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NARRADOR. - Esta es la historia de una mujer llamada Rosita que trabajaba de criada en una casa en
nuestra ciudad de Granada. Rosita era muy buena y trabajadora pero tenía un defecto, que era sorda o
que se hacía la sorda que todo puede ser.
NARRADOR. - El señor salió de casa para ir al trabajo y Rosita siguió quitando el polvo y limpiando la
casa.
NARRADOR. - La que llamaba a la puerta era la vecina de la señora que se llamaba Carlota que venía
para ir con la señora de compras al Corte Inglés.
NARRADOR. - Ahora quien llamaba a la puerta era un señor inglés llamado Julián Smith que venía a
comprar un coche.
NARRADOR. - Ahora el que llamaba a la puerta era el doctor Valverde que venía para ver mal hijo de la
señora que estaba malo.
SEÑOR VALVERDE - ¡Rosita! ¿Es que estás sorda? ¡Que me traigas un vaso de agua!
SEÑOR VALVERDE - Pues claro llevo media hora diciendo que me traigas un vaso de agua
SEÑOR. - ¡Que no! ¡Que me traigas un vaso de agua que tengo sed!
SEÑOR. - ¡Que no! ¡Quiero agua! (Hace el gesto de beber
SEÑOR. - La quiero fresquita con mucho hielo.
SEÑOR. - Voy a salir y te recuerdo que tiene que venir un inglés para comprarnos un coche. Atiéndelo
porque vamos a ganar mucho dinero
SEÑOR. - ¡Adiós!
SEÑOR.- ¡Cómo se atreve a llamarme señor churrero! ¡Yo soy médico! Soy el doctor Valverde!
SEÑOR.- No.
SEÑOR.- Sí.
SEÑOR.- No, pero me voy a volver como siga aquí. Me voy de esta casa.
ROSITA. - (Dirigiéndose al público) Mira que es pesado el tío, todo el día me tiene igual. Rosita tráeme
agua, Rosita límpiame los zapatos, Rosita ráscame la espalda. Menos mal que yo estoy sorda y no lo oigo
que si no me iba a volver loca.
ROSITA. - (Mirándolo de reojo) ¡Pesado, que eres un pesado! (Dirigiéndose a él) ¿Mandaba algo el
señor?
ROSITA. - ¡Ah, que quiere agua! ¡Pues haberlo dicho! ¿Cómo la quiere el señor; con hielo o por favor?
ROSITA.¿Qué dice? ¿Que me haga la muerta? Pues ya está (Se tira en el suelo haciéndose la muerta)
¿Estoy así bien muerta?
ROSITA. - ¡Ah ya! ¿Que barra la puerta que la están cagando? (Coge la escoba y hace ademán de ir a
barrer)
ROSITA.. - Ahora sí me he enterado. (Silabeando también) Que-le-abra-la- puerta-a-la-señora-foca. Ya
voy.
ROSITA. - ¿Mande?
ROSITA. - Perfectamente. Dice usted que se quiere casar con mi señora esta misma noche.
ROSITA. - ¿Qué dice? ¿Que yo le vi el culo?
ROSITA. - Será guarro el tío sigue empeñado en que yo le vea el culo. Fuera de aquí so marrano que yo
soy muy decente.
Ya recuerdo usted tiene que ir a casarse con la loca de doña Marmota venga corra a casarse que lo están
esperando.
ROSITA. - No. Era un señor muy guarro que lo he tenido que echar a patadas. Venía a casarse con usted
pero yo le he dicho que se fuera con la marmota.
ROSITA. - ¿Qué dice? ¿Qué le abra la puerta al churrero?
ROSITA. - Pase usted señor churrero.
ROSITA. -Que dice la señora que haga una cuenta. ¿Qué cuenta quiere que haga, de sumar o de restar?
ROSITA. - Ya la he entendido. Que me vaya a la huerta.
ROSITA. - ¿Que estoy más gorda que una vaca? La gorda serás tú. Fuera de esta casa.
ROSITA. - Ya voy. (Rosita trae el café y dice) Les he traído el café que me dijeron y unas pastas por si
quería comer algo.
ROSITA. - (Mirando al público) Ellas como son las señoras se quedan ahí sentadas tan a gusto y yo no
paro de abrir la puerta, pues ya me estoy cansando.
ROSITA.. - Pero, ¿qué dice? ¿Que aquí huele peste a calcetines? No señora, que yo soy muy limpia y
friego la casa todos los días.
ROSITA. - ¿Qué dice ahora? ¿Que tengo un moco en la nariz? Y… ¿que soy una guarra?
ROSITA..- ¿Qué quiere que haga que vaya al servicio y que orine?
¡Váyase usted y cague si quiere! ¡Fuera de aquí, que ya me cansé de escuchar tonterías!
ROSITA. - Era una mujer empeñada en que aquí olía peste y que me fuera al servicio a orinar.
ROSITA. - ¡Ah, que quieres una cuartilla de harina! Ahora mismo te la llevo.
ROSITA. - Que no quieres harina que quieres una golosina. De eso nada lo que te voy a llevar es lo que
me dijo tu madre una aspirina para que se te quite el dolor de cabeza.
(Le da la aspirina a Guadalupe y el perro comienza a ladrar) ¡Ah ya recuerdo era el perro. (Lo coge y lo
mete en la lavadora.) Ahí por lo menos te estás callado. Ahora me dijo la señora que metiera el pollo en el
horno. (Lo coge)
ROSITA. - Pero bueno antes te di el perejil y ahora las patatas. Bueno toma anda y déjame en paz ya. (Se
va la vecina) ¿Qué iba a hacer yo ahora?
ROSITA. - ¡Ah, que dice que el pollo pía! Si claro es que quiere que lo saque de paseo.
ROSITA. - ¿Qué dice? ¿Que es el cocinero y venía a llevarse el pollo que lo tenía ya guisado?
ROSITA. - Bueno yo voy a hacer lo último que me dijo mi señora que sacara al pollo de paseo. Pues yo lo
saco.
SEÑORA. - ¡Adiós!
(Sale el señor del escenario, la señora se sienta en el sofá y se pone a leer una revista. Rosita sigue
faenando por el salón)
(Llaman a la puerta)
Tan, tan, tan.
SEÑORA.- ¡Rosita!...
(Rosita no le hace ni caso)
¡Rosita! ...
(Rosita mira al público y se sonríe)
¡Rosita! ...
SEÑORA.- ¡Que no mujer!, levántate de ahí. Te digo que abras la puerta, que están llamando.
SEÑORA.- ¡Que no, te digo que (silabeando) abras-la-puerta! ¡Me vas a volver loca!
SEÑORA. - ¡Qué raro! Yo a la que estoy esperando es a mi amiga Carlota para irme de compras al Corte
Inglés.
(Vuelven a llamar: Tan, tan, tan)
SEÑORA. - Rosita abre la puerta que están llamando otra vez.
SEÑORA. - Has hecho bien Rosita. La verdad es que hoy día no se puede fiar una de nadie.
(Vuelven a llamar)
SEÑORA. - Rosita abre la puerta que debe ser el extranjero aunque también espero que venga el doctor
Valverde para curar a mi hijo.
SEÑORA.- ¡Que no! ¡Te he dicho que abras la puerta que están llamando otra vez!
SEÑORA.- ¡Que gente tan rara! Mira Rosita, voy a salir de compras con mi prima. Nos vamos al Corte
Inglés Tú mientras tienes que meter la ropa en la lavadora, sacar al perro de paseo y meter el pollo en el
horno. ¿Te has enterado bien?
SEÑORA.- Adiós y no se te olvide darle una pastilla de aspirina a mi hija Guadalupe que está mala. ¿Te
has enterado?
SEÑORA.- Veo que Rosita no está en casa. Debe de haber ido a sacar al perro de paseo. ¿Vosotros
sabéis si ha hecho todo lo que le mandé?
(A estas alturas ya los niños respondieron por libre cada uno lo que le dio la gana)
SEÑORA.- Voy a ver si ya está terminada de lavar la ropa. (Abre la lavadora y saca el perrito que ahora
está empapado de agua).
SEÑORA.- ¡Dios mío! ¡Mi pobre perrito, cómo está! Se ha quedado chuchurrío. Voy al horno a ver si el
pollo ya está asado. (Abre el horno y saca una ropa blanca churrascada)
SEÑORA.- ¡Virgen Santa! ¡Cómo me ha dejado la ropa Rosita! Y digo yo, si ha metido la ropa en el horno
y al perro en la lavadora ¿a quién ha sacado a pasear? Ha sacado al pollo. ¡Yo la mato! ¡Digo que si la
mato!
SEÑORA. - Pues muy bien si la Rosa como tú dices te ha dicho que vengas a comer pues come, pero yo
no se si habrá hecho la comida. ¿Y tu quién eres?
SEÑORA. - ¡Viva la Pepa! Hoy se ha juntado aquí medio mundo para comer.
SEÑORA. - ¡Pero bueno Rosita me quieres explicar que has hecho! ¡Lo has hecho todo al revés y
además ¿Qué vamos a comer ahora?
SEÑORA. - ¡Qué bien! Pues vámonos todos a comer el pavo a casa de la vecina.
CARLOTA. - ¡Dios mío! Bueno yo me voy de aquí le dices a tu señora que me voy de compras al “Corte
Inglés” ¿Te has enterado?
SEÑORA AUSTRALIANA. - Soy una prima de la señora que acabo de llegar de Australia.
SEÑORA AUSTRALIANA. - No que le digas a tu señora que acaba de llegar su prima la australiana.
SEÑOR SMITH. - (Con voz de extranjero) ¡Hello! Me llamo "Julián Smith". Soy inglés. Vengo a comprar
un coche.
SEÑOR SMITH. - Le digo que me llamo Yulian Simith, soy inglés y quiero que llame a su señor o su
señora porque quiero comprarle el coche. ¿Me ha comprendido bien?
SEÑOR SMITH. - No. No. Yo no querer casar esta noche, yo querer comprar uno vehículo.
CARTERA.- Buenos días soy la cartera y traigo la correspondencia ¿Viven aquí los señores Martínez?
CARTERA.- No, le he dicho que si vive aquí la señora Pepita Martín, que le traigo una carta.
VECINA. - Rosita, venga rápido, déjame una ramita de perejil que tengo que cocinar un pavo al horno y
no tengo perejil
VECINA. - Soy yo otra vez. Mira que resulta que me dijo que le pusiera al pavo unas patatas y resulta que
se me han acabado las patatas. ¿Me puedes prestar unas cuantas?
VECINA. - Perdona que te moleste otra vez Rosita pero es que iba a meter el pavo en el horno y me he
dado cuenta de que tampoco tengo pavo. ¿Podrías prestarme un pavo?, que mañana te lo devuelvo,
anda sé buena.
COBRADOR.- Que no. Digo que venía a cobrar la electricidad, que soy de la “Sevillana”.
HOMBRE DE LOS MALACATONES.- Vamos niña a los malacatones, cómprame malacatones que se me
acaban. (Todo esto lo va diciendo dando vueltas por el escenario con la carretilla) Soy el tío de los
malacatones, vendo malacatones. (En este momento se queda parado frente a Rosita y los dos se miran
sin decirse nada durante cinco segundos. De pronto sale hablando otra vez) Venga niña, compra
malacatones, que por un kilo te regalo un apartamento en la playa.
(Rosita hace como que le ha dado un susto)
HOMBRE DE LOS MALACATONES.- Yo me voy de aquí. Está más sorda que una tapia. Que se va el tío
de los malacatones ¡Vamos niña que se acaban!
FONTANERO. - Bueno, es igual Yo soy el fontanero venía a arreglar el grifo que me dijo tu señora que lo
tenía averiado.
PRIMO. - ¡Buenos días señora! Yo soy Casporro, el primo de Rosita que he llegado del pueblo y vengo a
comer a su casa porque mi prima la Rosa me tiene dicho que cuando venga a Granada que venga a
comer a esta casa.
DOÑA LEONOR - Mira como está todo, el suelo sin barrer, los muebles llenos de polvo, seguro que tiene
la ropa sucia y la comida sin hacer. La verdad es que yo no se para que tiene mi hija esta criada tan poco
trabajadora.
DOÑA LEONOR - Si muévete toma la ropa y pon la lavadora.
(Le quita el pollo de las manos y le da la ropa) ¡Muévete, rápido que parece que estás atontada!
Iba a meter algo en el horno, la ropa en el horno. Será para que se seque. (La mete)
AMIGA. - Yo soy la Clotilde, la amiga de la Rosa y también venía a comer.
DON FELIPE. - ¡Venga no te quedes ahí parada tráeme un café con leche!