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Universidad Nororiental Privada

“Gran Mariscal de Ayacucho”


Facultad de Derecho
Cumaná - Estado Sucre

LA EMPRESA

Profesor:
Abg. Velásquez

Cumaná, noviembre de 2019


1.- Concepto de Empresa:

Formular un “concepto jurídico” de empresa en oposición a un “concepto


económico” tiene dificultades, porque el enfoque jurídico es generalmente
unilateral, en el sentido de que mira a la empresa desde una perspectiva limitada
(laboral, fiscal, mercantil, cooperativa, etc.). La empresa es un fenómeno
económico, social y político, además de jurídico. Lo ideal sería encontrar una
noción que integrara todos sus aspectos. La doctrina mercantil más reciente,
apunta Uría,
“al contemplar desde el ángulo jurídico la totalidad del
fenómeno empresa como unidad económica orgánica,
comenzó a separar el aspecto subjetivo del aspecto
objetivo de ese fenómeno: empezó a distinguir entre la
actividad del sujeto organizado y el conjunto de medios
instrumentales (reales o personales) por él organizados
para el servicio de esa actividad, centrando la idea de
empresa sobre el primer aspecto, y la idea distinta de
“establecimiento”, “negocio”, “hacienda” o “casa
comercial” , sobre el segundo. Con lo que gana carta de
naturaleza a través de esa separación la concepción
jurídica de expresa como pura forma o modo de
actividad”.
Debe interpretarse las menciones del artículo 2° del Código de Comercio
Venezolano: la empresa es el ejercicio profesional de una actividad económica
organizada. En nuestro actual derecho positivo, la empresa no es utilizada como
criterio de comercialidad. La noción de empresa usada por el legislador
venezolano es la misma que empleo el codificador francés, una noción que
integra el criterio de mercantilidad de la época, compuesto de actos aislados y de
actividad organizada.

2.- Competencia Comercial:


Todo comerciante tiene derecho a contender con otros en la lucha para la
obtención de clientes, de mercados y de mayores beneficios. No obstante deben
respetar requisitos impuestos por el principio de lealtad y la necesidad de
garantizar los mismos derechos para todos los comerciantes. Situación en la que
existe un indeterminado número de compradores y vendedores, que intentan
maximizar su beneficio o satisfacción, y en la que los precios están determinados
únicamente por las fuerzas de la oferta y la demanda.
La competencia es inherente a las relaciones entre los agentes económicos
en el marco de una economía de mercado. Constituye el fundamento de la
economía liberal, se considera que una empresa es competitiva en la medida que
es capaz de resistir la competencia de otras empresas en el mercado.
En otras palabras, cuando un comerciante pone sus productos más barato
que los demás, eso se convierte en la competencia comercial cuando otro baja los
precios.

3.- Competencia Ilegal:

Se reputa desleal todo comportamiento que resulte objetivamente contrario


a las exigencias de la buena fe en el ámbito del comercio o empresa y que tienda
a provocar la compra de un determinado producto en un sitio o lugar determinado,
mermando la libertad de decisión o libre elección del destinatario.
Se utiliza para referirse a los comportamientos de cualquier profesional o
empresario que resulten contrarios a las exigencias de la buena fe. Se entiende
que es así cuando no se ajusta a las prácticas consideradas como honestas o que
pretende alterar el comportamiento del cliente.
La normativa española recoge distintas prácticas de competencia desleal,
en función de una serie de categorías:
 Actos de engaño: incluye la información falsa o que la pueda inducir al
error a la persona que lo recibe. El engaño afecta a aspectos esenciales
como el precio, garantías, características principales del artículo,
reparaciones, etc.
 Actos de confusión: cuando el comportamiento pretende crear confusión
entre los usuarios de un negocio, actividad, etc.
 Ocultación: se omite una información que es imprescindible para que el
cliente tome una decisión correcta. Algo similar sucede cuando se aportan
datos ambiguos o poco claros.
 Prácticas agresivas: actitudes de coacción y de acoso que pretenden
reducir la libertad de elección por parte de los usuarios.
 Actitudes de denigración: utilización de información falsa o inadecuada
con el propósito de afectar de manera negativa la imagen de la
competencia.
 Situaciones de comparación: la ley permite hacer comparaciones entre
servicios y productos que satisfagan la misma necesidad. Sin embargo, se
considera como desleal cuando se emplean copias que violan los derechos
de propiedad intelectual, violencia o engaños.
 Situaciones de imitación: se considera desleal cuando la imitación
pretende crear confusión al cliente.
 Violación de secretos: también se considera como competencia desleal la
divulgación de secretos empresariales sin el consentimiento del propietario,
además del espionaje.
 Inducción a la infracción contractual: también se contempla como
desleal inducir a clientes, proveedores o trabajadores a no respetar sus
obligaciones contractuales con los competidores.
 Explotación de la reputación ajena: hace referencia a la actividad que
pretende aprovecharse de forma indebida de las de la reputación industrial
o profesional adquirida por la competencia.
 Publicidad ilícita: publicidad que se sale de los límites de la legislación
 Venta a bajo precio: con intención de crear confusión entre los clientes y
de esta forma eliminar competidores aunque las ventas lleven a conseguir
pérdidas.
 Discriminación y dependencia económica: cuando una compañía
discrimina a sus clientes de forma injustificada o se aprovecha de
proveedores cuya tarea dependa de ella.

4.- Competencia Anticontractual desleal:

La restricción a la libertad de competir puede provenir de una cláusula


contractual. La doctrina admite, en principio, la validez de una cláusula de esta
naturaleza, siempre y cuando tenga limites en el espacio, en el tiempo y en
cuanto al género de comercio. Una convención que prohíba el ejercicio del
comercio sin restricción alguna, a cambio del pago de una suma de dinero,
debe considerarse contraria a la norma constitucional sobre libertad de
comercio (artículo 96 de la constitución).
Bajo la categoría de competencia anticontractual, la doctrina italiana incluye
la división de mercados efectuada entre competidores y los pactos de
exclusividad.
Los pactos de exclusividad son frecuentes en la práctica comercial. Por
estos pactos, el fabricante se compromete a no vender o suministrar sus
productos o servicios sino a un distribuidor determinado o varios.
Generalmente, el adquirente se compromete a no representar a productores
de la competencia o a utilizar únicamente los productos o servicios del
fabricante. Estos pactos son frecuentes en el contrato de agencia, no regulado
legalmente en Venezuela; en los contratos de venta de ciertos equipos y
maquinarias; en los contratos de asistencia técnica y en la cesión del uso de
marcas y patentes. Sin embargo, cuando se trata de marcas y patentes
extranjeras, el Derecho de Integración ha introducido restricciones que tienden
a disminuir la dependencia de la tecnología extranjera, tales como la
prohibición de establecer clausulas restrictivas en los contratos de licencia de
marcas. Los convenios de exclusividad pueden asumir la forma de pactos de
boicot, contratos por los cuales una parte se compromete a no proporcionar
sus bienes o servicios a determinados terceros. La doctrina tiende a considerar
valido el pacto si esta contenido dentro de razonables límites de tiempo y
cuando concurra un interés socialmente apreciable que lo justifique, tendiendo
a condenar los convenios que tengan una simple finalidad de monopolio o de
cartel.
Otro pacto posible, pero excepcional, es el relacionado con precios,
desigualdades contractuales, representaciones territoriales y franquicias,
convenio permitido por el artículo 18 de la Ley para la promoción y protección
de la libre competencia. Los contratos de agencia y otros similares pueden
incluir una cláusula de preferencia.
La situación más discutida en el ámbito de la competencia anticontractual
se relaciona con la enajenación del fondo de comercio. Se discute si la
enajenación lleva implícita la obligación de no competir.

5.- La Protección de la Libre Competencia:

Los países europeos occidentales más avanzados y los Estados unidos de


América naciones en las cuales el sistema capitalista ha alcanzado el más alto
grado de desarrollo, tienen un régimen legal dirigido a preservar el más
adecuado funcionamiento de la libre competencia, base de la economía de
mercado, esta regulación ha nacido como un paso más delante de la antigua
postura liberal de la libertad sin límites de los sujetos de la vida económica,
para asegurar la existencia de la libre competencia y para defenderla de la
posibilidad de su propia destrucción. El movimiento legislativo europeo en esta
materia, que no es muy antiguo, recibió n influjo decisivo después de la
Segunda Guerra Mundial con la adopción de normas inspiradas en el sistema
norteamericano. La justificación que se ha dado para la promulgación de leyes
en esta materia se relaciona con la defensa de la competencia como institución
de la economía de mercado y la consolidación de la libertad individual en el
ejercicio de la actividad económica, extremos de una paradoja cuyo adecuado
equilibrio debe preservarse.
La fórmula utilizada por la legislación norteamericana, seguida por la
europea del mercado común, es la de regulación de las practicas restrictivas
de la competencia, las cuales pueden provenir de la conducta de las empresas
(colusión) o de situaciones del mercado (monopolios). Son las mismas
situaciones a las cuales se refiere la doctrina alemana como Massnabne y
Zustand respectivamente.
La competencia es una noción de orden económico. Las legislaciones
suponen que el fenómeno es conocido y como tal lo regulan, desde el punto de
vista de las situaciones que se consideran como practicas restrictivas de la
competencia. En todo caso, la noción económica de competencia se entronca
con el liberalismo expuesto por Adam Smith, quien suponía la existencia de
una “mano invisible” capaz de ordenar el curso de la actividad económica.
Reconociendo que la competencia supuesta por algunos economista no existe,
sino que la realidad ofrece una competencia imperfecta o efectiva, los juristas
intentan construir la noción jurídica de competencia con resultados poco
exitosos, terminando por aceptar lo expuesto.
La descripción de la competencia en los términos expuestos pone de relieve
dos aspectos esenciales del fenómeno: a) la existencia de varias empresas; b)
su actuación autónoma (no concertada).
La defensa de la situación que contiene esos elementos es el propósito
esencial de las leyes que castigan las prácticas restrictivas, considerando tales
los convenios, las decisiones o la conducta conscientemente paralela, por
virtud de la cual las empresas “unifican o limitan sus posibilidades de
actuación, evitando o disminuyendo de este modo el riesgo de que la clientela
o los suministradores pasen a otra empresa”.
La competencia puede también ponerse en peligro o llega a sufrir daño a
través de la agrupación o concentración de empresas. La disminución de las
unidades económicas que actúan en el mercado puede llevar a un monopolio o
a una situación de dominio del mercado, eliminando o limitando las
escogencias de la clientela. Por estas razones las legislaciones de países
desarrollados regulan el fenómeno de la fusión, el de la toma de control (take-
over), el holding, la división (split) y otras manifestaciones de la concentración y
diversificación de las empresas. Estas actividades no son necesariamente
condenables.
6.- Órgano encargado para la protección de la libre competencia:
La Superintendencia para la Promoción y Protección de la Libre
Competencia “Procompetencia”, es el organismo responsable de la aplicación de
la ley que regula la actuación de los agentes económicos con el fin de evitar las
prácticas restrictivas del funcionamiento del mercado que afectan el beneficio de
los consumidores y productores, y que además; tiene entre sus propósitos, prestar
el apoyo técnico al Ministerio de Industrias Ligeras y Comercio en el desarrollo de
las políticas públicas en el área de su competencia, principalmente en la
realización de estudios económicos sectoriales e investigaciones preliminares que
sirven de fundamento para el análisis y estudios de los precios, comportamiento
del mercado, medidas de salvaguarda, análisis de medidas complementarias,
revisión de diversas leyes, entre otros. La superintendencia, Procompetencia
como ya se señaló, nace con la promulgación de la Ley en el año 1992, siendo
éste el único instrumento legal que en forma general regula la competencia en
Venezuela, sin embargo, a medida que se fue desarrollando la institución se
introdujeron otros instrumentos jurídicos que fortalecieron su capacidad de
respuesta, ya que han hecho factible la aplicación de la Ley, es decir,
reglamentos, lineamientos legales, entre otros.

7.- Fondo de Comercio:

La transmisión de la empresa puede ser enfocada como la transferencia de


los elementos que se integran en la unidad que algunos sistemas jurídicos
catalogan como “azienda” (derecho italiano), como “establecimiento” (derecho
español) o como “fondo de comercio” (derecho francés, argentino y derecho
venezolano). Sin embargo, la visión unitaria del fondo de comercio tiene serias
dificultades, no solo cuando se realiza desde el punto de vista jurídico, sino cundo
se efectúa desde el propio ángulo económico, como se apreciara mas adelante.
La figura del fondo de comercio es de reciente tratamiento legislativo en
Venezuela. Antes de 1955 solo había menciones referenciales en el código de
comercio y en otros textos legales, lo cual no debe causar extrañeza, porque las
codificaciones del siglo XIX no consideraron el fondo de comercio como unidad. La
primera reglamentación importante sobre la materia fue la ley francesa del 17 de
marzo de 1909 (Ley Cordelet). En nuestro país, fue Roberto Goldschmidt, redactor
de la reforma del Código de Comercio de 1955, quien se ocupó de proponer una
regulación, que si bien es parcial, atiende los problemas más urgentes planteados
por la transferencia de lo que el lenguaje ordinario se llama en Venezuela un
“negocio”, creándose un régimen de salvaguarda de los derechos de los
acreedores del enajenante.
El Código de Comercio venezolano no define el fondo de comercio, sino
que trata directamente de su enajenación, en los artículos 151 y 152, dando por
supuesto que la noción es conocida. Otras referencias del derecho positivo se
encuentran en el ordinal 3° del artículo 2° ejusdem, que tipifica la compra y la
venta de una establecimiento de comercio como acto objetivo de comercio; en el
numeral 10 del artículo 19 del mismo texto legal, que ordena la inscripción de la
venta de un fondo de comercio en el Registro Mercantil; en el artículo 69 del
Código Civil, que menciona al establecimiento de comercio como elemento
patrimonial de la herencia del pupilo, elemento que debe enajenarse o liquidarse,
o cuya explotación puede continuar, conforme a la conveniencia del menor; y en la
Ley de Hipoteca Mobiliaria y Prenda sin desplazamiento de posesión de 1973, la
cual regula la hipoteca mobiliaria del fondo de comercio.

8.- Naturaleza Jurídica del Fondo de Comercio:

La noción de fondo de comercio sigue siendo una noción empírica, aun cuando
es evidente que los distintos elementos capaces de retener una clientela deben
estar unidos para tener un valor venal superior al que tendría cada uno de ellos si
fuese objeto de transacciones separadas. No se trata en manera alguna de una
unión "de derecho" de los diversos elementos que componen el fondo de
comercio.
Hay que explicar cómo un conjunto de elementos diversos, incorporales y
corporales, pueden constituir una entidad. La demostración de que los elementos
se hallan unidos por un destino común no basta, o parece no bastar, para captar la
naturaleza jurídica de ese conjunto que es el fondo de comercio.
En la búsqueda de un catalizador, es decir, de la explicación causal, las
opiniones se han dividido, tanto en jurisprudencia cuanto en doctrina. Es
importante conocerlas para definir la naturaleza jurídica del fondo de comercio en
sus aplicaciones prácticas.
Los autores se dividen en dos grupos. Unas veces toman en consideración la
reunión de los elementos que componen el fondo, considerado como una
universalidad y otras, tienen en cuenta la naturaleza de los elementos que lo
integran, para definirlo como un derecho de propiedad incorporal de naturaleza
mobiliaria. Comprende la teoría de la universalidad, universalidad jurídica
universalidad de hecho.
Para responder a la pregunta no encontramos apoyo ni en el Código de
comercio, en razón de su anterioridad a la noción de fondo de comercio, ni en la
ley de 17 de marzo de 1909 o en las leyes de 11 de marzo de 1949 y 26 de julio
de 1955 que la complementaron..
Es que la noción de fondo de comercio sigue siendo una noción empírica, aun
cuando es evidente que los distintos elementos capaces de retener una clientela
deben estar unidos para tener un valor venal superior al que tendría cada uno de
los si fuesen objeto de .transacciones separadas. No se trata en manera alguna de
una unión "de derecho" de los diversos elementos que componen el fondo' de
comercio. Por un lado, el legislador no los determina sino a propósito de los
privilegios del vendedor y del acreedor pignoraticio; por otro, el titular del fondo no
está obligado a mantenerlos unidos. Puede separados a su antojo y venderlos
aisladamente a distintos adquirentes. .
Hay, pues, que explicar cómo un conjunto de elementos diversos, incorporales
y corporales, puede constituir una entidad. La demostración de que los elementos
se hallan unidos por un destino común la explotación comercial- y un fin
determinado -la conquista de clientela- no basta, o parece no bastar, para captar
-la naturaleza jurídica de ese conjunto que es el fondo de comercio.
En la búsqueda de un catalizador, es decir, de la explicación causal, las
opiniones se han dividido, tanto en jurisprudencia cuanto en doctrina. Es
importante conocerlas para definir la naturaleza jurídica del fondo de comercio en
sus aplicaciones prácticas…

9.- Elementos constitutivos del Fondo de Comercio:

 ELEMENTOS INCORPORALES.
Unos, que son la base de la explotación, dan su verdadero valor al fondo;
por lo general se ceden con él porque constituyen su sustancia. Otros
ordinariamente derechos y obligaciones difícilmente separables.
Un fondo de comercio al que no se halla vinculada clientela alguna, pierde
su calificación jurídica. La jurisprudencia saca la consecuencia de que no puede
haber cesión, locación o aporte a sociedad de un fondo cuando su propietario
conserva la clientela o si esta ha desaparecido.
 ELEMENTOS CORPORALES
Dos categorías. - Por oposición a los elementos incorporales, constitutivos
del monopolio de la clientela conferido a quien los explota, los elementos
corporales se presentan como secundarios en razón de su carácter fungible.
a) Unos se refieren al material y a las herramientas.
b) Otros a las mercaderías.
 MATERIAL Y HERRAMIENTAS
Ambos términos se toman, generalmente, en un mismo sentido. Designan los
objetos mobiliarios destinados a la explotación. Su valor comercial es grande en la
industria y en ciertos comercios (transportes, por ejemplo) y menor en otros
(Tiendas de comestibles, por ejemplo y de modo general en el comercio
minorista).

10.- Enajenación del Fondo de Comercio:

La enajenación de un fondo de Comercio, perteneciente a firma que esté o no


inscrita en el Registro Mercantil, o la de sus existencias, en totalidad o en lotes, de
modo que haga cesar los negocios de su dueño, realizada a cualquier título por
acto entre vivos, deberá ser publicada antes de la entrega del fondo, por tres
veces, con intervalo de diez días, en un periódico del lugar donde funcione el
fondo o en lugar más cercano, si en aquél no hubiere periódico; y en caso de que
se trate de fondos de un valor superior a los diez mil bolívares (Bs. 10.000,oo), y
dentro de las mismas condiciones, en un diario de los de mayor circulación de la
capital de la República.
Durante el lapso de las publicaciones a que se refiere el encabezamiento de
este artículo, los acreedores del enajenante, aun los de plazo no vencido, pueden
pedir el pago de sus créditos o el otorgamiento de garantía para el pago. (Código
de Comercio, art 151).
Cuando no se hayan cumplido los requisitos expresados en encabezamiento
del artículo anterior; el adquirente del fondo de comercio es solidariamente
responsable con el enajenante frente a los acreedores de este último.
Incurre en la misma responsabilidad el adquirente frente a los acreedores del
enajenante cuyos créditos reclamados durante el lapso de las publicaciones no
hubieren sido pagados o garantizados, siempre que ellos hubieren hecho su
reclamación durante el término señalado. (Código de Comercio, art 152).

11.-Contratos Mercantiles:

El contrato es una especie del convenio que produce o transfiere derechos y


obligaciones, así que podemos afirmar que el contrato mercantil es el acuerdo de
dos o más voluntades para crear o transferir derechos y obligaciones de
naturaleza mercantil en la cual existe, en una de las partes, la presencia de un
comerciante, ya que su fin es la industria o el comercio o por el carácter mercantil
del objeto sobre el que recae, es decir, es un negocio jurídico bilateral que tiene
por objeto un “acto de comercio.
Un “acto de comercio” es todo aquél acto regulado en el Código de Comercio,
o cualquier otro análogo. Un negocio jurídico puede ser considerado un “acto de
comercio” en función de la condición de las partes que intervienen en él (si son
comerciantes o no), en función de su objeto (si tiene un objeto que el Código de
Comercio reputa mercantil, o no), o en función de los dos criterios tomados
conjuntamente.

12.- Solidaridad Pasiva:


La solidaridad es pasiva cuando la obligación resulta contraída por varios
deudores, cada uno de los cuales está precisado a satisfacer al acreedor la
totalidad de la prestación debida, bien entendido que el cumplimiento de uno libera
a todos.
En la “solidaridad pasiva” existe la posibilidad de que lo que le ocurra a un
codeudor solidario no afecte al resto, ciertamente es un caso excepcional. Si esta
circunstancia acontece, se hablará de las “excepciones personales del codeudor
solidario”.
Para estudiar los efectos de la solidaridad pasiva, es necesario distinguir en la
“obligación a la deuda”, en otras palabras, diferenciar las consecuencias que se
producen entre el acreedor y los deudores desde el nacimiento de la obligación
solidaria hasta su extinción – y por otro lado – veri,car los efectos de contribución
a la deuda, que consiste en analizar qué es lo que ocurre entre los codeudores
una vez que se ha extinguido la obligación solidaria.
Ergo, los efectos de las obligaciones solidarias se deben estudiar en dos
momentos distintos. En primer lugar, cuando está vigente la obligación y, en
segundo lugar, cuando ésta ya se ha extinguido. Los efectos consisten en una
historia con dos partes; en la primera fase se abarca desde el nacimiento a la
extinción de la obligación, y en la segunda fase se incluye lo que sucede
posteriormente a la extinción de la obligación.

13.- La Oferta:

La oferta es un acto jurídico unilateral dirigido al perfeccionamiento de un


contrato, la cual contiene los elementos esenciales del negocio jurídico que se
quiere celebrar. Sin embargo una oferta en firme compromete al vendedor si el
comprador acepta la oferta dentro de un plazo razonable. El sentido de
"razonable" depende de la interpretación, por lo que los vendedores deben
estipular un plazo límite a partir del cual la oferta caduca.
El artículo 845 del Código de Comercio establece que la oferta mercantil es “el
proyecto de negocio jurídico que una persona formule a otra”, requiere que se
contemple “los elementos esenciales” del mencionado acuerdo negocial, y estipula
que dicha propuesta debe haber sido “comunicada al destinatario”.

14.- La Aceptación:

Con origen en el término latino acceptatio, el concepto de aceptación hace


referencia a la acción y efecto de aceptar. Este verbo, a su vez, está relacionado
con aprobar, dar por bueno o recibir algo de forma voluntaria y sin oposición.
Es la declaración pura y simple del librado cambiario por la que éste se obliga
a pagar la letra a su vencimiento. Por virtud de ella, el aceptante se convierte en el
deudor principal y directo. A él habrá de reclamarse en principio el pago, y
respecto de él no se produce perjuicio o decadencia.

15.- Eficacia Jurídica de los contratos electrónicos:

El uso generalizado de Internet como forma de comunicación, sin duda ha


alterado la estructura del mercado, ofreciendo a las personas una nueva manera
de contratar.
El contrato electrónico, de una manera sencilla se entiende como venta online,
esto es, vender y comprar productos y/o servicios a través de escaparates Web.
Los productos comercializados, pueden ser productos físicos (viajes, teléfonos
móviles consultas legales online…), o productos digitales (imágenes, sonidos,
bases de datos, software…).
Pero el comercio electrónico, en un sentido amplio, incluye todas las
actividades que se realizan antes, durante y después de la venta. Estas
actividades, incluyen publicidad, negociación entre vendedor y comprador,
formalización del contrato, atención al cliente antes y después de la venta.
La contratación electrónica, cuenta con unas normas que le son aplicables y
cuyo fin fundamental es la protección del consumidor.

16.- La Firma Electrónica, efectos y normativa que rige:

La firma electrónica es un conjunto de datos electrónicos que acompañan o


que están asociados a un documento electrónico y cuyas funciones básicas son:
Identificar al firmante de manera inequívoca. Asegurar la integridad del documento
firmado.
La contratación electrónica que nos ocupa puede ser calificada como civil o
mercantil. Los requisitos esenciales que deben concurrir para que exista un
contrato electrónico civil, conforme al art 1261 Código Civil son:
1. Consentimiento de las partes contratantes.
2. Objeto cierto, posible y determinado (o determinable) materia del contrato.
3. Causa de la obligación que se establezca.
4. Forma, cuando ésta es exigida de la forma “ad solemnitatem”.
El consentimiento.  Es el concurso de la oferta y la aceptación sobre la cosa y
causa que han de constituir el contrato.
El consentimiento puede estar viciado (siendo causa de nulidad del contrato),
si se presta por error, bajo violencia, intimidación o dolo (engaño).
El Objeto. No pueden ser objeto de contrato, las cosas o servicios imposibles.
El objeto del contrato debe ser una cosa determinable.
Causa. Los contratos sin causa no producen efecto alguno. La causa ha de ser
lícita, es decir, no contraria a la ley o a la moral.
Art 23 LSSICE: “Los contratos electrónicos producirán todos los efectos
previstos en el ordenamiento jurídico, cuando concurra el consentimiento y los
demás requisitos necesarios para su validez.
Siempre que la Ley exija que el contrato o cualquier información relacionada
con el mismo conste por escrito, este requisito se entenderá satisfecho si el
contrato o la información se contiene en un soporte electrónico”.
Por tanto, la forma electrónica se equipara en cuanto a su validez y eficacia a
la forma escrita.

17.- Contrato de Cuenta Corriente:

El contrato de cuenta corriente es aquél por el cual dos personas, por lo


general comerciantes, temporalmente se conceden crédito recíproco en el sentido
de quedar obligadas ambas partes a ir sentando en cuenta sus remesas mutuas,
como partidas de cargo y abono, sin exigirse el pago inmediato, sino el saldo, a
favor de la una o de la otra, resultante de una liquidación por diferencia, al ser
cerrada aquélla en la fecha convenida.

18.- Contrato de Préstamo:

Contrato de préstamo es aquel contrato por el que se entrega un objeto o


cantidad de dinero al prestatario, quien se obliga a restituirlo con posterioridad. Por
su objeto el préstamo se clasifica en: Mutuo o préstamo de consumo, se aplica al
préstamo de cosas consumibles, como el trigo, el dinero.
Los sujetos del contrato de mutuo o préstamo simple son el prestamista (o
mutuante) que entrega el dinero o la cosa fungible y el prestatario (o mutuario) que
la recibe, con obligación de devolver otro tanto de la misma especie y calidad.

19.- Contrato de Fianza:

La fianza es el contrato de garantía por el cual una persona (fiador), se


compromete ante el acreedor de otra (deudor fiado), a responder por el
cumplimiento de las obligaciones del fiado.
Se caracteriza, en ser un contrato accesorio (accede a una obligación principal,
siguiendo la suerte de ésta); unilateral (porque el único obligado en la fianza es el
fiador, pues, el deudor lo es en la obligación principal); gratuito, por su propia
esencia (el deudor no remunera al fiador) y literal (debe constar por escrito, bajo
pena de nulidad).
Sus requisitos principales son dos: consentimiento y existencia de una
obligación principal. El consentimiento debe ser tanto del acreedor como del fiador
(no interesa el del deudor). El fiador debe tener capacidad para obligarse, aunque
carezca de bienes, pues, interesa más su solvencia moral.
La obligación principal; debe ser válida, siendo la fianza únicamente accesoria,
ya que si se extingue o anula la principal, carecerá de objeto la fianza. El fiador no
puede obligarse más allá de lo debido por el deudor. Si son varios los fiadores, se
presume que la responsabilidad es mancomunada; solo se dará la solidaridad, si
así se convino expresamente.
20.- Contrato de Cuentas de Participación:

Las cuentas en participación son el único tipo de sociedad o comunidad interna


que conoce el Derecho mercantil, las que por lo general carecen de personalidad
jurídica. Se trata de una fórmula asociativa entre empresarios individuales o
sociales que hace posible el concurso de uno de ellos (el partícipe) en la empresa
del otro (gestor), quedando ambos a resultas del éxito o fracaso del último. Su
condición de sociedad no ofrece dudas: el fin común perseguido es la obtención
de ganancias mediante la explotación del negocio del gestor y ambas partes
contribuyen a su consecución. La cuenta en participación es un tipo mercantil por
razón de los sujetos.

El contrato consiste en la participación del cuenta-participe en los negocios u


operaciones del gestor de la cuenta.

Esta participación se lleva a cabo a través de la contribución con un capital


convenido entre las partes para llevar a cabo las operaciones del gestor. De esta
forma ambos sujetos (participe y gestor) se hacen partícipes de los resultados
positivos o negativos de la operación en la proporción que pacten.

Entonces se pueden plantear dos escenarios:

 Si el proyecto del gestor funciona correctamente el participe recuperará la


aportación y una parte de los beneficios, en proporción a lo pactado.
 Si el proyecto del gestor no funciona, el participe asumirá las pérdidas en la
proporción a lo pactado y con cargo a la aportación realizada inicialmente.

Las virtudes de este contrato radican en dos puntos:

 De un lado el interés del gestor en obtener una financiación y aumentar su


liquidez sin tener que abonar unos intereses ni obligarse a devolver el
capital obtenido.
 Por otro lado, el partícipe en obtener importantes beneficios de un negocio
a priori rentable sin tener que responder más allá de la aportación realizada
en un inicio.

21.- Contrato de Comisión:

El contrato de comisión mercantil es un contrato por el cual un comerciante


(denominado comitente) le encarga a otro comerciante (denominado comisionista)
realizar actos de comercio en su nombre (pueden ser actos de promoción o venta)
a cambio de una remuneración (comisión).
En el contrato de comisión mercantil no existe una relación de laboral entre el
comitente y el comisionista, puesto que la remuneración que obtendrá el
comisionista vendrá de las ventas realizadas por el comisionista de los productos y
servicios ofertados por el comitente.
En el contrato de comisión mercantil serán establecidos los lineamientos que
deberá de seguir el comitente, así como el área geográfica en el que podrá
realizar los actos de comercio encomendados.
Un aspecto clave que caracteriza este contrato es la independencia del
comisionista frente al comitente, es decir, no existe una relación de subordinación,
un vínculo o una relación laboral entre los contratantes.

22.- Contrato de Agencia:

El contrato de agencia es aquel en el que una persona física o entidad jurídica


independiente, al que se denomina «agente comercial» adquiere la obligación de
promover operaciones de comercio a un tercero, de manera prolongada y a
cambio de una remuneración económica.
En resumen, es un contrato por medio del cual una persona o empresa
encarga a otra persona o empresa denominada agente, para que venda sus
productos, los produzca o preste sus servicios, en un determinado territorio,
actuando de forma independiente y estable como representante de uno o varios
de sus productos o servicios.
23.- Contrato de Concesión:

La concesión es un contrato innominado por el cual una persona denominada


"concedente" se obliga a suministrar a otra persona denominada " concesionario"
determinados productos, que el concesionario se obliga a comprar para revender
en una zona determinada. El contrato de concesión establece un cuadro normativo
para regular las futuras relaciones entre concedente y concesionario, entre éste y
sus clientes y aun entre los distintos concesionarios.
El concedente puede ser un fabricante, un importador o un mayorista. El
concesionario es un comerciante, generalmente minorista, que compra al principal
y revende al consumidor, con la característica de que comercializa ciertos
productos en un régimen de exclusividad dentro de una determinada zona.
La concesión del derecho a distribuir directamente sus productos no es
absoluta, puesto que el concedente la limita espacial y temporalmente. La
limitación espacial surge de la demarcación al concesionario de una zona de
exclusividad, donde el concedente se obliga a no vender por sí o por otros. La
limitación temporal surge del plazo establecido en el contrato o de la reserva para
el concedente del derecho de rescisión unilateral.
El concedente no se obliga a pagar retribución alguna al concesionario. La
ganancia del concesionario está determinada por la diferencia entre el precio al
que le vende el concedente y el precio a que él mismo revende, deducidos los
gastos que supone la distribución. Ambos precios, en general, los fija el
concedente.
En el cumplimiento del contrato ambas partes tienen el deber de actuar en el
interés común, procurando que con su actividad se logre la mejor comercialización
de los bienes, para que ello redunde en beneficios económicos mutuos. El
concedente debe dirigir lealmente y con buena fe la red económica de
concesionarios. El concesionario aplicará los métodos de venta y publicidad
adecuados o impuestos por las condiciones generales y, en todo momento,
defenderá el prestigio del bien objeto de la concesión.

24.- Contrato de Arrendamiento Financiero:


El arrendamiento financiero también conocido como «leasing» es un contrato
mediante el cual la arrendadora se compromete a otorgar el uso o goce temporal
de un bien al arrendatario, ya sea persona física o moral, obligándose este último
a pagar una renta periódica que cubra el valor original del bien, más la carga
financiera, y los gastos adicionales que contemple el contrato.
Es decir, en otras pequeñas palabras se entiende por arrendamiento
financiero, el contrato mediante el cual el arrendador concede el uso y goce de
determinados bienes, muebles e inmuebles, por un plazo de cumplimiento forzoso
al arrendatario, obligándose éste último a pagar un canon de arrendamiento y
otros costos establecidos por el arrendador. Al final del plazo estipulado el
arrendatario tendrá la opción de comprar el bien a un precio predefinido,
devolverlo o prorrogar el plazo del contrato por periodos ulteriores.
El contrato de arrendamiento financiero deberá constar por escrito, ya sea en
escritura pública o en documento privado autenticado.

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