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Artículo Seguridad AGROalimentaria en Vzla. Tendencias y Soluciones
Artículo Seguridad AGROalimentaria en Vzla. Tendencias y Soluciones
RESUMEN
1
AGRICULTURAL SOVEREIGNTY IN VENEZUELA: MANAGEMENT,
TENDENCIES, REFLECTIONS AND SOLUTIONS
SUMMARY
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INTRODUCCIÓN
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llevar sus productos hasta los mercados, solución efectiva a la tenencia de la
tierra, disponer de equipos modernos para la explotación agrícola. Sin un firme
compromiso nacional a favor del desarrollo agrícola y un entorno político estable,
los rendimientos seguirán siendo bajos, las pérdidas post-cosecha seguirán siendo
altas, no habrá creación de empleos y aumentará la inseguridad alimentaria.
Sucede pues que, los agricultores son actores claves dentro de este proceso,
por ello deberían poder asumir un papel central como copartícipes. Ellos pueden
responder tanto a las necesidades alimentarias como no alimentarias, siempre y
cuando los entes gubernamentales estén dispuestos a dar prioridad al desarrollo
del sector agrícola, mediante estrategias a largo plazo; sin embargo, es necesario
que haya una voluntad política y recursos.
El orden de exposición en el presente artículo será según el siguiente
esquema: Introducción, definición de seguridad y soberanía alimentaria,
compromisos que según la FAO deben adquirir los gobiernos para el logro de la
seguridad alimentaria sostenible para todos, la gerencia de las unidades
agroproductivas universitarias y su influencia en la seguridad agroalimentaria
sustentable, la Bioenergía forestal o dendroenergía, situación de los predictores de
seguridad alimentaria en las comunidades, posibles soluciones a la inseguridad
alimentaria para alimentar al mundo del mañana, indicadores de seguridad
alimentaria; luego tendencias, reflexiones, conclusiones y referencias
bibliográficas.
Por seguridad o soberanía alimentaria como lo expresa (5), se entiende una
situación ideal conforme a la cual un país, una región o el mundo, está en
condiciones de proporcionar a la población, oportunamente; de manera sostenida
y cualesquiera sean las circunstancias previsibles, la producción y distribución de
alimentos nutricionalmente adecuados en cantidad, calidad, variedad y aceptación
cultural. Toda persona, todo hogar, en especial los de menores recursos debe
tener acceso seguro a los alimentos requeridos para llevar una vida sana y
socialmente útil.
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De otro modo, la seguridad alimentaria según (9), es la disponibilidad suficiente
y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente a
ésta, desarrollando y privilegiando la producción agropecuaria interna y donde el
egresado universitario en esa especialidad va a tener una participación
determinante.
Por otra parte soberanía y seguridad alimentaria son definidas como la
accesibilidad adecuada suficiente y constante de alimentos en el ámbito nacional
por parte del consumidor. Es por ello que el estado venezolano para garantizarla,
deberá promover la agricultura sustentable como base principal del desarrollo rural
integral, (4). Estos programas se complementarán al disponer de profesionales
egresados en agroproducción con una formación integradora de todas sus
facultades humanas, principios que deben ser infundidos en forma permanente en
el marco de una enseñanza universitaria activa.
En atención a lo expuesto, la seguridad alimentaria es una variable
multidimensional que implica la disponibilidad, acceso seguro, estabilidad y
utilización permanente de alimentos adecuados por parte del consumidor para que
le permita una vida activa y saludable.
Cabe considerar por otra parte que en la Declaración de la Conferencia de alto
nivel sobre seguridad alimentaria mundial, se establecieron los desafíos del
cambio climático y la bioenergía sobre la seguridad alimentaria mundial, según lo
expresa (6), Venezuela apoya el establecimiento de sistemas agrícolas y prácticas
de ordenación forestal sostenible, para contribuir positivamente a mitigar el cambio
climático, favoreciendo la conservación del equilibrio ecológico y aumentando la
fortaleza de los actuales sistemas de producción de alimentos. En este contexto,
el mantenimiento de la biodiversidad es fundamental para sostener el rendimiento
futuro de la producción. Estos planteamientos se verán reforzados si se cuenta
con un profesional del agro formado bajo un modelo de enseñanza universitaria
integral en sus estudios universitarios.
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De igual manera, en el Informe del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre
la Alimentación (CMA) (2), para estudiar las formas de reducir el hambre, se
adoptan 7 compromisos que deben adquirir los gobiernos:
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extensión cómo las nuevas agrotecnologías pueden ser conocidas por los nuevos
agrotécnicos que egresarán de la universidad.
Una gerencia efectiva de las unidades agroproductivas de las universidades
contribuirá a garantizar la soberanía alimentaria, al favorecer en su área el
desarrollo de diferentes proyectos agropecuarios que generarán producción y
productividad alimentaria y que deberán ser gerenciados por los docentes de las
asignaturas agroalimentarias prácticas y en el marco de la ejecución de
actividades relacionadas con la docencia agropecuaria, agroinvestigación y
agroextensión universitarias. Esas unidades deben transformarse en centros
docente-agroproductivos cada vez más consolidados en aras de lograr máxima
productividad en los agroproyectos desarrollados.
De esta forma, también a nivel de esas unidades agroproductivas
universitarias, el docente universitario debe tener una función colaborativa,
reformadora, supervisora y convertirse en activador del trabajo agroproductivo, al
gerenciar el desarrollo de proyectos de agroproducción, usando tecnologías de
última generación, pero sin olvidarse de lo más importante, que es formar al futuro
agroprofesional, quien deberá ser preparado para optar por las mejores
decisiones, pensando en los demás y no sólo en su éxito o el confort material. En
las universidades que disponen de esas unidades, la interrelación docente-
estudiante y la búsqueda de la complementariedad de varias categorías se hacen
indispensables para: primero contribuir con la seguridad alimentaria, segundo
optimizar el aporte a su propio presupuesto universitario y, tercero favorecer la
formación del agroprofesional del presente y del futuro.
En tal sentido en el contexto de la crisis, seguridad alimentaria y calidad de
vida; la escasa o nula gerencia de las unidades agroproductivas universitarias y el
talento humano educativo influencian no sólo la actividad agroproductiva
universitaria, sino además el sistema de enseñanza aplicado en la formación de
agroprofesionales a egresar de ese nivel superior; profesionales que deben ser
especializados en la producción de alimentos. Ante esa situación se desmejoran
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los niveles de los predictores de seguridad alimentaria en las comunidades. Entre
esos índices, según Bernal y Lorenzana (1), están: la asociación entre la
satisfacción alimentaria-nutricional, nivel de seguridad alimentaria en el hogar,
ingreso asignado a la alimentación y diversidad alimentaria entre otras variables.
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satisfacción alimentaria-nutricional, nivel de seguridad alimentaria en el hogar,
ingreso asignado a la alimentación y la diversidad alimentaria (1). En el país estos
índices presentan en general bajos valores, que sugieren la búsqueda de acciones
tendientes a reducir la inseguridad alimentaria en hogares menos privilegiados,
para encaminar la disminución del hambre en algunas comunidades de
Venezuela.
Por cuanto la soberanía alimentaria del mundo es la seguridad del mundo, éste
espera que la seguridad alimentaria promueva la erradicación completa del
hambre de la faz de la tierra en el 2025 y que se asegure un suministro de
alimentos suficientes, inocuos y nutritivos (derecho elemental de toda la
humanidad) para una creciente población mundial que se estima alcance 9 mil
200 millones de personas en ese año.
-La respuesta al desafío alimentario tiene que ser global, por cuanto la soberanía
alimentaria es un problema multifactorial.
-La Seguridad Alimentaria debe de ser considerada como un bien público global.
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-Coherencia en las políticas internas y externas de los países en desarrollo.
-Hay que crear un marco internacional reforzado para que asuma el desafío
alimentario, climático y energético.
TENDENCIAS
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de la pobreza especialmente en las área rurales, deterioro de la base de los
recursos naturales y el progreso de la agroenergía y los biocombustibles.
Del mismo modo, existen expectativas de que la seguridad alimentaria
experimentará trasformaciones más radicales de las que hasta ahora se conocen.
Entre algunos de esos componentes que la influenciarán se pueden mencionar: la
dinámica de las innovaciones tecnológicas, el acortamiento del ciclo comercial de
los productos, la globalización de los mercados y los cambios de actitud de los
consumidores.
Es oportuno resaltar que en líneas generales se observa la pérdida de
importancia de la agricultura y del medio rural en la agenda política nacional desde
hace ya varios lustros, a pesar de un repunte mostrado a nivel de financiamiento;
pero para este rubro poco se toma en cuenta el factor asistencia técnica, entre
otras variables; desconociéndose al profesional agrotécnico, que no obstante aún
continúan formando las universidades.
Ante lo expuesto y en relación al sector universitario, éste muestra fortalezas
para luchar contra la inseguridad alimentaria, por cuanto los productos resultantes
de sus trabajos de investigación, docentes especialistas y agroprofesionales
egresados están disponibles, a la espera; prestos a aportar las respectivas
soluciones al estado venezolano para reducir al máximo esa inseguridad
alimentaria.
En este sentido se comprende que la soberanía alimentaria además de
considerar disponibilidad, acceso y estabilidad de la ingesta; debe hacer énfasis
en el origen de los alimentos, inocuidad, el dominio de la producción, la
vulnerabilidad de la cadena alimentaria y aspectos culturales como los hábitos
alimenticios, procesamiento local, productos locales y modos de producción.
Visto de esta forma, es impostergable e inaplazable implementar una profunda
transformación económica y social dirigida a la búsqueda de una agricultura
endógena soberana y sostenible en el tiempo, que satisfaga las necesidades
nutricionales de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las
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futuras generaciones. Lamentablemente muchos sistemas políticos del mundo se
colocan a varios años de distancia de esa meta, que alcanzarla significa el logro
de una alimentación sana y correcta que demandan de forma perentoria los seres
humanos que hacen vida en el planeta tierra.
Se tiene pues que en Venezuela, se observa la ausencia de planificación para
el sector de la agricultura y de la ganadería, marcada por una economía que se
fundamenta por los ingresos del mercado petrolero. Por ejemplo, se ejecutaron
políticas que generaron grandes distorsiones y desequilibrios, producto de la
aplicación de políticas del estado. Se decidió que ante la escasez de carne era
necesario mejorar el rebaño nacional hacia la carne, entonces los productores
comenzaron a cruzar el rebaño lechero venezolano con toros Cebú, afectando la
producción de leche (7).
Dentro de este marco, la creación de cadenas de suministro por producto es
indispensable para ayudar a los agricultores de subsistencia a convertirse en
pequeños empresarios agrícolas. Los agricultores necesitan disponer de
capacidades que les permitan trabajar juntos, agrupar los suministros, cumplir con
las normas de seguridad y calidad alimentaria, compartir información sobre precios
y desarrollar los mercados locales y regionales. Ello beneficia a los consumidores,
beneficia a los agricultores y reduce los altos costes de las transacciones que
implica la presencia de muchos intermediarios.
En esta perspectiva, la gestión de riesgos es vital para que todos los
agricultores se sientan confiados a la hora de tomar decisiones de producción
innovadoras frente a los riesgos que implican la condición meteorológica, las
enfermedades o el mercado. Los agricultores también necesitan poder cubrir los
riesgos relacionados con el reembolso de los préstamos. Serán necesarios
esfuerzos particulares para enfrentar la especulación en los mercados
internacionales de productos básicos, que representa hasta un 30% del aumento
de los precios de los alimentos durante los dos últimos años. Para que la
agricultura pueda existir en todas partes, la gestión de riesgos será cada vez más
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importante, en la medida en que los mercados se van volviendo más volátiles
como resultado de la mundialización, la liberalización y el cambio climático.
Por otra parte, el cambio climático está provocando comportamientos
meteorológicos cada vez más inestables y escasez de agua. Los agricultores
deben disponer de los conocimientos y recursos para adaptarse a dichos cambios,
de lo contrario, su producción registrará una caída drástica. Para hacer frente a
esta situación, es necesario invertir, con carácter urgente, en la investigación y en
el desarrollo agrícola; además de producir alimentos, los agricultores de muchos
países también tienen la posibilidad de contribuir a mitigar los efectos del cambio
climático.
En lo esencial, existe cada vez una mayor demanda de servicios ecosistémicos
por parte de los agricultores. La mejora de la biodiversidad agrícola incluye: la
conciliación de la producción de alimentos con la conservación del medio
ambiente mediante la valoración de las áreas naturales, la protección del hábitat
de la vida silvestre, el manejo de los recursos hídricos de manera integrada y la
conservación de los productos locales. Sería recomendable gratificar a los
agricultores por los “servicios no alimentarios” que presten a la naturaleza para así
motivarlos a mejorar y conservar la biodiversidad.
Se plantea entonces, la necesidad de auspiciar los intercambios comerciales
para producir un fuerte estímulo en el desarrollo de la agricultura. A tal efecto, los
gobiernos nacionales deberán establecer un entorno político donde los
agricultores puedan beneficiarse del mercado, por ejemplo a través de la creación
de sistemas de seguridad alimentaria y trazabilidad. Las reglas de la OMC
deberán favorecer la posibilidad para que los agricultores puedan contribuir con la
seguridad alimentaria nacional en sus países y también de organizarse dentro del
mercado y gestionar el riesgo (8).
Es por ello que los agricultores, como actores esenciales dentro de este
proceso, deberán poder asumir un papel central como copartícipes. Por tanto, los
gobiernos deben reconocer el valioso papel que pueden desempeñar las
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organizaciones de agricultores, pues éstas tienen una efectiva capacidad para
representar a sus miembros, promover sus preocupaciones y ofrecer servicios
eficaces para la solución a sus problemas.
En atención a esa problemática y después del Congreso Mundial de
Agricultores en Varsovia, la FIPA (Foro Interparlamentario de las Américas)
continuará dando una altísima prioridad al trabajo de gestión ante los gobiernos
nacionales y las organizaciones internacionales, como la FAO y sus
organizaciones hermanas de las Naciones Unidas para reforzar los planes
nacionales de manera que se desarrolle al máximo todo el potencial de la
agricultura. En los países estos planes ya existen, la FIPA solicitará ante ellos la
acción para desarrollar instrumentos políticos en apoyo de la capacidad
productiva. Tales procesos constituyen una gran solución sostenible para la crisis
alimentaria mundial.
- El precio pagado a los agricultores por sus productos debe estar ligado a los
costos de producción para que puedan cubrir su costo de producción y otorgarle
los medios y el incentivo para invertir.
-En la UE la PAC (política agrícola común) se debe adaptar para acometer los
nuevos retos y, se requiere una mayor investigación y desarrollo para permitir a
los agricultores que sean más competitivos y ayuden a superar el reto que plantea
el cambio climático.
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-Todas las reformas sucesivas de la PAC desde 1992 se han basado en el
supuesto de un suministro continuo y abundante de alimentos y precios mundiales
baratos.
-Una gestión eficaz del mercado y una red de seguridad para los agricultores son
más necesarias que nunca, en un mercado más abierto y turbulento, con mayor
especulación y volatilidad de los precios.
Mayores Inversiones
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-En los cultivos OMG está el futuro de la agricultura.
-La ausencia de una respuesta rápida ante las crisis humanitarias, tanto en la UE
como en el resto del mundo, hace que sea difícil alcanzar las necesidades
urgentes de las poblaciones en peligro.
Política Comercial
-Las normas de la OMC deberían permitir a los países elaborar políticas que
fomenten mayor seguridad alimentaria, mayor estabilidad y prácticas de
producción sostenibles.
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-La UE garantiza que la producción de biocombustibles, utilizados para alcanzar
sus objetivos vinculantes de incorporación en los combustibles para transporte,
reduce considerablemente las emisiones de CO2 y no daña el medioambiente.
El agua es vital
-El agua es la base de la vida y gran parte del impacto del cambio climático se
hará notar a través de sus consecuencias en relación con el agua: desequilibrios
en la oferta y demanda y mayor presión en la calidad.
-La gestión del agua es uno de los principales retos del siglo XXI.
-La UE deberá compensar aquellos condicionantes que vayan más allá de las
buenas prácticas en el ámbito de la gestión del agua.
-Las soluciones a medio y largo plazo para una gestión sostenible del agua en
Europa y en el mundo van a requerir previsión, planificación e inversiones.
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acuerdo con los requisitos de los diversos usuarios y en particular de los
agricultores.
CONCLUSIONES Y REFLEXIONES
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autóctonos como la raza Carora y el mosaico Perijanero, como animales
productores de leche en condiciones tropicales.
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acceso físico, económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para
satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias alimentarias, a fin de
llevar una vida activa y sana. Esto constituye un derecho humano fundamental
suscrito por todos los países del mundo, además de ser garante de la Soberanía
Nacional.
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REFERENCIAS
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