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RESUMEN
Desde hace más de un siglo Colombia ha tenido una inestabilidad constitucional. Ello se puede
palpar –por así decirlo– en las ocho grandes reformas que tuvo la centenaria constitución de 1886
del presidente Núñez. Y no se habla de inestabilidad constitucional, a pesar de los tantos hechos
violentos que la estremecieron, incluido un golpe de estado, ni porque se haya visto amenazado el
establecimiento, sino porque la constitución sufre de manera constante enmiendas, que cambian su
rumbo y le hacen perder la esencia. En este orden de ideas, nació la constitución de 1991, frente a
la cual cabe preguntar ¿existe una verdadera democracia participativa en nuestro país, que permita
que la gente del común participe en la toma de sus propias decisiones?
Palabras clave
Colombia, Democracia participativa, Desarrollo, Historia, Asamblea Nacional.
ABSTRACT
Colombia has had a constitutional instability for more than a century. This is palpable –so to speak–
in the eight major reforms that had the 1886 constitution centennial of president Núñez. And we do
not talk about constitutional instability, despite the many violent events that shooked, including a
coup d’etat, nor because they have been threatened the establishment, but because the constitution
constantly suffers amendments, which change their direction and they lose the essence. In this vein,
the 1991 constitution was born, against which we must ask is there a true participatory democracy
in our country, which allow ordinary people participate in making their own decisions?
Keywords
Colombia, Participatory democracy, Development, History, National Assembly.
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dato a la presidencia Luis Carlos Ga- fue abrumador por el “Sí” en las elec-
lán Sarmiento; del director del diario ciones presidenciales del 27 de mayo
El Espectador Guillermo Cano Isaza; de 1990.
de los candidatos de la UP Jaime Par-
do Leal y Bernardo Jaramillo Ossa, y Al tocar, a nuestro juicio, los ante-
del candidato de la AD M-19 Carlos cedentes sociopolíticos de la Asam-
Pizarro; atentados como la bomba al blea Nacional Constituyente, que
avión de Avianca el 27 de noviembre finalmente dieron como resultado la
de 1989, que dejó 107 muertos; el constitución de 1991, necesariamente
de la bomba al DAS en Bogotá el 6 debemos hacer un análisis de consti-
de diciembre de 1989, que arrojó 70 tucionalidad de un histórico caso de
muertos; y homicidios a jueces, ma- la reciente vida política de Colombia,
gistrados, y miembros de la fuerza la cual ha estado signada por facto-
pública –un coronel y centenares de res perturbadores del orden público,
policías– son los hechos más relevan- como la violencia que siempre la ha
tes que se le atribuyen a este engendro azotado. El decreto 1038 de 1984
de la maldad que desestabilizó a toda declaró turbado el orden público na-
una nación. cional y por consiguiente implantó la
medida de estado de sitio en todo el
El lema del Cartel de Medellín o de territorio colombiano, consagrada en
los Extraditables –como se autode- la constitución nacional, vigente para
nominaron– era la preferencia de una la época, es decir la de 1986.
tumba en Colombia a un calabozo en
los Estados Unidos. De ahí la acome- La Séptima Papeleta convocaba a una
tida de toda suerte de actos ominosos, Asamblea Nacional Constituyente,
encaminados a abolir constitucional- con el apoyo de diversas fuerzas po-
mente la extradición de nacionales co- líticas y sociales, evento que se fijó
lombianos al país del Norte. Incluso, para el 9 de diciembre de 1990, pues
extraditado Lehder, y abatido Rodrí- esta facilitaría “la reincorporación
guez Gacha, dos de los más temidos de grupos alzados en armas a la vida
miembros del Cartel, era tan evidente civil”, básicamente el del M-19 que
la presión de Escobar, que un movi- esgrimía como elemento fundamental
miento nacional estudiantil, asfixiado la posible participación en una Asam-
por tanta violencia, ideó la Séptima blea Nacional Constituyente con el
Papeleta, que consistía en preguntar- ánimo de reincorporarse a la vida ci-
le al pueblo en forma de Plebiscito si vil y, por ende, deponer las armas.
estaba de acuerdo con votar para la
convocatoria de una Asamblea Na- A raíz de lo anterior, la Corte Suprema
cional Constituyente, y de este modo, de Justicia dijo que había una “clara
reformar la constitución política de relación de conexidad entre el decre-
Colombia. El resultado, lógicamente, to que se revisa y los motivos que de-
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cipación en diferentes campos como: ante los nuevos y mayores retos que
el juvenil (ley 375 de 1997), el ámbito le imprimió la carta del 91. Es más,
escolar (ley 115 de 1994), la agenda fluctúa entre realidades incoherentes:
de paz (ley 434 de 1998), la cultura la maravillosa realidad constitucional,
(ley 397 de 1997), la justicia (ley 294 la enredada realidad legal y la trágica
de 1996), entre otros. De este proce- realidad social.
so surgieron organismos novedosos
como los consejos de cultura, juven- Para Juan David Guevara Salamanca,
tud, los personeros estudiantiles, los en su monografía de grado La demo-
manuales de convivencia, consejos de cracia participativa como instrumento
paz, las veedurías ciudadanas, los jue- de dominación de la esfera pública.
ces de paz y los conciliadores en equi- Una mirada crítica a la realidad polí-
dad, los comités de vigilancia. Toda tica colombiana a partir de la Consti-
una serie de espacios, instituciones y tución de 1991, la democracia partici-
marcos legales dispuestos para facili- pativa se define como un modelo de
tar y promover la inclusión ciudadana ordenamiento social y político basado
y la cohesión social en la elaboración, en un imaginario, cuyos elementos
ejecución y control de las políticas centrales son el pluralismo, la tole-
públicas. rancia, el respeto por la diferencia, el
amparo de los derechos y libertades y
Pero a pesar de la revolución constitu- un alto sentido de responsabilidad co-
cional y legal, en la realidad se dieron lectiva, que implica que los asociados
pocos avances para frenar los vicios del conglomerado social tengan ple-
del clientelismo, el autoritarismo, la na conciencia de participación para
exclusión social y la violencia. Al el logro de sus objetivos personales y
tiempo, los poderosos grupos econó- colectivos.
micos –Santodomingo, Ardilla Lulle,
Sarmiento Angulo, Sindicato Antio- De igual modo, Gabriel Bustaman-
queño, Carvajal, Bolívar y otros no te Peña expresa que en Colombia, al
menos importantes– auspiciaban las establecerse el Estado Social de De-
campañas presidenciales en busca de recho en la constitución de 1991, la
la apertura económica y de la priva- participación se convirtió en la he-
tización de la banca, la industria y el rramienta idónea para materializar la
comercio, con el ánimo egoísta de se- justicia, la libertad y la igualdad.
guir reduciendo al estado y adueñarse
de él. Solo si participamos de manera activa
en las decisiones, podremos superar
Nuestra democracia no se ha forta- los desafueros del régimen y velar por
lecido, dice Bustamante Peña, como el respeto de los derechos humanos y
era la intención de la Constituyente, la dignidad humana. Por consiguien-
por el contrario luce más impotente te, la participación debe ser heterogé-
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nea, es decir, que incluya las diferen- cia, lo que acentúa cada vez más el
tes fuerzas vivas de la nación a saber: problema.
grupos étnicos, culturales, políticos y
religiosos, en un marco de tolerancia, La corrupción es un añejo fenómeno
respeto, igualdad y fraternidad. empotrado en las instituciones públi-
cas y un mal sin remedio. Abel Ávila,
Uno de los fenómenos que ha dado al sociólogo colombiano, es más severo
traste con el auténtico desarrollo de la y extremista en su apreciación y dice
democracia participativa ha sido la co- sin rodeos que el profesionalismo po-
rrupción en todos los niveles. Nadie, lítico se ha convertido en la gran es-
desde las más altas esferas: Presiden- cuela donde se forman los ladrones
cia de la República, Congreso, Altas públicos. Y no es mentira, pues la
Cortes, pasando por Institutos Des- llegada a los cargos públicos, donde
centralizados, Gobernaciones, Asam- hay manejo de exorbitantes cantida-
bleas y Consejos Distritales, hasta Al- des de dinero, produce el inmediato
caldías y Concejos Municipales, ha síndrome de la rapiña. Aquellos que
escapado a esta execrable práctica. un día asumieron un cargo humildes
La corrupción es la más grande de las y con ansias de servicio, una vez sa-
plagas que acaban con el estableci- borean las deliciosas mieles del poder
miento. Es el más ignominioso factor y de épocas bonancibles, olvidan todo
generador de violencia sobre el suelo y derrochan al garete los recursos
colombiano. A raíz de los destrozos de entidades sin dolientes. Entonces
financieros a las entidades públicas, comienza la danza de la corrupción,
muchas personas padecen los rigores acompañada de la arrogancia, el me-
del hambre, desempleo y la falta de nosprecio por los demás y el enva-
vivienda. Lo mismo que enfermeda- necimiento desmesurado. O como
des, problemas de educación, des- dijo sabiamente José Ingenieros, el
igualdad social y tantas otras necesi- moralista argentino, acerca del api-
dades básicas insatisfechas. O como ñamiento de los mediocres en torno
dice Ricardo Guardiola Barrios: “La de los manteles oficiales para alcan-
corrupción es un estorbo para cual- zar alguna migaja de la merienda. Es
quier tipo de sociedad”. Es en el pe- lo que este insigne escritor consideró
renne contubernio político de los par- en llamar el clima de la mediocridad,
tidos tradicionales y de los nuevos, pues nadie quiere ser excluido de la
donde ha estribado en gran parte el suculenta cena donde se reparten por
problema de la corrupción, debido a tajadas, jugosos contratos y el más ex-
los errátiles y grises manejos dados a quisito ágape dinerario.
las instituciones públicas. Asimismo,
el caracterizado sectarismo secular El cultivo de la mente es mirado con
–liberal o conservador– ha propiciado desdén y mandado al escondrijo más
odios, rencores e inestabilidad entre apartado. Solo se tienen en cuenta los
los miembros de una u otra militan- pobres conceptos de los lisonjeros
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