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Requisitos para ser testigos del testamento en la jurisprudencia de la Corte

Suprema de Justicia y de la Corte Constitucional

Programa de Derecho

Universidad del Magdalena

2015

INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo se ahondara en la evolución jurisprudencial que ha tenido la


Honorable Corte Suprema de Justicia sala de casación civil, en cuanto a la
rigurosidad del cumplimiento del artículo 1068 del código civil que aborda el tema
de las inhabilidades de los testigos testamentarios; de la misma forma se dará a
conocer las posiciones de la Honorable Corte Constitucional frente a la
declaración de exequibilidad e inexequibilidad de algunos numerales del
mencionado artículo.

OBJETIVOS

General:

 Dar a conocer la evolución jurisprudencial de la Honorable Corte Suprema


de Justicia y las posiciones de la Honorable Corte Constitucional.

Específicos:

 Analizar la motivación de la evolución jurisprudencial de la Honorable Corte


Suprema de Justicia.
 Verificar los argumentos de la Honorable Corte Constitucional para sus
providencias.

REQUISITOS PARA SER TESTIGOS DEL TESTAMENTO EN LA


JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA Y DE LA CORTE
CONSTITUCIONAL

El título III del Código Civil establece las normas relativas a la ordenación del
testamento, definiéndolo en su artículo 1055 como “un acto más o menos
solemne, en que una persona dispone del todo o de una parte de sus bienes para
que tenga pleno efecto después de sus días, conservando la facultad de revocar
las disposiciones contenidas en él mientras viva”.
Para su validez, la ley instituye ciertos requisitos de fondo y de forma, cuya
omisión acarrea la nulidad absoluta de este, ya que puede estar afectado de vicios
que atacan su esencia, como la falta de capacidad del testador; y otros vicios que
atacan su forma, refiriéndose en este aspecto a solemnidades como la
competencia del notario, el número y la idoneidad de los testigos, la firma del
testamento cerrado, entre otras.

La habilidad podemos entenderla como la aptitud para cumplir una función o


cargo, en este caso para ser testigos testamentarios. La ley no dice quiénes son
los hábiles, solo enuncia los inhábiles que según el Art. 1068 del C.C. son: Los
menores, enajenados mentales, condenados, antes (sordos, ciegos y mudos etc.),
el cónyuge del testador, los ascendientes y, descendiente y parientes dentro del
tercer grado de consanguinidad, segundo de afinidad del otorgante o de
funcionario y legatarios y en general todos aquellos público que autorice el
testamento, y los herederos a quienes resulte un provecho directo del testamento

Artículo 1068. No podrán ser testigos en un testamento solemne, otorgado en los


territorios:

1) <Numeral derogado por el artículo 4o. de la Ley 8a. de 1922>.

2) Los menores de dieciocho años.

3) Los que se hallaren en interdicción por causa de demencia.

4) Todos los que actualmente se hallaren privados de la razón.

5) <Numeral inexequible> Los ciegos

6) <Numeral inexequible> Los sordos

7) <Numeral inexequible> Los mudos.


8) <Aparte subrayado CONDICIONALMENTE exequible> Los
condenadosa alguna de las penas designadas en el artículo 315,
número 4o, y en general, los que por sentencia ejecutoriada
estuvieren inhabilitados para ser testigos.

9) Los amanuenses del notario que autorizare el testamento.

10) Los extranjeros no domiciliados en el territorio.

11) Las personas que no entienden el idioma del testador, sin


perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1081.

12) Los ascendientes, descendientes y parientes dentro del tercer


grado de consanguinidad, o segundo de afinidad del otorgante o del
funcionario público que autorice el testamento.

13) <Numeral modificado por el artículo 59 del Decreto 2820 de


1974. El nuevo texto es el siguiente:> El cónyuge del testador.

14) Los dependientes o domésticos del testador, de su consorte, del


funcionario que autorice el testamento y de las otras personas
comprendidas en los números 12 y 17.

15) Los que tengan con otro de los testigos el parentesco o las
relaciones de que habla en los números 12 y 14.

16) El sacerdote que haya sido el confesor habitual del testador, y el


que haya confesado a éste en la última enfermedad.

17) Los herederos y legatarios, y en general, todos aquéllos a


quienes resulte un provecho directo del testamento.

Dos, a lo menos, de los testigos deberán estar domiciliados en el lugar en que se


otorga el testamento y uno, a lo menos, deberá saber leer y escribir, cuando sólo
concurran tres testigos, y dos cuando concurrieren cinco.
De los testigos en los Testamentos Solemnes la jurisprudencia- El legislador es
competente para regular aspectos concernientes a la capacidad, la competencia y
las inhabilidades de los testigos de un testamento solemne, con el fin de que el
acto voluntad del testador sea otorgado con el cumplimiento de las formalidades
legales y que en él no intervengan personas con interés en el propio acto, que
puedan interferir en la voluntad del testador. Pero ésta competencia está limitada,
a su vez, en los principios, valores y derechos protegidos por la Constitución.
Desde luego, si una persona determinada fue objeto de una condena impuesta en
un proceso penal, con privación de la libertad superior a un año y se le impone
como pena accesoria la interdicción de sus derechos civiles, ella no puede ser
absoluta sino relativa. Esa consideración explica lo establecido en el artículo 315,
numeral 4, del Código Civil en cuanto significa que durante el tiempo en que dure
vigente la pena de prisión superior a un año a que la norma hace alusión, el
condenado consecuencialmente se encuentre impedido por disposición legal para
actuar como testigo en el otorgamiento de un testamento solemne. Cosa distinta
es que, luego de expirada la pena, incluida la consecuencia de carácter civil de no
poder actuar como testigo durante la vigencia de la misma, pudiera prolongarse
esta última de manera indefinida y durante el resto de la vida de quien fue
condenado por la jurisdicción penal, estableciendo para él una inhabilidad
perpetua para actuar como testigo en un testamento solemne. Ello resultaría
contrario a la Carta Política por cuanto significaría una privación indefinida de la
plena capacidad civil, sin una causa constitucionalmente admisible para ello, por
una parte; y, por otra, llevaría al prejuzgamiento de la conducta futura de quien fue
condenado a tal punto que en razón de este hecho se supondría una actuación
suya contraria a derecho a su actuar como posible testigo de ese acto jurídico
solemne, lo que resulta extraño a nuestro ordenamiento jurídico. Así, se
disminuiría entonces de manera ostensible el derecho de los individuos de la
especie humana a la personalidad jurídica plena, para dar cabida a una capitis
diminutio (artículo 14 de la Constitución), ya superada por la humanidad y,
además, llevaría a la conclusión de que en razón de haber sido condenado
alguien, sus actuaciones futuras serían contrarias a la buena fe que la
Constitución Política exige a los particulares en el artículo 83.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

Luego de un análisis exhaustivo a las distintas providencias de la Honorable Corte


Suprema de Justicia, se logra denotar que con el paso del tiempo ha venido
evolucionando fundada en varias razones, haciendo realmente una interpretación
acertada para nuestra opinión en las ultima providencias al no declarar la nulidad
de los testamentos en razón a la inaplicabilidad exegética de los numerales 9,14 y
el último párrafo del artículo 1068 del código civil.
Y es que en las primeras providencias se resalta la emitida en el año 1914, (la cual
se aferra plenamente al cumplimiento irrestricto de los numerales, luego
paulatinamente fue atenuando su posición y en el año 1936 aunque seguía la
declaratoria de nulidad del testamento que inobservara la aplicación del artículo
1068 del código civil, se empezaba a abrir camino el análisis de las condiciones
por las cuales se podía inobservar dichos requisitos en razón a la importancia real
de un testamento que es la de preservar la postrera voluntad del causante, para el
año 1974 se puede decir que la Honorable Corte Suprema de Justicia sala civil, se
encontraba justo en medio de dos posiciones jurídicas antagonistas como lo son la
inobservancia de dichos requisitos si es causal de nulidad absoluta del acto
testamentario y su contraposición el incumplimiento de dichos requisitos no es
causal de nulidad del testamento.

Ya en los años 90 la orilla sobre la cual reposarían las posiciones de la corte


suprema de justicia cambiaria en razón a la transformación de las concepciones
de la realidad social en cuanto a los artículos que generan el litigio debido a que
los temas de subordinación y domicilio de los testigos pueden ser interpretados en
favorabilidad de quien emite el testamento en su plena capacidad legal y mental
dado que se presentaban los casos en que lo ultimo a tener en cuenta era la
voluntad del causante bajo el argumento de que como el testamento es solemne
debe cumplir al pie de la letra todos los requisitos legales de forma y de fondo, en
virtud a este legalismo se desdibujaba el objeto del testamento en sí.

En el año 1997 se emite la sentencia 1 que da inicio a esta nueva corriente que es
en ocasiones más pragmática y menos leguleya sin perder nunca de vista
interpretar juiciosamente la norma en su espíritu emitida por el legislador.

1
Corte Suprema De Justicia Sala De Casacion Civil Y Agraria Magistrado Ponente: Dr. Rafael Romero Sierra Santafé de Bogotá, D. C., veinticuatro (24) de junio de mil
novecientos noventa y siete (1997).- Ref: Expediente No. 4605
En el año 2002, 2004 y 2006 2 se pronunció la corte en este sentido manteniendo
en la actualidad la posición más interpretativa y no la exegética que refiere el
irrestricto cumplimiento de los requisitos mencionados para los testigos.

CORTE CONSTITUCIONAL

Con lo referente a la corte constitucional podemos observar que las demandas de


inconstitucionalidad que se le han presentados a los distintos numerales del
artículo 1068 de código civil colombiano que como se dijo anteriormente enumera
las inhabilidades para ser testigos en que podemos desprender u observar:

1. El legislador es competente para regular aspectos concernientes a la


capacidad, la competencia y las inhabilidades de los testigos de un
testamento solemne, con el fin de que el acto de voluntad del testador sea
otorgado con el cumplimiento de las formalidades legales y que en él no
intervengan personas con interés en el propio acto, que puedan interferir en
la voluntad del testador.

Corte Constitucional -Magistrado ponente: Dr. Alfredo


Beltrán Sierra -Sentencia: Octubre 21 de 2004.-(C-1029)
.-Referencia: Expediente D-5186 -Decisión: Exequibilidad
del artículo 1068 (numeral 15) del Código Civil

2
-Corte Suprema De Justicia Sala De Casación Civil MP Ponente Jorge Castillo (22) de abril de dos (2002) Ref. Expediente No. 6077.
-Corte Suprema De Justicia Sala De Casación Civil Mp. Jaime Alberto Arrubla de 26 octubre de 2004, expediente 1999-00137-01.

-Corte Suprema De Justicia Sala De Casación Civil Mp. C. VALENCIA de 13 de octubre de 2006, expediente 2000-00512-01.
2. Los Testigos habilitados. Pueden serlo los ciegos, sordos y sordomudos.
.-No puede serlo el cónyuge del testador –

Corte Constitucional.-M. P.: Dr. Alfredo Beltrán Sierra -Sentencia:


Febrero 4 de 2003 (C-065).-Referencia: Expediente D-4185 -Decisión:
Inexequibilidad de los numerales 5º, 6º y 7º y exequibilidad del
numeral 13 del artículo 1068 del Código Civil

3. El legislador es competente para regular aspectos concernientes a la


capacidad, la competencia y las inhabilidades de los testigos de un
testamento solemne, con el fin de que el acto voluntad del testador sea
otorgado con el cumplimiento de las formalidades legales y que en él no
intervengan personas con interés en el propio acto, que puedan interferir en
la voluntad del testador. Como se dijo anteriormente Pero esta competencia
está limitada, a su vez, en los principios, valores y derechos protegidos por
la Constitución. Desde luego, si una persona determinada fue objeto de una
condena impuesta en un proceso penal, con privación de la libertad
superior a un año y se le impone como pena accesoria la interdicción de
sus derechos civiles, ella no puede ser absoluta sino relativa. Esa
consideración explica lo establecido en el artículo 315, numeral 4, del
Código Civil en cuanto significa que durante el tiempo en que dure vigente
la pena de prisión superior a un año a que la norma hace alusión, el
condenado consecuencialmente se encuentre impedido por disposición
legal para actuar como testigo en el otorgamiento de un testamento
solemne. Cosa distinta es que, luego de expirada la pena, incluida la
consecuencia de carácter civil de no poder actuar como testigo durante la
vigencia de la misma, pudiera prolongarse esta última de manera indefinida
y durante el resto de la vida de quien fue condenado por la jurisdicción
penal, estableciendo para él una inhabilidad perpetua para actuar como
testigo en un testamento solemne. Ello resultaría contrario a la Carta
Política por cuanto significaría una privación indefinida de la plena
capacidad civil, sin una causa constitucionalmente admisible para ello, por
una parte; y, por otra, llevaría al prejuzgamiento de la conducta futura de
quien fue condenado a tal punto que en razón de este hecho se supondría
una actuación suya contraria a derecho a su actuar como posible testigo de
ese acto jurídico solemne, lo que resulta extraño a nuestro ordenamiento
jurídico. Así, se disminuiría entonces de manera ostensible el derecho de
los individuos de la especie humana a la personalidad jurídica plena, para
dar cabida a una capitis diminutio (artículo 14 de la Constitución), ya
superada por la humanidad y, además, llevaría a la conclusión de que en
razón de haber sido condenado alguien, sus actuaciones futuras serían
contrarias a la buena fe que la Constitución Política exige a los particulares
en el artículo 83.

-Corte Constitucional -M. P.: Dr. Alfredo Beltrán Sierra


-Sentencia: Marzo 18 de 2003 (C-230).-Referencia: Expediente D-
4297 -Decisión: Exequibilidad (condicionada) del numeral 8º del
artículo 1068 del Código Civil

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