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LAS CARGAS Y DEUDAS DE LA HERENCIA

1. CARGAS :
Son gastos ocasionados por la muerte del causante y La transmisión debe entenderse con
todos los bienes y obligaciones de las que el causante es titular al instante de su
fallecimiento, con todo el activo y con todo el pasivo sucesoral.
Pero la transmisión del pasivo sucesoral, tiene un límite: hasta donde alcancen los bienes
de la herencia.
El C.C. consagra el sistema de la responsabilidad intra vires hereditatis, estableciendo
excepcionalmente el de la responsabilidad ultra vires hereditatis, cuando el heredero
oculta dolosamente bienes hereditarios, simula deudas o dispone de los bienes dejados
por el causante en perjuicio de los derechos de los acreedores de la sucesión.
 Los gastos del funeral, y en su caso, los de incineración, que se pagan
preferentemente.
 Los gastos provenientes de la última enfermedad del causante.
 Los gastos de administración
2. DEUDAS

Son las obligaciones a pagar determinadas sumas de dinero ,contraídas por el causante y
derivadas de su responsabilidad , cuyo cumplimiento están pendientes mientras la herencia
permanece indivisa ; pero hecha la partición, cada uno de los herederos responde de esas
deudas en proporción a su cuota hereditaria.La pensión alimenticia a que se refiere el
artículo 728 es deuda hereditaria que grava en lo que fuere necesario la parte de libre
disposición de la herencia en favor del alimentista y se pagará, según los casos:

 Asumiendo uno de los herederos la obligación alimentaria por disposición del


testador o por acuerdo entre ellos. Puede asegurarse su pago mediante hipoteca u
otra garantía.
 Calculando el monto de la pensión alimenticia durante el tiempo que falta para su
extinción, y entregando al alimentista o a su representante legal, el capital
representativo de la renta.

Si no obstante la oposición prevista en el artículo 875 se procede a la partición, sin pagar la


deuda ni asegurar su pago, la partición se reputará no hecha en cuanto se refiere a los
derechos del oponente.

El heredero que hubiere pagado una deuda de la herencia debidamente acreditada, o que
hubiere sido ejecutado por ella, tiene derecho a ser resarcido por sus coherederos en la
parte proporcional que a cada uno de ellos corresponda.
La insolvencia de cualquiera de los coherederos obligados a resarcir al que pagó una deuda
hereditaria, o que sufrió un embargo por ella, perjudica a prorrata al que la pagó y a los
demás coherederos responsables, cuando la insolvencia existía en el momento del
pago.Inexigibilidad del legatario de pagar
Cargas establecidas en el Código Civil
a) Gastos del funeral

Los gastos del funeral y, en su caso, de incineración, deben ser pagados en forma
preferente, señala el inciso 1) del artículo 869. Esto quiere decir que esta carga no solo tiene
prioridad respecto de las deudas, sino de las demás cargas. "Es deuda que debe ser
solucionada antes de la partición. Tiene privilegio o preferencia no obstante que recién nace
con la muerte del heredado, aun frente a obligaciones anteriores. Dar sepultura es un acto
de solidaridad humana" (CASTAÑEDA)(2). El Código no establece topes máximos para esta
carga, pudiendo un monto desproporcionadamente elevado perjudicar a otros acreedores,
quienes cobrarán después, por lo que sería conveniente establecer, para efecto del cobro
preferente topes porcentuales máximos en relación a la masa y a las demás obligaciones,
constituyendo el exceso un pasivo común (no preferencial)
b) Gastos provenientes de la última enfermedad del causante
Es importante señalar que esta carga no se generó con posterioridad a la muerte del
causante, por lo que técnicamente constituye una deuda contraída por el causante mientras
vivía, y en su propio beneficio, por lo que no encaja dentro del concepto de carga, aunque
sí, evidentemente constituye un pasivo, que la ley dispone que se pague en forma
preferente. En este punto es menester efectuar una precisión. Si el causante formó parte
de una sociedad conyugal (artículo 316), ésta no era una deuda personal, pues entre las
cargas del hogar se encuentra la salud de la familia, debiéndose primero liquidar la sociedad
de bienes del matrimonio. Una vez liquidada la sociedad, se podrá determinar el patrimonio
del causante (activos y pasivos) que va a constituir la masa sucesoria. El Código no distingue
si estos gastos han sido ya efectuados o se encuentran pendientes de pago a la fecha de
fallecimiento del causante, siendo conveniente fijar posición respecto de este punto, ya que
pudiera darse el caso de que un tercero los hubiese solventado. ¿Será en este caso un
acreedor común (no preferente) o su crédito se considerará una carga de la sucesión?
Consideramos que al no hacer la norma una distinción sobre el particular, y a efecto de no
realizar una interpretación restrictiva de derechos, debe conservar en este caso el lugar de
pasivo preferente. Si estos gastos fueron cancelados por la sociedad conyugal, se asume
por ésta, como ya se señaló líneas arriba, y si el causante no formaba parte de una sociedad
conyugal, y la pagó, tampoco se toma en cuenta para la sucesión; simplemente, está
extinguida y el importe fuera de su patrimonio. Asimismo, la norma tampoco establece un
plazo para configurar esta carga, es decir, ¿qué ocurriría si la enfermedad tuvo una duración
de quince años? La fórmula de Lanatta, para considerar este pasivo como preferente, se
basaba en comprender únicamente los gastos correspondientes a los seis meses anteriores
al fallecimiento del causante; el exceso se consideraría pasivo común. Finalmente, el inciso
bajo comentario tampoco especifica si esa enfermedad fue la que condujo al causante a la
muerte, pero se deduce que fue ésa la intención del legislador.
c) Gastos de administración
En cuanto al tercer inciso del artículo a comentar, que alude a los gastos de administración
de la sucesión, éstos deben incluir tanto los inherentes a la administración en sí (gastos
judiciales, cuidado de los bienes, inventario, honorarios de abogados, etc.), como a la
remuneración del administrador (albacea). Respecto a las obligaciones del albacea, éstas se
encuentran comprendidas en el artículo 787, incisos 2 al1 °, excluyéndose el primer inciso
de dicho numeral por pretender que el albacea se encargue de funciones del funeral antes
de saber que le corresponden tales tareas (LOHMANN), y también debido a que, de
cualquier forma, tales gastos preferenciales ya se encuentran especificados en el primer
inciso del artículo bajo comentario, teniendo la máxima prioridad. En relación a los
honorarios de los abogados, es preciso indicar que éstos se reputan como cargas -al igual
que en los demás casos- si su gestión ha sido realizada en interés de todos los herederos y
no de alguno/s. Es claro que la función de los abogados consiste en facilitar el patrocinio,
los trámites, y la resolución de las contingencias de la sucesión en su conjunto.
BIBLIOGRAFÍA

 QUISPE Alvarez, Carlos. Derecho de Sucesiones. Editorial Mercantil. Cusco-Perú.-


Primera Edición 1994

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