¿Cuál es tu color?

El color viene siendo estudiado desde la antigüedad por autores como Aristóteles, Leonardo
Da Vinci o Newton, y más recientemente en la historia por autores como Goethe, Hering,
Young y Helmholtz.

En los colores es posible encontrar simbolismos que el hombre ha ido creando conforme sus
experiencias con esos colores. Cada sociedad tiene su manera distintiva de interpretar un color
en función de la historia de esa cultura. Así por ejemplo, se ha observado que en países como
Japón, India y China el blanco sirve para simbolizar la palidez de la muerte y el “venir vacío, irse
vacío”.

Los simbolismos de los colores son aprendidos desde la infancia y van a enraizarse con nuestro
lenguaje y sentimientos. A partir de entonces, los colores nos acompañarán a lo largo de
nuestra vida, formando parte de nuestro vestuario, los objetos que compramos o incluso las
paredes de nuestra casa. Como consecuencia de esta interacción con el color día tras día, se
producirán efectos a nivel fisiológico y psicológico.

En cuanto a los cambios fisiológicos, a nivel celular se transportará la información a las áreas
cerebrales implicadas. Cada longitud de onda provocará la estimulación de alguna zona
cerebral concreta. Entonces, a nivel psicológico, se produce la percepción y con ella una
sensación que activará los recuerdos y las experiencias con ese color. La percepción del color
se acompaña a cargas emocionales positivas o negativas, es decir, crean emociones en
nosotros y licitan conductas en los demás.

Cuando eliges una prenda, se tiende a elegir un color o combinación de colores con los que nos
identificamos, ése sería tu outfit elegido para el día de hoy, con él te sientes cómodo y crees
que entre las demás prendas, ese el mejor que expresa tu personalidad y cómo te sientes hoy.
Por tanto, la elección de qué color vestirse no sólo afecta a quien lo lleve puesto, sino a
quienes lo vean.

De hecho, se ha estudiado que puede haber correlación entre la personalidad y la preferencia

por un color, así estudios por Dunja Cijic y Vojislava Bugarski, investigaron la correlación entre
color y rasgos de personalidad, hallaron que las personas más introvertidas prefieren tonos
más oscuros y apagados frente a los extravertidos, quienes prefieren tonalidades más
brillantes.

Por tanto, el color tiene relación con nuestras emociones y nuestros rasgos de personalidad.