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El pasado 18 de marzo se publicaba en el BOE el Real Decreto-ley 8/2020, de medidas

extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19.


El objetivo fijado por el Gobierno, no era otro que intentar limitar el impacto y el daño
económico que, en este nuevo y cambiante escenario en el que nos encontramos , se
produce al tejido empresarial y, consecuentemente, a los trabajadores que prestan sus servicios en
éste.
En este sentido, se hace necesario, en primer lugar, recordar cuáles son las decisiones
adoptadas, con carácter vinculante, y de forma provisional -1 mes, sujeto a posibles
prórrogas- en el ámbito laboral:

 Teletrabajo, como forma preferente de desempeño del puesto de trabajo. Para ello, se
flexibiliza el trámite de evaluación de riesgos establecido en el artículo 16 de la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales, al objeto de que sea el propio trabajador quien pueda
efectuar la valoración de esta modalidad.
 Flexibilización de la jornada de trabajo, de tal forma que quienes lo necesiten, por tener
familiares a su cargo, puedan reducir o adaptar su jornada laboral.
 Prestación extraordinaria y temporal por cese de actividad, por periodo de un mes o, en
su caso, lo que se prolongue el estado de alarma, dirigida a los trabajadores autónomos o por
cuenta propia que hayan visto mermados sus ingresos a consecuencia de la emergencia
sanitaria. La medida se aplica a aquellos que vean reducidos, en un 75 por ciento, sus
ingresos en el mes anterior a aquel en que se solicite la prestación, por comparativa con la
media de facturación del semestre anterior.
 Acceso a la prestación por desempleo a quienes se vean afectados por procedimientos
de suspensión o reducción de empleo, incluso cuando no cumplan con los requisitos
exigidos para ello, cuando éstos deriven de la situación actual de fuerza mayor generada por
el COVID-19.
Si bien las medidas anteriores parecen, en general, dirigidas a facilitar la continuidad del trabajo y su
desempeño normalizado en la medida de lo posible, no está claro todavía su impacto real en
términos globales.
De todas estas medidas, cabe destacar la posibilidad que tienen las empresas de acogerse
al procedimiento de suspensión de contratos y reducción de jornadas de carácter
temporal (comúnmente conocido como ERTE), -bien por causas de fuerza mayor, bien por causas
organizativas-, que inundan ya, desde incluso antes de la publicación de esta norma, las
administraciones de todo el país.
Y ahora las empresas se enfrentan al importante reto de definir qué procedimiento deben elegir , si
se acogen al ERTE por fuerza mayor o en cambio alegan causas objetivas.
Parece evidente el supuesto de fuerza mayor en el caso de un restaurante que se vio obligado a
cerrar como consecuencia de la declaración del estado de alama y la orden de suspensión de su
actividad, pero ¿qué ocurre con la empresa cuya actividad no ha sido suspendida pero sí
la de su cliente principal del que depende todo su negocio?
Pues bien, en este sentido, conviene resaltar el Criterio sobre Expedientes Suspensivo y de
Reducción de Jornada por COVID-19 publicado en el día de ayer por el Ministerio de Trabajo y
Economía, en virtud del cual se hacen importantes matizaciones.
Uno de los más importantes pasa por reformular la definición dada en el Real Decreto-ley 8/2020,
de 17 de marzo, que establece que “la fuerza mayor trae consigo la imposibilidad de que
pueda prestarse el contenido del contrato de trabajo, ya sea de manera directa o bien de
manera indirecta al afectar el suceso catastrófico, extraordinario o imprevisible de tal
manera a la actividad empresarial que impida mantener las prestaciones básicas que
constituyen su objeto”.
Sin embargo, recordemos que el artículo 22.1 del Real Decreto-ley 8/2020, considera
provenientes de fuerza mayor temporal, las suspensiones y reducciones de jornada  que tengan su
causa directa en pérdidas de actividad ocasionadas por el Covid-19.
Por tanto, parece que se amplía el abanico de supuestos en los cuales podría resultar de
aplicar esta modalidad procedimental, y con ello, va a haber un cambio de tendencia
por el cual muchas empresas que, de manera preventiva y ante la falta de causalidad directa, se
estaban acogiendo al ERTE por causas objetivas, ahora, en base a dicho criterio, van a poder
justificar, con mayores garantías, la aplicación del ERTE por fuerza mayor

Los coronavirus son una familia de virus que pueden causar enfermedades como
el resfriado común, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en
inglés), y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en
inglés). En 2019 se identificó un nuevo coronavirus como la causa de un brote de
enfermedades que se originó en China.

Este virus ahora se conoce como el síndrome respiratorio agudo grave


coronavirus 2 (SARS-CoV-2). La enfermedad que causa se llama enfermedad del
coronavirus 2019 (COVID-19). En marzo de 2020 la Organización Mundial de la
Salud (OMS) declaró que este brote deCOVID-19es una pandemia.

Las organizaciones de salud pública, incluyendo los Centros para el Control y la


Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) y(OMS)están vigilando
la pandemia y publicando actualizaciones en sus sitios web. Estos grupos
también han publicado recomendaciones para prevenir y tratar esta enfermedad
Causas

La infección con el nuevo coronavirus (síndrome respiratorio agudo grave


coronavirus 2, o SARS-CoV-2), causa la enfermedad del coronavirus 2019, COVID-
19).

No está claro exactamente cuán contagioso es el nuevo coronavirus. Los datos


muestran que se contagia de persona a persona entre aquellos que están en
contacto cercano (menos de 6 pies, o 2 metros). Se trasmite por gotitas
respiratorias que se liberan cuando alguien con el virus tose, estornuda o habla.

También puede propagarse cuando una persona toca una superficie donde se
encuentra el virus y luego se toca la boca, la nariz, o los ojos.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de laCOVID-19,parecen incluir:

 Viaje a o residencia reciente en un área donde hay una propagación


persistente en la comunidad de laCOVID-19,según lo han
determinado(CDC)o(OMS)

 Contacto cercano con alguien que tiene laCOVID-19,por ejemplo, cuando un


familiar o un trabajador del área de la salud cuidan a una persona infectada

Complicaciones

Aunque la mayoría de las personas conCOVID-19,tienen síntomas entre leves y


moderados, la enfermedad puede causar complicaciones médicas graves y, en
algunas personas, la muerte. Los adultos mayores o las personas con afecciones
crónicas están a mayor riesgo de enfermarse gravemente con COVID-19,.

Algunas de las complicaciones pueden ser:


 Neumonía en los dos pulmones

 Insuficiencia de varios órganos

Prevención

Aunque no haya vacunas para prevenir la infección con el nuevo coronavirus,


puedes tomar medidas para reducir tu riesgo de infección.
(OMS)y (CDC)recomiendan tomar estas precauciones para evitar laCOVID-19,:

 Evitar eventos con mucha gente, y reuniones multitudinarias.

 Evitar contacto cercano (menos de 6 pies o 2 metros) con cualquier persona


que esté enferma o que presente síntomas.

 Mantener distancia física entre tú y otros si laCOVID-19,se está propagando


en tu comunidad, especialmente si corres un riesgo más alto de contraer una
enfermedad grave.

 Lavarte las manos con frecuencia con agua y jabón por lo menos por 20
segundos, o usar un desinfectante para manos con base de alcohol que
contenga al menos 60% de alcohol.

 Cubrirte la boca y la nariz con el codo o un pañuelo descartable al toser o


estornudar. Desechar el pañuelo descartable usado.

 Evitar tocarte los ojos, la nariz, y la boca.

 Evita compartir platos, vasos, ropa de cama y otros objetos de la casa si


estás enfermo.

 Limpiar y desinfectar diariamente las superficies que se tocan con


frecuencia.

 Quedarte en casa y no ir al trabajo, a la escuela, ni a lugares públicos si


estás enfermo, a no ser para recibir atención médica. Evitar el transporte
público si estás enfermo.

Los(CDC)recomiendan ponerse mascarillas de tela en lugares públicos, como el


supermercado, donde es difícil evitar el contacto cercano con otros. Esto se
recomienda especialmente en las áreas donde actualmente hay propagación en
la comunidad. Este consejo actualizado está basado en datos que muestran que
las personas conCOVID-19,pueden trasmitir el virus antes de darse cuenta que lo
tienen. Usar mascarillas en público puede ayudar a reducir el contagio de las
personas que no tienen síntomas. Las mascarillas de tela que no son para uso
médico se recomiendan para el público en general. Hay escasez de mascarillas
quirúrgicas y de respiradores N-95, y se deben reservar para los proveedores de
atención médica.

Si tienes una afección crónica y puedes correr más riesgo de una enfermedad
grave, habla con tu doctor sobre otras maneras de protegerte.

Habiendo establecido en el artículo de la semana pasada la falta a todos los


niveles  correspondientes de gobierno de planes de contingencias para enfrentar
emergencias y catástrofes, comenzamos a afrontar las consecuencias de dicha situación
desarrolladas en mentiras colectivas que harán nuestra vida social más soportable para
nuestra tranquilidad mental.

La primera situación que vamos a afrontar en este sentido será, sin duda, la realización
eficiente del año escolar en línea, tarea sistemática que se está realizando a pasos
agigantados en muchos colegios privados en Venezuela, donde incluso han llegado
algunas escuelas a colocar los contenidos programáticos y las tareas escolares
en  plataformas gratuitas como los blog, de forma que funcionen como pizarras digitales
para que los estudiantes desde sus casas hagan las evaluaciones correspondientes para
aprobar las asignaturas de su año escolar específico.

El problema se presenta en las escuelas y universidades públicas, donde directivos,


profesores y estudiantes comparten en la inmensa mayoría de los casos una situación
económica estrecha, donde muchos no tienen computadora en su casa y si tienen, no
todos tienen Internet, mientras que en materia de telefonía celular, no existen o no
quieren publicar (tarea de los ministros de Educación de todos los niveles) información
sobre cuántos estudiantes y maestros tienen celulares inteligentes con acceso a estos
programas y no simplemente celulares analógicos solo para llamadas y mensajes de
textos (SMS).

Colegas docentes me han comunicado su voluntad de pasarse a la vía digital, pero no


consiguen cibercafés abiertos en ningún sitio debido a la cuarentena o cobran 60.000
bolívares la hora en un local de este tipo y es un gasto que no pueden asumir de su
bolsillo.

Hoy en día, cuando se habla tanto de encuestas, sería importante que cada director de
unidad educativa en este país desarrollara un registro de dicha información, para
simplemente tabular y conocer realmente cuántos estudiantes y docentes tienen
realmente capacidad de entrar en esta vía de la educación online y de esta manera
desarrollar una política pública educativa eficaz en este sentido. En lo personal, por la
edad de Aristóbulo Istúriz, sé que debe recordar la época de los exámenes finales que se
presentaban hace décadas y algunos sufrimos en nuestra adolescencia, lo que pudiera
ser una solución a nivel nacional para determinar el grado de aprendizaje de cada
estudiante por cada grado escolar.

El otro problema que debe resolverse de forma urgente, es sin duda el papel de las
figuras correspondientes a la participación de las instancias del nivel vecinal, más
específicamente en cuanto a la situación de los denominados consejos comunales y jefes
de calle que deberían ya tener registrada a toda la población de la tercera edad y
familias en grave situación económica para prestar asistencia alimentaria y social en
caso de mantenerse la cuarentena durante las próximas semana, tratando de cortar la
expansión de la pandemia.

Es hora de que alcaldes y gobernadores, que están pendientes de mantener el orden


público, se comiencen a preocupar y actuar en forma sistemática con los mecanismos de
participación ciudadana que en estos momentos pueden ser herramientas vitales para la
atención de los ciudadanos de a pie, que se encuentras desvalidos en muchos casos por
falta de familiares que los atienda, debido a que muchos de ellos, especialmente los más
jóvenes se encuentran en el exterior, luchando para enviar divisas en forma de remesas
a sus parientes en Venezuela.

Otro problema importante y más grave de lo que se pueda imaginar mucha gente es la
desaparición de centenares de miles de empleos del sector formal e informal, lo que
genera una sensación de terror ante la falta de recursos financieros para seguir
manteniendo a la familia sin producir recursos monetarios producto de su trabajo
cotidiano.

La desaparición de decenas de miles de empresas de pequeña y mediano nivel, sumado


a las denominadas microempresas, que pueden sumar entonces centenares de miles de
empleos incluyendo a los denominados emprendedores, franquiciantes y “comerciantes
informales”.

Se hace indispensable un Plan de Empleo Nacional administrado con mucha eficiencia


desde los niveles locales y regionales que implique un apoyo directo a muchos de estos
empresarios para lograr mantener a flote a estas miles de unidades productivas o
incluso el Seniat va a colapsar por falta de contribuyentes especiales que pueden
reducirse en un gran número por esta crisis económica, producida como consecuencia
del covid-19.

No es el momento de salir enloquecido a cobrar impuestos municipales, sino el momento


de convertir la data de las patentes de industria y comercio en la fuente de creación de
nuevos  Institutos de Desarrollo Económico del Municipio X , para salvar lo existente y no
estar dilapidando los pocos recursos financieros que se puedan conseguir en montar
negocios “chimbos” o “compañías fantasmas” para ayudar amigos o familiares que
después por su falta de experticia terminan quebrando como ha ocurrido a lo largo de
las últimas décadas con muchos institutos municipales de crédito que se fueron a pique
y bancarrota por no poder cobrar y multiplicar los créditos de dichas carteras destinadas
a préstamos de diverso tipo.

Los ejemplos presentados en muchos países de conversión de muchas instituciones


culturales, educativas y deportivas en instalaciones hospitalarias, es una posibilidad que
debe estudiarse con alarmante prioridad en los días y semanas por venir, que requiere
sin duda del trabajo mancomunado de instituciones públicas y privadas, así como la
participación de miles de voluntarios, que en caso de Venezuela será llenado ese espacio
con miembros de UBCH o milicianos, de los cuales el Gobierno nacional plantea disponer
de millones de personas en activo y reserva, por lo cual, espero que no se forme un
“bochinche” si se superan las capacidades sanitarias de los hospitales, ambulatorios y
clínicas privadas actualmente desplegadas en la lucha contra el covid-19 a nivel 

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