x1 , ..., xn ) que es una
función de las coordenadas de posición de todas las partı́culas del sistema. La cantidad
|ψ(x1 , ..., xn )|2 dx1 ...dxn es la probabilidad de encontrar la partı́cula 1 en dx1 , ..., y la partı́cu-
la n en dxn . En adición, si ψ̃(k1 , ..., kn ) designa la transformada de Fourier de ψ, luego
|ψ̃(k1 , ..., kn )|2 dk1 ...dkn es la probabilidad para encontrar el momento de la partı́cula 1 en
~3 dk1 , ... y el momento de la partı́cula n en ~3 dkn .
Si nuestro estado |ψi perteneciente a Hn es un vector producto tensorial, entonces

|ψi = |ϕ1 i ⊗ ... ⊗ |ϕn i = |ϕ1 , ..., ϕn i (B.4)

expandida en términos de la base formada por los estados propios de posición de cada
partı́cula toma la forma

ψ(x1 , ..., xn ) = hx1 , ..., xn |ϕ1 , ..., ϕn i = ϕ1 (x1 )...ϕn (xn ), (B.5)

lo que nos indica que la correspondiente función de onda para este estado es dado por
el producto de las funciones de onda individuales. La interpretación de (B.5) es que en el
estado |ϕ1 , ..., ϕn i de las partı́culas independientes, la amplitud de probabilidad de encontrar
la partı́cula 1 en dx1 , ..., y la partı́cula n en dxn es el producto de las amplitudes individuales.
Si tenemos un vector |ψi perteneciente a Hn que no es un vector producto tensorial,con
la correspondiente función de onda ψ(x1 , ..., xn ), podemos expandir la función de onda
ψ(x1 , ..., xn ) en las bases formados del producto de estados de las bases de los espacios
de una partı́cula {|ψNα i}, con la correspondiente función de onda ψNα (xα ), uno tiene
X
ψ(x1 , ..., xn ) = cN1 ,...,Nn ψN1 (x1 )...ψNn (xn ). (B.6)
N1 ,...,Nn

La extensión a partı́culas moviéndose en dimensiones mas altas es sencillo. Ası́, por


ejemplo, el espacio de n partı́culas sin espı́n moviéndose en tres dimensiones es el producto
tensorial de los n espacios de una sola partı́cula Hα , cada uno describiendo una sola partı́cula
moviéndose en tres dimensiones. El α-ésima espacio es ahora generado por un conjunto de
bases vectoriales {|~rα i}, y es asociada con el conjunto estándar de operadores R ~ˆ α , K
~ˆ α , P~ˆα ,
etc. Podemos expandir un estado arbitrario del sistema combinado
Z
|ψi = d3 r1 ...d3 rn |~r1 , ..., ~rn i h~r1 , ..., ~rn |ψi
Z (B.7)
= d3 r1 ...d3 rn ψ(~r1 , ..., ~rn ) h~r1 , ..., ~rn |ψi .

en las bases de producto tensorial {~r1 , ..., ~rn } de estados de posición, cada una de las cuales
describe una configuración distinta de las n partı́culas.
B.2. Partı́culas Idénticas e Indistinguibles 83

B.2. Partı́culas Idénticas e Indistinguibles


Para definir el concepto de partı́culas idénticas con mayor precisión, es útil observar que
una partı́cula se caracteriza por dos tipos distintos de propiedades. Los primeros, llamados
intrı́nsecos, son aquellos que, aunque se midan en procesos dinámicos, no dependen del estado
dinámico de la partı́cula, como la masa en reposo, la carga o el espı́n total. Las propiedades
extrı́nsecas son aquellas que dependen del estado de la partı́cula o de su preparación: la
posición y la velocidad, la orientación del espı́n y otros parámetros internos. Se adoptará la
siguiente definición: dos partı́culas se consideran idénticas si poseen las mismas propiedades
intrı́nsecas.[9]
Desde el punto de vista matemático, decir que n partı́culas son idénticas es decir que
todas las cantidades fı́sicas A(~x1 , p~1 ; ~x2 , p~2 ; ...; ~xn , p~n ) de las partı́culas son invariantes bajo
intercambio de sus coordenadas (~xi , p~i ), i = 1, ..., n. Esto es claramente el caso para la energı́a
cinética n
X |~pi |2
H0 (n) = (B.8)
i=1
2m
como todas las masas son iguales. La energı́a potencial
n
X
V(n) = V(~x1 , ..., ~xn ) = V(|~xi − ~xj |) (B.9)
i<j
P
(donde i<j significa que se suma sobre n(n−1)/2 pares de partı́culas) es además una función
simétrica de sus argumentos, ya que todos los pares interactúan con el mismo potencial
Vij = V(|~xi − ~xj |) = Vji . Esta simetrı́a juega un papel mucho más fundamental en la fı́sica
cuántica que en la fı́sica clásica.

En mecánica clásica, la presencia de partı́culas idénticas en un sistema no posee ningún


problema particular. Este caso especial es tratado justo como el caso general. Cada partı́cula
se mueve a lo largo de sus trayectorias bien definidas, quienes nos permiten distinguirlas de
las otras y seguirlas a través de la evolución del sistema. Por lo tanto, las partı́culas idénticas
clásicas no pierden su identidad, es decir ellas son distinguibles. Sin embargo, en la mecánica
cuántica, las partı́culas idénticas son realmente indistinguibles. La base subyacente para esto
es doble. Primero, para describir una partı́cula, no podemos especificar más que un conjunto
completo de observables conmutables. En particular, no existe ningún mecanismo para eti-
quetar las partı́culas como en la mecánica clásica. En segundo lugar, debido al principio de
incertidumbre, el concepto de la trayectoria de una partı́cula deja de tener sentido. Incluso
si la posición de una partı́cula se determina exactamente en un momento dado, no es posi-
ble especificar sus coordenadas en el siguiente instante. Ası́, partı́culas idénticas pierden su
identidad (individualidad) en la mecánica cuántica.

Para ilustrar esto, considere un experimento en el que dispersamos dos partı́culas idénti-
cas. Como se muestra en la (Figura B.1), después de que las partı́culas 1 y 2, disparadas
desde las fuentes S1 y S2 , se hayan dispersado, es imposible distinguir entre el primer y
el segundo resultado. Es decir, no podemos determinar experimentalmente la identidad de
las partı́culas que son recolectadas por cada detector. Por ejemplo, no podemos saber de
B.3. Observables 84

Figura B.1: Cuando se dispersan dos partı́culas idénticas en el centro del marco de masa, es
imposible predecir con certeza si las partı́culas se dispersan de acuerdo con el primer
proceso o con el segundo. Por ejemplo, no podemos decir si la partı́cula disparada
desde la fuente S1 llegará al detector D1 o D2 .

ninguna manera si es la partı́cula 1 o la partı́cula 2 la que ha alcanzado el detector D1 . Solo


podemos decir que una partı́cula ha alcanzado el detector D1 y otra que ha llegado a D2 ,
pero no tenemos información sobre sus respectivas identidades. No existe ningún mecanismo
experimental que nos permita seguir el movimiento de cada partı́cula desde el momento en
que se dispara fuera de la fuente hasta que llega al detector. Este experimento muestra que
la individualidad de una partı́cula microscópica se pierde en el momento en que se mezcla
con otras partı́culas similares.

Ahora, para describir un espacio de estados de partı́culas idénticas se emplea el mismo


método que la (subsección 2.2.1.) Luego el espacio vectorial para las n partı́culas idénticas
será construido a partir de las n copias del espacio de una sola partı́cula H. De esta manera
formamos un espacio de Hilbert denotado por H ⊗ ... ⊗ H = H⊗n . Si los vectores {ψr , r =
1, 2, ...} forman una base de H, uno obtiene una base de H⊗n considerando todos los vectores
producto |ψr1 , ..., ψrn i, r1 , r2 , ... = 1, 2, ....

B.3. Observables
Observables de un solo cuerpo
Los observables de un sistema de n partı́culas idénticas se pueden construir a partir de
observables individuales. Si  es un observable de una sola partı́cula en H, uno puede definir
la acción de  en el j-ésimo factor del producto tensorial H⊗n como

(Iˆ ⊗ ... ⊗ Â ⊗ ... ⊗ I)


ˆ |ϕ1 , ..., ϕj , ..., ϕn i = |ϕ1 , ..., Âϕj , ..., ϕn i (B.10)

y su extensión a todas las combinaciones lineales. La notación Iˆ ⊗ ... ⊗ Â ⊗ ... ⊗ Iˆ indica


que el operador actúa trivialmente en todos los factores de H⊗n excepto en el j-ésimo. En
B.3. Observables 85

muchos casos, uno puede simplemente reemplazar Iˆ ⊗ ... ⊗ Â ⊗ ... ⊗ Iˆ con Âj , con el ı́ndice j
indicando el factor en quien  opera en H⊗n . El correspondiente observable extensivo para
el sistema de n partı́culas es ası́
Xn
Â(n) = Âj . (B.11)
j=1

Tal observable seP llama observable de un solo cuerpo. EjemplosPn simples incluyen el mo-
n 2
mento total P̂ (n) = j=1 P̂j y la energı́a cinética Ĥ0 = (1/2m) j=1 |P̂j | .

Observables de dos cuerpos


Si V̂ es un observable en el espacio de dos partı́culas H ⊗ H, tal como la interacción
potencial, se define V̂ij en H⊗n como el operador quien actúa como V̂ en el i-ésimo y j-ésimo
factor de H⊗n y trivialmente en los otros. El correspondiente observable para un sistema de
n partı́culas,
n
X
V̂ (n) = V̂ij , (B.12)
i<j

donde la suma es hecha sobre los n(n − 1)/2 pares de partı́culas, es llamado el observable
de dos cuerpos. Como V̂ está actuando en dos partı́culas idénticas, V̂ deberı́a ser invariante
bajo el intercambio de dos partı́culas. Esto implica que V̂ij = V̂ji , y uno puede escribir la
última ecuación como n
1X
V̂ (n) = V̂ij . (B.13)
2 i6=j
La energı́a potencial total es un ejemplo de un observable de dos cuerpos. Del mismo
modo, uno puede definir observables de k cuerpos para k > 2.

B.3.1. Simetrización
Para expresar la invariancia de la teorı́a bajo el intercambio de partı́culas, es útil intro-
ducir los operadores de permutación Pπ que actúan sobre H⊗n
Pπ |ϕ1 , ..., ϕn i = |ϕπ(1) , ..., ϕπ(n) i , (B.14)
 
1 2 ... n
donde π = es un elemento del grupo de permutaciones Pn de
π(1) π(2) ... π(n)
n elementos. el operador Pπ permuta el orden de los estados de una sola partı́cula, y la
definición (B.14) se extiende sobre todo H⊗n por linealidad. Uno puede verificar que Pπ es
una representación unitaria del grupo de permutaciones. de inmediato queda claro que
Pπ1 π2 = Pπ1 Pπ2 . (B.15)
Para mostrar unitariedad, es suficiente asegurar que Pπ preserva el producto escalar:
hϕ1 , ..., ϕn |Pπ† Pπ |ψ1 , ..., ψn i = hϕπ(1) |ψπ(1) i ... hϕπ(n) |ψπ(n) i
= hϕ1 |ψ1 i ... hϕn |ψn i (B.16)
= hϕ1 , ..., ϕn |ψ1 , ..., ψi ,
por lo tanto se concluye que Pπ† = P −1 .
B.3. Observables 86

Degeneración por intercambio y principio de simetrización


Los sistemas de partı́culas idénticas son caracterizados por el hecho que sus observables
Â(n) permanecen invariantes bajo intercambio de variables individuales de las partı́culas. es
claro que esta propiedad es aplicable a los observables de uno y dos cuerpos. esto es equiva-
lente a enunciar que estos observables conmutan con todos los operadores de permutación

[Â(n), Pπ ] = 0 para todo π en Pn . (B.17)
La última relación tiene consecuencias importantes. Si |φi es el estado estado de un
sistema de n partı́culas, escogiendo por ejemplo como un autovector del Hamiltoniano y de
una colección de observables quienes conmutan con Ĥ(n), luego

Ĥ(n) |φi = E |φi , (B.18)

de modo que
Ĥ(n)Pπ |φi = EPπ |φi para todo π en Pn . (B.19)
Ası́ todos los estados Pπ |φi y sus combinaciones lineales pueden ser usadas para describir
el mismo estado fı́sico (ellos son todos autovectores para la misma colección de observables
con los mismos autovalores). Esto es llamado la degeneración por intercambio, y no es difı́cil
ver en los ejemplos que las predicciones de la teorı́a dependen en general de la elección de
un vector en el subespacio de degeneración de intercambio. Esta ambigüedad muestra que
la mecánica cuántica de un sistema de n partı́culas idénticas no es completa y predictiva sin
un principio complementario, el principio de simetrización:

Principio de Simetrización

Cuando un sistema incluye varias partı́culas idénticas, solo ciertos kets de este espa-
cio de estados puede describir sus estados fı́sicos. Los kets fı́sicos son, dependiendo
de la naturaleza de las partı́culas idénticas, o completamente simétricos o comple-
tamente antisimétricos con respecto a la permutación de estas partı́culas. Estas
partı́culas para quienes los kets fı́sicos son simétricos son llamados bosones y para
quienes quienes son antisimétricos son llamados fermiones.

Desde el punto de vista de este postulado, las partı́culas que existen en la naturaleza
son divididos en dos categorı́as. Todas las partı́culas que conocemos actualmente obedecen
la siguiente regla empı́rica: partı́culas de espı́n semientero (electrones positrones, protones,
neutrones, muones, etc) son fermiones, y las partı́culas con espı́n entero (fotones, mesones,
etc) son bosones.

Trasposiciones
Una transposición o intercambio se define como un operador de permutación que simple-
mente intercambia los roles de dos de las partı́culas, sin mover los demás, denotada por Pij ,
este operador actúa de la siguiente manera:

Pij |ϕ1 , ..., ϕi , ..., ϕj , ..., ϕn i = |ϕ1 , ..., ϕj , ..., ϕi , ..., ϕn i . (B.20)
B.4. Estados simétrico y antisimétrico 87

Podemos mostrar que los operadores de trasposición son Hermı́ticos y por ende unitarios.
Cada permutación π, u operador permutación Pπ puede clasificarse como par o impar del
siguiente modo, teniendo en cuenta que cualquier operador de permutación se puede dividir
en un producto de operadores de transposición

Pπ = Pαβ Pγδ ...Pµν (B.21)

donde Pαβ es un operador trasposición. Esta factorización de cada Pπ no es única, ya que


podemos obviamente insertar un número par de factores de Pαβ en el producto sin cambiar la
permutación (o la clasificación impar). Esto es equivalente a la observación de que una per-
mutación arbitraria de n partı́culas se puede construir a través de una serie de intercambios
simples de muchas maneras diferentes.
Los operadores de permutación Pπ , quienes son productos de operadores de trasposición
Pij , quienes son unitarios, son por lo tanto unitarios. Sin embargo, ellos no necesariamente
son Hermı́ticos, ya que los operadores de trasposición generalmente no conmutan con otros.

B.4. Estados simetrizados y antisimetrizados


Ya que los operadores de permutación no conmutan para n > 2, no es posible construir
bases formados a partir de autovectores comunes de estos operadores. sin embargo, veremos
que existen ciertos kets quienes son simultáneamente autovectores de todos los operadores
de permutación.
Sea Pπ un operador de permutación arbitrario asociado con el sistema de n partı́culas.
Un ket |ψi+ es completamente simétrico si:

Pπ |ψi+ = |ψi+ para todo π en Pn . (B.22)

Similarmente, un ket |ψi− completamente antisimétrico satisface, por definición:

Pπ |ψi− = (−1)π |ψi− (B.23)

donde:
(−1)π = +1 si Pπ es una permutación par
(B.24)
(−1)π = −1 si Pπ es una permutación impar.
⊗n
El conjunto de kets completamente simétricos constituye un subespacio H+ del espacio
⊗n
de estados H . Ası́ mismo, el conjunto de kets completamente antisimétricos forman un
⊗n
subespacio H− .
Ahora consideremos dos operadores:
1 X
S+ = Pπ , (B.25)
n! π∈P
n

1 X
S− = (−1)π Pπ , (B.26)
n! π∈P
n
B.4. Estados simétrico y antisimétrico 88

donde la suma π ∈ Pn está hecha sobre todas las n! permutaciones pertenecientes a Pn . Aho-
⊗n
ra, mostraremos que S+ y S− son operadores de proyección ortogonales a los subespacios H+
⊗n
y H− respectivamente. Por esta razón, ellos son llamados simetrizador y antisimetrizador.
S+ y S− son operadores Hermı́ticos:

S+† = S+ y S−† = S− . (B.27)

El adjunto de Pπ† de una permutación dada es otro operador de permutación quien coin-
cide con Pπ−1 , ya que el operador de permutación Pπ es unitario. Tomando el adjunto al
lado derecho de las definiciones de (B.25) y (B.26) de S+ y S− esto simplemente produce
un cambio en el orden de la suma, pero el resultado de la suma (ya que el conjunto de Pπ−1
es otra vez el grupo de permutación) seguirı́a siendo el mismo, por lo tanto S+ y S− son
Hermı́ticos.
Además, si Pπ es una permutación arbitraria, tenemos:

Pπ S+ = S+ Pπ = S+ y Pπ S− = S− Pπ = (−1)π S− . (B.28)

Esto debido al hecho que Pπ Pπ0 es además otro operador de permutación

Pπ Pπ0 = Pπ00 (B.29)


00 0
donde se cumple (−1)π = (−1)π (−1)π , ya que teniendo las permutaciones Pπ y Pπ0 , cada
una de estas se puede expresar como un producto de transposiciones las cuales me determinan
la paridad de cada permutación. Ahora si Pπ es un producto de π transposiciones y Pπ0 es
un producto de π 0 transposiciones, luego Pπ Pπ0 = Pπ00 puede ser escrito como un producto
de π + π 0 transposiciones. Por lo tanto
0 0 0 0 00
(−1)ππ = (−1)k+k = (−1)k (−1)k = (−1)π (−1)π = (−1)π , (B.30)

de esta manera vemos que la paridad de la multiplicación de dos permutaciones es igual al


producto de las paridades de las dos permutaciones
Si, para Pπ fijo, escogemos sucesivamente para Pπ0 todas las permutaciones del grupo,
vemos que cada Pπ00 es idéntico a una y solo una de estas permutaciones (en, por supuesto,
un orden diferente). Consecuentemente:
1 X 1 X
Pπ S+ = P π Pπ 0 = Pπ00 = S+ (B.31)
n! π0 ∈P n! π00 ∈P
n n

además,
1 X 0 (−1)π X 0
Pπ S− = (−1)π Pπ Pπ0 = (−1)π (−1)π Pπ Pπ0
n! π0 ∈P n! π0 ∈P
n n

utilizando (B.29) y (B.30) tenemos


(−1)π X 0 (−1)π X 00
= (−1)ππ Pππ0 = (−1)π Pπ00
n! π0 ∈P n! π00 ∈P
n n

como Pn es un grupo: cuando π 0 corre en Pn , ππ 0 = π 00 igualmente corre en todo el grupo


Pn . Por lo tanto
Pπ S− = (−1)π S− . (B.32)
B.4. Estados simétrico y antisimétrico 89

Similarmente, podrı́amos probar relaciones análogas en quien S+ y S− son multiplicados


por Pπ de la derecha.
De (B.28), vemos que:
S+2 = S+ y S−2 = S− (B.33)
y además:
S− S+ = S+ S− = 0. (B.34)
Esto es porque:
1 X 1 X
S+2 = Pπ S + = S+ = S+ (B.35)
n! π∈P n! π∈P
n n

y para el operador antisimetrizador se tiene


1 X 1 X
S−2 = (−1)π Pπ S− = (−1)π (−1)π S−
n! π∈P n! π∈P
n n
! (B.36)
1 X
= 1 = S−
n! π∈P
n

ya que Pn tiene n! elementos. Finalmente,


!
1 X 1 X
S− S+ = (−1)π Pπ S+ = (−1)π S+ = 0 (B.37)
n! π∈P n! π∈Pn
n

ya que el número de permutaciones pares e impares en Pn son iguales. 1


Por lo tanto S+ y S− son proyectores. Estos proyectan el espacio H⊗n a los subespacios
⊗n ⊗n
H+ y H− respectivamente, ya que, de acuerdo a (B.28), su acción en cualquier ket |ψi del
espacio de estados H⊗n produce un ket completamente simétrico S+ |ψi y completamente
antisimétrico S− |ψi:
Pπ S+ |ψi = S+ |ψi (B.38)
Pπ S− |ψi = (−1)π S− |ψi (B.39)
respectivamente.
Ahora denotando ±1 = ν, si tomamos a un estado completamente simétrico o completa-
mente antisimétrico |ψiν ∈ Hν⊗n ⊂ Hν⊗n y le aplicamos Sν , obtenemos
1 X π 1 X
Sν |ψiν = (ν) Pπ |ψiν = ((ν)π )2 |ψiν
n! P n! P
n n
(B.40)
1 X
= |ψiν = |ψiν ,
n! P
n

1
Para verificar esto supongamos que tenemos k1 y k2 permutaciones Pπ con π ∈ Pn , que son pares
e impares respectivamente, además sea Pij una transposición. Para cada permutación par Pπ , tenemos
una correspondiente permutación impar Pπ Pij . Ası́ existen al menos tantas permutaciones impares como
permutaciones pares, es decir k1 ≤ k2 .
Por otro lado, para cada permutación impar Pπ0 tenemos una correspondiente permutación par Pπ0 Pij .
De modo que al menos existen tantas permutaciones pares como permutaciones impares, es decir k2 ≤ k1 .
Se concluye que k1 = k2 y, por lo tanto, las permutaciones pares y las permutaciones impares representan
cada una la mitad de todas las permutaciones
B.5. Representación Número de Ocupación 90

de esta manera se verifica que Sν |ψi abarca todo el espacio Hν⊗n .


De las dos últimas ecuaciones se concluye que

S+ |ψi = |ψi+
(B.41)
S− |ψi = |ψi− .

De acuerdo al principio de simetrización, el espacio de estados de un sistema de n partı́cu-


las idénticas no es todo H⊗n , sino actúa en uno de dos espacios:
⊗n
H+ = S+ H⊗n
⊗n (B.42)
H− = S− H⊗n .

La mecánica cuántica se puede desarrollar en cada uno de los dos subespacios de una
manera coherente, siempre y cuando (B.17) sea cierto, ya que son invariantes por todos los
observables fı́sicos e igualmente por el operador de la evolución.

B.5. Representación Número de Ocupación


⊗n ⊗n
Los estados simétricos o antisimétricos de H+ o H− corresponden a productos de los
estados de una partı́cula |ϕi i en H, estos son escritos como

|ϕ1 , ϕ2 , ..., ϕn iν = Sν |ϕ1 , ϕ2 , ..., ϕn i , (B.43)

donde el ı́ndice ν toma el valor de +1 para los bosones y −1 para los fermiones. En el
caso simétrico, el orden de los estados |ϕi i en |ϕ1 , ϕ2 , ..., ϕn i+ es indiferente. En el caso
antisimétrico, |ϕ1 , ϕ2 , ..., ϕn i− cambia el signo bajo la permutación de dos estados |ϕi i y
|ϕj i:
|ϕ1 , ..., ϕi , ..., ϕj , ..., ϕn i− = − |ϕ1 , ..., ϕj , ..., ϕi , ..., ϕn i− , (B.44)
mas generalmente, sea Pπ0 una transposición de Pn , tal que es aplicado a un ket |ψiν

1 X π
Pπ0 |ψiν = (ν) Pπ0 Pπ |ψi , (B.45)
n! π∈P
n

como Pπ0 es una transposición, luego tiene paridad −1, además según la ecuación (B.30)
tenemos
0 1 0
X
Pπ0 |ψiν = (ν)π (ν)π (ν)π Pπ0 Pπ |ψi
n! π∈P
n

1 X 00 (B.46)
= (ν) (ν)π Pπ00 |ψi
n! π00 ∈P
n

= (ν) |ψiν .

Notar que de (B.46) observamos que se ha producido un levantamiento de la degeneración


por intercambio y además en (B.45) un vector se anula si dos estados |ϕi i y |ϕj i se igualan.
Esto es el Principio de exclusión de Pauli:
B.5. Representación Número de Ocupación 91

Principio de Exclusión de Pauli

Dos fermiones nunca se pueden encontrar en el mismo estado cuántico individual.

Aún si los vectores |ϕj i son normalizados, hϕj |ϕj i = 1, los estados (B.43) resultantes de
una proyección, ya no están normalizados a 1. Ya que Sν es Hermı́tico, el producto escalar
de dos de estos estados deberı́a ser,

ν hϕ1 , ..., ϕn |ψ1 , ..., ψn iν = hϕ1 , ..., ϕn |Sν† Sν |ψ1 , ..., ψn i


(B.47)
= hϕ1 , ..., ϕn | (Sν )2 |ψ1 , ..., ψn i ,

como Sν es un proyector y además por la definición de Sν tenemos

= hϕ1 , ..., ϕn |Sν |ψ1 , ..., ψn i


1 X π (B.48)
= (ν) hϕ1 , ..., ϕn |ψπ(1) , ..., ψπ(n) i
n! π∈P
n

reordenando los productos internos tenemos


1 X π
ν hϕ1 , ..., ϕn |ψ1 , ..., ψn iν = (ν) hϕ1 |ψπ(1) i ... hϕn |ψπ(n) i . (B.49)
n! π∈P
n

En el caso del fermión, la última ecuación es justo la expansión de la determinante


1
− hϕ1 , ..., ϕn |ψ1 , ..., ψn i− = det{hϕi |ψj i}. (B.50)
n!
En particular, la función de onda de n fermiones independientes es dado por la determi-
nante de Slater
1
− h~x1 , ..., ~xn |ψ1 , ..., ψn i− = det{ψj (~xi )}. (B.51)
n!

Ahora considerando un sistema de n partı́culas idénticas. Comenzando con una base,


{|ψr i} en el espacio de estados de una partı́cula, podemos construir la base {|ψr1 , ..., ψrn i}
en el espacio producto tensorial H⊗n . sin embargo, ya que el espacio de estados fı́sicos del
⊗n ⊗n
sistema no es H⊗n , sino mas bien, uno de los espacios H+ o H− . El problema surge de
como determinar una base en este espacio de estados fı́sicos.
Por aplicación de Sν a varios kets de la base {|ψr1 , ..., ψrn i} de Hν⊗n , podemos obtener un
conjunto de vectores que generen Hν⊗n . Sea |ψi un ket arbitrario de Hν⊗n . Como |ψi ∈ H⊗n ,
podemos expandirlo en la forma
X
|ψi = ar1 ,...,rn |ψr1 , ..., ψrn i . (B.52)
r1 ,...,rn

Ya que |ψi, por hipótesis, pertenece a Hν⊗n , tenemos Sν |ψi = (ν)π |ψi, y simplemente
aplicando el operador Sν a ambos lados de la última ecuación para mostrar que |ψi puede
ser expresada en la forma de una combinación lineal de los kets Sν |ψr1 , ..., ψrn i.
B.5. Representación Número de Ocupación 92

Sin embargo, debemos notar que los kets Sν |ψr1 , ..., ψrn i no son todos independientes.
Permutemos los roles de varias partı́culas en uno de los kets |ψr1 , ..., ψrn i de la base inicial,
antes de la aplicación de Sν . En este nuevo ket, la aplicación de Sν conduce, según (B.38) y
(B.39), al mismo ket de Hν⊗n (posiblemente con un cambio de signo).
Ası́, introducimos el siguiente concepto: Los estados número de ocupación normalizados
a 1, son definidos por

n!
|n1 , n2 , ..., nr , ..i+ = √ S+ |ψr1 , ..., ψrn i (B.53)
n1 !...nr !...

|n1 , n2 , ..., nr , ..i− = n!S− |ψr1 , ..., ψrn i , (B.54)

donde nr se le dice número de ocupación del estado individual |ψr i y es igual al número de
veces que el ı́ndice r aparece en la sucesión (r1 , r2 , ..., rn ), esto es, el número de partı́culas en
el estado |ψr i. Para bosones, nr puede tomar los valores 0, 1, 2, ..., n, mientras que para los
fermiones, los valores de nr son limitados a 0 o 1 debido al principio de exclusión de Pauli.
Como el sistema tiene
P exactamente n partı́culas, si sumamos todos los nr uno debe tener
en cualquier caso r nr = n. Es importante no confundir la notación de los estados (B.43),
(B.53) y (B.54). En (B.43), los estados de una partı́cula son arbitrarios y, por lo tanto, deben
indicarse explı́citamente. En (B.53) y (B.54) los números de ocupación nr corresponden a
una base fija del espacio de una partı́cula.
Ahora queda para mostrar que los estados (B.53) y (B.54) son ortonormales:

ν hm1 , m2 , ..., mr , ...|n1 , n2 , ..., nr , ...iν = δm1 n1 δm2 n2 ...δmr nr ... (B.55)

y forma respectivamente bases del espacio Hν⊗n , ν = ±1. Para ver esto, uno calcula el
producto escalar (B.55) con la ayuda de (B.49)

+ hm1 , m2 , ..., mr , ...|n1 , n2 , ..., nr , ...i+


1 X
=√ hψr1 |ψπ(s1 ) i ... hψrn |ψπ(sn ) i . (B.56)
m1 !m2 !...n1 !n2 !... π∈P
n

En r1 , ...rn existen mr ı́ndices iguales a r, y en s1 , ..., sn , existen nr ı́ndices iguales a


r. En π(s1 ), ..., π(sn ), existen además exactamente nr ı́ndices iguales a r. Si para alguna
permutación π ∈ Pn se tiene π(s1 ) = r1 , ..., π(sn ) = rn , que por defecto mr = nr , entonces
el término de la suma correspondiente a esta permutación es 1, mientras que si para alguna
permutación r 6= π(s), entonces el término correspondiente a esta permutación es cero, ya
que hψr |ψπ(s) i = 0. Por lo tanto sumando sobre todas las permutaciones solo contribuyen las
permutaciones que cumplen el primer caso, además dado que en la secuencia π(s1 ), ..., π(sn )
existen r ı́ndices que se repiten nr veces, conlleva a que existan n1 !, n2 !, ..., nr !, ... repeticiones
en la permutación, por lo que habrá n1 !n2 !...nr !... contribuciones a√la suma total, siendo
este el resultado final de la suma. Si a esta suma la dividimos por m1 !m2 !...n1 !n2 !..., con
mr = nr , resulta que el producto interno es 1. Además como en cada contribución se tiene
π(s1 ) = r1 , ..., π(sn ) = rn , esto significa que para que se cumpla dicha condición únicamente
se debe tener (r1 , ..., rn ) = (s1 , ..., sn ) y de otro modo la suma total se debe anular. Ası́ uno
obtiene ortonormalidad para el caso de bosones. En el caso de fermiones, como nr , mr son
B.5. Representación Número de Ocupación 93

iguales a 0 o 1,

− hm1 , m2 , ..., mr , ...|n1 , n2 , ..., nr , ...i−


X
= (−1)π hψr1 |ψπ(s1 ) i ... hψrn |ψπ(sn ) i . (B.57)
π∈Pn

Este producto escalar es cero si (r1 , ..., rn ) 6= (s1 , ..., sn ). Si mr = nr y π(s1 ) = r1 , ..., π(sn ) =
rn , solo contribuyen los términos correspondientes a la permutación idéntica a r1 , ...rn la
cual es igual a 1, debido a que como es fijo y el estado es fermiónico, solo coincide con un
π(s1 ), ..., π(sn ) y el resto se anula. Esto verifica la ortonormalidad.
Para ver que los estados |n1 , n2 , ...iν formen una base de Hν⊗n , uno nota que cualquier
vector |Φi en Hν⊗n es de la forma |Φi = |Ψiν = Sν |Ψi donde |Ψi ∈ H⊗n . Como los kets
|ψr1 , ..., ψrn i forman una base de H⊗n , |Ψi puede ser expandido según la regla
X
|Ψi = cr1 ...rn |ψr1 , ..., ψrn i , (B.58)
r1 ...rn

de modo que X
|Φiν = cr1 ...rn Sν |ψr1 , ..., ψrn i . (B.59)
r1 ...rn

Tomando en cuenta las definiciones (B.53) y (B.54), la expansión (B.59) muestra que
cualquier estado |Φiν en Hν⊗n es una combinación lineal de los vectores |n1 , n2 , ...iν
X
|Φiν = cn1 ...nr ,... |n1 , ..., nr , ...iν . (B.60)
n1 ,...,nr ,...

Esto quiere decir que los estados |n1 , ..., nr , ...iν forman una base del espacio Hν⊗n .
Dado que hemos obtenido una base para Hν⊗n . A partir de esta tendremos una relación
de completitud dada como sigue:
|n1 , ..., nr , ...i hn1 , ..., nr , ...| = Iˆ
X
(B.61)
n1 ,...,nr ,...

Si |ψr i son los autovectores de un observable de una sola partı́cula Â, tal que
 |ψr i = αr |ψr i , (B.62)
luego los estados |n1 , n2 , ..., nr , ...iν son además auto vectores del observable de un cuerpo
P
Â(n) (B.11) para auto valores r nr αr . Se sigue de la definición (B.10) que
n
X
Â(n) |ψr1 , ..., ψrn i = Âj |ψr1 , ..., ψrn i
j=1
! (B.63)
X
= nr αr |ψr1 , ..., ψrn i .
r

Como Â(n) conmuta con Sν , la misma relación necesariamente aplica para los estados
|n1 , n2 , ..., nr , ...iν
!
X
Â(n) |n1 , n2 , ..., nr , ...iν = nr αr |n1 , n2 , ..., nr , ...iν . (B.64)
r
94

Apéndice C

Ensamble Microcanónico

C.1. Operador Densidad


Nuestra siguiente tarea es la construcción de una función de distribución que representa
un tipo dado de estado de equilibrio.
El sistema mas simple que posemos considerar es un sistema aislado. Tal sistema que no
interactúa con el mundo exterior, es caracterizado por una energı́a constante. Sin embargo,
se debe tener en cuenta que dicho sistema es necesariamente una idealización. En realidad,
no podemos remover completamente las interacciones con el mundo exterior. Por otro lado,
el número de estados por unidad de intervalo de energı́a es extremadamente grande para
un sistema que consta de muchos grados de libertad. Por esta razón cualquier pequeña
(pero macroscópica) incertidumbre sobre la energı́a total cubrirá un número extremadamente
grande de estados posibles del sistema; esto podrı́a ser ilusorio, en una correcta descripción
cuántica, para especificar exactamente el valor de la energı́a.
Por lo tanto definimos un sistema aislado como teniendo una energı́a total comprendiendo
entre los valores E y E + ∆E, con la condición

E  ∆E (C.1)

Además asumimos que el sistema está encerrado en un volumen finito V , que se asu-
me muy grande comparado al volumen tı́pico en la escala molecular (es decir, 10−24 cm3 ).
También asumiremos N como el número muy grande (tı́picamente 1023 ) de partı́culas del
sistema.
Ahora construiremos la matriz densidad que representa al sistema. Escribiremos la matriz
densidad en una base donde el Hamiltoniano sea diagonal (es decir en los autovectores del
Hamiltoniano). Como la matriz densidad de un sistema estacionario solo puede depender
del Hamiltoniano, la definición del ensamble microcanónico para un sistema aislado con el
Hamiltoniano Ĥ con autovalores de energı́a En y autovectores |ni es:
X
ρ̂M C = p(En ) |ni hn| , (C.2)
n

donde p(En ) toma la forma


an
p(En ) = , (C.3)
Ω(E)∆
C.1. Operador Densidad 95

que representa la probabilidad de encontrar al sistema en el estado n.


Por el principio de probabilidades a priori iguales, en la matriz de densidad microcanónica
ρ̂M C , todos los autoestados |ni cuyas energı́as En se encuentran en el intervalo [E, E + ∆]
contribuyen con probabilidades iguales. Matemáticamente el principio es trasladado a la
siguiente relación: 
1 si E ≤ En ≤ E + ∆,
an = (C.4)
0 de otro modo,
donde En es el autovalor de energı́a correspondiente al estado m. Ası́ para la probabilidad
tenemos  1
Ω(E)∆
si E ≤ En ≤ E + ∆,
p(En ) = (C.5)
0 de otro modo.
El único factor que debemos determinar que aparece en (C.3). Esto lo hacemos impo-
niendo la condición de normalización.
X an
Trρ̂ =
n
Ω(E)∆
P
n1 (C.6)
= (E ≤ En ≤ E + ∆)
Ω(E)∆
=1

resulta
1 X
Ω(E) = 1 (E ≤ En ≤ E + ∆). (C.7)
∆ n
Ası́ Ω(E)∆ es igual al número estados cuyos autovalores de energı́a se encuentran en
el intervalo [E, E + ∆]. llamaremos a esta cantidad mas brevemente el número de estados
accesibles. Para la matriz densidad del ensamble microcanónico
X 1 1 ˆ
ρ̂M C = |ni hn| = I, (C.8)
n
Ω(E)∆ Ω(E)∆

luego si ∆ −→ 0, una notación abreviada es además usada:

ρ̂M C = Ω(E)−1 δ(Ĥ − E) (C.9)

y
Ω(E) = Trδ(Ĥ − E), (C.10)
donde se ha considerado que hn|δ(Ĥ − E)|ni = δ(En − E).
La ecuación (C.2) junto a (C.5) representan la hipótesis fundamental del equilibrio en la
mecánica estadı́stica. Esto es porque de (C.2), tenemos

[ρ̂M C , Ĥ] = ρ̂M C Ĥ − Ĥ ρ̂M C


X X
= p(En ) |ni hn| Ĥ − p(En )Ĥ |ni hn|
n n
X X (C.11)
= p(En )En |ni hn| − p(En )En |ni hn|
n n
= 0.
C.2. Entropı́a 96

Observamos que la matriz densidad conmuta con el Hamiltoniano. Por lo tanto, conclui-
mos que ρ̂M C describe sistemas que están en equilibrio. Todas las propiedades de equilibrio
de la materia (ya sea aislada o en contacto con su entorno) pueden deducirse de ella. La
matriz de densidad microcanónica describe un sistema aislado con valores dados de E, V y
N . Las matrices de densidad de equilibrio correspondientes a otras situaciones fı́sicas tı́picas,
como las de los ensambles canónicos y los gran canónicos, pueden derivarse de ella.

C.2. Entropı́a
C.2.1. Definición General
Sea una matriz densidad ρ̂ arbitraria dada; luego la entropı́a S es definido por

S = −kTr(ρ̂ ln ρ̂) ≡ −k hln ρ̂i . (C.12)

donde ∞ ˆk
k+1 (ρ̂ − I)
X
ln ρ̂ = (−1) (C.13)
k=1
k
ˆ < 1. Esto se verifica de la siguiente manera. Como
siempre que ||ρ̂ − I||
1/2  1/2
||ρ̂|| = Tr(ρ̂† ρ̂) = Tr(ρ̂2 )

<1 (C.14)

y en la representación diagonal de ρ̂
X
ρ̂ = Pn |ni hn| (C.15)
n

con Iˆ =
P
n |ni hn|, luego
Iˆ − ρ̂ =
X
(1 − Pn ) |ni hn| (C.16)
n
P
con 0 ≤ Pn , n Pn = 1, entonces
 2 X
ρ̂ − Iˆ = (1 − Pn )2 |ni hn| , (C.17)
n

ası́ concluimos que


" #1/2
ˆ =
X
||ρ̂ − I|| (1 − Pn )2 <1 (C.18)
n

Ahora considerando la base ortonormal {|ni} formada por los autoestados de ρ̂, luego
X
S = −k hn|ρ̂ ln ρ̂|ni (C.19)
n
P
y además, en la representación diagonal ρ̂ = n Pn |ni hn| tenemos
X X
S = −k Pm hn|mi hm| ln ρ̂|ni = −k Pn hn| ln ρ̂|ni (C.20)
n,m n
C.2. Entropı́a 97

y como:
k veces
 k z }| {
hn| ρ̂ − Iˆ |ni = hn| (ρ̂ − I)...(ρ̂
ˆ ˆ |ni
− I)
k−1 veces
z }| {
ˆ ˆ ˆ |ni
X
= hn|(ρ̂ − I)|mi hm| (ρ̂ − I)...(ρ̂ − I)
m
(C.21)
k−1 veces
z }| {
ˆ ˆ
X
= (Pm δnm − δnm ) hm| (ρ̂ − I)...(ρ̂ − I) |ni
m
k−1 veces
z }| {
ˆ ˆ
= (Pn − 1) hn| (ρ̂ − I)...(ρ̂ − I) |ni
desarrollando k − 1 veces más, obtenemos
 k
hn| ρ̂ − Iˆ |ni = (Pn − 1)k . (C.22)

Reemplazando lo último en la expresión para la entropı́a tenemos:


X (−1)k+1
ˆ
X
S = −k Pn hn|(ρ̂ − I)|ni
n k=1
k
X X (−1)k+1 (C.23)
k
= −k Pn (Pn − 1)
n k=1
k

finalmente, en la representación diagonal de ρ̂:


X
S = −k Pn ln Pn (C.24)
n

siendo 0 ≤ Pn ≤ 1. Entonces se concluye que

S ≥ 0. (C.25)

Una Propiedad Extremal de la Entropı́a


Consideremos, que un ensamble es descrito por la matriz densidad ρ̂. Luego se introduce

S = −k hln ρ̂i = −kTr(ρ̂ ln ρ̂). (C.26)

Sea la matriz densidad ρ̂1 , y definimos

S1 = −k hln ρˆ1 i = −kTr(ρ̂ ln ρˆ1 ), (C.27)

luego se cumple
S1 − S = −kTr [ρ̂(ln ρ̂1 − ln ρ̂)]
(C.28)
X
= −k hn| [ρ̂(ln ρ̂1 − ln ρ̂)] |ni
n
C.2. Entropı́a 98

utilizando (C.24) obtenemos:


X
S1 − S = −k Pn hn| ln ρ̂1 − ln Pn ]|ni
n
X ρˆ1 (C.29)
= Pn hn| ln |ni .
n
Pn

Sea la base ortonormal {|νi} tal que ρ̂1 |νi = P1ν |νi. en dicha base, análogo a lo que se
hizo para (C.22), tenemos

P1ν P1ν 0 − Pn
 
ρˆ1 0
hν| ln |ν i = ln δνν 0 . (C.30)
Pn Pn P1ν − Pn

Ahora, si reemplazamos (C.30) en S1 − S obtenemos:


 
XX ρ̂1
S1 − S = −k Pn hn|νi hν| ln |ν 0 i hν 0 |ni
n νν 0
Pn
P1ν P1ν 0 − Pn
XX  
= −k Pn hn|νi ln δνν 0 hν 0 |ni (C.31)
n νν 0
P n P 1ν − P n
XX P1ν
= −k Pn hn|νi ln hν|ni .
n ν
Pn

Como se cumple la siguiente igualdad ln x ≤ x − 1, entonces se cumple que


 
XX P1ν XX P1ν
S1 − S = −k Pn hn|νi ln hν|ni ≥ −k Pn hn|νi − 1 hν|ni (C.32)
n ν
Pn n ν
Pn
P
utilizando la representación diagonal de ρ̂1 = ν P1ν |νi hν| y del hecho que la traza del
operador densidad es cero
 
XX P1ν
S1 − S ≥ −k Pn hn|νi − 1 hν|ni
n ν
Pn
X X
=k hn|ρ̂|ni − k hν|ρ̂1 |νi (C.33)
ν n
= kTrρ̂ − kTrρ̂1
= 0.

Por lo tanto
S1 ≥ S (C.34)

C.2.2. Entropı́a del Ensamble Microcanónico


La entropı́a del ensamble microcanónico lo obtenemos a partir de (C.12) y (C.5)
 
1
SM C = −kTr(ρ̂M C ln ρ̂M C ) = −kTr (ρ̂M C ln P (En )) = −kTr ρ̂M C ln , (C.35)
Ω(E)∆
C.2. Entropı́a 99

y, ya que la matriz densidad es normalizada a 1, el resultado final es:

SM C = k ln (Ω(E)∆). (C.36)

La entropı́a es, por lo tanto, proporcional al logaritmo del volumen de espacio de fases
accesible o, de forma mecánica, al logaritmo del número de estados accesibles.
De todos los ensambles cuyas energı́as se encuentran en el intervalo [E, E +∆], la entropı́a
del ensamble microcanónico es mayor. Para probar esta afirmación, utilizando la propiedad
extremal de la entropı́a, establecemos ρ̂1 = ρ̂M C en (C.26) y usamos el hecho de que tanto ρ̂
como ρ̂M C difieren de cero solo en la capa de energı́a
 
1
S[ρ̂] ≤ −kTr(ρ̂ ln ρ̂M C ) = −kTr ρ̂ ln = SM C . (C.37)
Ω(E)∆

Ası́, se ha demostrado que la entropı́a es máximo para el ensamble microcanónico.


100

Apéndice D

Ensamble Canónico

D.1. Operador Densidad y Función de Partición


Los sistemas aislados usualmente no son muy interesantes en fı́sica. Un sistema mucho
mas relevante de estudio es aquel que interactúa con su entorno, ya sea intercambiando varias
formas de energı́a o intercambiando materia.
Consideraremos primero un gran sistema aislado U (que llamaremos el “universo”): Es
descrito estadı́sticamente por un ensamble microcanónico correspondiente a la energı́a EU .
Ahora fijemos nuestra atención en un pequeño subsistema 1 de U , que interactúa con el
subsistema 2, que es el complemento de 1(ver Fig D.1).

1
2

Figura D.1: Un ensamble canónico. El subsistema 1 está en contacto con el subsistema 2. El


sistema general está aislado.

El número de partı́culas en 1, N1 , se supone mucho mas pequeño que el número de


partı́culas N2 en el subsistema 2; aún, debemos asumir que N1 todavı́a es un número enor-
memente grande, de modo que la mecánica estadı́stica es válida para describir el sistema 1.
Ası́:
1  N1  N2 . (D.1)
Como todo el universo está en equilibrio, su densidad y todas sus propiedades locales son
uniformes, excepto por fluctuaciones.
D.1. Operador Densidad y Función de Partición 101

El Hamiltoniano del sistema total

ĤU = Ĥ1 + Ĥ2 + Ŵ ≈ Ĥ1 + Ĥ2 (D.2)

es igual a la suma de los Hamiltonianos Ĥ1 y Ĥ2 para los sistemas 1 y 2, además del término
de interacción Ŵ . El último término es de hecho necesario de modo que los dos subsistemas
puedan llegar al equilibrio entre sı́; sin embargo, Ŵ es despreciablemente pequeño en com-
paración con Ĥ1 y Ĥ2 . Nuestro objetivo es la derivación de la matriz de densidad para solo
el subsistema 1.
En primer lugar, podemos señalar que la posibilidad de hablar de estados cuánticos
definidos para el subsistema 1 solo surge de la extrema pequeñez de las interacciones Ŵ en
el hamiltoniano. Solo en este caso podemos considerar estados cuasi-estacionarios separados
para 1 y 2 1 . Claramente, los valores de los niveles de energı́a E1n dependen del volumen V1
y del número de partı́culas N1 2 . En términos de la energı́a, (D.2) resulta

EU ≈ E2 + E1 (D.3)

donde también asumiremos que


E1  E2 (D.4)
Ahora en el marco de nuestros supuestos, el problema principal es muy simple. De hecho,
debido a (D.3), si 1 tiene precisamente la energı́a E1n , luego todos los estados del subsistema
2 con energı́a E2n se encuentra en el intervalo EU − E1n ≤ E2n ≤ EU + ∆ − E1n . El número
de tales estados es Ω2 (EU − E1n )∆. Este es también el número de configuraciones de U , en
el que 1 está en el estado |1ni, correspondiente a la energı́a E1n , y conjuntamente 2 tiene
una energı́a dentro del rango apropiado, es decir EU − E1n ≤ E2n ≤ EU − E1n + ∆. Al igual
que se tuvo en el ensamble microcanónico, el número de tales estados es Ω2 (EU − E1n )∆.
Esta última afirmación se deriva del hecho de que 1 y 2 están efectivamente desacoplados y,
por lo tanto, no se influyen entre sı́.
Debido a nuestro supuesto fundamental de probabilidades iguales a priori, todas las con-
figuraciones contadas en Ω2 ∆ tienen igual probabilidad. Por lo tanto, la probabilidad p1n que
estamos buscando está dada simplemente por la proporción del número de configuraciones
en que U está precisamente en el estado |1ni, que es Ω2 (EU − E1n )∆, al número total de
estados accesibles del universo, que es ΩU (EU )∆ a la cual denotaremos por Ω1,2 (EU )∆:
X 1 Ω2 (EU − E1n )∆ Ω2 (EU − E1n )
p1n = = = , (D.5)
2n
Ω1,2 (E)∆ Ω1,2 (EU )∆ Ω1,2 (EU )

donde la suma corre sobre todos los estados del subsistema 2 cuya energı́a E2n está dentro
del intervalo E − E1n ≤ E2n ≤ E + ∆ − E1n .
Ahora podemos usar la suposición que E1  E2 , lo cual es con mayor motivo válido si
reemplazamos E1 por el nivel de energı́a simple E1n . Esto nos permite expandir el numerador,
1
La ecuación de Schrödinger para los sistemas compuestos es separable y es por lo tanto equivalente a un
conjunto de sos ecuaciones independientes para 1 y para 2.
2
Para fijar estas ideas, pensar en los autovalores para una partı́cula en una caja de volumen V , y de los
autovalores para N partı́culas libres en una caja: en este tipo de problemas, la dependencia de E1n sobre V
puede ser determinada explı́citamente.
D.1. Operador Densidad y Función de Partición 102

o más bien su logaritmo para una mejor convergencia ,alrededor de EU y retener solo el
término lineal:
ln Ω2 (EU − En1 ) ≈ ln Ω2 (EU ) − βE1n (D.6)
donde introducimos el parámetro β por
 
∂ ln Ω2 (E)
β= . (D.7)
∂E E=EU

Por lo tanto
Ω2 (EU − En1 ) ≈ Ω2 (EU )e−βE1n (D.8)
y sustituyendo en (D.5) obtenemos
p1n = Z −1 e−βE1n . (D.9)
donde se ha introducido el parámetro de normalización Z.
Este es nuestro resultado final. La probabilidad p1n depende de dos parámetros que son
independientes de E1n : Z y β. El parámetro Z puede expresarse de un modo intrı́nseco
(es decir, en términos de cantidades relacionadas a solo el subsistema 1). En efecto, la
distribución de probabilidad (D.9) debe ser normalizada a uno:
X
p1n = 1 (D.10)
n

de donde se sigue X
Z= e−βE1n = Tr1 e−β Ĥ1 , (D.11)
n

donde la suma está sobre todos los estados del subsistema 1, sin ninguna restricción (a
diferencia de la suma sobre todos los estados del intervalo [E, E + ∆] en la definición de la
microcanónica Ω, ver (C.7)).
La expresión Z es llamada la función de partición. Esta es una de las cantidades mas
importantes del equilibrio en la mecánica estadı́stica. Z claramente depende del parámetro
β; este además depende del número de partı́culas N y del volumen V del sistema a través
de los valores correspondientes a los niveles de energı́a E1n (ahora podemos eliminar los
subı́ndices 1).
De la distribución de probabilidad p1n (D.9) podemos construir una matriz densidad del
subsistema 1 (independiente de 2):
X X
ρ̂C = p1n (E) |ni hn| = Z −1 e−βE1n |ni hn| . (D.12)
n n

luego, junto con (D.11) tenemos:

ρ̂C = Z −1 e−β Ĥ1


(D.13)
Z = Tr1 e−β Ĥ1
La ecuación (D.13) define un nuevo ensamble de equilibrio llamado el ensamble canónico.
Los valores promedio de los operadores  en este ensamble, se calculan de la siguiente
manera:
hAi = TrÂρ̂C = Z −1 TrÂe−β Ĥ1 . (D.14)
D.2. La Entropı́a del Ensamble Canónico y sus Valores Extremos 103

Es muy importante, del punto de vista práctico, que hemos podido escribir la matriz
de densidad canónica en una representación arbitraria (esto no fue posible para el conjunto
microcanónico debido a su naturaleza singular). En efecto, para poder evaluar Z en forma de
suma necesitamos conocer los auto valores del Hamiltoniano, es decir, debemos resolver la
ecuación de Schrödinger para el subsistema 1, que es prácticamente imposible para sistemas
no triviales. Por el contrario, en (D.13) podemos usar para los cálculos cualquier conjunto
ortonormal de funciones conveniente como base, calcular los elementos de la matriz de Ĥ1 en
esa base (que siempre es factible), y luego idear algún método de aproximación adecuado para
el cálculo. Uno ya aprecia la enorme flexibilidad de los conjuntos canónicos en comparación
con el microcanónico.

Observación: Para el universo U (ver Figura D.1), se considera que la matriz densidad
ρ̂M C . Luego el valor esperado de una cantidad  es dado como hAi =Tr(ρ̂M C Â).
Sea H es espacio de estados del universo, luego si la interacción entre 1 y 2 es débil,
entonces H = H1 ⊗ H2 , donde H1 , H2 son los espacios de estados de 1,2 (aislados) respecti-
vamente.
Ası́, el valor esperado de A se puede escribir como:
hAi = Tr1 Tr2 (ρ̂M C Â). (D.15)
En particular, si  solo es asociado a 1, entonces
hAi = Tr1 [(Tr2 ρ̂M C )Â], (D.16)
de aquı́ identificamos la matriz densidad canónica para 1:
ρ̂C = Tr2 ρ̂M C (D.17)
siendo:
1
ρ̂M C = δ(EU − (Ĥ1 + Ĥ2 )) (D.18)
Ω1−2 (E)
entonces
Ω2 (E − Ĥ1 )
ρ̂C = (D.19)
Ω1−2 (E)

D.2. La Entropı́a del Ensamble Canónico y sus Valores


Extremos
De (D.13), para la entropı́a del ensamble canónico encontramos
SC = −k hln ρ̂C i = kβ Ē + k ln Z (D.20)
con
Ē = hHi . (D.21)
Ahora, veamos que ρ̂ corresponde a una distribución diferente con la misma energı́a
promedio hHi = Ē; luego nos resulta la siguiente desigualdad
S[ρ̂] = −kTr(ρ̂ ln ρ̂) ≤ −kTr(ρ̂ ln ρ̂)
  (D.22)
= −kTr ρ̂(−β Ĥ − ln Z) = kβ hHi + k ln Z = SC
D.3. Sistemas en Contacto Térmico 104

donde hemos usado la propiedad extremal de la entropı́a, con ρ̂1 = ρ̂C . De aquı́ se concluye
que el ensamble canónico tiene la mayor entropı́a de todos los ensambles con la misma energı́a
promedio.

D.3. Sistemas en Contacto Térmico


D.3.1. Conexión entre la Mecánica Estadı́stica y la Termodinámi-
ca
La termodinámica3 empieza de unas pocas observaciones empı́ricas, que son realizadas y
axiomatizadas en la forma de cuatro leyes. De estas uno puede deducir un enorme número
de relaciones entre varias cantidades caracterizando el comportamiento mecánico y térmico
de la materia. La termodinámica del equilibrio sigue siendo un caso único en la fı́sica de una
estructura lógica perfecta. Sin embargo, la termodinámica tiene una debilidad intrı́nseca y
un carácter incompleto. Primero de todo, esta produce relaciones entre distintas cantidades,
pero excluye cualquier posibilidad de calcular su estado termodinámico 4 por si misma. Por
ejemplo, la termodinámica determina un enlace entre el calor especı́fico a volumen constante
cV y el calor especı́fico a presión constante cP . Si conocemos el valor de cP , que en este caso es
el estado termodinámico del sistema, podemos predecir cV sin recurrir más al experimento;
pero no tenemos manera de calcular cP para comenzar.
Ahora veremos que la mecánica estadı́stica resuelve este problema. El ensamble canónico
nos proporciona un modelo de materia en equilibrio térmico y nos permite calcular toda
cantidad termodinámica en términos de cantidades que caracterizan las propiedades mi-
croscópicas de las moléculas. La sucesiva y final justificación de este modelo es ampliamente
soportado por comparación con resultados experimentales. El interés de la mecánica estadı́sti-
ca es doble: Por un lado, predice las cantidades termodinámicas a partir de un conocimiento
de la mecánica microscópica (por ejemplo, los niveles de energı́a de las moléculas, medi-
dos espectroscópicamente). En otros casos, permite deducir las propiedades microscópicas
(por ejemplo, la naturaleza de las interacciones intermoleculares) a partir de la medición
de propiedades macroscópicas y termodinámicas. Por último, pero no menos importante, la
mecánica estadı́stica abre la posibilidad de investigar las limitaciones de la termodinámi-
ca clásica y de extender el dominio del estudio de la materia a condiciones en las que la
termodinámica ya no es válida5 .
Las cantidades que aparecen en termodinámica pueden ser clasificadas en tres grupos.
Los mas simples son los parámetros externos, cuyo valor es fijado por el entorno externo o por
el experimento de una manera precisa, sin referencia al estado interno del sistema. Tı́picos
3
La termodinámica se propone describir y correlacionar las propiedades directamente observables de las
sustancias: el volumen de un gas, la expansión de un cable, la polarización de un dieléctrico, son todas
cantidades macroscópicas, propiedades de los materiales a granel.
4
El estado termodinámico de un sistema se define especificando valores de un conjunto de propiedades
medibles suficientes para determinar todas las demás propiedades. Para los sistemas de fluidos, las propie-
dades tı́picas son la presión, el volumen y la temperatura. Los sistemas más complejos pueden requerir la
especificación de propiedades más inusuales. Como ejemplo, el estado de una baterı́a eléctrica requiere la
especificación de la cantidad de carga eléctrica que contiene.
5
En este tipo de condiciones, las cantidades macroscópicas dejan de tener sentido, es decir el sistema ya
no es lo suficientemente grande.
D.3. Sistemas en Contacto Térmico 105

ejemplos son el volumen V , el número de partı́culas N , o los valores de campos externos


(por ejemplo, campos gravitacional, eléctrico, magnético). Para simplificar el tratamiento,
asumamos que V y N son los únicos parámetros externos independientes que caracterizan
el sistema considerado en esta sección.
Una segunda categorı́a consiste de cantidades puramente mecánicas tal como la energı́a
interna E o la presión P . Estas cantidades son definidas como promedios de funciones dinámi-
cas microscópicas de acuerdo a la ecuación (3.15).
Existe, sin embargo, una tercera categorı́a distinta, bastante tı́pica de la termodinámica.
Ciertas cantidades importantes, como la temperatura, no tienen un significado microscópico
y solo pueden concebirse a nivel macroscópico. Por ejemplo, uno puede definir la energı́a
de una sola molécula, pero no se puede hablar de la temperatura de una sola molécula.
Debido a este hecho, podemos esperar que estas cantidades térmicas (como la temperatura,
la entropı́a, etc) se definan por completo en términos de propiedades de la función distribución
de ensamble, en lugar de como promedios de propiedades de una sola partı́cula. Estos son
ejemplos de propiedades colectivas cuyo valor está determinado por la distribución general
de todas las partı́culas en el sistema.
Ahora establecemos explı́citamente el enlace deseado. Primero notamos que, por defini-
ción, los parámetros externos no necesitan tratamiento estadı́stico, ya que se supone que sus
valores se conocen con precisión.
Pasando a la segunda categorı́a, es muy fácil identificar la energı́a interna 6 E como el
valor promedio del hamiltoniano en el ensamble canónico:
X
E = TrĤ ρ̂C = Z −1 Em e−βEm (D.23)
m

De esta manera, la energı́a se expresa en función del parámetro β (caracterı́stica de la


distribución canónica) y de los parámetros externos V y N (ingresando implı́citamente a
través de los valores propios Em ).

Contacto Térmico U

S1 S2

Figura D.2: Dos sistemas en contacto térmico.

Para encontrar buenas definiciones para las cantidades térmicas, tenemos que configu-
rar una imagen de un proceso termodinámico. Imaginamos nuevamente el gran universo U
6
Energı́a total del sistema, la cual es una función de estado, es decir una cantidad que toma un único
valor para cada estado del sistema.
D.3. Sistemas en Contacto Térmico 106

del ensamble canónico (ver Fig.D.1), pero ahora consideramos dos subsistemas S1 , S2 , que
asumimos que están en contacto térmico mutuo, es decir, pueden intercambiar energı́a a
través de una interacción débil (ver Fig. D.2). Nuevamente, si asumimos que ambos sistemas
son muy grandes en comparación con el rango de las fuerzas intermoleculares, su energı́a de
interacción mutua, aunque fı́sicamente importante para asegurar el contacto térmico, es, sin
embargo, insignificante en comparación con el contenido de energı́a de S1 y S2 por separado.
Una extensión directa del argumento al inicio de la sección 3.3 muestra que la probabilidad
conjunta de encontrar el sistema S1 en el estado n (energı́a E1n ) y al sistema S2 en el estado
m (energı́a E2m ) es
pnm = (Z1−1 e−β1 E1n )(Z2−1 e−β2 E2m ) (D.24)
donde X
Zi = e−βi Eir , i = 1, 2
r

En principio, β1 no necesariamente es igual a β2 . Ahora requerimos que S1 y S2 estén


en equilibrio térmico 7 con cada otro. En este caso, la situación está igualmente bien descrita
considerando en conjunto un solo sistema S, con la energı́a Enm = E1n + E2m inmersa en el
entorno W . Su distribución de probabilidad está dada por el ensamble canónico:

pnm = Z −1 e−β(E1n +E2m ) (D.25)

con X
Z= e−β(E1n +E2m ) .
n,m

La condición de equilibrio térmico entre S1 y S2 requiere la identidad de (D.24) y (D.25),


que a su vez requiere
β1 = β2 = β (D.26)
y conjuntamente,
Z = Z1 Z2 (D.27)
o equivalentemente
ln Z = ln Z1 + ln Z2 . (D.28)
La ecuación (D.26) nos dice que dos distribuciones canónicas representando sistemas en
equilibrio térmico deben tener el mismo parámetro β. Por otro lado, la termodinámica nos
dice que dos sistemas en equilibrio térmico deben tener la misma temperatura. Por lo tanto,
llegamos a la interpretación provisional de que β debe ser una función de la temperatura por
sı́ sola:
β = β(T ) (D.29)
Considerar ahora la función partición Z: esta aparece como una función del volumen V y
de la temperatura T (y además, por supuesto, del número de partı́culas N , que es mantenido
constante). La ecuación (D.28) muestra que ln Z es una función aditiva: esta es la suma de
las funciones correspondientes ln Zi de las partes del sistema, que se supone que están en una
interacción insignificante. Esta propiedad sugiere que ln Z es una cantidad extensa, es decir,
7
Un cambio en el entorno provocará cambios en el sistema (proceso termodinámico), y cuando estos cesan,
se dice que el sistema ha alcanzado equilibrio termodinámico
D.4. Cantidades Termodinámicas 107

una cantidad proporcional al número N de partı́culas en el sistema. Veamos si podemos


identificar ln Z con una de las funciones termodinámicas extensas conocidas. Para mayor
claridad, representemos Z en la forma

Z = e−βF (D.30)

que introduce una función F (β, V, N ). Ahora notamos la siguiente relación:


  !
∂ ∂ ∂ X
(βF ) =− ln Z = − ln e−βEn
∂β V,N ∂β ∂β
X
n (D.31)
−1 −βEn
=Z En e
n

donde la notación [ ]V,N denota una derivada parcial tomada a volumen y número de partı́cu-
las constante. El lado derecho no es más que la energı́a interna, como se define en la ecuación
(D.23):  
∂βF
= E. (D.32)
∂β V,N
Esta ecuación debe ser comparada con la siguiente bien conocida relación termodinámica,
conectando la energı́a libre F (T, V, N ) con la energı́a interna E:
 
∂(F/T )
= E. (D.33)
∂(1/T ) V,N

Asumimos que β es una función de solo la temperatura. Las dos últimas ecuaciones
sugieren que la forma funcional es
1
β= (D.34)
kB T
donde kB es una constante a ser determinada después. Además, vemos que la función F =
−β −1 ln Z o
F (T, V, N ) = −kB T ln Z(T, V, N ) (D.35)
debe ser interpretada como la energı́a libre del sistema.

D.4. Cantidades Termodinámicas


Aquı́ resumiremos cómo se pueden calcular varias cantidades termodinámicas para el
ensamble canónico. Ya que el subsistema 2 (ver Figura D.1) únicamente interactúa con el
subsistema 1 a través de su temperatura T , omitimos el ı́ndice 1 que indica el subsistema 1.
Luego, en (D.13) tenemos:
ρ̂C = e−β Ĥ /Z (D.36)
con la función partición
Z = Tre−β Ĥ , (D.37)
D.4. Cantidades Termodinámicas 108

donde estamos usando la definición β = kB1T . Ahora si en la definición de entropı́a (C.12)


elegimos convenientemente que k = kB , luego de (D.20) se tendrá
1
SC = (Ē + kB T ln Z). (D.38)
T
La energı́a interna o promedio es dada por
∂ ∂
Ē = hHi = − ln Z = kB T 2 ln Z. (D.39)
∂β ∂T
La presión se define de la siguiente forma:
∂H ∂
P ≡ −h i = kB T ln Z. (D.40)
∂V ∂V
De la ecuación (D.38), se sigue que

F = Ē − T SC . (D.41)

Ya que la matriz de densidad canónica contiene T y V como parámetros, F es igualmente


una función de estas cantidades. Tomando el diferencial total de (D.35), obtenemos
∂ ln Z ∂ ln Z
dF = −kB ln ZdT − kB T dT − kB T dV (D.42)
∂T ∂V
de las expresiones para la presión y la energı́a interna tenemos
hHi
dF = −kB ln ZdT − dT − pdV
T (D.43)
= − [hHi T + k ln Z] dT − pdV
luego tenemos
dF (T, V ) = −SC dT − P dV. (D.44)
De las ecuaciones (D.41) y (D.44) encontramos

dĒ = T dSC − P dV, (D.45)

que corresponde a la expresión de la primera ley de la termodinámica para un sistema


macroscópico.
La temperatura y el volumen en la función de partición canónica y en la energı́a libre
corresponden a variables naturales. La función de partición se calcula para un Hamiltoniano
con un número fijo de partı́culas. Sin embargo, aquı́ también se puede tratar la función de
partición o la energı́a libre, en la cual el número de partı́cula es un parámetro, como una
función de N . Entonces, el cambio total en F viene dado por
 
∂F
dF = −SC dT − P dV + dN, (D.46)
∂N T,V

y se sigue de (D.41) que


 
∂F
dĒ = T dSC − P dV + dN. (D.47)
∂N T,V
D.4. Cantidades Termodinámicas 109

De esta manera definimos una cantidad intensiva como


 
∂F
= µ. (D.48)
∂N T,V

La interpretación fı́sica que se le puede dar al potencial quı́mico es el de cambio en la


energı́a por partı́cula agregada al sistema.
110

Bibliografı́a

[1] R. Balescu. Equilibrium and nonequilibrium statistical mechanics. NASA STI/Recon


Technical Report A, 76, May 1975.
[2] F. L. Claude Cohen-Tannoudji, Bernard Diu. Quantum Mechanics, volume Volume I.
John Wiley y Sons, 1977.
[3] E. A. Cornell. The nobel prize in physics 2001. URL https://www.nobelprize.org/
prizes/physics/2001/cornell/lecture/.
[4] W. D. B. Franz Schwabl. Statistical Mechanics. Springer-Lehrbuch. Springer, 2nd ed.
edition, 2010.
[5] W. Ketterle. The nobel prize in physics 2001. URL https://www.nobelprize.org/
prizes/physics/2001/ketterle/lecture/.
[6] W. Ketterle and S. Inouye. Collective enhancement and suppression in dilute Bose-
Einstein condensates. arXiv e-prints, art. cond-mat/0101424, Jan 2001.
[7] P. P. E. Parris. Quantum one: Text, 2019. URL http://web.mst.edu/parris/
QuantumOne/ClassNotes/ManyParticleSystems.pdf.
[8] L. Pitaevskii and S. Stringari. Bose-Einstein condensation and superfluidity. Interna-
tional series of monographs on physics. Oxford University Press, Oxford, 2016. doi:
10.1093/acprof:oso/9780198758884.001.0001. URL https://cds.cern.ch/record/
2143198.
[9] P. F. R. a. Professor Philippe A. Martin. Many-Body Problems and Quantum Field
Theory: An Introduction. Texts and Monographs in Physics. Springer-Verlag Berlin
Heidelberg, 2 edition, 2004.
[10] P. D. B. R. K. Pathria. Statistical Mechanics, Third Edition. Academic Press, 3 edition,
2011.
[11] J. Rogel-Salazar. The Gross-Pitaevskii equation and Bose-Einstein condensates. Euro-
pean Journal of Physics, 34(2):247, Mar 2013. doi: 10.1088/0143-0807/34/2/247.
[12] R. H. Swendsen. Thermodynamics, statistical mechanics and entropy. Entropy, 19
(11), 2017. ISSN 1099-4300. doi: 10.3390/e19110603. URL https://www.mdpi.com/
1099-4300/19/11/603.
[13] N. Zettili. Quantum mechanics: concepts and applications. Wiley, 2nd ed edition, 2009.

View publication stats

También podría gustarte