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Cabe destacar que cuando llegan los Españoles ven a nuestros indígenas
como salvajes, de esta manera comienzan las violaciones y el
desconocimento de estos, por parte de la corona de España, los clericós
católicos, cuando afirmaban que Dios había regalado esas tierras
americana a los reyes católico de España por recompensa a la matanza y
persecución de la inquisición.
DEFINICIÓN
COLONIZACIÒN
Término que viene de su raíz colonia y ésta del latín coloniam. Es la doctrina que tiende a
legitimar la dominación política y económica de un territorio o de una nación por el gobierno de
un estado extranjero. Suele llamarse así al proceso iniciado en el siglo XV con la conquista,
asentamiento y explotación, por parte de Europa, de territorios en América, Oriente y África.
INDÍGENA
Es un término que, en sentido amplio, se aplica a todo aquello que es relativo a una población
originaria del territorio que habita, cuyo establecimiento en el mismo precede al de otros
pueblos o cuya presencia es lo suficientemente prolongada y estable como para tenerla por
oriunda (es decir, originario de un lugar). Con el mismo sentido se utiliza, con mayor
frecuencia, el término equivalente nativo, presente en expresiones como "idioma nativo".
En sentido estricto y más habitualmente, se aplica la denominación indígenas a las etnias que
preservan las culturas tradicionales no europeas. Con este alcance, se denomina indígenas a
los grupos humanos que presentan características tales como:
Cuando los españoles llegaron a estas tierras no descubrieron a los pueblos que habitaban
éstas zonas, sino que fueron encubiertos a partir de tres preceptos. Según Bartomeu Melia "el
primero de los preceptos a ser ocultado e ignorado es la cuestión del pobre referida a su
cultura, hombre sin cultura. El segundo de ellos es del pagano referido a su religión, son
hombres sin Dios, no adoran a nadie. Y el tercero de ellos la del bárbaro referida a su lengua.
Pobres “que todo tomaban y daban; paganos que ninguna secta tenían; bárbaros que tenían
que aprender hablar”. Quedó así denunciada la triple negación de América: la de su
economía, la de sus religiones y la de sus lenguas y culturas.
Y es así que valiéndose de las carencias, desde lo que NO tenían estos pueblos (según la
cultura europea) los españoles comienzan a escribir una historia desde su llegada. Se hace
aquí presente el principio de "tabula rasa" en el cual, los pueblos indígenas eran una página
en blanco que debía ser escrita por los españoles, la misión de ellos era crear y escribir una
historia con caracteres cristianos para los pueblos que nada tenían.
Pero no todo salió como ellos lo esperaban debido a que los pueblos presentaron resistencias
a las formas de dominación, algunos de forma violenta, otros utilizando ciertas estrategias,
etc. En fin, llegado determinado momento los españoles no pudieron seguir negando que los
aborígenes no tuvieran religión, cultura y lengua, se manifestaban por doquier. Entonces lo
que hacen es aceptar que existe otra cultura, religión y lengua, pero que se encuentran en una
posición o estadio inferior a la europea. Ya no se las niega, ni intenta sustituir sino
simplemente relegarlas al puesto inferior de la vida social, cultural y política.
En esta situación vemos a dos grupos sociales humanos perfectamente diferenciados entre sí,
que al entrar en contacto se descubren DOS culturas diferentes, ni mejores ni peores,
diferentes, que respondieron a las exigencias del medio ambiente de manera distinta.
No es que los españoles descubrieron un lugar vacío o una "tabula rasa", en todo caso, a
partir de su llegada, los hizo visibles, los dieron a conocer al resto del mundo.
Aquí se puede hablar de una incomprensión sistemática donde el descubridor encubre lo que
no entiende y lo que no quiere entender. Y no olvidemos que esta incomprensión siempre
estuvo mediada por el conflicto, por la imposición que derivó en masacres de pueblos nativos,
en explotación de mano de obra indígena y demás atrocidades.
Una de las primeras estimaciones sobre la población precolombina la hizo Fray Bartolomé de
las Casas, para la isla de La Española, que tendría según el religioso de 3 a 4 millones de
habitantes antes de la llegada de los hispánicos.
Las causas que explican el drástico descenso demográfico en América han sido siempre
causa de polémica. Desde ámbitos generalmente ajenos a la historiografía, políticos,
periodistas y organizaciones políticas actuales, así como autores nacionalistas e izquierdistas,
han consignado que la catástrofe demográfica fue fruto de campañas de exterminio
sistemático, por lo que se trataría de un genocidio. Otros historiadores, en la misma línea, han
señalado que serían las condiciones brutales de la sociedad colonial las que serían las
responsables de la catástrofe demográfica, señalando que estas condiciones de explotación,
no accidentales, constituirían un genocidio. Los defensores del exterminio sistemático, en
general, achacan la debacle demográfica a una acción intencionada de los europeos.
En general, ningún historiador niega que las condiciones de servidumbre y explotación a que
fue sometida la población indígena, fue causa de muertes, pero algunos sostienen que ningún
esfuerzo humano podría reducir de un 60 a un 95 de población indígena bajo un sistemático
que no existió y a lo largo de un siglo. Pero existe un gran consenso entre historiadores,
demógrafos y ecólogos que apuntan a la introducción de enfermedades desconocidas por los
indígenas, y para las que carecían de defensas, como la causa fundamental de la debacle
demográfica, estimando entre un 75 y un 95% de disminución de población achacable a las
enfermedades epidémicas debido a un proceso de unificación micróbica del mundo originado
en occidente (Europa, Asia y África) debido a las dinámicas comerciales y que afectaron
acumulativa y sucesivamente a indígenas de todas las edades.
Sin embargo, afirma también, citando la obra de David Noble Cook Born to Die. Disease and
New World Conquest, 1492-1650, que tal crueldad no pudo ser la causa de la catástrofe
demográfica que asoló la población nativa, dada la escasez de población europea: Y sin
embargo, la crueldad infringida a los habitantes del Nuevo Mundo fue responsable de sólo una
pequeña parte del desastre subsiguiente. Nunca hubo suficientes españoles en América para
matar al enorme número de nativos que perecieron. Sin ninguna duda, el motivo principal del
catastrófico descenso en la población de las Américas fueron las enfermedades infecciosas
llevadas por los europeos. Los nativos del mundo atlántico no se libraron de enfermedades ni
de epidemias. Y la invasión europea acarreó nuevas y crueles formas de morir. Las bacterias
que portaban los españoles sacudieron la región caribeña tan pronto como Colón desembarcó
y alcanzaron el continente incluso antes que Cortés. La primera gran epidemia (de viruela) se
produjo en La Española, a finales de 1518, alcanzó México en 1520 y, al parecer, se extendió
por América del Norte y probablemente también por el imperio incaico. [...] El impacto directo
de las enfermedades fue devastador y así lo registraron los indios en sus crónicas. Hubo otras
causas de mortandad masiva, pero todas fueron indirectas o con efectos a largo plazo.
La llegada del europeo, aparte de las brutalidades que pudiera cometer más tarde, parece
haber tenido únicamente un pequeño papel en la epopeya de un desastre de proporciones
cósmicas. El número total de personas afectadas nunca podrá calcularse con fiabilidad, pero
no es exagerado sugerir que, entre los pueblos indígenas del Nuevo Mundo, más de un
noventa por ciento de las muertes fueron causadas por enfermedades contagiosas más que
por crueldad.
La viruela cruzó por primera vez a finales de 1518 o comienzo del 1519, y durante los cuatro
siglos siguientes desempeñaría un papel tan esencial en el avance del imperialismo blanco en
ultramar como la pólvora. Quizás un papel más importante, porque los indígenas hicieron que
los mosquetes y después los rifles, se volvieran contra los intrusos, pero la viruela luchó muy
raramente del lado de los indígenas. Normalmente los intrusos eran inmunes a ella así como a
otras enfermedades infantiles del Viejo Mundo, la mayoría de las cuales eran nuevas a otro
lado de los océanos
Respecto al mismo debate, y en línea con Henry Kamen, la historiadora argentina María
Sáenz Quesada niega las imputaciones de exterminio sistemático argumentando que los
europeos no podían eliminar a su mano de obra:
Yo no diría que hubo asesinatos masivos, diría que hubo luchas. Los aztecas y Cortés por
ejemplo lucharon. Masacres deliberadas para matar indígenas no hubo, por la simple razón de
que eran la fuerza de trabajo que los españoles iban a usar.
Robert McCaa introduce también las devastaciones ecológicas como factor agravante de la
catástrofe demográfica:
El rol de las enfermedades no puede ser entendido sin tener en cuenta el cruel tratamiento a
que se sometió a la masa de la población nativa (migración forzada, esclavitud, demandas
laborales abusivas, y tributos exorbitantes) y la devastación ecológica que acompañó la
colonización española.
Uno de los inconvenientes que se han señalado a la teoría de las epidemias como causa de la
catástrofe demográfica, es que no se conoce ninguna pandemia que haya eliminado
prácticamente la totalidad de la población de un continente, «debido a que, por norma, los
virus, microbios y parásitos no acaban con la mayoría de sus víctimas, ni siquiera la Peste
Negra, símbolo de la enfermedad virulenta, fue tan mortífera como se sostiene fueron estas
epidemias. La primera incursión en Europa de la Peste Negra, entre 1347 y 1351, constituyó
la clásica epidemia en territorio virgen. La mutación acababa de crear la variante pulmonar del
bacilo conocido como yersinia pestis. Pero es que ni siquiera en aquella ocasión la
enfermedad acabó con más de un tercio de sus víctimas.
Otros factores añadidos fueron los desplazamientos forzados de población por las políticas de
reducción (pueblos de indios, aldeas) y por desplazamientos forzados de fuerza de trabajo
hacia entornos distintos, así como lo que el historiador Nicolás Sánchez llamó "desgana vital",
es decir, la decepción psicológica por la conquista y la desesperanza causada por el
derrumbamiento del mundo indígena, así como la destrucción de economías de subsistencia
en algunas sociedades.
¿CONQUISTA?
Para organizar una expedición de conquista se debía lograr la autorización a los reyes
españoles, que constaba en un acuerdo denominado Capitulación, donde se establecían los
derechos y deberes de los conquistadores con respecto a las tierras conquistadas. Se les
otorgaba el título de Adelantado que les posibilitaba convertirse en gobernadores de las tierras
que conquistaran, y finalmente lograr la financiación del viaje.
Sobre la conquista de América las opiniones se dividen. Algunos aceptan la leyenda negra de
la conquista, donde se relata la historia de un choque de culturas, con aborígenes
exterminados, o expuestos a trabajos agobiantes, como la mita o las encomiendas, que los
conducían a la enfermedad, y la muerte. Poblaciones enteras diezmadas, a las que se les
quitó la cultura, las ideas, la libre expresión, sometiéndolos a trabajos forzados y a aceptar
una religión ajena. El suelo del territorio, tan amado por los nativos y cuidado por ellos, fue
sometido a prácticas agrícolas extractivas que agotaron su productividad. La riqueza minera
fue llevada a Europa, dejando en América un territorio a merced de las necesidades foráneas.
La leyenda rosa nos cuenta de un grupo de hombres que trajeron a las tierras americanas una
religión de amor, caridad y respeto, que se impuso a los hombres de estas tierras para
educarlos, ya que su religión les exigía la adoración de dioses malignos, que les obligaban a
realizar sacrificios humanos. Se sostuvo que no poseían una cultura real, ya que era
disvaliosa para ellos, y para los demás, y que los europeos trajeron la civilización y el
progreso. Aún hoy los aborígenes americanos reclaman por los derechos que les quitaron en
miras a ese objetivo.
¿EXTERMINIO?
¿GENOCIDIO?
Según un informe del gobierno titulado Genocidios, en América se cometió el mayor genocidio
de la historia mundial sólo en América del Norte fueron asesinados 15 millones de indígenas
desde que Cristóbal Colón puso pie en este continente en 1492, y sugirió que el exterminio
continúa hasta hoy. Otros 14 millones fueron masacrados en América del Sur. Aunque la
cantidad de víctimas no se puede saber con certeza, sí existen pruebas irrefutables de una
campaña deliberada de exterminación, despojo y aculturación de los pueblos nativos,
opuestas a distintas teorías negacionistas. Tales teorías sostienen que las enfermedades que
mataron a gran parte o la mayoría de los indígenas fueron un subproducto desafortunado del
”contacto” entre culturas.
Los Pueblos Indígenas han sido víctimas por más de quinientos años de un proceso de
genocidio, colonización y discriminación producto de ideologías y políticas imperiales, mismas
que han violado nuestros derechos fundamentales. Cualquier diálogo entre Pueblos
Indígenas, el Estado y la Sociedad, debe tomar en cuenta la naturaleza colectiva e histórica
de estos derechos.
CIVILIZACIÓN Y BARBARIE
Bárbaros les decían los griegos a aquellos extranjeros cuyas lenguas no entendían (se
burlaban de su dicción ininteligible: “bar, bar, bar”). Bárbaro ocupó desde entonces el lugar de
“el otro”, el extraño, aquel a quien no puedo ni deseo conocer. No entiendo su comportamiento
ni su forma de pensar y por ello representa un peligro para nosotros. Y nosotros venimos a ser
los civilizados, a quienes asiste la razón.
La dominación española se realizó a partir de la idea de que había que uniformar cultural y
lingüísticamente a los habitantes originarios de la América, así tenemos que la unidad
religiosa, basada en el catolicismo y la adhesión lingüística al idioma español fueron aspectos
fundamentales en el proceso de conquista. A partir de este momento, los indígenas han sido
víctimas de racismo, discriminación, desprecio a sus creencias, desarraigo, marginación
política y expulsión de sus territorios ancestrales.
DESDE LA CONQUISTA
Desde el inicio de la masacre que supuso la llegada de la corona española a nuestra América,
se dio una serie de anomalías que fueron bien vistas tanto por la iglesia como por la misma
corona española y es que no fue sino hasta varios años después que se dijo que los
aborígenes de nuestra América tenían alma por lo consiguiente eran considerados seres
humanos. Curioso esto pues solo basta imaginar cómo fue entonces este proceso de
“colonización” fue más bien la imposición a sangre y fuego de un modelo (el español) de
cultura, de vida, de costumbres, que era claramente incompatible con nuestra manera de ver
la vida.
Inclusive Cuando llegaron los colonizadores, la actual Venezuela estaba ocupada por
numerosas etnias indígenas, quienes hablaban lenguas pertenecientes a las familias Caribe,
arawaco, chibcha y tupí guaraní, más algunas aisladas cuyo origen no está claramente
dilucidado de hecho eran varios millones de pobladores. Y cuando “termino” la colonización
eran poco más de un par de millones esto nos da una idea de lo salvaje que fue esta guerra y
lo valientes que fueron nuestros pueblos por resistirse a esta imposición.
Los pueblos originarios no contaron con el reconocimiento de ningún derecho hasta que se
promulgo la ley de indias. Muchos años después de iniciada la masacre.
Con la entrada en vigencia de las leyes de indias a pesar de ser largamente discutidas y
difícilmente obedecidas por los españoles, se intenta iniciar una especie de “legalización” de
los pueblos originarios aunque esta no es más que una cruel treta realizada por la corona
española y la iglesia católica con el fin de intentar que los pueblos originarios mermaran su
resistencia y se subyugaran ante los invasores españoles.
Las Leyes Nuevas (originalmente Leyes y ordenanzas nuevamente hechas por su Majestad
para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los Indios) son un
conjunto legislativo promulgado el 20 de noviembre de 1542, que pretende mejorar las
condiciones de los indígenas de la América española, fundamentalmente a través de la
revisión del sistema de la encomienda y brindando una serie de derechos a los indígenas para
que vivan en una condición mejor.
Fueron promulgadas mediante real cédula el 18 de mayo de 1680, y su texto resume los
principios políticos, que ocupara gran parte de Latinoamérica y Europa.
Ley 1: Refiere a los asuntos religiosos, tales como el regio patronato, la organización de la
Iglesia, la cultura y la enseñanza.
Ley 2: Trata la estructura del gobierno indiano con especial referencia a las funciones y
competencia del Consejo de Indias y las audiencias.
Ley 5: Legisla sobre diversos aspectos del derecho público, jurisdicción, funciones,
competencia y atribuciones de los alcaldes, corregidores y demás funcionarios menores.
Ley 6: Trata la situación de los indígenas, su condición social, el régimen de encomiendas,
tributos, etc.
Ley 7: Resume los aspectos vinculados con la acción policial y de la moralidad pública
Ley 9: Refiere a la organización comercial indiana y a los medios de regularla, con especial
referencia a la Casa de Contratación.
La llegada de los españoles a América, creo una situación nueva para el mundo europeo, y
entre otras cosas, el desarrollo de un Derecho Internacional, toda vez que los
“conquistadores” estaban frente a gente desconocida para los europeos de la época. La
Corona de España debió elaborar la jurisprudencia internacional que permitiera legalizar sus
conquistas frente a otras potencias europeas que estaban en el mismo negocio. Por otro lado,
debió establecer las normas jurídicas con la iglesia y el Vaticano como órganos de poder y
sancionador de la legalidad de la época. El derecho internacional del siglo XV determino el
carácter de las tierras del nuevo continente, las posesiones de los pueblos indígenas en
América y la legalidad de la colonización europea en tierras del nuevo continente.
Las normas euro-centristas del siglo XV, conocidas como la Doctrina del Descubrimiento,
negaba absolutamente a los indígenas su calidad de personas, de sujetos, e incluso de seres
humanos. Por lo tanto no eran sujetos de derecho, de contrataciones, de actos jurídicos, y
toda la gama del derecho que tenían los europeos de la época. Esta situación de los pueblos
indígenas de América se prolongo durante todo el siglo XV al XIX incluso parte del siglo XX.
El movimiento indígena internacional ha venido luchando durante los últimos 100 años por
cambiar el sistema del derecho internacional de los pueblos indígenas. El objetivo central de la
lucha ha sido provocar la aceptación de que los indígenas son seres humanos, personas o
sujetos del derecho tanto nacional como internacional. Muchos Estados nacionales han
reconocido este principio, sin embargo se niegan a implementar los derechos indígenas, como
es el caso de los Estados Africanos, asiáticos y el chileno.
Desde la llegada de Colon a las tierras de América en 1492 hasta 400 años más tarde 1892,
el mundo fue dominado por una visión eurocentrica del Derecho Internacional. La formulación
del sistema legal europeo fue la base de todo el Derecho Internacional, negándoles a los
pueblos indígenas de América toda posibilidad de derechos tanto individuales como
colectivos. Aun hoy día después de transitar durante más de 100 años de duras luchas, se
mantiene con otros nombres la misma doctrina del descubrimiento europeo.
Hoy día después de varios cientos de años podemos analizar el desarrollo y los efectos
negativos que estos principios legales tuvieron para los pueblos indígenas de América y por
ende para el desarrollo del Derecho Internacional de los pueblos Indígenas. Durante 400 años
los indígenas fueron tratados como objetos en el derecho internacional. Tal vez sea necesario
examinar mucho más la historia de las relaciones jurídicas sociales entre los pueblos
indígenas y los Estados que invadieron y colonizaron los territorios indígenas. Vale el caso de
la llamada “pacificación de la Araucania “en Chile entre 1860 y 1883. La “Conquista del Oeste
en los EE.UU” o la “Conquista del Desierto en la República Argentina”. Hoy día podemos
afirmar que las leyes del sistema europeo que regulaban las interacciones “civilizados-
barbaros” o civilizados- indígenas” no eran más que instrumentos de discriminación racial
contra los derechos de los pueblos indígenas de América.
El Papa Alejandro VI dictamino dos leyes o bulas durante los días 3 y 4 de mayo de 1493, en
favor de los reyes católicos Fernando V e Isabel, Reyes de Castilla, Aragón y Granada. El
Papa dice en su decreto “Nos hemos enterado en efecto que desde hace algún tiempo os
habíais propuesto buscar y encontrar tierras e islas remotas y desconocidas y hasta ahora no
descubiertas por otros, a fin de reducir a sus pobladores a la acción de nuestro Redentor y a
la profesión de la fe católica, pero, grandemente ocupados como estabais en la recuperación
mismo del reino de Granada, no habíais podido llevar a cabo tan santo y laudable propósito;
pero como quiera que sea recuperado dicho reino por voluntad divina y queriendo cumplir
vuestro deseo, habéis enviado al amado hijo Cristóbal con navíos y con hombres
convenientemente preparados, y no sin grandes trabajos, peligros y gastos, para que un mar
hasta ahora no navegado buscasen diligentemente unas tierras remotas y desconocidas.
Estos navegando el mar océano con extrema diligencia y con auxilio divino hacia occidente, o
hacia los indios, como se sabe encontraron ciertas islas lejanísimas y también tierras firmes
que hasta ahora no habían sido encontradas por otros en las cuales vive una inmensa
cantidad de gente se según se afirma van desnudos y no comen carne.” La resolución
continúa:
Finalmente viene la sanción para quienes pretendan oponerse a esta resolución: “Nadie pues
se atreva en modo alguno a infringir o contrariar con ánimo esta diputación, mandato,
inhibición, indulto, extensión, ampliación, voluntad y decreto. Si alguien pues se atreviese que
sepa que incurre en la ira de Dios omnipotente y de los bienaventurados Apóstoles Pedro y
Pablo. Dado en Roma. San Pedro, en el año de la encarnación del señor, mil cuatrocientos
noventa y tres, el día quinto de las nonas de mayo, primero de nuestro pontificado.”
Suponemos que la Reina Isabel y el Rey Fernando V de España a través de sus abogados
escribieron este decreto que fue firmado por el Papa Alejandro VI, llamado Bula Papal Inter
Caetera Divinai. La misma bula papal resuelve algunos problemas que España tenía con
Portugal en esa lucha por los descubrimientos de la época. Lo interesante es que ni los Reyes
de España ni su santidad el Papa consultaron a los indígenas acerca de las leyes que estaban
promulgando y que en la práctica se impusieron en América por los próximos 500 años. Los
colonizadores europeos invadieron América indígena y más tarde los Estados nacionales
hicieron lo mismo. En el siglo XV la Iglesia Católica y el Vaticano no hacían más que sancionar
y legalizar la negación de los derechos de los pueblos indígenas en América.
Sacerdote Dominico Fray Francisco de Vitoria fue uno de los primeros pensadores europeos
en concebir la idea de una sociedad de naciones. Vale decir la idea que se hizo realidad 400
años más tarde con la creación de la organización de las Naciones Unidas. Fue precisamente
Vitoria quien concibió la idea de una comunidad universal de todos los pueblos organizados
políticamente y fundada en el derecho natural de cada hombre y de cada pueblo. Fue el
primero en definir el llamado Derecho de Gente, argumentando que: “El derecho de gentes no
solo tiene fuerza por el pacto y convenio de los hombres, sino que tiene por si mismo fuerza
de ley, y es que el orbe todo, que en cierta manera forma una república, tiene poder de dar
leyes justas y a todos convenientes, como son las del derecho de gentes. De donde se
desprenden que pecan mortalmente los que violan los derechos de gentes, sea de paz, sea
tocante a la Guerra. Y en los asuntos graves, como en la inviolabilidad de los legados,
ninguna nación puede darse por no obligada por el derecho de gentes, pues este viene
conferido por la autoridad de todo el orbe”.
La llegada de Colon a América según Vitoria genero una serie de problemas, relacionados con
la tierra, la riqueza, el poder y el trato a los indígenas. En 1536 fustigo duramente los abusos
de los conquistadores. En sus escritos relacionados a la conquista del Perú, declara que los
indígenas no son seres inferiores, para ser explotados o esclavizados, sino seres libres con
iguales derechos que los españoles y dueños de sus tierras y bienes.
Las tesis de Vitoria fueron escuchadas en las Cortes españolas de la época, pues en 1542 se
promulgaron las leyes de India que ponían a los indígenas de América bajo la protección de la
Corona.
Otra fuente del derecho internacional para los pueblos indígenas son los escritos de
Bartolomé de Cassaus (o de las Casas). Nacido en 1474 en Sevilla. En 1502 viajo desde
España a la española en América, donde tenía una encomienda.
En 1512 llego a ser el primer sacerdote ordenado en América por la congregación de los
Dominicos. En 1513 tomo parte en la violenta y sangrienta conquista de Cuba. En 1515 volvió
a España y junto al Arzobispo de Toledo Monseñor Francisco Jiménez de Cisneros se
presentaron como defensores de los indígenas ante el Rey Fernando V.
En 1516 vuelve a América como miembro de la Comisión Investigadora del Trato a los
Indígenas. Más adelante en 1519 vuelve nuevamente a España y en 1520 presenta una
denuncia formal del trato a los indígenas al Rey Carlos I, también llamado Emperador Carlos
V, quien apoyo el plan de Bartolomé de las Casas para crear una colonia campesina con
indígenas y españoles en un área de la actual Venezuela.
En 1523 Bartolomé de las Casas, desilusionado por los resultados de su actividad política, se
unió a la congregación de los Dominicos de Santo Domingo y comenzó su actividad como
escritor, historiador y defensor hasta su muerte por la causa de los indígenas de América. En
1530 logró obtener de la Corona el decreto que prohibía la esclavitud de los indígenas del
Perú y que trajo personalmente para su implementación.
En 1537 recibió el apoyo del Papa Pablo III, quien a través de la Bula Papal Sublimes Deus,
declaraba a los indígenas de América como seres humanos racionales y espirituales y que
sus vidas y propiedades debían ser protegidas.
En 1542 regresa a España y logra convencer a Carlos I a que firme una nueva ley que prohíba
la esclavitud en toda América y se limite el sistema de Encomiendas a una sola generación.
En esta fecha Bartolomé de la Casas escribió su famoso libro Brevísima Relación de la
Destrucción de las Indias.
Entre los meses de Agosto de 1550 y abril de 1551 se produce la famosa controversia entre
Bartolomé de las Casas y el jurista español Juan Ginés de Sepúlveda. La controversia se
había producido muchos años antes y era un tema candente pues el mismo monarca Carlos V
organizo el encuentro público en Valladolid que era la capital de España en aquella época.
Todo fue preparado en la Capilla del Colegio de San Gregorio, y ante quince jueces, entre los
cuales estaban connotados teólogos como: Melchor Cano, Domingo de Soto, Pedro de la
Gasca, Bartolomé Carranza y otros se desarrollo esta famosa discusión.
Juan Ginés de Sepúlveda, defendía el derecho de España, como nación civilizada a someter
por las armas a los salvajes, oponiéndose abiertamente incluso a las normas del Consejo de
Indias. Sepúlveda era un fiel seguidor del filósofo griego Aristóteles, quien había escrito en el
libro I de la Política:
“Que algunos hombres nacían para ser señores y otros para ser esclavos”; los primeros
mandaban, los segundos obedecían. La naturaleza – en su sabiduría- capacito a cada uno
para cumplir el papel para el cual fue destinado por la propia naturaleza desde el momento de
nacer. A los señores les dio razón e inteligencia; a los esclavos cuerpos fuertes. Los que
nacieron para servir estaban obligados a someterse a los que nacieron para mandar, si se
negaban a esto era licito obligarlos por la armas, y esta violencia o, mejor dicho, esta guerra,
era justa y conforme a los principios de la naturaleza”
Cuando se da el proceso de ordenamiento del territorio conquistado por los invasores ocurre
un hecho de importante interés. Y es que se inicia el proceso de hacer olvidar a los que
ocuparon antes las tierras conquistadas. Se fundan ciudades y se omite hablar de las
poblaciones aborígenes también debemos mencionar unos hechos que si bien ocurren antes
de finalizada la conquista nos dan una idea del plan de los españoles.
Las Capitulaciones
Fueron documentos firmados entre los Reyes de España y los jefes de las expediciones que
venían al nuevo continente. La primera capitulación fue firmada el 17 de abril de 1492 entre
Cristóbal Colón y los reyes católicos. El acuerdo consistió en lo siguiente:
1. Colón es nombrado almirante en todas las islas y tierras firmes descubiertas o ganadas
4. El almirante aportaría la octava parte de los gastos de las armadas que salieran para las
indias y obtendría la octava parte de las ganancias.
Otra capitulación muy importante fue la que firmó en 1528 el emperador Carlos V con los
Welser, unos ricos banqueros alemanes que le habían prestado una gran cantidad de dinero.
En esa capitulación se les concedía un territorio comprendido entre el cabo de la Vela (Cerca
de Coro) y Maracapana (en las cercanías de Unare Anzoátegui).
Con esta ultima capitulación se evidencia la falta de visión de los españoles pues con todo lo
que saquearon de estas tierras fueron incapaces de modernizar su modelo de producción se
limitaron a adquirir de otras potencias europeas la materia que necesitaren. Dejando como
resultado grandes deudas que pagaría con capitulaciones.