París

En el 259 a.C. es fundada a orillas del río Sena por la tribu de los Parisii, debido a que esta ubicación
proporcionaba mayor defensa contra diferentes tipos de agresiones, además de ser un punto estratégico
desde el punto de vista comercial. Posteriormente, en el 52 a.C. la ciudad fue conquistada por los romanos y
pasó a ser llamada Lutecia, que se erigió en la orilla izquierda del Sena. En el transcurso del siglo IV la ciudad
adquirió finalmente el nombre de París y en el año 451 resistió la invasión de los hunos comandados por
Atila. En el 508, el rey franco Clodoveo llegó al trono y de esta manera se terminó la ocupación romana.
Cabe resaltar que en el 493 este rey se convirtió al catolicismo, y al poco tiempo el país adoptó el nombre de
Francia. Para el año 963 Hugo Capeto tomó el trono y la ciudad se extendió a la orilla derecha del Sena, y
más adelante, con el reinado del rey Santo, Luis IX, se construyeron la catedral de Notre Dame y la Sainte
Chapelle. Uno de los hechos más importantes fue la creación de la primera universidad, la Sorbona, en el
año 1257.

Durante el siglo XIV se desarrollaron tres revueltas: la Rebelión de los Comerciantes de 1358, la Revuelta de
los Maillotins de 1382 (ciudadanos en contra de la subida de impuestos) y la de 1413 de Caboche. Para el
año 1328 era de las ciudades más pobladas, pero diezmó su población gracias a la peste negra. Es en 1528
que Francisco I estableció su residencia en París, la cual se convirtió en la ciudad más grande Occidente. En
el año 1789 ocurrió la toma de la Bastilla, que marcó el inicio de la Revolución Francesa y el declive de la
monarquía en Francia. En 1793 María Antonieta y Luis XVI fueron ejecutados en la Plaza de la Concordia. Dos
años más tarde Napoléon Bonaparte entró en escena al dar un golpe de estado, que finalizó con la
revolución. Durante el Primer Imperio se construyeron diferentes monumentos, como el Arco del Triunfo y
la ciudad ya contaba con más de 500.000 habitantes. Napoleón III se encargó de modernizar a París con la
ayuda del Barón de Haussmann, quien planificó urbanísticamente la capital. El siglo terminó con la
construcción de la Torre Eiffel, símbolo de la ciudad francesa.