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Programa de Psicología
Curso: Psicología del desarrollo, infancia y adolescencia
Formato
Plan de intervención: prevención de las complicaciones en el parto
9. Embarazo multifetal
10. Embarazo postérmino
11. Rotura prematura de membranas
12. Presentación fetal anormal
Explicación de la complicación del parto, causas por las cuales se puede presentar la
dificultad, consecuencias que puede generar para la madre, consecuencias que
puede generar para el bebé, estrategias para la prevención de la complicación a lo
largo del parto
Puede haber una pérdida del feto durante el segundo trimestre, si el cuello del
útero es débil y se abre muy prematuramente. A esto se lo denomina "cuello
incompetente". En algunos casos de cuello incompetente, el médico puede
ayudar a prevenir la pérdida del embarazo al suturar el cuello y mantenerlo
cerrado hasta el momento del parto.
Los síntomas pueden incluir sangrado vaginal claramente rojo que no esté
acompañado de sensibilidad abdominal (vientre) o dolor. El diagnóstico se
confirma a través de un examen físico completo y una ecografía. Según la
severidad del problema y la etapa del embarazo, puede requerirse un cambio en
las actividades diarias o reposo en cama. Generalmente, el bebé debe nacer a
través de cesárea para evitar que la placenta se separe prematuramente e
impida que el bebé reciba oxígeno durante el parto.
Madres adolescentes.
9. El embarazo multifetal
Complicaciones
El embarazo multifetal aumenta el riesgo de pre eclampsia, diabetes gestacional,
hemorragia posparto, cesárea, parto pre término y restricción del crecimiento.
Diagnóstico
Ecografía prenatal
Tratamiento
Cesárea cuando está indicada
Es una gestación que dura ≥ 42 semanas. La vigilancia prenatal se debe considerar a las 41 semanas.
La inducción del trabajo de parto debe considerarse después de las 41 semanas y se recomienda
después de las 42 semanas.
Oligohidramnios
Cesárea
Laceraciones perineales
Hemorragia posparto
Tratamiento
Inducción del trabajo de parto
La rotura de membranas antes del inicio del trabajo de parto se considera prematura. El diagnóstico es
clínico. El parto se recomienda cuando la edad gestacional es ≥ 34 semanas y generalmente está
indicado cuando hay infección o compromiso fetal en forma independiente de la edad gestacional.
Signos y síntomas
Típicamente, a menos que aparezcan complicaciones de la RPM, el único
síntoma es la pérdida de un chorro repentino de líquido por la vagina.
Diagnóstico
Acumulación visible de líquido amniótico en la vagina o
visualización de vérnix o meconio
Tratamiento
Extracción del feto si hay compromiso fetal, infección o la edad gestacional
es > 34 semanas
Distocia fetal
La distocia fetal es un tamaño anormalmente grande o una posición que dificultan el parto. El
diagnóstico se realiza mediante el examen, la ecografía o la respuesta al trabajo de parto. El
tratamiento se realiza mediante maniobras físicas de reposicionamiento del feto, parto operatorio por
vía vaginal o cesárea.
Desproporción fetopelviana
El diagnóstico se sugiere por las estimaciones clínicas prenatales de
las dimensiones pélvicas, la ecografía y la presencia de un trabajo de
parto prolongado.
Anomalías fetales
Distocia
Muerte perinatal
Posición transversa
La posición fetal es transversal, con el eje largo del feto oblicuo o
perpendicular en lugar de paralelo al eje largo de la madre. La posición de
hombros requiere una cesárea a menos que el feto sea un segundo
gemelo.
Distocia de hombro
En una condición infrecuente, la presentación es de vértice pero el
hombro fetal anterior queda atascado detrás de la sínfisis pubiana
después de la salida de la cabeza, impidiendo el parto vaginal. La distocia
de hombro se reconoce cuando la cabeza del feto se encuentra en el
periné pero parece ser empujada hacia atrás contra el suelo perineal
(signo de la tortuga).
Fisiopatología
El término "embolia" de líquido amniótico de larga data implica un
trastorno principalmente mecánico, obstructivo, como ocurre en la
tromboembolia o en la embolia de aire. Sin embargo, ya que el líquido
amniótico es completamente soluble en la sangre, no puede causar una
obstrucción. Por otra parte, las pequeñas cantidades de células fetales y
restos de tejido que pueden acompañar el líquido amniótico hacia la
circulación materna son demasiado pequeñas para obstruir
mecánicamente y en forma suficiente el árbol vascular pulmonar y
provocar los marcados cambios hemodinámicos que ocurren en este
síndrome. En lugar de ello, actualmente se cree que la exposición a
antígenos fetales durante el parto activa mediadores proinflamatorios,
que desencadenan una cascada inflamatoria abrumadora y la liberación
de sustancias vasoactivas (p. ej., noradrenalina) similar al síndrome de
respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) que se produce en la sepsis y el
shock séptico.
Factores de riesgo
Hay muchos factores que se asocian con un mayor riesgo, pero la
evidencia es inconstante. Al igual que con la exposición a antígenos
fetales, muchos de los factores de riesgo son comunes o por lo menos
mucho más probables que la embolia de líquido amniótico, y no se
comprende bien en términos fisiopatológicos por qué solo unas pocas
mujeres con factores de riesgo desarrollan el síndrome. Sin embargo, se
piensa generalmente que el riesgo para estar aumentado por los
siguientes:
Cesárea
Edad materna avanzada
Embarazo multifetal
Traumatismo abdominal
Placenta previa
Rotura uterina
Laceraciones cervicales
Polihidramnios
Signos y síntomas
La embolia de líquido amniótico se manifiesta generalmente durante y
poco después del parto. El primer signo puede ser un paro cardíaco
repentino. Otros pacientes desarrollan en forma súbita disnea y presentan
taquicardia, taquipnea e hipotensión. A menudo se produce con
rapidez insuficiencia respiratoria, con cianosis significativa, hipoxia y
estertores pulmonares.
Diagnóstico
Evaluación clínica
Hipoxia súbita
Hipotensión
Coagulopatía
Tratamiento
Tratamiento de sostén
El trabajo de parto (contracciones que producen cambios en el cuello uterino) que comienza
antes de las 37 semanas de gestación se considera pretérmino. Los factores de riesgo incluyen
rotura prematura de membranas, anormalidades uterinas, infecciones, incompetencia
cervical, parto pretérmino previo, embarazo multifetal y anomalías placentarias. El
diagnóstico es clínico. Las causas deben identificarse y tratarse, si es posible. El manejo típico
incluye reposo en cama, tocolíticos (si la actividad persiste), y corticoides (si la edad
gestacional es 34 semanas) y posiblemente sulfato de magnesio (si la edad gestacional es <
32="" semanas).="" se="" administran="" antibióticos="" antiestreptocócicos="" en=""
espera="" de="" resultados="" negativos="" en="" los="" cultivos="">
El trabajo de parto pretérmino puede ser desencadenado por
Corioamnionitis
Embarazo multifetal
Anomalías uterinas
Pielonefritis
Diagnóstico
Evaluación clínica
El diagnóstico de trabajo de parto pretérmino se basa en los signos del trabajo de parto y la duración
del embarazo.
Se llevan a cabo cultivos anovaginales en busca de estreptococos del grupo B, y se inicia la profilaxis
adecuada. Se realizan análisis de orina y urocultivo en busca de cistitis y pielonefritis. Se realizan
cultivos cervicales para confirmar las ETS si los hallazgos clínicos las sugieren.
La mayoría de las mujeres con un diagnóstico presuntivo de trabajo de parto pretérmino no progresan
hacia el parto.
Tratamiento
Antibióticos para estreptococos del grupo B, en espera de los resultados de los cultivos
Tocolíticos
Antibió ticos
Antibióticos efectivos contra estreptococos del grupo B, en espera de cultivos anovaginales negativos.
La elección incluye:
Para mujeres sin alergia a la penicilina: penicilina G 5 millones de unidades IV, seguidas de
2,5 millones de unidades cada 4 h o ampicilina, 2 g IV seguidos de 1 g cada 4 h
Para mujeres con alergia a la penicilina pero bajo riesgo de anafilaxia (p. ej., erupción
maculopapular con uso previo): cefazolina 2 g IV, seguidos de 1 g cada 8 h
Para mujeres con alergia a la penicilina y un riesgo elevado de anafilaxia (p. ej.,
broncoespasmo, edema angioneurótico o hipotensión con uso previo, especialmente dentro de
los 30 min de la exposición): clindamicina 900 mg IV cada 8 h o eritromicina 500 mg IV
cada 6 h si los cultivos anovaginales muestran sensibilidad; si los cultivos documentan
resistencia o los resultados no están disponibles, vancomicina 1 g IV cada 12 h
Tocolíticos
Si el cuello está dilatado, con frecuencia los tocolíticos (agentes que detienen las contracciones
uterinas) pueden dilatar el trabajo de parto 48 h para poder dar corticoides a fin de reducir los riesgos
del feto. Los tocolíticos incluyen
Sulfato de magnesio
Inhibidores de la prostaglandina
Ningún tocolítico es claramente la elección de primera línea; la elección debe individualizarse para
minimizar los efectos adversos.
Se debe considerar la indicación de sulfato de magnesio IV en los embarazos < 32 sem. La exposición
intrauterina al fármaco parece reducir el riesgo de disfunción neurológica grave (p. ej., debido a
hemorragia intraventricular), incluyendo parálisis cerebral, en los recién nacidos.
Corticosteroides
Si el feto tiene 34 semanas, las mujeres reciben corticosteroides salvo que el parto sea inminente.
Puede utilizarse uno de los siguientes:
Estos corticoides aceleran la maduración de los pulmones fetales y disminuyen el riesgo de síndrome
del distrés respiratorio neonatal, sangrado intracranial y mortalidad.
Progestá genos
Se puede recomendar un progestágeno en futuros embarazos para las mujeres que tienen un parto
pretérmino para reducir el riesgo de recurrencia. Este tratamiento se inicia durante el segundo
trimestre y se continúa hasta justo antes de la finalización del embarazo.
Etiología
El trabajo de parto prolongado puede producirse por una desproporción
fetopelviana (el feto no puede pasar por la pelvis materna), que puede
producirse por una pelvis materna anormalmente pequeña o por un feto
anormalmente grande o mal posicionado (distocia fetal).
Otra de las causas del trabajo de parto prolongado son las contracciones
uterinas demasiado débiles o infrecuentes (disfunción uterina hipotónica)
o, a veces, demasiado potentes o demasiado frecuentes (disfunción
uterina hipertónica).
Diagnóstico
Evaluación de las dimensiones pelvianas, la posición y el tamaño
del feto, y las contracciones uterinas
A menudo respuesta al tratamiento
Tratamiento
Oxitocina
Prolapso oculto
En los prolapsos ocultos, el cordón a menudo es comprimido por el
hombro o la cabeza del feto. Un patrón de frecuencia cardíaca fetal
(ver monitorización Fetal) que sugiera una compresión del cordón y la
progresión hacia la hipoxemia (p. ej., bradicardia intensa,
desaceleraciones variables graves) pueden ser la única pista.
Prolapso evidente
Los prolapsos evidentes ocurren en la rotura de membranas y es más
común con las presentaciones podálicas (pelvianas) o transversas. El
prolapso evidente también puede producirse en la presentación de
vértice, en especial si se produce una rotura de membranas (espontánea o
yatrógena) antes de que la cabeza esté encajada.
ROTURA UTERINA
a rotura uterina espontánea es el desgarro del útero que puede dar lugar a que el
feto sea expulsado en la cavidad peritoneal.
La rotura uterina es rara. Puede ocurrir durante la última etapa del embarazo o el trabajo
de parto activo.
Si las mujeres que han tenido una cesárea previa desean intentar un parto vaginal, las
prostaglandinas no deben utilizarse, ya que aumentan el riesgo de rotura uterina.
Valoración: revisa la historia clínica de la madre, prestando especial atención a los antecedentes
de hemorragias obstétricas previas y sus causas o factores precipitantes. Incluye el monitoreo
de signos vitales, sangrado: sitio, color, olor y cantidad, cuentan las toallas o pañales
impregnados; evalúa el dolor: sitio, frecuencia y calidad, así como las contracciones uterinas y
valora el estado emocional, para identificar la respuesta a la hemorragia, estrategias de
afrontamiento y mecanismos de apoyo disponibles para ayudar a la madre y la familia y
disminuir la ansiedad.
Planeación: Está preparado para iniciar las acciones de Enfermería ante cualquier caso de
hemorragia, tiene conocimiento, consulta con los demás miembros del equipo y actualiza sus
conocimientos a través de los diferentes medios.
Intervención: Accesos venosos de grueso calibre que garanticen la fluidez de los líquidos, sangre
y sus derivados y medicamentos, vigila ruidos respiratorios, para identificar tempranamente
sobrecarga hídrica, controla la perfusiòn circulatoria vigilando la diuresis, ECG, oximetrìa de
pulso y gases sanguíneos, se prepara para el acceso de vías circulatorias centrales para control
de presión venosa central (PVC) y volumen circulatorio, y mantiene comunicación activa con la
madre y la familia. Evalúa el tono uterino y realiza masaje con vejiga vacía hasta que el útero
esté firme. Finalmente, prepara la madre para las intervenciones a que haya lugar dependiendo
de la causa de la hemorragia.
Evaluación: de la calidad de los cuidados, de acuerdo a los resultados obtenidos y revisa el plan
de acuerdo al logro, para realizar los ajustes necesarios. 22 También es responsabilidad del
profesional de Enfermería recolectar la evidencia necesaria para desarrollar protocolos y guías
de cuidado, que estandaricen medidas preventivas, tratamientos, procedimientos, uso de
medicamentos, disponibilidad recurso humano y equipos requeridos,etc., para evitar los
imprevistos y errores en las intervenciones.
https://www.merckmanuals.com/es-pr/professional/ginecolog
%C3%ADa-y-obstetricia/anomal%C3%ADas-y-complicaciones-del-
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