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SOBERANIA AGROALIMENTARIA EN VENEZUELA: GESTIÓN,

TENDENCIAS, REFLEXIONES Y SOLUCIONES

Autor: José Francisco Ochoa A. MV, MSc.


jofranoa@gmail.com
Año: 2010
Docente Instituto Universitario de Tecnología del Estado Portuguesa. Acarigua
IUTEP

RESUMEN

Uno de los grandes desafíos de la humanidad en las próximas décadas


indudablemente tiene que ver con el logro de una producción alimentaria que
garantice el desarrollo humano. En la actualidad muchos países de América Latina
sufren la ofensiva de la escasez de productos alimenticios y de otros recursos
necesarios para la subsistencia de sus habitantes. Venezuela es uno de ellos, de
manera que es necesaria la proyección de alternativas teóricas orientadas a
alcanzar una soberanía alimentaria para el desarrollo de su población. En este
sentido el objetivo del presente artículo es dar a conocer las tendencias y posibles
soluciones a la seguridad agroalimentaria en Venezuela. La Gerencia de las
unidades agroproductivas universitarias deberá desempeñar un papel fundamental
en la sustentabilidad de la soberanía agroalimentaria del país, al favorecer en su
área el desarrollo de diferentes proyectos agropecuarios que generarán
producción y productividad alimentaria y que deberán ser gerenciados por los
docentes universitarios de las asignaturas agroalimentarias prácticas y en el
marco de la ejecución de actividades relacionadas con la docencia agropecuaria,
agroinvestigación, agroextensión y agroproducción universitarias. Esas unidades
deben transformarse en centros docente-agroproductivos cada vez más
consolidados en aras de lograr máxima productividad en los agroproyectos
desarrollados.

Frases Claves: Soberanía agroalimentaria, Gerencia agropecuaria, Desarrollo


rural sostenible, Recurso universitario.

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AGRICULTURAL SOVEREIGNTY IN VENEZUELA: MANAGEMENT,
TENDENCIES, REFLECTIONS AND SOLUTIONS

Autor: José Francisco Ochoa A.


jofranoa@gmail.com
Año: 2010

SUMMARY

One of humanity's big challenges in next decades undoubtedly has to do with


the achievement of an alimentary production that guarantees the human
development. Nowadays many countries of Latin America suffer the offensive of
the shortage of nutritious products and other necessary resources for the
subsistence of their inhabitants. Venezuela is one of them, so it is necessary the
projection of alternatives theories to reach an alimentary sovereignty for its
population's development. The present article will give the information about the
tendencies and possible solutions to the agricultural security in Venezuela. The
Management of the agricultural university units will play a fundamental part in the
sustainability of the agricultural sovereignty of the country, because it will help in its
area the development of agricultural different projects that will generate production
and alimentary productivity and they will be managed by the educational university
students of the agricultural practical subjects and in the mark of the execution of
activities related with the agricultural teaching, agro – investigation, agro –
extension and agro - production university. Those units should become in agro
production centers more and more consolidated so they can achieve maximum
productivity in the developed agro – projects.

Key Sentences: Agricultural sovereignty, agricultural management, rural


sustainable development, university resource.

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INTRODUCCIÓN

El crecimiento acelerado y progresivo de la población ha exigido cada día


mayores volúmenes de alimentos tanto de origen vegetal como animal, para
satisfacer sus requerimientos nutricionales y alimentarios. Esta dinámica ha
originado inestabilidad entre los requerimientos reales de los seres humanos, la
producción de alimentos y la capacidad económica para obtenerlos, que se
agravan cada vez más debido a causas naturales, las guerras de mercado y las
diferencias económicas entre pueblos, productores y países desarrollados.
Se plantea entonces que los retos ambientales y alimentarios de la humanidad
pueden ser enfrentados sólo por una única ciencia: la ciencia agroecológica.
Entre esas circunstancias están las variantes climatológicas, el aumento de la
temperatura, la pérdida de los niveles freáticos en los suelos, la contaminación de
los mismos, el ahorro energético, las cuencas hidrográficas, la preservación de la
agrobiodiversidad y la necesidad de mejorar los procesos productivos desde los
suelos, considerando que la alimentación es un factor indispensable para el
bienestar de cada persona.
Dentro de esta perspectiva, el papel fundamental de la agricultura es alimentar a
las poblaciones urbanas y rurales, por eso la agricultura ocupa un lugar
fundamental a nivel mundial, adquiriendo cada vez más legitimidad como
generador del crecimiento y desarrollo. Para el éxito de estos fines es esencial la
inversión en la agricultura, como la forma de vencer el hambre y la pobreza rural a
través de la transformación de los agricultores de subsistencia en pequeños
empresarios.
Hoy sin embargo, el presupuesto para la agricultura en la mayoría de los
países en desarrollo es un 4% de su presupuesto, lo que refleja la poca prioridad
dada en esas regiones a ese renglón. Ello sugiere la dificultad para que los
agricultores puedan recibir los insumos esenciales y en el tiempo adecuado,
contar con una infraestructura básica para las zonas agrícolas y carreteras para

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llevar sus productos hasta los mercados, solución efectiva a la tenencia de la
tierra, disponer de equipos modernos para la explotación agrícola. Sin un firme
compromiso nacional a favor del desarrollo agrícola y un entorno político estable,
los rendimientos seguirán siendo bajos, las pérdidas post-cosecha seguirán siendo
altas, no habrá creación de empleos y aumentará la inseguridad alimentaria.
Sucede pues que, los agricultores son actores claves dentro de este proceso,
por ello deberían poder asumir un papel central como copartícipes. Ellos pueden
responder tanto a las necesidades alimentarias como no alimentarias, siempre y
cuando los entes gubernamentales estén dispuestos a dar prioridad al desarrollo
del sector agrícola, mediante estrategias a largo plazo; sin embargo, es necesario
que haya una voluntad política y recursos.
El orden de exposición en el presente artículo será según el siguiente
esquema: Introducción, definición de seguridad y soberanía alimentaria,
compromisos que según la FAO deben adquirir los gobiernos para el logro de la
seguridad alimentaria sostenible para todos, la gerencia de las unidades
agroproductivas universitarias y su influencia en la seguridad agroalimentaria
sustentable, la Bioenergía forestal o dendroenergía, situación de los predictores de
seguridad alimentaria en las comunidades, posibles soluciones a la inseguridad
alimentaria para alimentar al mundo del mañana, indicadores de seguridad
alimentaria; luego tendencias, reflexiones, conclusiones y referencias
bibliográficas.
Por seguridad o soberanía alimentaria como lo expresa (5), se entiende una
situación ideal conforme a la cual un país, una región o el mundo, está en
condiciones de proporcionar a la población, oportunamente; de manera sostenida
y cualesquiera sean las circunstancias previsibles, la producción y distribución de
alimentos nutricionalmente adecuados en cantidad, calidad, variedad y aceptación
cultural. Toda persona, todo hogar, en especial los de menores recursos debe
tener acceso seguro a los alimentos requeridos para llevar una vida sana y
socialmente útil.

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De otro modo, la seguridad alimentaria según (9), es la disponibilidad suficiente
y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente a
ésta, desarrollando y privilegiando la producción agropecuaria interna y donde el
egresado universitario en esa especialidad va a tener una participación
determinante.
Por otra parte soberanía y seguridad alimentaria son definidas como la
accesibilidad adecuada suficiente y constante de alimentos en el ámbito nacional
por parte del consumidor. Es por ello que el estado venezolano para garantizarla,
deberá promover la agricultura sustentable como base principal del desarrollo rural
integral, (4). Estos programas se complementarán al disponer de profesionales
egresados en agroproducción con una formación integradora de todas sus
facultades humanas, principios que deben ser infundidos en forma permanente en
el marco de una enseñanza universitaria activa.
En atención a lo expuesto, la seguridad alimentaria es una variable
multidimensional que implica la disponibilidad, acceso seguro, estabilidad y
utilización permanente de alimentos adecuados por parte del consumidor para que
le permita una vida activa y saludable.
Cabe considerar por otra parte que en la Declaración de la Conferencia de alto
nivel sobre seguridad alimentaria mundial, se establecieron los desafíos del
cambio climático y la bioenergía sobre la seguridad alimentaria mundial, según lo
expresa (6), Venezuela apoya el establecimiento de sistemas agrícolas y prácticas
de ordenación forestal sostenible, para contribuir positivamente a mitigar el cambio
climático, favoreciendo la conservación del equilibrio ecológico y aumentando la
fortaleza de los actuales sistemas de producción de alimentos. En este contexto,
el mantenimiento de la biodiversidad es fundamental para sostener el rendimiento
futuro de la producción. Estos planteamientos se verán reforzados si se cuenta
con un profesional del agro formado bajo un modelo de enseñanza universitaria
integral en sus estudios universitarios.

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De igual manera, en el Informe del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre
la Alimentación (CMA) (2), para estudiar las formas de reducir el hambre, se
adoptan 7 compromisos que deben adquirir los gobiernos:

1. Garantizar la erradicación de la pobreza y la consecución de una seguridad


alimentaria sostenible para todos. 2. Aplicar políticas para mejorar el acceso físico
y económico de todos en todo momento a alimentos suficientes, nutricionalmente
adecuados e inocuos, y su utilización efectiva. 3. Adoptar políticas de desarrollo
alimentario, agrícola, pesquero, forestal y rural para asegurar un suministro de
alimentos suficiente y fiable a nivel familiar, nacional, regional y mundial
considerando el carácter multifuncional de la agricultura. 4. Asegurar políticas de
comercio alimentario y agrícola para fomentar la seguridad alimentaria para todos
a través de un sistema de comercio mundial leal y orientado al mercado. 5.
Prevenir y estar preparados para afrontar las catástrofes naturales y emergencias
de origen humano, de maneras que fomentar la recuperación, la rehabilitación, el
desarrollo y la capacidad para satisfacer las necesidades futuras de alimentos. 6.
Promover la asignación y utilización óptimas de las inversiones públicas y
privadas para fortalecer el desarrollo rural en zonas de alto y de bajo potencial y 7.
Dar seguimiento a este Plan de Acción a todos los niveles en cooperación con la
comunidad internacional.

Gerencia de las unidades agroproductivas universitarias

Es conveniente resaltar que las universidades fueron creadas para la formación


académica, el desarrollo científico y tecnológico; por eso deben ser capaces de
generar soluciones que aborden el aspecto específico de la productividad agrícola,
en especial las que dictan carreras del agro y que cuentan con unidades de
producción agropecuaria. La universidad no puede ser inferior a sus retos y a las
circunstancias del país, además es a través de ella y a su vez mediante la

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extensión cómo las nuevas agrotecnologías pueden ser conocidas por los nuevos
agrotécnicos que egresarán de la universidad.
Una gerencia efectiva de las unidades agroproductivas de las universidades
contribuirá a garantizar la soberanía alimentaria, al favorecer en su área el
desarrollo de diferentes proyectos agropecuarios que generarán producción y
productividad alimentaria y que deberán ser gerenciados por los docentes de las
asignaturas agroalimentarias prácticas y en el marco de la ejecución de
actividades relacionadas con la docencia agropecuaria, agroinvestigación y
agroextensión universitarias. Esas unidades deben transformarse en centros
docente-agroproductivos cada vez más consolidados en aras de lograr máxima
productividad en los agroproyectos desarrollados.
De esta forma, también a nivel de esas unidades agroproductivas
universitarias, el docente universitario debe tener una función colaborativa,
reformadora, supervisora y convertirse en activador del trabajo agroproductivo, al
gerenciar el desarrollo de proyectos de agroproducción, usando tecnologías de
última generación, pero sin olvidarse de lo más importante, que es formar al futuro
agroprofesional, quien deberá ser preparado para optar por las mejores
decisiones, pensando en los demás y no sólo en su éxito o el confort material. En
las universidades que disponen de esas unidades, la interrelación docente-
estudiante y la búsqueda de la complementariedad de varias categorías se hacen
indispensables para: primero contribuir con la seguridad alimentaria, segundo
optimizar el aporte a su propio presupuesto universitario y, tercero favorecer la
formación del agroprofesional del presente y del futuro.
En tal sentido en el contexto de la crisis, seguridad alimentaria y calidad de
vida; la escasa o nula gerencia de las unidades agroproductivas universitarias y el
talento humano educativo influencian no sólo la actividad agroproductiva
universitaria, sino además el sistema de enseñanza aplicado en la formación de
agroprofesionales a egresar de ese nivel superior; profesionales que deben ser
especializados en la producción de alimentos. Ante esa situación se desmejoran

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los niveles de los predictores de seguridad alimentaria en las comunidades. Entre
esos índices, según Bernal y Lorenzana (1), están: la asociación entre la
satisfacción alimentaria-nutricional, nivel de seguridad alimentaria en el hogar,
ingreso asignado a la alimentación y diversidad alimentaria entre otras variables.

La Bioenergía forestal o dendroenergía

Es un tipo de energía que se crea a partir de biomasa forestal. Está catalogada


como sustentable, pues sustituye a los combustibles fósiles, reduce las emisiones
de los gases de efecto invernadero y es utilizada por más de 2 mil millones de
personas; cifra que aumenta cada año. Los dendrocombustibles están constituidos
por cuatro elementos principales: la leña, el carbón vegetal, el licor negro y otros.
Mientras la leña y el carbón vegetal son productos tradicionales derivados de los
bosques, las industrias de elaboración de la madera y los productos madereros
reciclables provienen de la sociedad y; los licores negros son los productos
secundarios de la industria de la pasta y el papel.
Si bien los dendrocombustibles representan sólo el 7 por ciento de la existencia
total de energía del mundo con 23000 PJ (petajulios), son sumamente importantes
para algunos países. Los países en desarrollo consumen aproximadamente el
77% de la existencia mundial de dendrocombustibles, lo cual representa el 15 por
ciento de su consumo primario total de energía. El 23 por ciento restante es
utilizado por los países desarrollados y representa sólo el 2 por ciento de su
consumo energético total (3).

Predictores de seguridad alimentaria

En la perspectiva que acá se adopta, la alimentación es un factor indispensable


para el bienestar de toda persona. Para estimar el nivel de seguridad alimentaria
en las comunidades, es conveniente analizar la situación de los componentes que
son predictores de seguridad alimentaria, tales como: la asociación entre la

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satisfacción alimentaria-nutricional, nivel de seguridad alimentaria en el hogar,
ingreso asignado a la alimentación y la diversidad alimentaria (1). En el país estos
índices presentan en general bajos valores, que sugieren la búsqueda de acciones
tendientes a reducir la inseguridad alimentaria en hogares menos privilegiados,
para encaminar la disminución del hambre en algunas comunidades de
Venezuela.

Indicadores de seguridad alimentaria

Es interesante significar que existen varios indicadores para seguirle el pulso a


la seguridad alimentaria: las importaciones de alimentos, índices de pobreza,
desplazamiento forzado de la población y el desempleo; aumento de precio de los
alimentos por mayor valor agregado que genera la agroindustria, disminución de la
capacidad productiva del suelo y debilidad del proceso bioecológico.

Soluciones a la inseguridad alimentaria y al reto de alimentar al mundo del


mañana

Por cuanto la soberanía alimentaria del mundo es la seguridad del mundo, éste
espera que la seguridad alimentaria promueva la erradicación completa del
hambre de la faz de la tierra en el 2025 y que se asegure un suministro de
alimentos suficientes, inocuos y nutritivos (derecho elemental de toda la
humanidad) para una creciente población mundial que se estima alcance 9 mil
200 millones de personas en ese año.

Esas soluciones se basan en que:

-La respuesta al desafío alimentario tiene que ser global, por cuanto la soberanía
alimentaria es un problema multifactorial.

-La Seguridad Alimentaria debe de ser considerada como un bien público global.

-La inversión en agricultura es fundamental.

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-Coherencia en las políticas internas y externas de los países en desarrollo.

-Es necesario tener una visión común regional e internacional.

-Hay que crear un marco internacional reforzado para que asuma el desafío
alimentario, climático y energético. 

- El estado debe permitir que las universidades a través de sus facultades


relacionadas con la especialidad agroalimentaria sean las asesoras en el área.

TENDENCIAS

Las tendencias en la lucha contra la inseguridad alimentaria están referidas al


desarrollo de la agroecología y su andamiaje técnico, que además de contribuir a
establecer nuevas formas de organización social de la producción, surge como la
única opción científicamente válida para superar los distintos retos, amenazas y
debilidades en la producción agrícola en la búsqueda de prácticas agrícolas cada
vez más eficientes. Se incluyen aspectos como el diálogo de saberes, sus
tradiciones, ancestros y razones culturales de los campesinos para formular y
diseñar propuestas de trabajo y consideraciones teóricas en la comprensión de
algún componente en particular del agroecosistema. Esta posición no debe excluir
la pertinencia de nuevas tecnologías útiles para obtener el máximo provecho
agroproductivo en algunas situaciones, pero siempre tomando en cuenta la
opinión y criterio del agrotécnico extensionista.
Por otra parte las megatendencias de la soberanía agroalimentaria están
interrelacionadas con las de la producción agrícola en años recientes, tales como:
el crecimiento discreto de la producción agrícola, la expansión de las
exportaciones de productos agrícolas, la exigencia y la diferenciación de los
mercados, aumento de la participación de las cadenas de supermercados en el
comercio minorista de productos alimenticios, desarrollo de la tecnología e
innovación, incidencia del cambio climático en la actividad agrícola, persistencia

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de la pobreza especialmente en las área rurales, deterioro de la base de los
recursos naturales y el progreso de la agroenergía y los biocombustibles.
Del mismo modo, existen expectativas de que la seguridad alimentaria
experimentará trasformaciones más radicales de las que hasta ahora se conocen.
Entre algunos de esos componentes que la influenciarán se pueden mencionar: la
dinámica de las innovaciones tecnológicas, el acortamiento del ciclo comercial de
los productos, la globalización de los mercados y los cambios de actitud de los
consumidores.
Es oportuno resaltar que en líneas generales se observa la pérdida de
importancia de la agricultura y del medio rural en la agenda política nacional desde
hace ya varios lustros, a pesar de un repunte mostrado a nivel de financiamiento;
pero para este rubro poco se toma en cuenta el factor asistencia técnica, entre
otras variables; desconociéndose al profesional agrotécnico, que no obstante aún
continúan formando las universidades.
Ante lo expuesto y en relación al sector universitario, éste muestra fortalezas
para luchar contra la inseguridad alimentaria, por cuanto los productos resultantes
de sus trabajos de investigación, docentes especialistas y agroprofesionales
egresados están disponibles, a la espera; prestos a aportar las respectivas
soluciones al estado venezolano para reducir al máximo esa inseguridad
alimentaria.
En este sentido se comprende que la soberanía alimentaria además de
considerar disponibilidad, acceso y estabilidad de la ingesta; debe hacer énfasis
en el origen de los alimentos, inocuidad, el dominio de la producción, la
vulnerabilidad de la cadena alimentaria y aspectos culturales como los hábitos
alimenticios, procesamiento local, productos locales y modos de producción.
Visto de esta forma, es impostergable e inaplazable implementar una profunda
transformación económica y social dirigida a la búsqueda de una agricultura
endógena soberana y sostenible en el tiempo, que satisfaga las necesidades
nutricionales de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las

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futuras generaciones. Lamentablemente muchos sistemas políticos del mundo se
colocan a varios años de distancia de esa meta, que alcanzarla significa el logro
de una alimentación sana y correcta que demandan de forma perentoria los seres
humanos que hacen vida en el planeta tierra.
Se tiene pues que en Venezuela, se observa la ausencia de planificación para
el sector de la agricultura y de la ganadería, marcada por una economía que se
fundamenta por los ingresos del mercado petrolero. Por ejemplo, se ejecutaron
políticas que generaron grandes distorsiones y desequilibrios, producto de la
aplicación de políticas del estado. Se decidió que ante la escasez de carne era
necesario mejorar el rebaño nacional hacia la carne, entonces los productores
comenzaron a cruzar el rebaño lechero venezolano con toros Cebú, afectando la
producción de leche (7).
Dentro de este marco, la creación de cadenas de suministro por producto es
indispensable para ayudar a los agricultores de subsistencia a convertirse en
pequeños empresarios agrícolas. Los agricultores necesitan disponer de
capacidades que les permitan trabajar juntos, agrupar los suministros, cumplir con
las normas de seguridad y calidad alimentaria, compartir información sobre precios
y desarrollar los mercados locales y regionales. Ello beneficia a los consumidores,
beneficia a los agricultores y reduce los altos costes de las transacciones que
implica la presencia de muchos intermediarios.
En esta perspectiva, la gestión de riesgos es vital para que todos los
agricultores se sientan confiados a la hora de tomar decisiones de producción
innovadoras frente a los riesgos que implican la condición meteorológica, las
enfermedades o el mercado. Los agricultores también necesitan poder cubrir los
riesgos relacionados con el reembolso de los préstamos. Serán necesarios
esfuerzos particulares para enfrentar la especulación en los mercados
internacionales de productos básicos, que representa hasta un 30% del aumento
de los precios de los alimentos durante los dos últimos años. Para que la
agricultura pueda existir en todas partes, la gestión de riesgos será cada vez más

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importante, en la medida en que los mercados se van volviendo más volátiles
como resultado de la mundialización, la liberalización y el cambio climático.
Por otra parte, el cambio climático está provocando comportamientos
meteorológicos cada vez más inestables y escasez de agua. Los agricultores
deben disponer de los conocimientos y recursos para adaptarse a dichos cambios,
de lo contrario, su producción registrará una caída drástica. Para hacer frente a
esta situación, es necesario invertir, con carácter urgente, en la investigación y en
el desarrollo agrícola; además de producir alimentos, los agricultores de muchos
países también tienen la posibilidad de contribuir a mitigar los efectos del cambio
climático.
En lo esencial, existe cada vez una mayor demanda de servicios ecosistémicos
por parte de los agricultores. La mejora de la biodiversidad agrícola incluye: la
conciliación de la producción de alimentos con la conservación del medio
ambiente mediante la valoración de las áreas naturales, la protección del hábitat
de la vida silvestre, el manejo de los recursos hídricos de manera integrada y la
conservación de los productos locales. Sería recomendable gratificar a los
agricultores por los “servicios no alimentarios” que presten a la naturaleza para así
motivarlos a mejorar y conservar la biodiversidad.
Se plantea entonces, la necesidad de auspiciar los intercambios comerciales
para producir un fuerte estímulo en el desarrollo de la agricultura. A tal efecto, los
gobiernos nacionales deberán establecer un entorno político donde los
agricultores puedan beneficiarse del mercado, por ejemplo a través de la creación
de sistemas de seguridad alimentaria y trazabilidad. Las reglas de la OMC
deberán favorecer la posibilidad para que los agricultores puedan contribuir con la
seguridad alimentaria nacional en sus países y también de organizarse dentro del
mercado y gestionar el riesgo (8).
Es por ello que los agricultores, como actores esenciales dentro de este
proceso, deberán poder asumir un papel central como copartícipes. Por tanto, los
gobiernos deben reconocer el valioso papel que pueden desempeñar las

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organizaciones de agricultores, pues éstas tienen una efectiva capacidad para
representar a sus miembros, promover sus preocupaciones y ofrecer servicios
eficaces para la solución a sus problemas.
En atención a esa problemática y después del Congreso Mundial de
Agricultores en Varsovia, la FIPA (Foro Interparlamentario de las Américas)
continuará dando una altísima prioridad al trabajo de gestión ante los gobiernos
nacionales y las organizaciones internacionales, como la FAO y sus
organizaciones hermanas de las Naciones Unidas para reforzar los planes
nacionales de manera que se desarrolle al máximo todo el potencial de la
agricultura. En los países estos planes ya existen, la FIPA solicitará ante ellos la
acción para desarrollar instrumentos políticos en apoyo de la capacidad
productiva. Tales procesos constituyen una gran solución sostenible para la crisis
alimentaria mundial.

Propuestas para alimentar al mundo del mañana

Precios Agrarios Justos

- La mejor manera de garantizar que la oferta se ajuste a la demanda es brindar a


los agricultores un incentivo para que produzcan y otro para que inviertan.

- El precio pagado a los agricultores por sus productos debe estar ligado a los
costos de producción para que puedan cubrir su costo de producción y otorgarle
los medios y el incentivo para invertir. 

-En la UE la PAC (política agrícola común) se debe adaptar para acometer los
nuevos retos  y, se requiere una mayor investigación y desarrollo para permitir a
los agricultores que sean más competitivos y ayuden a superar el reto que plantea
el cambio climático. 

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-Todas las reformas sucesivas de la PAC desde 1992 se han basado en el
supuesto de un suministro continuo y abundante de alimentos y precios mundiales
baratos.

-Una gestión eficaz del mercado y una red de seguridad para los agricultores son
más necesarias que nunca, en un mercado más abierto y turbulento, con mayor
especulación y volatilidad de los precios.

-Se debe animar a los agricultores a que optimicen su potencial de producción, de


manera que la tendencia a la baja de la producción se invierta y puedan de este
modo contribuir con una mayor seguridad alimentaria.

Mayores Inversiones 

-Las inversiones en agricultura son fundamentales para el crecimiento económico


de la mayoría de los países en desarrollo, tal y como se desprende de las
conclusiones del informe sobre el desarrollo mundial 2008 del Banco Mundial.

-Los gobiernos de los países en desarrollo y las organizaciones donantes deberían


comprometerse firmemente a desarrollar la agricultura y a ayudar a los
agricultores que se dedican a la agricultura de subsistencia a convertirse en
pequeños empresarios.

Apertura a todas las nuevas tecnologías, incluida la biotecnología agraria  

-En 2007 se cultivaron en el mundo casi 120 millones de hectáreas de cultivos


transgénicos, y el mayor incremento de superficie se produjo en países en vías de
desarrollo.

-Los cultivos OMG (organismos modificados genéticamente) presentan indudables


ventajas medioambientales y económicas, y permiten incluso producir en
condiciones adversas (tolerancia a la sequía, a la salinidad…)

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-En los cultivos OMG está el futuro de la agricultura.  

Respuesta rápida a las crisis humanitarias 

-La ausencia de una respuesta rápida ante las crisis humanitarias, tanto en la UE
como en el resto del mundo, hace que sea difícil alcanzar las necesidades
urgentes de las poblaciones en peligro.

-Las medidas políticas, incluidas las de la PAC, deben garantizar la posibilidad de


dar una respuesta a estas situaciones con rapidez y eficacia. 

Política Comercial  

-Las normas de la OMC deberían permitir a los países elaborar políticas que
fomenten mayor seguridad alimentaria, mayor estabilidad y prácticas de
producción sostenibles. 

Fortalecimiento de la posición de los agricultores en la cadena de suministros de


alimentos 

-Las políticas de los gobiernos deberían fomentar mejores códigos de conducta en


los contratos e impedir el abuso que se hace de los agricultores en la cadena de
suministro, para que los agricultores puedan cubrir sus costos y recibir ingresos
justos del mercado. 

Una política sostenible en materia de bioenergías  

-Si las emisiones de gases efecto invernadero no se reducen, podrían amenazar la


capacidad mundial para producir alimentos.

-Con las políticas adecuadas los agricultores pueden contribuir significativamente


a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, sin poner en
peligro la producción alimentaria.

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-La UE garantiza que la producción de biocombustibles, utilizados para alcanzar
sus objetivos vinculantes de incorporación en los combustibles para transporte,
reduce considerablemente las emisiones de CO2 y no daña el medioambiente.

-Semejantes criterios sostenibles se deberían aplicar en todo el mundo. 

El agua es vital 

-El agua es la base de la vida y gran parte del impacto del cambio climático se
hará notar a través de sus consecuencias en relación con el agua: desequilibrios
en la oferta y demanda y mayor presión en la calidad.

-El agua es un factor de producción esencial en el sector agrícola y, como está


intrínsecamente unido al futuro de la agricultura, la gestión sostenible del agua es
una prioridad absoluta.

-La alimentación es una necesidad fundamental del ser humano y, por


consiguiente, debe darse prioridad al agua para la producción agraria.

-La gestión del agua es uno de los principales retos del siglo XXI.

-Los agricultores europeos han realizado importantes esfuerzos para racionalizar


el uso del agua, de los fertilizantes y de los productos fitosanitarios.

-La UE deberá compensar aquellos condicionantes que vayan más allá de las
buenas prácticas en el ámbito de la gestión del agua.

-Las soluciones a medio y largo plazo para una gestión sostenible del agua en
Europa y en el mundo van a requerir previsión, planificación e inversiones.

-Se deben desarrollar medidas que aseguren el almacenamiento adecuado de los


recursos hídricos y la organización y la gestión de los recursos hídricos de

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acuerdo con los requisitos de los diversos usuarios y en particular de los
agricultores. 

-Investigar para desarrollar nuevas variedades resistentes a condiciones e


incidencias climáticas extremas. Aprovechar la biotecnología.

De otro modo, un país debe producir, abastecer y garantizar de alimentos a su


población, por cuanto el alimento es un derecho de la humanidad y no tan sólo
una mercancía, además de constituir la principal fuente de energía y proteína para
los seres humanos.

CONCLUSIONES Y REFLEXIONES

Existirá seguridad alimentaria cuando todas las personas tengan en todo


momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos
para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los
alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana. Se quiere con ello significar que
no existirá una verdadera Soberanía Nacional sin la presencia y ejercicio de una
permanente Soberanía Alimentaria que funcione como bastión principal de los
Pueblos.

En relación a rubros pecuarios, se observa que en la actualidad la ganadería


de leche en Venezuela vive un momento crítico y, muchos entendidos en la
materia destacan que ha venido desapareciendo progresivamente, porque entre
otros factores; una gran cantidad de productores de leche decidieron a través de
esos movimientos de escenarios, irse y ubicarse más hacia la producción de
carne, tanto que el recurso genético de sus rebaños para producción de leche ha
sufrido muchos cruces y hoy se encuentra casi completamente acebuado. Se
recomienda en este rubro continuar favoreciendo raza y tipos raciales de bovinos

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autóctonos como la raza Carora y el mosaico Perijanero, como animales
productores de leche en condiciones tropicales.

Con respecto al sector universitario, éste muestra fortalezas en la consolidación


de la seguridad alimentaria, pero se debilita con la reducción del presupuesto
universitario, la afectación de origen gubernamental de algunas áreas destinadas
a las unidades de producción de universidades y disminución de la inversión
pública para el desarrollo agropecuario y del medio rural como lo es la
investigación, extensión agropecuaria y asistencia técnica agropecuaria
especializada.

Corregir la existencia de instituciones con un alto grado de obsolescencia sin una


visión, misión clara y estratégica para el sector agropecuario nacional y el
desarrollo del medio rural.

Rectificar la pérdida de importancia manifiesta de la agricultura y del medio rural


en la agenda política nacional desde hace ya varios lustros.
A pesar de las condiciones antes señaladas, el sector agropecuario sigue
contribuyendo con una parte significativa del Producto Interno Bruto y, a su vez
genera una proporción significativa del empleo nacional. Por otra parte al incluirse
sectores como la agroindustria alimentaría y otras industrias relacionadas con la
provisión de insumos, maquinaria y herramientas; se configura una visión
estratégica para la agricultura nacional sustentable en el tiempo, pero para lograr
esta posición resulta obligado gerenciar con innovación para que la empresa
agropecuaria no desaparezca del escenario productivo, teniendo presente que la
competitividad de las empresas impulsa consigo la competitividad del país.

Finalmente existirá seguridad alimentaria cuando todas las personas tengan en


todo momento disponibilidad, regularidad, respeto a tradiciones, costumbres y

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acceso físico, económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para
satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias alimentarias, a fin de
llevar una vida activa y sana. Esto constituye un derecho humano fundamental
suscrito por todos los países del mundo, además de ser garante de la Soberanía
Nacional.

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REFERENCIAS

1. Bernal, J. y P. Lorenzana. 2003. Predictores de la seguridad alimentaria en


hogares de escasos recursos en Venezuela: comparación entre región Central
y Andina. Asociación Interciencia.

2. FAO, 2006. La erradicación del hambre en el mundo: evaluación de la situación


diez años después de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Roma.

3. FAO, 2008. Biocombustibles ponen en riesgo seguridad alimentaria de


Latinoamérica. Brasilia. Brasil

4. FONACIT, 2004. Proyecto interinstitucional de “Fortalecimiento del sector


biotecnológico como apoyo a la seguridad alimentaria del país”. Caracas,
Venezuela.

5. Hernández, H. 2004. Seguridad alimentaria y calidad de vida  en Venezuela.


Gac. Méd. Caracas v.112 n.3.

6. Medina, I. 2008. Declaración de la Conferencia de alto nivel sobre seguridad


alimentaria mundial: los desafíos del cambio climático y la bioenergía sobre la
seguridad alimentaria mundial. Roma.

7. Paredes, L. 2006. Ponencia Seguridad y Soberanía Agroalimentaria Sostenible


para Venezuela. XIII Congreso Venezolano de Producción e Industria Animal.
Facultad de Agronomía de la UCV. pp 1-14.

8. Prensa Presidencial, 2008. Un acuerdo de cooperación en materia de soberanía


y seguridad alimentaria entre la República Bolivariana de Venezuela y la
República Argentina. Caracas.

9. Salazar, E. 2004. Conclusiones del Seminario-Taller Estrategia Nacional de


Seguridad Alimentaria de la República Bolivariana de Venezuela. Perú, Lima.
Edic. MAT.

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