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8521-Texto Del Artículo-12079-1-10-20130410 PDF
8521-Texto Del Artículo-12079-1-10-20130410 PDF
Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126), 25-36, Enero-Abril 2011/ ISSN: 0034-8252
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ideales éticos. Precisamente apelar al concepto de pretende ser aplicada para toda circunstancia.
idealista para referirse a su planteamiento teórico La ética clásica se dirige a la persona singular,
busca problematizar un poco la noción misma a sus acciones particulares. Franzé plantea que
de realista que se le ha dado históricamente. Si esta ética está dirigida al buen obrar individual
Maquiavelo tuvo la intención de crear una ética y confunde entre ser buen individuo y buen
para el gobernante, su punto de partida es ideal. ciudadano, a tal punto que acaba extendiendo la
En sentido estricto, un mimetismo ilustrado. ética individual al campo de la política. Para esta
ética, el bien es bien en todo momento y lugar,
por lo que el mundo es percibido como un ámbito
1. La ética clásica éticamente racional donde el bien lleva al bien y
el mal al mal.
A la pregunta de si puede haber un ideal Maquiavelo, de acuerdo con lo anterior, haría
ético en Maquiavelo, la opinión más frecuente es un giro en la concepción ética del mundo y de
que no se puede hablar de una ética en este pen- las acciones humanas. Si, al decir de Franzé, la
sador. De hecho, en lenguaje popular el adjetivo ética clásica es aquella que se caracteriza por su
maquiavélico denota a una persona inescrupulosa universalidad y validez para todas las situaciones
e inmoral, con lo que es frecuente asociar a Nico- de la vida por igual, y Maquiavelo no adhiere a
lás Maquiavelo con una suerte de inmoralidad. estas concepciones éticas clásicas o filosóficas,
Esta inmoralidad, por cierto, supone la existencia cabe indagar cuál sería la propuesta ética del
de cierta moralidad de alguna manera legitimada florentino. Cabe, pues, saber o indagar sobre
entre la comunidad humana. el giro ético que justificaría racionalmente las
Sin embargo, en Maquiavelo tenemos toda acciones del quehacer político según la visión de
una teoría ética sobre el obrar humano, pero espe- este pensador.
cialmente, sobre el obrar ético de los gobernantes.
La calificación de inmoral atribuida a esta ética
realista está sustentada por una tradición ética 2. La ética realista
que sostiene la integridad del bien. El Bien de esta
forma tiene una legitimación ontológica, y desde En los escritos de Maquiavelo están pre-
esta legitimación es que se juzga lo que es el bien sentes una concepción ética tanto del ejercicio
y lo que es el mal. Las éticas filosóficas han bus- político como del hombre en general. Específi-
cado legitimar de alguna manera la existencia de camente en El príncipe, nos presenta una ética
un bien o un mal entre los seres humanos. Cuan- para el gobernante. A esta ética para el príncipe
do se parte de estas éticas filosóficas para juzgar o gobernante.' la llamaré realismo ético o ética
todas las acciones humanas por igual se extrapola realista",
los alcances de la teoría ética al pretender que Si existe el imaginario de un realismo políti-
ésta puede aplicarse para todo tiempo, lugar y co, a ese mismo realismo le corresponde cierto
circunstancias. tipo de eticidad, y esta eticidad debe ser nece-
Franzé engloba con el nombre de ética clá- sariamente realista. El que la ética sea realista
sica 2 toda pretensión de universalidad de estas quiere decir que el gobernante no puede ajustarse
éticas filosóficas. "Esta posición parte de la a las pretensiones universalistas de cierto tipo de
existencia de una única ética, universal, válida moralidad -ética clásica, al decir de Franzé-,
para todas las situaciones de la vida por igual, sin sino a una ética especial, misma que le permita
distinción de ámbitos de actividad, en el sentido actuar dentro de los límites de su poder.
de que esos ámbitos ponen en juego problemas Maquiavelo proporciona elementos para
específicos, no presentes o irreductibles a otras extraer una ética realista, en el sentido que plan-
esferas de actividad o situaciones prácticas." tea las bases de cómo debe actuar un príncipe.
(Franzé, 2003, 64). Lo que hace a esta ética Es decir, Maquiavelo separa por un lado la ética
no tener asidero en el quehacer político es que del ejercicio político, la de los gobernantes, y por
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otro, la ética del individuo en general. La lógica La ética realista del legislador se enfoca en el
discursiva que lleva a tomar una decisión ética bien de la comunidad, no en el bien individual.
no es la misma para el gobernante que para el En este sentido, presupuestos como la moralidad
individuo de la calle. Pero el florentino no se y religiosidad quedan supeditadas a un actuar
ocupa de este último, sino de la lógica del dis- objetivo. Este actuar objetivo no es otra cosa que
curso ético que debe prevalecer en el príncipe actuar de acuerdo con una razón de Estado. En
o gobernante, es decir, se ocupa de un realismo efecto, Maquiavelo "no parte de una moral, filo-
ético del político. 5 sófica o religiosa, para determinar las condicio-
El deber del gobernante es muy diferente al nes teóricas del actuar correcto en política, sino
deber del individuo de la calle. Las decisiones
que considera más bien la moral y lo religioso
que toma el individuo le afectan a él directa-
como simples elementos del ámbito político."
mente, y sólo a algunos de manera indirecta. La
(González, 1982, 116). Es decir, Maquiavelo
decisión ética del sujeto busca su propio bien, y
considera este imaginario moral pero enfoca
cuando mucho, el bien de un reducido círculo de
la atención de su análisis en el ejercicio de la
allegados. El gobernante, por el contrario, debe
acción del gobernante, una suerte de filosofía de
tomar decisiones donde el bien común es lo pri-
mordial. La ética realista es prácticamente una la acción política.
ética prima Jacie; no tiene tiempo para modelos
éticos históricos, sino el tiempo para actuar de
acuerdo con el devenir de los hechos mismos en
3. La justificación de los fines
el entramado social. Las decisiones éticas pueden
afectar a muchos, pero no a la totalidad, y en La tensión que se genera entre el bien común
consecuencia, beneficiará a la mayoría, pero no y el bien individual en la obra de Maquiavelo, y
a cierta minoría. En este sentido, la ética realista en consecuencia, la tensión que surge al tachado
también está muy emparentada con una ética con- de inmoral tiene una solución inmediata desde el
secuencialista o utilitarista. momento en que se comprende la naturaleza entre
El tema del bien común es lo que está en una ética realista y una ética filosófica, o bien una
medio de esta dualidad ética. El gobernante debe moral universalizable. Esta moral universalizable
buscar el bien común, pese a que en la realización no es otra cosa más que una moral idealizada, una
de este bien el mal se haga presente como conse- idealización que es producto de ciertas tradicio-
cuencia. Pero como el principio del realismo ético nes filosóficas. Pero ¿qué hace que las decisiones
es el que prevalece, y el criterio que prevalece es dentro de la actividad política sean tomadas como
el bien de la comunidad, el mal que surge como éticamente razonables y no como éticamente
consecuencia queda éticamente justificado.
incorrectas? Su finalidad y la comprensión de que
El calificativo de inmoral que se le atribuye
no existe una falta de criterio ético en las accio-
a Maquiavelo es la mala comprensión, por
nes, sino una incomprensión de las circunstancias
parte de los moralistas clásicos, de lo que rep-
de las decisiones. Es decir, la naturaleza ética de
resenta legislar para la comunidad. Creer que
la conducta política debe asumir las consecuen-
hay un bien moral que debe ser aplicado en todo
cias de las acciones dirigidas a la sociedad en su
momento, que es precisamente el meollo de la
moralidad ortodoxa, es lo que ha dado lugar conjunto, y no cuestionarse por la legitimación
para denominar de inmoral la propuesta de ontológica de un bien moral misteriosamente
Maquiavelo. Quienes aún piensan así no toman establecido. Las consecuencias en la integridad
en cuenta el polémico hecho de los relativismos moral individual quedarían justificadas por la
morales, en los que existe una justificación integridad comunal. O como sostiene Franzé, esto
moral para aquello que a nosotros nos parece llevaría a "no absolutizar sino a relativizar los
éticamente incorrecto. El punto de vista tradi- valores, porque lo bueno no lo es siempre en todo
cional supone, pues, que hay un bien moral y que tiempo y lugar, sino relativo a las circunstancias
este bien moral es valedero para todos por igual. y a las consecuencias que produzca." (2003, 68).
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y si nos avocamos a las circunstancias del separación entre una ética clásica y una ética rea-
quehacer político, tendríamos que tal ejercicio lista. Una ética realista al servicio de un gober-
requiere de una eticidad no tradicional o clásica, nador buscaría, en principio, el bien común y no
sino de una orientación ética que logre diferenciar el bien individual. Todos aquellos que quedasen
los actos morales del individuo común y del políti- fuera del bien que persigue el príncipe no cons-
co, pues este último debe legislar para una comu- tituirán una gran fuerza si pretendieran rebelarse
nidad social en su totalidad, y la bondad de los contra el Estado, porque la opinión de la mayoría
actos morales de acuerdo con una tradición moral desmentiría la falta de compromiso por parte de
clásica no lograría justificar las acciones que en aquel.
el ejercicio de la acción política debe prevalecer. Pues bien, la famosa frase eL fin justifica
De ahí que como sostiene González, "La moral los medios, si bien es una abstracción que se
tradicional está, adaptada mutatis mutandis, a hace a partir de los últimos cinco capítulos del
las necesidades del pueblo. Pero para el príncipe tratado, puede tener lugar en esta afirmación de
deben regir otros cánones morales, los del mante- Maquiavelo: "Haga pues el príncipe todo lo posi-
nimiento de la sociedad política."(1982, 141). ble por ganar y conservar el estado, y los medios
Maquiavelo hace una escisión entre la ética serán juzgados honorables y alabados por todos."
de los individuos y la ética de los gobernantes. (2007: XVIII, 97). "Al hacer estas recomenda-
La ética de los individuos podría estar orientada ciones -señala Formoso-, Maquiavelo está
por ciertos ideales de cualquier tipo, como por reconociendo la autonomía del quehacer político.
ejemplo hacer el bien en todo momento, incluso, La política no tiene que fundarse en la moral para
si la práctica de este bien representara un mal actuar. De su mismo ser ha de extraer las normas
para ellos mismos. Pero la ética de los gobernan- que la regulan." (1997, 33). O bien, como señala
tes no puede estar orientada por unos principios Franzé, "el criterio con que Maquiavelo evalúa la
a priori sobre la bondad de las buenas acciones, ética de los actos políticos no es que el fin justi-
es decir, no puede estar orientada por ideales fica los medios, tal como dice la interpretación
imaginarios. La ética debe ser realista. Esto no de Maquiavelo como maquiavélico, sino que los
quiere decir que Maquiavelo rechaza la ética en la males menores evitan los males mayores. El mal
actividad política del gobernante, sino que separa mayor es la destrucción de la comunidad política,
lúcidamente entre un ejercicio ético que busca el y lo es porque con ese acto no sólo cae la comu-
bien propio, de otro que busca el bien común. Sin nidad en cuanto tal, sino con ella todos y cada
embargo, esta ética realista se construye sobre los uno de los individuos privados, todos sus fines y
cimientos de una idealidad, porque toda acción metas, todas sus felicidades, todos los proyectos
humana, por más pragmática que se la quiera de vida propia que caben en una comunidad polí-
ver, pasa necesariamente por una reflexión inte- tica, porque sólo esta los hace posibles." (2003,
lectiva, y como tal, toda ética realista pasa por 72). Es decir, en la medida que el medio garantiza
una elaboración teórica, y si se quiere, por una un fin bueno, el medio malo queda justificado por
elaboración ideal de lo que debe ser una acción la bondad que persigue el fin para la comunidad.
humana. El realismo ético del gobernante, a dife- Esto en cuanto si tuviéramos que pensar que la
rencia de las éticas individualistas, busca el bien frase encierra, inexorablemente, la práctica de
para la comunidad, es decir, su felicidad. La ética un mal como medio para alcanzar ciertos fines.
realista, que Franzé llama ética política, "exige Sabine también señala el doble patrón de morali-
a los miembros de la comunidad, en tanto indi- dad en Maquiavelo. En efecto, para Maquiavelo
viduos y ciudadanos, los sacrificios necesarios "es distinta la moral para el gobernante y para
para alcanzar la felicidad de la comunidad como el ciudadano privado. Se juzga al primero por el
conjunto." (Franzé, 2003, 71). éxito conseguido en el mantenimiento y aumen-
En cuanto a la famosa expresión el fin justi- to de su poder; al segundo, por el vigor que su
fica los medios -que muchos creen que es una conducta da al grupo social. Como el gobernador
expresión literal en los escritos del florentino está fuera del grupo o, por lo menos, se encuentra
6_, ésta es quizás la expresión que muestra la en una situación muy especial con respecto a él,
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está fuera de la moralidad cuyo cumplimiento por ellas. Su finalidad es servir, defender, con-
debe imponerse fuera del grupo." (1968, 256). servar, engrandecer la ciudad por el bien de la
Esta moralidad de la que tiene que separarse ciudad. Exige del individuo la renuncia de sus
necesariamente el gobernante es una moralidad intereses, de su voluntad personal; le obliga si es
influenciada por los ideales del cristianismo. El preciso, hasta el crimen." (González, 1982, 119).
gobernante, como modelo que se quita el yugo Así pues, el ideal de esta ética realista es la jus-
de un oscurantismo medieval y da espacio para tificación de una acción política avocada al bien
un renacimiento de las ideas, debe concentrarse de la comunidad donde no medien presupuestos
en la realidad de los hechos, buscando la forma morales apegados a la tradición.
de hacerse con el poder y abandonando toda Conviene ahora tener una aproximación más
suerte de misticismo moralizante. Con esto el cercana de las bases ideales de este realismo ético
florentino estaría dando otro giro al arte de y político de Maquiavelo, es decir, cuáles son las
gobernar sin las ataduras de la moral tradicional, bases de su ideal ético.
es decir, al "separar la política y la moral con-
vencional predicada por el cristianismo durante
siglos, Maquiavelo la elevó a una categoría de 4. Idealidad de la realidad: el recurso
ciencia demostrativa esencialmente apoyada en mimético.
los hechos. Y es sobre esos mismos hechos que
la política debe demostrar su eficacia y extraer
Nicolás Maquiavelo nace el 3 de mayo de
sus principios." (Flórez, 2003, 19). Al respecto
1469. Durante catorce años de su vida se desem-
George Sabine señala que la finalidad de la polí-
peñaría como secretario de la segunda cancillería
tica es conservar y aumentar el poder político. La
de la república florentina. En un primer momento
crueldad, deslealtad o injusticia son indiferentes
encargándose de la correspondencia oficial, de
para Maquiavelo, de ahí que sus ideas no son
la redacción de las actas de sesiones así como de
tanto inmorales como amorales; Maquiavelo sólo
se "limita a abstraer la política de toda otra consi- los tratados internacionales, pero posteriormente
deración y escribe acerca de ella como si fuera un asumiría otras funciones de carácter diplomáti-
fin en sí," (1968, 255). Y para que la política sea cas, en las que precisamente se empieza a formar
un fin en sí, no puede depender de una tradición su pensamiento político.
moral establecida, sino que necesita inventarse un Maquiavelo es el Frankenstein del renaci-
discurso que fundamente las acciones que se dan miento: trata de darle vida a un príncipe a partir
dentro del cuerpo político. de retazos fantasmas de personajes que tuvieron
Esta fundamentación racional o discursiva su lugar y contexto en la historia de la humani-
es lo que da pie para hablar de un realismo ético. dad. Maquiavelo parte de un estudio biográfico
Una ética que se atiene a las circunstancias rea- de ciertas figuras de la historia para construir
listas del quehacer político y que busca la forma idealmente la figura de un príncipe real. Entre las
de mantener el bien entre la comunidad, es decir, figuras que pasaron por su laboratorio metafísico
un realismo ético que busca el bien común. destacan Moisés, Ciro, Rómulo, Teseo y otros no
Según Agustín Renaudet, la ciencia de la política menos importantes, incluyendo por su puesto a
de Maquiavelo se somete a una nueva ética. Se César Borgia, de quien se dice fue el arquetipo
trata de "una ética entusiasta y apasionada. sobre el cual Maquiavelo elaboró El príncipe
Ética deducida por Maquiavelo del estudio de (Flórez, 2003: 7). De ahí que el florentino no
los antiguos, pero igualmente heredada de las dudará jamás "en alegar el ejemplo de César
tradiciones comunales. Ética tan desdeñosa por Borgia y de sus acciones." (Maquiavelo: XIII, 75).
el intelectualismo humano como indiferente por El príncipe perspicaz es aquel que logre
la caridad cristiana; ética esencialmente activa, adoptar las elucubraciones estratégicas que en su
subordinada a la disciplina de la ley, y que con- momento hizo que aquellos personajes lograran
sidera como una virtud esencial la energía capaz las más encomiables de las victorias; o bien,
de lanzarse a peligrosas empresas y sacrificarse evitar que el príncipe incurra en el error que
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llevó a muchos de esos hombres al fracaso y a subjetividad expositiva del autor, y en consecuen-
la muerte. A este nuevo legislador que construye cia, todo intento por referirse a la realidad obje-
idealmente le corresponde, sin embargo, acciones tiva "pasará necesariamente por la elaboración
al margen de toda idealidad. Este nuevo legisla- imaginaria y escritural del autor." (2003, 205).
dor ideal debe actuar, en consecuencia, de una Esto quiere decir que el autor en su proceso de
forma realista. Obsérvese este interesante juego escritura realista reconstruye la realidad percibi-
gnoseológico: a una figura ideal le corresponde da y la presenta de acuerdo con los intereses que
una ética real, en la misma medida que a unas desea exponer, a tal punto que "el momento sub-
figuras reales de carne y hueso les corresponde jetivo nunca desaparece, a lo sumo se desvanece
una ética ideal. .. enmascarado por el efecto engañoso del fetichis-
Voy a concentrarme en la figura del príncipe mo de realidad." (2003, 205). La expresión feti-
para analizar el ideal ético de Maquiavelo, y en chismo de realidad apunta, en palabras de Jorge
especial, en el recurso mimético. Las acciones Jiménez, a que "no hay aprehensión del mundo
o actos morales suponen las acciones humanas, real que no se sintetice en un acto imaginario"
como se suele decir en ética. Es en la figura del (2003, 206). Es decir, que el proceso escritural, la
príncipe donde tiene lugar los actos morales, y exposición aparentemente objetiva de la realidad,
en consecuencia, para lograr una aproximación no deja de ser aprehendida en un acto imaginario.
al ideal ético de Maquiavelo se tiene que tomar Esto \leva al escritor a establecer "una tempora-
en cuenta preferentemente su punto de vista lidad, aumentando y disminuyendo sus lapsos de
antropológico. acuerdo con su estrategia narrativa; privilegia
Es en la literatura el medio por el cual ciertas secuencias en lugar de otras; destaca los
se exponen preferentemente los ideales éticos. eventos sociales que interesan a su orientación
Tomando en cuenta este presupuesto voy a desa- ideológica y política" (2003, 208).
rrollar otro punto vinculado con el quehacer lite- Una de las características de la estructura de
rario, a saber, el denominado realismo. Me apoyo la obra literaria es que introduce un mínimo de
en la noción de principio de realidad, acuñada realidad estimulando la idealidad, así como un
por el filósofo costarricense Jorge Jiménez en poco de idealidad estimulando la realidad, lle-
su tesis doctoral, para sostener por mi parte, que vando la fantasía a la cotidianidad de la vida. Es
Maquiavelo parte de cierta ideal idad para cons- decir, la literatura revela "lo que hay de real en el
truir su realismo, relacionado con la construcción ideal y lo que hay de ideal en la realidad." (Vela,
ideal del realismo ético, así como con la construc- 1973, 38). Esta afirmación de Arqueles Vela nos
ción ideal del realismo político. podría sugerir la necesidad de buscar en el texto
Jorge Jiménez sostiene que el realismo legi- del florentino la idealidad que podría surgir de
tima un nuevo posicionamiento de la subjetividad su pretensión realista. La escritura realista del
del escritor que lo conduce a interesarse -entre f1orentino vendría a ser un reflejo de sus incli-
otras cosas- por eventos de la vida real, donde naciones ideológicas, así como un reflejo de su
narra eventos históricos y conflictos socio-polí- posición social y los tópicos que pretende exponer
ticos (2003, 203).7 Lo que llama Jorge Jiménez de los hechos o acontecimientos de su cultura y
principio de realidad apunta a una narrativa que de su época.
no es solamente ficcionaria -"creación fantásti- Maquiavelo busca crear la figura de un prín-
ca" - sino que remite al mundo real en cualquiera cipe ideal a partir de la observación de los acon-
de sus dimensiones. Esta tesis sugiere, en concre- tecimientos políticos de su tiempo y del estudio
to, que "el realismo se construye imaginariamen- de la historia. Así lo hace ver cuando dirigiendo
te asumiéndose como un texto que no se agota en a Lorenzo de Médicis su tratado, le indica que lo
sus fronteras, sino que se dirige a la diversidad más preciado que él tiene entre sus pertenencias
empírica y fáctica que representa la realidad." es "el conocimiento de las acciones de los hom-
(2003, 203). bres ilustres" que ha adquirido "a través de una
Por otro lado, la objetividad que pregona el larga experiencia de las cosas modernas y una
realismo no puede en modo alguno suprimir la continua lectura de las antiguas" (2007, 11).
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de la naturaleza humana. Por otro lado, la parte con uno de esos ríos torrenciales que, cuando se
deductiva la podemos percibir en dos categorías enfurecen, inundan las llanuras, destrozan árbo-
que Maquiavelo emplea, a saber, la virtud y les y edificios, levantan la tierra de un lugar y la
la fortuna 10. Este es posiblemente el momento llevan a otro: todos huyen ante ellos, todos ceden
deductivo de Maquiavelo. Estos principios bus- a su ímpetu sin poder oponerles resistencia en
can anclarse en el imaginario de lo que debe ser parte alguna." (2007: XXV, 134).
un buen gobernador. La inducción y la deducción están presentes
Como señala Formoso, el concepto de virtud como recurso metódico en la elaboración del
es central en el pensamiento político de Maquia- ideal ético de Maquiavelo. Pero como señalaron
velo, pese a que no hay una definición explícita tanto Sabine como Formoso, el método del flo-
en toda la obra. Según este especialista, para rentino no es del todo riguroso y obedece más a
Maquiavelo "virtuoso es el príncipe que muestra una inteligencia creativa del autor que una meto-
una voluntad eficaz. Dicho en otros términos, dicidad claramente definida. Sin embargo, es
virtud es cierta capacidad para la eficacia. Es evidente, aunque sea de forma asistemática, que
imponer la voluntad a los demás, salir adelante en sí hay un esfuerzo por presentar un estudio con
las dificultades, conseguir el éxito en las acciones rigurosidad lógica y argumentativa. En este senti-
políticas." (Formoso, 1997, 27). Este concepto, do, Maquiavelo logra un buen intento de no hacer
sin embargo, más allá de estas pretensiones indi- del todo una ética puramente especulativa, pero
vidualistas, busca también cierta moralidad en por otro lado, de no hacer una ética puramente
el gobernador, pues "no puede llamarse virtud empírica. Es decir, el florentino trata de hacer una
matar a sus conciudadanos, traicionar a sus ami- ética empleando un método empírico-deductivo.
gos y no tener palabra, piedad ni religión, pues Busca un fundamento en la realidad inmediata -
estos medios pueden hacer adquirir el poder, pero su propia experiencia-, así como un fundamento
no la gloria." (Maquiavelo, 2007: XIII: 49-50). en la realidad histórica, y por otro lado, busca un
El concepto de fortuna, por su lado, apunta a "lo fundamento en la realidad de ciertos principios,
imprevisible, la fuerza del destino o los ocultos como la fortuna y la virtud. Estos últimos vienen
designios de Dios. Fortuna es el azar, es una a ser la constatación de su punto de vista filosófi-
fuerza colosal, más poderosa que la de los huma- co, pues aunque se diga que Maquiavelo disentía
nos, que nos golpea bien sea para elevarnos hasta de especulaciones filosóficas, las nociones de
las alturas a donde nunca soñamos con llegar, o virtud y fortuna constituyen su cosmovisión
bien para hundirnos en el mayor de los fracasos." antropológica y, en consecuencia, sus primeros
(Formoso, 1997: 29). Maquiavelo coincide con principios inalterables que sostienen el esqueleto
la opinión común de que las cosas del mundo de sus argumentaciones sobre la mejor forma de
están regidas por la fortuna y por Dios, y que los gobernar, pero en especial, sobre la forma como
hombres con su prudencia no pueden modificar- debe actuar un príncipe.
las, por lo que se podría pensar que "no hay que La ética realista, o bien el realismo ético en
esforzarse mucho, sino dejarse gobernar por la Maquiavelo, tiene su fundamento en una serie de
suerte." Esta es la opinión generalizada, misma a generalizaciones históricas. Estas generalizacio-
la que Maquiavelo se ha inclinado algunas veces. nes o ejemplificaciones históricas buscan recrear
"Sin embargo, para que nuestro libre arbitrio no imaginativamente la figura de un príncipe ideal.
quede anulado, pienso que puede ser verdad que Maquiavelo recrea una serie de principios para la
la fortuna sea el árbitro de la mitad de nuestras acción a partir de la imitación de algunas figuras
acciones, pero también que nos deja gobernar de la historia, pretendiendo que el príncipe real
la otra mitad, más o menos, a nosotros." (2007: incorpore el modelo ideal que construye imagi-
XXV, 134). Pero seguidamente Maquiavelo expo- nativa mente. De esta forma es que Maquiavelo
ne lo que es en realidad la fuerza caprichosa de la construye un ideal ético. Y es a partir de esta
fortuna, la cual no deja lugar para el libre arbitrio, construcción ideal que hoy hablamos de un realis-
y nos dice lo siguiente: "Y comparo a la fortuna mo político y de una ética realista del gobernante.
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