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Huamanga del siglo XVII y el Barroco

I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:


El Barroco es uno de los períodos de la historia cultural de Hispanoamérica que reclama más
urgente revisión. Proliferan estudios monográficos sobre temas y obras del período, pero no ha
resultado, sin embargo, en la producción de estudios globales, de reinterpretación y análisis del
significado de la producción barroca como parte del desarrollo histórico-cultural
hispanoamericano. Hay una visión dependentista que oscurece buena parte del proceso propio de
las nuevas formaciones sociales americanas. (Morana, 1987:09).

Dado el caso específico de la atribución del perfil Barroco a la arquitectura ayacuchana del siglo
XVII, como parte de la expresión del Barroco de Indias (el primer movimiento estético
hispanoamericano). Tropezamos siempre con las reticencias de los historiadores y analistas de la
arquitectura virreinal peruana. El problema se trata de aplicar una metodología estructuralista
para llegar a la comprensión de las fachadas eclesiásticas de Ayacucho, diferente de la que
puede encontrarse en los historiadores clásicos del arte virreinal peruano que se ocupan del
barroco.

II. MARCO TEÓRICO

2.1. Definición de Conceptos

CONTEXTO HISTORICO:
El Barroco fue un estilo artístico nacido en Italia en el siglo XVI, al amparo de la
Contrarreforma, pues fue una época en la cual la Iglesia católica europea tuvo que reaccionar
contra muchos movimientos revolucionarios. Se impone especialmente en los países Católicos
de Europa e Hispanoamérica desde fines del s. XVI hasta mediados del s. XVIII, desarrollando
características propias en cada país.

En el campo de las bellas artes el epíteto de barroco ha servido para calificar, peyorativamente,
al estilo que sucedió a los del renacimiento clásico y manierista. Proveniente de la palabra
portuguesa barrôco <barrueco> que significa irregular, abigarrado, extravagante, osado,
recargado, desmesurado e irracional, hasta que posteriormente fue revalorizado a fines de siglo
XIX por Jacob Burckhardt y luego por Benedetto Croce y Eugenio d'Ors. Fue finalmente
rehabilitado en 1888 por el historiador alemán de arte Heinrich Wölfflin (1864-1945), quien
identificó al Barroco como oponente al Renacimiento y como una clase diferente dentro del arte
"elaborado"1.

FASES DEL BARROCO HISPANO Y LATINOAMERICANO:


Se desarrolló un Barroco Colonial en Latinoamérica, (colonias portuguesas y españolas) con
diferentes características. No se pueden afirmar títulos como un “Barroco Hispanoamericano”

1
“El barroco no es ni el esplendor ni la de cadencia del clasicismo, sino un arte totalmente diferente”. Wofflinn,
Heinrich Conceptos fundamentales para la historia del arte (1915).

1
puesto que el Barroco del nuevo mundo no solo se debe a España. Sin embargo haremos el
seguimiento histórico desde sus orígenes en España ya que dicha rama consistió en su principal
fuente debido a una significativa presencia de artistas y arquitectos europeos entre fines del XVI
y comienzos del XVII.

BARROCO ESPAÑOL:
La evolución del barroco español va desde un primer momento de influencia romana a un
segundo periodo, más exaltado y expresivo, que da lugar a conceptos tales como el
churriguerismo.

Churriguerismo: (1650-1750)
• Modalidad de barroco tardío español que toma su nombre del arquitecto José Benito
Churriguera. Sus hermanos Joaquín y Alberto también fueron arquitectos en Salamanca y
Madrid.
• A la ornamentación exhaustiva se le incluyen elementos de influencia árabe. En
Hispanoamérica se implanta especialmente en México, con adaptaciones originales.
• Representantes Latinoamericanos:
 Francisco Guerrero y Torres
 L. Rodríguez Façade of S. Francis Church in
Ouro Preto, Brazil
Author: Sarah and Iain 2007
BARROCO EN AMÉRICA LATINA: Source: Flickr
Focos del Barroco colonial latino: (1700-17xx)
• En América latina existen varios focos del importante barroco
colonial:
• Guadalajara
• Ciudad de México
• Puebla
• La escuela quiteña
• Es notable el barroco brasileño, con la figura del Aleijadinho.
Iglesia San Francisco de Asis en Ouro Preto 1770 A. F. Lisboa

BARROCO EN PERÚ:
Focos del Barroco colonial peruano: (1650-1750)
• La escuela de Lima
• La escuela de Arequipa
• La escuela del Cuzco
Los primeros visos de arquitectura barroca en el Virreinato del
Perú aparecen hacia 1630 y se desarrollándose hasta fines del
siglo XVII siguiendo el modelo español. A partir de 1690
aparecen diferencias según las regiones.

Características:
La originalidad de este estilo radica en la “decoración” variada,
y cuyos motivos responden a cuatro tipos fundamentales: Fachada de la Iglesia de La
Compañía
Fuente: San Cristóbal, Antonio.
1998 «Esplendor del Barroco en 2
Ayacucho» Peisa / Lima Perú
1) Flora y fauna tropical.
2) Motivos manieristas como sirenas, mascarones, etc.
3) Motivos precolombinos: sol, luna, pumas, etc.
4) Elementos cristianos pre-renacentistas.

El Barroco andino:
• También conocido como arquitectura mestiza, es un movimiento artístico que apareció en el
virreinato del Perú entre los años de 1680 y 1780.
• Se encuentra localizado geográficamente entre Arequipa y el lago Titicaca, en lo que hoy son
el Perú y el altiplano de Bolivia,
• El ejemplo más impactante del arte barroco andino se encuentra en la arquitectura religiosa,
donde los artesanos indígenas le dieron un carácter único.
• El estilo mestizo consiste en la aplicación de una decoración peculiar americana a las formas
estructurales europeas,
• Tenemos por ejemplo al autor Bolívar Vinicio Echeverría que en su libro La modernidad de
lo barroco nos describe la clave barroca de la América latina:
«Para rescatar a la vida social de la amenaza de barbarie, y ante la
imposibilidad de reconstruir sus mundos antiguos, tan complejos y tan
frágiles, esa capa indígena derrotada emprendió en la práctica,
espontáneamente, sin pregonar planes ni proyectos, la reconstrucción o re-
creación de la civilización europea --ibérica-- en América.»
(Bolívar Echeverría, 1998)

Iglesia de Yanahuara, Carmen alto, canteras


Fuente: Mincetur, Arequipa –Perú Fotógrafo: Jorge Bedregal La Vera 2010

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2.2. El Problema del Barroco en Huamanga - Ayacucho

El problema del Barroco en Ayacucho, no se refiere a los Retablos Dorados, porque en esta obra se
revaloriza la existencia de una auténtica escuela ayacuchana de retablos barrocos, muy diferenciada
de las restantes escuelas retablistas virreinales en el Perú. Para formular la interpretación de los
retablos de Ayacucho, son solo se ha usado la simple descripción empirista de sus elementos
ornamentales, sino la consideración estructural del diseño que los configura, y se ha analizado
también la evolución entre sus distintos modelos.

Retablo de Cuadrícula Regular


Incompleta. Primera Derivación.

1 Cornisa discontinua arqueada


por el centro

2 Tableros laterales del segundo


cuerpo

3 Moldura ondulada sobre la


calle central superior

4 Columnas salomónicas

5 Paneles tallados sobre las


calles

Retablo de Santa Liberata, Iglesia de Santa


Teresa
Fuente: San Cristóbal, Antonio. 1998 «Esplendor
del Barroco en Ayacucho» Peisa / Lima Perú

Los retablos barrocos de Ayacucho pertenecen a una escuela regional específica dentro del concierto
de las escuelas regionales más resaltantes: la de Lima, la del Cuzco, la del Collao y la de Trujillo. Se
define su especificidad ayacuchana por los diversos tipos de diseño a los que se conforman los
retablos. Hay que tener presente que los retablos virreinales peruanos son una obra de arquitectura
que sirve de esquema estructural para sustentar la decoración.

Pues bien, el análisis comparativo de los numerosos retablos conservados en Ayacucho permite
agruparlos en varios tipos de diseños muy claramente definidos. De modo que “existe una verdadera
racionalidad arquitectónica que establece un orden en la aparente dispersión de los tamaños y de
los motivos ornamentales” (San Cristóbal: 1998 p 139).

A su vez los tipos de diseños presentes dan fundamento para descubrir la influencia de unos retablos
sobre otros, y también para vincularlos en una secuencia cronológica. El modelo de los retablos

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todavía clasicistas del siglo XVII no definía una escuela propia de Ayacucho, porque expresaba
modelos vigentes en otras escuelas regionales. Aquel modelo de los retablos de Santa Clara y Santo
Domingo quedó posteriormente marginado en otras escuelas, sin haber ejercido influencia sobre
otros retablos posteriores, mientras que en Ayacucho derivó de ellos un primer grupo de retablos
barrocos peculiares.

El Barroco en las Fachadas de las Iglesias de Huamanga - Ayacucho

En este estudio según nos describe el autor San Cristobal: “No ayuda en nada para la comprensión
de las estructuras arquitectónicas de las iglesias ayacuchanas, la relación erudita de las fechas de
construcción, los nombres de sus alarifes, los patrocinadores de las obras, la relación de los gastos
económicos y otros datos similares, porque todo ello reincide en el positivismo empirista que narra
detalles históricos concretos, pero que omite la comprensión de las estructuras arquitectónicas”
(San Cristóbal: 1998 p 03).

Así San Cristóbal prescinde de esa metodología y se remite a los estudios históricos anteriormente
publicados. En este sentido reconoce que el paso del barroco por Ayacucho no produjo en dicha
ciudad portadas de ese estilo como si temiera perturbar la tranquilidad y orden de sus portadas
renacentistas.

Visto de esta manera el autor expresa que el Barroco en Ayacucho esta diseminado en las
peculariedades de sus fachadas y en el bosque de sus campanarios, no dejando por esto de
corresponder al estilo, citamos: “Lo barroco de esta compleja estructura no está concentrado en las
portadas, sino difuso por todo el amplio diseño de las fachadas eclesiásticas ayacuchanas, aunque
no por ello deja de constituir una composición estrictamente barroca (…) para destacar su
peculiaridad no siempre apreciada como original, sobre todo en su rango de escuela arquitectónica
regional. Se alza la segunda creación barroca ayacuchana en el bosque —raleado si se prefiere,
pero suficientemente distribuido por la ciudad— de los encantadores campanarios de torre de
Ayacucho.” (San Cristóbal: 1998 p 17).

Tenemos autores como el arquitecto José García Bryce que han reconocido la especificidad de los
campanarios ayacuchanos dentro de las diversas escuelas regionales de campanarios, a pesar de que
en su origen los campanarios huamanguinos descienden de los del Cuzco.

Fachadas con Campanarios.

1 Ayacucho, siglo XVIII

2 Lima, primera mitad del siglo XVIII

3 Lima, segunda mitad del siglo XVIII

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MODELOS DE CAMPANARIOS
FUENTE: (San Cristóbal: 1998 p81)

Regresando al tema de las fachadas de aspecto renacentista, tenemos el ejemplo del Templo de Santa
Teresa:

FUENTE: (San Cristóbal: 1998 p48)

Esta fachada es mencionada por los esposos Mesa-Gisbert quienes analizan las portadas renacentistas
ayacuchanas en el tomo XXVIII de la obra colectiva Summa Artis, Y sólo hacen referencia a la etapa
barroca en Ayacucho mencionando la Catedral y el monasterio carmelitano al costado de la Iglesia
de Santa Teresa. Un estudio así equivale a decir que al terminar la etapa renacentista, tan brillante en
la ciudad andina, se hubiera dejado de hacer arquitectura en Ayacucho por todo el largo periodo en
que otras escuelas regionales del Perú permanecieron activas en la creación de nuevas formas
barrocas.

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Para explicar la ubicación del Barroco, San Cristóbal hace diferencia entre los Términos “Fachada” y
“Portada”:

Portada: Espacio circundante al vano de entrada a las iglesias que aparece decorado con alguna
composición arquitectónica o con una simple ornamentación.
Fachada: Designa el amplio frente de una iglesia visible desde algún punto exterior y que ofrece
cierta organización entre los diversos elementos que lo integran.

De esta manera la “Portada” puede ser uno entre los diversos elementos integrantes de la “Fachada”.
El que no haya fachadas barrocas en Ayacucho como si hay en otras regiones del Perú no limitan que
las fachadas que vemos hoy no pertenezcan dicho estilo y esto se comprueba por el periodo al cual
correspondió el diseño de sus construcción, y San Cristóbal lo hace sin entrar a la descripción de sus
ornamentos en detalle.

El autor designa que las fachadas actuales no son el estilo único que siempre existió en la
arquitectura virreinal de la ciudad, y que hubo un primer modelo de fachadas renacentistas, al cual le
siguió otro de diseño barroco. Que cuando se antepusieron las primeras portadas renacentistas en el
muro de los pies de las iglesias ayacuchanas, no estaban todavía en uso los campanarios de torres
cuadradas que son un elemento integrante de las posteriores fachadas barrocas en la ciudad.
Existieron inicialmente sobre algunos de los muros de las iglesias, en distinta posición, los
campanarios de espadaña de un modelo similar al que todavía perdura sobre el muro en escuadra en
el atrio delantero de la iglesia de Santo Domingo.

FACHADA Y ESPADAÑA DE LA IGLESIA DE SANTO DOMINGO - AYACUCHO


FUENTE: MINCETUR

Es aquí donde acontece un proceso generalizado de sustitución de las arcaicas espadañas


renacentistas por los campanarios de torre cuadrada barrocos colocados a los lados del muro de los
pies en las mismas iglesias. Lo que vemos en la imagen es una sobreviviente de aquellas espadañas
renacentistas iniciales en las iglesias de Ayacucho, desaparecidas en su totalidad.

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Para defender esta tesis San Cristobal presenta adicionalmente el caso de la Iglesia de la Compañía
de Jesús, presentando la planta de las primeras décadas del siglo XVII plano publicado por los
esposos Mesa-Gisbert graficada en la siguiente imagen:

Este plano presenta a la iglesia cuando solo contaba con la simple portada inicial de estilo
renacentista en el muro de los pies, que posiblemente correspondía al primer cuerpo de la portada
actual, y carecía de la composición circundante al ventanal abierto en lo alto de la fachada hacia el
coro. Su puerta fue cambiada posteriormente cuando la capilla de indios se transformó en la actual
portería del colegio, y desde entonces la puerta se abrió al atrio de la iglesia, no hacia la calle.

Lo que en verdad importa recalcar es que, según el plano que comentamos, la iglesia jesuítica
ayacuchana carecía, al menos durante toda la primera mitad del siglo XVII, de las dos
torres gemelas que actualmente flanquean el muro de los pies.

El autor asume con seguridad que en lo


alto del muro de los pies había alguna
espadaña renacentista con las campanas
que pudo estar colocada en la parte central
del mismo muro de los pies. Dicha
espadaña ha desaparecido al completarse
la« reformas de la iglesia realizadas
durante el siglo XVII. Este es el ejemplo
plenamente documentado de la
incorporación de las torres tipo barrocas.

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Por consiguiente, sí hay un diseño específico de carácter barroco en las fachadas de Ayacucho de la
época tardía del siglo XVIII.

Ciertos autores e historiógrafos distinguen entre los aspectos estructurales del espacio y volumen por
un lado, y los aspectos ornamentales de las portadas por otro; atribuyendo así la originalidad barroca
virreinal sólo a las manifestaciones decorativas plasmadas en los retablos y en las fastuosas portadas.
Esto los ha conllevado a afirmar que el barroco virreinal ayacuchano, e incluso el andino, es
fundamentalmente un fenómeno decorativo peor no arquitectónico.

Es cierto que dichas fachadas no logran la expresión del valor barroco de la expansión monumétrica,
como si lo ha hecho Cuzco a su manera; y que tampoco se recurrió a las flexiones curvas de sus
elementos arquitectónicos, pero la conformación estructural del diseño integral, y la graciosa
verticalidad que asciende por sus elementos rectilíneos y horizontales, confiere a las fachadas
ayacuchanas del siglo XVIII un valor netamente barroco, aunque diferenciado de lo que comúnmente
se entiende.

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Referencia Bibliográfica

1. Bolívar Echeverría (1998) “La modernidad de lo barroco”, México: Era.

2. Morana Mabel (1987) “Para una relectura del Barroco Hispanoamericano: Problemas Críticos e
Historiográficos”. University of California, Santa Cruz.

3. Moreano Alejandro (2006) "El discurso del (neo)barroco latinoamericano" Venezuela:


Universidad Andina Simón Bolívar

4. San Cristóbal, Antonio. (2000) «Estructuras Ornamentales de la Arquitectura


virreinal peruana» Editorial: Limna: UNI (519 p.)

5. San Cristóbal, Antonio. (1998) «Esplendor del Barroco en Ayacucho. Retablos y arquitectura
religiosa en Huamanga» Editorial: Peisa / Lima Perú (177p)

San Cristóbal, Antonio Sebastián “Arquitectura Virreinal de Lima en la primera mitad del siglo XVII Tomo I
Editorial Limna: UNI 2003 246p.

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