Bolívar y su predominación en la política

La temática de la integración latinoamericana conjuntamente con el pensamiento

Bolivariano nos remite a pensar, que la vida y obra de un gran hombre que hace
más de 200 años se convirtió en Padre de Cinco Grandes Naciones que hoy en
día prevalecen, y por ende su legado sigue vigente para un gran sin números de
personas, en especial en Venezuela, y el resto del planeta su obra es objeto de
estudio y a su vez se discuten varios temas sobre sus logros y fracasos.

En ese mismo orden de ideas, unas de las historias de los personajes de la

historia contemporánea más importante es la del Padre de la Patria, Simón
Bolívar, puesto que es la más vibrante en lo que concierne a las luchas, esfuerzos,
triunfos y tragedias, cabe destacar que sus contendientes comentaban que era
más temible vencido que siendo vencedor. Sus cartas, discursos y proclamas son
mayor herencia para conocer en todo su esplendor del Padre de la Patria.

En esta investigación, surge la necesidad de indagar sobre la vigencia política del

Libertador en lo que concierne a la Integración Latinoamericana, Bolívar fue un
hombre de gran visión y capacidad para considerar y relacionar al poder político,
entre muchas cosas que pone de manifiesto, están la creación de Colombia la
Grande, y edificar una confederación meramente en repúblicas hispanohablantes,
para cual se copiaría el modelo ingles pero en lugar de tener un Rey como
gobernante, se tendría un poder ejecutivo que fuese electo, a los fines de que
funcione como república.

Y es que Simón Bolívar visualizaba la unidad en el principio de ganancia para

todos, manteniendo el respeto por la autonomía de cada república, y se enfocaba
en que las naciones estaría unidas por vínculos que siempre los han unidos, a
pesar de que las leyes y los gobiernos fuesen diferentes, es decir, cada quien con
la libertad a su modo y cada quien disfruta su soberanía.

Al mismo tiempo, esa idea de unión fue su tormento por mucho tiempo, luego de
lograr la libertad, y para ello diseño estrategias y estableció lineamientos, y solo
perseguía un fin común, la unión de los pueblos de américa hispanohablante.

Ese deseo de Bolívar, está aún pendiente, y es que desde su planteamiento en la

Carta de Jamaica, pues es un análisis del pasado en coyuntura con la evaluación
socio histórico del momento, para lo cual agrega un análisis de los sectores que
hacían vida en ese momento y lo enmarca en una visualización del futuro,
interpretando para ello la situación del momento que se vivía en ese entonces. “Yo
deseo más que otro alguno, ver formar en América la más grande nación del
mundo…”, expresó en la Carta de Jamaica.
Y es que Bolívar como visionario y estadista, sólo vivió para la emancipación de
toda la América hispana y es que su gran objetivo no era otra cosa que libertar
esas naciones para unir, para integrarlas.

Es por ello que muchos entendidos en la materia, aseguran que ninguna idea se
arraigó tan profundamente en el alma de Simón Bolívar después de la libertad,
que la de la conformación de esa tan ineludible y codiciada patria que todavía no
hemos logrado constituir.

Y es que Simón Bolívar sabía que para conseguir, se hacía necesario conducir
maniobras y caracteres, y al mismo tiempo reorganizar esfuerzos para que todas
las energías fuesen direccionadas a un propósito común, la Unión.

A finales de diciembre de 1.824 en lo días en que se consolido la independencia

del Perú con la batalla de Ayacucho, Bolívar ya visualizaba la organización del
Congreso Anfictiónico de Panamá, en esa convocatoria se invitó a diversas
naciones.

Por ejemplo, de algunos de los párrafos de la convocatoria al Congreso

Anfictiónico de Panamá, destacan lo siguiente: “profundamente penetrado de
estas ideas invité en 1822, como Presidente de la República de Colombia, a los
gobiernos de México, Perú, Chile y Buenos Aires para que formásemos una
confederación y reuniésemos en el Istmo de Panamá u otro punto, elegible a
pluralidad, una asamblea de plenipotenciarios de cada estado, que nos sirviese de
consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes,
de fiel intérprete de los tratados públicos cuando ocurran dificultades, y de
conciliador, en fin, de nuestras diferencias”.

Del mismo modo, para el año 1826, se quedó una visión sembrada, una especie
de ideal político, que se aprecia palabras expresadas por el Libertador: “el día que
nuestros plenipotenciarios hagan el canje de sus poderes, se forjará en la historia
diplomática de América una época inmortal”...

En tal sentido, podemos destacar que, así como fue indefectible la unión y
respaldo entre nuestros países para el transcurso de libertad, hoy se tienen
argumentos para la unificación hispanoamericana, cuya necesidad se presenta,
cada vez, con mayor fuerza y para la cual es indefectible duplicar esfuerzos que
permitan consolidar la amistad, hermandad y confraternidad entre nuestros
pueblos, confirmando los valores que nos unen: la cultura, la libertad, la paz, la
democracia, entre otros.

Y es que en un mundo cada día más globalizado, interdependiente y complejo,

toma mayor popularidad y jerarquía las ideas visionarias de Simón Bolívar, el
Libertador de seis naciones, quien con la constancia y tenacidad de siempre y una
adecuada apreciación estratégica cimentó las bases de la unión de la América
hispana.

De allí que se hace necesario en esta nueva realidad regional y mundial,

considerar como ejemplo a imitar y base sólida en la cual sustentarse, la
confluencia de voluntades, capacidades y esfuerzos que hizo posible el triunfo de
los patriotas en las batallas que fueron marcando hitos y consolidando la
independencia hasta llegar a Ayacucho.

Y es que como bien sabemos en esta batalla participaron combatientes venidos de

toda América, sobre todo en los momentos actuales en los cuales los países
confrontan significativos problemas políticos, así como también económicos,
culturales y sociales en averiguación para neutralizar y corregir desequilibrios e
inequidades.

Así llegamos al único intento que se ha hecho más palpable de consolidar en

sueño unitario de Simón Bolívar, y es que Hugo Chávez Frías es el único líder
latinoamericano que trato por todos los medios de rescatar el ideario bolivariano
de unidad, para ello planteo y logro establecer iniciativas que pueden acercarse a
la unidad latinoamericana, con proyectos como el ALBA, UNASUR, CELAC, entre
otros.

Con respecto a lo anteriormente comentado, dichos proyectos se han

desempeñado en la región de América Latina, la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América, en sus siglas ALBA, tiene como finalidad la lucha
contra la pobreza y la exclusión social.

La Unión de Naciones Suramericanas, en sus siglas UNASUR, es la unión de

doce países que ha servido como base para desarrollar y consolidar las alianzas
de los países miembros, tanto en lo político como en lo económico, y por último,
está la CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, ella
promueva el desarrollo de los países de latinoamericanos y caribeños.

Estas iniciativas son lo más cercano que se pueden considerar al ideario de

Bolívar, luego de lo plasmado por el libertador en múltiples escritos, entre los que
sobresalen el Discurso de Angostura y la Carta de Jamaica, así como de la
convocatoria del famoso Congreso Anfictiónico de Panamá, entre muchas otras
propuestas realizadas por Simón Bolívar.

En conclusión, a pesar de muchos años de la muerte del Padre de la Patria, su

legado sigue vigente, a lo largo del siglo XX Y XXI en la región de Latinoamérica
ha sufrido diversos cambios históricos, y se ha visto que en algún tiempo los
pueblos de Latinoamérica se han mantenido juntos, con relaciones comerciales,
económicos, políticos, entre otros. Sin embargo, en los últimos años todo ello se
ha visto destrozado por algunos gobiernos que han tenido intereses individuales y
no de integración.

Bibliografía

Bolívar, Simón (1950). Obras completas. Segunda edición. La Habana: Editorial

Lex.

Restrepo, José Manuel (1954). Diario político y militar. Tomo primero. Bogotá:
Imprenta Nacional.