Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
bibliográfica.
Ardila Ospina, J.A & Parra Barajas, E.M1
1
Estudiantes del Programa de Biología. Universidad del Tolima. 2019
_________________________________________________________________________
Introducción:
Un antioxidante se define como una molécula capaz de prevenir o retardar la oxidación de
un sustrato oxidable, confiriéndole electrones, es decir, actuando como agente reductor
(Alomar, M. s,f). Al ser la principal fuente de energía el oxígeno para los seres vivos, estos
le utilizan constantemente, liberando como productos radicales libres que deben ser
neutralizados por los antioxidantes, para evitar el estrés oxidativo y causar daños en las
células de un tejido. Dichas moléculas pueden ser de tipo endógeno (sintetizadas por el
organismo), como las catalasas, las glutatión-S-transferasas y las tiorredoxinas; y de tipo
exógeno (consumidas a través de la dieta), como las vitaminas, betacarotenos, licopenos y
flavonoides. La presencia de los antioxidantes es ampliamente conocida en alimentos
frescos y crudos, ya que aún no se encuentran dispuestos a la oxidación producto de la
manipulación para el procesamiento (Alomar, M. s,f).
Dentro de las moléculas con estas propiedades se destacan los flavonoides, pigmentos
naturales que protegen a los organismos del daño producido por agentes oxidantes como
los rayos ultravioleta, la polución ambiental y las sustancias químicas externas; éstas
moléculas son generadas por el metabolismo secundario de vegetales desde una ruta
biosintética mixta (ruta del ácido shikímico y ruta de los policétidos) (López. M, 2002). Su
acción antioxidante depende de la capacidad de reducir radicales libres y quelar metales,
impidiendo las reacciones catalizadoras de los radicales libres (López. M, 2002).
Los flavonoides están compuestos por dos anillos fenilos (A y B), ligados por un anillo
pirano (Escamilla. C, Cuevas. E & Guevara. J. 2009).
Fig. 1. Estructura de flavonoide con numeración de cada ciclo. Fuente: Escamilla. C, Cuevas. E &
Guevara. J (2009).
Los flavonoides responden a la luz controlando los niveles de auxinas (hormonas vegetales)
reguladoras de crecimiento, intervienen en la diferenciación de las plantas y potencian la
polinización al conferir coloración (Escamilla. C, Cuevas. E & Guevara. J. 2009), por ende
son encontrados en los frutos, las semillas de los siguientes alimentos, siendo el más
consumido la quercetina del té (Escamilla. C, Cuevas. E & Guevara. J. 2009):
1) Ácido elágico: se encuentra en frutas como la uva y las verduras.
2) Antocianidinas: pigmentos responsables de los colores rojo-azulado y rojo de las
cerezas.
3) Catequina: se encuentra en el té negro y verde.
4) Citroflavonoides: como la quercetina, limoneno, hesperidina, rutina y naranjina. El
sabor amargo de la naranja, del limón y el de la toronja lo otorga la naranjina; y el
limoneno se ha aislado de la lima y el limón.
5) Isoflavonoides: tales como la genisteína y la daidzeína, presentes en los alimentos
de soya como tofu, leche, porotos, proteína vegetal, tempeh, miso y harina.
6) Kaempferol: encontrándose en brócoli, puerros, endibias, remolacha roja y rábanos
7) Proantocianidinas: que aparecen en las semillas de las uvas, en el extracto de
corteza de pino marino y en el vino tinto
Según Escamilla. C, Cuevas. E & Guevara. J (2009) “la actividad antioxidante de los
flavonoides resulta de una combinación de sus propiedades quelantes de hierro y
secuestradoras de radicales libres”, además de esto, inhiben las oxidasas lipooxigenasa,
ciclooxigenasa, mieloperoxidasa y la xantina oxidasa; evitando así la formación de especies
reactivas de oxígeno y de hidroperóxidos orgánicos. Se reconoce que también inhiben
enzimas involucradas indirectamente en los procesos oxidativos, como la fosfolipasa A2; al
mismo tiempo que estimulan otras con propiedades antioxidantes como la catalasa y la
superóxido dismutasa (Escamilla. C, Cuevas. E & Guevara. J. 2009).
Fig. 2. Clasificación de flavonoides: estructuras. Tomada de: Castañeda. A & Guerrero. J.A (2016).
Referencias:
- Alomar, M. s,f. Antioxidantes: captadores de radicales libres o sinónimo de salud.
Sociedad Argentina de Medicina Estética. Buenos Aires, Argentina.
- Castañeda. A & Guerrero. J.A. 2015. Pigmentos en frutas y hortalizas rojas:
antocianinas. Temas selectos de tecnología de alimentos, 25-33. Universidad de las
Américas. Puebla, México.
- Erickson. D. 2010.Quercetina. Medciclopedia. Madrid, España
- Escamilla. C, Cuevas. E & Guevara. J. 2009. Flavonoides y sus acciones
antioxidantes. Rev Fac Med UNAM Vol. 52 No. 2. México DF, México.
- Garzón, G. 2008. Las antocianinas como colorantes naturales y compuestos
bioactivos: revisión. Acta biol. Colomb., Vol. 13 No. 3, 2008 27 - 36. Universidad
Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia.
- Huang. D, Ou. B & Prior. D. 2005. The Chemistry Behind Antioxidant Capacity
Assays", J. Agric. Food Chem., 53 (6): 1841–1856
- Kedare. S & Singh. R. 2011. Genesis and development of DPPH method of
antioxidant assay. J Food Sci Technol. 2011 Aug; 48(4): 412–422. Published online
2011 Feb 25.
- López. M, 2002. Flavonoides. Revista Offarm. Vol. 21. Núm. 4. Páginas 11-164.
Elsevier.
- Pellegrini. N, Pannala. A, Yang. M & Rice. C. 1999. Antioxidant activity applying an
improved ABTS radical cation decolorization assay. Free Radical Biol. Med. 1999,
26, 1231-1237
- Vicente. L, Prieto. M & Morales. A. 2013. Eficacia y seguridad de la quercetina como
complemento alimenticio. Rev. Toxicol. (2013) 30: 171-181. Universidad de
Salamanca. Pamplona, España