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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN
OBJETIVOS GENERALES DEL CURSO

UNIDAD 1 EVOLUCIÓN DOCTRINAL DE LAS DIVERAS TEORÍAS ELABORADAS PARA


EL ESTUDIO DEL DELITO
1.1Teorías causalista y finalista de la acción. 11
1.1.1 El causalismo y sus principales exponentes. 11
1.1.2 El finalismo. Representantes sobresalientes. 12
1.2 Teorías psicologista y normativista de la culpabilidad. 13
1.2.1 Psicologismo y su principales exponentes. 13
1.2.2 Normativismo. Representantes sobresalientes. 13
1.3 El modelo lógico. 14
1.3.1 Concepción de la norma. 14
1.3.2 Seguidores en México. 26
1.4 Teoría sociologista. 26
1.4.1 Enfoque de la teoría. 26
1.4.2 Representantes sobresalientes. 27

UNIDAD 2 CONCEPTO Y PRESUPUESTOS DEL DELITO


2.1 El delito y la sistemática para su estudio. 29
2.1.1 El concepto de delito. 29
2.1.2 Sistemática para el análisis del delito. 32
2.1.3 Clasificación del delito. 33
2.2 Presupuestos del delito. 38
2.2.1 Sujeto activo. 38
2.2.1.1 Persona física y persona moral. 38
2.2.1.1.1 Calidad. 39
2.2.1.1.2 Número. 39
2.2.1.2 Derecho vigente. 40
2.2.2 Sujeto pasivo. 40
2.2.2.1 Calidad. 40
2.2.2.2 Número. 41
2.2.3 Objeto material. 41
2.2.3.1 Contenido. 41
2.2.3.2 Distinción con el sujeto pasivo. 42
2.2.4 Objeto jurídico y bien jurídico tutelado. 42

UNIDAD 3 LOS ELEMENTOS DEL DELITO


3.1 Causalismo. 44
3.2. Finalismo. 44
3.3. Funcionalismo. 45
3.4 Modelo lógico. 45

1
UNIDAD 4 CONDUCTA Y AUSENCIA DE CONDUCTA
4.1 Teorías que explican la conducta. 51
4.2 Formas de la conducta. 53
4.2.1 La acción. 53
4.2.2 La Omisión. 54
4.2.2.1 Omisión simple. 54
4.2.2.2 Omisión compleja. 55
4.3 Elementos de la conducta. 55
4.3.1 Manifestación de la voluntad. 55
4.3.2 Nexo causal. 56
4.3.3 Resultado. 56
4.4 Hipótesis de ausencia de conducta. 57
4.4.1 Vis maior o fuerza mayor. 58
4.4.2 Vis absoluta. 58
4.4.3 Movimientos o actos reflejos. 59
4.4.4 Otras circunstancias. 59
4.4.4.1 Sueño. 60
4.4.4.2 Sonambulismo 60
4.4.4.3 Hipnotismo. 60
4.4.5 Código Penal vigente. 61

UNIDAD 5 TIPICIDAD Y ATIPICIDAD


5.1 Tipicidad. 64
5.1.1 Concepto. 64
5.1.2 El tipo y sus elementos. 65
5.1.2.1 Objetivos. 65
5.1.2.2 Normativos. 65
5.1.2.3 Subjetivos. 65
5.1.3. Clasificación de los delitos en orden al tipo. 66
5.2 Atipicidad. 67
5.2.1 Concepto. 67
5.2.2 Causas de atipicidad. 67
5.2.2.1 Falta de calidad o de número en el sujeto activo. 68
5.2.2.2 Falta de calidad o de número en el sujeto pasivo. 68
5.2.2.3 Falta del objeto material. 68
5.2.2.4 Falta del objeto jurídico. 68
5.2.2.5 Falta de referencias temporales o espaciales. 68
5.2.2.6 Falta de medios comisivos. 69
5.2.2.7 Falta de elementos subjetivos. 69
5.2.3 Ausencia de tipo. 69

UNIDAD 6 ANTIJURIDICIDAD Y CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN


6.1 Antijuridicidad. 72
2
6.1.1 Concepto. 72
6.1.2 Clases de antijuridicidad. 73
6.2 Causas de justificación. 74
6.2.1 Su esencia. 74
6.2.2 Consentimiento del ofendido. 75
6.2.3 Defensa legítima. 75
6.2.4 Estado de necesidad. 76
6.2.5 Ejercicio de un derecho. 77
6.2.6 Cumplimiento de un deber. 78
6.2.7 Reglas generales para las causas de justificación. 78

UNIDAD 7 IMPUTABILIDAD E INIMPUTABILIDAD


7.1 Imputabilidad 81
7.1.1 Concepto. 81
7.1.2 Ubicación en la estructura del delito. 82
7.2 Inimputabilidad. 84
7.2.1 Desarrollo intelectual retardado. 84
7.2.2 Trastorno mental. 85
7.2.3 Los menores de edad. 85
7.3 Las acciones libres en su causa. 86
UNIDAD 8 CULPABILIDAD E INCULPABILIDAD
8.1 Culpabilidad 88
8.1.1 Teorías que la explican. 88
8.1.2 Concepto 89
8.1.3 Formas de la culpabilidad. 89
8.1.3.1 Dolo. 89
8.1.3.2 Culpa. 91
8.2 Inculpabilidad. 93
8.2.1 Formas de la inculpabilidad. 94
8.2.1.1 Error invencible. 94
8.2.1.2 No exigibilidad de otra conducta. 96

UNIDAD 9 CONDICIONES OBJETIVAS DE PUNIBILIDAD Y SU AUSENCIA.


9.1 Naturaleza jurídica. 100
9.1.1 Concepto. 100
9.1.2 Ubicación en la teoría del delito. 101
9.2 Ausencia de condiciones objetivas de punibilidad. 103

UNIDAD 10 PUNIBILIDAD Y EXCUSAS ABSOLUTORIAS.


10.1 Incorporación de la punibilidad en la norma penal. 105
10.2 Distinción entre punibilidad, pena y punición. 107
10.3 Excusas absolutorias. 109
10.3.1 La Política Criminal. 110
10.3.2 Derecho vigente. 111
3
UNIDAD 11 FORMAS PERFECTAS E IMPERFECTAS DE EJECUCIÓN DEL DELITO.
11.1 Fase interna del Iter Criminis. 118
11.1.1 Idea criminosa. 118
11.1.2 Deliberación. 118
11.1.3 Resolución. 119
11.2 Fase externa del Iter Criminis. 119
11.2.1 Manifestación. 119
11.2.2 Preparación. 119
11.2.3 Ejecución. 120
11.3 Tentativa. 121
11.3.1 Tentativa acabada y su sanción. 122
11.3.2 Tentativa inacabada. 122
11.4. Desistimiento y arrepentimiento 122
11.4.1 El desistimiento y sus efectos. 123
11.4.2 El arrepentimiento y su ineficacia. 123
11.5 Tentativa imposible 125

UNIDAD 12 AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN.


12.1 Autoría material. 127
12.2 Autoría mediata. 127
12.3 Autoría intelectual. 128
12.4 Coautoría. 131
12.5 Complicidad. 131
12.6 Encubrimiento. 132
12.7 Sujeto activo plural. 133
12.8 Asociación delictuosa. 134

UNIDAD 13 CONCURSO DE DELITOS.


13.1 Concurso ideal o formal de delitos. 138
13.1.1 Homogéneo. 138
13.1.2 Heterogéneo. 139
13.2 Concurso real o material de delitos. 140
13.3 Acumulación, reincidencia y habitualidad. 140

UNIDAD 14 CONCURSO APARENTE DE NORMAS O CONCURRENCIA DE NORMAS


INCOMPATIBLES ENTRE SÍ.
14.1 Concurso aparente de normas. 142
14.1.1 Concepto. 142
14.1.2 Ubicación en la teoría del delito. 142
14.2 Principios que rigen el concurso aparente de normas. 143

BIBLIOGRAFÍA
4
LEGISLACIÓN

5
INTRODUCCIÓN

La labor prístina del Derecho se encuentra perfectamente identificada con los fines que la colectividad como tal
persigue. Su papel se circunscribe a la ordenación social de la acción, calificada por el maestro Preciado Hernández de justa y
positiva.
Dentro de las diversas manifestaciones que encontramos del Derecho, se encuentra la delicada tarea de tutelar
determinados bienes jurídicos de primera importancia para el logro de sus objetivos; tal cometido constituye el vórtice del
Derecho Penal.
Es menester apuntar que no forzosamente toda afectación a un bien jurídico interesa el campo del Derecho Penal; si
bien es cierto que el fondo de cada delito es una conducta antisocial, ello no implica la identidad delictiva de dichas conductas;
algunas de ellas caen en el campo del Derecho Administrativo, otras más resultan sancionables conforme a los postulados de
otras ramas del Derecho.
La nota distintiva la encontramos en la magnitud del bien jurídico protegido por la norma jurídico-penal, misma que
recoge en sus entrañas el ideal de respeto a bienes de primerísima jerarquía, como son la vida o la libertad.
Al ser los eventos antisociales situaciones subordinadas a la preexistencia de un tipo penal cabalmente adecuable al
caso concreto, es menester para el estudioso del Derecho adentrarse en el conocimiento y análisis de los elementos
reconocidos habitualmente por la doctrina ius-penalista.
La pugna sempiterna respecto de la consideración de los elementos que conforman al delito, nos lleva a justificar el
hecho de que el presente texto se divida en los siete elementos aceptados por la teoría heptatómica del delito, poniendo de
relieve nuestra postura en el sentido de que el tratamiento bajo este esquema obedece a intereses estrictamente didácticos,
pretendiendo en primer lugar una comprensión global de los temas por parte del educando.
Asimismo, el análisis de los aspectos considerados en la teoría del delito tradicional, no implica una postura precisa de
los autores de este manual; el alumno podrá descubrir que existen apreciaciones novedosas acerca del delito, mismas que
transforman las ideas ortodoxas manejadas en el presente texto; no se trata de otra cosa sino de diferencias a nivel de
sistematización de elementos.
Dejamos en manos de los estudiantes de Derecho este pequeño intento de bosquejar los temas compendiados en el
curso de Teoría del Delito, siempre con la firme esperanza de que constituya un auxiliar fundamental para el aprendizaje de la
materia.
JOSÉ ANTONIO GRANADOS ATLACO
MIGUEL ÁNGEL GRANADOS ATLACO

6
OBJETIVOS GENERALES DEL CURSO:

Al finalizar el curso, el alumno:

Identificará y analizará las diversas teorías que estudian el delito, así como los presupuestos, estructura y elementos del
mismo.

Identificará y analizará las circunstancias que excluyen la responsabilidad penal en nuestro sistema jurídico.

Explicará otras circunstancias concomitantes al análisis de la teoría del delito.

7
UNIDAD 1. TEORÍAS QUE ESTUDIAN LOS ELEMENTOS Y LA ESTRUCTURA DEL DELITO
OBJETIVO PARTICULAR:

Al concluir esta parte del curso, el alumno deberá identificar y distinguir las principales corrientes doctrinarias que se
han formulado para estudiar el delito, sus características y estructura del mismo, estando en aptitud de relacionarlas con la
ley penal vigente en nuestro país.
1.1 Teorías causalista y finalista de la acción.
1.1.1 El causalismo y sus principales exponentes.
Tradicionalmente se ha tenido una concepción de la acción basada en que detrás de cada hecho delictivo existe una
fuente generadora del mismo, para esta tendencia sólo se toma en cuenta la producción causal del resultado.
Bacigalupo nos enmarca una serie de aspectos que atribuye a la teoría antagonista del finalismo:
1.- Respecto de la acción nos señala que ésta se conforma de la suma del movimiento corporal y la causalidad del
resultado.
2.- Por lo que hace al tipo, la teoría en cita lo hace depender de la causación del resultado.
3.- En cuanto a la culpabilidad, distinguen sus seguidores al dolo de la culpa; en el primero, es imprescindible la
concurrencia de una conocimiento de los hechos y de la antijuridicidad, mientras en los delitos culposos se presenta el binomio
constituido por la infracción objetiva y la infracción subjetiva del deber de diligencia.
Como exponentes sobresalientes de la teoría causalista de la acción tenemos a Novoa Monreal, Sainz Cantero,
Drapkin, Bettiol, Birkmeyer, Ranieri, Porte Petit, Soler, entre otros.
1.1.2 El finalismo. Representantes sobresalientes.
En contraposición a la teoría de la que hemos dado una breve semblanza, encontramos al finalismo, corriente que nace
en los inicios de la segunda mitad de nuestra centuria; postura que guarda un vínculo estrecho con la concepción retributiva de
la pena.
Sobresale el concepto de acción acuñado por los juristas adheridos a esta teoría, basándola en la trascendencia que
tiene "la dirección del comportamiento del autor a un fin por éste prefijado."1
Esta corriente ubica al dolo fuera de su posición tradicional, lo reduce al conocimiento y a la voluntad de realización del
tipo objetivo del evento antisocial, convirtiendo a la intencionalidad en un elemento del ilícito. Dolo y culpa se subsumen en el
esquema finalista al tipo, como formas de ilicitud y no de la culpabilidad, reduciéndose ésta última a una capacidad de
reproche, es decir, a una imputabilidad.
Bacigalupo caracteriza de la siguiente forma a la teoría finalista:
ACCIÓN Dirección de la voluntad al resultado del delito
TIPO doloso: culposo: causación infracción del resultado del deber
objetivo de dolo (conocimiento diligencia de los hechos)
ANTIJURICIDAD ausencia de justificación.
CULPABILIDAD capacidad de culpabilidad conocimiento (potencial)de la antijuricidad. 2
1.2 Teorías psicologista y normativista de la culpabilidad.
En cuanto a la consideración del origen de la culpabilidad, podemos localizar dos posturas de diferente confección: la
teoría psicológica, y la normativista; ambas pretenden explicar la naturaleza jurídica de la culpabilidad, sobre las bases que a
continuación trataremos de puntualizar.

1
Bacigalupo, Enrique. Manual de Derecho Penal, p. 71.
2
Op. cit. p. 72.
8
1.2.1 Psicologismo y su principales exponentes. Esta explicación doctrinaria de las condiciones que determinan la
responsabilidad penal encuentra en la voluntad del agente la causa del hecho ilícitos. Se atribuye al evento la existencia de un
nexo psíquico entre el sujeto activo del delito y el acto exteriorizado; supone la posición psicológica del sujeto frente al hecho.
La culpabilidad se considera como una relación subjetiva que se encuentra mediando entre el hecho punible y su autor,
por lo que el estudio de este elemento lleva implícita la necesidad de analizar la esfera psíquica del agente.
Soler, Villalobos, Fontán Balestra, Finger, Meyer, son algunos de los apologetas de esta teoría.
1.2.2 Normativismo. Representantes sobresalientes. La explicación de la culpabilidad en el marco de esta postura
ideológica supone la existencia previa de un comportamiento humano de carácter antijurídico; sólo que para la concepción que
estudiamos no consiste en una simple relación de índole psíquico, ya que tal situación es simplemente el punto de inicio. Una
vez manifestado un hecho concreto, es menester precisar la motivación para discernir entre dolo y culpa.
Con base en la determinación anterior, se debe ubicar si el hecho es o no reprochable, conclusión accesible, siempre
que se tomen en cuenta los elementos antes acotados.
Culpabilidad será equivalente a reprochabilidad, hay una valoración normativa del hecho, lo que supone un juicio de
referencia y axiológico a través del cual se determine que el ejecutante de una conducta típica e ilícita la ha llevado a cabo de
manera culpable.
Frank, Maurach y Goldschmidt son algunos de los autores que se circunscriben a esta postura.
1.3 El modelo lógico.
Dentro de las teorías que han pretendido analizar al Derecho Penal y al delito, encontramos a la escuela del modelo
lógico, misma que ha buscado dar una mayor sistemática a la materia penal y al estudio de los eventos antisociales.
El esquema propuesto por dicha escuela se basa en el uso de la lógica matemática y de estructura semánticas precisas,
transformando por ende la conformación de la teoría tradicional que, bajo dicha perspectiva, ha perdido vigencia y se ha
anquilosado.
En el presente trabajo, retomaremos los elementos y presupuestos típicos que el modelo lógico ha confeccionado como
parte de la intención de transformar el estudio del Derecho Penal y darle un enfoque más metódico y ordenado.
1.3.1 Concepción de la norma. En este punto, la norma jurídico penal se muestra sin ninguna variante esencial frente a
las demás normas jurídicas; esto es, la norma penal va a contener las características de generalidad, abstracción y
permanencia. Al considerarse como elementos de la norma al tipo y a la punibilidad, éstos también deberán por fuerza poseer
las características antes apuntadas.
En el modelo lógico, encontramos diferenciaciones en cuanto a la consideración semántica, así tenemos que se
entiende por norma penal "el sistema normativo estructurado con todos los textos legales generales y abstractos que en forma
necesaria y suficiente describen una determinada clase de eventos antisociales y la correspondiente amenaza de privación o
restricción de bienes del sujeto que realice un evento de la clase descrita." 3
El tipo.
1.- Expresión simbólica del tipo:
T = N B (A A ) P M (J I ) R W V
2.- Análisis semántico:
(N) DEBER JURÍDICO:
Esta literal representa al deber jurídico que en toda norma se encuentra consagrado (este aspecto se ha desdeñado por
los estudiosos de la teoría tradicionalista y restringen la presencia del deber a aquellos delitos cuya forma de presentación es a
través de la inactividad u omisión).
El deber supone la existencia de manera ínsita de un mandato o prohibición encaminados a la tutela y preservación de
un bien de relevancia social en cuanto a su protección.

3
Olga Islas de González Mariscal, Análisis Lógico de los delitos contra la vida, p.
9
(B) BIEN JURÍDICO:
La literal apuntada representa al bien jurídico que se encuentra tutelado por la norma jurídico penal, entendiéndosele
como "el concreto interés individual o colectivo, de orden social, protegido en el tipo legal."4
(A ) SUJETO ACTIVO:
El sujeto activo se identifica con la persona física que ejecuta el evento antisocial considerado por la norma jurídico
penal. Dicho sujeto, entendido como un elemento del tipo es concebido por esta escuela de la siguiente manera: "toda persona
que normativamente tiene la posibilidad de concretizar el contenido semántico de los elementos incluidos en el particular tipo
legal." 5
De la definición antes apuntada, se desprenden varios elementos que a continuación trataremos de explicar, abordando
a la vez todo lo que dentro de la teoría del delito tenga relación con el sujeto activo y que constituyen los vórtices de la
concepción lógica de la norma jurídico penal.
Por otra parte, es pertinente señalar que el hecho de considerar al sujeto activo como elemento del tipo, no implica que
al abordar el estudio del delito se relegue el análisis del sujeto activo; la variante radica en el hecho de que a nivel normativo,
sólo se considera bajo la única perspectiva de lo que consta en el tipo penal, entendido éste, desde un punto de vista funcional
como "una figura elaborada por el legislador con un contenido necesario y suficiente para garantizar uno o más bienes
jurídicos". 6
En tanto que desde el punto de vista fáctico, existe una concreción en el mundo de los hechos que individualiza al sujeto
activo y lo convierte en un agente de carácter "típico"; lo anterior significa que al actualizarse la hipótesis típica, el sujeto activo
también debe estudiarse, sólo que desde un punto de vista tangible y pragmático, soslayando con ello los errores de las
escuelas tradicionales.
En aras de seguir el esquema propuesto, la escuela del modelo lógico aglutina todo lo concerniente al sujeto activo;
dentro de la corriente que analizamos se pueden distinguir cinco subconjuntos del elemento conocido como sujeto activo.
A continuación, trataremos de precisar el contenido de cada uno de estos aspectos relativos al sujeto activo, desde la
perspectiva apuntada por el modelo lógico, haciendo previamente una observación, en el sentido de que este enfoque acude a
un análisis semántico y lógico que lleva al manejo de diversos aspectos que la doctrina tradicional ha ubicado entre los
llamados "elementos del delito".
Con lo anterior se confirma de nueva cuenta la confusión de los planos normativo y fáctico; por tanto, no será raro que
encontremos algunas semejanzas con los esquemas prístinos, sólo que en el caso que nos ocupa, se sigue una pretensión: la
sistematización lógica y coherente.
a) Voluntabilidad. Se entiende como necesaria la presencia de una capacidad psíquica de delito que se subdivide en los
dos primeros aspectos a analizar en relación con la concepción del sujeto activo en el modelo lógico.
La voluntabilidad se puede resumir en una: capacidad de voluntad; por tanto, una capacidad de conocer y querer la
concreción de la parte objetiva no valorativa del particular tipo legal (en la comisión dolosa), o bien una capacidad de conocer y
querer la actividad o inactividad que, por descuido, produce la lesión del bien jurídico (en la comisión culposa). 7
Ya hemos mencionado la importancia de que el sujeto activo de un delito goce de una capacidad volitiva, en virtud de
que el bagaje psíquico juega un papel trascendental para poder conocer y querer la esencia objetiva del ilícito.
Como complemento de la capacidad psíquica a que aludimos, tenemos a la imputabilidad.

4
Olga Islas de González Mariscal. Op. cit.
5
Ibidem. p. 29
6
Idem. p. 44
7
Idem. pp. 34, 35.
10
b) Imputabilidad. Entendemos por imputabilidad una "capacidad de culpabilidad; por lo mismo, una capacidad de
comprender la concreción de la parte objetiva valorativa del particular tipo legal" 8; lo que se puede resumir en una capacidad
de comprender la específica ilicitud.
Este uno de los puntos en los que la doctrina ha incurrido en un error grave, ya que la tendencia generalizada es
estudiar en forma separada e independientemente del sujeto activo lo concerniente a la imputabilidad. (ver unidad 7)
Como es evidente, el modelo lógico considera menester el estudio de la capacidad de comprender la ilicitud específica
al abordar al sujeto activo, toda vez que se considera como una parte esencial y dicotómica de la capacidad psíquica de delito;
dicha capacidad se concibe como residente en la conciencia (fisiológicamente hablando), entendida ésta a su vez como un
estado de vigilia regido por el juicio crítico y que permite al individuo darse cuenta de todo, tanto de sí mismo, como del mundo
que le rodea.
Es una consecuencia de las ideas antes esbozadas, que todas aquellas circunstancias que afecten la conciencia se
traducen en una ausencia de capacidad psíquica; si se trata de una disminución del juicio crítico normal, estaremos en
presencia de una ausencia de imputabilidad; en tanto que si se trata de una falta de conciencia, tendremos entonces que
existirá tanto una ausencia de la voluntabilidad, como de imputabilidad, mismas que irremediablemente constituirán una
incapacidad psíquica, y por tanto, anularían la posibilidad de un reproche ante la comisión de un delito.
c) Calidad de garante. "Calidad de garante es la relación especial, estrecha y directa en que se hallan un sujeto y un
bien singularmente determinados, creada para la salvaguarda del bien." 9
De la manera antes descrita, la doctora Olga Islas define lo que debe entenderse por calidad de garante, aspecto que se
circunscribe básicamente a los tipos de omisión, mismos que se fundamentan en la existencia de un deber de actuar, por parte
del sujeto que ha omitido una actividad para la conservación del bien.
La calidad de garante lleva implícito un deber de evitar; dicho deber variará según las características del tipo omisivo en
consideración.
Para el maestro Márquez Piñero, la calidad de garante representa una "relación estrecha, directa y especial entre el
sujeto activo del delito y el bien o los bienes jurídicamente protegidos en el tipo. Es una situación de hecho que destaca el tipo
penal y que hace que la punibilidad no sea igual para todos." 10
La calidad de garante significa una obligación de ejecutar actos encaminados a evitar la actualización de la lesión típica,
ya que de no llevar a cabo las acciones idóneas para el fin señalado, el omitente se convierte en el generador de una lesión
que si bien no produjo con una actividad positiva, le es atribuida una responsabilidad, como si él hubiese producido el daño de
manera directa.
d) Calidad específica. El alcance de una figura típica en ocasiones se ve restringido en lo que se refiere al sujeto activo,
al señalar determinadas características indispensables para la integración del autor material.
Solamente podrá ser sujeto activo de un delito que señale calidades específicas, quien las reúna en su totalidad, en
caso contrario, podrá estarse en presencia de otra figura típica, pero no de aquélla de la que se han dejado de cumplir las
características concretamente exigidas.
Es necesario hacer notar que en algunos de esos tipos penales que recogen dichas calidades, cuando se trata de tipos
especiales, su tendencia es agravar o atenuar la amenaza de sanción.
El hecho anterior resulta sumamente justificable por virtud del origen del evento antisocial y por la intención perseguida
por el legislador de dar un trato más justo y apegado a los fines de las normas jurídico-penales.

8
Idem. p. 35
9
Idem. p. 36
10
Rafael Márquez Piñero. Apuntes de cátedra: Facultad de Derecho, U.N.A.M. Agosto 1992.
11
La calidad específica "es el conjunto de características exigidas en el tipo y delimitadoras de los sujetos a quienes va
dirigido el deber."11
e) Pluralidad específica. En algunos tipos penales se exige la presencia de varios sujetos activos del delito; de igual
manera que en el caso de las calidades específicas, a falta de alguno de las personas físicas necesarias y suficientes para
hacer factible la lesión del bien jurídico, no se presenta la actualización del tipo penal que exija una autoría material múltiple.

(P) SUJETO PASIVO:


El sujeto pasivo se encuentra representado por la literal que hemos acotado. se debe entender por sujeto pasivo a aquel
sujeto que ha resentido de manera directa el daño inferido a través del evento antisocial por el sujeto activo.
El sujeto que se ve afectado a través de la lesión al interés social concreto es quien sufre el menoscabo derivado de la
conducta.
También se pueden dar dos circunstancias paralelas; por un lado la exigencia típica de una calidad específica en el
sujeto, y por otro, la concurrencia de varios sujetos que vean menoscabado o puesto en peligro un bien jurídico a su favor.
(M) OBJETO MATERIAL:
Se identifica al objeto material con el "ente corpóreo sobre el que la acción típica recae ." 12
El Kernel.
Un subconjunto esencial en el estudio lógico de un delito es el Kernel (voz que lleva en sí misma implicado su valor
neurálgico dentro del modelo lógico). Dentro del Kernel vamos a encontrar ciertos elementos de suma importancia que se
encuentran referidos a otros aspectos indubitablemente presentes en las hipótesis normativas de carácter penal, estos
elementos son insoslayables para efectos de la lesión o puesta en peligro del bien jurídico.

(J) VOLUNTAD:
El primer elemento de este subconjunto es la voluntad, misma que muestra dos vertientes básicas dirigidas a la
intención específica del sujeto activo, presentándose este elemento con un carácter interno, frente al segundo de los elementos
del Kernel, que es la actividad o inactividad.
Dicha voluntad puede ser dolosa (subíndice 1), o puede resultar de carácter culposo (subíndice 2). El dolo supone un
querer y un conocer de la concreción dirigida a la parte objetiva del tipo legal en particular, ajena a los aspectos valorativos.
La culpa, por su parte, lleva implícita la falta de una provisión de cuidado posible y adecuado para evitar una lesión típica
previsible.
(I) ACTIVIDAD-INACTIVIDAD:
La representación de esta literal se supedita al subíndice que la acompañe; si es el 1, estaremos en presencia de una
actividad, es decir, de un movimiento corporal que se encuentra señalado por el tipo específico y que es el idóneo para la
producción del daño al bien jurídico que se ha protegido. Si se trata del subíndice 2, entonces nos estaremos refiriendo a una
inactividad que implica la no realización del movimiento corporal que es prescrito por la ley, a efecto de evitar la lesión de un
bien jurídico.
En el esquema lógico, es aquí donde se ubica la existencia de la consumación y de la tentativa. La primera se da en
función de la no interferencia de factor alguno que impida la lesión; en tanto que la tentativa se presenta en virtud de la
presencia de un factor ajeno a la voluntad del sujeto activo que interfiere la concreción de la intención.

11
Olga Islas de González Mariscal. Op cit., p. 38
12
Olga Islas. Elpidio Ramírez. Lógica del tipo en el Derecho Penal: Editorial Jurídica Mexicana; México, 1970. p. 58
12
(R) RESULTADO MATERIAL:
Se entiende por resultado material a la consecuencia natural que se deriva de la actividad prevista en la descripción
hecha por el legislador. Esto nos lleva a descarta la posibilidad de un resultado de esta naturaleza en los delitos cuyo elemento
externo de la conducta se base en una inactividad.
Dos factores son determinantes para considerar ineludible la concurrencia del resultado material: por un lado la
necesidad, y por otro la idoneidad.
MODALIDADES.
(E) MEDIOS:
Los medios suponen el uso de instrumento específico o la ejecución de una actividad distinta de la acción que exija el
tipo concreto para realizar la conducta o producir la consecuencia.
(G) REFERENCIA TEMPORAL:
Es una condicionante de tiempo que describe el tipo y que limita el ámbito en que ha de realizarse la conducta o
producirse el resultado.
(S) REFERENCIA ESPACIAL:
Condicionante del lugar en que ha realizarse la conducta o producirse el resultado, misma que es estipulada por el tipo
concreto.
(F) REFERENCIA DE OCASIÓN:
Situación especial que requiere el tipo, la cual es generadora de un riesgo para el bien jurídico y es aprovechada por el
sujeto activo para llevara cabo la conducta o producir el resultado típico.

(W) LESIÓN O PUESTA EN PELIGRO DEL BIEN JURÍDICO:


En toda figura típica se presenta una afectación directa al bien que se tutela; la lesión (W) se da cuando hay una
destrucción, disminución, o compresión de dicho bien, lo que supone la consumación cabal del evento antisocial, mientras que
la puesta en peligro (W-) es una medida de probabilidad que se señala en el tipo penal y que se asocia a la destrucción,
disminución o compresión del bien jurídico protegido, hecho que se circunscribe a la tentativa.
(V) VIOLACIÓN DEL DEBER JURÍDICO PENAL:
La conducta lesiva lleva imbíbita una oposición al deber jurídico penal encerrado en la norma; una conducta que al
lesionar o poner en peligro un bien jurídicamente protegido por el tipo, de ninguna manera tiende a su respeto, sino por el
contrario, va a ser lesiva y antisocial.
Clasificación del tipo.-
El tipo penal se puede clasificar a la luz de diversos criterios que han sido considerados por el modelo lógico como
válidos, mismos que retomaremos.
1.- Por el bien jurídico: Los delitos serán simples cuando sólo se consagren a la tutela de un bien jurídico; en tanto que
podrán ser complejos cuando exista una pluralidad de bienes jurídicos protegidos.
2.- Por el sujeto activo: Esta clasificación nos ofrece dos vertientes; por un lado la calidad específica y por otra parte, la
pluralidad específica. En cuanto a la calidad específica, los tipos serán comunes, cuando no se exija calidad alguna en el autor
de un evento antisocial, mientras que los tipos especiales, serán aquellos que sí exijan una calidad en el agente del delito.
En lo que respecta a la pluralidad, los tipos se puede clasificar en monosubjetivos y plurisubjetivos; los primeros se
agotan con la presencia indistinta de uno o más sujetos, mientras que los segundos requieren por fuerza de la concurrencia de
dos o más sujetos para su configuración.
3.- Por el sujeto pasivo: Así como en el sujeto activo se pueden exigir calidad y pluralidad específicas, en el sujeto
pasivo es factible que se presenten estas exigencias en algunos tipos penales. Los tipos serán impersonales cuando el sujeto
pasivo no deba reunir alguna calidad específica, siendo personales cuando sí se exija por la hipótesis la presencia de alguna
peculiaridad en el pasivo.
13
En cuanto a la pluralidad, se sigue el mismo criterio clasificatorio que ya hemos mencionado al hablar del sujeto activo.
4.- Por la pluralidad de supuestos: Este criterio distingue a los tipos penales en dos grandes rubros: conjuntivamente
formados y disyuntivamente formados. En los primeros la confección del tipo se basa en la presencia de supuestos que deben
convergen simultáneamente en el evento antisocial.
Los disyuntivamente formados a la vez se subdividen en: fundamentales (no derivan de otros, sino que por el contrario,
sirven de base para otros tipos), autónomos, especiales (aquellos que surgen con vida propia pero con otros elementos
adicionados) y complementados (tipos con vida subordinada). Dentro de los dos últimos se puede dar una calificación del tipo
que lleva a considerar a su vez una agravación de la punibilidad, o un privilegio que se refleje en la disminución de la
punibilidad.

La punibilidad.
Entendemos por punibilidad “la conminación de privación o restricción de bienes del autor del delito, formulada por el
legislador para la prevención general, y determinada cualitativamente por la clase de bien tutelado y cuantitativamente por la
magnitud del bien y del ataque a éste." 13
1.3.2 Seguidores en México.
Sobresalen en México lo maestros Elpidio Ramírez, Olga Islas de González Mariscal, Rafael Márquez Piñero y Luis de
la Barreda, siendo imperioso reconocer el encomiable esfuerzo de estos doctrinarios por esquematizar el estudio del delito, sin
que el hecho de no haber alcanzado gran difusión indique que no es una aportación significativa.

1.4 Teoría sociologista.


1.4.1 Enfoque de la teoría.
Tal y como su nombre lo indica, esta teoría atiende a los aspectos originados en el seno de la colectividad,
considerando que es el medio social el factor de mayor peso en la aparición y proliferación de los eventos ilícitos.
El análisis del Derecho Penal como un fenómeno social ha despertado entre la doctrina una inquietud dirigida a denostar
la extralimitación que parece presentarse en la Sociología Criminal, ya que su ingerencia no es de los alcances pretendidos por
los sociólogos que ven en su disciplina una panacea.
Cualquiera que sea la definición de la Sociología Criminal que tomemos en consideración, existe el común denominador
de su categoría científica y su objeto de estudio, nos referimos al fenómeno de la criminalidad, su génesis y sus causas,
siempre desde un punto de vista estrictamente social; por lo anterior, cualquier enfoque excedente de este parámetro, no debe
estimarse válido.
1.4.2 Representantes sobresalientes.
Se ha señalado que la concepción sociologista del injusto penal tiene su origen en las ideas positivistas cuyo punto de
partida se identificaba con la consideración del delito como un fenómeno natural y social. Se atribuye a Enrique Ferri un papel
protagónico dentro de esta postura.
Autoevaluación
1. Dé el concepto de delito según Francisco Carrara.
2. ¿Cuál es el sistema unitario?
3. ¿Cuál es el sistema analítico
4. Explique la clasificación tripartita
5. Mencione la clasificación del delito según Castellanos Tena.
13
Olga Islas de González Mariscal. Op. cit.
14
6. Señale las características de la norma penal.
7. Explique brevemente las teorías causalista y finalista de la acción.
8. Anota la expresión simbólica del tipo, según la teoría finalista.
9. Qué se entiende por punibilidad.
10. En orden a Kernel cómo se clasifican los tipos, con base en el finalismo.
11. Señale los elementos positivos y los aspectos negativos, según la teoría causalista.

15
UNIDAD 2. CONCEPTO Y PRESUPUESTOS DEL DELITO
OBJETIVO PARTICULAR:
Al finalizar esta unidad, el alumno describirá y analizará los elementos que se requieren de manera previa para la
configuración de un delito.
2.1 El delito y la sistemática para su estudio.
2.1.1 El concepto de delito.
Se dará inicio al presente tema con algunas consideraciones respecto del delito y sus múltiples acepciones manejadas
por la doctrina ius-penalista.
El maestro Ricardo Franco Guzmán considera al delito como "la conducta humana, antijurídicamente típica, culpable y
sancionada con una pena".14
Por su parte, Ernest Beling concibe al delito como "la acción típica, antijurídica, culpable, sometida a una adecuada
sanción penal y que llena las condiciones objetivas de penalidad". 15
El autor alemán Edmundo Mezger considera que el delito posee tres características esenciales: a) es siempre una
acción; b) dicha acción debe ser antijurídica; y c) ser imputable la acción. Resume el presente autor al delito como "la acción
típicamente jurídica y culpable".16
A su vez el jurista Franco Sodi dice respecto del tema que nos ocupa que: ya sea que se considere al delito como
violación de un deber o de un derecho, ya como violación de los sentimientos morales medios, o solamente de los sentimientos
de piedad o probidad, ya sea que se le mire como un acto que lesiona las formas fundamentales de coexistencia social, de
todas suertes necesita estar previsto en la ley, de donde resulta que, desde una referencia general y abstracta, es siempre un
acto (acción u omisión) sancionado por la ley. 17
Bacigalupo considera que el delito ha ofrecido tradicionalmente dos perspectivas de análisis: como un
comportamiento merecedor de pena o como un comportamiento punible. Ante esto, el autor hispano citado, atribuye una
vinculación estrecha de ambas posturas en el campo de la dogmática jurídica.
Castellanos Tena, dice del delito que dicho vocablo deriva del verbo latino delinquere, cuyo significado es abandonar;
apartarse del buen camino.
Conceptuar al delito ha sido preocupación permanente de los estudiosos del Derecho Penal, y la tendencia ha sido
caracterizar al delito jurídicamente a través de la determinación de sus atributos esenciales.
Para la escuela clásica, y en especial para su más sobresaliente exponente, Francisco Carrara, el delito es: la
infracción de la Ley del Estado, promulgada para proteger la seguridad de los ciudadanos, resultante de un acto externo
del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso. 18
De lo anteriormente expuesto se colige que para este autor el delito resulta ser un ente jurídico que choca con lo
establecido por el orden legal estatuido por el Estado con una teleología precisa y que se ve quebrantada por un acto humano
positivo o negativo por parte de quien es responsable moralmente.
Dentro de la escuela positiva, pero con un enfoque de carácter sociológico, Rafael Garófalo, partiendo del afán de
demostrar que se trata de un fenómeno o hecho natural manado de aspectos biológicos y sociológicos, define al delito

14
Ricardo Franco Guzmán, Delito e injusto, p. 29.
15
Ernest Beling, La doctrina del delito tipo, p. 18.
16
Edmundo Mezger, Tratado de Derecho Penal, Tomo I, p. 156.
17
Carlos Franco Sodi, Nociones de Derecho Penal, pp. 55-56.
18
Fernando Castellanos Tena, Lineamientos elementales de Derecho Penal, pp. 125, 126.
16
natural como "la violación de los sentimientos altruistas de probidad y de piedad, en la medida media indispensable para la
adaptación del individuo a la colectividad". 19
Es menester, dentro de esta postura, llevar a cabo la definición del delito a la luz del derecho, ajena a todos aquellos
ingredientes adicionados por las ciencias fenomenológicas ( verbi gratia Sociología, Psicología y Antropología Criminales), de
aquí que surja una noción jurídico-formal que determine al delito como un suministro de la ley positiva acompañado de una
amenaza de sanción penal.
Dentro de la concepción del modelo lógico, la doctora Olga Islas nos dice del delito que es un hecho y se sitúa en el
mundo de la facticidad; por lo tanto su contenido es rigurosamente fáctico. A diferencia de la norma jurídica penal, que es
general, abstracta y permanente, el delito es particular, concreto y temporal. Particular porque es obra de sujeto o determinado;
y temporal, por estar limitada su realización a un momento o lapso también determinado. 20
El maestro Celestino Porte Petit opina que definir al delito es irrelevante e innecesario, postura a la que nos adherimos,
ya que existe en el código de la materia, una parte especial que reglamenta conductas o hechos constitutivos del delito; por lo
tanto, es superfluo establecer el concepto del mismo en la parte general. Arilla Bas, Alba Javier, Hernández Quirós y González
Bustamante son algunos de los doctrinarios mexicanos que se han inclinado por la idea de no definir al delito.
2.1.2 Sistemática para el análisis del delito.
Es necesario considerar la existencia de los dos sistemas que la doctrina del Derecho Penal ha formulado respecto de
la forma en que ha de estudiarse el delito.
Estos son, a saber:
a) Sistema unitario o totalizador: esta corriente establece que el delito es monolítico, que no es susceptible de división o
fraccionamiento, ni siquiera para su estudio.
b) Sistema atomizador o analítico: este sistema pretende el análisis del delito por sus elementos constitutivos. Cabe
señalar que dentro de esta corriente no existe uniformidad de criterio entre sus seguidores respecto a la cantidad y cualidad de
los elementos que integran al delito.
En el presente trabajo se someterán a análisis los elementos del delito basados en una concepción atomizadora del
mismo; para ser mas precisos, considerando que éste posee los siguientes elementos y sus correlativos aspectos negativos:
-Conducta y ausencia de conducta.
-Tipicidad y atipicidad.
-Antijuridicidad y causas de justificación.
-Imputabilidad e inimputabilidad.
-Culpabilidad e inculpabilidad
-Condiciones objetivas de punibilidad y ausencia de condiciones objetivas de punibilidad.
-Punibilidad y excusas absolutorias.
2.1.3. Clasificación del delito.
En lo que se refiere a este apartado, tenemos que existen numerosos criterios para clasificar al delito de acuerdo a los
distintos autores.
El maestro Celestino Porte Petit clasifica los delitos en orden al resultado, en orden a la conducta, en orden al
número de sujetos activos y en orden al tipo; por su parte Francisco Pavón Vasconcelos, los clasifica en orden a la
conducta, y en orden al resultado.
Cuello Calón estructura su clasificación denominada "División en la infracción penal" atendiendo a los siguientes
aspectos: en función de su gravedad; dolosos y culposos, de lesión y de peligro, instantáneos y permanentes, formales y

19
Fernando Castellanos Tena, op. cit. p. 126.
20
Olga Islas de González Mariscal, Análisis lógico de los delitos vs. la vida, p. 54.
17
materiales, simples y complejos, de acción y de omisión, perseguibles de oficio y a instancia de parte, comunes, políticos y
sociales; de guerra, contra la humanidad y contra la paz.
Sin embargo, por considerar la manera más adecuada de clasificar los eventos antisociales, nosotros seguiremos el
esquema que plantea el jurista Castellanos Tena para clasificar al delito.
A) En función de su gravedad
Tomando en consideración la gravedad de los injustos penales existen dos tipos de clasificaciones:
1.- Clasificación bipartita: En ella se contempla la existencia de delitos y faltas. Los primeros son aquellas conductas
contrarias al Derecho Natural; y las segundas son contravenciones a reglamentos administrativos.
2.- Clasificación tripartita: Los seguidores de ésta consideran la existencia de tres clases: crímenes, constituidos por
todos aquellos atentados contra la vida y los derechos naturales del hombre; delitos, todas aquellas conductas que
contravengan a los derechos emanados del pacto social; por último las faltas o contravenciones que son las infracciones a los
reglamentos de policía y buen gobierno.
B) En orden a la conducta del agente.
Con base en la manifestación de la voluntad del agente, los delitos pueden ser:
1.- De acción; consisten en un comportamiento positivo, mismo que origina la violación de una norma de carácter
prohibitivo.
2.- De omisión: éstos se presentan cuando existe la obligación de actuar en virtud de un precepto y no se efectúa la
actividad a observar; por lo tanto, se viola en este caso una ley dispositiva. Este tipo de delitos se subdividen a su vez en:
i) de simple omisión: consiste en la inactividad del sujeto teniendo la obligación jurídica de obrar; éstos son castigados
por la omisión misma, sin que transcienda la existencia o no de un resultado material.
ii) de comisión por omisión: también conocidos como impropios delitos de omisión, se presenta cuando en virtud de la
decisión del agente de no actuar estando obligado a ello, por esa inacción se produce el resultado material. En este tipo de
delitos, además de infringirse la norma preceptiva, se transgrede, al producir el resultado material, una norma prohibitiva.
C) Por el resultado.
Según el resultado producido por la comisión de un ilícito, los delitos pueden ser:
1.- Formales o de simple actividad: son aquellos delitos en los que se agota el tipo penal con la sola realización de la
conducta del agente, sin que se requiera de resultado externo alguno.
2.- Materiales o de resultado: en este caso, sí se requiere para el perfeccionamiento del delito un resultado material u
objetivo.
D) Por el daño que causan.
Con base a la afectación de que es objeto un bien jurídico, los delitos pueden ser de lesión y de peligro.
1.- De lesión: son aquellos ilícitos que una vez consumados provocan un daño tangible, directo y efectivo sobre los
bienes protegidos por la norma jurídica transgredida. La violación del precepto tutelador de un interés determinado supone, en
su caso, el menoscabo del bien jurídico.
2.- De peligro: estos delitos no causan un daño directo a los intereses que la norma pretende salvaguardar, pero sí los
coloca en una situación de amenaza, los ubica en una posibilidad de daño, de peligro.
E) Por su duración.
1.- Instantáneos: son aquellos delitos que se perfeccionan en un solo momento; coetáneamente a la acción, se agota el
ilícito. La fracción I del artículo 7º del Código Penal Federal vigente, lo define de la siguiente forma: “Instantáneo: cuando la
consumación se agota en el mismo momento en que se han realizado todos sus elementos constitutivos;..."
2.- Continuados: en este tipo de ilícitos se da una pluralidad de acciones y una sola lesión jurídica a partir de una unidad
de propósito.

18
3.- Permanentes: en esta clase de delitos se concibe a la acción prolongada en el tiempo; existe una consecución entre
la conciencia y la ejecución; persiste el propósito sin que ello quiera decir que igual sucede con el efecto del delito, sino que
dicha prolongación se refiere al estado mismo de la ejecución.
F) Por el elemento interno o culpabilidad.
En este sentido, los delitos pueden ser culposos, dolosos preterintencionales (éstos últimos han sido excluidos de la
legislación penal vigente en el Distrito Federal).
1.- Culposos: cuando debido a la imprudencia, negligencia o descuido, un sujeto transgrede la norma penal sin desear
hacerlo. La falta de cautela y precaución por parte del individuo al actuar, produce un resultado plenamente tipificado aún sin
quererlo el sujeto activo.
2.- Dolosos: cuando se dirige la voluntad consciente la realización de un hecho delictivo; la actualización de un evento
típico y antijurídico.
3.- Preterintencionales: cuando el resultado del evento delictivo excede a la intención del agente.
G) Por su estructura.
En función de la composición del ilícito, se les clasifica de la siguiente forma:
1.- Delitos simples. Son aquellos en los cuales la decisión jurídica es única, inescindible.
2.- Delitos complejos. Este tipo de ilícitos se conforman de dos o más figuras delictivas, cuya fusión de pauta al
nacimiento de una figura delictiva nueva de mayor gravedad que los ya fusionados de manera independiente.
H) Por el número de actos integrantes de la acción típica.
A la luz del esquema trazado por el ilustre maestro Castellanos Tena, los delitos se clasifican, bajo este criterio, de la
siguiente manera:
1.- Unisubsistentes: cuando el delito se forma de un solo acto; la acción se agota en un solo evento.
2.- Plurisubsistentes: son los delitos que para su perfeccionamiento se requiere de la ejecución de varios actos.
I) Por el número de sujetos que intervienen para la ejecución del hecho delictivo.
Pueden ser:
1.- Unisubjetivos. Aquellos en los que es suficiente para la ejecución del hecho descrito por el tipo la actuación de un
solo sujeto.
2.-Plurisubjetivos. Son los delitos, que en virtud de la descripción típica, requieren forzosamente de la participación de
dos o más sujetos para ser colmado el tipo penal.
J) Por la forma de su persecución
1.- Delitos perseguibles de oficio. Aquellos en que la autoridad está obligada a actuar por mandato legal previa denuncia
hecha, en ellos la autoridad persigue y castiga a los responsables, independientemente de la voluntad de los sujetos pasivos.
2.- Delitos privados o de querella necesaria. Son los ilícitos que sólo pueden perseguirse si así lo manifiestan los
ofendidos; la querella supone la disposición por parte del sujeto pasivo de que sea castigado el transgresor de la norma penal.
También se hallan facultados para querellarse a nombre del ofendido sus legítimos representantes.
K) En función de su materia.
Bajo este criterio, tenemos que los delitos se clasifican de cinco formas diferentes:
1.- Comunes: son los contenidos en las leyes locales, como es el caso de cada Código punitivo delas entidades
federativas.
2.- Federales: aquellos que son determinados por las leyes cuya aplicación es a nivel nacional, son normas dictadas por
el Congreso de la Unión.
3.- Oficiales: cuando el ilícito es figura típica creada ad hoc para quienes desempeñan un cargo o servicio público, y en
el ejercicio del mismo.
4.- Militares: aquellos que se encuentran contenidos en los ordenamientos castrenses.

19
5.- Políticos: serán de este carácter todos aquellos delitos que de alguna forma atenten contra la seguridad nacional, los
órganos estatales o sus representantes.

2.2 Presupuestos del delito.


2.2.1 Sujeto activo.
2.2.1.1 Persona física y persona moral.
Sólo el ser humano puede ser sujeto activo de un delito, en virtud de que exclusivamente él se encuentra provisto de
capacidad y voluntad para ello. No es posible que consideremos que las personas morales delinquen, ya que su
responsabilidad se restringe a la propia naturaleza de la ficción creada por el Derecho. El sujeto activo es quien realiza la
conducta típica, antijurídica, culpable y punible:
Siendo autor material del delito, o bien cuando participa en una comisión, contribuyendo a su ejecución en forma
intelectual al proponer, instigar o compeler (autor intelectual) o simplemente auxiliando al autor con anterioridad a su relación,
concomitantemente con ella o después de su consumación (cómplice y encubridor). 21
2.2.1.1.1 Calidad.
En algunas figuras típicas la ley exige que el sujeto activo reúna determinadas cualidades, como es el caso del tipo
contenido en el artículo 323 del Código Penal Federal que establece la necesidad de que el sujeto activo sea ascendiente o
descendiente consanguíneo en línea recta, cónyuge, hermano o concubinario del sujeto pasivo, incluso en el caso de
parentesco civil, se impone la presencia de dicha calidad a efecto de que se actualice el supuesto típico.
2.2.1.1.2 Número.
Es factible que los tipos penales incluyan la necesidad de una pluralidad de sujetos activos que concurran con tal rol en
la comisión del ilícito, como acontece en el caso de la violación tumultuaria, tipo que exige en la fracción I del artículo 266 bis
del Código Penal Federal, la comisión del delito con intervención directa o inmediata de dos o más personas.
2.2.1.2 Derecho vigente.
La normatividad punitiva aplicable considera únicamente la posibilidad de que el hombre, persona física, sea sujeto
activo de un evento antisocial, habiendo algunos casos en los que se exige calidad y/o número específicos. Es pertinente
aclarar que en caso de presentarse responsabilidad penal de algún miembro o representante de una persona moral en virtud
de la comisión de un delito, ejecutado valiéndose de los medios que la misma le proporcione, cabe la posibilidad de que el juez
decrete la suspensión o disolución de dicha corporación, por razones de seguridad pública, sin que ello implique una
responsabilidad de la persona moral en el campo jurídico penal.
2.2.2 Sujeto pasivo.
El titular del derecho o interés lesionado o colocado en un peligro por la comisión del ilícito es conocido como el sujeto
pasivo del delito; en este caso, el sujeto pasivo también lo puede representar una persona moral, especialmente en el caso de
los delitos contra las personas en su patrimonio.
La posibilidad de ser sujeto pasivo no se restringe a la persona física, tal como acontece en el caso del agente o sujeto
activo de un evento antisocial, sino que el Derecho identifica y reconoce la probable afectación o daño de bienes jurídicos
tutelados en favor de un grupo de personas físicas unidas con base en la formalidad correspondiente y prevista por la ley.
2.2.2.1 Calidad.
Tal como hemos señalado en el caso del sujeto activo, la ley también puede determinar requisitos para el sujeto pasivo
de un delito; a falta de alguna de las exigencias legales, la persona que aparentemente ha sufrido un daño, no podrá ser el
sujeto pasivo de determinado ilícito, al no cumplir con los requisitos legales.

21
Francisco Pavón Vasconcelos, Manual de Derecho Penal Mexicano, p. 161.
20
Un ejemplo de ello lo encontramos en el artículo 262 del Código Penal Federal, en el que el sujeto pasivo deberá ser
persona mayor de doce años y menor de dieciocho, o el caso del artículo 259 bis del ordenamiento citado, el cual impone la
necesidad de que el sujeto pasivo sea un subordinado del sujeto activo.
En este punto es necesario resaltar que en algunos tipos penales hay una correlación entre las calidades exigidas,
verbigracia, el homicidio en razón del parentesco o relación, (tipo contenido en el artículo 323 del Código Penal Federal) donde
es menester la concurrencia del parentesco o nexo de manera correlativa en ambos personajes del evento (sujeto activo:
hermano del sujeto pasivo. Sujeto pasivo: hermano del sujeto activo. Sujeto activo: padre del sujeto pasivo. Sujeto pasivo: hijo
del sujeto activo).
2.2.2.2 Número.
En razón del número, hay casos en los que la ley penal exige que la afectación del bien jurídico interese a una pluralidad
de sujetos, es decir, el daño o la puesta en peligro del bien jurídico protegido que lleva a cabo el sujeto activo atañe a la esfera
de varios sujetos por ministerio legal.
Como ejemplo claro de lo anterior tenemos el caso del genocidio (artículo 149 bis del Código Penal Federal) y el del
aborto sufrido (artículo 330, in fine), caso en el que el sujeto pasivo se identifica tanto con el producto de la concepción, como
con la madre a la que se le practica el aborto.
2.2.3 Objeto material.
2.2.3.1 Contenido.
Consiste en la persona o cosa que sufre un daño a causa de la conducta delictiva; el objeto material lo constituye la
cosa o la persona sobre la que se concreta el acto delictuoso, recayendo sobre ella un daño concreto.

2.2.3.2 Distinción con el sujeto pasivo.


A diferencia del sujeto pasivo, el objeto material es la cosa sobre la que directamente incide la conducta antisocial; el
sujeto pasivo podrá identificarse con el objeto material en algunos contextos, como en el caso de los delitos contra la vida y la
integridad corporal.
2.2.4 Objeto jurídico y bien jurídico tutelado.
El maestro Pavón Vasconcelos identifica al bien jurídico tutelado por la ley penal con el objeto jurídico, aseverando que
no existirá delito sin objeto jurídico debido a que éste constituye la parte toral de aquél. Con más exactitud, el jurista Ignacio
Villalobos considera al objeto jurídico como el bien o la institución que se encuentra amparada por la ley y que es afectada por
el delito.
Se pueden dar dos circunstancias respecto del bien jurídico al cometerse el delito: que sufra un menoscabo o pérdida
total (daño), o que simplemente sea colocado en un estado de latente afectación (peligro).
La actualización de la hipótesis dependerá del alcance atribuido a la tutela propuesta por la ley aplicable; en ciertos
artículos del Código Penal Federal, basta la puesta en peligro del bien para que el delito se consume (335-343, abandono de
personas; 199 bis, peligro de contagio); en otros más, que representan la mayoría de los tipos penales, es menester la merma
o extinción del bien tutelado.
Autoevaluación
1. Qué debe entenderse por sujeto activo
2. Qué debe entender por sujeto pasivo
3. Diga qué se entiende por calidad específica y número.
4. Qué es el objeto material
5. Qué es el objeto jurídico
6. Cómo se considera el jurista Ignacio Villalobos al objeto jurídico y al bien jurídico tutelado.

21
UNIDAD 3 LOS ELEMENTOS DEL DELITO
Las diversas tendencias iuspenalistas han puntualizado su postura respecto de los elementos del delito, ello en concordancia
con los principios esenciales de cada una. A continuación, trataremos de esquematizar el tratamiento que a los elementos del
delito da cada escuela.

3.1 Causalismo.
Para el causalismo, el delito presenta los siguientes elementos esenciales:
-Acción
-Tipicidad
-Antijuridicidad
-Culpabilidad
a) Acción: reduce este elemento a la suma de un movimiento corporal y la causalidad del resultado.
b) Tipicidad: la teoría causalista restringe este elemento a la causación de un resultado, donde la conducta juega
el papel central.
c) Antijuridicidad: aquí ubicamos una coincidencia en el sentido de que la conducta es contraria a la norma, y que es
carente de una causa que le justifique.
d) Culpabilidad: la escuela causalista incluye al dolo y a la culpa, así como a la capacidad de culpabilidad. El dolo
consiste en el conocimiento de los hechos y de la antijuridicidad.

3.2. Finalismo.
La escuela finalista considera que son elementos del delito los siguientes:
-Acción
-Tipicidad
-Antijuridicidad
-Culpabilidad
a) Acción: desde la perspectiva adoptada por esta doctrina, el dolo forma parte del injusto, por lo que es apartado de la
culpabilidad y se le ubica en primer término, como parte fundamental de la acción.
b) Tipicidad: la teoría finalista distingue dos partes en el tipo, una de carácter objetivo y otra subjetiva. En cuanto
a la parte objetiva, ésta se entiende como la voluntad integrante del dolo, en la que se conjuntan las características
externas del agente. La parte subjetiva se conforma por el dolo y los elementos intrínsecos al sujeto activo.
c) Antijuridicidad: se le cataloga como un juicio de valor, mismo que expresa si la acción es contraria a la norma,
tomando en cuenta la conducta externa del agente. Sólo es trascendental el fin perseguido por el sujeto.
d) Culpabilidad: juicio de reproche que es ejercido sobre el agente en virtud de que su proceder es ajeno al
derecho El finalismo identifica como elementos de la culpabilidad a la imputabilidad, el conocimiento de la
antijuridicidad y la exigibilidad.

3.3. Funcionalismo.
Esta corriente se basa en el papel que juega el Derecho Penal en el campo de la política criminal. Roxin, su máximo
exponente, parte de las ideas de Von Liszt en torno al tema ya apuntado; a partir de la idea de que el fin de la pena es la
prevención general. De igual manera, se cuestiona la culpabilidad normativa y se adiciona el concepto de imputación personal,
con lo que se busca proponer como sustento de la culpabilidad a dicha forma de imputación. En el rubro de la tipicidad se
insertan la imputación objetiva y la imputación subjetiva.
22
3.4 Modelo lógico.
Una vez puntualizado con exactitud el contenido a nivel normativo en el apartado 1.3, y partiendo de la premisa del
modelo lógico consistente en el hecho de que el delito forma parte del mundo fáctico, nos corresponde analizar al delito
concretamente, debiendo encontrar una identidad entre el mundo fáctico y el normativo, para que podamos hablar de un delito.
Éste se diferencia de la norma en que sus características son la particularidad, la concreción y la temporalidad.
El delito nos muestra dos aspectos fundamentales; por un lado tenemos el aspecto positivo, que se encuentra integrado
por la concreción del tipo y la culpabilidad, existiendo una correspondencia unívoca entre los presupuestos y elementos típicos
con su respectivo contenido semántico, y los contenidos del delito.
La aseveración anterior trae como consecuencia que resulte innecesario el manejo de nueva cuenta de todos los
aspectos que ya hemos explicado, sólo que ahora se trataría de traspolarlos al mundo fáctico.
Por ende, en este apartado nos limitaremos a resaltar los aspectos negativos del delito, toda vez que damos por
sentado que la configuración del evento antisocial se encuentra supeditada a la actualización en el mundo óntico de los rubros
explicados en la primera unidad.
A) Atipicidad. (Presupuestos típicos)
1.- Ausencia de deber jurídico penal típico.
Al tratarse de un deber jurídico que no se encuentra estipulado para una persona en particular, consideramos que no se
puede presentar esta causa de atipicidad en el caso concreto a estudio, ya que dicho deber se encuentra dirigido a todos, y por
ende está a cargo de toda persona su observancia.
2.- Ausencia de bien jurídico típico.
Se podrá dar en el caso de que no se presente la protección a un derecho de posesión fáctica que se sustenta en un
poder de derecho, lo que imposibilitaría la actualización de la figura típica. De extinguirse el bien jurídico, se estaría ante la
carencia de materia del delito.
3.- Ausencia de sujeto activo típico.
La atipicidad aludida es susceptible de derivarse de la inexistencia o carencia de voluntabilidad o imputabilidad; es decir,
la falta de capacidad psíquica de delito. Al respecto, se consideran como hipótesis que afectan la voluntabilidad el sueño y el
sonambulismo que son estados psicofisiológicos que disminuyen la conciencia fuertemente; las crisis epilépticas, algunas
crisis histéricas, estados febriles y algunos otros estados de inconsciencia.
Por otra parte, dentro de la capacidad psíquica, tenemos a la imputabilidad, misma que puede verse afectada por
diferentes causas, a saber:
a) Trastorno mental transitorio o permanente
b) Sordomudez en sujeto no educado
c) Oligofrenia grave o profunda
d) Hipnosis.
4.- Ausencia de sujeto pasivo típico.
La falta de alguna calidad exigida normativamente o de la pluralidad de pasivos, acarrea una atipicidad por la ausencia
de un sujeto pasivo típico, dándose la misma situación tratándose de la no existencia de un pasivo.
5.- Ausencia de objeto material típico.
La ausencia de un ente corpóreo sobre el cual recaiga una acción típica, es motivo para considerar que no se da el
delito.

B) Atipicidad. (Elementos típicos)


1.- Ausencia del Kernel típico.

23
Se dará la ausencia del Kernel típico en aquellos casos en que deje de presentarse alguno de estos aspectos: la acción,
el nexo causal, el resultado material, los medios o las modalidades exigidas, en su caso.
a) Falta de voluntad.
La carencia de una voluntad dolosa nos puede llevar a la consideración de que no se presente el delito, toda vez que es
una exigencia dentro del Kernel típico. Conocer y querer fundamentan al dolo, por ello es que al faltar alguna de estas
circunstancias se desvirtúa la voluntad dolosa, requisito sine qua non para la configuración del evento antisocial.
El conocer se puede ver afectado por un error invencible, mismo que supone una falsa concepción de la realidad que no
es salvable por el sujeto que ejecuta el acto; mientras que el querer se ve mermado a través de la vis maior, la vis absoluta y
los movimientos reflejos.
b) Falta de ejecución de la actividad.
Una actividad jamás tendrá la calidad de típica, cuando no es la idónea para el menoscabo o destrucción de un bien
jurídico tutelado, o ni siquiera para su puesta en peligro.
c) Falta de resultado material.
Si la hipótesis entre sus exigencias incluye la mutación del mundo externo como una consecuencia de la conducta
antisocial, entonces la falta del mismo traerá aparejada la situación de que no se está perfeccionando fácticamente el supuesto
normativo.

2.- Ausencia de lesión o puesta en peligro del bien jurídico típico.


La falta de destrucción del bien jurídico será una causa de atipicidad en relación con el delito consumado, no así en
cuanto a la tentativa, ya que ésta sí se presentará en caso de que solamente se haya puesto en latente daño y por causas
ajenas al sujeto activo, el bien no se hay deteriorado.
3.- Ausencia de violación del deber jurídico típico.
El deber jurídico típico debe presentarse para que se configure el delito; dicho deber lleva implícita la prohibición de
llevar a cabo la conducta lesiva del interés protegido o tutelado.
Todas las causas de atipicidad convergen en dos puntos esenciales: el cumplimiento de un deber, y el ejercicio de un
derecho. Dentro de estos grupos tenemos a las circunstancias que la doctrina tradicional llama causas de justificación.
C) Inculpabilidades.
Siendo la culpabilidad "el reproche al autor de la conducta violatoria del deber jurídico penal, por el conocimiento que
tiene de que con su acción u omisión no va a salvar bien jurídico alguno" 22, la inculpabilidad se presenta cuando existe alguna
circunstancia que desvirtúe dicho conocimiento.
La inculpabilidad se da cuando existe un error sobre la violación del deber jurídico; en el caso concreto el error
únicamente podrá recaer en los casos de estado de necesidad y temor fundado putativos.

Autoevaluación
1. ¿ Qué elementos son considerados por la doctrina causalista ?
2. ¿ Cómo se considera a la acción y a la antijuridicidad por la escuela finalista ?
3. ¿ Cómo concibe el funcionalismo a la culpabilidad ?
4. Explique los aspectos negativos del delito considerados por el modelo lógico.

22
Ibidem.
24
UNIDAD 4. CONDUCTA Y AUSENCIA DE CONDUCTA
OBJETIVO PARTICULAR:
Al concluir esta parte del curso, el educando identificará y analizará la esencia de la conducta como primer elemento del
delito, sus formas y las hipótesis de ausencia de la misma.
4.1 Teorías que explican la conducta.
Es difícil precisar a este elemento positivo del delito, en virtud de que existen en la doctrina iuspenalista diversas
denominaciones para la conducta.
El maestro Porte Petit se adhiere a considerar a este elemento objetivo como conducta o hecho, dándole al mismo
tiempo un primer lugar dentro de la prelación lógica del delito; los delitos se constituyen, según este autor, por una conducta o
un hecho humano.
Por otra parte Jiménez de Asúa se inclina por la expresión acto, arguyendo que dicho vocablo designa todo
acontecimiento ya sea que provenga del hombre o se presente por caso fortuito.
A su vez, el jurista español Cuello Calón prefiere la expresión acción, considerándola en un sentido amplio y "consiste
en la conducta exterior encaminada a la producción de un resultado." 23
Al respecto, Pavón Vasconcelos considera que lo adecuado es hablar de hecho, aunque no por ello se debe soslayar a
la conducta, sobre todo en aquellos delitos en los que no existe un resultado material que el tiempo exija su concreción, de
aquí que el maestro citado asevere que estima acertada la opinión de Porte Petit, cuando pretende que los términos
adecuados son conducta o hecho:
...según la hipótesis que se presente, se hablará de conducta, cuando el tipo no requiere sino una mera actividad del
sujeto y de hecho cuando el propio tipo exija no sólo una conducta sino además un resultado de carácter material que sea
consecuencia de aquélla. 24
Ignacio Villalobos, en una postura psicologista, considera como primer elemento del delito al acto humano, exigencia sin
la que el delito no se puede dar; ello no implica que todo acto humano pueda tener el mismo carácter. Voluntad e intención,
para este autor, son elementos imprescindibles del acto humano, mismo que al actualizarse y agotar la figura tipificada,
constituye un delito.
Nos adherimos a la concepción terminológica del maestro Castellanos Tena, por considerar que con la acepción
conducta abarcamos tanto a la actividad como a la inactividad; así se comprende tanto a la acción como a la omisión en un
mismo término:
"La conducta es el comportamiento humano voluntario positivo o negativo encaminado a un propósito." 25
Por otro lado, Pavón Vasconcelos la considera como "el peculiar comportamiento de un hombre que se traduce
exteriormente en una actividad o inactividad voluntaria". Finaliza este jurista aseverando que:
Tanto el actuar como el omitir, el hacer como el no hacer, tienen íntima conexión con un factor de carácter psíquico que
se identifica con la voluntad de ejecutar la acción o de no realizar la actividad esperada.26
Hechas las anteriores disertaciones respecto de este elemento ineluctable del delito, pasaremos a analizar las formas
de la conducta.
4.2 Formas de la conducta.
4.2.1 La acción.

23
Eugenio Cuello Calón, Derecho Penal. Tomo I, México, p. 293.
24
Francisco Pavón Vasconcelos, Manual de Derecho Penal Mexicano, p. 178.
25
Fernando Castellanos Tena, op. cit., p. 149.
26
Op. cit., p. 180.
25
Esta forma de conducta consiste en "todo movimiento voluntario del organismo humano capaz de modificar el mundo
exterior o de poner en peligro dicha modificación." 27
La acción, en un sentido estricto, al decir del jurista hispano Cuello Calón, "consiste en un movimiento corporal
voluntario o en una serie de movimientos corporales, dirigidos a la obtención de un fin determinado." 28
Francisco Pavón Vasconcelos estima que la acción es "la actividad voluntaria realizada por el sujeto." 29
Consideramos de nueva cuenta que la definición más acertada es la que el maestro Castellanos Tena nos presenta, ya
que se encuentra dotada de gran amplitud y va conforme al criterio sustentado, al considerar la conducta como el elemento
positivo de los ilícitos penales.
Un ejemplo claro de esta forma de la conducta es la manera de cometerse delitos tales como la violación, el estupro o el
robo. En todos ellos se requiere que el sujeto activo lleve a cabo una acción: obtener cópula mediante violencia física o moral,
obtener cópula mediante engaño, apoderarse de cosa ajena mueble. El denominador común en las conductas descritas, es
que todas ellas exigen un HACER por parte del agente.
4.2.2 La Omisión.
Se considera a la omisión como una forma de conducta negativa, una abstención en el deber de hacer; una inactividad
frente al deber de obrar que la ley señala, en ésta el sujeto no realiza el hacer impuesto por la norma penal, ello de manera
voluntaria.
La omisión se subdivide a su vez en dos: omisión simple y omisión compleja (también llamada omisión impropia o
comisión por omisión)
4.2.2.1 Omisión simple.
Porte Petit dice de la omisión simple que:
Consiste en el no hacer, voluntario o involuntario (culpa), violando una norma preceptiva y produciendo un resultado
típico dando lugar a "un tipo de mandamiento" o "imposición". 30
Los delitos que se incluyen en esta forma de conducta, colman sus tipos con base en la falta de la actividad ordenada
jurídicamente, sin que se requiera de la presencia de un resultado material. El sujeto que abandona a su cónyuge sin dejarle
con medios para subsistir, incumple a través de su inactividad con el deber implícito en la norma preceptiva que le obliga a dar
alimentos al cónyuge.
4.2.2.2 Omisión compleja.
También conocida como omisión impropia, ésta encuentra su esencia en la transgresión de una norma prohibitiva o
mandato de abstenerse en virtud de la inactividad voluntaria del sujeto, actitud que produce un resultado material y típico.
La omisión compleja o comisión por omisión se diferencia también de la omisión simple en que no se sanciona por la
omisión en sí, sino por el resultado producido por ella, este tipo de delito constituye una violación de la norma prohibitiva.
El abandono de cónyuge no producirá necesariamente un resultado material, salvo que dicho abandono se prolongue y
repercuta en la salud del sujeto. En un principio, tenemos la omisión simple, cuyo alcance se restringe al artículo 336 del
Código Penal Federal; de presentarse alguna lesión originada por el abandono, entonces estaremos en presencia de lesiones
inferidas mediante una omisión compleja o impropia, alteraciones de la salud que se presumen agravadas conforme a lo
dispuesto por el numeral 339 del ordenamiento en cita.
4.3 ELEMENTOS DE LA CONDUCTA
4.3.1 Manifestación de la voluntad.

27
Fernando Castellanos Tena, op. cit., p. 152.
28
Eugenio Cuello Calón, op. cit., p. 293.
29
Francisco Pavón Vasconcelos, op. cit., p. 193.
30
Celestino Porte Petit, Apuntamientos de la parte general de Derecho Penal, pp. 305, 306.
26
El elemento volitivo reviste una gran importancia para la comisión de un delito, mientras la voluntad no se exteriorice y
se concretice en un acto determinado, el sujeto no puede ser objeto de aplicación de la norma punitiva; la manifestación de
voluntad constituye una fase de la conducta humana, dicha voluntad precisa contar con las siguientes características: ser
consciente, libre y espontánea; además de encontrarse referida a cierta presentación y con un motivo determinado.
En los delitos de acción, la voluntad se ve manifestada en actos positivos; en tanto que en los delitos de omisión se
entiende la presencia de la voluntad en la actitud pasiva del sujeto, en el no hacer que caracteriza a estos delitos.
4.3.2 Nexo causal.
Debe darse una relación o nexo causal entre la conducta efectuada y el resultado ocasionado. Este nexo consiste en la
necesidad de que una conducta determinada produzca el efecto que trasciende al mundo de lo jurídico-penal; es de vital
importancia establecer este nexo para conocer quién es el responsable de algún delito.
En lo que se refiere a los delitos de comisión por omisión, debemos entender que la causa de la causa, es causa de lo
causado; por lo tanto, si la transgresión de la norma prohibitiva tiene su origen en la inobservancia de una norma dispositiva,
existe también un nexo causal, basado en la conducta negativa del agente con el resultado material producido. En conclusión:
La causalidad en la omisión impropia debe construirse necesariamente con referencia a la propia omisión y no en la
acción esperada que convierte el no hacer en relevante para el Derecho. 31
4.3.3 Resultado.
Toda conducta supone un cambio en el mundo exterior que tiene precisamente su origen en esa manifestación de la
voluntad previa, o bien se traduce dicha conducta en un cambio del mundo exterior ante la inactividad cuando se espera y no
se ejecuta determinado acto. El resultado no supone un daño, puede colocarse también en situación de peligro al bien tutelado.

31
Francisco Pavón Vasconcelos, op. cit., p. 221.
27
ELEMENTOS:
C
• Manifestación de la voluntad
• Nexo causal
• Resultado

O
N ACCIÓN:
hacer, actividad

D FORMAS
SIMPLE: VIOLACIÓN DE UNA
NORMA PRECEPTIVA

U OMISIÓN:
inactividad

C COMPLEJA O IMPROPIA:

T
VIOLACIÓN DE UNA
NORMA PRECEPTIVA
QUE GENERA LA
VIOLACIÓN DE UNA

A
NORMA PROHIBITIVA

Comportamiento humano voluntario


encaminado a un propósito determinado

4.4 Hipótesis de ausencia de conducta.


Como ya hemos hecho notar anteriormente, corresponde cada elemento positivo del delito su aspecto negativo; en este
caso de darse alguna hipótesis de ausencia de conducta el delito no se configurará, máxime si se trata del primer elemento
dentro de la prelación lógica. La ausencia de conducta ha sido definida por Pavón Vasconcelos de la siguiente forma:
Hay ausencia de conducta e imposibilidad de integración del delito, cuando la acción u omisión son involuntarias, o para
decirlo con más propiedad, cuando el movimiento corporal o la inactividad no puede atribuirse al sujeto, no son "suyos" por
faltar en ellos la voluntad. 32
Resulta imposible que se pueda integrar una acción u omisión de trascendencia para el derecho cuando sólo se da el
concurso de la expresión puramente física de la conducta sin que intervenga el coeficiente psíquico conocido como voluntad. A
continuación trataremos de explicar las distintas causas de ausencia de conducta que la doctrina ha formulado.
4.4.1 Vis maior o fuerza mayor.
Consiste en una fuerza proveniente de la naturaleza o de los animales que obligan a realizar una actividad al agente. A
diferencia de la vis absoluta, la vis maior tiene su origen en una energía o fuerza metahumana. De igual forma, la falta de
voluntad en el sujeto activo le exime de la responsabilidad penal, ya que no se puede integrar en este caso la conducta.
4.4.2 Vis absoluta.

32
Op. cit., p. 248.
28
Considerando como uno de los casos indiscutibles de ausencia de conducta, la vis absoluta supone la inexistencia del
elemento volitivo en la conducta, ya que ésta tiene su origen en una fuerza física, superior e irresistible, proveniente de otro
hombre, misma que coloca al agente en una situación de exclusión de responsabilidad. Si bien es cierto que hay actuación
física por parte del sujeto, ello no implica que él esté actuando conforme a su voluntad, sino impulsado por una fuerza exterior
de superioridad manifiesta, cuya magnitud le impide resistirla.

4.4.3 Movimientos o actos reflejos.


El jurista Edmundo Mezger define claramente a los actos reflejos de la siguiente manera:
Son los movimientos corporales en los que la excitación de los nervios motores no está bajo un influjo anímico, sino que
es desatada inmediatamente por un estímulo fisiológico-corporal, esto es, en los que un estímulo, subcorticalmente y sin
intervención de la conciencia, pasa de un sensorio a un centro motor y produce el movimiento. 33
De igual forma la ausencia del movimiento volitivo es lo que nos lleva a considerar a los actos reflejos como una causa
de ausencia de conducta.
4.4.4 Otras circunstancias.
Por último en lo que concierne a la hipótesis de ausencia de conducta aclararemos que las tres siguientes (sueño,
hipnotismo y sonambulismo), son consideradas por algunos autores como causas de inimputabilidad, arguyendo que el sujeto
que se encuentra en alguno de los estados descritos en este inciso no se halla dotado de capacidad para querer y entender,
analogando la situación de estos sujetos con la de los alienados. Nosotros hemos preferido considerarlas como causas de
ausencia de conducta partiendo de la base de la inexistencia en todas ellas del elemento volitivo, imprescindible e ineludible en
la conducta del sujeto, siendo por ende la voluntad, un requisito sine qua non para la configuración de la conducta.

4.4.4.1 Sueño.
Consiste en un estado de descanso del cuerpo considerado normal fisiológicamente, consistente en la suspensión
periódica de las relaciones sensorias y motrices, respecto del mundo exterior, adicionada por un relajamiento de los músculos
y la disminución de varias funciones orgánicas y nerviosas.
Pues bien, este estado puede originar movimientos en un sujeto completamente involuntarios, actos involuntarios que a
su vez sean constitutivos de un resultado dañoso; en virtud de que no se da la conducta al faltar la voluntad, se considera que
es inexistente el delito.
4.4.4.2 Sonambulismo
Esta causa de ausencia de conducta guarda cierta semejanza con el sueño, se distingue de éste en que el sujeto activo
realiza movimientos corporales inconscientes e involuntarios pero los hace deambulando dormido, es un sueño anormal
caracterizado por la ejecución de actos elaborados de manera automática.
De actuar un sujeto bajo dicha circunstancia, no lo hace en un ejercicio volitivo, por lo que no es responsable
penalmente.
4.4.4.3 Hipnotismo.
Respecto de éste, Pavón Vasconcelos nos dice: el hipnotismo se caracteriza por la supresión artificial de la conciencia
o, cuando menos de su disminución, a través de la sugestión, lo que establece una necesaria correspondencia psicológica
entre el paciente (hipnotizado) y el hipnotizador. La exclusión del delito se apoya en la ausencia de conducta (acción) y en la
hipótesis de causación de daños por el hipnotizado, a virtud del mandato impuesto por el hipnotizador, la responsabilidad de
éste surge como autor mediato, por no ser aquél sino un mero instrumento de éste. 34

33
Edmundo Mezger, op. cit., pp. 215, 216.
34
Op. cit., p. 256.
29
4.4.5 Código Penal vigente.
El Código Penal Federal alude en forma genérica y amplia en su artículo 15, fracción I, a las hipótesis de ausencia de
conducta, al decir literalmente lo siguiente:
"ART. 15.- El delito se excluye cuando:
I.- El hecho se realice sin intervención de la voluntad del agente;..."
Lo anterior nos lleva a confirmar nuestra postura respecto del papel preponderante que corresponde al elemento volitivo
en el caso de incurrir en actividad o inactividad constitutivas de delito.
A
U VIS MAIOR
S Fuerza física superior e irresistible
E proveniente de alguna fuerza natural

N
C VIS ABSOLUTA
I Fuerza física superior e irresistible
proveniente de otro hombre
A

D MOVIMIENTOS O ACTOS REFLEJOS


E Reacciones originadas
en el sistema nervioso del sujeto

C
O OTRAS CAUSAS:
•SUEÑO
N •HIPNOTISMO
D •SONAMBULISMO
U
C
T Primer aspecto negativo del delito: falta de
A voluntad por parte del sujeto activo.

Autoevaluación
1. ¿ Qué jurista considera a la conducta como el comportamiento humano voluntario, positivo o negativo
encaminado a un propósito ?
2. ¿ Cómo se clasifica la conducta ?
3. ¿ Cómo se clasifica la omisión ?
4. Mencione y explique brevemente los elementos de la conducta.
5. Explique la ausencia de conducta.
6. Anote cuatro hipótesis de ausencia de conducta.
30
UNIDAD 5. TIPICIDAD Y ATIPICIDAD
OBJETIVO PARTICULAR:
Al finalizar la presente unidad, el alumno estará en aptitud de explicar y analizar la esencia de la tipicidad, del tipo y sus
elementos, así como las causas de atipicidad.
5.1 Tipicidad.
5.1.1 Concepto.
La tipicidad es uno de los elementos esenciales del delito. Consiste en "la adecuación de la conducta concreta con la
descripción legal formulada en abstracto." 35
Este elemento se deriva para la mayoría de los doctrinarios iuspenalistas, del principio constitucional contenido en el
artículo 14 de nuestra Carta Magna que a la letra dice:
"En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía y aún por mayoría de razón, pena alguna
que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata."
Para el jurista español Jiménez de Asúa, la tipicidad "es la exigida correspondencia entre el hecho real y la imagen
rectora expresada en la ley en cada especie de infracción."36
De una manera más simple y acertada, el maestro Porte Petit señala que la tipicidad consiste "en la adecuación o
conformidad a lo prescrito por el tipo." 37
Esta última definición supone la necesidad de conceptuar al tipo, así como analizar sus diversos elementos
5.1.2 El tipo y sus elementos.
El doctor Porte Petit Candaudap nos da una definición del tipo, haciéndolo consistir en lo siguiente: una conducta o
hecho descritos por la norma, o en ocasiones, esa mera descripción objetiva, conteniendo además según el caso, elementos
normativos o subjetivos o ambos. 38
5.1.2.1 Elementos objetivos.
Todos aquellos elementos susceptibles de ser apreciados por el simple conocimiento, teniendo como función describir la
conducta o hecho materia de imputación y de responsabilidad penal.
5.1.2.2 Normativos.
Supone este tipo de elemento la necesidad de que el juzgador lleve a cabo una valoración del mismo, ya sea de
carácter jurídico o cultural.
5.1.2.3 Subjetivos.
Se consideran como tales a los elemento del tipo que se refieren al motivo y al fin de la conducta descrita.

5.1.3 Clasificación de los delitos en orden al tipo.


Al no existir dentro de la doctrina unidad de criterios respecto de la clasificación de los delitos en orden al tipo, hemos
optado por seguir el esquema que acertadamente siguen los maestros Fernando Castellanos Tena y Eduardo López
Betancourt:
a) Por su composición: los tipos pueden ser normales y anormales; los primeros son aquellos que realizan una
descripción objetiva (v. gr. violación), en tanto que los segundos son aquellos tipos en los que su texto hace alusión a
valoraciones subjetivas (v. gr. delitos de litigantes).
b) Por su ordenación metodológica: serán fundamentales cuando sean susceptibles de servir de fundamento a otros
tipos (homicidio); especiales, cuando se agreguen otros requisitos al tipo fundamental que subsumen (homicidio en razón del
35
Fernando Castellanos Tena, op cit., p. 167.
36
Citado por Celestino Porte Petit, op. cit., p. 470.
37
Celestino Porte Petit, op. cit., p. 471.
38
Celestino Porte Petit, op. cit., pp. 423, 424.
31
parentesco o relación); y, complementados, cuando al lado del tipo básico, sólo se diferencian de éste por una peculiaridad o
circunstancia (310 homicidio cometido en estado de emoción violenta).
c) Por su autonomía: Los tipos pueden ser de dos maneras, autónomos o subordinados. Son autónomos cuando el tipo
tiene vida por sí mismo (lesiones); subordinados, cuando para existir requieren la existencia de otra figura típica (lesiones en
riña).
d) Por su formulación: pueden ser casuísticos o amplios. Los primeros prevén una diversidad de hipótesis para su
configuración (v. gr. fraude), en tanto que los segundos describen una hipótesis única que puede ser ejecutada por cualquier
medio comisivo (estupro).
e) Por el daño que causan: cuando el tipo tutela los bienes frente a su disminución o destrucción, se le considera como
de daño (delitos contra la libertad y el normal desarrollo psicosexual); y será de peligro cuando se tutela a un bien contra la
simple posibilidad de ser dañado (delitos de abandono de personas).

T
I TIPO
Descripción objetiva
P de una conducta antisocial
hecha por el legislador

I
OBJETIVO: descripción lisa y llana
C
I ELEMENTOS DEL TIPO NORMATIVO : valoración jurídico cultural

D
SUBJETIVO: vinculado al
A animus sujeto activo

D
Perfecta y cabal adecuación
de la conducta al tipo

5.2 Atipicidad.
5.2.1 Concepto.
Cuando no se conjuntan todos los elementos que exige el tipo legal para considerar a una conducta como delictuosa,
estamos en presencia del aspecto negativo de la tipicidad; siendo éste definido de la siguiente manera: "la atipicidad es la
ausencia de la adecuación de la conducta al tipo."
32
5.2.2 Causas de atipicidad.
A continuación haremos un breve análisis de las distintas causas de atipicidad.

5.2.2.1 Falta de calidad o de número en el sujeto activo.


Para determinados delitos, la ley establece características específicas para el agente, tal y como ya se ha explicado,
excluyendo por tanto de una conducta tipificada a quienes no cumplan con esa cualidad específica y restringiendo a su vez el
campo de posibilidades de la actualización del evento antisocial.
5.2.2.2 Falta de calidad o de número en el sujeto pasivo.
De igual forma, ya puntualizamos que algunos tipos penales imponen la necesidad de que el sujeto pasivo cumpla con
algunas características determinadas, de no presentarse ello, es imposible la configuración del ilícito en cuestión. En el delito
de violación impropia (hipótesis del 266, fr. I) se requiere que el sujeto pasivo sea menor de doce años, lo que constituye una
calidad específica.
5.2.2.3 Falta del objeto material.
La falta del objeto que sufre un daño o peligro provocado por la conducta delictuosa, constituye una causa de atipicidad.
De no cumplir con esta característica, se dará también la atipicidad.
5.2.2.4 Falta del objeto jurídico.
A la falta de bien o institución amparada por la ley, nos encontramos ante una causa de atipicidad, toda vez que el
espíritu de la norma jurídica debe albergar forzosamente una tutela imprescindible de un bien trascendental para el Derecho.
5.2.2.5 Falta de referencias temporales o espaciales.
Algunos tipos penales contienen en su descripción ciertas referencias al espacio o tiempo en que se ha de realizar la
conducta delictiva, de tal forma que, a falta de alguno de esos requisitos, no habrá tipicidad.
5.2.2.6 Falta de medios comisivos.
Existe en algunos tipos penales la exigencia de que la conducta se lleve a cabo a través de medios especiales que el
mismo tipo considera.
5.2.2.7 Falta de elementos subjetivos.
Como ya hemos señalado con anterioridad, los elementos subjetivos son aquellos que se refieren al motivo o al fin del
agente, la carencia del elemento subjetivo exigido impide la cabal adecuación típica.
El sujeto que priva de la vida a su propio hermano, desconociendo que existe dicho vínculo entre ambos, conduce a
pensar en una atipicidad de su conducta respecto de la descripción típica del artículo 323 del Código Penal Federal, ello no
implica que deje de presentarse un evento delictivo, sólo que en este caso no hay cabal adecuación al tipo especial agravado
de referencia, siendo inaplicable el mismo.
5.2.3 Ausencia de tipo
Se presenta la ausencia de tipo cuando no existe en la ley la descripción precisa de la conducta considerada como
delictiva, es decir, no hay una hipótesis semejante que describa el legislador y por tanto no cabe el llevar a cabo un juicio lógico
de tipicidad ya que de antemano la ley no se aproxima hipotéticamente a la conducta fáctica.

33
FALTA DE CALIDAD O DE NÚMERO EN EL SUJETO
A ACTIVO.

T FALTA DE CALIDAD O DE NÚMERO EN EL SUJETO


PASIVO.
I
FALTA DEL OBJETO MATERIAL.
P
I FALTA DEL OBJETO JURÍDICO.

C FALTA DE REFERENCIAS TEMPORALES O


ESPACIALES.
I
FALTA DE MEDIOS COMISIVOS.
D
A FALTA DE ELEMENTOS SUBJETIVOS.

D
Falta de algún elemento exigido por el tipo

AUSENCIA DE TIPO: no existe en


la ley la descripción de la conducta

Autoevaluación.

1. Dé el concepto de Tipicidad.
2. Explique los elementos objetivo, normativo y subjetivo.
3. Explique la clasificación de los delitos en orden al tipo según el maestro Castellanos Tena.
4. Anote el concepto de atipicidad.
5. Explique brevemente las causas de atipicidad.

34
UNIDAD 6. ANTIJURIDICIDAD Y CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN
OBJETIVO PARTICULAR:
Al concluir esta parte del curso, el alumno será capaz de explicar la esencia de la antijuridicidad como elemento del
delito, así como su correspondiente aspecto negativo.
6.1 Antijuridicidad.
6.1.1 Concepto.
En términos lisos y llanos, lo antijurídico es todo aquello contrario a Derecho. Al respecto, el jurista Francisco Pavón
Vasconcelos nos dice:
En general, los autores se muestran conformes en que la antijuridicidad es un desvalor jurídico, una contradicción o
desacuerdo entre el hecho del hombre y las normas del Derecho. 39
Nuestra opinión al respecto consiste en que el delito lleva intrínseca la protección de un bien jurídico, por tanto, la
transgresión de la norma penal siempre se verá reflejada en un ataque a los bienes tutelados por el orden jurídico, ya sea en
un grado de peligro latente o de menoscabo irremediable.
La antijuridicidad supone un choque con lo que el Derecho establece; aquí es donde la ratio legis cobra una
trascendencia inusitada, ya que ella es la que va a definir la teleología de la norma jurídica.
Toda conducta delictiva supone una inobservancia al orden jurídico, por tanto, es un choque que origina la existencia de
la antijuridicidad.
No obstante lo anterior, la misma ley prevé la existencia de causas que justifiquen la presencia de la conducta típica y
antijurídica en primera instancia.
6.1.2 Clases de antijuridicidad.
Algunos doctrinarios han realizado una distinción en cuanto a este elemento del delito, considerando la existencia de
una antijuridicidad formal y una material.
Esta estructura dualista supone que la antijuridicidad lo será desde un punto de vista formal cuando la acción contraria a
Derecho constituya una transgresión a la norma dictada por el Estado, contradiciendo por ello el mandato o la prohibición que
hace el ordenamiento jurídico.
En cambio, será antijurídica la acción, desde el punto de vista material, cuando resulte ser contraria a la sociedad.

39
Op. cit., p. 289.
35
A
N
T FORMAL:
I cuando la acción contraria a Derecho constituya
J .
una transgresión a la norma dictada por el Estado.

U
R
I MATERIAL:
D
I cuando la acción contraria a Derecho
resulte ser contraria a la sociedad.
C
I
D
A
D Conducta contraria a los postulados de derecho,
atentatoria al orden colectivo

6.2 Causas de justificación.


6.2.1 Su esencia.
Las causas de licitud o de justificación, constituyen el aspecto negativo del delito, o de lo que la antijuridicidad se refiere.
Estas, por fuerza, deben estar consagradas en la ley, basándose para ello el legislador, en la ausencia de un interés o
ante la existencia de un interés preponderante, dar prioridad a éste.
A continuación, expondremos las causas de justificación consideradas como tales por los dogmáticos del Derecho
Penal, encasillándolas en dos grande apartados; por una parte, considerando aquellos casos en que se encuentra la persona
en el ejercicio de un derecho, lato sensu; el segundo grupo se caracteriza por aglutinar los casos en que se trata del
cumplimiento de un deber, en el sentido citado.
6.2.2 Consentimiento del ofendido.
En algunas ocasiones la propia ley reconoce la facultad de disponer sobre ciertos bienes jurídicos, restringiendo dicha
potestad a las personas que tengan la titularidad del dichos bienes y gocen de la capacidad de disponer libremente de ellos.
El artículo 15 del Código Penal Federal en su fracción III precisa cuáles son los requisitos que deben cumplirse para la
actualización de esta excluyente del delito:
a) Que el bien jurídico sea disponible;
b) Que el titular del bien tenga la capacidad jurídica para disponer libremente del mismo; y,
c) Que el consentimiento sea expreso o tácito y sin que medie algún vicio; o bien que el hecho se realice en
circunstancias tales que permitan fundadamente presumir que, de haberse consultado al titular, éste hubiese otorgado el
mismo;..."
36
6.2.3 Defensa legítima.
Esta causa de justificación se encuentra prevista por el Código Penal Federal en su artículo 15, fracción IV, que a la letra
dice:
ART. 15.- El delito se excluye cuando: IV.-” Se repela una agresión real, actual o inminente, y sin derecho, en protección
de bienes jurídicos propios o ajenos, siempre que exista necesidad de la defensa y racionalidad de los medios empleados y no
medie provocación dolosa, suficiente e inmediata por parte del agredido o de la persona a quien se defiende.”
Estamos en presencia de un interés preponderante; la defensa legítima implica un choque de intereses protegidos
jurídicamente, la legitimidad de la defensa se funda en la salvaguarda que se hace del interés preponderante, el defensor lo
que hace con su actitud es proteger el interés propio atacando y sacrificando el interés de quien le agrede sin derecho.
El maestro Porte Petit define a la defensa legítima de la siguiente manera: es el contra-ataque (o repulsa) necesario y
proporcional a una agresión injusta, actual o inminente que pone en peligro bienes propios o ajenos, aun cuando haya sido
provocada insuficientemente. 40
Con base en lo anterior, colegimos que los factores primordiales de esta causa de justificación son: la repulsa a una
agresión real, inminente o actual y sin derecho; que la agresión sea sobre bienes jurídicos propios o ajenos; y, que no medie
provocación del agredido.
La propia ley recoge una presunción de defensa legítima al señalar que habrá tal presunción, "salvo prueba en contrario,
el hecho de causar daño a quien por cualquier medio trate de penetrar, sin derecho, al hogar del agente, al de su familia, a sus
dependencias, o a los de cualquier persona que tenga la obligación de defender, al sitio donde se encuentren bienes propios o
ajenos respecto de los que exista la misma obligación; o bien, lo encuentre en alguno de aquellos lugares en circunstancias
tales que revelen la probabilidad de una agresión;..."
6.2.4 Estado de necesidad.
Consiste en la salvaguarda de un bien jurídico, sacrificando a otro bien jurídico diverso y de menor jerarquía que el
salvado, siempre y cuando no exista otra forma de evitar el daño. El jurista Pavón Vasconcelos asevera que en esta situación
también existe colisión o choque de intereses que cuentan con titulares diferentes, la conceptúa como "una situación de peligro
cierto y grave, cuya superación, para el amenazado, hace imprescindible el sacrificio del interés ajeno como único medio para
salvaguardar el propio." 41
Con base en los conceptos apuntados con anterioridad, consideramos que es preciso que distingamos si los bienes en
conflicto son de igual o de diferente valor. Si el bien sacrificado es de menor valía que el amenazado, la causa de justificación
que ahora analizamos sí se presenta como tal; pero si el bien lesionado es mayor que el salvado, el delito se configura
indefectiblemente.
Ahora bien, si los bienes en juego son de igual jerarquía, nos encontramos en presencia de una causa de inculpabilidad,
misma que más tarde precisaremos en el presente estudio.
El artículo 15 del Código Penal Federal, en su fracción V, señala como una causa excluyente del delito el obrar "por la
necesidad de salvaguardar un bien jurídico propio o ajeno, de un peligro real, actual o inminente, no ocasionado dolosamente
por el agente, lesionando otro bien de menor o igual valor que el salvaguardado, siempre que el peligro no sea evitable por
otros medios y el agente no tuviere el deber jurídico de afrontarlo.
6.2.5 Ejercicio de un derecho.
Consiste básicamente en la opción que tiene el sujeto para actuar aparentemente de manera ilícita, sin que por ello se
encuentre obligado a actuar de esta forma. Dicha opción debe estar forzosamente considerada por la ley.
El multicitado artículo 15 del Código Penal Federal, en su fracción VI, se refiere a esta causa de justificación, señalando
como causa de exclusión del delito el hecho de que "la acción o la omisión se realicen en cumplimiento de un deber jurídico o

40
Celestino Porte Petit, op. cit., p. 501.
41
Op. cit., p. 321.
37
en ejercicio de un derecho, siempre que exista necesidad racional del medio empleado para cumplir el deber o ejercer el
derecho, y que este último no se realice con el solo propósito de perjudicar a otro;..."
6.2.6 Cumplimiento de un deber.
Este se presenta cuando el agente se encuentra obligado a actuar aunque parezca que lo hace contrariamente al
Derecho. De igual forma que el ejercicio de un derecho, esta causa de justificación se basa en la previa consignación del deber
en cuestión en una ley.
Dicho deber legal puede ser producto de la función de carácter público que realiza el agente o en virtud de una
obligación general; la fracción VI ya citada aglutina estas dos últimas causas de justificación.
6.2.7 Reglas generales para las causas de justificación.
Para complementar lo anteriormente estudiado, es importante señalar que en caso de que exista un exceso en el
empleo de algunas causas de justificación, éstas será sancionadas como si se tratase de la comisión de un delito culposo, al
tenor del artículo 16 del Código Penal Federal, que señala lo siguiente:
"Artículo 16.- Al que se exceda en los casos de defensa legítima, estado de necesidad, cumplimiento de un deber o
ejercicio de un derecho a que se refieren las fracciones IV, V, y VI del artículo 15 se le impondrá la pena de delito culposo."
Por otra parte, el numeral siguiente consigna la manera en que deberán hacerse valer las causas de exclusión del delito,
dejando al arbitrio de la autoridad o de las partes su argumentación.
"Artículo 17.- Las causas de exclusión del delito se investigarán y resolverán de oficio o a petición de parte, en cualquier
estado del procedimiento."

C
A DEFENSA LEGITIMA
U • repulsa inmediata
S • ataque grave, actual e inminente
• defensa proporcional al ataque
A • en protección de un bien
S
ESTADO DE NECESIDAD
• salvaguarda de un bien jurídico de mayor valía
DE • sacrificio de un bien jurídico de menor valía

J CUMPLIMIENTO DE UN DEBER
• obligación consignada en la ley
U • daño o lesión en cumplimiento de la obligación
S • sin la posibilidad de otro medio menos perjudicial
T
EJERCICIO DE UN DERECHO
I • prerrogativa consignada en la ley
F • ejercicio en términos legales

I
CONSENTIMIENTO DEL OFENDIDO
C • sobre bienes jurídicos disponibles
A • consentimiento expreso o tácito

C
I
O Causas de licitud cuya presencia erradica la esencia contraria a derecho
N

38
Autoevaluación
1. Defina la antijuridicidad.
2. Diga las diferencias entre la antijuridicidad material y la formal.
3. ¿ Cómo define Pavón Vasconcelos a las causas de justificación ?
4. ¿ Cuál es la esencia de las causas de justificación ?
5. Explique cada una de las causas de justificación y ejemplifique.
6. Identifique las causas de justificación en el artículo 15 de Código Penal.
7. ¿ Qué artículo consigna la manera en que deben sancionarse los excesos en algunas causas de justificación y
explíquelos ?

39
UNIDAD 7. IMPUTABILIDAD E INIMPUTABILIDAD
OBJETIVO PARTICULAR:
Al finalizar la presente unidad, el alumno estará en aptitud de explicar y distinguir la esencia de la imputabilidad, su
importancia, elementos y ubicación en la estructura del delito, así como las causas que la desvirtúan.
7.1 Imputabilidad
7.1.1 Concepto.
Carrara estimaba que la imputabilidad es un simple concepto, que lleva por necesidad a la conclusión de que si
solamente el hombre es imputable, la imputabilidad es la expresión técnica idónea para resaltar personalidad, subjetividad y
capacidad penal del individuo.
Por su parte, la escuela Clásica distinguió entre imputables e inimputables, siendo esto posible debido a la
consideración de que la imputabilidad y el libre albedrío fundamentan a la responsabilidad.
La idea del libre albedrío fue rotundamente negada por los positivistas, quienes proclamaron abiertamente el
determinismo. Para ellos, el hombre tenía una responsabilidad social, por lo que era innecesario distinguir imputables e
inimputables; todos debían responder, indiscriminadamente y por igual, del hecho contrario al Derecho que hubieren cometido.
Mayer define a la imputabilidad de la siguiente manera: Es la posibilidad, condicionada por la salud y madurez
espirituales del autor, de valorar correctamente los deberes, y de obrar conforme a ese conocimiento. 42
El ilustre penalistas mexicano Raúl Carrancá y Trujillo nos dice al respecto:
“...para que la acción sea incriminable además de antijurídica y típica ha de ser culpable. Ahora bien, sólo puede ser
culpable el sujeto que sea imputable. Imputar es poner una cosa en la cuenta de alguien, lo que no puede darse sin este
alguien, y para el Derecho Penal sólo es alguien aquel que por sus condiciones psíquicas, es sujeto de voluntariedad. Será
pues imputable todo aquel que posea al tiempo de la acción las condiciones psíquicas exigidas abstracta e
independientemente por la ley para poder desarrollar su conducta socialmente; todo el que sea apto o idóneo jurídicamente
para observar una conducta que responda a las exigencias de la vida en sociedad.”43
Por su parte, Castellanos Tena nos da una definición bastante concreta, al decir que podemos definir a la imputabilidad
"como la capacidad de entender y de querer en el campo del Derecho Penal." 44
7.1.2 Ubicación en la estructura del delito.
Respecto de la posición que ocupa la imputabilidad dentro del estudio analítico del delito, la doctrina iuspenalista se ha
dividido sin lograr una consideración uniforme de la misma. Mientras algunos estudiosos consideran que es un elemento
integrador del delito dentro de una prelación lógica que se coloca entre la antijuridicidad y la culpabilidad; para otros autores no
es más que un presupuesto del delito. Una tercera postura sitúa a la imputabilidad como un presupuesto de la culpabilidad.
Celestino Porte Petit, al señalar los presupuestos del delito, enumera como tales los siguientes:
a) La norma penal, comprendidos el precepto y la sanción.
b) El sujeto activo y pasivo.
c) La imputabilidad.
d) El bien tutelado.
e) El instrumento del delito. 45

42
Citado por Francisco Pavón Vasconcelos, op. cit., p. 366.
43
Raúl Carrancá y Trujillo, Derecho Penal mexicano. Parte General, pp. 430, 431.
44
Op. cit., p. 218.
45
Op. cit., pp. 258,259
40
Jiménez de Asúa le da a la imputabilidad un carácter de elemento integral del delito al definirlo como "un acto
típicamente antijurídico, culpable sometido a veces a condiciones objetivas de penalidad, imputable a un hombre y sometido a
una sanción penal." 46
Castellanos Tena, Ignacio Villalobos y Pavón Vasconcelos, entre otros, conciben a la imputabilidad como un
presupuesto de la culpabilidad, negándole el carácter de elemento autónomo del delito. Esta afirmación tiene su base en la
consideración de la imputabilidad como la capacidad del sujeto, consistiendo dicha capacidad "ordinariamente en el
conocimiento de la significación del hecho en el mundo normativo; capacidad de 'dirigir sus actos dentro del orden jurídico' y
por ello condición que hace posible la culpabilidad penal,..." 47
I
M
P
U
T
POSTURAS:
A
• COMO PRESUPUESTO DEL DELITO
B
• COMO ELEMENTO ESENCIAL DEL DELITO
I
• COMO PRESUPUESTO DE LA CULPABILIDAD
L
I
D
A
Capacidad de comprender la ilicitud
D de la conducta, capacidad de querer y entender.

7.2 Inimputabilidad.
La inimputabilidad constituye el aspecto negativo de la imputabilidad; por lo que podemos considerarla contrario sensu,
como la incapacidad del sujeto activo de entender y de querer.
Existen diversas causas que su presencia anula esa capacidad que suponemos debe tener el transgresor de la norma,
las conocemos como causas de inimputabilidad, misma que a continuación expondremos:
7.2.1 Desarrollo intelectual retardado.
Los sujetos que se encuentran perturbados de sus facultades psíquicas no podrán ser responsabilizados penalmente ya
que esa condición les impide tener la capacidad y la aptitud que exige la imputabilidad, es el caso de aquellos que no hayan
alcanzado la madurez en el desarrollo de su intelecto. Esta condición hipotética se halla contenida en el artículo 15 del Código

46
Luis Jiménez de Asúa, La ley y el delito, p. 207.
47
Francisco Pavón Vasconcelos, op. cit., p. 363.
41
Penal Federal, fracción VII, considerando el legislador que dicho desarrollo retardado debe presentarse en tal magnitud, que
impida al sujeto comprender el carácter antijurídico de su conducta.
7.2.2 Trastorno mental.
Esta hipótesis es recogida también por la fracción citada supra; la ley dispone que el sujeto activo, para ser amparado
por la excluyente del delito, deberá carecer de la capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho típico, "en virtud de
padecer trastorno mental o desarrollo intelectual retardado,..."
La ley no hace distinción entre los trastornos mentales permanentes y transitorios, no obstante, podemos considerar que
la fracción que aludimos ampara ambas circunstancias.
7.2.3 Los menores de edad.
Aún y cuando no existe uniformidad en cuanto al límite cronológico de minoría de edad en los distintos ordenamientos
de nuestro país, vigentes en la materia, la minoría de edad supone una inmadurez del sujeto en virtud de su escaso desarrollo
basado en su corta edad, por lo que, ante tal estado psíquico, la ley determina que no se les puede penalizar, sino que deben
ser sometidos a una corrección educativa en centros especialmente creados para ello.
La inmadurez mental coloca al menor de edad en una situación de incapacidad para determinarse con plenitud frente a
la ley, quedando por ello sujeto a medidas tutelares.
Nos adherimos a la postura adoptada por el doctor Eduardo López Betancourt, quien considera que los menores de
edad no son inimputables, ya que su capacidad de querer y entender no se encuentra disminuida, sino que, sencillamente, son
sujetos de un régimen distinto que hace inaplicable a éstos las normas jurídico-penales.
En nuestra concepción, los menores de edad son sujetos no imputables, ya que no se puede hablar de carencia de
capacidad de comprender, cuando es probable que la misma exista al no estar condicionada a un término cronológico
específico.

7.3 Las acciones libres en su causa.


Este tipo de acciones suponen que el sujeto activo de un delito se coloca exprofeso en alguna de las causas de
inimputabilidad consideradas por el Derecho Penal, para así poder eludir la responsabilidad originada por su acto delictivo.
El criterio seguido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación es que, aún cuando se pruebe que al realizar la
conducta, el sujeto se hallaba en un estado de inconsciencia, si éste fue procurado voluntariamente, no se elimina la
responsabilidad.
La fracción VII del artículo 15 del Código Penal Federal, en su primer párrafo, in fine, exceptúa de la inimputabilidad a
aquellos casos en que el sujeto activo hubiere provocado su trastorno mental dolosa o culposamente, ante ello, "responderá
por el resultado típico siempre y cuando lo haya previsto o le fuere previsible."
La parte final de dicha fracción adiciona lo siguiente:
"Cuando la capacidad a que se refiere el párrafo anterior sólo se encuentre considerablemente disminuida, se estará a
lo dispuesto en el artículo 69 bis de este Código" (vid infra Unidad 9).

42
I
N DESARROLLO INTELECTUAL RETARDADO
I
M
P
U TRANSITORIOS

T ESTADOS DE INCONSCIENCIA
A
B PERMANENTES

I
L
I
D
Incapacidad de querer y entender.
A
D
MENORES DE EDAD = NO IMPUTABLES
Autoevaluación
1. ¿ Qué es la imputabilidad ?
2. Ubique a la imputabilidad como presupuesto de la culpabilidad.
3. Dé el concepto de inimputabilidad
4. ¿ Qué entiende por desarrollo intelectual retardado ?
5. ¿ Qué causas anulan la capacidad del sujeto activo de querer y de entender ?
6. Explique las acciones libres en su causa.

43
UNIDAD 8 CULPABILIDAD E INCULPABILIDAD
OBJETIVO PARTICULAR:
Al concluir esta unidad, el alumno identificará y resaltará la esencia de la culpabilidad como elemento del delito, su
concepto y elementos, las diversas teorías que la explican, así como las causas de inculpabilidad.
8.1 Culpabilidad
8.1.1 Teorías que la explican.
Es menester que expliquemos brevemente en qué consisten las dos teorías más importantes que respecto de la
culpabilidad se han formulado por la doctrina acerca de su naturaleza jurídica, sin perjuicio de lo ya acotado en la primera
unidad del presente libro:
a) Psicologista: esta tesis supone que se dará la culpabilidad jurídico-penal cuando sea posible establecer una relación
subjetiva entre acto y autor, a través de la cual se determinará si fue cometido en forma dolosa o culposa el acontecimiento
típico y antijurídico.
b) Normativista. Considera a la culpabilidad como un juicio de referencia y como un proceso atribuible a una motivación
reprochable del agente.

8.1.2 Concepto
Este elemento positivo del delito consiste, según el maestro Sergio Vela Treviño, en el resultado del juicio por el cual se
reprocha a un sujeto imputable haber realizado un comportamiento típico y antijurídico, cuando le era exigible la realización de
otro comportamiento diferente, adecuado a la norma. 48
La anterior definición se basa en los postulados de la teoría normativista, tesis que no se opone al psicologismo, sino
que lo complementa. Porte Petit nos dice que la culpabilidad consiste en aquel nexo que liga al sujeto con el resultado de su
acto, intelectual y emocionalmente. Castellanos Tena se adhiere a la definición ya apuntada, en tanto que Ignacio Villalobos
considera que la culpabilidad consiste, de manera genérica, "en el desprecio del sujeto por el orden jurídico y por los mandatos
y prohibiciones que tienden a constituirlo y conservarlo" 49
8.1.3 Formas de la culpabilidad.
8.1.3.1 Dolo.
Éste supone la existencia de una voluntad consciente encaminada a la ejecución del evento delictivo, mismo que ha de
producir por fuerza un resultado antijurídico. El jurista español Jiménez de Asúa define con gran precisión al dolo, cuando
asevera que éste consiste en: la producción de un resultado típicamente antijurídico, con conciencia de que se quebranta el
deber, con conocimiento de las circunstancias de hecho y del curso esencial de la relación de causalidad existente entre la
manifestación humana y el cambio en el mundo exterior, con voluntad de realizar la acción y con representación del resultado
que se requiere o ratifica. 50
Para el maestro Castellanos Tena, el dolo está dotado de dos elementos; uno ético y otro volitivo o emocional. El
primero de ellos lo integra la conciencia de que se inobserva el deber; y el segundo consiste en la voluntad de llevar a cabo el
acto, el hecho típico. Este mismo doctrinario considera la existencia de las siguientes especies de dolo:

48
Sergio Vela Treviño, Culpabilidad e inculpabilidad, p. 201.
49
Ignacio Villalobos, Derecho Penal Mexicano, p. 281, 282.
50
Citado por Francisco Pavón Vasconcelos, op. cit., p. 382.
44
a) Dolo directo: Cuando el resultado es coincidente con lo que se propuso el agente.
b) Dolo indirecto: Se presenta cuando el sujeto activo se propone un fin y además tiene la certeza de que surgirán otros
resultados típicos con su actuar, mismos que acepta indirectamente.
c) Dolo indeterminado: Cuando el agente tiene una intención genérica de delinquir, sin que tenga en mente la
producción de algún resultado delictivo en especial.
d) Dolo eventual: En este caso se desea un resultado delictivo en el que el sujeto activo prevé la posibilidad de que se
susciten otros resultados no deseados en forma directa.
Un ejemplo claro del dolo lo encontramos en el delito de violación, en el cual el sujeto activo dirige su intención a la
imposición de la cópula a otro, mediante el uso de la violencia física o moral. El agente actúa con un propósito perfectamente
determinado, dirigiendo su voluntad a la consecución del resultado típico, siendo a su vez un caso de dolo directo.
En cuanto a las demás formas del dolo las podemos ilustrar de la siguiente manera: el dolo indirecto se presenta en el
caso del sujeto que pretende privar de la vida a otro mediante el empleo de un explosivo, lo que provocaría otros daños
indirectamente deseados o aceptados.
El dolo indeterminado se gráfica perfectamente con el caso de los terroristas, cuya pretensión es causar un daño sin
dirigir su conducta en específico a una persona determinada, sino su finalidad es causar pánico en la sociedad.
En cuanto al dolo eventual, podemos pensar en el sujeto que pretende robar en una institución bancaria y desconoce si
existen varios guardias de seguridad, no busca privar de la vida a persona alguna, sin embargo, prevé la posibilidad de tener
que hacerlo para lograr su objetivo.
8.1.3.2 Culpa.
Esta forma de culpabilidad se presenta cuando la voluntad no se halla encaminada a realizar una conducta que
produzca un resultado típico; no obstante, éste último surge por negligencia o imprudencia del sujeto, a pesar de ser previsible
y evitable. El doctrinario Pavón Vasconcelos define con gran precisión a la culpa como: aquel resultado típico y antijurídico, no
querido ni aceptado, previsto o previsible, derivado de una acción u omisión voluntarias, y evitable si se hubieran observado los
deberes impuestos por el ordenamiento jurídico y aconsejables por los usos y costumbres. 51
En cuanto a los elementos de la culpa, Castellanos Tena considera como factores integrantes de la misma, los
siguientes: por ser necesaria la conducta humana para la existencia del delito, ella constituirá el primer elemento; es decir, un
actuar voluntario (positivo o negativo); en segundo término que esa conducta voluntaria se realice sin las cautelas o
precauciones exigidas por el Estado; tercero: los resultados del acto han de ser previsibles y evitables y tipificarse penalmente;
por último, precisa una relación de causalidad entre el hacer o no hacer iniciales y el resultado no querido. 52
Podemos señalar dentro de esta forma de la culpabilidad todos aquellos casos de imprudencia, negligencia o descuido
que llevan a un resultado típico, verbigracia, la madre que al estar cocinando lesiona al hijo infligiéndole alguna quemadura, por
no tener la precaución de evitar la presencia del menor en el área de la casa destinada para las labores culinarias.
Las formas de la culpa reconocidas por la doctrina son las siguientes:
a) Culpa consciente (con representación o previsión): en esta hipótesis, el sujeto activo prevé la posibilidad de que surja
un resultado plenamente tipificado, más no lo quiere, abriga la esperanza de que no se produzca.
b) Culpa inconsciente (sin previsión o sin representación): esta clase de culpa se representa cuando el sujeto, ya sea
por falta de cuidado o precaución, no prevé el resultado, teniendo la obligación de hacerlo por ser de naturaleza evitable y
previsible la consecuencia.

51
Op. cit., p. 397.
52
Op. cit., p. 247.
45
C
U DOLO: Plena intención de
ejecutar la conducta
L
P FORMAS:
A con representación

B
I CULPA: Imprudencia, negligencia
o descuido
L sin representación

I DOCTRINA: DOLO, CULPA, PRETERINTENCIÓN.


D DOLO INICIAL
CULPA FINAL
A
D Nexo intelectual y emocional que une al sujeto
con su conducta y el correspectivo resultado

8.2 Inculpabilidad.
Este elemento negativo del delito consiste en la ausencia de culpabilidad. El jurista español Eugenio Cuello Calón
prefiere llamarle causas de exclusión de la culpabilidad definiéndolas como "especiales situaciones que concurren en la
ejecución del hecho realizado por un sujeto imputable eliminando su culpabilidad."53
La inculpabilidad se presentará siempre que se encuentre ausente alguno de estos dos elementos: conocimiento y
voluntad; suponiendo la preexistencia de todos los demás elementos del delito que constituyen una prelación lógica, misma
que no supone una prioridad temporal.
Para el Derecho Penal vigente son causas de inculpabilidad las siguientes: el error invencible y la no exigibilidad de otra
conducta.
8.2.1 Formas de la inculpabilidad.
8.2.1.1 Error invencible.
Todo error consiste en una falsa concepción de la realidad o en una idea desvinculada del mundo fáctico, respecto a
una situación, cosa u objeto.
Para efectos de nuestra disciplina, se considera que tanto ignorancia como idea falsa se identifican, ya que el hecho del
desconocimiento de la realidad supone la existencia de un error, de un conocimiento falso.

53
Op. cit., p. 462.
46
Al decir del jurista Fernando Castellanos Tena: la doctrina contemporánea divide el error en dos clases: de tipo y de
prohibición, según recaiga sobre un elemento o requisito constitutivo del tipo penal (el agente ignora obrar típicamente) o el
sujeto, sabiendo que actúa típicamente, cree hacerlo protegido por una justificante. 54
Ahora bien, en forma genérica, el error comprende las siguientes especies: error de hecho y error de derecho. La
anterior distinción tiene su origen desde el antiguo Derecho Romano; mientras que la primera especie supone una causa de
inculpabilidad, siempre que sea esencial e invencible; la segunda no funcionaba como excluyente de culpabilidad, ya que no
encontraba fundamento en la ley para ello.
El error de derecho no debiera producir la inculpabilidad del agente en virtud que la ignorancia de la ley a nadie
beneficia; a pesar de lo anterior, el artículo 15 del C. P., en su fracción VIII, inciso A), considera al error de derecho como una
circunstancia excluyente del delito, siempre que dicha ignorancia o error invencible consista en el desconocimiento de alguno
de los elementos esenciales que integran el tipo penal; o bien con base en lo señalado por el inciso B) del numeral en cita, al
radicar el error en "la ilicitud de la conducta, ya sea porque el sujeto desconozca la existencia de la ley o el alcance de la
misma, o porque crea que está justificada su conducta."
El error se subdivide a su vez en esencial y accidental. En cuanto al error accidental, éste no es considerado como
causa de inculpabilidad porque recae sobre elementos no esenciales, meros accidentes del delito, verbigracia, el error en el
golpe o el error en la persona o en el objeto; este tipo de error no exime en lo más mínimo la plena culpabilidad del agente.
A su vez, el error puede ser vencible o invencible. Sólo el error invencible tiene el papel de causa excluyente del delito
en el marco de la inculpabilidad.
En epítome, el error invencible consiste en la presencia de un falso conocimiento de realidad que recae sobre una parte
toral del delito y que impide al sujeto activo advertir la conexión del hecho realizado con la hipótesis legal.
Para culminar el tema, adicionaremos que la propia ley prevé el caso de que no se trate de un error invencible,
señalando que para efectos de la sanción se estará a lo estipulado por el artículo 60 del mismo ordenamiento punitivo, el cual
recoge las sanciones aplicables a los delitos culposos.

8.2.1.2 No exigibilidad de otra conducta.


Esta causa de inculpabilidad supone el actuar de un sujeto imputable produciendo un resultado típico y antijurídico, pero
no culpable en virtud de que no es posible la satisfacción de los elementos en que se basa la exigibilidad que son el deber y el
poder.
El deber supone la obligación de actuar conforme al contenido de la norma, en tanto que el poder se refiere a la
posibilidad de conformar la conducta al Derecho.
Pues bien, el sujeto que se encuentra ante la exigibilidad de otra conducta carece de ese deber y de ese poder en virtud
de que, dadas las circunstancias de su situación, no es posible que se exija una conducta distinta a la observada. El
comportamiento es excusable por obedecer a una situación especialísima y apremiante.
El artículo 15 del Código Penal Federal señala que se excluye al delito cuando:
IX.- “Atentas las circunstancias que concurren en la realización de una conducta ilícita, no sea racionalmente exigible al
agente una conducta diversa a la que realizó, en virtud de no haberse podido determinar a actuar conforme a derecho".
Como causas específicas de no exigibilidad de otra conducta tenemos:
a) Estado de necesidad: cuando se encuentra en juego dos bienes jurídicos de igual jerarquía. En este caso, el hecho
de sacrificar uno de ellos por salvaguardar el otro es una hipótesis clarísima de no exigibilidad de otra conducta.

54
Op. cit., p. 260.
47
Consideremos el caso de que dos vidas se encuentran en peligro y sólo una de ellas es salvaguardada; es atentatorio a
la lógica pensar en la posibilidad de exigir más allá de lo factible al sujeto que ha preservado sólo uno de los bienes en juego
de idéntica jerarquía.
b) Temor fundado: la doctrina es uniforme en considerar que el temor fundado o vis compulsiva se basa en la existencia
de una coacción sobre la voluntad del sujeto. Al no perderse determinar libremente el sujeto, no se le puede considerar
culpable del hecho delictivo que ejecute.
El maestro Sergio Vela Treviño dice respecto del temor: al temor lo definimos como reacción anímica consciente y
voluntaria que produce un resultado típico y antijurídico por la huida o rechazo en que se manifiesta la reacción ante la
presencia de un factor externo amenazante. Claramente podemos observar en el concepto precedente tres elementos de
diversa naturaleza, estos elementos son, en primer término, el que denominaremos subjetivo, que es la reacción anímica; en
segundo el elemento objetivo que es la presencia cierta de un factor amenazante y, en tercero, el elemento normativo, que se
integra por la existencia de una conducta típica y antijurídica, más la conclusión de que se trata de un caso de inexistencia de
delito por inculpabilidad del autor de la conducta calificada como típica y antijurídica. 55
Consideran el temor fundado como una no exigibilidad de otra conducta, autores como Castellanos Tena y Pavón
Vasconcelos. A nuestro entender, el temor fundado debe ser considerado como una hipótesis de la no exigibilidad de otra
conducta, toda vez que ese deber y poder del que hemos hablado están ausentes en el sujeto que es sometido a ese tipo de
coacción moral.
I
ERROR
N •ESENCIAL
C •DE HECHO O DE DERECHO
•INVENCIBLE
U
L ESTADO DE NECESIDAD

P
VIS COMPULSIVA
A NO EXIGIBILIDAD
B DE OTRA CONDUCTA
OBEDIENCIA JERÁRQUICA
I
L CASO FORTUITO

I EXIMENTES PUTATIVAS
D
A
D Carencia del nexo intelectual y emocional que une
al sujeto con su conducta y el correspectivo resultado

55
Op. cit., p. 306.
48
Autoevaluación
1. Defina a la culpabilidad.
2. Enumere y explique las teorías que explican la culpabilidad.
3. ¿ En qué consiste la culpabilidad ?
4. Señale las formas de la culpabilidad.
5. Explique las especies que existen de dolo.
6. Enumere las formas de culpa.
7. Diga en qué consiste la inculpabilidad y sus causas.
8. Explique la no exigibilidad de otra conducta.

49
UNIDAD 9 CONDICIONES OBJETIVAS DE PUNIBILIDAD Y SU AUSENCIA.
OBJETIVO PARTICULAR:
Al concluir esta parte del curso, el alumno será capaz de describir la esencia de las condiciones objetivas de punibilidad,
el incumplimiento de las mismas y su correspectivo aspecto negativo.
9.1 Naturaleza jurídica.
9.1.1 Concepto.
En la opinión del jurista español Cuello Calón, las condiciones objetivas de punibilidad son aquellos requisitos que la ley
exige concurran junto con los elementos básicos de punibilidad.
Para que un hecho sea punible, se requiere la presencia "de determinadas circunstancias ajenas o exteriores al delito, e
independientes de la voluntad del agente. Estás son denominadas condiciones objetivas de punibilidad." 56
Castellanos Tena asevera que las condiciones objetivas de punibilidad son definidas generalmente como "aquellas
exigencias ocasionalmente establecidas por el legislador para que la pena tenga aplicación." 57
El maestro Guillermo Colín Sánchez, identifica, siguiendo a Eugenio Florián, a las condiciones objetivas de punibilidad
con cuestiones prejudiciales, así como con los requisitos de procedibilidad; considerando a los segundos como "cuestiones de
Derecho cuya resolución se presenta como antecedente lógico y jurídico de la del Derecho Penal objeto del proceso y que
versan sobre una relación jurídica de naturaleza particular y controvertida." 58
Este doctrinario hace notar que la diferencia de términos radica en el enfoque que se le dé, así tenemos que: quienes
hablan de condiciones objetivas de punibilidad lo hacen desde el aspecto general de Derecho Penal, y los que aluden a
cuestiones prejudiciales enfocan el problema desde el punto de vista procesal; en cambio los requisitos de procedibilidad son
condiciones que legalmente deben satisfacerse para proceder en contra de quien ha infringido una norma determinada de
Derecho Penal.59
9.1.2 Ubicación en la teoría del delito.
Al respecto, el maestro Eduardo López Betancourt, al considerar a las condiciones objetivas de punibilidad como
requisitos, generalmente de orden procesal, indispensables para la comisión del ilícito, nos permite intuir que dichas
condiciones cuentan con el carácter de elemento esencial del delito.
Por su parte, el maestro Castellanos Tena considera que las condiciones objetivas de punibilidad no son un elemento
esencial del delito: si las contiene la descripción legal, se tratará de caracteres o partes integrantes del tipo; si faltan en él,
entonces constituirán meros requisitos ocasionales y, por ende, accesorios, fortuitos. Basta la existencia de un sólo delito sin
estas condiciones, para demostrar que no son elementos de su esencia. Muy raros delitos tienen penalidad condicionada. 60
Consideramos que las condiciones objetivas de punibilidad sí conforman un elemento esencial del delito, toda vez que,
si bien es cierto son excepcionales los casos que nuestra ley consagra de ilícitos dotados de las mismas, también es cierto que
dichos casos no podrían perfeccionarse como delitos de no cumplirse la condicionalidad objetiva de penalidad.
La pretensión punitiva estatal no se puede definir con exactitud ante la falta de este elemento, hecho que le dota de ese
matiz de esencialidad que hemos acotado.
Se ha considerado como un ejemplo clásico de este tipo de exigencia a la querella, petición que la parte ofendida en la
comisión de un ilícito formula a la autoridad competente en el sentido de que sea perseguido el delito cometido en su agravio
(recordemos la distinción de los delitos por su forma de persecución).
56
Op. cit., p. 522.
57
Op. cit., p. 278.
58
Eugenio Florián, citado por Guillermo Colín Sánchez, Derecho Mexicano de Procedimientos Penales, p. 242.
59
Guillermo Colín Sánchez, op. cit., p. 242.
60
Op. cit., p. 278.
50
Ejemplos de lo anterior son las siguientes figuras típicas: hostigamiento sexual, estupro, abandono de cónyuge, lesiones
levísimas y leves, etcétera.

O
C B P P
Elemento esencial del delito:
O J U O
en virtud de ser exigido por ciertos eventos;
N E N S
sin su concurrencia no se configuraría.
T
D T I U
I I B R
C V I A
Elemento accidental del delito:
I A L S
al no ser exigido en todos los delitos,
O S I no debe estudiarse como elemento.
N D
E A
S D D
E Requisitos generalmente de orden procesal,
indispensables para la definición
de la pretensión punitiva estatal

9.2 Ausencia de condiciones objetivas de punibilidad.


El aspecto negativo del elemento que nos atañe es la ausencia de la condicionalidad objetiva de penalidad, consistente
en la carencia de la exigencia hecha por la ley para el cabal perfeccionamiento del aspecto persecutorio.
Este aspecto negativo se manifiesta cuando se da la exigencia de la condición objetiva de punibilidad y ésta no ha sido
ejecutada o no cumple con las formalidades legales. Pensemos en el caso de la querella interpuesta conforme a la ley, pero
que carece de la debida ratificación a través de la impregnación de la rúbrica o de la huella digital del querellante.
Otro caso sería la ausencia de la certificación bancaria de un cheque sin fondos, cuando se pretende perseguir la
hipótesis de fraude específico contenida en la fracción XXI del artículo 387 del Código Penal Federal.

51
O
C B
A P
O J
U U
N E
S N
D T
E I Cuando siendo exigido el requisito,
I I
N B éste no es agotado, y por tanto
C V no se integra el delito.
C I
I A
I L
O S
A I
N D
D
D E A
E
E S D

Autoevaluación
1. Definición de condición objetiva de punibilidad.
2. Defina a la ausencia de condiciones objetivas de punibilidad y ejemplifique.

52
UNIDAD 10 PUNIBILIDAD Y EXCUSAS ABSOLUTORIAS.
OBJETIVO PARTICULAR:
Al concluir la presente unidad, el educando estará en aptitud de identificar y explicar la esencia de la punibilidad, su
incorporación en la norma penal, así como las excusas absolutorias en su calidad de aspectos negativos de la misma.
10.1 Incorporación de la punibilidad en la norma penal.
La doctrina se encuentra dividida en cuanto a la forma de considerar a la punibilidad; una parte se inclina por ubicarla
dentro de la dogmática jurídico-penal como un elemento del delito, mientras que para otros autores, la punibilidad no es más
que una consecuencia del delito.
En franca adherencia a la primera de las corrientes anotadas, el maestro Francisco Pavón Vasconcelos define la
punibilidad como: la amenaza de pena que el Estado asocia a la violación de los deberes consignados en las normas jurídicas,
dictadas para garantizar la permanencia del orden social." 61
Son del mismo parecer los siguientes autores: Bettiol, Jiménez de Asúa y Cuello Calón, entre otros. Este último le da
especial relevancia a la punibilidad al decir que: para que una acción constituya delito, además de los requisitos de
antijuridicidad, tipicidad y culpabilidad debe reunir el de su punibilidad, siendo este de todos ellos, el de mayor relieve penal.
Una acción puede ser antijurídica y culpable y, sin embargo, no ser delictuosa, podrá, verbigracia, constituir una infracción de
carácter civil o administrativo, más para que constituya un hecho delictuoso, un delito, es preciso que su ejecución se halle
conminada por la ley con una pena, que sea punible. 62
Por su parte el jurista Sebastián Soler excluye tajantemente a la punibilidad de los elementos esenciales del delito,
criticando la definición del delito como un acto antijurídico, culpable y punible, ya que ello implica incurrir en el error lógico de
incluir en los elementos de la definición lo que precisamente es el objeto definido. Si algún sentido tiene definir el delito, éste
consistirá en que la definición pueda guiarnos, para que, cuando los elementos concurran, la pena pueda o deba aplicarse. La
construcción en la dogmática jurídica tiene un objeto más practico que cognitivo. La punibilidad es una consecuencia de la
reunión de esos elementos, de modo que toda la tarea sistemática consiste en examinar el contenido de éstos.63
El maestro Ignacio Villalobos considera que la punibilidad no es un elemento del delito, éste es punible por antijurídico y
culpable; quien lo comete, merece el reproche y la sanción.
La punibilidad como merecimiento, como responsabilidad o como derecho correspondiente al Estado, se engendra por
la antijuridicidad y la culpabilidad; va implícita en éstas como su consecuencia; por ello se ha dicho que agregarla en la
definición del delito es una autología y que, si por "punibilidad" se entiende la calidad del acto que amerita una pena, no es un
elemento nuevo si no una especial apreciación de la naturaleza conjunta del delito.64
Castellanos Tena define a la punibilidad como "el merecimiento de una pena en función de la realización de cierta
conducta." 65
Este autor también le niega el rango de elemento esencial del delito a la punibilidad, al considerar que la pena se
merece en virtud de la naturaleza que tenga el comportamiento; la anterior postura la refuerza con el argumento de que la
existencia de una sanción, no determina la calidad delictiva de una conducta.
El maestro Celestino Porte Petit ubica a la punibilidad como una consecuencia del delito, partiendo de la base de que al
no cumplirse la condición objetiva de punibilidad, no habrá delito, lo que le hace pensar que la punibilidad es una mera
consecuencia y no un elemento insoslayable del evento antisocial.

61
Op. cit., p. 421.
62
Op. cit., p. 522.
63
Sebastián Soler, citado por Francisco Pavón Vasconcelos, op. cit. p. 422.
64
Ignacio Villalobos, Derecho Penal Mexicano, p. 214.
65
Op. cit., p. 275.
53
Para la maestra Olga Islas la punibilidad "es conminación de retribución penal, formulada por el legislador para la
defensa de la sociedad y determinada por el valor de uno o más bienes jurídicos." 66

10.2 Distinción entre punibilidad, pena y punición.


Un concepto ligado íntimamente con el de punibilidad es el de pena. Rafael de Pina define a la pena como: el contenido
de la sentencia de condena impuesta al responsable de una infracción penal por el órgano jurisdiccional competente que
puede afectar a su libertad a su patrimonio o al ejercicio de sus derechos; en el primer caso, privándole de ella, en el segundo,
infligiéndole una merma en sus bienes, y en el tercero, restringiéndolos o suspendiéndolos. 67
Sergio García Ramírez es mucho más gráfico al señalar que significa poco o nada que la ley establezca delitos sin que
exista una correlativa fijación de penas, ya que considera que seria tanto como hablar de "campanas sin badajo".
En este orden de ideas consideramos que mientras la punibilidad consiste en la amenaza de aplicación de una pena en
concreto sobre quien cometa una acto delictivo; la pena es una consecuencia del delito, ya que viene a ser la imposición de un
mal proporcional al acto transgresor de la norma. Dicha pena debe, por fuerza, estar considerada en la ley, en atención al
principio de "nulla poena sine lege" que constituye una garantía penal.
Otra diferencia sustancial entre punibilidad y pena consiste en que la primera es resultado de una labor llevada a cabo
por la función legislativa del Poder Público, en tanto que la pena proviene de la función judicial, toda vez que es tarea del
juzgador precisar la concreta sanción a un delincuente a través de una sentencia, dentro de un marco de formalidades
procesales respetuosas de los derechos humanos.
Respecto de la punición, la podemos considerar como el concreto y real acto de aplicación de la pena; es decir, una vez
que el juzgador ha determinado el alcance del reproche social a través de la resolución definitiva, corresponde al poder
Ejecutivo la reclusión del delincuente asignándolo a un lugar determinado para su readaptación social.

66
Olga Islas de González Mariscal, Nueva teoría general del Derecho Penal, p. 45.
67
Rafael de Pina, Rafael de Pina Vara, Diccionario de Derecho, p. 373
54
P
U POSTURAS:
N • Elemento esencial del delito
I • Consecuencia del delito
B
I
L
I
D
A
D Amenaza de sanción prevista por el
legislador, consistente en la posible
afectación de bienes jurídicos propios
del sujeto activo.

10.3 Excusas absolutorias.


De igual forma que los demás elementos del delito, la punibilidad también cuenta con su aspecto negativo que son las
excusas absolutorias, mismas que de presentarse imposibilitan la aplicación de la pena correspondiente.
El maestro Raúl Carrancá y Trujillo estructura una definición de las excusas absolutorias con base en las ideas de
Mayer y de Jiménez de Asúa al decir que: son causas que dejan subsistir el carácter delictivo de la acción, causas personales
que excluyen sólo la pena (Mayer), pues por las circunstancias que concurren en la persona del autor el Estado no establece
contra tales hechos acción penal alguna (Jiménez de Asúa). 68
Cuello Calón dice de las excusas absolutorias que se trata de causas de impunidad: mediante cuya concurrencia
hechos definidos por la ley como delitos que quedan impunes, se diferencian de las causas de justificación en que el acto
ejecutado es antijurídico, ilícito, y de causas de inimputabilidad en que el agente es imputable, y sin embargo, no obstante ser
el hecho culpable y antijurídico no se castiga. La excusa absolutoria es, en realidad un perdón legal. 69
10.3.1 La Política Criminal.
En el ámbito penal existe una ingerencia importante de la apreciación estatal respecto de determinadas conductas
antisociales. En algunos casos, la ley reconoce perfectamente la posibilidad de actuar aparentemente al margen del estado de
Derecho; sin embargo, dicha conducta puede dejar de percibirse como antisocial si tomamos en consideración otras
circunstancias concurrentes, cuya presencia puede transformar totalmente la situación.
Ello es la Política Criminal, una preocupación del Estado porque la tutela de bienes jurídicos no se convierta en una
injusticia adicional a la aparente transgresión de la norma jurídico-penal.

68
Raúl Carrancá y Trujillo, Derecho Penal Mexicano, Parte General, p. 125.
69
Op. cit., p. 524.
55
El maestro Castellanos Tena, al definir a las excusas absolutorias alude a la Política Criminal, al señalarlas como:
aquellas causas que dejando subsistente el carácter delictivo en una conducta o hecho, impiden la aplicación de la pena. El
Estado no sanciona determinadas conductas por razones de justicia o de equidad, de acuerdo con una prudente política
criminal. En presencia de una excusa absolutoria, los elementos esenciales del delito (conducta o hecho, tipicidad,
antijuridicidad y culpabilidad), permanecen inalterables; sólo se excluye la posibilidad de punición.
(Cabe recordar que el presente autor niega la punibilidad carácter de elemento del delito).
Consideramos que las excusas absolutorias operan en función de un interés público; es decir, la presencia de éstas se
justifica por razones o motivos de índole político sin que por ello deje de subsistir el carácter delictivo del acto; su trascendencia
se restringe al hecho de que impiden que la pena sea aplicada al transgresor de la norma punitiva.
10.3.2 Derecho vigente.
Cada tipo penal posee su respectiva amenaza de sanción que el legislador, en aras del principio constitucional vertido
en el artículo 14 de nuestra Carta Magna, señala apriorísticamente, estableciendo a su vez un minimum y un maximum entre
los cuales el juzgador habrá de individualizar la sanción concreta.
No obstante lo anterior, el Código Penal Federal consagra un título dentro del libro Primero para la aplicación de las
sanciones, previo enlistamiento y explicación de las "penas" y medidas de seguridad de probable aplicación.
De dichas reglas recogidas en el Título Tercero, sobresalen las siguientes (artículos reformados por publicación en el
Diario Oficial de la Federación, el día 10 de enero de 1994):
Artículo 52.- El juez fijará las penas y medidas de seguridad que estime justas y procedentes dentro de los límites
señalados para cada delito, con base en la gravedad del ilícito y el grado de culpabilidad del agente, teniendo en cuenta:
I.- La magnitud del daño causado al bien jurídico o del peligro a que hubiere sido expuesto;
II.- La naturaleza de la acción u omisión y de los medios empleados para ejecutarla;
III.- Las circunstancias de tiempo, lugar, modo u ocasión del hecho realizado;
IV.- La forma y grado de intervención del agente en la comisión del delito, así como su calidad y la de la víctima u
ofendido;
V.- La edad, la educación, la ilustración, las costumbres, las condiciones sociales y económicas del sujeto, así como los
motivos que lo impulsaron o determinaron a delinquir.
Cuando el procesado perteneciere a un grupo étnico indígena, se tomarán en cuenta, además, sus usos y costumbres;
VI.- El comportamiento posterior del acusado con relación al delito; y
VII.- Las demás condiciones especiales y personales en que se encontraba el agente en el momento de la comisión del
delito, siempre y cuando sean relevantes para determinar la posibilidad de haber ajustado su conducta a las exigencias de la
norma.
Artículo 60.- En los casos de delitos culposos se impondrá hasta la cuarta parte de las penas y medidas de seguridad
asignadas por la ley al tipo básico del delito doloso, con excepción de aquellos que la ley señale una pena específica. Además
se impondrá, en su caso suspensión hasta de diez años, o privación definitiva de derechos para ejercer profesión, oficio,
autorización, licencia o permiso.
Las sanciones por delito culposo sólo se impondrán con relación a los delitos previstos en los siguientes artículos: 150,
167 fracción IV, 169, 199 bis, 290, 291, 292, 293, 302, 307, 323, 397 y 399 de este Código.
Cuando a consecuencia de actos u omisiones culposos, calificados como graves, que sean imputables al personal que
preste sus servicios en una empresa ferroviaria, aeronáutica, o de cualesquiera u otros transportes de servicio público federal
o local, se causen homicidios de dos o más personas, la pena será de cinco a veinte años de prisión, destitución del empleo,
cargo o comisión e inhabilitación para obtener otros de la misma naturaleza. Igual pena se impondrá cuando se trate de
transporte de servicio escolar.

56
La calificación de la gravedad de la culpa queda al prudente arbitrio del juez, quien deberá tomar en consideración las
circunstancias generales señaladas en el artículo 52, y las especiales siguientes:
I.- La mayor o menor facilidad de prever y evitar el daño que resultó;
II.- El deber del cuidado del inculpado que le es exigible por las circunstancias y condiciones personales que el oficio o
actividad que desempeñe le impongan.
III.- Si el inculpado ha delinquido anteriormente en circunstancias semejantes;
IV.- Si tuvo tiempo para obrar con la reflexión y cuidado necesarios;
V.- El estado del equipo, vías y demás condiciones de funcionamiento mecánico, tratándose de infracciones cometidas
en los servicios de empresas transportadoras, y en general, por conductores de vehículos, y
VI.- Derogada.
Artículo 61.- En los casos a que se refiere la primera parte del primer párrafo del artículo anterior se exceptúa la
reparación del daño. Siempre que al delito doloso corresponda sanción alternativa que incluya una pena no privativa de
libertad aprovechará esa situación al responsable de delito culposo.
Artículo 62.- Cuando por culpa se ocasione un daño en propiedad ajena que no sea mayor del equivalente a cien veces
el salario mínimo se sancionará con multa hasta por el valor del daño causado, más la reparación de ésta. La misma sanción
se aplicará cuando el delito culposo se ocasione con motivo del tránsito de vehículos cualquiera que sea el valor del daño.
Cuando por culpa y por motivo del tránsito de vehículos se causen lesiones, cualquiera que sea su naturaleza, sólo se
procederá a petición del ofendido o de su legítimo representante, siempre que el conductor no se hubiese encontrado en
estado de ebriedad o bajo el influjo de estupefacientes, psicotrópicos o de cualquiera otra sustancia que produzca efectos
similares y no se haya dejado abandonada a la víctima.
Artículo 63.- Al responsable de tentativa punible se le aplicará, a juicio del juez y teniendo en consideración las
prevenciones de los artículos 12 y 52, hasta las dos terceras partes de la sanción que se le debiera imponerse de haberse
consumado el delito que se quiso realizar, salvo disposición en contrario.
En los casos de tentativa en que no fuere posible determinar el daño que se pretendió causar cuando éste fuera
determinante para la correcta adecuación típica, se aplicará hasta la mitad de la sanción señalada en el párrafo anterior.
Artículo 64.- En caso de concurso ideal, se aplicará la pena correspondiente al delito que merezca la mayor, la cual se
podrá aumentar hasta en una mitad más del máximo de duración, sin que pueda exceder de las máximas señaladas en el título
segundo del libro primero.
En caso de concurso real se impondrá la suma de las penas de los delitos cometidos, si ellas son de diversa especie. Si
son de la misma especie, se aplicarán las correspondientes al delito que merezca la mayor penalidad, las cuales podrán
aumentarse en una mitad más, sin que excedan de los máximos señalados en este Código.
En caso de delito continuado, se aumentará hasta una tercera parte de la pena correspondiente al delito cometido.
Artículo 64 bis.- En los casos previstos por las fracciones VI, VII y VIII del artículo 13, se impondrá como pena hasta las
tres cuartas para el delito de que se trate y, en su caso, de acuerdo con la modalidad respectiva.
Artículo 66.- En caso de que el error a que se refiere el inciso a) de la fracción VIII del artículo 15 sea vencible, se
impondrá la punibilidad del delito culposo si el hecho de que se trata admite dicha forma de realización. Si el error vencible es
el previsto en el inciso b) de dicha fracción, la pena será de hasta una tercera parte del delito que se trate.
Artículo 69 bis.- Si la capacidad del autor, de comprender el carácter ilícito del hecho o de determinarse de acuerdo con
esa comprensión, sólo se encuentra disminuida por las causas señaladas en la fracción VII del artículo 15 de este Código, a
juicio del juzgador, según proceda, se le impondrá hasta dos terceras partes de la pena que correspondería al delito cometido,
o la medida de seguridad a que se refiere el artículo 67 o bien ambas, en caso de ser necesario, tomando en cuenta el grado
de afectación de la imputabilidad del autor.

57
A
B
S
E O
X L
C U Circunstancias contenidas en la ley, como
U T excluyentes de pena, previstas por el legislador
S O en virtud de una Política Criminal.
A R
S I
A
S

Autoevaluación
1. Distinga entre punibilidad, pena y punición.
2. ¿ En qué consisten las excusas absolutorias ?
3. ¿ Cómo opera la política criminal ?
4. ¿ Qué es lo que deberá tomar en cuenta el juez para la aplicación de las penas y medidas de seguridad ?

58
UNIDAD 11 FORMAS PERFECTAS E IMPERFECTAS DE EJECUCIÓN DEL DELITO.

OBJETIVO PARTICULAR:
Al finalizar la presente unidad, el alumno estará en aptitud de explicar y distinguir las formas perfectas e imperfectas de
la ejecución de un delito, con base en las fases del Iter Criminis.

Previo al análisis de los contenidos de la presente unidad, es imprescindible precisar que debemos entender por Iter
Criminis el camino a través del cual se va desarrollando el delito, comprendiendo desde la idea en el mundo de lo
abstracto (la mente), hasta su materialización, es decir, su afloramiento al mundo fáctico.
En conclusión, por Iter Criminis debe entenderse el camino del delito.
El Iter Criminis presenta dos fases: una interna y otra externa; en la interna el sujeto sólo deja en el mundo del
abstracto, en el mundo del intangible, en su mente, la idea criminosa; por el contrario, en la fase externa el sujeto
exterioriza la idea criminal, se percibe por medio de cualquiera de los cinco sentidos, pues el agente realiza las actividades
encaminadas a la comisión del delito. Esta fase, es decir la externa, es la que le interesa al Derecho Penal, ya que al
presentarse la exteriorización de los actos encaminados para la consumación del delito se afecta o se pone en peligro a un
bien jurídico.
Podemos afirmar que la fase interna no es antijurídica, pues no basta con pensar en desplegar una conducta
delictiva para que por el simple pensamiento se sancione a una persona; es el caso de que un sujeto cada vez que vea a
otro y ante tanta antipatía pensará en las ganas que tiene de golpearlo, pero jamás lo hace, es lógico suponer que no ha
exteriorizado su conducta y que el hecho de pensar en realizar cualquier conducta no constituye en sí un delito, basta
imaginar que por pensar en hacer un daño a alguien se incurriera en responsabilidad penal; cuántas veces cualquiera de
nosotros ha pensado en causar un daño a otro o en apoderarse de algún objeto ajeno y el deseo ha quedado en simple
pensamiento, pues la autocensura o el temor ha hecho que no se objetivice nuestro pensamiento; a esto no se le puede
llamar delito, ni tampoco afirmar que se ha quedado en un grado de tentativa.
Por su parte la fase externa, amén de ser de interés para el Derecho Penal, puede o no afectar un bien jurídico
tutelado, pues si bien es cierto el agente despliega su conducta, también lo es que se puede o no dar el resultado deseado
por el agente.
Es menester estudiar ambas fases, porque están estrechamente relacionadas entre sí.
11.1 Fase interna del Iter Criminis.

La fase interna como parte del Iter Criminis se puede dividir en tres subfases o etapas que son:

11.1.1 Idea criminosa.


En ésta, la psique o mente acoge la posibilidad de delinquir.

11.1.2 Deliberación.
En ésta existe una verdadera lucha entre el ontos (ser) y el deontos (deber ser).
Es la consecuencia del hombre que en lucha consigo mismo, analizará los pros y los contras del acogimiento de la
idea criminosa. En la deliberación intervienen factores morales, éticos, religiosos, sociales, culturales, económicos y en
ocasiones hasta jurídicos.

11.1.3 Resolución.
Es la antesala a la fase externa, y es en esta en la que el agente ha tomado la decisión de cometer un delito. La
voluntad se ha definido.
59
11.2 Fase externa del Iter Criminis.
La fase externa comprende tres subfases o etapas, que son: la manifestación, la preparación y la ejecución.

11.2.1 Manifestación.
Es la exteriorización de la idea de delinquir. Manifiesta ante sí o ante otro, de su resolución. Podemos afirmar que a
partir de la manifestación interviene en forma directa el Derecho Penal; basta con exteriorizar la idea criminosa para
considerar que se está frente a un delito, como es el caso de las amenazas que son la excepción al principio de derecho
de manifestar las ideas que consagra la Constitución Política en su artículo sexto, pues las amenazas, si bien es cierto son
la manifestación de una idea, éstas afecta la esfera jurídica y la certidumbre del amenazado. Cabe aclarar que en este
caso, constituyen por sí solas un delito, aunque pueden exteriorizarse como premonición de algún otro.

11.2.2 Preparación.
Es la segunda subfase o etapa de la fase externa, ésta se refiere a la realización de todos los actos encaminados
para hacerse de todos los medios comisivos necesarios, como es el caso de comprar las substancias y materiales
necesarios para fabricar una bomba, o adquirir una pistola y balas para privar de la vida. Los medios preparatorios pueden
constituir en sí un delito, como es el caso de la portación de arma prohibida.

11.2.3 Ejecución.
En esta última etapa o subfase se exterioriza la conducta que daña o pone en peligro el bien jurídico tutelado, que
con base en la idea criminosa se desea afectar. Son aquellos pasos que se siguen para la obtención de un resultado típico
y que no comprende la obtención de las herramientas o medios para cometer el delito. La ejecución puede llegar hasta su
consumación o quedarse en grado de tentativa.
La consumación es la ejecución que reúne todos los elementos genéricos y específicos del tipo penal. Es decir, se
colman los elementos del tipo afectándose el bien jurídico tutelado, deseado por el agente.
Podemos sostener que los actos encaminados a la obtención de un resultado típico se pueden consumar o quedar
en grado de tentativa.
La consumación es la actividad o inactividad voluntaria que reúne los elementos objetivos, subjetivos y normativos
que el tipo penal requiere.
En la consumación se da la conducta, el nexo causal y el resultado, este último puede o no ser exactamente el
deseado por el agente.
Existen tres teorías que fundamentan la punibilidad de los actos que preceden a la consumación del delito:
a) Teorías. Objetivas o clásicas
En éstas lo más importante es el resultado que se obtiene al realizar la conducta típica, es decir se sanciona la
lesión o puesta en peligro del bien jurídicamente tutelado.

b) Teoría Subjetivistas
Aquí lo que se sanciona es la voluntad contraria a derecho, la voluntad criminosa, independientemente de que el
delito implique el resultado típico.
c) Teorías Mixtas
Parten del supuesto de que además de la realización de la conducta típica deben los actos producir una conmoción
en el ordenamiento jurídico, en cuanto a la sensación de la seguridad existente en la comunidad.
60
11.3 Tentativa.

En el momento en que el sujeto activo despliega su conducta se puede dar o no un resultado típico; cuando el
resultado típico no se da por causas ajenas al agente estamos frente a la tentativa. Es importante señalar que en la
tentativa se trata de situaciones o causas ajenas a la voluntad del agente en donde intervienen factores como la
participación de un tercero, algún fenómeno natural o la falta de apreciación objetiva por parte del sujeto activo, esta última
relacionada con la idoneidad de los medios empleados.
Podemos afirmar que la tentativa in genere es la falta de relación entre la conducta y el resultado, derivada de que
por causas ajenas a la voluntad del sujeto no se da el resultado.
Por su parte el artículo 12 del Código Penal Federal señala: “Existe tentativa punible cuando la resolución de cometer un
delito se exterioriza realizando en parte o totalmente los actos ejecutivos que deberían de producir el resultado, u
omitiendo los que deberían evitarlo, si aquél no se consuma por causas ajenas a la voluntad del agente. Para imponer la
pena de la tentativa el Juez tomará en cuenta, además de lo previsto en el artículo 52, el mayor o menor grado de
aproximación al momento de consumado el delito.”

Diversas formas de tentativa.- Dentro de las formas en que se pueden comprender la tentativa acabada o la
inacabada, en dichas tentativas no se produce el resultado deseado por el agente, por causas externas al mismo.

11.3.1 Tentativa acabada y su sanción.


El sujeto activo agota toda su conducta, sin embargo por causas externas no se da el resultado; a este tipo de
tentativa también se le conoce como delito frustrado; verbigracia, el individuo que se hace de los medios necesarios para
fabricar una bomba y una vez puesta ésta en el lugar deseado para causar un daño, la bomba no explota; en este ejemplo
el sujeto activo agota su conducta, pero por causas ajenas a su voluntad no se da el resultado.
Otro ejemplo, lo es el que un sujeto teniendo en su poder una pistola apunte con ella a un tercero y active el arma,
sin embargo, ésta se encasquilla.

11.3.2 Tentativa inacabada.


En esta tentativa el sujeto activo no agota la conducta por causas ajenas a su voluntad; esta tentativa también se
conoce como delito intentado, el ejemplo sería el de aquel que pretende matar con pequeñas dosis de arsénico a un
tercero percatándose este último de dicha conducta e impidiendo la consumación del delito.
En el delito intentado o tentativa inacabada el sujeto activo no termina de desplegar su conducta por lo que ese
animus es interrumpido por causas externas.

11.4. Desistimiento y arrepentimiento


En ambos casos es una causa interna, es la psique del agente la que interviene para interrumpir su conducta o para
una vez consumada ésta, él mismo impida que se dé el resultado típico.
11.4.1 El desistimiento y sus efectos.
El sujeto activo interrumpe voluntariamente su conducta como un efecto razonado de su capacidad reflexiva; en
este caso no será punible en grado de tentativa su conducta, pero si surge algún otro delito como consecuencia de sus
actos encaminados a la comisión del delito hasta el momento de su voluntaria interrupción, éstos si serán sancionados.
En el ejemplo anterior en el que se suministra gotas de arsénico a un tercero, si el agente interrumpe
voluntariamente su conducta no estaremos frente a la tentativa de homicidio, pero se podría dar el caso de las lesiones,
por lo que el agente tendrá que responder por este último delito.
61
En cuanto al desistimiento podemos señalar que pueden influir la psique del sujeto activo, la moral, la ética, la
religión o cualquier otro factor intangible que cause en él la reflexión de sus actos. Al respecto, el multicitado numeral 12
señala:
ART. 12.- …
Si el sujeto desiste espontáneamente de la ejecución o impide la consumación del delito, no se impondrá pena o
medida de seguridad alguna por lo que a éste se refiere, sin perjuicio de aplicar la que corresponda a actos ejecutados u
omitidos que constituyan por sí mismos delitos.
11.4.2 El arrepentimiento y su ineficacia.
El arrepentimiento se puede presentar en dos formas:
El arrepentimiento activo también conocido como eficaz y por otra parte el arrepentimiento post factum.
Arrepentimiento activo.- Éste se presenta cuando, una vez agotada la conducta, el agente realiza actos
encaminados a impedir el resultado típico.
En este tipo de arrepentimiento no será punible su conducta, pues evita el resultado, al igual que en el desistimiento,
el agente será responsable de los delitos que resulten con motivo de la conducta desplegada.
Así se cita el ejemplo de aquella persona que fabrica una bomba utilizando materiales de los señalados en la Ley de
Armas de Fuego y Explosivos, y cuya utilización sin previa autorización se considera delito. Dicha bomba una vez
fabricada la deposita en un centro comercial y momentos después, una vez agotada su conducta, decide desactivar la
bomba para que no se dé el resultado típico.
En este ejemplo estamos frente a un arrepentimiento eficaz pues una vez agotada la conducta por voluntad del
agente no se da el resultado, sin embargo, tendría que responder por los delitos que se hayan generado en su caso.
Arrepentimiento post factum
En éste, surge el resultado, ya que el arrepentimiento se presenta después de agotada la conducta y dado el
resultado, lo que no excluye la punibilidad; sin embargo se estará a lo dispuesto por el artículo 52, fracción VI que señala:
IV.- El juez fijará las penas y medidas de seguridad que estime justas y precedentes dentro de los límites señalados por
cada delito teniendo en cuenta el comportamiento posterior de acusado con relación con el delito consumado.

11.5 Tentativa imposible

Ésta también es conocida como delito imposible y a diferencia de la acabada e inacabada, no se da el resultado
típico, pues no hay infracción a la norma ya sea por imposibilidad material, por inidoneidad de los medios empleados y por
inexistencia del objeto del delito. Podemos afirmar en la tentativa imposible no se produce el resultado por causas ajenas o
no a la voluntad del agente, simplemente no hay resultado por ser imposible como es el caso de pretender matar a un
muerto o aplicar algún abortivo a una mujer no embarazada o pretender robar un poco de aire en una bolsa.
En cuanto al delito putativo o imaginario, éste, a diferencia de la tentativa imposible, no es punible por carecer de
norma que regule la conducta del agente ya que el sujeto cree erróneamente que su conducta es punible sin serlo
legalmente.
Acerca del delito putativo podemos concluir que no puede sancionarse en grado de tentativa ni de consumación
pues no hay delito.

62
Autoevaluación
1. Proporcione el concepto de Iter Criminis.
2. Enuncie las etapas de las fases interna y externa.
3. Explique la importancia de la fase externa y su relación con el Derecho Penal.
4. Dé el concepto de tentativa.
5. Elabore un cuadro con las simulitudes y diferencias entre la tentativa acabada y la inacabada.
6. Explique la tentativa imposible y su relación con su voluntad del agente.
7. Elabore un cuadro lógico con las similitudes y diferencias entre el arrepentimiento eficaz y el desistimiento.
8. Señale los efectos legales del desistimiento y proporcione su fundamento legal.
9. Explique la diferencia entre la tentativa y el desistimiento.
10. Señale los efectos jurídicos del arrepentimiento post factum.
11. Proporcione el concepto de delito putativo.

63
UNIDAD 12 AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN.
OBJETIVO PARTICULAR:
Al finalizar la presente unidad, el alumno será capaz de distinguir las diversas formas de participación de los sujetos en
la comisión de delitos.
El concurso de sujetos es reconocido por la legislación penal vigente, con independencia de que algunas figuras delictivas
exijan un sujeto activo plural. El numeral 13 de nuestro Código Penal recoge el catálogo de los grados de participación en la
comisión de un delito, los cuales procederemos a revisar en forma detallada.

12.1 Autoría material.


Se conoce con esta denominación al sujeto que ejecuta en forma directa la conducta descrita en el tipo penal, es decir,
al individuo que por sí lleva a cabo la acción u omisión que agota al verbo núcleo de la hipótesis respectiva. Un ejemplo claro
de autor material lo tenemos en el delito de fraude genérico, donde el sujeto que directamente aproveche el error en que se
encuentre otro, obtenga con base en ello un lucro indebido.

12.2 Autoría mediata.


La autoría mediata se presenta cuando el agente utiliza a un inimputable para la comisión material de un delito; es
decir, se emplea como medio comisivo o instrumento a una persona incapaz, ya sea por su minoría de edad o por su
estado de enajenación mental, permanente o transitoria.
Debemos entender como menor de edad a la persona que no haya cumplido los dieciocho años (mayoría de edad)
y que derivado de esto no pueda comprender la consecuencia de sus actos; y por enajenado mental a aquella persona
que con motivo de una disfunción cerebral se encuentre ajeno al mundo fáctico y derivado de esto no comprenda la
consecuencia de sus actos.

Anteriormente sólo se comprendía como incapaces a los idiotas aún con momentos lúcidos, ebrios
consuetudinarios, adictos a drogas enervantes y sordomudos que no supieran leer ni escribir. En la actualidad se agregan
a los mayores que tienen alguna deficiencia persistente de carácter física, psicológica o sensorial.

No podemos dejar de contemplar a aquellas personas, que al igual que los menores de edad, se encuentren
disminuidas de su capacidad intelectual de manera transitoria, quienes también pueden ser utilizados como medios
comisivos o herramientas en la comisión del delito, y siempre estando atentos a que no se esté frente a unas acciones
libres en su causa.

12.3 Autoría intelectual.

Se le cataloga como autor intelectual al sujeto que concibe la idea criminal y la implementa desde una perspectiva
externa a la comisión de la conducta. El autor intelectual no actualiza el supuesto, pero participa a través de la concepción
criminal.

Es menester hacer algunos apuntamientos acerca de la participación para poder entender la coautoría, la
complicidad, el encubrimiento y cualquier congregación con animus de delinquir.

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Teorías de la participación:
a) Teoría de la causalidad.- Considera como codelincuentes a aquellos que, a través de una aportación que hacen
al autor del delito, se convierten en parte de la causación del hecho sancionado por la ley penal.
b) Doctrina de la accesoriedad.- Esta doctrina determina que será autor principal aquél que realiza los actos típicos,
en cambio, señala como partícipes a los sujetos, que a través de una conducta accesoria, prestan auxilio al autor principal
para concretar el hecho típico.
Estas teorías son consideradas como corrientes, monísticas o unitarias.
c) Teoría de la autonomía o corriente pluralista.- En ésta, los individuos que participan en la ejecución del delito
realizan comportamientos autónomos, lo cual implica que sus conductas se consideren como delitos independientes unos
de otros. En este caso sólo son admisibles las causas excluyentes de responsabilidad o las calificativas y modificativas en
forma individual, es decir se sanciona a cada agente de manera autónoma.
Cabe hacer mención que el legislador, previendo la existencia de distintos grados de participación de los cuales
emanan diversas responsabilidades y penas, tuvo a bien crear el artículo 52 del Código Penal Federal; con ello el juez
debe tomar en consideración la situación física o material y psicológica de cada sujeto, ya que de esto depende el grado
de responsabilidad y la pena que se le impondrá al delincuente.
Por otra parte, Maggiore proporciona una clasificación de las formas de participación, en cuatro rubros:
1. Por el grado la participación puede ser:
*0 Principal.- Es aquella en la cual el agente lleva a cabo la consumación del delito.
*1 Accesoria.- En ésta los sujetos que intervienen en la celebración del ilícito, sólo lo hacen en la etapa de
preparación.
2. Por la calidad, la participación puede ser:
*2 Moral.- Ésta comprende la instigación, determinación o provocación; la primera de ellas abarca el mandato, la
orden, la coacción, el consejo y la asociación.
*3 Física.- Es aquélla en donde en la fase de ejecución del delito el cómplice realiza una actividad de carácter
material.
3. Por razón del tiempo la participación puede ser:
*4 Anterior.- En donde el acuerdo entre el autor y el cómplice para llevar a cabo los actos encaminados a la comisión
del delito es previo a ésta.
*5 Concomitante.- Es aquélla en donde la comisión del ilícito entre ambos agentes se lleva a cabo en el instante
mismo de la ejecución del delito.
*6 Posterior.- En ésta, a partir de un acuerdo previo entre los partícipes del delito, se comprenden actos cuya
ejecución es posterior a la celebración del ilícito.
4. Por su eficacia la participación puede ser:
*7 Necesaria.- Cuando el tipo penal es plurisubjetivo, por lo tanto para la ejecución del delito exige un número
determinado de personas.
*8 No necesaria.- Es aquélla en donde el tipo penal no exige un concurso de personas para la celebración del delito.

12.4 Coautoría.

Esta forma de participación es reconocida por el artículo 13 de nuestro máximo ordenamiento punitivo y consiste en el
hecho de que el evento antisocial sea agotado con concurrencia de varios sujetos activos, con el mismo grado de
participación. Lo anterior significa que la coautoría no sólo se presenta en el nivel material, sino que perfectamente es dable en
las categorías que explicaremos más adelante, ya que es calificado como coautor el que realiza la conducta en compañía de
otros.
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12.5 Complicidad.

Los que auxilian indirectamente la comisión de un delito se les denomina cómplices ya que aunque intervienen
indirectamente, es decir, en forma secundaria, dicha intervención resulta eficaz en el hecho delictuoso.

Así, por ejemplo, si para asaltar un banco se necesita de una persona para conducir el automóvil en el que los
ladrones puedan escapar, dicha persona o conductor si sólo ejecutó la conducta de conducir será denominado como
cómplice, porque su intervención es indirecta pero eficaz para la perpetración del acto delictivo. También el sujeto que
vigila la posible llegada de la autoridad para así dar aviso a los demás participantes del delito actúa como cómplice, pues
no interviene directamente en la comisión del acto delictivo, pero auxilia indirectamente a la perpetración del mismo.

En conclusión cualquier persona que sin intervenir directamente en un hecho delictuoso ayude o auxilie a quienes si
participan directamente en él, será considerado como cómplice.

12.6 Encubrimiento.

El encubrimiento in genere es el conocimiento de una persona, que sin intervenir en la comisión del delito sabe de la
existencia de los elementos objetivos de un tipo penal; es decir, de los sujetos que participan en la comisión de un delito, o
de la forma en que éste fue ejecutado, o tenga en su poder los objetos del mismo, o auxilie sin intervenir directa o
indirectamente en la comisión del delito al responsable del mismo, o impida la averiguación del delito y la persecución de
los delincuentes, o no procure con los medios ilícitos a su alcance impedir la consumación del delito que saben van a
cometerse o se están cometiendo; en conclusión el encubridor no interviene directa ni indirectamente en la ideación,
medios preparatorios, consumación o tentativa del hecho socialmente reprochable.

Existen dos clases de encubridores, a) el que conoce de la realización futura del hecho y promete con antelación
auxiliar al delincuente (conducta por excelencia dolosa) y b) el que una vez realizado dicho acto, interviene en el
ocultamiento de los sujetos, herramientas o productos del delito (conducta que se puede presentar dolosa o
culposamente), o no impida la realización del ilícito sea futura o presente. En el primer caso se puede tratar de un delito en
coparticipación ya que el artículo 13 del C. P. señala como autores partícipes del delito en su fracción VII a los que ”con
posterioridad a la ejecución del mismo auxilien al delincuente, en cumplimiento de una promesa anterior” al delito, lo que
presupone el conocimiento por parte del encubridor de la futura realización de un hecho delictivo y su promesa de auxilio;
en la segunda clase se trata de un delito autónomo con base en las conductas señaladas en el artículo 400 del C. P.; así
por ejemplo, la fracción V señala que es encubridor el que no procure, por los medios lícitos que tenga a su alcance y sin
riesgo para su persona, impedir la consumación de los delitos que sabe van a cometerse o se están cometiendo, salvo que
tenga obligación de afrontar el riesgo, en cuyo caso se estará a lo previsto por el Código Penal vigente, del ejemplo
anterior se desprende que así se tenga conocimiento a futuro del ilícito a cometerse, si no existe la promesa del encubridor
para auxiliar al delincuente una vez perpetrado el mismo estaremos frente a un delito autónomo.
En conclusión, es menester señalar que las conductas descritas en el artículo 400 de nuestro Código Penal y
comprendidas como encubrimiento constituyen en sí un delito autónomo.
Respecto al encubrimiento como delito autónomo (artículo 400 del C. P.) se contempla la posibilidad de que no sea
sancionado el encubridor (excusa absolutoria) cuando concurran las siguientes circunstancias: A) que el sujeto activo
tenga relación con el encubridor en línea de parentesco ascendiente o descendiente consanguíneos o por afinidad; por ser
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cónyuge, concubina o concubinario o pariente colateral por consanguinidad hasta el cuarto grado y por afinidad hasta el
segundo; o por estar ligado con el delincuente por amor, respeto, gratitud o estrecha amistad derivados de motivos nobles.
B) Que oculte o favorezca el encubrimiento del responsable de un delito de los efectos, objetos o instrumentos del mismo o
impida que se averigüen; o requerido por las autoridades, no preste auxilio para la investigación de los delitos o
persecución de los delincuentes.

12.7 Sujeto Activo Plural

Por sujeto activo plural se debe entender la exigencia del tipo penal para que la actualización del mismo (delito) se
cumpla; en otras palabras existen tipos penales que exigen la participación de dos o más sujetos activos para que haya una
total y cabal adecuación de la conducta al tipo; como es el caso del adulterio, del incesto y la riña.
Lo anterior nos lleva a que existen tipos penales unisubjetivos y plurisubjetivos y que es el mismo tipo penal el que exige
para considerar una conducta delictiva, la concurrencia de uno o más sujetos activos. Para saber cuando un tipo no requiera
de dos o más sujetos cuando el tipo señale la existencia de dos o más sujetos activos se estará frente a la plurisubjetividad o
sujeto activo plural, y por exclusión cuando no se señale esta condición se estará frente a un delito unisubjetivo o de sujeto
activo singular.

12.8 Asociación delictuosa.


Se entiende como asociación delictuosa cuando tres o más sujetos se ponen de acuerdo en la intervención de un delito,
es decir, hay previo acuerdo entre estos, en donde una vez deliberando su coparticipación estén conformes con los medios
empleados y fin de sus conductas; se establece un modus operandi o forma de operar y en la mayoría de las ocasiones llega a
ser un despliegue de conductas rutinarias y debidamente establecidas como es el caso de aquél que se dedica a robar
automóviles, otro a remarcar los números de serie, otro a falsificar facturas y otro a la venta de vehículos.
A la asociación delictuosa también se le conoce como banda.
Asociación delictuosa y delincuencia organizada.-
La Ley Federal contra la Delincuencia Organizada publicada en el Diario Oficial el 7 de noviembre de 1996, define como
delincuencia organizada el acuerdo entre tres o más personas para organizarse y así realizar en forma permanente o reiterar
conductas que por sí o unidas a otras tienen como fin o resultado alguno de los siguientes delitos: terrorismo, contra la salud,
falsificación o alteración de moneda, acopio y trafico de armas, operaciones con recursos de procedencia ilícita, trafico de
indocumentados, trafico de órganos, robo en despoblado, salteador de poblaciones, secuestro, trafico de menores y robo de
vehículos.
La organización delictiva y la delincuencia organizada tienen similitud en cuanto en que se exige la intervención de tres o
más sujetos con la diferencia de que dependiendo del delito de que se trate, la sanciones previstas para la asociación delictiva
serán las señaladas en el artículo 164 (prisión de uno a ocho años, y de treinta a cien días multas); dichas sanciones se
agravarán cuando se trate de un servidor público.
No existe confusión entre la asociación delictuosa y la delincuencia organizada pues mientras en la segunda se da un
catálogo de delitos en los cuales se contempla esta figura, por exclusión deberá entenderse la presencia de la asociación
delictuosa cuando no se trate de algún delito contemplado en el catálogo que proporciona la Ley Federal contra la
Delincuencia Organizada.
Por su parte, las penas para la delincuencia organizada son mayores a las de la asociación delictuosa.
Asociación delictuosa y pandilla.-
En ambas existe la reunión habitual de dos o más personas con la diferencia que se está en presencia de la pandilla
cuando dicha reunión es ocasional o transitoria.

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En la pandilla, a diferencia de la asociación delictuosa, no existe una organización con fines delictuosos, pero sus
integrantes en común cometen algún delito.
La pena prevista para los pandilleros es de hasta una mitad más de las penas que les correspondan por el o los delitos
cometidos.

Autoevaluación.
1. Proporcione la definición de autor material, autor mediato y autor intelectual, señalando sus diferencias.
2. Explique la doctrina de la accesoriedad.
3. Realice un cuadro sinóptico de la clasificación de las formas de participación, según Maggiore.
4. Explique qué debe entenderse por inimputable en el caso de la autoría mediata.
5. Proporcione un ejemplo de coautoría, complicidad y encubrimiento.
6. Explique las dos clases de encubrimiento.
7. Precise cuándo se está frente al encubrimiento como un delito autónomo.
8. Establezca en qué casos no es punible el encubrimiento.
9. Explique qué debe entenderse por sujeto activo plural.
10. Defina la asociación delictuosa.
11. Elabore un cuadro sinóptico señalando las igualdades y diferencias entre la asociación delictuosa, delincuencia
organizada y pandilla, contemplando sus punibilidades.

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UNIDAD 13 CONCURSO DE DELITOS.
OBJETIVO PARTICULAR:
Al finalizar la presente unidad, el alumno estará en aptitud de explicar y distinguir los casos en que se presente la
comisión conjunta de varios delitos, así como la clasificación de los tipos de concurso existentes.

Existe la eventual posibilidad de que se cometan por un mismo sujeto activo diversas conductas delictivas, ante lo
cual, estamos en presencia del llamado concurso de delitos.
La doctrina reconoce varias clases de concurso de delitos, mismas que procederemos en primer término a
esquematizar, para a continuación explicar cada uno de esos rubros.
Homogéneo

IDEAL O FORMAL

Heterogéneo
CONCURSO DE DELITOS

Homogéneo

REAL O MATERIAL

Heterogéneo

13.1 Concurso ideal o formal de delitos.

En este caso, se da una sola conducta, pero que es productora de una pluralidad de resultados, lo que llama
Bacigalupo “unidad de acción y pluralidad de encuadramientos típicos”; un ejemplo claro de lo anterior podría ser el
siguiente: el individuo que pretende privar de la vida en un acto público a un alto funcionario; sin importarle otras secuelas
de su conducta, coloca una bomba en el sitio del acto. Una vez que explota el artefacto, produce varios resultados: priva
de la vida a varias personas, a otras las lesiona, causa daño en propiedad ajena.
13.1.1 Homogéneo.
Ahora bien, se presentará el concurso homogéneo cuando se trate de la misma “familia” de delitos; esto significa
que en tal clase de concurso, sólo se estarán cometiendo delitos de un mismo género. El concurso ideal homogéneo se
presentará entonces cuando a través de una conducta se produzcan varios resultados delictivos de la misma índole,
verbigracia, el sujeto que dispara una arma de fuego y con esa sola conducta priva de la vida a su víctima, pero
adicionalmente con la misma bala que atraviesa el cuerpo del occiso, llega a matar a un tercero. En este caso, se trata de
dos delitos contra la vida.
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Con base en lo anterior, podemos distinguir los siguientes requisitos en el concurso ideal homogéneo:
a) Una conducta en particular
b) La lesión y/o puesta en peligro de varios bienes jurídicos.
c) Compatibilidad entre sí de los bienes jurídicos agredidos.

13.1.2 Heterogéneo.
A diferencia del concurso homogéneo, el concurso heterogéneo admite la presencia de diversos resultados
delictivos, indistintamente, sin importar su naturaleza. Habrá concurso ideal heterogéneo cuando a través de una
conducta se agoten varios resultados de diversa naturaleza; lo anterior se puede presentar en el siguiente caso: un
individuo acciona una bomba en un centro comercial, con base en ello priva de la vida a varias personas, a otras las
lesiona y adicionalmente produce daño en propiedad ajena.
Serán en consecuencia requisitos del concurso ideal heterogéneo:
a) Una conducta en particular.
b) La lesión y/o puesta en peligro de varios bienes jurídicos de diferente naturaleza.
c) Compatibilidad entre sí.

Para la aplicación de las sanciones en el caso de concurso ideal o formal, se pueden seguir los siguientes criterios:
a) Principio de acumulación: se determinan las penas por separado y después se adicionan para formar una sola.
b) Regla de absorción: se sanciona sólo el delito de mayor gravedad.
c) Combinación: se combinan las diversas penas en un sola.
d) Pena unitaria: se impone una sola sanción, con independencia de la cantidad de infracciones penales
cometidas.
13.2 Concurso real o material de delitos.
Cuando derivado de la ejecución de una pluralidad de conductas se produzcan sendos resultados delictivos,
estaremos en presencia del concurso real o material, en el que a diferencia del concurso ideal, se presentan varios
comportamientos.
Novoa considera que también se debe tomar en cuenta que no haya caído sentencia irrevocable a alguno de los
delitos y que no haya operado la prescripción en algún caso.
Un ejemplo de lo anterior sería que un sujeto comete un asalto, en la huida es sorprendido por un policía al cual
lesiona, adicionalmente al abandonar el local donde llevó a cabo el robo, se apodera de un vehículo para escabullirse. En
el caso descrito, podemos localizar la comisión de tres delitos en distintos momentos: robo con violencia, lesiones y robo
de vehículo en vía pública.

13.3 Acumulación, reincidencia y habitualidad.


La regla de la acumulación se sigue en forma excepcional, ya que nuestra Ley reconoce primordialmente el principio
de absorción, sistema basado en la preponderancia de la pena prevista para el delito de mayor gravedad; la acumulación es
reconocida por la misma ley en ciertos casos, verbigracia, el delito de peculado (223) y el de desvío de fondos públicos en
favor de un candidato o partido político (407 fr. III).
Es menester también hacer una clara distinción entre la reincidencia y la habitualidad. En la primera de ellas, el sujeto
activo ha cometido un delito, del que ha sido sentenciado en forma condenatoria y del que ya hay ejecutoria, con este
antecedente vuelve a delinquir en un término menor al tiempo necesario para que prescriba la pena del primer delito. En
cuanto a la habitualidad, éste se presenta cuando el reincidente sigue una misma línea de delitos, y se cataloga como habitual,
siempre que las infracciones se cometan en un lapso de diez años.
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Los numerales 20 y 21 de la ley federal punitiva señalan respecto de estos temas lo siguiente:
Artículo 20. Hay reincidencia: siempre que el condenado por sentencia ejecutoria dictada por cualquier
Tribunal de la República o del extranjero, cometa un nuevo delito, si no ha transcurrido, desde el cumplimiento de
la condena o desde el indulto de la misma, un término igual al de la prescripción de la pena, salvo las
excepciones fijadas en la ley.
La condena sufrida en el extranjero se tendrá en cuenta si proviniere de un delito que tenga ese carácter en
este Código o leyes especiales.

Artículo 21. Si el reincidente en el mismo género de infracciones comete un nuevo delito procedente de la
misma pasión o inclinación viciosa, será considerado como delincuente habitual, siempre que las tres
infracciones se hayan cometido en un período que no exceda de diez años.

Autoevaluación.
1. Distinga entre concurso ideal o formal y real o material.
2. Explique la diferencia existente entre el concurso homogéneo y el heterogéneo.
3. Explique las características del concurso ideal homogéneo.
4. Distinga los principios de acumulación y de absorción.
5. Explique cuándo se habla de reincidencia y de habitualidad.

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UNIDAD 14 CONCURSO APARENTE DE NORMAS O CONCURRENCIA DE NORMAS INCOMPATIBLES ENTRE SÍ.
OBJETIVO PARTICULAR:
Al finalizar la presente unidad, el alumno estará en posibilidad de explicar los postulados del concurso aparente de
normas y su ubicación en la teoría del delito.

14.1 Concurso aparente de normas.

También conocido como concurrencia de normas incompatibles entre sí, esta institución ha sido habitualmente confundida con
el concurso de delitos.

14.1.1 Concepto.
Más que dar un concepto, precisaremos cuándo se puede considerar que existe el concurso aparente de normas
penales.
Ante un caso concreto se da la posibilidad aparente de que se apliquen dos o más normas que también pueden
proceder de uno o varios ordenamientos legales que se encuentren vigentes, en un lugar y época determinadas.
El quid de esta situación consiste en determinar cuál de las normas concurrentes debe prevalecer sobre la otra y ser
aplicada en consecuencia.

14.1.2 Ubicación en la teoría del delito.

Existe una tendencia marcada en la doctrina iuspenalista por considerar que el concurso aparente de normas debe
ser estudiado dentro de las formas de aparición del delito, específicamente, dentro del tema del concurso de delitos; sin
embargo, doctrinarios como Porte Petit señalan que es preferible su análisis dentro de la Teoría de la Ley Penal. Nuestro
parecer es que el tema de las normas incompatibles entre sí no es una hipótesis encuadrable en las formas de aparición del
delito, ya que la controversia debe versar sobre cuál norma es la aplicable a un caso concreto, y no sobre la manera en que se
está manifestando una conducta delictiva, por lo que resulta impreciso pensar que corresponda al tema del concurso de
delitos.

Es más acertado considerar el concurso aparente de normas en el estudio de la Ley Penal, ya que es la propia ley la
que recoge el contenido normativo y por tanto es de ella de donde se deriva el conflicto planteado ante la incompatibilidad de
normas.

14.2 Principios que rigen el concurso aparente de normas.

La doctrina reconoce varios principios, sin que exista uniformidad en cuanto al número de ellos, ya que de los cuatro que
procederemos a estudiar, sólo los dos primeros gozan de una total aceptación.

a) Principio de especialidad: ante la concurrencia de dos normas, prevalece la de carácter especial frente a la de
naturaleza general. Este principio se resume en el aforismo lex specialis derogat legis generali. El Código Penal
Federal señala en el último párrafo de su artículo 6 que se preferirá a la ley especial en todos los casos.

b) Principio de subsidiariedad: Pavón Vasconcelos y Bacigalupo prefieren llamar a este principio “subsidiaridad”. Este
principio se compendia en la siguiente expresión: lex primaria derogat legi subsidiarae. Consiste en el hecho de que
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determinada norma penal puede ser de mayor importancia para el legislador que otra, derivado de la magnitud del
bien jurídico que se tutela. Debido a esa circunstancia, se dice que la ley tiene carácter subsidiario respecto de otra y
que por tanto se excluye su aplicación.
Para que pueda darse la subsidiariedad se deben presentar los siguientes requisitos: 1.- Que se trate de normas
protectoras de diferentes bienes jurídicos pero con puntos de afinidad y con una gradación valorativa diversa. 2.-
Unidad de acción, lo que exige el desarrollo de conductas en un mismo contexto. 3.- Identidad de protección de un
bien jurídico determinado, pero a su vez la tutela por separado de otros bienes.
Se puede hablar de dos tipos de subsidiariedad, la expresa y la tácita; la primera se presenta cuando en forma
directa la ley la ordena, la segunda cuando se deba llevar a cabo un ejercicio de interpretación.

c) Consunción: Este principio no es plenamente reconocido por la doctrina, incluso es difícil encontrar uniformidad para
conceptualizarlo entre quienes lo aceptan. Se considera que existe consunción o absorción cuando una
circunstancia regulada por determinada ley queda a su vez comprendida en otra norma de mayor alcance, por lo que
la segunda excluye a la primera. Este principio se compendia en la siguiente expresión: lex consumens derogat legi
consuptae.
En un ejercicio valorativo es posible determinar la absorción ya que al darse esa concurrencia normativa, el punto de
partida para determinar la ley aplicable será la relación valorativa que exista.

d) Alternatividad: Se dice que se presenta la alternatividad cuando las normas que concurren tutelan el mismo bien
jurídico, sólo que son constituidas por elementos diversos. Este tema resulta ser el más controvertido dentro de los
principios del concurso aparente de normas, ya que para muchos autores no merece considerarse como un criterio
autónomo. Otros autores señalan que solo se presenta una apariencia entre las normas, ya que el legislador emplea
dos medios diferentes para llegar a un mismo fin, con lo que se explica la incompatibilidad en su aplicación.
Para que opere la alternatividad, es una condición indispensable que las disposiciones confrontadas tutelen el mismo
bien jurídico.
Se habla de dos tipos de alternatividad: absoluta y relativa. Estaremos en presencia de la alternatividad absoluta
cuando la lesión al bien jurídico tutelado deba discernirse entre un daño o un peligro, ya que no puede ser simultánea
la secuela, lo que genera una exclusión. En cuanto a la alternatividad relativa, ésta se manifestará en aquellos casos
en que una determinada situación deba referirse al análisis de elementos subjetivos u otros factores.

Autoevaluación.
1. Dé el concepto de concurso aparente de normas.
2. Explique cada uno de los principios que rigen al concurso aparente.
3. Distinga cada uno de los principios antes explicados y justifique su consideración como tales.
4. Señale qué criterio sigue el Código del Distrito Federal en cuanto a este tópico.

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BIBLIOGRAFÍA

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE DERECHO
SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA (SUA)

PENAL

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