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CCRP RUTA

La locutora dice: "Para jugar


al moscardón se necesita un pasillo
transitado por estudiantes de la ESO. Así
nunca faltarán jugadores". Luego los
alumnos representan el juego, por llamarlo
de algún modo: Uno atraviesa el pasillo
mientras todos los demás lo golpean.
La escena es teatral, forma parte de la
obra Tú acosas Yo acuso, salida del aula de
teatro del instituto Baleares de Valencia e
interpretada por una docena de sus
alumnos. El juego, en cambio, es muy real:
Lo han practicado alguna vez esos mismo
alumnos y, bajo otros nombres, es común
en los centros educativos, asegura la
profesora de Filosofía y directora de la
obra, Belén Franco.
Tu acosas se representó ayer en el instituto
Benlliure. Franco escribió el guión
basándose en las experiencias de los
estudiantes e incorporando textos de los
escritores Fernando Savater, Eduardo
Galeano y Salman Rusdhie. En la obra
aparece un joven Savater -que fue
apodado El gorila- y Jokin, el chaval que se
suicidó en septiembre en Hondarribia
(Guipúzcoa) tras soportar durante meses la
brutalidad de algunos compañeros
La iniciativa persigue advertir a los
espectadores, la mayoría adolescentes, de
las desastrosas consecuencias de la
crueldad. Pero no sólo. Franco explica que
es también una "respuesta didáctica y
pedagógica nueva" que pretende atajar la
violencia en los centros educativos
actuando sobre los sujetos que la sufren, la
contemplan o la ejercen: Los propios
actores. "No es que entre ellos haya
exactamente algún maltratador", matiza
Franco, "pero para la mayoría los golpes y
los insultos son cosas a las que están
habituados".
A pesar del título, la obra no trata
estrictamente sobre el acoso escolar, sino
que aborda de una forma más amplia el
fenómeno de la violencia física y
psicológica entre los adolescentes. Y
pretende ser una vía alternativa a la
"policial" que, según Franco, parece estar
barajándose para detenerla.
Uno de los personajes es Collejeitor,
especialista en repartir collejas como forma
-se dice en la obra- de llamar la atención,
combatir sus frustraciones, recibir el
aplauso cómplice de sus compañeros y
despertar terror en los débiles.
Las protagonistas de otra escena son dos
chicas que se dedican a burlarse, primero a
sus espaldas y luego en su cara, de otra
chavala. La llaman gorda y plana,
ridiculizan su peinado y se ríen de que
compre ropa de imitación en el mercadillo.
La escena se cierra con un texto de
Galeano: "La marginación, el desprecio, la
crítica, el mote, los insultos, las burlas, la
humillación pública... son algunos de los
métodos de la violencia en la vida de la
escuela".

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