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FACULTAD DE DERECHO
Código 200910140
Contenido
Resumen ..................................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 5
Contexto................................................................................................................ 38
Auto-comprensión ................................................................................................ 41
CONCLUSIONES .................................................................................................... 52
Bibliografía ............................................................................................................... 54
Resumen
Palabras clave
Estratificación socioeconómica, política pública, identidad, auto-compresión,
identificación categórica.
4
ONU Hábitat: Organización de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos
INTRODUCCIÓN
(ONU Hábitat), a cargo de Roberto Lippi en Colombia. Dicha oficina envió al gobierno la
propuesta de incluir la eliminación de la estratificación socioeconómica en el Plan de
Desarrollo del país 1. En términos generales, ONU Hábitat argumentaba que la
estratificación ha venido consolidando una situación de segmentación y segregación de las
ciudades entre estratos altos y bajos, y –por la forma como se clasifica a la población– está
generando inequidad, exclusión y estigmatización (Gómez, 2014). Las noticias del país y
algunos artículos publicados en periódicos internacionales, retrataron la discusión y los
argumentos en contra y a favor de desmontar la estratificación socioeconómica en el país
(Acevedo, 2014; Gómez, 2014; Noyola, 2015; Sarmiento & Escorcia, 2015; Wallace,
2014). Muchas de las posiciones asumidas por la prensa encuentran sustento en los debates
e investigaciones académicas que se han realizado alrededor de este tema.
1
Ver http://www.onuhabitat.org/index.php?option=com_content&view=article&id=1358:construir-
un-sistema-alternativo-a-la-estratificacion-socioeconomica-propuesta-para-el-calculo-de-los-subsidios-
cruzados-en-el-pago-de-tarifas-para-servicios-publicos-en-la-ciudad-de-bogota-colombia-
&catid=161:noticias&Itemid=171
7
Sin embargo, poco se ha tratado sobre los efectos sociales que ha tenido el marco
normativo de estratificación socioeconómica en Colombia. En este sentido encontramos las
investigaciones de la socióloga Consuelo Uribe-Uribe-Mallarino (2006) sobre cómo la
estratificación ha incidido en la segregación geográfica en la ciudad de Bogotá, en el valor
de la vivienda y de los impuestos de propiedad. Dicha incidencia ha provocado en los
ciudadanos la renuncia a aspirar a ascender de estrato, atrapamiento en los estratos que
reciben subsidios y largos tiempos de movilidad de la zona de residencia los lugares de
trabajo. Para Uribe-Mallarino (2014) el problema es al enfocar los subsidios sobre las
residencias, y no sobre los ingresos, porque el sistema basado en la vivienda le ha dado a la
diferencia social una clara dimensión espacial que ha terminado marcando y segregando el
territorio (Uribe-Mallarino, 2014).
De tal manera, para la autora, los estratos son un esquema de clasificación que
individual y colectivamente realizan los bogotanos de sí mismos y de su sociedad. Dicha
identificación se ha sumado a nociones heredadas sobre las jerarquías sociales como clases
o sectores sociales y ha logrado que los bogotanos piensen las diferencias sociales en forma
alineada con la lógica que tiene la política pública (Uribe-Mallarino, 2008). Siguiendo ese
orden de ideas, tanto Uribe-Mallarino (2008) como UNU-Hábitat (Lippi, 2014) consideran
8
Sin embargo, a la hora de definir cuál es el rol social que legitima la estratificación
socioeconómica en Bogotá, no es suficiente con señalar que es un elemento que constituye
identidad. Esta afirmación hace dos generalizaciones y simplificaciones que es necesario
reevaluar. En primer lugar, no es claro el concepto de identidad del que parte la afirmación
de Uribe-Mallarino (2008), ya que al hacer referencia al estrato como un elemento de
identidad lo utiliza de manera vaga y sin definir ningún tipo de contenido. La identidad es
un término clave en el idioma cotidiano, político y en el análisis social por tanto es
importante definir sus alcances a la hora de emplearlo. Estos múltiples espacios de uso del
9
concepto de identidad hace que el término pueda hacer referencia a una gran cantidad de
significados distintos (Brubaker, 2004). Entre sus múltiples acepciones, Brubaker (2004)
enlista las siguientes: 1) se utiliza para hablas sobre modos de acción no instrumentales; 2)
para centrarse en la auto-comprensión del individuo; 3) para designar la uniformidad de un
grupo de personas en el tiempo: 4) para capturar los aspectos fundamentales de la
individualidad; 5) para negar que existen aspectos fundamentales; 6) para resaltar lo
procesual, el desarrollo interactivo de la solidaridad y la auto-comprensión colectiva; y 7)
para hacer hincapié en la calidad fragmentada e inestable de la experiencia contemporánea
de uno mismo, elementos fragmentados de identificación que se activan de forma
contingente en diferentes contextos.
• Es algo que las personas tienen o deberían tener o están en busca de.
• Es algo que todos los grupos (al menos algunos tipos- étnicos, racionales o
nacionales) tienen o deberían tener.
10
• Es algo que las personas (y grupos) pueden tener sin ser conscientes de ello
en esta perspectiva: identidad es algo a ser descubierto y algo sobre lo cual
uno se puede equivocar 2.
• Implica nociones fuertes de homogeneidad y fronteras (boundedness), una
similitud entre los miembros del grupo y una clara frontera entre adentro y
afuera.
En primer lugar porque esta lista de características de la identidad se han vuelto tan
familiar y automáticas en los últimos años que se corre el riesgo de convertirse en un
marcador de posición o en un gesto señalando una posición más que palabras con un
significado. En segundo lugar, porque no es claro por qué las nociones débiles de identidad
son concepciones de identidad. El sentido común de identidad fuerte sugiere al menos
alguna similitud en el tiempo, alguna persistencia de algo que permanece igual, lo mismo,
mientras que otras cosas cambian. ¿Cuál es el punto de usar el término identidad si este
significado central es expresamente repudiado – no hay elementos estables que caracterizan
al grupo? Por último, en su preocupación de limpiar el término de sus desacreditadas
connotaciones de la definición fuerte, la noción débil insiste en que las identidades son
múltiples, maleables, y fluidas. Por tanto, las identidades suaves terminan en el otro
2
La concepción fuerte de identidad reproduce la epistemología marxista de clase –no necesariamente
se es consciente de lo que se es (Brubaker, 2004).
11
extremo con un término infinitamente elástico donde cualquier cosa puede ser identidad
(Brubaker, 2004, pág. 38).
derecho y de una ley específica también es necesario identificar cómo esta cobra sentido
después de ser promulgada.
3
Ver los mapas de estratificación socioeconómica de Bogotá:
http://www.sdp.gov.co/portal/page/portal/PortalSDP/InformacionTomaDecisiones/Estratificacion_So
cioeconomica/Mapas
13
Metodología
4
http://www.sdp.gov.co/portal/page/portal/PortalSDP/InformacionTomaDecisiones/Estratificacion_
Socioeconomica/Mapas/IE003-LocalidadChapinero-V02-27122013.pdf
15
comparaciones, pero también dan la libertad de hacer preguntas adicionales para aclarar o
ahondar en respuestas que da el entrevistado o entrevistada (Obasogie, 2014). Ya que el
proyecto busca comparar las distintas visiones y conceptos de identidad que tienen los
entrevistados a partir de la categoría estrato, es necesario partir de unas preguntas
establecidas con anterioridad para que sean comparables. Sin embargo, debido a que lo que
se busca es entender a profundidad cómo se identifica una persona de un estrato frente a
otras, lo cual hace parte de la opinión personal, es necesario tener cierta flexibilidad que
permita comprender claramente a qué se refiere.
En los años sesenta, por medio del Decreto 3069 de 1968 el sistema de
estratificación se hizo nacional. El decreto ordenaba dividir en niveles los municipios
(hasta en seis rangos) a partir de los avalúos catastrales de las propiedades para determinar
el sistema de subsidios cruzados (Acevedo Guerrero, Furlong, & Arias, 2015).A finales de
los años setenta estaba siendo fuertemente criticada la utilización de los avalúos como
criterio para los subsidios, ya que estos siempre estaban desactualizados. Como respuesta a
la crítica se buscó transformar la estructura tarifaria a partir de criterios socio-económicos
(Acevedo Guerrero, Furlong, & Arias, 2015). De tal manera, la Ley 14 de 1983 ordenó
desvincular la clasificación de los inmuebles residenciales por rangos de avalúos catastrales
del cobro tarifario diferencial, dado que estaba desactualizado y presentaba inconsistencias
(Alzate, 2006, pág. 11).
Sin embargo, los nuevos criterios y lineamientos técnicos para definir los niveles de
cobro fueron diferentes para cada empresa de SPD y además cambiaron con frecuencia, lo
cual no permitía la comparación entre estratos, ni entre la estratificación de la ciudad
capital y las del resto del país (Acevedo Guerrero, Furlong, & Arias, 2015; Alzate, 2006).
18
resultante se aplique sobre cada uno de los SPD (art. 101 y s.s.). También, a partir de esta
ley de 1994, la estratificación se eleva a la categoría de método de focalización del “gasto
público social” y las tarifas cobradas a los estratos bajos se clasifican como subsidios de
inversión social (art. 100) (Benjumea Zapata & Varas Guerrero, 2004, pág. 18).
A partir de este diseño inicial, los años posteriores han sido para ajustar los criterios
de la regulación, aplicación y metodología. El cambio más significativo ha sido que el
diseño de la metodología pasó a ser competencia del DANE, quien es el encargado
actualmente (Alzate, 2006). En el siguiente cuadro, hago un recuento normativo de la
política de estratificación socioeconómica desde sus inicios.
5
artículos 86 numerales 4º, 87 numeral 3º, 89 numeral 1º, 99 numeral 7º, 101, 102, 103 y 104.
20
Ley 732 de 2002 Nuevos plazos para realizar, adoptar y aplicar las
Vigente estratificaciones socioeconómicas urbanas y rurales
Vigente estratificación.
Determina los aportes de las empresas de SPD deben
hacer a las alcaldías para garantizar la estratificación.
Decreto 4715 de 2010 Modifica metodología para la distribución de los
Derogado recursos provenientes de aportes solidarios en el
otorgamiento de subsidios de los servicios públicos.
Ley 1450 de 2011 Plan Nacional de Desarrollo, 2010-2014 en el cual se
Derogada utiliza, en menor medida, el estrato como un criterio de
definición de la población y de focalización para ser
beneficiario de programas sociales.
Decreto 4924 de 2011 Modifica metodología para la distribución de los
Vigente recursos provenientes de aportes solidarios en el
otorgamiento de subsidios de los servicios públicos.
Ley 1753 de 2015 Plan Nacional de Desarrollo, 2014-2018. Se hace poca
Vigente referencia al estrato como criterio de diferenciación o
focalización.
Fuente: Elaboración propia a partir de la legislación a la que hace referencia: Alzate, 2006;
Acevedo Guerrero, Furlong, & Arias, 2015; DANE, 2016
1. Bajo-bajo
2. Bajo
3. Medio-bajo
4. Medio
5. Medio-alto
6. Alto
Las variables que se utilizan para su definición están relacionadas con las
características de las viviendas y su entorno (Rosero, 2004). Estas son por ejemplo: a)
Existencia de viviendas en el lado de la manzana con entrada principal. b) El tipo de vías de
acceso, sendero o camino, peatonal, vehicular en tierra, etc. c) Presencia de focos de
contaminación en el lado de la manzana o frente a esta. d) Predominio de andenes en el
lado de la manzana, sin andenes, con andenes pero sin zona verde o con ambos elementos.
e) Predominio de viviendas en el lado de la manzana sin antejardín, con ese ya sea pequeño,
mediano o grande. f) Presencia de viviendas sin o con garajes en la manzana. g) Material de
las fachadas. h) Tipo de material de la puerta (Rosero, 2004).
en SPD”; los estratos 5 y 6 son los “estratos altos que albergan a los usuarios con mayores
recursos económicos” y por tanto, pagan sobrecostos (contribución) sobre el valor de los
SPD. El estrato 4 no es beneficiario de subsidios, ni debe pagar sobrecostos, paga
exactamente el valor que la empresa defina como costo de prestación del servicio (DANE,
2016). Las tarifas subsidiadas solo cumplen un nivel de consumo básico que es
determinado por las comisiones de regulación de cada sector, la porción del consumo que
exceda ese umbral se cobra con la tarifa plena (Castro Méndez, 2013).
pobre, para dentro de ellas aplicar los programas sociales a todos sus habitantes”. Sin
embargo, después de ver el diseño de la política queda la pregunta en el aire: cómo se
puede o qué tan acertado es identificar qué tan rica o qué tan pobre es una persona
solamente a partir de la apariencia de su vivienda y de su entorno. A lo cual, el DANE
contesta de la siguiente manera:
En ese orden de ideas, para el DANE las características físicas externas e internas de
las viviendas, su entorno inmediato y su contexto habitacional y funcional urbano o rural,
tienen asociaciones significativas (correspondencia) con la condiciones socioeconómicas de
los usuarios de SPD que viven de dichas viviendas (DANE, 2016). De tal manera, para el
DANE, y para algunos autores, el estrato es un indicio fiable sobre la condición
socioeconómica de la persona y por tanto se justifica su utilización como un “artificio
socio-económico y estadístico” lo suficientemente contundente también para agenciar otras
políticas públicas (Alzate, 2006, pág. 10).
Ante estas duras críticas el DANE (2016), entidad actual encargada de definir la
estratificación, señala que si bien es cierto que en las ciudades del país, la dinámica de la
finca raíz está tomando en cuenta el estrato (algunas corporaciones vienen otorgando
créditos de vivienda en función del estrato asignado al inmueble y se ofrecen arriendos
anunciando éste) y la población tiene tal "cultura" de estrato que hasta en las telenovelas se
ventilan las diferencias socioculturales inherentes a cada estrato, esta opción económica y
social convertida en tradición oral, simplemente evidencia la segregación generada por los
mercados y las políticas de suelo. La estratificación socioeconómica no genera tales
diferencias, simplemente las capta, pondera, jerarquiza y clasifica (DANE, 2016). De tal
manera, parece ser que para el DANE las diferencias socioeconómicas entre los ciudadanos
son una realidad y que la política lo que hace es solamente evidenciar esas diferencias al
clasificarlas y jerarquizarlas en una escala del uno al seis.
Posición estructuralista
estructura productiva, los cuales no solo tienen una posición diferenciada sino que además
supone la existencia de intereses antagónicos (Sémbler, 2006).
Posición funcionalista
Junto al rol ocupacional del individuo, Parsons identifica otros dos elementos
importantes de valoración: parentesco y el sistema de propiedad. Son estos tres elementos
estructurales – ocupación, familia y propiedad (ingreso) – los que representan el “complejo
instrumental” que debe considerarse para determinar la posición de un individuo en la
estratificación social. De la mano con los tres criterios centrales de estratificación, la
corriente funcionalista considera que deben tenerse en cuenta otros rasgos individuales que
contribuyen al status del individuo al darle una posición de prestigio social. Cualidades
personales, logros, poder, autoridad y de manera secundaria con factores como pertenencia
étnica, filiación religiosa, comunidad de residencia, política. (Duek & Graciela, 2014, pág.
168).
7
Las personas puede tener múltiples roles en la estructura social.
30
que se puede definir como estructura de clases (Bourdieu, 1969). Para cumplir con este fin
es necesario tener en cuenta dos dimensiones de la clase. La condición que hace referencia
a las características “materialistas” de la clase en un determinado espacio social y la
posición de clase que se caracteriza por producir prácticas, experiencias subjetivas y
representaciones similares entre sus miembros, es decir, por articular disposiciones
significantes compartidas (Bourdieu, 1969). Por tanto, las clases no sólo existen en la
objetividad del espacio social, sino también en una dimensión subjetiva que representa el
compartir prácticas y representaciones del mundo (Sémbler, 2006).
disponibilidad de recursos (Mina, 2004). Dichos errores debilitan la efectividad del sistema
ya que implican una alta probabilidad de clasificar como beneficiaria de un subsidio a una
familia de nivel socioeconómico alto. Lo cual, sostienen los autores, puede generar
problemas de sostenibilidad a mediano y largo plazo (Alzate, 2006; Rosero, 2004)
pienses las diferencias sociales en forma alineada con la lógica que tiene la política (Uribe-
Mallarino, 2008).
Así, definirnos como parte de un grupo a su vez implica una diferenciación de los
que no se consideran dentro de la categoría nosotros / los otros. Estas diferenciaciones
muchas veces se realizan con base en nociones de “raza”, religión, género, grupo étnico o
clase social (esta última puede verse como una forma de determinar grupos identitarios a
36
partir de la capacidad adquisitiva o tipo de trabajo de los individuos) (Sémbler, 2006). Este
tipo de clasificaciones de los individuos pueden realizarse de manera relacional o
categórica. Relacional hace referencia cuando la definición del nosotros en oposición a los
otros se da en el medio de una red de relaciones de individuos, un grupo de individuos
frente a otro grupo de individuos con los que tiene relación. Como por ejemplo, dentro de
las relaciones de parentesco o amistad, dentro de las relaciones patrón-cliente, o las
relaciones profesor alumno. El segundo tipo de definición es la categórica, por medio de la
cual una persona se puede identificar a sí mismo (u otra persona) por la pertenencia a una
clase de personas que comparten algún atributo categórico común (tales como raza, etnia,
nacionalidad, género, etc.) (Brubaker, 2004).
marcar las diferencias sociales entre ciudadanos. En este sentido, Uribe-Mallarino (2008)
argumenta que la categorización por estratos socioeconómicos, hecha por el derecho
colombiano y las entidades administrativas encargadas de su ejecución, se ha naturalizado y
convertido en un elemento de la vida social, más allá de los alcances de la política pública
(Uribe-Mallarino, 2008). Sin embargo, como lo mencioné en la introducción, no es claro el
concepto de identidad del que parte Uribe-Mallarino (2008), ya que en ningún momento
define qué entiende por identidad y cuáles son los alcances que tiene dicho concepto en su
estudio. Como lo resalté con anterioridad, esto resulta problemático respecto a las
conclusiones de Uribe-Mallarino (2008) ya que hace su afirmación pueda ser entendida de
múltiples formas dependiendo de qué tipo de definición de identidad asuma el lector que es
a la que hace referencia la autora.
En ese sentido y para superar la falta de claridad del término identidad y sus
múltiples significados que se le atribuye, Brubaker (2004) propone dividir estos contenidos
en expresiones más determinadas y limitadas. En específico, el autor utiliza tres grupos de
términos 1) Identificación, categorización, 2) auto-comprensión (self-understanding) y 3)
grupismo, conectividad y “comunalidad” (Brubaker, 2004). Teniendo en cuenta los
primeros dos grupos de términos realicé doce entrevistas a habitantes de la localidad de
38
Chapinero, igual número de hombres y mujeres, dos por cada estrato. A continuación
presento los resultados. En un primer aparte, hablaré sobre el contexto general de los
participantes para luego referirme a la categoría de auto-comprensión, en específico a cómo
estas personas se definen a ellos mismos, a los que reconocen como similares y a los que
señalan como diferentes, haciendo referencia a los criterios o características que utilizan
para hacer tal diferenciación. Por último desarrollaré el concepto de identificación
categórica, a partir del cual deseo debatir el alcance de definición que tiene el derecho sobre
los conceptos que se trasladan a la vida social de los individuos. En este caso, sobre el
alcance que tiene la definición legal de estratificación socioeconómica, definición vista en
el primer capítulo, para determinar los contenidos que se utilizan por los individuos en su
vida social para categorizar a los otros y a ellos mismos como pertenecientes a un estrato
dado.
Contexto
8
http://www.sdp.gov.co/portal/page/portal/PortalSDP/InformacionTomaDecisiones/Estratifi
cacion_Socioeconomica/Mapas/IE003-LocalidadChapinero-V02-27122013.pdf
40
I de
Estrato Origen Educación Vivienda Ocupación
G9
M Villavicencio No terminaron Casa propia Actividades
1
H Villeta bachillerato multifamiliar comunitarias
9
Identidad de género
41
Auto-comprensión
10
Segmento de entrevista número 10, ver ANEXO 1
11
Segmento de entrevista número 7, ver ANEXO 1
42
A partir de estos resultados, parece ser que el estrato no parece haber influenciado
tanto socialmente que llegue a ser un elemento de auto-compresión de los individuos. Sin
embargo, en este caso, como la unidad de estratificación han sido los barrios, también es
necesario analizar si un elemento de auto-comprensión del barrio es el estrato
socioeconómico. Es decir, si las personas caracterizan su zona de vivienda haciendo
referencia al estrato. En este caso, al preguntarle a los participantes cómo describirían su
barrio, las respuestas son bastante similares a las obtenidas respecto a cómo se entendían a
ellos mismos. En general hicieron referencia a la calidad de los SPD, a la ubicación y a
cualidades o problemas del barrio, como seguridad, tranquilidad, diversidad y tranquilidad.
Paula describe Bellavista como “un barrio muy bonito, pero es bien arriba de la montaña,
entonces llegar no es fácil” 12, Celso habla de Juan XXIII como una “zona muy sana, muy
muy bonita, la cual es muy privilegiada, más que todo por los de las novelas, (…) porque
cada rato vienen a hacer filmaciones acá en el barrio” 13.
12
Segmento de entrevista número 11, ver ANEXO 1
13
Segmento de entrevista número 4, ver ANEXO 1
14
Segmento de entrevista número 3, ver ANEXO 1
15
Segmento de entrevista número 5, ver ANEXO 1
43
Respecto a los primeros, las personas que viven en su mismo barrio de manera
general utilizaron cualidades y ocupaciones para describirlos. Benedicto dijo que “son
familias (…) la mayoría son trabajadores de construcción… que tienen que ver con pintura,
mampostería, todo ese tipo de construcción (…)” 16. Diego señaló que las personas que
vivían en su barrio eran “gente parecida, de misma edad, están en la universidad, y los
señores y las familias que conozco pues son amigos de mi papá y de mi mamá” 17. La
mayoría hizo alguna referencia a la situación económica de las personas utilizando frases
como “no son pobres”, “económicamente bien”, “gente que tiene recursos”. Como
sinónimo de la situación económica en dos ocasiones hicieron referencia los estratos,
“estrato medio”, “estrato dos”. De tal manera, el estrato no parece ser un elemento que
caracterice a las personas que viven en un mismo barrio, más allá de ser utilizado como
sinónimo a condición socioeconómica.
En relación a los que viven en barrios distintos la respuesta parece ser muy distinta.
Para diferenciar a los otros barrios parece ser un elemento distintivo relevante la situación
económica o el estrato. De nuevo parece ser que el estrato resulta una categoría importante
cuando se quiere realizar distinciones a partir de las condiciones económicas de las
personas que viven en distintos barrios. De manera general, la mayoría de personas hicieron
referencia a barrios ricos y pobres, escasos o abundantes recursos, pero también utilizaron
el estrato para caracterizar los barrios distintos al que viven. Tomás indicó que “Chapinero
tiene una característica, que tu aquí encuentras todos los estratos en unas pocas cuadras,
aquí este sector es estrato tres, hay cuatro, si llegas al Castillo es estrato cinco y seis y al
16
Segmento de entrevista número 2, ver ANEXO 1
17
Segmento de entrevista número 12, ver ANEXO 1
44
18
lado del Castillo hay un barrio estrato uno” . Aunque se hable de muchas más
características, el estrato sí parece ser una categoría relevante para hablar de los otros y
distinguirlos. En este sentido, el estrato se está utilizando como una categoría identitaria
que permite agrupar personas en un grupo, por ejemplo: los de estrato tres, los de estrato
cuatro que son distintos a mí. Sin embargo, decir estrato no significa que se esté haciendo
referencia a lo que la ley define como estratificación socioeconómica. En ese orden de
ideas, en el último segmento de este capítulo me referiré a cuál es el contenido que le dan
las personas entrevistadas a la categoría de estrato.
Identificación categórica
Otro de los términos que Brubaker (2004) propone para terminar con la
indeterminación del concepto identidad es hacer referencia a los verbos identificación y
categorización. Estos términos hacen referencia a la utilización de categorías por medio de
la cual una persona se puede identificar a sí mismo (u otra persona) por la pertenencia a una
clase de personas que comparten algún atributo categórico común (tales como raza, etnia,
nacionalidad, género, etc.) (Brubaker, 2004). La identificación aunque es un concepto muy
cercano al de auto-comprensión, pueden diferenciarse porque la compresión puede ser
entendida como un fenómeno tácito; forma lo que el individuo piensa de sí y su acción pero
sin necesariamente ser articulada discursivamente. Por el contrario, la identificación sí hace
referencia a relacionarse o acogerse a categorías explicitas que hacen parte de los discursos
que se comparten socialmente (como los que hay alrededor de conceptos como clase o
género). Sin embargo, esto no quiere decir que el individuo deba identificarse con una
única categoría durante su vida y no variarla. Uno puede ser llamado a identificarse a sí
mismo de maneras distintas dependiendo el contexto en el que se encuentre (Brubaker,
2004). Es decir, cómo uno se identifica uno mismo y cómo uno identifica a los otros es
fundamentalmente situacional y contextual.
La definición de estas categorías con las cuales las personas pueden identificarse o
identificar a los otros pueden crearse o complementarse tanto por los individuos como por
18
Segmento de entrevista número 6, ver ANEXO 1
45
el Estado. Por un lado las categorías pueden ser codificadas y formalizadas mediante los
sistemas de categorización creados por el poder de instituciones autorizadas como los
Estados modernos (Brubaker, 2004). También las categorías de identificación pueden ser
impuestas por el grupo o actor mayoritario que detenta el poder de determinación y
organización de la sociedad. Esta definición social puede verse reforzada o reproducida por
las instituciones de la sociedad por medio de actos sistémicos de inferiorización y
otrerización de los grupos que se constituyen como otros (Kamili, 2009, pág. 41).
De tal manera, en la determinación de las categorías con las que las personas se
identifican puede ser resultado de una práctica social, una práctica estatal o de una mezcla
de ambas. En este sentido, y respecto a la estratificación socioeconómica tanto la
investigación de Uribe-Mallarino (2008) como los resultados del aparte anterior, parecen
sugerir que el estrato se convierte en una categoría para identificar a los otros y
distinguirlos de lo que el individuo no es. Sin embargo, hasta ahora no tenemos claro qué
entienden las personas por estratificación socioeconómica y cuáles son las características
que tiene pertenecer a un estrato dado. A continuación presento las ideas que asocian los
participantes al concepto de estratificación socioeconómica y posteriormente describo las
características que se les atribuyen a cada uno de los estratos. Presentando dichos
contenidos podré discutir la tensión que hay entre la definición de la norma (categorización
oficial) y la que en la práctica adquiere la noción de estrato.
19
Segmento de entrevista número 8, ver ANEXO 1
46
baratos y supuestamente en algunos estratos hay subsidios, sigue siendo ellos allá y
nosotros acá” 20. Como lo muestran las palabras de Rosario no solo es una clasificación sino
que esta es vista como algo negativo y discriminatorio en general. Sin embargo, aunque el
principal elemento de diferenciación por estrato sea el económico, las características de
clasificación parecen ir más allá de esto. Por ejemplo, aunque en principio el estrato denote
la condición económica de una familia también el estrato está relacionado a los
comportamientos, la educación y la cultura de una persona. Todos los participantes
describieron a cada estrato con características por fuera de lo económico. En ese sentido,
Socorro menciona que los estratos “son como el nivel económico de las personas y
también el nivel de estudio, su comportamiento, sus amigos, las relaciones (…)” 21. Las
características y valores que se les adjudican a las personas varían dependiendo del estrato
al que se haga referencia.
Las personas que viven en estrato uno y dos tienen como característica principal la
falta de recursos o de oportunidades a las que se enfrentan, tienen menos opciones y menos
suerte. Son caracterizados como familias, humildes, con poca educación, que
principalmente se dedican a trabajos en construcción o trabajos domésticos. También es
interesante que especialmente el estrato uno se asocia con percepciones de inseguridad (que
no necesariamente son reales), drogadicción, delincuencia, etc. Diego menciona que las
personas de estrato uno y dos “es gente con poca educación. Bajos recursos, entonces muy
pocas oportunidades en cuanto a cultura, en cuanto a conocimiento, educación (…)” 22. De
hecho, los entrevistados de estrato uno y dos también hacen referencia a estos estereotipos
negativos, sin embargo se alejan de ellos diciendo que eso pasa es en la periferia o en el sur
de la ciudad. Refiriéndose al estrato uno Celso señala que “son sitios muy apartados de la
ciudad donde realmente a veces no entra ni el sol, entonces es difícil el transporte, la
20
Segmento de entrevista número 9, ver ANEXO 1
21
Segmento de entrevista número 7, ver ANEXO 1
22
Segmento de entrevista número 12, ver ANEXO 1
47
Por su lado, la definición de estrato tres y cuatro no es tan clara, en algunos casos
tres se compara al uno y el dos y cuatro se compara al cinco y seis. Sin embargo, en la
mayoría de entrevistas sí se establecieron características distintivas de estos estratos. De
nuevo la primera característica que resalta es la situación económica, tienen más ingresos,
mayores ventajas, más comodidades. En ese sentido, Benedicto señala que “digamos que
normalmente estrato tres y cuatro son personas que han tenido un tipo de preparación, que
generalmente viven de un salario, sí, entonces son personas que han recibido alguna
educación” 24. Los describen con expresiones como “término medio”, “clase media”, la
“clase trabajadora”. Piensan que las personas de estrato tres y cuatro han tenido acceso a
educación y son principalmente empleados de oficinas. Son pocas las características
negativas que se asocian a estos estratos, solo que el hecho de estar en la “mitad” hace que
no tengan subsidios ni ayudas del Estado pero tampoco tienen estabilidad económica ni
recursos suficientes como los estratos más altos. En palabras de Tomás “el estrato tres no
tiene los beneficios que tiene el estrato uno y el estrato dos, por ejemplo esas becas de ser
pilo paga son para esos estratos, o sea que si uno es estrato tres, no y no tiene la posibilidad
de pagar una universidad entonces no puede estudiar” 25.
Por último, los entrevistados hablando de estrato cinco y seis sigue siendo el
elemento más relevante la situación económica, son los que tienen poder económico, tienen
mejores beneficios, más posibilidades, más estabilidad, mayor educación, mayor cultura, su
posición de poder para algunos les hace tener un deber mayor frente al resto de la sociedad.
Sin embargo, estos estratos se asocian a muchas cualidades negativas, el dinero los hace
intocables, codiciosos o excluyentes, como señala Carlos, al estrato cinco y seis “no les
importa nadie, no elegimos políticos, no nos influyen los cambios económicos (…)” 26, o
23
Segmento de entrevista número 4, ver ANEXO 1
24
Segmento de entrevista número 2, ver ANEXO 1
25
Segmento de entrevista número 6, ver ANEXO 1
26
Segmento de entrevista número 10, ver ANEXO 1
48
como dice Adela “son gente que lo mira a uno por encima del hombro” 27. Adicional a esto,
es interesante ver que al igual que el estrato uno, el estrato seis parece ser algo muy lejano,
al respecto Marcela dice que “yo creo que el estrato seis ya estamos hablando de personas
que, que se mueven en otro nivel, en aviones, pues tienen muchas propiedades, pues sí, no
es lo mismo tener una finca en San Andrés o tener una casa quinta en San Andrés a tener
una quinta en la mesa” 28.
En general, parece que les es más fácil hablar y caracterizar los extremos –estratos
bajos y altos y que les es difícil realizar las distinciones específicas entre estrato y estrato.
Es decir, es más fácil ver las diferencias entre estratos uno y seis que entre estratos tres y
cuatro. Además de esto, el término de estrato parece usarse frecuentemente como un
sinónimo del término clase económica y social. Al igual que con clase se usan calificativos
como clase alta, clase baja, los entrevistados mencionan en varias ocasiones estratos bajos y
estratos altos. En ese sentido y teniendo en cuenta todas las características mencionadas que
hacen parte de los estereotipos que tienen los participantes de quienes viven en cada estrato
es claro que la categoría de estrato se utiliza para identificar y agrupar a personas que tienen
condiciones de vida económica y socialmente similares. De tal manera, es posible afirmar
que una consecuencia no prevista de la aplicación de una ley, en este caso la concerniente a
estratificación socioeconómica, puede ser la producción de nuevas categorías de ser
persona (Hoffman French, 2009)
La creación de este tipo de categorías de identidad por parte del derecho, ha sido
conceptualizada por Hoffman French (2009) con el término legalización de identidad. Este
fenómeno requiere por lo menos dos elementos, el primero es que exista una ley, la cual
puede tener su origen en legisladores o funcionarios públicos, y segundo la ley tiene que
tener como propósito proteger o legalizar derechos de grupos específicos a partir de una
diferenciación. En el caso de análisis de la autora ella hace referencia a categorías de tipo
etnoracial, sin embargo, ella aclara que el término de legalización de identidad puede ser
aplicado más ampliamente. Respecto a la estratificación socioeconómico, se cumplen estos
27
Segmento de entrevista número 1, ver ANEXO 1
28
Segmento de entrevista número 5, ver ANEXO 1
49
Sin embargo, como lo vimos en el aparte anterior esta categoría no parece estar “del
todo” interiorizada por los individuos. Es decir, es utilizada para identificar y caracterizar a
los otros pero no es un elemento relevante para definirme a mí mismo (auto-comprensión).
Es decir, que aunque las clasificación de estratificación es oficial y obligatoria es
reconocida pero no compartida por completo por los clasificados. En este sentido, Loveman
(2014) ha señalado que las distinciones oficiales categóricas pueden no reflejar
perfectamente las utilizadas en la interacción informal y la identificación subjetiva, aunque
sí afecten los contenidos de las fronteras sociales operativas en la vida diaria (las
características que separan un grupo de otro) (Loveman, 2014).
Esto se da, porque no todas las clasificaciones afectan en igual medida el cuerpo y
la vida diaria de los individuos clasificados, tanto más sea utilizada en la administración
burocrática de la vida diaria y más tenga relación con distinciones categóricas que la gente
realiza socialmente, la categoría será mucho más interiorizada y utilizada por los individuos
(Loveman, 2014). Este podría ser el caso de categorías raciales que son una diferenciación
muy “pegada” al cuerpo y la vida diaria de las personas. Otro ejemplo puede ser la
nacionalidad en el caso de los inmigrantes, quienes en su interacción con el Estado y demás
ciudadanos se les es reforzada constantemente su categoría de inmigrantes (Loveman,
2014).
Por el contrario, cuando la clasificación oficial está unida a los cuerpos individuales
solo en momentos particulares (nacimiento, matrimonio, muerte), no se utilizan en la vida
diaria, ni para fines de asignación administrativa, las clasificaciones oficiales son menos
propensas a convertirse en un elemento fundamental para la auto-comprensión individual.
En esta medida, la estratificación socioeconómica parece ubicarse en un punto intermedio,
aunque no es una categoría que defina la vida diaria de los individuos, sus fines
50
redistributivos hacen que sea utilizada con fines administrativos por más de una vez en la
vida de los individuos. Este hecho puede explicar por qué aunque sí constituye una
categoría de identidad, esta no sea del todo naturalizada por los individuos.
Cabe resaltar que aunque la categoría sea utilizada en la vida social de los
individuos, los contenidos de esta clasificación oficial son susceptibles de ser acoplados y
relacionados de manera más flexible con la gama de categorías sociales al ser una categoría
menos “pegada” al individuo (Loveman, 2014). En el tema de estratificación
socioeconómica, de acuerdo con la afirmación anterior, las personas parecen ir mucho más
allá de los contenidos legales de la estratificación social. De tal manera, todos los
entrevistados aunque algunos reconocieran que el estrato es una clasificación de las
viviendas, les otorgaban las características principales a los individuos que las habitan.
Claro, que la casa de una persona sea estrato uno hace que tenga acabados y materiales
distintos a alguien que viva en estrato seis, como es la definición legal. Pero los individuos
también le agregan contenidos distintos a la categoría, criterios de educación, costumbres,
actividades, problemas, etc. que están asociados al tipo de personas que habitan dichos
espacios. Tan es así, que al preguntar a los participantes sobre la posibilidad de subir o
bajar de estrato pareciera que eso no es una posibilidad, puede que alguien obtenga más
recursos o pierda los que tiene y le toque cambiar de barrio y de vivienda, sin embargo no
por eso deja de ser del estrato en el que vivía y “encajaba”.
La idea de cambiar de estrato es tan extraña que las situaciones en las cuales se les
ocurre a los participantes que esto podría pasar son pocas y son vistas como situaciones
extremas o poco comunes. Paula señala que “se puede subir ganando la lotería y bajar si se
quiebra” 29, Rosario, añade a las opciones de Paula “que se suba o baje de estrato al casarse
o divorciarse” 30. De tal manera, para todos los entrevistas cambiar de estrato es algo difícil,
no creen que haya mucha movilidad social. Sumado a esto, a pesar que la persona tenga que
vivir en un barrio de estrato más alto o bajo por circunstancias económicas no va a
pertenecer ahí. Para Camilo puede que una persona suba de estrato estudiando y trabajando
29
Segmento de entrevista número 11, ver ANEXO 1
30
Segmento de entrevista número 9, ver ANEXO 1
51
“pero se va a los clubes y le hacen el feo, le hacen el feo porque no es de los apellidos (…)
es difícil cambiar de estrato, sí una persona es sencilla, porque, por los modales por el
apellido, porque no sé qué, entonces si eso es difícil” 31. Para Adela subir o bajar de estrato
es muy difícil “si sube va a quedar como mosco en leche, porque no está acostumbrado (…)
y si baja sería tenaz el cambio, se muere la persona de tristeza por vivir así” 32.
31
Segmento de entrevista número 8, ver ANEXO 1
32
Segmento de entrevista número 1, ver ANEXO 1
52
de los postulado legales, por el contrario les da un rol activo al momento de definir el orden
y contenidos que propone la ley.
Siguiente esta línea de ideas, las definiciones que le dan los individuos a la categoría
de estrato en su vida social se convierte en parte determinante de cómo se entiende y
construye la estratificación socioeconómica en la ciudad, así los procesos de segregación a
los que puede haber influido no son consecuencias aisladas de la política pública sino por el
contrario efectos directos de como se ha negociado y definido la categoría de estrato
después de su promulgación. De tal manera, el derecho no monopoliza la producción y
difusión de identidades y categorías, y las que produzca pueden ser modificadas. Son
diferentes los actores que participan en la construcción y determinación de las categorías,
por lo tanto, la tensión es constante entre los modos institucionalizados de identificación
(como el DANE) y los modos alternativos que envuelven las prácticas diarias de los
clasificados (Brubaker, 2004).
CONCLUSIONES
A lo largo de este escrito he analizado la política pública de estratificación social y
su relación con la construcción de categorías de identidad. En un primer momento, hice un
recorrido histórico y normativo por lo que ha sido la estratificación socioeconómica a nivel
oficial. Seguido a esto, se realizó la diferenciación entre la teoría sociológica de
estratificación socioeconómica –la posición estructuralista y la funcionalista- y la noción
técnica que ha sido utilizada en Colombia como instrumento de focalización del gasto
social. De manera general, para la sociología la estratificación es un fenómeno social el
cual puede ser observado e identificado por el científico social y corresponde a criterios de
múltiples tipos como educación, cultura, economía, prestigio, etc. Por el contrario, la
estratificación de la política pública en Colombia es una herramienta técnica diseñada para
clasificar viviendas según sus características de construcción sin tener en cuenta otros
criterios, con el objetivo de asignar un subsidio a los estratos más bajos.
53
En conclusión, este análisis nos permite tener una visión más compleja de cómo se
construyen y utilizan categorías oficiales de identificación cuando entran a la vida social de
los individuos. De tal manera, es claro que no es una imposición unilateral del derecho a los
individuos sino que por el contrario hay tensiones y procesos que se llevan a cabo posterior
a la promulgación de la ley que terminan definiendo los alcances y efectos de la ley en
materia de identidad. Quedan preguntas abiertas y espacio para trabajos complementarios.
En primer lugar, puede que la percepción de lo que es vivir en determinado estrato cambie
si las personas no tienen mucha o nula relación con estratos distintos al de ellos. En la zona
de estudio el contraste es tan cercano que las personas hablan de referentes que conocen,
pero puede que las nociones con las que relacionan a los estratos varíen si no han tenido de
manera cercana estas interacciones. También, es necesario ahondar en cómo se han visto
influenciadas las nociones de identidad que se tienen del estrato a medida que ha cambiado
la legislación al respecto, ¿era distinta la compresión que se tenía cuando cada empresa de
SPD imponía su propia clasificación y una familia podía tener distintos estratos?, ¿Cuál ha
sido el rol de los medios de comunicación en definir estos contenidos, específicamente
ahora con todo el debate sobre si es necesario acabarlos o no?
54
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