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APORTE

la cumbre del milenio, los objetivos del milenio: tiene como objetivos principales,
erradicar la pobreza extrema y el hambre a nivel mundial, otro de los objetivos es
lograr la educación primaria universal, luchando para a que todos los niños y niñas
a nivel mundial tengan por lo menos la educación primara totalmente terminada,
otro objetivo es el de promover la igualdad de género y el empoderamiento de la
mujer, eliminando así las desigualdades y dándole mayor importancia a los roles
que la mujer pueda desempeñar en la sociedad actual, otro objetivo es reducir la
mortalidad de niños menores de 5 años, otro objetivo es el de mejorar la salud
materna, este objetivo lleva a reducir las muertes de la mujeres en estado de
gestación o en el momento del parto, otro objetivo es combatir el VIH/SIDA, el
paludismo y otras enfermedades, esto lleva a combatir estas enfermedades para
detenerlas o reducirlas en el mundo entero, otro objetivo es garantizar la
sostenibilidad del medio ambiente, incorporando principios de desarrollo en las
políticas y programas a nivel nacional y un último objetivo es el de fomentar una
alianza mundial para el desarrollo, creando y fortaleciendo ayudas de los países
desarrollados a los países en desarrollo.

Colombia y la política pública sobre seguridad alimentaria. Conpes 113

Ejes y determinantes de la política de seguridad alimentaria y nutricional

La definición de Conpes Social va más allá del hecho de que toda la población
tenga una alimentación adecuada, ésta realza el derecho de la misma a no
padecer hambre y a tener una alimentación adecuada, el deber que tiene la
persona y la familia de procurarse una alimentación apropiada y la necesidad de
contar con estrategias sociales para afrontar los riesgos.
La seguridad alimentaria y nutricional la definen los siguientes ejes:

 disponibilidad de alimentos
 acceso físico y económico a los alimentos
 consumo de alimentos
 aprovechamiento o utilización biológicas
 calidad e inocuidad.

a) Disponibilidad de alimentos: es la cantidad de alimentos con que se


cuenta a nivel nacional, regional y local. Está relacionada con el suministro
suficiente de estos frente a los requerimientos de la población y depende
fundamentalmente de la producción y la importación. Está determinada por:
la estructura productiva (agropecuaria, agroindustrial), los sistemas de
comercialización internos y externos, los factores productivos (tierra,
crédito, agua, tecnología, recurso humano), las condiciones ecosistémicas
(clima, recursos genéticos y biodiversidad), las políticas de producción y
comercio, y las tensiones sociopolíticas (relaciones económicas, sociales y
políticas entre actores).

b) Acceso: es la posibilidad de todas las personas de alcanzar una


alimentación adecuada y sostenible. Se refiere a los alimentos que puede
obtener o comprar una familia, una comunidad o un país. Sus
determinantes básicos son el nivel de ingresos, la condición de
vulnerabilidad, las condiciones socio-geográficas, la distribución de ingresos
y activos (monetarios y no monetarios) y los precios de los alimentos.

c) Consumo: se refiere a los alimentos que comen las personas y está


relacionado con la selección de los mismos, las creencias, las actitudes y
las prácticas. Sus determinantes son: la cultura, los patrones y los hábitos
alimentarios, la educación alimentaria y nutricional, la información comercial
y nutricional, el nivel educativo, la publicidad, el tamaño y la composición de
la familia.

d) Aprovechamiento o utilización biológica de los alimentos: se refiere a


cómo aprovecha el cuerpo humano los alimentos que consume y cómo los
convierte en nutrientes para ser asimilados por el organismo. Sus
principales determinantes son: el medio ambiente, el estado de salud de las
personas, los entornos y estilos de vida, la situación nutricional de la
población, la disponibilidad, la calidad y el acceso a los servicios de salud,
agua potable, saneamiento básico y fuentes de energía.

e) Calidad e inocuidad de los alimentos: se refiere al conjunto de


características de los alimentos que garantizan que sean aptos para el
consumo humano, que exigen el cumplimiento de una serie de condiciones
y medidas necesarias durante la cadena agroalimentaria hasta el consumo
y el aprovechamiento de los mismos, asegurando que una vez ingeridos no
representen un riesgo (biológico, físico o químico) para la salud. No se
puede prescindir de la inocuidad de un alimento al examinar la calidad. Sus
determinantes básicos son: la normatividad (elaboración, promoción,
aplicación, seguimiento); la inspección, vigilancia y control; los riesgos
biológicos, físicos y químicos, y la manipulación, conservación y
preparación de los alimentos.

El conjunto de los ejes garantiza el ejercicio de los derechos y deberes, precisa la


acción del estado, la sociedad y la familia.
Los ejes de la política no se materializan de forma separada, interactúan en forma
de estrategias que involucran a la familia, a la sociedad civil y al Estado. La
estrategia con la cual el Estado, las familias y la sociedad civil en general
responden y se anticipan a las situaciones de riesgo se denomina manejo social
del riesgo (MSR), que es el arreglo institucional y el conjunto de acciones
mediante las cuales la sociedad se pone de acuerdo para protegerse frente a las
contingencias que menoscaban su calidad de vida. En Colombia este arreglo
institucional se enmarca en el Sistema de Protección Social (SPS).

El abordaje de la seguridad alimentaria y nutricional mediante el manejo social del


riesgo implica que si bien todas las personas, los hogares y las comunidades
están expuestos al riesgo de padecer hambre o malnutrición, las acciones del
Estado y la Sociedad deben estar dirigidas principalmente a la población que
mayor grado de vulnerabilidad y exposición a amenazas concretas tenga. Las
familias, en un contexto de corresponsabilidad, deben adoptar acciones, actitudes
y mecanismos de protección, mitigación y superación que disminuyan la
vulnerabilidad y la exposición a amenazas.

Situación actual de la seguridad alimentaria y nutricional en Colombia

Se organiza el diagnóstico por ejes de política, desde la perspectiva de: los


medios económicos, que hace referencia a los ejes de la disponibilidad
permanente de alimentos y acceso; la calidad de vida y el bien-estar, que se
relaciona con consumo y aprovechamiento; y el eje transversal que se refiere a la
calidad e inocuidad de los alimentos. Se muestra igualmente el impacto sobre la
población, los problemas de institucionalidad y los problemas en la información.El
impacto de la situación de seguridad alimentaria y nutricional sobre la población y
el problema institucional.

Problemas de malnutrición. El origen de la malnutrición es multifactorial,


intervienen factores genéticos, ambientales, culturales, sociales, económicos,
psicológicos, entre otros. La desnutrición es una condición patológica inespecífica
que puede ser reversible o no, ocasionada por la carencia de múltiples nutrientes,
derivada de un desequilibrio provocado por un insuficiente aporte de energía, un
gasto excesivo, o la combinación de ambos, que afecta en cualquier etapa del
ciclo vital, en especial a lactantes y niños. La evolución de los niveles de
desnutrición en niños menores de cinco años muestra que la desnutrición crónica
(baja talla para la edad) ha disminuido paulatinamente con los años, hasta
alcanzar 12% en 2005. Por su parte, la desnutrición global, determinada por bajo
peso para la edad, también ha venido en descenso en los últimos años, aunque
entre 2000 y 2005 tuvo un incremento leve pero no significativo. Finalmente, la
desnutrición aguda, o sea poco peso para la estatura, ha mostrado un
comportamiento irregular a través del tiempo, pues en el año 2005 subió a los
niveles que se tenían en 1995, posiblemente, por incremento en la desnutrición
leve. Dentro del grupo de niños de 5 a 9 años, el 12,6% presenta desnutrición
crónica, el 5,4% desnutrición global y el 1,1% desnutrición aguda.

La disponibilidad permanente de alimentos es una condición necesaria para la


seguridad alimentaria y nutricional. La disponibilidad hace referencia directa a la
oferta o suministro de alimentos de la canasta básicaTPF9F. Las dos principales
características PT que debe tener la oferta de alimentos de la canasta básica son
la suficiencia y la estabilidad de al menos todos los grupos de alimentos definidos
en ésta.
De acuerdo con lo anterior, la inestabilidad de la oferta de alimentos de la canasta
básica es una causa de inseguridad alimentaria, no sólo por el efecto coyuntural
que tiene sobre la suficiencia, sino por el efecto que tiene sobre el precio de los
alimentos (una escasez coyuntural de alimentos puede elevar su precio). Así, la
disponibilidad de alimentos puede verse afectada por el comportamiento de la
producción de los mismos y por los factores que determinan que esa producción
sea estable y permanente. En términos generales, el país tiene una oferta estable
y suficiente de alimentos. Este hecho se evidencia en el comportamiento de la
producción agropecuaria, la cual ha presentado una tendencia creciente, después
de la fuerte caída que se presentó a finales de los años noventa (ver gráfico 1).
Sin embargo, la balanza comercial del país en términos de producto ha
presentado, para este mismo período, una tendencia negativa, lo que nos indica
que cada vez el país importa más alimentos.
La seguridad alimentaria, globalización y cambio climático como factores que
marcan el punto de partida al desarrollo de Colombia.

Luchar contra el hambre es un buen negocio: La lucha contra el hambre además


de ser un imperativo ético, genera importantes impactos sociales y significativos
ahorros económicos. Si la lucha contra el hambre fuera un buen negocio seguro
ya habría sido erradicada del planeta. En los países desarrollados tal vez sea un
buen negocio como quiera que la población tiene un nivel de vida más elevado y
un ingreso per-capita superior al resto del mundo; en ellos la accesibilidad a los
alimentos tiene un alto grado de seguridad puesto que existen condiciones de
empleo y productividad que alejan a los habitantes de la pobreza extrema. No así
en los países latinoamericanos y en el tercer mundo, donde la problemática no es
tanto la producción de alimentos sino más bien la accesibilidad hacia los mismos,
dadas condiciones de inequidad en la distribución de la riqueza, de la tierra, del
empleo y de la educación. Según indicadores de la FAO, un 18,5% de la población
latinoamericana y caribeña es extremadamente pobre, un 11% presentaba algún
grado de subnutrición (cerca de 54 millones de personas) y casi un 8% de los
niños menores de cinco años registraban bajo peso para la edad, la subnutrición
afecta a cerca del 22% de la población, casi un 21% de los niños presenta
desnutrición crónica moderada o grave. Las estimaciones de subnutrición de la
FAO indican que en siete países más del 20% de la población padece hambre,
mientras que en otros seis países no afecta a más del 5% de la población.

En Colombia la lucha contra el hambre no es un buen negocio puesto que gran


parte de la población inmersa en el desempleo y el subempleo, no puede acceder
a ella en ocasión de su bajo poder adquisitivo. La pobreza y la desnutrición
generalmente van de la mano, aunado a otros factores como la falta de educación
y la idiosincrasia que en algunos casos relega la seguridad alimentaria a un
segundo plano. El hambre extrema se manifiesta asociada o determinada por la
carencia de ingreso de los habitantes y otros factores que tienen que ver con las
condiciones de pobreza.

En consecuencia la lucha contra el hambre vendría a ser buen negocio en la


medida en que la riqueza, la prosperidad y la educación se repartan más
equitativamente.

La proposición planteada arriba es falsa teniéndola como una alternativa de


negocios sin los vicios que suele tener la política en nuestro país. Porque si
condicionamos el planteamiento a la corrupción, los niveles de rentabilidad de la
lucha contra el hambre podrían ser un negocio pujante y redondo, pero en pro de
la prolongación de un círculo vicioso cuyo objetivo entonces no sería la
erradicación del problema, sino mas bien su persistencia y con ello los jugosos
contratos de asistencia.

La causa del hambre es la escasez de alimentos y de tierra cultivable. El planeta


posee abundancia. El mundo dispone de 3.500 calorías al día para cada persona,
4,3 libras de comida por persona, superior a los requerimientos nutricionales
básicos. Abundancia es la palabra adecuada para la disponibilidad de alimentos a
nivel mundial. La riqueza y la propiedad de la tierra se concentran en un bajo
porcentaje de la población colombiana. Colombia es potencia mundial en riqueza
acuífera y biodiversidad, se cuenta con producciones de toda clase de alimentos
en todos los pisos térmicos, que atenderían eficientemente los requerimientos
nutricionales, satisfaciendo las preferencias culturales. El país ha estado abierto a
las tecnológicas que logran mayores productividades, por cada hectárea hoy se
produce más que en el pasado. Existe un gran potencial para la producción de
alimentos orgánicos. Pero desde luego, el grueso de la población no tiene acceso
económico, no puede pagar tales potencialidades.
Para los pocos que tienen los recursos de capital y tierra, es mucho más rentable
atender los requerimientos nutricionales de aquellos que si pueden pagarles, por
lo cual las exportaciones de alimentos crecen cada año.

Otro factor importante es la superpoblación: La población mundial está creciendo


rápidamente lo que significa que cada vez hay menos alimentos para cada
individuo. El crecimiento de la población a nivel mundial ha sido controlado
exitosamente. La edad de concepción de la mujer es más tardía. Las campañas
en materia de anticoncepción han sido muy bien acogidas. Las familias cada año
son más reducidas en cuanto al número de miembros. Menos gente y más
producción de alimentos demuestran que este planteamiento es falso, lo que sigue
prevaleciendo es el poco acceso de los más pobres a la seguridad alimentaria. En
los países latinoamericanos predomina la mala distribución del ingreso, siendo la
región más atrasada del mundo en términos de equidad; persiste la enorme
brecha existente entre las clases sociales más pudientes y más pobres. La CEPAL
ha declarado que distribuyendo mejor el ingreso puede catalizar el efecto del
crecimiento económico en la disminución de la pobreza. En este sentido, los
gobiernos deben propender por aumentar la inversión social y los programas
asistenciales, para una mejor integración de las personas de bajos recursos al
aparato productivo.

Generando empleo de calidad es una de las primeras instancias para alcanzar la


erradicación del hambre y la pobreza en la región.

Para erradicar el hambre hay que destinar más recursos a la producción de


alimentos. Aunque no sobraría una mayor disponibilidad de recursos económicos
en la presupuestación del estado para acelerar los programas de reforma agraria,
esta no es la respuesta definitiva. Podrían idearse normatividades que impidan la
concentración de la riqueza, que obliguen a un mayor predominio del latifundio,
que aceleren una mayor transferencia de las tecnologías, que logren una mayor
cobertura y calidad en la educación. Si el planteamiento se limita a las acciones
del estado sería completamente inviable, pues dejarían de atenderse otras
prioridades que extenderían el círculo vicioso del hambre. Pero si la disposición de
los recursos parte de un consenso de la sociedad civil para un desprendimiento
generoso en pro de los más vulnerables en poco tiempo el país contaría con una
exitosa erradicación de la pobreza, el hambre y la desnutrición. Que la población
alcance la Soberanía Alimentaria requerirá mayores coberturas en educación con
mucha mayor calidad. Que los habitantes propendan por la solución de sus
propios problemas mediante el trabajo en equipo requiere una ardua labor
educativa, en los contextos sociales propios de cada cultura. Requiere mayores
inversiones en infraestructura y en transferencia de tecnología. Requiere mayor
control en la cadena de comercialización, en la planificación de la producción, en
el manejo pos-cosecha, en preservación e industrialización. Mucho más que en la
producción de alimentos, que al fin de cuentas tenemos amplias producciones que
terminan perdiéndose o abaratando los precios debido a las falencias en los
aspectos anteriormente mencionados.

Otra alternativa para controlar este problema es la redistribución de alimentos, ya


que el hambre puede ser reducida significativamente redistribuyendo los alimentos
de las zonas donde hay excedentes a las zonas donde hay déficit.

Como se ha venido planteando a lo largo de este ensayo, la solución no está en


las cuatro P del mercadeo (Producto, Precio, Plaza y Promoción) sino en la
promoción de los consumidores. En este punto el Estado debe propender por
controlar la concentración económica, por políticas tributarias más acordes con la
realidad nacional, reformas Agrarias verdaderamente sociales, acceso a la
financiación y en fin un sinnúmero de estrategias para distribuir el poder de
compra hacia los pobres. El llevar excedentes de unas zonas hacia otras
generaría cargas onerosas para la economía estatal, paternalismo del gobierno,
dependencia de los habitantes y proliferación de la corrupción.
Se ha constatado que casi todas las ayudas externas han empeorado el hambre y
la pobreza. La ayuda crea dependencia, condicionamiento, proteccionismo. Las
ayudas fallan en alcanzar a las personas con hambre y pobreza. La ayuda ha sido
usada para imponer libre intercambio y libres políticas de mercado, para promover
las exportaciones a expensas de la producción de alimentos y para proveer
armamentos que los gobiernos represivos usan para permanecer en el poder. La
corrupción ha campeado en el tema de las ayudas, con frecuencia termina
enriqueciendo al círculo de los corruptos mientras fracasa en llegar a aquellos con
hambre y puede disminuir peligrosamente la producción local de alimentos en el
país que la recibe.

Con el objetivo de erradicar el hambre en Colombia se deben tomar en cuenta los


problemas de inseguridad y vulnerabilidad a los que está expuesta la población,
estadísticas sociales y económicas, potencialidades regionales, políticas locales,
mapas de vocación productiva de los suelos, ordenaciones culturales, panorama
educacional. En esta tarea es imprescindible la voluntad política de las Alcaldías y
la Gobernación, por ser responsables del desarrollo y de velar por el bienestar de
los ciudadanos. Deberán levantarse diagnósticos concienzudos y reales, de la
situación geográfica y poblacional, deberán tenerse en cuenta los antecedentes y
el marco normativo aterrizado a los requerimientos locales, condiciones
ecosistémicas, recursos o factores de producción, caracterización de la producción
agropecuaria, caracterización de la disponibilidad de alimentos en las diferentes
comunidades, patrones y hábitos alimentarios, situación nutricional de la
población, estado de salud de las personas, estilos de vida, educación alimentaria
y nutricional, uso y aprovechamiento biológico, disponibilidad, calidad y acceso a
servicios de agua potable, saneamiento básico, energía eléctrica y salud.

Colombia y la globalización.

Desde el comienzo del siglo XX en el mundo y en nuestro país, se han venido


gestando una serie de transformaciones sociales, culturales, económicas y
políticas producto de las diferentes épocas, sucesos, y crisis a nivel mundial,
regional y nacional; que han afectado la forma de vida de las personas, la
sociedad y el Estado; todo esto para poder llegar al fenómeno de la globalización.
Es por esto que pretendo dar cuenta del proceso de inserción a la globalización y
de las transformaciones que se han generado en Colombia.

Para referirse al fenómeno de la globalización en Colombia, se debe aclarar que


este es un país en vía de desarrollo y que por lo tanto no cuenta con el apoyo
suficiente de un avance tecnológico y científico, pero en cambio ha contado con un
conflicto armado durante más de cinco décadas, con diversas crisis económicas y
el deterioro de la sociedad por la falta de las necesidades básicas; todo esto se ha
convertido en un obstáculo y muchas veces en un pretexto para estancarnos y no
avanzar en este campo.

El modelo de industrialización que se ha venido implantando en Colombia por


medio de las importaciones, comenzaron a sentirse a finales de los años sesenta.
Como respuesta a este modelo, se modificó el manejo de la tasa de cambio, se
incentivó la integración comercial con los países andinos y se miro de un
crecimiento hacia adentro a un crecimiento hacia afuera, basado en la
diversificación y expansión de las exportaciones. “Posteriormente, desde
mediados de los años 1970, empezaron a introducirse reformas profundas de
liberalización y desregulación del manejo económico. Finalmente, desde
comienzos de los 80, la descentralización hizo su aparición, tomando cada vez
más fuerza desde aquel entonces. Así, apertura, liberalización y descentralización
se convirtieron en los ejes de la profunda transformación socioeconómica
experimentada por Colombia en los últimos 30 años”

A pesar de esto, existen algunas pocas personas que han intentado convertir a
Colombia en un país competitivo, y que han desarrollado algunas estrategias para
alcanzar dicho nivel, un claro ejemplo de esto fue con el ex - presidente Julio
Cesar Gaviria en el año de 1.991 cuando en Colombia se legitimó la apertura
económica, y que hoy la conocemos como globalización.

Al país, como al resto de países de Latinoamérica, el llamado fenómeno de


globalización y/o “apertura”, ha sido impuesto, ya que se pretende seguir el
modelo norteamericano, es decir, llevar a cabo los mismos programas de ajuste
estructural (social, económico, político y cultural), como también no se ha podido
escoger ni siquiera la modalidad con la cual se procura llegar al mercado mundial
y poder ser competitivos. Es por esto, que lo importante para lo países extranjeros
en Colombia es la inversión, ya que, posee una forma de crédito y de colocación
de bonos. Sostiene además el espejismo de la “reciprocidad” de la apertura, por lo
cual considera todas las formas de integración con los Estados Unidos y algunos
países Europeos como una oportunidad, sin importar los costos económicos,
sociales o ambientales que ello conlleve.

En el escenario actual de la economía colombiana y el mercado internacional en el


proceso de globalización y el avance de los diversos sistemas de integración han
sido muy favorable, porque se ha logrado importantes resultados en cuanto a
relaciones internacionales; países como Estados unidos y la Unión Europea han
centrado su atención en los principales problemas colombianos que son una
barrera para el desarrollo del país, y que de alguna manera comprometen en
forma grave la incorporación de Colombia en el mercado internacional tanto en los
procesos actuales de globalización.

”Crecer y desarrollarse dentro del contexto de una economía internacional


crecientemente asimétrica requieren probablemente, como parecen ilustrarlo la
historia y la teoría, una política comercial mas activa que produzca una
recomposición sectorial y tecnológica del aparto productivo”

Colombia tiene que desarrollar una nueva cultura productiva y política con la
abolición de prácticas y lógicas de comportamiento tradicionales, que están
enmarcadas dentro de un ordenamiento democrático e incluyente, bajo el contexto
de globalización en la esfera, económica, política, social y cultural, si se desea
caminar hacia la construcción de una nueva sociedad, enfocada al ideal para
intervenir en el proceso de globalización, con el fin de no sufrir mayores
dificultades y que posea algún beneficio. Cabe anotar que “La inserción de
Colombia en el comercio mundial se ha caracterizado por su marginalidad -en el
sentido que la casi totalidad de sus excedentes exportables se han localizado en
productos cuya participación en el mercado mundial es mínima o decreciente”

Uno de los problemas que afectan con mayor fuerza la situación social de los
colombianos es el de la desigualdad de la distribución de las riquezas de los
recursos en el país. La concentración del ingreso es muy alta en comparación con
lo promedios internacionales.

Todos estos problemas muestran un panorama gris para el país y han llegado a
dañar las principales fuentes de desarrollo como lo puede ser la vida política,
económica y social, afectando también las relaciones a nivel internacional, en las
cuales hemos perdido un alto grado de credibilidad.

“Colombia aun cuenta con todos los recursos para ser un país sobresaliente, pero
para esto debe de salir de todas las dificultades en las que se encuentra atrapada
derivadas de la transición que vivía la comunidad internacional y las propias de la
sociedad nacional, desafortunadamente hoy el país ha diferencia de la guerra fría
se ha convertido en una excepción pero disfuncional en el hemisferio”

Colombia y el cambio climático

Se denomina cambio climático a la transformación del clima con respecto al


historial climático a escala mundial o regional. Estos cambios se ocasionan a muy
distintas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros meteorológicos: presión
atmosférica, precipitaciones, nubosidad, temperatura, etc. Todos estos procesos
son debidos tanto a causas naturales como antropogénicas (efectos producidos
por las actividades humanas). El cambio climático es uno de los grandes desafíos
a los que nos debemos enfrentar actualmente y en futuros siglos. A largo plazo
puede conducir a un retroceso en el desarrollo humano en todo el mundo. siendo
más vulnerables especialmente aquellos paises en desarrollo y las comunidades
más indefensas y pobres que al mismo tiempo tienen menos capacidad para
recobrarse de sus impactos adversos. Debido entre otras cosas, porque su
sostenimiento económico pende en gran parte de sectores muy susceptibles al
clima como la pesca, ganadería, agricultura y silvicultura. Por esto y porque los
impactos del cambio climático son complejos y diversos, deben tomarse en cuenta
procesos de planificación, desarrollo y soluciones. Las Naciones Unidas y en
especial el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) están
trabajando en concordancia con la problemática del cambio climático, desde la
disminución de sus causas hasta la adaptación a los impactos de los problemas
climáticos. Esta problemática del clima está afectando además las metas de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

En cuanto a Colombia, el cambio climático puede afectar muchísimo ciertas zonas


del país por la ubicación de la población en territorios inundables, en suelos
inestables de las partes altas de las cordilleras, zonas propensas a incendios en
épocas de intenso verano y por tener una alta recurrencia y magnitud de desastres
asociadas al clima. Hay varios efectos esperados debido al cambio climático. En
cuando a salud puede haber un aumento de enfermedades transmitidas por
vectores (malaria y dengue). Muchos de los agroesistemas del territorio
colombiano son vulnerables a la desertificación y cambios en el régimen
hidrológico que afectan a futuro a la producción agrícola. Es preocupante la
disminución del área de nevados y páramos debido al calentamiento global y a la
vez la reducción de los servicios ambientales que estos prestan. Derretimiento de
los glaciares y otras masas de hielos permanentes en todo el planeta (situación
que pone en riesgo las más importantes reservas de agua dulce del mundo y que
causará la crecida del nivel del mar). Incremento de olas de calor, inundaciones y
sequías. Colapso de numerosos ecosistemas como los páramos, que cumplen
una función vital para la regulación del ciclo del agua La infraestructura en todo
Colombia en zonas de riesgo pueden verse muy afectadas por cambios climáticos
como las inundaciones, las lluvias fuertes, tormentas tropicales, vendavales y
deslizamientos, lo que afecta más aún las condiciones y la calidad de vida de
poblaciones desplazadas y pobres.

Colombia ha estado desarrollando capacidades de gran importancia para


confrontar los desafíos y habituarse al cambio climático, tanto en las
Comunicaciones Nacionales como en las acciones para promover la mitigación del
cambio climático. El país está implementando medidas de adaptación en regiones
prioritarias, como las islas del Caribe y el Macizo Colombiano y en sectores como
el sanitario, la gestión de recursos hídricos y el agrícola.

El ser humano se ha convertido en uno de los agentes climáticos. Empezando por


la deforestación de bosques para convertirlos en tierras de cultivo y pastoreo, pero
actualemente su influencia es mucho mayor al provocar la emisión abundante de
gases que producen un efecto invernadero: CO2 emitido por fábricas y medios de
transporte y metano en granjas de ganadería intensiva y arrozales. En la
actualidad las emisiones se han incrementado hasta tal nivel que parece difícil que
se reduzcan a corto y medio plazo, por las implicaciones técnicas y económicas de
las actividades involucradas.

Clasificación ATCLa alimentación es un derecho humano básico, todos y cada uno


deben tener acceso a alimento, y el sistema alimentario no puede ser tratado con
la exclusiva lógica del mercado.

El derecho a la alimentación presente en la Declaración Universal de Derechos


Humanos de 1948, con el transcurso del tiempo ha sufrido modificaciones en
cuanto a su contenido. Del derecho a no padecer hambre, al de disponer de
alimentos adecuados y actualmente de garantizar una adecuada nutrición.
Este concepto “nutricional” hace mucho más exigente el criterio y está actualmente
en el centro del debate los límites de su aplicación. Generalmente se considera
solo como problema a la desnutrición dejando invisible otros problemas
nutricionales como por ejemplo la anemia, que pone en riesgo el ejercicio pleno
del derecho a la educación en los niños, en tanto quienes la padecen están en
desventaja.

En primer lugar existe el derecho a una buena nutrición, en un sentido amplio, que
incluye y la vez trasciende la prevención de la desnutrición. Al aceptar el derecho
a una adecuada nutrición, otras formas de malnutrición como las carencias de
micro nutrientes, las anemias, y otras están constituyéndose en limitantes de la
capacidad de los niños de ejercer en el futuro otros derechos. En tanto haya niños
anémicos y muchos, esos niños van a tener, seguramente, limitada su capacidad
de aprendizaje, está desventaja es a la vez limitante al ejercicio de otros derechos
como el de la educación y de igual manera el acceso al trabajo en la edad adulta.

El principio básico del sistema de los derechos humanos es que todos “nacen
libres e iguales en dignidad y derechos y... deben comportarse fraternalmente los
unos con los otros”1. El derecho a una alimentación adecuada está
inseparablemente

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