Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Psicología Del Deporte Volumen 1 Fundamentos 2 PDF
Psicología Del Deporte Volumen 1 Fundamentos 2 PDF
2
Copyright
©Antonio Hernández Mendo
Edita
Tulio Guterman (http://www.efdeportes.com)
Diseño y Maquetación
Miguel Coranti
libros@efdeportes.com
ISBN 987-43-5880-7
3
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Relación de Autores
Jesús Canto Ortiz. Doctor en Psicología por la Universidad de Málaga. Profesor Titular de Psicología de los Grupos
en la misma universidad. Es autor de Psicología social e influencia (1994), Psicología de los grupos (1998), Dinámica
de grupos: aspectos técnicos, ámbitos de aplicación y fundamentos teóricos (2000). Junto con Luis Gómez Jacinto es
autor y coordinador de Psicología Social (1995), también con este autor y María Isabel Hombrados Mendieta y Manuel
Montalbán es autor de Aplicaciones de la Psicología Social (1993). jcanto@uma.es
Oscar Garay Plaza. Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad del País Vasco. Profesor de Tenis en el
Instituto Vasco de Educación Física de la misma universidad. Entrenador Nacional de Tenis y Árbitro Nacional.
José Martín Albo Lucas. Doctor por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Profesor Titular del área de
Psicología Evolutiva y de la Educación. Profesor de Aprendizaje Motor en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física
y del Deporte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Es autor de Motivos, Motivación y Deporte (1999)
junto con Gonzalo Marrero Rodríguez y Juan Luis Núñez Alonso. jmartin@dps.ulpgc.es
Juan Luis Núñez Alonso. Doctor por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Profesor Titular de área de
Psicología Evolutiva y de la Educación. Profesor de Psicología de la Competición en la Facultad de Ciencias de la
Actividad Física y del Deporte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Es autor de Motivos, Motivación y
Deporte (1999) junto con Gonzalo Marrero Rodríguez y José Martín-Albo Lucas. jnunez@dps.ulpgc.es
María Dolores González Fernández. Licenciada por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Grado de
Licenciada en la Universidad de Santiago de Compostela. Es miembro de la comisión de Psicología del Deporte del
Colegio de Psicólogos de Galicia. Ex-atleta internacional.
José Luis Domínguez Rey. Profesor Titular de Psicología de las Organizaciones. Responsable del Seminario de
Estudios de Psicología Aplicada a Organizaciones Deportivas. Miembro de la Comisión Académica del Curso de
Especialización en Psicología del Deporte y de la Actividad Física (Univ. Santiago). Vocal de la Junta Rectora del
Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia. psdominguez@usc.es
Clara Martínportugués Goyenechea. Doctora en Psicología por la Universidad de Málaga. Profesora de Psicología
ambiental en esta misma universidad. Ha sido co-directora del Curso de Experto Universitario en Psicología
Comunitaria. cmartimportu@uma.es
Luis Gómez Jacinto. Doctor en Psicología por la Universidad de Málaga. Catedrático de Psicología Social y director
del Departamento de Psicología Social de esta misma universidad. Es autor y coordinador de Psicología Social (1995)
con Jesús Canto Ortiz. También con este autor y con María Isabel Hombrados Mendieta y Manuel Montalbán es autor
de Aplicaciones de la Psicología Social (1993). jacinto@uma.es
Alfredo Fierro Bardají. Catedrático de Psicología de la Personalidad en la Universidad de Málaga. Autor de varios
libros entre los que destacan: Manual de Psicología de la Personalidad (1996) y Sobre la vida feliz (2000).
fierro@uma.es
4
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Índice
5
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Capítulo 7
El liderazgo en
los grupos deportivos
Antonio Hernández Mendo
Jesús M. Canto Ortiz
Universidad de Málaga
-Walt Whitman -1
1
Este verso se lo dedico Walt Whitman a Abraham Lincoln.
6
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Cuadro 1. Funciones del entrenador. Fuente: Hardy (1985), en Balaguer (1994; p. 23).
7
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Cuando el entrenador de un equipo consigue *El líder como foco para la conducta de los
satisfacer las necesidades y aspiraciones de sus miembros del grupo.
jugadores y consigue que el equipo triunfe obteniendo
victorias, en este caso es considerado como un líder *En términos de elección sociométrica.
efectivo.
*Definiéndolo como el miembro del grupo que
La psicología social hace ya casi un siglo que ejerce más influencia sobre el resto.
se ha preocupado por la temática de las líderes en los
grupos y en la sociedad (García, 1999). Han sido *El líder como individuo influyente en la
muchas las publicaciones que este tema ha originado. sintalidad del grupo.
Stodgill (1974), a mediados de los 70, ya contabilizaba
más de 3500 referencias sobre el liderazgo. Desde esa *El líder como miembro que lleva a cabo
fecha hasta la actualidad el cúmulo de referencias no comportamientos de liderazgo.
ha hecho más que aumentar. La complejidad de la
realidad fenoménica que abarca los procesos de Son tantas las definiciones existentes y es tal la
liderazgo ha determinado cierta confusión conceptual, falta de acuerdo entre los autores, que hay psicólogos
una elevada variedad de teorías y una ampliación de de los grupos, como es el caso de Shaw (1981), que
los tipos de líderes analizados desde el prisma optan por entresacar las características que pueden
psicosocial (Canto, 1998). Las ciencias sociales en su definir al liderazgo. Para Shaw serían:
conjunto (Jiménez Burillo, 1981) han sucumbido a la
tentación del análisis del liderazgo, como también la *El líder sería la persona percibida como central
psicología desde sus distintas modalidades (psicología en el grupo, considerada como la más influyente
social, psicología de la personalidad, psicología de las y la generadora de un mayor número de
organizaciones) han pretendido proporcionar algunas comunicaciones.
respuestas a las múltiples e interesantes preguntas
que suscita el fenómeno del liderazgo (Gardner y *Sería la persona que puede conducir al grupo
Laskin, 1995). El psicólogo del deporte debe conocer hacía sus metas.
las principales aportaciones proporcionadas por la
psicología desde el liderazgo (Carron, 1988), así como *Sería la persona nombrada como tal en las
también los principales modelos teóricos auspiciados relaciones sociométricas.
desde la propia psicología del deporte, que puede ser
útil no sólo en el ámbito deportivo sino incluso ir más *El líder sería considerado como el jefe del
allá y enriquecer las teorías psicosociales sobre el grupo.
liderazgo (Chelladurai, 1990).
*El líder recibiría el apoyo de los miembros del
grupo y tendría la capacidad para influirles de
Definición de liderazgo forma positiva.
Aún cuando ha sido enorme el interés que ha Más recientemente, Bass (1990) agrupa en once
suscitado el liderazgo en todas las ciencias sociales, la las categorías que se pueden utilizar para clasificar las
vaguedad conceptual domina el panorama. La distintas definiciones de liderazgo. Estas son:
dificultad que conlleva la definición del liderazgo viene
acentuada por el hecho de que el concepto de 1. Liderazgo como eje de procesos grupales.
liderazgo se relaciona muy estrechamente con otros
conceptos, tales como poder, influencia, autoridad, 2. Liderazgo como producto de la personalidad
etc., que también presentan grandes complicaciones del líder y sus efectos sobre los seguidores.
en el momento de ser definidos (Canto, 1994). Todo
ello ha provocado que sean muchos los intentos 3. Liderazgo como el arte de inducir sumisión.
orientado a la obtención de una definición del concepto
de liderazgo. Stodgill (1974) recogió hasta 63 4. Liderazgo como acto o conducta.
definiciones de liderazgo, así como 31 teorías al
respecto. Por su parte, unos cuantos años antes, Gibb 5. Liderazgo como ejercicio de influencia.
(1969) presentaba siete intentos diferentes de
definición de liderazgo: 6. Liderazgo como forma de persuasión.
*El líder como individuo que desempeña dicha 7. Liderazgo como una relación de poder.
ocupación
8
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
9
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
toma de decisiones con resultados positivos para el grupo y la comunicación es unidireccional: del
grupo, la resolución del problemas, el manejo de líder al subordinado. Para Lewin, las
habilidades sociales pertinentes para tal función, etc. características del líder autoritario serían las
(Gil y León, 1998), que deben ser interpretadas como siguientes:
tales por los seguidores que han aceptado y
reconocido a una persona del grupo como el líder *Determinación total de las políticas a
(Hunt, 1991). seguir.
10
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
11
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
*Propuesta de una nueva alternativa con modelos y teorías para explicar el liderazgo (Hollander,
capacidad de ilusionar y convencer a los 1985). La psicología de las organizaciones también han
seguidores. desarrollado modelos para explicar el liderazgo en las
organizaciones (Smith y Peterson, 1988). La psicología
*El uso de medios no convencionales e del deporte ha recibido la influencia de estos modelos
innovadores para conseguir este cambio y ser sobre el liderazgo, como también ha desarrollado
capaz de asumir riesgos personales. modelos genuinos que enriquecen la panorámica actual
de la comprensión psicosocial del proceso del liderazgo
Al comparar ambos tipos de liderazgo, Bass (Carron, 1988; Chelladurai, 1990). No son muchas las
(1985) encuentra que, a diferencia de los líderes aportaciones teóricas que se han llevado a cabo
transaccionales, los líderes transformacionales tienen (Murray, 1991) para intentar comprender una realidad
la capacidad de cambiar la escala de valores, las tan compleja y que tiene tanta incidencia en el
actitudes y las creencias de sus seguidores. rendimiento de los deportistas. Ya que si el entrenador
ha de convertirse en un líder efectivo para con su grupo
Otro tipo de liderazgo sería el denominado deportivo, el rendimiento de los atletas depende, en
superliderazgo (Sims y Lorenzi, 1992). En palabras parte, de las instrucciones que proporcione el
de García (1999), “el superliderazgo va más allá que el entrenador a cada uno de los miembros del grupo
líder transformacional. No sólo busca potenciar al deportivo. El entrenador, por tanto, debe actuar como
máximo las capacidades de los seguidores, sino que líder, debe guiar y conducir al equipo y a los deportistas
tiene por objetivo convertirlos en autolíderes, de tal hacia la consecución de objetivos establecidos. Un buen
modo que adquieren la responsabilidad de motivarse y entrenador debe ayudar a los deportistas a superar las
dirigir sus propios comportamientos” (p. 317). El distintas barreras psicológicas con la finalidad de
superliderazgo busca el desarrollo autónomo de sus conseguir un mejor rendimiento (Balaguer, 1994).
seguidores, para que éstos sepan dirigirse a sí mismos
de forma individual y como grupo. Se convierte en un Carron (1988) expone, basándose en Behling y
asesor, formador y estratega del grupo que busca la Schriesheim (1976), una tipología de las teorías de los
autonomía y dependencia. líderes aplicadas al ámbito deportivo (véase cuadro 2).
Carron resalta las principales aportaciones teóricas
Aproximaciones teóricas al pertinentes para la psicología del deporte. Veámosla a
liderazgo en grupos deportivos continuación.
Cuadro 2. Fuente: Carron (1988; p. 134). Tipología de las teorías de los líderes en
situaciones deportivas (Behling y Schriesheim, 1976).
RASGOS CONDUCTAS
RASGOS UNIVERSALES CONDUCTAS UNIVERSALES
La descripción de los rasgos de El sistema de evaluación de la
UNIVERSAL personalidad de los entrenadores conducta de los entrenadores
RASGOS SITUACIONALES CONDUCTAS SITUACIONALES
SITUACIONAL El modelo de contingencia de El modelo multidimensional de
liderazgo liderazgo
Rasgos universales de liderazgo claridad y precisión los rasgos definitivos. Estos modelos
para el deporte no tuvieron éxito, entre otras razones, porque partían
con toda una serie de limitaciones teóricas y
Los primeros modelos y aproximaciones que metodológicas que los llevaron a un callejón sin salida
pretendieron explicar el liderazgo asumieron este (House y Aditya, 1997). Estas eran:
enfoque. El liderazgo se daría por las cualidades a) Escaso desarrollo teórico de la psicología de
innatas que poseen los líderes, que serían distintas y la personalidad.
superiores a la de los seguidores. Por ello, la Teoría
del Gran Hombre (versión fuerte de la teoría) y la b) No había apenas instrumentos adecuados de
Teoría de los Rasgos (versión débil) pretendieron medida.
hallar cuáles serían las cualidades universales que
convertirían a una persona en líder. Los resultados no c) Falta de consideración de los factores
fueron los esperados (García, 1999). Tras analizarse situacionales.
un elevado número de rasgos, no se determinaba con
12
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
13
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Blake y Mouton (1964) entre otros). Las respuestas 2. Reacciones que indican que el entrenador
proporcionadas a los cuestionarios eran sometidas a ve como un error la conducta del deportista.
análisis factoriales y se determinaban los distintos
estilos de liderazgo más comunes. Aunque cada grupo 3. Reacciones que indican que el entrenador
de investigación utilizaba una terminología especifica y ve como una mala acción la conducta del
había ciertas diferencias conceptuales, la mayor parte deportista.
de los trabajos detectaban cuatro estilos básicos de
liderazgo: Las conductas espontáneas del entrenador se
dividen a su vez en dos subcategorías: las relacionadas
1. Interés por la tarea. El líder fomenta con el deporte y las no relacionadas con el deporte.
altos niveles de productividad, organización y define
las actividades del grupo. La aproximación de rasgos
situacionales al liderazgo
2. Interés por las personas. El líder se
preocupa por las necesidades, intereses, etc., de los Los modelos de contingencia (véase García,
demás miembros del grupo. 1999) parten de considerar que es improcedente
analizar el liderazgo sin considerar el contexto en el que
3. Liderazgo directivo. El líder toma todas tiene lugar, por lo que se dedican los investigadores de
las decisiones que afectan al funcionamiento del grupo esta orientación a estudiar las relaciones entre los
y espera que los demás miembros sigan sus estilos de liderazgo y las situaciones. Con estos modelos
instrucciones. se pone en interacción los distintos estilos de liderazgo y
las situaciones en las que éste se ejerce. Estas teorías
4. Liderazgo participativo. El líder comparte tienen importantes consecuencias para el liderazgo
con los miembros del grupo la toma de decisiones que efectivo en el ámbito deportivo (Weinberg y Gould,
afectan al funcionamiento del grupo. 1996), tales como:
14
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
CMA -
CMA +
Cuadro 3. Representación del modelo de contingencia de Fiedler. Fuente: F.E. Fiedler (1978). Situational Control and
a Dynamic Theory of Leadership. In B. King, S. Streufert y F.E. Fiedler, Managerial Control and Organizational
Democracy (pp.114). New York: Jhon Wiley & Sons.
RELACIÓN LIDER-MIEMBRO
BUENO
BUENO
BUENO
BUENO
DEFICIENTE
DEFICIENTE
DEFICIENTE
DEFICIENTE
ESTRUCTURA TAREA ESTRUC- NO ESTRUC- NO
TURADO ESTRUCTURADO TURADO ESTRUCTURADO
PODER POSICIÓN
FUERTE
DÉBIL
FUERTE
DÉBIL
FUERTE
DÉBIL
FUERTE
DÉBIL
15
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
tarea. En definitiva, habría que determinar qué tipo de (1988), el último apartado lo deja para el Modelo
líder o entrenador sería más eficaz en función de la Multidimensional de Liderazgo, desarrollado por
situación en la que se encuentre cada equipo y cada Chelladurai (1990), modelo desarrollado específi-
jugador. camente para el ámbito deportivo. Chelladurai
conceptualiza el liderazgo como un proceso
La aproximación de la conducta interaccional, al considerar que la efectividad del
situacional al liderazgo liderazgo está asociada a las características
situacionales tanto del líder como de los integrantes del
En la clasificación presentada por Carron grupo. Por lo tanto, el liderazgo efectivo varía en función
de las características de los deportistas y de las
limitaciones de la situación (véase gráfica 1).
1 4
Características Conducta
situacionales requerida
2 5 7
Características Conducta Satisfacción en
del líder real cuanto a la ejecución
3 6
Características Conducta
de los miembros preferida
16
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
17
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
implícita en las relaciones humanas caracteriza el para la comprensión de los mecanismos de control
acoplamiento o disgregación de los jugadores de un mutuo, de elección interpersonal, de preferencia social
equipo (Klein & Christiansen, 1969). (Santoyo y Espinosa, 1988, Santoyo, Espinosa y Bachá,
De acuerdo con los anterior, el presente 1994), y crítica para la construcción de una red social
estudio se enmarca dentro de la sociometría (Santoyo, 1994).
conductual y del diseño de mapas conductuales
(Anguera, 1987). El SOC-IS (Santoyo, 1988), Esta herramienta considera la emisión de las
estrategia alternativa a los tests sociométricos de conductas (verbal y física) hacia otros agentes sociales
Moreno (1954), permite la obtención de información (emisión social), además de las emisiones sociales que
de las interacciones sociales en el ámbito natural, otros dirigen al sujeto (recepción social). La dirección de
determinando su dirección e identificando los agentes las emisiones o recepciones puede verse representado
sociales implicados. gráficamente gracias a los mapas sociocéntricos. En
este sentido, pueden distinguirse dos modalidades, el
El propósito del trabajo es conocer las mapa sociocéntrico de emisiones, representa los
direcciones de las interacciones sociales en un equipo agentes sociales que elige con mayor frecuencia el
de baloncesto de la Liga ACB, UNICAJA-Málaga. Para sujeto focal, y el mapa sociocéntrico de recepciones,
ello, se ha aplicado el SOC-IS al contexto deportivo y constituye la representación del valor del sujeto focal
diseñado un mapa socioconductual. como estímulo social o de la frecuencia con la cual el
sujeto es elegido por sus compañeros (Santoyo, 1994).
La Sociometría tradicional, ha permitido el
estudio de las relaciones interpersonales intragrupos Las áreas de aplicación han sido en torno al
haciendo uso de las técnicas de nominación, en donde ámbito pre y escolar, identificando así niños autistas,
se analiza el juicio o la elección social de cada agresivos, etc., también en instituciones clínicas,
integrante del grupo. En este proceso de elección se penitenciarias o laborales. En ninguna ocasión ha sido
les pide a los sujetos que señalen quiénes son sus aplicado al contexto deportivo.
mejores amigos, con quiénes les gustaría trabajar, con
quiénes no les gustaría hacerlo, etc. La información El propósito del trabajo es conocer las
que se obtiene, permite conocer la afinidad que hay direcciones de las interacciones sociales en un equipo de
entre ellos, es decir, la atracción o el rechazo. baloncesto de la Liga ACB, UNICAJA-Málaga. Para ello,
se ha aplicado el SOC-IS al contexto deportivo y
Las técnicas tradicionales de nominación de la diseñado un mapa socioconductual. En este trabajo se
sociometría, aunque nos revela la estructura del presentan los resultados.
grupo, las conexiones percibidas por sus integrantes e
incluso el status de los miembros dentro del grupo,
tiene un valor muy limitado (Santoyo, 1994), pues: Método
18
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
En primer lugar, se procedió a grabar tres (emisiones) y además la frecuencia con la que el sujeto
entrenamientos en el contexto natural donde se fue elegido por sus compañeros (recepciones).
desarrollan (Pabellón Ciudad Jardín). Cada sesión tuvo
una duración de 15 minutos. Los jugadores del equipo Con estos datos se construyó la matriz sociocéntrica,
se repartieron en dos grupos3. donde en cada una de las filas son las emisiones que
realiza cada sujeto, mientras que en las columnas se
A continuación se identificó las direcciones de sitúan las recepciones de dichos sujetos.
las interacciones sociales, mediante la observación
conductual de los entrenamientos, y teniendo en Con la información de la matriz se pudo calcular
cuenta la trayectoria del móvil o balón. De este modo, un índice de interacción. Estos valores permitieron la
se pudo conocer qué agentes sociales o jugadores realización de un mapa sociocéntrico de emisiones y
elegían con mayor frecuencia el/los sujeto/s focales otro de recepciones.
3
Un grupo estaba formado por Nacho Rodríguez-Base(1), Kenny
Miller-Pivot(3), Sergei Babkok-Alero(6), David Wood-Pivot(9) y
Daniel Romero-Alero(10). El otro estaba compuesto por Alejandro
Alba-Base(4), Manolo Pérez-Alero(5), David Gil-Alero(7), Ricardo
Guillén-Pivot(8) y Ray Smith-Pivot(11). Gabi-Ruíz-Alero(2), juega
en ambos equipos debido a las bajas del 11 en los dos primeros y
del 6 en el tercero.
19
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Tot
1 - 9 8 6 1 10 - 2 20 17 - 73
2 5 - 4 8 3 0 0 6 4 0 1 31
3 7 2 - 1 0 1 - 0 2 1 - 14
4 3 4 1 - 7 - 5 9 - 0 3 32
5 0 1 0 3 - - 1 1 - 0 3 9
6 8 1 2 - - - 1 0 6 4 - 22
7 - 7 - 7 5 3 - 9 1 3 3 38
8 5 4 0 5 2 0 5 - 1 2 0 24
9 6 2 2 - - 6 0 3 - 5 - 24
10 5 2 4 0 1 3 0 3 8 - - 26
11 - 2 - 3 1 - 2 2 - - - 10
Tot 39 34 21 33 20 23 14 35 42 32 10 303
A la matriz sociocéntrica anterior se le aplicó el Esto resultados son asimilables a frecuencias relativas
cálculo, sobre las frecuencias absolutas, del índice en las que se han tenido en cuenta las modificaciones
anterior. Los resultados se presentan en la tabla 2. por tiempo y sesiones jugadas.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Totales
1 - 0.2 ñ 0.29 ñ 0.044 0.007 0.15 ñ 0 0.015 0.59* ñ 0.38* ñ 0 1.68*
2 0.18*ñ - 0.26* ñ 0.11 ñ 0.067 0 0 0.044 0.059 0 0.007 0.73
3 0.26* ñ 0.047 - 0.007 0 0.015 0 0 0.06* 0.022 0 0.41
4 0.022 0.088 0.007 - 0.26* ñ 0 0.147 ñ 0.2* ñ 0 0 0.044 ñ 0.77
5 0 0.022 0 0.011 - 0 0.03* 0.022 0 0 0.04* ñ 0.13
6 0.12* 0.007 0.029 0 0 - 0.029 0 0.13* 0.059 0 0.37
7 0 0.103 ñ 0 0.21* ñ 0.147 ñ 0.022 - 0.26* ñ 0.007 0.044 0.044 ñ 0.84*
8 0.037 0.029 0 0.11* ñ 0.044 0 0.15* ñ - 0.015 0.044 0 0.43
9 0.18* ñ 0.029 0.059 0 0 0.132 ñ 0 0.044 - 0.15* ñ 0 0.59
10 0.11* 0.015 0.088 0 0.007 0.044 0 0.066 0.24* ñ - 0 0.57
11 0 0.015 0 0.04* 0.015 0 0.03* 0.015 0 0 - 0.12
Totales 0.91 ñ 0.56 0.73 0.53 0.55 0.36 0.39 0.67 1.10 ñ 0.70 0.14 6.64
20
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
107 2 7
2
11
3
1 49
1
9
8
6 5
7 10
10
2 7
3 11
1 4
9 8
6 5
21
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
22
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Hardy, L. (1986). The coach at work. National coaching Ogilvie, B. y Tutko, T. (1966). Problems athletes and
foundation: Leeds. how to handle them. Londres: Pelham.
Hernández Mendo, A.; González Villena, S.; Ortega Ostrow, A. C. (1990). Directory of Psychological Test in
García, M. A.; Ortega Orozco, J. Rondán the Sport and Exercise Sciencies. Morgantown,
Roldán, R. (1999). La sociometría y los mapas West Virginia: Fitness Information Technology,
conductuales en el baloncesto. Lecturas: EF y Inc.
Deportes. Revista Digital, 16, octubre 1999 Powell, G. N. (1990). One more time: Do female and
http://www.efdeportes.com/efd16/sociom.htm male managers differ? Academy of Management
/ [Consulta: 2 noviembre 1999] Executive, 4, 68-75.
Hollander, E. P. (1985). Leadership and power. En G. Santoyo, C. (1994). Sociometría conductual: el diseño
Lindzey y E. Aronson. The Handbook of Social de mapas socioconductuales. Revista Mexicana
Psychology. Nueva York: Random House. de Análisis de Conducta, 20(2), 183-205.
Hollander, E. P. y Julian, J. W. (1970). Studies in Santoyo, V. C. Y Espinosa, A.M.C. (1987). El sistema de
leader legitimacy, influence and innovation. En observación conductual de las interacciones
L. Berkowitz (Ed.). Advances in experimental sociales. Revista Mexicana de Análisis de
social psychology. Nueva York: Academic Conducta, 13, 235-253.
Press. Santoyo, V. C. Y Espinosa, A.M.C. (1988). El análisis
House, R. J. y Aditya, R. N. (1997). The social scientific conductual de las preferencias sociales. Revista
study of leaderships: Quo vadis? Journal of Mexicana de Análisis de Conducta, 14, 29-39.
Management, 23, 409-473. Santoyo, V. C., Espinosa, A.M.C. y Bachá, M. C. (1994).
Hunt, J. G. (1991). Leadership: A New Synthesis. Extensión del sistema de observación conductual
Newbury Park, CA: Sage. de las interacciones sociales: calidad, dirección,
Jiménez Burillo, F. (1981). Psicología Social. Madrid: contenido y resolución. Revista Mexicana de
UNED. Análisis de Conducta, 11, 55-68.
Jurma, W. E. y Wright, J. (1990). Follower reactions to Shaw, M. E. (1981). Dinámica de Grupos. Psicología de
male and female leaders who maintain or lose la conducta de los pequeños grupos. Barcelona:
reward powell. Small Group Research, 21, 97- Herder.
112. Sims, H. P. y Lorenzi, P. (1992). The New Leaderships
Kikpatrick, S. A. y Locke, E. A. (1991). Leadership: Do Paradigm. Newbury, CA: Sage.
traits matter? Academy of Management Smith, E. R. y Peterson, M. F. (1988). Liderazgo,
Executive, 5, 48-60. organizaciones y cultura. Madrid: Pirámide.
Lewin, K. y Lippitt, R. (1939). Approach to the study of Smith, R. E., Smoll, F. L. y Hunt, E. (1977). A system for
autocracy and democracy. A preliminar note. the behavioral assessment of athletic coaches.
Sociometry, 1, 292-300. Research Quartely, 48, 401-497.
Martens, R. (987). Coaches guide to sport psychology. Smoll, F. L., Smith, R. E. , Curtis, B y Hunt, E. (1978).
Champaing ILL.: Human Kinetics. Toward a mediational model of coach-player
Mayo Santamaría, C. (1997). El liderazgo en los relationships. Research Quartely, 49, 528-541.
deportes de equipo: Balonmano femenino. Stodgill, R. M. (1974). Handbook of leadership. Nueva
Universidad de Valencia: Tesis doctoral, no York: The Free Press.
publicada. Vendrell, E. y Ayer, J. C. (1997). Estructura de Grupo. En
Moreno, J.L. (1954). Fundamentos de la sociometría. P. González. Psicología de los Grupos. Teoría y
Buenos Aires: Paidós. aplicación. Madrid: Síntesis.
Murray, M. C. (1991). Eficacia del liderazgo. En J.M. Weinberg, R. S. y Gould, D. (1996). Fundamentos de
Williams. Psicología Aplicada al Deporte. psicología del deporte y el ejercicio físico.
Madrid: Biblioteca Nueva. Barcelona: Ariel.
23
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Según Fiedler, la eficacia del líder depende del Después de dar respuesta a las preguntas, lea
ajuste apropiado entre el estilo del líder y el control de la viñeta sobre el liderazgo que se presenta y responda
la situación. El estilo del líder está centrado en la tarea a las preguntas para análisis.
o está centrado en la relación. Fiedler elaboró la
escala del compañero de trabajo menos apreciado Escala del compañero de
(CMA) para medir estos estilos. Como parte del trabajo menos apreciado (CMA)
ejercicio usted deberá medir estos estilos. Como parte
del ejercicio usted deberá completar la escala CMA. A lo largo de su vida, usted ha trabajado en
Tendrá también la oportunidad de evaluar el control de muchos grupos con una gran variedad de personas
la situación y de considerar qué tipo de líder es el más diferentes -en su puesto de trabajo, en clubes sociales,
adecuado para esta situación. en organizaciones religiosas, en grupos de voluntarios,
en equipos deportivos y en otros muchos. Usted
Instrucciones probablemente se ha encontrado muy bien trabajando
con sus compañeros de trabajo, pero es también
Completar la siguiente escala CMA siguiendo probable que le haya sido difícil, si no imposible,
las instrucciones que figuran al comienzo del trabajar con otros.
cuestionario. Una vez completadas las clasificaciones,
añada simplemente los valores asignados a cada una Piense ahora en todas las personas con las que
de las 18 respuestas para el cálculo de su puntaje del alguna vez haya trabajado. Piense, a continuación, en la
CMA. Si su puntaje llega a 73 o más, usted se persona con la que peor trabajaría. Esta persona puede
clasificará como una persona de alta CMA con un estilo ser o no ser aquella que más desagrado le haya
centrado en la relación. Un puntaje por debajo de 64 producido. Ha de ser una persona con la que haya
le identificará como una persona con baja CMA, tenido más dificultad en realizar un trabajo, aquella
señalando que su estilo está centrado en la tarea. Si persona con la que menos le gustaría trabajar -un jefe,
su puntaje se sitúa entre 65 y 72, usted se clasificará un subordinado o un igual-. A esta persona la
como una persona de CMA moderada. Los líderes con llamaremos "el compañero de trabajo menos apreciado"
CMA moderada presentan características propias de (CMA).
los estilos de alta y baja CMA. Tenga en cuenta que un
estilo no es mejor que el otro. Cada uno es el En la escala adjunta, describa a esa persona marcando
apropiado y el que se necesita en determinadas con una "x" el espacio apropiado.
8 7 6 5 4 3 2 1 Puntaje
Agradable Desagradable
Amigable Poco Amistoso
Rechazable Aceptable
Tenso Relajado
Distante Cercano
Frío Cálido
Ayudador Hostil
Aburrido Interesante
Pendenciero Armonioso
Deprimente Alegre
Abierto Cauteloso
Murmurador Leal
Poco confiable Confiable
Considerado Desconsiderado
Grosero Delicado
Agradable Desagradable
Hipócrita Sincero
Amable Rudo
Total de Puntos
24
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
25
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
1 2 3 4 5
1. Se preocupe de que los jugadores entrenen al máximo de sus
posibilidades.
2. Pregunte la opinión de los jugadores sobre la táctica que han de usar en
algunos partidos.
3. Ayude a los jugadores en sus problemas personales.
4. Felicite a un jugador delante de los demás por jugar bien.
5. Explique a cada jugador la técnica y la táctica del tenis.
6. Planifique los entrenamientos sin tener en cuenta las opiniones de los
jugadores.
7. Ayude a los jugadores a solucionar los problemas que hay en el grupo.
8. Preste especial atención a la corrección de los errores de los jugadores.
9. Tenga el apoyo de los jugadores antes de llevar a cabo aspectos
importantes.
10. Le diga a un jugador cuando ha hecho bien las cosas.
11. Se asegure de que sus funciones como entrenador las comprenden
todos los jugadores.
12. No tenga que dar explicaciones por sus decisiones.
13. Se preocupe por el bienestar personal de los jugadores.
14. Entrene individualmente con cada jugador la técnica del tenis.
15. Permita que los jugadores opinen cuando se toman decisiones.
16. Se asegure de que un jugador sea recompensado por jugar bien.
17. Planifique por anticipado lo que se tiene que hacer en el entrenamiento.
18. Anime a los jugadores a hacer sugerencias sobre como hacer los
entrenamientos.
19. Haga favores personales a los jugadores.
20. Explique a cada jugador lo que se debe y lo que no se debe hacer en el
entrenamiento.
21. Permita que los jugadores establezcan sus propios objetivos.
22. Exprese sentimiento de afecto y estima hacia los jugadores.
23. Confíe en que cada jugador cumpla con sus obligaciones hasta el más
mínimo detalle.
24. Permita que los jugadores hagan las cosas a su manera aunque se
equivoquen.
25. Anime al jugador a hablar abiertamente y a confiar en su entrenador.
26. Señale y entrene los puntos fuertes y débiles de cada jugador.
27. Se niegue a cambiar de opinión e imponga la suya.
28. Muestre su aprecio hacia un jugador cuando este juegue bien.
29. Dé instrucciones precisas a cada jugador sobre lo que se debe hacer en
cada situación.
30. Pregunte la opinión de los jugadores sobre asuntos importantes del
entrenamiento.
31. Tenga relaciones estrechas e informales con los jugadores.
32. Se preocupe de que el trabajo de los jugadores sea coordinado.
33. Permita que los jugadores entrenen a su “aire”.
34. Guarde las distancias y no se relacione mucho con los jugadores.
35. Explique de que forma cada jugador ayuda a que el grupo funcione bien.
36. Se relacione amistosamente con los jugadores fuera de la pista.
37. Reconozca el mérito de un jugador cuando se lo merece.
38. Especifique en detalle lo que espera de sus jugadores en el
entrenamiento.
39. Permita que los jugadores decidan la táctica que utilizarán en un partido.
40. Hable con un tono autoritario, sin dar opción a que los jugadores le
pregunten.
Fuente: Crespo, M., Balaguer, I., & Atienza, F. (1994). Análisis psicométrico de la versión
española de la Escala de Liderazgo para deportes de Chelladurai y Saleh.
Revista de Psicología Social Aplicada, 4(1), 5-23.
26
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Cuando entreno:
1 2 3 4 5
1. Procuro que las jugadoras se esfuercen al máximo
2. Pido la opinión de las jugadoras sobre la táctica a utilizar en determinados
partidos.
3. Ayudo a las jugadoras en sus problemas personales.
4. Felicito delante de las demás da una jugadora por su buen juego.
5. Explico a cada jugadora durante los entrenamiento las técnicas y tácticas del
deporte
6. Planifico sin pedir opinión a las jugadoras
7. Ayudo a las componentes del equipo a resolver sus conflictos.
8. Presto especial atención a la corrección de los errores de las jugadoras.
9. Consigo el visto bueno del equipo sobre asuntos importantes antes de actuar.
10. Le digo a la jugadora cuando ha hecho realmente bien las cosas.
11. Transmito claramente sus funciones como entrenador a las jugadoras.
12. No explico sus acciones.
13. Miro por el bienestar personal de las jugadoras.
14. Enseño individualmente a cada jugadora la técnica del deporte.
15. Dejo que las jugadoras participen en la toma de decisiones.
16. Procuro que una jugadora sea recompensada por una buena actuación.
17. Preparo y prevea lo que se debe hacer en los entrenamientos y partidos.
18. Animo a las jugadoras a que hagan sugerencias sobre como llevar a cabo los
entrenamientos.
19. Hago favores personales a las jugadoras.
20. Explico a cada jugadora durante el entrenamiento lo que se debe y lo que no se
debe hacer.
21. Permito que las jugadoras fijen sus propias metas.
22. Expreso cualquier sentimiento de afecto hacia las jugadoras.
23. Confío en que cada jugadora cumpla con su misión perfectamente.
24. Permito que las jugadoras hagan las cosas a su manera aunque cometan errores.
25. Animo a la jugadora a que tenga la confianza de hablar con su entrenador de sus
problemas personales.
26. Señalo y entreno los puntos fuertes y débiles de cada jugadora.
27. No transijo con otros puntos de vista diferentes a los suyos.
28. Expreso aprecio cuando una jugadora juega bien.
29. Doy instrucciones precisas a cada jugadora de lo que se debe hacer en cada
situación.
30. Pido la opinión de las jugadoras sobre asuntos importantes del entrenamiento.
31. Fomento relaciones estrechas e informales con las jugadoras.
32. Procuro que los esfuerzos de las jugadoras sean coordinados.
33. Permito que las jugadoras trabajen a su aire.
34. Me mantengo apartado de las jugadoras.
35. Explico de qué forma cada jugadora contribuye a la táctica colectiva.
36. Invito a las jugadoras a su casa.
37. Felicito a las jugadoras cuando se lo merecen.
38. Especifico con claridad lo que espera de sus jugadoras.
39. Permito que las jugadoras decidan las jugadas que se usarán en un partido.
40. Hablo de una manera tajante que no de lugar a preguntas.
27
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
28
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Capítulo 8
La comunicación en
el contexto deportivo
Antonio Hernández Mendo
Universidad de Málaga
Oscar Garay Plaza
IVEF-Universidad del País Vasco
Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes am-
bonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un gri-
mado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se
espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomaninaal
que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. y sin embargo era apenas el principio, porque en un
momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios.
Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto
era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los
esproemios del merpasmo en una subrehumítica agopausa. jEvohé! iEvohé! Volposados en la cresta del
murelio, se sentían balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se
resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los
ordopenaban hasta el límite de las gunfias.
4
Acerca de este capítulo, Marina (1998) afirma: "el límite de la tolerancia semántica es que la palabra siga sirviendo para comunicarse. La
literatura, que en cierta manera es siempre una transgresión lingüística, intenta ampliar todo lo posible su ámbito. Algunos escritores han
jugado a estar en el límite como (...) Cortázar (en) Rayuela. (Este capítulo) (...) trata de una escena de amor físico, irónicamente evocada
mediante habilidosas mezclas de sintaxis y palabras sabiamente deformadas" (p.45-46).
29
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
30
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
(a) la comunicación con el individuo, y (b) la Theodorson y Theodorson (1969) afirman que la
comunicación con el grupo. Con respecto al primer comunicación es la transmisión de información, ideas,
nivel, señalan que el respeto y la confianza recíproca actitudes, o emociones de una persona o un grupo a
son fundamentales en la comunicación. En el segundo otro (u otros) primariamente a través de símbolos.
nivel, el entrenador dedica una parte fundamental de
su tiempo a la discusión de problemas con el equipo, Rogers, Millar y Bavelas (1985, p. 175) afirman
afirmando que el carácter del equipo sufre que la comunicación es el “proceso por el cual los
modificaciones en función de los cambios de los miembros del sistema se definen a sí mismos en
deportistas componentes del mismo. relación al otro y simultáneamente crean la naturaleza
continua de sus relaciones”
Buceta (1998) señala que en aquellos deportes
en que es importante transmitir información e Pearson, Turner y Todd Mancillas (1993, p. 29)
interaccionar de forma coordinada entre los señalan la existencia de comunicación “siempre y
componentes de un equipo deportivo, resulta evidente cuando dos personas interactúen e, intencionadamente
la relevancia de las conductas influyentes en la o sin intención, negocien el significado de un
comunicación interpersonal. Para un deportista la determinado fenómeno”.
consecución de conductas relevantes de carácter no
verbal como verbal, en la situación preliminar Desde el punto de vista amplio, la
conveniente, ayuda a una mejora de su rendimiento. “comunicación ocurre cuando un organismo (la
Asimismo, si se logra la exclusión de comportamientos fuente) codifica una información en señales y
frecuentes de comunicación interpersonal negativos, y que pasa a otro organismo (el receptor) que
se remplazan por conductas idóneas se provocará decodifica las señales y es capaz de responder
también un aumento del rendimiento. adecuadamente” (DeFleur, 1993, pág. 10). Esta
definición también se puede emplear para las
Con respecto al proceso de comunicación en el relaciones existentes en el mundo animal. No
tenis de dobles, Loehr (1990, p. 149-150) expresa la obstante, el ser humano se diferencia del resto
relevancia de la misma mediante este texto: “La de los seres vivos por la mayor variedad y
definición estándar de un buen jugador de dobles no abstracción en la capacidad de comunicación. En
suele incluir ninguna referencia a habilidades este sentido Serrano (1992, p. 38) afirma que
emocionales o comunicativas, aunque sean factores “denominamos comunicación al proceso por el
críticos para el éxito. (...)Un buen jugador de dobles es cual, unos seres, unas personas, emisor y
aquél que puede leer en su compañero y que es capaz receptor(es), asignan significados a hechos
de comunicar con efectividad a éste los mensajes, producidos y, entre ellos, muy especialmente al
tanto verbales como tácitos que mejoren su comportamiento de los otros seres o personas”.
rendimiento. La comunicación de mensajes correctos a También Rodríguez Ribas y Sosa (1994,
un compañero exige una comprensión básica del p. 159) señalan que “existe un sistema de
mismo”. comunicación (lo cual presupone un código) si
encontramos una convención social que necesita
signos”. Estos autores afirman que existe
Concepto y componentes de la comunicación comunicación en el caso de creación de
expresiones en un sistema de significación.
Concepto de comunicación Añaden, también, que el proceso de
comunicación se muestra mediante la presencia
Los trabajos y revisiones críticas sobre la de una regla, de la cual existe un
comunicación han sido numerosos. Una gran cantidad reconocimiento en el ámbito social y que,
de autores han tratado sobre este fenómeno. En este además, desde un punto de vista cronológico,
apartado se realizará un breve repaso del concepto de precede al proceso.
comunicación. La afirmación de Osgood, Suci y
Tannembaum (1957) resulta reveladora, existe Marroquín y Villa (1995, p. 23) afirman que la
comunicación dondequiera que un sistema, una fuente, comunicación es “el proceso interpersonal en el que los
influye sobre otro –el destinatario-, mediante la participantes expresan algo de sí mismos, a través de
manipulación de símbolos alternativos que pueden ser signos verbales o no verbales, con la intención de influir
transmitidos a través de un canal que los conecta. Por de algún modo en la conducta del otro”.
su parte, Gerbner (1967), en investigación de los
modelos de comunicación, afirma que la comunicación Por su parte Smith (1995, p, 33) define la
puede definirse como la interacción social por medio comunicación como “el proceso a través del cual un
de un mensaje. conjunto de significados que han tomado cuerpo en
mensaje es trasladado a una o varias personas de tal
31
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
manera que el significado percibido sea equivalente a Posteriormente, se analizarán diversos modelos
lo que los iniciadores del mensaje intentaron”. de comunicación, en los que se revisaran sus elementos
constitutivos. Así, por ejemplo, en el modelo de Shannon
Hervás (1998, p.12) define la comunicación y Weaver (1949), compatible con el modelo aristotélico,
como “el acto mediante el cual una persona o aparecen los cinco componentes siguientes: (a) la
personas transmiten a otra u otras, y por cualquier fuente, (b) el receptor, (c) la señal, (d) el receptor, y (e)
procedimiento, mensajes de contenido diverso, el destino.
utilizando intencionadamente signos dotados de
sentido para ambas partes, y por el que se establece En definitiva, podemos considerar que los
una relación que produce unos efectos”. elementos necesarios en un proceso comunicativos son:
(a) fuente, (b) codificador/decoficador, (c) mensaje, (d)
Parlebas (1981), en el ámbito deportivo, canal y (e) receptor. Hay otros elementos que influyen
expresa que la comunicación ocurre durante la en el proceso comunicativo pero que no son necesarios.
realización de una tarea motriz, el comportamiento
motor de un participante influye de una manera Con respecto a la relación y significación,
observable en el comportamiento motor de uno o más Rodríguez Ribas y Sosa (1994) manifiestan que en el
del resto de los participantes”. proceso comunicativo, una señal parte de la fuente,
atravesando un transmisor, utilizando un canal y
A modo de síntesis podemos considerar la llegando a un destinatario. De acuerdo con esto, en un
comunicación como un proceso de interacción social, proceso de Comunicación es necesario el cumplimiento
de carácter verbal o no-verbal, con intencionalidad de de las condiciones siguientes:
transmisión y que puede influir, con y sin intención, en
el comportamiento de las personas que están en la 1. La relación de las señales con reglas de las
cobertura de dicha emisión. que el receptor posee conocimiento (p. e.
en el tenis, la maniobra de “cruce”
Con respecto a los componentes de la solamente es válida en el terreno donde
comunicación, Aristóteles expuso en su Retórica8 desarrolla la acción de juego el equipo de
que se ha de tener en cuenta tres elementos en la dobles, no poseyendo valor en otras
comunicación: el orador, el discurso y el auditorio. situaciones).
Según Berlo (1987), son seis los elementos
fundamentales de la comunicación: (a) fuente, (b) 2. El ser humano resulta ser el receptor de la
encodificador, (c) mensaje, (d) canal, (e) señal (p. e. el compañero del jugador que
decodificador, y (f) receptor. En el caso de la desempeña el rol de sacador emite la señal
comunicación cara a cara, la fuente y el encodificador, de la maniobra de “cruce” a su compañero
así como el receptor y el decodificador pueden ser o destinatario, el servidor).
agrupados.
3. La interpretación de la señal realizada por el
Para McQuail y Windhal (1997), de una forma destinatario (p.e. el sacador interpreta que
muy general, la comunicación conlleva la existencia de el compañero ocupará el lado del jugador
varios componentes: (a) un emisor, (b) un canal, (c) que saca, mientras que éste último ocupará
un mensaje, (d) un receptor, (e) una relación entre el el espacio que deja libre su compañero).
emisor y el receptor, (f) un efecto, (g) un contexto en
el que se genera la comunicación, y (d) una serie de 4. La capacidad significante que posee la señal
aspectos relativos a los “mensajes”. En algunas con la condición de que existe paso de
ocasiones, no siempre, se da la existencia de una información (p. e. algunos movimientos en
intención o un propósito de “comunicar” o “recibir”. el tenis de doble pueden indicar: “la mejor
Para estos autores, la comunicación es capaz de ser cobertura del espacio de juego”).
cualquiera de las siguientes materias o el conjunto de
ellas: Por otra parte, está claro que no existe
funcionamiento de un sistema comunicativo entre
1. Una reacción sobre otros. humanos si no se encuentra un sistema de significación.
2. Una interacción con otros. Además, debido al hecho que un sistema de significación
3. Una reacción a los otros. puede funcionar por sí mismo se trata de una
construcción semiótica autónoma. Es necesario hacer
hincapié en que el propósito del proceso de
comunicación es la producción de signos, mientras que
8
La definición dada por Aristóteles al estudio de la (comunicación) el del sistema de comunicación es el manejo en un
retórica, era la búsqueda de “todos los medios de persuasión que
tenemos a nuestro alcance”.
código.
32
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
La revisión de la literatura nos lleva a asumir al menos de aquellos sobre los que hay acuerdo entre
la existencia de ciertos axiomas de la comunicación9. los distintos autores.
Pearson y col. (1993, p. 33-46) establecen los
siguientes: 1. Emisor y Receptor
33
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
utilizando, para ello, un código común para las emplea en numerosos modelos de comunicación11. Para
personas que participan en el acto comunicativo McQuail y Windhal (1997, p. 34) el feedback hace
referencia a “cualquier proceso mediante el cual el
3. Codificación y descodificación comunicador obtiene información acerca de si, y cómo,
el pretendido destinatario ha recibido de hecho el
Berlo (1987, p. 33) define el código como mensaje”. Esta información puede favorecer la variación
“todo grupo de símbolos que puede ser estructurado de la conducta de comunicación ulterior. Por ejemplo, en
de manera que tenga algún significado para alguien”. una comunicación que se desarrolle cara a cara entre
Para Hervás (1998, p. 14), el código es “el conjunto de dos personas puede manifestarse en modo de
signos y reglas que se emplean y combinan”, o preguntas, contestaciones, etc. Para Serrano (1992, p.
también, “el conjunto de conocimientos comunes que 44), el feedback representa “una información
poseen el emisor y el receptor”. Desde una óptica procedente del receptor como respuesta al mensaje
motriz, Parlebas (1981, p. 20) define el código como recibido y que tiene una influencia sobre el
“el sistema de signos y de sus combinaciones comportamiento subsiguiente del emisor original”.
producido y/o interpretado por los sujetos actuantes”. Además, afirma que no todas las respuestas son
retroalimentación. De acuerdo a Hervás (1998, p. 15),
En ocasiones, los autores de modelos de se denomina retroalimentación de la comunicación a “la
comunicación reseñan dos procesos, el de “codificar” respuesta del mensaje”, o también, “la información que
(el emisor realiza esta tarea) y el de “descodificar” (el proviene, en retroceso, del receptor al emisor
receptor efectúa esta labor). Para McQuail y Windhal (transmisor) y le indica a éste cómo se desarrolla su
(1997, p. 33), codificar se produce cuando “el mensaje mensaje”. Berlo (1960, p. 11-12), señala que no existe
es traducido a un idioma o código adecuado para los comunicación si el receptor no se mueve como producto
medios de transmisión y los destinatarios pretendidos”. de ese acto. De los tres fines que se puede plantear el
Serrano (1992: 38) expresa la codificación como emisor en un acto comunicativo -transmitir, significar
“proceso de producción de mensaje por el emisor”, (querer decir o ser entendido) y afectar (Smith, 1995, p.
mientras que el término “descodificar” significa “la re- 35), -sólo los dos primeros son significativos cuando se
traducción del mensaje con el fin de extraer su lleva acabo un análisis de la comunicación.
significado” (McQuail y Windhal, 1997, p. 33). Para
Serrano (1992, p. 38), "la decodificación es el uso del Podemos considerar la retroalimentación como
código por el receptor para interpretar el mensaje”. Si la información consecuente a la comunicación, y que
se analiza una conversación entre dos personas, el permite que el emisor original cambie, modifique o
mecanismo del habla ejerce la función codificadora, altere las subsiguientes comunicaciones y/o
mientras que en una comunicación no verbal son los comportamientos en función de las influencias ya
músculos que posibilitan la realización de los gestos, producidas o que se tiene intención de producir en el
etc., aquellos que realizan esta función. Asimismo, la entorno comunicativo.
función descodificadora se lleva a cabo gracias a los
sentidos del oído y de la vista. 5. Contexto
Al igual que emisor y receptor eran funciones Para Serrano (1996), el contexto contiene un
intercambiables en las personas, así grupo de factores de carácter psicológico, sociológico y
codificación/decodificación -procesos subyacentes a físico conformadores del entorno en que se desarrolla el
tales roles- son procesos complementarios y acto (relación + transmisión) comunicativo. Dentro del
necesarios en el hecho comunicativo que permiten contexto se contemplan el contacto, el referente y el
adecuar el código al medio físico del canal y a los entorno ecológico, biológico, sociológico y psicológico de
órganos de los transmisores y de los receptores. la relación. Existe la posibilidad de empleo del contexto
como término vectorial. Según esta idea, se trataría de
4. La retroalimentación un vector obtenido mediante la composición de dos
vectores cuyo origen es el mensaje y con las direcciones
Dos pilares básicos del proceso comunicativo siguientes: la primera, hacia los elementos que se
son la relación entre seres y la transmisión de un ponen en relación y la segunda, hacia la realidad. Para
mensaje. Los elementos participantes en este proceso Ruesch (1981), el contexto en que tiene lugar la
y que realizan una función de conexión entre la comunicación se resume en el nombre proporcionado
relación y la transmisión son el feedback y el contexto por las personas a cada situación social concreta, siendo
(Serrano, 1996). ésta de importancia tanto para el participante que desea
11
El concepto de feedback (realimentación o Este hecho se comprobará en el apartado específico de este
retroalimentación) tiene un origen cibernético y se capítulo.
34
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
comunicarse como para el científico que trata de englobados todos los elementos del grupo.
conceptualizar el proceso de comunicación. Según 4. Cíclico: Cuando ak1, ak2,..., akn, son diferentes y
Hervás (1998, p.20), el contexto es “el conjunto de akp = ak1.
datos y circunstancias que condicionan o rodean al
mensaje, al emisor, receptor, receptor,...”. Por canal de comunicación podemos considerar
el medio a través del cual se propaga la comunicación,
Podemos considerar por contexto de en un sentido lato del término, también se considerarían
comunicación la relación e interrelación que se a las personas que transmiten una comunicación ajena
producen entre todos los factores y elementos que
están presentes y afectan la comunicación o son 7. Comunicación intencionada y
afectados por ella. comunicación indicadora
35
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
cuales son transmitidos los mensajes. (...). La red es, grupal. El número de redes de comunicación utilizadas
por tanto, una estructura a priori de las en investigaciones de naturaleza experimental es de 23.
comunicaciones en un grupo” y define la estructura de De ellas, cuatro corresponden a las redes de tres14
la comunicación como la “organización de los personas, seis a las redes de cuatro15 y doce a las redes
intercambios reales entre miembros del grupo, con de cinco16.
vistas a realizar una tarea dada”... Martínez Torvisco
(1998: página 118) Mann (1997, p. 48) afirma que la A continuación se presentan las redes
estructura de comunicación hace referencia a “la red o comunicativas (Figura 3). Siguiendo el ejemplo anterior,
patrón de canales de comunicación entre los miembros hemos considerando las que son de aplicación en el
del grupo”. tenis de dobles.
a2 a3
a4
36
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
La red de comunicación motriz que se presenta, por ejemplo, en el tenis de dobles es una red circular con
sentido único. Esta red de comunicación motriz aparece dibujada en la Figura 4.
A1 B1
A1 B1
A2 B2
B2 A2
Red
37
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
38
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Debido a lo expresado anteriormente sobre coordinador, aparece en los grupos organizados. Esta
complementariedad se deduce que el grado en que la especialización conlleva un empobrecimiento en la
información adquirida por un individuo determinado percepción. Asimismo, se ha de subrayar que donde
sea completa, disminuye con cualquier incremento en entran en contacto dos grupos, la información sobre la
la complejidad y diferenciación del sistema. La que fundamentan la descripción del otro grupo (o
atribución a cada individuo de funciones exogrupo) es de carácter rígido, estereotipado y
especializadas, bien sea de observador, transmisor o proyectivo.
Equipos
Equipos
B
universitari
universitarios
Deporte enen
os
Deporte Club
la industria
la industria
Ejercito
Ejérci
Grupos
Grupos
deportivos Escuela
deportivo
recreativos
s
(privados)
recreativo
En la Tabla 2 aparecen expresados los diferentes niveles grupales junto con las características de los
elementos de la comunicación según Ruesch y Bateson (1984).
39
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
40
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Modelos teóricos en el proceso comunicativo teórica. Hervás (1998) indica que el objeto de la Teoría
de la Información es el estudio de la capacidad que
Hervás (1998) señala tres modelos que poseen algunos seres vivos de relacionarse con otros
explican el fenómeno de la comunicación tales como la intercambiando información. Está interesada en explicar
Teoría de la Información o Teoría de la Comunicación, cómo el ser vivo controla su entorno mediante la
que se ocupa de la transmisión física de las señales, información.
aparte de otros conceptos, la Semiología de la
Comunicación, que examina los códigos y los sistemas De acuerdo con esto, las características de esta
de signos, y la Pragmática de la Comunicación, cuyo teoría son las siguientes:
propósito principal es el análisis de la dinámica de las
relaciones emisor-receptor. 1. Se considera un “saber”, a través de la
investigación en el conjunto de las
Millar (1989) establece una diferencia interacciones existentes entre los seres
significativa entre el concepto de comunicación vivos.
tradicional y el de la Pragmática, la importancia
diferente atribuida al emisor y al receptor. La ubicación 2. Se trata de una “teoría” posible, que se está
del foco para la decisión de la existencia de construyendo, cuestionándose temas como
comunicación se convierte en una cuestión totalmente el objeto, el modo y la causa de la
diferenciadora de las dos ópticas de la comunicación. comunicación.
Así, en la primera perspectiva, comunicación
tradicional, el foco estaría colocado, de forma 3. Representa un “proceso” complejo, donde
fundamental, en el emisor, siendo los propósitos de actúan elementos de distinta índole como
conciencia de este órgano los determinantes de la por ejemplo, los agentes, las herramientas
posibilidad de hablar de comunicación. Por el de la comunicación.
contrario, en la segunda óptica, la Pragmática, se
subraya el receptor, las consecuencias del mensaje en 4. Los “componentes” determinan relaciones
este órgano. Álvarez Núñez (1999), señala que esto mutuas y precisas (tanto en el espacio como
supone una verdadera revolución, centrar el foco de en el tiempo) con vistas a posibilitar la
atención en el receptor, determinante de la valía real y comunicación.
significado de lo transmitido.
La Teoría de la Comunicación presenta
Desde el punto de vista de la Pragmática, el preferencia por los aspectos del contenido (y el modo de
papel primordial del receptor en el proceso de decirlo) más que por el deseo y el propósito de la
comunicación se muestra en los dos aspectos persona que comunica. No obstante, también trata de la
siguientes: ambigüedad y la entropía18 del mensaje.
41
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
realizar la suposición de que un observador en la Figura 1 mediante los sectores del cono. De este
“extrahumano” efectúa la observación de las modo, a nivel intrapersonal (primer nivel), las
comunicaciones humanas desde una ubicación externa demarcaciones de la visión son ella misma y las
a los sistemas sociales que se investigan. La Figura 1 diferentes funciones comunicativas de su interior. A nivel
esquematiza la imagen posible desde esa posición. De interpersonal (nivel segundo) dos personas se extienden
esta manera, se supone que el observador humano en el campo perceptivo, mientras que a nivel grupal
puede focalizar su atención en los diferentes asuntos (nivel tercero) muchas personas lo ocupan y a nivel
comunicativos poseyendo gran ampliación, aunque con cultural (nivel cuarto) una multitud de grupos lo hacen.
su aparato perceptivo siempre igual. Es posible asociar
este hecho con la analogía relativa al campo visual De acuerdo a Ruesch y Bateson (1984), el foco
observado en un microscopio al mirar a su través. de atención del observador humano no está estático,
Dependiendo de la ampliación empleada existirá un sino que es, más bien, un fenómeno oscilante. La
mayor o menor detalle del campo, disminuyendo el comunicación se manifiesta con una dinámica extrema,
área del campo conforme al incremento del poseyendo una elevada rapidez tanto en la
ensanchamiento. Análogamente, al examinar la transformación de niveles como en el de funciones que
comunicación, un ser humano puede poseer un campo parten de la evaluación llegando hasta la transmisión y
determinado únicamente en cada instante. conducción. Según estos autores, es necesario que la
Dependiendo de si focaliza en colectividades de ubicación del científico como observador esté
tamaño reducido o extenso observará un mayor o establecida de modo continuo, lo que conlleva el
menor detalle en las funciones. En consecuencia, la esclarecimiento de los niveles operativos, así como una
inferencia extraída es que los procesos de recepción, identificación de las funciones que tiene en el interior de
evaluación y transmisión son posibles de observar a un sistema de comunicación. La situación social o el
cuatro niveles de organización (personal, contexto de la comunicación estarán establecidos por el
interpersonal, de grupo y cultural). El esquema de lugar donde se ubica el observador.
estos distintos procesos de comunicación se presenta
r
NIVEL IV
s NIVEL III
e
NIVEL II
NIVEL I
OBSERVADOR
c = canal r = recepción
42
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
43
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
EJEMPLOS DE
MODELOS
CORRIENTES MODELOS DESCRIPCIÓN BÁSICA
GENERALES
PARTICULARES 19
Los receptores son sujetos que
Modelo de uso y presentan actividad, capaces de
gratificaciones emplear los medios en función de
“sus intereses”
Se fundamenta en la noción de
equilibrio cognitivo, relativa a la
Modelo de la espiral
inclinación presentada por las
del silencio o modelo
personas para eludir el aislamiento de
de Noelle-Neuman
sus contenidos cognitivos con
(1974)
relación a los grupos de los cuales
son miembros o están referidos
Es el proceso anterior preciso para a
creación de la emisión del mensaje y
el acto de la comunicación o
incomunicación.
1. Empírico-analítica Modelo de la agenda
El objetivo es realizar un sesgo del
flujo de estímulos que por los medios
de comunicación alcanza los
receptores
Los sujetos están supeditados a
campos topográficos de información
desiguales, implicando que la
información procesada, almacenada y
Modelo de la retenida no es igual en un proceso
hiperespecialización y acumulativo, que crea una
el distanciamiento desigualdad cada vez mayor y, por
tanto, una separación en los
aspectos relativos al conocimiento e
información comparando los diversos
grupos sociales entre sí
19
El símbolo (*) indica que el modelo correspondiente se estudiará posteriormente en mayor profundidad.
44
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
EJEMPLOS DE
MODELOS
CORRIENTES MODELOS DESCRIPCIÓN BÁSICA
GENERALES
PARTICULARES 19
Modelos derivados
de la fórmula de
Lasswell* (1948)
Modelo de Shannon
y Weaver* (1949)
Modelos básicos
Modelo de DeFleur
*(1966)
Modelo de Osgood y
Scramm* (1957)
Modelo de Dance*
(1967)
Modelo de Gerbner*
(1956)
2. Teórico- Modelo de Heider
sistemáticas (1946)
Modelo de
Newcomb* (1953)
Modelo de Osgood y
Modelos derivados Tannenbaum
del equilibrio (1955)
cognitivo Modelo de
Festinguer (1957)
Modelo de McLeod y
Chaffee (1973)
Desde un punto de vista social se puede hablar hora de la utilización de los modelos se observan ciertos
de la existencia de dos clases de modelos de riesgos. Cuando se lleva a cabo el análisis, no existe un
comunicación: los circulares y los lineales. Se trata de modelo utilizable para todos los objetivos y todos los
dos concepciones muy distintas de la comunicación. niveles. Por ello, la elección del modelo conveniente es
Por un lado, la responsable de la efectividad, en el una cuestión significativa para la investigación que se
caso de los modelos lineales fundamentalmente es pretenda desarrollar.
una “perfecta expresión” del emisor, mientras que en
el del modelo circular, se considera, sin embargo, que Por otra parte, según McQuail y Windhal (1997),
es una “perfecta comprensión”, que el emisor tiene la en el seno de una estructura específica de relaciones los
obligación de garantizarla (Lucas Marín y col., 1999). actos de comunicación asumen formas predecibles o
recurrentes, y acarrean efectos para esta estructura.
De acuerdo a McQuail y Windhal (1997), a la Además, no son susceptibles de ser observadas en un
45
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Figura
Figura 6: La6:Fórmula
La fórmula
de de Lasswell
Lasswell conconlosloselementos
elementoscorrespondientes
correspondientes
deldel proceso de
comunicación
proceso de comunicación (Lasswell, 1948) (Lasswell, 1948)
Primordialmente el uso de esta fórmula ha Laswell, añadiéndole los dos aspectos siguientes del
sido dirigido a la organización y estructuración de los acto de comunicación: “(a) las circunstancias en las que
estudios relativos a la comunicación (Riley y Riley, se envía un mensaje, y (b) el propósito con que el
1959), citados por McQuail y Windhal (1997). comunicador dice algo” (McQuail y Windhal 1997). La
representación gráfica sería la Figura 7.
Bradock (1958) perfecciona el modelo de
46
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Señal
Mensaje Señal recibida Mensaje
Fuente de
Receptor
Transmisor Destino
información
Fuente de
ruido
Figura 8. Modelo
Figura dede
8. Modelo Shannon
Shannony yWeaver
Weaver(1949).
(1949). (McQuail
(McQuail yy Windhal,
Windhal, 1997, p.45).
1997, p.45).
CÓDIGO
CONTEXTO
(REFERENTE)
Figura 9. Esquema de comunicación de Jakobson (1961). (Loscertales y Gómez Delgado, 1998, p. 252).
47
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Instrumento de difusión
(“mass medium”)
Ruido
Instrumento de
“feedback”
Figura 10. Adaptación del modelo de Shannon y Weaver por DeFleur (1970).
(McQuail y Windhal, 1997, p.46).
48
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Mensaje
Descodificador Descodificador
Intérprete Intérprete
Codificador Codificador
Mensaje
Frente a una imagen “congelada” del proceso Figura 12. Modelo en espiral de Dance (1967).
(McQuail y Windhal, 1997, p.49).
20
Dance (1967) señala que se realiza un círculo cuando, en
realidad, estrictamente hablando es una circunferencia.
49
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Dimensión perceptiva
Relación entre el agente
que comunica y el
conjunto de los
M acontecimientos
A1
Selección A
Contexto
Disponibilidad Acontecimiento
Canales
Control
Medios
E A
Forma Contenido
50
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
citado por McQuail y Windhal (1997). La teoría del Como consecuencia la comunicación es una
equilibrio Heider formulaba que en el supuesto de que respuesta que se aprende en una situación de tensión.
dos personas tuvieran una actitud de estima o Por tanto, cuando aparecieran condiciones de
menosprecio mutuos o con respecto a algún objeto incertidumbre y desequilibrio, la presencia de una
externo, ciertas pautas de relación estarían mayor actividad comunicativa sería más razonable.
equilibradas, mientras que otras estarían
desequilibradas También, en el supuesto de equilibrio, El modelo resultaría un triángulo (Figura 10),
existiría una resistencia al cambio por parte de ambos, cuyos vértices respectivos simbolizan los individuos A y
mientras que en el caso de desequilibrio, se B y al objeto X que se encuentra en su entorno común.
manifestaría un intento de restablecimiento del Existe una orientación mutua de un individuo hacia el
equilibrio “cognoscitivo”. otro. Asimismo, se observa una orientación de ambos
con relación a X. De esta manera, la comunicación se
comprende como un proceso que sustenta la
El postulado de Newcomb establece una estructura de la orientación, ya que se produce un
“tendencia a la simetría”, que conllevaría un mantenimiento o una mejora de la simetría de la
ensanchamiento a través de la comunicación en el relación entre los tres elementos al transmitir
campo de concordancia. Este autor afirmó que La información sobre todo cambio producido, y al
comunicación desempeña la función esencial de posibilitar la realización de reajustes. Fundamental-
capacitar a dos o más individuos para que mantengan mente, el modelo expresa que en el caso de que las
una orientación recíproca simultánea entre ellos y con condiciones lo admitan, la tensión hacia la consistencia
respecto a los objetos del entorno exterior (Newcomb, de la actitud realizará un desarrollo de la
1953). comunicación.
A B
51
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
LINEAL CIRCULAR
Ida y vuelta de contenido.
Transporte.
Comprensión =
ASUNCION BASICA Expresión efectiva =
Comunicación efectiva.
comunicación efectiva.
Conecta con una predisposición
Hace precisos al dar la
natural.
VENTAJAS información.
Es más precisa la comunicación.
Une comunicación y acción.
Hace creer que la comprensión
Confunde la comunicación con la
lleva al acuerdo.
información.
Hace a la comprensión el fin de la
INCONVENIENTES Se ve al receptor como pasivo.
comunicación.
Se ven los mensajes como
Lentitud.
significados.
Sobre el emisor y receptor.
Sobre la audiencia:
EFECTOS Modelo E ↔ R
Modelo E → R
Lasswell (descriptivo).
Schramm (personal y de masas).
AUTORES Shannon y Weaver
DeFleur (simultáneo).
(matemático).
Tabla 2. Resumen de modelos de transmisión de información.
Lucas Marín y col (1999, p. 76).
52
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
verbal es el producto de cuatro ramas diferentes del que la comunicación posee una naturaleza analógica
conocimiento: la Psicología, la Psiquiatría, la presenta mayor universalidad.
Antropología, y la Etología. Diversos autores (por
ejemplo: Roncin, 1989; Thiel, 1991; Pease, 1997; La comunicación lógica presenta algunas
Fast, 1998; González Ramírez, 1998; Wainwright, características tales como:
1998; Pacori, 1999; Rebel, 2000) utilizan el término de
“lenguaje corporal” para denotar el tipo de lenguaje 1. Utilización de las palabras.
que acompaña al cuerpo humano. Rebel (2000)
expone tres formas de origen del lenguaje corporal: 2. Las funciones primordiales son la
descripción de cosas y la realización de
1. Transmisión genética: Incluso antes del afirmaciones.
nacimiento se manifiestan movimientos
hacia delante y atrás que realiza el feto de 3. Presenta coordinación realizada por medio
seis semanas con sus extremidades. de reglas precisas con objeto de generar y
comprender los mensajes.
2. Mediante adquisición: La sociedad y los
factores del ambiente influyen en el 4. Exhibe un carácter exclusivo de capacidad
mismo. para la expresión de conceptos, a
ofreciendo una denominación y
3. Mediante aprendizaje: Por la educación o representación de los objetos, instantes y
utilizando un aprendizaje consciente y personas que pueden estar distantes tanto
voluntario. espacialmente como temporalmente.
Conviene señalar que, aunque el desarrollo de Por otra parte la comunicación analógica
la comunicación no verbal es reciente, ésta posee un presenta las siguientes características:
origen que se remonta a tiempos remotos, habiendo
llegado a implicar a que el hombre haya sobrevivido en 1. La utilización de diversos elementos tales
algunos momentos. como los gestos, expresiones, los sonidos,
etc.
El concepto de comunicación no verbal es uno
de los peores definidos de la Semiótica. Una de las 2. La creación de una relación de semejanza
concepciones más extendidas que considera que o de pertenencia entre la señal no verbal y
CNV=C-L (comunicación no verbal=comunicación– aquello a lo que se hace referencia
lenguaje) es torpemente negativa, simplista, y (principio de analogía).
obscurantista (Sebeok, 1977; Poyatos, 1987). Kendon
(1981), revisa la aparición del término, sus 3. La imposibilidad de abstracción de toda
demarcaciones y consecuencias. Además, ofrece una comunicación del sistema analógico.
explicación sobre la no-necesidad de intencionalidad
del comportamiento con vistas a lograr comunicación. 4. La manifestación de un carácter de
Para Watzlawick y Weakland. (1977), la comunicación distensión, debido a que posibilita desatar
se considera como un todo integrado. Por tanto, no es emociones.
una cuestión trascendental la contraposición entre la
comunicación verbal (CV) y la comunicación no-verbal Schulman y Penman (1992) consideran que la
(CNV). Con la misma opinión Knapp (1995) expone la característica prototípica de la CNV es más analógica
imposibilidad de estudiar la comunicación no verbal que digital en la forma (esto explica la dificultad de
separarla del proceso global de comunicación. traducir mensajes no verbales a verbales y viceversa).
Asimismo, según Loscertales y Gómez Delgado (1998), Además la CNV necesita menor aprendizaje, no puede
únicamente por razones excepcionales se puede expresar relaciones de carácter lógico (no hace uso de
apartar “lo verbal” de “lo no verbal” en la vida real. la lógica lingüística22).
Schulman y Penman (1992), afirman que no presenta
una lógica rigurosa, hablar de sistema de Por otra parte, a la vez, desde un punto de vista
comunicación no verbal, puesto que únicamente es un de su potencialidad, manifiesta mucho mayor grado de
constituyente (si bien, fundamental) del conjunto del ambigüedad, debido al hecho de que no se verifica la
sistema de comunicación. existencia desde un punto de vista de la cultura de
convenciones de índole explícito y precisamente definido
Pacori (1999), considera que la CNV es de
carácter analógico, mientras la CV es de índole lógica. 22
Se puede verificar la imposibilidad de traducir expresiones que
Según Marroquín y Villa (1995), debido al hecho de emplee construcciones del tipo “bien...bien” o “si..., entonces...”
53
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
con vistas a la interpretación de sus significados. comunicación no verbal como “aquella que acompaña en
Asimismo, se manifiesta que no existe una la comunicación al lenguaje verbal (gestos, posturas,
equivalencia obligatoria entre el par: comunicación etc.), que comunica, manifiesta algo sin ser lenguaje”.
lógica23 y comunicación analógica24, respectivamente y
la díada: CV y CNV. Para Rebel (2000: página 117) la comunicación
no verbal se entiende como “la comprensión
Como se observará más adelante, existe un mediatizada y /o mediatizada entre los seres vivos con
abundante número de autores que ofrecen diferentes toda clase de medios no lingüísticos”.
clasificaciones de la comunicación no verbal. A modo
de ejemplo, se pueden señalar las divergencias
observadas en autores como Ekman y Friesen (1969) y Características generales
Duncan (1969). Para aquellos, dentro del de la comunicación no verbal
comportamiento no verbal se incluiría todo movimiento
o posición facial y/o corporal, mientras que para éste Aparte de la heterogeneidad, la variedad y una
último, comprendería el paralenguaje, cinesia, extraordinaria complejidad de los aspectos no verbales
proxémica, olfacción, sensibilidad de la piel al toque y de la comunicación, Serrano (1992) expone unos rasgos
a la temperatura- e incluso la utilización de artefactos. más característicos de la misma:
Duncan introduce la expresión facial, el movimiento
ocular, y las posturas, en el comportamiento cinésico o 1. Por regla general, la comunicación no verbal
movimiento del cuerpo. Corraze (1986) considera presenta una relación de carácter
comunicaciones no verbales en vez del término CNV. interdependiente con respecto a la
Entiende por comunicaciones no verbales el conjunto interacción verbal.
de medios de comunicación que existen entre
individuos vivos que no utilizan el lenguaje humano o 2. Los mensajes no verbales, frecuentemente,
sus derivados no sonoros (escritura, lenguaje de los son más significativos que los mensajes
sordomudos, etc...). verbales.
54
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Rebel (1999), sintetizando los análisis de referencia al cuerpo, en los cuales se puede localizar
Laban y Hall (1981) afirma que los elementos básicos estos tres tipos de lenguaje, que se pueden
del lenguaje del cuerpo son: (1) Espacio, (2) Tiempo y esquematizar en la Tabla 6.1:
(3) Energía. Y distingue tres contextos, tomados con
ELEMENTOS
MANIFESTACIONES EN
BÁSICOS DEL EN EL EXTERIOR DEL
EL INTERIOR DEL PRÓXIMO AL CUERPO
LENGUAJE DEL CUERPO
CUERPO
CUERPO
Percepciones de las 1.Direcciones: 1. Configuración espacial
dimensiones del espacio de 1.1. Visuales. mediante elementos
tres formas: 1.2. Del movimiento sin móviles y estáticos.
1. Dilatación y cambio de la posición. 2. Comportamiento
contracción. 1.3. Del movimiento con espacial.
2. Movimiento- cambio de la posición en
contramovimiento- rectas o curvas:
equilibrio adelante-atrás, arriba-
3. Balance (sentido abajo, derecha-izquierda,
muscular y diagonal
equilibrio)
2. Planos:
2.1. Desplazamiento del
Espacio centro de gravedad:
centro, elevado, bajo.
2.2. Desplazamiento del
centro de gravedad:
centro, elevado, bajo.
2.3. Plano frontal: elevado-
bajo, derecha-izquierda,
diagonal.
2.4. Plano horizontal:
derecha-izquierda,
adelante-atrás, diagonal.
2.5. Plano sagital: arriba-
abajo, adelante-atrás,
diagonal.
Por medio del ritmo El ritmo interno se expresa Mediante relojes o
respiratorio, cardíaco y del mediante gesticulación y divisiones del tiempo.
pulso el ser humano sufre mímica de las siguientes
ritmos que poseen mayor o formas:
menor velocidad, que 1. Ritmos libres
presentan distintos (irrepetibles,
posibilidades de: irregulares).
1. Aceleración del 2. Ritmos conformados
Tiempo ritmo. (repetibles de modo
2. Deceleración. semejante).
3. Regular.
4. Irregular.
5. Métrico.
6. Fluido.
7. Interrumpido.
8. Simultáneo.
9. Consecutivo.
Sentimiento de las Los actos y acciones pueden En función de la
polaridades de las ser seguidas mediante distancia cambian las
intensidades altas y bajas actividades del esqueleto, de relaciones de tensión
del rendimiento en la los tendones, de los con referencia a las
circulación y los nervios, y músculos, cuando se realiza otras personas.
sus consecuencias en el su tensión y su distensión en
Energía
impulso motor. ciertas condiciones espaciales
y temporales, lo que desata
el sentimiento sobre la
pesadez o ligereza.
Las acciones impulsivas
básicas y cualidades dinámicas
55
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
ELEMENTOS
MANIFESTACIONES EN
BÁSICOS DEL EN EL EXTERIOR DEL
EL INTERIOR DEL PRÓXIMO AL CUERPO
LENGUAJE DEL CUERPO
CUERPO
CUERPO
del movimiento:
1. Presión.
2. Palmoteo.
3. Empuje.
4. Balanceo.
5. Torcimiento.
6. Palpación.
7. Azotamiento.
8. Deslizamiento.
Tabla 6.1. Componentes básicos del lenguaje corporal y sus manifestaciones en tres contextos
que poseen referencia el propio cuerpo. Rebel (1999, p.33-39).
56
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
a. vocal-verbal (lenguaje)
b. vocal-no verbal (paralenguaje) a. antomorfos-antónimos (p.e. en Níger
c. no vocal-no verbal (kinésica, proxémica29 y palmearse la cabeza ligeramente, entre
demás sistemas corporales) los niños o los adultos con los niños,
para indicar que una comida está
La CNV, como proceso comunicativo deliciosa).
que es, implica a un emisor que lleva a cabo un
proceso de codificación-emisión y a un receptor que b. antomorfos-sinónimos (p.e. en
realiza una recepción-descodificación. Siguiendo el japonés el aro formado por el índice y
ameno y pormenorizado trabajo de Poyatos (1994)30 y el pulgar31 indica dinero, para un inglés
teniendo en cuenta dos continuos, es "Okay" y en Venezuela es un insulto
Homomorfos/Antomorfos y Sinónimos/Antónimos, se sexual).
pueden plantear 7 situaciones en el proceso de la
CNV: 3. Como hablantes usamos construcciones
kinésicas de forma tan rápida que pasan
1. Como hablantes usamos nuestras propias desapercibidas al no poder dotarlas de ningún
construcciones kinésicas, descodificadas valor comunicativo. Es un caso de
correctamente por nuestro interlocutor de otra descodificación cero. En esta situación se
cultura, debido a su posición y funciones pueden producir dos tipos de construcciones:
sintácticas en nuestro discurso, por su
estructuración con las conductas circundantes a. antomorfos-antónimos (p.e. el gesto
(verbales o no-verbales) o por el contexto pronominal japonés para 'yo' tocándose
situacional. Las construcciones kinésicas que ligeramente la punta de la nariz).
se pueden producir son:
b. antomorfos-sinónimos (p.e. la
referencia masculina a una mujer
a. antomorfos-antónimos (formas y atractiva en Arabia Saudí: bajando el
significados distintos, p.e. para un índice por la mejilla).
inglés el gesto español de juntar y
separar las yemas de los dedos 4. Cuando utilizamos construcciones kinésicas
indicando que un lugar está 'atestado' que debido a ciertos indicios engañosos no se
de gente). interpretan correctamente. Es un caso de
descodificación falsa. Las construcciones que se
b. antomorfos-sinónimos (formas pueden producir son las siguientes:
distintas aunque idéntico significado a
otro gesto nuestro, p.e. el mejicano a. antomorfos-antónimos (p.e. un
que indica la estatura de un animal hombre del Cáucaso que saluda a un
con el puño cerrado, vertical y extranjero tocándole las caderas con
perpendicular al suelo). ambas manos y éste no lo entendiera
como un vestigio de cuando se
c. homomorfos-antónimos (idéntica buscaban las armas mutuamente).
forma y distinto significado, p.e. el
venezolano que extiende la mano con b. homomorfos-antónimos (p.e. la
la palma horizontal y paralela al suelo afirmación india con doble inclinación
para indicar el tamaño de un animal lateral de cabeza que puede ser
pero nunca el de una persona). interpretada como negación, o el saludo
tibetano de bienvenida sacando la
2. Como hablantes utilizamos nuestras propias lengua si se interpreta como signo de
construcciones kinésicas, que son percibidas burla).
por nuestro interlocutor pero no son
descodificadas porque no les encuentra 5. Cuando se usan gestos comunes a ambas
sentido. En estas situaciones de
descodificación cero, se pueden producir dos 31
En este punto Poyatos (1994) afirma a propósito de esta kinesia
tipos de construcciones kinésicas: "la rosca o rosquilla que Galdos nos describe como rasgo recurrente
de Don Francisco Torquemada en Fortunata y Jacinta, La de
29
Poyatos (1994) también considera a la kinésica y la proxémica, Bringas y las tres noveles de Torquemada para recalcar a su
desde una perspectiva sincrónica/diacrónica de la cultura, como interlocutor algo muy importante, similar al 'anteojo' con que Alas
culturemas terciarios. [Leopoldo Alas Clarin] individualiza al Arcipreste en La Regenta.
30
Se puede obtener más información en Poyatos (1988, 1993).
57
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
58
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
más limitados parecen ser los repertorios de estos la comunicación. En lo que respecta a la comunicación
cosistemas. corporal, aconseja, entre otros aspectos, que el jugador
en su comunicación con el entrenador no realice
movimientos con el cuerpo, cuando le habla el
La CNV en la actividad física y el deporte entrenador (p.e. dibujar garabatos con los pies) o que
no se lleve a cabo la comunicación en ese instante.
Con respecto a la importancia de la CNV en el
ámbito de la actividad física y el deporte y aún En el tenis, Poilvez (1996) afirma que en ciertos
reconociendo que la comunicación es “un todo” jugadores de alto nivel no se puede conocer, por medio
integral, desde un punto de vista funcional, puede ser de su lenguaje corporal, si tiene ventaja o desventaja en
interesante dividir el estudio de la misma en “lo verbal” el marcador. No hay ningún indicador negativo del
y “lo no verbal”. En el marco de la actividad física y el mismo. En el ámbito específico de la pedagogía del tenis
deporte se ha realizado esta diferenciación, y se han (también en el del baloncesto y en el triple salto)
aportado trabajos de investigación en ambos dominios. destaca el estudio realizado por Quintillan (1992), en el
A modo de ejemplo, en el dominio verbal, son que se compara el comportamiento no verbal34 de
interesantes el trabajo de Bouthier y Savoyant (1987) entrenadores expertos con entrenadores novatos. El
sobre análisis de comunicación verbal en un deporte sistema de gestos incluye las cinco categorías
colectivo, el estudio de Daugrou y col. (1992), siguientes: gestos-reproducción, gestos-recuerdo,
referente a los efectos del lenguaje positivo, negativo y gestos-indicación, y gestos-sustitución, gestos–
neutro sobre la ejecución motriz, o la investigación de manipulación, observándose acciones que engloban
Vigarello y Vives (1986) relativa al discurso del función de retroalimentación o feedback. En las
entrenador y técnica corporal. Los estudios e subcategorías de retroalimentación se detallaron la
investigaciones sobre la CNV son también numerosos naturaleza de la misma (simple, determinado,
(Carlier y Dheur, 1985; Castañer, 1992; Castañer, descriptivo, explicativo, interrogativo, prescriptivo) y su
1993; Camerino y Guillén, 1993; Costa y col., 1994; dimensión técnica (tipo de acción, posición de los
Camerino, 1996). Con aplicación tanto en el campo de miembros, velocidad, amplitud, ritmo, intensidad,
Educación Física como en el deporte. Izquierdo (1999) organización espacial, equilibrio). Entre las conclusiones
realizó un estudio observacional relativo al sistema de de este estudio se destacan que los gestos específicos
anotación y niveles morfológicos de categorización de manifiestan la cualificación del entrenador y su potencial
la conducta visible y no audible. Izquierdo y Anguera desde un punto de vista pedagógico. Asimismo, se
(2000) realizan un trabajo sobre la obtención de un subraya la relevancia de los medios directos para
alfabeto para codificar el movimiento corporal en los aportar información, en especial, la referente al
estudios observacionales, aplicable a distintos marcos comportamiento no verbal, y que los gestos, además,
de investigación entre las que se encuentra la ayudan a la transmisión de sus conocimientos en las
Educación Física y el deporte. Se han realizado ocasiones en que son conscientes de sus actos.
estudios en la natación (Anderton y Heckel, 1985), en
el voleibol (Sugiyama, 1990), flag football (Heckel y Sampedro (1999), considera que si se realiza la
col., 1986), en los bolos (Smith y col., 1981), y comparación entre el modelo de comunicación verbal y
racquetball (Heckel, 1993). Bortoli y col. (1995), el modelo conjunto no verbal y motriz, se advierte que el
realizaron un estudio en los deportes colectivos sobre primero hace expreso el desenlace de sus objetivos
la percepción que poseen los atletas jóvenes del mientras que el segundo es portador de su significado,
comportamiento de los entrenadores. También se han presenta especialización y no posee tanta facilidad para
llevado a cabo trabajos en el tenis considerando los ser captado y comprendido.
diferentes tipos de conductas constituyentes de la CNV
tales como, la conducta proxémica, la conducta Añó (1997, considera tres niveles de expresión
kinésica y conducta táctil. Dentro de la comunicación verbal y no verbal en el deporte: (1) Comunicación
no verbal, cabría destacar a Whittaker (1980, 1981, entrenador-deportistas, (2) Comunicación entre
1982a, 1982b), Tutko y Richards (1984); Weinberg deportistas del mismo equipo y (3) Comunicación con
(1988); Buckolz y col. (1988); Loehr (1990); Quintillan, deportistas de otros equipos. El primer nivel de
1992; Cayer (1993); Poilvez (1996); Heckel (1993), comunicación es fundamentalmente de índole verbal en
Van Raalte y col. (1994a, 1994b). los entrenamientos. Sin embargo, en este nivel, durante
las competiciones se generan tanto CV como CNV.
En el ámbito deportivo general, Tutko y También es necesario añadir que en un número grande
Richards (1984) expresan la existencia de ciertos de períodos de tiempo de una competición, el tipo
movimientos corporales que señalan la existencia de predominante es la CNV. En la mayor parte de los
un bloqueo comunicativo (por ejemplo, la realización
del gesto de cruce de brazos en el pecho). Estos 34
En concreto, los gestos específicos.
autores plantean diversos consejos para la mejora de
59
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Weinberg y Gould (1996) señalan que la Con respecto a la conducta ocular, los movimientos
comprensión de las diferentes clases de CNV provocan realizados por la cabeza y la expresión del rostro
una mejora de los procesos de emisión y recepción de remplazan frecuentemente a la comunicación verbal en
mensajes. En el tenis de dobles, Loehr (1990) expone las competiciones, y llegan a ser ciertamente un código
su preocupación por aquello que un jugador transmite en la comunicación.
a su compañero mediante el lenguaje corporal.
Añó (1997) señala la importancia de dos
Algunos expertos en CNV han aportado cifras asuntos asociados a la comunicación no verbal y las
relativas a la importancia de la misma. Así, Mehrabian conductas paradeportivas tales como la ritualización y la
(1981) afirma que a partir de las señales de carácter territorialidad. Estos conceptos presentan una conexión
no verbal y cuya emisión se realiza durante el proceso intima atendiendo a la idea de Lorentz (1976). La razón
comunicativo se produce el 93% del significado social estriba en la existencia de un conjunto de ritos y gestos
60
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
corporales que se encaminan no solamente a obtener estudios destacan el de Poncet (1991) con respecto a la
una demarcación del espacio o territorio propio sino conducta proxémica durante la acción de juego;
también a evitar la entrada de un invasor en el mismo, Whittaker-Bleuler (1982a, 1982b) estudia la transmisión
lo cual ocurre usualmente en los deportes de equipos del mensaje no verbal como posible indicador de
abiertos. Además, los gestos realizados en el principio victoria/perdida; Buckolz y col. (1988) sobre la
se transforman finalmente en ritos mediante su utilización en la predicción de los passing-shots; Cayer
reiteración con vistas a lograr una conservación del (1993) estudia la comunicación positiva en tres tipos de
control espacial. La expresión de estos ritos queda situaciones (servicio, resto, general); Heckel (1993)
reflejada frecuentemente de una doble manera: examina los comportamientos de contacto y los rituales
de interacción de los deportes de raqueta, tenis y
1. A modo de control de la agresión. racquetball, inmediatamente después de los partidos;
2. A modo de producción de un nexo entre Van Raalte, J. L. y col. (1994a, 1994b) elaboran la Self-
los seres pertenecientes a una misma Talk and Gestures Rating Scale ó STAGRS (Escala de
especie. Evaluación de Autocharla y Gestos) para evaluación del
autodiálogo y los gestos observables y la administran en
Una de las modalidades deportivas que más el segundo trabajo.
estudios se han realizado es el tenis. Entre estos
ABREVIATURA SIGNIFICADO
B ABUSO DE PELOTA
C HALAGO AL OPONENTE
F LEVANTAMIENTO DE PUÑO
G FRUSTACION DEL TIPO “OH, GOD”
H GOLPEARSE A UNO MISMO
I AUTOCHARLA DE INSTRUCCIÓN
L RISA (EN FRUSTRACION)
M PRACTICA DEL MOVIMIENTO DE GOLPEO
N AUTOCHARLA NEGATIVA
O ABUSO DE OPONENTE (E.G. CUESTIONANDO LOS CANTOS DE LINEA)
P AUTOCHARLA POSITIVA
R ABUSO DE RAQUETA
S AUTOCHARLA (P. EJ. POCO CLARA, LENGUA EXTRANJERA)
OTHER NO SE AJUSTA A LAS CATEGORIAS DE ARRIBA
Tabla 17. Categorías y significados de la escala STAGRS. Van Raalte y col. (1994, p.403).
Conducta espacial o proxémica 1. El nivel infracultural: relativo a aquellos niveles de
comportamiento espacial que se organiza
Vamos a considerar este apartado consi- apoyándose sobre una pilar biológico filogenético,
derando el nivel comunicativo que supone esta estando unido al pasado biológico.
conducta. Desde el punto de vista del análisis de la
conducta espacial y el espacio psicológico y social se 2. El nivel precultural: centrado en aquellos
han señalado dos vías claras de investigación. La comportamientos que presentan su raíz sobre bases
primera de ellas, es la denominada proxémica, dada a relativas a los sentidos y a la fisiología humana.
conocer por Hall (1966) gracias a su libro de carácter Posee un fundamento universal para todos los seres
antropológico, The Hidden Dimension, en el que utiliza humanos, estando vinculado al presente.
la metodología observacional. La segunda vía fue
establecida por Sommer (1969), quien instauró la 3. El nivel microcultural: correspondiente al nivel de la
escuela de pensamiento denominada “espacio proxémica o espacio personal que puede observarse
personal”, con una metodología experimental. Hall de manera directa.
fundamenta sus observaciones en un estudio anterior
llevado a cabo en el campo de la Etología. La comprensión del espacio es diferente según
se trate de un niño o un adulto Al respecto, según la
Romañá (1994), considera que el ser humano teoría piagetiana, en general, desde el período infantil
estructura el espacio en tres niveles: hasta la edad adulta se verifica una progresión en el
modo de entender el espacio y de las relaciones
espaciales, lo que implicará una conducta proxémica
61
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
diferente. Las tres fases básicas, por las cuales pasa el no pueden inmiscuirse sin despertar molestias”.
niño, después de la etapa de sensomotora son las También Holahan (1999, p. 313) lo define como “la zona
siguientes: que rodea a un individuo, en donde no puede entrar otra
persona sin su autorización”. Sommer (1974, p. 105),
1. Espacio preoperacional: las define el espacio personal como “el área dotada de unas
representaciones son los objetos que el fronteras invisibles que circunda el cuerpo de la persona
niño percibe, llevándose a cabo las y en la que los intrusos no deben penetrar”. Para Hall
operaciones mediante la intuición. (1959) el espacio personal representa una forma de
comunicación no verbal. El espacio es el regulador de
2. Espacio operacional concreto: el niño los aspectos siguientes: (a) la distancia de interacción
presenta dependencia de los objetos (proxemia), (b) el territorio de cada uno (conducta
presentes, tanto reales como simbólicos. territorial) y (c) la experiencia, que puede ser tanto
positiva como negativa, y del (4) hacinamiento
3. Espacio operacional formal: El individuo (Firestone, 1977; Hayduk, 1978; Patterson, 1978;
posee la capacidad de pensamiento sobre Sundstrom y Sundstrom, 1978),
la totalidad de posibilidades espaciales.
Asimismo, se reconocen diferentes factores de
Realizada la aclaración anterior, Heinemann (1980) los cuales depende el espacio personal que afectan a los
señala tres niveles de análisis para los fenómenos individuos, tales como:
espaciales:
1. El contexto cultural.
2. El estatus socioeconómico.
1. El análisis de las condiciones espaciales, no 3. Las características de la personalidad,
cambiantes del medio, o espacio de caracteres como puede serla agresividad,
fijos. Cabe la posibilidad de que este espacio no 4. El género y particularidades de la persona
sea visible de forma rigurosa, aunque es posible invasora del espacio
que funcione a modo de serlo.
Frecuentemente existe la suposición de que la
2. El análisis de la disposición de los objetos móviles
forma del espacio personal es un círculo. Se trata de un
o espacio de caracteres semifijos, que lo
enfoque del espacio personal, que está realizado desde
constituye tanto el mobiliario como su distribución
la parte de arriba de la cabeza del individuo, en el que
que afecta significativamente a la conducta, a las
éste se considera como un círculo en la que el individuo
normas de interacción de los sujetos. En este nivel
se ubicaría en el centro del mismo. Sin embargo,
Osmond (1957) señaló dos tipos de estructuras
algunas investigaciones (Hayduk, 1975), señalan la
que presentan una naturaleza no fija: (a)
imperfección de este círculo. Para describir el espacio
sociófuga, que no ayuda a las relaciones sociales,
personal se han utilizado distintas comparaciones,
y (b) sociópeta, estructura que presenta
destacando entre ellas las siguientes:
características positivas para las relaciones
sociales, llegando incluso a forzar el desarrollo de
relaciones sociales estables. En el ámbito
1. La burbuja: En esta analogía la descripción del
deportivo, Sampedro (1999) emite la hipótesis de
espacio personal se haría mediante una burbuja que
que el juego, en sus diversos aspectos de ataque y
rodea al sujeto, lo que crea un límite invisible entre
defensa, se organiza en la búsqueda de espacios
la persona y los posibles intrusos. No obstante, esta
sociófugos o sociópetas, dependiendo de sus
símil no es muy apropiado, ya que a la hora de
intereses particulares.
ejercitar una presión de una burbuja contra otra, las
superficies de las mismas experimentan una
3. El análisis de la distancia interpersonal de los
repulsión recíproca, hecho que no ocurre en el
comunicantes entre sí o espacio informal.
espacio personal, puesto que aquel que sufre la
Posteriormente, se realizará el estudio de los
repulsión es el cuerpo de la otra persona, no
cuatros tipos de espacios en que se puede
sucediendo lo mismo con la frontera del espacio
clasificar.
personal de la otra (Musitu y col., 1987).
62
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
del signo que posea. Sin embargo, presenta espacio carece de significación en un estado de
desaciertos puesto que no ofrece ninguna soledad, solo cuando está involucrada otra persona la
explicación a la posibilidad de que las distancias referencia al espacio cobra sentido
puedan ser tanto inconfortablemente extensas
como inconfortablemente reducidas (Altman, La distancia personal varía grandemente en
1975, 1975; Sundstrom y Altman, 1974). función de diferentes factores, entre los que se incluyen
la relación existente entre las personas, sus
3. El modelo tridimensional de Hayduk (1975): Este características personales y las culturas de procedencia
autor sugiere un modelo tridimensional de (Hall, 1966; Rosenfeld, 1982).
espacio, en el que los ejes X e Y constituyen el
plano horizontal que significa el diseño circular, Hall describió e identificó cuatro zonas de
añadiendo una tercera dimensión mediante el eje distancia. Cada una posee una fase cercana y una
Z. La figura geométrica generada en este modelo lejana, que son reguladores de la interacción entre
sería un cilindro cuya altura es la correspondiente humanos. Hall (1959) realiza el estudio de las distancias
al sujeto. En este modelo hipotético cabe la sobre una muestra de adultos de medios burocráticos y
posibilidad de que la zona del espacio profesionales, predominantemente de clase media y
tridimensional no presente una forma regular. nativos del nordeste de los Estados Unidos. Las
características de las distintas distancias establecidas
por este autor aparecen expresadas, respectivamente,
Tipología de los espacios personales en las Tablas 6.6 y 6.7,
63
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Tabla 6.7. Características de las diferentes clases particulares de las distancias generales
establecidas para el estudio de la conducta proxémica por Hall (1969).
Funciones del espacio personal existente entre dos personas. Según McAndrew
(1993), por definición, en el caso de la interacción
El espacio personal puede ser utilizado con de dos personas, éstas intentan realizar un ajuste
distintas funciones dependiendo del modo de espacial propio, y también de su implicación en la
entendimiento del mismo. De acuerdo a Martínez situación que vienen fijados por el grado de
Torvisco (1998), si el espacio personal se comprende intimidad.
como un mecanismo regulador de los límites
existentes entre las personas y de conservación del Holahan (1982) destaca otra función, la de
grado de respuestas a la invasión del espacio atracción interpersonal. Se ha verificado que la atracción
particular, caben las funciones primarias siguientes: personal está regulada por el espacio personal. De
acuerdo a Martínez Torvisco (1998), existen factores
que determinan la distancia personal tales como la
1. De autoprotección (Bell, Green, Fisher y Baum, amistad, la atracción física, la aversión hacia las
1996; Dosey y Meisels, 1969; Holahan, 1982; personas, la afinidad entre ellas, sus características
Horowitz, Duff y Stratton, 1964; McAndrew, 1993; físicas y el tipo de influencia que ejercen.
Saks y Krupat, 1988; Veitch y Arkkelin, 1995).
Entre otras funciones, amortigua las amenazas El espacio personal está muy vinculado a las
físicas y emocionales procedentes de otras distintas clases de grupos sociales y culturales. El
personas. El ser humano ha desarrollado el protocolo espacial está grandemente afectado por las
espacio personal con el propósito de lograr un distintas nacionalidades. A este respecto hay numerosos
dominio frente a las agresiones y una disminución trabajos que así lo confirman Hall, 1966;
del estrés. El espacio personal recibe el nombre Martimportugués, 1998; Altman y Vinsel, 1977; Holahan
de “zona amortiguadora o de protección del (1999); Baxter, 1970; Patterson, 1974; y Scherer, 1974;
cuerpo” por algunos autores. entre otros muchos
64
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
logrado resultados contradictorios al respecto (Aiello, bibliográfica de las diferencias proxémicas existentes
1987). entre los hombres y las mujeres, las cuales aparecen en
la Tabla 6.11. siguiente:
Pearson y col. (1993) hacen una revisión
Tabla 6.11. Diferencias proxémicas existentes entre los hombres y las mujeres.
Extraído de Pearson y col. (1993). p. 189 y 190
Influencia de la situación espacial en el grupo actitudes por medio de la exploración de los límites
espaciales dentro de los cuales es posible la
Uno de los trabajos clásicos en este asunto es realización de una conversación. Para llevar a cabo
el llevado a cabo por Sommer (1974). En su trabajo este estudio se dispusieron dos sofás uno enfrente de
realizó la descripción de ciertas estrategias espaciales otro, y a los sujetos se les dio la oportunidad de
entre las que se encuentran la cooperación, la escoger el sitio en el que querían sentarse. De una
competición o la actividad separada. Estudió estas forma sistemática se procedió a la modificación de la
65
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
distancia de los sofás. Como consecuencia, resultó prueba en los dos experimentos realizados por
que los sujetos optaban por la conversación frente a Sommer (1974). En ambos estudios se llevaba a cabo
frente hasta alcanzar una separación de 106 cm, punto la observación de un conjunto de personas sentadas
donde se producía una variación de sus preferencias en sitios distintos. Más tarde, se les preguntaba la
por hablar en una disposición contigua en el mismo causa de su opción. En el estudio de las mesas
sofá. Asimismo, se analizaron, entre otras cuestiones, cuadradas, los resultados eran que los estudiantes a la
la colocación de los asientos que circundaban a hora de conversar o trabajar juntos, escogieron dos
diferentes tipos de mesas (redondas o rectangulares), tipos de posiciones: la posición de “frente a frente” o
la distancia e intimidad psicológica, la ubicación de bien en un “ángulo de aquélla”. Cuando se trataba de
asientos entre niño y con pares de adultos, los asuntos una actividad de cooperación, los sujetos eligieron la
de discusión cuyo favorecimiento viene dado por la disposición “hombro con hombro”, puesto que
disposición de los asientos y los límites espaciales de encontraban mayor facilidad para compartir los
una colocación cómoda. Canter (1974), repitió el objetos utilizados. Para tareas competitivas, la mayor
estudio del sofá, hallando que la distancia límite de parte de los sujetos seleccionaron la colocación “frente
conversación frente a frente era de 96,5 cm, a partir a frente” a lo largo de la mesa. Las disposiciones
de la cual escogían una situación contigua. espaciales del estudio de Sommer (1974) de las
mesas rectangulares aparecen en las Figuras 6.3 y
El hecho de que el espacio y la distancia 6.4, mientras que la preferencia de colocación en las
vienen determinados por la actividad realizada se mesas rectangulares se refleja en la Tabla 6.11.
X
X X X X X X
X
X
X
X
X X
X
X
X X
(3) (4) (5)
X O O
X O X O X O
X O O O O X
O X O
66
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
COLOCACIÓN DE
CONVERSACIÓN COOPERACIÓN SEPARADOS COMPETICIÓN
LOS ASIENTOS
(1) 42 19 3 7
(2) 46 25 32 41
(3) 1 5 43 20
(4) 0 0 3 5
(5) 11 51 7 8
(6) 0 0 13 18
TOTAL 100 100 100 99
En el caso de las mesas redondas, los sujetos aquellos en que existía entre ellos una o más sillas
estudiados escogieron las sillas adyacentes, cuando desocupadas. En la Figura 6.4 se presenta las diferentes
conversaban o trabajaban juntos. Cuando se trataba colocaciones de los asientos en las mesas circulares,
de una actividad competitiva, eligieron sitios mientras que en la Tabla 6.12 se muestra la preferencia
diametralmente opuestos. A la hora de trabajar de colocación en mesas redondas con diferentes
separadamente, los puestos seleccionados eran actividades del estudio de Sommer (1974).
COLOCACIÓN DE
CONVERSACIÓN COOPERACIÓN SEPARADOS COMPETICIÓN
LOS ASIENTOS
(1) 63 83 13 12
(2) 17 7 36 25
(3) 20 10 51 63
100 100 100 100
En cuanto al espacio personal en bancos relación existente entre la distancia y los ángulos, llevó a
largos, se observa un desaprovechamiento de su parte cabo un análisis del carácter interactivo de los
central, debido a que se toman inicialmente los dos escenarios de conducta, siendo necesario que los
extremos, comprobándose que muchas veces no se estudiantes seleccionaran el asiento por el que
realice la ocupación del espacio intermedio (Anguera, mostraban preferencia. En este estudio estaban
1992). presentes los factores siguientes: (a) los roles
ejercitados, (b) las actividades realizadas, y (c) el marco
En el colectivo infantil, se ha demostrado que físico, siendo básico el papel del profesor en los
los pares de niños en condiciones cooperativas se elementos de interacción. Además, se procedió a una
sientan hombro con hombro, mientras que los pares manipulación de las siguientes variables: (a) la distancia
en competición ocupan posiciones situadas en esquina, de ubicación del profesor con respecto a la primera fila
y los que trabajan en ocupaciones distintas utilizan de sillas (tres metros o medio metro), y (b) la colocación
colocaciones lejanas diagonalmente opuestas. La de los asientos, en filas e hileras, componiendo un
situación en que dos niños se sienten frente a frente rectángulo o un semicírculo, obteniéndose los tres
se observa muy pocas veces (Anguera, 1992). resultados siguientes: En la situación en la que el
profesor se ubicó a tres metros de distancia de la
Steinzor (1950), citado por Martínez Torvisco primera fila, los sujetos del estudio emplearon las tres
(1998), realizó un estudio en que registraba el número primeras filas, mientras que en el caso de la colocación
de ocasiones que una persona seguía a otra en su del profesor a medio metro de la primera fila, los
discurso. Con este objeto efectuó diversos ensayos, sujetos usaron las tres últimas. A la hora de emplear la
alejando a los sujetos desde uno a cinco asientos. Los distribución semicircular, el profesor no afectó al empleo
resultados obtenidos reflejaban que los sujetos de los asientos.
colocados frente a frente se seguían con una
frecuencia significativamente mayor que el puro azar. Shaw (1980) realizó un estudio sobre el desarrollo
Posteriormente, Strodtbeck y Hook (1961), citados por de interacciones y de la disposición grupal, analizando la
Martínez Torvisco (1998), verificaron este fenómeno, invasión y la defensa del espacio personal. Asimismo,
denominado efecto Steinzor, en un estudio sobre Sommer (1974), investigó las reacciones producidas por
jurados. la invasión del espacio personal.
Canter (1969), con el objeto de indagar la Fue Knowles (1973), el autor que amplió el
67
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
concepto de “espacio personal” de Sommer (1969) a 1. La parte del cuerpo que toca a la otra persona.
unidades sociales más extensas cuyos componentes
eran sujetos que interaccionaban entre sí, originando 2. La parte del cuerpo tocada por la otra persona.
el concepto de “espacio grupal”. Asimismo, se produjo
el desarrollo conceptual referente a los límites 3. La duración del contacto.
espaciales que rodean a los grupos. Este tema no se
abordara aquí por razones de espacio y de pertinencia. 4. La cantidad de presión empleada en el contacto.
En un estudio llevado a cabo por Jourard demás personas y las que eran contactadas por las
(1966), citado por Knapp (1995), se evaluaron las demás en ellos mismos. Entre las conclusiones
zonas del cuerpo con mayor contacto físico en cuatro extraídas destaca que las mujeres manifestaban más
tipos de personas -madre, padre, amigo del mismo accesibilidad al tacto de otras personas que los
sexo y amigo de distinto sexo- en el espacio de tiempo varones. Además, los amigos del otro sexo y la madre
de los doce últimos meses, previa aplicación de un tomaban parte en la mayor proporción del contacto
cuestionario a estudiantes. En el mismo se debía táctil existente, al mismo tiempo que una cantidad
señalar la localización de las zonas del cuerpo (24 significativa de padres no tocaba escasamente más
zonas) en las que se realizaba contacto físico en las que la zona corporal correspondiente a las manos de
68
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
sus hijos. (1975), citado por Knapp (1995), considera que los
tipos de contacto corporal más comunes son los
En el marco de la cultura occidental Argyle reflejados en la Tabla 6.14:
Tabla 6.14. Tipos de contactos físicos más habituales y zonas corporales típicamente
implicadas en los mismos, de acuerdo a Argyle (1975).
69
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
35
Incluso se han encontrado diferencias en la comunicación táctil
dentro de un mismo supuesto grupo de culturas. Así, Shuter
(1976), citado por Heslin y Arper (1983) y Knapp (1995), realizó
una investigación en el interior de las “culturas del contacto” (Costa
Rica, Panamá y Colombia) observando diferencias significativas
entre ellas.
70
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
71
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
72
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
73
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Desportes, J. -P. y Lessieur, L. (1971). La maximisation Fast, J. (1998). El lenguaje del cuerpo. Barcelona: Kairós
des distances interindividuelles: étude en 14ª edición.
situation naturelle d’un comportement Felipe, N., y Sommer, R. (196). Invasions of personal
d’évitement de la presence d’autrui. Bulletin de space. Social problems, 14. pp. 206-214.
Psychologie, 25 (5-7). pp. 312-314. Fine, G. A. (1986).Small Groups and Sport: A Symbolic
DiBerardinis, J., Barwind, J., Flanigam, R. R., y Jenkins, Interactionist Perspective. En C. R. Rees y A. W.
V. (1983). Enhanced interpersonal relation as Miracle (eds.). Sport and Social Theory.
predictor of athletic performance. International Champaign (Il.): Human Kinetics.
Journal of Sport Psychology, 14. pp. 243-251.. Firestone, I. J. (1977). Reconciling verbal and non verbal
Dickman, H. R. (1963). The perception of behavioral models of dyadic communication. Environmental
units. En R. G. Barker (ed.). The stream of Psychology and Nonverbal Behavior, 2. pp. 30-
behavior. Nueva York: Appleton-Century- 44.
Crofts. pp. 23-41. Fisher, J. D. Rytting, M., y Heslin, R. (1976). Hands
Dosey, M. A., y Meisels, M. (1969). Personal space and
touching hands: Affective and evaluative effects
self-protection. Journal of Personality and
of interpersonal touch. Sociometry, 39. pp. 416-
Social Psychology, 11. pp. 93-97.
421.
Douglas, P. (1982). Manual de tenis. Madrid: H. Blume.
Flanders, N. A (1965). Teacher influence, pupil attitudes,
Druley, D., Cassriel, D., y Hollendar, M. (1980). A
and achievement. Cooperative Research
Cuddler´s Guide to Love. Self Magazine
Monograph Nº 12. Washington, D. C.: U. S.
(Mayo). pp. 96-100.
Office of Education.
Duke, M. P., y Wilson, J. (1973). The measurement of
Flanders, N. A. (1987). La interacción didáctica.
interpersonal distance in pre-school children.
Barcelona: Anaya.
Journal of Genetic Psychology, 123. pp. 361-
Foot, H. y Barron, A. M. (1990). Friendship and task
362.
management in children’s peer tutoring.
Duncan, S. (1969). Nonverbal communication.
Educational Studies, 16, n° 3. pp. 237-250.
Psychological Bulletin, 72. pp. 118-137.
Ford, J. G., Cramer, R. E., y Owens, G. (1977). A
During, B. (1981). Crisis de las pedagogías corporales.
París: Scarabée. Paralinguistic Consideration of Proxemic
Eberts, E. H., y Lepper, M. R. (1975). Individual
Behavior. Perceptual and Motor Skills, 45. pp.
consistency in the proxemic behavior of
preschool children. Journal of Experimental 487-493.
Social Psychology, 12. pp. 505-518.
Fraayenhoven (1991). Análisis de un partido y
Ecco, U. (1988). Tratado de Semiótica General.
preparación táctica. Comunicación presentada
Barcelona: Lumen. (1ª edición 1977).
en Monográfico de Táctica, Los Belones
Edney, J. M., Walker, C. A., y Jordan, N. L. (1976). Is
(Murcia), 29-30 de abril de 1991. Madrid.
there reactance a personal space?. Journal of
Frank, L. K. (1957). Tactile Communication. Genetic
Social Psychology, 29. pp. 288-298.
Psychology Monographs, 56. pp. 209-235.
Ekman, P.(1957). A methodological discussion of non
Fraysse, J.- C. (1992). Relation entre développement
verbal behavior. Journal of Psychology, 43. pp.
cognitif et compétences interactives. Habilitation
141-149.
à diriger des recherches, sous la direction de M.
Ekman, P., y Friesen, W. C. (1969a). Nonverbal
Gilly, UFR de psychologie et sciences de
behavior in psychotherapy research. En J.
l’education.
Shlien (Ed.). Research in psychotherapy, Vol.
Frieze, I. H. (1974). Nonverbal Aspects of Feminity and
3. pp. 179-216. Washington, DC: American
Masculinity Which Perpetuate Sex-Role
Psychological Association.
Stereotypes. Texto presentado en la Eastern
Ekman, P., y Friesen, W. C. (1969b). The repertoire of
Psychological Association.
nonverbal behavior categories: Origins, usage, Gerbner, G. (1956). Toward a general model of
communication. Audio-Visual Communication
and coding. Semiotica I. pp. 49-98; también
Review. pp. 171-199.
en A. Kendon (Ed.). Nonverbal communication, Gerbner, G. (1967). Mass media and human
communication theory. En F. E. X. Dance (ed.).
interaction, and gesture. pp. 57-105. The
Human Communication Theory. Nueva York:
Hague: Mouton (1972). Holt, Rinehart and Winston (Traducido al
español por la editorial Troquel, Buenos Aires,
Ellis, R. y McClintock (1993). Teoría y práctica de la
1973)
comunicación humana. Barcelona: Paidós.
Gertsch-Bettens, C., Corboz-Warnery, A., Favez, N. y
74
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
75
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Arrival and Departure at an Airport. Manuscrito Interpersonal Encounter and Their Inter-relation.
Journal of Humanistic Psychology, 8. pp. 39-48.
inédito. Purdue University.
Kaufman, L. E. (1971). Tacesics, the study of touch: A
Heslin, R., y Boss, D. (1980). Nonverbal intimacy in model for proxemic analysis. Semiotica, 4. pp.
airport arrival and departure. Personality and 149-161.
Social Psychology Bulletin, 6. pp. 248-252. Kecskemeti, P. (1952). Meaning Communication, and
Hjelmeslev, L. (1971). Essais Linguistiques. París: Value. Chicago: University of Chicago Press. C
Éditions de Minuit.(Traducción al castellano: Kendon, A. (1981). Nonverbal communication,
Ensayos lingüísticos. Madrid: Gredos, 1972). interaction, and gesture. The Hague: Mouton.
Holahan, C. J. (1982). Environmental Psychology. Kimble, C. E. (1990). Social Psychology: Studying human
Nueva York: Random House. interaction. Dubuque: W. C. Brown Publishers.
Holahan, C. J. (1998). Psicología ambiental. Un King, M. G. (1966). Interpersonal relations in preschool
enfoque general. México: Limusa-Noriega. 5ª children and average approach distance. The
reimpresión. (Edición original, 1982). Journal of Genetic Psychology, 109. pp. 109-116.
Homans, G. C. (1950). El grupo humano. Buenos Aires: Kinzel, A. F. (1970). Body buffer zone in violent
Eudeba, 1977. prisoners. American Journal of Psychiatry, 127.
Horowitz, M. J., Duff, D. F. y Stratton, L. O. (1964). pp. 58-64.
Body buffer zone: exploration of personal Kleinke, C. L. (1977). Compliance to requests made by
space. Archives of Psychiatry, 11. pp. 651-656. gazing and touching experimenters in field
Irlinger, P. (1973). Essai sur la communication dans les settings. Journal of Experimental Social
sports collectifs. Mémoire pour le diplôme de Psychology, 13. pp. 218-223
l´ENSEP, Nº 49. Paris. Kleinke, C. L. (1980). Interaction between gaze and
Isola-Ahola, S. E. y Mobily, K. (1980). “Psychological legitimacy of request on compliance in a field
Momentum”: A phenomenum and an empirical setting. Journal of Nonverbal Behavior, 6. pp. 3-
(unobstrusive) validation of its influence in a 12.
competitive sport tournament. Psychological Knapp, M. L. (1995). La comunicación no verbal. El
Report, 46. pp. 391-401. cuerpo y el entorno. Barcelona: Paidós. 5ª
Izquierdo, C. (1999). Observación de la conducta edición (1ª edición en castellano 1982)
visible-audible: sistema de anotación y niveles Knowles, E. S. (1973). Boundaries around group
morfológicos de categorización. En M. T. interaction: The effect of group size and
Anguera (ed.). Observación en el deporte y member status on boundary permeability.
conducta cinésico-motriz. pp. 13-37. Journal of Personality and Social Psychology, 26.
Izquierdo, C. y Anguera, M. T. (2000). Hacia un pp. 327-331.
alfabeto compartido en la codificación del Knowles, E. S. (1989). Spatial behavior of individuals
movimiento corporal en estudios and groups. En P. B. Paulus (ed.), Psychology of
observacionales. Psicothema, 12, suplemento Group Influence (2ª edición). Hilldsdale:
nº 2. pp. 311-314. Lawrence Erlbaum Ass.
Jakobson, R. (1963). Essai de lingüistique general. Kriese (1991a). Conceptum de momentum psico-táctico
Paris: Les Éditions du Minuit. del tenis. Comunicación presentada en VI
Jáñez, L. (1989). Fundamentos de Psicología Simposium Internacional para Profesionales de
Matemática. Madrid: Pirámide. la Enseñanza del Tenis. 5-7 de Noviembre de
Jiménez Burillo, F. (1985). Algunas (hipo)-tesis sobre 1991. Pamplona.
la psicología social. Boletín de Psicología, 6. Kriese (1991b). Aplicaciones del momentum en el juego.
pp. 75-79. Comunicación presentada en VI Simposium
Jones, C. M. (1986). Tácticas de tenis. Barcelona: Internacional para Profesionales de la
Hispano Europea. Enseñanza del Tenis. 5-7 de Noviembre de
Jones, S. E., y Aiello, J. R. (1973). Proxemic behavior 1991. Pamplona..
of black and white first, third, and fifth grade Kuethe, J. L. (1962a). Social schemas. Journal of
children. Journal of Personality and Social Abnormal and Social Psychology, 64. pp. 31-38.
Psychology, 25. pp. 21-27. Kuethe, J. L. (1962b). Social schemas and the
Jones, T. S. (1986). Sex Differences in Touch reconstruction of social objets displays from
Communication. Western Journal of Speech memory.. Journal of Abnormal and Social
Communication, 50. pp. 227-241. Psychology, 64. pp. 71-74.
Jourard, S. M. (1966). An exploratory study of body- Kuethe, J. L. (1964). Prejudice an aggression: A study of
accessibility. British Journal of Social and specific social schemata. Perceptual and Motor
Clinical Psychology, 5. pp. 221-231. Skills, 18. pp. 107-115.
Jourard, S. M., y Rubin, J. E. (1968). Self-Disclosure Laban, R. V. (1981). Der modeme Ausdruckstanz in der
and Touching: A Study of Two Modes of Erziehung. Wilhelmshaven.
76
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Lamb, M. E. (1977). Father-infant and mother-infant Lüschen, G. (1986). On Small Groups in Sports:
interaction in the first year o f life. Child Methodological Reflections With Reference to
Development, 48. pp. 167-181. Structural-Functional Approaches. C. R. Rees y
Laswell, H. D. (1948). The structure and function of A. W. Miracle (eds.). Sport and Social Theory.
communication in society. En L. Bryson (ed.). Champaign (Il.): Human Kinetics.
The Communication of Ideas. Nueva York. Mac Donald, K. (1987). Parent-child physical play with
Harper and Brothers.(Traducido al español, M. rejected, neglected, and popular boys.
de Moragas (ed.). Sociología de la Developmental Psychology, 23. pp. 705-711.
Comunicación humana. Barcelona: Gustavo Maccoby, E. E. y Jacklin, C. N. (1974). The psychology of
Gili). sex differences. Stanford: Stanford University
Leavitt, H. J. (1951). Some effects of certain Press.
communications patterns on group Maisonneuve, J. (1985). Dinámica de grupos. Barcelona:
performance. Journal of Abnormal and Social Nueva visión.
Psychology, 46. pp. 38-50. Major, B., y Heslin, R. (1982). Perceptions of same sex
Lécuyer, R. (1975). Psychosociologie de l´espace. and cross-sex touching: It´s better to give than
Année Psychologique, 75. pp. 549-573. to receive. Journal of Nonverbal Behavior, 6. pp.
Lendl, I. y Mendoza, G. (1987). Super tenis. 148-162.
Barcelona: Martínez Roca. Mancini, V. H. y Wuest, D. A. (1989). Self-Assessment
Leventhal, G., Lipshultz, M., y Chido, A. (1978). Sex Feedback Instrument (SAFI). En P. W. Darst, D.
and Setting Effects on Seating Arrangement. B. Zakrasjek, y V. Mancini (eds.). Analyzing
The Journal of Psychology, 100. pp. 21-26. Physical Education and Sport Instruction. pp.
Leventhal, G., y Matturro, M. (1980). Differential 143-156.
Mann, L. (1997). Elementos de Psicología Social. México:
Effects of Spatial Crowding and Sex on
Limusa Noriega.
Behavior. Perceptual and Motor Skills, 51. pp. Marina, J. A. (1998). La selva del lenguaje. Introducción
a un diccionario de los sentimientos. Barcelona:
111-120.
Anagrama.
Little, K. B. (1965). Personal space. Journal of Marroquín, M. y Villa, A. (1995). La comunicación
Experimental Social Psychology, 1. pp. 237- interpersonal. Medición y estrategias para su
247. desarrollo. Bilbao: Mensajero.
Lloyd, J. E. (1966). Studies on the Flash Martens, R. (1987). Coaches guide to Sport Psychology.
Communication System in Photinus Fireflies. Champaign (Illinois): Human Kinetics Publishers.
Ann Arbor, Museum of Zoology, Universidad de Martens, R., Christina, R. W., Harvey, J. S. y Sharkey, B.
Michigan. J. (1995). El Entrenador. Barcelona: Hispano-
Loehr, J. E. (1990). El Juego Mental. Madrid: Tutor. Europea.
Loehr, J. E. (1990). The Chemistry of Doubles. First of Martens, R., y Peterson, J. A. (1971). Group
a Six-Part Series. World Tennis. Septiembre.
cohesiveness as a determinant of success and
P. 68.
Lorenz, K. (1966). On agression. Londres: Methuen. member satisfaction in team performance.
Loscertales, F. y Gómez Delgado (1998). La
International Review of Sport Sociology, 6. pp.
comunicación: una perspectiva psicosocial. En
J. M. León, S. Barriga, Gomez Delgado, 49-61..
González Gabaldón, S. Medina y F. J. Cantero
Martimportugués, C. (1998). Ambiente grupal. En J. M.
(coord..). Psicología social. Orientaciones
Canto (dir.). Psicología de los grupos. Estructura
teóricas y ejercicios prácticos. Aravaca
y procesos. pp. 115-130. Archidona (Málaga):
(Madrid): McGraw-Hill. pp. 245-278.
Aljibe.
Lott, D. F., y Sommer, R. (1967). Seating
Martin, P. y Bateson, P. (1991). La medición del
Arrangements and Status. Journal of
comportamiento. Madrid. Alianza. Reseña de
Personality and Social Psychology, 7. pp. 90-
Metodología Observacional.
95.
Martinek, T. J. y Mancini, V. H. (1989). The Dyadic
Love, B. (1991). Análisis del rendimiento del jugador.
Adaptation of the Cheffers’ Adaptation of the
Comunicación representada en VI Simposium
Flanders’ Interaction Analysis System (DAC). En
Internacional para Profesionales de la
P. W. Darst, D. B. Zakrasjek, y V. Mancini (eds.).
Enseñanza del Tenis. 5-7 Noviembre de 1991.
Analyzing Physical Education and Sport
Pamplona.
Instruction. pp. 149-156. 2ª edición.
Lucas Marín, A., García Galera, C., y Ruiz Román, J. A.
Martínez Torvisco, J. (1998). Espacio personal y ecología
(1999). Sociología de la comunicación. Madrid:
del pequeño grupo. En J. I. Aragonés y M.
Trotta.
77
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
78
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
79
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Veà Baró (comp.?). Etología. Bases Biológicas Psiquiatría. pp. 226-238 Barcelona: Paidós.
de la conducta humana. Madrid: Pirámide Russel, A. y Russel, G. (1989). Warmth in mother-child
Ricci, P. E. y Cortesi, S. (1980). Comportamiento no and father-child relationships in middle
verbal y comunicación. Barcelona: Gustavo Gili. childhood. Child Development, 58. pp. 1573-
Richardson y Taylor, (1989). 1585.
Richardson, P. A. y, Adler, W. y Hankes, D. (1988). Saks, M. J., y Krupat, E. (1988). Social Psychology and
Game, set, match: psychologycal momentum its Applications. Cambridge: Harper and Row.
in tennis. Sport Psychologist, 2 (1). Pp. 69-76. Sampedro, J. (1999). Fundamentos de táctica deportiva.
Richardson, P. A., Adler, W. y Hankes, D. (1988). Análisis de la estrategia de los deportes.
Game, set, match: psychological momentum in Madrid: Gymnos.
tennis. Sport Psychologist, 2 (1). pp. 69-76.. Sánchez Castilla, F. M. y Canto, J. M. (1995).
Riera, J. (1985). Introducción a la psicología del Comunicación no verbal. En L. Gómez Jacinto y
deporte. Barcelona: Martínez Roca. J. M. Canto Ortiz. Psicología Social. Pp. 305-320.
Riera, J. (1997). Acerca del deporte y del deportista. Madrid: Eudema.
Revista de Psicología del Deporte, 11. pp. 127- Sanvisens, A. (1984). Introducción a la pedagogía.
136. Barcelona: Barcanova.
Riley, J. W. y Riley, M. W. (1959). Mass communication Saussure, F. de (1919). Cours de linguistique general.
and the social system. En Sociology Today. En Publicado por Charles Bally y Albert Sechehaye.
R. K., Merton, L. Broom, y S. Cottrell (eds.). París-Laussance: Payot.
Nueva York: Basic Books. Saussure, F. de (1959). Course in General Linguistics.
Rink, J. E. (1989). Observation Instrument for Content London: Peter Owen. (Original publicado en
Development in Physical Education (OSCD-PE). 1916).
En P. W. Darst, D. B. Zakrasjek, y V. Mancini Schäfers, B. (1984). Introducción a la sociología de los
(eds.). Analyzing Physical Education and Sport grupos. Barcelona: Herder.
Instruction. 2ª edición. pp. 261-268. Scherer, S. E. (1974). Proxemic behavior of primary
Rödholm, M. (1981). Effects of father-infant schools children as a function of their
postpartum contact on their interaction three socioeconomic class and subculture. Journal or
months after birth. Early Human Development, Personality and Social Psychology, 29. pp. 800-
5. pp. 79-85. 805.
Rogé, B. (1992). Differentiation sexuelle et Schiavo, R. S., Kobashi, K., Quinn, C., Sefscik, A. y Synn,
communications non verbales: approche K. M. (1995). Territorial influences on the
dévelopementale. Thèse de doctorat d’état de permeability of group spatial boundaries. The
psychologie, Paris VIII. Journal of Social Psychology, 135. pp. 27-29.
Rogé, B. (1997). Style paternel et communications non Schönborn, R. (1991a). Comunicación presentada en II
verbales. Enfance, 3. pp. 351-360. Seminario Monográfico de Táctica. Los Belones
Roger, D. B., y Reid, R. L. (1978). Small Group Ecology (Murcia), 29-30 de abril de 1991.
Revisited-Personal Space and Role Schramm, W. (1954). How communication works. En W.
Differentiation. British Journal of Social and Scramm (ed.). The Process and Effects of Mass
Clinical Psychology, 17. pp. 43-46. Communication. Urbana: University of Illinois
Rogers, E. (1986). Communication Technology. The Press. (Traducido al español por la editorial
New Media in Society. Nueva York: The Free Ciespal, Quito).
Press. Schulman, A. D. y Penman, R. (1992). Comunicación no
Romañá, T. (1994). Entorno físico y educación: verbal. En R. Williams (ed.). Historia de la
Reflexiones pedagógicas. Barcelona: PPU. Comunicación. Vol. I. Del lenguaje a la escritura.
Roncin, C. (1989). Langage corporel et communication Barcelona: Bosch. pp. 103-134.
verbale. EPS 1, 43. pp. 2-5 Scott, J. A. (1984). Comfort and seating distance in living
Rossi-Landi, F. (1992). Lenguaje. En R. Williams (ed.). rooms: The relationship of interactants and topic
Historia de la Comunicación. Vol. I. Del of conversation.. Environment and Behavior, 16
lenguaje a la escritura. pp. 45-82. Barcelona: (1). pp. 35-54.
Bosch. Scott, M. D. y Powers, W. G. (1985). La Comunicación
Ruesch, J. (1984).Comunicación y relaciones humanas.
Interpersonal como Necesidad. Madrid: Narcea.
Un enfoque interdisciplinario. En G. Bateson, G.
y J. Ruesch (ED?). Comunicación. La matriz Sebeok, T. A. (1975). The semiotic web: A chronicle of
social de la Psiquiatría. Barcelona: Paidós.
predujices. Bulletin of Literary Semiotics, 2. pp.
Ruesch, J. y Bateson, G. (1984). En G. Bateson, G. y J.
Ruesch (autores). Individuo, grupo y cultura: 1-63.
Una reseña de la Teoría de la Comunicación
Sebeok, T. A. (1977). Zoosemiotic components of
Humana. Comunicación. La matriz social de la
80
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
81
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
justification and sex. Influences on the Deporte. Madrid, 25-29 Junio de 1973..
aversiveness o spatial violations. Journal of Veitch, R., y Arkkelin, D. (1995). Environmental
Social Psychology, 106. pp. 215-225. Psychology: An interdisciplinary perspective.
Tajfel, H. (1984). Grupos Humanos y Categorías Englewoods Cliffs, NJ: Prentice-Hall.
Sociales. Barcelona: Herder. Vigarello, G. y Vivès, J. (1986). Discours de l´entraineur
Taylor, J. y Demick, A. (1994). A multidimensional et technique corporelle. E. P. S., 200-201. pp.
model of momentum in tennis. Journal of 146-152.
Applied Sport Psychology, 6 (1). pp. 51-70. Vogt, W. P. (1993). Dictionary of Statistics and
Tennis, G. H., y Dabbs, J. M. (1975). Sex, setting and Methodology. California: Sage.
personal space: First grade through college. Wainwright, G. R. (1998). El lenguaje del cuerpo.
Sociometry, 38. pp. 385-394. Madrid: Pirámide. (5ª edición).
Tharp, R. G. y Gallimore, R. (1976). What a coach can Watson, O. M., y Graves, T. D. (1966). Quantitative
teach a teacher?. Psychology Today, 9. pp. 75- research in proxemic behavior. American
78. Anthropologist, 68. pp. 971-985.
Theodorson, S. A. y Theodorson, G. R. (1969). A Watson, W. H. (1975). The meaning of touch: Geriatric
Modern Dictionary of Sociology. Nueva York: nursing. Journal of Communication, 25. pp. 104-
Cassell. 112.
Thibaut, J. W. Y Kelley, H. H. (1959). The Social Watzlawick, P., Bavelas, J. B. y Jackson, D. D. (1997).
Pshychology of Groups. New York: Wiley. Teoría de la comunicación humana
Thiel, E. (1991). El lenguaje del cuerpo revela más que Interacciones, patologías y paradojas.
las palabras. Barcelona: Elfos. 2ª edición. Barcelona: Herder.11ª edición (1º edición 1981).
Tilmanis, G. A. (1978). Tenis para entrenadores, Watzlawick, P., Helmick, J. y Jackson, D. (1983). Teoría
profesores y jugadores. Barcelona: Compañía de la comunicación humana. Barcelona: Herder.
Editorial Continental. Watzlawick, P., Weakland, J. H. y Fisch, R. (1982).
Tremblay-Leveau, H. (1992). Evolution des Cambio. Barcelona: Herder.
communications en triade pendant la Watzlawick, P., y Weakland, J. H. (Ed.) (1977). The
deuxième année. Enfance, 46, n° 4. pp. 349- Interactional View. Studies at the Mental
361. Research Institute, Palo Alto, 1965-1974. Nueva
Trigo, E., Álvarez Seoane, M., Aragunde, J. L., García York: Norton.
Eiroá, J., Graña, I., Fernández Manero, D., Weick, K. E. (1968). Systematic observational methods.
Maestu, J., Pazos, J. M., Rey Cao, A., Rey Rey, En G. Lindzey y E. Aronson (Eds.), Handbook of
C. y Sánchez González-Dans, M. (1999). social Psychology. (pp. 357-451). Reading,
Creatividad y motricidad. Barcelona: Inde. Mass.: Addison-Wesley, vol. II.
Tutko, T. A. y Richards, J. W. (1984). Psicología del Weinberg, R. S. (1988). The mental advantage.
entrenamiento deportivo. Madrid: Augusto E. Champaign, Il.: Leisure Press.
Pila Teleña. Weinberg, R. S. y Gould, D. (1996). Fundamentos de
Valenzuela, A., Tremblay, R. E. Saucier, J-F. (1992). psicología del deporte y del ejercicio físico.
Le contact physique dans l’interaction chez les Barcelona: Ariel. Comunicación
familles ayant des garçons agressifs. Enfance, Weinberg, R. y Jackson, A. (1989). The effects of
46, n° 4. pp. 417- 434. psychologycal momentum on male and female
Vallerand, R. J., Colavecchio, P. G. y Pelletier, L. G. tennis players revisited. Journal of Sport
(1988). Psychological momentum and Behaviour, 12 (3). pp. 167-179.
performance inferences: a preliminary test of Weiss, S. (1984). Parental tocuh and the child’s body
the antecedents-consequences psychological image. En C. C. Brown. The many facets of
momentum model. Journal of Sport and touch, États-Unis, Johnson & Johnson Baby
Exercise Psychology, 10 (1). pp. 92-108. Products Company (pediatric round table series;
Van Raalte, J. L., Brewer, B. W., Rivera, P. M. y 10).
Petitpas, A. J. (1994). The relationship Wells, R. (1954). Meaning and Use. Word, 10. pp. 235-
between self-talk and competitive junior tennis 250.
players´ match performances. Journal of Sport Whittaker-Bleuler, S. A. (1982a). Information
and Exercise Psychology, 16. pp. 400-415. transmission of initial vs later between-point
Antecedentes/ onverbal behaviors in tennis. Perceptual and
Vayer, P. y Roncin, Ch. (1989). El niño y el grupo. motor skills, 54 (3). Parte 2. pp. 1135-1138.
Barcelona: Paidós. Comunicación Whittaker-Bleuler, S. A. (1982b). Use of nonverbal
Veit, H. (1973). Interpersonal relations and the behavior in detecting winning and losing in
effectiveness of ball game teams. Texto tennis. Perceptual and motor skills, 54 (3). Parte
presentado en el III Congreso Mundial de la 2. pp. 1139-1144.
Sociedad Internacional de Psicología del Widmeyer, W. N. (1986). Theoretical and Methodogical
82
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Perspectives of Group Dynamics in the Study of Jackson, D. D., Scheflen, A. E., Sigman, S. J.,
Small Groups in Sports. En C. R. Rees y A. W. Watzlawick, P., y Winkin, Y. En La nueva
Miracle (eds.). Sport and Social Theory. comunicación. pp. 9-113. Barcelona: Kairós.
Champaign (Il.): Human Kinetics. Witcher, D., y Fisher, J. Multidimensional reaction to
Willis, F. N., Jr., y Hamm, H. K. (1980). The use of therapeutic touch in a hospital setting. Journal of
interpersonal touch in securing compliance. Personality and Social Psychology, 37. pp. 87-
Journal of Nonverbal Behavior, 5. pp. 49-55. 91.
Willis, F. N., y Rinck C. M. (1983). A Personal Log Wittig, M. A., y Skolnick, P. (1978). Status versus
Method for Investigating Interpersonal Touch. warmth as determinants of sex differences in
The Journal of Psychology, 113. pp. 119-122. personal space. Sex roles, 4. pp. 493-503.
Willis, F. N., y Rinck C. M., y Dean, L. M. (1978). Wuest, D. A. y Mancini, V. H. (1989). CAFIAS
Interpersonal Touch among Adults in Cafeteria Supervisory Feedback Instrument (CSFI). En P.
Lines. Perceptual and Motor Skills, 47. pp. W. Darst, D. B. Zakrasjek, y V. Mancini (eds.).
1147-1152. Analyzing Physical Education and Sport
Winkin, Y (1994). Presentación general. En Bateson, Instruction. pp.137-142. 2ª edicion.
G., Birdwhistell, R. L., Goffman, E., Hall, E. T.,
83
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Capítulo 9
Motivación y deporte
José Martín-Albo Lucas
Juan Luis Núñez Alonso
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
84
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
85
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
86
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
resultado por parte del individuo y sus reacciones deportistas, tanto ganadores como perdedores, utilizan
afectivas. McAuley (1985) aplicó este instrumento a la con mayor frecuencia atribuciones del tipo mencionado
competición deportiva. Los datos obtenidos parecen que los sujetos no deportistas. También se encontró que
confirmar la hipótesis general de la mediación, pero no los sujetos atribuyen los éxitos y fracasos a causas
muestran una pauta uniforme en cuanto al peso internas cuando los resultados son claros y a causas
concedido a cada una de las dimensiones causales. externas cuando son ambiguos (Spink, 1978; Spink y
Por ello, se propuso la idea de una relación curvilínea Roberts, 1980). En cualquier caso, las investigaciones
entre el tipo de atribución y los resultados a largo han aportado resultados a veces contradictorios. Así, en
plazo, en términos de ganar o perder. Posteriormente, baloncesto, Shaw, Dzewaltowski y McElroy (1992),
esta escala ha sufrido modificaciones (McAuley, encontraron que el resultado de la competición, tanto en
Duncan y Russell, 1992) dividiendo la dimensión el grupo de control como en el experimental con una
controlabilidad en dos dimensiones: control personal y muestra de hombres y mujeres, se atribuía a causas
control externo. internas, inestables y controlables. Sin embargo,
Alberca, Balaguer, Guallar, Sabater y Blasco (1995) en el
b) W.S.A.R.S (Wingate Sport Achievement mismo deporte y con mujeres, obtuvieron un patrón
Responsability Scale) de Tenenbaum, Furst y atribucional interno, estable y controlable.
Weingarten (1984): es un instrumento de aplicación
más específica al campo deportivo y pretende medir Dentro de las limitaciones de este modelo,
las actitudes persistentes de los deportistas en sus Rejeski y Brawley (1983) en una revisión de los trabajos
atribuciones de éxito y fracaso, considerando además efectuados entre 1974 y 1979, apuntan la falta de
la información procedente del entrenador, el público y flexibilidad del modelo para aprehender las situaciones
los compañeros. deportivas. A su juicio, el problema radica en que, por
un lado, casi todos los estudios fueron de laboratorio y,
Aportaciones más importantes además, se utilizaron sujetos estudiantes de universidad
que ejecutaban tareas nuevas con poca o ninguna
Los aspectos más relevantes asociados al implicación personal. Por otro lado, los estudios de
ámbito deportivo en los que se han fijado los campo tampoco se salvaron de las dificultades ya que
investigadores han sido la victoria y la derrota. Estos las atribuciones se registraban después de la
dos aspectos han sido estudiados en situaciones competición, no distinguiendo claramente entre las
experimentalmente manipuladas, en los ambientes adscripciones individuales y las de equipo y, rara vez, se
naturales o en imaginación, donde se pedía a los manipularon experimentalmente las variables.
individuos que se imaginaran a sí mismos o a otros,
ganando o perdiendo en un acontecimiento deportivo Roberts (1982) recoge también algunos de los
(Roberts, 1982). problemas que plantea el modelo atribucional y que
sistematiza en cuatro apartados:
Una de las aportaciones más interesantes
permite constatar que las experiencias pasadas 1. Las causas específicas o los elementos de atribución
afectan significativamente a las atribuciones causales de los estudios. Estos elementos son más ricos de
de los éxitos y fracasos, de tal forma que si los los que se han tenido en cuenta dentro de la
resultados son consistentes con las experiencias bibliografía deportiva.
pasadas, las atribuciones tienden a ser estables, lo
cual puede llevar a los sujetos, cuando las 2. La importancia dimensional de los elementos
experiencias de fracaso se repiten, a una indefensión atribucionales particulares. La relevancia de estos
aprendida. Esto ha sido constatado por varios autores elementos a menudo es obviada y los investigadores
en distintos deportes: Spink en baloncesto (1978), Iso- simplemente ignoran si el significado del elemento
Ahola en béisbol (1977), McAuley y Gross en ping-pong atribucional es o no significativo para el deportista.
(1983).
3. El significado del resultado para el individuo. En el
Una segunda aportación es la analizada por deporte, muchas veces, se asume que ganar y
Roberts (1982) quien descubre que la información perder son sinónimos de éxito y fracaso
sobre el resultado afecta a las expectativas sobre los respectivamente.
futuros triunfos y fracasos, así como a los sentimientos 4. El proceso de medición de las atribuciones.
de afecto que, a su vez, afectan a la conducta de
ejecución. Una de las críticas más importantes insiste en
que parece un modelo más de la psicología de la
Algunas investigaciones indican que los percepción que de la motivación (Roberts, 1982). Así,
ganadores suelen ser más internistas, estables y las intervenciones para mejorar la motivación, desde
controladores que los perdedores; y, el conjunto de esta perspectiva atribucional, han sido muy débiles. Si
87
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
dentro del aula fueron útiles (Dweck, 1975), nunca Ames (1984a, 1984b), Maehr y Braskamp (1986), Dweck
fueron trasladadas al deporte con eficacia. y Leggett (1988) y Ames y Archer (1988), se intenta
dirigir esta orientación al terreno deportivo. Dos son los
El modelo atribucional ha abierto muchos tipos de perspectiva de meta que se proponen:
caminos de investigación, pero no constituye una
teoría comprensiva en sí misma, ya que se ha 1. Las percepciones de competencia demostrada son
centrado en el deseo de éxito de las personas, pero no autorreferentes y la experiencia subjetiva de mejora
en el porqué de este deseo (Dweck y Elliott, 1983). de la propia ejecución o de dominio de las
Para cualquier teoría comprensiva de la motivación, demandas de la tarea son el criterio implícito del
debe ser imprescindible contar con variables afectivas éxito subjetivo. Alguien así orientado pensará ¿cómo
y cognitivas y explicar cómo interactúan para dar puedo conseguir del mejor modo esta meta o
energía y dirección a la conducta de ejecución. dominar esta tarea?
A todos estos inconvenientes hay que añadir 2. La mejora y/o el dominio personal no son suficientes
los dos problemas que el propio Weiner (1990) para crear un sentimiento de gran capacidad. Las
recoge: el sesgo hedónico y la perspectiva actor- percepciones de competencia demostrada son
observador. El sesgo hedónico hace referencia a la normativas y el éxito subjetivo se consigue mediante
tendencia a atribuirse el mérito del éxito (locus de la comparación favorable de las propias capacidades
control interno) y/o atribuir el fracaso a factores frente a otros individuos. Una persona así orientada
externos al yo (locus de control externo). Así, en el pensará ¿cómo puedo conseguir vencer a X en esta
contexto del deporte, encontramos múltiples ejemplos tarea? o me siento satisfecho porque he ganado a
como las investigaciones de Snyder, Stephan y X.
Rosenfield (1976) o en la revisión de Mullen y Riordan
(1988). Según Bradley (1978), el sesgo hedónico Los diferentes autores han denominado de
aumenta cuando: a) la conducta del individuo fuera distintas maneras a estas dos perspectivas. Así, entre
observada por otros; b) el individuo tuviera libertad de las nomenclaturas utilizadas para la primera perspectiva
elección en la decisión de actuar y se sintiera podemos destacar: metas orientadas a la tarea (Duda,
responsable del resultado de su acción; c) estuvieran Maehr y Nicholls); metas orientadas al aprendizaje
presentes condiciones de mucha implicación del yo, y (Dweck y Elliott) y metas dirigidas a la maestría (Ames).
d) se dieran condiciones objetivas de gran Para la segunda perspectiva podemos destacar: metas
autoconciencia. Es decir, el deporte cumple al menos orientadas al Yo (Duda, Maehr y Nicholls); metas
tres de las cuatro características (a, b y c) por lo que orientadas a la ejecución frente a los demás (Dweck,
este sesgo debe considerarse en las investigaciones. Elliott) y metas dirigidas a la habilidad (Ames).
88
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
sobre todo, porque abre nuevos caminos de poco, perder por mucho) y niveles de ejecución (muy
intervención (Ames y Maehr, 1989). buena, por encima de la media, por debajo de la media,
muy pobre).
Para evaluar la perspectiva de meta se han
utilizado los siguientes cuestionarios: el TEOSQ (Duda POSQ (Perception of Success Questionnaire).
y Nicholls, 1989), el SOQ (Gill y Deeter, 1988), el COI Desarrollado por Roberts y Balagué (1989) consta de 12
(Vealey, 1986), el POSQ (Roberts y Balagué, 1989) y el ítems, 6 para el factor tarea y 6 para el factor ego.
PMCSQ (Seifriz, Duda y Chi, 1992). Pasamos a Ambos factores se presentan como ortogonales. Tiene
describir brevemente cada uno de estos cuestionarios. formato de escala tipo Likert de cinco puntos donde 1 es
totalmente en desacuerdo y 5 totalmente de acuerdo. Su
TEOSQ (Task and Ego Orientation in Sport fiabilidad ha demostrado ser aceptable; en concreto, la
Questionnaire). El Cuestionario de Orientación a la versión española supervisada por Balagué, obtuvo un
Tarea y al Yo en el Deporte, se construyó partiendo de alpha de Cronbach para las subescalas Ego y Tarea de
los cuestionarios que se habían realizado para la 0.90 y 0.77 respectivamente (Cervelló, Escartí y
escuela. En su primera versión contenía 15 ítems que Guzmán, 1995).
se redujeron a 12 en su segunda versión. Los ítems
miden las dos perspectivas con seis ítems cada una. Es PMCSQ (Perceived Motivational Climate in Sport
el cuestionario que más se ha utilizado en este tipo de Questionnaire). El cuestionario de Clima Motivacional
investigaciones. Percibido en el Deporte es el de más reciente creación.
En su primera versión constaba de 40 ítems (20 para la
SOQ (Sport Orientation Questionnaire). El maestría y 20 para la competitividad), siendo reducido a
Cuestionario de Orientación Deportiva, surgió como 21 ítems en su más reciente versión (9 y 12
una medida multidimensional específica del deporte de respectivamente). Muestra una fiabilidad aceptable de
las diferencias individuales en la orientación de logro alfa de Cronbach de 0.84 y 0.80 para competitividad y
deportiva. Contiene tres factores: maestría respectivamente (Seifriz, Duda y Chi, 1992).
89
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
incompetencia será menos evidente. Pero, quizá lo más interesante sea la posibilidad
de predecir las atribuciones que los individuos harán tras
En cuanto a la orientación a la maestría, conocer el tipo de meta adoptada. Y, aunque no hay
parecen encontrarse atribuciones relacionadas con que todavía demasiadas evidencias empíricas, las
el éxito es fruto del esfuerzo (Ames y Ames 1981; aportaciones de Duda y Chi (1989) y Seifriz, Duda y Chi
Nicholls, 1989). (1992), son esperanzadoras.
Duda y Chi (1989) examinaron el efecto de una condición de juego (implicación en la tarea versus en el yo) y el
resultado objetivo en las atribuciones sobre la ejecución entre varones universitarios. A setenta y nueve estudiantes que
habían optado por una asignatura de Educación Física se les puso a jugar un partido de baloncesto uno contra uno, frente a
un oponente de igual habilidad.
En la condición de implicación yoica, los sujetos jugaban un partido a 12 puntos. El que primero llegara a esos 12
puntos era el ganador y el resultado se le daría al instructor de la clase. Para dar más fuerza a la naturaleza competitiva, se
añadió la figura de un árbitro.
En la condición de implicación en la tarea, se pidió a los sujetos que jugaran durante 10 minutos. Se les dijo que no
habría ganador ni perdedor, que lo hicieran lo mejor posible y que trabajaran una ofensiva concreta y una defensa débil, que
fue prescrita por el instructor. El marcador permaneció desconocido para los sujetos. Un observador anotó y grabó el
resultado.
Inmediatamente después del partido, los sujetos valoraban el grado en el cual percibieron su ejecución, en función de la
intensidad de su intento, su destreza en el baloncesto, la destreza del oponente y los golpes de suerte. Los resultados
indicaron que los ganadores, más que los perdedores, creían que su nivel de destreza tenía un gran efecto sobre la
ejecución. Los perdedores, más que los ganadores, sentían que la destreza del oponente tenía mayor influencia en el
resultado. Sin embargo, la manipulación de la perspectiva de meta, influyó en las atribuciones del esfuerzo de los ganadores
y de los perdedores objetivos. De hecho, en la situación de implicación de tarea, los patrones atribucionales se predecían
mejor por el resultado subjetivo, existiendo una mayor certeza de haberse esforzado al máximo (tanto si objetivamente
habían ganado como si habían perdido). Sin embargo, el resultado objetivo (ganar/perder) sólo era pertinente para
valoraciones de atribución en la condición de implicación yoica.
En una investigación posterior relacionada con el clima motivacional percibido, la motivación intrínseca y la creencia
acerca del éxito en el baloncesto, Seifriz, Duda y Chi (1992) encontraron que los sujetos orientados a la maestría
correlacionaban positivamente con el divertirse y con la creencia de que el esfuerzo lleva al éxito, mientras que los
orientados a la competitividad correlacionaron con la creencia de que la habilidad, más que el esfuerzo, es la razón principal
que lleva al éxito. También este estudio mostró una mayor motivación intrínseca en aquellos jugadores que se encontraban
bajo una orientación de maestría.
Como hemos podido apreciar, este modelo tarea (tanto si conciben su capacidad como alta o como
aporta distintos datos de interés que podemos articular baja) consiste en mejorar la habilidad en el tiempo, no
en tres núcleos: en probar la habilidad en el momento. Por esta razón,
las investigaciones han ido orientadas a comprobar
ü La motivación intrínseca y las creencias cómo afecta el tipo de orientación de meta a la
atribucionales pueden ser predichas por el tipo de competencia percibida por un individuo. En diferentes
disposición de meta. programas (Burton, 1989; Newsham, 1989; Duda y Chi,
1989; Hall, 1990; Seifriz, Duda y Chi, 1992; Fox,
ü Alerta sobre la importancia del contexto educativo- Goudas, Biddle, Duda y Armstrong, 1994), los resultados
deportivo en el que los entrenadores y padres han sido similares. En el programa de fijación de metas
tienen un papel significativo (buscar contextos de Burton (1989) con nadadores, los resultados
orientados a la maestría y no a la competitividad). demostraron que aquellos orientados a la ejecución
personal (tarea) mostraron mayor capacidad percibida y
ü La orientación a la maestría se muestra como la se sintieron más exitosos que los orientados a la victoria
orientación de elección en los contextos deportivos (competitividad). Por su parte, Newsham (1989) con
al igual que en los contextos educativos. niños de la escuela elemental, encontró que los
orientados a la maestría eran significativamente
Respecto a la competencia percibida, la superiores en competencia deportiva percibida y en
competición y su valor comparativo suelen ser aceptación social que los del grupo control (clase de
atrayentes para los individuos que buscan la Educación Física tradicional). Duda y Chi (1989) hallaron
comparación con los demás sobre las capacidades que que los jugadores de baloncesto universitarios con baja
se tienen. En este sentido, Elliot y Dweck (1988) competencia percibida, se sintieron más capaces cuando
explican que el foco de los individuos que persiguen el se trataba de un contexto de implicación en la tarea que
aprendizaje de metas o que están involucrados en la sus homólogos en implicación yoica, tras el partido uno
90
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
contra uno. Hall (1990) encontró que la implicación patrón de conducta particular y los factores situacionales
yoica no favorece el mantenimiento de las se suponen potencialmente alteradores de esta
percepciones de alta capacidad, particularmente entre probabilidad. De esta forma, en ambientes
individuos cuya competencia percibida es débil. Por caracterizados por la competición interpersonal, la
último, Fox y sus colaboradores (1994) en un estudio evaluación pública, el feedback normativo y/o el examen
con niños y niñas con una media de edad de 11.1 años de destrezas valoradas, es más probable que surja un
encontraron que aquellos que presentaban un perfil estado de implicación yoica. Por el contrario, los
orientado a la tarea, utilizando el TEOSQ como ambientes que dan lugar a un énfasis en el proceso de
instrumento, presentaban una mayor competencia aprendizaje, la participación, el dominio de la destreza
percibida y mayor disfrute que aquellos que individual y/o la resolución de problemas, tienden a
presentaban un perfil más orientado al yo. evocar una implicación en la tarea (Ames y Archer,
1988). A este respecto, Cervelló, Escartí y Guzmán
En general, una perspectiva de meta orientada (1995) en un estudio con 75 atletas adolescentes
a la maestría conllevará una mayor competencia encontraron que como predictores sociales de una u
percibida y una sensación exitosa que favorecerá el otra orientación de meta estaban los amigos deportistas,
mantenimiento de percepciones de alta capacidad. el entrenador y los amigos no deportistas como
predictores de la orientación a la tarea; los amigos
Más adelante, analizaremos con más detalle deportistas, el entrenador, los amigos no deportistas y la
los resultados de las investigaciones sobre motivación madre como predictores para la orientación al yo.
intrínseca (MI) y motivación extrínseca (ME). Ahora,
nos referiremos a los resultados obtenidos en las Otros resultados indican que la orientación hacia
investigaciones sobre perspectivas de meta que la maestría consigue que los individuos se esfuercen
conllevan aportaciones importantes sobre aspectos de más en la ejecución y el entrenamiento, así como a
la MI. mantenerse implicados durante más tiempo en la
práctica deportiva. Recientemente se ha encontrado que
Uno de los resultados más interesantes apunta el esfuerzo parece ser una orientación que correlaciona
que situaciones competitivas o de implicación yoica, con las otras dos, contradiciendo el diseño ortogonal
conllevan una disminución en la MI del individuo (Deci planteado por el modelo inicial, es decir, los deportistas,
y Ryan, 1980; Ryan 1982; Ryan, Mims y Koestner, independientemente de la orientación de meta que
1983; Plant y Ryan 1985; Koestner, Zuckerman y tengan, pueden percibir que se esfuerzan (Martín-Albo y
Koestner, 1987). Duda, Chi y Newton (1990) utilizando Núñez, 1999; Sánchez, González, García y de Nicolás,
el IMI (Inventario de Motivos Intrínsecos), encontraron 1999). Sin embargo, todavía no existen suficientes
que la orientación a la tarea estaba más relacionada investigaciones empíricas al respecto.
con los marcadores de la diversión, el esfuerzo y otros
aspectos de la MI. Por su parte, la orientación yoica En resumen, podemos comentar tres aspectos
correlacionó inversa y significativamente con diversión que nos resultan relevantes:
y MI en general. Aunque debemos apuntar que una
variable que puede resultar interesante es la novedad 1. La perspectiva de meta orientada a la maestría se
de la tarea que se propone en los experimentos para muestra favorecedora de atribuciones positivas
los sujetos. Un ejemplo es la experiencia llevada a hacia el esfuerzo para lograr el éxito, aumenta la
cabo por Theeboom, De Knop y Weiss (1995) en la competencia percibida, favorece la sensación de
que tras aplicar un programa motivacional para éxito y logra una mayor implicación en el deporte,
aumentar la perspectiva de meta orientada a la tarea aumentando elementos como el disfrute deportivo.
no encontraron diferencias en motivación intrínseca.
Esto se explicó porque la tarea propuesta, una variante 2. La perspectiva de meta orientada a la competitividad
del karate, resultó novedosa para todos los sujetos. favorece atribuciones que infravaloran el esfuerzo,
sobre todo, ante el fracaso y aumentan la creencia
Otras aportaciones propias del modelo de de que la habilidad lleva al éxito. Asimismo,
perspectivas de meta están orientadas a la posibilidad perjudica la percepción de alta competencia
de determinar el tipo de meta que un individuo tendrá percibida, experimentando menos disfrute por la
dependiendo del ambiente social, específicamente, el actividad deportiva y facilitando, por tanto, el
contexto compuesto por padres-entrenadores/educa- abandono.
dores-amigos-deportista. Así, el ambiente que
envuelva al deportista influirá para que éste se oriente 3. La influencia del contexto padres-entrena-
hacia una u otra perspectiva de meta. Dweck y Leggett
(1988), indican que las diferencias disposicionales en
la perspectiva de meta determinan la probabilidad a
priori de adoptar una meta concreta y de desplegar un
91
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Imaginemos la siguiente situación. Un atleta, en una pista al aire libre, en un día lluvioso y con una temperatura
inferior a cinco grados centígrados. Está haciendo series de doscientos metros lisos (media vuelta a la pista) recuperando
durante la otra media vuelta con un ritmo más lento. Un observador, desde la grada cubierta, abrigado hasta las orejas, ve
como el atleta realiza ese ejercicio una y otra vez. Lo primero que piensa es en el frío que hace y aquel hombre ¡en
pantalón corto! Después es posible que pensase que se trata de un loco, porque ¿quién en sus cabales haría una cosa así
en un día tan desapacible? Desde el punto de vista del observador, podría decirse que aquel deportista está muy motivado
para hacer aquello porque, además, se puede apreciar el jadeo y el gesto de cansancio (¿sufrimiento?) en su rostro. Así,
nuestro observador decide que está muy motivado. Pero ¿intrínseca o extrínsecamente? Nuestro observador, muy curioso,
decide salir de la duda. Baja, a pesar de la lluvia, para preguntarle al atleta por qué está allí haciendo aquello. El deportista,
con la fatiga visible, contesta: La semana que viene participaré en una carrera cuyo premio es un coche.
En el ejemplo, podríamos decir que el extrínseca a priori. Necesitamos que sea el propio sujeto
deportista está muy motivado a entrenar ese día, el que nos indique esa cuestión.
aunque sea por un motivo extrínseco (ganar un
coche). Pero, en el mismo ejemplo, encontramos La necesidad de medir los motivos intrínsecos o
también una motivación intrínseca. Se trata de esa extrínsecos en el deporte ha llevado a numerosas
curiosidad que provoca en el observador la conducta investigaciones y ha dado lugar a diversas
de preguntar al atleta para eliminar la sensación de clasificaciones. A modo de resumen, el cuadro 1 nos
desequilibrio. Otra consecuencia que queremos muestra algunas investigaciones que recogen dis-tintos
remarcar con este ejemplo es la imposibilidad de motivos.
saber si se trata de una conducta intrínseca o
92
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Otro grupo de investigaciones han intentado rebaja que tiene sus raíces en la teoría de la atribución
dilucidar el papel que juegan las recompensas (Heider, 1958; Kelley, 1967). Como en general la causa
extrínsecas en la conducta deportiva y cómo afectan a externa es más inmediatamente comprobable y más
la MI. Una explicación de la desaparición de la sobresaliente que la causa interna, el sujeto se sentirá
motivación intrínseca puede radicar en lo siguiente: inclinado, en situaciones en que disponga al mismo
cuando se dispone de dos causas posibles de una tiempo de causas internas y externas, a rebajar la
conducta (motivación intrínseca y externa como importancia de los factores internos en el grado en que
gratificación) y cada una es en sí misma suficiente los externos basten para causar una conducta. Atribuirá,
para producir la conducta, el sujeto otorga prioridad a por lo tanto, la conducta al premio.
una sobre otra. Este es el llamado principio de
Para ilustrar este problema, Halliwell (1978) emplea una cita de Casady (1974, 52): Un anciano vivía solo en una
calle en donde los chicos jugaban ruidosamente todas las tardes. Un día el escándalo fue tal que llamó a los chicos a su casa.
Les dijo que le gustaba oírles jugar, pero que estaba quedándose sordo y apenas podía sentirles. Les rogó que acudieran
todos los días y jugasen estruendosamente ante su casa. Si así hacían, les daría un cuarto de dólar. Los chicos se
apresuraron a presentarse al día siguiente e hicieron un ruido tremendo. El anciano les pagó y les pidió que volvieran al día
siguiente. De nuevo escandalizaron y de nuevo les pagó. Pero esta vez entregó sólo veinte centavos a cada chico,
explicándoles que estaba quedándose sin dinero. Al día siguiente entregó sólo quince centavos a cada uno. El cuarto día les
advirtió que tendría que reducir la gratificación a cinco centavos. Los chicos se enfadaron y dijeron al anciano que no
volverían. No valía la pena el esfuerzo, afirmaron, tan sólo por cinco centavos diarios.
En esta línea de trabajo Deci y sus colabo- interpretada en términos de superación personal y no en
radores plantean que las recompensas extrínsecas términos de comparación social.
pueden afectar a la MI de dos maneras:
Frente a los estudios que destacan qué factores
debilitan la motivación intrínseca, encontramos el
1. Disminuyendo la MI, cuando las personas denominado modelo de flujo, cuyo autor destacado es
perciben un cambio en el locus de control Csikszentmihalyi (1975). Éste denomina flujo (flow) a la
de interno a externo. sensación de plenitud que las personas tienen cuando se
sienten totalmente implicadas en una tarea. Esta
2. Incrementando la MI, cuando las experiencia tiene lugar cuando las destrezas de la
recompensas externas proporcionan persona equivalen al desafío que tienen que afrontar
información que aumenta el sentimiento provocando que la motivación intrínseca alcance su
de competencia de una persona. punto más alto. La ansiedad y el aburrimiento suelen
aparecer cuando las exigencias de la tarea superan a las
Es decir, el valor informativo de las destrezas del individuo o cuando las destrezas superan
recompensas puede llevar a una mayor MI. Esto nos las exigencias respectivamente. La sensación de flujo
indica de nuevo la importancia del contexto deportivo incluye aspectos como la completa absorción en la
que envuelve al individuo, pues la perspectiva de meta actividad, la fusión entre acción y consciencia, el
orientada a la tarea facilitaba la MI. Una explicación sentimiento de control, la sensación de plena energía,
sería precisamente que tras la ejecución de la tarea, si etc. El cuadro 2 señala los factores que facilitan o
el individuo recibe alguna recompensa ésta será dificultan la sensación de flujo.
93
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Es probable que, en éticas como la de Vince Lombardi en el fútbol americano donde ganar no lo es todo, es lo
único, las recompensas obtenidas en la victoria y el valor del resultado, sean el criterio externo que lleve a la satisfacción ( y
?posiblemente el dinero de la ficha!). La antítesis a esta ética Lombardiana, significaría que la victoria no es la única meta que
tiene la competición. El desarrollo personal, el disfrute de la actividad en sí misma, deben ser objetivos a enfatizar delante
del joven deportista (Butt, 1976).
Como nota de las contradicciones que se dan encontramos que lo importante es el rendimiento, lo
en todo ámbito humano apuntar que, a pesar de las productivo; por otra, la satisfacción es una consecuencia
evidencias empíricas de que la satisfacción y el disfrute del empleo adecuado de recompensas y, por último, los
son los motivos que más llevan a continuar la actividad estudios demuestran la eficacia de las recompensas en
deportiva, seguimos empeñados en continuar el aumento del rendimiento y la satisfacción. Con este
buscando (sobre todo entrenadores, directivos y panorama, el empleo de los programas de
padres) cómo reforzar extrínsecamente para conseguir reforzamiento parecían la panacea para solucionar dos
mejores resultados. Pero, no podemos olvidar que la problemas a la vez: el rendimiento y la satisfacción.
conducta deportiva, por su propia definición, conllevará
tanto motivos extrínsecos como intrínsecos. Evidentemente, los resultados empezaron a
mostrar y se empezaron a modificar algunos criterios
como la superioridad de los refuerzos sobre los castigos
Programas motivacionales o la importancia del valor informativo o
aplicados al deporte retroalimentación (feedback) que debía conllevar el
refuerzo o recompensa.
En este apartado pretendemos dar una visión
general de la evolución de los programas de A pesar de haber superado la concepción
intervención aplicados al contexto deportivo simplista del conductismo, el refuerzo y el castigo siguen
centrándose, fundamentalmente, en los últimos 15 siendo piezas fundamentales en el contexto del
años porque, en este período, es cuando la psicología aprendizaje en general y en el deportivo en particular.
cognitiva por un lado y el boom de los estudios en En general, en el ámbito del deporte y la actividad física,
psicología del deporte por otro, nos permiten un se utilizan técnicas conductuales para ayudar a las
acercamiento más real y actual al problema que personas a permanecer motivadas y orientadas hacia la
supone la intervención en el contexto que nos ocupa. tarea a lo largo del período de entrenamiento. Siguiendo
a Weinberg y Gould (1996) podemos establecer unas
Los programas conductistas líneas generales que se siguen utilizando como
elementos de intervención en motivación que abarcan
La noción skinneriana del refuerzo es la que, tres aspectos: refuerzo, castigo y retroalimentación.
mayoritariamente, se ha impuesto en el ámbito
deportivo. Y, es lógico. Por una parte, nos
94
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
3. Recompensa del esfuerzo. No encontrarán ü Se debe comenzar reforzando al principio cada vez
ningún jugador que estuviera en la UCLA que aparezca la conducta objeto (programa conti-
que diga que yo mencioné alguna vez la nuo de reforzamiento) pasando posteriormente a
palabra victoria en baloncesto. Podría reforzar intermitentemente y de forma variable
decir que sugería cosas, pero nunca que (razón variable o de tiempo variable) por ser estos
aludí a la victoria. No obstante, lo último más resistentes a la extinción.
que les decía, antes de empezar el
partido, antes de salir a la pista era que,
cuando todo hubiera acabado tenían que
poder tener la cabeza bien alta, ya que
95
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Komaki y Barnett (1977) utilizando la retroalimentación y el elogio. Barnett entrenaba a un equipo de fútbol
americano y quiso averiguar si sus jugadores estaban mejorando en las jugadas de ataque básicas. Él y Komaki establecieron
como objetivo tres jugadas que resultaban del ataque conocido como espoleta. Después de recoger datos iniciales como
línea base, el entrenador reforzó de manera sistemática y proporcionó retroalimentación en las tres jugadas. La
retroalimentación incluía: a) demostración de las conductas correctas, b) un listado con las partes ejecutadas
satisfactoriamente y c) elogio y reconocimiento por la ejecución correcta de cada fase. El resultado que encontraron fue
que la jugada A incrementó el número de ejecuciones correctas del 62% al 82%. De igual modo, las jugadas B y C
aumentaron sus porcentajes de ejecuciones correctas (del 54% al 82% y del 66% al 80%, respectivamente).
96
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Tomando la última sugerencia de Singer, Bueno (1995) resume los principios básicos que
Duquin (1980) propuso que la persistencia atlética es regulan estos programas:
más probable si:
1. Centrar la atención en el aquí y el ahora.
1. El atleta está orientado hacia el proceso:
es decir, motivado intrínsecamente y 2. Suministrar una experiencia intensa,
preocupado del proceso deportivo y su integrada por nuevos pensamientos,
oportunidad de competición, desarrollo de acciones y sentimientos.
destrezas, liberación de tensión y
mantenimiento de salud y no indebi- 3. Ayudar a la persona a dar un sentido a su
damente motivado extrínseca-mente, es experiencia intentando comprender lo que
decir, dependiente de índices objetivos de ocurrió.
éxito como la victoria real, emblemas para
el casco, trofeos o medallas. 4. Relacionar la experiencia con los valores de
la persona, sus metas, su conducta y su
2. La atmósfera del grupo o equipo es de relación con los demás.
apoyo, cohesiva, realza el desarrollo
personal, es clara en las expectativas y
responde al cambio. 5. Estabilizar los nuevos pensamientos,
3. La actividad es acertada en la mayoría de acciones y sentimientos a través de la
los casos y el éxito es atribuible a fuentes práctica.
internas: por ejemplo, esfuerzo y
capacidad, no a la suerte, al entrenador o 6. Internalizar los cambios.
97
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
98
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
entrenador puede construir un clima motivacional desarrollar las destrezas que les
determinado. permitan tomar responsabilidades
en su aprendizaje.
Otra investigación parecida la encontramos en
España. Alonso y otros (1995) emplearon el TARGET 3. Reconocimiento/refuerzo: alude al uso
para asesorar a 12 entrenadores de baloncesto con un formal e informal de recompensas,
total de 132 jugadores. En esta investigación incentivos y alabanzas. El tipo de
encontraron que el grupo experimental superaba al recompensas, las razones para darlas y la
grupo control en aspectos tales como la percepción del distribución de las mismas, tiene
éxito basado en el esfuerzo, la satisfacción y el clima importantes consecuencias para desarrollar
orientado a la tarea. el interés para aprender en los deportistas y
sentimientos de autoeficacia y satisfacción
El programa general en cuestión presenta los por su aprendizaje. Reconocimiento y
siguientes apartados: recompensas cuando se centran sobre las
mejoras o progresos individuales, dan la
1. Tarea: se refiere al diseño de las tareas, oportunidad a todos los deportistas de ser
deberes o actividades de aprendizaje. El recompensados. Las recomendaciones para
objetivo de las distintas estrategias esta área son:
existentes es incrementar el compromiso
e interés de los sujetos en el aprendizaje ü Reconocer el esfuerzo, la mejora y
como calidad de su participación. Algunas los logros de cada deportista
de estas estrategias incluyen: individualmente.
99
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
100
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
101
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
adolescents. En R. Ames y C. Ames (eds), b. MacRae (Eds.), Policies for America's public
Research on Motivation in Education: vol 3. schools. Norwood, New Jersey: Ablex.
Goalds and cognitions (45-72). Nueva York: Fox, K., Goudas, M., Biddle, S., Duda, J. y Armstrong, N.
Academic Press. (1994). Children's task and ego goal profiles in
Decharms, R. (1968). Personal causation. Nueva York: sport. British Journal of Educational Psychology,
Academic Press. 64, 253-261.
Deci, E.L. y Ryan, R.M. (1980). The empirical Gill, D.L. y Deeter, T.E. (1988). Development of the Sport
exploration of intrinsic motivational processes. Orientation Questionnaire. Research Quarterly
en L. Berkowitz (ed), Advances in for Exercise and Sport, 59, 191-202.
experimental social psychology: vol 13, 39-80. Graham, S. (1990). Communicating low ability in the
Nueva York: Academic Press. classroom: bad things good teachers sometimes
Duda, J.L. y Chi, L. (1989). The effect of task and ego- do. En S. Graham y V.S. Folkes (Eds.),
involving conditions on perceived competence Attribution theory: applications to achievement,
and causal attributions in basketball. Ponencia mental health, and interpersonal conflict (17-
presentada en la asamblea de la Asociación 36). New Jersey: Erlbaum, Hillsdale.
para el Desarrollo de la Psicología Aplicada al Graham, S. y Barker, G.P. (1990). The down side of
Deporte. Seattle: Universidad de Washington. help: an attributional-developmental analysis of
Duda, J.L., Chi, L. y Newton, M. (1990). Psychometric helping behavior as a low-ability cue. Journal of
characteristics of the TEOSQ. Estudio Educational Psychology, 82 (1), 7-14.
presentado en la asamblea anual de la Hall, H. (1990). A social-cognitive approach to goal
Sociedad Norteamericana para la Psicología setting: the mediating effects of achievement
del Deporte y la Actividad Física. Texas: goals and perceived ability. Tesis doctoral no
Universidad de Houston. publicada, University of Illinois, Urbana. Illinois.
Duda, J.L. y Nicholls, J.G. (1989). The Task and Ego Halliwell, W.R. (1978). Intrinsic motivation in sport. En
Orientation in SportQuestionaire: Psychometric W.F. Straub (Ed.), Sport Psychology, an analysis
properties. Unpublished manuscript. of athlete behavior. Nueva York: Mouvement
Duquin, M.E. (1980). The dynamics of athletic Publications. Ithaca.
persistence. En W. F. Straub (Ed.), Sports Heider, F. (1958). The psychology of interpersonal
Psychology: an analysis of athletes' behavior. relations. New York: Wiley.
New York: Mouvement, Ithaca. Iso-Ahola, S.E. (1977). A test of the attributional theory
Dweck, C.S. (1986). Motivational processes affecting of success and failure with Little League
learning. American Psychologist, 41, 1040- Baseball players. En J.H. Salmela (ed):
1048. Canadian Symposium for Psychomotor
Dweck, C.S. (1991). Self-theories and goals: their role 0Learning and Sport Psychology, Nueva York:
in motivation, personality, and development. Mouvement. Ithaca.
En R.A. Dienstbier (Ed.), Nebraska Symposium Kelley, H.H. (1967). Attribution theory in social
on Motivation 1990: perspectives on psychology. En D. Levine (Ed.), Nebraska
motivation (vol. 38, 199-235). Nebraska: Symposium on Motivation, vol. 15. University of
University of Nebraska Press. Lincoln. Nebraska Press. Lincoln.
Dweck, C.S. y Bempechat, J. (1983). Children's Koestner, R., Zuckerman, M. y Koestner, J. (1987).
theories of intelligence: consequences for Praise, involvements and intrinsic motivation.
learning. En S.G. Paris, G.M. Olson y H.M. Journal of Personality and Social Psychology, 53,
Stevenson (Eds.), Learning and motivation in 383-390.
the classroom (239-256). New Jersey: Komaki, J. y Barnett, F. (1977). A behavioral approach to
Erlbaum. Hillsdale. coaching football: Improving the play execution
Dweck, C.S. y Elliott, E. (1983). Achievement of the offensive backfield on youth football team.
motivation. En M. Hetherington (ed), Handbook Journal of Applied Behavioral Analysis, 10, 657-
of Child Psychology, (4? ed.), vol 4: 664.
Socialization, personality and social Maehr, M.L. y Braskamp, L.A. (1986). The motivation
development (643-691). Nueva York: Wiley. factor: a theory of personal investment.
Dweck, C.S. y Leggett, E.L. (1988). A social-cognitive Lexington: Lexington Books.
approach to motivation and personality. Marrero, G., Martín-Albo, J. y Núñez, J.L. (1999).
Psychological Review, 95, 256-273. Motivos, Motivación y Deporte. Salamanca:
Elliott, E.S. y Dweck, C.S. (1988). Goals: an approach Tesitex.
to motivation and achievement. Journal of Martín-Albo, J. y Núñez J.L. (1999). Las motivaciones
Personality and Social Psychology, 54, 5-12. deportivas: ¿cuestión de tiempo? En Revista de
Epsein, J. (1988). Effective schools or effective Psicología del Deporte Vol. 8, (2), 283-293.
student? Dealing with diversity. En R. Haskins y McAuley, E., Duncan, T. E., y Russell, D. (1992).
102
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Measuring causal attributions: The revised a social cognitive scale of motivation. Ponencia
Causal Dimension Scale (CDS II). Personality presentada en el VII Congreso Mundial de
and Social Psychology Bulletin, 18, 566-573. Psicología del Deporte. Singapore.
Mcauley, E. y Gross, J.B. (1983). Perceptions of Russell, D. (1982). The Causal Dimension Scale: a
causality in sport: an application of the causal measure of how individuals perceive causes.
dimension scale. Journal of Sport Psychology, Journal of Personality and Social Psychology, 42,
5, 72-76. 1137-1145.
McVicker-Hunt, J. (1965). Intrinsic motivation and its Ryan, R.M. (1982). Control and information in the
role in psychological development. En D. intrapersonal sphere: an extension of cognitive
Levine (ed), Nebraska Symposium on evaluation theory. Journal of Personality and
Motivation, (Vol. 13). University of Nebraska Social Psychology, 43, 450-461.
Press. Lincoln. Ryan, R.M., Connell, J.P. y Deci, E.L. (1985). A
Miller, A.T. (1985). A developmental study of the motivational analysis of self-determination and
cognitive basis of performance impairment self-regulation in education. En C. Ames y R.
after failure. Journal of Personality and Social Ames (Eds.), Research on motivation in
Psychology, 49, 529-538. education: the classroom milieu, Vol. 2 (13-
Monson, T.C. y Snyder, M. (1977). Actors, observers, 51).Orlando, Florida: Academic Press.
and the attribution process: toward a Ryan, R.M. Mims, V. y Koestner, R. (1983). The
reconceptualization. Journal of Experimental relationship of reward contingency and
Social Psychology, 13, 89-III. interpersonal context to intrinsic motivation: A
Mullen, B. y Riordan, C.A. (1988). Self-serving review and test using cognitive evaluation
attributions for permanence in naturalistic theory. Journal of Personality and Social
settings: A meta-analytic review. Journal of Psychology, 45, 736-750.
Applied Social Psychology, 18, 3-22. Sánchez, A., González, E., García, F. y de Nicolás, L.
Newsham, S. (1989). The effects of task-oriented (1999). Análisis confirmatorio de la escala
physical education program on the self- TEOSQ aplicada al fútbol. Comunicación
perception of third, fourth and fifth grade presentada en el VII Congreso Nacional de
students. Tesis doctoral no publicada, Psicología de la Actividad Física y el Deporte.
University of Southern California. California: Murcia.
Los Angeles. Seifriz, J.J., Duda, J.L. y Chi, L. (1992). The relationship
Nicholls, J.G. (1984). Achievement motivation: motivational climate to intrinsic motivation and
conceptions of ability, subjective experience, beliefs about success in basketball. Journal of
task choice and performance. Psychological Sport and Exercise Psychology, 14, 375-391.
Review, 91, 328-346. Shaw, J.M., Dzewaltowsk, D.A. y McElroy, M. (1992).
Nicholls, J.G. (1989). The competitive ethos and Self-efficacy and causal attributions as
democratic education. Cambridge: Harvard mediators of perceptions of psychological
University Press. momentum. Journal of Sport and Exercise
Nicholls, J.G., Patashnick, M. y Mettetal, G. (1986). Psychology, 14, 134-147.
Conceptions of ability and intelligence. Child Singer, R.N. (1972). Coaching, athletics and Psychology.
Development, 57, 636-645. New York: McGraw-Hill.
Plant, R. y Ryan, R.M. (1985). Self consciousness, self- Snyder, M.L., Stephan, W.G. y Rosenfield, D. (1976).
awareness, ego involvement, and intrinsic Egotism and attribution. Journal of Personality
motivation: An investigation of internally and Social Psychology, 33, 435-441.
controlling styles. Journal of Personality, 53, Spink, K.S. (1978). Win-loss causal attributions of high
435-449. school basketball players. Canadian Journal of
Rejeski, W.J. y Brawley, C.B. (1983). Attribution theory Applied Sports Sciences, 3, 195-201.
in sport: current status and new perspectives. Spink, K.S. y Roberts, G.C. (1980). Ambiguity of outcome
Journal of Sport Psychology, 5, 77-79. and causal attributions. Journal of Sport
Roberts, G.C. (1982). Achievement and motivation in Psychology, 2(3), 237-244.
sport. En R. Terjung (Ed.), Exercise and Sport Stipek, D.J. (1984). The development of achievement
Science Reviews, (Vol. 10). Philadelphia: motivation. En R. Ames y C. Ames (Eds.),
Franklin Institute Press. Research on motivation in education: student
Roberts, G.C. (1995). Motivación en el deporte y el motivation, (Vol I, 145-174). Orlando, Florida:
ejercicio: limitaciones y convergencias Academic Press.
conceptuales. En G.C. Roberts (ed), Motivación Tenenbaum, G., Furst, D. y Weingarten, G. (1984).
en el deporte y el ejercicio. Bilbao: Desclée De Attribution of causality in sports events:
Brouwer. validation of the Wingate Sport Achievement
Roberts, G.C. y Balagué G. (1989). The development of Responsibility Scale. Journal of Sport
103
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
104
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Capítulo 10
Establecimiento de metas
María Dolores González Fernández
José Luis Domínguez Rey
Universidad de Santiago de Compostela
105
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
106
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Sin embargo, y aunque la hipótesis general de Contrariamente, diversos estudios han mostrado
Locke y Latham (1985) confirma que a mayor diferencias significativas entre los grupos de meta
dificultad, mayor rendimiento, la investigación sobre especifica y los de meta inespecífica. Por ejemplo,
establecimiento de metas en el deporte no ha apoyado Weinberg, Bruya, Longino y Jackson, (1988) utilizando
esta predicción. Los resultados del estudio de niños en edad escolar en una prueba de dos minutos de
Weinberg, Bruya, Jackson y Garland (1987) con una abdominales comprobaron que los tres grupos con
prueba de tres minutos de abdominales no mostraron metas específicas difíciles rendían significativamente
diferencias significativas en la ejecución entre las tres mejor que el otro grupo. En otro estudio Erbaugh y
condiciones (fácil, moderadamente difícil y muy difícil) Barnett (1986) hallaron que los niños en la condición de
aunque todos los sujetos mejoraron en el transcurso meta específica realizaban una prueba de salto mejor
del programa. En un segundo estudio realizado por que los niños en la condición control. Por su parte, los
estos autores los resultados, de nuevo, indicaron que resultados del estudio de Hall, Weinberg y Jackson
no existían diferencias significativas en ninguno de los (1987) confirmaron que los dos grupos con metas
grupos. Similarmente, Hall, Weinberg y Jackson (1987) específicas difíciles mejoraron significativamente en el
compararon el rendimiento en una tarea de resistencia post-test de una prueba de resistencia mientras que el
con un dinamómetro entre sujetos asignados a tres otro grupo no mostró mejora alguna. También,
condiciones: hazlo lo mejor que puedas, mejorar 40 Tennenbaun, Weinberg, Pinchas, Elbaz y Bar Eli (1997)
segundos y mejorar 70 segundos. Aunque los encontraron que estudiantes asignados al grupo metas
36
Locke y Latham (1985) confirmaron esta relación en el 91%
37
de los 192 estudios revisados. Asimismo varios metaanálisis Locke y Latham (1985) confirmaron esta relación en el 91% de
(Chidester y Gribsby, 1984; Tubbs, 1986; Wood et al., 1987; los 192 estudios revisados. Asimismo varios metaanálisis (Chidester
Mento et al., 1987) corroboraron también dichas mejoras en la y Gribsby, 1984; Tubbs, 1986; Wood et al., 1987; Mento et al.,
ejecución. 1987) corroboraron también dichas mejoras en la ejecución.
107
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
especificas rendían mejor que los del grupo hazlo lo pero este efecto puede estar fuertemente influenciado
mejor que puedas en una tarea de abdominales. por varios moderadores. Entre ellos se incluyen los
siguientes: feedback, aceptación y compromiso,
Podemos, por tanto, concluir que los complejidad y autoconfianza. Seguidamente, haremos
resultados de la bibliografía sobre psicología deportiva un breve comentario sobre la importancia de cada uno
concer-nientes a la especificidad de la meta y la de ellos.
ejecución han sido contradictorios debido, funda-
mentalmente, a la presencia de errores metodológicos Feedback
que abordaremos en un apartado posterior.
El efecto facilitador del feedback sobre la
Temporalidad de la meta ejecución y el aprendizaje se produce a través de dos
vías (Locke, Cartledge y Koeppel, 1968a). Informando al
Locke y Latham (1985) propusieron que sujeto del tipo, alcance y dirección de sus errores le
combinando metas a corto plazo con metas a largo permitirá corregirlos y mejorar su método de ejecución
plazo se producirá una mejor ejecución que con las sobre la tarea. Pero además, podemos hablar de una
metas a largo plazo por si solas. En este sentido, función directiva e incentiva, motivando al sujeto para
Bandura (1982) afirmaba que las metas a corto plazo que incremente su esfuerzo o persista más tiempo en la
son importantes en la mejora de la ejecución porque tarea. Los planteamientos del establecimiento de metas
ofrecen incentivos inmediatos y feedback sobre el (Locke, 1968a) defienden que el efecto del feedback
progreso del individuo mientras que las metas a largo sobre el desempeño estaría mediado por las metas
plazo están demasiado lejos en el tiempo para reunir establecidas. Es decir, que no sería el feedback lo que
mucho esfuerzo o para dirigir las acciones presentes. influiría sino el uso cognitivo que los sujetos hacen de
éste. Podemos, por tanto, sugerir que ni las metas ni el
La investigación sobre la temporalidad de la conocimiento de resultados son suficientes por sí solos
meta en el deporte ha sido escasa y hasta cierto punto para incrementar el rendimiento sino que ambos son
contradictoria. En los estudios de Weinberg, Bruya y necesarios.
Jackson (1985) y Weinberg et al. (1988), los
resultados indicaron que no existían diferencias entre En ámbitos deportivos los resultados de la
los tres grupos de metas a corto plazo, metas a largo influencia del feedback sobre el rendimiento son
plazo y metas a corto plazo + metas a largo plazo, altamente positivos. No cabe duda, que el feedback
aunque si mejoraron más que el grupo de metas no juega un papel clave tanto en el aprendizaje como en el
especificas. Tampoco Hall y Byrne (1988) encontraron rendimiento en tareas motrices y deportivas (Newell,
tales diferencias. Más recientemente, Boyce (1992) 1974; Schmidt, 1982). De acuerdo con esto, Anderson,
concluyó que tanto las metas a largo plazo, las metas Crowell, Doman, y Howard, (1988) utilizaron un diseño
a corto plazo y una combinación de ambas llevan a un de línea base múltiple para valorar los efectos del
rendimiento ligeramente superior que las metas hazlo establecimiento de metas y feedback en un equipo de
lo mejor que puedas. Por su parte, Frierman, hockey universitario durante dos temporadas. El equipo
Weinberg y Jackson (1990) encontraron que el grupo mejoró sus puntuaciones en un 51% y cuando al
de metas a largo plazo mejoraban significativamente establecimiento de metas se le añadió el feedback
más que el grupo hazlo lo mejor que puedas aunque mejoraron en un 20% más durante el primer año y el
que no se hallaron diferencias entre el grupo metas a 11% en la segunda temporada.
corto plazo y el hazlo lo mejor que puedas.
Aceptación y compromiso
Finalmente, psicólogos del deporte como
Carron (1984) o O'Block y Evans (1984) enfatizaron la Un postulado importante en el establecimiento
necesidad de establecer metas a corto plazo porque de metas es que un individuo debe comprometerse con
estos objetivos permiten a los deportistas centrarse en la meta antes de que pueda facilitarse la ejecución
objetivos próximos y reconocer mejoras inmediatas en (Locke, 1968a; Locke y Latham, 1984). Durante los años
su rendimiento. Por su parte, Gould (1993) advirtió 70, los intentos empíricos por demostrar una relación
también que sin metas a corto plazo los deportistas entre el compromiso y la ejecución tuvieron poco éxito
pierden de vista sus metas a largo plazo y la (Locke et al., 1981). En los 80, Locke y Latham (1984) y
progresión de tareas requeridas para obtenerlas. Erez, Earley y Hulin, (1985) observaron que la
investigación sobre el compromiso con una meta
Los moderadores en el utilizaba medidas de compromiso con poca varianza.
establecimiento de metas Probablemente medidas de tipo indirecto, a través de
metas personales sean más útiles pues predicen mejor
La teoría del establecimiento de metas predice la ejecución que las metas asignadas (Mento, Cartledge
un efecto facilitador de las metas sobre la ejecución y Locke, 1980; Garland, 1984).
108
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
109
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
existiría cierta tendencia de los sujetos a los que no se en el estudio de Hollingsworth (1975) el 44% de los
les da una meta especifica a establecerlas por si sujetos con metas especificas lograban sus metas; en el
mismos. Aun después del intento de reducir la de Weinberg, Bruya y Jackson (1985) el 57% y Hall,
competición, el 55% de los sujetos del grupo control Weinberg y Jackson, (1987) encontraron que los dos
establecían metas especificas de manera espontanea. grupos de metas especificas lograban sus metas el 46%
En una replica parcial del estudio de Hall y Byrne y el 68% de las veces. Debemos, por tanto, asegurar
(1988), Weinberg, Bruya y Jackson (1990) todavía que las metas que se establezcan sean realmente
hallaron que el 34% de los sujetos del grupo control difíciles utilizando como posible criterio que solo el 10%
establecían metas por si mismos. Finalmente, en el de los sujetos puedan alcanzarlas (Locke, 1991).
estudio de Boyce (1990) en el que solo el 16.7% de los
sujetos del grupo control establecían metas se hallaron Motivación y compromiso
diferencias significativas entre dicho grupo y el de
metas especificas. La motivación y el compromiso son dos variables
psicológicas mediadoras importantes en el estudio del
Para prevenir dicho establecimiento de metas establecimiento de metas en el deporte y en el ejercicio.
espontaneo, Locke (1991) propone dos estrategias: En En términos de motivación, Locke et al. (1981) afirman
primer lugar, se debería eliminar o reducir el feedback que el establecimiento de metas, opera, en primer
que se da a los sujetos. No obstante, incluso de este lugar, como mecanismo motivacional para influir en el
modo los propios sujetos podrían contar el número de grado de esfuerzo y la persistencia por lograr una meta.
ejercicios realizados en el tiempo prefijado y Si los sujetos están altamente motivados para empezar,
establecer sus metas en base a ello. Por eso un entonces la influencia del establecimiento de metas
segundo paso para solucionar el problema sería especificas quedaría disminuida, aspecto que parece
indicar a los sujetos que cada tarea duraría entre un contrastado en gran parte de los estudios que han
intervalo de tiempo aunque en realidad cada una fuera utilizado sujetos tomados de clases de mantenimiento y
de un tiempo exacto, de modo que no pudiesen fijar cuya motivación para mejorar su condición física es muy
una media sobre la que establecer la meta. elevada.
110
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
ejecución. Las metas específicas deberían mejorar la en las tareas deportivas, no puede ser manipulado y
ejecución significativamente en las tareas simples más dado que éste es un factor mediador importante en la
que en las complejas. eficacia del establecimiento de metas, esta distinción en
la industria y el deporte puede ser importante. Estos
En la mayoría de los estudios sobre el autores van más allá al afirmar que aunque están de
establecimiento de metas en el deporte y el ejercicio acuerdo con Locke en que las metas mejoran el
físico se ha utilizado la prueba de abdominales rendimiento en el deporte creen, sin embargo, que el
(Weinberg, Bruya, Jackson, 1985; Weinberg, Bruya, reto de los investigadores debe dirigirse no solo hacia
Jackson y Garland, 1987, Weinberg, Bruya, Longino y los estudios metodológicamente correctos que carecen
Jackson 1988; Hall y Byrne, 1988). Concretamente, de validez externa sino a la búsqueda de aquellas metas
esta prueba proporciona feedback fisiológico sobre el más efectivas para diferentes deportistas y diferentes
nivel de ejecución individual, el esfuerzo y la fatiga situaciones.
mientras que la mayoría de las tareas de la psicología
organizacional requieren esfuerzo y proporcionan Al hilo de lo expuesto hasta este momento
feedback en términos de productividad pero no creemos que, paralelamente, a la solución de estos
suponen el esfuerzo y dolor de las pruebas físicas. Por errores planteados debe fomentarse el estudio con
tanto, el dolor físico informa a los sujetos que se están deportistas a lo largo de toda una temporada, solo de
esforzando al máximo y que se están acercando a su esta forma podremos conocer como funciona este
límite. Así en el deporte una meta específica puede no proceso en el complejo mundo de los deportistas.
resultar en una mayor motivación para rendir más
porque los sujetos saben que han realizado el máximo
esfuerzo. Evaluación
Aunque estos son los principales errores a) Datos personales: Incluye información
metodológicos encontrados, Locke (1991) señala relativa a la edad, sexo, experiencia, tipo de deporte,
también la falta de equiparación de los sujetos en titularidad y habilidad percibida en una escala de 1 a 10
función de su rendimiento anterior o la ausencia de en relación a los deportistas con los que compite
medidas de autoeficacia como posibles explicaciones a normalmente.
los resultados contradictorios encontrados en el marco
de la Psicología del deporte y el ejercicio físico. b) Frecuencia en el establecimiento de metas:
Los sujetos deben responder a 25 ítems en una escala
Contrariamente, autores como Weinberg y tipo Likert de nueve puntos a preguntas del tipo “¿Con
Weigand (1993) afirman que la motivación de los qué frecuencia utilizas metas a largo plazo para mejorar
participantes así como el tipo de tareas son diferentes tu rendimiento deportivo?” o “¿Con que frecuencia
en ambos casos39. Además, el feedback predominante utilizas metas que se centran principalmente en el
resultado (por ej. ganar una prueba o mejorar una
39
Weinberg y Weigand (1993) después de realizar veintidós marca personal)?”.
estudios con 1200 sujetos concluyeron que estos errores no son
los únicos responsables de las diferencias encontradas en el
deporte y en otras áreas de la psicología.
111
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Por otro lado, se han hallado importantes 3. Influencia de la meta: Se valora a partir de
diferencias significativas en función de las distintas las respuestas a cinco ítems para cuatro tipos de metas.
variables personales. Cabe destacar entre estas las Los deportistas estimaban el porcentaje de tiempo que
112
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
sus metas influían en su conducta en una escala tipo la temporada incluyen tiempos, metros y alturas que los
Likert donde 1 es casi el 10% del tiempo, 5 el 50% del atletas esperan lograr en sus competiciones y las metas
tiempo y 9 el 90% del tiempo. de competición que se especifican en función de los
rivales. Por último, las metas a largo plazo incluyen
4. Confianza y satisfacción: Los deportistas metas para temporada posteriores. En base a ello,
evaluaban, similarmente, su confianza y satisfacción Fairall (1997) elaboró una entrevista que incluye
en una escala tipo Likert de 9 puntos en relación a las información sobre mejores marcas personales tanto al
metas que previamente habían establecido. aire libre como pista cubierta y progresión deportiva en
los últimos años, metas para la temporada actual
5. Aceptación de la meta: La aceptación de la (ejecución y de resultado, metas a largo plazo,
meta se valoraba a partir de cuatro ítems en una compromiso con el entrenamiento (días por semana) y
escala que variaba entre 0% (ninguna aceptación) a plan de competición. Paralelamente, este mismo autor
100% (total aceptación). diseñó un cuestionario dirigido a valorar la aceptación,
participación, claridad, compromiso, influencia,
6. Participación: El último atributo valora hasta satisfacción y confianza en el logro de las metas
que punto el atleta participa en el establecimiento de establecidas con anterioridad en la entrevista.
sus metas, en una escala tipo Likert de 9 puntos donde
1 era principalmente el entrenador a 9 Autoregistros
primordialmente yo, el entrenador apenas participa.
Paralelamente al empleo de Cuestionarios que
Para una mayor descripción del desarrollo y favorecen la obtención de información más general, los
validación inicial del cuestionario ver Brawley, Carron y autoregistros permiten, por un lado, conocer con más
Widmeyer (1992, 1993). detalle las metas establecidas por los deportistas y por
otro, contribuir a la adquisición de compromiso,
Goal form (Fairall, 1997) incremento de la motivación, desarrollo de la
percepción de control y fortalecimiento de la
Valora cuatro tipos de metas consideradas autoeficacia. Los autoregistros deben ser sencillos y
relevantes en el Atletismo (Gould, 1993): las metas de siempre adaptados al propósito del estudio que
entrenamiento incluyen mejorar la fuerza, técnica, realizamos en ese momento. Mostramos a continuación
resistencia y volumen de entrenamiento; las metas de dos ejemplos: El primero de ellos tomado de Singer
ESTRATEGIAS DE
EJECUCIÓN
CONDICIÓN
FÍSICA
FACTORES
PSICOLÓGICOS
permite registrar las metas establecidas y el resultado propuestos. En el segundo se registran tanto las metas
obtenido en las distintas habilidades, estrategias y de resultado como de realización en los periodos
factores físicos y psicológicos así como las diferentes claramente diferenciados durante las temporadas de
técnicas de valoración y tipos de entrenamiento Atletismo.
planificados para la consecución de los objetivos
113
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Pista Cubierta Pista Aire Libre Pista Cubierta Pista Aire Libre
Atleta:
114
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
metas específicas son más eficaces que las metas propuestos. Probablemente, todos conozcamos casos en
generales o la no utilización de metas. Así metas los que la desigualdad de los rivales permite anticipar el
específicas como “hacer 2.12 en 800 metros” o resultado final ya que un equipo sabe seguro que va a
“mejorar 10 kg. en press de banca” son más eficaces ganar y el otro que va a perder. En este caso los
que metas generales o inconcretas como “hacerlo lo objetivos de ejecución permitirán que el equipo con
mejor que puedas” o “esforzarse un poco más”. mayores probabilidades de victoria pueda practicar
determinada estrategia de juego, o un atleta superior a
2. Establecer metas difíciles pero realistas. sus rivales se proponga acabar los últimos metros en un
Tanto los objetivos fáciles de alcanzar como los tiempo concreto mientras que el equipo inferior
inalcanzables desmotivan y desalientan al deportista. establezca como meta reducir la diferencia de puntos
Sin embargo, establecer metas que supongan un con respecto a ocasiones anteriores o un atleta con
cierto grado de dificultad supone un reto para el pocas posibilidades de victoria aguantar el cambio de
deportista y poseen un efecto motivador puesto que le ritmo final más metros que en la prueba anterior.
permiten mostrarse a si mismo su nivel de
competencia. A mayor dificultad habrá un mayor 5. Establecer metas para el entrenamiento y
rendimiento siempre y cuando la dificultad de la meta para la competición. El establecimiento de metas que
no exceda las capacidades de los deportistas en cuyo tan solo va dirigido a la competición es un error que se
caso llevarán al fracaso y la frustración. La dificultad comete con frecuencia cuando se pone en marcha un
de la meta se establecerá a partir del rendimiento programa de establecimiento de metas. No debemos
anterior y de las habilidades y capacidades del propio olvidar que el porcentaje de tiempo dedicado a los
deportista. entrenamientos es notablemente superior al dedicado a
las competiciones. Las metas diarias de los
3. Establecer metas a corto y a largo plazo. entrenamientos pueden dirigirse a la mejora de la
Con frecuencia, cuando se pide a los deportistas que fuerza (mejora en el número de kilogramos levantados o
describan sus metas, identifican únicamente objetivos repeticiones realizadas), de la velocidad (mejora en las
a largo plazo como “ganar un campeonato” o “batir un marcas en distancias cortas, mejora de la reactividad),
récord”. Sin embargo, y como ya hemos visto, es de la resistencia (incrementos en el volumen de
fundamental establecer metas más inmediatas a corto kilómetros., mejora del umbral), la mejora de distintas
plazo ya que permiten a los deportistas ser habilidades técnico-tácticas (correcta repetición de un
conscientes de mejoras inmediatas en el rendimiento, movimiento concreto) o simplemente al aumento de
con la repercusión que esto tiene en su nivel de sesiones de entrenamiento semanales.
confianza y de motivación de logro. Debemos, por
tanto, fomentar el establecimiento de metas tanto a 6. Formular las metas con carácter positivo. Las
corto como a largo plazo (Bell, 1983; Gould, 1983; metas deben expresarse, siempre que sea posible, en
Carron, 1984; Harris y Harris, 1984; O'Block y Evans, relación a los aspectos que el deportista debe mejorar
1984). (por ej., aumentar el porcentaje de aciertos en tiros
desde la línea exterior) y no sobre lo que debería evitar
4. Establecer metas de ejecución (o hacer (disminuir el porcentaje de errores en tiros desde
realización) junto a las metas de resultado. Debido a la la línea exterior).
presión exterior y a la importancia dada a las
consecuencias de los eventos deportivos, los 7. Identificar fechas concretas para cada meta.
deportistas se centran casi en exclusiva en los Las metas no solo deben describir la conducta que se
resultados (por ej. ganar, ascender de categoría). Sin pretende mejorar sino que también deben identificarse
embargo, las consecuencias de metas han demostrado las fechas marcadas para el cumplimiento de las
ser mucho menos eficaces que las metas de ejecución mismas. Para ello, los entrenadores deberían
(Martens et al., 1981; Burton, 1983, 1984). Por un contextualizar las metas establecidas en cada uno de los
lado, existe un menor control por parte del sujeto que macro y microciclos de entrenamiento.
en las de ejecución. Por ejemplo, un atleta puede
sentirse defraudado por no obtener su meta de ganar 8. Identificar los planes o estrategias de acción
la carrera y, sin embargo, haber mejorado su marca para el logro de las metas. Un aspecto fundamental en
personal. Por otro lado, las metas de resultado son un programa de establecimiento de metas es la
menos flexibles que las de ejecución. Por ejemplo, un identificación de las estrategias que permitirán la
equipo cuya meta sea ganar todos los partidos y consecución de las mismas. Así, un jugador de
pierde los primeros tenderá a rechazar todo el baloncesto cuya meta sea incrementar su porcentaje de
establecimiento de metas en su conjunto. tiros libres en cinco puntos puede identificar como
estrategia lanzar veinticinco tiros libres extra después de
El grado de motivación con que se afronte una cada sesión de entrenamiento o un futbolista que
competición tiene mucho que ver con los objetivos
115
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
busque mejorar su fuerza debería incrementar las subrayado por el uso del establecimiento de metas en el
sesiones de gimnasio. marco de un modelo de intervención de desarrollo de
vida (Danish, Petitpas y Hale, 1995).
9. Llevar un registro de las metas. Recordar
las metas inmediatamente después de haberlas Al margen de los diferentes tipos de lesiones y
establecido resulta fácil, sin embargo, en el transcurso sus diversas consecuencias en la carrera de un
de una larga temporada a veces se olvidan. Por ello, deportista, podemos señalar dos rasgos comunes a
es de enorme utilidad para los deportistas llevar un todas ellas: por un lado, los deportistas necesitan
registro de sus metas y tenerlo a su alcance. La desarrollar habilidades que les permitan ajustarse a
anotación del trabajo planificado y el realmente distintos medios de rehabilitación y, por otro, durante la
realizado sirve, también, como forma de autocontrol. rehabilitación tienen lugar diferentes fases de
Boterrill (1983), por su parte, recomienda la utilización recuperación para las que se precisan distintas
de “contratos” en los que la firma del deportista demandas por parte de los deportistas (Gilbourne y
permite recordar su compromiso con las metas. Taylor, 1998).
10. Llevar a cabo una evaluación de las metas. En este sentido y dentro de la perspectiva de
El feedback sobre el rendimiento, tanto en lo que se clima motivacional, Ames (1992) propone cinco
refiere a progreso como a precisión, son principios que contribuyen para que el establecimiento
indispensables para que el establecimiento de metas de un clima motivacional orientado a la tarea (los
sea eficaz. En este sentido, puede resultar adecuado el individuos orientados hacia la tarea evalúan su
realizar gráficos o estadísticas que permitan apreciar rendimiento en función de su propio progreso y se
objetivamente los resultados obtenidos. Así mismo, los centran en mejorar sus niveles de ejecución anteriores
datos indicarán lo que aun queda para alcanzar el nivel frente a los orientados hacia el ego quienes evalúan sus
de ejecución del deportista en cada momento. logros en función de los obtenidos por otros) pueda
incorporarse en el proceso de establecimiento de metas:
11. Ofrecer apoyo a las metas. Un programa
de establecimiento de metas no tendrá éxito sino está - Ayuda a desarrollar habilidades de
apoyado por todas las personas primordiales en la vida gestión/dirección que son transferibles entre
del deportista, fundamentalmente, entrenadores, situaciones de rehabilitación.
compañeros y padres. De forma, que todos ellos - Ayuda a los deportistas a establecer un plan de
deben conocer los tipos de metas que el deportista rehabilitación
- Proporciona oportunidades para la autoevaluación
establece y hacerles ver la importancia de su apoyo
y el registro
para alentar el progreso hacia esos objetivos. Con ello
- Implica a los deportistas en la toma de decisión
conseguiremos evitar el malestar producido en un - Asegura el progreso individual
deportista que, por ejemplo, establece una meta de
ejecución frente a las personas que lo rodean para
Principio 1y 2. Anima a que los deportistas
quienes lo más importante es la meta de resultado.
lesionados utilicen habilidades de auto-gestión a través
de diferentes situaciones y al establecimiento de planes
de rehabilitación y entrenamiento. Danish et al. (1992,
Establecimiento de metas y lesiones
1993) describieron el establecimiento de metas como
una habilidad que podría ayudar a los deportistas a
Para finalizar este capítulo, expondremos una
desarrollar planes y procesos de organización por si
breve aplicación del establecimiento de metas en un
mismos. En este sentido, las metas son vistas como una
ámbito más concreto: las lesiones deportivas.
escalera a lo largo de la cual los deportistas lesionados
Paralelamente, a la utilización del establecimiento de
pueden progresar sistemáticamente (Danish et al.,
metas como un componente central dentro de los
1993).
programas de habilidades psicológicas (Weinberg y
Gould, 1995), se recomienda también su uso en la
Principio 3. Proporciona oportunidades para la
rehabilitación de lesiones (Ievleva y Orlick, 1993;
autoevaluación y el recuerdo. Los programas de
Theodorakis et al., 1996). Danish, Petitpas y Hale
establecimiento de metas requieren el uso de un diario u
(1992) y Petitpas y Danish (1995) apoyaron,
hoja en la que las metas especificas y el logro son
igualmente, la utilización del establecimiento de metas
anotadas. Autores como Ievleva y Orlick (1993), Gould,
dentro de la rehabilitación de lesiones y argumentaron
Petlichoff, Hodge y Simons (1990) y Danish et al. (1992)
que dicha estrategia puede ayudar a los deportistas
enfatizaron la importancia de anotar las metas como
lesionados a especificar sus intenciones de una forma
estrategia para facilitar la eficacia del establecimiento de
positiva y mejorar las habilidades intra e
metas. Como ya hemos visto, una vez que se han
interpersonales. La mejora de habilidades personales
establecido las metas es importante valorar las tasas de
se asocia a un sentido de poder, un punto de vista
116
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
117
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
- Bandura, A. (1982). Self efficacy mechanism in - Chidester, T. R. y Gribsby, W.C. (1984). A meta-
human agency. American Psychologist, 37, analysis of the goal setting-performance
122-147. literature. In J.A. Pearce y R.B. Robinson (Eds.),
- Bandura, A. y Cervone, D. (1983). Self-evaluative and Proceedings: Forty-fourth annual meeting of the
self efficacy mechanisms governing the Academy of Management (pp. 202-206). Boston:
motivational effects of goal systems. Journal of Academy of Management.
Personality and Social Psychology, 45, (5), - Cruz, J. y Riera, J. (1991). Psicología del Deporte:
1017-1028. Aplicaciones y perspectivas. Barcelona: Martínez
- Barnett, M. L. (1977). Effects of two methods of goal Roca.
setting on learning a gross motor task. - Danish, S.J., Petitpas, A. J. y Hale, B. D. (1992). A
Research Quarterly, 48, 19-23. developmental educational intervention model of
- Barnett, M. L. y Stanicek, J. A. (1979). Effects of goal sport psychology. The Sport Psychologist, 6,
setting on achievement in archery. Research 403-415.
Quarterly, 50, 328-332. - Danish, S.J., Petitpas, A.J. y Hale, B.D (1995).
- Boyce, B. A. (1990). The effect of instructor set goals Psychological interventions: a life development
on skill acquisition and retention of a selected model. In S. M. Murphy (De.), Sport psychology
shooting task. Journal of Teaching in Physical interventions (pp.19-38). Champaign, Il: Human
Education, 9, 115-122 Kinetics.
- Boyce, B. A. (1992). The effects of goal proximity on - De Diego, S. y Sagredo, C. (1992a). Jugar con
skill acquisition and retention of a shooting ventaja. Las claves psicológicas del éxito
task in a field-based setting. Journal of Sport deportivo. Madrid: Alianza Deporte.
and Exercise Psychology, 14, 298-308. - Erbaugh, S.J. y Barnett, M. L. (1986). Effects of
- Brawley, L. R., Carron, A. V. y Widmeyer, N. W. modeling and goal-setting on the jumping
(1992). The nature of group goal setting in performance of primary-grade children.
sport teams: a phenomenological Perceptual and Motor Skills, 63, 1287-1293.
investigation. The Sport Psychologist, 6, 323- - Erez, M., Earley, C. y Hulin. C. (1985). The impact of
333. participation on goal acceptance and
- Brawley, L. R., Carron, A. V. y Widmeyer, N. W. performance: a two step model. Academy of
(1993). The influence of the group and its Management Journal, 28, 50-66.
cohesiveness on perceptions of group goal- - Fairall, D.G. y Rodgers, W. M. (1997). The effects of
related variables. Journal of Sport and goal setting method on goal attributes in
Exercise Psychology, 15, 245-260. athletes: a field experiment. Journal of Sport
- Buceta, J. M. (1994a). La intervención psicológica and Exercise Psychology, 19, 1-16.
para la optimización del rendimiento deportivo. - Frierman, S.H., Weinberg, R.S. y Jackson, A. (1990).
En J. Gil y M. A. Delgado (comps.) Psicología y The relationship between goal proximity and
Pedagogía de la Actividad Física y el Deporte. specificity in bowling: A field experiment. The
Madrid. Siglo XXI. Sport Psychologist, 4, 145-154.
- Burton, D. (1984). Evaluation of goal setting training - Garland, H. (1984). Relation of effort-performance
on selected cognitions and performance of expectancy to performance in goal setting
collegiate swimmers (Tesis Doctoral, experiments. Journal of Applied Psychology, 69,
University of Illinois, 1983), Dissertation 79-84.
Abstracts International, 45, 116A. - Garland, H., Weinberg, R., Bruya, L. y Jackson, A.
- Burton, D. (1989a). The impact of goal specificity and (1988). Self efficacy and endurance
task complexity on basketball skill performance: A longitudinal field test of
development. The Sport Psychologist, 3, 34- cognitive mediation theory. Applied Psychology:
47. An international review, 34, 381-394.
- Burton, D. (1989b). Winning isn’t everything: - González, M. D. (1997). Motivación y establecimiento
Examining the impact of performance goals on de metas en el deporte: un ánalisis
collegiate swimmers cognitions and multidimensional del Cuestionario de Weinberg.
performance. The Sport Psychologist, 3, 105- Tesina de Licenciatura no publicada, Universidad
132. de Santiago de Compostela.
- Burton, D., Williams-Rice, B. T, Phillips, D. y Daw, J. - Gould, D. (1991). Establecimiento de metas para el
(1989). The impact of goal difficulty and task máximo rendimiento. En Psicología aplicada al
complexity on basketball skill development. deporte. Ed: Biblioteca Nueva.
Paper presented at the annual meeting of the - Gould, D. (1993). Goal setting for peak performance. In
North American Society for the Psychology of J. M. Williams (De.), Applied sport psychology:
Sport and Physical Activity, Kent, Ohio. Personal growth to peak performance (pp. 158-
169). Mountaun View, C.A: Mayfield.
118
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
- Gould, D., Petlichoff, L., Hodge, K. y Simoms, J. - Locke, E. A; Cartledge, N. y Knerr, C. S. (1970).
(1990). Evaluating the effectiveness of a Studies of the relationship between satisfaction,
psychological skills educational workshop. The goal setting and performance. Organizational
Sport Psychologist, 4, 249-262. Behavior and Human Performance, 5, 135-158.
- Hall, H. y Byrne, A. (1988). Goal setting in sport: - Locke, E. A; Frederick, E; Lee, C. y Bobko, P. (1984).
clarifying recent anomalies. Journal of Sport Effect of self efficacy, goals and task strategies
and Exercise Psychology, 10, 184-198. on task performance. Journal of Applied
- Hall, H. K., Weinberg, R. S. y Jackson, A. (1987). Psychology, 69, 241-251.
Effects of goal specificity, goal difficulty and - Locke, E. A. y Latham, G. P. (1984). Goal setting: a
information feedback on endurance motivational technique that works!. New York:
performance. Journal of Sport Psychology, 9, Prentice Hall.
43-54. - Locke, E. A. y Latham, G. P. (1985). The application of
- Hollingsworth, B. (1975). Effects of performance goal setting to sports. Journal of Sport
goals and anxiety on learning a gross motor Psychology, 7, 205-222.
task. Research Quarterly, 46, 162-168. - Locke, E. A. y Latham, G. P. (1990). A theory of goal
- Ievleva, L. y Orlick, T. (1993). Mental paths to setting and task performance. Englewood Cliffs,
enhanced recovery from a ports injury. In D. NJ: Prentice Hall.
Pargman (De.), Psychological bases of sport - Locke, E; Shaw, K; Saari, L. y Latham, G. (1981). Goal
injuries (pp. 219-245) Morgantown WV: setting and task performance: 1969-1980.
Fitness Information Technology. Psychology Bulletin, 90, (1), 125-152.
- Kyllo, L.B. y Landers, D. M. (1995). Goal setting in - McAuley, E. (1992). The role of efficacy cognitions in
sport and exercise: A research synthesis to the prediction of exercise behavior in middle
resolve the controversy. Journal of Sport and aged adults. Journal of Behavioral Medicine, 15,
Exercise Psychology, 17, 117-137. 65-88.
- Latham, G. P. y Baldes, J. J. (1975). The practical - Mc Clements, J. D. y Boterrill, C. B. (1984). Goal setting
significance of Locke’s theory of goal setting. in shaping of future performance of athletes. In
Journal of Applied Psychology, 60, 122-124. P. Klavora y J.V. Daniel (Eds.), Coach, athlete
- Latham, G. P. y Locke, E. A. (1975). Increasing and the sport psychologist (pp. 199-210).
productivity with decreasing time limits: a field Toronto: University of Toronto School of Physical
replication of Parkinson’s Law. Journal of and Health Education.
Applied Psychology, 60, 524-526. - Mento, A., Steel, R. y Karren, R. (1987). A meta-
- Latham, G. P. y Yukl, G. A. (1975a). Assigned vs. analytic study of the effects of goal setting on
participative goal setting with educated and task performance: 1966-1984. Organizational
educated wood workers. Journal of Applied Behavior and Human Decision Processes, 39, 52-
Psychology,60, 299-302. 83.
- Latham, G. P. y Yukl, G. A. (1975b). A review of - Miller, G. A., Galanter, E. y Pribram, K. H. (1960). Plans
research on the application of goal-setting in and the structure of behavior. Holt: New York
organizations. Academic of Management - O'Block, F.R. y Evans, F.H. (1984). Goal setting as a
Journal, 18, 824-845. motivational technique. In J. M. Silva y R.S.
- Latham, G. P. y Yukl, G. A. (1976). Effects of assigned Weinberg (Eds.), Psychological foundations of
and participative goal setting on performance sport (pp. 188-196). Champaign, Il: Human
and job satisfaction. Journal of Applied Kinetics.
Psychology, 61, 166-171. - Riera, J. (1985). Introducción a la Psicología del
- Locke, E. A. (1968). Toward a theory of task Deporte. Barcelona: Martínez Roca.
motivation and incentives. Organizational - Roberts, G. C. (1995). Motivación en el deporte y el
Behavior and Human Performance, 3, 157-189 ejercicio. Bilbao: Desclée De Brouwer.
- Locke, E. A. (1982). Relation of goal level to - Ryan, T. A. (1970). Intentional Behavior: Approach to
performance with a short work period and human motivation. New York: Ronald.
multiple goal levels. Journal of Applied - Singer, R. N. et al. (1981). Goal setting and task
Psychology, 67, 512-514. persistence. Perceptual and Motor Skills,
- Locke, E. A. (1991). Problems with goal setting 53, (39), 881-882.
research in sports and their solution. Journal - Taylor, F. W. (1911). The principles of scientific
of Sport and Exercise Psychology, 8, 311-316. management. New York: Harper.
- Locke, E. A; Cartledge, N. y Koeppel, J. (1968a). - Terborg, J. R. y Miller, H. E. (1978). Motivation,
Motivational effects of knowledge of results: a behavior and performance: a closer examination
goal setting phenomenon?. Psychological of goal setting and monetary incentives. Journal
Bulletin, 70, 474-485 of Applied Psychology, 63, 29-39.
119
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
120
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Capítulo 11
Estrés y competición
Clara Martimportugués Goyenechea
Universidad de Málaga
121
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
122
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
deportivo tienen un papel destacado en la práctica al demostrado que las personas que están
aire libre, así, la lluvia, el calor o el frío pueden ser directamente involucrados en el bienestar del atleta
una causa de sesgo importante de los resultados son particularmente importantes proveedores de
obtenidos. Dada esta variabilidad de fuentes de estrés apoyo emocional. Entre los proveedores de apoyo se
en el deporte/competición parece lógico asumir, tal encuentran la familia, los amigos, compañeros, los
como hoy se entiende el estrés, que es necesario directivos del club o entidad a la que pertenece el
hacer una valoración de las fuentes de estrés múltiple deportista, etc. (Brustad, 1992; Pierce, et all, 1992).
que pueden estar incidiendo en el deportista o atleta y De acuerdo con la hipótesis del “buffer” o efecto
en su rendimiento. Nos estamos refiriendo, amortiguador (Cohen y Wills, 1985) la percepción de
principalmente, a variables de personalidad (individuos una relación positiva con los padres en los
con altos niveles de ansiedad) y a la forma física del adolescentes atenúa o modera la relación negativa
participante (lesiones, baja forma física, falta de entre el agente estresante (bajo rendimiento, por
entrenamiento). Otras veces las presiones internas del ejemplo) y la reacción de estrés (malas relaciones
club o grupo al que pertenece el individuo pueden ser con el resto del equipo). Según estos autores, los
la causa de estrés, sobre todo cuando las relaciones efectos amortiguadores son muy significativos en
interpersonales en el grupo pueden reducir el apoyo aquellas condiciones en los que se da un nivel alto
social, facilitar los desacuerdos y la falta de de estrés. Mientras que no es importante en
cooperación que se traduce en discusiones y conflictos situaciones de bajo estrés.
intragrupales. La investigación sobre la cohesión de
grupo sugiere que la satisfacción de las relaciones c) Por último están los aspectos del contexto derivados
interpersonales dentro de un equipo son muy del ambiente competitivo que acompaña al
beneficiosas en los deportes de equipo en los que el acontecimiento. Generalmente, está determinado
éxito depende de la coordinación de las diversas por la rivalidad y la transcendencia para el equipo o
habilidades de cada jugador y la interdependencia de para el país que representa, así cómo por las
los individuos como ocurre en el hockey, baloncesto y oportunidades que se brinden al deportista. No es lo
fútbol (Carron, 1988; Muller y Cooper, 1994) En mismo un partido de fútbol rutinario que jugarse un
ocasiones, nos encontramos con fuentes de estrés ascenso de categoría, o una competición en los
externas principalmente debido a los medio de juegos olímpicos que en un campeonato regional.
comunicación que se encargan de “caldear el Dentro de los factores ambientales no queremos
ambiente” antes y después de la participación olvidar las condiciones físicas del medio en el que
deportiva-competitiva o como ya hemos señalado, a tienen lugar la copetición o el deporte. Diferentes
las características del ambiente físico donde tiene estudios sobre los estresores físicos como el calor o
lugar el evento. Generalmente los eventos deportivos o el frío (Bell, y Greene, 1982; Myrtek y Spitall, 1986;
competitivos que tienen lugar en el propio terreno Ramsey, J. D., 1995) han demostrado sus efectos
tienden a percibirse como menos estresantes, por el sobre el rendimiento conductual o cognitivo.
hecho de ocurrir en los espacios con los que los están
más familiarizados (efecto de jaula propia). De hecho, Sin embargo, los psicólogos del deporte están
las predicciones sobre el éxito o el fracaso de eventos muy interesados en los factores psicosociales que
deportivos como el fútbol tienden a valorar este aumentan o disminuyen el rendimiento deportivo. Debido
aspecto en función del comportamiento espacial por a su importancia se estudian como variables
“jugar en casa” Debido a esta variabilidad de dependientes. Sin duda el rendimiento ha sido el campo
estímulos, podemos concluir que las fuentes de estrés de trabajo que ha suscitado mayor investigación, ya que
más significativas que inciden sobre una persona se considera mejor predictor que otras variables
dedicada a la competición o a practicar algún deporte relacionadas con el resultado (Van Yperen, 1992). Hoy
se pueden agrupar en tres fuentes principales: resulta difícil atribuir la causa del estrés del competidor-
deportista a una sola fuente. Siguiendo a Lepore y
a) aspectos personales relacionados con la forma Evans, (1996) en el estudio del estrés hay que valorar la
física, el nivel de entrenamiento, el rendimiento interacción de las posibles causas productoras de estrés
personal y con el nivel de sobreactivación somática a las que se ven sometidas las personas. Es decir, es
necesario considerar los aspectos multidimensionales así
b) aspectos psicosociales relacionados con los como sus efectos interactivos desde la posibilidad de
procesos intragrupales derivados de las combinar algunas de las fuentes señaladas u omitidas
interacciones entre los compañeros, los aquí; bien sean sumando o multiplicando sus efectos, lo
preparadores y la dirección. Así como contar o no que puede suponer valorar los costes o beneficios de
con redes de apoyo social. La efectividad del afrontamiento. En el apartado del afrontamiento
apoyo social para reducir este tipo de estrés dedicaremos un breve espacio a los múltiples
depende especialmente de la disponibilidad de los estresores.
recursos interpersonales percibidos. Se ha
123
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Modelo fisiológico del estrés prepara para actuar en la competición o deporte. Las
repercusiones que la activación tiene sobre el organismo
Como hemos señalado anteriormente las implican a dos sistemas: el sistema medular simpático-
fuentes de estrés son muy variadas y le exigen al adrenal y al eje pituitario-adrenocortical. Los primeros
individuo una adaptación. Esta adaptación fisiológica estudios sobre la activación del sistema medular
supone la actividad de varias hormonas y numerosos simpático-adrenal ante situaciones de emergencia, se
sistemas biológicos entre los que se encuentra el remontan a Cannon (1932). Cannon sugirió que este
hipotálamo, el córtex cerebral y la formación reticular, sistema reaccionaba a varios estados de emergencia
el sistema límbico y el sistema nervioso autónomo. con un aumento en la secreción de catecolaminas
Aunque nuestro objetivo no es hacer una exposición (adrenalina o epinefrina; noradenalina o norepinefrina).
detallada de todos los procesos fisiológicos implicados Aunque tuvieron que pasar varios años hasta que este
en el estrés inducido por la práctica deportivo- aumento en la secreción fue demostrado efectivamente,
competitiva vamos a señalar los aspectos más existe actualmente un gran número de pruebas de
generales sobre la fisiología del estrés. aumento de la epinefrina y norepinefrina como
respuesta a una amplia gama de estresores
En el centro de la parte anterior del cerebro y psicosociales y ambientales (Evans, G. W., Allen, K. M.,
ascendiendo hacia la parte central y anterior se Tafalla, R. y O’Meara, T., 1995; Everly y Rosenfeld,
encuentra una red de neuronas conocida como 1981; Guyton, 1981; Levi, 1972). Una activación
formación reticular. A este conjunto de fibras excesivamente intensa, repetida o duradera facilitara la
nerviosas, localizadas en la base del cerebro, se le aparición de trastornos derivados de posibles fallos en
denomina sistema de activación reticular (SAR). Estas los órganos activados (Dunbar, 1954) y, en caso
ramas de neuronas tienen dos grandes tipos de extremos, cambios estructurales permanentes con
funciones. En primer lugar, vinculan la información repercusiones patológicas en individuos vulnerables a
hacia las zonas superiores del cerebro y en segundo estos problemas (Raab, 1966). Se cree que las
lugar tiene la función de alertar al córtex cerebral. descargas de catecolaminas provocan muchos estados
Gracias a este sistema el organismo entra en estado patógenos asociados con el estrés psicológico, incluidos
de vigilia y es consciente de lo que ocurre en el los efectos hemodinámicos como el aumento en la
entorno, con lo que ya está preparado para entrar en presión sanguínea y en la frecuencia cardiaca
acción. Esta actuación supone una mayor actividad en (McCubbin, Richardson, Obrist, Kizer, y Langer, 1980),
el metabolismo de los carbohidratos para producir más lesiones de miocardio (Raab, 1971; Raab, Chaplin y
glucosa. Por otra parte, se queman ácidos grasos para Baju, 1964), aumento en la demanda cardiaca de
producir más energía aumentando la frecuencia oxígeno (Raab, 1971) y arritmias ventriculares que
cardiaca y el consumo de oxígeno. El fluido de la podrían provocar la muerte repentina.
sangre se incrementa en las zonas periféricas del
cuerpo con mayor abastecimiento a los músculos, a los Se cree que muchos de los factores patológicos
riñones y al cerebro (Evans y Cohen, 1987). La concurrentes en el estrés son producidos por la
capacidad sensorial para guiar la conducta es activación del sistema medular simpático-adrenal y el
deficiente cuando esta estimulación es muy alta o muy eje pituitario-adrenocortical (Levi, 1972; Singer y Baum,
baja. Sin embargo, que la activación sea baja, 1987). Las respuestas hormonales del sistema pituitario-
intermedia o alta está en función de variables adrenocortical fueron puestas de relieve en la conocida
orgánicas y de otras características psicológicas, descripción que hizo Selye (1956) de las reacciones
sociales y/o ambientales. Evans y Cohen (1987) han fisiológicas no específicas que tienen lugar en
enfatizado la importancia de las variables ambientales situaciones adversas. Selye sostuvo que los estresores
en el proceso de estrés. Señalan que si se quiere patógenos y físicos así como los estresores psicosociales
entender la función que desempeña el ambiente, en provocan todos ellos el mismo tipo de respuesta
relación con los cambios conductuales, es necesario fisiológica.
también comprender las propiedades de los entornos
capaces de provocar dicha activación y cómo ésta se Selye (1956) definió el estrés como “respuesta
traduce en conductas de afrontamientos concretos. La fisiológica no específica a cualquier demanda sobre el
activación está relacionada con el modelo de estrés organismo, sea el efecto mental o somático”. Esta
fisiológico, ya que se trata del mecanismo mediante el respuesta del organismo o síndrome general de
cual el organismo es alertado de los cambios, de las adaptación (G.A.S) se compone de tres fases:
necesidades corporales y de las demandas
ambientales. 1ª. Reacción de alarma del organismo. En esta
fase el hipotálamo se activa, provocando la secreción de
La respuesta de estrés se activa inicialmente grandes cantidades de ACTH en la pituitaria. A su vez,
cuando el organismo entra en estado de alerta debido estas cantidades de ACTH estimulan el córtex adrenal,
a los cambios ambientales, es decir, cuando se que acaba segregando una mayor cantidad de hormonas
124
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
adrenérgicas. En general, estas hormonas activan el influyente de la teoría de Selye es su opinión de que los
organismo lo que permite que éste se adapte mejor a efectos patógenos son consecuencia de los intentos del
su entorno. organismo por superar el estresor. Esta afirmación se
conoce como la hipótesis del coste adaptativo. Según
2ª. Etapa de resistencia o adaptación. En esta esta hipótesis, es el mismo proceso de adaptación el
etapa, el organismo se recupera del estrés inicial y que provoca los efectos nocivos que tienen lugar durante
comienza a afrontar la situación movilizando los o después de la exposición ante el agente estresor. De
recursos físicos y psicológicos para satisfacer las este modo, la fatiga acumulativa puede reducir también
demandas del entorno. Si se fracasa en el la capacidad de afrontar demandas subsiguientes
afrontamiento, o si el estrés persiste se llega a la ambientales.
tercera fase.
Aunque esta hipótesis que enfatiza los costes
3ª. Etapa de agotamiento. A partir de este biológicos de la adaptación fue propuesta por Seley,
momento la glándula adrenal ya no puede seguir otros autores describen puntos similares respecto del
respondiendo al estrés mediante la secreción de estresor en la conducta (Basowitz, Persky, Korchin y
corticoides, por lo que el organismo consume Grinker, 1955; Dubos, 1965; Milgram, 1970; Wohlwill,
totalmente sus recursos para hacer frente al estresor 1974).
dando lugar a la enfermedad y en última instancia a la
muerte. La teoría de Selye no tiene en cuenta las Estas bases conceptuales han sido retomadas
variables moduladoras que evalúan la situación, y por por aquellos investigadores interesados en las adap-
lo tanto, influyen en la aparición de la respuesta. Las taciones conductuales al estrés -costes de
investigaciones posteriores han demostrado tanto la afrontamientos- y las consecuencias de estas
importancia de las variables situacionales como las adaptaciones en la conducta y la salud -postefectos
orgánicas. Así, Lacey (1967) cuestiona la negativos de la exposición a los estresores (Cohen,
inespecificidad de las respuestas al demostrar que sólo Glass y Singer, 1973; Holmes y Rahe, 1967). La
son estresantes aquellas demandas que exceden los hipótesis de Glass y Singer señala que el proceso de
mecanismos de ajuste del organismo. Este autor adaptación requiere un trabajo cognitivo que incluye la
también señala que la dirección de los cambios búsqueda de una respuesta adecuada de afrontamiento
fisiológicos no es siempre la misma, ya que éstos y/o intentos de redefinir el estímulo. De acuerdo con
pueden variar según la situación y las características estos autores, después de someter al sujeto al estresor
personales. Lancey lo denomina “fraccionamiento se espera una ejecución más pobre. Esto es debido a
direccional”. que el grado de adaptación requerida para un estresor
inicial disminuye la energía psíquica disponible de un
Por otra parte, Lazarus y Cohen (1977) y individuo y, por lo tanto, habría déficits en las tareas que
Mason (1975) abogan por la especificidad, es decir, se demandan después del estresor (Glass y Singer,
mantienen que cada estresor provoca sus propias 1972). De la misma forma que Seley, estos autores
reacciones fisiológicas. La posición de estos autores es sugieren que si el estrés persiste los recursos de
que la respuesta no específica está determinada adaptación del individuo pueden agotarse
psicológicamente, es decir, que sólo tiene lugar completamente. Los dos acercamientos parten de la
cuando hay una valoración cognitiva de amenaza por base de que el estrés produce un “desgaste” en el
parte del individuo. Selye reconoce en sus trabajos sistema y que cuando las capacidades de afrontamiento
más recientes (Selye 1982) que existe tanto factores se agotan los individuos comienzan a padecer diferentes
específicos como generales en la respuesta de los disfunciones físicas y psicológicas. Respecto a la
individuos a los estresores, pero señala que la evaluación del estrés fisiológico inducido por el deporte
respuesta general no siempre está psicológicamente o la competición debemos señalar que hoy existen
determinada. aparatos monitorizados que registran todas las variables
fisiológicas y bioquímicas relacionadas con el esfuerzo
El modelo de Selye ha ejercido una profunda deportivo-competitivo. Nos estamos refiriendo a los
influencia en el desarrollo de las concepciones mecanismos reguladores de las funciones
conductistas y cognitivas del proceso del estrés, hemodinámicas (tasa cardiaca, presión sanguínea,
primero por la creencia de este autor de que existe pulso, respiración etc.) así como de los mecanismos
una cantidad finita de la energía que los individuos hormonales relacionados (catecolaminas, glucagon,
utilizan para adaptarse a uno o varios agentes hormona del crecimiento, etc.) Las variables más
estresores. Aunque Selye consideraba que esta utilizadas para evaluar el estrés fisiológico en la práctica
energía era de naturaleza fisiológica, otros teóricos psicológica han sido las medidas electrofisiológicas,
como Cohen (1978), DuBos (1965), Glass y Singer neuroendocrinas (catecolaminas) y hemodinámicas. En
(1972) proponen que también existen limitaciones estas últimas principalmente se han estimado el pulso y
similares en la energía psicológica. El segundo aspecto la tasa cardiaca.
125
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Modelo psicológico del estrés influir en esta valoración son: la inminencia del daño, la
magnitud del estresor, la duración del estresor, la
Los investigadores del estrés prestan cada vez ambigüedad y su poder de control.
más atención al impacto de las variables psicosociales.
Los trabajos más recientes incorporan diferentes b) Cuando el sujeto hace una valoración primaria
niveles de análisis en la comprensión de cómo el amenazante o desafiante aparece la valoración
afrontamiento, la vulnerabilidad, el control, las secundaria. Aquí se consideran las posibles respuestas
diferencias de personalidad o el apoyo social influyen para mejorar la situación seleccionando estrategias de
en la forma en que los individuos anticipan, afrontamientos. Ambas valoraciones se orientan en la
compensan o hacen frente directamente a los eventos determinación de las consecuencias que para el
estresantes, o bien, si son en sí mismo fuentes de bienestar del individuo tiene el ajuste a los estresores.
estrés. La línea de investigación que considera el De este modo, ambas valoraciones se influyen
estrés desde la perspectiva psicológica hace hincapié recíprocamente.
en cómo el organismo percibe y evalúa el peligro
potencial que representa un estímulo, por ejemplo la En esta secuencia del proceso es cuando los
práctica competitiva-deportiva. La percepción de la sujetos perciben el peligro y buscan estrategias de
amenaza surge cuando el individuo siente que las afrontamientos que reduzcan esta amenaza (Lazarus,
demandas impuestas sobre él superan su capacidad Cohen, Folkman, Kanner, y Schaefer, 1980).
(necesidad del triunfo del equipo, de obtener una
marca, o bien de rendir por encima de las En consecuencia, nuestras respuestas dependen
posibilidades del atleta). Este desequilibrio da lugar al de dos tipos de valoraciones. En primer lugar,
sentimiento de estrés y a una respuesta a éste que interpretamos la situación y consideramos su posible
puede ser de naturaleza fisiológica, como ya hemos amenaza -valoración primaria-. En segundo lugar, se
visto, y/o conductual. El estrés psicológico no se define consideran las posibles respuestas para mejorar la
teniendo en cuenta únicamente las condiciones en las situación -valoración secundaria-. Al sopesar los costes y
que se presenta el estímulo o en términos de las los beneficios de las diferentes posibilidades,
variables de respuesta sino más bien como una seleccionamos una estrategia de afrontamiento
transacción entre el individuo y su entorno. (Folkman, Lazarus, Dunkel-Schetter, DeLongis y Gruen,
1986). Es importante señalar que el proceso de
Este modelo psicológico presupone una evaluación de las demandas de una situación y de la
interpretación del significado del acontecimiento capacidad para satisfacerlas no sólo ocurre en la
deportivo-competitivo que da lugar al estrés y una aparición del suceso estresante, sino a lo largo de todo
interpretación de la adecuación de los recursos para el desarrollo del mismo (Folkins, 1970; Lazarus, 1981).
superarlos. En definitiva, este modelo afirma que el De esta forma, un suceso que inicialmente fue valorado
estrés es consecuencia exclusiva de las percepciones como amenazante puede ser valorado más adelante
(sean reales o no) que el individuo tiene en sus como benigno, por lo que las estrategias de
relaciones con el entorno (Lazarus, 1966- 1967). afrontamiento que en un principio se consideraban
Aunque la definición de estrés psicológico realizada insuficientes pueden resultar adecuadas posteriormente.
por Lazarus se centra en la interpretación individual
del significado de los hechos ambientales más una
valoración de las estrategias personales de Dimensiones del estrés en la
afrontamientos, es un punto de controversia si es práctica deportiva- competitiva
necesaria una valoración cognitiva del daño o amenaza
para precipitar una respuesta de estrés sobre todo en Existe un gran número de diferencias
el plano fisiológico, ya que no siempre hay una cualitativas entre las categorías de los estresores que
correlación entre los autoinformes de los individuos y afectan al deportista-competidor Sin embargo, también
los registros fisiológicos(Evans y Cohen, 1987; podemos encontrar dimensiones cuantificables entre
Martimportugués, 2000). estas categorías, las cuales pueden provocar diferentes
respuestas en los individuos. A continuación vamos a
De acuerdo a las formulaciones de Lazarus y señalar las más significativas.
colaboradores (1977) ante una situación estresante se
activan en el individuo dos mecanismos de evaluación. a) Controlabilidad y predicción. La percepción de control
junto con la predicción de los eventos estresantes en la
a) La valoración primaria de carácter práctica competitiva-.deportiva son mediadores
cognitivo-afectivo es un proceso a partir del cual la psicológicos del estrés, ya que hace que los individuos
persona evalúa si un determinado encuentro con un se sientan capaces de afrontar con éxito los estresores.
evento específico resulta relevante o no para su Aunque, ocasionalmente, como ocurre con el fútbol, es
bienestar. Las variables situacionales que pueden posible controlar algunos aspectos de la práctica
126
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
deportiva como: la forma física, la cohesión del equipo b) Intensidad, duración y frecuencia del estresor. Es
o el estado óptimo de salud de sus jugadores. Esto no difícil hacer una valoración de estas dimensiones en las
garantiza la predicción del resultado final deseado. diferentes competiciones o en los distintos deportes. Si
Otras veces podemos ejercer un cierto control teórico el estresor se presenta durante la práctica deportiva o
(el hecho de jugar con un rival peor clasificado, contar competitiva, generalmente la duración está determinada
con más deportistas de elite) pero no práctico (el por las propias reglas del juego. Lo mismo ocurre con la
juego resultante de la coordinación del equipo o las frecuencia de exposición al estresor. En términos
condiciones adversas del medio en el que tiene lugar generales podemos señalar que la duración y la
la práctica). Las personas no podemos ejercer un frecuencia de los estresores son factores que modifican
control exhaustivo sobre todos los eventos estresantes. sus consecuencias. Como norma general, se puede decir
Desde hace ya mucho tiempo se sabe que la creencia que cuanto mayor sean estas dimensiones, más
de que uno pueda controlar las situaciones estresantes importante será la respuesta que provoque en los
ayuda a los individuos a afrontar de forma efectiva los individuos. Aunque esto puede ser cierto en la mayoría
estresores (Bandura, 1977; Cohen y Edwards 1989; de los casos, todavía es necesario seguir investigando
Taylor, Helgenson, Red y Skokan, 1991; Thompson, para determinar si la relación funcional entre intensidad
1981). El control está relacionado con la autoeficacia, de un estresor y magnitud de la respuesta provocada es
que es una percepción más concreta que tiene el exponencial, lineal, curvilínea o incluso puede estar
individuo de su propia capacidad de desarrollar las relacionadas mediante una función escalonada (Cohen,
acciones necesarias para obtener unos resultados en Evans, Stokols, y Krantz, 1986). La intensidad de los
una situación determinada (Bandura, 1977). Diferentes estresores en la competición o el deporte va a estar
investigaciones han demostrado que la falta de modulada por las dimensiones anteriores y por el estilo
predicción y control sobre los estresores, que de afrontamiento que adopte el participante. Hoy se
teóricamente deberíamos poder controlar, aumentan utilizan técnicas de autocontrol para dotar al deportista
las respuestas de estrés. Un estudio de Staub, Tursky de estrategias de afrontamientos dirigidas a la propia
y Schawrtz (1971) aporta datos interesantes. Los emoción ante la situación estresante. Ya que el
sujetos que tenían sensación de control sobre los afrontamiento dirigido al problema (bajo rendimiento
estímulos eléctricos manifestaron menos angustia que generalmente) se logra fundamentalmente con el
los sujetos que no disponían de control sobre la entrenamiento, la preparación física y la información
intensidad o la administración de estos shocks. Esto sobre el evento. El objetivo es modificar el modo de vivir
ocurría así, aunque todos los sujetos recibiesen el la situación competitivo-deportiva, aun en el caso de no
mismo número de shocks y con la misma intensidad y poder hacer nada por cambiarla.
a pesar de que los sujetos con sensación de control no
ejerciesen ellos mismos ese control. La percepción de Por último hay que señalar que en las
control parecía afectar la forma en que los individuos reacciones al estrés hay una modulación de variables
percibían el estresor utilizado en este estudio. psicológicas y constitucionales tales como el
neuroticismo y la ansiedad así cómo los estilos de
La literatura sobre el control cognitivo ofrece afrontamientos ya mencionados. Sin olvidar el papel que
pruebas más directas sobre la influencia de la juegan la edad, el sexo, la dieta y la forma física.
percepción de control en la valoración de los (Steptoe, 1990)
estresores. La mayoría de los trabajos señalan que
proporcionar a los sujetos información sobre el
estresor al que van a ser sometidos reduce la Afrontamiento al estrés
valoración de la amenaza. Por esto, es muy importante
que el competidor-deportista tenga información sobre Se entiende por afrontamiento el conjunto de
los contrincantes con los que debe medir sus propias esfuerzos cognitivos y comportamentales continuamente
habilidades, el espacio físico donde tendrá lugar el cambiantes y que se realizan para el manejo de las
evento y las presiones informativas a la que se verán demandas internas o externas. Estas demandas son
sometidos por los medios de comunicación. Como valoradas por el individuo como excesivas respecto a los
regla general, sin embargo, se puede sugerir que en la recursos que dispone o cree disponer (Lazárus y
medida en que se les proporcione a las personas un Folkman, 1986). Sin embargo, como señala Zeidner y
control real o percibido sobre los estresores, el estrés Saklofske (1996) el afrontamiento funciona con efectos
se reducirá tanto en la fase de valoración como en la modestos, algunas veces y en algunas personas.
de afrontamiento. Cualquier factor del entorno que
aumente la sensación de predicción y control personal La acción de afrontamiento incluye un
tiene efectos beneficiosos en la respuesta al estrés, componente instrumental u operante de alguna
por lo que debería potenciarse y desarrollarse siempre transformación en el medio interno o externo del sujeto
que sea posible. distinguiéndose dos tipos de funciones del
afrontamiento. El primero va dirigido al problema objeto
127
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
de la acción, es decir, la tarea de afrontamiento que agente estresor, son negativas para el individuo en otros
trata de solucionar el problema con el que se enfrenta aspectos. Dentro de esta categoría, hay dos formas en
el competidor-deportista. El segundo tipo de las que el afrontamiento puede resultar negativo. En la
afrontamiento es el que va dirigido a la propia emoción primera el afrontamiento produce en sí mismo una
del individuo ante la situación estresante para reacción fisiológica patógena y en el segundo caso el
modificar el modo de vivirla, a pesar de no haber afrontamiento interfiere en la salud y en el bienestar del
podido realizar ninguna acción que cambie la situación individuo (Cohen et al., 1986). El afrontamiento produce
estresante. Como señala Fierro (1997), el en sí mismo efectos patógenos cuando las estrategias
afrontamiento es un tipo de conducta en la que luce de de afrontamiento son efectivas en un primer momento al
forma excepcional la función adaptativa de todo eliminar la amenaza, pero al mismo tiempo puede
comportamiento que, a veces, contribuye de hecho a producir una reacción fisiológica perjudicial. Orbrist
adaptar al agente, pero otras veces no lo logra. (1981) demostró que aquellas situaciones en las que es
necesario un afrontamiento activo o una modificación
Algunos autores señalan que cuando una conductual pueden producir respuestas cardiovasculares
persona ha conseguido afrontar con éxito un estresor, manifestadas en un aumento de la presión sanguínea o
es decir los efectos directos o primarios, es muy retenciones de líquido en los riñones por encima de los
probable que se le presenten algunos de los siguientes niveles necesarios para el metabolismo. Otros estudios
efectos: efectos de cansancio acumulado, relacionados con la asunción de estrategias de
sobregeneralización y efectos secundarios del afrontamientos activas han demostrado que este tipo de
afrontamiento. afrontamiento provoca un aumento específico de la
descarga de norepinefrina (Elmandjian, 1963;
a) Efectos del cansancio acumulado. En el apartado Elmandjian, Hoope y Larson, 1958). Además, los niveles
de estrés fisiológico hemos mencionado este de norepinefrina en la sangre y en la orina permanecen
fenómeno denominado también “hipótesis de coste elevados en los sujetos que deben realizar esfuerzos
adaptativo”. Según este concepto, una persona tiene activos para evitar o superar el estresor
una cantidad limitada de energía, tanto de naturaleza (Frankenhauser, 1971; Frankenhauser y Rissler, 1970;
biológica como psicológica y las demandas de Weiss, Stone y Harrell, 1970).
afrontamiento a la situación desgastan esta energía
Glass y Singer (1972). En general, podemos decir que la asunción de
estrategias activas está muy relacionada con la duración
b) La sobregeneralización es un efecto secundario de e intensidad del afrontamiento requerido por la
las estrategias de afrontamiento exitosas. Este efecto situación. Así como del nivel de exigencia personal, ya
se produce cuando una estrategia que se ha utilizado que los diferentes sistemas de respuesta orgánicas al
para hacer frente a un agente estresor persiste incluso estresor se activarán en función de las demandas. Un
cuando el estresor desaparece. La sobregeneralización sistema de reacción rápido está constituido por la
provoca efectos negativos si las respuestas de liberación de catecolaminas, prolactina, hormona del
afrontamiento son inadecuadas en otras situaciones crecimiento y las hormonas sexuales. Un segundo
diferentes en las que han sido utilizadas. Se ha sistema de reacción semirápida pondría en
demostrado que la sobregeneralización puede ocurrir funcionamiento los corticoides y, por último, un sistema
tanto en laboratorio como en contextos naturales. de reacción lenta pero activo implicaría hormonas
Baum y Valis (1977) demostraron que los estudiantes tiroideas (Valdes y Flores, 1990). Sin embargo, Weiss,
que vivían en residencias cuyo diseño arquitectónico Glazer, y Pohorecky, (1977) sugieren que los efectos
obligaba a un alto nivel de interacción, estaban patógenos sólo se producirán cuando las estrategias de
predispuestos a evitar la posibilidad de contactos con afrontamientos del individuo no producen un feedback
extraños fuera de la residencia, al contrario de continuo que le indica que está controlando su entorno.
aquellos estudiantes cuyas residencias presentaban El segundo tipo de efectos se presenta cuando las
niveles de interacción menores. Claramente, una estrategias de afrontamientos interfieren en la salud y el
respuesta de rechazo a la interacción se desarrolló bienestar del sujeto. Por ejemplo un aumento en los
fuera de la residencia debido a la adopción de esta esfuerzos de afrontamientos puede provocar que se le
estrategia en la residencia. Otros trabajos han dedique excesivo tiempo a un problema. Como
señalado que la estrategia de concentrar la atención consecuencia, un individuo podría pasar un gran número
en los aspectos esenciales de una tarea mientras está de horas para realizar una tarea. Aunque se puede
presente el agente estresor, persiste incluso cuando favorecer los objetivos a corto plazo, este tipo de
éste ya ha desaparecido. afrontamiento es perjudicial para la salud en la medida
que interfiere con los estilos de vida saludables
c) Efectos secundarios del afrontamiento. Estos adoptados por el sujeto, o con las relaciones familiares y
efectos se producen cuando las conductas de sociales (Conway, Vickers, Ward y Rahe, 1981).
afrontamiento que tuvieron éxito ante los efectos del
128
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
S
Capacidad
física i
disminuida
E m
C
U
Capacidad
física
i
E
N
disminuida
e
C
I
n
Pobres
A relaciones t
L grupo
E o
S EFECTOS SIMULTÁNEOS Capacidad Malas Consecución
física condiciones de objetivo
atmosféricas prefijado
disminuida
Como se muestra en el gráfico, puede haber c) En el tercer caso se toman dos variables: capacidad
efectos directos e indirectos de los estresores física disminuida y pobres relaciones con el grupo al
múltiples. En todos los casos utilizaremos el que pertenece el individuo. Ambas tienen efectos
rendimiento como variable predictora. directos sobre el rendimiento. La última es de
mayor importancia cuando el triunfo depende de la
Ejemplos: coordinación del grupo.
a) La capacidad física disminuida tiene efectos d) Por último, estimamos los efectos simultáneos de
directos sobre las ejecuciones pobres y estas a su tres estresores: capacidad física disminuida, malas
vez sobre el rendimiento. condiciones físicas ambientales (lluvia/calor) y la
consecución de un objetivo prefijado (un ascenso
b) La capacidad física disminuida puede provocar en del equipo, conseguir una determinada marca para
el deportista o competidor estados de ansiedad no ser eliminado, etc.). Estas fuentes de estrés son
que suponen una mayor activación perjudicando la muy habituales en eventos deportivos como el
concentración mental y el control de la situación fútbol, el automovilismo o el tenis. También en casi
deportivo-competitiva relacionada con el todas las competiciones atléticas. Aunque en
rendimiento óptimo. Por otra parte, la capacidad algunas competiciones deportivas la lluvia puede ser
física disminuida tiene efectos directos sobre el motivo de suspensión. Sin embargo, hay otras
rendimiento fuentes que se pueden dar de forma simultánea.
129
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Los profesionales del deporte o la competición no incrementaban de uno o más a dos o más había un
están exentos de los múltiples estresores amplio descenso en la proporción de sujetos que
cotidianos ocurridos en el entorno familiar, laboral podrían clasificarse cómo psíquicamente no afectados.
o social o bien padecer algún estresor vital como Sin embargo, el cambio de la proporción de gente no
la muerte de un ser querido o situaciones afectada decreció rápidamente a niveles más elevados
conflictivas de pareja. de exposición a hechos vitales importantes. También en
contextos de laboratorio se ha probado este modelo.
Hay diferentes interpretaciones de cómo Myrtek y Spital (1986) examinaron las respuestas
afectan los estresores múltiples a los individuos. cardiovasculares y de tensión psicológica después de
Algunos autores señalan que hay ciertos beneficios al que los sujetos fueran sometidos a la influencia de
afrontar los estresores múltiples, ya que permitiría a estresores simples, dobles o triples combinando tres
los sujetos desarrollar nuevas estrategias y recursos tipos de estresores: tareas de aritmética mental,
de afrontamiento y, de este modo, quedarían menos ejercicio físico y frío. La mayoría de los resultados
afectados por los estresores posteriores. Este fisiológicos indicaron efectos aditivos de los estresores
argumento está fundamentado en la adquisición de múltiples. No hubo evidencia de una potenciación de las
experiencia. Por el contrario, como hemos señalado en respuestas fisiológicas cuando se presentaron de forma
el apartado anterior, otros autores señalan que hay múltiple. Sin embargo, las puntuaciones psicológicas y
costes directos e indirectos del afrontamiento al de tensión somática no sobrepasaban el nivel alcanzado
estresor múltiple. Aunque el afrontamiento no es el por el estresor individual más potente. Así un efecto de
único factor que influye en el ajuste a los estresores atenuación era evidente. Lepore y Evans (1996) señalan
múltiples, hoy se considera central para conocer si los que cuando los estresores vitales múltiples se agregan
múltiples estresores tienen un efecto aditivo o es difícil detectar las interacciones subyacentes a los
multiplicativo (Lepore y Evans, 1996). efectos de atenuación o potenciación que uno u otros
pueden ocasionar. Están surgiendo algunos datos
La estrategia analítica más habitual de abordar experimentales que apuntan cómo los estresores
los efectos conjuntos de los estresores ambientales es múltiples pueden tener efectos aditivos en una reacción
aplicar un modelo aditivo. Este modelo implica que los fisiológica a corto plazo, pero no en resultados
efectos de los estresores serían iguales a la suma de psicológicos.
sus efectos independientes. En términos estadísticos el
modelo aditivo indica que no hay efectos únicos si el Otra alternativa analítica para conocer los
sujeto estuviera expuesto a dos estresores por encima efectos de los estresores múltiples en el ajuste puede
de sus efectos combinados. Por ejemplo, altas abordarse desde sus efectos multiplicativos que pueden
puntuaciones en ansiedad y baja forma física por presentar dos formas alternativas. El modelo de
separado, indicarían más problemas de ajuste o más potenciación indica que el efecto de los estresores es
fuertes reacciones de estrés cuando se presentan mayor que lo que se espera en el modelo aditivo.
juntos. Generalmente se asume que los estresores Tomando el ejemplo anterior, los efectos combinados de
múltiples tienen efectos aditivos y es una práctica la ansiedad y la baja forma física, puede actuar
común en los estudios de hechos vitales. Holmes y potenciando o atenuando dicha relación. Un efecto de
Rahe (1967) desarrollaron medidas de estrés potenciación indica que la unión de los estresores es
acumulativo sumando el número de hechos vitales mayor de lo que se esperaría del modelo aditivo y por
importantes o sumando la magnitud de las supuesto del modelo de atenuación. Cuando afrontar un
puntuaciones de cambio de los hechos vitales. estresor tiene implicaciones negativas para afrontar otro
estresor estaríamos refiriéndonos a un coste de
Sin embargo, otros investigadores han afrontamiento o un modelo de potenciación del estrés.
desafiado esta estrategia sumatoria. En una revisión Cuando afrontar un estresor tiene implicaciones
realizada por Thoits (1983) sobre los datos publicados, positivas para afrontar otro evento estresante
observó que la relación de los hechos perjudiciales estaríamos hablando de beneficios de afrontamientos, o
parecía ser curvilínea. Cuando los eventos vitales modelo de atenuación del estrés.
130
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
MODELOS ADITIVOS Y
MULTIPLICATIVOS
30
Potenciación
25
Md. Aditivo
20
Atenuación
15
Efectos simples
10
0
A B AXB A+B AXB
Por último, señalaremos que hay diferencias individuo puede ver las demandas de afrontamiento de
individuales respecto de la resistencia a los estresores forma más positiva, tener más confianza en sus
(Dienstbier, 1989). La resistencia es la tendencia de posibilidades e interpretarlas como desafíos que puede
algunas personas a sentirse bien a pesar de haber superar. Por el contrario, el organismo menos
sufrido experiencias personales fuertes o de haber fortalecido quedara indefenso ante la presencia de los
estado expuestas a ambientes físicos y sociales estresores, verá las demandas como amenazantes y
estresantes. La noción de que el dominio de los tendrá un estado de ánimo más negativo.
estresores contribuye a la resistencia parece ser
consistente con algunos de los planteamientos de la Lepore y Evans (1996), basándose en sus
hipótesis del fortalecimiento (Dienstbier, 1989). Los trabajos, sugieren que la experiencia de manejar o
organismos que padecen una exposición prematura y dominar los estresores puede ofrecer algún efecto que
repetida a los estresores parecen llegar a estos inocula y hace a la gente más resistente a los estresores
fortalecimientos fisiológicamente o bien inoculados por subsiguientes. Predicen que es más probable que esto
la experiencia. Este autor sugiere que una exposición ocurra cuando la exposición a los estresores es
intermitente a un estresor, más que una continua, está intermitente más que continúa, cuando haya una
asociada con el fortalecimiento, pero es necesario un oportunidad de aplicar estrategias de afrontamiento,
intervalo entre los estresores para darse tal cuando se cuente con recursos que son efectivos en
fortalecimiento. Los datos también parecen sugerir que reducir el impacto de los estresores y cuando la
se necesita un tiempo para la recuperación entre los experiencia de afrontamiento con los estresores deje a
intervalos para que ocurra el fortalecimiento. la persona con un sentido de control o autoeficacia. El
punto hasta el cual se vea a un estresor como nuevo o
Dienstbier ha sugerido que también hay distinto de estresores previamente superados, podría
correlatos psicológicos del fortalecimiento debido a ser un factor importante que influye si el afrontamiento
que el organismo fortalecido tiene mayor capacidad de con estresores múltiples puede tener efectos saludables
respuesta frente a una actitud de indefensión. El o perjudiciales.
131
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
132
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Folkman, S., Lazarus, R. S., Dunkel-Schetter, C., York: Van Nostrand Reinhold. Co. Lazarus, R. S., y
DeLongis, A., y Gruen, R. J. (1986). Dynamics Folkman, S. (1986). Estrés y procesos
of a stressful encounter: cognitive cognitivos. Barcelona: Martínez Roca. (Edición
appraisal, coping and encounter original: 1984).
outcomes. Journal of Personality and Social Lazarus, R. S., y Folkman, S. (1987). Transactional
Psychology, 50 (5), 992-1003. theory and research on emotions and coping.
Frankenhaeuser, M. (1971). Behavior and circulating European Journal of Personality, 1, 141-169.
catecholamines. Brain Research, 31, 241-262. Lepore, S. J., y Evans, G. W. (1996). Coping with
Frankenhaeuser, M., y Rissler, A. (1970). Effects of multiple stressors in the environment. En M.
punishment on catecholamine release and Zeidner, y N. S. Endler, Handbook of coping.
efficiency of performance. Theory, research, applications. New York: John
Psychopharmacologia, 17, 378-390. Wiley & Sons, Inc.
Garcés de Los Fayos, E.J., Teruel, F. y García C. Levi, L. (1972). Stress and distress in response to
(1993). Burnout en deportistas y entrenadores. psychosocial stimuli. New York: Pergamon
Un nuevo campo de investigación en psicología Press.
del deporte. Congreso Mundial de Ciencias de Madden, C.C., Summers, J.J., Brown, D.F. (1990). The
la Actividad Física y el Deporte. Granada. influence of perceived stress on coping with
Glass, D. C., y Singer, J. E. (1972). Urban stress: competitive basketball. International Journal of
Experiments on Noise and Social Stressors. Sport Psychology, 21, 21-35.
New York: Academic Press. Marquez, S (1992) Adaptación española de los
Gould, D., Jackson, S., Finch, L (1993). Sources of cuestionarios de antecedentes, manifestaciones
estress in National Champion figure skaters. y consecuencias de la ansiedad ante la
Journal of Sports and Exercise Psychology, 15, competición deportiva .I. Estructura factorial.
134-159. Revista de Psicología del Deporte, 2, 25-38.
Gutiérrez Calvo, M., Estévez, A., García, J., Pérez Martens, R., Burton, D., Vealey, R.S., Bump, L.A. y
Hernández, H (1997). Ansiedad y rendimiento Smith, D.E. (1990). Development
atlético en condiciones de estrés: efectos and validation of the Competitive State Anxiety
moduladores de la práctica. Revista de Inventor 2 (CSAI-2). En R. Martens, R.S. Vealey
Psicología del Deporte 12, 27-44. y D. Burtonn (Eds), Competitive anxiety in Sport.
Guyton, A.C., (1981) Textbook of medical physiology . Champaign, IL: Human Kinetics.
Philadelphia: W.B. Saunders. Martimportugués. C. (2000). Efectos simultáneos del
Holmes, T. H., y Rahe, R. H. (1967). The social ruido y del hacinamiento sobre la salud y el
readjustment rating scale. Journal of rendimiento. Tesis doctoral. Málaga:
Psychosomatic Researches, 14, 213-219. Universidad de Málaga.
Jones G. y Hardy. L (Eds). (1990). Stress and Mason, J. W. (1975). A historical view of the stress field.
performance in sport. Chicherter: Wiley. Part 2. Journal of Human Stress, 1, 22-36.
Lacey, J. I. (1967). Somatic response patterning and Myrtek, M., y Spital, S. (1986). Psychophysiological
stress: some revisions of activation theory. En response patterns to single, double and triple
M.H. Aplley, y R. Trumbull (Eds.), stressors. Psychophysiology, 23, 663-671
Psychological stress. Nueva York: Appleton McCubbin, J. A., Richardson, J., Obrist, P. A., Kizer, J. S.,
Century Crofts. y Langer, A. W. (1980). Catecholaminergic
Lazarus, R. S. (1966). Psychological stress and the and hemodynamic responses to behavioral
coping process. New York: Mc Graw-Hill. stress in young adult males. Paper Presented at
Lazarus, R. S. (1981). The stress and coping the Twentieth Annual Meeting of the Society for
paradigm. En C. Eisdorfer, D. Cohen, A. Psychophysiological Research.
Kleinman, y P. Maxim, Models for clinical Milgram, S. (1970). The experience of living in cities.
psychopathology. New York: Plenum. Science, 167, 1461-1468.
Lazarus, R.S., (1993). Coping theory and research: Mullen, B., Copper, C. (1994).The relation between
past, present and future. Psychosomatic group cohesiveness and performance: An
medicine, 55, 234-247 integration. Psychological Bulletin, 115, 210-227.
Lazarus, R. S., y Cohen, J. (1977). Environmental Navateur, J. y Freixa I Baqué, E (1987). Individual
stress. En J. Wohlwill, y I. Altman , Human differences in Electrodermal activity as a
behavior and environment. New York: Plenum. function of subject's anxiety. Personality and
Lazarus, R.S., Cohen, J.B., Folkman, S., Kanner, A., y Individual Differences, 8, 615-626.
Schaefer, C. (1980). Psychological stress and Obrist, P. A. (1981). Cardiovascular psychophysiology.
adaptation: some unresolved. IN H. Selye New York: Plenum Press.
(Ed). Selye’s guide to stress research. (Vol.1) Pierce, G.R., Sarason, B.R., Sarason, I.G (1992). General
pp. 90-117. New and specific support expectations and stress as
133
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
134
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Capítulo 12
Comportamiento de las
masas en el deporte
Antonio Hernández Mendo
Luis Gómez Jacinto
Universidad de Málaga
135
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
El párrafo anterior podría ser el preámbulo de Junto a estos fríos números están, otros
algunas de las leyes sobre el deporte vigentes en números, parecidos y el relato -telegráfico- aterrador de
nuestro país. Sin embargo la violencia que día a día la tragedia, de otros muchos, que han acontecido desde
aumenta en las pistas y canchas de deporte está la fatalidad de Heysel:41
impidiendo que este derecho sea ejercido de forma
natural, saludable y que permita el desarrollo integral § 30/05/85. Liverpool-Juventus. Ganaron los italianos,
de las personas que lo practican o lo observan. con un penalty, porque el partido se jugó a pesar de la
tragedia, 39 muertos y 200 heridos. Estadio Heysel de
Aunque el deporte como fenómeno de masas es un Bruselas en Bélgica. Los servicios de inteligencia de los
hecho habitual, un ejemplo extremo -y por desgracia tres países habían tenido reuniones previas para
habitual- es la violencia en el fútbol. Esta cuestión planificar todo. El comienzo del fin fue la mañana, en los
que, desgraciadamente, es casi cotidiana, en nuestros puertos ingleses, cuando los patrones de los cuatro
días está impregnando el mundo del deporte de una ferrys con las hordas totalmente emborrachadas,
violencia inusitada. Se está convirtiendo en modelo de aprovechando la calma chicha del mar y las atribuciones
comportamiento de los espectadores de otros legales que los asisten, soltaron amarras con cuatro
deportes. horas de anticipación a los cálculos policiales tripartitos.
136
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Las huestes ingleses llegaron a suelo belga antes que mil personas una persona, indignada, sacó un arma. Se
el turno encargado especialmente de vigilarlos hubiera produjo una desbandada generalizada que provoco la
entrado de servicio. Ellos, en cambio, tomaron el caída de un muro y la consecuente la masacre.
centro de la capital belga y cuanta cerveza Oficialmente jamás hubo cifras definitivas. Algunos
encontraron en el camino. La policía se limitó a cables, fechados en Belgrado o en la capital maltesa,
circunscribir el radio, a mantenerlos en el centro y llegaron a hablar hasta de medio centenar de muertos.
aguantar hasta la hora del partido, mientras en la El número de heridos jamás fue precisado y es apenas
frontera desviaban para distraerlos a los vehículos estimable.
italianos que traían a la gente de la Juve. El drama se
desencadenó, entre otros muchos motivos, porque un § 15/04/89. Liverpool-Nottingham Forest, 108 muertos
comerciante corrupto del centro de la capital belga le y 150 heridos, jugado en Sheffield (Inglaterra). El
vendió a una agencia de turismo siciliana unas 70 emplazamiento de verjas de hierro para evitar la acción
entradas populares se un sector colchón que estaba de grupos violentistas dentro del campo de juego y de
destinada para los nativos. Obtuvo un rédito del 300% esa manera preservar una de las materias primas más
más y los sicilianos les vendieron la entrada a la caras al presupuesto del Fútbol, más el error policial de
muerte con un 600% de recargo, como una alternativa creer que abriendo uno de los portones donde la gente
impensada en el tour por Europa que venían que no podía entrar estaba a punto de producir un
realizando. La masacre la produjo un contingente de desastre, produjo un desastre mayor en el estadio ya
los hooligans ingleses cuando al arribar desde lo alto colmado. Todo el patetismo fue televisado en vivo y en
de la colina, desde donde tenían acceso directo al directo. La conmoción del stablishment, con la prensa a
sector que le habían destinado, ven que en la puerta la cabeza, fue tan impresionante pero -como siempre-
de al lado están todos los italianos y atacaron en cuña. tardío; también los cuestionamientos a lo que estaba
A petición del gobierno intervino un equipo pasando en los estadios, a los cuales acusaron de
interdisciplinario de la Universidad de Lovaina, llamada vetustos, máxime con lo sucedido en Bradford y Heysel.
La Catedral de la Criminología, por su origen católico y Comenzaba el principio del fin de los enrejados y
el prestigio académico. El informe fue famoso y es hoy comenzaba la era de otros parcelamientos dentro de la
una pieza liminar en la materia. Ideológicamente ubicación del público.
tomaron una frase del primer ministro, en cuanto a
que no se puede dictar el estado de sitio por cada § 18/05/89. Nacional-Danubio, 10 muertos y 100
partido de fútbol y que el gran dilema consiste en heridos, jugado en Medellín (Colombia). El desenfreno
cómo mantener los derechos y garantías por haber derrotado a los uruguayos por 6 a 0 y pasar a
constitucionales a nivel individual de la mayoría de los las finales de la Copa Libertadores desató la ordalía en
ciudadanos que concurren a una cancha y que no la multitud, la que sobrepasó todos los límites del
originan hechos violentos cuando éstos son originados Estadio Atanasio Girardot. La enfermería de estas
por una minoría desde el punto de vista cuantitativo. instalaciones y los hospitales cercanos no tardaron en
Parte del informe fue catalogado como secreto por el empezar a verse abarrotados con los cadáveres y los
estado belga y los trascendidos, nunca desmentidos heridos de toda consideración.
del todo ni demasiado enfáticamente, aseguraron que
se había detectado una suerte de Internacional Negra § 13/08/89. Nigeria-Angola, 8 muertos y 50 heridos,
entre los grupos violentistas del fútbol europeo y los jugado en Lagos (Nigeria). Casi la totalidad de las
grupos neonazis. víctimas fatales murieron en la mañana previa al
encuentro, mientras esperaban para ingresar a ver el
§ 12/03/88. Janakpur-Mukti Sangsad, 175 muertos ansiado encuentro de la tarde, decisivo en las
y 350 heridos en Katmandú (Nepal). El equipo visitante eliminatorias para el Mundial Italia 90. La víctima
era bengalí y el partido se estaba jugando en el restante fue el jugador local Samokwaraji, quien a los
Estadio Nacional de la capital nepalesa. Los portones 38 minutos sufrió un ataque cardíaco en pleno partido y
de acceso habían sido cerrados por orden policial y los falleció poco después en un hospital. Se trata del
subordinados se negarán a abrirlas si no recibían las segundo deportista profesional que muere en esas
pertinentes órdenes superiores. La estampida masiva circunstancias. En 1982 similar causa y circunstancias le
de los 30 mil espectadores fue por una tormenta de costaron la vida a Benjamín Okorogu.
granizo y viento. En la necesidad de buscar refugio, la
gente se aplastó con las salidas bloqueadas y se § 13/01/91. Kaiser Chiefs-Orlando Pirates, 40 muertos
pisotearon entre ellos. y 50 heridos, jugado en Orkney (Sudáfica). El clásico
lugareño. Al otorgársele un gol a los dueños de casa, los
§ 12/03/88. Libia-Malta, 20 muertos y 100 heridos, otros, indignados, generaron tal batahola que terminó
jugado en Trípoli (Libia). Partido amistoso. Faltaba un en el desastre. Según testimonios policiales recogidos
minuto para terminar el partido cuando en uno de los por agencias internacionales de noticias, el principal
sectores del estadio, colmado, con capacidad para 65 campo de batalla fue el campo de juego. Allí fue donde
137
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
las dos hinchadas se dieron con todo y a gusto. Los heridos, jugado en Guatemala. Encuentro por las
llamados elementos contundentes consistieron en eliminatorias regionales para acceder al Mundial 98 en
botellas, navajas y sobretodo pisotones y patadas a los Francia. El estadio Mateo Flores desbordaba con unos
caídos, dos de los cuales eran niños. Nelson Mandela, 45 mil espectadores, pero se habían falsificado entre 8 y
celebridad y emblema del país, vicepresidente del 10 mil entradas, por lo que los que no habían podido
Congreso Nacional Africano, hizo un llamamiento a la entrar, sea con entradas falsas o no, pugnaron de tal
unión y la cordura. forma que vencieron las barreras e ingresaron en tropel.
Entre las víctimas fatales se contabilizaron 5 menores y
§ 05/06/91. Colo Colo-Olimpia, 11muertos y 128 7 mujeres. Estaban presentes los primeros mandatarios
heridos, jugado en Santiago (Chile). Los desastres de ambos países. El local bajó al campo de juego e
ocurrieron como parte de los festejos por el triunfo y improvisó una arenga para calmar los ánimos y tratar de
la obtención del trofeo. Uno de los epicentros de las evitar que el desastre fuera mayor por el pánico
batallas campales y desmanes varios fue la Plaza colectivo que se había generado. Nunca se informó de
Italia, en la vera izquierda del Mapocho y a escasos resultados acerca de la investigación de quiénes y cómo
treinta metros de la embajada argentina. falsificaron y vendieron esos boletos.
§ 17/10/93 un partido jugado en Yen (Birmania) se En el primer capítulo se enfoca el fútbol como
saldo 7 muertos y 45 heridos. Dos rebeldes de la un fenómeno de masas que representa a la perfección
minoría étnica karen arrojaron sendas granadas contra las líneas culturales que nos diferencian. En efecto, cada
la multitud y huyeron. Era un partido por la liga local. hincha se identifica con su club o con su equipo porque
§ 16/06/96. Zambia-Sudán, 9 muertos y 52 heridos, le atribuye unas características definidas y únicas. Es
jugado en Zambia. Era partido por eliminatorias de la
Copa Africana. No se tienen más datos. 42
Hay que señalar, quizás como alegría y esperanza, que el
comportamiento observado por los espectadores de fútbol -que es
§ 14/10/96. Guatemala-Costa Rica (Partido suspen- el tema de este libro- no es comparable al de ningún otro deporte,
aunque si bien es verdad hay autores que señalan que se está
dido y postergado), 83 muertos y varios centenares de extendiendo.
138
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
obvio que existen diferencias entre clubes, ya que, alcanzar los 100 muertos, entre agresiones y mal estado
aunque formamos parte de una sociedad de las instalaciones.
interrelacionada y en equilibrio, estas pequeñas
diferencias entre unas y otras entidades es lo que En capítulo tercero se explican las diferencias
decide el carácter de los aficionados. Antes, hace ya entre los clubes ingleses. Los autores postulan la
algunas décadas, los hinchas eran locales, pero, poco existencia de una "cultura de los clubes". Con esto se
a poco pasaron a ser no necesariamente locales. refiere a las actitudes y comportamiento que hacen que
cada club sea distinto y único. La idea de que cada club
En el segundo capítulo ofrecen la opinión de tiene una cultura propia puede dar lugar a muchos
los aficionados ingleses, de la "gente de la calle". problemas derivados de una opinión extremista de esta
Curiosamente, las opiniones variaban de club a club, cuestión.
sin embargo, todos coincidían en afirmar que las
situaciones de violencia y disturbios, han contribuido
enormemente a que la gente deje de ir a los partidos El capítulo cuarto está dedicado a las
de fútbol. Y es que por muy increíble que parezca, se muchedumbres y las emergencias. Desde el principio de
ha registrado un descenso importante en la venta de la historia hemos asistido a espectáculos concebidos
entradas en Inglaterra, sobre todo en los como agresivos para calmar los problemas sociales de
desplazamientos fuera de casa de los equipos. Los las multitudes. Así, por ejemplo, en la antigua Roma,
hooligans son normalmente jóvenes de clase tenían a los gladiadores. Los gladiadores era un
trabajadora, que los autores desglosan de la siguiente espectáculo agresivo de masas. Además, también desde
manera: uno de cada cinco tiene menos de 17 años, antiguo hemos observado una fuerte conciencia de
dos tercios tienen entre 17 y 20 años y el resto tiene grupo, caracterizada por las similitudes y puntos en
más de 20 años. Concluyen: los hooligans43 son común. Dentro de estos grupos, cada persona se siente
jóvenes y son el grupo social más penado por los fuertemente unida a él. Como consecuencia, si en un
jueces, ¿existe pues un prejuicio? Las explicaciones lugar hay mucha gente concentrada y se produce una
que nos ofrecen para la aparición de este grupo son emergencia, las posibilidades de desastre aumentan
varias: En primer lugar, la naturaleza humana es de considerablemente.
por sí agresiva, el fútbol además genera agresividad y,
por último, este deporte se convierte para muchos en Vamos a repasar los diversos aspectos tratados por los
un reflejo de los problemas de la sociedad. Pero, ¿por autores:
qué la violencia no pasa normalmente en los campos,
sino fuera de ellos? El fútbol es un deporte que nos a) Acontecimientos extraños.
produce satisfacción y orgullo, pero también produce A menudo, pensamos en los grandes desastres
muertes, aproximadamente en un año, se pueden como importantes desde su mismo principio, sin
considerar que no es así. Por ejemplo, que una
43
La definición de Hooligan del Oxford Dictionnary es "persona persona se caiga en la calle es, dentro de unos
joven alborotadora y ruidosa que a menudo se comporta de límites, una cosa normal y hasta cotidiana. Sin
forma violenta y destructiva; joven gamberro o rufián". Duran embargo, si una persona se cae en el
(1996) prefiere utilizar la palabra vándalo o vandalismo. Donald transcurso de una huida precipitada en busca de
Macintyre, reportero de la BBC, grabó en 1998 un reportaje
titulado Macintyre Undercover (Macintyre Infiltrado) que una salida de emergencia, puede resultar un
proyecto Canal+ con el título "Hooligans al descubierto". En este verdadero desastre. Las masas, por ellas
reportaje Macintyre pretende estudiar el hooliganismo. Descubre mismas implican una cierta sensación de
que gran parte de la violencia del fútbol inglés está provocada desastre. Un acontecimiento insignificante puede
por una minoría que pertenecen a pequeñas bandas aficionadas
al fútbol. Macintyre estudia una de las bandas denominada "Los
acabar en un hecho terrible y devastador.
cazacabezas de Chelsea" (entre estos se encuentran Andrew
Frain alias "Pesadilla", Jason Marriner, Vicent Drake, David e Ian b) El peso de los números.
Ronald Sim, Anthony Covele, Mark Alleway, Terry Last, Lee En el estadio de Heysel, 39 hinchas resultaron
Pookter, Gary Alleyway, Lee Holloway, Stuart Glass y Dereck
asfixiados o aplastados en la multitud huyendo
Kilti). Descubre la conexión con la ultraderecha a través del
saludo nazi que utilizan en las algaradas. Este grupo de de los aficionados del Liverpool. Cuando las
cazacabezas está relacionado con el grupo ultraderechista masas reaccionan ante algo es muy difícil que
"Combat 18" (C18). En algunos de los ataques relacionados a cambien, debido a su magnitud. Se produce una
personas y establecimientos se encontraron "tarjetas de visita" falta de comunicación entre los de delante (los
que decían: "Visita de los cazacabezas del Chelsea, Combat 18".
El odio y la violencia son su forma y filosofía de vida. Esto queda que encabezan la masa) y los de detrás (el
reflejado en una de las escenas del video donde se puede ver centro y final de la masa). Esto produce un
uno de los tatuajes de Jason Marriner que dice: "Cuando somos efecto en cadena que resulta letal.
buenos nadie nos recuerda, cuando somos malos nadie nos
olvida". Muchos de los aspectos recogidos en este vídeo coinciden
con lo señalado en el trabajo de Javaloy (1996).
c) El movimiento.
Cuando se da la voz de alarma y la masa se
139
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
precipita hacia las salidas, el movimiento Un momento decisivo dentro del desastre es el
podemos equipararlo al de un soldado, es del reconocimiento del mismo. De manera que la
decir, se mueve de forma libre y pérdida de tiempo aquí puede resultar irrecuperable.
unidireccional. Los pasillos se prestan a ello. Cuando nos damos cuenta de la gravedad del asunto, la
Los sitios tienen que tener un manejo situación se hace crítica, ya que todo el mundo quiere
adecuado de la multitud. Las emergencias, por salir a la vez, y todo esto en cuestión de minutos. El
pequeñas que sean, son las que demuestran si tiempo que se planea para que la gente salga es de dos
las instalaciones son adecuadas. Además sería minutos y medio. Pero mientras que se detecta la
aconsejable fuerte presencia policial y emergencia y se reacciona, este tiempo es mínimo. De
concienciación de los posibles peligros por los aquí obtenemos la conclusión de que son más
desastres que pueden presentarse. importantes factores como:
Pero, subrayan los autores, no estamos 1. La rápida comunicación entre los agentes.
hablando de la típica parafernalia a la que nos tienen
acostumbrados políticos y prensa. En Inglaterra las 2. Reconocer de manera inmediata el alcance
instalaciones deben pasar una inspección técnica del peligro.
obligatoria basada en la ley. Pero, lo que resulta
realmente sorprendente e indignante es que la 3. Tener planes específicos para accidentes
legislación cambia cada vez que ocurre un desastre potenciales.
(los autores estiman este cambio en aproximadamente
una vez cada 10 años), mientras que las instalaciones Desgraciadamente, en la época en la que
están continuamente remodelándose. Por ejemplo, vivimos, se le da más importancia a la técnica y a los
desde los años 30 se venían proponiendo reformas despliegues electrónicos que comercialmente son
para la prohibición de alcohol en los estadios. Sólo interesantes que a las soluciones propuestas por las
hasta Heysel no se logró. Y es que en la mayoría de ciencias sociales.
los casos, la inercia lleva a no cambiar las reglas,
sobre todo hasta que alguien demuestre que ha En el capítulo quinto repasa la historia de la
habido heridos. La empresa Scicon 40 elaboró un violencia en el fútbol. Se cree que el problema es actual,
detallado estudio que, posteriormente se ha tachado pero ya desde Roma y la época justiniana tenemos
de ser erróneo y tener carencias, pero, a pesar de antecedentes de desastres. En cuanto al fútbol en
esto, no se le han hecho cambios sustanciales. Inglaterra, los autores citan tres antecedentes
históricos:
Aquí estamos ante un conflicto de intereses y
se demuestra un desconocimiento de lo que es más 1. En 1655, se jugaban partidos aunque
conveniente. Así, la ley defiende cada vez más las estaba prohibido.
medidas de seguridad, pero a la vez se ponen más
barreras y otras formas mecánicas de impedimento. 2. En 1890, en un partido del Blackburn contra
Es más, en teoría, el número de gente que puede el Bumley un árbitro resultó gravemente
entrar en un campo de fútbol se debería calcular en herido.
base a la cantidad de personas que pueden salir del
estadio en dos minutos y medio. Pero, es muy difícil 3. En 1909, en Hampden Park, 6000
poner números, ya que la gente no se mueve en espectadores arrojaron cosas al campo
líneas, se mueve a diferente velocidad, y durante una hiriendo a jugadores y árbitro.
salida por emergencia, las personas no se acercan -no
van pegados- a los muros, lo que reduce Pero, en líneas generales lo que los autores
considerablemente la anchura y la capacidad total de afirman es que los hooligans son sólo uno de los
los pasillos. problemas de la violencia y de los desastres en el fútbol.
Además, el entorno no sólo físico sino social, juegan un
Otro aspecto más, aunque haya salidas y papel muy importante. No hay una solución única y
estén racionalmente contadas, las masas no tienen un concreta para este tipo de situaciones, por lo que se
comportamiento consciente del peligro durante una hace mucho más difícil evitarlos.
emergencia. De forma que, tienden a irse por las
salidas que conocen, o por las que les lleva a una En este último capítulo, los autores hacen una
dirección que les conviene. Es muy curioso que incluso recopilación razonada y resumida de los otros cinco,
haya tendencias o preferencias que se acentúan por la dando hipotéticas soluciones para las situaciones críticas
situación de desastre. Así, se prefiere el lado derecho basadas en sus investigaciones. Nos habla además de
de la escalera o pasillo, y se prefiere una salida la política renovadora que se está llevando a cabo en los
conocida aunque esté abarrotada. clubes ingleses para atajar toda una marea negra de
140
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
desastres y accidentes. Y es que en verdad los restricciones para evitar los excesos pero no sólo
aficionados ingleses son los que tienen la peor respecto a la violencia sino también frente al placer y la
reputación dentro de los campos de fútbol, por su desigualdad, lo que ha hecho "sustituir la agresión por
fanatismo y por su desprecio hacia los demás rivales. una violencia mucho más sutil", conocida como la
De hecho, recientemente, los clubes ingleses han violencia de la pacificación, de la neutralización, del
mejorado sus infraestructuras en gran medida, en control, una violencia que ataca a la violencia y a la que
parte debido a que el campeonato de la Copa de no se puede responder con otra violencia igual sino sólo
Europa de 1996 se celebró en este país. Unas mejoras con el odio.
que pueden significar un paso adelante en la
planificación y prevención de este tipo de Otros autores señalan el gran desfase entre
emergencias. aspiraciones y realidad presente en una sociedad de
naturaleza competitiva y consumista como fuente de
frustración. Son muchos los investigadores que
El vandalismo en el fútbol argumentan que es éste clima de crispación y tensión
social lo que abría que combatir más que las puntuales y
El libro de Javier Durán González sobre El esporádicas expresiones de violencia que logran
vandalismo en el fútbol está estructurado en diez colapsar la vida diaria.
capítulos en donde se pasa revista a los conceptos
latentes al vandalismo, como la violencia o la El fútbol es un claro reflejo de esta evolución,
agresividad, hasta el papel que deben desempeñar las siendo cada vez más efectivo sobre los
políticas y los poderes públicos. comportamientos de violencia física tanto en el campo
como las gradas pero modelo de conflicto social
El conocimiento del deporte en cualquiera de permanente a través de los medios de comunicación
sus manifestaciones debe servir para conocer mejor el que potencian el conflicto y la agresividad social
funcionamiento social: Podemos observar cómo la haciendo formar parte a todo este entramado del "gran
violencia física a lo largo de las décadas ha ido espectáculo".
disminuyendo en nuestro espacio social sintiendo cada
vez más aversión a este tipo de manifestaciones, sin El vandalismo en el fútbol: revisión crítica de los
embargo el clima de crispación y agresión contenida principales estudios. Existen tres corrientes diferentes
es cada vez mayor en la vida moderna. en el estudio social del vandalismo en el fútbol:
Cuando el árbitro pita el domingo el final del 1. Teoría sociológica subcultural de Taylor
partido tan sólo concluye la lucha deportiva, (1971) y Clarke (1973, 1978). Se trata de la
comenzando un espectáculo de conflicto: luchas primera teoría sociológica. Esta línea de
televisivas por las audiencias, polémicas arbitrales, investigación pretende conocer los
amenazas entre jugadores y presidentes de clubes y comportamientos de los grupos violentos en el
otros ingredientes que preparan el clima del próximo fútbol enmarcándolos en una perspectiva social
partido. Todo esto explica cómo el vandalismo en el y cultural. Fue la primera en relacionar los
fútbol es más que la expresión violenta de unos compartimientos violentos con las condiciones
cuantos, es un entramado de intereses que implican a de vida de los jóvenes hinchas Taylor (1971)
varios sectores como hinchas, clubes, medios de entiende el vandalismo como un intento por
comunicación y poderes públicos. parte de la clase obrera desfavorecida por
recobrar el control de un deporte que les
Violencia agresividad social y deporte. pertenecía, siendo por lo tanto el producto de la
resistencia a la usurpación. Una de las mayores
Numerosos estudios demuestran que con el aportaciones de Taylor ha sido el entendimiento
paso del tiempo los límites de agresión en el deporte de la importancia que tienen para los miembros
se han ido acotando al igual que ha pasado en el de las clases obreras desfavorecidas las
entramado social, pero esto no significa que la competiciones deportivas al volcar sus
violencia haya desaparecido sino que se ha aspiraciones en ellas. La principal critica es la
transformado, por eso, para entender el sentido y el de relacionar los actuales hechos vandálicos con
significado actual de la violencia es necesario las estructuras de futbolísticas de hace
reubicarla en el contexto histórico. cincuenta años. Por su parte Clarke (1973,
1978) considera estos actos como la búsqueda
Es cierto que la violencia física ha disminuido de una identidad grupal propia y diferenciadora
en el interior de los estadios modernos, pero como ya que le proporcione sentido a la existencia de
hemos apuntado, es mayor el nivel de crispación estos jóvenes. El nexo de unión entre las
social, la civilización ha traído una serie de posturas defendidas por Taylor y Clarke residen
141
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
en considerar estos hechos como un acto medida que decreció se le fue prestando menos
contestatario de un grupo social atención y después de los años cincuenta el
perfectamente definido. panorama cambio totalmente debido al
tratamiento sensacionalista que le dio. La
2. Psicología Social Etnogénica. Los autores violencia se convirtió en un negocio, el de
que trabajan en esta línea, han centrado sus vender más periódicos. Aunque la violencia era
esfuerzos en el conocimiento de la dinámica criticada, se presentaban los estadios de fútbol
social que tenían lugar en el seno de estos como lugares peligrosos. Esta imagen fue la que
grupos violentos. Estos grupos están atrajo a los jóvenes que se habían socializado
jerarquizados (novicios, alboratadores, en estos valores. Hay que señalar la importancia
graduados). Uno de los autores que trabaja en de los medios de comunicación en la agilización
esta línea es Peter Marsch (1978), cuyo de las iniciativas oficiales para paliar este
concepto clave es el "aggro" (o problema. En cuanto a las iniciativas políticas y
comportamiento agresivo ritualizado). Para deportivas adoptadas frente al problema han
éste la violencia es una expresión simbólica sido casi exclusivamente de carácter policial.
más que real (Marsch, 1982). El individuo que Además las condenas oficiales sobre estos actos
no ha conseguido obtener estatus e identidad han funcionado a modo de refuerzo.
en el mundo cotidiano acude al fútbol para
crearse un prestigio social y valía personal. Hay una gran diferencia entre el vandalismo en
Esta postura fue criticada cuando estos Europa y el existente en Estados Unidos, probablemente
comportamientos comenzaron a ser menos fruto de las diferencias en el entramado social que hay
simbólicos y con más intención de dañar. entre ambas, siendo la violencia deportiva en Europa
mucho más organizada y planificada que la llevada
3. Grupo de Leicester. Las dimensiones de su acabo por pandillas que actúan de igual modo en
trabajo se basan en cuatro pilares: los Estados Unidos (pero pandillas exclusivamente
orígenes socio-históricos del fenómeno, las callejeras, no deportivas).
características sociodemográficas de
socialización y ocupacionales de estos Actualmente existen organismos y convenios
jóvenes, el papel de los medios de reguladores en la unión europea con el fin de reducir la
comunicación y su influencia en el origen y violencia de los espectadores en los eventos deportivos,
consolidación del fenómeno y las iniciativas fruto de numerosas investigaciones llevadas a cabo con
políticas y deportivas adoptadas frente al el fin de que no se repitan hechos como los ocurridos
problema y sus consecuencias. Por lo que en el estadio Heysel de Bruselas.
respecta a los orígenes socio-históricos del
fenómeno, los investigadores ingleses que Una nueva interpretación del
conforman esta línea de trabajo, comienzan a vandalismo en el fútbol.
estudiar este área en un intento de vincular
sus trabajos a los Elías (1977) y llegan a Estudios como el de Konrad Lorenz, describen
plantearse si se encuentran ante un retroceso que el instinto agresivo animal ha pasado a formar parte
de la civilización o ante un bloqueo temporal. de la naturaleza del hombre, pero también evidencian
Con respecto al segundo de los pilares, las que en él se sustentan los procesos de individualización
características sociodemográficas, y las formas más complejas de relación social. Pese a la
ocupacionales y de socialización; esto autores interdependencia existente entre agresividad y
detectan que en general los jóvenes tienen cooperación los científicos frecuentemente han disociado
una procedencia de sectores desfavorecidos su estudio.
de la clase obrera, aunque con el paso del
tiempo resulta más difícil su inclusión en una El fenómeno de las hinchadas radicales en el
categoría social. Además consideran que los fútbol sólo puede entenderse interpretando dicho
procesos de socialización se producen de fenómeno como un entramado de intereses
forma inadecuada, con una alta presencia de interdependientes por parte de distintos grupos sociales
iguales en la calle y sin la supervisión de los en el marco de un proceso civilizador general con un
adultos, esto conlleva que los valores más mayor grado de sensibilidad ante las manifestaciones de
prestigiados sean los relativos a la violencia y violencia física, pero potenciador de una enorme
hostilidad. Con respecto a los medios de conflictividad y agresividad social latente. Hay cuatro
comunicación, se ha producido cambio en el elementos esenciales implicados en este fenómeno: los
tratamiento de este tipo de fenómenos. Antes hinchas radicales, los clubes deportivos, los medios de
de la I Guerra Mundial, se les daba un comunicación y los poderes públicos.
tratamiento breve y riguroso. Después a
142
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Los grupos de hinchas son cada vez más El capítulo séptimo da muestra del
heterogéneos, fragmentados y tienen menos cohesión interrelacionismo entre grupos de hinchas radicales y
interna. El perfil sociológico del hincha radical en clubes obteniendo un beneficio recíproco. Por un lado,
España sería el de un varón, de unos veinte años que beneficio del club que utiliza a estos grupos como
asiste a los partidos en pandilla, lo que hace que el coacción a los contrarios y a los árbitros y como un
fenómeno de la hinchada radical en el fútbol sea una apoyo incondicional al club. Y por otro lado, el apoyo
nueva versión del gamberrismo y pandillismo en torno que reciben los grupos radicales de los clubes,
a un espectáculo que les garantiza enorme dotándoles de gradas especiales, financiación de
repercusión social y una dosis semanal de emociones entradas y múltiples privilegios. Esta colaboración con
y riesgos controlados. los radicales es evidentemente negada por los
directivos, jugadores e incluso empresas cuando los
Estos jóvenes ven en esas pandillas unas incidentes agresivos se producen, alegando que “son
"familias alternativas" donde encuentran la protección, hechos al margen del fútbol”.
atención, reconocimiento e incluso amor del que han
carecido en su infancia. El entorno familiar en el que el Por otra parte, también hay entrenadores, como
niño nace y crece es extraordinariamente importante Valdano y Cappa, y jugadores, que denuncian esta
para el ser humano ya que es en la familia donde situación aunque ello no les facilite precisamente su
aprendemos a relacionarnos con nosotros mismos y continuación en el club. Son sin duda un ejemplo a
con los demás. Esta es la razón de la inseguridad de seguir y constituyen una fuente de influencia para
las víctimas de malos tratos. Fruto del propio odio y erradicar estos incidentes violentos del ámbito deportivo
resentimiento que experimentan los vándalos contra sí y sembrar valores como la tolerancia y la solidaridad.
mismos y contra lo que les rodea, incapaces de sentir
empatía, suplen todas sus carencias con la notoriedad El capítulo octavo explica la importancia que los
social que adquieren a través de sus conductas medios de comunicación conceden a la violencia. Esta
violentas en el contexto futbolístico. importancia es sin duda un reflejo de aquello que la
sociedad solicita y consume porque les produce una
Las nuevas formas de violencia que se están gran fascinación.
detectando se caracterizan por su progresivo
alejamiento del terreno de juego, la pérdida
progresiva de su significación deportiva y la aparición 44
de evidentes elementos de racionalidad y planificación Javaloy (1996) considera que los efectos del hooliganismo llegan
a España en la década de 1980 con grupos como boixos nois o ultra
sur
143
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
144
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
deportes y su vinculación al proceso de del sociólogo alemán Kurt Weiss, según la cual este
industrialización y de urbanización. Además comenta incremento de la violencia rebate parcialmente la "teoría
como van emergiendo las normas que regulan el del proceso civilizador". Al hilo de esta afirmación Eric
deporte. En este emergentismo donde se producen los Dunning deja clara su postura, es contrario a la idea de
puntos de tensión. En la génesis de los deportes, son que la sociedad y el deporte cada vez sean más
los propios equipos o sus patrocinadores quienes violentos. Y para justificar esta afirmación establece tres
elaboran las reglas. A medida que esta función de tipos de parámetros que permitan diferenciar los tipos
construcción pasa a un organismo menos local y más de violencia: (a) los medios empleados, (b) los motivos
nacional aumentan las tensiones. El organismo de los actores, y (c) parámetros sociales que permitan
nacional tiene unos intereses de velar por el juego de distinguir los tipos de violencia. A continuación y
todos los equipos frente a cada uno de los equipos, siguiendo la tipología de la acción de Weber establece
cuyo fin inmediato es la victoria. Este es el inicio de ocho distinciones:
una polaridad que genera tensión. No obstante Elias
sostiene que se ha producido una restricción en el uso 1. Violencia real o simbólica
de la fuerza física y en particular sobre el hecho de
matar (se refiere principalmente a la caza); y que se 2. Violencia como juego o burla versus seria y
ha producido un desplazamiento del placer real (violencia ritual y no ritual)
experimentado en la comisión de la violencia hacia la
visión de la violencia, estos dos hechos -asegura Elias- 3. Violencia con o sin armas
son indicadores del empuje civilizador de la actividad
humana. 4. Violencia con armas pero con o sin contacto
con la victima
"Pues es la caza parecida a la guerra; sus
incertidumbres, sus fatigas, sus dificultades y 5. Violencia accidental o intencional
sus peligros la hacen interesante por encima
de todas las demás diversiones" 6. Violencia sin provocación o como resultado
-Beckford. "Thougts on Hare and Foxhunting" de una venganza
págs. 190 y ss.47
7. Violencia legítima o ilegítima
Llega a afirmar que el deporte ha sido un gran
invento social carente de planificación que tiene un 8. Violencia racional o afectiva versus violencia
efecto liberador sin que nadie resulte herido. De forma como un fin en si misma.
global, Elías ve el deporte como un invento social
sujeto a los mismos procesos de civilización que la Realizada esta distinción, afirma que algunos
sociedad en la que se ha originado. deportes (el rugby, el boxeo y el fútbol) son espacios
para la expresión ritualizada y socialmente aceptada de
2. Con respecto al segundo estudio, el de Eric la violencia física. Y esto viene a apoyar "el proceso
Dunning titulado "Lazos Sociales y violencia en el civilizador" de Norbert Elías ya que en general se ha
deporte", comienza recordando algunas de las producido, a largo plazo, un equilibrio entre la violencia
principales ideas de algunos trabajos en los que se afectiva y la violencia racional. A continuación
habla de descivilización o fin de esta civilización por un transcriben un párrafo de Owen sobre una especie de
incremento de los crímenes y violencia. Al hilo de esto, juego de gran violencia, el knappan50. Señala que el
recuerda el trabajo de Peter Marsch48, donde afirma rugby pueden descender de algún tipo de batalla ritual,
que se reduce la violencia socialmente constructiva -a pero que actualmente es civilizado y señala los factores
la que denomina aggro- y aumenta la violencia que coadyuvan en esta valoración (reglas escritas,
incontrolada. También que hay un aumento alarmante sanciones a las transgresiones, el rol del árbitro y
de la violencia en el deporte, tanto entre los jugadores existencia de un organismo central que elabora y hace
como entre el público49. Y recuerda una de las ideas cumplir las reglas).
145
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
segmentarios por lazos funcionales. La sociedad que Disfruto tanto cuando estoy en ello que casi me
tenga un predominio de lazos segmentarios tiende a meo de gusto en los pantalones... Buscándolo,
generar violencia física en las relaciones humanas de recorro todo el país... Todos los días, por la
diversas maneras que se refuerzan unas a otras. noche, damos vueltas por la ciudad buscando
Establece una cuadro de doce apartados de lazos camorra. Antes de los partidos vamos como si
segmentarios que son sustituidos por lazos nada, con pinta respetable... luego, cuando
funcionales. Establece una serie de pautas de vemos a alguien con aspecto de enemigo, le
aparición de la violencia en función de la preguntamos la hora; si responde con acento
predominancia de lazos segmentarios. Cuando en una extranjero, le damos una paliza; y si lleva dinero
sociedad existe una predominancia de lazos encima, se lo quitamos además52.
funcionales el Estado monopoliza el derecho a emplear
la fuerza física. Dado esto, es estas sociedades con A continuación señalan las múltiples
predominancia de lazos funcionales, los deportes más posibilidades de violencia de los grupos de hooligans.
combativos forman un espacio donde la violencia está Señalan además que grupos como el "Inter City" de
socialmente permitida. West Harm, el "Service Crew" de Leeds y los
equivalentes en clubes como el Newcastle United y el
Señala como el fútbol siempre ha estado Chelsea, apoyan a organizaciones racistas y de corte
marcado por los incidentes, aunque en los últimos ultraderechista como el British Movement y el National
tiempos están aumentando de forma alarmante. Front53. Describe someramente la forma de desplazase
Afirma que existen cuatro aspectos de la afición a los encuentros y el atuendo, que contrariamente a lo
violenta del fútbol que hacen pensar que tengan su que se pueda pensar, huyen de utilizar los distintivos de
origen en lazos segmentarios: club de tal forma que se impida dar a conocer quienes
son. Tampoco siguen la moda de la cabeza rapada tan
1. Les resulta tan interesante el popular en la década de los sesenta y setenta. Afirman
enfrenamiento como presenciar el partido que los jóvenes implicados en los incidentes violentos
de fútbol tienden a considerar estos como parte integral de asistir
a un partido de fútbol.
2. Los grupos rivales pertenecen al mismo
estrato social Señalan que las explicaciones oficiales, el abuso
de la bebida y/o la violencia generada en el campo de
3. El enfrentamiento entre grupos rivales juego son explicaciones con grandes limitaciones pero
adopta una forma de vendetta que contienen elementos parcialmente válidos. Con
respecto a la bebida señala que no todos los que beben
4. Alto grado de conformidad y uniformidad participan en actos violentos y no todos los violentos
en la acción (canciones y lemas) beben. La bebida como factor causal está en la
superficie de la violencia, más bien la bebida facilita la
Finaliza haciendo una caracterización violencia. Por lo que respecta a la violencia en el propio
sociológica de los atributos de estos grupos violentos campo de fútbol, no deja de ser otro factor como puede
del fútbol ser la actuación de la policía o el tratamiento que le dan
los medios de comunicación a los disturbios generados
3. El tercero, y último de los estudios, es el por estos grupos, que permiten establecer un ranking de
publicado por Eric Dunning, Patrick Murphey y John grupos.
Williams titulado "La violencia de los espectadores
en los partidos de fútbol: hacia una explicación En otro apartado donde enumera las explica-
sociológica". En la introducción de este trabajo
señalan lo habitual de los incidentes violentos en el
fútbol especialmente en Inglaterra. Señalan que los este contexto, es un término del argot de las bandas juveniles, que
aficionados violentos son unos pocos y que el resto se deriva de aggravation, cuyo significado es conducta agresiva con
ven arrastrados a la violencia. Con el fin de todo lo que esto significa: irritar, exasperar, provocar y vejar.
52
caracterizar a estos individuos incluye una trascripción Esta entrevista aparece en el trabajo de Paul Harrison (1974).
de una entrevista con un detenido tras el partido Soccer's Tribal Wars. New Society, 29, 604. La entrevista es
realizada por el mismo Paul Harrison a un tal "Frank", conductor de
Cardiff City y Manchester United de 1974: camión de 26 años y declarado "hincha fanático y violento de
fútbol".
Yo voy a los partidos por una sola razón: el 53
Este dato es concordante con las conclusiones de Donald
agro51. Es una obsesión, no puedo dejarlo. Macintyre, reportero de la BBC, que grabó en 1998 un reportaje
titulado Macintyre Undercover (Macintyre Infiltrado) que proyecto
Canal+ con el título "Hooligans al descubierto" y que aparecerá en
51
El término aggro es utilizado por Peter Marsch (1979) en su una nota a pie de página posterior.
libro Aggro: the illusion of Violence publicado en Londres. Pero en
146
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
ciones académicas, cita el trabajo de Ian Taylor54, y procesadas por delitos relacionados con el fútbol eran
afirma que los hinchas pertenecientes a la clase obreros manuales o desempleados.
obrera consideran en cierta manera que los clubes de
fútbol son una democracia participativa. Consideran a Gerald Suttles57 acuñó el término "segmentación
los hooligans actuales como un movimiento que ordenada" para englobar dos rasgos interconectados del
intenta restablecer el control y salvaguardar los patrón de vida en estas comunidades. Los segmentos
intereses de su clase. Este análisis tiene aspectos que conforman las vecindades de gran tamaño son
comunes con el trabajo de John Clarke 55, éste relativamente independientes entre sí, sin embargo los
considera el fenómeno del hooliganism como la miembros de estos segmentos tienden a combinarse
conjunción de la profesionalización y entre sí en casos de oposición o conflicto. Robins y
espectacularización del juego durante los años Cohen afirman haber observado un modelo como el de
sesenta. Los jóvenes, que sufren un quebrantamiento Evans-Pritchard58 y Harrison en su libro Soccer's Tribal
de los lazos familiares desuniéndolos de los ancianos, War habla de lo que el denomina el "síndrome del
reaccionan contra esto cuando asisten sin control a ver beduino", consistentes en alianzas ad hoc59. De acuerdo
los encuentros de fútbol. Citan también el trabajo de con Suttles el rasgo dominante de toda sociedad
Stuart Hall que examina el papel de la prensa en la caracterizada por una "segmentación ordenada" son los
generación del "pánico moral" en torno a la violencia grupos de personas del mismo nivel social, misma edad
de los aficionados al fútbol. Este autor afirma que y mismo sexo integradas en bandas callejeras.
existe una correlación entre la preocupación por este
tema y el deterioro de la economía británica. Después, Eric Dunning y colaboradores
describen la sociogénesis de la masculinidad agresiva.
Mencionan los trabajos de Taylor, Clarke y En este epígrafe afirman la importancia de la
Hall de los cuales afirma que desde la óptica de la socialización de los niños en la calle, ya que tienden a
teoría marxista son incapaces de explicar el conflicto interactuar entre ellos con agresividad. Están
entre dos grupos pertenecientes a la clase obrera. familiarizados con la agresividad. Posteriormente son a
Añade que podrían haber explicado este fenómeno a estas personas de la clase obrera baja a la que se les
través del "desplazamiento de la agresión" pero que el niega invariablemente status, significado y gratificación.
único que lo ha hecho ha sido Taylor.
Eric Dunning, Patrick Murphey y John Williams
Critican el libro The Rules of Disorder de afirman que la violencia de los espectadores en el fútbol
Marsh, Rosser y Harré, en este libro consideran que la no es nueva. Muestran diversas noticias sobre el tema
violencia es exagerada por los medios de aparecidas en la prensa y señalan como a pesar de
comunicación y que no se trata más que de un "ritual existir diversos períodos en los que la violencia ha
agresivo". Eric Dunning y colaboradores consideran remitido, no ha desaparecido. Señalan asimismo que el
que este trabajo está muy influenciado por la etnología problema se ha agravado con la profesionalización.
y principalmente por la obra de Desmond Morris, el
cual considera que ritual y violencia son mutuamente Critican también el papel desempeñado por los
excluyentes. Además Dunning y colaboradores medios de comunicación. En un principio -y citan el caso
Consideran que los autores no hicieron ningún intento inglés- elogiando la buena conducta de la masa y
en sistematizar los orígenes y circunstancias sociales criticando los incidentes de los extranjeros. En esos
de los hinchas. momentos se llegó a comentar que ese tipo de
incidentes nunca ocurriría allí. Después, a partir de la
Más adelante cita el Informe Harrinton en el década de los cincuenta, se fueron recogiendo todos los
que se afirma que los hinchas violentos provienen de incidentes violentos y se magnificaron. Les acusa de
la clase trabajadora. En un estudio posterior Trivizas56 haber magnificado las noticias para vender más
llega a una conclusión similar, el 80% de las personas periódicos.
54
Ian Taylor (1971). Football Mad: a Speculative Sociology of
Football Hooliganism. In Eric Dunning (comp.), The Sociology of
Sport a Selection of Readings (pp.352-357). London. Invita a 57
Gerald Suttles (1968). The Social Order of the Slum: Ethnicity and
consultar Ian Taylor (1971).Soccer Consciouness and Soccer Territory in the Inner City y Gerald Suttles (1972). The Social
Hooliganism. In Stan Cohen (comp.), Images of Deviance Construction of Communities.
(pp.134-164). Harmondsworth. 58
E.E. Evans-Pritchard (1940). The Nuer. Oxford, este propone un
55
John Clarke (1978). Football and Working-Class Fans: Tradition "sistema de linaje segmentario" que vendría a engrosar la
and Change. In Roger Ingham (comp.), Football Hooliganism: the arquitectura teórica de Suttles y su segmentación ordenada
Wider Context (pp.37-60). London. 59
Estas alianzas ad hoc se regirían por los siguientes principios: el
amigo de un amigo es un amigo; el enemigo de un enemigo es un
56
Eugene Trivizas (1980). Offences and Offenders in Football amigo; el amigo de un enemigo es un enemigo y el enemigo de un
Crowd Disorders. British Journal of Criminology, 20(3), 282-284. amigo es un enemigo
147
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
148
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
postuló que un mecanismo similar opera dentro de la simplemente que en un grupo el individuo es estimulado
muchedumbre. por la conducta emocional de los otros de una manera
inusual. El individuo en le masa es lo mismo que el
La excitabilidad y la mentalidad de masa se individuo aislado sólo que aún más (Allport, 1920).
difunden como una enfermedad infecciosa. Algo
semejante sucede con los accesos sociales de tos en
las conferencias o conciertos: son contagiosos, a partir Para esta concepción la masa es una reunión de
de la persona que los inicia se propagan en una individuos preocupados por el mismo objeto ante el que
reacción en cadena. El contagio colectivo, originado todos reaccionan; manifestando reacciones simples,
por el doble proceso de interacción y polarización, predominantes y acompañadas de fuertes respuestas
produce un estado de sugestión colectiva. emocionales. También considera que, desde un punto
de vista dinámico una masa es un fenómeno de
Sugestión sugestión de gran amplitud. Así pues en una masa no
surge una unidad colectiva, sino una interestimulación
Dentro de las masas las personas legan a recíproca. Se introduce aquí el concepto de facilitación
aceptar acríticamente las directivas que se les dan. social, que consiste en el aumento de la respuesta
Pierden su personalidad consciente y cometen actos debido al simple hecho de ver o escuchar que los demás
que de otra manera les parecerían extraños a sí realizan los mismos movimientos.
mismos.
Reacción circular
La interestimulación
Un concepto que surge al hilo de estos
También en la más pura tradición psicosocial planteamientos es el de reacción circular de Blumer
hunde sus raíces un enfoque teóricamente opuesto al (1975). Se trata de un tipo muy elemental de
precedente. Lo define un individualismo recalcitrante interestimulación entre los individuos en el que la
en el que se defiende una explicación en términos respuesta de un sujeto reproduce la estimulación que ha
exclusivamente individuales, debajo de la cual se recibido del otro y que, de esa manera, queda
encuentra la firme creencia de que grupos, masas y reforzada. La conducta de un individuo refleja el
agregados sociales no son otra cosa que un conjunto sentimiento del otro y al obrar aún refuerza ese
de individuos cuyas motivaciones, tendencias, sentimiento.
necesidades y características son las únicas que
posibilitan una explicación del comportamiento de los
grupos y de las masas. Estos siguen las pautas La idea fundamental de Blumer es que un
agresivas, irracionales y primitivas de quienes los estado de malestar social (ver Figura 1) provocado por
forman. deseos no satisfechos produce en los individuos
impulsos a actuar de modo errático externamente y bajo
Dada una situación de masa hallaremos que fuertes tensiones y sentimientos perturbadores,
sus acciones no son otra que la suma de las acciones internamente. Las personas se mueven de modo
de cada uno tomados separadamente. Cuando azaroso, sin saber concretamente qué buscan,
decimos que la masa se excita, es impulsiva e deformando sus percepciones de la realidad a causa de
irracional estamos diciendo que los individuos que hay la influencia de los temores e inseguridad que vivencian
en ella están excitados, son impulsivos e irracionales. Jiménez Burillo, 1982).
Es cierto que no se encontrarían en ese estado si
estuvieran aislados, pero eso quiere decir
149
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Contagio
Social
Excitación Excitación
Colectiva Colectiva
150
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
manifiesto los aspectos físicos de la masa, en los que categoría social pertinente. La influencia social sólo se
los límites entre endogrupo y exogrupo operan para produce respecto a las comunicaciones concordantes
hacer patente la pertenencia a las diversas categorías con los atributos que definen esa categoría. Ello se
sociales. La identidad no se destruye en la masa sino contrapone ala idea de la destructividad ilimitada que se
que se reorienta sobre la pertenencia categorial suele atribuir al comportamiento colectivo. Aquí se
común. entiende que la masa puede ser tanto destructiva como
creativa y que la adopción de una u otra está
Otro supuesto básico es que el contenido de la circunscrita por la identidad social.
conducta de masa está limitado por la naturaleza de la
EVENTOS CONDICIONES
PROBLEMÁTICOS FACILITADORAS DE
Físicos, normativos, de PROCESO DEL RUMOR LA COMUNICACIÓN Y
estructura social, de DE LA MOVILIZACIÓN
comunicación Ecológicas, de control
social, actitudinales,
CONVERGENCIA simbólicas
de personas con motivos diversos
PROCESO DE CONCENTRACCIÓN
Características generales de
todas las masas DAR LA CLAVE
a través de la expresión de
diferentes motivos
NORMA EMERGENTE
como una definición de la situación
COMPORTAMIENTO COLECTIVO
Un modelo psicosocial: John Kerr, para proponer un modelo que además permita la
entre la Reversal theory y el intervención.
Modelo de manipulación hedónico
La Reversal Theory (Teoría de la Inversión)
John Kerr (1994) en un novedoso estudio -que de Apter (1982, 1989) contiene unos elementos
está en sintonía con los estudios del grupo de centrales en torno a la homeostasis y a la Bistability
Leicester- utiliza dos modelos distintos con el fin de (biestabilidad) que permiten su estructuración e
poder explicar y predecir los comportamientos interconexión: estados metamotivacionales, 'felt-arousal'
violentos de los hooligans. Utiliza la Reversal Theory (arousal sentido) y marcos protectores60.
(Teoría de la Inversión) de Apter (1982, 1989), para
poder explicar el fenómeno estudiado, y el Modelo de
Manipulación del Tono Hedónico de Brown (1991),
60
Javaloy (1996) lleva a cabo una profunda e interesante revisión
de este trabajo. Los trabajos de este autor serán abordados en el
epígrafe 4.
151
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Estados metamotivacionales. Con este específicas. Se distinguen dos estados opuestos: télico
concepto hace referencia a los estados mentales y paratélico. En la tabla siguiente Apter resume las
transitorios que subyacen a las motivaciones características de ambos estados.
Télico Paratélico
A Metas esenciales Ninguna meta Esencial
Dimensión de los extremos Metas impuestas Metas escogidas libremente
Metas inevitables Metas evitables
Reactivo Proactivo
Orientación a Meta Orientado a la Conducta
Extremo-orientado Orientado al Proceso
Esfuerzos por completar Esfuerzos por prolongar
actividad actividad
B Orientado al Futuro Orientado al Presente
Dimensión tiempo Puntos más allá de sí mismo Suficiente hacia sí mismo
Planeado Espontáneo
Placer de anticipación de la Placer de sensación inmediata
meta Preferencia de baja
Preferencia de alta significación
significación
C Preferencia de intensidad baja Preferencia de intensidad alta
Dimensión intensidad Evitan sinergias Buscan sinergias
Generalmente realista Predominios fingidos
Preferencia de excitación baja Preferencia de excitación alta
Otros dos estados que Apter define son como placentera. En el sistema télico la ansiedad baja
Negativismo vs. Conformidad. Estos dos estados los produce un tono hedónico placentero mientras que en el
define dentro del concepto de bistability. Estos estados sistema paratélico produce aburrimiento.
están afectados por los mismos factores que afectan a
los estados télicos/paratélico y que permiten cambiar
de uno a otro: contingencia, frustración y saciedad.
Además Negativismo/Conformidad afectan y modifican
a los estados télicos/paratélico. Así Apter distingue:
conformidad télica, conformidad paratélica,
negativismo télico y negativismo parátelico. En los
hooligans existe una predominancia de los estados
negativistas.
152
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
dan en un estado paratélico. Esto permite explicar el Tono Hedónico de Brown (1991). Según este modelo las
disfrute de algunas personas cuando hacen puenting o adiciones sean sustancias (drogas, alcohol, tabaco, etc.)
caída libre. o conductas (juego, comida, trabajo, sexo) siguen el
mismo decurso. De acuerdo con esto, al comienzo, la
Keer (1994) intenta demostrar que el persona vulnerable a la adición va mejorando la calidad
hooligan62 busca la sensación inmediata y el placer, es de su tono hedónico mientras va adquiriendo más
decir las sensaciones producidas por el sistema compromisos con la violencia. Su vida cotidiana se ve
paratélico. En este sentido cita dos trabajos, uno inundada por fantasías de violencia. Esto incrementa de
realizado por Apter (1992) y otro realizado por el forma placentera su nivel de arousal. Poco a poco
mismo (Kerr, 1994). En este trabajo Kerr analiza la participa cada vez más en acciones violentas y asume
categorización realizada por Apter (1992) de las cada vez mayores riesgos que le proporcionan más
estrategias para obtener experiencias de elevado placer. Este proceso se estructura en ciclos hasta
arousal. alcanzar la adición. Cuando ha adquirido la adición los
períodos de tiempo de inactividad produce síndrome de
Estrategias del hincha. Estimulación sensorial abstinencia.
visual (banderas, bufandas, pancartas, serpentinas,
bengalas, etc.), ruidos de instrumentos sonoros El modelo Hedonic Tone Management Model of
(trompetas, tambores, matracas, silbatos) y ambiente Addiction (Direccionalidad del Tono Hedónico en el
general de fiesta (cantos, palmadas rítmicas, atavío Modelo de Adición) de Brown (1991) es de carácter
llamativo)63. psicológico y recoge o se hace eco de los conceptos de
Estrategias del hooligan. Kerr señala la escolta policial, la Reversal Theory de Apter (1982). Permite explicar
indumentaria que le distingue, arremeter contra los tanto la adición a sustancias (drogas, alcohol, tabaco,
hooligans contrarios, evitar a la policía y/o etc.) como a actividades (ejercicio, comida, trabajo,
provocarla64. etc.). El modelo de Brown se puede sintetizar en siete
etapas (Brown, 1991).
Kerr (1994) concluye su trabajo realizando una
propuesta basada en el modelo de Manipulación del
62
Existe una página sobre hooliganism del Dr. Peter Marsh en
Europa Football Violence and Hooliganism in Europe
http://www.sirc.org/publik/football_violence.html . Otra página
donde se puede obtener información escrita y visual es en
http://www.footballhooligan.net/
63
En este punto Javaloy (1996) señala las carencias del modelo
de Kerr en relación a las condiciones sociales del espectador,
tanto las previas como durante. Javaloy señala entre otras, la
facilitación social, el crowding o la ingesta de alcohol.
64
Javaloy (1996) vuelve a señalar algunas carencias como el
consumo de armas y el consumo de alcohol.
153
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
(4) (4)
opción de actividad adictiva (efectúa Participante agresivo y algunas
fuerte refuerzo) casualidades violentas; se revela la
desigualdad de la excitación y humores
disfóricos; interacciones con gamberros
la fuente principal de premio
(5) (5)
el desarrollo y adquisición de una Saliencia de actividad del hooligan
direccionalidad y saliencia constantemente reforzado a través de las
(estableciendo regeneración positiva confrontaciones violentas regulares con
dobla) la policía y con los grupos hooligans
rivales
(6) (6)
repite ciclos o episodios de actividad en el camino de un hooligan duro;
adictiva (construyendo en serie) planea los viajes y los encuentros
internacionales donde está aumentado la
violencia
(7) (7)
establecido monopolio motivador logra un alto estatus, planes la vida
(ahora solo hay una fuente de refuerzo) entera alrededor del hooliganismo; tiene
una adición a la violencia en el fútbol
Predisposición personal. El sujeto es ineficaz al manipular su estado de humor y arousal; poca tolerancia a
los estados disfóricos.
Vulnerabilidad a la adicción. Baja autoestima, poca estimulación u oportunidades en la vida: diaria para
experimentar un arousal elevado; el aburrimiento conduce al sujeto a un desajuste en los niveles de
arousal.
Iniciación en la actividad hooligan. En un partido de fútbol, la persona observa a los hooliganes en acción
o queda implicado accidentalmente con ellos; descubre el carácter agradable de la experiencia de elevado
arousal.
Opción por el hooliganismo. Participa en algunos incidentes violentos; experimenta un alivio en el
desajuste de arousal y estados de humor disfóricos; las interacciones con los hooligans constituyen una
fuente importante de gratificación.
Saliencia creciente en la actividad hooligan. El comportamiento violento del hooligan es constantemente
reforzado a través de periódicas confrontaciones violentas con la policía y hooligans de grupos rivales.
Ciclos o episodios repetidos de actividad. La persona está en camino de convertirse en un superhooligan;
planifica viajes siguiendo al club y asiste a partidos internacionales donde la implicación se va
convirtiendo cada vez en mas violenta.
Establecimiento de adición. Consigue alto estatus en grupo de hooligans, planifica toda su vida en torno al
hooliganismo; lidera el combate como miembro de la banda de hooligans; ahora es plenamente adicto a la
violencia del fútbol.
Junto a esto Kerr (1994) recuerda que hay existe un diagnóstico de "desorden de personalidad
autores que diagnostican a los hooligans de "disturbio antisocial", para que se produzca este diagnóstico tienen
psicológico" (Taylor, 1982, p.170) o "disturbio y que concurrir dos criterios, no puede ser diagnosticado
psicopatía" (Robins, 1984, p.16; Graef, 1993, p.21). antes de los dieciocho años y evidente conducta anti-
Asimismo en el sistema de clasificación del DSM-III-R,
154
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
social después de los quince años (agresividad, parecen en la tabla nº 5. En la columna de la izquierda
ingesta masiva de bebida, vandalismo, etc.). se hace referencia a la adición en general y en la
columna de la derecha al hooliganismo en particular.
Siguiendo el modelo de Brown (1991), este
propone tres etapas de intervención en su modelo que
(8) (8)
Dispersión, cambio drástico de estilo y dirección de tono La actividad de hooligan cesa y busca actividades
del hedónico, premiando actividades accesibles alternativa reforzantes que proporcionen una alta
experiencia de excitación, pero no antisocial
(9) (9)
Reversión, riesgo de recaída para llenar monopolio La manipulación de tono del hedónico a través de la
motivador de la conducta adictiva participación en actividad alternativa es ahora más eficaz,
tolerancia mejor para los humores disfóricos
(10) (10)
Reintegración, posible vulnerabilidad residual permanece, mejora de la calidad de vida hay señales, p.e. de medios de
susceptibilidad a las señales que activan la recaída comunicación, contacto con colegas anteriores etc.,
todavía puede provocar una recaída y puede devolver la
violencia al hooligan
Tabla 2. Las tres etapas del modelo de Brown relativas a la intervención en la adición
155
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
156
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
cercano pasando luego a la misma ciudad. En muy grupos y personas es la característica principal.
poco tiempo 5000 personas se vieron envueltas en la
pelea. Se mandaron delegaciones de la policía. Al 4. Disolución. Se intentan determinadas estrategias de
lunes siguiente turbas de blancos fueron a por los interrupción de la violencia colectiva, como la
negros, convirtiendo el centro de la ciudad en una separación o el aislamiento de los individuos
batalla. Hacia la medianoche el gobernador había implicados en la precipitación del incidente antes de
tomado las disposiciones necesarias para el envío de que la masa haya comenzado a tener una unidad
tropas federales y los soldados establecieron una sustancial. Otra estrategia es la interrupción de la
tregua. 34 personas habían muerto. comunicación dividiendo la masa en unidades más
pequeñas. No se debe permitir a los miembros de la
Le Bon dijo que «el individuo dentro de la multitud que descubran cuántas personas son de su
masa pierde absolutamente su yo, su identidad, y se misma opinión. Si es posible, las fuerzas
convierte en algo radicalmente diferente. Incluso la antidisturbios intentan la separación de los líderes
masa desocializaría a sus miembros, de una forma del resto de la masa. Otras veces, se procura
temporal pero profunda, convirtiéndolos en hombres distraer la atención de la masa de su punto focal.
primitivos. De ahí que cualquier persona, incluso la Finalmente se previene la extensión y refuerzo de la
más pacífica y sensible, puede convertirse dentro de la masa mediante su aislamiento físico.
masa en un salvaje». Pero su teoría no parece
totalmente satisfactoria. Otras teorías más serias y No obstante esta teoría de Turner y Killian
modernas son las de Turner y Killian (1987) y la de explica el cómo de los disturbios pero no el porqué,
Reicher. Turner y Killian afirma que los tumultos o además sigue siendo un poco simplista, aunque no tanto
disturbios son procesos dinámicos que no surgen, como la de Le Bon. Mucho más compleja es la teoría de
como creía Le Bon, por generación espontánea, por la Reicher. En efecto, visto desde fuera, y sin analizarlo
mera reunión de un gran número de personas en una mucho, un tumulto es algo caótico como decía Le Bon, y
multitud, sino a través de diferentes etapas que ellos las personas pacíficas se vuelven salvajes dentro de una
concretan en estas cuatro aunque no todos los masa. Sin embargo, si profundizamos más, como hizo
desórdenes colectivos pasan por el tercero: Reicher (1989, 1990), veremos que los procesos que se
desencadenan de los disturbios callejeros sí tienen
1. Inicio o Evento precipitador. Un gesto o evento del sentido, significado y hasta finalidad. Reicher basa sus
adversario puede ser visto por la comunidad investigaciones en la teoría de la identidad social de
presumiblemente agraviada como una evidencia Tajfel y Turner, que pretende especificar la forma
concreta de la injusticia a que se ve sometida, lo precisa de estructuración social de la cognición humana.
que provoca su hostilidad o su rabia que con
frecuencia desatan en violencia. Normalmente se Según la teoría de la identidad social, en ciertas
distorsiona por rumores que lo hacen más grave circunstancias los miembros de un grupo no actúan
de lo que en realidad es. Atrae a un gran número según sus características individuales, sino según su
de personas guiadas por la curiosidad, el rumor, la autopercepción como miembros de ese grupo, es decir,
vecindad... según su identidad social ¿puede ello aplicarse a la
conducta colectiva? Pues Reicher dice que la masa no
2. Confrontación. Después del hecho instigador puede equipararse sin más a otros grupos, ya que los
muchas personas empiezan a merodear por la fenómenos de masas no se ajustan a una rutina, sino
escena. Los potenciales promotores del disturbio que están marcados por un elevado grado de novedad y
comienzan a articular la rabia acumulada en la ambigüedad. Como ilustración de cómo funciona la
masas y se disputan sugerencias de cursos de teoría de la identidad social Reicher consideró el
acción violentos. Otros líderes de la comunidad siguiente caso: un grupo de individuos toma parte en
sugieren la disolución de la multitud y el estudio una manifestación antifascista y se encuentra de
del problema con más calma. Aparecen las repente con un mitin fascista. El problema al que se
fuerzas del orden y tratan de romper el pulular y enfrentan consiste en: ¿qué hay que hacer, como
el crescendo en las informaciones agresivas que antifascistas, en esta situación? supongamos que una
circulan en la masa. Intentan que esta se disperse. persona considerada como miembro del propio grupo
En ese momento es clave la conducta de las (quizá porque lleve una insignia) coge una piedra y la
fuerzas policiales que podrían elevar la tira contra el mitin. Este acto puede convertirse en
temperatura de la confrontación. La respuesta de atributo criterial de la masa. De ahí que todos pueden
las autoridades civiles es también crucial. empezar a lanzar piedras. Este ejemplo pone de
manifiesto que la construcción de la identidad de la
3. Confrontación violenta. Una vez roto el diálogo masa no se produce en el vacío. Los individuos no se
social se produce un salto cualitativo que lleva a preocupan de crear una identidad nueva, sino de
esta violencia en la calle. La hostilidad hacia otros determinar la significación situacional de una categoría
157
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
158
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
inocente e indefenso. Freud escribió acerca temporales y el regreso a un sitio fuera del peligro, o,
del desplazamiento de la agresión que se simplemente, el regreso a casa. En cualquier caso, la
manifestó en sus pacientes. Sin embargo el evacuación es un aspecto destacable a la hora de
fenómeno está ilustrado y su principio diseñar los edificios, siempre se ha de tener en cuenta.
formulado en la obra de teatro de Sheridan,
The rivals (1775). Sheridan hace que el Es obvio que las emergencias y el peligro en
impulso agresivo sea provocado por un cuestión variarán dependiendo del lugar y del caso. Así,
superior en cada caso y luego desplazado por ejemplo, en los casos de emergencia con una escala
sobre un inferior: pequeña, el lugar seguro al que realizar, la evacuación
será segura y accesible. Un incendio en la cocina de una
-Sir Anthony al capitán Absolute: -¿te casa, requiere el desalojo de un grupo reducido de
desconoceré, te desheredaré, negaré que seas personas, pero si el incendio se produjera en la cocina
mi hijo y que me parta un rayo si te vuelvo a de un restaurante, el número de personas se vería
llamar hijo! incrementado. Ahora bien, con respecto a esta
-El capitán Absolute a Fag: no más matización, podemos dividir los procesos de evacuación
impertinencias. ¿no tienes más que decirme? en varias clases. A nosotras en este trabajo nos han
Apártate de mi camino lo empuja y sale. interesado particularmente dos tipos: la evacuación de
-Chico: señor Fag señor Fag las grandes zonas y la de edificios públicos.
-Fag: bueno, cochino, no tienes que gritarme de
esa manera Evacuación de las grandes zonas.
Después el chico responde: voy al sótano a
patear al gato. Ante un riesgo de mayor envergadura, el lugar
al que hay que desplazarse puede estar a kilómetros de
Según Sheridan el principio de esta escena distancia. Hay que tener en cuenta las características
sería el siguiente: «cuando una persona lo veja a uno, específicas. Si se trata además de una zona pública
vengarse en otra, por el hecho de tenerla a la mano, donde se produce la emergencia, se requiere la ayuda
es la más vil de las injusticias» de camiones, coches y autobuses. La disponibilidad de
estos medios presenta dos tipos de problema, que
• El linchamiento y el tabú impuesto a la mezcla pasamos a desarrollar a continuación.
racial. Complementaría al linchamiento por
control racial. Todos conocemos alguna 1. La disponiblidad del transporte. Aunque el uso de los
historia sobre agresiones individuales y medios de transporte es común y de fácil acceso
colectivas entre gitanos y el resto de la para casi todo el mundo hoy, hay segmentos de la
población por noviazgos o bodas entre población que no disponen de automóviles. Esto
miembros de las dos comunidades. O por puede agravar y entorpecer la evacuación en un
agresiones sexuales, muchas veces ficticias, momento dado. Basta imaginarse un grupo de
utilizadas como un pretexto de la violencia escolares en un colegio, los residentes de un
racial. hospital, guarderías, cárceles, transeúntes, turistas,
etc. Todos estos son detalles que a primera vista
pueden carecer de relevancia, pero que en
Procesos de evacuación colectiva fenómenos como los que estamos estudiando,
ante un desastre alcanzan una importancia plena. De esta manera y
aunque pueda parecer paradójico, la disposición de
En este apartado vamos a seguir el trabajo de transporte propio puede llevarnos a un segundo
Gómez Jacinto (1995). Después de observar las problema.
características de las masas y los comportamientos a
los que éstas obedecen, vamos a analizar las 2. La ordenación del tráfico. Otros factores diversos
evacuaciones de aquellos lugares en los que pueden pueden incrementar el tiempo requerido para
desarrollarse situaciones límites como las vistas en el evacuar la zona de impacto; por ejemplo:
apartado anterior. obstrucciones por el propio incidente, obstrucciones
que coinciden con el evento (condiciones
La evacuación es un proceso social complejo atmosféricas), obstrucciones inintencionadas (obras
que ocurre como consecuencia de una alarma o del en la carretera o calle), etc. Además, otro factor
impacto real de un desastre. Se trata de una que puede ser otro impedimento es si todas las
respuesta de protección ante un vasto rango de personas a evacuar intentan abandonar la zona de
emergencias. De una forma amplia podemos definirlo impacto en el mismo momento.
como la retirada de personas de una zona geográfica
con un alto nivel de impacto, sus movimientos Esta problemática se puede minimizar con un
159
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
análisis adecuado del riesgo potencial, seguido de un esperar una mayor información. Ello implica que
análisis de la evacuación. El primer análisis identifica estas personas comienzan el movimiento de huida
la zona de la comunidad que es susceptible de un tiempo después de que se produzca la situación
impacto; el segundo valora la cantidad de población de emergencia. Las personas sólo comienzan a huir
afectada, sus capacidades de transporte particular, la cuando la información que tienen les convence de
adecuación de las carreteras utilizables en la que deben abandonar el edificio. La demora entre el
evacuación, los impedimentos y problemas que la primer momento de una emergencia y el comienzo
misma genera así como la metodología de su del movimiento es clave porque el tiempo necesario
eliminación y los mecanismos que mantienen abierto para una evacuación segura depende de la rapidez
el flujo de tráfico. Desgraciadamente, muchas veces de la respuesta de las personas. La reducción de
nos olvidamos de las posibles consecuencias que estos tiempos se convierte en algo prioritario.
pueda tener el olvido de algunas de estas
circunstancias. 2. Aparición de conductas afiliativas. Las personas
tienden a desplazarse hacia las personas y los
Evacuación de edificios públicos. lugares familiares. Cuando se trata de un grupo,
familiar o de amigos, por ejemplo, y algunos
En este apartado hablaremos de un proceso miembros de encuentran separados en el momento
de evacuación más reducido y que implica menos de la emergencia se produce un movimiento rápido
sistemas sociales. Como todos sabemos, la gestión de para encontrarse y poder escapar juntos. Esta
seguridad en edificios públicos debe ser una de las rapidez en la reacción implica que el grupo se
prioridades máximas de los responsables técnicos y desplaza con gran rapidez hacia zonas más seguras.
políticos. Las tragedias acaecidas durante la El comportamiento afiliativo que manifiestan se
evacuación de hoteles, estadios deportivos, salas de concreta en la adaptación de la velocidad del grupo
espectáculo, metro y un lamentable etcétera de a la del miembro más lento.
lugares siniestrados, apoyan la idea de que hay una
necesidad urgente de mejorar la organización de la
seguridad de los espacios públicos. También se ha observado una preferencia por
los lugares familiares. Las personas tienden a elegir las
Una de las preocupaciones mayores se rutas de evacuación conocidas.
centra en la interacción entre el espacio, la situación
de emergencia y las personas. Aunque el personal y Como ya hemos explicado antes, la aparición
los dispositivos técnicos, tales como los sistemas de del pánico forma parte de los mitos que han surgido
anuncio, son habitualmente válidos para informar a la alrededor de la evacuación de sitios ya sea públicos o
gente sobre la situación, los equipos de administración privados. De esta forma, el pánico es una conducta
están poco dispuestos a proporcionar mayor escasa en el proceso de evacuación, ya que en una
información. De hecho, muchos planes sugieren a situación de tal emergencia, no hay tiempo material
menudo no informar a las personas si se produce un para que el pánico se produzca.
incidente en tanto que la evacuación no sea necesaria.
En la eventualidad de una evacuación se activa un En muchas ocasiones los sujetos no se
timbre de alarma de fuego y los usuarios se desplazan comportan de la manera más adecuada, pero ello no
hacia un área segura. Incluso aunque los responsables significa que sus conductas vayan a ser necesariamente
de seguridad creen que sus sistemas de comunicación irracionales. Las reacciones no fluidas por el
podrían utilizarse más eficientemente, la creencia de conocimiento de las alternativas posibles y por la
que el pánico se desencadena cuando las personas información disponible en el momento concreto son las
son conscientes de la situación, les previene de que causan estas conductas.
proporcionar información adicional. Sin embargo, el
patrón básico del comportamiento humano ante una Hay que admitir la capacidad del sujeto para
situación de emergencia en un lugar público consta de procesar la información y tomar decisiones durante una
varias dimensiones. emergencia. Desde esta perspectiva, se hace necesaria
una mayor profundización en los sistemas de
1. Las personas no evacuan en el primer momento comunicación que favorezcan la toma de decisiones y la
de la emergencia. En los momentos iniciales esta evacuación segura ante una emergencia. No sólo por
pérdida de tiempo se dedica a interpretar la esta razón, sino también por su aplicación a otros
información y en prepararse para la acción. muchos campos de la psicología, los estudios sobre la
Cuando se conoce la emergencia a través del toma de decisiones han proliferado. Es muy importante
timbre de alarma, del humo, del olor a quemado o saber los mecanismos que aparecen durante la toma de
de los gritos de la gente, los usuarios del espacio decisiones para que un grupo llegue a una conclusión y
público tienen tendencia a ignorar la situación y a no a otra.
160
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
161
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
investigaciones son relevantes. Tenemos por ejemplo líderes que van a ser también estudiantes universitarios
el de Pauls y Jones de 1980 sobre la evacuación total y entrenados el efecto. Las condiciones van a variar de un
secuencial que hemos mencionado anteriormente. experimento a otro para poder estudiar mejor las
diferencias entre el método Follow Me y el de Follow
Sin embargo, los profesores Sugiman y Directions.
Misumi llevan a cabo un experimento realmente
interesante con estudiantes universitarios. Se forman La situación la podemos observar en Figura 3.
grupos de 16, 14 chicos y 2 chicas. Para ello utilizan
Figura 3.
162
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Una de las razones por las que el método Brown, R. I. F. (1991). Gaming, gambling and other
Follow Me funciona mejor puede ser la de que la gente addictive play. In J. H. Kerr and M. J. Apter
confía más en un acercamiento personal que en seguir (Eds.), Adults play (pp. 101-118). Amsterdam:
a una masa hacia un lugar indeterminado. Swets and Zeitlinger.
Canter, D.; Comber M. & Uzzel, D. L. (1989). Football in
Otro de los estudios realizados en este campo its place. London: Routledge.
es el de Proulx, de la Universidad de Montreal. En él, Casserly, M. D.; Bass, S. A. & Garret, J. R. (1980).
podemos encontrar información muy interesante sobre School vandalism: Strategies for prevention.
las tomas de decisiones. Afirman los investigadores Lexington, MA: Lexington Book.
que las tomas de decisiones más importantes son Clarke, J. (1973). Football hooliganism and the skinhead.
aquellas que atañen a la seguridad de edificios Birmingham: Centre for Contemporary Cultural
públicos. La interacción espacio + situación de Studies, University of Birminghan.
emergencia + gente, que ya mencionábamos al Clarke, J. (1978). Football and working class fans:
principio de este apartado, es la que hay que tomar en tradition and change. In R. Inghem (Ed.),
cuenta, aunque esto es difícil, cuando no imposible. De Football Hooliganism: The Wider Context
todas formas, es útil que la gente esté informada y (pp.37-60). London: Action Imprint.
tenemos sistemas para ello. De hecho, según Canter, Dollard, J.; Millar, N. E.; Doob, L. W.; Mowrer, O. H. y
la información es un factor clave para la evacuación, Search, R.R. (1939). Frustration and aggression.
ya que la gente sólo se moverá si tiene información New Haven: Yale Univ. Press.
suficiente para hacerlo. Afirma Canter que el tiempo Dukiet, K. (1973). Spotlight on school security. School
de la evacuación se reparte en: Management, 17, 16-18.
Dunning, E. (Ed.) (1976). The sociology of sport: a
1. Interpretar la información que nos llega. A selection of readings. London: Frank Cass.
veces un incidente que puede parecer Dunning, E. (1986). Prefacio. En Elias, N. y Dunning, E.,
insignificante se convierte en una tragedia Quest for excitement. Sport and Leisure in the
por haber perdido el tiempo en evaluar los Civilizing Process. New York: Basil Blackwell.
posibles daños. (Traducción al castellano, Deporte y ocio en el
proceso de civilización. México: Ed. Fondo de
2. Preparar a la gente para la evacuación. cultura económico, 1981).
Durán González, J. (1996). El vandalismo en el fútbol.
3. Acción, es decir el momento justo de la Una reflexión en la sociedad moderna. Madrid:
evacuación. Gymnos.
Elias, N. (1977). El proceso de civilización. Investigación
4. Los comportamientos finales es que cada sociogenéticas y psicogenéticas. México: Fondo
uno se mueve hacia sitios que conoce, de Cultura Económico.
incluso hay preferencias, es decir, la gente Elias, N. y Dunning, E. (1986). Quest for excitement.
tiende a irse hacia la derecha, aunque la Sport and Leisure in the Civilizing Process. New
salida de la izquierda esté más cerca. York: Basil Blackwell. (Traducción al castellano,
Deporte y ocio en el proceso de civilización.
México: Ed. Fondo de cultura económico, 1981).
Bibliografía García Ferrando, M. (1985). Interpretaciones
sociológicas de la violencia en el deporte. En
Apter, M. J. (1982). The experience of motivation: The Actas de las Jornadas de Ciencias Aplicadas al
theory of psychological reversals. London: Deporte: Deporte, Agresividad y Violencia
Academic Press. (pp.103-112). Valencia, 20 y 21 dic.
Apter, M.J. (1989). Reversal theory: motivation, Garrido, V. (1985). Después de Heysel: el espectador
emotion and personality. London: Academic como agresor. En Actas de las Jornadas de
Press. Ciencias Aplicadas al Deporte: Deporte,
Bateson, G. (1973). Steps to an Ecology of Mind. St. Agresividad y Violencia (pp.117-124). Valencia,
Albans (U.K.): Paladin. 20 y 21 dic.
Blumer, R. (1946). Collective behavior. In A. M. Lee Goffman, E. (1975). Frame Analysis: An Essay on the
(Ed.), New outlines of the principles of Organisation of Experience. Harmondsworth:
sociology (pp.165-220). New York: Barnes & Penguin Books.
Noble, Ir. Goldstein, A. P. (1996). The Psychology of Vandalism.
Brown, R. (1954). Mass Phenomena. En G. Lindzey New York: Plenum Press.
(Ed.), Handbook of socialpsychology (pp.833- Goldstein, J. H. (Ed.) (1979). Sports, game and play,
876), v2. Cambridge: Addison-Wesley. social and psychological view points. Hilldale,
N.J.: Lea.
163
Psicología del Deporte (Vol. II) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Goldstein, J. H. (Ed.) (1983). Sports violence. New London: Dent and Soons.
York: Springer Verlag. Marsh, P. (1982). El orden social en las tribunas de los
Gómez Jacinto, L. (1995). Masas, emergencias y estadios de fútbol británicos. Revista
desastres colectivos. En L. Gómez Jacinto y J. internacional de Ciencias Sociales, XXXIV(2),
Canto, Psicología Social (pp.229-250). Madrid: 279-288.
Pirámide. Marsh, P.; Rosser, E. y Harre, R. (1978). The rules of
Graef, R. (1993). 'The way to handle him'. Daily disorder. London: Routledge & Keagan Paul.
Telegraph, 15 october, 21. Morris, D. (1982). El deporte rey. Ritual y fascinación del
Hastrorf, A. H. & Cantril, H. (1954). They saw a game: fútbol. Barcelona: Argos Vergara.
a case study. Journal of Abnormal and Social Munné, F. (1974). Grupos, masas y sociedades.
Psychology, 49, 129-134. Barcelona: Hispano Europea.
Javaloy, F. (1987). El espectáculo deportivo como National Education Association (1973). Danger-school
liberación emocional. Revista de Psiquiatría y ahead: Violence in the public school.
Psicología Humanista, 18, 18-25. Whasington, DC: Author.
Javaloy, F. (1989). El comportamiento colectivo en el Robins, D. (1984). We Hate Humans. Harmonds worth:
deporte. Anuario de Psicología, 40, 25-45. Penguin.
Javaloy, F. (1996). Hinchas violentos y excitación Sadler, W. L. (1988). Vandalism in our schools: A study
emocional. Revista de Psicología del Deporte, concerning children who destroy property and
9-10, 93-102. what to do about it. Education, 108, 556-560.
Javaloy, F. y Franquesa, M. (1986). Para una School violence prevention manual (1980). New York:
psicosociología del espectáculo deportivo: los Oelgeschlager, Gunn & Hain, Publishers.
hinchas del fútbol. En Actas del I Congreso Stoner, G.; Shinn, M. R. & Walker, H. M. (Eds.) (1991).
Nacional de Psicología de la Actividad Física y Interventions for achievement and behavior
del Deporte (pp.197-198). Barcelona: INEF. problems. Silver Spring, MD: National
Kerr, J. (1994). Understanding soccer hooliganism. Association of School Psychologist.
Buckingham: Open University Press. Taylor, I. (1971). Football Mad: A Speculative Sociology
Lüschen, G. R. y Sage, G. H. (Eds.) (1981). Handbook of football Hooliganism. In E. Dunning (Ed.), The
of Social Science of Sport. Champaign, III: Sociology of Sport (pp.352-377). London: Frank
Stipes Publ. Company. Cass.
Lüschen, G. R. y Sage, G. H. (Eds.) (1979). Sociología Taylor, I. (1982). On the sports violence questions:
del deporte. Valladolid: Miñón. soccer hooliganism revisited. In J. Hargreaves
Mann, L. (1970). Social psychology of waiting lines. (Ed.), Sport, Culture and Society. London:
American Scientist, 58, 390-398. Routledge and Kegan Paul.
Mann, L. (1977). The effect of stimulus queues on Wheeler, L. (1966). Toward a theory of behavioral
queue-joing behavior. Journal of Personality contagion. Psychological Review, 73, 178-192.
and Social Psychology, 35, 437-442. Zimbardo, P. (1970). The human choice: Individuation,
Mann, L. y Taylor, K. F. (1969). Queue counting: The reason and order versus deindividuation,
effect of motives upon estimates of numbers in impulse and chaos. In W. J. Arnold & D. Levine
waiting lines. Journal of Personality and Social (Eds.), Nebraska Symposium on Motivation, vol
Psychology, 12, 95-103. 17. Lincoln: Univ. of Nebraska Press.
Marsh, P. (1978). Aggro: The Illusion of Violence.
164
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
Capítulo 13
Deportes de equipo y
psicología de la acción
Alfredo Fierro Bardaji
Universidad de Málaga
165
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
166
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
interés mucho mayor lo tienen aquellos deportes o austero y cooperativo, jugaba como un niño de pandilla
modalidades de los mismos que requieren de equipo o con un balón de cuatro kilos en el césped de la Casa
al menos de pareja: frontón y tenis dobles, regatas, Blanca con su equipo de colaboradores para estar en
fútbol, baloncesto y otros deportes de balón. forma mental y no ya sólo física.
La dinámica del grupo que es equipo, y no sólo Así, pues, a continuación va a tomarse un
pareja, cuenta además con una figura y función del prototipo: el deporte de equipo con balón, en adelante
mayor relieve social y psicológico: la del liderazgo, abreviado en el trigrama DEB, siglas introducidas al
atribuido sea al capitán dentro del equipo (así, en servicio no sólo de la brevedad, sino de la abstracción
regatas), sea al entrenador fuera de él (fútbol, en un esquema. En cuanto prototipo abstracto son varios
baloncesto), sea a ambos. ¿Se puede pedir más para los deportes típicamente en él representados, tales
tomar a los deportes competitivos de equipo como como fútbol, baloncesto, balonmano o rugby. Pero se les
prototipo de una cierta clase de (inter)acciones reúne en la abstracción DEB no como categoría o
humanas sujetas a reglas? conjunto cerrado, sino como prototipo, al cual otros
deportes, como los de pelota en equipo, se asemejan en
La psicología de los grupos y del liderazgo, y mayor o menor medida, resultando válidos también para
también la proxémica, proporcionan análisis sobre ellos algunos de los análisis por desarrollar enseguida.
aspectos básicos de esa dinámica, según ha podido
verse en anteriores capítulos (en particular, 4, 6 y 7).
Así, pues, los cuadriláteros de fútbol, baloncesto, Psicología de la acción
balonmano, rugby, constituyen para el psicólogo social
un espacio delimitado, regulado, bajo condiciones Existe una amplia familia de modelos, teorías,
controladas, con características semejantes a las de concepciones en psicología, cuyo objeto básico y
un laboratorio, aunque como ámbito no de concepto central es la actividad real, objetiva, de la
experimentación, sino de observación naturalista y, por persona, es decir, su acción, y cuya mejor denominación
eso mismo, con sólida validez ecológica. común es, por eso, la de psicología de la acción. Varias
líneas de investigación y teoría -y no recién aparecidas,
Hay otra geometría, no ya la del espacio de sino con poso ya de tradición- convergen en ese enfoque
juego, sino la del objeto precioso, disputado en la común. Está, en primer lugar, una psicología sucesora y
competición: esférico, sea balón o pelota. Cabe heredera del conductismo, al que, sin embargo, amplía
considerarlo el gran invento lúdico de la humanidad. La al reemplazar el concepto de conducta operante por el
invención del balón o pelota ha sido en lo lúdico tan de acción instrumental o práctica: aquella que opera
importante como la de la rueda en lo instrumental. cambios sea en el entorno sea en el propio agente. Está
Una pelota es además uno de los mejores objetos asimismo aquella orientación que, a partir de la idea de
para la interacción entre los humanos y sus primos planes de conducta (Miller, Galanter y Pribram, 1960),
hermanos: gatos, perros, delfines. La pelota y el atiende a las secuencias de acciones orientadas a metas
balón, en fin, tienen toda clase de análogos y (Pervin, 1989). Con tales enfoques, a su vez, se
sucedáneos en otras clases de objetos (frutos, cajas, emparenta el dominante en la psicología que en su
ovillos) más o menos próximos a su flexibilidad y tiempo se llamó soviética: una psicología de la actividad
esfericidad. propositiva, regida por metas sociales significativas
interiorizadas por el sujeto (Lomov, 1982; Radzikhovskii,
En los juegos de balón, de pelota, en su 1984). Todo ello se corresponde bien con una teoría
versión estrictamente lúdica, basta un objeto esférico general de la acción de cuño psicosocial y de inspiración
(u oblongo), un lugar acotado donde moverse y un interdisciplinar (Parsons y Shils, 1967); y se despliega
reducto bien circunscrito donde tratar de colocarlo y, con toda naturalidad en un marco donde la interacción
respectivamente, impedirlo. Una papelera puede hacer social, las secuencias interactivas y recíprocas de
de canasta; un par de piedras o de botes basta para agentes, son a la vez el objeto de estudio y el hilo
marcar una portería. Se delimita así un espacio, un metódico de análisis del comportamiento (Cairns, 1979;
guión de reglas y un instrumental mínimos y esenciales Ginsburg, 1985). Todo ello, en fin, es susceptible de ser
(¡esto sí que es minimalismo!) para el juego concreto traído a análisis, a método de investigación con puesta a
por practicar, un juego que no es sólo de niños o de punto como para contrastar y poner a prueba, con rigor
adolescentes callejeros. Verdad es que los adultos de ciencia, hipótesis sobre secuencias interactivas
necesitan instrumental mejor y no de mínimos. Algún (Lamb, Suomi y Stephenson, 1979).
ministro español, nada más llegar al ministerio, lo
primero que hizo comprar fue una mesa de billar (otro Esa psicología de la acción y de la interacción
juego con esferas, por cierto) para relajarse de vez en encuentra su mejor aposento en un enfoque psicosocial,
cuando con las carambolas (por si las de la política no pero asimismo en el ámbito de una psicología de la
se le daban tan bien). Pero el presidente Hoover, más personalidad: del agente humano, realmente activo y no
167
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
sólo reactivo. Dicha psicología es capaz de integrar y físico domina el aspecto de juego, de "homo ludens". A
trascender otras orientaciones hasta ahora propósito suyo son pertinentes las categorías de una
dominantes, las que se abrevian en los remoquetes de psicología del ocio y de la actividad espontánea, desde
conductismo y cognitivismo (Fierro, 1996). En ella, por luego también las de una rehabilitación física y
otro lado, cobra relieve la necesidad de distinguir psicológica (en disfunciones motrices e igualmente en
niveles de actividad o acción dentro de lo que -con no retraso mental), e incluso las de una ludoterapia (en la
poca vaguedad- se sigue denominando "conducta". disforia y el estrés). El DEB en cuanto juego no es un
Niveles bien distintos en el comportamiento son, ante frente de estrés; antes, al contrario, es un espacio y
todo, los contrapuestos órdenes de la conducta tiempo para la reducción del estrés generado en la vida
reactiva (desde la meramente refleja hasta la laboral y en los conflictos cotidianos, posiblemente
condicionada respondiente), en la que rige el esquema reductor asimismo de la ansiedad y de la depresión. O
E → R, estímulo → respuesta, y los de la práctica mejor, y dicho en positivo, si todo deporte fomenta la
propiamente activa, donde resulta patente que el salud física y mental, los DEB seguramente contribuyen,
sujeto -energizado, motivado- es realmente principio más que otras prácticas deportivas, a la madurez
de su propia acción. Niveles básicos, a su vez, en esta personal, psicosocial.
práctica, son los de: a) la actividad espontánea, de
juego, inherente a la vida de los animales superiores; El DEB profesional, así como el olímpico,
b) la acción instrumental, ordenada a la satisfacción de conservan de lo lúdico solamente las reglas, los gestos,
necesidades, en la cual se encuadra toda clase de la estética, las secuencias de acción eficaz, de
trabajo humano; y c) aquella otra, de afrontamiento ejecución; pero no es ya actividad espontánea, no es
de lo adverso, que reclama estrategias adaptativas juego. Su significado, además, resulta muy distinto para
logradas, pero a menudo arduas y en cuyo desarrollo los actores que lo protagonizan en la cancha y para el
se genera estrés (distinción bosquejada en Fierro, resto de humanos, meros espectadores. Para éstos, que
2000, capítulos 4 y 5). desde luego disfrutan contemplándolo, el deporte de alta
competición constituye, ante todo, diversión,
Son niveles pertinentes en una psicología de la entretenimiento, mas no ya como ocio activo, sino
actividad deportiva. Pero, junto a ellos, las simplemente como espectáculo, a menudo espectáculo
herramientas analíticas y metodológicas todas de una de masas (cf. capítulo 12), acaso como rito coralmente
psicología de la (inter)acción son relevantes: permiten jaleado. La psicología social del DEB es entonces el
vertebrar ese ámbito de estudio y de conocimiento; y estudio del comportamiento de los espectadores, de las
van a servir para organizar el resto del capítulo. multitudes congregadas en los estadios, de los hinchas
de equipos y, en general, de los aficionados a seguirlo
sea en directo o transmitido por la televisión.
Competición y juego
En cambio, para los olímpicos y los
El deporte es una actividad humana profesionales que lo practican, el DEB de competición ha
polivalente. Su gama de significado se extiende desde dejado de ser un ocio; es su trabajo, un trabajo duro,
su práctica como ocio activo, acto social y ejercicio que requiere una severa ascesis de entrenamiento y
físico, hasta su profesionalización y sus cimas de también de hábitos de vida, mientras en contrapartida,
excelencia en el deporte olímpico y de alta además de remuneraciones económicas a veces
competición, en donde impera el principio del récord y cuantiosas, a los más famosos les reporta popularidad.
del "altius, citius, fortius": más alto, más veloz, con Una psicología social de este selecto círculo de las
más poderío. Los DEB ilustran como pocos deportes estrellas del deporte se abre por ahí a otros temas, los
toda esa gama: desde la diversión social, activa, de un de una psicología de la capacidad y del rendimiento
grupo de amigos un domingo por la tarde con una sola excepcionales, también de una psicología del trabajo y
canasta o dos botes de lata para hacer tiro, hasta las de las organizaciones, con todo lo que surge en este
ligas y copas anuales nacionales e internacionales, ámbito, en particular, el estrés (cf. capítulo 11), que en
minuciosamente reguladas y con cuantiosos intereses cambio no se tensa en el juego de ocio. El deporte
económicos en juego. [Como anécdota del día: en el profesional, tanto más cuanto más alto, de élite, entraña
momento de escribir estas líneas, Tim Hardaway, base múltiples factores de tensión: sobrecarga de las
del Miami Heat, recibe 250.000 dólares, 44 millones de demandas ya externas ya autoimpuestas, esfuerzo
pesetas, por cada semana que conserva el peso por constante en la disciplina de entrenamiento, estrés de
debajo de 88.5 kilos: ni siquiera por jugar, sólo por no los frecuentes viajes, de los pases y tiros malogrados,
engordar ¡Menudo cebo para anoréxicos!]. de los puntos anotados en contra sin haber sabido
impedirlos, de las derrotas, sobre todo aquellas del
Ahora bien, la trama psicológica y último minuto, al borde del ataque de nervios.
comportamental es muy distinta en uno y otro extremo
de la gama. En los DEB como ocio activo y ejercicio
168
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
La psicología del DEB, en suma, es, cuando análisis estadísticos. Estos ponen de manifiesto
menos, triple y no unitaria; y pertenece, como mínimo, relaciones empíricas distintas a las captadas en la
a tres diferentes disciplinas o ramas: una psicología percepción y juicio espontáneos, que aparecen
del ocio y de la actividad física saludable; una subjetivos y tendenciosos, con severos sesgos en el uso
psicología del espectáculo y de las multitudes de heurísticos que, en resultado final, los distorsionan
espectadoras; una psicología del rendimiento (Kahneman, Slovic y Tversky, 1962; Nisbett y Ross,
excepcional y, todavía en otra vertiente, del estrellato. 1980). Esa búsqueda y hallazgo de relaciones no
previstas incluso en secuencias al parecer claras de
ítems de conducta bien identificados constituye sin duda
Secuencias e ítems de conducta y método de uno de los atractivos de enfoques metodológicos como
ciencia los de la sección segunda de esta obra.
El análisis funcional del comportamiento Ahora bien, un análisis científico de los nexos
examina relaciones "input-output" en el organismo, ejecución → resultado ¿sigue siendo psicología? Desde
relaciones A → B → C: antecedentes → conducta luego lo es, al menos en una psicología entendida como
(behavior) → consecuencias. Eslabón esencial en ese ciencia del comportamiento, de la ejecución, lo cual, por
análisis es el que articula la conducta, actuación o cierto, suena a conductismo; pero no es sólo
ejecución (B) y el resultado o consecuencia (C); es el conductista, excepto en una acepción muy amplia: es
análisis del rendimiento. enfoque comportamental. En esa misma sintonía cabe
igualmente desarrollar una psicología de la bolsa de
En los DEB, como en otros deportes, un valores: hablar de cómo se han "comportado" los
análisis funcional del nexo B → C, de la relación entre mercados, es decir, los que compran y venden en bolsa.
comportamientos y resultados, comienza por ¿Es psicología un estudio de los movimientos de valores
computarlos, es decir, en este caso, llevar la cuenta de bursátiles? No ya sólo en puro conductismo, también en
goles, canastas, anotaciones en general, y su una ciencia objetiva del comportamiento, la economía y
derivación de distintos tipos de secuencias previas de la psicología pueden verse como variedades de una
juego que han conducido a esa meta. Han sido misma ciencia: un estudio y teoría de la ejecución y de
secuencias, además, desarrolladas, por lo general, en sus resultados. Una ciencia así -sea del comportamiento
una ejecución consistente en acciones no solitarias, bursátil, sea de la actividad deportiva- puede dejar entre
sino en interacción cooperativa con otros jugadores del paréntesis de manera metódica, estratégica, aquellas
mismo equipo (cf. capítulo 6). Ahora bien, un análisis variables internas que convencionalmente se entienden
así de los nexos ejecución → resultado constituye una como psíquicas y atender tan sólo a variables
pieza metodológica de primer orden no ya sólo en una comportamentales, o, al menos, restringirse a ellas en
psicología conductista, sino también en una psicología un cierto momento o fase del proceder científico.
de la acción.
Lo cierto es que en un enfoque científico de esa
La gran ventaja que presenta un análisis A → naturaleza, los DEB deparan un espacio de excepción
B → C en los deportes es que en ellos las ejecuciones para un análisis funcional, ya conductista, ya de estudio
de que consta la secuencia interactiva son fácilmente de la interacción, y también, en consecuencia, para el
identificables y codificables; lo son con gran sencillez, metodólogo interesado en poner a punto herramientas
con facilidad mayor que en otros guiones y secuencias científicas de análisis e investigación. No sorprende en
de comportamiento. Es sabido que una dificultad absoluto que destacadas figuras de la metodología en
crónica en la evaluación y codificación de conductas ciencias de la conducta (las hay en próxima sección del
observadas dentro de su contexto natural es el del manual) se hayan interesado y adentrado en la
acuerdo entre observadores, que rara vez es de psicología del deporte: les va el método en ello.
unanimidad completa. En los deportes, en cambio, ese
acuerdo está prácticamente garantizado: no hay
discrepancias relevantes en la naturaleza y categoría a Los DEB y la acción orientada a metas
que pertenece un determinado movimiento o
ejecución. Mucho menos las hay si, como es habitual, Las dos modalidades de DEB contrapuestas más
todo el desarrollo del juego está grabado y a arriba, por un lado, como puro juego, por otro, como
disposición para ser visto y analizado una y otra vez. alta competición, se reúnen en el mismo esquema de
desenvolverse en secuencias de acción orientada a
Lo que en los deportes, como en cualquier metas.
otro ámbito de (inter)acciones, el estudio científico
añade a la percepción y categorización ordinaria es el El conductismo tradicional carecía de categorías
análisis riguroso y metódico; añade, en particular, para esas secuencias de conductas dirigidas a una meta.
Sus conceptos de conducta operante, conducta
169
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
instrumental y refuerzo, aunque apropiados e conciencia, la emoción, la motivación. Del mismo modo
interesantes para analizar tales secuencias, parecen que en algún momento, en medio del bosque de los
también insuficientes: necesitan mucho reciclaje para experimentos, de los datos y de los análisis, llegó a
amoldarse a ellas. Así, y en concreto, contemplar la preguntarse a lo Pepito Grillo: "y ¿dónde está la persona
meta bajo el solo prisma de refuerzo de la acción en la psicología de la personalidad?" (Carlson, 1971),
resulta una contorsión conceptual un tanto forzada. cabe igualmente inquirir dónde está la persona, el sujeto
¿Puede considerarse que es un reforzador el hacer agente y su interioridad consciente, en todo el anterior
canasta o marcar gol? Una consideración tal no es análisis de los DEB.
imposible, pero tampoco clarifica mucho. Es mejor
adoptar desde el principio otro utillaje teórico: tomar Conviene, pues, destacar que una psicología de
la serie de acciones como una secuencia orientada a la acción y la interacción, aunque centrada en la
metas en una perspectiva de "goal oriented action", conducta manifiesta, no ignora el mundo interior de la
que está recibiendo cada vez más atención por parte persona: sus pensamientos, sentimientos, emociones,
de la psicología (Bandura, 1989; Cranach, Mächler y propósitos. Las acciones e interacciones no son simples
Steiner, 1985; Emmons, 1986, 1989). En cuanto a su movimientos: implican a la persona entera en cuanto
valor de aplicación a los DEB, no es casual que "goal" sistema organizado de procesos cognitivos y emotivos.
(con su simplificación fonética de "gol" en castellano) Son acciones de un sujeto agente que, al propio tiempo,
sea la palabra monosílabo que sirve en el fútbol para es sujeto de experiencias. En rigor, el objeto de una
designar el acierto de hacer meta. psicología de la acción es el sistema completo de la
persona, que puede resumirse en una tríada, la de
En el fútbol y en otros deportes de balón o pensamientos, sentimientos y acciones, tríada en la cual
pelota, la meta es el marco y red de la portería; en el cada instancia contribuye a determinar a las otras dos, a
baloncesto es la canasta. Llegar ahí es culminar con la vez que es determinada por ellas.
acierto la secuencia de la acción, una secuencia que
con plena razón puede verse, toda ella, impulsada, Pero, desde luego, la persona y lo psicológico -
movilizada y dirigida por una motivación de logro, de también en el sentido más clásico de los términos- están
éxito, de excelencia. En esa perspectiva, un análisis presentes y por doquier en la psicología del deporte: en
comportamental de los DEB hunde sus raíces en una las capacidades generales y específicas de los
psicología básica de la motivación, una motivación que individuos; en los aprendizajes de habilidades
energiza y dirige secuencias complejas de acciones: complejas; en el disfrute, la emoción y la pasión; en la
las del tiempo de la competición, de la duración de un motivación (capítulo 9); en el estrés que se libera en un
partido; y también aquellas otras, mucho más caso mientras se enciende al rojo vivo en otro (capítulo
extensas en duración y a menudo fatigosas, de 11); en las identificaciones con las figuras de estrellas
ejercicios en los tiempos de entrenamiento, en los que como modelos; en las metas (capítulo 10), las cuales
se trata asimismo de metas, aunque en otra acepción, son anticipaciones, expectativas e incentivos para la
la de establecer y alcanzar metas de ejecución (cf. persona y para sus esfuerzos, sus propósitos. No
capítulo 10). debería hacer falta insistir más en ello: lo psicológico y
mental no se esfuman, antes bien, se integran de pleno
El ser humano se realiza en sus aciertos, derecho en una consideración comportamental.
también en aquellos tan simples como clavar un dardo
en la diana (mejor que en el cuello del soldado La persona se halla también en la diferenciación
enemigo) o clavar un balón en el lugar exacto de una sexual. Una caracterización decisiva en respuesta a la
red. Sobresalen los DEB sobre otros deportes, como el pregunta "¿dónde está la persona?" reside en la
de tiro con arco, en su carácter grupal y, además, no consideración del sexo o género.
instantáneo: en la secuencia ordenada de acciones en
que consisten, en la cooperación de un equipo
conjuntado y en su enfrentamiento al otro conjunto, al Hombre y mujer
equipo antagonista.
El deporte de competición es la única actividad
donde guarda algún sentido real considerar al masculino
Y ¿dónde están la psicología y la persona? como sexo "fuerte". Es verdad que en una maratón
popular pueden correr indistintamente hombres y
Cabe insistir en una pregunta y una duda ya mujeres. Pero el físico femenino y el masculino difieren
formuladas más arriba desde una concepción entre sí en grado suficiente, y no sólo por los caracteres
tradicional de lo psíquico: en todo lo anterior ¿dónde sexuales, como para no poder imaginar mezclados
está lo psicológico? En las consideraciones recién ambos sexos en una rigurosa competición. En deporte
hechas no parecen estar muy a la vista la persona ni lo competitivo, las mujeres compiten entre sí y los varones
propiamente psicológico o mental: las percepciones, la entre sí. La única excepción relevante, y digna de
170
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
estudio psicosocial, es el juego de tenis por parejas He ahí, pues, una sugerencia de experimen-
mixtas. Junto con los DEB, es el otro prototipo tación para metodólogos e investigadores en psicología
deportivo del máximo interés para la psicología social. social del deporte: tómese la cancha de un DEB concreto
como laboratorio; fórmense equipos mixtos, con mitad
Es un tópico -o sea, una verdad genérica que, de mujeres en cada formación, y con líder entrenador
por otro lado, no da mucho más de sí- decir que el de uno u otro sexo; analícense secuencias de jugadas,
juego competitivo constituye una variedad de la interacciones, cooperación y rendimientos; compárese
agresión por vías no violentas: competir es lo opuesto todo ello con perfiles de equipos de un solo sexo;
a cooperar; dos equipos en competición implican la inténtese extraer alguna conclusión generalizable a la
dicotomía y antagonismo irreductible de endogrupo y convivencia, a la vez cooperativa y competitiva, de los
exogrupo, de "nosotros" y "los otros". Etólogos y individuos de la especie humana, varones y mujeres. Es
sociobiólogos pueden con razón destacar analogías sugerencia brindada sobre todo a los autores de la
entre competición deportiva y formas violentas de segunda sección de este volumen.
lucha y agresión intraespecífica, cuya manifestación
elemental es el combate por las hembras y por el
territorio y cuyo extremo (in)humano lo constituye la Fundamentos, investigación,
guerra. Esa analogía contribuye tal vez a explicar cómo intervención, aplicaciones
y por qué los deportes y las guerras han sido, en
principio, asunto de hombres y no de mujeres, las Los DEB, en suma, representan un interesante
cuales, desde la Helena de Troya, son el objeto prototipo (micro-espacio, micro-tiempo, micro-cosmos)
("mujer objeto" ya) de la contienda y no las del universo psicosocial de interacciones humanas,
contendientes. Por otro lado, y entonces aún más prototipo del más alto interés para una psicología de la
dramático, el análisis por Freud lleva a ver en la acción, que se ha desgranado en este capítulo en un
competición deportiva una sublimación cultural de la acercamiento no de revisión (manifiesta levedad en las
pulsión de destrucción, de muerte. Sin embargo, de la referencias bibliográficas), sino de análisis al servicio de
analogía entre deporte competitivo y lucha a muerte, la curiosidad, del conocimiento y, a la postre, de la
lo que realmente se extrae es la capacidad humana teoría.
para canalizar culturalmente, por la socialización y la
educación, en moldes de pacífica convivencia y sin En esa misma línea, y en conclusión, cabe
daño o amenaza física, los elementos ancestrales de terminar aludiendo a la convencional distinción entre
agresión intraespecífica acaso inherentes a nuestro fundamentos teóricos, métodos de investigación y
genoma de "homo sapiens" (o no tan "sapiens"). aplicaciones prácticas, dentro de las cuales se incluyen,
sobre todo, las técnicas de intervención psicológica o
Es otro tópico hablar de la guerra de los comportamental. Es distinción sin duda oportuna,
sexos. Y es cierto que buena parte de las relaciones necesaria para la articulación de la materia en cualquier
entre sexos, incluidas las estrictamente sexuales o ámbito, clarificadora también en la distribución de
eróticas, contienen un indudable componente de lucha, secciones en el presente manual. Sin embargo, en un
de guerra. También aquí el psicoanálisis posee su esquema teórico y de investigación menos convencional
versión propia del asunto: la ambivalencia amor-odio cabe ir más allá de esa distinción.
de toda relación y afecto intenso. La exclusión de la
competición heterosexual en los deportes, y no ya sólo No es ya -o no es sólo- que aquello que se
en los de competición profesional, es un signo más del conoce en general, en un orden de "fundamentos",
refinamiento cultural de la actividad deportiva: ésta se acerca de los grupos, del liderazgo, o de la cooperación
ha negado a cualquier variedad de guerra de los y la interacción, pueda aplicarse en particular a los DEB.
sexos. No es ya únicamente que de ciertos principios de
psicología básica y social se deriven de manera
En algunos DEB, sobre todo balonmano y mecánica las "aplicaciones", las técnicas de intervención
baloncesto, hay ya competiciones de equipos (así, tocante a los DEB, en los capítulos 22 y 25). Junto
femeninos notables. Esa circunstancia permite, desde con eso, hay más que eso: hay la tesis o sugerencia de
luego, estudios diferenciales de estrategias o al menos que los DEB constituyen un campo de pruebas, por no
estilos de juego -es decir, de conducta, de interacción- decir un laboratorio, donde cabe refinar métodos,
en varones y en mujeres. Pero permitiría, además, un técnicas, instrumentos de observación científica y de
abordaje cuasi-experimental de gran poder analítico. análisis de resultados; es más: donde es posible
Pese a su actual rigurosa separación por sexos, los someter a comprobación hipótesis básicas de amplio
DEB se prestan (mejor baloncesto y balonmano que alcance sobre el discurrir de secuencias de conducta
rugby o fútbol) a formaciones de equipos mixtos a individual y grupal.
semejanza de las parejas mixtas en el tenis.
171
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
172
Psicología del Deporte (Vol. I) – Fundamentos 2
Antonio Hernández Mendo (Coord.)
173