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El género dramático.
Las obras teatrales pertenecen al género dramático y se caracterizan porque son textos
escritos para ser representados, es decir, llevados a escena. La palabra drama proviene del
griego y significa acción, representación. Para poner una obra en escena intervienen diversos
profesionales: actores que representan a los personajes, iluminadores, sonidistas, vestuaristas,
el director, entre otros especialistas que hacen vivir la obra en el escenario.
Las obras teatrales cuentan historias, pero, a diferencia de las narraciones, lo hacen
mostrando a los personajes en acción, por eso, en los textos dramáticos se incluyen diálogos
entre los personajes y algunas acotaciones o didascalias que indican sus gestos, tonos de voz,
salidas y entradas de escena, así como descripciones del espacio en que transcurren los
hechos.
Existen dos clases de obras teatrales clásicas, la tragedia y la comedia. La tragedia es la
representación de los conflictos de los héroes en momentos difíciles, con final generalmente fatal
que provoca dolor y compasión. La comedia, en cambio, es la representación de conflictos que
no llevan a un final en el que la vida esté puesta en riesgo; el desenlace es feliz y su desarrollo e
gracioso y provoca risa.
La acción dramática.
El texto dramático.
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1) Leé el siguiente fragmento de Un marido ideal de Oscar Wilde como ejemplo
del género dramático:
Primer Acto
(Salón de forma octogonal, en la Casa de SIR ROBERTO CHILTERN, de Grosvenor Square).
MISTRESS MARCHMONT.- ¿Irá usted a casa de los Hartlocks esta noche, Olivia?
LADY BASILDON.- Creo que sí. ¿Y usted?
MISTRESS MARCHMONT.- Sí... Dan unas reuniones aburridísimas, ¿verdad?
LADY BASILDON.- ¡Horriblemente aburridas! No sé por qué voy. Por supuesto, yo nunca sé
por qué voy a unos sitios o a otros.
MISTRESS MARCHMONT.- Yo vengo aquí a educarme.
LADY BASILDON.- ¡Oh! A mí me resulta odioso recibir lecciones.
MISTRESS MARCHMONT.- Y a mí. Se pone una casi al mismo nivel de los tenderos,
¿verdad? Pero nuestra querida Gertrudis Chiltern está siempre diciéndome que debo señalarme
un objetivo serio en la vida. Así que vengo a su casa para ver si encuentro alguno.
LADY BASILDON.- (Lanzando una mirada circular con sus impertinentes.) Esta noche no
veo aquí a nadie a quien se pueda calificar de objetivo serio. El señor que me ha ofrecido el
brazo en la cena me ha estado hablando todo el tiempo de su mujer. (…)
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