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“ Manual sobre trasplantes de órganos “

AUTORES:

Mª Isabel Ortega Girona

Raquel Remiro Ruiz

Beatriz Soler Ruiz

Antonia Barbero García

Cristina Tudor Franco

Verónica Lázaro Lozano

Sara Manzanares Buendía

Ana Conesa Conesa

Bubok Publishing S.L., 2014


1ª edición
ISBN:
Impreso en España / Printed in Spain
Editado por Bubok

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“Dedicado a todas aquellas personas que de forma desinteresada
donan órganos para mantener la vida”

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INDICE

CAPITULO 1…………………………………………………….9

-Historia de los Trasplantes

-Qué es un trasplante

-Tipos de trasplante

CAPITULO 2………………………………………..………...11

-España, país líder

-Quién es candidato a trasplante

-Listas de espera y criterios de asignación de órganos

-Quién puede ser donante

-Tarjeta de Donante

-Órganos que se pueden donar

CAPITULO 3……………………………………………..….15

-La legislación española en materia de trasplantes

-Principios esenciales de la Ley

CAPITULO 4………………………………………………..16

-Donante vivo

-Donante cadáver

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-Problema del consentimiento

-Determinación de la muerte

-Problemas de drogas depresoras del sistema nervioso central

-La intervención judicial

CAPITULO 5…………………………………………………….29

-Coordinador de trasplantes

-Equipo de coordinación de trasplantes

-Antes del trasplante

CAPITULO 6…………………………………………………....33

-Preparación preoperatoria del paciente

-Postoperatorio en paciente trasplantado

-Fármacos tras el trasplante

CAPITULO 7…………………………………………………..34

-Cuidados generales del trasplante

-Cumplimiento del tratamiento

CAPITULO 8…………………………………………………..39

-Rechazo al trasplante

-Calidad de vida en trasplantados

BIBLIOGRAFIA………………………………………………42

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CAPITULO 1

HISTORIA DE LOS TRASPLANTES

El ser humano siempre ha estado interesado en reemplazar partes del


cuerpo. La posibilidad de sustituir un órgano enfermo por otro sano es
uno de los eventos más sobresalientes del siglo X.X en el campo de la
medicina, por tanto por sus méritos terapéuticos como por su
significación sobre nuestros conocimientos del universo biológico.

Este logro de resultados de una larga serie de investigaciones desde


diferentes horizontes.

En el siglo X.V aparece representada una de las primeras ideas de


trasplante con donante cadavérico con fines terapéuticos, cuya imagen
quedó plasmada en el óleo “Milagro de San Cosme y San Damián “. A
estos hermanos médicos que vivieron en el siglo III se les atribuye el
reemplazo de la pierna de un soldado con cáncer por la de un hombre
que acababa de fallecer.

 Los casos científicamente comprobados surgen recién el siglo


XIX, acompañados de otros avances médicos que permiten su
desarrollo. Sin embargo, es en los inicios del siglo XX cuando
el procedimiento para irrigar los órganos injertados abre la
posibilidad técnica y quirúrgica de realizar un trasplante. Este
es el inicio de la trasplantología moderna y los trasplantes
comienzan a convertirse en una práctica terapéutica habitual.

-¿QUÉ ES UN TRASPLANTE?-

Un trasplante es sustituir un órgano o tejido enfermo por otro que


funcione adecuadamente. Actualmente constituye una técnica médica
muy desarrollada que logra magníficos resultados para los receptores.
Sin embargo, necesita obligatoriamente la existencia de donantes. Sin
la solidaridad de los donantes no hay trasplantes. Usted puede

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necesitar un trasplante de órganos si uno de sus órganos no cumple
con sus funciones. Eso ocurre a causa de una enfermedad o lesión.
Cuando se le realiza un trasplante de órganos, los médicos extirpan un
órgano de otra persona y lo colocan en su cuerpo. Las personas que
necesitan un trasplante de órganos suelen tener que esperar el órgano
durante un largo tiempo. Los médicos deben hacer coincidir a los
donantes con los receptores para reducir el riesgo de rechazo del
trasplante. Eso ocurre cuando el cuerpo del receptor se opone al
órgano nuevo, provocando que no funcione correctamente. Las
personas a quienes se les realizó algún trasplante deben tomar
medicamentos por el resto de sus vidas para ayudar a impedir que sus
cuerpos rechacen el órgano nuevo

TIPOS DE TRASPLANTE

En función de la relación existente entre donante y receptor, se


distinguen los siguientes tipos de trasplantes:

1/ Autotrasplante o autoinjerto: el donante y el receptor son el mismo


individuo. Entonces no existe ningún problema con la
incompatibilidad, porque el injerto y el receptor son genéticamente
idénticos. Ejemplos de este tipo son los trasplantes de piel, de un lugar
a otro, y trasplantes de médula ósea autólogos.

2/ Isotrasplante o trasplante singénico: el donante y el receptor son


individuos distintos pero genéticamente idénticos, como gemelos
univitelinos. Casi no hay riesgo de rechazo.

3/Alotrasplante u homotrasplante: el donante y el receptor son


genéticamente distintos y de la misma especie. Este es el tipo de
trasplante más común de células, tejidos y órganos entre humanos.
Para evitar el rechazo generalmente se necesita tener en cuenta la
incompatibilidad entre donante y receptor. En la mayoría de los casos

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es necesario seguir tomando fármacos inmunosupresivos por la vida
del injerto.

4/ Xenotrasplante o heterotrasplante: El donante y el receptor son


individuos de distintas especies. Por ejemplo los reemplazos
valvulares pueden usar válvulas porcinas o bovinas.

CAPITULO 2

ESPAÑA, PAÍS LÍDER

España es el país con mayor tasa de donación de todo el mundo. Las


donaciones se realizan siempre de forma altruista y todo el proceso es
cubierto, desde el punto de vista económico, por el Sistema Nacional
de Salud. Estas bases de funcionamiento nos proporcionan el
privilegio de tener mayores posibilidades de obtener un trasplante en
caso de necesitarlo. El modelo español de funcionamiento de los
trasplantes es considerado mundialmente un ejemplo a imitar, que de
hecho se está implantando en gran parte del mundo. Cada día hay más
personas que necesitan ser trasplantadas para seguir viviendo.
Aproximadamente el 10% de los receptores fallecen mientras esperan
recibir un órgano.
La organización nacional de trasplantes, se ha convertido en referente
internacional para abordar el tema de las donaciones y el sistema
español ha recibido también el reconocimiento de las más altas
instituciones europeas. Por esta razón, la comisión de expertos en
materia de trasplantes del consejo de Europa, recomendó a sus países
miembros la adopción de las directrices del modelo español de
organización de trasplantes. En la reunión de delegados de los países
de la unión europea, celebrada en 1993, se recomendó el modelo
español como única fórmula constatada de incrementar la donación de
órganos de forma mantenida.
La Newsletter Transplant es el órgano de expresión de la comisión de
trasplantes del Consejo de Europa. Su objetivo es dar a conocer cada
año con carácter oficial las cifras de donación y trasplante de órganos

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y tejidos de los distintos países.

-¿QUIÉN ES CANDIDATO A TRASPLANTE?

Personas enfermas que sufren un daño irreversible en uno de sus


órganos (hígado, corazón, pulmón, intestino, páncreas y riñón) y no
pueden curarse con otro tipo de tratamiento médico. El trasplante es la
única solución para evitar su muerte o para llevar una mejor calidad de
vida. Cada paciente incluido en lista de espera es valorado de forma
individual por el equipo de trasplante de su hospital de referencia.
Ellos mejor que nadie pueden responder a sus dudas sobre los posibles
tratamientos.

La realidad es que las listas de espera para recibir órganos y tejidos


seguirán aumentando si no se logra aumentar el número de
donaciones. La única forma de solucionar este problema es ser
donante de órganos y animar a conocidos a que también lo sean.

Un trasplante no cuesta nada, el órgano donado se trasplanta


gratuitamente, sin que influya la condición social o económica del
paciente que lo recibe. Toda la terapéutica que implica ( incluida
medicación inmunosupresora post-trasplante ), es sufragada por el
Sistema Nacional de Salud y las respectivas comunidades autónomas
dónde se llevan a cabo los trasplantes.

LISTAS DE ESPERA Y CRITERIOS DE ASIGNACIÓN DE


ÓRGANOS

Con el fin de garantizar los principios de igualdad y equidad, se


establecen criterios teniendo en cuenta 2 aspectos:

-aspectos territoriales.

-aspectos clínicos.

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Los criterios territoriales permiten que los órganos generados en una
determinada área, puedan trasplantarse en esa zona, para disminuir al
máximo el tiempo de isquemia (que es el tiempo máximo que puede
transcurrir entre la obtención del órgano y su implante en el receptor ).

En los criterios clínicos se contemplan la compatibilidad


donante/receptor y la gravedad del paciente.

Existe un criterio clínico que está por encima de los criterios


territoriales, la “urgencia 0 “.

Un paciente en” urgencia 0” tiene prioridad absoluta en todo el


territorio nacional. Si no hay “urgencia 0 “, los órganos se asignan
respetando los criterios territoriales. El equipo de trasplante decide,
dentro de su lista de espera, qué paciente es el más indicado para
recibir el órgano, siguiendo los criterios clínicos: compatibilidad del
grupo sanguíneo, características antropométricas, la gravedad del
paciente, etc.

-¿QUIÉN PUEDE SER DONANTE?

Toda persona que en vida decida que, a su muerte, sus órganos sirvan
para salvar o mejorar la vida de otros, puede ser donante.

Sin embargo, debe saber, que no todos podemos serlo, ya que para
ello, será necesario que el fallecimiento acontezca en una Unidad de
cuidados intensivos de un hospital. Es en estas unidades dónde es
posible realizar la preservación de los órganos y las pruebas necesarias
para realizar una correcta valoración de cada potencial donante.

TARJETA DE DONANTE

Es un documento que testimonia nuestro deseo de ser donante de


órganos tras el fallecimiento. Sin embargo, la tarjeta no tiene valor

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legal. Es preciso comunicar a nuestros familiares el deseo de ser
donantes, para que autoricen la extracción de órganos tras el
fallecimiento. Hay varios modelos de tarjetas de donantes ( digital o
física ) emitidas por diferentes organismos y todas tienen el mismo
valor testimonial. Los datos de las personas que deciden solicitar la
tarjeta de donante, son incorporados y tratados a un fichero
automatizado Tarjetas de donantes propiedad de la Organización
Nacional de Trasplantes, con fines exclusivamente administrativos y
estadísticos. Asimismo, quedan informados de la posibilidad de
ejercer los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición,
en los términos establecidos en la legislación vigente, dirigiéndose por
escrito al departamento responsable del fichero automatizado.

Si se cambia de opinión una vez emitida la tarjeta, rómpala en caso de


tenerla, y comuníqueselo a sus familiares y allegados para que llegado
el momento puedan trasmitir su voluntad, no es necesario darse de
baja ni comunicarlo a ningún organismo oficial.

ÓRGANOS QUE SE PUEDEN DONAR

Se pueden donar los riñones, el hígado, el corazón, el páncreas y los


pulmones. Además también se pueden obtener tejidos muy necesarios
como: hueso, córneas y válvulas cardíacas.

Dada la escasez de órganos para trasplante, de cada donación, se


intenta obtener el mayor aprovechamiento posible. Lo habitual es que
la donación sea completa, no obstante, si la persona desea no donar
algún órgano y/o tejido, basta con haberlo expresado en vida a sus
familiares.

Según la Ley de Trasplantes, en España, todos somos considerados


donantes si en vida no hemos expresado lo contrario.

Sin embargo, esa expresión puede haber sido formulada de diferentes


modos, lo que obliga a que se pregunte a la familia sobre la voluntad

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del fallecido respecto a la donación. En la práctica, siempre se respeta
la decisión de la familia, ya que se asume que estos no contradirían los
deseos de su ser querido. Es necesaria la firma de la familia para
proceder a la donación, lo que se denomina consentimiento familiar.

CAPITULO 3

LA LEGISLACIÓN ESPAÑOLA EN MATERIA DE


TRASPLANTES

España cuenta con una legislación específica en materia de trasplantes


de órganos, constituida por la Ley de 27 de octubre de 1979 y el Real
decreto de 22 de febrero de 1980, que desarrolla la Ley. Asimismo, el
Ministerio de Sanidad ha dictado numerosas resoluciones que tratan
aspectos técnico-organizativos de los hospitales autorizados para
ejecutar trasplantes.

PRINCIPIOS ESENCIALES DE LA LEY

La Ley de 1979 ha recibido una valoración positiva tanto de los


juristas como de los médicos relacionados con los trasplantes. Tal
valoración se ha visto confirmada por la práctica diaria, al haberse
incrementado el número de trasplantes y evitado ciertas situaciones
ilegales o antiéticas que pueden producirse en otros países. La Ley
trata de conjugar 2 principios contrapuestos inicialmente:

1/ el derecho al propio cuerpo, como expresión de la libertad


individual.

2/el principio de solidaridad y altruismo hacia los demás, que tiene un


indudable carácter social.

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Con la regulación legal conjugadora de estos 2 principios se ha
conseguido aumentar el número de trasplantes, protegiendo así la vida
y salud del receptor, al mismo tiempo que se garantiza la libertad, la
vida y salud del donante. Por último, la Ley señala a los profesionales
médicos y a las autoridades sanitarias el marco jurídico dentro del cual
deben desenvolverse. Esto tiene una extraordinaria importancia en la
medida en que proporciona una gran seguridad a la clase médica en su
actuación profesional, al saber que están desarrollando su labor
siguiendo los criterios legales. La inexistencia del marco legal
originaria inseguridad ( lo cual repercutiría en el número de
trasplantes realizados), derivada del incremento de querellas
interpuestas por los particulares o familiares de ellos, afectados por
actuaciones médicas y, de otro lado, de la errática actuación judicial
en determinados temas que son resueltos de manera diferente por la
Autoridad judicial, a pesar de tratarse de supuestos fallos idénticos.

La Ley y el Reglamento desarrollan de distinta manera aquellos 2


principios básicos, según se trate de donante vivo o donante cadáver.

CAPITULO 4

DONANTE VIVO

La cesión de órganos de personas vivas para su ulterior trasplante a


una persona enferma que lo necesita, aunque constituye una
disminución corporal en principio castigada penalmente (art.418 y ss.
C. Penal), está expresamente autorizada por la Ley de 1979 y por el
propio Código penal en su art. 428, párr.2º. Pero para que esta
disminución corporal no constituya un ilícito penal, es necesario que
se cumplan los estrictos requisitos establecidos en la Ley y el
Reglamento.

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A/ que el trasplante tenga un finalidad terapéutica, no para fines
científicos.

B/que el destino del órgano extraído sea para mejorarla esperanza o


condiciones de vida del receptor.

C/que se trate de un órgano cuya extracción sea compatible con la


vida del donante y que no disminuya gravemente su capacidad
funcional (órganos pares, en especial el riñón, y tejidos regenerables
como la médula ósea).

Estos tres requisitos son expresión de los derechos constitucionales a


la vida y a la salud, tanto del donante como del receptor.

D/el consentimiento del donante

1º El consentimiento es personalísimo, nadie puede hacerlo en


representación de otro.

2º El donante debe ser mayor de edad y gozar de plenas facultades


mentales, a fin de garantizar que el consentimiento sea libre.

3º El reglamento añade, además, que el donante tenga un estado de


salud adecuado para la extracción, a fin de no poner en peligro su
vida.

4º Dado que solo pueden ser donantes los mayores de edad quedan
prohibidas las donaciones que pudieran efectuar los menores, aún con
el consentimiento de sus padres, salvo que se trate de médula ósea, por
tratarse de un tejido regenerable y siempre que no se ponga en peligro
la vida del menor, ni se le produjera una disminución funcional
permanente.

5º El donante debe estar previamente informado de las consecuencias


de su decisión. Dicha información se practicará por un médico distinto
al que practica la extracción y afectará a los siguientes extremos: las
consecuencias de orden físico y psíquico pueden derivarse de la

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extracción; las repercusiones sobre su vida personal; y el beneficio
que puede obtener el receptor.

Asimismo, en cuanto al receptor, la Ley también establece unas


garantías: fin curativo de la intervención, realización de las pruebas
médicas y preparativos específicos oportunos, información y
consentimiento del receptor o de sus familiares o representantes
legales, si se trata de un menor o un paciente con déficit mental (art.6).

6º El consentimiento debe ser expreso, libre y consciente. Se refuerza


la formalidad y transcendencia de este acto al establecer el reglamento
que se haga por escrito ante el juez del registro civil y en presencia de
determinados testigos. Asimismo, el médico que expide el certificado
sobre la salud del donante y los citados testigos debe oponerse al acto
de la donación si aprecian cualquier indicio de presión externa sobre el
donante. Por último, el consentimiento es revisable en cualquier
momento sin sujeción a formalidad alguna, ni derecho a
indemnización de ningún tipo.

E/ Gratuidad. No se podrá percibir compensación alguna por


donación, ni ésta debe resultar gravosa para el receptor. Es decir, que
tanto el donante como el receptor deben estar exentos de todo gasto
como consecuencia de la donación y además el donante no recibirá
ninguna compensación económica, lo cual evita el tráfico de órganos
en nuestro país.

F/ Anonimato del receptor. En un principio pudiera pensarse que


constituye un error de la Ley de 1979 la exigencia de que se garantice
el anonimato del receptor (art.4 d), ya que en las donaciones inter
vivos existe prácticamente siempre una relación de parentesco o
afectividad entre donante y receptor, y además el primero efectúa la
donación para que el órgano o tejido sea trasplantado a un concreto
receptor y no a cualquiera. Por ello, el donante conocerá quién es el
receptor del órgano o tejido donado.

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El legislador consideró que la donación se haría siempre por motivos
altruistas, desconociéndose entre sí donante y receptor. Sin embargo,
tal intención ha resultado ser utópica, por lo que se han buscado otras
interpretaciones de la referencia al anonimato que hace el art.4 d) de
la Ley. Romeo Casabona considera que no es necesario modificar la
Ley en este punto, efectuando para ello una ingeniosa y aguda
interpretación, consistente en entender que la garantía del anonimato,
o sea, el deber de confidencialidad del proceso donación-trasplante, se
refiere a terceras personas ajenas a dicho proceso ( por ejemplo, los
medios de comunicación ), a fin de salvaguardar el respeto a la
intimidad del receptor.

En los últimos años se ha debatido, si debe exigirse o no una relación


de parentesco genético entre donante vivo y receptor. La normativa
española no dice nada al respecto, por lo que ha de entenderse que está
también legalmente permitido cuando no existe tal relación. Se ha
considerado que con la exigencia de parentesco genético se eliminan
los riesgos de donaciones movidas por intereses ajenos a los principios
de solidaridad y altruismo en los que se basa la Ley de 1979 y que
tales intenciones quedarían ocultas para los médicos y autoridades que
intervienen en el acto de la donación. Sin embargo, la legislación
vigente contiene suficientes mecanismos para impedir que las
donaciones de órganos intervivos se halle movida por intereses
puramente económicos, a las vez que se permite que personas ligadas
por una efectiva relación de afecto mutuo puedan donarse órganos aun
cuando no sean familiares en sentido estricto, tal como ocurriría con
las parejas de hecho. En ocasiones puede quedar la duda de que el
donante, aun cuando sea familiar del receptor, no actúe de manera
sincera, ya que le pueden afectar presiones de tipo moral inducidas
desde el seno familiar. En todo caso, se trata de una cuestión que se
debe valorar en cada caso concreto, debiendo tenerse en cuenta que la
Ley establece unos mecanismos que permiten valorar la libertad del
consentimiento del donante, como son la intervención del juez del
registro civil, del médico que ha de acreditar el estado de salud física y
mental del donante y el médico que ha de efectuar la extracción. Un

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problema ligado a la cuestión de la necesariedad o no del parentesco
genético, es el de la prohibición de que los menores de edad y los
incapaces sean donantes, con la salvedad en los primeros de la médula
ósea, incluso con el consentimiento de sus padres. Ello obedece a la
experiencia de otros países en los que se producía una actuación
paterna en detrimento claro de uno de los hijos en favor de otro.

Incluso se planteó que en el seno de una familia podría promoverse un


embarazo con la finalidad de obtener un órgano del recién nacido para
trasplantarlo al de un hijo anterior que lo necesitara. Con la actual
legislación, se evitan estos abusos, ya que los menores no pueden ser
donantes salvo que se trate de médula ósea por ser un tejido
regenerable y siempre que no se cause daño físico permanente al
menor.

DONANTE CADÁVER

Los principios de la legislación son los mismos: el consentimiento, la


gratuidad de la donación y el anonimato del receptor, con la salvedad
de que se da mayor importancia al principio de solidaridad al basar el
consentimiento presunto, y permitiendo la donación no sólo con fines
terapéuticos, sino también científicos.

PROBLEMA DEL CONSENTIMIENTO

“La extracción de órganos u otras piezas anatómicas de fallecidos


podrá realizarse con fines terapéuticos o científicos, en caso de que
éstos no hubieran dejado constancia expresa de su oposición “

Por constancia expresa se entiende aquella manifestación de voluntad


hecha por escrito o por cualquier otra forma que permita probar sin
lugar a dudas, que la voluntad del fallecido era contraria a la
extracción de órganos. Si no existe tal constancia expresa, los

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familiares carecen de toda legitimación para oponerse a la extracción
porque el deseo de los familiares acerca del destino de los restos
mortales no puede prevalecer sobre el derecho a la salud y a la vida de
los receptores potenciales. Por tanto, los familiares del difunto, no son
auténticos titulares de un derecho subjetivo, consistente en la facultad
de oponerse a la donación de órganos, por lo que la donación podría
efectuarse aun contra el parecer de los familiares. Sin embargo, en la
práctica se recurre habitualmente por el equipo médico a la obtención
del consentimiento familiar, por considerarse que la realización de una
extracción de órganos de un fallecido contra el parecer de sus
familiares podría causar más perjuicios que beneficios en el ámbito
general de la política de trasplantes.

DETERMINACIÓN DE LA MUERTE

Hasta que a una persona no se la considera legalmente fallecida, no se


puede efectuar la extracción de órganos, y de otro lado, tal extracción
debe iniciarse después de la declaración de muerte a fin de evitar el
comienzo de la necrosis y deterioro de los órganos a extraer. En el
Código Civil encontramos con seguridad referencias al concepto de
muerte, pero sin definirlo. Esta falta de definición, se debía a que se
equiparaba muerte con parada cardiorrespiratoria, de tal manera que
no hacía falta fijar el concepto legal de muerte, puesto que era sabido
que sólo podía considerarse muerto a aquella persona que tenía el
corazón parado y la circulación y respiración detenidas. Sin embargo,
la ciencia médica descubrió que el individuo puede estar muerto antes
de que ello ocurra, ya que la actividad circulatoria y respiratoria
pueden ser asistidas y mantenidas durante un cierto tiempo por
procedimientos artificiales, y en cambio, el cerebro sufrir lesiones
irreversibles e incompatibles con la vida, lo cual, originará una parada
cardiorrespiratoria a corto o medio plazo. En estos casos no existe
parada cardíaca pero sí muerte cerebral, pudiendo considerarse como
muerto a efectos legales.

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El dictamen de la Sociedad Española de Neurología, define la muerte
desde un punto de vista médico, al señalar:

A/ la muerte de un individuo está determinada por el cese total e


irreversible de la actividad cerebral.

B/ el cese total e irreversible de la actividad cerebral es en la mayoría


de los casos consecuencia de un paro cardiocirculatorio previo. Esta es
la forma habitual de morir. Cuando no se han tomado o bien han
fracasado las medidas de reanimación emprendidas, el diagnóstico y la
certificación legal de muerte, no puede crear problemas ni confusión.

C/ cuando las medidas de reanimación consiguen recuperar la


actividad cardíaca, pero el cerebro queda dañado absoluta o
totalmente, o bien cuando el cese irreversible de la actividad cerebral
se produce por una agresión primitiva del cerebro, puede darse la
situación artificial en que persisten, gracias a las medidas de
reanimación externa, actividades cardiocirculatorias y de ventilación
pulmonar. El mantenimiento instrumental de funciones da una
apariencia externa de vida.

Al estar el cerebro dañado irreversible y globalmente, el individuo


debe considerarse muerto a efectos médicos y legales.

Se equipara el concepto y el momento de muerte del cerebro, con el de


muerte del individuo. En 1981 la President´s Commission y algunas
otras sociedades americanas, recomienda la adopción del “Acta
Uniforme para la determinación de la muerte “, según la cual se
considera muerta a toda persona que presenta: “Cese irreversible de
las funciones circulatorias y respiratorias o cese irreversible de las
funciones del cerebro completo, incluyendo las del tronco del encéfalo
“. De este modo, la muerte puede ser determinada por criterios
cardiopulmonares (ausencia de latido cardíaco, ausencia de
movimientos respiratorios, ausencia de actividad eléctrica cardíaca
efectiva), o por criterios neurológicos (muerte encefálica).

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El artículo 5, 1º de la Ley señala: “La extracción de órganos u otras
piezas anatómicas de fallecidos podrá hacerse previa comprobación de
la muerte. Cuando dicha comprobación se base en la existencia de
datos de irreversibilidad de las lesiones cerebrales y, por tanto,
incompatibles con la vida...”será necesario el cumplimiento de unos
requisitos especiales de comprobación por parte de la Unidad Médica
que intervenga en la certificación de la muerte. Por lo tanto, la Ley
exige antes de efectuar una extracción de órganos, que se compruebe
la muerte y al no añadir más, dicha comprobación, se puede hacer por
cualquiera de los métodos científicamente admitidos, con la excepción
de que cuando la comprobación de muerte se basa en la
irreversibilidad de las lesiones cerebrales se exigen unos requisitos
adicionales en el mismo art.5º.

La disposición adicional 1ª b) encomienda al Gobierno desarrollar por


vía reglamentaria el procedimiento y comprobaciones para el
diagnóstico de la muerte cerebral. Sobre esto, el art. 10 del Real
Decreto de 22 de febrero de 1980 dice que “los órganos para cuyo
trasplante se precisa la viabilidad de los mismos, sólo pueden
extraerse del cuerpo de la persona fallecida previa comprobación de la
muerte cerebral, basada en la constatación y concurrencia, durante
treinta minutos, al menos, y la persistencia seis horas después del
comienzo del coma, de los siguientes signos:

 ausencia de respuesta cerebral, con pérdida absoluta de


conciencia.
 ausencia de respiración espontánea.
 ausencia de reflejos cefálicos, con hipotonía muscular y
midriasis.
 electroencefalograma plano, demostrativo de inactividad
bioeléctrica cerebral”.
Por lo tanto, la Ley admite varias formas de diagnóstico de la muerte y
solo atribuye al Gobierno la facultad de desarrollar los criterios de
muerte cerebral, pero esto no significa que deban extenderse los
requisitos de la muerte cerebral exigidos en el reglamento a los casos

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de muerte por parada cardiorrespiratoria (tal como hace el reglamento
de 22 de febrero de 1980).

Es decir, que los rígidos requisitos establecidos en el art.10 Real


Decreto en orden a la fijación del momento de la muerte sólo son
aplicables a los casos de lesiones cerebrales irreparables en los que
subsiste la actividad cardíaca y respiratoria, pero no a los casos de
donante con parada cardiorrespiratoria de base o sobrevenida, ya que
un Real Decreto no puede desarrollar un mandato legal de manera
diferente respecto a lo ordenado. En la medida en que el Real Decreto
vulnera una disposición de rango superior, la Ley de 1979, debe darse
aplicación preferente a ésta.

Siguiendo con los aspectos legales de la declaración de muerte, he de


hacer constar que cuando acude la comisión judicial a un
levantamiento de cadáver, el médico forense examina in situ el
cadáver a fin de comprobar la ausencia de latido cardíaco y de
respiración; por tanto, se trata de un fallecimiento siempre por parada
cardiorrespiratoria. Luego, el cadáver es transportado por la
ambulancia judicial a las cámaras frigoríficas del Instituto Anatómico
Forense hasta el momento de la realización de la autopsia. De todo
esto se desprende que para determinar la muerte por parada
cardiorrespiratoria, el médico forense realiza una inspección externa
del cadáver, no efectuando ninguna de las pruebas exigidas por el
art.10 del Reglamento de 1980. Por tanto, si para la determinación
judicial de la muerte basta la inspección externa del cadáver fallecido
a consecuencia de parada cardíaca, debe considerarse que cuando se
pretenden obtener órganos a fin de trasplantarlos no pueden exigirse a
los donantes en parada cardíaca los requisitos del art.10 del
Reglamento, ya que dichos requisitos no se exigen para la
certificación de defunción que expide el médico forense. Resulta
absurdo y contrario a toda lógica la exigencia de unos requisitos más
rigurosos cuando se pretende extraer órganos del donante en parada
cardíaca que cuando el cadáver va destinado a la cámara frigorífica de
la morgue. En consecuencia, ha de concluirse señalando que los

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requisitos del art.10 del Reglamento sólo son aplicables para la
determinación de muerte cerebral.

El Código Civil, que es de aplicación supletoria a todas las leyes,


regula cómo se han de interpretar las normas jurídicas al señalar en su:
Art. 3.1: “Las normas se interpretarán según el sentido propio de sus
palabras, en relación con el contexto, los antecedentes históricos y
legislativos y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas,
atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquellas “. El
espíritu y finalidad de la Ley de Trasplantes es favorecer la realización
de trasplantes, dando prevalencia a los principios de solidaridad y
altruismo, por lo tanto, no es el de poner tabas con requisitos y
limitaciones que conviertan en inviables los órganos trasplantables.
Pudiera alegarse que tales requisitos tienen por finalidad salvaguardar
la vida del donante, al asegurar más allá de toda duda el hecho de la
muerte. Tal consideración debe rechazarse, ya que en la actualidad la
ciencia médica dispone de medios diagnósticos absolutamente fiables
que permiten, en los casos de parada cardiorrespiratoria, afirmar sin
ninguna duda que se ha producido la muerte.

Anteriormente se mencionaron los signos clínicos que el art.10. Del


Real Decreto exigía para la declaración de muerte cerebral, pero si en
los casos de muerte por parada cardíaca hubiera de esperarse el plazo
de seis horas que exige dicho artículo, los órganos se convertirían en
inviables, pues comenzaría la necrosis, al faltar riego sanguíneo. Por
otra parte, si la persona con parada cardíaca ya está muerta ¿qué
objeto tiene realizar dos electroencefalogramas con seis horas de
diferencia a un cuerpo que ya es cadáver? Por tanto, la aplicación de
este artículo a los donantes en parada es absurda y carece de sentido
desde el punto de vista médico, ya que el sujeto en cuestión ya ha sido
diagnosticado como muerto, mediante la comprobación de la parada
cardíaca, por lo que dichos requisitos, no sólo son innecesarios, sino
perjudiciales, pues imposibilitan la obtención de los órganos. De otro
lado, es impensable que un equipo médico, de propósito o por
imprudencia, efectúe una extracción de órganos a un sujeto que aún

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puede vivir para trasplantarlos a otra persona, pues tal hecho, aparte de
estar prohibido por el código deontológico y la Ley de Trasplantes,
constituye un delito castigado penalmente ( asesinato u homicidio por
imprudencia ).

La Disposición final primera del Reglamento y la Disposición final


segunda de la Ley señalan que:

Las extracciones anatómicas efectuadas para la práctica de trasplantes


de córnea y otros tejidos tales como huesos, piel y vasos podrán ser
realizadas sin demora y en los propios lugares del fallecimiento. Para
acreditar éste no será imprescindible constatar los signos de muerte
cerebral en la forma establecida en el art. 10. Se deduce que la propia
Legislación admite la posibilidad de determinar la muerte por criterios
diferentes de los establecidos del art.10. (Muerte cerebral), bastando
acreditar la parada cardíaca para poder proceder a la extracción de
tejidos, no habiendo obstáculo para extender tal posibilidad a los
órganos.

En conclusión, debe considerarse que puede realizarse la extracción de


órganos de un donante a corazón parado sin necesidad de cumplir los
requisitos del art.10. Del Real Decreto, pudiendo el equipo médico
efectuar las medidas de preservación del cadáver de una manera
preventiva, mientras se investiga si el posible donante se opuso
expresamente a la donación, o bien se obtiene la autorización judicial,
en caso de que haya diligencias penales abiertas.

PROBLEMAS DE DROGAS DEPRESORAS DEL SISTEMA


NERVIOSO CENTRAL

El art. 10 del Real Decreto indica en su párrafo 2º que: “Los citados


signos (ausencia de respuesta cerebral, con pérdida absoluta de
conciencia; ausencia de respiración espontánea; ausencia de reflejos
cefálicos, con hipotonía muscular y midriasis; electroencefalograma

26
plano...) no serán suficientes ante situaciones...de administración de
drogas depresoras del sistema nervioso central “. Esto ha sido
interpretado en el sentido de que era necesario que el equipo médico
acreditara la ausencia absoluta de drogas depresoras a fin de poder
autorizar la extracción de órganos. Tal interpretación debe rechazarse
por no ser ajustada ni a la letra ni al espíritu de la legislación. Cuando
el art. 10, párrafo 2º dice que no serán suficientes los signos citados
con anterioridad, no significa que esté exigiendo la ausencia absoluta
de drogas depresoras en el cuerpo del donante, sino que serán
necesarias otras pruebas complementarias a las citadas anteriormente.
Tales pruebas pueden ser, entre otras, la gammagrafía cerebral, la
arteriografía cerebral y el doppler trascraneal. Esto demuestra de
manera absolutamente fiable, la muerte cerebral, por lo que resulta un
requisito inútil que el juzgado exija un nivel cero de drogas
depresoras, ya que la muerte cerebral ha quedado probada
suficientemente por los medios indicados. La citada exigencia que
ocasionalmente piden algunos juzgados origina la pérdida de gran
parte de donantes potenciales, dado el deterioro que sufren los órganos
al prolongarse el tiempo de mantenimiento artificial de la circulación
y respiración.

LA INTERVENCIÓN JUDICIAL

El art. 5.3 de la Ley señala: “Las personas presumiblemente sanas que


falleciesen en accidente o como consecuencia ulterior de éste se
considerarán como donantes, si no consta oposición expresa del
fallecido. A tales efectos debe constar la autorización del Juez al que
corresponda el conocimiento de la causa, el cual deberá conocerla en
aquellos casos en que la obtención de los órganos no obstaculizare la
instrucción del sumario por aparecer debidamente justificadas las
causas de la muerte “. Por otro lado, el art.11 del Reglamento señala:
“Antes de dar conformidad para la extracción de órganos u otras
piezas anatómicas de fallecidos, la persona a quien corresponda darla,

27
según lo determinado en la autorización del centro, deberá verificar
los siguientes extremos:

-existencia y vigencia de la autorización del centro sanitario para


realizar la intervención de que se trate

-certificado de defunción, expedido con arreglo a lo establecido en el


artículo anterior

-comprobación de que no consta oposición expresa

-obtención de la autorización del Juez, cuando esté interviniendo en


relación con la persona fallecida y la obtención de los órganos no
obstaculizare la posible instrucción del sumario

-el nombre, apellidos y demás circunstancias de los médicos que han


certificado la defunción y de los que van a realizar la extracción,
asegurándose de que son distintos.

El art.11 establece que será la persona designada en la autorización


otorgada al centro por la autoridad sanitaria la que debe vigilar el
cumplimiento de los requisitos necesarios para poder efectuarse el
trasplante, pudiendo originar responsabilidad para tal médico la
inobservancia de alguno de tales requisitos. Entre ellos se encuentra la
obtención de la autorización del Juez.

El Juez debe limitarse a constatar que la extracción de órganos no


perjudica la instrucción sumarial y que ha quedado debidamente
justificada la causa de la muerte, lo cual, por otra parte, es función del
médico forense. El art.5.3 de la Ley indica que el Juez “deberá
conocerla (la autorización) en aquellos casos en que la obtención de
los órganos no obstaculizare la instrucción del sumario por aparecer
debidamente justificadas las causas de la muerte “ . Por tanto, el Juez
está obligado a autorizar la extracción de órganos una vez que por el
médico forense se informe de la causa de la muerte y quede acreditado
que la extracción no perjudica la instrucción del sumario. Es decir,
que el arbitrio judicial está muy limitado, ya que la ciencia médica

28
permite obtener de los órganos viables determinados segmentos para
estudio histopatológico por el Instituto Nacional de Toxicología, con
lo cual no se dificulta la instrucción de la causa y permite la
autorización del trasplante. Debe añadirse que son escasísimos los
supuestos en que la extracción de un órgano pueda perjudicar la
instrucción de la causa, y aún en estos casos puede evitarse tal peligro
mediante la adopción de una serie de medidas de garantía por el
médico forense, como la citada obtención de muestras.

CAPITULO 5

COORDINADOR DE TRASPLANTES

Es un profesional indispensable con la formación adecuada en todos


los temas técnicos, científicos, jurídicos y administrativos, al que se le
transfieren unas tareas muy importantes para el proceso de trasplante
como son:

-detección de los posibles donantes de órganos (donante potencial).

-evaluación y selección del donante potencial.

-supervisión y validación del diagnóstico de muerte encefálica.

-solicitud a la familia del consentimiento para la donación.

-mantenimiento del donante hasta el momento del explante


(extracción del órgano a trasplantar). Es vital para asegurar la calidad
de los órganos a trasplantar

-obtención del permiso judicial en caso de ser necesario

-relación de ayuda con la familia del donante potencial

-resolución de problemas logísticos funerarios.

29
-coordinación con la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)
para la distribución o almacenamiento de los órganos y tejidos.

-coordinación con los equipos extractores y trasplantadores.

-coordinación de la logística intra y extra hospitalaria de la donación y


el trasplante.

-relación con los medios de comunicación.

-elaboración de estadísticas e informes, análisis de resultados.

-mantenimiento del archivo de la actividad.

-participación en la comisión de trasplante del centro y subcomisiones


de cada programa de trasplante.

-asesoramiento en la gestión de los recursos económicos y


subvenciones vinculados con la coordinación.

-elaboración de campañas de información a la población general.

-actividad docente en aspectos relativos a la donación y el trasplante.

-relación con las asociaciones de enfermos vinculados al trasplante.

-Actividad investigadora en donación y trasplante.

-avisar al receptor de que hay un donante y debe acudir al hospital


para realizar el trasplante.

El coordinador de trasplantes está disponible las veinticuatro horas del


día.

Cuando una persona es incluida en la lista de espera, el coordinador de


trasplantes se pone en contacto con ella, informándole de que no
puede abandonar su lugar de residencia habitual para realizar
desplazamientos fuera de la comunidad.

30
El paciente deberá de permanecer localizado en su residencia o en
caso de efectuar desplazamiento, éste no deberá ser a una distancia
superior a una hora u hora y media del hospital.

Cuando surge un donante, el paciente es avisado por el coordinador


debiendo presentarse en el hospital en un plazo no superior a dos
horas, a fin de ser preparado para el trasplante.

A su llegada al hospital indicará que ha sido llamado para un


trasplante.

EQUIPO DE COORDINACIÓN DE TRASPLANTES

Lo componen numerosos profesionales, no sólo sanitarios sino de


otros ámbitos como son:

-cirujanos que se especializan en llevar a cabo trasplantes de órganos.

-médicos.

-radiólogos y tecnólogos expertos en imagenología médica.

-enfermeras/os.

-expertos en enfermedades infecciosas.

-fisioterapeutas.

-psiquiatras, psicólogos y otros consejeros.

-trabajadores sociales.

-nutricionistas y dietistas.

-jueces y personal de los juzgados.

31
-forenses.

-conductores de ambulancia.

-pilotos y personal de compañías aéreas.

-fuerzas de seguridad.

ANTES DEL TRASPLANTE

El paciente se someterá a un examen médico completo para identificar


y tratar todos los problemas médicos, como nefropatía y cardiopatía.
El equipo de trasplantes lo evaluará y revisará su historia clínica para
determinar si satisface los criterios para el trasplante del órgano. La
mayoría de los tipos de trasplantes de órganos tienen pautas que
detallan qué tipo de paciente tiene mayor probabilidad de beneficiarse
de un trasplante y podrá manejar el proceso que representa un reto. Si
el equipo de trasplantes cree que es buen candidato para el trasplante,
lo pondrán en lista nacional de espera. El lugar en la lista de espera se
basa en muchos factores, los cuales dependen del tipo específico de
trasplante que deba recibir.

Una vez se está incluido en la lista de trasplantes, empezará la


búsqueda para un donante compatible. Los tipos de donantes
dependen del trasplante específico, pero abarcan:

-un donante vivo emparentado, es un familiar como un padre, un


hermano o un hijo.

-un donante vivo sin parentesco es una persona como un cónyuge o un


amigo.

-un donante fallecido es alguien que ha muerto recientemente.

Después de donar un órgano, los donantes vivos pueden llevar una


vida normal y saludable.

32
CAPITULO 6

PREPARACIÓN PREOPERATORIA DEL PACIENTE ANTES


DEL TRASPLANTE

Tras llegar al hospital, el paciente será conducido a la sala de la


unidad de trasplante y será preparado para ser sometido a la
intervención quirúrgica. De forma habitual se realiza:

-analítica general para comprobar que no existe alguna alteración que


contraindique el trasplantes.

-radiografía de tórax y electrocardiograma.

-visita con el anestesista.

-ducha y aseo personal del paciente.

-rasurado de la zona quirúrgica.

-explicación por parte del equipo médico y de enfermería del proceso


a seguir antes y después del trasplante.

POSTOPERATORIO EN PACIENTE TRASPLANTADO

Tras la intervención quirúrgica, el paciente es trasladado a la unidad


de reanimación. A las pocas horas de llegar empezará a despertar de la
anestesia. Allí se recuperará de la intervención y se le pondrá
tratamiento para evitarle dolor ocasionado por la cirugía. Cuando se
despierte podrá comprobar la gran cantidad de aparatos y cables que
existen a su alrededor y a los que se encuentra conectado, no se debe
preocupar, por su seguridad y mejor control.

Siempre estará acompañado por el equipo de reanimación. Durante su


estancia en reanimación, todas las medicinas se administrarán por vía
intravenosa, si tiene dolor, debe comunicarlo al personal sanitario a fin
de que le suministren los calmantes oportunos, ya que si no siente

33
dolor estará más tranquilo, podrá descansar, dormir y colaborar para
su recuperación.

Pronto empezará a beber agua y comer. Es habitual que el paciente


lleve una sonda vesical, por lo que no sentirá deseo de orinar, y a la
vez se permite tener un control estricto de la orina del paciente que
también se retirará en pocos días. Es normal que el paciente se pueda
sentir solo en la unidad de reanimación y se pregunte cuando podrá
ver a su familia. Tras varios días de estancia en unidad de
reanimación, el paciente si está estable pasará a unidad de
hospitalización. La estancia en planta será de varios días hasta ser
dado de alta. La duración media de ingreso dependerá del tipo de
trasplante y de la evolución del paciente. Socialmente en la planta el
paciente se encontrará más acogido con sus familiares aunque deberán
seguir las normas hospitalarias de conducta por su propia seguridad.

FÁRMACOS TRAS EL TRASPLANTES

Los medicamentos inmunosupresores están divididos en 4 categorías


dependiendo en cómo actúan en el cuerpo para prevenir el rechazo:

-Inhibidores de la calcineurina:

a) Tacrolimus (Prograf®).

b) Ciclosporina USO-No modificada (Sandimmune®).

c) Ciclosporina USP Modificada (Neoral®).

-Corticosteroides:

a) Prednisona (Deltasone®)

b) Prednisolona (Solumedrol®, Medrol®)

-Antimetabolitos:

34
a) Micofenolato Mofetil (Cellcept®) (MMF®)

b) Ácido Micofenólico con recubrimiento entérico (Myfortic®) (EC-


MPA®)

c) Azatioprina (Imuran®)

-Dianas de los inhibidores de rapamicina: Sirolimus (Rapamune®)

CAPITULO 7

CUIDADOS GENERALES TRAS EL TRASPLANTE

Una vez dado de alta el paciente trasplantado debe seguir una serie de
cuidados, de normas básicas. El objetivo es que poco a poco la
persona trasplantada se pueda reincorporar a la vida normal. Dentro de
estas normas el paciente debe:

-controlar periódicamente su tensión arterial, su temperatura y su


peso. Pondrá atención al volumen de orina, aspecto y color. En caso
de fiebre, tensión elevada, piernas hinchadas o cambios en el aspecto
o volumen de orina, cambio en las heces fecales ( color, consistencia,
sangre..), edema en cara, abdomen o piernas, deberá de ponerse en
contacto con la consulta de trasplante.

-la alimentación debe ser sana y equilibrada, comer sin sal o muy
poca, evitar el sobrepeso. Con la medicación anti-rechazo aumentará
el apetito y el peso. Un aumento de peso es perjudicial para el riñón y
aumenta el riesgo cardiovascular, por eso es conveniente pesarse
frecuentemente. Deberá beber abundantes líquidos, especialmente
agua, evitando agua no potable. Lavar las verduras y frutas con agua y
lejía (3 gotas por litro). No consumirá bebidas alcohólicas.

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-Evitará las grasas saturadas, fritos y rebozados. El aceite de oliva y el
pescado azul tienen propiedades beneficiosas. El consumo de huevos
se reduce a 2-3 por semana. Los productos lácteos deben ser
desnatados para evitar exceso de grasas.

-Lavarse las manos antes y después de manipular alimentos.

-Los azúcares favorecen el aumento de glucosa en sangre y deben ser


consumidos con moderación, evitando el exceso de productos de
pastelería, bollería y chocolates.

-las hortalizas, verduras y frutas tienen gran cantidad de vitaminas,


conviene un cuidadoso lavado cuando se comen crudas.

-para conseguir plena inserción familiar y social ante la nueva


situación, debe recuperar la autoestima y volver a la vida laboral en un
tiempo prudencial porque forma parte de su rehabilitación.

-ducha diaria y lavado bucal después de cada comida con dentífrico


con flúor. No compartir peines, cepillo dental, toallas, cubiertos o
esponjas.

-Cuide las uñas, evite tenerlas largas y no corte nunca la cutícula.

-se aconseja ejercicio físico ligero al principio (paseo de una hora


diaria) y luego se puede ir aumentando (natación, bicicleta).

-Debe proteger la zona del injerto de posibles traumatismos en


deportes, juegos…

-No fumar ni permanecer en lugares públicos cerrados y con mucha


afluencia de gente durante al menos dos meses, no tomar el sol y si lo
hace use crema de protección.

-puede mantener relaciones sexuales con normalidad.

-si es mujer no debe quedarse embarazada durante al menos dos años.

36
-consulte ante cualquier anomalía en genitales, verrugas, úlceras,
puntos blanquecinos, lesiones en el pene, cambios en la
menstruación…

-evite el contacto con personas que estén enfermas

-se aconseja que se vacune de la gripe cada año.

-la reincorporación al trabajo es importante para llegar a tener un


rehabilitación completa, su médico en la consulta le dirá el momento
adecuado para incorporarse.

CUMPLIMIENTO DEL TRATAMIENTO

Es fundamental que el tratamiento se realice correctamente y en


particular la medicación anti rechazo. Deberá tomar varios
medicamentos después del trasplante, al tomar todos los
medicamentos según lo recetado, sus posibilidades de que el órgano
trasplantado se mantenga sano y resistente serán mayores.

Si no toma los medicamentos, podría provocar futuros problemas de


salud. Los factores que pueden reducir la vida de su órgano
trasplantado incluyen:

-olvidar administrar alguna dosis.

-modificar la dosis sin la aprobación del equipo de trasplantes.

-dejar de tomar los medicamentos por decisión propia.

-tomar otros medicamentos que el equipo de trasplantes no haya


recetado.

-olvidar citas médicas o con el laboratorio.

-no realizar una dieta adecuada.

37
-no hacer ejercicios.

-abusar del alcohol o las drogas.

-fumar.

Pueden ocurrir efectos secundarios ocasionales con algunos de los


medicamentos que toma, incluso con aquellos que evitan el rechazo.
Deberá informar al equipo de trasplantes acerca de cualquier efecto
secundario que note. No deje de tomar los medicamentos incluso si
experimenta efectos secundarios. El equipo de trasplantes puede
trabajar con usted para ayudar a reducir algunos de estos efectos.
Tomar cada medicamento según lo indicado es una de las mejores
formas de mantener su órgano trasplantado saludable y en
funcionamiento.

Consejos útiles:

-tome sus medicamentos siempre a la misma hora.

-no modifique la cantidad de medicamentos que toma a menos que le


equipo de trasplantes lo apruebe.

-siempre tome las pastillas y cápsulas enteras a menos que se le


indique lo contrario.

-informe al equipo de trasplantes si experimenta efectos secundarios,


no deje de tomar sus medicamentos sin su aprobación.

-no tome ningún medicamento de venta libre sin consultar primero al


equipo.

-evite consumir pomelo y su jugo porque pueden alterar la efectividad


de algunos medicamentos.

-si no recuerda cómo debe tomar los medicamentos, llame al equipo


de trasplantes.

-cuando acuda a otros especialistas, informe que está trasplantado.

38
-no deje de acudir a revisiones y realícese los controles analíticos y
exploraciones que le soliciten.

-lleve consigo una lista de medicamentos en todo momento y use un


brazalete que alerte a otras personas sobre su condición de receptor de
trasplante.

-cuando viaje lleve sus medicamentos en un bolso a mano.

CAPITULO 8

RECHAZO AL TRASPLANTE

Nuestro organismo se protege de ataques externos a través del sistema


inmune, por lo que la presencia de sangre o tejido extraño en el
cuerpo, hace que actúe nuestro sistema inmune, desencadenando una
reacción o un rechazo al trasplante.

Hoy se sabe que las células con núcleo poseen unos marcadores en su
superficie que son reconocidos como extraños al inocularse o
trasplantarse a otro sujeto. Estos marcadores reciben el nombre de
antígenos (Ag) de histocompatibilidad o antígenos de trasplante y
proporcionan a los tejidos de cada individuo unas características
únicas que lo diferencian de los demás. Para evitar el rechazo, antes
del trasplante se estudia el tejido para identificar si los antígenos que
contiene son compatibles o no con el receptor. Aunque el estudio del
tejido asegura que el órgano o tejido sea lo más similar posible a los
tejidos del receptor, la compatibilidad nunca es perfecta. Ninguna
persona tiene antígenos idénticos a otra, exceptuando los gemelos
idénticos. Es por ello que los medicamentos inmunosupresores, (los
que anulan nuestro sistema inmune), son necesarios para prevenir el
rechazo, porque si no nuestro cuerpo casi siempre ocasionaría una
respuesta inmune, y provocaría la destrucción del tejido extraño.

39
Después de un trasplante la incidencia de rechazo varía, según el
órgano entre el 30% y el 60% pero los episodios de rechazo no
significan necesariamente la pérdida del órgano. Más del 90% de los
rechazos agudos pueden tratarse con éxito con las modernas pautas de
inmunosupresión.

Hay tres tipos de rechazo:

-rechazo hiperagudo: se produce en el plano de minutos a horas


después del restablecimiento de la circulación sanguínea en el injerto
y está causado por anticuerpos preexistentes.

-rechazo agudo: se produce habitualmente durante los primeros meses


después del trasplante y es bastante habitual. Después de un año del
trasplante, el rechazo agudo es menos frecuente.

-rechazo crónico: es la fase en que la función de un órgano


trasplantado está crónicamente deteriorada y finalmente puede
producirse la pérdida del injerto. Evoluciona gradualmente durante
meses o años. Entre las muchas causas posibles, están los episodios
previos reversibles de rechazo agudo, la hipertensión no controlada, la
elevación del colesterol, diabetes, tabaquismo, obesidad, ciertas
infecciones o el tipo de donante.

Para detectar un rechazo los síntomas varían dependiendo del órgano


o tejido trasplantado, pero en reglas generales se puede observar
alteración de la función del órgano, dolor en la zona del órgano, fiebre
o incluso sensación de enfermedad. Pero lo que nos dirá si hay
rechazo o no será la biopsia del órgano. El tratamiento con
inmunosupresores se inicia en el momento de la cirugía. Se compone
de varios medicamentos que se irán modificando a lo largo del tiempo.
Al principio del trasplante, la dosis y el número de fármacos son más
elevados. Con el tiempo, la dosis irá ajustándose e incluso se puede
suspender alguno. No obstante, el tratamiento es indefinido. El
abandono de la medicación, aunque sea años después del trasplante,
puede ocasionar un rechazo agudo tardío.

40
CALIDAD DE VIDA EN TRASPLANTADOS

La calidad de vida está influenciada por diversos factores que nos


rodean, como son la vivienda, la educación, la política, el clima, el
trabajo, y la salud. Las diferentes situaciones clínicas y sociales y la
distinta gama de estadios en los que se encuentran las personas cuando
llegan al trasplante, condicionan sus expectativas tanto hacia el propio
trasplante como hacia el futuro. La calidad de vida es un concepto
fundamentalmente subjetivo “Calidad de vida percibida “. Según la
OMS: “Bienestar físico, emocional y social” (WHO, 1958). Sin
embargo, los profesionales relacionados con el trasplante, sienten cada
vez más la necesidad de aumentar su percepción del beneficio último
de este proceso costoso, tanto desde el punto de vista del gasto
sanitario y del coste humano, como desde la perspectiva del principio
ético de justicia y equidad, puesto que a pesar de que España es el país
con mayor número de donantes por millón de población, dicho
número es todavía insuficiente para todas las personas que
permanecen esperando. La experiencia en los trasplantes ha permitido
aumentar la supervivencia de muchas personas, para quienes se abre
un futuro incierto; tienen que aprender a vivir con una quimera, que en
la mayor parte de los casos asumen como propia, aunque a veces
resulte difícil de asimilar.

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BIBLIOGRAFÍA

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donación de órganos.

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