Está en la página 1de 2

 Favorece tu autonomía.

 Intenta hacer todo lo que puedas por ti mismo, y


pide ayuda únicamente en aquello que sea necesario.

 Pide tiempo, si es necesario, para que puedas aprender a realizar el


mayor número de actividades en un tiempo determinado por ti mismo.

 Piensa en las propias facultades y úsalas, pero limítate a exponerte a


aquello que puedas hacer sin riesgos. Es muy importante que te
comuniques con tu cuidador y luches por mantener aquellas rutinas que
favorezcan tu autonomía (en el aseo, en la comida, en los horarios...).

 Usa cuantas ayudas técnicas, personales y materiales necesites para


mejorar tu calidad de vida. 

 Cuida tu autoestima y, en la medida de lo posible, toma tus propias


decisiones ante tu cuidador.

 Haz cosas para sentirte útil, aquellas que realmente puedas realizar.

 Participa en actividades ocupacionales.

 Asume responsabilidades y, sobre todo, sé honesto contigo mismo y con


los demás.

 No nos olvidemos de la importancia de mantener las relaciones sociales.


Reúnete con tus familiares y cuando te sientas triste o inactivo, piensa
llenar el tiempo libre de aficiones que te gusten y/o procura realizar
actividades físicas, manuales, culturales, etc.

 Relaciónate con más gente participando en grupos, asociaciones,


parques, etc.

1. Reconocer que es una población vulnerable nutricionalmente y que la


supresión de alimentos esenciales puede ser una condición determinante para
que su estado de salud se deteriore.

2. Suministrar una alimentación que contenga alimentos de todos los grupos


básicos, en especial lácteos, carnes, huevos, frutas y verduras, sin dejar de
lado el consumo de harinas.

3. Seguir el patrón de alimentación recomendado de cinco tiempos de comidas


al día o incluso seis: desayuno, medias nueves, almuerzo, onces, cena y, en
ocasiones, una merienda pequeña antes de dormir.

4. Garantizar una exposición moderada a la luz solar.


5. Favorecer la movilidad y el ejercicio físico, no solo con caminatas sino
también con actividades de resistencia y de fuerza, mediadas por las
recomendaciones médicas.

6. Reforzar las visitas al médico general con el apoyo y las recomendaciones


de nutricionistas y fisioterapeutas.

También podría gustarte