Está en la página 1de 1

Cambio de empleo como crisis

La transferencia, el ascenso, el despido y la jubilación son cambios, lo mismo, si


son repentinos e inesperados, bienvenidos o temidos, representan una
modificación que requiere adaptaciones en la rutina cotidiana de un individuo, en
las relaciones y en la imagen de sí mismo.
Hirchowitz describe algunos de los peligros emocionales implicados en el cambio
del trabajo.
Las transiciones pueden redundar en crecimiento y dominio pero también tienen el
potencial para el trastorno y debilitamiento (depresión, alcoholismo, enfermedad
física, y aun el paro cardiaco).
Describe al cambio de trabajo como una “crisis de paso” y la compara con la
experiencia de la pérdida y el duelo por un ser querido, e identifica un proceso de
3 etapas
1. En el impacto, puede parecer que la persona está en un estado de
conmoción, el cual puede durar de varias horas a varios días.
2. La fase de retroceso-confusión es un periodo de trastorno que dura de una
a cuatro semanas y es seguida por
3. La adaptación, que se caracteriza por la solución del problema y la
adaptación a nuevos papeles y responsabilidades.
Kinzel caracteriza la reacción ante el retiro prematuro como un proceso que
implica un deterioro en las aptitudes de planeación, debido a la angustia.
Lamberson (1978), presenta un plan de cinco puntos para la orientación con
respecto al retiro
1. Orientación financiera.
2. Consultas respecto a la salud.
3. Consulta legal en asuntos como la igualdad de oportunidades para las
personas de mayor edad.
4. Información acerca de alojamiento y
5. Consulta respecto a las relaciones, en la que analizan preocupaciones
como la relación cambiante de la persona retirada con su familia.
Otro servicio para la transición laboral es orientación acerca de estar fuera del
ámbito laboral, la que busca reducir al mínimo los efectos negativos de los
trabajadores despedidos o suspendidos.

También podría gustarte