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ELEGIDOS PARA LA ETERNIDAD (4:13 a 5:11)

1Ts. 4:13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os
entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 1Ts. 4:14 Si creemos que Jesús murió y resucitó, así
también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.1Ts. 4:15 Por lo cual os decimos esto en palabra
del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a
los que durmieron. 1Ts. 4:16 El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. 1Ts. 4:17 Luego
nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las
nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 1Ts. 4:18 Por tanto, alentaos
los unos a los otros con estas palabras. 1Ts. 5:1 Acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis
necesidad, hermanos, de que yo os escriba, 1Ts. 5:2 porque vosotros sabéis perfectamente que el día del
Señor vendrá así como ladrón en la noche.1Ts. 5:3 Cuando digan: “Paz y seguridad", entonces vendrá
sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 1Ts. 5:4 Pero
vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 1Ts. 5:5
Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.1Ts. 5:6
Por tanto, no durmamos como los demás, sino vigilemos y seamos sobrios, 1Ts. 5:7 pues los que duermen,
de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. 1Ts. 5:8 Pero nosotros, que somos
del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido[6] con la coraza[7] de la fe y del amor, y con la esperanza de
salvación como casco.[8] 1Ts. 5:9 Dios no nos ha puesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio
de nuestro Señor Jesucristo, 1Ts. 5:10 quien murió por nosotros para que ya sea que vigilemos, o que
durmamos, vivamos juntamente con él. 1Ts. 5:11 Por lo cual, animaos unos a otros y edificaos unos a
otros, así como lo estáis haciendo.

INTRODUCCIÓN

Dios nos eligió para vida eterna, no para condenación eterna 1 “Dios no nos ha puesto para ira, sino para
alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1Ts. 5:9). Nos eligió para gloria eterna como lo
expresó el Apóstol Pedro en su primera carta “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna
en Jesucristo…” (1Pe. 5:10).
La venida del Señor marca el final de la humanidad presente a la vida eterna.2
La esperanza del cristiano es la eternidad con Cristo.
La esperanza del cristiano no es la muerte sino la resurrección en un cuerpo de gloria; no es el rapto sino el
ser transformado por el Señor de su cuerpo mortal a un cuerpo incorruptible; no es la esperanza del juicio
sino de la vida eterna en gloria con el Señor; no es la esperanza de la tribulación sino de ser librado de la ira
venidera; no es la esperanza del reino terrenal sino estar para siempre con el Señor; no es la esperanza del
milenio sino de la eternidad junto a Dios.
El apóstol Pablo fue consistente en la enseñanza de la esperanza cristiana. En el Cap. 1:10 habló de LA
ESPERANZA DE LA SEGUNDA VENIDA “Esperar de los cielos a su hijo”, LA ESPERANZA DE LA
RESURRECCIÓN “A quien resucito de entre los muertos” y LA ESPERANZA DE LA VIDA ETERNA “A
Jesús, quien nos libra de la ira venidera” y en este capítulo cuatro y primera parte del capítulo cinco

1
La muerte para el cristiano no significa entrar en una esfera de juicio, perdición y condenación, sino la bendición de acceder a
la liberación plena de todas las miserias de la vida, para disfrutar de la presencia del Señor Fil 1:23. Samuel Pérez Millos,
Comentario Exegético Al Texto Griego del Nuevo Testamento: Efesios, (Editorial Clie, 2010) ,74.
2
Afirmar que Cristo ahora está salvando a un pequeño remanente de la raza, los elegidos, la iglesia, la esposa de Cristo, y que
salvará a la gran mayoría de la humanidad después de que venga y que asombrará al mundo con una manifestación de su
majestad y poder —prácticamente, esto es darnos dos planes de salvación: Uno es el plan de salvación por la persuasión moral,
el poder espiritual y la influencia del evangelio; el otro es el plan de impresionar al mundo con tal demostración exterior de
majestad y poder, que el mundo se sentirá compelido a someterse. Un plan como este último no existe. Ninguna cantidad de
manifestación exterior de poder hará cambiar la voluntad del hombre. Esto pudiera llevar al hombre a hacer una entrega externa
y pública como asunto de miedo esclavizador, pero ello no renovaría la naturaleza moral del pecador. El arma por la cual el
mundo será sometido es el evangelio de Cristo, predicado por pecadores salvados por la gracia de Dios y ungidos por su Espíritu
para su obra. Si este plan falla, Dios no tiene otro plan que él hubiese revelado al hombre. W.T. Conner, Doctrina Cristiana,
(Editorial Mundo Hispano, 2003), 240.
confirma y amplia esta doctrina. Todos los temas que tienen que ver con la eternidad han de ser visto desde
la perspectiva de esta triple esperanza.

En la última parte de este capítulo cuatro (vv. 13-18) donde el apóstol habla acerca de cómo será la segunda
venida y los acontecimientos que le seguirán y la primera parte del capítulo cinco (vv. 1-10) donde les
recuerda aspectos relevantes que Jesús enseñó acerca de su regreso; destaca algunas señales, pero la mayor
parte del pasaje lo concentra en exhortaciones a estar preparados para cuando su venida acontezca.

1. LA ESPERANZA DE LA RESURRECCIÓN

“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis
como los otros que no tienen esperanza (4:13a).

1.1. LA RESURRECCIÓN SE PRESENTA COMO UN DESPERTAR DE LA MUERTE


El apóstol no quería que ellos tuvieran dudas acerca del estado de los que habían muerto en Cristo. 3 El
desconocimiento de esto les causaba tristeza y podrían ser blancos de falsas enseñanzas. 4 Los incrédulos se
describen como sin fe, sin Dios y sin esperanza (véase Ef. 2:12), pero los creyentes tenemos esperanza y el
apóstol presenta de una manera clara y especifica esa esperanza aquí en esta epístola. No es malo expresar
aflicción y tristeza; pero es muy diferente la aflicción y tristeza de los que tienen la triple esperanza, de los
que no tiene ni una de ellas.
La muerte es descrita como dormir. En el Antiguo Testamento aunque esta no era la esperanza principal;
en muchos pasajes se nos deja ver que creían en la vida después de la muerte. 5 Barklay en referencia a los
Salmos 16:9-11 y 73:23-24 que hablan claramente de la esperanza en la vida después de la muerte afirma
que en estos textos más que una convicción firme, se ve un salto de fe y sobre Job 14:7-12 lo presenta como
la auténtica semilla de la inmortalidad. La palabra que se usa para referirse a la muerte como dormir es el
verbo griego Koimao.6 En los evangelios en varias ocasiones Jesús habló de algunos que habían muerto
como que están durmiendo, uno de ellos era Lázaro que tenía cuatro días muerto (Véase Mt. 9:24; Jn. 11:11)
De Esteban en su muerte se dijo “durmió con sus padres” (Véase Hch. 7:60). El apóstol Pablo usa este
verbo en reiteradas ocasiones en 1 Co. 15 y en esta carta de Tesalonicenses. También el apóstol Pedro la usa
para referirse a los que habían muerto (Véase 2 Pe. 3:4). La muerte no nos separa del Señor.

1.2 LOS QUE MUEREN (DUERMEN) EN CRISTO VENDRAN CON EL EN SU SEGUNDA VENIDA.

“Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él”
(4:13b).
Duermen en Cristo se refiere a los que han muerto en Cristo y el dormir se refiere a su cuerpo 7 no a su alma
o espíritu.8 Los que han muerto en Cristo están con Él, aunque no de forma completa porque sus cuerpos aún

3
Los creyentes difuntos no dejaran de participar en la parousia; Dios hará que acompañen a Cristo en su regreso triunfal” Dr
Everett F Harrison, El Comentario Bíblico Moody: El Nuevo Testamento, (Editorial Mundo Hispano, 1987) ,405.
4
La ignorancia respecto a las realidades espirituales resulta siempre nociva para el creyente. William Hendriksen, Comentario
al Nuevo Testamento, Exposición de 1 y 2 Tesalonicenses (Libros Desafío, 2000), 91.
5
El traslado de Enoc y de Elías al cielo, muestra que los escritores del Antiguo Testamento no creyeron que la muerte fuese el fin
de la existencia. Podemos resumir diciendo que el Antiguo Testamento, como un todo, claramente no considera la muerte como
la cesación de la existencia, pero no da mucha luz sobre la vida que hay más allá del sepulcro. W.T. Conner, Doctrina Cristiana,
(Editorial Mundo Hispano, 2003), 237.
6
Los primeros cristianos adoptaron la palabra koimeterion, que era usada por los griegos para denominar a una casa usada
para alojar a forasteros, para designar el lugar de sepultura de los cuerpos de los suyos que habían dejado esta escena; de ahí
proviene la palabra castellana «cementerio», «el lugar de dormir (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, p. 172). W. E.
Vine, Diccionario Expositivo de Palabras Del Nuevo Testamento Exhaustivo de Vine, (Thomas Nelson Inc, 1998), 298.
7
Nota: «Este uso metafórico de la palabra dormir es apropiado, por la similitud de apariencia entre un cuerpo dormido y un
cuerpo muerto; por lo general lo que caracteriza a ambos es el reposo y la paz. El objeto de la metáfora es el de sugerir que, así
como el que duerme no deja de existir mientras su cuerpo duerme, de la misma manera la persona que ha muerto sigue
existiendo a pesar de su ausencia de la región en la que los que permanecen se pueden comunicar, y que, así como se sabe que el
sueño es cosa temporal, lo mismo sucederá con la muerte del cuerpo. W. E. Vine, Diccionario Expositivo de Palabras Del Nuevo
Testamento Exhaustivo de Vine, (Thomas Nelson Inc, 1998), 297.
8
Este concepto de dormir no indica un estado intermedio de un reposo inconsciente (sueño del alma). Aunque el alma duerme
para el mundo que ya ha abandonado (Job 7:9, 10; Is. 63:16; Ec. 9:6), no obstante, está despierta respecto a su verdadero
mundo (Lc. 16:19–31; 23:43; 2 Co. 5:8; Fil. 1:21–23; Ap. 7:15–17; 20:4). En cuanto a otras maravillosas y confortantes
no han sido resucitados y glorificados 9 (Véase Fil. 1:20-24; 2 Co. 5:6-8). Esto es lo que la mayoría de
cristianos creen acerca del estado intermedio.10 Si los muertos en Cristo no estuvieran con él en su gloria,
sería difícil creer que vendrían con El.

1.3. LOS MUERTOS EN CRISTO RESUCITARAN PRIMERO

“Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta
la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. El Señor mismo, con voz de mando, con voz
de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán
primero” (4:15-16). Los que estén o estemos en el momento que el Señor venga no seremos primero que
los que han muerto en Cristo, primero ellos resucitaran con cuerpos incorruptibles11 y se unirán a su espíritu.
El apóstol Pablo hace una explicación muy completa sobre la resurrección en todo el cap. 15 y dice que
negar la doctrina de la resurrección de los muertos es negar que Cristo resucitó V.13 y que si Cristo no
resucitó, nuestra predicación y nuestra fe es vana V.14, seriamos testigos falsos V.15. No hemos resucitado
a una nueva vida V.17, es como decir que si no hay resurrección del cuerpo tampoco se puede hablar de una
resurrección espiritual. Y afirma que si esto es así, entonces los que murieron en Cristo están perdidos V.18.
Si creemos que Cristo murió y resucitó, debemos creer en la resurrección de los cuerpos de los que murieron
en Cristo. Así como cuando morimos fuimos glorificados para estar con el Señor en su gloria, nuestros
cuerpos serán también glorificados, resucitarán incorruptibles para unirse a su Espíritu y así estaremos
eternamente con el Señor. Tendríamos que hablar de la glorificación del alma porque “sin santidad nadie
verá al Señor” (Hebreos 12:14), pero también de la glorificación del cuerpo en la resurrección. Así como la
Biblia habla de resurrección espiritual al principio de la vida cristiana y resurrección del cuerpo al final en
su segunda venida; creo que es correcto hablar de la glorificación del alma en la muerte y la glorificación del
cuerpo en la segunda venida.

La resurrección de los que durmieron en Cristo y el ser levantados y transformados es presentado tanto aquí
como en 1 Co. 15 como algo junto y consecutivo.
Nuestra resurrección será semejante a la de Cristo independientemente si hemos muerto hace días, años o
miles de años12 (véase Fil.3:21).

palabras y frases descriptivas de la muerte de los creyentes véase C.N.T. sobre Juan 11:11–13., William Hendriksen, Comentario
al Nuevo Testamento, Exposición de 1 y 2 Tesalonicenses (Libros Desafío, 2000), 92.
9
Para Pablo y sus compañeros (lo mismo que para sus lectores, por supuesto) los que han partido son muy reales. ¡Son
personas! ¡Están definidamente vivos y activos! Además son personas que Jesús traerá consigo desde el cielo en su venida. No
obstante, Pablo no dice que Jesús les traerá (aunque está implicado en la frase con él), sino que Dios les traerá. El razonamiento
característicamente paulino (cf. Ro. 8:11) parece ser éste: “El mismo Dios que levantó a Jesús de los muertos levantará de los
muertos a los que pertenecen a Jesús”. Él les impulsará a venir junto con Jesús, desde los cielos, es decir, traerá sus almas desde
los cielos, de modo que puedan reunirse rápidamente (en un pestañear) con sus cuerpos, y así salen a encontrar al Señor en el
aire, para estar con él para siempre. El traer con él, por consiguiente, incluye todo lo que sucede a los que han partido, desde el
momento de su salida desde el cielo hasta que, en sus cuerpos resucitados y glorificados, encuentren al Señor en el aire para no
ser separados jamás de él por ninguna razón. Es en este amplio sentido que 3:13 menciona “la venida de nuestro Señor Jesús
con todos sus santos” William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, Exposición de 1 y 2 Tesalonicenses (Libros
Desafío, 2000), ,95.
10
Así como todos los cristianos creen en la resurrección del cuerpo y en un juicio futuro, también todos
creen en un estado intermedio. Esto es, creen que hay un estado de existencia entre la muerte y la
resurrección, y que la condición de los difuntos durante este intervalo es diferente en algunos respectos a la
que será después de la resurrección. Así, las divergencias existentes entre los cristianos no es acerca de la
realidad de un estado intermedio, sino acerca de su naturaleza. La común doctrina protestante acerca de esta
cuestión es que «las almas de los creyentes son, al morir, perfeccionadas en santidad, y pasan de inmediato a
la gloria; y sus cuerpos, aún unidos a Cristo, reposan en sus sepulcros hasta la resurrección.» Según esta postura, el
estado intermedio, por lo que atañe a los creyentes, es de gran exaltación y bienaventuranza. Y es perfectamente coherente con la
creencia de que tras la segunda venida de Cristo y de la resurrección de los muertos, el estado del alma será mucho más exaltado y
bienaventurado. Charles Hodge, Teología Sistemática: Teología Reformada Clásica, (Editorial Clie, 2010), 909.
11
En este capítulo solo dice “Resucitaran primero” pero en 1 Corintios 15 dice “Resucitaran incorruptibles.”
12
La resurrección no se refiere simplemente a la inmortalidad de la naturaleza espiritual o alma del hombre. Lleva en sí el hecho
de la inmortalidad, pero significa algo más que eso. El hecho de que Jesús comió en presencia de sus discípulos después de la
resurrección, que anduvo y conversó con ellos, demuestra que él era más que un espíritu. A decir verdad, Jesús repudió la idea de
que él era un espíritu semejante, y dijo que tenía carne y huesos (Lucas 24:39). En otra ocasión, ellos tocaron sus pies y le
adoraron (Mateo 28:9). Además, el cuerpo de Jesús salió de la tumba. La tumba fue encontrada vacía (Juan 20:11, 12). Cuando
La resurrección13 será general, para todos (véase Dan. 12:2; Jn. 5:28-29).
Aunque Pablo no habla de la resurrección de los injustos en esta epístola, en otros pasajes se menciona junto
con la resurrección de los justos (véase Jn. 5:28.29; Hch. 24:15).

2. LA ESPERANZA DE LA SEGUNDA VENIDA

La palabra que se usa con mayor frecuencia para denotar la segunda venida de Cristo es parousia que
significa presencia. Aparece 24 veces en el Nuevo Testamento.14
La biblia no habla de dos segundas venidas, una privada y otra publica, una para la iglesia y otra para el
mundo, una para buscar a los suyos y otra para juzgar a los impíos. Entonces tendríamos que hablar de una
tercera venida, no se puede hablar de una segunda venida en dos pasos o en dos etapas cuando el lapso de
duración entre una y la otra es de siete años. Quienes sostienen esta posición deberían admitir que están
hablando de una tercera venida.

2.1. JESÚS VIENE PARA CONSUMAR SU REINO


“El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo”
(4:16).
Estas son expresiones figurativas para expresar la grandeza y magnificencia en el que Cristo vendrá. Cristo
regresara con poder y gran gloria como Rey de reyes y Señor de Señores (véase 1 Ti. 6:15-16).
“Voz de mando”15
La palabra griega es Keleusma que significa llamada, convocatoria, grito de mando. no ocurre en otra parte
del Nuevo Testamento y se refiere a un grito de emoción o de clamor,. Se usa para señalar el grito de los
marineros cuando reman, de los soldados en la batalla y de una multitud de personas.16
Estarán a su mando los que vienen con El (los santos que durmieron en Cristo y los santos ángeles). A su
voz de mando los cuerpos de los que murieron en Cristo serán levantados incorruptibles y los que viven en
cristo serán transformados en gloria. Con su voz de mando dará la orden a los santos ángeles que vienen con
él a tocar trompetas.
“Voz de arcángel”
Esta expresión carece de artículo y probablemente se refiere a la voz del Señor17
La palabra arcángel no aparece en ningún otro texto del NT excepto en Jud. 1:9 y el significado correcto es
un ángel principal, uno que es el primero, o que a veces es más que otros.

Pablo habla de un cuerpo espiritual (1 Corintios 15:44), no quiere decir que sea simplemente un espíritu en esencia. Tal cosa no
sería un cuerpo del todo. Nuestro estado eterno no será el de un espíritu incorpóreo, sino que nuestros espíritus serán vestidos y
materializados en un cuerpo. W.T. Conner, Doctrina Cristiana, (Editorial Mundo Hispano, 2003), 244.
En el relato del juicio dado en Apocalipsis 20:11, se dice que el mar dio los muertos que estaban en él; y la muerte y el Hades
dieron los muertos que estaba en ellos (v. 13). Aun cuando no se menciona esto como una resurrección, esto evidentemente
significa una resurrección de todos los muertos. El concepto bíblico de la resurrección es que será una resurrección general,
incluyendo a los justos y a los malvados. La impresión de estos pasajes es la de que todos los muertos serán levantados al mismo
tiempo. No hay la sugestión en ninguno de ellos de que habrá un intervalo de tiempo entre la resurrección de los justos y los
injustos. W.T. Conner, Doctrina Cristiana, (Editorial Mundo Hispano, 2003), 243.
13
Parece ser que la enseñanza de la Biblia es que habrá una resurrección general al tiempo de la segunda venida de Cristo,
incluyendo a los justos y a los injustos. La declaración de Daniel es que “muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán
despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” Daniel 12:2). Aquí los justos y los malvados son
incluidos en la resurrección. Jesús dice que la hora viene en la cual todos los que están en los sepulcros oirán la voz del Hijo de
Dios y saldrán fuera: los que hicieron bien, a resurrección de vida, y los que hicieron mal, a resurrección de juicio o condenación
(Juan 5:28, 29). Lucas hace constar que Pablo dice que habrá resurrección, tanto de los justos como de los injustos. W.T. Conner,
Doctrina Cristiana, (Editorial Mundo Hispano, 2003), 243.
14
J. Oswald Sanders, El Cielo: Heaven, Better by far, (Editorial Portavoz, 2004), 105.
15
Es digno de notar aquí que la voz del Hijo de Dios es vivificante, que engendra vida en los que se
hallan espiritualmente muertos (véase C.N.T. sobre Juan 5:25), así también, cuando el regrese “todos los
que yacen en los sepulcros oirán su voz y saldrán” (véase C.N.T. sobre Juan 5:28). En consecuencia, el
mandato, definidamente es el suyo propio, procediendo de sus mismos labios. No se trata de un mandato
pronunciado a él, sino una orden dada por él. Al dejar los cielos en su naturaleza humana, hace resonar
su voz, e inmediatamente las almas de los redimidos salen, y se reúnen velozmente con sus cuerpos, los
cuales, así restaurados a la vida, se levantan gloriosamente. William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, Exposición
de 1 y 2 Tesalonicenses (Libros Desafío, 2000), 97.
16
Albert Barnes' Notes on the Bible, e-Sword.
17
W. E. Vine, Diccionario Expositivo de Palabras Del Nuevo Testamento Exhaustivo de Vine, (Thomas Nelson Inc, 1998), 966.
Sus ángeles vendrán con el (véase Mt.24:31; 25:31; 2 Ts. 1:7) y “Trompeta de Dios.”18
La ausencia del articulo sugiere el significado “una trompeta como la que se empleaba en el servicio de
Dios.19
El sonido de trompeta será como señal para que todos acudan juntos al trono de Cristo. Fue por el sonido
de las trompetas que las asambleas solemnes, bajo la ley, fueron convocados.20
La resurrección general tendrá lugar por la voz de Cristo. No hay que pensar en tres acontecimientos
separados, sino que cada uno de ellos es un cuadro de una llamada contundente e irresistible.21
Tres sonidos inaugurales, sonidos audibles22. No estamos seguros que todos escucharan los tres sonidos;
pero una cosa en cierta, los muertos escucharan la voz de mando; los elegidos que estén vivos escucharan la
voz de arcángel y la trompeta de Dios. Los impíos también escucharan la trompeta de Dios.
Millar Erickson cita a George Ladd, quien afirma que es muy difícil una venida secreta de Cristo en estos
versículos23
“Descenderá del cielo”
El Señor mismo, descenderá del cielo. Ese fue el mensaje recibido por los discípulos que presenciaron la
ascensión de Jesús. “Los cuales les dijeron:
–Galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así
vendrá como lo habéis visto ir al cielo” (Hch.1:11).
El Señor regresara con poder y gran gloria.24
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harán
lamentación cuando vean al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Enviará sus ángeles con gran voz de trompeta y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un
extremo del cielo hasta el otro” (Mt. 24:30-31).
Pero no viene para establecer un reinado terrenal. No hay base bíblica 25 para afirmar la esperanza de un
reinado de mil años de Cristo en la tierra.26
18
El sonido de la trompeta, en relación a este hecho, viene admirablemente al caso. En la antigua dispensación, cuando Dios
“descendió”, por decirlo así, para encontrarse con su pueblo, esta reunión fue
anunciada con sonido de trompeta (p. ej., Ex. 19:16, 17 “y el sonido de una trompeta extremadamente
sonora… y Moisés sacó al pueblo fuera del campo para encontrar a Dios”; cf. Ex. 19:19). De ahí que,
cuando las bodas del Cordero con su esposa lleguen a su culminación (cf. Ap. 19:7), este sonido de
trompeta es perfectamente a propósito. También, el sonido de trompeta fue usado como señal de la venida
de Jehová para rescatar a su pueblo de la hostil opresión (Sof. 1:16; Zac. 9:14). Fue la señal de su
liberación. Igualmente es trompeta final, señal para la resurrección de los muertos, a los vivos para ser
transformados, y a los elegidos de Dios para ser reunidos de los cuatro vientos (Mt. 24:31) a encontrar al Señor. Puede ser
interpretado además como el cumplimiento de la ordenanza sobre las trompetas que
se halla en Lv. 25 y, por consiguiente, como la proclamación de libertad a través del universo entero
para todos los hijos de Dios, ¡su jubileo eterno! William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento, Exposición de 1 y 2
Tesalonicenses (Libros Desafío, 2000), 97,98.
19
W. E. Vine, Diccionario Expositivo de Palabras Del Nuevo Testamento Exhaustivo de Vine, (Thomas Nelson Inc, 1998), 919.
20
Adam Clarkes Comentary on the bible, sword.
21
D Lucas, D Jackman, Understanding the church (Editorial Andamio, 1996), 125.
22
Así los presenta Paul Benware en su libro: Entienda la profecía de los últimos tiempos: un estudio exhaustivo, (editorial
Portavoz, 2010), 194.
23
Millard J. Erickson, Teología Sistemática: Segunda Edición (Editorial Clie, 2009), 1194.
24
El Nuevo Testamento nos está indicando que el reino de Dios es tanto presente como futuro. Existe un "ya" y un "todavía no"
en este reino. Ambos aspectos deben ser entendidos y aceptados por los cristianos. Considerar al reino como totalmente
realizado o como un acontecimiento completamente futuro es violar el mensaje del Nuevo Testamento. Servimos a un Rey que ya
ha ocupado su trono. Sin embargo, aguardamos su regreso triunfal en gloria, cuando toda rodilla se doblará delante de Él. R C
Sproul, Las grandes doctrinas de la Biblia, (Editorial Unilit, 1996), 167.
25
Los que sostienen la tesis de un reinado literal de Cristo en la tierra por mil años hacen que una gran masa de pasajes literales
estén subordinados y sean tributarios de un solo pasaje, en un contexto simbólico, en un libro que es altamente figurativo. No hay
duda alguna de que habrá al menos una resurrección, y un juicio, y un reino eterno. No hay clara garantía de que debe haber mil
años de perfecta piedad sobre la tierra antes que vuelva Cristo. No hay clara seguridad de que reinara literalmente sobre la
tierra con todos los santos resucitados mil años antes del juicio final. Edgar Y Mullins, La Religión Cristiana en Su Expresión
Doctrinal, (Casa Bautista de Publicaciones, 1983), 479.
26
Muchos teólogos abrazan una explicación literal de exactamente mil años como el intervalo entre el
retorno de Jesús a la tierra y el fin de los tiempos. Pero hay objeciones en contra este punto de vista.
Primera, la palabra milenio, que se deriva de las palabras latinas mille (mil) y annus (año), aparece seis
veces en este capítulo y en ninguna otra parte de ninguna de las otras enseñanzas escatológicas del
Nuevo Testamento (vv. 2, 3, 4, 5, 6, 7). En su discurso escatológico (Mt. 24) Jesús no dice nada acerca de
un reino de mil años con los santos en esta tierra. En sus respectivas cartas, Pablo y Pedro no mencionan
2.2. LOS QUE ESTÉN VIVOS NO EXPERIMENTARAN LA MUERTE, SINO QUE SERÁN
ARREBATADOS

“Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos
en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (4:17).
El arrebatamiento aquí se refiere a los justos. Sobre los injustos se guarda silencio acerca de su destino final.
Parece que fue intencional de Pablo enfocarse solo en el destino de los justos en esta epístola.

SEREMOS ARREBATADOS Y TRANSFORMADOS.

En esta epístola no se habla de la transformación; solo se habla que seremos arrebatados en el aire y
estaremos siempre con el Señor; pero la transformación ocurre en el intervalo de tiempo entre ser
arrebatados y recibir al Señor en el aire; así lo describe Pablo en la epístola a los Corintios. “Os digo un
misterio: No todos moriremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de
ojos, a la final trompeta, porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y
nosotros seremos transformados” (1 Co. 15:51-52). Millard Erickson en su teología sistemática presenta 1
Tes. 4:16-17 y Fil. 1:20-21 como textos que enseñan que la transformación se realiza en la segunda venida y
no después de la muerte como algunos sostienen.27
“En el aire.” No creo que por el hecho que no se diga aquí como en otra parte se dice de su venida “Todo
ojo lo vera” (véase Apo. 1:7) sea motivo suficiente para afirmar que esta venida que se menciona en este
pasaje será algo conocido solo por la iglesia y no por el resto del mundo. 28 Si así fuera no sería necesario
venir con “Voz de mando, con voz de arcángel, ni con trompeta de Dios.”

2.3. SEÑALES DE SU VENIDA

“Acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba, porque
vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche. Cuando digan:
“Paz y seguridad", entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer
encinta, y no escaparán. Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda
como ladrón” (5:1-4).
Las dos figuras que usa para describir su venida es como ladrón en la noche y principio de dolores como
cuando sobreviene el parto a las mujeres embarazadas. Estas son figuras que Jesús usó (véase Mt. 24:8 y 43-
44). No se dan detalles sobre el tiempo y las ocasiones y se habló poco acerca de las señales de su venida. La
señal es que habrá paz y seguridad. Las guerras y rumores de guerra son señales antes del fin, el fin vendrá
cuando hayan pasado las guerras y haya un tiempo de paz y tranquilidad. Sabemos que las guerras nunca
pasaran definitivamente, habrá tiempo en que desparecen, pero luego vuelven a aparecer. Es importante el
detalle de “Cuando digan” no se refiere al Señor sino lo que dirá la gente. Sobre este aspecto Robertson nos
dice que esto describe a los falsos profetas de paz y seguridad, como Ezequiel 13:10 (paz no habiendo
paz).29 El pueblo judío sabía bien lo que era una falsa paz (Véase Jr. 6:14).

ningún reino interino de mil años en la tierra. Luego, el Nuevo Testamento enseña sólo un regreso de
Cristo y no dos. Tercero, la primera mención de un período de mil años (v. 2) es «el milenio del diablo»
que va desde la permanencia de Satanás en el abismo hasta que es confinado al lago de fuego para
siempre.7 Cuarto, una interpretación literal de este número en un libro de simbolismos, y en especial en
este capítulo lleno de símbolos, constituye de hecho en un obstáculo considerable. Y por último, mil es
diez a la tercera potencia y denota plenitud. Es, por tanto, más acorde con el tono y tenor de Apocalipsis
interpretar el término de manera metafórica. Simón J. Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Exposición del Apocalipsis
(Libros desafío), 454.
27
Millard J. Erickson, Teología Sistemática: Segunda Edición (Editorial Clie, 2009), 1184.
28
En la venida de Cristo, la iglesia experimentará un arrebatamiento -será arrebatada en el aire para encontrarse con Cristo
cuando venga. La teología de la Reforma enseña que el arrebatamiento no será secreto sino público y manifiesto. Su propósito no
es llevarse a los escogidos por un tiempo mientras que Cristo regresa para una segunda "Segunda Venida". El propósito del
arrebatamiento es permitirle a los santos encontrarse con Jesús en el aire cuando vuelva y ser incluidos como su séquito durante
su descenso triunfal desde el cielo. Su venida de esta manera será asistida por la resurrección general, el juicio final, y el fin del
mundo. R.C Sproul, Las Grandes Doctrinas de la Biblia, (Editorial Unilit, 1996), 165.
29
A.T. Robertson, Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento, (Editorial Clie, 2003), 550.
3. LA ESPERANZA DE LA VIDA ETERNA

3.1. EL DESTINO ETERNO DE LOS JUSTOS.

“Y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”
(vv.17c-18).
El apóstol Pablo proclamó abiertamente esa esperanza. Así lo expresó a los Corintios “Pero estamos
confiados, y más aún queremos estar ausentes del cuerpo y presentes al Señor” (2Co.5:8), y a los filipenses
“De ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es
muchísimo mejor” (Fil.1:23).

3.2. EL DESTINO FINAL DE LOS INJUSTOS

En esta primera carta no habla sobre el destino de los malos, pero si lo hace en forma muy clara en la
segunda carta. “Cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de
fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor
Jesucristo. Estos sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su
poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que
creyeron; y vosotros habéis creído en nuestro testimonio. (2 Ts. 1:7b-10)

3.2. JUICIO FINAL

Sobre el juicio final no se habla en esta epístola; solo hace alusión sobre la “ira venidera” (1:10), “ira”
(5:9) y “Destrucción repentina” (5:3).El apóstol Pablo en su carta a los romanos describe el día de ira como
el día del juicio final “Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para
el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras”
(Ro.2:5-6).

IV. EXORTACIONES A LOS CREYENTES A ESTAR PREPARADOS PARA SU VENIDA.

Antes de dar las exhortaciones el apóstol afirma que sobre algunos aspectos relacionados a la segunda
venida no tenía necesidad de escribirles. Sabían perfectamente que los tiempos y las ocasiones solo los
conoce el Señor “Acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os
escriba” (5:1); que su venida seria repentina e inesperada “porque vosotros sabéis perfectamente que el día
del Señor vendrá así como ladrón en la noche” (5:2); solo destaca la señal de paz y seguridad falsa en que
el mundo estaría y habla de su venida como destrucción repentina. 30 “Cuando digan: “Paz y seguridad",
entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán”
(5:3), refiriéndose a los impíos y no a los creyentes, esto es confirmado por la frase. “Pero vosotros
hermanos” (5:4a).

LA EXHORTACIÓN PARA LOS CREYENTES ES:

4.1. Vivir en continua y permanente expectativa del retorno de Cristo. 31 “No estáis en tinieblas, para
que aquel día os sorprenda como ladrón” (5:4). “Aquel día” se refiere al día final cuando el Señor venga
con recompensa y juicio; para unos será de alegría y para otra tristeza sin fin. 32 No ser sorprendidos por ese
30
La destrucción de la cual habla este versículo es segura e inescapable. Es posible que un reo se
escape de una prisión, o que uno se escape milagrosamente de una muerte segura en un choque
automovilístico, pero escaparse del día del juicio divino, nadie lo logrará (1 Cor. 5:10). Juan Carlos Cevallos, Rubén Zorzoli,
Comentario Bíblico Mundo Hispano: tomo 22 1 y 2 Tesalonicenses 1 y 2 Timoteo y Tito, (Editorial Mundo Hispano, 2007),58.
31
Los creyentes deben vivir en espera de la venida del Señor, eso significa vivir a la luz de su venida, dándose cuenta de que
nuestras obras serán juzgadas y que nuestras oportunidades para servir al Señor en la tierra terminara; es decir, vivir teniendo
en cuenta los valores eternos. Warren W. Wiersbe, Preparados en Cristo Estudio Expositivo de las Epístolas a los
Tesalonicenses, (Editorial Bautista Independiente, 1984), 91.
32
“El día del Señor” es el tiempo escatológico cuando Dios vendrá a juzgar a los habitantes de la tierra y derramara su ira
sobre ellos a causa de su pecado (Is. 13:6,9; Ez. 13:5;30:3; Joel 1.5;2:1,11 y 3:14; Am. 5:18-20; Sof. 1:7,14; Mal. 4:5; Hch.
2:20; 1 Co. 5:5; 2 Ts. 2:2; 2 Pe. 3:10). Sin embargo para el pueblo del Señor será un día de salvación (Joel. 2:21-32; 3:18; Abd
día porque no vivimos en tinieblas. Ese es uno de los propósitos de la cena del Señor (véase 1 Co. 11:26); la
motivación de predicar hasta lo último de la tierra (véase Mt. 24:14) y el vivir como ciudadanos celestiales o
extranjeros y peregrinos en esta tierra (véase Fil. 3:20). Vivir no apegados a este mundo; teniendo en cuenta
que de la misma manera que Satanás le ofreció a Jesús los reinos del mundo y la gloria de ellos.; también a
nosotros trata de seducirnos a amar este mundo y enredarnos en los negocios de esta vida. Deberíamos
responder como Jesús lo hizo no solo en el momento de esa tentación, sino cuando dijo “Mi reino no es de
este mundo” (véase Jn.18:36).

4.2. Vivir como hijos de luz y del día, no de la noche ni de la oscuridad “Porque todos vosotros sois
hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas” (5:5).
En otros pasajes también se dice que somos hijos de luz.
“Hijos de” era una forma de decir “gente caracterizada por” La salvación cristiana se concibe como un
traslado de las tinieblas a la luz (Hch. 26:18; Ef. 5:8; Col. 1:3; 1 Pe. 2:9).
El Apóstol Pablo les explica a los romanos que vivir en la luz es vivir honestamente y menciona algunos
pecados que practican los que andan en tinieblas “La noche está avanzada y se acerca el día. Desechemos,
pues, las obras de las tinieblas y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no
en glotonerías y borracheras, no en lujurias y libertinaje, no en contiendas y envidia” (Ro.13:12-13).

4.3. Mantenernos atentos y ser sobrios, no durmamos como los demás. “Por tanto, no durmamos como
los demás, sino vigilemos y seamos sobrios” (5:6). No dormir para que no caigan en tentación (véase Mt.
26:40-41; Mar. 14:37-38; Lc. 22:45-46) y porque no saben el día ni la hora de la venida del Señor (véase
Mr. 13:32-37; Mt 24:42-44; 25:13; Mr. 13:32-37; Lc. 12:35-41; Mr. 14:37-38).
“Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan” (5:8). La
noche era el tiempo para dormir como para los festines de los borrachos.
“de noche” es el tiempo predilecto para las orgias de los bebedores.

4.4. Revestirnos de Fe, Amor y Esperanza “Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios,
habiéndonos vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de salvación como casco” (5:8).
(véase también Is. 59:17 y Ef. 6:14-17).
Lo que los apóstoles desean comunicar a los tesalonicenses es que las virtudes cristianas fundamentales, la
fe, el amor, y la esperanza son la armadura defensiva que le asegura al creyente que siempre esté
preparado para el “Día del Señor”, sea cuando fuere su venida.

4.5 Vivir conscientes y seguros que Dios nos ha puesto para alcanzar la salvación 33 y no para sufrir el
castigo. “Dios no nos ha puesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor
Jesucristo” (5:9).

4.6. Mantenernos unidos a Él 34 “Quien murió por nosotros para que ya sea que vigilemos, o que
durmamos, vivamos juntamente con él.” (5:10). (véase también Ro.14:8).
En esta sección dormir no significa morir, sino indiferencia moral y falta de interés en las cosas espirituales.
Cristo uso la palabra “Dormir” con ese significado en Marcos 13:32-37.
4.7. Animarnos y edificarnos unos a otros “Por lo cual, animaos unos a otros y edificaos unos a otros,
así como lo estáis haciendo” (5:11).

CONCLUSIÓN

Fuimos elegidos desde la eternidad para la eternidad. Para que estemos siempre con Él. Sea que hayamos
experimentado la muerte o estemos vivos cuando él venga; sea que le recibamos o vengamos con él; sea que

15-21; Zac. 14:1-21) Eugenio Green, 1 y 2 Tesalonicenses, (Editorial Portavoz, 2000), 232.
33
La esperanza de la salvación significa “ la esperanza que la salvación nos da”. En realidad la salvación tiene tres tiempos: (1)
el pasado- He sido salvo de la culpa y de la paga del pecado; (2) el presente-estoy siendo salvo del poder y de la contaminación
del pecado; (3) el futuro-seré salvo de la presencia del pecado cuando cristo venga. La esperanza bienaventurada de la venida de
nuestro Señor es “la esperanza de salvación”. Warren W. Wiersbe, Preparados en Cristo Estudio Expositivo de las Epístolas a
los Tesalonicenses, (Editorial Bautista Independiente, 1984), 94,
34
En este pasaje la idea de la muerte como un sueño y la de la comunión consciente con Cristo son unidas en una sola
declaración. Edgar Y Mullins, La Religión Cristiana en Su Expresión Doctrinal, (Casa Bautista de Publicaciones, 1983), 469.
hayamos resucitado en un cuerpo incorruptible o hayamos sido transformados en cuerpo de gloria,
estaremos siempre con el Señor y se cumplirá lo que dijo el apóstol Pablo a los romanos “Por lo cual estoy
seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir,
ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo
Jesús, Señor nuestro. Ni la muerte, ni la vida, ni lo presente, ni lo porvenir, nada nos podrá separar del
amor de Dios en Cristo Jesús” (Ro. 8:38-39).

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