LOS OJOS PUEDEN SEPARAR QUEBRAR abrir zanjas grietas en las paredes en el piso en el techo la calle dejar todo quieto y absorber así los hilos que conectan algo entre nosotrxs no es lo mismo que te llegue un perdigón en un ojo que en la espalda
la sangre no siempre dice lo mismo
bajo el ruido de helicópteros el aire no pesa lo mismo cerca de la plaza la vista deja de calcular distancias
ya no veo por el ojo derecho
desde lejos con puntería entre barricadas y pasto seco el trayecto estaba calculado desde antes desde hace tanto tiempo pero no es algo que no se pueda superar
* En cursiva: extractos del testimonio de Maite Castillo,
23 años. Pérdida de visión de su ojo derecho por impac-to de perdigón disparado por Carabineros el 20/10/2019 José Atilio Arancibia Pereira, 74 años * Paciente de Alzheimer, se pierde entre el tumulto del saqueo Muere calcinado en edificio Construmart de Santa Rosa
La verdad es que no supe cuando morí
De un rato a otro ya vi demonios que corrían y gritaban Como si el suelo que pisaran fuera el mismo infierno Como si ya estuviera en el infierno
Y claro, había fuego
¡Yo fui el fuego! Ese que me abrazó hasta dejarme desnudo Vestido de llamas y vuelto a la ceniza
Así morí, eso lo entiendo
Lo que nunca supe, lo que nadie me va a explicar Es cómo llegué ahí En qué momento salí de mi casa y aparecí ahí Entremedio de esos demonios ahuyentados por el fuego Entremedio de esos fierros, donde debería estar mi animita
* Reescritura a partir del libro “Animitas” de Yeny Díaz Wentén
EN LA PRIMAVERA DE CHILE florecen piedras
en cadáveres quemados Pedimos que no
arrojadas con rabia mineral.
Las esquinas zumban de cacerolas y fuego solar se queda
maquillen sus balas
en las barricadas.
Primavera que explotó por 30 pesos
ahora pedimos no morir pobres y enfermos. No lanzarnos endeudados contra los rieles del Metro.
Pedimos NO NOS TORTUREN no nos mutilen no nos maten.
Pedimos que no revienten
nuestros ojos, nuestra carne mientras se ríen. Mi papá llegó a la casa des- púes de tres días en el trabajo. Él es funcionario del samu, se sentó a la mesa y al contarnos como han estado estos días se quebró, sus ojos se llenaron de lágrimas y nos dijo; son niños y jóvenes que luchan por to- dos y estos conchesumares los atacan violentamente. Su ropa lleva sangre de personas que ayudó y salvó de los pacos. Pero verlo quebrarse fue muy fuerte, es la primera vez que lo veo así tan afectado. Ahora comprendo por qué siempre cuando voy a marchar está tan preocupado. cosas peores que la muerte a partir de Sharon Olds
hablas de un fin de semana
de más de 20 días de una mujer que cuelga de una plaza vestida con ropas ajenas la cara cubierta a los vecinos de un hombre que cae de una patrulla de la luma que perforó su recto rasgó sus pómulos la espalda una herida abierta como les gusta hacerlo
cosas peores que la muerte
esta idea me golpea desde el pasado interrumpe el sueño entumece mis oídos miro a mi compañero dormir en calma lo imagino atrapado fracturado quemado hasta desaparecer como les gusta hacerlo pienso en lo que antecede una puerta cerrada a la desesperación cómo huir del mismo castigo que me legó mi padre nos veo como dos ancianos que acuerdan dispararse para no estar pienso en cuánto demora degollarse cortar su cuello y el mío que los gritos nos abandonen sólo así podríamos recordar dónde quedan los cuerpos que dejamos que no se quemen que no desaparezcan que no se pierdan
cosas peores que la muerte
nunca dejaron de rondarnos Padre quiere que vuelva el orden no sabe si el cartón protegerá los vidrios blinda su trabajo con lo que blinda su mercancía llegó por envío por estas calles ahora tiznadas de hollín y escombros digita mi número celular acelera el motor por el teléfono la comunicación una autopista donde cabe un auto a la vez y para desplazarlo debes pasarle por encima y devolver argumentos como se devuelve una bomba lacrimógena con patadas o un guante la política es sin llorar pero hay gases que recuerdan a la infancia o al robo de un arma a otro niño su breve pistola de agua mi calcetín es un hondo escondite los pies tienen memoria y cargan culpa bien abastecidos van livianos como un paquete de porotos que padre no encuentra en el supermercado saquea el televisor por respuestas exhausto recuesta el cuerpo en el asfalto e intento
quitarlo del camino es imposible
sus ojos de neumático tibio ensayan formas de atropellar a un hijo me dejo arrollar por su canción de cuna el rumor de la pantalla vacía su soledad, la mía y ante la desesperación insisto en lanzar palabras de carbón despojos de discursos que interrumpan el tránsito unas horas liberen una protesta familiar vencida, unida, empeñada en estrechar una distancia Camilo Catrillanca Paula Lorca Alicia Cofré José Arancibia Joel Triviño Eduardo Caro Abel Acuña Valeska Carmona César Mallea Agustín Coro Germán Aburto Renzo Barboza José Uribe Álex Manuel Muga Núñez Kevin Andrés Ponce Gómez Romario Yoshua Osorio Veloz Manuel Julián Pérez Rebolledo Mariana Díaz Daniela Carrasco 3 personas sin Cardenio Prado identificar
GTC 124 (Segunda Actualización) Máquinas Eléctricas Rotatorias. Máquinas Eléctricas de C.A Usadas en Sistemas de Accionamiento de Potencia (Variadores de Velocidad) - Guía de Aplicación